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Número suelto € 1,00. Número atrasado € 2,00 L’O S S E RVATORE ROMANO EDICIÓN SEMANAL Unicuique suum EN LENGUA ESPAÑOLA Non praevalebunt Año XLVI, número 5 (2.350) Ciudad del Vaticano 31 de enero de 2014 La invitación del Santo Padre en el Ángelus del domingo 26 de enero Apertura a todos los pueblos Como en Galilea El Pontífice concluye la Semana de oración por la unidad de los cristianos Cristo no puede estar dividido Saludando uno por uno a todos los representantes de las diversas deno- minaciones cristianas el Papa Fran- cisco concluyó la celebración ecu- ménica de las Vísperas, el sábado 25 de enero, por la tarde, en la basílica de San Pablo Extramuros. Junto a él realizaron también este gesto de fraternidad y amistad el arzobispo ortodoxo Gennadios Zervos, metro- polita del Patriarcado ecuménico de Constantinopla para Italia y Malta y exarca para Europa meridional; y David Moxon, representante del ar- zobispo de Canterbury ante la San- ta Sede, director del centro anglica- no de Roma. También con ellos, al inicio de la celebración, el Papa re- zó ante el sepulcro de san Pablo. PÁGINAS 6 Y 7 El Papa Francisco al Tribunal de la Rota romana Jueces pero sobre todo pastores PÁGINA 3 Jóvenes y debate sobre el aborto Un nuevo escenario LUCETTA SCARAFFIA EN PÁGINA 5 Nacida de la familiaridad entre católicos y judíos para afrontar la persecución nazi en Italia Amistad nueva ANNA FOA EN PÁGINA 11 SIGUE EN LA PÁGINA 7 GIOVANNI MARIA VIAN Al comentar las Escrituras, el obis- po de Roma ofrece casi cada día, y ciertamente no sólo a los católicos, motivos y ocasiones de reflexión pa- ra la vida de hoy. Emblemático es el comentario al pasaje evangélico que cita la profecía de Isaías sobre la «Galilea de los gentiles», donde se- gún el relato del evangelista Mateo inició la predicación de Jesús. Sig- nificativamente en una región de frontera, que el Papa Francisco des- cribió caracterizada por la presencia de diversas poblaciones extranjeras. Una realidad que quiere destacar el profeta cuando habla de los confi- nes de ese «territorio» —es éste el significado del nombre Galilea— y lo identifica como el «de las nacio- nes paganas». Precisamente así se puede descri- bir la condición del mundo de hoy, donde la Iglesia de Cristo es envia- da a ser testigo de esa luz destina- da, ya en la visión del profeta he- breo, a todos los pueblos, sin ex- cepción alguna. Y es éste el tema central que interesa a Jorge Mario Bergoglio, desde que en la fiesta de san Mateo de 1954 comenzó a com- prender la dirección que tomaría su vida. La misión está, por lo tanto, en el corazón de la Iglesia, como el arzobispo de Buenos Aires repetiría a sus hermanos cardenales en su in- tervención durante las congregacio- nes generales que precedieron el cónclave que pocos días después lo elegiría como obispo de Roma. Dinámica fundamental en la his- toria del cristianismo, la misión siempre tuvo que afrontar la reali- dad de frontera, la que el Papa Francisco define como periferia, también en países de antigua tradi- ción cristiana. Como ya vieron en 1943 Henri Godin e Yvan Daniel, los dos sacerdotes que en París, du- rante la ocupación nazi, publicaron la célebre relación France, pays de mission? acerca de la situación reli- giosa de los ambientes obreros: «No nos engañemos: mañana ya no es sólo nuestra patria, es el mundo entero el que corre el riesgo de ser “país de misión”; lo que nosotros vivimos hoy, los pueblos lo vivirán a su vez». Una misión que, sin embargo, no tiene confines y está atenta a toda realidad, confiada a la inventiva y a la valentía de las comunidades cris- tianas. Para llevar el Evangelio de la alegría —y Evangelii gaudium se titu- la el documento programático del pontificado— «a quienes lo esperan, pero también a quienes tal vez ya no esperan nada y no tienen ni si- quiera la fuerza de buscar y de pe- dir», dijo el Papa. Quien al hablar de las Galileas de nuestro tiempo concluyó con una pregunta: «Cada uno de vosotros piense: El Señor pasa hoy, el Señor me mira, me está mirando. ¿Qué me dice el Señor?». «El Señor llama también hoy», pasando «por los caminos de nuestra vida cotidiana. Dejémonos alcanzar por su mirada, por su voz, y sigámosle». Es la invitación que dirigió el Papa a los fieles presentes en la plaza de San Pedro, el domingo 26 de enero, para la oración del Ángelus. Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días! El Evangelio de este domingo re- lata los inicios de la vida pública de Jesús en las ciudades y en los po- blados de Galilea. Su misión no parte de Jerusalén, es decir, del cen- tro religioso, centro incluso social y político, sino que parte de una zona periférica, una zona despreciada por los judíos más observantes, con mo- tivo de la presencia en esa región de diversas poblaciones extranjeras; por ello el profeta Isaías la indica como «Galilea de los gentiles» (Is 8, 23). Es una tierra de frontera, una zo- na de tránsito donde se encuentran personas diversas por raza, cultura y religión. La Galilea se convierte así en el lugar simbólico para la apertura del Evangelio a todos los pueblos. Desde este punto de vista, Galilea se asemeja al mundo de hoy: presencia simultánea de diver- sas culturas, necesidad de confron- tación y necesidad de encuentro. También nosotros estamos inmersos cada día en una «Galilea de los gentiles», y en este tipo de contexto

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Número suelto € 1,00. Número atrasado € 2,00

L’O S S E RVATOR E ROMANOEDICIÓN SEMANAL

Unicuique suum

EN LENGUA ESPAÑOLANon praevalebunt

Año XLVI, número 5 (2.350) Ciudad del Vaticano 31 de enero de 2014

La invitación del Santo Padre en el Ángelus del domingo 26 de enero

Apertura a todos los pueblosComo en Galilea

El Pontífice concluye la Semana de oración por la unidad de los cristianos

Cristo no puede estar divididoSaludando uno por uno a todos losrepresentantes de las diversas deno-minaciones cristianas el Papa Fran-cisco concluyó la celebración ecu-ménica de las Vísperas, el sábado 25de enero, por la tarde, en la basílicade San Pablo Extramuros. Junto aél realizaron también este gesto defraternidad y amistad el arzobispoortodoxo Gennadios Zervos, metro-polita del Patriarcado ecuménico deConstantinopla para Italia y Maltay exarca para Europa meridional; yDavid Moxon, representante del ar-zobispo de Canterbury ante la San-ta Sede, director del centro anglica-no de Roma. También con ellos, alinicio de la celebración, el Papa re-zó ante el sepulcro de san Pablo.

PÁGINAS 6 Y 7

El Papa Francisco al Tribunalde la Rota romana

Jueces pero sobre todop a s t o re s

PÁGINA 3

Jóvenes y debate sobre el aborto

Un nuevo escenario

LU C E T TA SCARAFFIA EN PÁGINA 5

Nacida de la familiaridadentre católicos y judíos para afrontarla persecución nazi en Italia

Amistad nueva

ANNA FOA EN PÁGINA 11

SIGUE EN LA PÁGINA 7

GI O VA N N I MARIA VIAN

Al comentar las Escrituras, el obis-po de Roma ofrece casi cada día, yciertamente no sólo a los católicos,motivos y ocasiones de reflexión pa-ra la vida de hoy. Emblemático es elcomentario al pasaje evangélico quecita la profecía de Isaías sobre la«Galilea de los gentiles», donde se-gún el relato del evangelista Mateoinició la predicación de Jesús. Sig-nificativamente en una región defrontera, que el Papa Francisco des-cribió caracterizada por la presenciade diversas poblaciones extranjeras.Una realidad que quiere destacar elprofeta cuando habla de los confi-nes de ese «territorio» —es éste elsignificado del nombre Galilea— ylo identifica como el «de las nacio-nes paganas».

Precisamente así se puede descri-bir la condición del mundo de hoy,donde la Iglesia de Cristo es envia-da a ser testigo de esa luz destina-da, ya en la visión del profeta he-breo, a todos los pueblos, sin ex-cepción alguna. Y es éste el temacentral que interesa a Jorge MarioBergoglio, desde que en la fiesta desan Mateo de 1954 comenzó a com-prender la dirección que tomaría suvida. La misión está, por lo tanto,en el corazón de la Iglesia, como elarzobispo de Buenos Aires repetiríaa sus hermanos cardenales en su in-tervención durante las congregacio-nes generales que precedieron el

cónclave que pocos días después loelegiría como obispo de Roma.

Dinámica fundamental en la his-toria del cristianismo, la misiónsiempre tuvo que afrontar la reali-dad de frontera, la que el PapaFrancisco define como periferia,también en países de antigua tradi-ción cristiana. Como ya vieron en1943 Henri Godin e Yvan Daniel,los dos sacerdotes que en París, du-rante la ocupación nazi, publicaronla célebre relación France, pays demission? acerca de la situación reli-giosa de los ambientes obreros:«No nos engañemos: mañana ya noes sólo nuestra patria, es el mundoentero el que corre el riesgo de ser“país de misión”; lo que nosotrosvivimos hoy, los pueblos lo vivirána su vez».

Una misión que, sin embargo, notiene confines y está atenta a todarealidad, confiada a la inventiva y ala valentía de las comunidades cris-tianas. Para llevar el Evangelio de laalegría —y Evangelii gaudium se titu-la el documento programático delp ontificado— «a quienes lo esperan,pero también a quienes tal vez yano esperan nada y no tienen ni si-quiera la fuerza de buscar y de pe-dir», dijo el Papa. Quien al hablarde las Galileas de nuestro tiempoconcluyó con una pregunta: «Cadauno de vosotros piense: El Señorpasa hoy, el Señor me mira, me estámirando. ¿Qué me dice el Señor?».

«El Señor llama también hoy»,pasando «por los caminos de nuestravida cotidiana. Dejémonos alcanzarpor su mirada, por su voz, ysigámosle». Es la invitación quedirigió el Papa a los fieles presentes enla plaza de San Pedro, el domingo 26de enero, para la oración del Ángelus.

Queridos hermanos y hermanas,¡buenos días!

El Evangelio de este domingo re-lata los inicios de la vida pública deJesús en las ciudades y en los po-blados de Galilea. Su misión noparte de Jerusalén, es decir, del cen-tro religioso, centro incluso social ypolítico, sino que parte de una zonaperiférica, una zona despreciada porlos judíos más observantes, con mo-

tivo de la presencia en esa región dediversas poblaciones extranjeras;por ello el profeta Isaías la indicacomo «Galilea de los gentiles» (Is8, 23).

Es una tierra de frontera, una zo-na de tránsito donde se encuentranpersonas diversas por raza, culturay religión. La Galilea se convierteasí en el lugar simbólico para laapertura del Evangelio a todos lospueblos. Desde este punto de vista,Galilea se asemeja al mundo dehoy: presencia simultánea de diver-sas culturas, necesidad de confron-tación y necesidad de encuentro.También nosotros estamos inmersoscada día en una «Galilea de losgentiles», y en este tipo de contexto

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página 2 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 31 de enero de 2014, número 5

Del 26 al 31 de enero

El cardenal Sarah en los territorios filipinos golpeados por el tifónEn Jordania y en Líbano

El hospitaldel Papa

para los niños sirios

Congregación para las causas de los santos

Promulgación de decretos

Hacia la beatificación de Álvaro del Portillo

El hospital del Papa como apoyopara los refugiados sirios. En unadoble misión sanitaria piensadesde hace algunos meses el no-socomio pediátrico romano«Bambino Gesù» entre las fami-lias de Siria refugiadas en Jorda-nia y en Líbano, que huyen delas violencias.

La primera es fruto de unacuerdo con el hospital italianode Karak —fundado en 1935 porla Asociación italiana para soco-rrer a los misioneros italianos(ANSMI) y gestionado por las re-ligiosas combonianas— y se ex-tendió también a los refugiadospalestinos que viven en Jordania.Prestó su servicio en el nosoco-mio de Karak un especialista enneurología y neurorehabilitacióndel hospital del Papa. Además,se realizó una inspección operati-va en los dos campos de refugia-dos de Mafraq: el de Al Zatari,que acoge a 115.000 refugiadossirios y donde el Gobierno italia-no montó un hospital prefabrica-do; y el de Jerash, donde vivenal menos treinta mil palestinos.La provincia de Karak es la máspobre del país y acoge a numero-sos trabajadores extranjeros—egipcios, esrilanqueses, chinos,pakistaníes, curdos— además derefugiados sirios, palestinos e ira-quíes. La misión detectó numero-sos pacientes afectados por enfer-medades neurogenéticas, comolas neuropatías hereditarias. Elhospital se hizo cargo de más de150 niños; y además se puso adisposición un examen genéticopara diez familias.

La segunda misión del hospitalpediátrico «Bambino Gesù», enapoyo de los menores sirios enLíbano, surgió del acuerdo firma-do en noviembre pasado entre elConsejo pontificio Cor Unum yCáritas libanesa. A pesar de nu-merosas dificultades, la unidadmédica móvil organizada por Cá-ritas Líbano logró realizar visitasmédicas para 210 niños, aseguran-do 900 servicios sanitarios.

Ambas misiones se enmarcanen el ámbito más amplio de lasactividades internacionales del«Bambino Gesù», que actúa encatorce Estados con centros clíni-co-quirúrgicos (en Camboya yTanzania), una sección de urolo-gía en el ámbito del proyecto detrasplante renal en edad pediátri-ca de donante vivo (en Vietnam),el proyecto de asistencia y forma-ción (en Venezuela, Perú, El Sal-vador, Haití, Macedonia y Pales-tina) y hermanamientos conotros hospitales (en Chile y enRusia).

