El nacedor

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1 Índice Presente agitado, Más de una década Asamblea barrial de mujeres Contra las violencias y los que desinforman de construcción territorial desde la comunicación? “Con Chavez y Maduro 4 futuro nuestro 10 14 17 18 22 25 26 de lucha y resistencia La escuela del barrio para el país que soñamos Los que luchan Tres escenas ¿Cómo hacerlo el pueblo está seguro” 2 La osadía de crear, camino y piedra

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Revista de la Corriente Popular Juana Azurduy.

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Índice

Presente agitado,

Más de una década

Asamblea barrial de mujeresContra las violencias

y los que desinforman

de construcción territorial

desde la comunicación?

“Con Chavez y Maduro

4 futuro nuestro

1014

1718222526

de lucha y resistencia

La escuela del barriopara el país que soñamos

Los que luchan

Tres escenas

¿Cómo hacerlo

el pueblo está seguro”

2La osadía de crear, camino y piedra

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Somos lxs revoltosos, la murga de tu barrio, lxs que le zumban la oreja a lxs cómo-dos, lxs que ante la desigualdad no se quedan con los brazos cruzados, lxs que acechados por las injusticias se arremangan para triun-far, somos el poeta que emprendió su libro cual fusil, somos lxs muralistas de las grises paredes, el docente que va del barrio al sin-dicato y del sindicato al piquete, el militante que sigue pidiendo que bajen las armas que hay pibes comiendo, el laburante que no re-gala su dignidad al mejor postor y se orga-niza, somos lxs médicos abocados a la salud de lxs postergados, somos lxs tercerizados, lxs estudiantes que entienden que la parti-cipación se genera con la lucha, somos la va-lentía de aquellxs que pelean por sus tierras contra los agro tóxicos, somos las mujeres organizadas contra el patriarcado, somos el repique del bombo en invierno y en febrero, el tereré refrescante entre asfalto y cemento, somos el pibe que arrastra el guardapolvo y la vieja que le grita por la ventana, somos lxs talleristas que enseñamos a lxs pibes sema-na a semana, somos las manos laboriosas que sustentan las cooperativas, somos lxs que so-ñamos con Nuestra América plural emanci-pada, somos lxs periodistas que no se comen falsas dicotomías, ni giles ni gorilas, somos las infinitas vueltas de las Madres y las Abuelas, somos lxs que aman de tal modo que encuen-

tran en la revolución la única salida, somos un grupo de jóvenes, estudiantes, trabajadores, artistas que guiados por la espada de la te-niente coronela, nuestra Juana, luchamos día a día por el Socialismo. Esquivando charcos y atajos avanzamos, convencidos de que no hay vanguardias iluminadas ni mesías que es-perar, que de este baile jodido y apestado de ricos poderosos saldremos batallando día a día desde abajo, construyendo poder popu-lar, apoyándonos en las experiencias de lucha que nos precedieron y apostando a espacios de unidad que nos permitan superarnos.

Aquí vamos pateando el empedrado, aguan-tando el toletole de clausuras y persecuciones que los gobiernos nos ofrecen, quieren nues-tra quietud, el silencio, la domesticación sin saber que el movimiento es inherente al soñar y que nuestros sueños nunca los ofertaremos. Acá seguimos andando con varios años de ex-periencias encima y casi dos como organiza-ción, con los ánimos en alza por lo realizado y con la paciencia desvelada por lo que sigue. Es que en estos meses nos hemos consolidado a partir de los debates, de pisar en falso, de la reflexión, del hacer para ser, de los tropie-zos, de las batallas ganadas, de la confianza, de comprender que hay mucho más que un horizonte que nos une por lo cual apostamos a gambetear colectivamente con hambre de gol hasta la final.

Es así que fuimos parte de las luchas sindica-les del año, habitando las asambleas docentes distritales, formando parte de la conducción de Ademys y construyendo una alternativa en la UTE- CTERA luchamos contra los acuerdos de la burocracia con la patronal, cimentando la organización de base y combativa de lxs trabajadorxs; en ese sentido participamos Ed

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La osadía de crear,

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del Encuentro Sindical Combativo, de la Co-rriente Político Sindical Rompiendo Cadenas y coordinamos el 3er Encuentro Nacional de Educación; lanzamos la campaña “Yo quiero que la calle Sarmiento se llame Fuentealba”; a la par hemos realizado múltiples activida-des por la defensa y disputa de sentido del espacio público, la feria autogestiva “La Flo-rentina” en el Parque Ameghino, festivales, pintadas, talleres abiertos; hemos sido parte de las Asamblea de Mujeres de zona sur; ante la política de hostigamiento del gobierno de la ciudad a los espacios culturales que implica-ron la clausura de nuestra Casa de la Cultura Compadres del Horizonte salimos a la calle, buscamos construir la unidad con amplios sectores para decir con fuerza que “la Cultu-ra Popular no se clausura”, ante las meras re-glamentaciones excluyentes exigimos incen-tivo y fomento del Estado; a la par seguimos apostando a que el Encuentro Nacional de Espacios Autónomos (ENECA) se fortalezca y aquí vamos con la expectativa de punta al 5to Encuentro, hacia un movimiento nacional de cultura popular; por su parte, dos programas de radio se pusieron sobre ruedas, “Cultura Popular en Buenos Aires” transmitido desde Radio Sur y “Crece la voz” desde La Colectiva; participamos de la Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA) para coordinar y exigir el reconocimiento merecido de las radios co-munitarias por parte del AFSCA; de forma cotidiana las cooperativas de trabajo autoges-tivo no perdieron la cadencia, decenas de ta-lleristas se hicieron presentes semanalmente, más aún fueron los artistas que pasaron por las varietés, Domingos Cambalaches, Viernes Culturales y las Peñas Latinoamericanas, las que se ganaron su lugar en la agenda porteña; se abrió el espacio del Comedor en Compa-dres; por su parte, silbando al son del Gallo Pinto pudimos dar un salto significativo en lo que respecta al laburo que se viene haciendo en la villa 21/24, tras prepotencia de trabajo pudimos abrir un nuevo espacio, la Casa Cul-tural La Andariega, lugar que no tardó ni una semana en llenarse de pibxs referenciados en los compañerxs que allí militan; y en ese sen-tido, gracias a ese batallar “Azurduy” desde abajo con anhelos y sin techo, es que luego

de meses de ocupación, de patear legislatura, de reuniones y movilizaciones logramos con unidad que la Escuela Recuperada “Carlos Fuentealba” sea una jardín público para fami-lias de zona sur.

Sin prisa pero sin pausa, con “la sangre roja y el corazón a la izquierda” tal como diría el Che, tenemos la vocación de construir como parte del pueblo espacios de auto organiza-ción que generen sus propias herramientas, a la par que disputen las ya establecidas. En-tendemos que dicha construcción de poder popular debe darse en los diferentes espacios de participación de las clases populares, esta-mos convencidos que su protagonismo es in-dispensable para luchar por el Cambio Social y por eso creemos que nuestra Corriente Popu-lar debe aportar a que dichas fuerzas crezcan con orientación revolucionaria, entendiendo que no es una lucha solitaria sino que debe darse en unidad con la demás fuerzas anti ca-pitalistas, anti patriarcales, que luchamos a la par por el Socialismo. En ese sentido, nos sen-timos hermanos de las luchas contra hegemó-nicas que se dan a lo largo y ancho de Nuestra América, entendemos que hay una identidad plural que nos hilvana, de resistencias y lucha por la emancipación. Es así que apostamos a la coordinación de las organizaciones populares del sur del continente, que proyectamos en el ALBA de los Movimientos Sociales. De este modo, ante la avanzada liberal a nivel regional alentamos los proyectos anti imperialistas y apoyamos las disputas por la construcción del Socialismo en el Estado Bolivariano de Vene-zuela y el Estado Plurinacional de Bolivia, a la par que celebramos el heroísmo de Cuba, la perseverancia de ese pueblo en este nuevo siglo, donde la ofensiva capitalista no cesa.

Sin duda, contamos con un caudal de expe-riencias históricas vertebradoras que debemos utilizar cual envión para crear, es que sí, confia-mos en la creatividad de nuestros pueblos, pero como ya es sabido la creatividad nos debe hallar trabajando asique acá vamos, con una nueva re-vista, como Juana Azurduy, un nuevo Nacedor.

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PRESENTE AGITADO, FUTURO NUESTRO

Durante este 2014 se han cristalizado las tendencias que hemos observado en la segun-da mitad del año 2013. La crisis del Modelo Neo desarrollista y la escasez de recursos han venido de la mano del consiguiente ajuste y represión. Esto demuestra que, como todos los gobiernos argentinos a lo largo de la his-toria, el Kirchnerismo puede tolerar todo ex-cepto lo que afecta al modelo de acumulación vigente. Es allí donde está su límite.

Ante la falta de divisas extranjeras el go-bierno nacional tendió a realizar un ajuste progresivo. A comienzos de año se llevó a cabo una importante devaluación de más del 15%. Esta devaluación apuntó a garantizar importaciones y pago de deuda. La devalua-ción impactó en un contexto inflacionario que ya se venía desarrollando y que, fruto de estos hechos, se acrecentó profundamente llegando en el primer trimestre al 10% según el INDEC. La impresión de billetes, que tiene por objetivo saldar obligaciones con el extran-jero, aumenta la masa de dinero circulante sin respaldo, lo que deprecia el valor de la mone-da y hace crecer la inflación, quedando como “única salida” el congelamiento de la actividad

económica. En este marco se busca instalar la “soberanía” del Estado argentino con una causa patria de “Patria o Buitres”, en las que se buscan acuerdos que nos conviertan en pagadores seriales y que implican la fuga de muchísimo dinero que hoy falta en cuestiones básicas para nuestro pueblo.

Lo anterior no es un elemento coyuntural o pasajero. El Modelo K posee estos déficits estructurales, lo cual hace que la Argentina siga siendo una economía dependiente con un corto ciclo económico, incapaz de sortear sin heridas la fase descendente del ciclo mundial. El modelo extractivista es una de las causas principales de que el país siga dependiendo del capital extranjero: el sustento de nuestra economía es la venta de alimentos oleagino-sos, de modo que ante una decisión del sector agrícola el país puede entrar en una crisis eco-nómica intensa, como se pudo ver en varias ocasiones: en plena disputa por la 125 y este verano con la liquidación de las cosechas. A su vez en un contexto de crisis disminuye la in-versión de capitales transnacionales, que con la explotación y el saqueo de bienes naturales

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contribuyen a sostener los actuales patrones de acumulación.

