El Muro de Berlín

12
 

description

Trabajo presentado a Hª del Mundo Actual, sobre el tema del Muro de Berlín en torno a la Película "La Promesa". La problemática del mundo berlineses tras la II Guerra Mundial con el marco de esta película; en el contexto de la Guerra Fría; en la división vital en dos territorios.

Transcript of El Muro de Berlín

7/17/2019 El Muro de Berlín

http://slidepdf.com/reader/full/el-muro-de-berlin-568edfd5d31a6 1/12

 

7/17/2019 El Muro de Berlín

http://slidepdf.com/reader/full/el-muro-de-berlin-568edfd5d31a6 2/12

La Promesa Alemana: Historia, literatura y Cine en torno a la Promesa  —  Samuel Benito de la Fuente 

ÍNDI E

1) Un muro, una tierra , y Europa. 2) Un muro de verdad : el muro de

Berlín. 

3) Los cambios sociopolíticos en las

 Alemanias entre muros.

4) Un muro que cae. 

5) Bibliografía. 

7/17/2019 El Muro de Berlín

http://slidepdf.com/reader/full/el-muro-de-berlin-568edfd5d31a6 3/12

La Promesa Alemana: Historia, literatura y Cine en torno a la Promesa  —  Samuel Benito de la Fuente 

 Un muro una tierr y Europa.

Cuando pienso en un muro, lo primero que se me viene a la cabeza es el muro que hayentre mi casa y la de mi vecino. Y no es una cosa que me turbe en gran medida; mas,

todo lo contrario, casi me da seguridad. Pienso que el muro es, ante todo, privacidad,una “cosa burguesa” probablemente; que nadie entrará en mi casa, ni siquiera al patiodonde un jardín con un arbusto y unas flores, una cuba, y un banco decoran y soncontemplados — sin poderse ver  lo de dentro e incluso centrando las miradas —  por las

 personas de fuera; que, además, yo y vecinos nos sentimos más a gusto porque evitamos problemas y futuros conflictos por las partes: y en todo caso, nos podemos ver por la parte superior del muro, para darnos las típicas cosas que entre vecinos regalamos como parte de esas relaciones de generosidad vecinal, etc. Casi, así, parece idílico; en otrocontexto, sonaría a película o relato de terror, no sé si a película de «género B», pero un

 poco a kafkiana.Pues, ¿quién imaginaría que alguien me encerraría en ella, me quitaría las llaves, no medejara salir, y aunque parezca que puedo ver el exterior, no puedo salir? ¿Cómo undueño  de su hogar   podría verse negado a salir o entrar? Eso, al menos en nuestraconcepción «burguesa». Pero si lo pensamos en una concepción «socialista», también,

 puesto que los dueños de ese lugar , de esa  propiedad , no es más que la de susmiembros, técnicamente los proletarios. Pero parece que los dirigentes como Ulbricht oHonecker no tenían en mente ese pensamiento: porque ellos  no eran los verdaderosdueños. Y entonces, claro, uno piensa que la casa de los proletarios no era de ellos sino

de una burguesía socialista. Mientras los dirigentes, que a su vez tenían sus propiosmuros e incluso unas entelequias vigilancias internas según cuenta Dionisio Garzón,vivían en el barrio Wandlitz (llamado también Volgogrado por sus volvos…), fuera delas zonas obreras en donde antes estaban instalados, donde vivió el mariscal naziHermann Goering, allí, al estilo que algunos tildaron o tildarían de capitalista.  — Aveces los conceptos tienen la perfidia de írsele a uno en su contra, por ironías de la vida:la realidad  y los conceptos como si se tratasen de la ficción parecen rozarse como en elmuro una realidad y otra, en el mismo en el que nos movemos en estas líneasconceptualmente — . Y es que el  Estado, democráticamente, sea en una entidad

«burguesa» o «proletaria», sus dueños son sus habitantes — aunque la cosa a veces está por ver.