El obispo Álvaro del Portillo y Diez(1914-1994) será beatificado el 27 deseptiembre en Madrid, su ciudad na-tal, por el cardenal Angelo Amato,en representación del Papa Francis-co. Lo hizo público la prelatura delOpus Dei. Después de aprobar elmilagro y autorizar a la Congrega-ción para las causas de los santos apromulgar el relativo decreto del 5de julio de 2013, el Santo Padre aco-gió positivamente la petición delprelado del Opus Dei, monseñor Ja-vier Echevarría Rodríguez. «En estemomento de profunda alegría —dijoel prelado— deseo agradecer al Papa

Francisco la beatificación de esteobispo que tanto amó y sirvió a laIglesia». A su intercesión confió lue-go las intenciones del Pontífice: «larenovación apostólica y el servicio aDios de todos los cristianos, la pro-moción y la ayuda a los más necesi-tados, el próximo Sínodo sobre lafamilia y la santidad de los sacerdo-tes». En los días sucesivos a la beati-ficación el cuerpo del siervo de Dios—que yace en la iglesia de la prelatu-ra de Santa María de la Paz, en Ro-ma— será trasladado temporalmentea la basílica de San Eugenio para fa-cilitar la afluencia de los fieles.

Enviado por el Papa Francisco, elcardenal Robert Sarah, presidentedel Consejo pontificio Cor Unum,visita del 26 al 31 de enero los terri-torios filipinos golpeados por el ti-fón Haiyan-Yolanda el pasado 8 denoviembre. Dio la noticia un comu-nicado del dicasterio, destacandoque la iniciativa se promovió con elfin de llevar un signo de consuelo ycercanía espiritual a la población,comprometida en la obra de recons-trucción, y de promover la red deayudas de quien ya está trabajandoen el lugar.

La misión se articuló en tres mo-mentos de especial importancia: elencuentro con los obispos filipinos,que en esos días participaban en lareunión de la Conferencia episcopal;el encuentro con el presidente de laRepública, Benigno Aquino III; y lavisita a la localidad de Tacloban, lamás afectada por el tifón.

En el contexto de la visita, el pur-purado presentó, en nombre delSanto Padre, el compromiso de reali-zar, a través de Cor Unum, un pro-yecto para la construcción de unnuevo orfanato y una residencia paraancianos. El edificio incluirá, entreotras cosas, un pequeño conventopara las religiosas, una capilla y undisp ensario.

Golpeando a las islas Visayas, enla región central de Filipinas, el tifónHaiyan-Yolanda provocó —según losinformes de Cáritas Filipinas/Nassadifundidos en estas semanas— másde 5.500 muertos, más de 26.000 he-ridos y casi 2.000 desaparecidos. Losdesplazados serían casi 3,8 millones,pertenecientes a más de 851.000 fa-milias. En total se trata de casi 12millones de personas que sufrierondaños o pérdidas diversas, disemina-dos en 574 entre municipios y ciuda-des distintas. Y se teme ahora el pro-blema de las epidemias.

Apenas recibida la noticia de la ca-tástrofe, el Santo Padre había ya deci-dido destinar, a través de Cor Unum,una primera aportación de emergen-cia de 150.000 dólares para el socorrode las poblaciones, como apoyo a lasobras de asistencia realizadas en favor

de los desplazados e inundados porel aluvión. Esa cifra se sumó a losfondos asignados por toda la Iglesiaen su conjunto: las Iglesias locales,

las parroquias de todo el mundo, lared de Cáritas y las demás agenciasnacionales y diocesanas comprometi-das en obras de caridad.

El lunes 27 de enero, el Santo PadreFrancisco recibió en audiencia priva-da al cardenal Angelo Amato, S.D.B.,prefecto de la Congregación para lascausas de los santos. Durante la au-diencia el Romano Pontífice autorizóa la Congregación la promulgaciónde los siguientes decretos:

—el martirio del siervo de DiosPEDRO ASÚA MENDÍA, sacerdotediocesano; nació en Valmaseda(Vizcaya, España) el 30 de agostode 1890 y fue asesinado, por odio ala fe, en Liendo (Santander, Espa-ña) el 29 de agosto de 1936;

—las virtudes heroicas del siervode Dios GIUSEPPE GIRELLI, sacer-dote diocesano; nació en Dossobuo-no (Verona, Italia) el 10 de enero de1886 y murió en Negrar (Verona,Italia) el 1 de mayo de 1978;

—las virtudes heroicas del siervode Dios ZACARÍAS DE SA N TA TERE-SA (en el siglo: Zacarías SalteráinVizcarra), sacerdote profeso de laOrden de los Carmelitas Descalzos;

nació en Abadiano (Vizcaya, Espa-ña) el 5 de noviembre de 1887 y mu-rió en Vellore (Tamil Nadu, India)el 23 de mayo de 1957;

—las virtudes heroicas de la siervade Dios MARCELLE MA L L E T, funda-dora de las Hermanas de la Caridadde Quebec; nació en Côte des-Nei-ges (Montreal, Canadá) el 26 demarzo de 1805 y murió en Quebec(Canadá) el 9 de abril de 1871;

—las virtudes heroicas de la sier-va de Dios MARÍA BE N I TA ARIAS,fundadora de las Siervas de JesúsSacramentado; nació en La Carlo-ta, Río Cuarto (Córdoba, Argenti-na) el 3 de abril de 1822 y murió enBuenos Aires (Argentina) el 25 deseptiembre de 1894;

—las virtudes heroicas de la siervade Dios MA R G A R I TA DEL SAGRAD OCORAZÓN DE JESÚS (en el siglo:Virginia De Brincat), fundadora delas Hermanas Franciscanas del Co-razón de Jesús; nació en Kercem,Isla de Gozo (Malta), el 28 de no-viembre de 1862 y murió en Victo-ria, Isla de Gozo (Malta), el 22 deenero de 1952;

—las virtudes heroicas de la siervade Dios SERAFINA (en el siglo: Noe-my Cinque), religiosa profesa de lacongregación de las Hermanas Ado-ratrices de la Sangre de Cristo; na-ció en Urucurituba (Brasil) el 31 deenero de 1913 y murió en Manaus(Brasil) el 21 de octubre de 1988;

—las virtudes heroicas de la sier-va de Dios EL I S A B E T TA SANNA, viu-da laica, terciaria profesa de la Or-den de los Mínimos de San Fran-cisco, de la Asociación de la Unióndel apostolado católico fundadopor San Vicente Pallotti; nació enCodrongianos (Sásari, Italia) el 23de abril de 1788 y murió en Romael 17 de febrero de 1857.

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número 5, viernes 31 de enero de 2014 L’OSSERVATORE ROMANO página 3

El Papa Francisco al Tribunal de la Rota romana

Jueces pero sobre todo pastoresLos jueces eclesiásticos son«esencialmente pastores». Y como talesno deben olvidar que «detrás de cadaexpediente, cada posición, cada causa,hay personas que esperan justicia». Lodijo el Papa Francisco a los miembrosdel Tribunal de la Rota romana, aquienes recibió en audiencia el viernes24 de enero, por la mañana, en lasala Clementina, con ocasión de lainauguración del año judicial.

Queridos prelados auditores, oficia-les y colaboradores del Tribunalapostólico de la Rota romana:

Os recibo por primera vez, conocasión de la inauguración del añojudicial. Saludo cordialmente al co-legio de los prelados auditores, co-menzando por el decano, monseñorPio Vito Pinto, a quien agradezcolas palabras que me dirigió en nom-bre de los presentes. Saludo ademása los oficiales, a los abogados y de-más colaboradores, así como a losmiembros del estudio rotal. Este en-cuentro me ofrece la ocasión deagradeceros vuestro precioso servicioeclesial. Mi reconocimiento se dirigeen especial a vosotros, jueces rotales,que estáis llamados a desempeñarvuestro delicado trabajo en nombrey por mandato del Sucesor de Pe-d ro .

La dimensión jurídica y la dimen-sión pastoral del ministerio eclesialno se contraponen, porque ambasestán orientadas a la realización delas finalidades y de la unidad de ac-

lidación de la plena comunión entrelos fieles, y entre ellos y la coordina-ción eclesial. Además, queridos jue-ces, a través de vuestro ministerio es-pecífico ofrecéis una aportacióncompetente para afrontar las temáti-cas pastorales emergentes.

Desearía trazar ahora un breveperfil del juez eclesiástico. Ante todoel perfil humano: al juez se le pideuna madurez humana que se expresaen la serenidad de juicio y en la dis-tancia de los puntos de vista perso-nales. Forma parte también de lamadurez humana la capacidad de

competencia, sino también genuinoespíritu de servicio. Él es el servidorde la justicia, llamado a tratar y juz-gar la situación de los fieles que conconfianza se dirigen a él, imitando albuen Pastor que se interesa por laoveja herida. Por ello está animadopor la caridad pastoral; la caridad deDios que derramó en nuestro cora-zón mediante «el Espíritu Santo quese nos ha dado» (Rm 5, 5). La cari-dad —escribe san Pablo— «es el vín-culo de la unidad perfecta» (Col 3,14), y constituye también el alma dela función del juez eclesiástico.

Vuestro ministerio, queridos juecesy agentes del Tribunal de la Rota ro-

mana, vivido en la alegría y en la se-renidad que proceden del trabajarallí donde el Señor nos puso, es unservicio peculiar a Dios Amor, queestá cerca de cada persona. Soisesencialmente pastores. Mientras de-sempeñáis el trabajo judicial, no ol-vidéis que sois pastores. Detrás decada expediente, cada posición, cadacausa, hay personas que esperan jus-ticia.

Queridos hermanos, os agradezcoy os aliento a proseguir vuestromunus con escrupulosidad y manse-dumbre. Rezad por mí. Que elSeñor os bendiga y la Virgen os pro-teja.

En 2013 casi cuatrocientas causas

penetrar en la mentali-dad y legítimas aspira-ciones de la comunidaddonde se realiza el servi-cio. De este modo, él sehará intérprete del ani-mus communitatis que ca-racteriza la porción depueblo de Dios destina-taria de su acción y po-drá practicar una justiciano legalista y abstracta,sino adecuada a las exi-gencias de la realidadconcreta. En consecuen-cia, no se contentará conun conocimiento super-ficial de la realidad delas personas que esperansu juicio, sino que ad-vertirá la necesidad deentrar en profundidaden la situación de laspartes en causa, estu-diando a fondo los actosy todos los elementosútiles para el juicio.

El segundo aspecto esción propias de la Iglesia. La activi-dad judicial eclesiástica, que se con-figura como servicio a la verdad enla justicia, tiene, en efecto, una con-notación profundamente pastoral,porque pretende perseguir el bien delos fieles y la edificación de la comu-nidad cristiana. Tal actividad consti-tuye un peculiar desarrollo de la po-testad de gobierno, orientado a laatención espiritual del pueblo deDios, y está, por lo tanto, insertadaplenamente en el camino de la mi-sión de la Iglesia. Se deriva de elloque la función judicial es una autén-tica diaconía, es decir, un servicio alpueblo de Dios en vista de la conso-

el judicial. Además de los requisitosde doctrina jurídica y teológica, enel ejercicio de su ministerio el juezse caracteriza por la pericia en el de-recho, la objetividad de juicio y laequidad, juzgando con imperturba-ble e imparcial equidistancia. Ade-más, en su actividad le guía la inten-ción de tutelar la verdad, en el res-peto de la ley, sin descuidar la deli-cadeza y la humanidad propias delpastor de almas.

El tercer aspecto es el p a s t o ra l . Encuanto expresión de la solicitud pas-toral del Papa y de los obispos, aljuez se le pide no sólo comprobada

En 2013 «se han resuelto casi cua-trocientas causas, más del doblerespecto a los años anteriores, po-niendo fin a la imponente cantidadde procedimientos pendientes, la-mentablemente algunos con dema-siados años». Lo indicó el decanodel tribunal de la Rota romana,monseñor Pio Vito Pinto, en el dis-curso pronunciado al inicio de laaudiencia.

Después de recordar lo excepcio-nal de los acontecimientos que sesucedieron durante el año que aca-ba de concluir —en particular la de-cisión de Benedicto XVI de «entraren el silencio para subir al monte»y la sucesiva elección del PapaFr a n c i s c o — el decano subrayó que«la primacía de Cristo es lo que laIglesia indicó al mundo en la gran-deza de los gestos que están forta-leciendo la práctica de la fe, la úni-ca fe católica».

La Rota, afirmó, precisamente ala luz de este «año de fatiga y decompromiso», quiere continuar«siendo signo auténtico de solici-tud en el ministerio de la justiciaeclesial». El decano elogió tambiénuna inversión de tendencia «contrael injusto prevalecer de decisionesnegativas sobre las afirmativas, an-cladas únicamente en la verdadfundamental y factual, iluminadapor el Espíritu, a través de la apor-tación de diversas sensibilidadeshumanas y jurídicas». Y expresó

«el compromiso a ser mayormentecercanos» al Papa «en la difícil pe-ro bendita labor de discernimientode los tiempos, sobre los cuales seilumina el tiempo de Dios, quien,como fue luz en la época así llama-da de cristiandad establecida, lo se-rá también en el actual contextosecularizado, teniendo lejos de lasuprema ley, la salus animarum,tanto el nocivo laxismo como eldestructivo rigorismo».

Monseñor Pinto dijo al Pontíficeque toda la familia de la Rota ro-mana —prelados auditores y com-ponentes del Tribunal con el grannúmero de abogados rotales—«quiere, como ya hizo con el PapaBenedicto, prometerle perfectaobediencia al magisterio y a las de-cisiones que Dios le inspirará porel bien espiritual del corazón mis-mo de la Iglesia, las familias y elmatrimonio cristiano». Obedienciay escucha «en la certeza de que in-cluso hoy Dios quiere seguir incli-nándose ante nuestra existencia depecado y de pobreza, para trans-formarla en signo de gracia», aña-dió. Y aseguró al Papa Francisco:«No nos quedaremos como estáti-cos espectadores, sino que sosten-dremos fielmente con la conversióndel corazón el camino de verdad yde salvación que el Espíritu Santole sugerirá indicar a la Iglesia y almundo».

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página 4 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 31 de enero de 2014, número 5

El Papa ha erigido la nueva dió-cesis de SU LTA N P E T (India) conterritorio desmembrado de ladiócesis de Coimbatore y Cali-cut, y la ha hecho sufragánea dela sede metropolitana de Verápo-lis.

