EL PARQUE CIENTÍFICO DE LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA...

14
1 IV JORNADAS DE GEOGRAFÍA ECONÓMICA Grupo de Geografía Económica de la AGE León, 1 y 2 de julio de 2010 EL PARQUE CIENTÍFICO DE LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA: IMPLICACIONES ECONÓMICAS, INSTITUCIONALES Y TERRITORIALES. José Luis SÁNCHEZ HERNÁNDEZ Departamento de Geografía Universidad de Salamanca [email protected] Resumen: A sus tradicionales funciones docente e investigadora, la Universidad ha sumado en las últimas décadas la transferencia de conocimientos a la sociedad, en particular a su sector productivo, y el fomento de las iniciativas empresariales entre los miembros de la comunidad académica. Del mismo modo que la docencia y la investigación se ubican en lugares específicos (aularios, facultades, escuelas, laboratorios, institutos), estas nuevas misiones universitarias se concentran en los parques científicos, construidos según estándares propios de calidad urbanística, diseño arquitectónico y lógica funcional. Esta comunicación analiza el proceso de construcción y desarrollo del Parque Científico de la Universidad de Salamanca en la localidad vecina de Villamayor como una muestra de esta tendencia general que, al menos en este caso concreto, implica algunas transformaciones económicas, institucionales y territoriales que también se discuten aquí. 1. LA INCESANTE AMPLIACIÓN DE LAS FUNCIONES UNIVERSITARIAS. Durante las dos últimas décadas, aproximadamente, las universidades españolas han ampliado notablemente el número de funciones que desempeñan, proceso que no ha dejado de tener efectos geográficos a escala local, regional e incluso global (en el caso de los centros de mayor prestigio) en forma de infraestructuras físicas y de constitución de redes para el intercambio de personas y conocimientos. No es extraño encontrar hoy a las universidades implicadas en proyectos de cooperación internacional, en la promoción de actividades culturales de diversa índole, en la prestación remunerada de asesoramiento a empresas privadas y a otros organismos públicos o en patronatos de distintas fundaciones. Integran todos los sistemas de innovación tecnológica y desarrollo regional diseñados por los gobiernos autonómicos. Su oferta docente se extiende a personas de todas las edades a través de los estudios de posgrado, los cursos

Transcript of EL PARQUE CIENTÍFICO DE LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA...

1

IV JORNADAS DE GEOGRAFÍA ECONÓMICA

Grupo de Geografía Económica de la AGE

León, 1 y 2 de julio de 2010

EL PARQUE CIENTÍFICO DE LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA: IMPLICACIONES ECONÓMICAS, INSTITUCIONALES Y TERRITORIALES.

José Luis SÁNCHEZ HERNÁNDEZ Departamento de Geografía Universidad de Salamanca

[email protected] Resumen: A sus tradicionales funciones docente e investigadora, la Universidad ha sumado en las últimas décadas la transferencia de conocimientos a la sociedad, en particular a su sector productivo, y el fomento de las iniciativas empresariales entre los miembros de la comunidad académica. Del mismo modo que la docencia y la investigación se ubican en lugares específicos (aularios, facultades, escuelas, laboratorios, institutos), estas nuevas misiones universitarias se concentran en los parques científicos, construidos según estándares propios de calidad urbanística, diseño arquitectónico y lógica funcional. Esta comunicación analiza el proceso de construcción y desarrollo del Parque Científico de la Universidad de Salamanca en la localidad vecina de Villamayor como una muestra de esta tendencia general que, al menos en este caso concreto, implica algunas transformaciones económicas, institucionales y territoriales que también se discuten aquí. 1. LA INCESANTE AMPLIACIÓN DE LAS FUNCIONES UNIVERSITARIAS. Durante las dos últimas décadas, aproximadamente, las universidades españolas han ampliado notablemente el número de funciones que desempeñan, proceso que no ha dejado de tener efectos geográficos a escala local, regional e incluso global (en el caso de los centros de mayor prestigio) en forma de infraestructuras físicas y de constitución de redes para el intercambio de personas y conocimientos. No es extraño encontrar hoy a las universidades implicadas en proyectos de cooperación internacional, en la promoción de actividades culturales de diversa índole, en la prestación remunerada de asesoramiento a empresas privadas y a otros organismos públicos o en patronatos de distintas fundaciones. Integran todos los sistemas de innovación tecnológica y desarrollo regional diseñados por los gobiernos autonómicos. Su oferta docente se extiende a personas de todas las edades a través de los estudios de posgrado, los cursos

