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EL MUNDO DEL NUEVO TESTAMENTO Breve Esquema de la Historia y las Condiciones que Constituyeron el Fondo del Nuevo Testamento H. E. Dana Traducido de la Tercera Edición por Ildefonso Villarello Actualizado con el Apéndice B por Guy S. Williamson CASA BAUTISTA DE PUBLICACIONES

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EL MUNDO DEL NUEVO TESTAMENTO

Breve Esquema de la Historia y las Condiciones que Constituyeron el Fondo del Nuevo

Testamento

H. E. Dana

Traducido de la Tercera Edición por Ildefonso Villarello

Actualizado con el Apéndice B por Guy S. Williamson

CASA BAUTISTA DE PUBLICACIONES

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2

CONTENIDO

Introducción

I. El Ambiente del Nuevo Testamento

PARTE I – EL JUDAÍSMO

II. La Tierra del Judaísmo

III. Laliteratura del Judaísmo

IV. Origen y Desenvolvimiento del Judaísmo

V. El Judaísmo Bajo el Dominio Romano

VI. La religión del Judaísmo

VII. El Estado de la Sociedad Judía

PARTE II – EL HELENISMO

VIII. El Gobierno Romano

IX. La Cultura Griega

X. La Sociedad Grecorromana

XI. La Religión Grecooriental

Apéndice A

Apéndice B

Bibliografía

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3

INTRODUCCIÓN

El método histórico de estudiar el Nuevo Testamento inevitablemente

levanta algunas insistentes cuestiones en la mente del estudiante cristiano de los

evangelios. Antes de todo, puesto que el Nuevo Testamento es la verdad divina de

la redención, desea saber por qué necesitamos relacionarnos con los factores

comunes de la historia humana. Y ¿Cómo pueden las condiciones terrenales

utilizarse en un esfuerzo para entender un mensaje celestial? ¿Qué razón y

justificación tenemos para un acercamiento histórico a la revelación divina?

Puesto que el propósito particular de esta obra es servir al estudiante fervoroso del

evangelio, sentimos que nos incumbe dar respuesta a esas preguntas, como paso

preliminar de la exposición.

La razón del acercamiento histórico descansa en el innegable e inevitable

elemento humano del Nuevo Testamento. Este elemento humano es tan esencial

para su eficacia en la experiencia espiritual del hombre, como su elemento divino.

Era imposible que Dios hablara al hombre y fuera entendido sin meter su mensaje

en este elemento humano. Aun si el Nuevo Testamento fuese una colección de

oráculos divinos, independientes de toda relación con la experiencia humana, estos

oráculos necesariamente tendrían que expresarse en lenguaje humano. Pero, por lo

contrario, el estudio objetivo de los libros del Nuevo Testamento demuestra que no

fueron mensajes directos dados desde el cielo sin instrumento alguno terrenal, sino

realmente surgidos de condiciones humanas reales y afectados por influencias

humanas normales. El elemento humano es simplemente un hecho que se presenta

inequívoco en las páginas del Nuevo Testamento, como se nos presentan a

nosotros.

( 4 )

Pero también creemos que el elemento humano solo no es capaz de explicar

este Libro. Creemos que el reconocimiento del elemento divino también es

necesario para darse cuenta de él en forma racionalmente satisfactoria. Se hallan

tan serias dificultades cuando se pretende explicar el Nuevo Testamento por el

elemento humano exclusivamente, como con las que se tropieza en el intento de

entenderlo como divino solamente. Ambos elementos deben aceptarse si hemos de

satisfacer las demandas de todos los hechos.

Así, el Nuevo Testamento es objeto de una acercamiento histórico, pero esta

aproximación histórica no impide el acercamiento de la fe religiosa. Necesitamos

percibir tanto la justificación como las limitaciones del método histórico.

El elemento humano en el Nuevo Testamento se manifiesta en ciertos

caracteres claramente definidos. Por ejemplo, encontramos allí la inequívoca

Comentado [um1]: Cuidado con esto.

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4

impresión de la individualidad humana. Los diferentes autores ofrecen diversos

estilos, distintos rasgos psicológicos, variados grupos de concepciones

características, y modos desiguales de expresión. Nadie puede estudiar

atentamente los escritos de Pablo y de Juan sin sentirse impresionado por la

diferencia entre los dos. El estilo de Pablo es en su mayor parte áspero y

complicado, mientras, el de Juan es sencillo y delicado. Por supuesto, esto puede

observarse más claramente en el texto griego, pero aun el texto inglés lo muestra

hasta cierto punto. Pablo concibe la enseñanza cristiana como un sistema de

principios lógicamente relacionados, al que llama “el evangelio”; mientras Juan ve

en ella un grupo de ideas concretas y místicas al que denomina “la verdad”. Con

Pablo el problema de la redención humana se halla en la antítesis de la ley y la

gracia, las obras y la fe, el mérito y la justificación. Con Juan la antítesis está en la

vida y la muerte, la luz y las tinieblas. En Marcos encontramos el lenguaje

descuidado y rudo del vernáculo típico, mientras los escritos de Lucas

( 5 )

presentan un acabado literario que permite compararlos favorablemente con algo

de lo mejor de la literatura griega de la época. Estas diferencias son fenómenos

evidentes e innegables, que aparecen en el texto del Nuevo Testamento, y pueden

explicarse solamente como el juego libre y normal de las aptitudes y facultades

individuales.

El Nuevo Testamento conserva claras huellas de la vida de la cual surgió.

Fue escrito por judíos—con la probable excepción del tercer Evangelio y los

Hechos—y es inequívocamente un libro judío. Por muchos siglos se aseguró que

el lenguaje del Nuevo Testamento era una manifestación especial del Espíritu

Santo, provista divinamente como vehículo de revelación redentora. Apareció esta

idea por el hecho de que la lengua del Nuevo Testamento no es como la del

antiguo ático o griego clásico. Pero durante el siglo pasado se ha llegado a saber

que el Nuevo Testamento fue escrito en el griego común de la conversación en el

mundo de su tiempo. El Nuevo Testamento refleja algunas costumbres e ideas

palestinas, sin cuyo conocimiento es imposible interpretarlo en algunos pasajes.

Esto es sencillamente, un hecho presentado por el mismo Nuevo Testamento, de

que se halla íntimamente conectado con la vida de la cual surgió.

Cada libro o expresión del Nuevo Testamento tiene alguna especie de

conexión con una determinada situación histórica. A excepción de algunos pocos

ejemplos, podemos percibir con gran certeza cuáles fueron estas situaciones. Los

hombres escribieron y proclamaron sus vehementes mensajes, en medio de las

experiencias de su vida, en las cuales se vieron envueltos por su propio ambiente,

para poder resolver sus problemas y exigencias. El conocimiento de estas

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5

situaciones históricas aumenta inconmensurablemente el entendimiento y la

estimación del libro o pasaje especiales que se consideren.

El Nuevo Testamento no puede ser interpretado adecuadamente si se

considera como una colección

( 6 )

de oráculos transmitidos desde el cielo, sin referencia alguna a la experiencia

humana y al medio en que fue escrito. Ciertamente, es la revelación divina de la

redención, pero esta revelación no apareció como producto independiente de

relaciones históricas. Plugo a Dios revelar su redención en la historia y por medio

de ella, y no podemos comprender correctamente tal revelación sino hasta que la

consideremos desde el punto de vista histórico. El Nuevo Testamento es la verdad

redentora de Dios entregada al hombre por medio de la experiencia y la conciencia

humanas. Cuando se considera bajo esta luz, es mejor entendido y rinde sus más

ricos tesoros.

El punto importante es discernir el verdadero significado de las condiciones

del ambiente sobre el pensamiento expresado en el Nuevo Testamento. El marco

histórico no fue la fuente original del pensamiento y la doctrina. Las elevadas

esperanzas, las exaltadas concepciones y los sanos ideales que constituyen el

carácter distintivo de la vida apostólica procedió del trato con Jesús y las

experiencias que brotaron de su resurrección y de la venida del Espíritu Santo. Si

no hubiese sido por estos hechos fundamentales de la experiencia, las fuerzas del

ambiente histórico nunca podrían haber producido resultados tan transcendentales.

Por tanto, el ambiente histórico constituyó el marco exterior del evangelio: su

interior era el resultado de una experiencia en Cristo.

Aprovechamos el examen histórico para entender las formas de expresión,

las condiciones que reflejan, y las causas de las direcciones del pensamiento y de

la vida en el Nuevo Testamento. Esto es, los escritores utilizaron terminología,

fraseología y figuras de expresión comunes en su tiempo; dieron por concedidas

ideas y hechos que ya eran familiares a sus lectores; escribieron por las exigencias

de ciertas circunstancias existentes; estaban obligados a aplicar el mensaje del

evangelio a situaciones que se les presentaban. El estudiante debe tener algún

conocimiento

( 7 )

de estas particularidades de la vida detrás del Nuevo Testamento, antes de que

pueda entender correctamente su mensaje. Tal es el proceso comprendido en la

consideración histórica.

Comentado [um2]: A veces es solo por la inspiración

divina

Comentado [um3]: mejor sería decir “completamente”

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6

Sin embargo, esta consideración histórica no se halla sin limitaciones

importantes. Exactamente tan importante como comprender lo que es el verdadero

método histórico, es ser cauteloso en aquellos puntos en los que se puede abusar

del método histórico. La falta de cuidado y el abuso animado por el prejuicio han

producido serios daños en el empleo de la consideración histórica, y le han

acarreado un injusto desprecio de los centros evangélicos. Hay limitaciones

esenciales que el estudiante de la historia justamente debería respetar.

1. El método histórico no exige que reduzcamos el Nuevo Testamento a lo

que podemos considerar como natural, o científicamente explicable. Su verdadera

razón es dilucidar los documentos del pasado, no desecharlos. La consideración

histórica debe distinguirse claramente de la naturalista o racionalista. Es un abuso

del método histórico emplearlo como medio de conformar el Nuevo Testamento a

cierta clase de mentalidad, a una actitud de escepticismo hacia lo sobrenatural.

Quien desee aprovecharse de esta clase de mentalidad tiene un inalienable derecho

a hacerlo, pero no debe hacerlo en nombre del método histórico, y no admitir en el

recinto de la investigación histórica a todo aquel que no apruebe esta actitud. No

es necesario como requisito previo del método histórico que abandonemos nuestra

creencia en el Nuevo Testamento como una intervención redentiva de Dios en la

corriente de la historia humana. El método histórico estudia el fenómeno del

desenvolvimiento de la humanidad en el período del Nuevo Testamento; la fe

religiosa concede a esa historia una significación redentora. Esta fe religiosa no ha

de reprobarse a menos que pretenda conformar la historia con sus propias

presuposiciones.

2. El método histórico no nos exige considerar la

( 8 )

interpretación religiosa de los hechos como invención o perversión de la tradición.

No los descalifica como historiadores dignos de confianza, el que los escritores del

Nuevo Testamento hayan tenido un vivo interés religioso en los que relataban o

exponían y que hayan cubierto sus relatos de los acontecimientos, con las

impresiones de la reflexión y experiencia. Por el contrario, ello eleva el valor de

sus documentos. Supóngase a los historiadores de la Edad apostólica dándonos un

Nuevo Testamento que fuese solamente puros anales, o una desinteresada crónica

de los acontecimientos, despojada de todo el maravilloso impacto sobre su propia

conciencia y experiencia y su aspecto eterno como brota del crisol de sus almas

apasionadas, y luego imagínese si se puede, cuánto conmovería a una mentalidad

religiosa de una generación alejada de aquellos hechos por diez y nueve siglos. Es

que el interés religioso del Nuevo Testamento es el que le da su carácter siempre

actual y su valor para las subsecuentes generaciones. No son los acontecimientos

Comentado [um4]: Pero a veces sí escribieron así.

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7

del primer siglo de historia cristiana los que nos interesan fundamentalmente, sino

los factores funcionales del primer siglo de experiencia cristiana. Por tanto, el

estudiante competente de historia halla valor substancial en la reacción que refleja

el primer siglo de conciencia cristiana sobre los acontecimientos de ese período, y

considera el interés e interpretación religiosos como parte esencial de la historia y

no como una cubierta sin valor que ha de descubrirse y desecharse en el esfuerzo

por llegar al “genuino residuo histórico”. El residuo histórico carecería de valor

sin los “aumentos tradicionales” que se han reunido a su derredor como resultado

del interés religioso y de las reacciones del cristianismo apostólico.

3. El método histórico no exige que rechacemos al Nuevo Testamento como

norma válida de la fe y experiencia cristianas. Aquí la consideración histórica

debe distinguirse de cierta actitud filosófica. Hay una gran escuela de filosofía

moderna que considera a la verdad como relativa y cambiante más bien

( 9 )

que como estable y absoluta, y de acuerdo con esta hipótesis no podría darse en la

historia revelación alguna de verdad, que pudiese ser norma final para las

generaciones subsecuentes. Pero es esta cuestión fundamentalmente de filosofía,

no de historia. El propósito del método histórico es discernir los hechos e

interpretar su función en la primera centuria de experiencia cristiana; no es de su

incumbencia prescribir o que aquellos hechos y su significación han de indicar al

punto de vista y la conciencia del individuo del siglo XX. Por tanto, no se

descalifica a un estudiante de historia porque vea en el Nuevo Testamento una

norma para su propia experiencia religiosa.

