El Neandretal
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La visión tradicional que la
sociedad ha recibido de lo
que es un Neandertal casi
siempre está sumida en un
ambiente de penumbra,
idiotez y monstruosidad. Por
la propia historiografía, que
en su origen presentó una
serie de planteamientos
equivocados, y también por la
literatura y la cinematografía
esta idea ha calado
hondamente e incluso en la
actualidad se ven muchos
residuos de la misma. En el
siguiente artículo se acercarán
los debates en el panorama
científico y la noción que hoy
día tenemos de esta especia,
algo que va más allá de esa
imagen color sepia.
El
Neandertal
Aitor Brito Mayor
2º del Grado de Historia 2010-2011
Los primeros fósiles de esta
especie fueron hallados en Engis
(Bélgica) en 1829 en un contexto en el
que la ciencia de la prehistoria aun no
estaba consolidada. Por ello se
consideró como los restos de humanos
con patologías óseas que habían
fallecido. Poco después en Gibraltar
aparecieron (1948) aparecieron nuevos
fósiles, pero tampoco se reconoció su
significado. En 1856, tres años antes de
“El Origen de las Especies” de Darwin,
a Johann Carl Fuhlrott (1803-1877) le
presentan unos huesos, supuestamente
de oso, que unos canteros habían
encontrado en una cueva del Valle
Neander (Alemania) mientras
trabajaban. Sin embargo, Fuhlrott
determinó que eran humanos y desde el
principio los consideró muy antiguos y
con unas variaciones que no existían en
los humanos actuales. Por ello le
presentó el material al anatomista de la
Universidad de Bonn Hermann
Schaaffhausen, llegando a concluir que
se trataba de un bárbaro de una raza
humana muy antigua, entendiéndolo
como antecedente del humano actual.
Estos hallazgos fueron presentados en
1857 ante la comunidad científica, y las
reacciones fueron varias. Tras la
publicación de Darwin en 1859,
Thomas Huxley (1825-1925) consideró
que estos hallazgos se correspondían
con uno de los eslabones de nuestra
cadena evolutiva. Pero no toda la
comunidad lo apoyó, por ejemplo
Rudolf Virchow entendió los huesos
como pertenecientes a un hombre
raquítico, idiota y artrítico. Más
extravagante es la interpretación de
Franz Mayer (1787-1865) que adjudicó
el esqueleto a un cosaco ruso que
perseguía a Napoleón a través de
Europa tras 1814. Explicaba las piernas
arqueadas por haberse pasado toda su
vida sobre un caballo, y el marcado
torus por fruncir el ceño a causa del
dolor. Poco a poco estas hipótesis
fueron perdiendo fuerza a la luz de
nuevos hallazgos, como los 14 cráneos
encontrados en Yugoslavia en 1899. Sin
Un poco de Historia…
Recreación de una familia neandertal expuesta en un museo
de Chicago en la década de 1930.
embargo la visión del neandertal como
una especia simiesca, tonta y poco
menos que monstruosa no cesó hasta
bien entrado el siglo XX. Así vemos
que en 1908 el descubrimiento de un
esqueleto completo en la Chaelle-aux-
Saints, con el posterior análisis de
Marcellin Boule, ratifica lo dicho. En
primer lugar Boule montó de forma
incorrecta el esqueleto, otorgándole
pulgar oponible y cabeza achaparrada.
En segundo lugar no tuvo en cuenta la
avanzada edad del individuo, que
padecía artritis, y tampoco analizó su
alta capacidad craneana. Hasta hoy en
día es muy usual en la cinematografía y
la novelística que se nos presente a esta
especie de homínidos como seres
inferiores, tonto, torpes, etc. Nada más
lejos de la realidad.
“En busca del fuego”, film de 1981 dirigido por
Jean-Jacques Annaud y protagonizada por un
joven Ron Perlman es un ejemplo de la visión
barbárica y simiesca que se ha trasmitido en el
mundo del celuloide.