Concibamos al Estado como hacían en el s. XIX, en forma de una gran comuna, un granorganismo como un cuerpo, con sus habitantes como miembros, venas, órganos, etc.Imaginar Alemania en esa concepción tras el Muro, uno podría estar pensando,imaginariamente, en un monstruo casi deforme (y más si pensamos que parte de suterritorio se quedaba desgranado entre Polonia y Rusia)… Habría que preguntarse sialgo de verdad habría en la frase de Nietzsche sobre esta realidad: «Todo aquel que

luche contra monstruos, ha de procurar de que al hacerlo no se convierta en otro

7/17/2019 El Muro de Berlín

http://slidepdf.com/reader/full/el-muro-de-berlin-568edfd5d31a6 4/12

La Promesa Alemana: Historia, literatura y Cine en torno a la Promesa  —  Samuel Benito de la Fuente 

monstruo.» Y eso, da un poco de miedo, como decía también poco después: «Cuando

miras largo tiempo a un abismo, el abismo también mira dentro de ti.» Para algunosoccidentales, el muro fue un alivio o algo natural, al menos en la distante EE.UU., cosaque había pensado poco antes un senador de ese país cuando afirmó que «teníanderecho», o los propios compatriotas de la RFA fuera de Berlín o quizás dentro en plenoapogeo económico, como cuando en la película de La Promesa critica Sophia por verlodesde la televisión, así como pasa con tantos conflictos de la actualidad para nuestromundo de televidentes  y ahora ya casi de telepatas  de internet.  — Según nuestramentalidad ya no hay muros, sino nubes, salvo en distantes mundo horribles. Ver unmuro nos parece casi horrible; y nos parece natural, en cambio, el de nuestra casa. Claroque hay una gran diferencia: es algo deseado. Alguien desea  un muro y lo hace; ennuestro mundo, parecen sacados de la manga, en un infierno, casi diabólico,demiúrgico, como si no hubiéramos olvidado una mentalidad judeocristiana o “arcaica”.

El mundo es mucho más idílico desde las nubes; pero es mucho más complejo y más

humano cuando bajamos un poco de él, probablemente.

Quizás, el muro  exista y existía tiempo atrás ya desde el tiempo de los romanos, podríamos decir que desde la división de latinos y germanos, que en parte se mantiene, puesto que las relaciones norte-sur de Europa creo que se entienden en gran parte poresta dialéctica cultural.  — Un primer muro — . Por otro lado, como apunta MaryFulbrook 1 habría que apuntar que Alemania (o la tierra de los germanos) nunca estuvounida: ni cultural ni territorialmente; y es más, por que los “alemanes” suizos, los

holandeses, flamencos o incluso, en una concepción más amplia recordada por Hitler ensu pangermanismos, los escandinavos, todos ellos eran o fueron consideradas  como

 germanos.  — Segundo muro, o segundo, tercer y cuarto muros…— . Retirando laalemanidad   (nombre que proviene de la etnia alamana  del viejo territorio romano-germano, donde nació luego el SIRG) a escandinavos, nos quedamos con los actualesterritorios de Holanda, Suiza, la “Flandes germana”, la Austria donde nació Hitler y laactual Prusia polaco-rusa.

Todos estos territorios fueron en algún momento «alemanes» en un concepto territorialo simbólico. Los Países Bajos se independizaron por razón de la católica España de losHabsburgo, en una ya primera división, y por tanto dejaron de forma parte del Sacro

Imperio Romano Germánico, de sus hermanos culturales, lo cual se ve en su afinidadidiomática. Bélgica, hoy separada entre valoneses y flamencos, fricción aún de lo latino y germánico, tapón franco-británico frente a Holanda, que lo fue a su vez de Alemania,se separó de la Austria Habsburgo que acabó por ver que su Alemania no era  suya, yque vio, además, a la postre, cómo Prusia le ganaba y retiraba el honor de formar partede ella. Y los Países Bajos no pudieron recuperar el « Flandes» que llamaban losespañoles contra los que lucharon, en parte también por los diferentes conflictos con laFrancia de Luis XIV y finalmente por la interacción de los países europeos como Gran

1

 Fulbrook, M., 1995: Historia de Alemania. Universidad de Cambridge. Gran Bretaña.