Cuando estas limitaciones se reconocen y se respetan, el método histórico es

valioso para el estudiante del evangelio, y no necesita ser rechazado como

amenaza en sentido alguno, para más ferviente fe cristiana.

El hecho de que el Nuevo Testamento está claramente envuelto en las

grandes corrientes de la historia humana, más que llegar a ser un estorbo para la fe

o la reverencia, debe ser ayuda para ambas. Debería ser profundamente inspirador

comprender que Dios es tan claramente inmanente en la historia como lo es en la

Biblia. Sólo es diferente la clase de inmanencia. Su inmanencia en la historia es el

proceder de la providencia ordinaria. Su inmanencia en la Biblia es por revelación

especial. La historia es ciertamente “su historia”. Es la narración de cómo Dios ha

dirigido el progreso humano. La historia es el vasto paisaje de la divina redención,

y el Nuevo Testamento es la gloria que corona la más alta cima de la montaña y

que cubre todo radiante gracia y hermosura. Todos los perfiles de la historia

anterior y subsecuente convergen en la superioridad de sus trascendentes alturas.

Cada elemento que contribuye para su contenido literario por la historia anterior o

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contemporánea, muestra a la vida humana elevada e iluminada por el glorioso

significado

( 10 )

del plan redentor de Dios. Considerado de esta manera, el Nuevo Testamento

como producto y factor de la historia humana se ve todo él, como obra de la mano

de Dios. El mismo Dios que, desde el punto de vista divino, inspiraba a los

escritores, estaba también en obra, por el lado humano, proveyendo una adecuada

situación histórica en la cual pudiera fundarse el reino. Al reflejo de esta santa luz

el primer siglo cristiano ofrece una significación que no tiene paralelo en los anales

de la humanidad, y está destinada a permanecer.

( 11 )

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9

CAPITULO I

EL AMBIENTE DEL NUEVO TESTAMENTO

Comencemos este capítulo con la observación de R. H. Glover: de “que la Iglesia

surgió a la vida en un mundo de grandes figuras y grandes necesidades y de una gran

herencia, y que conquistó al mundo porque se dirigió a una gran raza en su más elevado

nivel”.1 Déjese a quienes así lo quieran, suponer que este maravilloso mundo al cual se

adaptó tan fácilmente el cristianismo, fue un accidente que resultó de un

desenvolvimiento fortuito; pero nosotros lo interpretamos a la luz de la fe cristiana

como una provisión divina para el establecimiento efectivo del Reino de Cristo en la

tierra.

El mundo en el cual el cristianismo primero plantó sus raíces, fue plástico y

cosmopolita. Estaba formado por la herencia de tres grandes razas, la oriental, la griega

y la romana. Las tres prácticamente se habían confundido en una, pero cada uno había

hecho su distintiva contribución. La oriental había llevado un vasto legado de filosofía

y religión. Su herencia fue hallada por el cristianismo, sepultada profundamente en el

corazón tanto del mundo judaico como gentil, pero aún potente en la vida de la época.

El mundo con el cual el cristianismo se encontró era muy claramente un mundo griego,

porque la cultura griega lo había penetrado y la lengua griega era de uso casi universal,

por lo que Pablo escribió la Epístola a los Romanos en griego, a una iglesia que estaba

en el corazón de las naciones latinas, y los emperadores romanos utilizaron el griego

como lengua de sus sellos oficiales. Era un mundo romano porque estaba bajo el

dominio político de Roma. Este mundo grecorromano se extendía por las costas

( 12 )

del Mar Mediterráneo, desde la provincia de Africa hasta la Galia y abarcaba la más

elevada civilización de esa época, una de las mayores de la historia humana. Para

comprender y estimar completamente el progreso del cristianismo primitivo

necesitamos percibir los factores y las relaciones de este mundo completamente

grecorromano. Pero el fundamento se hallaba establecido en un mundo generalmente

oriental y en particular, judaico.

EL SUBSTRATO ORIENTAL

Sin duda, el elemento oriental era un substrato en el mundo del primer siglo. Era

básico y original. La cultura y las costumbres griegas habían inundado la mente

asiática a través de las puertas abiertas por Alejandro, pero también se había mantenido

el pensamiento asiático, con su intenso misticismo, su modo concreto de pensar, su

enmohecido sistema y concepciones religiosos. Las religiones de misterio, que

1 The World of the New Testament, p. 231.

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potencialmente influyeron sobre el fondo del Nuevo Testamento, eran en gran medida

de origen e índole orientales. La filosofía del primer siglo muestra muchas huellas del

pensamiento oriental. Esto es particularmente cierto de la filosofía del mundo oriental

mediterráneo.

Lo oriental estaba bien atrás, pero la observación puede indicar su presencia.

Ofreció al primitivo cristianismo una triple contribución.

1. Un Punto de Contacto. En su carácter genético el cristianismo fue oriental.

Hemos observado que los judíos eran una raza oriental, que poseía fundamentalmente

una mentalidad oriental. Los dogmas originales y fundamentales de la doctrina cristiana

históricamente fueron orientales. De aquí que cuando el cristianismo se dirigió al

mundo gentil, encontró una sicología religiosa dispuesta a recibir su mensaje. Y el

hecho de que la influencia oriental se hubiese difundido tanto por el mundo del primer

siglo de modo que las religiones orientales fuesen

( 13 )

populares lo mismo en Alejandría que en Atenas y en Roma, extendió el espacio de

contacto del cristianismo a través de la mayor parte del Imperio Romano. Este hecho es

de significación no ligera en la interpretación de la historia apostólica. 2. Una Definición de Concepciones Religiosas. La contribución oriental al

cristianismo se hizo principalmente a través del judaísmo. El contacto del judaísmo con

el pensamiento oriental, durante los períodos de la cautividad y la restauración,

indudablemente tuvo su efecto sobre el desarrollo y definición de las concepciones

religiosas judaicas, y éstas constituyeron el mayor contenido del cristianismo. La

extensión y naturaleza exacta de la contribución oriental al judaísmo no puede

determinarse con certeza—sin duda nunca se podrá; la certeza de tal contribución se

halla más allá de toda discusión. Esto, sin embargo, no justificaría en manera alguna,

un elemento perturbador de nuestra fe evangélica. Si a Dios pareció bien utilizar

contactos del pensamiento oriental para producir una visión más clara de algunos

elementos de su revelación, la autoridad original no es de ninguna manera menos divina

porque se hayan empleado tales instrumentos. Debemos aceptar los medios que Dios a

dispuesto, más que pretender la prerrogativa de indicar los medios que debería haber

aprovechado.

La teología persa y babilónica tenían estrechos paralelos con la judaica. La

inmortalidad del alma, la existencia del mundo de los espíritus, las recompensas eternas

por la conducta humana, la resurrección de los muertos, fueron ideas que los judíos

mantuvieron en común con sus vecinos orientales. (1) El judaísmo fue afectado por la influencia babilónica. La raza hebrea desde

tiempos muy antiguos estuvo en estrecho contacto con la civilización babilónica. Esta

relación fue especialmente intima en tiempo de la cautividad. Esta circunstancia está

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11

convincentemente comprobada por los muchos nombres judíos que dan testimonio de su

origen mesopotámico.2

( 14 )

Seguramente la influencia babilónica tuvo sus efectos económicos y produjo entre los

judíos gran riqueza y poder, y probablemente una vida comercial de muy elevada

organización. También produjo sus efectos culturales, convirtiendo a muchos judíos en

pensadores y maestros de la astrología y la filosofía de los babilonios. No podemos

poner en duda que se haya ejercido también influencia religiosa, que afectase a la

teología del judaísmo. Sin embargo, las huellas de tal influencia son poco precisas.

(2) Las evidencias son más definidas y pronunciadas cuando consideramos la

influencia persa. De fuentes persas procedía una más precisa definición de

concepciones escatológicas: cielo e infierno, la resurrección y el triunfo de la justicia.

Las fuerzas y funciones del mundo de los espíritus fueron más claramente determinadas

en el pensamiento judaico, después de su relación con la mentalidad religiosa persa.3 Es

significativo que el interés y expresión apocalípticos se muestren más prominentes en el

judaísmo después del período persa. El judaísmo halla contacto homogéneo con el

pensamiento persa en su angelología, y la desarrolla más allá de la simple concepción

del Antiguo Testamento. La palabra “Paraíso”, aplicada frecuentemente al cielo, era de

origen persa, como también el vocable “Satán”. La demonología del judaísmo posterior

se derivó principalmente de fuentes persas.

La respuesta del judaísmo a la influencia babilónica y persa fue seguramente una

reacción inconsciente. Casi en todo, los judíos mantuvieron su vida y doctrina

características con inflexible tenacidad. Cuando vino la restauración, los fundamentos

de la religión judaica salieron intactos del valle de Mesopotamia. Los resultados de la

influencia babilonicopersa fueron principalmente en nuevos modos de comprensión y

en terminología.

3. Una ocasión de conflicto. La contribución al Nuevo

( 15 )

Testamento hecha por este sustrato oriental, fue más antitética que sincrética.

Descubrió ciertos elementos del pensamiento cristiano en marcado relieve por el

conflicto que ofrecían. La contribución positiva vino por medio del judaísmo; la

negativa, por la filosofía helenística y las religiones grecoorientles. La separación entre

la religión y la moral, la concepción dualista del universo, y las falsas nociones de los

poderes del mundo de los espíritus, crearon confusión y complicaciones que

amenazaban al mensaje cristiano, a medida que avanzaba en el mundo gentil. De

2 Véase Daiches, Jews in Babylonia, pp. 11 -29.

3Cf. Boot, The World of Jesús, p.24.

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hecho, a partir del segundo siglo, estos elementos orientales fueron adulterando el

mensaje cristiano, pero la relación del cristianismo apostólico con el orientalismo fue

principalmente antagónica. Esta es la rezón por la cual el Deán Inge ha considerado al

cristianismo como la menos oriental de las grandes religiones.4

EL FONDO JUDAICO

El mundo en que el cristianismo tuvo su origen fue esencialmente oriental, pero

particular y directamente judaico. Fue oriental, porque el judaísmo era racial y

fundamentalmente oriental. Sin embargo, había una distinción que colocaba al

judaísmo separado del mundo oriental en general, y que exige consideración como fase

independiente de la vida antigua. Del judaísmo recibió el cristianismo su mayor

contenido desde el punto de vista histórico. Jesús fue judío, como Pablo y todos los

primeros cristianos. La doctrina, la práctica, loa psicología y la experiencia del

cristianismo del primer siglo, era predominantemente judía, aunque avanzaba

constantemente con dirección al helenismo. Por tanto, no se puede comenzar a estudiar

el Nuevo Testamento sin tomar en consideración su fondo judaico.

Hay repetidas referencias a las distintas sectas, instituciones y costumbres que

aparecieron en los

( 16 )

siglos anteriores de la historia judaica, tales como los fariseos, los saduceos, el

Sanedrín, la sinagoga, etc. Fueron empleados por Jesús, modos de expresión bien

establecidos y familiares, como expresiones aforísticas, discursos didácticos, y

parábolas. Las ideas religiosas del judaísmo regular se adoptan o presuponen en el

Nuevo Testamento; así, Dios, revelación, inmortalidad, juicio, ángeles, Mesías, etc. Las

condiciones prevalecientes en la vida de Palestina se hallan en el fondo de cada

versículo de los evangelios. Estas y muchas otras características requieren el

conocimiento de la vida y la historia judaicas, para su correcta interpretación.

EL FONDO GRECORROMANO

La historia judía basada en su substrato oriental, es la historia de la cual procede

el Nuevo Testamento, como resultado. Hay también una historia en la cual el Nuevo

Testamento interviene como factor. El mesianismo de Jesús y sus seguidores había sido

rechazado por el judaísmo, y la nueva religión se vio obligada a dirigirse al gran mundo

fuera del judaísmo regular. Este mundo estaba constituido por mentalidades liberales

del judaísmo palestino, además por el judaísmo helenístico y, finalmente, por los

gentiles. Así, el campo de operaciones del cristianismo apostólico era el vasto mundo

4 Cf. Glover, op. cit,. p. 29.

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grecorromano. La fe cristiana evangélica ve en este desarrollo, el movimiento de la

providencia redentora.

Llamamos al mundo gentil de esa época, “grecorromano”, porque estaba

constituido por dos elementos, griego y romano. A la forma de vida producida por la

combinación de estos dos elementos, la denominamos helenismo.

1. Sobre las bases orientales del gran mundo oriental había fluido la civilización

griega. Fue introducida por Alejandro el Grande. Sería difícil exagerar los efectos de la

conquista de Alejandro sobre el mundo del Nuevo Testamento. Pero la gran

contribución

( 17 )

directa que hizo, fue poner al servicio del cristianismo la mentalidad griega con su

espíritu de investigación filosófica y su expresión literaria—esto es, el pensamiento y la

lengua griegos. Hasta donde puede percibirlo nuestro entendimiento humano, la

religión de Jesucristo nunca podría haber recibido adecuada interpretación, si no

hubiese llegado a poseer el pensamiento y la expresión griegos. El Hijo de Dios podía

mejor establecer su relación con el mundo a través del corazón religioso de los judíos;

pero esa relación puede ser mejor interpretada y expresada por la mentalidad griega.

