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EL PAPEL DE LOS GABINETES TÉCNICOS EN LA ADMINISTRA CIÓN
PÚBLICA DEL SIGLO XXI
Mª Amparo Latonda Pedraza
Departamento de Derecho Constitucional, Ciencia Política y de la Administración
Universidad de Valencia
Resumen
Desde la experiencia de una administración autonómica concreta, se propone una
estructuración de los gabinetes técnicos como unidades administrativas imprescindibles
para la gobernanza, al asumir funciones complejas, multinivel e interactivas
(parlamentarias, de asesoramiento, de planificación, en el iter normativo y de
documentación) y proporcionar datos, estrategias de planificación y experiencia al actor
político. Además de analizar las funciones de los Gabinetes Técnicos, este estudio se
adentrará en sus relaciones interorganizativas (poder legislativo, poder ejecutivo, otras
administraciones públicas, partidos políticos, etc.) e intraorganizativas (otros órganos de
gestión, Subsecretaría, etc.). Estudiaremos las competencias requeridas por las personas
que integran dichas unidades administrativas, así como la doble dimensión (política y
técnica) del asesoramiento. Por último, abordaremos las perspectivas de futuro y el
papel que deben jugar los Gabinetes Técnicos en la moderna Administración Pública.
Nota biográfica
Mª Amparo Latonda Pedraza es licenciada en Derecho por la Universidad de Valencia,
y licenciada en Ciencias Políticas y Sociología por la UNED. Diploma en Estudios
Avanzados (DEA) dentro del programa “Fundamentos de Derecho de la Unión Europea
y problemas actuales de Derecho Público” (UNED). Ha sido profesora asociada de
Derecho Administrativo (2004-2005) en la Universidad de Valencia, y desde 2008 es
profesora asociada en el Departamento Derecho Constitucional, Ciencia Política y de la
Administración (Área de Ciencia Política) de dicha Universidad, en el que está
ultimando su doctorado. Es funcionaria del Cuerpo Superior de la Administración
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General de la Generalitat Valenciana y, en la actualidad, ejerce como asesora técnica en
la Conselleria de Infraestructuras, Transporte y Medio Ambiente.
Palabras clave
Administración Pública, Gobernanza, Gabinete Técnico, relaciones interorganizativas e
intraorganizativas, recursos humanos, asesoramiento.
Introducción
Este estudio se adentra en el análisis de una de las unidades administrativas clave para
contribuir a la consecución de una buena gobernanza1. Los comúnmente denominados
“Gabinetes Técnicos” se han asentado en todas las administraciones públicas españolas
(estatal, autonómica, local, institucional) aumentando sus funciones (parlamentarias, de
1 El concepto de gobernanza ha sido objeto de discusión por la literatura especializada y son numerosas las definiciones que pueden ofrecerse sobre la misma. Una síntesis de estas definiciones la encontramos en Villoria y del Pino (2009): -Rhodes (1997) entiende la gobernanza como un nuevo proceso de gobernación que se caracteriza por la interdependencia, las interacciones permanentes entre los miembros de la red para el intercambio de recursos, confianza y una significativa autonomía respecto del Estado. - Prats (2007) considera que en la actualidad las políticas públicas se formulan e implementan a través de una plétora de instituciones, mecanismos y procesos, formales e informales, que toman formas variadas y que expresan pautas de interacción entre los gobiernos, la sociedad y el sector privado; a todo esto llamamos gobernanza. - Aguilar (2007) distingue entre gobernanza y nueva gobernanza. La primera se refiere al proceso mediante el cual los actores de una sociedad deciden sus objetivos de convivencia (fundamentales y coyunturales) y las formas de coordinarse para realizarlos: su sentido de dirección y su capacidad de dirección. La segunda consiste en que el proceso social de decidir los objetivos de la convivencia y las formas de coordinarse para realizarlos se lleva a cabo en modo de interdependencia-asociación-coproducción/corresponsabilidad entre el gobierno y las organizaciones privadas y sociales. Pero es cambiante el peso o la influencia que el Gobierno y la sociedad tienen en su definición y realización. Por ello acepta la posibilidad de redes donde el Gobierno sea subsidiario, aunque no sea lo normal. - Agranoff (2007) parte de una perspectiva fuertemente empírica al estudiar las redes público-privadas, y señala que: aunque estemos entrando en la era de la red, ello no significa que las redes estén reemplazando a las jerarquías, ya que la mayoría de los gestores públicos sigue trabajando en el marco de procesos jerárquicos dentro de sus organizaciones; las redes son muy diferentes y, dependiendo de su propósito, funcionan de una u otra forma; aunque las redes son no-jerárquicas y autoorganizadas, el proceso de estructuración y operación no surge automáticamente, alguien debe guiar el proceso y es normalmente el Estado; las redes no se limitan a aportar recursos e información, sino que introducen nuevo conocimiento y permiten desarrollar nuevas competencias; las redes generan una diferencia y añaden valor a las actuaciones públicas, sobre todo frente a problemas difíciles y que cruzan fronteras organizativas; las redes cambian la forma en que trabajan los gestores públicos, pero no tan radicalmente como algunos proponen. - Peters (2007) considera que el gobierno continúa ejerciendo un rol esencial y dominador en la nueva gobernanza y que ha sabido adaptarse a los cambios en la generación de ingresos públicos vía impositiva, además de ser la única institución capaz de realizar la tarea de plantear e implantar metas colectivas de manera efectiva y de aportar responsabilización y rendición de cuentas.
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asesoramiento, de planificación, de documentación y normativas) y la necesidad de
colaborar y coordinarse con las distintas unidades y órganos administrativos del
Departamento, así como con otras organizaciones multinivel y actores políticos
(partidos políticos e Instituciones diversas). La dependencia del aparato político de la
administración respecto a estas unidades también ha aumentado con el paso del tiempo,
al proporcionar datos, estrategias de planificación y experiencia que son imprescindibles
para la buena gobernanza que se demanda en la actualidad. El presente estudio es, por
tanto, una propuesta prescriptiva de la organización y estructuración de estas unidades
administrativas.
Los Gabinetes Técnicos (que no políticos) de las organizaciones administrativas han
asumido funciones que van más allá del simple asesoramiento técnico para el que
fueron diseñados. La especialización funcional que los Departamentos Administrativos
han adquirido a lo largo de los años ha dado lugar a órganos administrativos que
relacionan el ámbito de gestión con el ámbito político. Esta función de interrelación
podría (y debería) llevarse a cabo a través de los Directores Generales o Secretarios
Autonómicos (o de Estado) pero en la práctica la gestión diaria resta capacidad de
coordinación a dichos órganos, delegando en los Gabinetes Técnicos, esta función.