7/17/2019 El Muro de Berlín

http://slidepdf.com/reader/full/el-muro-de-berlin-568edfd5d31a6 5/12

La Promesa Alemana: Historia, literatura y Cine en torno a la Promesa  —  Samuel Benito de la Fuente 

Bretaña hasta el s. XIX (donde acabó por decidirse la división). Ése fue por un lado unadivisión, una frontera, un limes  — como lo fue la línea Maginot, que recuerda al de losromanos — . Por otro, Suiza: su independencia fue reconocida por la primera guerrareligiosa que ensombreció Alemania, y se convirtió en un país plurilingüe y a su vez, enlo cultural, en una unión de diferentes etnias, supuestamente francesas, italianas,germanas, como producto de la inestabilidad de un muro deshecho tras Roma…  Por nohablar de su papel de “neutral”, si es que se le puede llamar así, guardando dinero a

nazis o como se ha sabido hoy día de árabes que financian a Al-Qaeda, aun cuando podríamos considerarla el país más «democrático» de Europa donde se hacenreferéndum continuamente, por cada cuestión, envidiada por el resto de Europa. Así,hoy día es un reducto casi como el de Asterix y Obelix de la «Europa Unida» (como sifuera el mismo reducto del SIRG helvético irreductible). Y por último: Prusia… La

 patria desde donde nació, junto al Brandemburgo berlinés, la actual Alemania, que aunasí no formaba teóricamente «Alemania».

Los muros «alemanes» quizás son más de lo que parecen. Y más en su época: aquellaAlemania, dividida, seccionada, humillada, tras un ardor de prepotencia “histórica”,

algunos decían que desde Roma, en la que se veían herederos tanto los hijos«románicos» (como Francia, así como su aliada Italia o esa mezcla más heterogéneahispana de España que vivía y vive de lado  — literalmente —   de la Portugal del«Viriato» hispano y lusitano a la vez) como los «anglosajones»  — un botón, el retratoque hace J. Dos Passos en la Trilogía de USA  en Roma de su presidente —   que serepartirían Alemania y dominarían con la batuta de EE.UU. , unos “hijos mestizos” enlos que veían los alemanes de la I Guerra Mundial como felones de su cuna — si es queno veían que su cuna  era su hogar británico (y norteamericano), al que habíandesarraigado los romanos a los celtas, y luego los « germanos» — . Pero no sólo existen yexistían muro tras el Rin, sino más allá del Elba: en la «eslava» y «báltica» Europa delEste que dominarían los rusos en una antigua Europa dominada por los nazis«germanos» «arios», ahora subyugada por los «rojos». Aunque tampoco estarían solos:Occidente, intentando olvidar esos muros, pensó en construir una especie de comunidad  en común, que hoy día, cuando parece ya hecha, está en una situación semejante a la dela URSS, que cayó y dejó “libre” a Alemania: esta vez con una Alemania unida que

 presiona por los muros de Europa, la actual periferia europea y occidental, en España,

en Portugal, en Italia, ¿en Francia?, en Grecia, y en parte en la Irlanda “utópica” y casiartúrica (irónicamente) entre la niebla que se cree amenazada por el fantasma británico.

¿Cómo han cambiado las cosas? La Europa de la I Guerra Mundial se enfrentó por unmundo que creían suyo, en la II Guerra Mundial por la “recuperación”  de lo que

 perdieron en la primera, y ahora por sus ruinas… cuando parecía que Europa volvía a palestra y no como un simple títere americano.  — El Tratado de Libre Comercio conEE.UU. parece no más que una muestra más de eso, y que además según muchos, auncon cierto temor apolítico, se instaura un sistema “feudal” sobre Europa…— . Y laAlemania que había querido dominar Europa en tantas ocasiones bajo las armas como