Esta mentalidad griega se descubrió en el mismo momento en que el cristianismo se

puso en contacto con la vida gentil de la época: sí, aún antes, porque la influencia

helenística había afectado al judaísmo mucho más de lo que éste comprendía o

confesaba. Los romanos dieron al siglo primero sus principios políticos y la

administración, pero los griegos fueron los modeladores de su vida intelectual. La

influencia griega dominaba a la cultura de todo el mundo civilizado. Ese mundo fue

políticamente romano, culturalmente griego, socialmente pagano, religiosamente

grecooriental.

2. El mundo grecooriental creado por Alejandro, había sido conquistado y

reorganizado por Roma. Pero Roma sólo cambió el aspecto exterior. La contribución

romana al mundo del Nuevo Testamento fue principalmente externa. Cualquier

contribución hecha al contenido esencial del pensamiento y de la vida, fue indirecta. El

pensamiento y la vida del mundo mediterráneo se mantuvieron esencialmente

grecoorientales. Esto, por supuesto, fue original y especialmente cierto respecto de las

regiones asiáticas, pero llegó a serlo cada vez más del mundo occidental, de modo

particular en los tiempos post-apostólicos. Cuando Pompeyo hizo avanzar sus legiones

hacia el oriente no destruyó los resultados de la conquista de Alejandro; únicamente

logró llevar la paz y la reorganización a los caóticos dominios de Alejandro, de

( 18 )

modo que el gran programa de helenización pudiese proseguir más efectivamente. El

helenismo volvió a Roma con su cultura e hizo del Imperio Romano un mundo

grecorromano.

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14

Continuando la metáfora que hemos estado usando, el elemento oriental persistió

como el sustrato y el griego como la capa superficial del mundo oriental mediterráneo, y

Roma modeló y modificó los contornos. Para hablar en términos más literales, Roma

organizó y administró la vida, ya constituída cuando Alejandro mezcló la cultura y la

lengua griegas con la vida social y religiosa de Asia. Pero puesto que el mundo en que

tuvo su origen el cristianismo era gobernado por la Roma Imperial, es valiosa e

indispensable ayuda en la interpretación del Nuevo Testamento, el conocimiento del

carácter del gobierno romano.

Por este examen podemos descubrir que el ambiente del Nuevo Testamento se

componía de dos distintos aspectos de la vida del siglo primero, que estaban

relacionados íntimamente, y sin embargo, eran muy diferentes en su carácter general.

Estas dos fases primarias del mundo del Nuevo Testamento se conocen como judaísmo

y helenismo. El judaísmo comprende la vida, el pensamiento y la producción literaria

de los judíos. Tuvo su principal centro en Jerusalem y su principal campo de operación

en Palestina. El helenismo incluye los factores y condiciones del mundo gentil con el

cual llegó a tener contacto el Nuevo Testamento. Lo describimos como helenismo,

porque la influencia griega era dominante en la vida intelectual, social y religiosa. El

judaísmo tuvo que ver principalmente con los factores que produjeron el Nuevo

Testamento, mientras el medio ambiente grecorromano o helenístico, lo hizo

esencialmente con las funciones ejercidas por el Nuevo Testamento y sus efectos, sobre

el mundo de la época. Sin embargo, cada uno de ellos afectó tanto a la producción

como a la operación del mensaje del Nuevo Testamento. En el análisis de estos factores

( 19 )

hemos encontrado que lo judaico es básicamente oriental y lo helenístico está formado

por elementos griegos y romanos. Entonces, las tres contribuciones del medio ambiente

histórico al Nuevo Testamento fueron la oriental por el judaísmo, y la griega y romana a

través del helenismo.

Los tres más grandes movimientos históricos de los siglos pasados convergen en

la vida del Nuevo Testamento. El más sublime espectáculo que ofrecen los anales

humanos es la forma en que Dios reunió estas tres corrientes de la historia en el

inmortal pesebre de Belén, donde una virgen judía, que cumplía las exigencias de una

ley romana, dio nacimiento a un niño, cuya vida en maravilloso relata habría de ser

expresada en la lengua griega. Antes de que aquellos magos del distante oriente

hubiesen venido de muy lejos para rendir su homenaje a recién nacido rey, se había

vislumbrado una escena mucho más emocionante, cuando los judíos, griegos y romanos

estuvieron invisibles alrededor de ese pesebre de Belén, reunidos allí por el silencioso

estímulo de una providencia irresistible, de modo que cada uno pudiese contribuir desde

su propia resplandeciente condición, a la preparación del escenario histórico en que se

desenvolvería el ministerio del Redentor del mundo. Ese grupo se reunió primero en el

santo pesebre, no trajo dones de oro, incienso y mirra, pero puso a los pies del niño de

Belén, ofrendas mucho más ricas y duraderas que las brillantes riquezas materiales que

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el oriente pudiese tener la esperanza de producir. Los judíos le ofrecieron los dones de

la riqueza de su historia y conciencia religiosa, los griegos le trajeron una lengua

expresiva y una inteligencia preparada, y los romanos le entregaron en mundo

organizado.

( 20 )

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16

PARTE I

EL JUDAISMO

CAPITULO II

LA TIERRA DEL JUDAÍSMO

La designación geográfica “Palestina” se ha adoptado de la nomenclatura de la

administración romana, y no de la terminología judaica original. Es una corrupción de

la palabra “Philistia”, y primitivamente se refirió a la porción meridional de la costa, de

lo que hoy se llama Palestina. Los judíos no tenían nombre distintivo de su país,

simplemente lo llamaban “la Tierra”. Para el judío era la tierra por excelencia, el don

especial de Jehová a su elegido Israel.

Para la mentalidad gentil no es posible apreciar plenamente el sentimiento del

judío hacia esta Tierra Santa. Para él, era el divino escenario en que habría de

cumplirse el plan del pacto de Jehová para con su pueblo. La tierra del judaísmo era

ciertamente parte de la religión de judaísmo, porque era en un sentido particular y

distintivo, “Tierra de Jehová”.5 Era tierra de promesa y bendición divinas, de muchas

sagradas tradiciones y santas hazañas, de la Ciudad Santa y del templo.

No es necesario indicar que en sólo un capítulo puede ofrecerse, apenas, un

sencillo esquema de la geografía de Palestina.6

( 21 )

CARÁCTER GENERAL

Hay ciertas cuestiones relativas al país como un todo, que exigen nuestra atención

primeramente. 1. Superficie. La superficie de Palestina es aproximadamente de doce a catorce

mil millas cuadradas. Su anchura hacia el norte es de case ciento diez millas y al sur, de

cerca de setenta y cinco. Su longitud puede señalarse en ciento setenta y cinco millas.

El estudiante fácilmente puede observar la extensión de este pequeño país, trayendo a su

imaginación algún territorio de su vecindad, que tenga dimensiones comparables.

2. Límites. El límite occidental de Palestina está formado por el Mar

Mediterráneo. Por el norte se hallan las elevadas cimas de las montañas del Líbano y el

Antilíbano, comprendidas en los tiempos del Nuevo Testamento en la Provincia

Romana de Siria. Al oriente y al sur se extendían los mudables parajes frecuentados por 5 Cf. Fairweather, Background of the Gospels, p. 60.

6 Para un estudio completo de la geografía de Palestina, el estudiante puede consultar G. A. Smith, Historical Geography of

the Holy Land; para una exposición más concisa, un espléndido manual se presenta en W. W. Smith, Student’s Historical

Geography of the Holy Land.

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17

los beduinos árabes y el reino de los Nabateos. Estos vecinos habían sido

completamente dominados por los romanos.

Al estudiar la geografía de la antigua Palestina, se determinamos sus “fronteras”,

debemos recordar que el término no denota definidos límites territoriales, como en los

tiempos modernos. No hubo nada semejante a una línea divisora legalmente

establecida, que limitase a Palestina, o separarse sus varios distritos. No podemos

hablar propiamente de la línea entre Judea y Samaria. Los diferentes distritos estaban

separados por una frontera indefinida de tierra, de una a varias millas de amplitud, y

reconocida como una especie de territorio común. Las “partes de Tiro y de Sidón”

(Mat. 15:12) eran la frontera entre Galilea y Fenicia, ocupada tanto por judíos como por

gentiles, y las “partes de Cesarea de Filipo” (Mateo 16:13), lo fueron de los dominios

de Filipo. Ciertamente, para los judíos significaban mucho más el carácter y la

nacionalidad de los habitantes, que los mismos límites territoriales. Muchos territorios

comprendidos

( 22 )

dentro de los límites geográficos de Palestina, estaban fuera de los linderos nacionales

del judaísmo. Judea, con Jerusalem en su centro, era el verdadero corazón de “la

Tierra”. Sin embargo, había un amplio territorio fronterizo alrededor de Palestina, que

el judaísmo consideraba, potencial y legalmente, como tierra de Israel aunque no lo

fuese en realidad. Esto ayuda a explicar la actitud de la iglesia de Jerusalem hacia el

cristianismo en Antioquia, y el esfuerzo del Sanedrín, por la intervención de Saulo, para

extirpar el cristianismo en Damasco.

3. Clima. Palestina está situada en la gran región desértica del sudoeste de Asia,

y consecuentemente, su clima considera como muy seco. Sin embargo, su proximidad

al Mar Mediterráneo modera considerablemente estas condiciones. El año palestino

puede dividirse en dos estaciones: la seca y la húmeda. La estación húmeda comienza

en octubre; la seca, en abril. De aquí que la mayor parte de los trabajos agrícolas se

hagan durante los meses del invierno, para aprovechar la precipitación pluvial, que es de

veinte a treinta pulgadas por año. La humedad era ligeramente más favorable que en los

tiempos del Nuevo Testamento. En cuanto a la temperatura, el clima de Palestina es

templado. Jerusalem se halla a una latitud poco más al norte de la Nueva Orleáns,

Luisiana y la de Houston, Texas. La nieve es rara, aún en Galilea, excepto en las partes

más elevadas. Hay repentinos cambios de temperatura, pero sin grandes oscilaciones

termométricas. La temperatura media de sesenta y cinco grados; raramente se eleva a

los noventa en el verano, o desciende a más de cuarenta en el invierno. Tomando el

país como un todo, desde Galilea por el norte, hasta Idumea por el sur, se observa una

amplia diversidad de climas, debida a variaciones de altitud y topografía, tanto como a

diferencias de latitud.

4. Ciudades. Hay varias de las más importantes ciudades de Palestina con la

situación y carácter de las cuales debe estar acostumbrado el estudiante del Nuevo

Testamento.

Page 18: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

18

( 23 )

Naturalmente, la que primero atrae nuestra atención es Jerusalén. Está situada a

corta distancia hacia el oriente del centro latitudinal de Judea, y exactamente al

occidente del extremo superior del Mar Muerto. Se eleva como a 2,400 pies sobre el

nivel del mar y está a la distancia de treinta y cuatro millas de la costa del Mar

Mediterráneo. El lugar de la ciudad está cercano a la cima de la cadena montañosa

central, y por tanto, su topografía es muy irregular. La serranía central de la cadena

montañosa pasa exactamente al occidente de la ciudad, mientras el Monte de los Olivos

se extiende hacia el oriente. De este modo, la ciudad se envuelve en una depresión

triangular, limitada en tres direcciones por cumbres montañosas. Por supuesto, entre

estas montañas y la ciudad, hay valles que la cercan por tres lados, y la dejan fácilmente

accesible sólo por el norte. Al oriente está el Valle de Cederrón, mientras por el poniente y el sur corre el Valle Hinnom o Gehenna. Desde tiempos muy antiguos

Jerusalén estaba rodeada de murallas, cuyos restos aún existen. Se daba acceso a los

muros por varias puertas, cuyo número y lugar exactos aún se discuten. Dentro de los

muros se situaba la ciudad sobre dos colinas, la occidental, con el Monte Sión como

cumbre, era la más elevada, la más larga y la de mayor volumen; por el lado oriental se

encontraba la más baja, cuya cima era el Monte Moriah, donde estaba edificado el

templo.7 Cada una de estas cumbres estaba hendida por una profunda barranca;

consecuentemente, la formación física de la ciudad consistía en cuatro principales

elevaciones, siendo la mayor el Monte Sión, en el extremo sudoccidental; le seguía en

altura el Monte Moriah, que se hallaba enfrente del Monte Olivet. Al extremo superior

del valle triangular,

( 24 )

al norte de los muros de la ciudad, se confundían en una ascendente planicie. Seis millas al sur de Jerusalén se hallaba Belén, lugar de nacimiento de nuestro

Señor. En tiempos del Nuevo Testamento era apenas una aldea. Como a dos millas al oriente de Jerusalem estaba el pueblo de Betania, hogar de Lázaro y sus hermanas,

devotos amigos de nuestro Señor. Aproximadamente quince millas al noreste de

Jerusalén, en el borde occidental del Valle del Jordán, se alzaba la antigua ciudad de

Jericó.