La nueva diócesis tiene unaextensión de 4.466 km² y cuentacon una población de 4.260.435habitantes, de los cuales 30.975son católicos. Están distribuidosen 21 parroquias y son atendidospor 14 sacerdotes diocesanos y 18sacerdotes religiosos. Tambiéndesempeñan su misión en esa cir-cunscripción eclesiástica 9 reli-giosos y 102 religiosas.

Colegio episcopal

Erección de diócesis

Audiencias pontificias

Estado de la Ciudaddel Vaticano

RENUNCIAS:

El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral de la archiepar-quía de Akka, San Juan de Acre delos greco-melquitas (Israel) quemonseñor ELIAS CHACOUR, le habíapresentado en conformidad con elcanon 210 del Código de cánonesde las Iglesias orientales.

Elias Chacour nació en Biram,archieparquía de Akka de los greco-melquitas, el 28 de noviembre de1939. Recibió la ordenación sacerdo-tal el 24 de julio de 1965. BenedictoXVI le nombró arzobispo de Akka,San Juan de Acre de los greco-mel-quitas, el 7 de febrero de 2006; reci-bió la ordenación episcopal el 25 defebrero del mismo año.

El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral de la diócesis deLangres (Francia) que monseñorPHILIPPE GU E N E L E Y, le había pre-sentado en conformidad con el ca-non 401 § 1 del Código de derechocanónico.

Philippe Gueneley nació en Dole,diócesis de Saint-Claude (Francia),el 9 de noviembre de 1938. Recibióla ordenación sacerdotal el 29 de ju-nio de 1964. Juan Pablo II le nom-bró obispo de Langres el 16 de di-ciembre de 1999; recibió la ordena-ción episcopal el 5 de marzo de2000.

El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral de la diócesis deVentimiglia-San Remo (Italia) quemonseñor ALBERTO MARIA CAREG-G I O, le había presentado en confor-midad con el canon 401 § 1 del Có-digo de derecho canónico.

Alberto Maria Careggio nació enMazzè, diócesis de Ivrea, el 7 denoviembre de 1937. Recibió la orde-nación sacerdotal el 26 de junio de1966. Juan Pablo II le nombró obis-po de Chiávari el 4 de agosto de1995; recibió la ordenación episco-pal el 24 de septiembre del mismoaño. El Papa le trasladó a la sedede Ventimiglia-San Remo el 20 demarzo de 2004.

El Papa ha aceptado la renuncia algobierno pastoral de la diócesis deMamfe (Camerún) que monseñorFRANCIS TEKE LYSINGE, le habíapresentado en conformidad con elcanon 401 § 1 del Código de dere-cho canónico.

Le sucede en el gobierno pastoralde la diócesis el coadjutor, monse-ñor ANDREW NKEA FUANYA .

Francis Teke Lysinge nació enMuea, diócesis de Buéa (Camerún),el 28 de diciembre de 1938. Recibióla ordenación sacerdotal el 17 de

abril de 1966. Juan Pablo II le nom-bró obispo de Mamfe el 9 de febre-ro de 1999; recibió la ordenaciónepiscopal el 21 de abril del mismoaño.

Andrew Nkea Fuanya nació enWidikum, actual archidiócesis deBamenda, el 29 de agosto de 1965.Recibió la ordenación sacerdotal el22 de abril de 1992. El Papa Fran-cisco le nombró obispo coadjutorde Mamfe el 10 de julio de 2013; re-cibió la ordenación episcopal el 23de agosto del mismo año.

EL PA PA HA NOMBRAD O:

—Obispo de Langres (Francia) amonseñor JOSEPH DE METZ-NO-B L AT.

Joseph de Metz-Noblat nació enCherbourg, diócesis de Coutances,el 6 de febrero de 1959. Recibió laordenación sacerdotal el 28 de ma-yo de 1987, incardinado en la dióce-sis de Verdun. Se licenció en dere-cho canónico en el Instituto católi-co de París. Ha sido vicario parro-quial, párroco, responsable del ser-vicio diocesano para las vocacionesy la pastoral juvenil, superior delseminario propedéutico interdioce-sano, director nacional de la Uniónapostólica del clero, miembro delTribunal interdiocesano, vicario ju-dicial adjunto y vicario general deVe rd u n .

—Obispo de Ventimiglia-San Remo(Italia) a monseñor ANTONIO SUET-TA .

Antonio Suetta nació en Loano,Savona, el 25 de noviembre de 1962.Recibió la ordenación sacerdotal el4 de octubre de 1986, incardinadoen la diócesis de Albenga-Imperia.Obtuvo el doctorado en teología enel Ateneo Pontificio «Regina Apos-tolorum» de Roma. En su ministe-rio ha sido vicario parroquial y pá-rroco en diversas parroquias; direc-

EL SANTO PADREHA RECIBID O EN AU D I E N C I A :

Jueves 23 de enero

—Al cardenal Camillo Ruini, vica-rio general emérito de Su Santidadpara la diócesis de Roma.

—A monseñor Celestino Migliore,arzobispo titular de Canosa, nuncioapostólico en Polonia.

—A monseñor Miguel MauryBuendía, arzobispo titular de Itali-ca, nuncio apostólico en Kazajstán,Kirguizistán y Tayikistán.

—A monseñor Héctor RubénAguer, arzobispo de La Plata (Ar-gentina).

—A monseñor Eduardo MaríaTaussig, obispo de San Rafael (Ar-gentina).

—A monseñor Lorenzo Baldisseri,arzobispo titular de Diocleziana, se-cretario general del Sínodo de losobisp os.

—A monseñor Adolfo ArmandoUriona, F.D.P., obispo de Añatuya( A rg e n t i n a ) .

Viernes, día 24

—A monseñor Gerhard LudwigMüller, arzobispo, obispo eméritode Ratisbona (Alemania), prefectode la Congregación para la doctrinade la fe.

—A monseñor Pio Vito Pinto, de-cano del Tribunal de la Rota roma-na.

—Al presidente de la Repúblicade Francia François Hollande, conel séquito.

Sábado, día 25

—Al cardenal Marc Ouellet, P.S.S.,prefecto de la Congregación paralos obispos.

—Al padre José Gabriel Funes,S.J., director del Observatorio astro-nómico vaticano, con el padre JózefMarian Maj, S.J., vicedirector admi-nistrativo.

—Al presidente de la Conferenciainternacional católica de escultismo,Bray Barnes; con el señor RobertoCociancich y el presbítero JacquesG a g e y.

Lunes, día 27

—Al cardenal Angelo Amato,S.D.B., prefecto de la Congregaciónpara las causas de los santos.

A los obispos de la Conferenciaepiscopal de Austria, en visita «adlimina Apostolorum»:

—Cardenal Christoph Schönborn,O.P., arzobispo de Viena, con losauxiliares: monseñor Franz Scharl,obispo titular de Gerafi, y monse-

ñor Stephan Turnovszky, obispo ti-tular de Ancusa.

—Monseñor Ägidius Johann Zsif-kovics, obispo de Eisenstadt.

—Monseñor Ludwig Schwarz,S.D.B., obispo de Linz.

—Monseñor Klaus Küng, obispode Sankt Pölten, con el auxiliar:monseñor Anton Leichtfried, obis-po titular de Rufiniana.

—Monseñor Christian Werner,obispo titular de Wiener Neustadt,Ordinario militar.

El Santo Padre ha nombradoconsejero del Estado de la Ciu-dad del Vaticano al profesorVINCENZO BU O N O M O, jefe deoficina en la representación pon-tificia ante las Organizaciones yorganismos de las Naciones Uni-das para la alimentación y laagricultura (F.A.O., I.F.A.D., P.A.M.)y director del curso de doctoradoen jurisprudencia en la PontificiaUniversidad Lateranense deRoma.

El Santo Padre ha nombrado se-cretario del Colegio cardenalicioa monseñor ILSON DE JESÚSMO N TA N A R I , arzobispo titular deCapocilla, secretario de la Con-gregación para los obispos.

Colegioc a rd e n a l i c i o

COMUNICACIONES

Nombramientop ontificio

El Papa ha nombrado preladosauditores del Tribunal de la Rotaromana a monseñor ANTONIOBARTOLACCI, hasta ahora jefe dela Cancillería del mismo Tribu-nal, y al padre MANUEL SAT U R I -NO DA CO S TA GOMES, S.C.I., has-ta ahora profesor de derecho ca-nónico en la Facultad de teologíay director del Instituto superiorde derecho canónico en la Uni-versidad católica portuguesa,juez del Tribunal patriarcal deLisb oa.

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número 5, viernes 31 de enero de 2014 L’OSSERVATORE ROMANO página 5

Al Centro italiano femenino el Pontífice habla de la mujer en la Iglesia y en la sociedad

Una misión insustituibleEn la Iglesia y en la sociedad se vanabriendo a las mujeres «nuevosespacios y responsabilidades» que vanulteriormente difundidos y valorizados.Sin olvidar, sin embargo, que «laaportación del genio femeninopermanece imprescindible en el ámbitode la familia». Lo destacó el PapaFrancisco en el discurso que dirigió alas participantes en el congresonacional del Centro italiano femenino,a quienes recibió en audiencia elsábado 25 de enero, por la mañana, enla sala Clementina.

Queridas amigas del Centro italianofemenino:

Con ocasión del Congreso devuestra asociación os doy mi bienve-nida y os saludo cordialmente. Doylas gracias a vuestra presidenta porlas palabras con las que ha introdu-cido nuestro encuentro.

Doy gracias con vosotras al Señorpor todo el bien que el Centro ita-liano femenino ha realizado durantesus casi setenta años de vida, por lasobras que ha llevado a cabo en elcampo de la formación y promociónhumana, y por el testimonio que hadado sobre el papel de la mujer enla sociedad y en la comunidad ecle-sial. En efecto, en el curso de estosúltimos decenios, junto a otras trans-formaciones culturales y sociales,también la identidad y el papel de la

mujer, en la familia, en la sociedad yen la Iglesia, ha conocido notablescambios y, en general, la participa-ción y la responsabilidad de las mu-jeres ha ido creciendo.

En este proceso ha sido y es im-portante también el discernimiento

por parte del Magisterio de los Pa-pas. De modo especial se debe men-cionar la carta apostólica Mulierisdignitatem de 1988, del beato JuanPablo II, sobre la dignidad y voca-ción de la mujer, documento que, enlínea con la enseñanza del Vaticano

amplíen los espacios para una pre-sencia femenina más amplia e incisi-va en la Iglesia (cf. Exhort. ap.Evangelii gaudium, 103).

Estos nuevos espacios y responsa-bilidades que se han abierto, y quedeseo vivamente se puedan extenderulteriormente a la presencia y a laactividad de las mujeres, tanto en elámbito eclesial como en el civil yprofesional, no pueden hacer olvidarel papel insustituible de la mujer enla familia. Los dotes de delicadeza,peculiar sensibilidad y ternura, queabundantemente tiene el alma feme-nina, representan no sólo una genui-na fuerza para la vida de las fami-lias, para la irradiación de un climade serenidad y de armonía, sino unarealidad sin la cual la vocación hu-mana sería irrealizable. Esto es im-portante. Sin estas actitudes, sin es-tos dotes de la mujer, la vocaciónhumana no puede realizarse.

Si en el mundo del trabajo y en laesfera pública es importante la apor-tación más incisiva del genio femeni-no, tal aportación permanece im-prescindible en el ámbito de la fami-lia, que para nosotros cristianos noes sencillamente un lugar privado,sino la «Iglesia doméstica», cuya sa-lud y prosperidad es condición parala salud y prosperidad de la Iglesia yde la sociedad misma. Pensemos enla Virgen: la Virgen en la Iglesiacrea algo que no pueden crear lossacerdotes, los obispos y los Papas.Es ella el auténtico genio femenino.Y pensemos en la Virgen en las fa-milias. ¿Qué hace la Virgen en unafamilia? Por lo tanto la presencia dela mujer en el ámbito doméstico serevela como nunca necesaria para latransmisión a las generaciones futu-ras de sólidos principios morales ypara la transmisión misma de la fe.

En este punto surge espontánea-mente preguntarse: ¿cómo es posiblecrecer en la presencia eficaz en tan-tos ámbitos de la esfera pública, enel mundo del trabajo y en los luga-res donde se toman las decisionesmás importantes y, al mismo tiempo,mantener una presencia y una aten-ción preferencial y del todo especialen y para la familia? Y aquí está elámbito del discernimiento que, ade-más de la reflexión sobre la realidadde la mujer en la sociedad, presupo-ne la oración asidua y perseverante.

Es en el diálogo con Dios, ilumi-nado por su Palabra, regado por lagracia de los Sacramentos, donde lamujer cristiana busca siempre res-ponder nuevamente a la llamada delSeñor, en lo concreto de su condi-ción.

La presencia maternal de Maríasostiene siempre esta oración. Ella,que cuidó a su Hijo divino, que pro-pició su primer milagro en las bodasde Caná, que estaba presente en elCalvario y en Pentecostés, os indi-que el camino que hay que recorrerpara profundizar el significado y elpapel de la mujer en la sociedad ypara ser plenamente fieles al SeñorJesucristo y a vuestra misión en elmundo. Gracias.

Jóvenes y debate sobre el aborto

Un nuevo escenario

II, ha reconocido lafuerza moral de lamujer, su fuerza es-piritual (cf. n. 30);y recordamos tam-bién el mensaje pa-ra la jornada mun-dial de la paz de1995 sobre el tema«La mujer: educa-dora para la paz».

He recordado laindispensable apor-tación de la mujeren la sociedad, enparticular con susensibilidad e intui-ción hacia el otro,el débil y el inde-fenso. Me alegraver cómo muchasmujeres compartenresp onsabilidadespastorales con lossacerdotes, en elacompañamiento depersonas, familias ygrupos, así como enla reflexión teológi-ca; y desea que se

LU C E T TA SCARAFFIA

Algo está cambiando en el mundo con respecto alaborto: en España el Gobierno ha decidido consentirlosólo en caso de violencia o de graves malformaciones,mientras que en Estados Unidos más de veinte Estadosrestringen las posibilidades de poner fin a un embara-zo y en la Cámara se votó una norma que prohíbe elaborto después de las veinte semanas. Y hace pocosdías la marcha por la vida que tuvo lugar en la capitalvio desfilar, a pesar del frío polar, a muchos jóvenes.