7/17/2019 El Muro de Berlín

http://slidepdf.com/reader/full/el-muro-de-berlin-568edfd5d31a6 6/12

La Promesa Alemana: Historia, literatura y Cine en torno a la Promesa  —  Samuel Benito de la Fuente 

se les acusó por parte de EE.UU. y Gran Bretaña, Francia o los aliados vencedores, laAlemania hundida que se reconcilió, vuelve al ataque  (como afirman algunos consarcasmo) pero no con tanques ni soldados sino con billetes... La Mitteleuropa se meviene a la cabeza como dice Hobsbawm en Un tiempo de ruptura  sobre la Europaactual. A veces los muros no son sólo culturales sino también geográficos, comomurallas montañosas que impiden ver o impiden el paso; cosa similar que debe de ser elMediterráneo, antes unión del mundo romano al que nosotros pertenecíamos. Pero hoyel mundo es diferente y la Europa raptada de Fenicia está en Alemania y no en Roma nien Grecia. No hay que olvidar que decía Marx: «Quien domina Berlín domina Alemania

 y quien domina Alemania domina Europa»2. Allí deben de estar las “llaves” del hogar

europeo, por lo que parece.

 Un muro

de verd d

: el muro de

Berlín.

Al comienzo de la acción de la Promesa de Margarethe von Trotta, nos encontramos enuna fiesta, un baile de unos jóvenes berlineses, casi parece que de la RFA más que de laRDA, bailando a son de la mítica iniciadora del rock norteamericano, en torno a laslocas horas del reloj, las que debería bailar Alemania: parece simbólico e irónico, un

 poco macabro incluso, por parte de la directora y guionista. De repente, entre unasmiradas cómplices caóticas, vemos algo raro; y de pronto, los jóvenes están corriendointentando que nos los vean las tropas que vigilan el Berlín socialista. Pero uno de ellos

tropieza, temeroso, Konrad, el amor de Sophie, la otra protagonista que lo espera yesperara luego al otro lado. Ellos huirán, él se tendrá que quedar.

Poco antes de esto, al inicio de la película, ésta nos enseña en un documental cómo seconstruyó el muro: en 1994 (año de la película) aún estaba latente, pero habían pasado40 años y ya ni siquiera estaba el muro, pero, aun cuanto esto parezca nimio, sí lo estabaen la cabeza. El muro se construyó en 1961-62, y tuvo según Dionisio «cuatrogeneraciones»3. Desde 1962 a 1989 el muro fue pasando por una serie de fases en el queacabó siendo un muro de 3, 6 metros, instalándose 45.000 segmentos, que impedían el

 paso. El muro acabó siendo así como lo describe este autor:

«Si, retrospectivamente hablando, el lector hubiera tenido la audacia

de intentar cruzar ese muro desde Berlín-Este a Berlín occidental se

hubiera encontrado con lo siguiente: una cerca metálica de dos a tres

metros de altura; unos metros más adelante otra barrera de «alarma»

dotada con diversos cables de corriente de baja tensión que emiten

 señales ópticas o acústicas en la central; un corredor para patrullas

2 Esta frase la copio de la cita que hizo Dionisio Garzón en su libro:  El muro de Berlín. Final de una

época histórica.3

 Garzón, D., 2013: El Muro de Berlín. Final de una época histórica. Marcel Pons. Madrid.

7/17/2019 El Muro de Berlín

http://slidepdf.com/reader/full/el-muro-de-berlin-568edfd5d31a6 7/12

La Promesa Alemana: Historia, literatura y Cine en torno a la Promesa  —  Samuel Benito de la Fuente 

motorizadas; una zona canina; torres de observación; postes de

alumbrado; una franja de arena, muy iluminada y que podía recoger

las huellas de posibles fugitivos, llamada «franja de la muerte»; una

 fosa antivehículos, y el muro propiamente dicho, que tenía hasta 3, 6

metros de altura, con un lado hacia el sector occidental.»4 

Toda una odisea… Eso lo reflejaba la película cuando el marido de la hermana deKonrad, un disidente, al igual que ella, pastora evangélica, “intenta” volver a la RDA