Pensamos en seguida en Nazaret, el hogar de niñez de Jesús. Se halla situado al

pie de las colinas de la baja Galilea, exactamente sobre la Llanura de Esdraelón. Por

ella atravesaba uno de los más frecuentados caminos romanos, de Capernaum a la costa.

Sobre el mismo camino, a cinco millas al noreste de Nazaret, estaba Caná, escenario del

primer milagro de Cristo (Juan 2:1 y sgs.).

7 Lo nombres de estas dos colinas son confusos en las fuentes de información. Es posible que el monte oriental o del

templo se llamase tanto Moriah como Sión. La opinión tradicional es la aceptada aquí, pero para la contraria, véase, Int. St.

Bíb. Ency. Art. “Temple”.

Page 19: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

19

La mayor parte del ministerio activo de Jesús se desenvolvió alrededor de

Capernaum. Era el puerto de entrada, cobre la Via Maris, a los dominios de Herodes

Antipas. Por su puesto de peaje se efectuaba un vasto comercio de importación y

exportación. El puesto de Mateo como recaudador del peaje en este lugar, era lucrativo

e importante—pero, precisamente por ser tan provechoso y prominente, el más

despreciado por los fieles judíos. El lugar exacto de la ciudad aún se discute, pero en

general podemos decir que se hallaba situado cerca del extremo norte del Mar de

Galilea, al oeste del Jordán. Era, ciertamente, una ciudad de considerable tamaño e

importancia. En la vecindad de Capernaum estaban Betsaida y Corazín. Betsaida era el

suburbio meridional de Capernaum, situada exactamente debajo de la anterior, sobre el

Mar de Galilea. Corazín probablemente se alojaba en las montañas al norte de

Capernaum. No eran pueblos de gran tamaño, pero deben haber sido muy influyentes

como lugares de comercio.

( 25 )

Hacia el extremo meridional del Mar de Galilea se hallaban Dalmanuta y Magdala.

“Las casas y las calles de estos lugares debemos pintárnoslos semejantes a los del

Oriente de nuestros días, y no según la analogía de la arquitectura grecorromana.”8 Pero cuando llegamos a Tiberias, situada a la mitad del camino de la orilla occidental del

Mar de Galilea, nos encontramos una ciudad edificada según los modelos griegos y

romanos, y por tanto, detestable para los judíos. Herodes Antipas la había edificado

como su capital, y le dio su nombre en honor del emperador entonces reinante. El

pueblo de Tariquea, que se levantaba cerca de la costa del Mar de Galilea al sur de

Tiberias, era el centro principal de comercio de pescado. En esta porción del lago,

numerosos pescadores arrojaban constantemente sus redes, y se hacía de Tariquea un

gran exportación de pescado.

Son de interés para el estudiante del Nuevo Testamento, dos ciudades de la costa. Cesarea, aproximadamente a sesenta millas al noroeste de Jerusalem, edificada por

Herodes y llamada por el nombre de su patrono romano. Era una ciudad completamente

helenística, y consecuentemente, desdeñada por los judíos. Al noroeste de Jerusalem y como a cuarenta millas de distancia, estaba Joppe, dominada por la influencia judaica.

Estas ciudades tuvieron importante papel en la historia del cristianismo primitivo.

5. Caminos. Palestina en los tiempos del Nuevo Testamento estaba atravesada

por numerosas carreteras. Algunas de estas fueron pavimentadas por los romanos, y

restos de ese pavimento se conservan hasta nuestros días. Sin embargo, muy

probablemente no hubo camino alguno pavimentado en tiempo de Cristo. Pero al

menos los principales se mantuvieron bajo la vigilancia romana.

8 Hausrath, Time of Jesus. Vol. I, p.5.

Page 20: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

20

Hubo cuatro caminos principales. Dos de ellos conectados con Gaza, en el

extremo sudoccidental. Uno

( 26 )

se dirigía al noreste de Gaza, pasando por Hebrón y Belén hasta Jerusalem, de allí por

Betania y Jericó cruzaba el Jordán, por la planicie oriental hasta Damasco. De este

camino se separaba un ramal en la región de Decápolis, cruzaba el Jordán al sur del Mar

de Galilea y se dirigía a Capernaum. Fue este camino por el lado oriental del Jordán, el

que seguían los judíos que iban de Jerusalem a Capernaum, para evitar el paso por la

despreciable Samaria. El segundo camino de Gaza seguía directamente hacia el norte, a

lo largo de la costa, por Jamnia, Joppe, Cesarea y Tolemaida hasta Tiro. Este era el

principal camino por la Llanura Marítima. Dos ramales llevaban de Lydda a Jerusalem,

uno por Bethlorón y el otro por Meaux. El tercer camino importante era la ruta directa

de Jerusalem a Capernaum, pasando por la cima de la cadena montañosa central,

camino de Sichem: que Jesús recorría cuando se atrajo a la mujer samaritana. La

mayor de las carreteras de Palestina era la Via Maris, “Camino del Mar”.

Indudablemente Jesús jugó a su vera cuando niño. Partía de Damasco, cruzaba el

Jordán entre el Mar de Galilea y Huleh, pasaba por Capernaum y Nazaret hacia la

Llanura de Esdraelón y bordeaba las colinas de Galilea hasta Tolemaida. Este fue el

camino más grandemente utilizado para ir de Damasco al mar. Era conservado por el

gobierno romano y se cobraba un impuesto por todas las mercaderías que por él se

transportaban. En tal “receptoría del impuesto” estaba Mateo cuando Jesús lo llamó

para ser su discípulo.

Hubo, naturalmente, un gran número de caminos subsidarios que se desprendían

de estos principales y conectaban a todos los lugares de Palestina. Estos ramales

corresponden a lo que llamamos caminos vecinales o laterales. Además hubo una

tercera clase de comunicación, transitable por aquellos que lo hacían caminando o

cabalgando, pero que era accesible raramente al transporte por medio de vehículos.

Estos pueden llamarse senderos. Así pues,

( 27 )

podemos clasificar los caminos de Palestina en el siglos primero, como carreteras,

caminos vecinales o laterales, y senderos.

REGIONES FISICOGEOGRAFICAS

La topografía de Palestina está definida por cuatro caracteres físicos distintos.

Estos caracteres son la Costa del Mar Mediterráneo, las Montañas del Líbano con sus

prolongaciones hacia el sur, el Valle del Jordán y las Montañas del Antilíbano con sus

prolongaciones hacia el sur.

Page 21: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

21

La costa de Palestina es desconcertantemente regular. El único accidente de

alguna consideración en toda su longitud, es la Bahía de Acre, y apenas ligeramente

protegida del mar. Al sur del Carmelo, la línea de la costa es prácticamente recta y no

ofrece sitio alguno de refugio natural. Pero al norte del Carmelo hay cierto número de

pequeñas salientes de tierra, que en tiempos antiguos proveyeron suficiente abrigo para

las pequeñas embarcaciones que se usaban, y así proporcionaban el equipo natural para

las actividades marítimas de los Fenicios.

Las Montañas del Líbano y el Antilíbano son secciones de una larga cordillera

que se desprende de los Montes Cáucaso. Las alturas del Líbano descienden sin

interrupción hasta la Península de Sinaí, con dos suspensiones, una en la Llanura de

Esdraelón y la otra en el Desierto de Parán. El Antilíbano se hunde abruptamente

desde el Monte Hermón hasta la Llanura de Basán, para elevarse a las mesetas de

Galaad y de Moab, y desde ahí la serranía gradualmente desciende hasta perderse en

escasas colinas de pequeña elevación, en el extremo sudoeste del Desierto de Arabia.

Entre los Montes Líbano y el Antilíbano se extiende una gran depresión que

forma el Valle del Jordán. Comienza donde el nudo montañoso se divide muy al norte

de Palestina, desciende tres mil pies en una distancia de ciento treinta y cinco

millas

( 28 )

hasta el Mar Muerto, mil trescientos pies abajo el nivel del mar en la superficie, luego

se eleva aproximadamente mil seiscientos pies, a trescientos del nivel del mar, y

entonces desciende gradualmente hasta el Golfo de Akabah.

Estas grandes regiones físicas se dividen en más pequeñas secciones, por

formaciones naturales. La cordillera del Líbano en su curso meridional se aparta

constantemente del mar, abandonando la Llanura Marítima. Se quiebra en el centro de

palestina por la Llanura de Esdraelón, que forma una región natural en sí misma y

además, divide a la cordillera nartural en sí misma y además, divide a la cordillera del

Líbano en Región Montañosa del Norte y Región Montañosa del Centro. El Valle del

Jordán forma por sí mismo otra región natural, y después de él se extiende la

Antiplanicie Oriental. De este modo Palestina física se divide en seis regiones

naturales.

1. La Llanura Marítima. Está formada por el ensanchamiento de la costa desde

el punto donde el Monte Carmelo penetra al mar. Las colinas se arrojan hacia el mar

otra vez, exactamente al sur de Joppe y dividen a esta llanura en dos partes. La porción

norte es la famosa Llanura de Sarón, y la del sur es la Llanura Filistea. Sarón mide un

promedio de diez millas de anchura y como cuarenta y cuatro de longitud. El promedio

de anchura de la Llanura Filistea es de doce y media millas y de casi cien de largo. En

esta fértil Planicia vivieron las tribus filisteas, enemigos seculares de Israel. 2. Región Montañosa Central. En su punto más septentrional, la Región

Montañosa Central se eleva hasta la cima del Monte Carmelo, a mil setecientos cuarenta

y dos pies sobre el nivel del mar en su punto más elevado. El Monte Carmelo no es un

Page 22: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

22

pico, sino una larga y estrecha serranía, que se alza abruptamente desde la costa, en su

parte occidental, y hacia el oriente desciende gradualmente a la Llanura de Dotan. En el

desprendimiento noreste de la Región Montañosa Central se halla el Monte Gilboa, alta

cima que se levanta a mil seiscientos noventa

( 29 )

y ocho pies sobre el nivel del mar. La Llanura de Dotan es una enorme cuenca, situada

en el extremo norte de la Región Montañosa Central, a una altitud de casi mil pies sobre

el nivel del mar. Al noroeste se levantan las pendientes inferiores de Monte Caramelo,

al noreste las de Gilboa y hacia el sur las del Ebal.

La siguiente interrupción de la cordillera central se extiende a diez millas al sur

de la Llanura de Dotan. Es el Valle de Sichem, con el Monte Ebal de tres mil setenta y

seis pies de altura, por un lado, y por el otro, el Monte Gerizim (lugar del templo

samaritano) de dos mil ochocientos cincuenta pies de altitud. Al sur del Gerizim la

cordillera es más regular, con muy escasas elevaciones. Su altitud alcanza una gran

elevación en dos puntos: uno en Jerusalem, donde es de dos mil quinientos noventa y

tres pies, y el otro en Hebrón, en que llega a tres mil trescientos cincuenta pies sobre el

nivel del mar—este es el punto más elevado de la Región Montañosa Central. La

porción meridional de esta región se inclina hacia el occidente en una serie de colinas,

conocidas como Shefelah, y por el oriente se pierde en un áspero descenso hacia el Mar

Muerto.

3. La Llanura de Esdraelón. La cordillera del Líbano se ve interrumpida en la

Galilea Meridional por una ancha depresión, cuya parte central y más importante es la

Llanura de Esdraelón, como de nueve millas de ancho. En su extremo noroeste la

Llanura de Esdraelón se cierra en un estrecho valle por estribaciones de las colinas de

Galilea. Desde este valle la Planicie de Acre se abre hacia el mar como un abanico, y

extiende un brazo como de cuarenta millas hacia el norte. Esta extensión septentrional

de Acre forma una estrecha llanura costera de pocas millas de anchura, que se ha

llamado algunas veces Llanura Fenicia. Por su lado oriental, Esdraelón se cierra al sur

por el Monte Gilboa, y al norte, por el Pequeño Hermón, con el estrecho Valle de

Jezreel entre ambos, abierto hacia el Valle del Jordán. Algunos

( 30 )

llaman a toda la depresión, desde la Planicie de Acre hasta el Jordán, Valle de Jezreel.

4. La Región Montañosa del Norte. Esta división está formada por las Montañas

del Líbano y el Antilíbano y las de Galilea. Las montañas de Galilea son en realidad,

las faldas de la cordillera del Líbano. En tiempos de Jesús estaban cubiertas de

frondosos bosques.9 El punto de mayor elevación de la Cordillera del Líbano se halla a

gran distancia en territorio de Siria, donde alcanza una altitud de más de diez mil pies.

9 Hausrath, op. cit. Vol. I, p.5.

Page 23: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

23

El accidente geográfico más importante del Antilíbano es el Monte Hermón con sus tres

cubres, la mayor con una altura de nueve mil doscientos pies sobre el nivel del mar.