Una de las cuestiones que más
obsesiona a todo paleoantropólogo o
investigador que se centre en estudio
más remoto de la historia de la
humanidad es el origen. De dónde viene
una especie en concreto, cuáles son sus
lazos de unión con las que le preceden,
qué implican, etc. son el tipo de
cuestiones que pueden llegar a quitar el
sueño a muchos. El caso del Neandertal
es esclarecedor pues existe una notable
cantidad de teorías que localiza, fechan
y determinan el surgimiento de esta
especie de forma distinta atendiendo a
unos yacimientos u otros. Sin embargo,
algo que comparte la mayoría los
estudiosos, es que se origina como
consecuencia de una evolución aislada
de las formas pitecántropas de Europa.
Tras la primera diáspora, protagonizada
por el Ergaster/Erectus en torno al 1,8
millones de años (m.a.).1 Estas fechas se
recogen en Georgia, planteando como
vía de salida de África el Próximo
Oriente, pero no podemos olvidar el
hallazgo en Orce (España) de un fósil
más reciente en el tiempo pero que ha
1 Según el yacimiento de Dmanisi, donde se
encontraron 4 cráneos de lo que se piensa que es
una especie intermedia entre Homo Ergaster y
Homo Erectus que se ha denominado Homo
Georgicus
De dónde viene y a dónde va…
abierto el debate de la salida por
Gibraltar. Sea como fuere, se sabe que
esta emigración tomó dos destinos: Asia
y Europa. En este último estos
“primeros viajeros” se asentaron y
cambiaron tanto culturalmente como
biológicamente debido a la adaptación
que sufrieron. En Asia pasó lo mismo,
los pitecántropos se acomodaros a las
condiciones que allí imperaban. En las
últimas décadas los investigadores
tienden a distinguir entre dos
descendientes del Ergaster diferentes: El
Homo Erectus sería el que se trasladó a
Asia y la forma de Homo
Heidelbergensis2 se produjo en Europa.
Por lo tanto, el Neandertal es una
especie que, por un proceso que se
denomina de radiación genética,
causado por una adaptación y
especialización al medio que le rodeaba,
se origina en Europa a raíz del
Heidelbergensis en torno al
150.000/125.000 before present (bp.).
Se explica este aislamiento por la
llegada de las glaciaciones Riss y Würm
que hacen que las especies vayan
adquiriendo características cada vez
más robustas, con menos altura, como
estrategia para combatir el frío, algo que
pronto analizaremos detenidamente.
2 En alusión a la mandíbula de Mauer (500.000
b.p.) descubierta en 1907 en un arenal cercano a
Heidelberg.
En cuando al destino de esta
especie también es un aspecto del cual
se ha escrito mucho. Desde los
momentos de su descubrimiento
aparecieron pseudohipótesis, que
incluso hoy siguen defendiéndose3,
postulando que los Neandertales
seguían existiendo hoy día en pequeñas
“bolsas temporales”. Más allá de la
pseudociencia sabemos que
efectivamente se extinguieron en torno
al 25.000, lo que implica que existió
una convivencia desde la llegada del los
primeros Homo Sapiens, en torno al
50.000, hasta dicho momento. En el
presente contexto es donde se debe
analizar este fenómeno y son varias las
propuestas que se han generado:
- Hibridación entre Sapiens arcaicos
y Neandertales
- Extinción del Neandertal por
casusas exógenas: es decir, por la
ruptura de la estabilidad tras la
llegada del Sapiens. Se ha
planteado exterminio,
desplazamiento gradual hacia zonas
desfavorables,…
- Extinción por causas endógena de
los Neandertales: generalización de
una epidemia, degeneración
genética,…
3 Por ejemplo por Myra Shackley en Still
Living? Yeti, Sasquatch and the Neanderthal
Enigma.
La idea de la hibridación contó
con muchos adeptos, pero lo cierto es
que, gracias al estudio del ADN
Neandertal y el del Sapiens, se ha
averiguado que no pertenecen a la
misma especie. Por ello, la taxonomía
que se utilizaba (Homo sapiens
neanderthalensis / Homo sapiens
sapiens) pasó a desecharse y
actualmente se distingue entre la
especie Homo neanderthalensis
(descendiente del Heidelbergensis) y,
por otra “rama”, Homo Sapiens
(descendiente del Rhodesiensis o
Heidelbergensis africanus, proveniente
a su vez de los Ergaster que no
emigraros en África). Esto no quita que
existieran contactos genéticos
puntuales, tal y como se ha descubierto.