Desde la experiencia de la organización de estas unidades administrativas en la
Administración Pública Valenciana, se propone un modelo aplicable a otras
administraciones autonómicas, así como a la Administración General del Estado, que
permita profesionalizar las funciones asesora y de coordinación con otros órganos
gestores departamentales. En primer lugar analizaremos las diferentes funciones que en
la Administración Pública deben desarrollar los Gabinetes Técnicos que abarcan la
múltiple actividad parlamentaria, el asesoramiento técnico y de planificación
estratégica, su intervención en el iter normativo, y la necesidad de recabar
documentación y de gestionar las bases de datos de información del Departamento.
Todo ello nos lleva a plantearnos las relaciones del Gabinete con otros órganos y
unidades del Departamento así como qué conocimientos genéricos, específicos,
habilidades y actitudes deberían tener las personas integrantes del mismo. También
trataremos de la diferenciación entre el asesoramiento técnico y el asesoramiento
político y, por último, analizaremos su trascendencia para el conjunto de la organización
administrativa y el papel que deben desempeñar en el futuro.
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Funciones de los Gabinetes Técnicos: entre el asesoramiento técnico y la
sensibilidad política2
Al determinar la estructura de una organización administrativa debemos delimitar, en
primer lugar, de quien depende cada órgano y las funciones del mismo. Empezaremos
por este último aspecto para concluir este apartado justificando la adscripción orgánica
que formulamos respecto a los Gabinetes Técnicos.
Con independencia de lo dispuesto en las normas formales reguladoras de los distintos
reglamentos orgánicos de las unidades administrativas, las funciones de los Gabinetes
Técnicos han experimentado en la práctica un aumento en los últimos años. La
politización (Peters y Pierre, 2004)3 de la Administración ha alcanzado a los niveles
administrativos y funcionariales de toda organización administrativa4, dando lugar a que
la realización de funciones relacionadas con el “ámbito político” de la misma, adquieran
relevancia en el día a día de la gestión pública (Aberbach et. al., 1981)5. La dependencia
del nivel político respecto al nivel administrativo hace que las relaciones entre ambos
confluyan en una serie de órganos que intentan mantener el equilibrio entre ambos.
Estos órganos desarrollan sus funciones en esa zona gris entre lo político y lo
2 La sensibilidad política (political responsiveness) es la respuesta proactiva que los cargos electos y los cargos de designación política reclaman a los funcionarios públicos ante las demandas que plantean. 3 Se considera politización (Peters y Pierre, 2004) a la selección que no se basa en el mérito sino que priman los criterios políticos. No se refiere a la afiliación a un partido de los cargos reclutados. El proceso de politización implica un aumento del control político sobre las estructuras administrativas. 4 La continua tensión entre la idea de la neutralidad técnica (neutral competence) que los funcionarios públicos deben observar y la sensibilidad política (political responsiveness) frente a las demandas de los cargos de designación política está relacionada con la idea que se tenga de lo que es el interés público. Los funcionarios y los políticos deben preservar el interés general, pero tienen ideas diferentes sobre este concepto. En el caso de los funcionarios, que defienden la idea de Estado en todo el territorio y velan por la sostenibilidad de los servicios y las políticas públicas, conciben que ese interés es independiente de afiliación política. Los políticos, alegando la legitimidad democrática, pondrán especial hincapié en el cumplimiento del programa electoral por el que han sido elegidos. 5 Aberbach et. al (1981) mostró la convergencia de la racionalidad administrativa, que promociona la neutralidad técnica de los funcionarios, y la racionalidad política, donde el liderazgo político y la responsabilidad son los principales valores. Esta convergencia era especial en los puestos superiores de la administración en los que se encuentran los cargos de designación política y los altos funcionarios. Se estaba produciendo una hibridación de ambas racionalidades con la combinación de la neutralidad técnica y la sensibilidad política (political responsiveness).
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administrativo (Aberbach, Putnam Rockman et al.,1981)6, manteniendo interacciones
con ambos niveles e intentando coordinarlos de la forma más coherente posible.
Además del Gabinete Político de todo Departamento Administrativo, cuyas funciones
guardan relación con el asesoramiento de confianza al actor político y las relaciones
institucionales formales con otras Administraciones Públicas e Instituciones, el
Gabinete Técnico ejerce una serie de funciones que están en íntima relación con la vida
política de la persona titular del mismo:
1. Función relativa a la actividad parlamentaria.
Los Gabinetes Técnicos son las Unidades del Departamento que reciben las iniciativas
parlamentarias generadas en las Asambleas Legislativas y que deben ser contestadas a la
Unidad que centraliza en dicha Administración Pública las Relaciones con las Cortes.
Esas iniciativas son muy variadas: preguntas escritas, proposiciones no de Ley,
proposiciones de Ley, Comparecencias en Pleno y en Comisión, Preguntas Orales en
Pleno y en Comisión, solicitudes de documentación, interpelaciones, seguimiento de las
Resoluciones adoptadas en sede parlamentaria, mociones subsiguientes a las
interpelaciones, etc.
Todas estas iniciativas parlamentarias, en algunos casos muy voluminosas (por ejemplo,
las preguntas escritas) requieren una interacción de coordinación y colaboración entre el
6 Según Aberbach, Putnam Rockman et al. (1981) las relaciones entre la política y la administración, entre políticos y burócratas, han evolucionado desde que surgió el Estado Liberal, admitiendo cuatro metáforas sobre dicha evolución: - Imagen I: Separación política-administración (Wilson, Weber; 1850-1900). Existe una separación notable: los políticos hacen política y adoptan las decisiones; los burócratas administran, ejecutan y aplican las decisiones de los políticos. - Imagen II. Intereses-hechos (1900-1950). Políticos y burócratas colaboran en la elaboración de políticas, pero contribuyen de formas diferentes: los políticos operan con intereses, sensibilidad democrática y valores; los burócratas con hechos y conocimientos presuntamente neutrales. - Imagen III. Energía-equilibrio (Huntington, Rose, Mayntz; 1950-2000). La colaboración políticos-burócratas se amplía: los políticos y burócratas participan y a ambos concierne la política. Los políticos articulan intereses amplios y difusos de individuos, partidistas, buscan publicidad e impulsan temas innovadores; los burócratas median con intereses concretos y definidos de clientelas organizadas, son prudentes, moderados, prácticos y pragmáticos, proporcionan equilibrio a las políticas y prefieren el trabajo en la sombra. - Imagen IV. Híbrido puro (Aberbach, Putnam, Rockman; 2000 hasta la actualidad). Convergencia o politización de los burócratas y burocratización de los políticos, debido a la creciente circulación vertical (burócratas que ascienden a los niveles políticos) y circulación horizontal (políticos que ocupan cargos de confianza en la administración).