Debido a las grandes diferencias de temperatura entre la altura del Hermón y los bajos

valles que lo rodean, se condensa gran cantidad de humedad de la atmósfera, dando

lugar a los “rocíos de Hermón”. Las montañas en la Galilea superior se levantan a una

altura de cuatro mil pies, pero bajan el la Galilea inferior hasta una altura promedio de

mil pies o menos. 5. El Valle del Jordán. Es este Valle la depresión que existe entre las

estribaciones meridionales del Líbano y del Antilíbano, por la cual corre el Río Jordán.

Es de una anchura muy irregular, que varía desde una estrecha garganta entre el Lago

Huleh y el Mar de Galilea, hasta catorce millas de anchura en Jericó.

La corriente principal del Río Jordán se forma con las aguas de cuatro grandes

tributarios y de numerosos pequeños, y brota de sus manantiales al pie del Monte

Hermón. Cerca de su nacimiento la corriente fluye a través de un espeso pantano, lleno

de abundante vegetación. En su extremo inferior este pantano se abre en el Lago Huleh

(las antiguas Aguas de Merom), de donde se precipita por una profunda garganta, en

rápido descenso, salando seiscientos ochenta pies en nueve millas, y luego corre

tranquilamente hacia el Mar de Galilea.

( 31 )

El Mar de Galilea es de aproximadamente doce millas de longitud por seis de

anchura (ocho en lo más ancho) y se halla a seiscientos ochenta y dos pies bajo nivel del

mar. En el norte hay un delta, formado por los aluviones del Jordán y hacia el norte de

la mitad de su borde occidental existe una llanura costera, la Llanura de Genezaret, de

ocho millas de largo por cuatro de ancho. En el extremo meridional del Mar de Galilea

se halla la continuación del Valle del Jordán, que alcanza cuatro millas de ancho en este

lugar. El lago se halla cercado por todas partes por las escarpadas laderas de las

abruptas colinas. Especialmente en el lado oriental, son escarpadas las costas.

Desde el Mar de Galilea el Río Jordán se mueve rápidamente en su curso hasta el

Mar Muerto, descendiendo seiscientos diez pies en las setenta millas que hay entre los

dos mares. Su anchura varía entre noventa y cien pies, y su profundidad entre tres y

doce. La corriente es rápida y sinuosa, y sus aguas turbias.

El Jordán se vacía en el Mar Muerto, que se halla como a mil trescientos pies

bajo el nivel del mar, en su superficie, y alcanza una profundidad aproximada de mil

trescientos pies en su parte más profunda. Es de cuarenta y seis millas de largo y de

diez de ancho. Sus riberas al oriente, al sur y al occidente son las laderas de las

montañas que lo rodean. Del lado oriental se proyecta un promontorio en forma de

bota, como de cincuenta pies de altura y bordeado por una barra arenosa. Debido a que

no tiene desagüe, las aguas del Mar Muerto están saturadas de minerales.

6. La Altiplanicie Oriental. La cordillera del Antilíbano no desciende por

colinas y más bajas serranías como el Líbano, sino que se vierte en una áspera planicie,

cortada en tres principales divisiones por ríos que han surcado su superficie. La primera

Page 24: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

24

división es la Llanura de Basán, con el río Yarmuk en su borde meridional. Sigue el

Monte Galaad, cortado

( 32 )

en dos por el río Jaboc. El Monte Galaad es de cerca de dos mil pies de altura en su

punto más elevado, y es excesivamente fértil y fructífero. Al oriente del Mar Muerto se

halan las planicies de Moab, que son tan prominentes en la historia del Antiguo

Testamento.

Así se nos presentan las regiones naturales del más famoso solar de toda la tierra.

Desde llanuras costeras de Filistia, Sarón y Acra, se eleva hasta la cresta de una

cordillera, trozada por Esdraelón y el Valle de Sichem, luego se sumerge en la profunda

hendedura del Valle del Jordán, asciende por el lado oriental a las abruptas mesetas de

Basán, Galaad y Moab, y declina en las áridas extensiones del desierto de Arabia.

DIVISIONES POLÍTICAS

La historia política de Palestina se combina con sus accidentes físicos para formar

ciertas divisiones que han influido grandemente en su vida civil, social y religiosa.

Designamos a estas divisiones con los nombres territoriales de Judea, Samaria, Galilea,

Perea, y un grupo de pequeñas comarcas que señalaremos como Palestina Nororiental y

Decápolis.

1. Judea. Esta fue siempre el corazón de la nación israelita. Fue el primer

territorio conquistado por Josué, el escenario de los principales acontecimientos de la

historia hebrea; comprendía el asiento de la Ciudad Santa, Jerusalem, y fue el centro de

la Restauración. Así llegó a ser preminentemente la patria de los judíos, y el centro que

radió la dominante influencia judaica. En tiempos del Nuevo Testamento Jerusalem fue

la plaza fuerte del judaísmo. Era la principal fuente de la tradición aceptada y centro de

la autoridad rabínica. El nombre Judea es una corrupción de Judá, y se aplicó al

territorio, porque la tribu de ese nombre era la principal poseedora de esa región.

2. Samaria. Después de la caída del Reino Septentrional de Israel, de acuerdo

con las costumbres de

( 33 )

los conquistadores asirios, los pueblos vencidos fueron deportados, y en su lugar el país

fue colonizado con tribus gentiles. Los colonos se mezclaron con el resto de los

hebreos que los conquistadores habían dejado en la tierra, cuyo número sin duda era

considerable, y las costumbres de los hebreos se corrompieron por influencias paganas.

Los dispersos y derrotados israelitas habían perdido su dirección religiosa—por

pequeña que haya sido—y sus esperanzas e ideales raciales característicos parecían

perdidos más allá de toda redención; consecuentemente, se unieron en matrimonio con

los inmigrantes paganos y produjeron una raza híbrida. En tiempos de la restauración,

Page 25: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

25

cuando estos israelitas apóstatas de Samaria y sus parientes híbridos quisieron unirse en

la reconstrucción de la santa nación de Jehová, fueron terminantemente rechazados

como indignos. La enemistad resultante persistía entre las dos razas en tiempo de Cristo

y los apóstoles.

La gran mayoría de los samaritanos eran descendientes de Abraham, y tenían una

religión muy semejante a la de los judíos. Su pretensión era la de que eran verdaderos

descendientes de los patriarcas hebreos, razón por la cual la samaritana en su

conversación con Jesús se refirió a “nuestro padre Jacob” (Juan 4:12). Después de ser

rechazados por los judíos en Jerusalem, edificaron su propio templo a Jehová en el

Monte Gerizim, y allí mantuvieron su culto hasta que su santuario fue destruido por

Juan Hircano en 128 A. C. En la actualidad sobreviven restos de esa raza.

3. Galilea. Después de la victoriosa campaña de Josué en el norte, en el extremo

septentrional de Canaan estableció a la tribu de Nephtalí (Josué 20:7). Pero Nephtalí

no tuvo éxito al sojuzgar y expulsar a los gentiles nativos (Jueces 1:33). De donde esta

región llegó a conocerse como “el distrito de los gentiles”. La palabra hebrea que

significa distrito es galilah, de donde surgió el nombre; primero galilah haggoyim,

“Galilea de los gentiles”, después se suprimió

( 34 )

haggoyim, dejando solamente “Galilah” como un nombre propio, que llegó a ser

Galilaia en griego y Galilea en español. Al principio el nombre sólo se aplicó a las

posesiones de Neptalí, ahora la Galilea superior; pero más tarde se extendió hasta

comprender a las posesiones Zabulón e Isacar, alcanzando hasta el borde meridional de

Esdraelón.

Este territorio siempre estuvo en disputa entre los israelitas y sus enemigos

paganos. Durante la restauración no hubo sino pocos judíos que se establecieron en

Galilea. Correspondió a uno de los príncipes Asmoneos, Juan Hircano (135-105 A.C.)

establecer realmente el dominio de los judíos en esta sección de la tierra prometida. En

tiempos de nuestro Salvador, bien podía describirse como territorio judío, pero estaba

habitado aún por muchos más gentiles que por judíos, y la población judía era más

liberal en sus actitud. “Separados de la estéril tierra de levitas y rabinos por los

samaritanos intermedios, menos contaminados por el intenso sectarismo que allí

prevalecía, menos endurecidos en la ortodoxia judaica, y en muchas formas influidos

por sus abundantes relaciones extranjeras, los galileos no habían llegado a adquirir ese

carácter estrechamente exclusivista que generalmente era el producto del judaísmo.”10

Fue por esta razón por la que Jesús pudo proseguir su ministerio con más libertad en

Galilea que en Judea. Por el judaísmo regular de Judea, Galilea era considerada

corrompida por la ocupación gentil e indigna de los más altos privilegios de Israel. Esto

nos ayuda a comprender la actitud de los fariseos hacia las pretensiones mesiánicas de

Jesús.

10 Hausrarth, op. cit. Vol. I, p.11.

Page 26: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

26

4. Perea. Pasamos ahora al lado oriente del Jordán. En los tiempos del Nuevo

testamento esto significa más que el cruzar simplemente una pequeña corriente de unos

cuantos pies de anchura. Era la entrada a un círculo de vida y de historia diferentes.

Israel nunca había tenido firme dominio, religioso o político, en las regiones

transjordánicas. Este territorio

( 35 )

siempre estuvo expuesto a las incursiones gentiles, y consecuentemente, nunca fue del

todo judío, como Judea. Fue puesto bajo el dominio judaico por los Asmoneos, y tuvo

una población predominantemente judía en el primer siglo de nuestra era. Así proveyó

un camino por un territorio relativamente judío, que los judíos pudieron utilizar y

evitarse el paso por la despreciada Samaria. 5. Palestina Nororiental. No tenemos nombre más definido que éste para

designar a esta región. Es la porción de Palestina que se extiende al oriente del Mar de

Galilea y al norte de Perea. Incluye varios distritos de límites indefinidos. Estos

distritos son Gaulonitis, Iturea, Suranitis, Trachonitis y Batanea.

Sólo hubo algunos judíos dispersos por este territorio, y vivían principalmente en

la porción occidental, cerca del Mar de Galilea. Los habitantes eran un grupo salvaje y

merodeador, que dio mucho que hacer a sus gobernantes. Herodes los había sojuzgado

por la fuerza en varias ocasiones, pero halló gran dificultad en mantenerlos sujetos,

auque tenía la comarca cuidadosamente vigilada. En la época de Cristo la región era

gobernada por Filipo, que había tenido mayor éxito que su padre en el dominio de estas

salvajes tribus gentiles.

6. Decápolis. La región de Decápolis, las “diez ciudades”, comprendía una gran

porción de la Palestina Nororiental, pero se extendía entre Perea y Galilea. Decápolis

era una especie de liga municipal, que consistió originalmente de diez ciudades griegas

(de aquí el nombre: dekápolis, diez ciudades), unidas en una especie de confederación,

que conservaban su carácter y costumbres paganas y recibían protección especial del

gobierno romano. Pos supuesto, eran despreciadas por los judíos como intrusos sin ley.

En el período del Nuevo Testamento hubo más de diez de estas ciudades, aun

cuando siguieron refiriéndose a ellas como “Decápolis”. Nunca se ha acertado acerca

del nombre y situación de las primeras diez ciudades, pero probablemente una lista

correcta

( 36 )

incluiría Damasco, Filadelfia, Rafana, Escitópolis, Gadara, Hippos, Dios, Pella, Gerasay

Canatha.11

( 37 )

11 Esta es una antigua lista dada por el escritor latino Plinio, y se considera la mejor por Schuerer. Cf. The Jewish People in

the Time of Jesus Christ, Div. II, Vol. I, p. 95. Véase una lista ligeramente diferente en Huribut, Bible Atlas, p. 102.

Page 27: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

27

CAPITULO III

LA LITERATURA DEL JUDAÍSMO

Nos ocupamos en este capítulo de la actividad literaria del pueblo judío después

de la época de Esdras hasta el siglo primero de la era cristiana, inclusive. La

producción literaria de los judíos, que corresponde a este período, se conoce bajo la

amplia y general denominación de “Literatura Judía”. Pero el empleo de este título

incluye lógicamente al Nuevo Testamento, juntamente con los demás escritos judaicos.

De aquí que denotar con ese nombre la literatura, excluido el Nuevo Testamento, exige

una denominación más restringida. Conviene exactamente a este propósito el título

“Literatura del Judaísmo”, por dos razones: (1) Esta literatura es la expresión

sobreviviente de ese tipo de vida del primero y segundo siglos antes y después de

Cristo, universalmente reconocido bajo la denominación de “Judaísmo”. (2) Este

vocablo necesariamente excluye al Nuevo Testamento, porque no obstante lo intima que

se pueda considerar la relación entre el cristianismo del primer siglo y el judaísmo,

realmente no se estimaría al Nuevo Testamento comprendido en el término “Literatura

del Judaísmo”.

Tenemos aquí frente a nosotros, a las principales fuentes documentales de las que

hemos de deducir las noticias históricas que han de seguirse. Así, pues, es bueno que en

este punto nuestra atención se vuelva hacia la literatura.