Como observó «The Washington Post», el nuevomovimiento antiabortista —contra toda previsión— con-quista cada vez más a los jóvenes. Son jóvenes que aúnno habían nacido en el momento de las grandes bata-llas de los años setenta y piensan libremente, sin ser in-fluenciados por esa oleada ideológica que entonces hi-zo de la interrupción del embarazo una cuestión de de-rechos, un paso fundamental de la emancipación feme-nina.

Mientras que los jóvenes americanos están descu-briendo el derecho a la vida y se apasionan por ello, enFrancia el Gobierno propone una ampliación de la po-sibilidad de abortar, haciendo de la opción algo librede cualquier vínculo moral: se canceló, en efecto, todareferencia que la vincule a un contexto dramático, auna condición de «extremo malestar de la mujer». Yrespecto a esta modificación —sobre todo formal, por-que ya desde hace años esta cláusula no se respetaba—se volvió a abrir la batalla: también aquí, por el abortoadultos y ancianos, mientras que muchos jóvenes se de-claran contrarios.

Estos conflictos superan la tradicional oposición po-lítica entre derecha e izquierda, convirtiéndose en en-frentamientos entre generaciones. Los viejos defensoresdel aborto, además, no quieren admitir que la legaliza-ción fue un fracaso respecto a sus mismos objetivos: aldefender el «derecho de aborto», en efecto, habíanprometido que la legalización, acompañada por una in-sistente campaña anticonceptiva, habría, de hecho, dis-minuido el recurso a este procedimiento. No sucediónada por el estilo. Es más, se calcula que hoy en Fran-

cia una mujer de cada tres haya abortado al menos unavez, mientras que la transformación lingüística —con eluso de la expresión «interrupción voluntaria del emba-razo», es decir, la intención de hacer del aborto una in-tervención médica como las demás— logró sólo teñirlode una superficial levedad.

Pero el problema más grave que abrió la legalizacióndel aborto —y que nadie quiere afrontar— es su conflic-to con los derechos humanos, como recuerda el PapaFrancisco en la Evangelii gaudium: «Esta defensa de lavida por nacer está íntimamente ligada a la defensa decualquier derecho humano. Supone la convicción deque un ser humano es siempre sagrado e inviolable, encualquier situación y en cada etapa de su desarrollo. Esun fin en sí mismo y nunca un medio para resolverotras dificultades. Si esta convicción cae, no quedanfundamentos sólidos y permanentes para defender losderechos humanos, que siempre estarían sometidos aconveniencias circunstanciales de los poderosos de tur-no».

Con la legalización del aborto, como escribió el so-ciólogo francés Luc Boltanski, después de dos mil añosse planteó nuevamente el problema sobre cuál es la de-finición del ser humano, con relativa crisis de esa ideaque está detrás de la Declaración de los derechos hu-manos de 1948. La irrupción del aborto en la esfera dela legalidad, en efecto, reabre una diferencia entre «se-res humanos de la carne» y «seres humanos confirma-dos por la palabra»; sólo a éstos últimos se les concedevivir, mientras que los primeros se vuelven a encontraren la condición que en otro tiempo era de los esclavos:es decir, son «una humanidad no confirmada». Bol-tanski, que razona fuera de las pasiones ideológicas yreligiosas, concluye que «la condición del feto es lacondición humana».

Entonces es posible —y deseable— que, poniendo entela de juicio el aborto, la reapertura del debate sobrela definición y la dignidad de cada ser humano vuelvaa encender interés y escucha por la posición de la Igle-sia, hasta hace poco tiempo considerada anticuada yconservadora.

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número 5, viernes 31 de enero de 2014 L’OSSERVATORE ROMANO páginas 6/7

En la basílica de San Pablo Extramuros el Papa concluye la semana de oración por la unidad

Cristo no puede estar dividido

«¿Está dividido Cristo?» (1 Co 1, 13).La enérgica llamada de atención de sanPablo al comienzo de su Primera cartaa los Corintios, que resuena en la litur-gia de esta tarde, ha sido elegida porun grupo de hermanos cristianos deCanadá como guión para nuestra medi-tación durante la Semana de oración deeste año.

El Apóstol ha recibido con gran tris-teza la noticia de que los cristianos deCorinto están divididos en varias fac-ciones. Hay quien afirma: «Yo soy dePablo»; otros, sin embargo, declaran:«Yo soy de Apolo»; y otros añaden:«Yo soy de Cefas». Finalmente, estántambién los que proclaman: «Yo soy deCristo» (cf. v. 12). Pero ni siquiera losque se remiten a Cristo merecen el elo-gio de Pablo, pues usan el nombre delúnico Salvador para distanciarse deotros hermanos en la comunidad. Enotras palabras, la experiencia particularde cada uno, la referencia a algunaspersonas importantes de la comunidad,se convierten en el criterio para juzgarla fe de los otros.

En esta situación de división, Pabloexhorta a los cristianos de Corinto, «ennombre de nuestro Señor Jesucristo», aser unánimes en el hablar, para que nohaya divisiones entre ellos, sino que es-tén perfectamente unidos en un mismopensar y un mismo sentir (cf. v. 10). Pe-ro la comunión que el Apóstol reclamano puede ser fruto de estrategias huma-nas. En efecto, la perfecta unión entrelos hermanos sólo es posible cuando seremiten al pensar y al sentir de Cristo(cf. Flp 2, 5). Esta tarde, mientras esta-mos aquí reunidos en oración, nos da-mos cuenta de que Cristo, que no pue-de estar dividido, quiere atraernos haciasí, hacia los sentimientos de su cora-zón, hacia su abandono total y confia-do en las manos del Padre, hacia sudespojo radical por amor a la humani-dad. Sólo Él puede ser el principio, lacausa, el motor de nuestra unidad.

VIENE DE LA PÁGINA 1

El Ángelus del domingo 26 de enero

podemos asustarnos y ceder a la tenta-ción de construir recintos para estarmás seguros, más protegidos. Pero Je-sús nos enseña que la Buena Noticia,que Él trae, no está reservada a unaparte de la humanidad, sino que se hade comunicar a todos. Es un felizanuncio destinado a quienes lo esperan,pero también a quienes tal vez ya noesperan nada y no tienen ni siquiera lafuerza de buscar y pedir.

Partiendo de Galilea, Jesús nos ense-ña que nadie está excluído de la salva-ción de Dios, es más, que Dios prefierepartir de la periferia, de los últimos,para alcanzar a todos. Nos enseña unmétodo, su método, que expresa elcontenido, es decir, la misericordia delPadre. «Cada cristiano y cada comuni-dad discernirá cuál es el camino que elSeñor le pide, pero todos somos invita-dos a aceptar este llamado: salir de lapropia comodidad y atreverse a llegar atodas las periferias que necesitan la luzdel Evangelio» (Exhort. ap. Evangeliigaudium, 20).

Jesús comienza su misión no sólodesde un sitio descentrado, sino tam-bién con hombres que se catalogarían,así se puede decir, «de bajo perfil». Pa-ra elegir a sus primeros discípulos y fu-turos apóstoles, no se dirige a las es-cuelas de los escribas y doctores de laLey, sino a las personas humildes y alas personas sencillas, que se preparancon diligencia para la venida del reinode Dios. Jesús va a llamarles allí dondetrabajan, a orillas del lago: son pesca-dores. Les llama, y ellos le siguen, in-mediatamente. Dejan las redes y vancon Él: su vida se convertirá en unaaventura extraordinaria y fascinante.

Queridos amigos y amigas, el Señorllama también hoy. El Señor pasa porlos caminos de nuestra vida cotidiana.Incluso hoy, en este momento, aquí, elSeñor pasa por la plaza. Nos llama a ircon Él, a trabajar con Él por el reinode Dios, en las «Galileas» de nuestrostiempos. Cada uno de vosotros piense:el Señor pasa hoy, el Señor me mira,me está mirando. ¿Qué me dice el Se-ñor? Y si alguno de vosotros percibeque el Señor le dice «sígueme» sea va-liente, vaya con el Señor. El Señor ja-más decepciona. Escuchad en vuestrocorazón si el Señor os llama a seguirle.Dejémonos alcanzar por su mirada, porsu voz, y sigámosle. «Para que la ale-gría del Evangelio llegue hasta los con-fines de la tierra y ninguna periferia seprive de su luz» (ibid., 288).

Después del Ángelus el Papa saludó aSara y a Matteo, que se asomaron a laventana con él. En la oración marianaparticiparon muchachos de la AcciónCatólica de la diócesis de Roma, queconcluyeron el mes de enerotradicionalmente dedicado al tema de lapaz. Saludándoles, el Pontífice recordótambién, entre otras cosas, la jornadamundial de los enfermos de lepra, ladramática situación de Ucrania, alpequeño Cocò Campolongo y el año nuevolunar que se celebra en el Lejano Oriente.

Ahora veis que no estoy solo: estoyacompañado por dos de vosotros, quesubieron aquí. ¡Son buenos estos dos!

Se celebra hoy la jornada mundial delos enfermos de lepra. Esta enfermedad,incluso estando en retroceso, lamenta-blemente afecta todavía a muchas per-sonas en condiciones de grave miseria.Es importante mantener viva la solidari-

dad con estos hermanos y hermanas. Aellos les aseguramos nuestra oración; yrezamos también por todos aquellosque les asisten y, de diferentes formas,se empeñan por desafiar este morbo.

Soy cercano con la oración a Ucra-nia, en particular a cuantos perdieronla vida en estos días y a sus familias.Deseo que se desarrolle un diálogoconstructivo entre las instituciones y lasociedad civil y, evitando todo recursoa la violencia, prevalezca en el corazónde cada uno el espíritu de paz y la bús-queda del bien común.

Hoy hay muchos niños en la plaza.¡Muchos! También con ellos deseo diri-gir un recuerdo a Cocò Campolongo,que a los tres años fue quemado en uncoche en Cassano all’ Jonio. Este ensa-ñamiento sobre un niño tan pequeñoparece no tener precedentes en la histo-ria de la criminalidad. Recemos conCocò, que seguramente está con Jesúsen el cielo, por las personas que come-tieron este crimen, para que se arre-pientan y se conviertan al Señor.

En los próximos días, millones depersonas que viven en el Lejano Orienteo diseminadas en varias partes del mun-do, entre ellos chinos, coreanos y vietna-mitas, celebran el inicio del año nuevolunar. A todos ellos deseo una existenciallena de alegría y esperanza. Que el an-helo irreprimible de fraternidad, que al-bergan en su corazón, encuentre en laintimidad de la familia el lugar privile-giado donde ser descubierto, educado yrealizado. Será ésta una preciosa aporta-ción a la construcción de un mundomás humano, donde reine la paz.

Ayer, en Nápoles, fue proclamadabeata María Cristina de Saboya, quevivió en la primera mitad del siglo die-cinueve, reina de las dos Sicilias. Mujerde profunda espiritualidad y de granhumildad, supo hacerse cargo de lossufrimientos de su pueblo, convirtién-dose en auténtica madre de los pobres.Su ejemplo extraordinario de caridadtestimonia que la vida buena del Evan-gelio es posible en todo ambiente ycondición social.

Me dirijo ahora a los muchachos y alas muchachas de la Acción Católica dela diócesis de Roma. Queridos chava-les, también este año, acompañados porel cardenal vicario, habéis venido nu-merosos al término de vuestra «Carava-na de la paz». Os agradezco. Os agra-dezco mucho. Escuchemos ahora elmensaje que vuestros amigos, aquí jun-to a mí, nos leerán.

«Este año —dijo Sara antes de soltar dospalomas como símbolo de la paz— estamosreflexionando sobre la importancia deponernos en juego y dar la propiaaportación única y original al grito: “Nohay juego sin ti”». Además, porque «cadaniño tiene el derecho de poder jugar»,pero «no en todas las partes del mundoesto puede darse», la ACR ro m a n a«recogió donativos destinados a los niñosy a los muchachos de Haití, para permitirla construcción de lugares de recreación,de encuentro y deporte. De este modo, enesas tierras destruidas por las catástrofesnaturales, podrá renacer la esperanza apartir de la alegría y la sonrisa de loschavales. Al final, el Pontífice se despidiócon estas palabras.

Y ahora estos dos buenos muchachoslanzarán las palomas, símbolo de paz.

A todos deseo un feliz domingo ybuen almuerzo. ¡Hasta la vista!

a ellos, menciono también al Papa Pa-blo VI, otro gran protagonista del diálo-go, del que recordamos precisamente enestos días el quincuagésimo aniversariodel histórico abrazo en Jerusalén con elPatriarca de Constantinopla, Atenágo-ras.