Con todo, hoy en día se entiende
el declive del neandertal como un
proceso en el que no sólo es un factor el
que interviene, sino que son varios
(cambio del clima, el medio ambiente,
enfermedades, tensiones,
desplazamientos, etc.) terminando por
inclinar la balanza a favor del Sapiens.
Sin embargo, hay que reconocer que en
este campo hay muchas dudas aun por
esclarecer, algo casi implícitamente
propio de la ciencia prehistórica, sin lo
que no sería lo mismo.
Como hemos dicho, los orígenes
del neandertal en sí están alrededor del
150.000 bp., pero sus rasgos definitorios
van conformándose poco a poco desde
mucho antes, en torno al 230.000 bp.,
durante el interglaciar Mindel-Riss,
donde se dan temperaturas templadas,
con alto nivel de mar y capas de hielo
menores. Por ello no es del todo cierta
la visión de los Neandertales como seres
exclusivos de la nieve y el hielo, al
menos en su génesis. Ya con
posterioridad, con la llegada del Riss y
el recrudecimiento de las condiciones,
se van adaptando y cambiándo. Los
climas glaciares desempeñaron un papel
crucial en la selección de algunos de los
rasgos que en opinión de muchos
guardan relación con las exigencias que
plantean un clima frio y árido.
En cuanto a la biosfera que
rodeaba a los grupos de Neandertales en
Europa vemos como va evolucionando
a lo largo del tiempo del tiempo. En
torno al origen de la especie existía,
como se ha dicho, un clima templado
con una gran masa boscosa y lo que ha
venido a llamarse megafauna. Por
ejemplo, existían en Gran Bretaña
hipopótamos, elefantes de colmillos
rectos y rinocerontes de cuerno
estrecho, mientras más al norte la fauna
Su medio…
ártica aunque no estaba en su apogeo
contaba con mamuts y rinocerontes
lanudos. Ya en torno al 115.000 b.p.,
con el descenso de las temperaturas,
estos grandes animales adaptados a los
climas suaves entraron en decadencia y
comenzaron a proliferar las manadas de
caballos y renos y los grandes rumiantes
como el bisonte. En cuanto a la masa
arbórea y arbustiva, mucho más
delicada a las alteraciones climáticas,
sufrió fatalmente las violentas
fluctuaciones climáticas que
acompañaban a la glaciación y las
grandes explanadas esteparias toman
presencia sobre todo en el este de
Europa.
Bison pricus, animal extinto propio de las estepas
A partir del 75.000 el intenso frío
y las crecientes masas de hielo hicieron
que la superficie expuesta de la
plataforma continental se incrementara,
lo que causó la formación de “puentes”
entre el continente y algunas islas. La
masa arbórea quedo reducida y
concentrada en algunos valles
reguardados, generándose un paisaje
propio de los desiertos fríos. Tras el
30.000 b.p. las condiciones comienzan a
mejorar, Entrando así en la etapa del
ocaso de los Neandertales.