Existe la impresión popular de que después de los escritos de Malaquías no se

hizo esfuerzo literario alguno importante por el pueblo escogido de Jehová, sino hasta

que los apóstoles de Jesús comenzaron a escribir los libros del Nuevo Testamento. Esta

impresión se aleja de los hechos. Algunas de las más delicadas

( 38 )

producciones del celo religioso hebreo corresponden al período comprendido entre los

dos Testamentos y contemporáneo al Nuevo. Hubo razones históricas e intrínsecas para

no haber incluido esos escritos en el Antiguo Testamento; pero su carácter general como

literatura religiosa es, en algunos, superlativo.

Muchos de estos libros están comprendidos en el canon de la Vulgata Católica

Romana, y constituyen lo que se conoce como Apocrypha (libros apócrifos, N.T.). El

origen de este título no es claramente conocido. La palabrea es una transliteración del neutro plural del objetivo griego apokryphos, que significa “oculto, encubierto”. Su

significación muy seguramente no es de origen hebreo. Había una frase hebrea aplicada

al Antiguo Testamento, que podría traducirse “libros ocultos”, pero la expresión se

empleaba para indicar los mejores de los libros canónicos y realmente quiere decir, los

guardados como un tesoro, preciosos, extraordinariamente sagrados. La explicación

más verosímil es que el término es de origen cristiano. Hubo libros utilizados por

algunas de las sectas heréticas del primitivo cristianismo, esotéricas y escéticas en sus

prácticas, y cuyos libros se mantenían secretos. De aquí que llegasen a ser conocidos

Page 28: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

28

como Apokrypha, libros escondidos o secretos. Estas obras heréticas fueron

enérgicamente condenadas por el cristianismo ortodoxo, y por tanto, la expresión apokrypha llegó a significar libros excluidos del canon. El término, primitivamente se

aplicó a los escritos cristianos, y en el transcurso del tiempo llegó a denotar a los libros

no reconocidos como comprendidos en el canon del Antiguo Testamento. Parece haber

sido empleado con esta acepción desde los tiempos de Orígenes.

En términos generales, podemos decir que los apócrifos son aquellos libros de la

Vulgata Latina no contenidos en el canon hebreo del Antiguo Testamento. Es difícil

establecer límites definidos, porque no se ha acordado una norma fija para

determinación.

( 39 )

El número de libros de la Septuaginta (Antiguo Testamento Griego) difiere del canon de

la actual Iglesia Romana. Pero como son generalmente conocidos, los apócrifos son

diez libros separados, una adición al Libro de Esther y tres adiciones al de Daniel—

catorce en total.

El mundo cristiano nunca se ha puesto de acuerdo sobre el valor y autoridad de

los apócrifos. En el siglo primero los judíos cristianos de Palestina probablemente no

los aceptaron como iguales a los otros libros del Antiguo Testamento. Fuera de

Palestina se tuvieron en gran favor por los cristianos, especialmente después de iniciarse

el siglo segundo pero el cristianismo nunca ha dado muy unánime reconocimiento al

carácter canónico de estos libros. El concilio ecuménico de Cartago celebrado en 397,

les dio carácter formal al declararlos canónicos, pero aún así no obtuvieron aceptación

universal. Durante la Reforma se resucitó la cuestión y las confesiones de fe

protestantes, aunque diferían en cuanto al valor de los libros apócrifos de acuerdo en

rechazar su inspiración. Algunos de los representantes de la Reforma añadieron valor a

los apócrifos como instrumentos de edificación, aunque no los consideraron como

escritura autorizada y fuente válida de doctrina.12 Ciertamente, es digno de

consideración su valor edificador, pero en lo que principalmente son valiosos para

nosotros, es en la luz que arrojan sobre la preparación del judaísmo para la venida de

Cristo. El catolicismo romano aún los mantiene como canónicos, y por lo mismo,

inspirados.

Además de los apócrifos, se conoce como Pseudepigrapha a un extenso grupo de

producciones literarias judías. Los días de la profecía atrevida y original, habían

terminado con Malaquías. Ya no había suficiente valor de los dirigentes religiosos para

que

( 40 )

12 Los Treinta y Nueve Artículos, Credo de la Reforma Anglicana, declaran que los Libros Apócrifos no pueden usarse

“para establecer una doctrina”, pero “pueden ser leídos como ejemplo para la vida y como enseñanza de conducta”

(Artículo VI).

Page 29: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

29

con su propio nombre, alguno levantase su voz y hablase en nombre de Jehová.

Consecuentemente, escribían con los nobres de famosos e influyentes caudillos del

pasado, como Enoch, Noé, Elías, Bauch, Esdras y otros. Estos documentos constituyen los llamados Pseudepigrapha.

Nada mejor puede hacerse por un estudiante de Nuevo Testamento, que

introducirlo a este amplio e importante campo de investigación. El breve esquema que

hemos hecho no es sino una escueta introducción.13 La discusión del asunto puede presentarse mejor bajo tres encabezados: los factores creadores en la experiencia del

pueblo judío, que inspiraron la producción de esta literatura; los centros geográficos

alrededor de los cuales se acumuló este esfuerzo literario; y una perspectiva general de

la literatura en sus diferentes tipos.

FACTORES CREADORES

No es posible apreciar la literatura de este período sin alguna comprensión de los

propósitos que alentaba la mente de los escritores. Algunos de los más profundos

impulsos del corazón humano buscan hallar expresión en estos escritos. Toda la pasión

del fervor religioso y el sentimiento del martirio se escuchan en esta literatura. Se

necesitaría una investigación en la historia de cada documento particular, para tratar este

asunto en forma exhausta; pero es posible en forma breve hacer una revista general de

los caracteres principales y comunes.

1. Intensa Devoción a la Ley y al Culto de Jehová. La cautividad había enseñado

a los judíos una gran lección. Fue el descuido del culto prescrito de Jehová, lo que

produjo gran calamidad, y alejados en Babilonia, ausentes de Jerusalem y del templo, el

mantenimiento de su culto llegó a ser excesivamente difícil.

( 41 )

El resto del pueblo que permaneció fiel a sus tradiciones, celebró con gran gozo el

privilegio que les concedió Ciro de volver a su propio país. Así hubo un grupo

conforme que se entregó a la dirección e influencia de Zorobabel, Nehemías y Esdras en

la restauración. Esta población restaurada de Palestina, formada principalmente por la

tribu de Judá, era profundamente devota de la tradición y de la enseñanza de los padres.

Para ellos la ley de Moisés y los ritos levíticos representaban los más altos intereses de

la vida.

Los judíos estrictos y leales creían que la única esperanza del mundo residía en el

legalismo judaico. Uno de los hechos más característicos del esperado programa

mesiánico era que el Mesías llamaría al mundo a ajustarse a la ley, según interpretaba

esta Ley la escuela rabínica del judaísmo. Esto es, que el Mesías habría de ser una

especie de segundo Moisés. Esta devoción al legalismo prácticamente coloreó todo el

13 Para un amplio pero más detallado estudio véase Grant, Between the Testaments, pp. 109-146; para una exposición

abundante y completa, véase Schuerer, Jewish People in the Time Jesus Christ, Div. II, Vol III.

Page 30: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

30

esfuerzo literario de este período. Por supuesto, algunos escritos fueron más

intensamente legalistas que otros, pero en todos había un evidente respeto por la ley.

Esto no era por sí mismo motivo de reprensión. El error de los judíos estaba no en tener

una elevada consideración para la ley, sino en buscar una aplicación artificial y forzada

de la ley.14 La nota legalista en su literatura no es siempre un defecto; de hecho, con

frecuencia constituye una virtud.

2. La Persecución por las Naciones Paganas. El exclusivismo racial y religioso

de los judíos los había sujetado a intenso prejuicio y odio en toda su historia. En ningún

período fue esta oposición más severa que en el período que consideramos. Mientras

Palestina estuvo bajo el dominio de los Ptolomeos

( 42 )

de Egipto, disfrutaron de libertad religiosa en gran medida, pero los reyes sirios

procuraron quebrantar esta obstinada lealtad a las tradiciones y prácticas de su raza, y

obligarlos a adoptar la cultura y las costumbres de sus conquistadores griegos. Una

gran parte de la nación se rehusó a ser helenizada, y como consecuencia sufrieron

inconcebibles extremos de persecución. En medio de sus terrores tuvieron su origen

algunos de los escritos mejores de la literatura del judaísmo. Hace eco al profundo

dolor de un pueblo despreciado y burlado. Algunos de los tono más ricos del

sentimiento religioso nunca antes producidos por los judíos, han de hallarse en los

Salmos compuestos en estas horas de crisis nacional.

3. Tendencia de los Judíos Liberales de Contemporizar. Aquí se encuentra la

causa del más intenso antagonismo que jamás haya experimentado la vida judía.

Lealtad al judaísmo tradicional nunca fue muy unánime, aún entre los judíos de la

restauración. Especialmente después de las campañas de Alejandro y de la agresiva

propaganda de los gobernantes sirios, se desarrolló entre los judíos una enérgica

corriente helenística, y los fervientes mantenedores de la religión nacional se levantaron

en vigorosa protesta contra la amenazante apostasía.

Entre los judíos el patriotismo y la religión eran una misma cosa. La nación era

objeto del favor divino, y su historia nacional formada un elemento importante en sus

escrituras. Sus tradiciones eran, en un sentido peculiar, el relato de la revelación que

Dios les había hecho de sí mismo. Defender a Israel contra la penetración de las

influencias paganas era servir a Jehová directamente, porque Israel era la obra de

Jehová, especialmente favorecida. La Ciudad Santa era la capital de la nación, y el

templo en que adoraban, el centro nacional. Por esto, sobre todo otra exigencia de la

vida, el judío fiel sentía ser su obligación el conservar intactas las costumbres y

tradiciones de su nación.

( 43 )

14 El Profesor E.F. Scott observa correctamente “Con demasiada frecuencia pensamos solamente en la protesta que el

cristianismo presentó a la ley, pero también debemos recordar que el cristianismo brotó del suelo de la ley, y derivó de ella

algunos de los más preciosos elementos.” (First Age of Christianity, p. 39)

Page 31: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

31

Aquellos se mantuvieron leales al judaísmo tradicional eran conocidos como los

“justos”, mientras los que se entregaban a las tendencias helenísticas eran llamados

“pecadores”. Muchos indicios de este conflicto se hallarán en la literatura de este

período. Esto es al mismo tiempo patriótico y religioso, porque el patriotismo y la

religión eran una misma cosa para los judíos. Sin embargo, la literatura del judaísmo

por ningún concepto es exclusivista, sectaria y nacionalista totalmente. En mucho de

ella se refleja un interés verdaderamente altruísta. Mientras en todas partes es evidente

que deseaban ver a todas las naciones de la tierra unidas bajo la influencia del judaísmo,

es claro, al mismo tiempo, que, en su concepto, esto sería para el inconmensurable

provecho del mundo. Esta era la actitud de los mejores espíritus de la nación, mientras

para unos, esta opinión no era de ninguna manera la de todo el judaísmo, para otros, era

totalmente indiferente el destino del mundo gentil.

El curso de la historia subsecuente ha demostrado que los judíos estaban en los

justo, en cuanto a la esencia de esta doctrina, aún cuando estaban equivocados en su

idea acerca de su aplicación. El singular y más grande beneficio que el mundo ha

recibido se ha derivado de una religión que tuvo su origen con un judío y con sus

seguidores judíos.

Dios nunca dejó de trabajar en la conciencia nacional de Israel preparando la

venida de su Hijo, y las huellas de sus manos pueden encontrarse en mucha de la

literatura del judaísmo. Refleja elevadas concepciones de las manifestaciones de la vida

humana, y un interés en esas manifestaciones, verdaderamente no egoísta.

CENTROS GEOGRAFICOS

Aunque el judaísmo regular siempre tuvo su gran fortaleza en Jerusalem, hubo

mucho del judaísmo que se desarrolló fuera de Palestina. No nos interesa

( 44 )

aquí, el del Valle de Mesopotamia, porque sólo remotamente afectó al Nuevo

Testamento, y no produjo literatura alguna notable. Los dos lugares que merecen

considerarse aquí son Jerusalem y Alejandría.

1. Jerusalem. En Palestina y principalmente en Jerusalem, tuvo su origen esa

literatura que más contribuyó a modelar el mundo al que vino Jesús. No representaba la

parte más importante de la literatura del judaísmo considerada en conjunto, porque la

inmensa mayoría se escribió por los judíos de Alejandría, pero fue la más

distintivamente judaica y ejerció la mayor influencia en el desenvolvimiento del

judaísmo como tal. Fue objeto mínimo de la influencia del pensamiento y la literatura

griegos, y por ello representa muy bien la potencia de aquellos intereses que se

expusieron en la precedente sección. Probablemente fue escrita toda en hebreo (o

Page 32: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

32

arameo)15 y estaba muy cerca del verdadero corazón del pueblo judío. Representa muy

correctamente el verdadero contenido de pensamiento del judaísmo. En ella la vida y la

conciencia judías encuentran su expresión libre, sin adulteraciones. Consecuentemente,

para el estudiante del Nuevo Testamento, la literatura más importante de este período es

la que se escribió en Palestina.