2

IV JORNADAS DE GEOGRAFÍA ECONÓMICA

Grupo de Geografía Económica de la AGE

León, 1 y 2 de julio de 2010

de verano o las universidades de la experiencia. Prestan a sus estudiantes y empleados servicios de salud mental, orientación laboral, enseñanza de idiomas, apoyo en la búsqueda de alojamiento y amplias opciones en materia de ocio y deporte, todo ello gratuitamente o a precios muy asequibles. Muchas de ellas han constituido fundaciones y empresas para canalizar una parte de estas relaciones con su entorno socioeconómico, en especial aquellas que persiguen captar fondos para sostener esta proliferación de cometidos no siempre ligados a su misión básica, es decir, la generación, transmisión y crítica del conocimiento científico, técnico, artístico y humanístico. Este peculiar fenómeno, que contrasta abiertamente con la tendencia general de las empresas industriales y de servicios hacia la especialización en sus núcleos de negocio más rentables, combinada con la contratación en el mercado de los suministros tangibles e intangibles ajenos a sus competencias distintivas, es el resultado de la combinación de, al menos, tres factores que operan a diferentes niveles. En primer término, el utilitarismo crítico que impregna la sociedad contemporánea, insatisfecha con una Universidad dedicada a la enseñanza y a la investigación más o menos básica. Al contrario, se exige con frecuencia a la Universidad que devuelva a la sociedad algo más concreto y práctico que graduados y publicaciones, máxime teniendo en cuenta el coste de sus presupuestos, generalmente percibidos como elevados y de rentabilidad demasiado difusa y dilatada en el tiempo. El discurso imperante sobre una nueva era de desarrollo económico basada en el conocimiento como principal recurso y el aprendizaje como principal proceso (Lundvall 1999, Castells 2000) ha incrementado la presión social para que la Universidad habilite mecanismos de transferencia de conocimiento hacia la economía directamente productiva y ajuste los contenidos formativos de sus programas a las tendencias del mercado de trabajo. La conocida metáfora de la triple hélice (Administración, Universidad y sector privado) (Leydesdorff 1999, Olaskoaga e Intxarburu 2000, Nieddu 2002, Harloe y Perry 2004) que propulsa el buque de la nueva economía encarna este nuevo pensamiento con bastante acierto. Esta demanda social de una Universidad más atenta a necesidades no académicas se traslada también al interior de las comunidades universitarias, por ejemplo a través de las organizaciones sindicales y estudiantiles, que reclaman nuevas prestaciones y facilidades para el alumnado, el profesorado y el personal de administración, trasladando en ocasiones la lógica de la negociación colectiva a un entorno institucional radicalmente diferente, por cuanto que los equipos de gobierno no son propietarios de los medios de producción ni tienen objetivos e intereses diferentes de los que animan al conjunto de miembros de la institución.

3

IV JORNADAS DE GEOGRAFÍA ECONÓMICA

Grupo de Geografía Económica de la AGE

León, 1 y 2 de julio de 2010

Todo ello, en tercer lugar, sucede en un contexto macroeconómico marcado desde la década de 1980 por las políticas de contención del gasto público y de reducción de impuestos, que en este caso se traducen en una marcada reticencia a trasladar los costes de la enseñanza universitaria a las tasas pagadas por los estudiantes y en el consiguiente endeudamiento crónico de las universidades, atrapadas entre la espada de las exigencias internas y externas y la pared de una financiación limitada a las subvenciones públicas directas, los ingresos por tasas, la concurrencia competitiva a programas de financiación de la investigación y la captación de contratos con empresas u otras administraciones. Por lo tanto, los frondosos organigramas de las universidades españolas de nuestro siglo son a la vez causa y consecuencia de esa tensión entre la estrechez presupuestaria y la búsqueda más o menos imaginativa de nuevas fuentes de ingresos para atender tan variopintos requerimientos. En áreas metropolitanas con una alta densidad económica, la universidad quizá pasa más desapercibida como agente relevante del tejido institucional, a la vez que puede justificar mejor su contribución al desarrollo regional apelando a su condición de proveedora de personal cualificado que abastece el mercado local de trabajo y a su participación en multitud de proyectos e iniciativas codo con codo con el sector privado (Benito 2005, Méndez 2006). Pero en regiones y ciudades muy dependientes de la Administración, carentes de actividades económicas competitivas y cuyos graduados deben emigrar para ejercer sus profesiones, la retórica de una universidad comprometida con su entorno, pieza clave de la sociedad del conocimiento y punta de lanza de un nuevo modelo de desarrollo regional basado en la innovación permanente ha calado en los principios rectores de las autoridades, tanto académicas como políticas. Salamanca aporta un nítido ejemplo de esta última situación. Una ciudad que, con las pequeñas localidades de su alfoz, roza los 200.000 habitantes, donde la Administración Pública ocupa a unas 15.000 personas y cuya Universidad, con 4.100 empleados, 30.000 estudiantes (entre los diferentes niveles) y un presupuesto de 228 millones de euros para el año 2010, constituye su principal seña de identidad y también un motor económico de primer orden. Durante las últimas dos décadas, la Universidad de Salamanca ha reforzado su plantilla, su oferta de titulaciones, sus infraestructuras, sus lazos con otras comunidades académicas y sus conexiones con el entorno geográfico y económico más inmediato. En este sentidola Universidad de Salamanca ha modernizado sus instalaciones en los llamados campus periféricos (Béjar, Ávila y Zamora) y también ha generado nuevos espacios académicos en su ciudad de origen, con la construcción del Campus

Miguel de Unamuno en la década de 1990, la consolidación del Campus Histórico, en el casco antiguo, y del Campus Ciudad Jardín, al Norte de la ciudad, y la reciente apertura de institutos de investigación en edificios de nueva planta y diseño vanguardista ubicados en los actuales límites de la ciudad (figura 1).