La obra de estos Pontífices ha conse-guido que el aspecto del diálogo ecu-ménico se haya convertido en una di-mensión esencial del ministerio delobispo de Roma, hasta el punto de quehoy no se entendería plenamente el ser-vicio petrino sin incluir en él esta aper-tura al diálogo con todos los creyentesen Cristo. También podemos decir queel camino ecuménico ha permitido pro-fundizar la comprensión del ministeriodel Sucesor de Pedro, y debemos con-fiar en que seguirá actuando en estesentido también en el futuro. Mientrasconsideramos con gratitud los avancesque el Señor nos ha permitido hacer, y

sión contradice clara yabiertamente la voluntadde Cristo, es un escánda-lo para el mundo y per-judica a la causa santísi-ma de predicar el Evan-gelio a toda criatura»(Unitatis redintegratio, 1).Las divisiones nos hanhecho daño a todos.Ninguno de nosotros de-sea ser causa de escánda-lo. Por eso, todos cami-namos juntos, fraternal-mente, por el camino dela unidad, construyendola unidad al caminar, esaunidad que viene del Es-píritu Santo y que se ca-racteriza por una singula-ridad especial, que sóloel Espíritu Santo puedelograr: la diversidad re-conciliada. El Señor nosespera a todos, nosacompaña a todos, estácon todos nosotros en es-

Saludando uno por uno a todos los representantes de lasdiversas denominaciones cristianas el Papa Franciscoconcluyó la celebración ecuménica de las Vísperas, elsábado 25 de enero, por la tarde, en la basílica de SanPablo Extramuros. Junto a él realizaron también estegesto de fraternidad y amistad el arzobispo ortodoxoGennadios Zervos, metropolita del Patriarcado ecuménicode Constantinopla para Italia y Malta y exarca paraEuropa meridional, y David Moxon, representante delarzobispo de Canterbury ante la Santa Sede, director delcentro anglicano de Roma. También con ellos, al inicio dela celebración, el Papa rezó ante el sepulcro de sanPablo. Asistieron al Pontífice en la oración de las

segundas Vísperas de la solemnidad de la conversión desan Pablo —como conclusión de la Semana de oraciónpor la unidad de los cristianos— los cardenales diáconosJames Michael Harvey, arcipreste de la basílica, con supredecesor Francesco Monterisi. Estuvieron presentesdieciséis purpurados, entres ellos el decano del Colegiocardenalicio Angelo Sodano y el vicario para la diócesisde Roma Agostino Vallini. Numerosos los arzobispos yobispos: el secretario de Estado Pietro Parolin, elsustituto de la Secretaría de Estado Angelo Becciu y elprefecto de la Casa pontificia Georg Gänswein. Comoconclusión de las Vísperas, el obispo Brian Farrellsecretario del Consejo pontificio para la promoción de la

unidad de los cristianos agradeció al Papa su atención aldiálogo ecuménico, en nombre también del cardenalpresidente Kurt Koch, que no pudo estar presenteimposibilitado por un malestar. Y puso de relieve cómo eldon de la unidad pide a todos la conversión, evitandoparticularismos y homologaciones. Entre los presentes,miembros y oficiales del dicasterio ecuménico, con elsubsecretario monseñor Andrea Palmieri, treintaestudiantes del Instituto de Bose y numerosos jóvenesortodoxos y orientales que estudian en Roma. El abad deSan Pablo dom Edmund Power, juntamente con losmonjes benedictinos, acogió y acompañó al Papa en lacelebración en la basílica.

Cuando estamos en su presencia, noshacemos aún más conscientes de queno podemos considerar las divisionesen la Iglesia como un fenómeno encierto modo natural, inevitable en cual-quier forma de vida asociativa. Nues-tras divisiones hieren su cuerpo, dañanel testimonio que estamos llamados adar en el mundo. El decreto sobre elecumenismo del Vaticano II, refiriéndo-se al texto de san Pablo que hemos me-ditado, afirma de manera significativa:«Con ser una y única la Iglesia funda-da por Cristo Señor, son muchas, sinembargo, las Comuniones cristianasque se presentan a los hombres como laverdadera herencia de Jesucristo; cierta-mente, todos se confiesan discípulosdel Señor, pero sienten de modo distin-to y marchan por caminos diferentes,como si Cristo mismo estuviera dividi-do». Y, por tanto, añade: «Esta divi-

te camino de la unidad.Queridos amigos, Cristo no puede

estar dividido. Esta certeza debe ani-marnos y sostenernos para continuarcon humildad y confianza en el caminohacia el restablecimiento de la plenaunidad visible de todos los creyentes enCristo. Me es grato recordar en estemomento la obra del beato Juan XXIII ydel beato Juan Pablo II. Tanto uno co-mo otro fueron madurando durante suvida la conciencia de la urgencia de lacausa de la unidad y, una vez elegidosobispos de Roma, han guiado con de-terminación a la grey católica por el ca-mino ecuménico. El Papa Juan XXIII,abriendo nuevas vías, antes casi impen-sables. El Papa Juan Pablo II, propo-niendo el diálogo ecuménico como di-mensión ordinaria e imprescindible dela vida de cada Iglesia particular. Junto

sin ocultar las dificultades por las quehoy atraviesa el diálogo ecuménico,pidamos que todos seamos impregna-dos de los sentimientos de Cristo, pa-ra poder caminar hacia la unidad queÉl quiere. Y caminar juntos es yaconstruir la unidad.

En este ambiente de oración por eldon de la unidad, quisiera saludarcordial y fraternalmente a Su Eminen-cia el Metropolita Gennadios, repre-sentante del Patriarcado Ecuménico; a

Su Gracia David Moxon, representan-te del arzobispo de Canterbury enRoma; y a todos los representantes delas diversas Iglesias y Comunidadeseclesiales que esta tarde han venidoaquí. Con estos dos hermanos, en re-presentación de todos, hemos rezadoante el sepulcro de Pablo y hemos di-cho entre nosotros: «Pidamos paraque él nos ayude en este camino, eneste camino de la unidad, del amor,haciendo camino de unidad». La uni-dad no vendrá como un milagro al fi-nal: la unidad viene en el camino, laconstruye el Espíritu Santo en el ca-mino. Si no caminamos juntos, si norezamos los unos por los otros, si nocolaboramos en tantas cosas como po-demos hacer en este mundo por elPueblo de Dios, la unidad no se dará.Se construye en este camino, a cadapaso, y no la hacemos nosotros: la ha-ce el Espíritu Santo, que ve nuestrabuena voluntad.

Queridos hermanos y hermanas,oremos al Señor Jesús, que nos ha he-cho miembros vivos de su Cuerpo,para que nos mantenga profundamen-te unidos a Él, nos ayude a superarnuestros conflictos, nuestras divisio-nes, nuestros egoísmos; y recordemosque la unidad es siempre superior alconflicto. Y nos ayude a estar unidosunos a otros por una sola fuerza, ladel amor, que el Espíritu Santo derra-ma en nuestros corazones (cf. Rm 5, 5). Amén.

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página 8 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 31 de enero de 2014, número 5

Misa con el Papa en Santa MartaCorazones libres

de envidias y celosCon una oración para que la «semi-lla de los celos no se siembre» en lascomunidades cristianas y la envidiano tenga un lugar en el corazón delos creyentes concluyó el Papa Fran-cisco la homilía de la misa del jueves23 de enero en Santa Marta.

Toda la reflexión del Pontífice secentró en el tema de los celos y laenvidia, definidas como las puertas através de las cuales el diablo entróen el mundo. El obispo de Romapartió de la primera lectura, tomadadel primer libro de Samuel (18, 6-9;19, 1-7), donde se narra acerca de lasmujeres que, tras la victoria del pue-blo de Dios contra los filisteos, salie-ron de todas las ciudades de Israel acantar y a bailar al encuentro del reySaúl. También éste último —comen-tó— «estaba feliz, pero sintió algoque no le gustó. Cuando las mujeresalababan a David porque había ma-tado al Filisteo», algo arrojó en elcorazón del soberano «amargura,

tra en la primera página de la Bibliacon Caín.

El Santo Padre destacó luego loque sucede en concreto «en el cora-zón de una persona cuando tiene es-tos celos, esta envidia». Son dos lasconsecuencias principales. La prime-ra es la amargura: «La persona envi-diosa y celosa es una persona amar-gada, no sabe cantar, no sabe alabar,no sabe lo que es la alegría; mirasiempre» lo que tienen los demás. Yesta amargura, lamentablemente, «sedifunde en toda la comunidad»,porque quienes son víctimas de esteveneno se convierten en «sembrado-res de amargura».

La segunda consecuencia está re-presentada por las habladurías. Estáquien no soporta que otro tenga al-go —explicó el Papa— y entonces «lasolución es abajar al otro, para seryo un poco más alto. Y el instru-mento son las habladurías: buscasiempre y verás que detrás de unacrítica están los celos y la envidia».

Por lo tanto, «las habladurías di-viden a la comunidad, destruyen a la

dijo el Papa Francisco en la misaque celebró el viernes 24 de enero.

El punto central de la homilía fueel pasaje del primer libro de Samuel(24, 3-21), que narra el enfrentamien-to entre Saúl y David. «Ayer —re c o r -dó el Papa— escuchamos la Palabrade Dios» que «nos hacía ver lo quehacen los celos, lo que hace la envi-dia en las familias y en las comuni-dades cristianas». Son actitudes ne-gativas que «llevan siempre a mu-chas peleas, a muchas divisiones, in-cluso al odio».

Pero «hoy la Palabra de Dios—prosiguió el Papa— nos muestraotra actitud: la de David», quien«sabía muy bien» que se encontraba«en peligro; sabía que el rey queríamatarlo. Y se encontró precisamenteen la situación de poder matar alrey, y así se terminaba la historia».Sin embargo, «eligió otro camino»,prefirió «el camino del acercamiento,de la aclaración de la situación, dela explicación. El camino del diálo-go para hacer las paces».

En cambio, el rey Saúl «rumiaba

—puntualizó el Santo Padre—, todossabemos que para hacer estas cosases necesario tragar mucha quina; de-bemos hacerlo, porque las paces sehacen así». Las paces se hacen «conhumildad, con humillación», siem-pre tratando de «ver en el otro laimagen de Dios». Así muchos pro-blemas encuentran solución, «con eldiálogo en la familia, en las comuni-dades, en los barrios». Se requieredisponibilidad para reconocer anteel otro: «escucha, disculpa, creía es-to…». La actitud justa es «humillar-se: es siempre bueno construir unpuente, siempre, siempre». Este es elestilo de quien quiere «ser cristia-no», aunque —admitió el Papa— «noes fácil, no es fácil». Sin embargo,«Jesús lo hizo, se humilló hasta elfin, nos mostró el camino».

El Pontífice dio luego otro conse-jo práctico: para abrirse al diálogo«es necesario que no pase muchotiempo». En efecto, hay que afrontarlos problemas «lo antes posible, enel momento en que se puede hacer,cuando ha pasado la tormenta». In-mediatamente hay que «acercarse aldiálogo, porque el tiempo hace cre-cer el muro», tal «como crece lahierba mala, que impide el creci-miento del trigo». Y puso en guar-dia: «cuando crecen los muros, esmucho más difícil la reconciliación,mucho más difícil». El obispo deRoma hizo referencia al muro deBerlín, que durante muchos años fueun elemento de división. Y observóque «también en nuestro corazónexiste la posibilidad de convertirnoscomo Berlín, con un muro levantadofrente a los demás. De ahí la invita-ción a «no dejar que pase muchotiempo» y «buscar la paz lo antesp osible».

En particular, el Papa hizo refe-rencia a los esposos: «es normal queos peleéis, es normal». Y viendo lasonrisa de algunas parejas presentesen la misa, reafirmó que «en un ma-trimonio se pelea, algunas veces in-cluso vuelan los platos». Pero «ja-más debe terminar la jornada —acon-sejó—, sin hacer las paces, sin el diá-logo que algunas veces es solamenteun gesto», un decirse «hasta maña-na».

«Tengo miedo de estos muros—afirmó el Papa— que se elevan cadadía y favorecen los resentimientos.También el odio». E indicó de nue-vo la elección del «joven David: po-día vengarse perfectamente», podíamatar al rey, pero «eligió el caminodel diálogo con humildad, con man-sedumbre, de la dulzura». Y, enconclusión, pidió «a san Franciscode Sales, doctor en dulzura», quenos conceda «a todos nosotros lagracia de construir puentes con losdemás, jamás muros».

Cuando los sacerdotesno son noticia

No son noticia en los periódicos, pe-ro dan fuerza y esperanza a loshombres: son todos los obispos y sa-cerdotes «anónimos» que siguenofreciendo su vida en nombre deCristo al servicio de las diócesis y lasparroquias. Por esos sacerdotes «va-lientes, santos, buenos y fieles» elPapa Francisco invitó a rezar en lamisa celebrada el lunes 27 de enero.

explicó el Papa Francisco, «el gusa-no de los celos trae el resentimiento,envidia, amargura» y también deci-siones instintivas, como la de matar.No por casualidad Saúl madura lamisma determinación de Caín: ma-tar. Y decide matar a David.

Una realidad que se repite aúnhoy, añadió el Pontífice, «en nuestrocorazón. Es una inquietud mala, queno tolera que un hermano o unahermana tenga algo que yo no ten-go». Y así «en lugar de alabar aDios, como hacían las mujeres deIsrael por la victoria», se opta porencerrarse en sí mismos, «amargarsey cocinar los propios sentimientos,cocinarlos en el caldo de la amargu-ra».

Precisamente los celos y la envi-dia, por lo demás, son las puertas através de las cuales entró el diabloen el mundo, continuó el Papa, des-tacando que es la Biblia quien loafirma: «Por la envidia del diabloentró el mal en el mundo». Y «loscelos y la envidia abren las puertas atodas las cosas malas», acabandopor provocar laceraciones entre loscreyentes mismos. El Pontífice se re-firió explícitamente a la vida de lascomunidades cristianas, poniendo derelieve que cuando «algunos miem-bros sufren de celos y de envidia,terminan divididas». Divisiones queel Papa Francisco definió «un vene-no fuerte», el mismo que se encuen-

comunidad: son las armas del dia-blo. Hemos visto muchas hermosascomunidades cristianas —comentócon dolor el Pontífice— que marcha-ban bien», pero luego en alguno desus miembros «entró el gusano delos celos y de la envidia, y llegó latristeza», sus «corazones se irrita-ron». He aquí entonces la invitacióna no olvidar el episodio de Saúl,porque «después de una gran victo-ria, comienza un proceso de derrota.Una persona que está bajo el influjode la envidia y de los celos mata».

Así, el deseo final del Santo Pa-dre: «Hoy, en esta misa, rezamospor nuestras comunidades cristianas,para que esta semilla de los celos nose siembre nunca entre nosotros. Pa-ra que la envidia no ocupe un lugaren nuestro corazón, en el corazón denuestras comunidades. Y así poda-mos seguir adelante con la alabanzaal Señor, alabando al Señor con laalegría. Es una gracia grande: la gra-cia de no caer en la tristeza, en el re-sentimiento, en los celos y en la en-vidia», concluyó.