2. Alejandría. Aunque la literatura palestina es de mayor importancia para el

estudio del Nuevo Testamento, la gran producción literaria de Alejandría y sus

alrededores, sin embargo, de ninguna manera carece de importancia, y al mismo tiempo

es grandemente interesante. Esta literatura llegó a ser menos judía y más griega hasta

que, por la época de Filón, tenemos filosofía griega interpretada desde un punto de vista

judío. Hay cuatro representativos de la literatura judío-alejandrina, que marcan

períodos de desarrollo hacia el tipo helenístico literario y filosófico. El primero es la

carta pseudepígrafa

( 45 )

de Aristeas escrita en Egipto por el año 100 A.C., que exhibe el deseo de los judíos de

Alejandría de alcanzar el respeto y reconocimiento de vecinos y gobernantes paganos.

La Sabiduría de Salomón, escrita en Egipto por el 50 A.C. es un ejemplar de la

literatura sabia judaica, profundamente coloreada por la especulación griega, y que marca un mayor avance del carácter helenístico. IV de Macabeos, escrito entre 25 A. de

C. Y 25 D.C., representa el tercer paso en la aproximación con Filón, quien

probablemente murió no mucho después del año 50 D.C. Filón fue más un filósofo

griego que un religioso judío. Toda esta literatura judío-alejandrina ofrece mucho de

interés para el estudiante del Nuevo Testamento.

Fue le judaísmo alejandrino el que dio al mundo la primera gran traducción de la

Biblia en una versión de los libros de la ley del Antiguo Testamento, en idioma griego.

Se le llamó Septuaginta, debido a la tradición de los que hicieron esta traducción,

setenta escriba judíos.16

Antes del siglo tercero anterior a Jesucristo, nunca se había presentado ocasión

para la traducción del Antiguo Testamento. Cuando los judíos fueron llevados cautivos

a Asiria y Babilonia llevaron consigo su lengua y, hasta cierto punto, sus costumbres;

pero cuando Alejandro estableció una colonia de judíos en Egipto la situación fue

diferente. La lengua griega rápidamente llegó a ser la prevaleciente en el mundo

mediterráneo oriental, y naturalmente fue el idioma de Alejandría. La colonia de judíos

de esta ciudadanía, se le asignó una gran parte de la ciudad para su exclusiva ocupación,

y se le concedió plena libertad de culto a su propia manera. Naturalmente, este

tratamiento los hizo sentirse favorables hacia el gobierno existente, y por tanto,

dispuestos a adaptarse a su nuevo ambiente y a estar satisfechos allí. Los Ptolomeos

continuaron las medidas liberales de Alejandro,

15 El arameo era una de las principales lenguas semíticas antiguas, de la cual fue el hebreo el brote literario, y era la lengua

nacional de Palestina en el tiempo de Cristo. 16 La palabra latina que significa setenta es septuaginta.

Page 33: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

33

( 46 )

y en consecuencia, los judíos alejandrinos pronto llegaron a naturalizarse

completamente. Después de algunas generaciones, la gran mayoría era incapaz de

hablar o entender la lengua hebrea.

La forma de culto distintivamente judaica se cumplía con perfecta libertad.

Surgieron varias sinagogas,17 en las cuales los judíos alejandrinos estudiaban la ley

sagrada de su pueblo. Esto creó la exigencia de que sus servicios fuesen dirigidos y las Escrituras leídas un una lengua que todos pudiesen entenderlas—la Koiné griega.

Los hechos precisos acerca del origen de la Septuaginta son desconocidos. La

carta de Aristeas ofrece una relación muy milagrosa y altamente caprichosa de cómo se

terminó la traducción. Separando la ficción de este relato, llegamos a los siguiente

probables hechos. Durante el reinado de Filadelfo (285-247 A.C.) se reconoció la

exigencia de tener las Escrituras judías en idioma griego. Probablemente esta demanda

procedió de los judíos mismos, principalmente, por las razones insinuadas arriba,

aunque es muy posible que el rey egipcio se haya complacido en prestar su patrocinio a

un movimiento que aumentaría la unidad de su reino e incrementaría el acervo de la

Biblioteca que estaba interesado en aumentar. Un grupo de escribas judío-

alejandrinos18 se reunió—posiblemente el número tradicional

( 47 )

de setenta y dos, y se llevó a cabo, por ellos, la tarea de traducir los libros de la ley.

Es probable que la primera traducción contuviese solamente el Pentateuco, pero

se tradujeron otros libros en rápida sucesión, tan pronto como pudieron obtenerse rollos

y traductores. Este Antiguo Testamento griego fue alegremente recibido y ampliamente

utilizado por los judíos de Egipto y de todo el mundo helenizado, hasta después de los

tiempos de Cristo. Naturalmente, fue muy poco usado en Palestina, como que los judíos

de este país preferían el hebreo, que estaba más cerca de su lengua nativa (arameo) y era

sagrado según la tradición nacional. Después de iniciarse el movimiento cristiano, la Septuaginta llegó a ser ten ampliamente utilizada por los cristianos y tan libremente

ofrecida como autoridad en sus controversias con los judíos, que los judíos ortodoxos

aumentaron su escepticismo acerca de la traducción y fueron hechas otras. Pero la

Septuaginta se conservó como la Biblia de los cristianos hasta la Edad Media.

17 Por los años 170-160 A.C. los judíos egipcios, bajo la dirección de Onías, hijo del sumo sacerdote, construyó un templo

cerca de la ciudad de Leontópolis, donde se rendía culto semejante al del Templo Santo. Para una amplia exposición de

este templo egipcio, véase Ewald: History of Israel, Vol. V. pp 354 sgs. 18 La representación en la carta de Aristeo de que los escribas fueron conseguidos en Judea es difícilmente aceptada, por la

muy obvia razón de que los escribas palestinos no estarían versados en ambas lenguas, como necesitaban estarlo los

escribas alejandrinos. El griego de la Septuaginta ofrece ocasionalmente, buen lenguaje clásico, lo que es inconcebible en

el caso de los escribas palestinos. Quienes hicieron la traducción estaban familiarizados con el griego de su tiempo, pero

igualmente bien versados en el hebreo. Esta caracterización corresponde exactamente a lo que esperaríamos de un escriba

judío de Alejandría.

Page 34: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

34

Frecuentemente fue citada por los escritores del Nuevo Testamento, especialmente por

el autor de la Epístola a los Hebreos. Fue utilizada con frecuencia por Pablo, quien

demostró igualmente, habilidad en el manejo del texto hebreo. Hay apenas ligeras huellas de la Septuaginta en los Sinópticos, pero son considerables en el Evangelio de

Juan. Los primeros padres de la iglesia la emplearon casi exclusivamente. Fue durante

cien años, después del nacimiento de Cristo, la única Biblia del mundo cristiano.

PERSPECTIVA GENERAL

En esta clasificación no es posible trazar rígidas líneas de distinción. Ninguna

obra literaria pertenece exclusivamente a uno o a otro tipo. Pero sin embargo, por

muchos elementos que pueda contener, hallamos alguno preeminente, que nos permite

clasificar el documento en un tipo particular. Utilizando

( 48 )

este método podemos dividir la literatura del judaísmo en cinto tipos.

1. Histórica. No hay literatura judaica que sea totalmente histórica. Como ya se

ha observado, para el judío la historia de su pueblo era un caudal religioso y un asunto

sagrado. Por tanto, no estaban interesados fundamentalmente en la historia por la

historia misma, sino como importante elemento religioso. Esta actitud afectó más o

menos a todas sus producciones históricas.

(1) Indudablemente la más cercana aproximación a la literatura puramente

histórica ha de hallarse en el Libro Primero de los Macabeos. Aunque hay un claro

interés religioso y un evidente sentido de la relación de Dios con su pueblo escogido,

sin embargo el autor es admirablemente fiel a su propósito histórico. Hay una

sorprendente falta del usual énfasis hebraico en la especial intervención divina, como lo

hallamos en el Antiguo Testamento, y en otra mucha literatura de escritores judíos. Es

de inestimable valor como fuente documental para la historia judía. El autor ha

procurado trazar un seguro relato de la lucha heroica y extraordinaria de los judíos por

su independencia nacional, bajo la dirección de los hermanos Macabeos. El libro deriva

su título de la historia que relata. (2) Muy diferente en calidad de este libro, es el conocido como Segundo de

Macabeos. No se llama así porque sea segundo en la sucesión, sino porque contiene

una narración adicional de la rebelión de los Macabeos. Pero aunque comprende una

gran parte del mismo período que el Primero de Macabeos, su valor histórico no puede

compararse con el de este libro. Sin embargo, en ningún sentido puede considerarse

como históricamente sin valor. Ciertamente hay algunas bases de hecho que sostienen

su narración sobre la lucha de los Macabeos.

(3) Entre los dos extremos de mérito histórico representados por el Primero y el

Segundo de los Macabeos, podemos colocar a las obras de Josefo. Es de

( 49 )

Page 35: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

35

especial interés para el estudiante del Nuevo Testamento, tanto por su estrecha relación

con la historia judía del primer siglo, como por el valor de sus escritos como fuentes

históricas.

Josefo nació en Jerusalem por los años 37 ó 38 D.C. Cuando Pablo estaba en

Jerusalem con el propósito de ser informado por Pedro (Gálatas 1:18), Josefo era un

infante en un hogar de Jerusalem. Era de linaje sacerdotal y fue preparado para el

sacerdocio. Su nombre judío original fue Joseph, que latinizó añadiéndole la terminación –us y tomando el sobrenombre de Flavius.

Desde el principio de su carrera Josefo alcanzó prominencia en los asuntos

judíos. Según su propio relato, visitó a Roma a la edad veintiséis años en su intento de

obtener la libertad para algunos de sus compatriotas. Cuando tenía poco más de treinta

años de edad estalló en Palestina la rebelión judía de 66-70 D.C. Josefo tomó parte

activa en este levantamiento, pero con un espíritu no muy entusiasta, porque no tenía

confianza en el éxito y quizás por simpatía hacia Roma desde el principio. Estuvo al

frente de las fuerzas en Galilea, pero reconociendo su incapacidad para presentar

efectiva resistencia, capituló al primer ataque de los romanos. Fue tomado cautivo y

hecho prisionero de guerra, pero fue tratado con favor extraordinario, posiblemente por

su manifiesta simpatía hacia la causa de Roma.

Después de la caída de Jerusalem, Josefo se convirtió en residente y ciudadano de

Roma, y dedicó el resto de su vida a la actividad literaria. Su obra fue de carácter

histórico general pero Josefo fue esencialmente apologista más que historiador.

Escribió en griego, en el que naturalmente desarrolló gran aptitud después de que se

estableció en Roma. Su primera obra fue sobre la lucha de los judíos por su

independencia de Roma, 66-70 D.C., y llevó el sencillo título de Guerras.

Probablemente fue escrita por el año 80 D.C. La producción literaria más importante de Josefo fue su Antigüedades escrito

( 50 )

en Roma por 90-93. Es una narración de la historia judía desde el principio hasta su

tiempo. Frecuentemente se ha objetado la validez histórica de esta obra, debido a la

poca confianza que ofrecen algunas de sus fuentes y su peculiar disposición a exagerar,

pero es, no obstante, una importante fuente de información histórica. Dos obras más de

Josefo requieren sólo una ligera mención. Contra Apion es una defensa del judaísmo

contra el ataque injusto y frecuentemente pérfido de un ciego antisemitismo que existía

en el mundo de se época. Vida es un relato no del todo modesto de su propia carrera.

Murió en Roma por 95-98 D.C., después de alcanzar más de sesenta años de

edad.

2. Histórico-Romántica. Este tipo ha sido llamado muy apropiadamente

“Romance Didáctico”. Schuerer lo describo como “*Narrativo Hortatoria”.19

19 Jewish People in the Time of Jesus Christ, Div. II, Vol. III, p. 32.

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36

Cualquiera de estas designaciones es apropiada. El carácter de la literatura es muy

claramente preciso. Se utilizó la ficción como medio de imprimir lecciones éticas,

patrióticas o religiosas. Es romance hortatorio, queriendo decir que está basado en

acontecimientos históricos. La moderna novela histórica es un paralelo sugestivo,

aunque muy diferente en su propósito.

(1) La mayoría de este tipo de literatura parece haber sido producido en Egipto.

Solo una obra de alguna importancia se produjo en Palestina. Fue el libro de Judith,

documento hebreo escrito por el año 200 A.C. El título del libro es el nombre de la

heroína de la historia y significa “judía”. El relato se propuse describir dramáticamente

el verdadero patriotismo y devoción judíos. Es una narración imaginaria de cómo una

joven viuda judía, por su hermosura, patriotismo e ingenio, salvó a su pueblo de la

invasión extranjera. El libro manifiesta un ardiente judaísmo nacional, y probablemente

procedió de los Hasidim, precursores de los fariseos.