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órgano gestor del Departamento, el Gabinete Técnico y el órgano encargado de las
Relaciones con las Cortes. Por ello, el Gabinete Técnico es un órgano que no sólo
cumple una función meramente técnica y administrativa de recopilación de la
información necesaria para contestar la iniciativa correspondiente, sino que debe
colaborar con el órgano gestor y en ocasiones coordinar a diversos órganos gestores, si
es el caso, para poder dar respuesta a la Unidad responsable de relacionarse con las
Cortes.
Además de esta función de coordinación y colaboración interorganizativa, existen
iniciativas parlamentarias que requieren una estrategia más política que administrativa
para su respuesta. Es el caso de las comparecencias, preguntas orales o proposiciones no
de ley. En los dos primeros casos, será la persona titular del Departamento quien acuda
a la sede parlamentaria, pero la información, los datos e incluso la propuesta de
contestación se realiza desde el Gabinete Técnico. En el caso de las proposiciones no de
ley, el argumentario que se propone desde el Gabinete Técnico se remite al grupo
parlamentario que sostiene al Gobierno.
Respecto a las solicitudes de documentación, en ocasiones recaen sobre expedientes con
un volumen importante y por ello se solicita al diputado/a que se persone en la unidad
administrativa correspondiente, correspondiendo al Gabinete Técnico llevar un control
de las visitas realizadas éstos. Dicho control también se realiza respecto a las
resoluciones que han sido aprobadas por la Asamblea Legislativa y consiste en
comprobar si el contenido de las mismas se ha llevado o no a cabo, remitiéndose el
resultado a la unidad responsable de las Relaciones con las Cortes.
Toda esta actividad parlamentaria, sobre todo las iniciativas de carácter oral
(comparecencias, preguntas, interpelaciones), requiere una adecuada planificación para
adaptarla a la agenda de la persona titular del Departamento, siendo necesario que entre
el Gabinete Político y el Gabinete Técnico se entable la necesaria coordinación en este
aspecto. Esta planificación de la agenda también incumbe a los presidentes de las
Comisiones Parlamentarias y a la Unidad que se relaciona con las Cortes, puesto que no
pueden solaparse intervenciones, o en ocasiones la persona titular del departamento no
puede acudir a la sede parlamentaria. Por ello, la función de coordinación que desarrolla
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el Gabinete Técnico es fundamental para que estas actividades se lleven a cabo
correctamente.
Además de esta actividad parlamentaria ordinaria, el Gabinete Técnico también
interviene en tres procesos clave de la vida política del Departamento: en la
comparecencia ante la Asamblea Legislativa de la persona titular del departamento para
presentar su programa de actuación, en el debate del Estado de la Comunidad y en la
elaboración de los Presupuestos.
A) Tras la designación por el Presidente (de la Comunidad o del Estado) de la persona
titular del Departamento, ésta comparece, a petición propia, ante la Asamblea
Legislativa al objeto de presentar su programa de gobierno. Se trata de un momento
político clave para el actor político en el que necesita recabar toda la información
posible: las actuaciones realizadas, pendientes, conflictos pasados. Requiere, por tanto,
de un órgano con “memoria histórica” que le permita tener una visión temporal para
adecuar sus objetivos políticos a la realidad de Departamento. Ese órgano permanente
es el Gabinete Técnico que, a través de informes, reuniones, coordinación con otros
órganos y unidades administrativas, y la selección de la documentación necesaria, puede
ofrecer al actor político una comprensión más real y práctica del Departamento. Además
de dotar de esta información, el Gabinete Técnico puede también participar en la
elaboración de la comparecencia a través de borradores de la misma y aclaraciones
sobre temas puntuales.
B) El debate del Estado (de la Comunidad o de la Nación) se celebra cada año, excepto
aquel en el que se ha celebrado la elección a la Asamblea Legislativa, y tiene por objeto
que el Presidente (de la Comunidad o del Estado) de cuenta de las actuaciones
realizadas durante el mismo. La participación del Gabinete Técnico en este debate se
realiza en dos fases:
- Una primera fase, de preparación del debate, que tiene por objeto recabar toda
la información necesaria sobre los compromisos que la persona titular del
Departamento (o el Presidente de la Comunidad o del Estado) han trasladado a la
opinión pública. Para ello ha de coordinar y colaborar con las distintas unidades
administrativas del Departamento, comprobando la información y redactando
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unas conclusiones sobre el estado de las actuaciones comprometidas. Toda esta
información se remite al Gabinete de Presidencia para su estudio y
estructuración del discurso del Presidente.
- Una segunda fase se produce cuando, celebrado el debate, a continuación los
distintos grupos parlamentarios presentan propuestas de resolución. Desde la
Unidad de la Administración que tiene competencia en las Relaciones con las
Cortes se remiten esas propuestas al Gabinete Técnico quien realiza funciones de
coordinación con las unidades administrativas del departamento al objeto de
recabar la información necesaria para formular un argumentario de aceptación o
rechazo de dicha resolución. Dichos argumentarlos se remiten a la Unidad de
Relaciones con las Cortes.
C) La elaboración y aprobación de los Presupuestos es otra de las actividades periódicas
en las que interviene el Gabinete Técnico:
- En la fase interna de elaboración del Presupuesto, centralizando y coordinando
los datos e información de las distintas unidades administrativas sobre las
actuaciones a realizar (el aumento o disminución de los programas
presupuestarios, el contenido de las fichas presupuestarias) tanto de las unidades
de gestión como de la unidad económico-administrativa. En esta fase también se
mantienen reuniones con la Secretaría General Administrativa (o Secretaría
General Técnica, en el caso de la Administración General del Estado) así como
con la Subsecretaría, a fin de armonizar con coherencia interna en un texto el
proyecto de presupuesto del Departamento, que posteriormente se traslada al
Departamento de Hacienda.
- En la fase externa de aprobación del Presupuesto en la Asamblea Legislativa,
proponiendo argumentarios para aprobar o rechazar (o en ocasiones
transaccionar) las enmiendas parciales al Presupuesto del Departamento
presentadas por los distintos grupos parlamentarios. Estas enmiendas pueden ser
de supresión, adición o de modificación del presupuesto, y en estos dos últimos
casos con o sin dotación presupuestaria. Como en los anteriores casos, el
Gabinete Técnico realiza una función de coordinación con las distintas unidades
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administrativas del Departamento y de colaboración al objeto de recabar toda la
información necesaria sobre la conveniencia o no de aceptar o rechazar dichas
enmiendas, planteándose en ocasiones textos alternativos para introducir una
enmienda transaccional. Una vez elaborado el argumentario correspondiente a
cada enmienda se remite al Departamento competente en materia de Hacienda.