4

IV JORNADAS DE GEOGRAFÍA ECONÓMICA

Grupo de Geografía Económica de la AGE

León, 1 y 2 de julio de 2010

Figura 1: Los espacios universitarios en Salamanca y su alfoz, 2010.

Fuente: elaborado por Alejandro Gómez y Valeriano Rodero a partir la ortofoto de la Junta de Castilla y León.

5

IV JORNADAS DE GEOGRAFÍA ECONÓMICA

Grupo de Geografía Económica de la AGE

León, 1 y 2 de julio de 2010

No obstante, la decisión más radical en esta trayectoria de expansión física y diversificación funcional, fiel reflejo de la necesidad de ampliar su campo de acción al son del nuevo papel de la institución en la construcción de una incipiente economía local del conocimiento, data de 2003, cuando la Universidad de Salamanca decidió construir un Parque Científico que comenzaría a edificarse en 2006 en la contigua localidad de Villamayor de Armuña. El resto de esta comunicación está dedicado a la descripción de la génesis y desarrollo del proyecto hasta la actualidad (apartado 2) y al debate sobre sus principales implicaciones económicas, institucionales y territoriales (apartado 3), para terminar con unas breves conclusiones (apartado 4). 2. EL PARQUE CIENTÍFICO DE LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA (2003-2010): GÉNESIS Y DESARROLLO DEL PROYECTO. Existe literatura científica más que suficiente y conocida sobre los parques científicos (ver Ondátegui 2008 para una síntesis reciente) así que no parece preciso extenderse sobre el concepto y sus contenidos. Baste recordar que se trata de espacios planificados para el desarrollo de tareas de investigación aplicada susceptibles de transmisión más o menos directa al sector productivo y donde se admite también (de hecho, se promueve con diferentes medidas de apoyo y estímulo) la instalación de empresas fundadas por personal docente y por antiguos estudiantes, siempre que correspondan a los sectores definidos como estratégicos dentro del proyecto del Parque, que corresponden normalmente con las ramas científicas más sólidamente implantadas en la Universidad matriz o que mejor pueden conectar con las demandas del entorno económico local y regional. Desde el punto de vista urbanístico, estos espacios se proyectan y construyen con elevados niveles de calidad arquitectónica y paisajística, conforme a su pretendida condición de áreas de concentración del talento donde sólo se admiten tareas intelectuales intensivas en conocimiento o ciertos procesos de fabricación ligera sin afección ambiental digna de mención. Tampoco conviene olvidar que todas estas iniciativas pretenden reproducir de manera intencional y dirigida los éxitos registrados en torno a las universidades de Stanford, MIT, Oxford o Cambridge, que se deben en su práctica integridad a la iniciativa privada y a unos contextos institucionales muy diferentes de la Europa continental, en conjunto, y de España y de sus regiones menos evolucionadas, en particular. El equipo de gobierno elegido por la comunidad universitaria salmantina en marzo de 2003 tomó la decisión de promover la construcción de un parque científico por considerarlo un instrumento eficaz para dar orientación empresarial a diferentes líneas, grupos y proyectos de investigación de la Universidad y para fomentar la localización de centros públicos o privados de investigación y desarrollo eventualmente interesados en una cooperación estable a medio y largo plazo con la institución. Con una perspectiva empresarial, podría decirse que se pretendía incorporar más valor a la cadena de producción de

6

IV JORNADAS DE GEOGRAFÍA ECONÓMICA

Grupo de Geografía Económica de la AGE

León, 1 y 2 de julio de 2010

conocimiento, facilitando el tránsito desde la investigación básica a la aplicada, así como recabar más financiación privada para fortalecer las áreas de investigación en las que la Universidad de Salamanca ha alcanzado mayor reconocimiento (caso de las especialidades biosanitarias y las industrias culturales). El proyecto se enfrentó a dos retos iniciales: la búsqueda de financiación y la búsqueda de emplazamiento. La primera se consiguió merced al concurso de distintas Administraciones, como la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Educación y Ciencia (que concedió préstamos a través de su programa de apoyo a los parques científicos y tecnológicos), y a la colaboración de entidades privadas, entre las que cabe destacar el papel del Grupo MRS, determinante en la configuración espacial definitiva del Parque. A este respecto, cabe decir que la escasez y carestía de suelo urbanizable en el término municipal de Salamanca obligó a la Universidad a buscar una ubicación próxima y asequible. Y el Ayuntamiento de Villamayor fue el que acogió con mayor diligencia la propuesta de colaboración que el Rectorado planteó a distintas localidades del alfoz, algunas de las cuales prefirieron reservar suelo para promociones residenciales, más lucrativas en aquellos años de apogeo del sector inmobiliario. En febrero de 2004 se firmó el convenio de colaboración entre ambas instituciones, en junio de 2005 se constituyó la Fundación gestora del Parque y en diciembre de 2006 se puso la primera piedra de la obra. La articulación interna del Parque está condicionada por la dispersión de las parcelas que lo integran. El suelo urbano procede de dos cesiones efectuadas en 2004 por el Ayuntamiento de Villamayor (27 ha.) y el citado Grupo MRS (6 ha.) a la Universidad y que, según se aprecia en la figura 1, conforman un espacio discontinuo conectado por zonas verdes. Con estas cesiones, el Parque queda enclavado en el seno de una extensa zona residencial (bloques de viviendas, chalets individuales, pareados y adosados) y de ocio (hotel, centro de convenciones y exposiciones, campo de golf, centro ecuestre) construida por la empresa PAS, núcleo del Grupo MRS, a lo largo del río Tormes a su paso por el término municipal de Villamayor. Es evidente la sinergia entre el proyecto científico y el urbanístico, toda vez que el primero aporta prestigio, legitimidad y potenciales clientes al segundo, que a su vez contribuye con un entorno residencial y de servicios de baja densidad edificatoria y suficiente calidad paisajística al diseño del conjunto del Parque conforme a los esquemas teóricos vigentes. De hecho, el diseño inicial proyectaba la construcción de un Parque Ripario junto al Tormes que conectara sus infraestructuras científicas con la Facultad de Ciencias Ambientales, cuyo traslado desde Salamanca a Villamayor, otro de los puntales del proyecto, aspiraba a congregar docencia, investigación y ocio en lo que estaba llamado a ser el campus más extenso de la Universidad. El Parque consta de los siguientes edificios, centros y empresas:

7

IV JORNADAS DE GEOGRAFÍA ECONÓMICA

Grupo de Geografía Económica de la AGE

León, 1 y 2 de julio de 2010

Centro Hispano-Luso de Investigaciones Agrarias (CIALE): sus 4,4 millones de euros de presupuesto fueron financiados por la Iniciativa Comunitaria INTERREG III-A y el Ministerio de Educación y Ciencia. Consta de una superficie de 4.000 metros cuadrados divididos en cuatro módulos, más amplios invernaderos para la experimentación vegetal. Este centro, especializado en producción y sanidad vegetal, se inauguró en diciembre de 2006 y es el único del Parque que se encuentra plenamente operativo y alberga actividades investigadoras y docentes con regularidad, además de cuatro empresas privadas. Se ubica en una parcela independiente en el sur de este complejo residencial-terciario-científico.

Edificio de Servicios Generales del Parque: con 2.300 metros cuadrados construidos y 5,6 millones de euros de presupuesto, esta instalación en obras albergará las dependencias de la administración del parque, salas de reuniones y videoconferencias y unidades universitarias de I+D (Banco Nacional de ADN, Servicio de Espectrometría de Masas).

Edificio Grupo MRS: este grupo empresarial concentrará en el Parque sus funciones de I+D, para lo cual está construyendo una sede con 5.200 metros cuadrados y cinco millones de euros previstos en coste de edificación y equipamiento.

Edificio Centro Nacional del Láser: con apoyo financiero de los gobiernos regional y central, este edificio de 4.700 metros cuadrados y nueve millones de euros albergará instalaciones científicas singulares como el Centro Español de Láseres Pulsados Ultracortos y Ultraintensos, el Laboratorio de Bajas Temperaturas de Castilla y León y una planta piloto de experimentación en Ingeniería Química.

Edificio de Ciencias de la Tierra: dependencias del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y centros especializados de la Universidad de Salamanca como el Centro de

Investigación y Desarrollo Tecnológico del Agua, los Servicios de Isótopos Estables y de Preparación de Rocas o el Laboratorio de Geotecnia se alojarán en este edificio de 3.200 metros cuadrados y 4,6 millones de euros de presupuesto financiados por el Ministerio de Educación y Ciencia.

Edificio de Empresas: junto a estas dependencias más orientadas a la investigación, y completando el núcleo urbanístico del Parque en su punto más cercano al centro de Villamayor, se encuentra el edificio destinado a la incubadora de empresas y al funcionamiento regular de las spin-off que logren consolidarse como compañías viables. Este edificio, con seis millones de euros presupuestados, está sufragado por la Junta de Castilla y León a través de GESTURCAL, empresa pública responsable de la promoción de suelo empresarial, y ADE-Inversiones y

Servicios, la agencia de desarrollo regional de la comunidad.

8

IV JORNADAS DE GEOGRAFÍA ECONÓMICA

Grupo de Geografía Económica de la AGE

León, 1 y 2 de julio de 2010

Según su página web, son veinticinco las empresas asociadas al Parque Científico en la actualidad, de las cuales sólo cuatro tienen su sede en el mismo, concretamente las del CIALE. Las restantes se ubican en diferentes dependencias universitarias, en oficinas del centro urbano o en polígonos industriales de Salamanca y su alfoz, a la espera de disponer de espacio para su eventual traslado al Parque; algunas radican fuera de la ciudad y de la provincia, con sedes en Madrid o Tenerife. Su distribución sectorial, según la clasificación del Parque, es la siguiente: once se dedican a aplicaciones relacionadas con las tecnologías de la información y las comunicaciones, ocho a biotecnología y especialidades sanitarias, dos a cuestiones medioambientales, dos a ingeniería, una a consultoría y otra a la investigación y formación lingüística. Pese a esta embrionaria situación, el Parque pertenece ya a la Asociación de Parques Científicos y Tecnológicos de