tras ser “expulsado” por los dirigentes comunistas: ese terreno lleno de torres devigilancia. Sobre las muertes en el Muro hay diversas cifras: desde las 86 de la fiscalíageneral alemana a 265 de la administración de justicia del Senado. Y se calculan 417fugas. Algunas muy curiosas como una en la que unos alemanes huyeron en un globo deaire caliente. Pero sobre todo fueron, principalmente, al poco de la construcción delmuro, mediante túneles que excavaban hasta llegar al otro lado, como ya he dicho que

veía Sophie y criticaba por la distancia de la televisión y de esa realidad. Éstas, de ahíesto, llegaron a ser incluso convertidas en producto del morbo televisivo como sedemuestra en la exclusiva de NBC, que pagó 12.000 dólares; así pues, convirtiendo eldolor de la gente, en cierto “placer” informativo típico de nuestros dí as, cosa que ya hecriticado anteriormente.

El muro se construyó ante la crecientes crisis, desde el puente aéreo al incidente de lostanques, y sobre todo la huida, muestra de las miserias del régimen que tenía ante sí eldevenir histórico (por cierto, del idealismo hegeliano alemán), de una enorme masa de

 personas. Personas como el padre del protagonista de Good Bye, Lenin, una película

alemana de la que hablaré después, y que en este caso es el ejemplo del hombre queconsiguió sus aspiraciones de riqueza de un mundo capitalista en expansión tras lareforma de la economía de mercado social (sí que también del neoliberalismo ortoliberal, pero sobre todo y contundentemente) de la teoría keynesiana. Sólo seliberaron en cierta parte de esta separación mediante los acuerdos que inició Adenauer

 pero sobre todo por los que fomentó un Willy Brandt más compresible que en 1961,desesperado por la injusticia de un muro de Berlín construido con nocturnidad yalevosía  — valga el chiste macabro para desconcertar un poco — . Así nos muestraGarzón cómo fue el muro:

«La primera fase después de la construcción del muro fue tensa y

dramática. Las obras inmediatamente iniciadas incluían, a lo largo de

muchos kilómetros, tramos de líneas ferroviarias, cursos de ríos,

avenidas… y  hasta afectaban directamente a edificios de viviendas cuyas

 fachadas se encontraban en el sector occidental en tanto que la calle y los

accesos estaban en el sector occidental. Algunos residentes vieron algunas

 puertas y ventanas de su propio domicilio rápidamente tapiadas.

4

 Ídem.

7/17/2019 El Muro de Berlín

http://slidepdf.com/reader/full/el-muro-de-berlin-568edfd5d31a6 8/12

La Promesa Alemana: Historia, literatura y Cine en torno a la Promesa  —  Samuel Benito de la Fuente 

«Así sucedió en la calle Bernauer, donde la acera y la fachada principal del

edificio pertenecían al distrito de Wedding (Berlín occidental) y las casas al

distrito de Mitte (Berlín oriental), siendo tapiadas las entradas delanteras y

las ventanas de los pisos bajos. Los habitantes únicamente podían entrar en

 sus casas por el patio trasero que se encontraba en Berlín oriental.

«La estación de trenes urbanos Friedrichstrasse, se convirtió de estación de

tránsito en estación terminal y en paso fronterizo para viajeros de ambas

 partes de Berlín. En ella instalaron un pabellón (que existe todavía) para

 gestionar los tediosos trámites burocráticos. De las incontables despedidas

que hubo en este lugar se le llamó el «palacio de las lágrimas». Hoy se

utiliza como centro para actividades de tipo cultural y social.»5 

El Berlín en que el Franz del  Berlin Alexanderplatzs  vendía libelos nacionalistas o pornográficos en Friedrichstrasse, en medio de una ciudad mísera, de la República de

Weimar, se había transformado en una ciudad dividida (una rica, otra pobre;curiosamente, la pobre en la zona “proletariada” como la que vivía Franz) y en dondeéste se ganaba la vida servía ahora de paso al otro lado, otro país... Seguramente queFranz habría vivido más fácilmente adaptado a esa vida “prusiana” después de sus añosencerrado, la cual le recordaría la rigidez, el militarismo y racionalismo prusiano tancriticado a la Alemania posimperial (del II y III Reich), del que querían repudiar laSED, heredera simbólica tanto del SPD como el KPD. Seguramente Franz habríaintentado colarse desde allí hasta la libertad. Muchas gentes, como Konrad en la

 Promesa, esperaban ansiosos de ver a algún otro ser querido, del otro mundo… — Delotro país como decía el protagonista de Good Bye, Lenin.