Ni las trasnaciona-les, ni las empresas, ni los gobiernos están dispuestos a asumir las consecuencias de la cri-sis en este panorama económico. La devalua-ción y la creciente infla-ción tienen su correlato en la pérdida progresiva del poder adquisitivo del pueblo, de lxs laburantes, de lxs de abajo. A su vez, medidas de impacto directo como los au-mentos de transporte o la quita de subsidios muestran que ante la crisis se preservarán las ganancias de los de arriba. Seguramente, la gran cantidad de despidos que está habiendo en el sector de trabajadores ocupados sea la expresión más clara de los planes de las em-presas y el gobierno para sortear la crisis.

Sabemos perfectamente que para imple-mentar un ajuste y mantener la gobernabi-lidad se hace presente el otro elemento del binomio: la represión. Desde el acuartela-miento de las fuerzas policiales a fines del año pasado, la agenda política ha demostrado la importancia del aspecto represivo a la hora de instalar políticas de Estado. Con una rapidez preocupante, el gobierno nacional pasó de ser “el gobierno que no reprime las protestas so-ciales”, a proponer leyes antipiquetes, a cons-truir discurso en torno a la criminalización de la protesta, a poner a un represor xenófobo como Berni al frente del Ministerio de Defen-sa, a aplicar la ley antiterrorista en conflictos sociales.

En las etapas de ajuste, es fundamental para los gobiernos quitarle la calle al pueblo y criminalizar a los que luchan. Hacia allí se avanza cuando se reprime a los trabajadores despedidos que protestan por sus fuentes de laburo, a los campesinos que exigen tierras, a lxs vecinxs que piden vivienda digna y urba-nización. Otro proceso que estamos atrave-sando tiene que ver con la represión externa, que se está dando a partir de la mediatización del crecimiento del narcotráfico. Instalar a

la Argentina como un Narco-Estado implica la excusa de la injeren-cia de los EE.UU en el país. El combo mediático ofertado busca mostrar un aumento del narco-tráfico y un aumento de la criminalidad en las clases populares, lo que requiere un aumento de la militarización y repre-sión en las barriadas.

El aumento de la re-presión y la construcción del discurso por más seguridad (más mecanismos de control, más fuerzas represivas) ha potenciado la xe-nofobia y el fascismo en el relato social. La ola de linchamientos que sufrimos hace unos meses, estar discutiendo la deportación de inmigrantes, el fomento de las prácticas ra-cistas en los barrios populares, son algunas de las consecuencias.

En la agenda del gobierno nacional parece ser más importante garantizar la gobernabili-dad y abordar el problema de la sucesión que

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buscar soluciones de conjunto para nuestro pueblo. Sin embargo, la gobernabilidad tam-bién se ve puesta en duda ante las crisis: sa-bemos que un alto porcentaje de funcionarios kirchneristas, tanto en cargos altos (goberna-dores, intendentes) como en la segunda y ter-cera línea, son políticos profesionales que tie-nen más interés por un cargo y un sueldo que convicción ideológica de algún tipo. Los fa-mosos ex menemistas, ex duhaldistas, hoy kirchneristas, saben que deben acomodarse a la nueva situación coyuntural, alienándose a otros sectores del peronismo, en general más reaccionarios. A su vez, la crisis de sucesión abierta dentro del kirch-nerismo está en pleno desarro-llo. Las distintas tendencias in-ternas realizan demostraciones de fuerza, con la expectativa de hacerse fuerte para la imposi-ción de un candi-dato que “conti-núe y profundice el modelo” que ya se está desmoronando. Sin embargo, ob-servando la orientación que toma hoy el Kir-chnerismo donde su candidato presidenciable parece ser Scioli, vemos con preocupación que tras doce años de proyecto “nacional y popular” las alternativas reales de sucesión son la derecha o la derecha.

Dentro de la oposición liberal, no encon-tramos más que propuestas conservadoras y reaccionarias. Desde los armados del Frente Renovador o FA-UNEN, aún con sus diferen-cias, entendemos que se buscará fortalecer más todavía a los grandes grupos económicos y a los sectores oligárquicos.

En ese sentido, el FA-UNEN a pesar de sus internas cada vez más evidentes parecen que-rer sostener la alianza que los posicionó muy

bien en las elecciones de medio término del 2013, ahora bien para comprender di-cho frente es preciso entender el poder acu-mulado de la UCR como partido tradicional de la oligarquía, sus tejes y manejes a nivel nacional, donde se da una disputa entre posi-ciones de centro y de derecha. Situación muy diferente es la del Frente Renovador quien a través del liderazgo caudillista de Sergio Massa (ex integrante del Kirchnerismo) es-boza una interna a cielo abierto dentro del PJ. Esta “nueva” fuerza por lo pronto es la opción

ideal del establish-ment, quien aplau-de las promesas de menos restriccio-nes, desregulación económica, mayor rentabilidad para los capitales priva-dos y políticas de seguridad. El Frente Renovador cuenta con el apoyo de los medios masivos de comunicación de la derecha al igual que el PRO, ambos tienen asegurado el apoyo del imperio yanqui y se mues-tran como opciones eficientes conduci-

das por lideres simpáticos y descontractura-dos, que no de forma casual coinciden con las nuevas derechas latinoamericanas, al mejor estilo Capriles en Venezuela. Ambos son par-te de esta nueva corriente conservadora ci-paya, Macri por fuera del peronismo y Massa traccionando desde el seno del Justicialismo a diversas fuerzas de derecha.

Ahora bien mención aparte merece el partido de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el PRO, con el empresario Mauricio Macri a la cabeza, ya que se lanzó a consti-tuir una alternativa de gobierno para el 2015 a nivel nacional. El PRO aparece como una propuesta de neoliberalismo recalcitran-te, privatizador y represivo. El Macrismo se identifica con los países de la Alianza del Pacífico, que tienen desastrosos índices so-

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ciales y son los principales aliados de EEUU en América Latina. Los que vivimos en CABA sabemos lo que ellos significa, sus políticas re-trogradas recaen en nuestras espaldas desde el 2007.

En ese sentido, recientemente se ha apro-bado el presupuesto de la Ciudad 2015, en la que el PRO ha mostrado la continuidad de sus políticas privatistas, con la mirada cóm-plice de otros bloques de la legislatura por-teña. De esta forma, se reducen las partidas presupuestarias de salud, educación, cultura y desarrollo social. Con hospitales sin insumos, escuelas que se caen abajo y espacios culturales sin fomento, el PRO decide que las únicas áreas que merecen aumento presupuestario son las obras públicas (entiéndase Metrobus, pavimen-tación) y seguridad (para financiar esa Policía Metropolitana que desalojó con palos el Borda, que disparó balas de plomo en la Sala Alberdi y que reprimió violentamente, junto a la Gendar-mería, en el barrio Papa Francisco).

Este presupuesto desenmascara cruda-mente la continuidad de la política del PRO: crear una ciudad para ricos, para pocos, y reprimir a aquellos que “sobran”. Así fue como, durante este año, sufrimos una nueva clausura de nuestra Casa de la Cultura Los Compadres del Horizonte, en un período en el que se clausuraron un sinfín de espacios culturales.

Con todo, no es de absoluto reflujo la si-tuación actual del campo popular organiza-do. El ejemplo de la recuperación de la Escuela Carlos Fuentealba en la C.A.B.A. pareciera ser una buena muestra de lo que deseamos, de lo que puede lograr una lucha justa, con profun-do anclaje en el pueblo y en sus problemáticas. Es una demostración de lo que pueden lograr organizaciones con trayectorias sostenidas y que se deciden a coordinar en los hechos des-de una genuina perspectiva de cooperación en la lucha. A su vez, el crecimiento obtenido en procesos de lucha y construcción de base de algunos movimientos metropolitanos, las fuertes huelgas docentes de la Provincia de Buenos Aires, así como Salta y Chaco mar-can la voluntad y capacidad organizativa del pueblo, cuando se construyen luchas justas,

con perspectivas de profundización y que surgen de las bases. Gran ejemplo de esto es el acampe que la Corriente Villera Indepen-diente ha estado sosteniendo en el obelisco, en un contexto en que las avanzadas del go-bierno de la Ciudad de Buenos Aires parecie-ran comenzar a ser trabadas por importantes respuestas populares.Del mismo modo pode-mos leer las luchas de LEAR, EMFER, TATSA, la recuperación del Donelly -Mady Graf lue-go de la quiebra fraudulenta, y otras tantas disputas obreras

Es tiempo de insistir en la profundización de las luchas populares desde una perspecti-va de construcción legítima, de base, en y con el pueblo. Pretendiendo crecer y visibilizar las luchas, pero sin tomar atajos que más tempra-no que tarde nos explotarán en la cara. En ese camino, es preciso ir definiendo estrategias desde el campo popular, ir generando las pro-pias herramientas de ofensiva, construyen-do un poder contra hegemónico aglutinante que ponga en jaque la avanzada de derecha que se avecina. Para lo cual será relevante el grado de solidaridad y unidad que podamos construir los diferentes sectores de la clase trabajadora, como así el nivel de apertura y el programa anti capitalista común. Para ello sabemos que contamos con la hermandad de muchas organizaciones, muchas de ellas se encuentran en la esfera de la Izquierda Inde-pendiente, con las cuales compartimos una identidad popular común, construimos el Socialismo desde abajo con una perspectiva latinoamericana y apostamos a la construc-ción de poder popular. A la par, la experiencia, nos dice que hay otras fuerzas de izquierda con las cuales es posible concretar la uni-dad en la acción a pesar de no coincidir en formas y lineamientos, por lo cual tendre-mos que doblegar esfuerzos. Y por sobre todo, entendemos que hay cientos de grupos estudiantiles, culturales, de laburantes auto organizados, colectivos artísticos, grupos de jóvenes en los barrios con los cuales es ne-cesario seguir dialogando para construir un horizonte plural que nos permita “juntar las

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ganas, organizar el grito y despertar de pronto como un solo estallido”.

En este contexto, sabemos que el mapa re-gional es fundamental para pensar la emanci-pación de nuestro país, no solo compartimos una identidad latinoamericana sino también la necesidad de consolidar una economía re-gional soberana que se funde en los pilares de la solidaridad y la igualdad. El proyecto de la Patria Grande para nosotrxs no es una frase bonita, es un desafío, es un punto estratégico para poder liberarnos del yugo imperialista.

En ese sentido somos fervientes adheren-tes a los respectivos postulados de Bolivar, San Martin, Juana Azurduy, Simón Rodri-guez, Martí, Mariátegui, el Che, Chávez y Fidel quienes llevaron a la práctica la unidad de Nuestra América, batallaron por ella y su legado revolucionario es nuestro mejor teso-ro. Por eso es que apostamos a la integración latinoamericana desde la unidad en la lucha de los movimientos sociales y a la profundi-zación de los procesos de cambio en países como Bolivia y Venezuela, a la par que damos nuestro mayor apoyo a la heroica Cuba so-cialista, entendiendo que dichos procesos a la par de que fundan un contra poder en el continente contagian a las nuvas generacio-nes de ánimos revolucionarios.