Una de los aspectos que más se ha
malinterpretado de los neandertales es
su aspecto físico y competencias
mentales. Comenzando por lo segundo,
hay que tener en cuenta que la media de
masa craneana con la que cuenta esta
especie es incluso superior a la nuestra,
puede oscilar entre 1.000 y 1650 cm3,
con una cifra media de 1450 cm3,
mientras que en Homo sapiens la media
está en 1.350. Los expertos en la
materia aseguran que a partir de 1.000
cm3 un cerebro está capacitado para
desarrollar todo su potencial, por lo
tanto ese estigma de torpeza al menos
no tiene razón científica. Con respecto
al cráneo, es tendente a la dolicocefalia
y cuenta con un característico moño
occipital. Carece de mentón y cuenta
con un marcado torus supraorbital de
doble arco4. Continuando con el cráneo
4 Los expertos no se ponen de acuerdo a la hora
de determinar la funcionalidad del torus, muy
presente en todos los homínidos. Experimento
realizados en chimpancés no confirma la
hipótesis más generalizada, que era la absorción
de fuerza y tensión mandibular. Se ha planteado
que sea una señal natural o simplemente un
reforzamiento craneal
Y cómo eran…
centrémonos en uno ha de los aspectos
que más se ha discutido en los últimos
tiempos: la nariz. Tanto el tamaño
interno como el externo de su cavidad
nasal es considerable, lo que ha servido
a los investigadores de indicativo para
pensar en que le servía para calentar y
humedecer el aire frío y seco. Sin
embargo, recientes estudios5 ponen en
cuestionamiento el verdadero tamaño de
la nariz de los Neandertales,
argumentando que la proporción entre
sus cráneos y los nuestros tampoco es
tan distinta y que, por medio de estudios
comparativos, han determinado que las
fosas nasales anchas son inadecuadas
para climas fríos. Bajando a la
mandíbula, vemos que tiene el
característico espacio retromolar, una
tendencia prognata y robusta con una
dentición anterior muy grande frente a
unos molares pequeños aunque
potentes. Esto ha hecho pensar a los
investigadores en el uso de los dientes
para asir objetos a parte de los
comestibles, tal y como veremos con
posterioridad. Sus pómulos también es
algo que caracteriza a esta especie,
huidizos a ambos lados de la nariz y
más hinchados que ahuecados.
5 Rae, T.C., Koppe, T., Stringer, C.B. The
Neanderthal face is not cold adapted. The
Journal of Human Evolution. ( diciembre, 2010)
Con respecto al resto de cuerpo
habría que señalar algunas
características como por ejemplo una
caja torácica más grande y ancha que la
nuestra, omoplato amplio con mayores
inserciones musculares, articulaciones a
nivel general mucho más grandes que
las nuestras, mano con una gran fuerza
de presión, fémur con paredes muy
gruesas, tibia corta y aplanada,…
También es significativa su talla de 1,5
m. y peso de alrededor de 70.90 kg. Lo
que en conjunto forma una acumulación
de factores que hacen pensar en una
vida muy activa y que requiere un gran
gasto de energía. Recientes
investigaciones genéticas han
determinado que entre los Neandertales
era muy común el ser pelirrojo, pues
mucho poseían una mutación genética
llamada MC1R, que otorga tal
característica.
Su forma de vida…
Interpretar es quizá la parte más
importante a la par que difícil del
trabajo de un prehistoriador. Es el
objetivo final del análisis minucioso de
cada uno de los restos y contextos que
del pasado nos llegan. Precisamente por
ello, porque siempre que se excava se
encuentran nuevos hallazgos, las
lecturas que un investigador realice
sobre un aspecto en concreto han de ser
periódicamente renovadas. Este factor
es la mejor prueba de lo subjetivo y
parcial que es una interpretación
prehistórica y es algo que se nota en el
hábitat de los Neandertales. Mientras
antes se pensaba que sólo habitaban
cuvas, hoy día podemos diferenciar
entre tres tipos de asentamientos:
- Cuevas: es el hábitat preferido por
el neandertal y en algunos casos se
ha constatado un
acondicionamiento de las mismas
(Shanidar) y la compartimentación
del espacio, encontrando zonas de
talla, hogar, etc.
- Abrigos: son más frecuente en la
Francia septemtrional, con
ejemplos como La Ferrassie.
- Campamentos al aire libre: de
cazadores que se apostan en las
zonas de tránsito de animales. Así
vemos ejemplos como los fondos
de cabaña de Trecassats (Francia)
o, más conocido, el campamento de
Molodova (Rusia).
Tanto por los análisis óseos como
por el contexto material sabemos que
estas sociedades cazaroras-recolectoras
tenían una dieta con un alto aporte
cárnico. Para cazar utilizaban lanzas
armadas con puntas líticas y estrategias
de acorralamiento a la vez que trampas.
Los animales cazados eran
ocasionalmente grandes mamíferos
(mamuts, rinocerontes lanudos) pero
más frecuentemente de menor
envergadura (reno, bisonte, uro, cabra
montesa, caballo). Por otro lado, la
recolección otorgaría un aporte de
vegetales y moluscos. Con respecto a
los restos paleoantropológicos, hay que
decir que no suelen presenciar signos de
carencias vitamínicas ni malnutrición.