Se muestra aquí también las coacciones que llevaron a cabo la Stasi, la policía secretagermano-oriental. La disidencia era sometida a una política represora sibilina, no ya unarepresión propia de tiempos estalinistas, pero sí una coacción tipo propia de un Estado

 policial, en un sistema de gobierno totalitario, aunque también propio de un Estado dels. XX que copa todas las capas de la vida (temor instalado incluso en Estadosdemócratas y nada totalitarios…). Así, continuamente vemos estas acciones y la

 profunda servilización de una intelectualidad y grupos científicos que, como en laURSS, eran muy importantes y su lealtad estaba anclada a las presiones como a las que

se veía Konrad. También, como vemos casi al final de la película, antes de ser hundidocomo en  La Insoportable Levedad del Ser  de Kundera en la República Checoslovacatras el asalto ruso del 68, visto también en la película, es decir el mismo proceso,Konrad se ve en la tesitura de pasar de su primera rebeldía, ceder y ganarse y seguir consu vida, pero finalmente (como dice Döblin con Franz) caer desastrosamente ante larepresión enorme por no reprimir toda su rabia y así acabar “rebajado” a la condición deun obrero de la industria pesada (tan típico de la geografía industrial germano-oriental).

5

 Garzón, D., 2013: El Muro de Berlín. Final de una época histórica. Marcel Pons. Madrid.

7/17/2019 El Muro de Berlín

http://slidepdf.com/reader/full/el-muro-de-berlin-568edfd5d31a6 9/12

La Promesa Alemana: Historia, literatura y Cine en torno a la Promesa  —  Samuel Benito de la Fuente 

Hablando de espías y escuchas, podríamos hablar de la película de la homónima novela,en la que se basaba, de John Le Carré,  El Espia que surgió del Frío. En ella, podemosver los juegos maquiavélicos en torno a Alemania y sobre todo Berlín. Y es que conchiste los berlineses sabían del control de ambas partes, ironizaban e incluso“felicitaban” la navidad a los que les escuchaban. Para Dionisio Garzón: «Era la  ciudadeuropea con más espías por metro cuadrado». Desde 1945 los soviéticos tenían uncuartel general del KGB en Karlshorst. Hasta 1953, hubo ochocientos agentes, perodesde entonces aumentó. La CIA se instaló en el barrio Dahlem. El M16 británicoestaba en Reichssportfeld. El juego de los espías, como en la película, a pesar, no era tangracioso, como en el secuestro y ajusticiamiento (por no decir asesinato) de Linsen endiciembre de 1953. Tampoco era de broma la serie de intercambios de espías que allí serealizaban… Como se dice en esa película, ya unos y otros usaban las mismas técnicas

 brutales. El mundo justo e idílico que se quería imaginar en el mundo decimonónico,que dice Hobsbawm en su obra  Historia del siglo XX , había desaparecido y es, desde

entonces, cada vez más brutal y antiutópico.

Finalmente, es curioso las pocas novelas que escribieron los alemanes sobre el muro. Nisiquiera los nobeles Böll o, en el caso más claro de por qué no, el progermanorientalGünter Grass. Tenemos la novela de  El saltador del muro  de Peter Schneider, o  La

 Fianza de T. Becker; pero sobre todo Cielo dividido de Christa Wolf, que trata un temamuy semejante, curiosamente…, al de la  Promesa: la separación de una pareja por elmuro.