España (APTE) y a la International Association of Science Parks (IASP), las dos asociaciones de referencia en el sector a escala nacional y global. 3. PRINCIPALES IMPLICACIONES ECONÓMICAS, INSTITUCIONALES Y TERRITORIALES DEL PARQUE CIENTÍFICO DE LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA. Las implicaciones que se derivan de la puesta en marcha de este Parque Científico pueden ser contempladas, cuando menos, desde tres ángulos diferentes. El económico es el más evidente porque sus objetivos primordiales son la creación de empresas, de empleo y de conocimiento técnico aplicado. Pero ello no debe ocultar que una iniciativa de esta naturaleza también constituye un desafío para la propia institución académica porque significa desarrollar nuevas funciones y dar un nuevo sentido a sus tareas tradicionales, la docencia y la investigación. Y, por supuesto, la promoción de un nuevo espacio tecno-académico no deja de tener consecuencias sobre el territorio donde se construye el Parque y donde se desenvuelven sus actores principales. 3.1. Implicaciones económicas. El Parque Científico ha canalizado iniciativas empresariales que contribuyen a diversificar la estructura económica de la ciudad de Salamanca y a poner las bases de una incipiente economía de la creatividad y del conocimiento que capitaliza tímidamente los recursos intelectuales acumulados en algunos departamentos y grupos de investigación. Las empresas citadas en el apartado 2 están creando puestos de trabajo de base científica y alta cualificación en el sector privado, reteniendo así un segmento esencial de capital humano que, tradicionalmente, se marchaba de Salamanca porque este tipo de empleos se restringían a un puñado de compañías (Akzo Nobel, Abonos Mirat, Empresa Nacional de Uranio, Iberdrola) y a las siempre limitadas posibilidades de la Administración Pública, en especial el Hospital Clínico, el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiológicos (CSIC) y la propia Universidad. Aunque su número es aún muy limitado, representa un avance reseñable dentro del mercado laboral salmantino, excesivamente dependiente del empleo público y

9

IV JORNADAS DE GEOGRAFÍA ECONÓMICA

Grupo de Geografía Económica de la AGE

León, 1 y 2 de julio de 2010

de la oferta de baja y media cualificación generada por el turismo y la hostelería, puesto que la crónica debilidad de su industria ha impedido la formación de un grupo social amplio de cuadros medios y profesionales ligados a las actividades técnicas e ingenieriles. Además de abrir nuevos horizontes a la economía local, el Parque Científico puede reforzar dos de los pilares de la economía de la provincia como son su sector agropecuario y la enseñanza de la lengua española, esta última en la doble vertiente de la atracción de estudiantes que aprenden el idioma en Salamanca y del diseño y elaboración de contenidos y materiales didácticos en formatos electrónicos. Estas oportunidades y perspectivas positivas deben ser matizadas a tenor de dos factores que pueden socavar el crecimiento del Parque a corto y medio plazo y la consiguiente consecución del tamaño crítico necesario para la generación endógena de nuevos proyectos, procesos y productos. En primer término, la aguda crisis económica y el consiguiente recorte de inversiones públicas y privadas en investigación y desarrollo, por más que se haya demostrado teórica y empíricamente hasta la saciedad que las fases recesivas del ciclo económico son el momento adecuado para el desarrollo de las tecnologías, mercados y negocios que encabezarán los períodos expansivos posteriores. De hecho, el recorte de la rentabilidad de las empresas asociadas al Parque está impidiendo la devolución de los créditos concedidos por el Gobierno Central y lastrando aún más la ya precaria situación financiera de la Universidad. Más preocupante, por su carácter estructural, es el aislamiento geográfico del Parque respecto a otros polos de actividad científica y tecno-económica con los cuales pudieran establecerse proyectos conjuntos de mayor envergadura que alimentasen su crecimiento cuantitativo y cualitativo y redujeran su dependencia de la endeble base económica local y de las limitadas capacidades de las instituciones para captar proyectos de inversión viables, máxime teniendo en cuenta que en la Comunidad Autónoma de Castilla y León existen otros proyectos rivales como el Parque Tecnológico de Boecillo, en Valladolid, el Parque Científico de la Universidad de León y el Parque Científico-Tecnológico de la Universidad de Burgos, que generan iniciativas muy semejantes a las salmantinas y cuyos gestores también reclaman recursos y atención de las administraciones autonómica y central. 3.2. Implicaciones institucionales. La concepción, construcción y gestión de una infraestructura de esta envergadura y naturaleza, que sólo puede rendir resultados sólidos a muy largo plazo, supone un serio desafío para las rutinas y competencias convencionales de cualquier institución académica, más centradas en la gestión anual del presupuesto y la ejecución de planes plurianuales de infraestructuras financiados con fondos públicos de distinta procedencia. La Universidad de Salamanca no es ajena a esta limitación, pero dispone de alguna experiencia en la creación y gestión de empresas, fundamentalmente la sociedad Cursos Internacionales, encargada de la

