El País de Los Pacifistas

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El país de los “pacifistas”. Entre los muchos aspectos paradójicos de nuestro laureado país está el del pacifismo, por alguna parte de nuestra Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia se encuentra esta palabra, como una suerte de orfandad entre un cumulo de ideas que fomentan todo menos la convivencia pacífica. En la historia existen ciertas situaciones descabelladas como la nominación de Hitler al premio nobel de la paz o la declaración del estado de guerra de Bolivia a la Alemania nazi, pero si vamos a una historia de Bolivia específicamente estamos plagados de eventos que son totalmente contradictorios entre lo que se dice y lo que se hace, sin ir muy lejos el hecho de que nuestro sumo líder convoque al sumo pontífice a nuestro “Estado Laico” es algo risible y absurdo al mismo tiempo. Pero lo que me impulso a escribir este artículo fueron algunas declaraciones hechas por el ministro de defensa Reymi Ferreira el momento de anunciar la intención de comprar 20 aviones caza bombarderos y 40.000 fusiles de última generación, adquisiciones que podrían costar más de 140 millones de dólares, tomando en cuenta que sería un “pequeño gasto” dentro de las perspectivas de austeridad manifestadas por nuestro señor presidente. Es un gran esfuerzo no perderme en el mal de observaciones que se puede hacer ante tal emprendimiento, es difícil saber por dónde empezar, creo que lo primero que salta a la vista es el monto elefantástico de dinero que se utilizaría, pero a mi parecer es más relevante como hacer encajar dicha adquisición con nuestra política de Estado “pacifista”, en efecto tales compras parecen para armase contra un enemigo invisible, como el título del libro escrito por Gonzalo Lema “Contra nadie en la batalla”. En palabras del ministro los aviones son para combatir el narcotráfico, mientras que los rifles son para renovar los gastados fusiles comprados en 1979 por el gobierno de David Padilla Arancibia. Es posible comprender lo de los rifles pero lo de los aviones es otro asunto, no soy un especialista ni mucho menos pero hasta lo que tengo entendido lo que se utiliza para controlar el narcotráfico aéreo son helicópteros, ya que los aviones necesitan zonas de aterrizaje que normalmente no están disponibles en los lugares donde se efectúa la actividad ilícita. Desde la primera gestión de gobierno del MAS se han invertido cantidades colosalmente “austeras” en armamento de diferente tipo y procedencia, la duda inicial es ¿por qué? Al ser un país “pacifista” deberíamos tener otro tipo de

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Bolivia y los altruistas en el mundo

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El país de los “pacifistas”.

Entre los muchos aspectos paradójicos de nuestro laureado país está el del pacifismo, por alguna parte de nuestra

Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia se encuentra esta palabra, como una suerte de orfandad entre un

cumulo de ideas que fomentan todo menos la convivencia pacífica.

En la historia existen ciertas situaciones descabelladas como la nominación de Hitler al premio nobel de la paz o la

declaración del estado de guerra de Bolivia a la Alemania nazi, pero si vamos a una historia de Bolivia específicamente

estamos plagados de eventos que son totalmente contradictorios entre lo que se dice y lo que se hace, sin ir muy lejos el

hecho de que nuestro sumo líder convoque al sumo pontífice a nuestro “Estado Laico” es algo risible y absurdo al mismo

tiempo.

Pero lo que me impulso a escribir este artículo fueron algunas declaraciones hechas por el ministro de defensa Reymi

Ferreira el momento de anunciar la intención de comprar 20 aviones caza bombarderos y 40.000 fusiles de última

generación, adquisiciones que podrían costar más de 140 millones de dólares, tomando en cuenta que sería un “pequeño

gasto” dentro de las perspectivas de austeridad manifestadas por nuestro señor presidente.

Es un gran esfuerzo no perderme en el mal de observaciones que se puede hacer ante tal emprendimiento, es difícil

saber por dónde empezar, creo que lo primero que salta a la vista es el monto elefantástico de dinero que se utilizaría,

pero a mi parecer es más relevante como hacer encajar dicha adquisición con nuestra política de Estado “pacifista”, en

efecto tales compras parecen para armase contra un enemigo invisible, como el título del libro escrito por Gonzalo Lema

“Contra nadie en la batalla”.

En palabras del ministro los aviones son para combatir el narcotráfico, mientras que los rifles son para renovar los

gastados fusiles comprados en 1979 por el gobierno de David Padilla Arancibia.

Es posible comprender lo de los rifles pero lo de los aviones es otro asunto, no soy un especialista ni mucho menos pero

hasta lo que tengo entendido lo que se utiliza para controlar el narcotráfico aéreo son helicópteros, ya que los aviones

necesitan zonas de aterrizaje que normalmente no están disponibles en los lugares donde se efectúa la actividad ilícita.

Desde la primera gestión de gobierno del MAS se han invertido cantidades colosalmente “austeras” en armamento de

diferente tipo y procedencia, la duda inicial es ¿por qué? Al ser un país “pacifista” deberíamos tener otro tipo de

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prioridades como la producción interna de alimentos o la salud pública, por otro lado un país se arma solamente cuando

cree que necesita defenderse de cualquier invasión externa, ahí está la segunda duda ¿contra quién nos estamos

armando?

Decir que somos un país “pacifista” en mi opinión es una broma de mal gusto, internamente siempre se utiliza la fuerza

para reprimir cualquier movimiento contrario a los objetivos de nuestro magnánimo gobierno y nuestras relaciones

internacionales suelen resumirse en agresiones verbales a nuestros vecinos del mundo.

No se confunda yo no soy un pacifista como muchos dicen ser, de hecho me parece lógico estar listo para cualquier

situación, lo que me confunde son las cosas que se dicen y las que se hacen, lo que nuestros líderes ofrecen al mundo y

lo que esperan recibir de él, estamos acostumbrados a hablar mal de los demás pero si alguien nos dice algo nos

volvemos locos, somos amenazantes pero no estamos conscientes de nuestra situación a nivel internacional.

En fin, comprender lo que realmente quiere conseguir el gobierno puede ser un gasto incensario de energía, puede que

jamás logre comprender sus nobles objetivos, por lo que termino este cumulo de letras con las palabras del mismo

ministro de defensa… “Las FFAA deben ser fuerzas armadas y no desarmadas”.

Christian Andres Gonzales Calla

Cientista Político