 

Los cambios sociopolíticos en las

Alemanias entre muros:

A pesar del hermetismo, el estatismo y la atonía económica de la RDA tras los 70s. porsu economía industrial (sobre todo pesada) y ni siquiera de servicios (paso dado en laAlemania capitalista), que no producía los enseres más básicos para una población,también en este otro lado hubo cambio social al igual que en la RFA. Esto lo veremosen los últimos años de la lucha clara y directa contra la SED y el aparato comunista, conla proliferación de grupos cívicos, ecologistas y otros como los instalados en la

Alemania de las últimas décadas germano-occidentales.

Aunque, sí, mientras podemos ver en la familia de Konrad una casa “típicamente

 burguesa”, la de Sophie y su hijo es parte de un cambio en una mentalidad que rompíalos esquemas «burgueses» y/o «tradicionales» que, aun así, parecía mantener lasociedad socialista, a pesar de las libertades y cambios sociales que se habían dado en el

 periodo de Entreguerras instalados y mantenidos durante mucho tiempo estáticamenteen ésta. Y esto, más que las reservas comunistas, que las tenían como en los casos dehomofobia como el de Pasolini, era parte de ese hermetismo hacia la liberal occidente y

7/17/2019 El Muro de Berlín

http://slidepdf.com/reader/full/el-muro-de-berlin-568edfd5d31a6 10/12

La Promesa Alemana: Historia, literatura y Cine en torno a la Promesa  —  Samuel Benito de la Fuente 

otras corrientes socioculturales exteriores, parte del delirio de las paranoias totalitariasque impedía cualquier renovación en el sistema socialista.

En la película podemos observar también los movimientos de protestas por la Paz y delas discusión que se daban en las iglesias evangélicas, como las de la hermana de

Konrad en su iglesia, la cual sufrió en las carnes la represión por llevar a cabo dos vecesla protesta…: primero en la Primavera del 68 y luego en los años de decadencia clara,ya perdida la esperanza. Es allí donde su marido hace esa predicción apocalíptica que,

 buscando respuesta en la Historia (siendo parece ser nuestra disciplina también unaherramienta de conocimiento pero también de una respuesta, más bien, espiritual, casi

 propia del idealismo germano tan común en ellos, casi de forma providencialista), diceque un imperio, como el romano, dura demasiado en caer: eso era una respuesta muyescéptica frente a la esperanza, tan típica como la de la rápida conclusión de las guerrasmundiales, de que el muro caería pronto el muro  — algo semejante a lo que se nos

mostraba Cuéntame Cómo Paso en tiempos de la dictadura franquista — . La pelea poresa libertad que simbólicamente estaba siendo reprimida con el muro costaría hastamucho tiempo después, tras largas desdichas como las que pasó tanto su hermana comoel propio Konrad… Demasiado para conseguir algo que era ya, para mucho, muytarde… 

Aunque quizás todos estos cambios se muestran de una manera mucho más realista ymás duramente en la película Good Bye, Lenin, que con un lenguaje más actual que eseromanticismo de Margareth más de años pretéritos, vemos los últimos años del régimensocialista germano-oriental, con la dimisión de Honecker, las protestas y

encarcelamientos masivos; luego, el radical cambio y duro hacia una economíacapitalista que depredó a una Alemania oriental débil por una economía frágil y unaliberalización rápida y brutal, la parte menos dulce y uno de los puntos frágiles delcapitalismo actual (con una precarización, sobre todo de los jóvenes como el joven de la

 película), aunque a su vez vivió el momento de las bonanzas del capitalismoconsumista, lleno de nuevos disfrutes como la tele por cable. Y por otro lado, lacompleta alienación que supone para esa madre que vive en una utopía socialista que,ante la manipulación, mucho mejor y más utópica sin lugar a dudas, de su hijo y suamigo, es mucho mejor que la que fue la RDA. Y es que ésta da mucho de pensar sobre

el mundo actual posguerrafría. Un mundo igualmente alienante, término muy marxiano,en el que no nos sentimos a gustos, como nos quería mostrar la posmodernidad (aunquecon ciertos aires también de «nube» como la de Internet).  — Es ésta una visión a largo