10

IV JORNADAS DE GEOGRAFÍA ECONÓMICA

Grupo de Geografía Económica de la AGE

León, 1 y 2 de julio de 2010

organización de los cursos de español para extranjeros, cuyos resultados son generalmente valorados como satisfactorios para la institución y también para la ciudad, puesto que cada año atrae a 8.000 estudiantes, con sus correspondientes ingresos para la economía local. De hecho, ha florecido un sector complementario de academias privadas de español que aprovechan la reputación de la ciudad y la Universidad en este tipo de enseñanza y preparan a sus estudiantes para los exámenes oficiales del Diploma de Enseñanza del

Español como Lengua Extranjera (DELE), entre otros programas formativos acerca de la lengua y la cultura españolas. Partiendo de este condicionante inicial, hay que decir que el Parque Científico puede contribuir a un mejor cumplimiento de las funciones académicas centrales de la Universidad de Salamanca, al menos en cuatro aspectos:

ofrecer formación práctica en sus empresas a los estudiantes de Grado y Master, quienes además podrían comprobar de primera mano que la creación de una empresa propia representa una alternativa real para la inserción en el mercado laboral gracias a esta colaboración con compañías fundadas por antiguos estudiantes o por personal docente e investigador;

reforzar el perfil técnico de una universidad cuya reputación procede, sobre todo, de las áreas humanísticas y de la investigación biomédica;

habilitar espacios para una comunicación más fluida entre investigación básica e investigación aplicada mediante el desarrollo de proyectos y contratos de cierta envergadura, de modo que las instalaciones, equipamientos y plantillas del Parque y de la Universidad pudieran apoyarse mutuamente; todo esto repercutiría en la captación de un mayor volumen de fondos para la investigación;

esa comunicación entre Parque y Universidad abriría también opciones para la consolidación de las carreras profesionales de los jóvenes científicos y tecnólogos, combinando o alternando puestos en las empresas del Parque y en los Departamentos universitarios.

No obstante, también en el terreno institucional el Parque arrastra algunas deficiencias que conviene reseñar, primero porque suponen un lastre, irresoluble en ciertos casos, para su funcionamiento y maduración, y segundo porque tienen una raíz geográfica muy evidente. Aunque el Parque está ubicado en un emplazamiento muy adecuado desde el punto de vista teórico porque cumple los patrones urbanísticos exigibles, esta ventaja interna se torna problemática para su conexión física y funcional con el resto del espacio universitario salmantino. La creación de un nuevo campus en el alfoz de Salamanca será valorada

11

IV JORNADAS DE GEOGRAFÍA ECONÓMICA

Grupo de Geografía Económica de la AGE

León, 1 y 2 de julio de 2010

con mayor detalle en el siguiente punto, pero de momento hay que recalcar que el Parque no aloja físicamente algunos de los centros de investigación más recientes y avanzados de la Universidad, como el prestigioso Centro de Investigación del Cáncer, el Instituto de Neurociencias de Castilla y León o el Instituto

de Microbiología Bioquímica (compartido con el CSIC), ni está previsto que otros como el Instituto de

Integración en la Comunidad (INICO) tengan allí su futura sede. Esta dispersión de una porción sustancial del capital humano y técnico potencialmente próximo a los objetivos del Parque representa un obstáculo para su desarrollo porque limita las posibilidades de que las célebres sinergias y los procesos de fertilización cruzada pasen del papel a la realidad. Esta fragmentación del espacio universitario ya levantó en su día una notable polémica interna cuando el equipo decanal de la Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales, alegando riesgo de inundación en la vega del río Tormes, se opuso de forma tajante a la construcción de un nuevo centro en Villamayor que implicaría el desalojo de sus actuales instalaciones en las inmediaciones del Campus Miguel de Unamuno. Esta resistencia no es más que una muestra de las reticencias de buena parte de la población salmantina a la movilidad intra-alfoz, que arruinó otras iniciativas empresariales ubicadas en la periferia de la ciudad, como el hospital de la compañía ADESLAS en Santa Marta de Tormes, y que explica buena parte de la elevada rotación de los locales sitos en el Centro Comercial El Tormes, en la misma localidad (ver figura 1). Las malas conexiones viarias del Parque con Salamanca y la ausencia de transporte público obligan a utilizar el vehículo privado para acceder al Parque, algo sin duda reñido con la movilidad sostenible que preconiza la propia Universidad mediante una unidad creada al efecto y que dificulta, de forma objetiva, la instalación de centros docentes. A su vez, este debate sobre la localización del Parque y la idoneidad de su diseño inicial también revela cierta falta de implicación de la comunidad universitaria con el proyecto en su conjunto, que desde las áreas de conocimiento más tradicionales puede ser visto como algo ajeno, lejano y desde luego costoso en recursos humanos y económicos. A este escepticismo contribuyen la necesidad de dotar de un equipo directivo y un organigrama propio a la Fundación que gestiona el Parque (con su correspondiente asignación de recursos y fondos), su ineludible especialización en líneas concretas de trabajo que, por fuerza, dejan fuera otros campos científicos con notable peso específico en la opinión pública universitaria, y las estrecheces presupuestarias crónicas de una institución que, como se ha indicado, acusa ciertas dificultades para cumplir los compromisos financieros ligados al Parque Científico, lo que siempre suscita el interrogante sobre la conveniencia de emprender proyectos ambiciosos, pero cargados de incertidumbre técnica y económica.