Cerrando estas líneas y volviendo a la si-tuación particular de nuestro país nos pare-ce importante plantear que varias medidas del gobierno nacional en esta última década pueden leerse en clave progresista como es la Asignación Universal por Hijo, el Matrimo-nio Igualitario, la estatización de las AFJP, los juicios a los genocidas, ahora bien claro está que son medidas aisladas, que buscan ate-nuar el liberalismo regulado que sostiene, no están dentro de un proyecto que tenga como objetivo la justicia y la igualdad de la socie-dad, sino que más bien son gestos progres utilizados cual pantallas para legitimar polí-ticas estructurales tales como son el extrac-tivismo y el endeudamiento. Y en ese sentido, cabe explicitar que así como hace pocos meses se dio la feliz aparición Guido el nieto de Estela de Carlotto, hemos visto nuevamente la cara más mafiosa de los diversos niveles del Estado

con la aparicióndel cuerpo de Luciano Arruga luego de más 5 años, enterrado en fosa común.

Abrazamos la lucha de las Abuelas, de las Madres, de los hijos y de todos los que aporta-ron desde sus testimonios a que se mantenga viva la lucha por memoria, verdad y justicia. Creemos que es un gran avance los juicios a los dictadores, la búsqueda de los hijos y nie-tos apropiados pero no por ello omitimos que todavía faltan aparecer 400 nietos apropia-dos por la dictadura más sangrienta de nues-tro país, como también nos faltan Julio López, Marita Verón, Miguel Bru. Exigimos la rea-pertura de los archivos del ejército y la cárcel común a todos los responsables materiales e intelectuales de todas las desapariciones, de ayer y de hoy. Exigimos en este sentido justi-cia por el caso de Luciano Arruga, donde la complicidad del poder político, judicial y po-licial se ha intentado tergiversar de un modo desvergonzado, ocultando el verdadero fun-cionamiento del siniestro aparato estatal en materia de narcotráfico, delincuencia y acuer-dos políticos.

Es que soñamos con un país justo e igualitario donde no haya oprimidos ni opresores, para que el hombre deje de ser el lobo del hombre. Un país donde el engaño dicotómico se muera de ver-güenza, donde las clases populares crezcamos en niveles de auto organización para luchar por los propios intereses, para que los oligarcas nos dejen de usar cual peones de ajedrez.

Por eso luchamos, por un país con real sobe-ranía política, donde se fortalezca la economía sustentable, para que sea independiente de los intereses imperialistas, donde la educación, la salud, la vivienda vuelvan a ser un derecho y no un servicio.

Porque ante la crisis que el Capitalismo impuso sobre el mundo, reproduciendo ga-nancias a costa de guerras, hambrunas, la destrucción del medio ambiente, estamos convencidos que el llamado a luchar por otro modelo es imperante, es así que no nos quedan dudas de que la construcción del So-cialismo es el camino a seguir andando, por nosotrxs y por lxs que vendrán. Y así nos afir-mamos: “¡Si el presente es lucha, el Futuro es nuestro!”

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Han transcurrido más de 11 años desde aquel 2003 en el que un grupo de compañe-ros, provenientes de distintas experiencias militantes, jóvenes, inquietos, con ideas y ansias de transformar realidades injustas en futuros promisorios, pisaba por primera vez un local de alto situado en combate de los po-zos 1986, frente al imponente hospital Garra-han, vecino de la cárcel de Caseros, hijo del barrio de parque patricios, barrio que pario también la historia de muchas luchas obreras en las décadas del 10, 20, 30 y antes también.

Compadres es una casa de cultu-ra, y una organización social y política.

Las distintas actividades cotidianas que se llevan a cabo en Compadres tie-nen un hilo conductor, un fin común: poder transformar la realidad desde la cultura.

Al hablar de cultura hablamos de relacio-nes sociales, de cómo nos vinculamos con los otros y con nosotros mismos, de cómo nos concebimos, hablamos de una forma de percibir el mundo, y de transformarlo.

Creemos que la realidad debe ser trans-formada porque el sistema bajo el cual vivi-mos oprime a quienes poseen la fuerza de trabajo y avala, sostiene y fortalece a quie-nes se favorecen a partir de la desgracia, la

muerte y la miseria ajena. Y somos plena-mente conscientes de que la realidad no se transforma sola, la transformamos los hom-bres y mujeres que habitamos el mundo y lo hacemos en colectivo, no aisladamente.

Este transformar y transformarse debe ser profundo, ir a la medula, a la esen-cia de las realidades y de las relaciones.

A eso nos referimos cuando habla-mos de transformación social y cuando englobamos dentro del término cultu-ra mucho más que un evento artístico.

Muchos confunden o reducen la cultura a eventos inconexos perte-necientes solo a la esfera del arte.

Para Compadres cultura es arte, pero es también trabajo y trabajadores, es participa-ción política directa, es creación, es ciencia, es educación, es qué comer, cómo vestirse, es comunicación, es organizar el grito y des-pertar de pronto como un solo estallido…

Para organizarnos, para no reproducir y si producir, para crear y abonar el terre-no fértil de la patria grande, día a día, cons-truimos, creamos pensamos y repensamos nuestro espacio, y lo llenamos cotidiana-mente de contenido, invitando a otros a que

Compadres del Horizonte: más de una década de lucha y resistencia

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también lo hagan, y lo hacemos a partir de los diversos proyectos que hacen a la Casa…

Los invitamos a conocerlos. Desde el inicio de este proyecto nos invo-

lucramos en el desarrollo de una propuesta para l@s niñ@s del barrio de 5 a 12 años.

El nombre de este Espacio cultural para ni-ños y niñas es “Juanito Laguna”, en homenaje al pintor argentino Antonio Berni y a su obra.

Es Berni quien describe a su personaje, Juanito, como “...un chico pobre y no un pobre chico”. Coincidiendo con esta diferenciación creemos necesario un espacio integral de ni-ñez que conciba a los niños y niñas como se-res de derecho, con vos y voto, con capacidad creativa y de pensamiento crítico, un espacio que les dé lugar para formarse plenamente.

Es así que de lunes a viernes de 17 a 19, y los sábados de 14 a 18 hs se llevan a cabo distintas propuestas educativas y artísticas para que las pibas y pibes del barrio puedan acceder a una propuesta que los invite a ser parte integran-te de un espacio y no meros espectadores.

Como antes expresamos creemos que las relaciones que establecemos, ya sean perso-nales o laborales, la relación entre una perso-na y lo que crea o produce, el lugar que ocupa-mos como trabajadores, es parte de la cultura, es así que en el año 2011 hemos impulsado la conformación de una cooperativa de trabajo: El Amasijo, cooperativa de comidas caseras.

Al amasijo se suma la cooperativa textil Lunacleta, una experiencia que se propo-ne un espacio de trabajo autogestivo que posibilite no solo el poder ganarse el man-go y una oportunidad de trabajo digno para las compañeras del barrio, sino que además funciona como espacio de confluencia de muchas mujeres invitándolas a pensar su realidad de mujeres, el rol que la sociedad capitalista-machista les impone y la posibi-lidad de luchar contra eso. Es, en este mar-co, que surge el Comedor de los sábados.

Desde sus inicios las puertas de Com-padres han estado abiertas de par en par. Hemos pensado la casa como un espa-cio que pueda, entre otras cosas, recom-poner los lazos sociales que años de dic-

tadura y neoliberalismo han corroído. Esta propuesta de comedor surge a partir

de ahí. No como un espacio de asistencialis-mo, si no como un momento de encuentro en el que las familias del barrio puedan jun-tarse en torno a un rico guiso y compartan un momento de encuentro e intercambio de experiencias, vivencias, realidades, y así pau-latinamente se amase también organización.

Afortunadamente la lucha nos encuentra con otros y estrechamos lazos profundos que nos permiten trazar caminos y objeti-vos de conjunto. En esta tónica, se suman a compartir con nosotros el espacio de la casa los compañeros de Producciones del Artesano, Trabajo autogestivo sin patrón

La cultura consumista nos atraviesa e in-tenta cercenarnos constantemente, es por eso que creemos menester generarnos nue-vos criterios de abastecimiento y proveeduría

Desde allí surge la idea de una Coope-rativa de abastecimiento que nos reúne para pensar y organizar la forma y la lógi-ca bajo la cual nos suministramos y procu-ramos los elementos que cotidianamente adquirimos para comer, beber, vestirnos…

A quién compramos, de dónde viene el ali-mento que injerimos, si en el camino aquello que compramos se tiño de sangre o es produc-to de la explotación de unos sobre otros, son al-gunas de las cuestiones que nos hemos empe-zado a plantear conjunta y organizadamente.

Desde esta perspectiva nació la idea de La florentina, feria autogestiva del sur, un espa-cio que invita a nuevas formas de intercambio y abasto y que además nos convoca para recu-perar y defender la lucha por el espacio público.

El 2013 nos encontró con la alegría de nuestro primer documental La Roña del Siglo, Armando Tejada Gómez, poe-ta en su tierra, prueba fehaciente de que es posible contar otras historias, las de aquellos que el poder ha querido silenciar.

Recientemente comenzamos un nue-vo programa de Radio en Radio Sur: Cul-tura Popular en Buenos Artes. Progra-ma que intenta dar espacio a artistas y al arte desde una concepción que se corra del elitismo y del arte vacío de contenido.

Creemos que la comunicación es una he-rramienta que debe socializarse, y el arte

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también. Son herramientas de expresión y de denuncia, que deben estar al alcan-ce de todos. Y deberían además ser una fuente de trabajo real. Los artistas deben gozar de los mismos derechos y posibili-dades que cualquier trabajador y no debe-rían padecer exclusiones ni falta de trabajo.

A partir de esto ideamos y creamos el Frente de artistas de Compadres: espacio que nuclea a los profes artistas, talleristas del espacio de Talleres culturales para jóve-nes y adultos. El mismo brinda una propuesta de talleres artísticos abiertos a la comunidad.

El recorrido trazado en relación al trabajo cultural y artístico nos llevó a nuclearnos con otros en el denominado ENECA, Encuentro Nacional de Espacios Culturales Autónomos.

Una experiencia que nació hace casi 5 años y que nos permite confluir con otros es-pacios culturales a lo largo y ancho del país.

La cultura no se clausuraEn 2006 a tres años de la apertu-

ra de compadres el gobierno de la ciu-dad, regido en aquel momento por Te-lerman, Clausuro la casa de la cultura.

No es tarea difícil dilucidar el motivo. La labor política que compadres ejerce, la misma labor ejercida por miles de espa-

cios similares al nuestro, es una piedra en el zapato de la clase política dominante.