En resumen, vemos que la función que desarrolla el Gabinete Técnico en relación a la
actividad parlamentaria es muy variada y extensa. No se limita sólo a recabar
información de distintas fuentes sino que realiza una inestimable labor de coordinar a
las unidades administrativas del departamento y colaborar con ellas para proporcionar al
actor político las alternativas necesarias para la adopción de las decisiones pertinentes.
Al ejercer esta función el Gabinete Técnico se posiciona en una zona gris entre la labor
meramente administrativa y el asesoramiento cuasi-político, en el que desarrolla
relaciones intraorganizativas con los diferentes órganos del propio Departamento
(Subsecretaría, Secretaría General Administrativa/Técnica, Secretarios
Autonómicos/Estado, Direcciones Generales, Direcciones Territoriales, Servicios, etc.)
y con otros Departamentos de la propia Administración Pública (Hacienda, Presidencia,
Relaciones con las Cortes, etc.)
2. Función de asesoramiento técnico y de planificación estratégica.
Normalmente, la persona titular del Departamento no tiene porqué ser especialista
(Blondel, 1985; Bakema y Secker, 1988)7 en las materias adscritas al mismo (Olmeda,
7 El papel desempeñado por los ministros individuales ha sido estudiado Blondel (1985) quien indicó la presencia de un dilema entre la representación y la especialización a la hora de designar a la persona titular de un Ministerio. La representación es esencial para disminuir los problemas que pueda tener el Departamento Ministerial entre los sectores sociales en competencia. La especialización sobre una materia determinada, si bien es aconsejable, no se considera esencial, ya que la gestión del Departamento se deja en manos de los funcionarios. La función principal es resolver los problemas de la administración dando prioridad a los resultados, el desarrollo de los programas y las políticas. Por su parte, Bakema y Secker (1988) distinguen entre los ministros tecnócratas, especialistas políticos, profanos y políticos puros. El tecnócrata y el especialista político cuentan con conocimientos próximos a la cartera que se les ha encargado, y difieren en su experiencia política (el segundo tiene más). El político puro carece de especialización técnica, mientras el profano carece tanto de conocimientos técnicos como de experiencia política.
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1999)8. Por ello, más allá del asesoramiento político, cuyo cometido compete al
Gabinete Político, el actor político necesita, sobre todo en los Departamentos en los que
prevalecen aspectos más técnicos, un asesoramiento relacionado con esas competencias
específicas para, posteriormente, adoptar la decisión correspondiente.
El asesoramiento técnico tiene en ocasiones un carácter multidisciplinar, ya que puede
abarcar diversos campos de conocimiento. Así, desde la propia organización de la
administración, el procedimiento adecuado, la gestión económica y determinadas
cuestiones de competencia, a otras materias mucho más especializadas propias del
Departamento, la persona titular del mismo se enfrenta a continuas cuestiones para las
que puede que no esté formado, y ante las que necesita una colaboración permanente de
todas las Unidades que lo componen. Por tanto, este tipo de asesoramiento técnico va
más allá del asesoramiento político proporcionado por el Gabinete Político y tiene por
objeto presentar al actor político las alternativas a los problemas públicos para que éste
pueda adoptar una decisión para la resolución de los mismos.
La necesidad de planificar las actuaciones del Departamento y de conseguir una
coherencia interna y externa de la misma es otro de los campos en los que el Gabinete
Técnico realiza funciones. La elaboración de Planes, Programas y Estrategias requieren
un alto grado de información y de coordinación. Si bien sobre el contenido específico de
la planificación, entendida en un sentido estricto, el Gabinete Técnico no ejerce ninguna
función, sí lo hace respecto a la obtención de una coherencia de la misma. Para ello
ejerce la labor de coordinar a las unidades del departamento para conseguir que las
actuaciones plasmadas en la planificación no se contradigan con otras ya previstas, o
con distintos planes o programas elaborados por otros Departamentos de la misma
Administración Pública o de Administraciones diferentes (Estado, Autonómica, Local).
En resumen, de nuevo comprobamos que la función de asesoramiento y de planificación
que desarrollan los Gabinetes Técnicos sobrepasa la mera obtención de información y la
competencia técnica. Se ejerce, al igual que en la función anterior, una labor de
8 Según Olmeda (1999), en la práctica, los titulares de los departamentos deberían ser especialistas y generalitas, técnicos y políticos porque si no quieren limitarse a vetar las propuestas que los altos funcionarios les proponen, deben ser verdaderamente competentes en la esfera de competencias de su departamento, pues deben mostrar alguna comprensión de los esquemas que se les presentan, muchos de los cuales es probable que sean complejos. También deben poseer cualificaciones gestoras.
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coordinación con diversas las unidades administrativas y de comprobación de la
coexistencia o coincidencia de actuaciones entre distintas administraciones públicas.
3. Función desarrollada en el iter normativo al informar sobre las competencias del
departamento que pueden ser afectadas.
En el procedimiento de elaboración de los diversos anteproyectos normativos de la
Administración Pública correspondiente, una de las fases consiste en trasladar a las
distintas unidades departamentales el borrador normativo. En esta fase interviene el
Gabinete Técnico al analizar dicha propuesta normativa, no desde el punto de vista
jurídico (función que ya realizará el Servicio Jurídico correspondiente) sino desde un
punto de vista competencial, es decir, apreciar si se invaden o no las competencias del
Departamento y si puede producir consecuencias en el mismo (creación de nuevos
órganos, elaboración de informes, mayor carga de trabajo a determinadas unidades
gestoras, etc.). Para ello también se recabará la colaboración de las unidades
administrativas que pudieran verse afectadas por la normativa propuesta.
Además, si en la Asamblea Legislativa se presentara una Proposición de Ley relativa a
alguna materia competencia del departamento, también debería informar sobre la
pertinencia o no de la misma, recabando, de nuevo, la colaboración de la unidad
administrativa correspondiente.
Esta función se relaciona más propiamente con la competencia técnica del Gabinete
Técnico, aunque también se requiere las oportunas relaciones de colaboración con las
diversas unidades del Departamento.
4. Función de recabar la documentación relativa al Departamento y de mantenimiento
de las bases de datos necesarias para el mismo
Esta función es instrumental respecto de las mencionadas anteriormente y consiste en
mantener y organizar la documentación relativa al Departamento que será necesaria
para ejercer el asesoramiento técnico correspondiente. Esta documentación ha de ser
tratada y, en su caso, recuperada, gestionándose a través de una serie de bases de datos
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que sirvan de instrumento adecuado para obtener la información necesaria y poder
trasladarla al actor político con inmediatez y seguridad.