12

IV JORNADAS DE GEOGRAFÍA ECONÓMICA

Grupo de Geografía Económica de la AGE

León, 1 y 2 de julio de 2010

3.3. Implicaciones territoriales. Si se cambia de escala y se dejan atrás los muros físicos y mentales de la Universidad para situar el Parque Científico en el alfoz de Salamanca se obtiene, de forma un tanto paradójica, una imagen francamente favorable de su repercusión territorial. En la escala estrictamente local, el Parque Científico vincula el nombre de Villamayor de Armuña con el de la más antigua Universidad española, una operación inmejorable de marketing urbano que la web del Ayuntamiento rentabiliza adecuadamente. Este Consistorio ha propugnado iniciativas como la Agenda Local 21 o la Ciudad de Los Niños para distinguirse del resto del anodino paisaje urbano y natural del entorno salmantino (Mallarach y Vilagrasa 2002), de modo que la colaboración con la Universidad de Salamanca y la construcción de un espacio con las características urbanísticas reflejadas en el apartado 2 suponen un impulso decisivo para construir una imagen diferenciada como lugar con mayor calidad de vida y con oportunidades residenciales y laborales para profesionales cualificados. A medio camino entre Villamayor y el conjunto del sector del alfoz salmantino situado al Norte del río Tormes cabe citar otros efectos positivos del Parque Científico. Primero, la recualificación de las riberas del río, tradicionalmente descuidadas y convertidas ahora en elemento central del diseño urbanístico del que forma parte el Parque Científico y de su programa de investigación y docencia. El Parque y el complejo residencial y de ocio de baja densidad edificatoria construido por el grupo MRS en la margen derecha del Tormes en el término municipal de Villamayor podrían convertirse en una pieza fundamental para la articulación del Noroeste del área urbana de Salamanca en torno a una fórmula de ocupación del suelo menos agresiva con el entorno natural y, por tanto, más acorde con el modelo teórico de urbanismo correspondiente a los entornos creativos especializados en alta tecnología importados del mundo anglosajón. Dicha contribución al reequilibrio económico del noroeste del área urbana de Salamanca se complementaría con la proximidad del Parque a otra infraestructura que viene desarrollando el Ayuntamiento de Salamanca, en este caso al Sur del río: la Ciudad del Transporte, una zona de actividad logística que, además de los operadores de transporte por carretera y ferrocarril, incorpora las instalaciones de Mercasalamanca y el futuro puerto seco que aglutinará tráfico y carga con origen o destino en los puertos portugueses de Aveiro y Oporto-Leixoes aprovechando la situación central de Salamanca en el corredor viario que comunica el centro de Portugal con el corazón industrial de Castilla y León (Valladolid y Burgos) y con el País Vasco y la frontera hispano-francesa en Irún (Sánchez 1998). Sin embargo, las autoridades de Villamayor deberían reflexionar sobre las consecuencias que la consolidación del Parque y las operaciones residenciales circundantes pueden tener para la prestación de

13

IV JORNADAS DE GEOGRAFÍA ECONÓMICA

Grupo de Geografía Económica de la AGE

León, 1 y 2 de julio de 2010

servicios y la construcción de infraestructuras en un término municipal polinuclear, compuesto por el asentamiento tradicional que le da nombre y otras diez entidades de población constituidas por urbanizaciones, legales e ilegales, cuyos habitantes deben desplazarse en vehículo privado al casco histórico para cualquier compra, gestión o trámite administrativo. Este tipo de poblamiento es intensivo en movilidad diaria, pero la red viaria no está acondicionada para evacuar unos flujos que un Parque Científico en expansión debería alimentar cuando las empresas se instalen en sus dependencias y generen más tráfico ligero y quizá pesado en momentos puntuales. Además, mientras las empresas no radiquen en Villamayor sus impuestos no engrosarán las arcas municipales, dificultando la adecuada atención a la conservación del entorno del Parque y el desarrollo de otras infraestructuras previstas en sus inmediaciones, como el citado Parque Ripario o el Parque Temático de la Piedra, que pretende recoger la tradición de cantería que siempre ha distinguido a esta localidad donde se extrae y trabaja la piedra arenisca utilizada en la construcción de los monumentos de Salamanca. 4. CONCLUSIONES. En un trabajo anterior (Ondátegui y Sánchez 2004) proponíamos una metodología para la evaluación de Parques Científicos y Tecnológicos basada en la recogida de datos que reflejaran el grado de cumplimiento de los cinco objetivos básicos de esta clase de espacios de innovación: (i) construcción de un recinto de excelencia urbanística; (ii) rentabilización de la cuantiosa inversión precisa para su puesta en marcha y posterior desarrollo; (iii) constitución de redes y proyectos, formales e informales, de cooperación y fertilización cruzada; (iv) consolidación de polos de concentración de actividad tecnocientífica; y (v) contribución al desarrollo tecnológico y económico regional. La información disponible para documentar estos aspectos con rigor es todavía insuficiente para el Parque Científico de la Universidad de Salamanca, pero del contenido de esta comunicación se deduce que el primero de los objetivos puede considerarse razonablemente cubierto, al menos en relación con las oportunidades que el alfoz de Salamanca ofrece para esta clase de operaciones. Falta mucho para que pueda hablarse de retornos capaces de compensar los gastos, máxime teniendo en cuenta que se ha financiado una parte sustancial del Parque con préstamos que han comenzado a vencer mucho antes de que los proyectos empresariales sean capaces de generar suficiente rentabilidad. Más avances se han registrado en los restantes apartados, puesto que el Parque está captando fondos y proyectos de ámbito supralocal con participación de empresas y Administraciones de diferente nivel y comienza a registrar niveles de actividad empresarial dignos de mención si se considera la paupérrima situación de partida en la economía urbana salmantina y su ínfima contribución a la economía regional en los sectores industriales de alta intensidad tecnológica. Al menos, el Parque Científico de la Universidad de Salamanca ha colocado a la institución y a la