La prueba está en que la clausura de Compadres no fue un hecho aislado. Se dio en el marco de la persecución y cierre de infinidades de espacios dedicados a la cul-tura popular comunitaria y alternativa. No contentos con clausurarnos una vez arre-metieron en su canallada. El 2013 fue el año que el gobierno de Macri eligió para agasajarnos con una segunda clausura.

La excusa que ambos gobiernos utili-zan para justificar esta medida es que no contamos con una habilitación. La para-doja está en que no existe figura legal bajo la cual compadres pueda encuadrarse.

La compulsión a la repetición Y como al gobierno macrista no le alcan-

zo con que compadres sea clausurado dos veces decidieron clausurarlo una tercera.

El pasado 20 de Junio en el marco de una de las actividades de la Casa una vez más inspectores del gobierno de la ciudad llegaron a la puerta de nuestra casa, una vez más con la faja de clausura en la mano.

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Este accionar violento y sistemá-tico responde a los intereses pri-vatistas del gobierno de turno.

El macrismo ha avanzado en nuestro ba-rrio con una política específica que no solo fomenta y favorece el negocio inmobiliario en detrimento de las organizaciones socia-les y culturales sino que además alienta la denominada cultura de Elite, concibiendo a la cultura como un producto del mercado al que solo unos pocos tienen derecho a acceder.

Organizaciones como Compadres buscan generar espacios de encuentro participación y organización de los vecinos y vecinas del barrio y esto se contrapone con los intereses de los gobiernos que no gustan de la idea de que el pueblo se reúna, se una, se exprese y se organice tomando por sí mismo las lu-chas y reivindicaciones que le pertenecen.

Es por esto que buscan cerrar nuestros espacios. Piensan que clausurándonos cer-cenaran nuestra capacidad de organizarnos, de compartir, de producir otro tipo de bienes culturales y relaciones sociales y de luchar.

Hecha la ley, hecha la trampa. Como es sabido el aparato estatal cuen-

ta con herramientas y recursos para lo-grar sus fines. Las leyes e instituciones que forman parte de este aparato respon-

¡¡ Larga vida a los espacios culturales

autónomos !!

den a los intereses de quienes gobier-nan y no así a los intereses del pueblo.

Sin ir más lejos el ente que clausura a cientos de espacios culturales día a día es un ente que regula la esfera comercial, negando el hecho de que nuestras orga-nizaciones no persiguen fines de lucro, encuadrándonos en figuras que no nos co-rresponden ni representan. Tergiversando la realidad y esencia de nuestros espacios.

Por este motivo creemos que es nece-sario ser cautos a la hora de pensar bajo que normativas y leyes queremos funcio-nar, ya que la estructura legal- habilitato-ria existente no contempla espacios cul-turales, independientes y autogestivos.

Si no repensamos dicha estructura cualquier ley puede resultar una trampa.

Pese a todas las trabas que se nos quieran imponer seguiremos luchando y resistien-do por la emancipación de nuestro pueblo.

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Luego de más de nueve meses de ocu-pación empezaron las obras en la escuela del barrio que hemos recuperado para los pibes del barrio. En estos meses hemos tomado la escuela, impulsamos el proyecto de expro-piación y de declaración de utilidad pública, presentamos proyectos de obras, y, princi-palmente, no dimos el brazo a torcer ante la injusticia de tener en el barrio niñxs sin es-cuela y escuela sin niñxs. Con esa convicción, finalmente el gobierno porteño se hace cargo del edificio y comienza las refacciones nece-sarias para poner en condiciones lo que será una nueva escuela infantil.

En estos días nos encontramos pe-leando para que el gobierno de la Ciudad rea-lice la designación de la escuela y avance en la creación de los cargos docentes necesarios. A su vez, seguimos alertas ante cualquier irregu-laridad en la obra. Como planteamos el primer día, esta lucha no termina hasta que tengamos la seguridad de que a inicios del ciclo lectivo 2015 los niños y las niñas del barrio estarán estudiando en la escuela que la comunidad ha denominado Carlos Fuentealba.

Corría el año 1805 cuando en el mon-te Sacro, Simón Bolivar a sus veintidós años

juraba frente a su maestro no dar tregua has-ta liberar América, fue así que dedicó toda su vida a combatir los intereses egoístas, luchó contra los españoles como también contra los cipayos nacidos en este continente por una patria grande, inmensa, donde quepan todas las naciones, las lenguas y costumbres. A la par su maestro, Simón Rodriguez, elaboraba un proyecto educativo de instrucción pública donde la escuela ocupara el lugar de organi-zador comunal, el centro de la interacción so-cial, promulgaba una educación que enseñe a reflexionar y no a repetir, soñaba una escuela “que debe ser política... sin pretextos ni dis-fraces”, donde se enaltezca la conciencia co-lectiva y se limite la individual dado que los intereses personales estarían satisfechos; si todos nos preocupáramos por el prójimo na-die quedaría a la deriva. Así decía:

“La misión de un Gobierno Liberal es cui-dar de TODOS,

sin excepción para que...cuiden de sí MISMOS después,

y cuiden de su GOBIERNO”

LA ESCUELA DEL BARRIO PARA EL PAÍS QUE SOÑAMOS

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Mientras la costumbre de la época indicaba que solo debían ser instruidos los niños/as de familias adineradas, o sea las familias burgue-sas, los dos Simones luchaban porque las cla-ses populares ingresen al sistema educativo y así irrumpan empoderados en la fragua de la historia. Un proyecto político y un proyecto pedagógico de la mano por la emancipación de los de abajo.

En esta ocasión podríamos adentrar-nos en las grandes diferencias entre este pe-dagogo venezolano y el argentino Sarmiento, quien también tuvo proyecto pedagógico y político y prefirió expulsar a gran parte de los sectores populares y dar lugar a la masacre de la Patagonia en pos de la civilización, o sea en pos de consolidar un país que atienda los in-tereses de la burguesía anclada en una econo-mía liberal, entreguista. Pero en esta ocasión preferimos poner nuestras banderas a fla-mear lo más alto del mástil posible, mostrando que somos un puñado más de este pueblo que desde hace siglos lucha, y anuncia a los cuatro vientos que en esta tierra latinoamericana si-gue habiendo pueblo que piensa, combate y prefigura un mundo justo e igualitario.

Pasado tan poco tiempo de la recupe-ración de la Escuela “Carlos Fuentealba” nos parece imprescindible poner de manifiesto el papel que han desarrollado docentes, estu-diantes y familias en este triunfo. Fueron días de debate, de mates en la puerta, de asam-bleas, de festivales, de quedarse a dormir en la escuela, del frío del piso, de aguantar ahí días de semana, sábados y domingos, de con-ferencias de prensa, de medios oportunistas y medios hermanos, de que la policía moleste, de que sus civiles desfilen, de respirar el aire del sur de la ciudad, de ver las miserias que este sistema produce y expulsa a la calle, días de patear legislatura, despachos y también del calor firme e intransigente de lxs compañerxs.

Hemos recuperado una escuela, una escuela que había funcionado algunos años atrás pero que el macrismo tenía cerrada y abandonada. Dimos la lucha en la escuela, en

la calle, lo cual llevó al gobierno a no poder hacer oídos sordos y así a los partidos político a tomar postura. El gobierno jugó al degaste, pensaron que nos cansaríamos pero no se en-teraron que para nosotrxs eso no era un jue-go, no aceptamos sus reglas y pusimos sobre la mesa las nuestras, las que aprendimos de Carlos: la convicción, la esperanza y la lucha.

Sin duda estamos contentos por la vic-toria lograda, aunque es cierto también que seguimos preocupados por todas las victorias que aún faltan emprender, por todos los agu-jeros que este sistema educativo presenta. La falta de escuelas en la zona sur de la Ciudad y el mecanismo de la inscripción online que alentó el pase de familias de escuelas públicas a privadas y sirvió de excusa para que entes particulares privados reciban grandes montos de dinero público, son muestras de que este gobierno quiere una escuela de calidad para ricos y una escuela constituida con las sobras para los pobres. Cuán lejos está de aquellos postulados del pedagógo Rodriguez, de aque-lla escuela para todos, de la cual el Estado debía hacerse cargo sin pretextos para la for-mación de hombres libres. Sin embargo, cree-mos que este triunfo ha sido posible gracias al esfuerzo de docentes, estudiantes y familias que se acercaron, adhirieron, difundieron, ha-bitaron y lucharon por esta causa, así mismo de las organizaciones que apoyaron. Fue un triunfo colectivo y eso nos enorgullece.

Pasó un tiempo en la que también tu-vimos que emprender la lucha por nuestro sa-lario, reclamo aparentemente resuelto a nivel nacional que como ya hemos dicho no cumple con nuestras expectativas, dado que no cubre la necesidad común de lxs docentes en este contexto inflacionario y de ajuste. En esos días también salían los medios y los políticos de sa-lón a criminalizar a los pibes, justificando el linchamiento a un joven rosarino que robaba objetos menores. Lo que no oímos es mención alguna sobre las grandes corporaciones y gru-pos económicos que roban en nuestro país a diario con el amparo legal, que tienen a la ma-

Construyendo una educaciónpública, popular y emancipadora

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yoría de esos políticos de cómplices y aliados. Fenómeno que genera la desigualdad más brutal, la distribución desigual de la riqueza que empuja a los pibes a sacar unos mangos de donde sea para subsistir. Hoy como ayer decimos que ningún pibe nace chorro y res-ponsabilizamos a la oligarquía, a esos empre-sarios con voto comprado en el recinto, a esos cuantos ricos oficialistas y de la oposición que en su afán de acumulación provocan que miles de familias queden acechadas en la pobreza y tengan que rebuscárselas como sea para so-brevivir. Ahora bien cuando los frutos de su árbol se les vuelven en contra (amenazan la propiedad privada), generar el odio y aniqui-lar es la tarea. Linchar no es justicia, linchar es matar.

Por su parte, un día después de que en la legislatura porteña por unanimidad se apro-baba el proyecto de expropiación, se cumplían siete años del asesinato al docente Carlos Fuentealba y como cada 4 de abril salimos a pedir justicia completa, cárcel común para todos los responsables, pero esta vez con la satisfacción de que habíamos dado un paso si-guiendo su camino, habíamos recuperado una escuela para los que peor la pasan, los mismos con los que él laburaba en las afueras de Neu-quén, los mismos que hoy siguen sumergidos en la pobreza sin importar la década ni el pro-yecto. Este 4 de Abril, marchamos sintiendo en las manos que estábamos haciendo algo por cambiar nuestra realidad, torciéndole el brazo a lo que este sistema nos tiene prepa-rado, luchando contra las injusticias con y por nuestros compañerxs.