Como se puede deducir, el mantenimiento y gestión de las bases de datos y de la
documentación anexa requiere una alimentación continua de las mismas, por lo que esta
función es constante en el Gabinete Técnico.
Además de trasladar la información al actor político y de posibilitar las otras tres
funciones señaladas anteriormente, esta función tiene como objetivo elaborar memorias,
publicaciones o informes periódicos sobre las actuaciones llevadas a cabo por el
Departamento y cada una de sus unidades administrativas.
En resumen, esta diversidad de funciones que desarrolla el Gabinete Técnico le
configura como un órgano situado en una zona gris, entre el ámbito administrativo y el
ámbito político. Es cierto que entre esas funciones, hay dos típicamente administrativas:
los informes sobre el ámbito competencial del departamento y la recopilación de
documentación y gestión de las bases de datos, pero la intensidad e importancia de las
otras dos funciones (la actividad parlamentaria y el asesoramiento técnico y
planificación estratégica) hace que en esta unidad administrativa prevalezca su encuadre
cuasi-político (ver tabla 1).
Por ese motivo, la posición del Gabinete Técnico dentro de la estructura organizativa
del departamento ministerial debe ser dentro de la adscripción orgánica a la persona
titular del mismo. De este modo, dependientes directamente de ésta se situarían el
Gabinete Político y el Gabinete Técnico, con funciones distintas aunque con una
relación constante (ver gráfico 1).
Gráfico 1. Dependencia orgánica del Gabinete Técnico.
Fuente: elaboración propia
TITULAR DEL DEPARTAMENTO
GABINETE POLÍTICO GABINETE TÉCNICO
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Tabla 1. Funciones del Gabinete Técnico y su encuadre
Función Actividad Encuadre
Actividad Parlamentaria Coordinación
Relaciones intraorganizativas
Relaciones interorganizativas
Recabar información de otras
unidades administrativas
Cuasi-político
Zona gris
Asesoramiento Técnico y
Planificación Estratégica
Coordinación
Relaciones intraorganizativas
Relaciones interorganizativas
Recabar información de otras
unidades administrativas
Cuasi-político
Zona gris
Ámbito Competencial Informes
Recabar información de otras
unidades administrativas
Administrativo
Documentación y Bases de
Datos
Recabar información de otras
unidades administrativas
Mantenimiento de la base de datos
Administrativo
Fuente: elaboración propia
Las relaciones del Gabinete Técnico con otros órganos administrativos.
Como hemos podido comprobar en el apartado anterior, el Gabinete Técnico se
configura como un órgano de staff que también presta servicios a la propia
administración. Esto comporta que, en un nivel elevado, mantenga relaciones de
interacción con prácticamente todas las unidades administrativas del propio
Departamento, y que, con asiduidad, esa interacción comprenda a determinados órganos
de otros departamentos de la misma Administración Pública. Por consiguiente podemos
distinguir entre relaciones intraorganizativas y relaciones interorganizativas9, ambas
necesarias para el cumplimiento efectivo de sus funciones.
9 Según Rhodes (1981) cualquier organización depende de otras para la obtención de sus recursos.
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A) Las relaciones intraorganizativas son muy variadas y constantes en el día a día de un
Gabinete Técnico. De la enumeración de las funciones señaladas anteriormente
podemos deducir que la obtención de información y la colaboración de las distintas
unidades administrativas son factores clave para conseguir una coordinación en el
conjunto de la organización.
Estas relaciones intraorganizativas se desarrollan a través de cauces informales pero
estables, lo que le confiere regularidad a la interacción. No existen escenarios
institucionales formales que sustenten estas relaciones, y ello permite evitar la rigidez
que esta circunstancia produciría en el trabajo diario del Gabinete y de las demás
unidades administrativas.
Para que las interacciones produzcan los efectos esperados es necesario que los
numerosos y distintos actores que intervienen en las mismas consigan crear una
“cultura específica” del Departamento, es decir, un ethos profesional que conduzca a
percibir los problemas y conflictos con una actitud común frente a los mismos. Se trata
de crear valores, criterios y actitudes de una forma particular. En esa cultura común se
procurará buscar el consenso y el acomodo entre las posibles diferentes visiones de las
cuestiones.
Conseguir una cultura específica y común es una labor que requiere tiempo y voluntad,
aspectos que no siempre prevalecen en la Función Pública. El establecimiento de
interacciones comunes y fluidas requiere la formación de equipos de trabajo duraderos
en el tiempo para obtener y mantener una experiencia común sobre cuestiones
relacionadas con el Departamento. La “memoria histórica” de una organización es
esencial ya que nos permite tener perspectiva de cómo se solucionaron cuestiones o
conflictos similares a los que se pueden plantear actualmente. A partir de esa
experiencia se puede acometer el problema desde la misma o distinta perspectiva, pero
siempre teniendo en cuenta la solución anterior. No obstante, en la Administración
Pública los grupos de trabajo pueden desvanecerse por múltiples causas, entre ellas los
concursos que exigen desplazamiento del funcionario o la designación (por medio de
libre designación o no) de nuevos superiores que carecen de esa cultura común.
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Pero también debemos contar con otro aspecto necesario para crear ese ethos: la
voluntad de las personas que interactúan, o dicho de otra forma, la motivación. Desde
luego, lo normal será que la voluntad del personal del Gabinete Técnico esté dirigida a
lograr ese ethos y procurar que las interacciones con las demás unidades administrativas
sean fluidas y estables, ya que una gran parte de sus funciones se basan en su capacidad
de coordinación y de obtención de información. Pero puede no ocurrir lo mismo con los
demás actores de la interacción. Generalmente, las unidades y órganos de gestión
desarrollan su actividad para procurar la prestación de servicios al ciudadano:
subvenciones, autorizaciones, concesiones, contratos, expropiaciones, etc. La escasez de
personal y el volumen de trabajo en estas unidades pueden hacer que la interacción con
quien requiere información de su actividad suponga una carga más de tareas a realizar.
Por ello es necesario crear en estas unidades la visión de una cultura común dirigida a
entender que el Gabinete Técnico también colabora en la búsqueda y solución de sus
problemas administrativos y que la obtención de información no es un instrumento para
su control sino para la resolución de los mismos. Se trata de una tarea que, si bien no es
fácil, su consecución conlleva resultados muy positivos para el conjunto de la
organización administrativa.
Dentro de estas relaciones intraorganizativas podemos distinguir dos vías de actuación:
las relaciones con las unidades y órganos del propio Departamento administrativo y las
relaciones con las unidades y órganos de distintos departamentos dentro de la misma
Administración Pública.