Cómo se construye el diálogoEl diálogo se construye con humil-dad, incluso a costa de «tragar qui-na», porque es necesario evitar queen nuestro corazón se levanten «mu-ros» de resentimiento y odio. Lo

rompe ese mecanismo de odio «y di-ce no, yo quiero dialogar contigo».Es así, explicó el Pontífice, como«comienza el camino de la paz: conel diálogo». Pero, advirtió, «dialogarno es fácil, es difícil». De todos mo-dos, sólo «con el diálogo se constru-yen puentes en la relación, y no mu-ros, que nos alejan».

«Para dialogar —precisó el Papa—es necesaria, ante todo, la humil-dad». Lo demuestra el ejemplo de«David, humilde, que dijo al rey:mira, habría podido matarte; habríapodido hacerlo, pero no quise.Quiero estar cerca de ti, porque túeres la autoridad, eres el ungido delSeñor». David realiza «un acto dehumildad».

Por lo tanto, para dialogar no haynecesidad de alzar la voz, «sino quees necesaria la mansedumbre». Y,además, «es necesario pensar que laotra persona tiene algo más que yo»,tal como hizo David, quien, miran-do a Saúl, se decía a sí mismo: «éles el ungido del Señor, es más im-portante que yo». Junto «con la hu-mildad y la mansedumbre, para dia-logar —añadió el Pontífice— es nece-sario hacer lo que hemos pedido hoyen la oración, al comienzo de la mi-sa: hacerse todo a todos».

«Humildad, mansedumbre, hacer-se todo a todos» son los tres ele-mentos básicos para el diálogo. Peroaunque «no esté escrito en la Biblia

tristeza».Precisamente en

ese momento con-creto —destacó elSanto Padre— una«gran victoria co-mienza a convertirseen una derrota en elcorazón del rey. Co-mienza esa amargu-ra» que lleva a lamente «lo que suce-día en el corazón deCaín: comienza esegusano de los celosy de la envidia». Alrey Saúl le sucedeaquello que le suce-dió a Caín cuandoel Señor le pregun-tó: «¿Por qué te en-fureces y andas aba-tido?». En efecto,

en su corazón estasamarguras», insulta-ba «a David porquecreía que era su ene-migo. Y ésta aumen-taba en su corazón».Por desgracia, afir-mó el Papa, «esasfantasías aumentansiempre cuando lasescuchamos dentrode nosotros. Y le-vantan un muro quenos aleja de la otrapersona». Así termi-namos por quedar«aislados en estecaldo amargo denuestro resentimien-to».

He aquí que Da-vid, «con la inspira-ción del Señor»,

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número 5, viernes 31 de enero de 2014 L’OSSERVATORE ROMANO página 9

La reflexión del Pontífice se cen-tró en la primera lectura, tomada delsegundo libro de Samuel (5, 1-7. 10),que narra la unción del rey David.«Hemos escuchado —dijo— la histo-ria de esa reunión» en Hebrón,cuando «todas las tribus de Israelfueron a ver a David para proponer-le que fuera su rey». En efecto, ex-plicó, «David era rey de Judá, peroel reino estaba dividido». Todos losancianos del pueblo «vieron que elúnico que podía» ser rey «era Da-vid». Así, «fueron a verlo para sellaruna alianza». Juntos, prosiguió elPapa, «seguramente hablaron, discu-tieron sobre cómo establecer laalianza. Y, al final, decidieron pro-clamarlo rey». Pero «esa decisión,digamos, no era una decisión demo-crática»; más bien, era una decisiónunánime: «tú eres rey».

El Pontífice explicó que «ese fueel primer paso. Después llegó el se-gundo: el rey David selló una alian-za con ellos», y los ancianos delpueblo «ungieron a David como reyde Israel». He aquí, pues, la impor-tancia de la unción. «Sin esa unción—dijo—, David habría sido solamenteel jefe, el organizador de una empre-sa que llevaba adelante esa sociedadpolítica, que era el reino de Israel».En cambio, «la unción era otra co-sa»; y precisamente «la unción con-sagró a David como rey».

«¿Cuál es la diferencia —se pre-guntó el Papa— entre ser un organi-zador político del país y ser un reyungido?». Cuando David, explicó,«fue ungido rey de Judá por Sa-muel, era pequeño, era un niño. Di-ce la Biblia que, tras la unción, elEspíritu del Señor descendió sobreDavid». Y así «la unción hace queel Espíritu del Señor descienda so-bre una persona y esté con ella».También el pasaje propuesto por laliturgia, observó el Papa, «dice lomismo: David iba aumentando sufuerza y el Señor, Dios de los ejérci-tos, estaba con él».

A propósito de esto, el obispo deRoma recordó la actitud de Davidante el rey Saúl, «que quería matarlopor celos, por envidia». David «tuvola oportunidad de matar al rey Saúl,pero no quiso hacerlo: jamás tocaréal ungido del Señor, es una personaelegida por el Señor, ungida por elSeñor». En sus palabras, está el«sentido de la sacralidad de unre y » .

«En la Iglesia —afirmó el Pontífi-ce— hemos heredado esto en la per-sona de los obispos y los sacerdo-tes». En efecto, los obispos «no sonelegidos solamente para llevar ade-lante una organización que se llamaIglesia particular. Son ungidos, tie-nen la unción, y el espíritu del Se-ñor está con ellos». Todos los obis-

pos, precisó el Papa, «somos peca-dores, todos, pero estamos ungi-dos». Y «todos queremos ser cadadía más santos, más fieles a esta un-ción». «Lo que edifica a la Iglesia,lo que da unidad a la Iglesia, es lapersona del obispo, en nombre deJesucristo, porque está ungido, noporque fue votado por la mayoría,sino porque está ungido».

Precisamente «en esta unción laIglesia particular tiene su fuerza, ypor participación, también los sacer-dotes están ungidos: el obispo lesimpone las manos y los unge». Así,los sacerdotes, dijo el Papa, «llevanadelante las parroquias y muchosotros trabajos». Es la unción la queacerca al Señor obispos y sacerdotes,que «son elegidos por el Señor».Por lo tanto, «esta unción es paralos obispos y para los sacerdotes sufuerza y alegría». Fuerza, precisó,porque precisamente en la unción«encuentran la vocación para guiaral pueblo, para ayudar al pueblo» ypara «vivir al servicio del pueblo».Y también alegría, «porque se sien-ten elegidos por el Señor, protegidospor el Señor con el amor con que elSeñor nos protege a todos noso-t ro s » .

He aquí por qué, afirmó, «cuandopensamos en los obispos y en los sa-cerdotes —todos son sacerdotes, por-que este es el sacerdocio de Cristo:obispo y sacerdote—, debemos con-cebirlos así: ungidos». De lo contra-rio, puntualizó, «no se comprende laIglesia». Pero «no sólo no se lacomprende, sino que tampoco puedeexplicarse cómo la Iglesia va adelan-te solamente con las fuerzas huma-nas». Una «diócesis va adelanteporque tiene un pueblo santo, tienemuchas cosas, y también tiene a unungido que la guía, que la ayuda acrecer». Esto mismo vale para unaparroquia, que «va adelante porquetiene muchas organizaciones, tienemuchas cosas, pero también porquetiene a un sacerdote: un ungido quela guía».

Nosotros sólo recordamos —desta-có el Pontífice— «una mínima partede cuántos obispos santos, cuántossacerdotes, cuántos sacerdotes san-tos» han dedicado toda «su vida alservicio de la diócesis, de la parro-quia». Y, por consiguiente, «decuánta gente ha recibido la fuerzade la fe, la fuerza del amor, la espe-ranza, de estos párrocos anónimos, aquienes no conocemos. Y son mu-chos». Son «párrocos de campo opárrocos de ciudad que, con su un-ción, han dado fuerza al pueblo, lehan transmitido la doctrina, le handado los sacramentos, es decir, lasantidad».

El Papa observó que algunos po-drían objetar: «Pero padre, he leído

en un diario que un obispo hizo talcosa o que un sacerdote hizo talotra». Objeción a la que el Pontíficerespondió: «Sí, yo también lo he leí-do. Pero dime: ¿se publican en losdiarios las noticias de lo que hacenmuchos sacerdotes, muchos sacerdo-tes en tantas parroquias de ciudad ode campo? ¿La gran obra de caridadque hacen? ¿El gran trabajo que ha-cen para guiar a su pueblo?». Yañadió: «No, ésta no es noticia».Vale siempre, explicó, el conocidoproverbio según el cual «hace másruido un árbol que cae que un bos-que que crece».

El Papa Francisco concluyó su re-flexión invitando a pensar «en estaunción de David» y, en consecuen-cia, «en nuestros obispos y en nues-tros sacerdotes valientes, santos, bue-nos y fieles». Y pidió rezar «porellos: gracias a ellos hoy estamosaquí, son ellos quienes nos han bau-tizado».

La oración de alabanzaEs difícil justificar a quien sientevergüenza al cantar la alabanza delSeñor, mientras que luego se dejallevar por gritos de júbilo por el golde su equipo del corazón. Éste es elsentido de la reflexión que propusoel Papa Francisco en la misa delmartes 28 de enero.

El Papa Francisco se centró en ladescripción de la fiesta que improvi-só David por la llegada del arca dela Alianza, tal como lo relata la pri-mera lectura de la liturgia del día (2Samuel 6, 12-15 .17-19). «El rey David—recordó el Pontífice— inmoló sacri-ficios en honor a Dios; oró. Luegosu oración llegó a ser jubilosa... erauna oración de alabanza, de alegría.Y comenzó a danzar. Dice la Biblia:“David iba danzando ante el Señorcon todas sus fuerzas”». Y David es-taba tan contento al dirigir esta ora-ción de alabanza que salió «de todamoderación» y comenzó «a danzarante el Señor con todas sus fuer-zas». Esto, insistió el Papa, era «pre-cisamente la oración de alabanza».

Ante este episodio «pensé inme-diatamente —confesó el obispo deRoma— en la palabra de Sara trasdar a luz a Isaac: “el Señor me hizobailar de alegría”. Esta anciana de90 años bailó de alegría». David erajoven, repitió, pero también él «bai-laba, danzaba ante el Señor. Esto esun ejemplo de oración de alabanza».Que es algo distinto de la oraciónque, explicó el Pontífice, normal-mente hacemos «para pedir algo alSeñor» o incluso sólo «para dar gra-cias al Señor».

Pero «la oración de alabanza—destacó el Santo Padre— la deja-mos a un lado». Para nosotros no es

algo espontáneo. Algunos, añadió,podrían pensar que se trata de unaoración «para los de la Renovaciónen el Espíritu, no para todos loscristianos. La oración de alabanza esuna oración cristiana, para todos no-sotros. En la misa, todos los días,cuando cantamos repitiendo “Santo,Santo...”, ésta es una oración de ala-banza, alabamos a Dios por su gran-deza, porque es grande. Y le deci-mos cosas hermosas, porque a noso-tros nos gusta que sea así». Y noimporta ser buenos cantantes. Enefecto, explicó el Papa Francisco, noes posible pensar que «eres capaz degritar cuando tu equipo hace un goly no eres capaz de cantar las alaban-zas al Señor, de salir un poco de tucomportamiento para cantar esto».

Alabar a Dios «es totalmente gra-tuito», prosiguió. «No pedimos, nodamos gracias. Alabamos: tú eresgrande. “Gloria al Padre, al Hijo, alEspíritu Santo...”. Con todo el cora-zón decimos esto. Es incluso un actode justicia, porque Él es grande, esnuestro Dios. Pensemos en una her-mosa pregunta que podemos hacer-nos hoy: “¿cómo es mi oración dealabanza? ¿Sé alabar al Señor? ¿Ocuando rezo el Gloria o el Sanctuslo hago sólo con la boca y no contodo el corazón? ¿Qué me dice Da-vid danzando? ¿Y Sara que baila dealegría? Cuando David entró en laciudad, comenzó otra cosa: una fies-ta. La alegría de la alabanza nos lle-va a la alegría de la fiesta». Fiestaque luego se extiende a la familia,«cada uno —es la imagen propuestapor el Pontífice— en su casa comien-do el pan, festejando». Pero cuandoDavid vuelve a entrar en el palacio,debe afrontar el reproche y el des-precio de Mical, la hija del rey Saúl:«“¿pero tú no tienes vergüenza dehacer lo que has hecho? ¿Cómo hashecho esto, bailar delante de todos,tú el rey? ¿No tienes vergüenza?”.Me pregunto cuántas veces despre-ciamos en nuestro corazón a perso-nas buenas, gente buena que alabaal Señor», así, de modo espontáneo,así como surge sin seguir actitudesformales. Pero en la Biblia, recordóel Papa, se lee «que Mical quedó es-téril para toda su vida por esto.¿Qué quiere decir aquí la Palabra deDios? Que la alegría, la oración dealabanza nos hace fecundos. Sarabailaba en el momento grande de sufecundidad, a los noventa años. Lafecundidad alaba al Señor». El hom-bre o la mujer que alaba al Señor,que reza alabando al Señor —y cuan-do lo hace es feliz de decirlo—, y go-za «cuando canta el Sanctus en lamisa», es un hombre o una mujerfecundo. En cambio, añadió el Pon-tífice, quienes «se cierran en la for-malidad de una oración fría, medi-da, así, tal vez terminan como Mi-cal, en la esterilidad de su formali-dad. Pensemos e imaginemos a Da-vid que baila con todas sus fuerzasante el Señor. Pensemos cuán her-moso es hacer oraciones de alaban-za. Tal vez nos hará bien repetir laspalabras del salmo que hemos ora-do, el 23: “¡Portones! Alzad los din-teles, que se alcen las puertas eterna-les: va a entrar el rey de la gloria.¿Quién es ese rey de la gloria? ElSeñor héroe valeroso, el Señor vale-roso en la batalla». Ésta debe sernuestra oración de alabanza, y, con-cluyó, cuando elevamos esta oraciónal Señor debemos «decir a nuestrocorazón: “levántate corazón, porqueestás ante el rey de la gloria”».