Es por todo esto y más que seguimos convencidos que el proyecto pedagógico debe ir de la mano del proyecto político, no se pue-de pensar un sistema educativo por fuera del proyecto de país que lo abraza. Queremos más escuelas públicas en zona sur y luchamos por las mismas, y a su vez queremos que las familias de dichos barrios tengamos trabajo y vivienda digna, que podamos acceder a un sistema de salud con cobertura amplia y que tengamos la misma posibilidad de acceso a los medios culturales que tienen familias de otros barrios, de otra clase. Queremos un sistema nacional educativo público y popular, sin nin-gún subsidio a la privada y así también un país con soberanía política e independencia eco-nómica como bien lo planteaban los progra-mas de La Falda y Huerta Grande. Fue Tosco quien claramente expresó el deseo comparti-do de los habitantes de nuestro suelo “deben desaparecer las clases y debe existir una clase, la de quienes trabajan. Y no como ahora que existen explotados y explotadores”.

Como maestrxs y futurxs maestrxs agrupados en la Simón Rodriguez, luego de este partido ganado, de estos meses de gran-des esfuerzos ponemos de pie palabras de aquel pedagogo con el que nos identificamos tanto, de nuestro Robinson, “el que no hace, nunca erra: más vale errar que dormir”. Y así seguimos día a día, semana a semana, con las luchas que están en puerta en el barrio, en la escuela, en el sindicato, en el profesorado, construyendo una educación pública, popular y emancipadora, que cimiente una sociedad justa e igualitaria.

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El último ha salido.”

amor mío, es hora, “Patria,se han cumplido los siglos,

hijos,estoy fundiendo todas las manos de tus

aguarda que ahora tengo el corazón al vientoy en el viento un aroma popular encendido.

barrios hermosos Espéranos, iremos por los

donde el día transcurre custodiado de niños,diciéndonos que es grave pero bello tenerte

limpia de capataces metálicos y cínicos.

Espérame. Esperemos.

Armando Tejada Gómez

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En marzo de 2013 se produjo el desalojo en la Sala Alberdi. Vos sos una de las personas que durante la represión fue baleada. Contanos, ¿qué sucedió?

G.S: Era un conflicto que venía transcurriendo hacía dos años y medio con una toma y auto-gestión en el sexto piso del CC San Martín. Después de mucho esfuerzo y mucha lucha de los manifestantes se lograron generar activi-dades artísticas, prácticamente las únicas que había en toda la torre del Centro Cultural. En principios del 2013 las autoridades, Ricardez y Lombardi, cierran con rejas todas las entra-das del CC San Martín, dejando encerradas a muchas personas en el sexto piso. Obviamen-te ya no dejaban ingresar a nadie, o sea que las actividades que se querían sostener en todo el verano no se pudieron desarrollarse. Impi-diendo que los trabajadores del arte pudiesen salir o ingresar libremente del establecimien-to, y en caso de que tuviesen algún problema de salud (ya que no tenían forma de alimentar-se, ni de ir al baño, ni poder tomar agua) que tampoco pudiera ingresar el SAME. O sea que todo el Centro Cultural fue de a poco vaciado de su personal y lo cambiaron por gente de seguridad, por patotas y por policía Metropo-litana.

Los que luchan y los que desinformanEntrevista con Germán de los Santos

En ese contexto, la gente que se autoconvo-có en las puertas del espacio decidió abrir las rejas y realizar un acampe en la Plaza de las Américas en señal de protesta para que se reabra el Centro Cultural, como excusa de que lo iban a “remodelar” en el verano, lo cual se sabía que era todo mentira, que la intención era asfixiar la lucha de la Sala Al-berdi.

Después de dos meses y medio de acampe, y creyendo que con el desgaste iban a dejar de acampar, se mantuvieron las acti-vidades artísticas. Un día empezaron a ame-nazar con que si no levantaban el acampe peligraban los puestos de los trabajadores del Centro Cultural, lo cual también era una falacia. El sindicato operó a favor, obviamen-te, de la patronal, que en este caso es Macri, también echándole la culpa a los manifestan-tes y no entendiendo que lo que se estaba buscando era la unidad, porque también los manifestantes estaban en contra del vacia-miento de la torre.

Finalmente el 13 de Marzo de 2013 anuncian a las 8 de la mañana, en una con-ferencia de prensa, que voluntariamente levantaban el acampe para no generar más rispideces, para abrir una puerta de dialogo,

Miembro de DTL-Comunicación Popular

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y dar una solución a todo el conflicto, no sólo al acampe si no al conflicto de la Sala Alberdi en el sexto piso, donde por esos momentos había 4 personas resistiendo. Vale aclarar que recibían alimentos, que llegaban por una canasta de planta baja al sexto piso, así se ali-mentaban y tomaban agua, esa era la forma de sobrevivir: estando aislados y siendo aco-sados del otro lado de la puerta.

En fin, se levanta el acampe volunta-riamente, pidiendo el diálogo con el ministro de cultura. Cerca las seis y media, cuando son convocados a reunirse, sorpresivamente hay un operativo policial que ingresa, cuando so-lamente la gente estaba deambulando, ya no estaba acampando. Irrumpió violentamente donde no había nada que desalojar ya que no había acampe, además siendo un espacio pú-blico que no puede ser desalojado. En ese mo-mento entro la Infantería de la Metropolitana, cerró las rejas y dejó encerradas más o menos entre 15 y 20 personas. En ese momento fue que se autoconvocaron vecinos y compañe-ros de organizaciones del lado de afuera de las rejas exigiendo que se abran, y eso se man-tuvo hasta más menos las nueve de la noche momento, en que cae la fiscal Varcia (que ha-bía ordenado el desalojo pero en el momento negó haberlo hecho), exigiendo que se retiren las cámaras primero y después la infantería, porque “era un papelón”. Entre los que esta-ban privados de la libertad estaba Luis Za-mora. Después hubo una tensa calma, donde se retira la Metropolitana del lugar. De ahí los manifestantes realizan nuevamente una asamblea en la Plaza de la Américas, aunque era inminente el desalojo. A eso de las 23:30, yo estaba en las inmediaciones y se empiezan a escuchar detonaciones, disparos y una gran columna de humo que salía del lugar. Estaba por Corrientes y empecé a avanzar sabiendo que el conflicto se iba a abrir hacia todos los lugares. Voy subiendo por la avenida hacia el lado de Callao, en Corrientes y Uruguay ya ha-bía bastante gente que luego se fue sumando a la que estaba en Corrientes y Paraná. En esa esquina había alrededor de cien personas,

tal vez un poco más, y a media cuadra había un cordón de Infantería, un grupo especial, que tiene otro nombre de la Metropolitana. Ese día entré a trabajar a las seis de la tarde; hasta las nueve de la noche era un escenario, pero cuando salí de trabajar era otro distinto. Estaban todas las calles cortadas y neumáti-cos en las esquinas y había gas lacrimógeno en el aire. En ese momento yo estaba con mi cámara portátil que la llevo siempre por cual-quier cosa. Me sirvió mucho la cámara, hace años que saco fotos y la mejor forma de po-der registrar algo urgente es con una cámara portátil, una pocket. En ese momento estaba cubriendo lo que estaba sucediendo, sobre Corrientes, avanzando de Paraná hacia Mon-tevideo, y había un cordón de Infantería a me-dia cuadra, a la altura del Teatro San Martin. En un momento, entre que iban y venían con los manifestantes, veo que hay un grupo que se suma a este cordón de Infantería, y que uno apunta con un arma larga hacia donde estaba yo. Me dio la impresión de que estaba por dis-parar, estaba sosteniendo la puntería para mi lado. Inmediatamente, cuando intento subir a la vereda, recibo un impacto.

La idea era ponerme atrás de una ca-bina telefónica, pero no llegué. En el momento pensé que era una bala de goma. Obviamente lo primero que hice fue salir del lugar porque estaba el peligro de seguir recibiendo más ba-lazos.

Otra de las cuestiones que para nosotros es fun-damental es que el hecho de que vos estuvieras ahí como parte de la Red de Medios tiene que ver con el rol que ustede creen que tiene que tener un comunicador popular. ¿Es así?

G.S: Sí, sí. Como un dato no menor los medios masivos a la hora de la represión ya no esta-ban, se habían retirado. No es por querer mar-car una diferencia con el trabajador de prensa pero nosotros no nos vamos nunca hasta que no se termina de definir una situación. En más, podemos seguirla meses, porque es nuestra vocación y es lo que creemos que se tiene que hacer: que tiene que haber personas que ga-

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ranticen que lo que muchos ocultan, se vi-sibilice a través de nuestros medios. Es una función social que nosotros tenemos, y que las empresas pagan por hora, que cuando te dicen que te vayas, te vas. En cambio los me-dios CAP [Comunitarios, Alternativos y Popu-lares] tienen un montón de definiciones que los diferencian de los medios dominantes. Una de esas es el compromiso con lo que uno está registrando, en este caso una lucha legitima, que es por la cultura. Una de las tuercas que Macri aprieta y ajusta en sus recortes. El rol del comunicador popular es ese, estar en el lugar más difícil en el momento preciso.

Y acompañando las luchas sociales.

G.S: Obviamente. Al menos yo no lo diferen-cio. Sin el compromiso uno no estaría regis-trando esto, porque somos parte, más allá de la lucha propia. No somos solamente un objeto al servicio de, sino necesitamos gene-rar nuestros propios conocimientos, nuestra propia producción, y sería un error creer que estamos por fuera de las luchas.

¿Esa es una de las banderas de la Red de Medios?

G.S: Al menos del DTL te puedo decir que sí es la visión. Es por eso que el DTL participa con herramientas comunicacionales en base a luchas específicas, ya sean territoriales, del medio ambiente… Entonces creemos que somos parte, no estamos por fuera de, no somos periodistas que estamos sensibiliza-dos por una noticia. Sino que nos sentimos parte de una lucha.

CORREPI impulsó una causa por la represión en la Sala. ¿Cómo se desarrolló y a qué instancia lle-gó?

G.S: La causa tuvo muchas idas y vueltas. Nace cuando cae un herido por bala de fuego en un hospital. A eso se le puede acompañar o no con una querella. De los tres que fuimos he-ridos, dos querellamos. Logramos que se uni-fiquen las causas, porque habiendo caído en distintos hospitales se podía considerar que eran hechos separados. Desde la RNMA nos juntamos con CORREPI y CADEP, ellos son los que llevaron adelante la causa a nivel judicial. Por fuera de eso logramos una coordinación, que hasta ahora parece ser exitosa, entre la RNMA, CORREPI y ENECA, entendiendo que ningún sector puede luchar aislado. Sabiendo que en la causa se le está reclamando al Es-tado, que es burgués y capitalista. Es el com-promiso que tenemos, no podemos no hacer nada.