- Respecto a las primeras, el Gabinete Técnico interactúa con los órganos
superiores, directivos y con los órganos administrativos o de gestión del
Departamento:
o Los órganos superiores con los que interactúa son la persona titular del
Departamento y los Secretarios de Estado/Autonómicos.
o Los órganos directivos con los que interactuaría son los Subsecretarios,
la Secretaría General Administrativa (en la Administración General del
Estado, Secretaría General Técnica) y los Directores Generales. En el
Estado, además, interactuaría son los Subdirectores Generales.
o Los órganos administrativos con los que interactuaría son los
Subdirectores Generales (en la Administración Autonómica), los
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Servicios, Secciones y Negociados. En algunos casos para la obtención
de la información, y por indicación generalmente de los órganos
jerárquicos superiores, se acude a los técnicos del Departamento.
Además de las relaciones intraorganizativas con estos órganos del
Departamento, el Gabinete Técnico interactúa con los titulares de las entidades
públicas adscritas al mismo, así como con las Delegaciones Territoriales
correspondientes.
Mención aparte merece las interacciones entre el Gabinete Técnico y el Gabinete
Político, de las que trataremos más adelante.
- En cuanto a la segunda vía de actuación, el Gabinete Técnico interactúa con
órganos de otros departamentos, entre los que cabe destacar:
o El órgano encargado de las Relaciones con las Cortes, que generalmente
se sitúa en la estructura organizativa en el Departamento de Presidencia.
Las relaciones con este órgano son continuas y deben ser fluidas, ya que
es el actor intermediario en la actividad parlamentaria frente a la
Asamblea Legislativa.
o El Gabinete (político) de la Presidencia, a quien se remite la
documentación e información necesaria destinada al debate del estado de
la Nación (o de la Comunidad). Además, este órgano requiere
información periódica sobre el estado de ejecución de los planes y
programas del departamento, así como cuestiones puntuales relacionadas
con la agenda del Presidente.
o Los Gabinetes Técnicos de los demás Departamentos administrativos. En
ocasiones, la actividad parlamentaria da lugar a que una iniciativa
necesite, para su contestación, la colaboración de diversos Gabinetes
Técnicos, ya que puede relacionar a varios Departamentos.
o El Departamento de Hacienda ejerce una función fundamental en la
elaboración de los Presupuestos y en la centralización de las enmiendas
parciales a los mismos. El Gabinete Técnico remite a este órgano los
argumentarios correspondientes a las distintas enmiendas parciales al
objeto de que supervise las mismas.
17
B) Las relaciones interorganizativas del Gabinete Técnico son menos frecuentes,
aunque no menos importantes en su labor de coordinación. Podemos destacar:
- El poder Legislativo, es decir, la Asamblea Legislativa correspondiente. La
actividad parlamentaria de las personas titulares de los departamentos requiere
planificar la agenda de los mismos. En ocasiones, esa agenda puede colisionar
con la celebración de plenos o comisiones en los que se tiene previsto que se
susciten preguntas orales, comparecencias o interpelaciones del actor político.
Por ello, es necesario mantener las interacciones necesarias, tanto con los
miembros correspondientes de la Asamblea Legislativa (miembros de la Junta
de Portavoces, Presidentes de las Comisiones) como con el propio Gabinete
Político al objeto de procurar que estas colisiones en la agenda no se produzcan.
- El poder Ejecutivo, es decir, los Ministerios o Consejerías de ejecutivos distintos
al ejecutivo de referencia. Como consecuencia de la actividad parlamentaria, la
Asamblea Legislativa puede aprobar determinadas Resoluciones que impliquen
a otro órgano ejecutivo. En este caso, se ha de remitir dicha Resolución a éste
para su conocimiento oportuno, pudiendo corresponder al Gabinete Técnico la
remisión de dicho escrito.
- Los partidos políticos con representación parlamentaria en la Asamblea
Legislativa correspondiente. También como consecuencia de la actividad
parlamentaria los diputados/as de los partidos políticos que han solicitado cierta
documentación al Departamento pueden personarse en el mismo y, en ocasiones,
en esta visita está presente un miembro del Gabinete Técnico. Además, la
tramitación de las Proposiciones No de Ley se realizan de forma que el
argumentario preparado se remite directamente al partido político que sustenta el
gobierno, por lo que la relación con éste es periódica.
En resumen, el Gabinete Técnico es un órgano de staff prestador de servicios al propio
Departamento administrativo, que en virtud de la diversidad de funciones que ejerce, ha
de realizar una labor de coordinación con numerosos órganos y unidades
administrativas, tanto en el marco de de su propia organización y Administración
Pública, como con otros poderes y administraciones.
18
Los recursos humanos del Gabinete Técnico
Las distintas unidades administrativas se componen de puestos de trabajo al que se le
atribuyen un conjunto específico de deberes, tareas y responsabilidades. En todo puesto
de trabajo hay dos parámetros a definir: la amplitud y la profundidad del mismo. La
amplitud se refiere al número de tareas que tiene un puesto. La profundidad, al grado de
dominio y control que debe tener el titular del puesto sobre las tareas y actividades
realizadas y, por ello, la autonomía y responsabilidad con la que toma decisiones
(Ramió, 1999). Cuanta más amplitud se consigue más polivalencia y adaptabilidad, y
cuanta más profundidad, mayor autonomía y responsabilidad.
Las funciones son los objetivos o metas que se persigue conseguir mediante las tareas
de un puesto de trabajo, es decir, la misión u objetivos de la unidad administrativa. En
consecuencia debe haber una correspondencia entre las tareas y las funciones.
La consecución de las funciones que realizan los Gabinetes Técnicos configura las
competencias que debe caracterizar al personal funcionario adscrito al mismo. Las
competencias se refieren a:
- Los conocimientos generales o formación de las personas que deben ocupar ese
puesto de trabajo (por ejemplo, conocimiento en ciencias sociales, economía,
etc.).
- Los conocimientos específicos que se deberían tener considerando el contenido
del puesto (por ejemplo, conocimientos de gestión de recursos humanos, o de
gestión económica, de políticas públicas, etc.).
- Las habilidades que se deberían incorporar para un adecuado desarrollo de
puesto de trabajo, es decir, lo que debe saber hacer (por ejemplo, hablar en
público, saber redactar correctamente, etc.).
- Las actitudes o características personales que correlacionan con éxito en este
tipo de puesto (trabajar en equipo, flexibilidad, etc.)