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página 10 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 31 de enero de 2014, número 5

Lutos en el episcopado chino

Audiencia al presidentede la República francesaVIENE DE LA PÁGINA 4

Colegio episcopal

El viernes 24 de enero, porla mañana, el Papa Francis-co recibió en audiencia alpresidente de la Repúblicafrancesa, François Hollan-de, quien se reunió luegocon el arzobispo Pietro Pa-rolin, secretario de Estadode Su Santidad, acompaña-do por el arzobispo Domi-nique Mamberti, secretariopara las Relaciones con losEstados.

Durante los cordiales co-loquios se puso de relievela aportación de la religiónal bien común. Al recordarlas buenas relaciones entreFrancia y la Santa Sede, seconfirmó el mutuo compro-miso por mantener un diá-logo regular entre el Esta-do y la Iglesia católica ycolaborar de manera cons-tructiva en las cuestionesde interés común. En elcontexto de la defensa y

tor de Cáritas diocesana; capellánde las cárceles en Imperia; docenteen el instituto de ciencias religiosasy en el seminario mayor; canónigodel cabildo de la catedral, rector delseminario diocesano de Albenga-Imperia y ecónomo de diocesano.

—Obispo de la nueva diócesis deSultanpet (India) al presbítero PE-TER ABIR AN T O N I S A M Y.

Peter Abir Antonisamy nació enSathipattu, archidiócesis de Pondi-cherry y Cuddalore, el 14 de octu-bre de 1951. Recibió la ordenaciónsacerdotal el 1 de mayo de 1979. Sedoctoró en Sagrada Escritura en laPontificia Universidad Gregorianade Roma. En su ministerio ha sidocolaborador parroquial y párroco;secretario del arzobispo y cancillerde la curia; docente en el seminariode Coimbatore; director del Institu-to bíblico San Pablo en Poonamelley, en el último período, director deun centro de espiritualidad.

—Obispo de Pueblo (Estados Uni-dos) a monseñor STEPHEN J. BERG.

Stephen J. Berg nació en MilesCity, diócesis de Great Falls-Billin-gs, el 3 de marzo de 1951. Recibió laordenación sacerdotal el 15 de mayode 1999, incardinado en la diócesisde Fort Worth. En su ministerio hasido vicario parroquial y párroco endiversas parroquias; vicario generalde la diócesis; moderador de la cu-ria; formador en un seminario enDallas; y administrador diocesanode Fort Worth.

—Obispo de Harrisburg (EstadosUnidos) a monseñor RONALD WIL-LIAM GAINER, hasta ahora obispode Lexington.

Ronald William Gainer nació enPottsville, diócesis de Allentown, el24 de agosto de 1947. Recibió la or-denación sacerdotal el 19 de mayode 1973. Juan Pablo II le nombróobispo de Lexington el 13 de di-ciembre de 2002; recibió la ordena-ción episcopal el 22 de febrero de2003.

—Obispo de Guarulhos (Brasil) amonseñor EDMILSON AMAD OR CAE-TA N O, O.C I S T., hasta ahora obispode Barretos.

Edmilson Amador Caetano,O.C I S T., nació en São Paulo el 20 deabril de 1960. Recibió la ordenaciónsacerdotal el 7 de diciembre de1985. Benedicto XVI le nombró obis-po de Guarulhos el 9 de enero de2008; recibió la ordenación episco-pal el 28 de marzo sucesivo.

—Obispo titular de Balecio y auxi-liar de Bamberg (Alemania) al pres-bítero HERWIG GÖSSL.

Herwig Gössl nació en Múnich el22 de febrero de 1967. Recibió la or-denación sacerdotal el 26 de juniode 1993, incardinado en la archidió-cesis de Bamberg. Ha desempeñadosu ministerio como párroco, miem-bro de la comisión litúrgica diocesa-na, responsable de la pastoral voca-cional y vicerrector de dos semina-rios, en Bamberg y en Würzburg.

—Administrador apostólico «sedevacante et ad nutum Sanctae Sedis»

de la archieparquía de Akka, SanJuan de Acre de los greco-melquitas(Israel) a monseñor MOUSSA EL-HAGE, O.A.M., arzobispo de Haifa yTierra Santa de los maronitas(Israel) y exarca patriarcal maronitapara Jerusalén, Palestina y Jordania.

Moussa El-Hage, O.A.M., nacióen Antoura, archieparquía de Beirutde los maronitas, el 19 de febrero de1954. Recibió la ordenación sacerdo-tal el 14 de agosto de 1980. Bene-dicto XVI le nombró arzobispo deHaifa y Tierra Santa de los maroni-tas y exarca patriarcal para Jerusa-lén, Palestina y Jordania el 16 de ju-nio de 2012; recibió la ordenaciónepiscopal el 28 de julio del mismoaño.

—Visitador apostólico para los siro-malabares residentes en India fueradel territorio de la Iglesia arzobis-pal mayor a monseñor RAPHAELTH AT T I L , obispo titular de Buruni yauxiliar de Trichur de los siro-mala-b a re s .

Raphael Thattil nació en Thrissurel 21 de abril de 1956. Recibió la or-denación sacerdotal el 1 de diciem-bre de 1980. Benedicto XVI le nom-bró obispo titular de Buruni y auxi-liar de Trichur de los siro-malabaresel 18 de enero de 2010; recibió la or-denación episcopal el 10 de abrildel mismo año.

promoción de la dignidad de la per-sona humana, se examinaron algu-nos argumentos de actualidad comola familia, la bioética, el respeto delas comunidades religiosas y la tutelade los lugares de culto.

Se consideraron también temas decarácter internacional, como la po-breza y el desarrollo, las migracionesy el ambiente. Se centraron, en par-

ticular, en los conflictos de OrienteMedio y algunas regiones de África,deseando que, en los diversos paísesinteresados, la pacífica convivenciasocial pueda ser restablecida por eldiálogo y la participación de todoslos componentes de la sociedad enel respeto de los derechos de todos,especialmente de las minorías étnicasy religiosas.

El 28 de octubre de 2013 falleciómonseñor PEDRO LIU GAND ONG,obispo emérito de la prefecturaapostólica de Yixian (Yihsien), en laprovincia de Hebei (China conti-nental).

El prelado nació el 19 de junio de1919 en el condado de Qingyuan, enla provincia de Hebei. En 1935 in-gresó en el seminario y el 29 de ju-nio de 1945 recibió la ordenaciónsacerdotal. En 1955 fue encarceladopor primera vez a causa de su opo-sición al nacimiento de la iglesia in-dependiente china. En 1958 fuenuevamente arrestado por su disen-so respecto a la asociación patrióti-ca de los católicos chinos.

Después de 23 años de detención,recobró la libertad en 1981. Apenassalió de la cárcel, no obstante se lehabía pedido de no ocuparse de laIglesia, se dedicó con todas sus fuer-zas a la evangelización y al renaci-miento de la Iglesia en China. El 25de julio de 1982 fue consagrado se-cretamente obispo coadjutor de laprefectura apostólica de Yixian pormonseñor Francisco Javier ZhouShanfu, a quien sucedió en 1986, lle-gando a ser el tercer Ordinario de lamisma prefectura apostólica.

De 1989 a 1992 fue sometido a lareeducación por el trabajo. En juliode 1993, afectado por un infarto yuna parálisis, perdió sus capacidadesde movimiento y palabra. No obs-tante el precario estado de salud,fue igualmente sometido a arrestodomiciliario, cuidado con afecto porlos fieles, las religiosas y sus sacer-dotes, quienes, en 1997, evadieron lavigilancia de la policía escondiéndo-lo. Pasó, por tanto, el resto de sus

días terrenos inmovilizado por laedad y la larga enfermedad.

Según el recuerdo de quienes lotuvieron como pastor, y lloran lapérdida, el obispo Pedro Liu viviósiempre entre su fieles con gran hu-mildad y fe sólida. Para salvaguar-dar la fe católica de las manipula-ciones del régimen o de controlesinjustos, mantuvo una clara posi-ción, sin alguna componenda. Eraconsiderado un hombre de Dios,hombre de fe, buen pastor que dala vida por sus ovejas y, sobre todo,ejemplar intérprete de la comunióncon el Papa, por la que sufrió mu-cho. Digno sucesor de los apósto-les, fue un hombre de profunda es-piritualidad: las personas que vivie-ron junto a él recuerdan que variasveces durante la jornada se dedica-ba a la oración y, en particular, alrezo del rosario.

Algunos observadores sostienenque con su muerte se cerró una erahistórica de la Iglesia en China, pe-ro las nuevas generaciones caminanhoy sobre las huellas de su valientetestimonio de fe.

El 11 de diciembre de 2013 fallecióen Tangshan (diócesis de Yongping,en la provincia de Hebei, Chinacontinental) monseñor PABLO LIUJINGHE, a pocos días de su nonagé-simo tercer cumpleaños. El ancianoprelado, que estaba enfermo hacíamás de un año, murió después dehaber sufrido un ataque cardíaco.Los funerales se tuvieron el 17 dediciembre en la catedral de Yon-gping (Tangshan), presididos por elobispo diocesano, monseñor PedroFang Jianping.

Monseñor Liu nació el 26 de di-ciembre de 1920 en Huanghuagang,en la diócesis de Yongping, de unafamilia católica muy devota. Ingresóen el seminario menor de Yongpingen 1931, y en 1939 inició los estudiosfilosóficos y teológicos en el semiana-rio mayor de Wensheng en la archi-diócesis de Pekín. Fue ordenado sa-cerdote el 4 de mayo de 1945 por elarzobispo de Pekín, monseñor PaulLeon Cornelius Montaigne, C.M.Luego regresó a su diócesis para ejer-cer el ministerio pastoral en Lulong,en Tangshan y en otros lugares.

De 1940 a 1960 fue encarceladotres veces. De 1970 a 1979 lo envia-do a un campo de reeducación contrabajos forzados, primero a una fá-brica textil, después a una industriaquímica y, por último, a una cante-ra de piedra. Inmediatamente des-pués de haber sido liberado, reem-prendió el trabajo pastoral. Recibióla ordenación episcopal el 21 de di-ciembre de 1981 sin el mandatopontificio. Envió diversas peticionesde perdón al Santo Padre con la co-rrespondiente petición de legitima-ción, que le fue concedida el 8 demayo de 2008 por el Papa Benedic-to XVI, restableciendo su plena co-munión con el Sucesor de Pedro.Se retiró del ministerio pastoral en2010 a causa de la salud precaria.En los últimos años de vida rechazócategóricamente participar en las or-denaciones ilegítimas, dando unaseñal de comunión y obediencia ala Sede apostólica.

La comunidad diocesana reza alSeñor para que acoja en su Reino elalma del prelado, concediendo a ladiócesis de Yongping y a sus fielesel don del consuelo.

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número 5, viernes 31 de enero de 2014 L’OSSERVATORE ROMANO página 11

Nacida de la familiaridad entre católicos y judíos para afrontar la persecución nazi en Italia

Amistad nuevaANNA FOA

Los estudios de los últimos añosestán aclarando cada vez másel papel general de protección

que tuvo la Iglesia hacia los judíosdurante la ocupación nazi en Italia.Desde Florencia, con el cardenal Da-lla Costa, sobre quien se celebra estecongreso, proclamado justo en 2012,a Génova, con don Francesco Repet-to, también él justo, pasando por Mi-lán, con el cardenal Schuster, y asínaturalmente hasta llegar a Roma,

de dar refugio a los judíos, sino tam-bién con la relación entre la Iglesia ylos nazis, o sea, con la posibilidad deque el régimen nazi acabara de golpecon la presencia de un Estado neu-tral, el Vaticano, en el corazón de laRoma ocupada. Así se elimina laimagen, propuesta en los años sesen-ta, de un Papa indiferente ante lasuerte de los judíos o, incluso, cóm-plice de los nazis.

Querría poner de relieve que estaimagen más reciente de la ayuda quela Iglesia prestó a los judíos no nace

Así se elimina la imagen, propuesta en losaños sesenta, de un Pío XII indiferente oincluso cómplice de Hitler

los conventos y en las iglesias y so-bre la vida de los judíos dentro delos refugios eclesiásticos comienza ailuminar un aspecto acerca del cual,me parece, se ha reflexionado pocohasta ahora: el del cambio de menta-lidad que pudo haber derivado deella, tema sobre el que se puedenencontrar algunas sugerencias en ellibro de Andrea Riccardi sobre Ro-ma. En efecto, es verdad que judíosy cristianos habían convivido duran-te siglos entre los muros de los gue-tos y las antiguas juderías en Italia y,en particular, en Roma, pero estaconvivencia raramente había implica-do a eclesiásticos. Ahora bien, apre-miados por la persecución, sacerdo-tes y judíos compartían el mismo ali-mento. Las mujeres judías se pasea-ban por los pasillos de los conventosde clausura; los judíos aprendían elPadrenuestro y se ponían el hábitopor precaución, en caso de irrupciónde alemanes y fascistas. A Rosa DiVeroli, cuando le pedían que rezaracon los demás en la iglesia, lo hacía,pero en voz baja recitando la She-má. ¿Había una esperanza concretapor parte cristiana de llegar al cora-zón endurecido de los judíos e indu-

ca. Pero podía suceder que nada detodo esto se realizara. ¿Qué decir dela iglesia de San Benito, cerca delGasómetro de Roma, en la que mu-chos judíos encontraron refugio?, ¿yde su párroco, entonces jovencísimo,don Giovanni Gregorini, que todoslos días tenía tiempo para conversarcon uno de los refugiados judíos,hombre de cierta edad y muy reli-gioso, con el que hablaba de sus res-pectivas religiones?, ¿y de su rela-ción? En este caso, los dos sentíanrespeto recíproco y curiosidad.

En síntesis, creo que esta familiari-

decir, la pregunta prin-cipal no puede ser lade la relación entre el«espíritu profético» deun Papa y los compro-misos diplomáticos deotro Papa, sino la de

Congreso en FlorenciaPublicamos una de las intervencionespronunciadas con ocasión del congreso«Dalla Costa e gli aiuti agli ebrei a Firenzedurante la Shoà», que tuvo lugar en Florenciael 19 y el 20 de enero en el «Palazzo Vecchio»y en la universidad en el marcode las celebraciones por el septuagésimoaniversario de la liberación de la ciudad.