Haciendo referencia a la
producción de artefactos se concibe el
complejo industrial musteriense como
La cabaña de Molodova contó con una planta oval, de unos 10 m de largo
por 7 de ancho, que estaba formada por una armazón de numerosas
defensas y huesos de mamuts que deberían soportar una cubierta de pieles.
propio de ellos, y el perigordiense como
complejo influenciado por la llegada de
los Sapiens. Tiene una notable variedad
de artefactos líticos sobre lascas entre
los que destaca la punta musteriense.
También trabajarían la madera y el
hueso. Por otro lado, gracias al estudio
del desgaste de los dientes (como
vimos), sobre todo en mujeres, hemos
podido averiguar que se utilizaban estos
para ablandar pieles y utilizarlas como
abrigo en crudo, pues se piensa que no
se nominaba el curtido y con toda
probabilidad la confección de ropa es
algo del Sapiens.
Con respecto a su organización
social se trataría de pequeñas
comunidades de ± 35 individuos con
una organización tribal y una
concepción de familias ampliadas. Ya
está constatada la presencia de un
lenguaje articulado, elemento que
contribuiría a la creciente complejidad
social. En cuanto al aspecto
demográfico, parece ser que la
esperanza de vida giraba en torno a los
35-40 años con una alta mortalidad
infantil. Hallazgos de individuos de
avanzada edad (Chapelle-aux-Saints),
que ya no podían valerse por sí solos,
nos hacen pensar en la existencia de una
fuerte cohesión del grupo6. También se
cuidaba a los enfermos como indica el
cráneo de Saint-Césaire, que tiene una
brecha curada en la parte superior. Con
respecto a los enterramientos, podemos
hablar de deposiciones a conciencia
pero sin ningún rito estipulado ni
ninguna sistematización dogmática. A
la vez, vemos como se esmeran en
decorar al cadáver o acompañarlo de un
ajuar o flores, lo que nos hace pensar en
una concepción de una vida tras la
muerte. Ya se puede encontrar un
avanzado estado de abstracción, hasta el
punto de que muchos autores hablan de
arte ya que ahora se ven las primeras
pinturas y grabados, así como arte
mueble en forma de conchas decoradas
con ocre y cuentas de collar. Incluso ha
aparecido una máscara en la cueva La
6 Hay que tener presente que los ancianos son
muy importante en las sociedades tribales, pues
son poseedores de una experiencia de la que
carece el resto del grupo
Escena recreada en la que se puede ver un varón trabajando la madera
para la fabricación de una lanza, y dos mujeres, una tratando una piel
con la ayuda de sus dientes y la otra instruyéndola.
Roche-Cotard (Francia) que ofrece más
dudas que respuestas. También se ha
escrito acerca del ornamento (plumas y
pinturas sobre el cuerpo). Pero sin duda
lo más intrigante, algo sobre lo que los
investigadores aun no se ponen de
acuerdo, es una especie de altar con
cráneos de oso descubierto en
Regordou, Francia. Esto ha hecho
pensar a los arqueólogos en una especie
de culto al Oso Cavernario.
Como hemos visto sucintamente,
lo que se entiende hoy día por
Neandertal está muy lejos de ese
imaginario sesgado. En pocas décadas
el panorama ha cambiado
considerablemente, desterrando ese
estigma a las páginas de la
historiografía. Sin embargo, aunque
queda mucha lana por tejer y mucha tela
que cortar.
Mascara de La Roche-Cotard del 33.000 ap.
Conclusión
Bibliografía Cagliani, M. (s.f.). Mundo Neandertal. Obtenido de
http://neanderthalis.blogspot.com/
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Lalueza-Fox, C., & alii, e. (2008). A Melanocortin 1
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manufacture: the bursting of a bobble? PNAS , 20147-
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Mozota, M. (s.f.). El Neandetal tonto ¡qué timo! Obtenido
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Stringer, C., & Glamble, C. (1993). En busca de los
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Zilhão, J. (2010). Symbolic use of marine shells and
mineral pigments by iberian Neanderthals. PNAS , 1023-
1028.