19
De las funciones adscritas al Gabinete Técnico se desprende que las personas que
ocupen los puestos de trabajo integrados en el mismo han de poseer un grado de
versatilidad y polivalencia importante. Asimismo, debería mantenerse un modelo
común en el ámbito de la misma Administración Pública, es decir, que la organización
del Gabinete Técnico debería ser similar en todas sus Unidades Departamentales, sin
perjuicio de que se adaptara a las especificaciones concretas de ésta.
Por ello, dejando al margen el número de personas integrantes y la estructuración
jerárquica del mismo, y teniendo en cuenta las funciones que hemos visto en el apartado
anterior, el Gabinete Técnico debería estar integrado por personas con las siguientes
competencias:
- En cuanto a los conocimientos generales o formación, debería requerirse
personas con las titulaciones de Derecho, Ciencias Políticas, Economía,
Informática, Documentalista y Estadística. En el conjunto del Gabinete Técnico
se debería conseguir todas estas titulaciones.
- En cuanto a los conocimientos específicos, y puesto que necesitan conocer
profundamente cómo funciona la Administración y las políticas públicas que
implementa su departamento, se debería requerir un conocimiento sobre gestión
de recursos humanos en la Administración, además de conocimiento en gestión
económica y presupuestaria, y de políticas públicas.
- Las habilidades requeridas se relacionarían con la capacidad de análisis y
síntesis de la información que se reciba de las distintas unidades gestoras, la
correcta transmisión de dicha información, una buena comunicación escrita, y
conocimiento de informática y de las bases de datos más comunes en la
organización.
- Por último, en cuanto a las actitudes o características personales, dada la
importancia que en el Gabinete Técnico tiene la coordinación con las distintas
unidades administrativas, sería necesaria una capacidad de organización y
planificación de metas y prioridades, la capacidad de colaborar para la
consecución de nuevos objetivos, disposición a aceptar y promover cambios y
20
flexibilidad para entender y valorar posturas diferentes o puntos de vista
encontrados. Además sería indispensable la actitud positiva ante el trabajo en
equipo.
En resumen, la funciones que deben realizar los Gabinetes Técnicos implican tareas
complejas, con un grado elevado de amplitud (diversificación y múltiples tareas) y de
profundidad (de responsabilidad, decisión, planificación, programación), por lo que las
competencias requeridas al personal funcionario adscrito a ellos (ver tabla 2) conllevará
un grado de exigencia y especialización importante.
Tabla 2. Competencias requeridas al personal funcionario adscrito a los Gabinetes
Técnicos.
Conocimientos
generales
Conocimientos
específicos
Habilidades Actitudes
Ciencias Políticas
Derecho
Económicas
Informática
Estadística
Documentalista
Recursos Humanos en
las AAPP.
Gestión Económico-
Presupuestaria.
Políticas Públicas.
Transmisión de
información
Análisis y síntesis de
la información.
Comunicación escrita
Informática y bases de
datos.
Trabajo en equipo.
Planificación y
organización.
Colaboración en la
consecución de
objetivos.
Flexibilidad.
Fuente: elaboración propia
La doble dimensión del asesoramiento a la persona titular del Departamento: el
Gabinete Técnico y el Gabinete Político.
El asesoramiento requerido por la persona titular de un Departamento Administrativo
tiene dos dimensiones: por una parte, requiere personal de su absoluta confianza política
al objeto de prestarle asesoramiento de este tipo y conocer las implicaciones políticas de
sus decisiones y de los conflictos que se producen en su departamento; por otra parte,
requiere de personal del departamento, esto es, personal funcionario, que le transmita el
histórico administrativo del mismo y que conozca, no sólo las cuestiones técnicas, sino
también la cultura, valores y forma de actuar que prevalecen en el mismo.
21
Por tanto, nos encontramos con dos dimensiones distintas, aunque confluyentes en
algunas ocasiones, ya que el titular del departamento necesitará del asesoramiento
técnico y del político para adoptar determinadas decisiones. Por ello es importante
delimitar correctamente cada una de estas dos unidades de asesoramiento, pero al
mismo tiempo, establecer cauces de relación y coordinación.
El Gabinete Político se integra por personal eventual de confianza (Connaughton,
2010)10. Esto se traduce, normalmente, en que ocupan el cargo de asesores personas
integrantes del partido político que sustenta al Gobierno, o personas muy próximas al
mismo. Para que esta unidad política cumpla sus funciones es absolutamente necesario
que estas personas sean de la confianza de la persona titular del Departamento, y no
personas impuestas o “colocadas”, ya que en este caso, puede dar lugar a conflictos
entre la unidad política y el actor político, lo que redundaría en la eficacia del mismo.
Además de la confianza, la formación general y específica, así como las habilidades y
actitudes de dicho personal eventual debe ser, al menos, como el señalado para el
Gabinete Técnico. Pero debería añadirse un plus a dichas competencias: a la necesidad
de conocer profundamente las políticas públicas del departamento se le debería añadir la
competencia de evaluar las mismas y coordinarse con el Gabinete Político de la
Presidencia para llevar a cabo esta función. De este modo, esta unidad de asesoramiento
político serviría de transmisión, a través de su coordinación con el Gabinete Técnico,
del diseño, y de la planificación general de las políticas públicas. Esta función es
esencial en todo Gabinete Político ya que, más allá de la organización de la agenda de la
persona titular del Departamento y de la realización de las labores de protocolo,
actividades también necesarias, dota a esta unidad de un contenido básico en el diseño,
planificación, implementación y evaluación de las políticas públicas del departamento.
10 Connaughton (2010) distingue cuatro tipos de asesores: experto, partidario, coordinador y guardaespaldas. Y lo hace en función de dos dimensiones: el papel que tiene el asesor en el asesoramiento y dirección en la formulación e implantación de las políticas públicas, y el papel de dicho asesor, entre la técnica de gestión y la política, en la comunicación. El tipo de asesor experto trabajaría en solitario proporcionando asesoramiento de ayuda, refutación o promoción sobre las políticas públicas de un sector específico. El tipo de asesor partidario sería nombrado por su vinculación personal con el ministro o alto cargo político y son receptivos y están bien situados para anticiparse a las demandas ministeriales. El asesor coordinador estaría implicado principalmente en la supervisión de programas, así como con la relación con los altos funcionarios o grupos interesados con el fin de facilitar el cumplimiento de la agenda ministerial. El asesor guardaespaldas desempeñaría funciones de protección de los ministros de los daños políticos o de reputación.
22
El Gabinete Técnico, cuyas funciones ya han sido analizadas, debe coordinarse con el
Gabinete Político en los casos vistos con anterioridad. Ello implica que se han de
mantener cauces informales, pero permanentes y flexibles, entre los titulares y las
personas integrantes de dicha unidades. Al tratarse de dos dimensiones de una misma
función (asesoramiento) ambas unidades deberían depender orgánicamente de la
persona titular del departamento administrativo.