La causa tuvo varios vaivenes, en el 2014, en la primera mitad del año nos ente-ramos de que corría riesgo de ser cajoneada, porque la jueza a cargo quería unirla con otra causa y llevarla a un juzgado de menores, por-que entre una de las cuarto personas deteni-das, una menor de edad en ese momento. La relación que trataba de establecer la jueza era incoherente, tratando también de justificar le-gítima defensa de uno de los posibles autores de los disparos, diciendo que tenía una herida en la mano por un piedrazo, y eso podría jus-tificar haber disparado con plomo. O sea, una locura.

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El tribunal estuvo en contra de esta medida y la querella también. Nosotros exi-gímos que la causa no cayera nuevamente en manos de la jueza Wilma López, que fue la que separó la responsabilidad de la patota de la Unión ferroviaria para con la zona liberada de la Federal. En este causa de la Sala Alberdi, intentó deslindar a la Federal de la Metropoli-tana, ya que hubo efectivos de la Federal que omitieron la participación en los disparos de plomo.

Después de eso, quedaron imputados tres oficiales de la Metropolitana (Ledesma, Acosta y De La Rosa, dos oficiales mayores y uno raso), que eran los efectivos que portaban armas largas, disparando con plomo. Al poco tiempo los llamaron a declaración indagato-ria y quedaron con prisión preventiva. Eso fue una gran noticia en el momento. Obvia-mente después con una apelación lograron excarcelarlos. Se llevó a una nueva audiencia en la sala, donde la defensa la realizó entre el estudio que agarra todos los casos de la Me-tropolitana. Una de las socias de ese estudio es la mujer de Montenegro, el ministro de se-guridad.

Obviamente trataron de poner en duda que nosotros hubiésemos estado ahí, no creyendo en los testigos que ofrecimos, po-niendo en duda los informes de los médicos, al cuerpo médico forense. Poniendo en duda todo.

Los argumentos de nuestra parte los llevó la Dra. Verdú, de CORREPI. Finalmente, a los pocos días hubo una definición de la cá-mara de apelaciones diciendo que no sólo nos daban la razón, sino que instaban a la Jueza a que esto vaya a juicio.

Y por otro lado gracias a esta causa se le está pidiendo a la Metropolitana que ten-ga un protocolo de seguridad que no tenía. Cuando allanaron el arsenal de la policía me-tropolitana se dieron cuenta de que no había un informe preciso de qué se llevaba quién. Esta causa está al menos sabiendo cómo nos van a reprimir.

En los allanamientos a los oficiales, al mismo que estuvo implicado en las matanzas del Indoamericano, Oficial Gabriel Pereira De La Rosa, se le encontró un arsenal de guerra en su domicilio particular, dentro del cual se encontraban balas compatibles con las que nos hirieron. Había muchos pruebas como para que sean procesados.

Fue lo último que sucedió a nivel pro-cesal. Es muy difícil que haya algo intermedio. El año que viene nos debería encontrar ya con el juicio. Se estima que para fines de año, pro-bablemente época electoral.

Así que así avanza la causa y lo que hay que ponderar es esta idea que nosotros tuvi-mos cuando nos quisieron cajonear la causa, de articular con otros sectores, esto le va a suceder a muchos otros sectores viendo lo que se avecina en el país. No puede haber lu-chas aisladas. Así que en eso andamos….

estar en el lugarmás difícil en el momento

PRECISO”

“El rol delcomunicador

popular es ese:

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¡Bendígase el momento en que uno para la pelota y se ve obligado a voltear la vis-ta! Sólo así se puede tomar conciencia de todo el camino recorrido, ¡una bocanada de aire fresco y a retomar fortalecido la marcha!. Esta es, más o menos, la sensación que nos generó tener que poner en palabras qué es esto de La Andariega, de dónde salió, por qué empezó a andar y hacia dónde va…

Los andariegos y las andariegas so-mos sujetos, por definición, militantes de la cultura. ¿Qué es la cultura? ¿Quién la hace? Pues déjennos decirles nuestra opinión y es que la cultura no es un objeto que se tiene o no se tiene, la cultura no tiene un creador que la haga, porque la cultura es aquella que va donde se le da la gana, y anda de aquí para allá enseñando a hacer un huevo frito, a dis-frutar de una danza, sacando una sonrisa o, nada menos, haciendo vivir. La cultura no es estática ni de prestigio, la cultura tiene un ca-rácter dinámico y colectivo, que está tanto en el teatro como en los pasillos.

¡Pero cierto que no les hemos contado

de dónde salimos! Pues ni de un repollo, ni de una baldosa (en el barrio de éstas no abun-dan como para andar escondidos allí abajo). Muchas somos maestras y otros maestros, estudiantes y artistas que llegamos al barrio de la 21-24 y empezamos a conocerlo, em-pezamos a caminarlo. Allí nos encontramos con los pibes y las pibas, con las familias que en el tiempito en el que no se están ganando el mango, nos convidaron unos mates o un tereré según mandara el clima, y un rico chi-pa para entretener la barriga. Nos compar-tieron alegrías y miserias y así empezamos a acordar cómo construir cultura y poder popular.

Así transitamos el 2012, acompa-ñando la escolaridad de nuestros niños y nuestras niñas, pero sabiendo, como hemos dicho, que la cultura no está sólo en los libros. Entonces empezamos a ampliar y a construir espacios donde poner en juego la creativi-dad: huertas para alimentarnos en comuni-dad y talleres artísticos para poner la mente y el cuerpo a volar.

Esto es más o menos lo que hicimos, pero este no es el final, sino el comienzo de una experiencia que tiene por horizonte transformar la sociedad.

tres escenas de

“Y así fue. Cantaron los gallos y el alba descolgó su lucero.

Partió La Andariega rumbo al Norte y en el camino se desvió para el Sur.

Porque muchas veces el norte no está en el Norte.” *

* En “Títeres de la Andariega” de Javier Villafañe

Escena uno.La Andariega comienza a andar

COnstrucciónterritorial

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Es enorme la cantidad de herramien-tas y recursos (materiales y simbólicos) de los cuales podemos valernos para ir consti-tuyéndonos como sujetos sociales. Podemos ver llegar el mañana con nuestras mochilas cargadas de saberes, experiencias y pájaros para echar al vuelo, y somos conscientes de que gran parte de todo eso empezamos a re-unirlo en la niñez y la adolescencia. Por eso La Andariega recorre el barrio, conoce a su gente y se da a conocer. Para desparramar por aquí y por allá lo que le han contado, lo que le han transmitido, y a su vez, seguir aprendiendo de lo que, sin duda, se genera en el vínculo con el otro, apostando a fomentar la construcción de una verdadera cultura popular.

Como maestras y maestros vemos en la escuela una potencialidad, muchas veces ol-vidada, en cuanto a su capacidad para incluir positivamente a niños y niñas que viven en situaciones de marginación y violencia, dentro de esta sociedad que desplaza casi por natu-raleza. Pensamos una escuela que sea ver-daderamente pública y que se enriquezca a partir de su relación con el territorio, relación que existe de hecho pero se desconoce en la práctica. Una escuela del barrio que constru-ya con la comunidad entera, que sea verdade-ramente inclusiva, con maestros y maestras que piensan donde pisan sus pies.

Como artistas, trabajadores y traba-jadoras de la cultura creemos en el arte y en los diferentes tipos de prácticas sociales como herramientas para asimilar el medio que nos rodea. A su vez, consideramos a estos recur-sos como fundamentales, por su capacidad para contribuir a la producción de discursos que generen y promuevan la búsqueda de una

identidad individual y colectiva dentro de un ámbito, que la mayoría de las veces, se presen-ta hostil y ajeno ante el desarrollo de determi-nadas actividades que impliquen lo lúdico.

Como andariegas y andariegos aposta-mos a que estos dos ámbitos, formales y no formales, trabajen juntos, con estrategias y objetivos comunes, como complementos ne-cesarios para la formación de niños y niñas con mentes y espíritus fértiles, capaces de hacer brotar al máximo todas las potenciali-dades que tenemos cuando se nos garantiza el acceso a todos nuestros derechos, especial-mente, cuando transitamos la etapa de la ni-ñez. Y este colectivo piensa a esa niñez desde su integralidad, y es por eso que apostamos a trabajar en la construcción del conocimiento, sea éste más escolarizado, o implique poner las manos en la tierra de nuestras huertas, o utilizarlas para construir títeres, o para llenar los espacios de música a través de la percu-sión; sea compartiendo lecturas y escrituras, compartiendo meriendas, compartiendo his-torias, compartiendo...simplemente. Y ese ida y vuelta nos permite crecer, y ese crecer es un enriquecimiento para la cultura, la que no está encerrada en museos, la cultura que recorre los barrios, las escuelas, los pasillos, las plazas, las casas de los vecinos y vecinas, y a cada uno de los sujetos.

Sabemos bien que el camino no lo desandamos solos, necesitamos construirlo con las familias y las diferentes instituciones que habitan y trabajan dentro del barrio de la 21-24. Necesitamos entre todos, entre todas, pensar en nuestro territorio -incluyendo en él al conjunto de subjetividades que lo compo-nen- en sus potencialidades, en los cambios que queremos, y en cómo llevarlos adelante.

Escena dos.Del por qué La Andariega va andando

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Escena tres.La Andariega se reinventa y sigue su marcha

Aprendiendo de la experiencia y con la fuerza de los debates y los acuerdos, este año hemos continuado con el viaje. Durante los primeros meses y los últimos del año sos-tuvimos y sostendremos nuestra “Campaña de Boletín Abierto”, cuya principal bandera es la de frenar la exclusión de los niños y niñas de la escuela, corriendo la responsabilidad del “fracaso escolar”. Apoyos sostenidos y siste-máticos que promuevan sus aprendizaje y evi-ten la repitencia y el abandono de la escuela.

A su vez, sabemos que la conciencia se for-talece no sólo a través de la escuela. Por esto seguimos trabajando en las huertas comu-nitarias, generando lazos entre los espacios verdes del barrio y fomentando la creación de nuevos. Sabemos que en un territorio donde abunda la explotación y el hambre, la noción de soberanía alimentaria es más que necesa-ria.

Como la salud también se contagia, aposta-mos a generar espacios de reflexión y acción en relación a la salud comunitaria.

¡ Pasen y vean !

Por último, entendiendo que lo subjetivo está vinculado a lo material, emprendimos un camino que tiene que ver con luchar por el ac-ceso a una vivienda digna. Ya que los reclamos y escraches no alcanzan, arremetimos con el trabajo voluntario y colectivo para construir los cimientos que estabilizan nuestros sueños y proyectos, así como las casas de nuestrxs pibxs y sus familias.