14

IV JORNADAS DE GEOGRAFÍA ECONÓMICA

Grupo de Geografía Económica de la AGE

León, 1 y 2 de julio de 2010

ciudad en el mapa de la alta tecnología en Castilla y León y en España, aunque todavía lejos de los focos más vigorosos. Queda por ver si también la Universidad como institución académica es capaz de aprovechar las oportunidades que el Parque ofrece para un mejor cumplimiento de su misión docente e investigadora. BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES. AYUNTAMIENTO DE VILLAMAYOR DE ARMUÑA – Página electrónica: http://www.aytovillamayor.org.

Último acceso: 17 de mayo de 2010. BENITO DEL POZO, P. (2005). “Pautas actuales de la relación entre industria y ciudad”. En Ería nº 66, pp. 57-

70. PDF: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=1281979 CASTELLS, M. (2000). La era de la información. Vol. 1. La sociedad red, Madrid, Alianza Editorial. HARLOE, M. y PERRY, B. (2004). “Universities, localities and regional development: the emergence of the ‘Mode

2’ University?” En International Journal of Urban and Regional Research vol. 28, pp. 212-223. PDF: http://dx.doi.org/10.1111/j.0309-1317.2004.00512.x LEYDESDORFF, L. (1999). “El nuevo régimen de comunicación en las relaciones Universidad-empresa-

gobierno: una triple hélice de innovaciones”. En Ekonomiaz. Revista Vasca de Economía nº 45, pp. 60-77. PDF: http://www1.euskadi.net/ekonomiaz/taula4_c.apl?REG=569

LUNDVALL, B.A. (1999). “La base del conocimiento y su producción”. En Ekonomiaz. Revista Vasca de Economía nº 45, pp. 14-37.

PDF: http://www1.euskadi.net/ekonomiaz/taula4_c.apl?REG=567 MALLARACH ISERN, J. y VILAGRASA IBARZ, J. (2002). “Los procesos de desconcentración urbana en las

ciudades medias españolas”. En Ería nº 57, pp. 57-70. PDF: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=247526 MÉNDEZ GUTIÉRREZ DEL VALLE, R. (2006). “Políticas de promoción y ordenación industrial en las áreas

urbanas”. En MÉNDEZ, R., PASCUAL, H. eds. Industria y ciudad en España: nuevas realidades, nuevos retos, Thomson-Civitas, Madrid, pp. 51-74.

NIEDDU, M. (2002). “Modèle de la triple helice et régulation du changement régional: un étude de cas”. En Géographie, Économie, Societé nº 4: 205-224.

PDF: doi:10.1016/S1295-926X(02)00015-1 OLASKOAGA LARRAURI, J. e INTAXRBURU CLEMENT, M.G. (2000). “Iniciativas y experiencias europeas en la

configuración de espacios regionales de colaboración Universidad-empresa”. En Revista de Estudios Regionales nº 58, pp. 209-226.

PDF: http://www.revistaestudiosregionales.com/pdfs/pdf673.pdf ONDÁTEGUI RUBIO, J.C. (2008). Las tecnópolis en España, Madrid, Thompson-Civitas. ONDÁTEGUI RUBIO, J.C. y SÁNCHEZ HERNÁNDEZ, J.L. (2004). "Parques científicos y tecnológicos: de la

planificación a la evaluación". En Anales de Geografía de la Universidad Complutense nº 24, pp. 31-51. PDF: http://revistas.ucm.es/ghi/02119803/articulos/AGUC0404110031A.PDF PARQUE CIENTÍFICO DE LA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA – Página electrónica: http://pcs.usal.es .

Último acceso: 17 de mayo de 2010. SÁNCHEZ HERNÁNDEZ, J.L. (1998). El eje Irún-Aveiro. Geografía de un eje de desarrollo, Salamanca, Caja

Duero. Obra Social y Cultural. UNIVERSIDAD DE SALAMANCA – Base de Datos en línea INFOPRENSA: http://campus.usal.es/ipre/.

Último acceso: 17 de mayo de 2010.