Perspectivas de futuro de los Gabinetes Técnicos
El contexto actual en el que se incardina la Administración Pública se encuentra en
constante evolución. Las continuas demandas, tanto políticas como ciudadanas, a las
organizaciones públicas hacen que éstas se encuentren en constante expectativa de
cambio. Pero esos cambios sólo serán positivos si quien los diseña e implementa tiene
en cuenta que toda organización cuenta con una cultura específica y que está integrada
por uno de sus recursos más valiosos: su personal.
Los modelos de Administración Pública planteados por los autores especializados han
sido básicamente tres: el modelo weberiano-burocrático, el modelo de la Nueva Gestión
Pública y el modelo de la Gobernanza.
Como sabemos, el punto de partida de nuestra administración pública es claramente
weberiano, con características propias de la legitimidad racional-legal (Weber, 1979;
Baena, 2000): la especialización de funciones, la jerarquía, la delimitación rigurosa de
competencias, la estructura competencial basada en normas, el seguimiento estricto de
los procedimientos, el uso de documentos y comunicación por escrito, la copropiedad
del cargo, la preparación técnica y los procedimientos racionales de disciplina y control.
Para corregir determinadas anomalías del modelo weberiano se han llevado a cabo a lo
largo de los últimos 30 años (desde la Ley 30/1984) determinadas reformas que han
incorporado elementos procedentes de los otros dos modelos. Así, la introducción de la
eficiencia, la desregulación y racionalización de los procedimientos, la obsesión por la
satisfacción del cliente, la privatización de los servicios o de su gestión y la utilización
de mecanismos de mercado (Barzelay, 2001) han sido medidas derivadas del modelo de
23
Nueva Gestión Pública (Pollit y Bouckaert, 2004) e introducidas en nuestra
administración con mayor o menor fortuna. Además, la gobernanza, o gobierno
cooperativo o gobierno en red, se ha configurado como un modelo de superación o
disolución del modelo jerárquico e intervencionista de dirección política en el que el
Estado era el actor dominante en el proceso de elaboración de políticas públicas
(Villoria y del Pino, 2009) y, en algunas ocasiones, dicho modelo jerárquico ha sido
sustituido por un modelo de relaciones cooperativas, horizontales o en red, entre actores
públicos y privados (Kickert, Klijn y Koopenjan, 1997).
Transcurridos estos años de reformas y transformación, la administración pública
española se configura como un modelo híbrido en el que junto a órganos aún
fuertemente burocráticas conviven otros claramente neoempresairales, e incluso redes
público-privadas11.
Los Gabinetes Técnicos han de ofrecer en esta etapa de cambio y evolución la
perspectiva histórica de la organización administrativa. La persona titular del
Departamento necesita, al adoptar una decisión, conocer qué se hizo en una situación
similar, o qué conflictos se producen en el ámbito de sus competencias, o sencillamente,
qué se hace habitualmente.
Esa función de “memoria histórica” no puede ofrecerse por el Gabinete Político, ya que
éste se integra por personal eventual que se designa y cesa con el propio actor político.
Se trata de una de las funciones más trascendentes del Gabinete Técnico pero que sólo
podrá realizarse si el personal que lo integra se mantiene a lo largo de un periodo de
tiempo relativamente amplio como para conocer, no a la Administración formal, sino a
la administración interna de la organización.
Pero al mismo tiempo, el Gabinete Técnico requiere para ejercer sus funciones de la
colaboración del personal integrado en los órganos con los que se relaciona. En este
sentido se requiere que dicho personal, que no tiene porqué tener el proyecto o la
ideología mantenida por la persona titular del departamento, ya que ni han de ser
personal eventual ni personal de libre designación, mantenga las relaciones fluidas y
continuas de información y coordinación. 11 Agranoff (2007) respecto a las redes público-privadas (ver la nota a pie de página nº 1).
24
Esa coordinación, tanto vertical como horizontal, es una de las características necesarias
para procurar el buen gobierno en la administración pública del siglo XXI. En un
espacio multinivel de funciones debe configurarse un órgano que en cada departamento
se dedique a procurar esa coordinación para contribuir a la mejora de los servicios que
se presten. Para ello se requiere la colaboración de todos los órganos y unidades
administrativas. En este estudio hemos optado por que esa función corresponda al
Gabinete Técnico, dadas las funciones y posición que ocupa en la estructura
administrativa de todo departamento.
Conclusiones
1. Las demandas que los ciudadanos y el ámbito político dirigen frente a la
administración pública nos obliga a plantearnos la necesidad de estudiar formas de
coordinación y colaboración entre los distintos órganos administrativos, al objeto de
proporcionar la buena gobernanza que se necesita en la actualidad.
2. Contando con la premisa anterior, y desde la experiencia propia, este estudio ha
diseñado prescritpivamente la estructura y organización del Gabinete Técnico
diseñándolo como un órgano de staff que, dadas sus funciones y características, se
encuadra en una zona gris entre el ámbito político y el meramente administrativo. Esta
zona, que requiere una “sensibilidad política” especial, es necesaria para que el actor
político adopte las decisiones oportunas teniendo en cuenta la “memoria histórica” de la
organización.
3. El asesoramiento técnico y el asesoramiento político son dos dimensiones de una
misma función que requiere la oportuna coordinación. Por eso, el Gabinete Técnico y el
Gabinete Político, han de depender orgánicamente de la persona titular del
departamento administrativo.
4. La función de coordinación que realiza el Gabinete Técnico permite establecer las
redes de contacto entre los diversos órganos del departamento administrativo, así como
con los demás departamentos de la misma Administración Pública. Esa coordinación
podría extenderse también a la evaluación de las políticas públicas implementadas por el
25
departamento administrativo, así como la coordinación con otras instituciones, actores
políticos y ámbitos multinivel.
5. El personal integrante del Gabinete Técnico debe poseer competencias concretas que
le permitan desarrollar las tareas que le serán encomendadas y, por tanto, debe ser
seleccionado teniendo en cuenta una serie de conocimientos técnicos, genéricos y
específicos, así como habilidades y actitudes especiales.
6. La coordinación entre las unidades administrativas y la coordinación multinivel son
objetivos esenciales en el diseño actual de la Administración Pública. La configuración
de los Gabinetes Técnicos como órganos encargados de dicha coordinación es un paso
más en la consecución de estos objetivos.
7. Por último, la buena gobernanza es uno de los grandes retos de la Administración
Pública del siglo XXI. Para contribuir y procurar dicha gobernanza se propone al
Gabinete Técnico como un instrumento de interacción para la consecución de dicho
modelo.
BIBLIOGRAFÍA
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26
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