Luego de mucho andar, entendemos que para crecer necesitamos arraigarnos a un lugar. Por eso La Andariega se estaciona, hace una parada estratégica pero no para dar marcha atrás, sino para redoblar la apuesta y avanzar cada vez más. Centralizamos nues-tra propuesta en un lugar donde seguiremos construyendo cultura y poder popular. Así termina como empieza, porque cada final es un nuevo principio de esta carreta tirada cada vez con más fuerza.

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Desde siempre hemos tomado postura en torno al debate que implica generar medios de comunicación contra hegemónicos o con-tra los monopolios mediáticos.Sin embargo, en el último tiempo hemos notado que en nuestras prácticas subyacía una concepción de comunicación instrumental y en menor medida política.

En general solíamos difundir nuestro que-hacer e informar acerca de la organización con el objetivo de poder lograr mayor visibili-dad en nuestros barrios. Es decir, que nuestra concepción de comunicación no sólo era ins-trumental, sino que además estaba reducida a lo mediático.

Llegados a este punto, nos empezaron a surgir interrogantes que nos hacían repensar nuestras formas de entender la comunicación. Comunicación como herramienta, si. Comu-nicación mediática, si. Pero ¿para qué? ¿Entre quienes? ¿Cómo? A partir de esta necesidad de profundizar nuestro accionar comunica-cional, desde una perspectiva política, decidi-mos constituirnos en un frente de comunica-ción enmarcado en una organización política, la Corriente popular Juana Azurduy.

Este frente de comunicación desde sus pro-pios interrogantes iniciales ya entendía la ne-cesidad de optar por lo alternativo y popular. Y para ello necesariamente nuestro objetivo es una construcción colectiva, donde los su-jetos nos asumamos, no sólo participes sino protagonistas de la forma de percibir nuestra realidad. Y por supuesto, de transformarla.

El desafío era y es, cómo a través de la co-municación como práctica social se puede disputar poder. Poder desde lo cotidiano, creemos necesario reconocer que, si bien hay impuesta una cosmovisión del mundo, no es la única. Se suele invisibilizar que los sujetos tenemos capacidad de creación, no somos meros receptores o consumidores de pro-ductos de la industria cultural dominante sino que somos productores de nuevas formas de

comunicación en las que podemos reconocer nuestro propio accionar.

Poder, entonces, para asir la herramien-ta comunicativa desde el seno mismo de los conflictos y de los barrios, y lograr que ver-daderamente sea el pueblo el vocero de sus propias necesidades e intereses. Fomentar, favorecer, y trabajar en pos de la apropiación del derecho a la comunicación y su ejercicio por parte de los sectores populares, excluidos históricamente.

Pero también disputar poder desde lo ma-cro, entendiendo que el objetivo de la trans-formación social no se alcanzará desde el ac-cionar comunicacional alternativo solamente. Pues entendemos a la comunicación como una de las patas que conforman la lucha por la emancipación del hombre, no como un todo, sino como la parte de un todo comprendido por una diversidad de sectores.

Es por todo esto que encontramos entre nuestros referentes en documentalismo y pe-riodismo a Gleyzer, Massetti, Walsh. Personas que llevaron adelante la tarea de comunica-dores desde estructuras colectivas, y multi-sectoriales. Generando participación directa por parte de las bases, además de demostrar coherencia poniendo el cuerpo a la lucha por la liberación de su pueblo.

Ellos encendieron la chispa, iniciaron ese fuego que iluminó el camino alternativo, el contra hegemónico, el de la revolución. Su trinchera fue la comunicación, concibiéndola como más que una herramienta, como cons-tructora de subjetividad, y reconociendo allí su potencial.

Es por todo esto que el pensamiento de estos compañeros nos funda e intentaremos reivindicarlos a partir de la tarea que nos toca emprender. Y en eso estamos. En un contexto distinto y ante desafíos y escenarios diferen-tes. Los tiempos han cambiado, si. Sin embar-go, el horizonte sigue siendo el mismo.

¿cómo hacerlo desde la comunicación?

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“Con chavez y maduro el pueblo está seguro”La valentía de un pueblo, el timón colectivo y sus encrucijadas.

El proceso bolivariano abierto en el ´89, en gobierno en el ´99 y profundizado en la dé-cada siguiente estuvo a cargo en gran parte de un pueblo “arrecho” y “bravo” que duran-te decenas de décadas había sido golpeado por el liberalismo económico, encarnado por lo que se supo denominar la IV República. El liderazgo carismático y popular de Hugo Cha-vez Frías fue el que proyectó los pasos a dar en cada momento. En un principio guiado por tintes independentistas de signo nacional en oposición al “yugo” imperial y así al pasado ne-fasto de su lastimada Venezuela, Chavez apli-có un caudal de medidas sociales que dejaron en evidencia que no sería un peón más del jue-go liberal. En esos primeros años pocas eran las personas de confianza del Comandante, de hecho gran parte de sus funcionarios ve-nían de experiencias ligadas a la IV República o bien a diversos agrupamientos reformistas. Luego de los intentos golpistas de la derecha pro yanqui (Abril de 2002) la radicalidad del proceso se fue enfatizando, las políticas socia-

les (Misiones) fueron seguidas de estatizacio-nes, con beneficios para las clases populares nunca vistos con anterioridad en dicho país.

Estas políticas “inclusivas” fueron acompa-ñadas de una simbología que reivindicaba a personajes con arraigo en el pueblo: indíge-nas, negros, patriotas independentistas (Bo-livar, Miranda, Simón Rodriguez), lo cual fue definiendo una estética y una identidad popu-lar como movimiento, que superó rápidamen-te las paredes del Miraflores. De este modo, los símbolos basados en las luchas populares fueron formando una subjetividad nacional contra hegemónica. Dicha batalla cultural no fue para las clases populares un cocoliche sino que significó el reconocimiento de las costumbres, personajes y valores del pueblo de más de 200 años de historia. De ese modo el gobierno no solo a partir de la renta na-cionalizada del petróleo distribuyó de forma más igualitaria los ingresos sino que también resaltó la cultura de los de abajo como una cultura legítima. De a poco los ritmos llaneros,

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“Si queremos cambiar el mundo, el pueblo debe ir tomando el poder”

la recetas de los barrios, el latir del deporte, las historias ocultas de luchadores del pueblo fueron disputándole a la burguesía y sus bue-nos modales extranjerizados el sentido de la nación. La nación bolivariana, la patria socia-lista empezaría a hacerse eco en discursos, libros, propagandas y charlas de vecinos.

Este proceso ideológico fue reforzado en diversas oportunidades por el propio Coman-dante al re direccionar el rumbo político de su gobierno y así del movimiento. Encontrando el punto de inflexión más importante de la déca-da en el Foro Social Mundial del 2005 realiza-do en Porto Alegre, Brasil, donde el presidente planteó la necesidad de superar el capitalismo a través de la construcción del Socialismo del SXXI: “Es necesario, decimos y dicen muchos intelectuales del mundo, trascender el capita-lismo, pero agrego yo, el capitalismo no se va a trascender por dentro del mismo capitalismo, no. Al capitalismo hay que trascenderlo por la vía del socialismo, por esa vía es que hay que trascender el modelo capitalista, el verdadero socialismo. ¡La igualdad, la justicia!”. De este modo, el proceso tenía un nuevo sentido y las clases populares un horizonte común a cons-truir. El propio gobierno fue referenciando su accionar con el Socialismo del SXXI, de modo que el apoyo de la gente que antes estaba liga-do solo a una figura, empezó a serlo también a una concepción, a un modelo de país.

Luego de varios años de combate con la bur-guesía y de arrasadores triunfos electorales el Chavismo fue generando sus propios órganos, uno de ellos y quizás el de mayor trascenden-cia actual fue el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). El mismo fue fundado en Marzo del 2008 por el propio Chavez con el objeto de unificar todos los agrupamientos y así generar un partido de masas que oriente el proceso revolucionario hacia el Socialismo del nuevo siglo. Al igual que la mayoría de los ar-mados tanto electorales como organizativos,

en primera y última instancia dependieron de la voz de mando del líder, quien aparecía como el único que podía aunar posiciones y así generar el consenso para avanzar. Dicho partido contó con el respaldo popular; millo-nes de venezolanos se afiliaron de forma casi inmediata. Claro que dicha cantidad no se ex-presó luego en el número de activistas, sino más bien en adherentes a un proceso, a las pa-labras de un líder. Con el correr de los meses el partido más que un timonero político se con-virtió en un herramienta electoral, una maqui-naria aceitada y de gran potencia, de alcance nacional. Ahora bien, la falta de un espacio de encuentro centralizado, de discusión y con-senso para los militantes chavistas apareció y vuelve a hacerlo cada vez con más frecuencia. Las diferencias irresueltas por dicha ausencia de espacio común han sido tales dentro del movimiento que hubo jurisdicciones donde se presentaron listas chavistas por fuera del PSUV, disputándoles a candidatos que iban con el sello del partido. Estas situaciones son el reflejo de una realidad cada vez más latente dentro del chavismo, la existencia de una cas-ta que vive de las arcas del Estado, afincada en bancas nacionales o puestos municipales, con accionares clientelares y burocráticas para con los de abajo, y otra que también está afiliada al PSUV, también es chavista pero que sus perspectivas revolucionarias, basadas en la construcción de poder popular chocan ro-tundamente con el reformismo categórico de los acomodados.

Estas situaciones de conflicto en una eta-pa del proceso bolivariano donde “lo viejo no acaba de morir y cuando lo nuevo no acaba de nacer”, en pocas palabras, esta disputa por el sentido “reforma o revolución” se acentuó con la muerte del líder máximo. Aquella figu-ra totalizadora que condensaba los diversos forcejeos internos y que se ponía al frente del movimiento, al irse deja una vacante no fácil de cubrir, dejando sobre la mesa un reto his-tórico.