 plazo de un habitante germano oriental que conoció ambos mundos. Era de otro país, pero realmente no era, o no quería ser , de cualquiera de las Alemanias… Una

alienación por ambas partes. Prefería crearse su propia República Alemana, cosaimposible, aunque últimamente, viendo esos intentos de construir una micronación,quizás sea posible el hacerlos: nuevos falasterios utópicos, en este caso “liberales”, para

un mundo que no nos gusta…

7/17/2019 El Muro de Berlín

http://slidepdf.com/reader/full/el-muro-de-berlin-568edfd5d31a6 11/12

La Promesa Alemana: Historia, literatura y Cine en torno a la Promesa  —  Samuel Benito de la Fuente 

 Un muro que cae:

El final de La Promesa está muy acorde con la vivencia tan cercana de la apertura delMuro, al revés de la de Good Bye, y que muestra en primer lugar la esperanza y la

alegría del fin... En primer momento, vemos al protagonista Konrad preguntando quequé muro: el muro era tal en la mente que ya ni siquiera importaba, una alienación einfelicidad tan contraria a la que se podía ver en quienes esperanzados consiguieron consus protestas, tras el “error” del mensaje del Gobierno, abrir la puerta al otro lado… En

ese momento podemos percibir e incluso lo sentimos nosotros mismos, las ilusiones y laexaltada felicidad, la reconciliación  — quizás similar en nuestro imaginario colectivo ala de la Transición —  y el olvido temporal de los males por una explosión de alegríacolectiva. Por fin, Berlín es de todos los berlineses.

Pero, en un cierto aire deprimente como Good Bye, aunque dentro de la visión positiva

del acontecimiento, tenemos la declaración de esa mujer que la libertad ya no la dejavolar como un pájaro (metáfora típica del romanticismo liberal que todos conocemos)

 porque es “demasiado tarde”. No siem pre la libertad es lo único necesario. Así, igualSophie debe de pensar, tras la desilusión de una vida occidental en la que no es feliz,cuando acaba la película. No todos pudieron decir que con la caída del Muro fueronfelices como por arte de magia como tantos otros.

El Muro estaba (y no quiero ser melodramático) en sus corazones y/o en su mente: ycuando pasa eso, es casi más difícil de superar que el de un muro físico. El muro de micasa lo puedo saltar, pero el de los míos propios, mis prejuicios, mis debilidades,temores, esperanzas frustradas… Supuestamente el muro cayó y las Alemanias y

Europa pudieron seguir adelante, pero parece que había y hay otros levantados (¿denuevo?) en ella. ¿Esos, caerán también? ¿Caerá alguna vez el muro que separa a un serhumano y otro?  — una pregunta ya no histórica, sino más bien filosófica que comoAsperger me ha atormentado muchas veces… Más allá de los problemas humanos

económicos, políticos, etc., ¿y el más principal de todos? Porque con él, quizás podríamos eliminar el resto.

 

Bibliografía:

 —   Díez Espinosa, J. R. y Martín de la Guardia, R. M., 1998:  Historia Contemporánea

de Alemania (1945-1995).Síntesis. Madrid. —   Fulbrook, M., 1995:  Historia de Alemania. Universidad de Cambridge. Gran

Bretaña. —   Garzón, D., 2013:  El Muro de Berlín. Final de una época histórica. Marcel Pons.

Madrid. —   Hobsbawm, E., 1998: Historia del siglo XX . Crítica. Buenos Aires (Argentina).

7/17/2019 El Muro de Berlín

http://slidepdf.com/reader/full/el-muro-de-berlin-568edfd5d31a6 12/12

La Promesa Alemana: Historia, literatura y Cine en torno a la Promesa  —  Samuel Benito de la Fuente 

o  2012: La Era de la Revolución (1789-1848), La Era del Capital (1848-1875),

 La Era del Imperio (1875-1914). Crítica. Barcelona.o  2013: Un Tiempo de Rupturas: sociedad y cultura en el siglo XX.  Crítica.

Barcelona.