La reconstrucción histórica de laayuda que prestó la Iglesia no nace deposiciones ideológicas filocatólicas sinomás bien de investigaciones precisas

Luciano Guarnieri, «Elia Dalla Costa» (1957)

de posiciones ideológicasfilocatólicas, sino más biende investigaciones precisassobre la vida de los judíosdurante la ocupación, dela reconstrucción de histo-rias familiares o individua-les, en suma, del trabajosobre el terreno. El refugioen las iglesias y en losconventos aflora continua-mente en el relato de lossupervivientes, es como unnexo de los testimonios

cirlos al bautismo? Y los judíos quese bautizaron, ¿lo hicieron por unapetición verdadera o por la fascina-ción de un mundo que no conocíany que les ofrecía protección? Nosviene a la memoria el libro de LiaLevi, Una niña y basta, atraída mo-mentáneamente por el bautismo.Hablamos obviamente de los casosde conversión en los conventos, node las conversiones, verdaderas o si-muladas que fueran, que tuvieron lu-gar en 1938 con la esperanza de evi-tar el rigor de las leyes racistas,cuando el cardenal Schuster bautiza-ba al amanecer a los judíos en la ca-tedral y los diarios antisemitas másradicales, con Farinacci, veían enesos bautismos «el caballo de Troyade los judíos en la sociedad arrianay cristiana».

Está claro que todo esto suscitabaen ambas partes dudas y temores enuna relación tan estrecha y diaria.En los sacerdotes, y sobre todo enlas religiosas, el temor podía impul-sarlos a la conversión, insertándoseasí en una veta más consolidada ytradicional de relación. De esa ma-nera, la cotidianidad y la atención

el inicio y en la receptividad del diá-logo. Un diálogo mucho más tardío,es verdad, e iniciado sobre todo anivel teórico (pensemos en JulesIsaac y en la enseñanza del despre-cio), mientras que este nos parece undiálogo desde abajo, entablado entorno a comidas compartidas y aconversaciones sin pretensiones, in-cluso para superar el ansia de unarelación desconocida hasta ese mo-mento. Así, las religiosas de otroconvento romano añadían tocino ala sopa común, después de haberlaservido a las judías refugiadas allí.Me parece que también ésta era unaforma de diálogo desde abajo.

Durante la posguerra, en el mo-mento en el que predominaba la re-moción, este proceso dialógico sebloqueó parcialmente. Por una par-te, los judíos querían reconstruir supropio mundo y su propia identidaddespués de la catástrofe; por otra,los católicos habían vuelto a sus po-siciones tradicionales, según las cua-les la esperanza de conversión eramás fuerte que el respeto. Quizá lacerrazón de los primeros años des-pués de la Shoah impidió el desarro-llo de ese diálogo desde abajo, aligual que el de niveles más altos, co-mo demostró el fracaso del encuen-tro entre Jules Isaac y Pío XII. Co-moquiera que sea, a comienzo de losaños sesenta El Vicario de Hochhuthproyectó sobre dicho proceso lasombra de la leyenda negra de PíoXII. El resultado fue que obstaculizóy opacó la memoria y la importanciade aquel primer itinerario común.Hoy es el momento justo para rea-nudar la investigación.

dad nueva y repentina, na-cida sin preparación a cau-sa de las circunstancias, encondiciones en las que unade las partes era perseguiday su vida corría peligro y,por tanto, tenía necesidadde mayor «caridad cristia-na», tuvo consecuencias en

donde la presencia del Vaticano, ade-más de la existencia de zonas extrate-rritoriales, permitió el salvamento demiles de judíos. Precisamente a pro-pósito de Roma el reciente trabajo deAndrea Riccardi aclaró muchos as-pectos importantes de esta historia: lamodalidad con que se llevó a cabo laobra de refugio y salvamento de losperseguidos, tan numerosos que nopodía ser solamente el fruto de «ini-ciativas individuales», coordinadasclaramente por la cúpula de a Iglesia;el hecho de que no se limitó a los ju-díos, quienes corrían más riesgo quelos otros, sino que se extendió a to-dos los que estaban en peligro (unamitad de Roma escondía a la otramitad); y el hecho evidente de quelos nazis eran muy conscientes de loque sucedía en los conventos: la par-tida se jugaba en la cuerda floja y nosólo tenía que ver con la posibilidad

orales recogidos a lo largo de losaños en Italia (como el volumen vas-tísimo de testimonios que los judíositalianos dieron a la Shoah Founda-tion), y se encuentra presente en lamayor parte de las memorias de loscontemporáneos. Es el relato de unhecho concreto, pertenece al ámbitode las evidencias, con la gran diversi-dad de las situaciones, desde los con-ventos que piden una cuota a los ju-díos hasta aquellos que los acogengratuitamente y éstos a su vez dan

una mano en el trabajo diario, co-mo fue el caso de las muchachas

judías, que ayudaban dandoclase a los niños en la escuelade las Maestras Pías Filipinasen el barrio Ostiense de Ro-

ma, según el relato de RosaDi Veroli. En síntesis, una

imagen que no es pro-ducto del debate sobre

el tema Iglesia yShoah, sino más biende la investigacióntendente a ilustrar lavida y el itinerario

de los judíos durantela ocupación nazi.La discutida quaestio

historiográfica sobre PíoXII y los judíos frenódurante muchos dece-nios la investigación y

Antonio Berti, boceto de una estatua de Pío XII

jamás realizada (1961)

situó en el terreno ideológico todopropósito de aclarar los hechos his-tóricos. Pienso que para historiar larelación de la Iglesia con los judíosen la Italia ocupada es necesario, an-te todo, despejar esta cuestión, es

cuánto y hasta qué punto, e inclusocon cuánta oposición interna, laIglesia y el Papa guiaron la obra desalvamento de los judíos italianos.Las dos cuestiones son distintas, ycreo que hay que considerarlas así.

La investigación sobre la modali-dad concreta de ayuda a los judíos,sobre la presencia de los judíos en

encontraban justificación y consueloen la esperanza de llevar a un judíoal bautismo. En los judíos, en cam-bio, el temor —diría atávico— de ver-se impulsados a la conversión los lle-va a veces (hay casos de este tipo enla documentación oral) a no consi-derar ni siquiera la idea de buscarrefugio en una institución eclesiásti-

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página 12 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 31 de enero de 2014, número 5

En la audiencia general el Papa Francisco habla de la importancia de la Confirmación en la iniciación cristiana

Un camino que no se puede dejar por la mitad

Los tuits en Pontifex_es

Sin la Confirmación los niños y los muchachos bautizados sequedan «a mitad de camino» y no reciben el Espíritu Santo,«que es tan importante en la vida cristiana, porque nos da lafuerza para seguir adelante». Lo dijo el Papa Francisco en laaudiencia general del miércoles 29 de enero, en la plaza de SanPedro, al hablar de la importancia del sacramento de laConfirmación en el itinerario de formación de los creyentes.

siete dones. Tal vez todos los sa-béis... Pero los digo en vuestro nom-bre. ¿Cuáles son estos dones? Sabi-duría, inteligencia, consejo, fortaleza,ciencia, piedad y temor de Dios. Yestos dones nos han sido dados pre-cisamente con el Espíritu Santo enel sacramento de la Confirmación. Aestos dones quiero dedicar las cate-quesis que seguirán luego de los sa-cramentos.

Cuando acogemos el EspírituSanto en nuestro corazón y lo deja-

es importante que los niños y losmuchachos reciban el sacramento dela Confirmación.

Queridos hermanos y hermanas,recordemos que hemos recibido laConfirmación. ¡Todos nosotros! Re-cordémoslo ante todo para dar gra-cias al Señor por este don, y, luego,para pedirle que nos ayude a vivircomo cristianos auténticos, a cami-nar siempre con alegría conforme alEspíritu Santo que se nos ha dado.

Con los obreros y las víctimas de la usuraY a los jóvenes y recién casados la invitación a imitar a don Bosco

La Confirmación,como cada sacramen-to, no es obra de loshombres, sino deDios, quien se ocupade nuestra vida paramodelarnos a imagende su Hijo, para ha-cernos capaces deamar como Él. Lo ha-ce infundiendo en no-

mos obrar, Cristo mis-mo se hace presenteen nosotros y tomaforma en nuestra vida;a través de nosotros,será Él, Cristo mismo,quien reza, perdona,infunde esperanza yconsuelo, sirve a loshermanos, se hace cer-cano a los necesitadosy a los últimos, creacomunión, siembrapaz. Pensad cuán im-portante es esto: pormedio del EspírituSanto, Cristo mismoviene a hacer todo es-to entre nosotros ypor nosotros. Por ello

Víctimas de la usura y obreros que están perdiendo eltrabajo estuvieron presentes el miércoles 29 en la plaza deSan Pedro para encontrarse con el Papa, quien les dirigiólas siguientes palabras:

Saludo a las familias de los obreros de la Shelbox deCastelfiorentino con el cardenal Giuseppe Betori y,mientras expreso mi cercanía, formulo votos de que sehaga todo esfuerzo posible por parte de las instancias

competentes, para que el trabajo, que es fuente de dig-nidad, sea preocupación central de todos. Que no falteel trabajo. ¡Es fuente de dignidad! Saludo a las Funda-ciones asociadas a la «Consulta nazionale antiusura»con el arzobispo de Bari, monseñor Francesco Cacucci,y deseo que las instituciones puedan intensificar sucompromiso tendiendo una mano a las víctimas de lausura, dramática plaga social. Cuando una familia notiene qué comer, porque debe pagar la cuota a los usu-reros, esto no es cristiano, no es humano. Y esta dra-mática plaga social hiere la dignidad inviolable de lapersona humana.

Al finalizar saludó a los jóvenes, a los enfermosy a los recién casados.

Un pensamiento especial dirijo a los jóvenes, a los en-fermos y a los recién casados. El viernes próximo cele-braremos la memoria de san Juan Bosco. Queridos jó-venes, que su figura de padre y maestro os acompañeen los años de estudio y formación. Queridos enfer-mos, no perdáis la esperanza incluso en los momentosmás duros del sufrimiento. Y vosotros, queridos reciéncasados, inspiraos en el modelo salesiano del amor pre-ventivo en la educación integral de vuestros hijos.

Queridos hermanos y hermanas,¡buenos días!

En esta tercera catequesis sobrelos sacramentos nos detenemos en laConfirmación, que se entiende encontinuidad con el Bautismo, al cualestá vinculado de modo inseparable.Estos dos sacramentos, juntamentecon la Eucaristía, forman un únicoevento salvífico, que se llama —«ini-ciación cristiana»—, en el que somosintroducidos en Jesucristo muerto yresucitado, y nos convertimos ennuevas creaturas y miembros de laIglesia. He aquí por qué en los orí-genes estos tres sacramentos se cele-braban en un único momento, al tér-mino del camino catecumenal, nor-malmente en la Vigilia pascual. Asíse sellaba el itinerario de formacióny de inserción gradual en la comuni-dad cristiana que podía durar inclu-so algunos años. Se hacía paso a pa-so para llegar al Bautismo, luego ala Confirmación y a la Eucaristía.

Comúnmente [en italiano] se ha-bla de sacramento de la «Cresima»,palabra que significa «unción». Y,en efecto, a través del óleo llamado«sagrado Crisma» somos conforma-dos, con el poder del Espíritu, a Je-sucristo, quien es el único auténtico«ungido», el «Mesías», el Santo deDios. El término «Confirmación»nos recuerda luego que este sacra-mento aporta un crecimiento de lagracia bautismal: nos une más firme-mente a Cristo; conduce a su reali-zación nuestro vínculo con la Igle-sia; nos concede una fuerza especialdel Espíritu Santo para difundir ydefender la fe, para confesar el nom-bre de Cristo y para no avergonzar-nos nunca de su cruz (cf. Catecismode la Iglesia católica, n. 1303).

Por esto es importante estar aten-tos para que nuestros niños, nuestrosmuchachos, reciban este sacramento.Todos nosotros estamos atentos deque sean bautizados y esto es bueno,pero tal vez no estamos muy atentosa que reciban la Confirmación. Deeste modo quedarán a mitad de ca-mino y no recibirán el Espíritu San-to, que es tan importante en la vidacristiana, porque nos da la fuerzapara seguir adelante. Pensemos unpoco, cada uno de nosotros: ¿tene-mos de verdad la preocupación deque nuestros niños, nuestros chava-les reciban la Confirmación? Esto esimportante, es importante. Y si vo-sotros, en vuestra casa, tenéis niños,muchachos, que aún no la han reci-bido y tienen la edad para recibirla,haced todo lo posible para que lle-ven a término su iniciación cristianay reciban la fuerza del Espíritu San-to. ¡Es importante!

Naturalmente es importante ofre-cer a los confirmandos una buenapreparación, que debe estar orienta-da a conducirlos hacia una adhesiónpersonal a la fe en Cristo y a desper-tar en ellos el sentido de pertenenciaa la Iglesia.

sotros su Espíritu Santo, cuya acciónimpregna a toda la persona y toda lavida, como se trasluce de los sietedones que la Tradición, a la luz dela Sagrada Escritura, siempre ha evi-denciado. Estos siete dones: no quie-ro preguntaros si os recordáis de los

23 ENE [11.23 AM] Como María,conservemos la luz encendida enNavidad, y llevémosla a todas par-tes, en la vida cotidiana

24 ENE [12.24 PM] Estamos lla-mados a vivir cada día nuestroBautismo, como nuevas criaturas,revestidos de Cristo

25 ENE [11.25 AM] Es fácil recu-rrir a Dios para pedirle, todos lo

hacemos. ¿Cuándo aprenderemostambién a darle gracias y adorarle?

27 ENE [10.27 AM] Queridos jóve-nes, no se conformen con una vidamediocre. Déjense seducir por loque es verdadero y bueno, porD ios

28 ENE [12.28 PM] Oremos porla unidad de los cristianos. ¡Sontantas y tan valiosas las cosas quenos unen!