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Su sucesor Nicolás Maduro, un trabajador del transporte que había sido parte de la Liga Socialista (agrupación marxista leninista) con brava formación sindical, es quien debió ha-cerse cargo del gobierno en un momento de crisis económica, de aprietes internos y así de nuevos intentos golpistas por parte de la derecha fascista. Sin tropezar dos veces supo superar las adversidades, pudo en gran par-te contener al chavismo, generar un grado de consenso aceptable para gobernar y así también intenta retomar el legado del ex pre-sidente, en especial lo planteado en su discur-so conocido como “golpe de timón”. Donde se prioriza la creación de poder popular a través del desarrollo del Sistema Nacional de Medios Públicos y especialmente a partir de la consti-tución de comunas (públicamente Chavez se lo encarga a Nicolás), lo que a la par demanda la revisión interestatal de redes de corrupción y así la limpieza de la burocracia que obsta-culiza el gobierno de los de abajo. Claro está que este juego puede costarle la vida al mismo movimiento chavista, dado que la lucha hacia adentro puede generar quiebres y fracciones que lo desangren, porque nadie imagina a los funcionarios parasitarios abandonando pací-ficamente sus puestos ni a los revolucionarios cediendo posiciones. De este modo la dispu-ta se da en el seno del Estado, en el seno del partido y también en los diversos sectores, en especial los demarcados territorialmente. Si bien el enemigo supremo, la derecha (MUD y cia.) es quien representa de forma extrema los intereses capitalistas, la lucha de clases tiende de forma más compleja y con amplias escalas de grises a penetrar en el propio movimiento, donde el antagonismo “reforma capitalista vs socialismo” entra al ring por la revancha histó-rica. En ese sentido, el terreno debe ser cuida-dosamente trabajado por las propias fuerzas,

para lo cual es primordial la madurez, realizar los intentos necesarios para construir hori-zontes comunes, no permitir que las peque-ñas diferencias trasciendan el plano interno, entendiendo la obsecuencia de la derecha en estos escenarios, sin por ello abandonar la “batalla de ideas”.

En este contexto es de esperarse que cada cual ponga en juego sus tejes y manejes, es es-perable que aparezca la politiquería, la coop-tación, los impulsos anti democráticos dentro del partido, los acomodos y demás vicios de la “realpolitik”. Ahora bien será sin duda priori-tario lograr que el movimiento no se fracture, que se tienda a consolidar los grandes avan-ces logrados en estos 15 años, que se utilicen dichos pilares para proyectar la independen-cia económica y la soberanía política, camino al Estado comunal.

El III Congreso del PSUV llevado a cabo durante Julio del corriente año fue muestra clara de la situación relatada, donde el senti-do burocrático y de poco carácter revolucio-nario coparon la parada a pesar del discurso alentador que Nicolás Maduro pronunció en la inauguración, donde decía “que no todo es perfecto dentro del partido, que no todo fun-ciona como debería funcionar es verdad, y soy el primero en reconocerlo, pero yo sé también que dentro del PSUV hay una enorme fuerza crítica y creadora para corregir lo que hay que corregir, tengo la certeza de que el partido de Chávez va a seguir haciendo historia”. Pero fi-nalmente dicho Congreso estuvo colmado de delegados reformistas, lo cual se vislumbró en el gran apoyo que recibió Diosdado Cabello, a quien en oportunidades anteriores las mayo-rías habían rechazado.

Es por esto que el chavismo deberá ser cuidadoso en los espacios/ órganos donde enmarque la deliberación del movimiento, ya

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que es posible que si no lo hace el des-borde se aproxime, tanto por la no ins-titucionalización de esos espacios (ya que la participación se dará de forma desmedida, desbordante en los ámbi-tos más diversos) como por la institu-cionalización demagógica (ej. PSUV u órganos de gobierno) donde las bases no se encuentran debidamente repre-sentadas.

Ahora bien este panorama nos de-muestra que una vez más las clases populares, sus referentes, su nivel de auto organización y vocación de cambio serán las que podrán traccio-nar para la izquierda el rumbo de este proceso. Ya no hablamos de soviets, menos aún de unidades básicas, ni de guerrillas, estamos ante un nuevo escenario donde el nivel de invención nos viene sorprendiendo, parece ser que el “ni calco ni copia” de Mariátegui ha coincidido con la praxis del pueblo bolivariano. En ese sentido, el proce-so democrático ha permitido grandes avan-ces para las clases subalternas. Está sobre la mesa el tipo de Estado que se puede construir, está fraguándose en estos mismos instantes, desafiando lo hasta el momento conocido. A su vez es preciso no perder de vista que la lu-cha de clases, la construcción del “Socialismo del SXXI” deberá batallarse desde diferen-tes planos; los sindicatos, las comunas, los ministerios, el parlamento y las calles serán lugares decisivos. Ahora bien, entendemos que el punto nodal se encuentra en cómo y desde dónde construir dicho poder para que realmente sea popular y no una bella carte-lería. Desde dónde y cómo tender a que los medios de producción y los medios culturales respondan al interés de las mayorías, estén en manos de las clases populares. Porque es sa-bido que los avances han sido muchos, tanto en la constitución de medios de comunicación contra hegemónicos, en el destierro del anal-fabetismo, en la inauguración de escuelas y universidades como en las experiencias de empresas comunales, en la expropiación de empresas y así todo lo que benefició y posibili-tó la nacionalización de los recursos naturales

a través de decenas de Misiones como fue la construcción de viviendas para miles de vene-zolanos (Misión Vivienda). Pero se vislumbra que para profundizar el proceso revoluciona-rio hacen falta nuevas políticas sustanciales que re impulsen, ya que por más orgullo que da a todos leer “Revolución”, “Socialismo”, “Po-der popular” en propagandas gubernamenta-les no podemos conformarnos, no debemos acomodarnos la camisa sin antes indagar si dichas palabras tienen correlato pleno en la vida diaria de los ciudadanos.

El legado de Chavez es basto y conciso, aho-ra bien es preciso continuar con su método de acción – balance – reflexión – acción, el cual permitió al pueblo superarse sistemáticamen-te, avanzando significativamente hacia un modelo político/ económico donde prime, se tienda a la justicia y la igualdad. Dicho método crítico quizás sea uno de las enseñanzas más importantes que el Comandante nos haya de-jado.

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Hoy el pueblo bolivariano se encuentra ante el desafío de suplir dicho liderazgo su-premo por un liderazgo colectivo, donde exis-tan los grandes referentes y guías como lo es hoy Maduro pero que sea por sobre todo el pueblo organizado quien a través de mecanis-mos democráticos pueda gobernar en base al poder popular afianzado. Para esto será pre-ciso poner sobre ruedas agiles el Plan de la Patria 2013-2019 que el Comandante dejó en carril y por consiguiente será inexorable-mente necesario trabajar de forma “arrecha” en la consolidación de la comunas, donde no solo hacen falta recursos, sino compañeros/as con experiencia dispuestos a llevar a cabo la tarea, equipos que supervisen y así canales comunicativos y democráticos que permitan que dichos territorios organizados empiecen a ser parte de las decisiones de gobierno. Re-sultan precisas las palabras de Chavez (2006) para sintetizar esta idea: “Estamos entrando a una fase definitiva del poder constituyente y la revolución. Hemos tocado una veta de oro: El poder del pueblo, que se está desatando a través de la organización popular”, y así la sugerencia que haría meses después, “Invito a las comunidades a ir asumiendo el poder po-pular directamente, el poder constituyente, el poder soberano. Hemos ideado una figura en la que tengo mi vida empeñada: los consejos comunales”.

Sin duda nos encontramos ante uno de los procesos de cambio más importantes de Nuestra América en las últimas décadas. Es-tamos ante un pueblo que supo ponerle fin al

neoliberalismo proyectando un modelo su-perador que no dependa de la oligarquía, un proyecto con anclaje plebeyo, que no juega a medias tintas, que no se conforma con un de-sarrollismo plácido y de sustentabilidad mo-mentánea, sino que tiende a torcerle el brazo al colonialismo y la opresión imperial de siglos. Es por ello que se encuentra con desafíos constantes, con un campo minado por la de-recha cipaya amamantada por el capital inter-nacional, y también con disputas -esperables- dentro del movimiento por el rumbo político a seguir. Ahora bien, los síntomas de valentía de los/as de abajo, sus ánimos reflejados en cán-ticos masivos “con Chavez y Maduro el pueblo está seguro” ante la incertidumbre transitoria tras el fallecimiento del presidente en 2013, su lealtad al proceso bolivariano en momento críticos provocados por las fuerzas desestabi-lizadoras, su imperiosa entrega para construir las comunas nos dan noción de que las clases populares no bajan la guardia, como solemos decir por nuestras pampas, están firmes como rulo de estatua y aparentemente no comen vidrio. Todo ello a los que creemos y militamos diariamente por el Socialismo nos renueva la fe, la esperanza y refuerza la convicción de lo ya dicho por el Comandante del alba “si que-remos cambiar el mundo, el pueblo debe ir tomando el poder”.

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Baja el sol, los colores del parque van oscureciéndose y el círculo de mujeres se va agrandando. Giran los mates, se escuchan más altas las voces y más fuertes las historias. Las curiosas espían. Se respira enojo, encuentro, resistencia, lucha. Mujeres del sur de la ciu-dad de Buenos Aires, se convocan y llaman a más mujeres a iniciar este acto rebelde: nace la asamblea barrial de mujeres contra las vio-lencias.

La primera asamblea, se realizó el ter-cer viernes de febrero pasado, en el parque Ameghino, barrio de Parque Patricios. Mu-jeres de organizaciones barriales de la zona, nos reunimos con la intención de comenzar a compartir y construir una red que sostenga y articule la lucha contra todo tipo de violencias de género.

La idea de esta Asamblea nace des-pués del viaje al 28º Encuentro Nacional de Mujeres, en San Juan. Donde muchas de las que compartimos la experiencia, quisimos seguir construyendo juntas en nuestros te-rritorios, apoyándonos, y armando esta red, que tan necesaria es. Convencidas de que la violencia no es un hecho aislado, sino un sis-tema que alcanza a todas las personas, con la complicidad de las leyes, las instituciones, el Estado, y las iglesias. Construir un mundo más

justo donde podamos ser libres y respetadas, depende de la lucha y la organización de to-das.

Con el objetivo de defendernos, orga-nizarnos y sobre todo generar conciencia de la gravísima situación de opresión y explota-ción que vivimos las mujeres, decidimos jun-tarnos. Y no solas, sino con todas aquellas que quieran acercarse. Por eso decidimos hacer asambleas abiertas en espacios públicos, con una modalidad itinerante, los terceros viernes de cada mes. La asamblea de marzo la reali-zamos en el Parque Pereyra en el barrio de Barracas y la de abril en Plaza España.

Vamos caminando de a poquito, pero seguras de ocupar esos espacios públicos con nuestros cuerpos y nuestra palabra, enfren-tando colectivamente la violencia machista. En tiempos de la cacería de brujas, allá por la era medieval, cualquier mujer que se juntara con otras mujeres, era sospechosa y podía ser condenada a la hoguera. Hoy las mujeres que andan solas, de noche, en la calle, siguen sien-do estigmatizadas y blancos fáciles del abuso y el acoso. Nosotras nos reunimos, nos encon-tramos, en la calle, en el parque, en la noche, queremos que todas las personas sepan que estamos decididas a defendernos y crear un barrio, un mundo no machista, no patriarcal.

Asamblea barrial de mujeres contra las violencias¡No nos pudieron quemar, ahora nos encendemos organizadas!

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prestame tu fusilEl cañon, “Truena

Que la revolución

a jazmín”viene oliendo