( 51 )

(2) Los otros tres libros incluídos en esta clase fueron escritos en Egipto. Su

idioma original fue el Koiné griego. El más antiguo fue el libro Tobías, escrito por el

225 A.C., si no antes. Es probablemente el ejemplar existente más antiguo de la

literatura judía producida en Egipto. Presenta un elevado ejemplo de religión y ética

judías. El título del libro es el nombre del héroe. Está escrito en forma de

autobiografía. Es la narración de la maravillosa experiencia de un judío en Babilonia,

quien va de viaje con el arcángel Rafael como su compañero, y como consecuencia de

esto, es bendecido con hazañas y escapadas milagrosas. Es uno de los ejemplos más

fascinantes de la literatura judía, y fue grandemente popular en los primeros siglos,

entre los judíos como entre los cristianos, y se incluyó en el canon alejandrino de las

Escrituras.

(3) Otro libro de este grupo que es intensamente judío, aunque escrito fuera de

Palestina, se conoce como Tercero de los Macabeos. El título se le ha aplicado

superficialmente. El nombre carece en absoluto de razón, pues el libro no tiene

conexión alguna con la lucha de los Macabeos. Muy probablemente surgió de la

asociación de este libro con los otros de los Macabeos, en un manuscrito o rollo común.

Su agrupamiento con estos libros quizás resultó del hecho de que todos ellos tienen que

ver con los problemas de la persecución y la libertad. Este libro es una apología

judaica en forma de un romance histórico. Es la narración de cómo Ptolomeo IV de

Egipto, en su esfuerzo por profanar el templo, fue milagrosamente rechazado y volvió a

Alejandría enfurecido. Su intento de ejercer su venganza sobre los judíos de Egipto se

frustró por intervención directa de la providencia divina. Este relato probablemente

tiene alguna base histórica, pero debe considerarse con cautela crítica.

(4) La mayor aproximación al punto de vista griega que puede hallarse en esta

clase es la llamada Carta de Aristeas escrita en Egipto por el año 100 A.C.,

( 52 )

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37

que intenta dar cuenta del origen de la Septuaginta. El documento, estrictamente

hablando, no es histórico. La Septuaginta es solamente el elemento histórico de un

ejemplo caprichoso de imaginación, producido en un esfuerzo por ofrecer a la mente

griega, una mezcla de las enseñanzas religiosas y morales del judaísmo con la vida y

filosofía del helenismo. Tiene algún valor, en cuanto arroja luz sobre la historia de la

Septuaginta, aunque sus exposiciones deben ser críticamente examinadas para obtener

un pequeño residuo de hechos auténticos. 3. Poética. Este período no se caracteriza especialmente por el salmo escrito,

pero, sin embargo, algunas de las mejores producciones de la poesía hebrea surgieron de

la lucha y la angustia de estos turbulentos años.

(1) Unos pocos salmos contenidos en el Salterio canónico, muy probablemente

fueron escritos durante la rebelión macabea, y se llaman Salmos Macabeos. Los

eruditos del Antiguo Testamento no están de acuerdo en este asunto, pero no se discute

si hay o no Salmos Macabeos, sino cuántos y cuáles son. Hay una clara aceptación

general de la opinión sobre cuatro: 44, 74, 79 y 83. No se puede ser dogmático porque

es difícil señalar la fecha de un salmo. Puede haber muchos más que pertenecen al

período macabeo, que los que comúnmente se han supuesto.20

(2) No hay duda alguna acerca de un grupo de salmos que pertenecen a este período. Son estos los pseudónimos Salmos de Salomón.21 En total hay diez

( 53 )

y ocho de estos salmos. El decimoséptimo es el de mayor interés para el estudiante del

Nuevo Testamento por su acentuado elemento mesiánico. El punto de vista de estos

salmos es el del judaísmo farisaico estricto. Son intensamente nacionalistas, pero

penetrados de un ferviente tono moral y de sincera piedad. Su propósito fue condenar y

corregir el judaísmo liberal y político, y refrenar la creciente tendencia hacia el

helenismo. 4. Apocalíptica. Aquí nos acercamos a la más característica literatura producida

por el judaísmo. El judaísmo estaba caracterizado por un intenso mesianismo, y se

pensaba que la edad mesiánica anunciaría el fin del presente orden del mundo; de aquí

la abundancia de escritos apocalípticos. El término “apocalíptico” es una transliteración

de una palabra griega compuesta por otras dos palabras, una que significa “des” y la

otra “cubrir”; de allí, quitar la cubierta de descubrir, revelar. Los judíos no tenían tal

palabra en su lengua. Para esta clase de literatura utilizaban la palabra profesía. Lo

apocalíptico representa el elemento de predicción en la profesiá. Esta obra de

predicción de los judíos era producida, por el deseo de conocer el futuro. Querían 20 El hecho de que el salmo estuviese tan peculiarmente adaptado a los servicios de la sinagoga, y sin duda ampliamente

utilizado en esa forma, ha sido considerado por algunos como poderosa razón para inferir que muchos de ellos fueron

productos de la sinagoga. Cf. Fairweather The Background of the Gospels, pp. 36 sg.

21 Cierto grupo de salmos denominado “Odas de Salomón,” que apareció en 1909, y se fechan por Rendel Harris en los

años 75 a 100 D.C., son de origen cristiano, y no pueden colocarse entre los productos del judaísmo.

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38

conocer el futuro porque el presente les parecía del todo no satisfactorio, y algunas

veces, aún intolerable, y creían que era el propósito de Dios remediar esas condiciones

en alguna forma. En esta literatura apocalíptica se expresan el más elevado idealismo y

esperanza del judaísmo. Representa un noble esfuerzo y demanda nuestra más profunda

consideración.

Este período estaba particularmente adaptado a lo apocalíptico porque era una

literatura de persecución. Cuando los poderes políticos lo oprimían, y los que estaban

dentro del judaísmo apostataban, cuando el objeto más amado de la posesión del judío

devoto: su religión, era críticamente expuesta al peligro, entonces instintivamente

volvíase a Dios y lo futuro en busca de esperanza. Cuando la soberbia fe del judaísmo

era humillada por la tiranía y la persecusión,

( 54 )

renunciaba al orden presente y se libraba de los grillos de su servidumbre,

remontándose a la altura en alas de la esperanza de otro orden del mundo, en el cual

Dios y la justicia serían supremos gobernantes.

La literatura apocalíptica era del todo futurista en su punto de vista; de aquí que

su entilo peculiar fuese el de la visión. Pero debe recordarse siempre que lo futurístico

era más bien general que especifico, y que la visión era una figura de ciertos grandes

asuntos e ideas, relacionadas con la situación que era real y presente para el escritor

apocalíptico. Por lo general, la predicción era del cumplimiento del plan de Dios para

Israel, y el triunfo final de la justicia y de la Ley.

La patética palpitación de la esperanza judía en medio de la prueba y la

persecución, halló su más satisfactoria expresión en la forma de los escritos

apocalípticos. Este apocalipticismo judaico tuvo sus más primitivos modelos en

Ezequiel y Daniel, y su más noble y más duradera producción en el Libro de la

Revelación, del Nuevo Testamento.

(1) La literatura del judaísmo contenía varios de estos documentos apocalípticos,

pero cuatro son de particular interés. El más grande, tanto en su longitud como en la

amplitud de su horizonte profético, es el libro conocido ahora generalmente como I de

Enoch. La obra probablemente está formada por la reunión de cinco apocalipsis más

pequeños, y posee escasa unidad. Las fechas de estos cinco documentos están

comprendidas entre 200 y 46 A.C. La obra claramente toma su título del patriarca del

Antiguo Testamento que llevó ese nombre Hubo una considerable cantidad de esa

literatura de Enoch. Tenemos aquí cinco de esos documentos, y en la obra compuesta

conocida como II de Enoch hay otra colección. Se supuso que Enoch había tenido el

privilegio del conocimiento especial de las categorías celestiales, por la descripción que

de él se hace en Génesis 5:24. Fue la idea patriarca que había tenido

( 55 )

Page 39: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

39

familiaridad con los secretos de Dios, lo que condujo a la producción de abundante

literatura de Encoh. El I de Enoch se compuse en Palestina y su idioma original fue el

hebreo o el arameo, o posiblemente ambas lenguas, como en el caso de Daniel.

(2) La única producción apocalíptica de importancia fuera de Palestina fue la de

II de Enoch, también conocido como “Enoch eslavo”, debido a la lengua en que

encontramos la única copia existente, y el “Libro de los Secretos de Enoch”. Este

documento es un descubrimiento relativamente reciente, pues fue hecho del

conocimiento público en 1892. Corresponde el honor a R. H. Charles, el más grande

erudito en este campo producido en los siglos XIX y XX, de haber sido el primero en

investigar y en dar al público el carácter y valor reales de este apocalipsis. La segunda

mitad es de estilo sentencioso o erudito, y probablemente originada en Palestina. La

porción apocalíptica, que forma la primera mitad del libro, aparentemente no fue escrita

bajo a presión de la persecución, como era usualmente el caso en los escritos

apocalípticos, pero es una tranquila exposición de los ideales apocalípticos comunes

entre los judíos. Probablemente fue compuesto por algún judío alejandrino por el año

50 D.C., con el propósito de familiarizar a sus parientes de Egipto con las ideas

apocalípticas del judaísmo típico.

(3) El tercer apocalipsis que reclama atención aquí fue escrito (o compilado) en

Palestina, por un ardiente fariseo. Se conoce como II de Baruch, y se le presenta como

un escrito de Baruch el amigo de Jeremías, que refiere lo que hizo antes y después de la

destrucción de Jerusalem. El contenido del libro consta de tres divisiones, una

introducción, una porción central, y una conclusión. La introducción (capítulos 1-12)

parece que pretende ser histórica al señalar la relación de Baruch con la destrucción de

Jerusalem. La porción Central (Capítulos 13-76) es la parte apocalíptica, que consiste

casi toda de visiones y revelaciones. La conclusión (Capítulos 77-87) registra

( 56 )

admoniciones y epístolas de Baruch al pueblo de Israel. El punto de vista religioso es

el del judaísmo regular del primer siglo D.C. La obra se escribió contemporáneamente

al surgimiento del movimiento cristiano.

(4) El apocalipsis conocido como IV de Esdras fue escrito en Palestina por el año

90 D.C. El libro lleva este título porque se quiso significar que había sido escrito por el

anciano escriba hebreo de este nombre. Sin embargo, no se hace gran énfasis sobre este

carácter pseudoepigráfico del libro, y a que el nombre sólo aparece tres veces. El libro

se forma de siete visiones, todas ellas dedicadas a un esfuerzo por explicar la caída de

Jerualem. Se refiera al mismo tema general de que se ocupa II de Baruch, pero ataca el

problema con muy diferente actitud. En II de Baruch hallamos el punto de vista del

judaísmo regular satisfecho; pero este libro es en cierto sentido una crítica del judaísmo

regular, especialmente en cuanto a la doctrina de que solamente unos pocos son salvos,

y que Dios está complacido de que sean sólo unos pocos. Esto último era la opinión del

judaísmo oficial, pero para el autor de este libro no es satisfactoria. El ardientemente

busca una idea diferente y mejor, y cae al fin en la explicación de la escatología judaica

Page 40: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

40

común de su tiempo. Adopta el criterio de que las pruebas de Israel son disciplinarias y

preparatorias en su propósito. Acude también al argumento de que los caminos de Dios

están más allá del entendimiento humano. 5. Gnómica. Esta clase es llamada también “literatura de sabiduría”. Es del tipo

general representado por el libro canónico de los Proverbios. Mientras lo apocalíptico

trataba con lo teórico y los escatológico, la sabiduría se refiere a lo práctico y lo ético.

Esta literatura gnómica representa a la filosofía moral judaica en su mejor expresión.

Fue escrita como guía del pueblo en su vida diaria. Consiste en conclusiones que han

sido obtenidas por la reflexión sobre la experiencia de la vida humana. Esta

( 57 )

actividad sabia no solamente fue literaria sino también desarrollada en la instrucción

personal. Lo que tenemos conservado en los escritos son las mejores ideas producidas

por este aspecto de la actividad judaica. Era una de las más importantes fases de la vida

judía, y produjo la más vasta literatura. Puede considerarse que se extiende desde los

tiempos de Salomón en la antigüedad, y en el Nuevo Testamento está representada por

la enseñanza de Jesús y por la Epístola de Santiago.22 Pueden examinarse aquí cinco

representantes de esta clase. (1) El libro más antiguo de este grupo se conoce como Sirach (griego Sirach).

No podemos estar seguros de cuál fue su título original, porque existe en hebreo sólo en

fragmentos, todos los cuales son defectuosos en los primeros versículos. En los

manuscritos griegos se le llama “La Sabiduría de Jesús. Hijo de Sirach”. El título

“Eclesiástico” ha sido utilizado por la Iglesia Latina desde la mitad del tercer siglo.

Esta denominación fue mal escogida. Significa libro de la iglesia, y este libro no lo es

en algún sentido particular. No obstante, éste es el título que lleva este libro Vulgata, y

ha subsistido hasta los tiempos modernos. Parece ser preferible el simple nombre

Sirach. Como es cierto de todos los libros de esta clase, el contenido es misceláneo, y

carece de arreglo sistemático. La ausencia de secuencia lógica en estos libros no debe

considerarse como desorden, sino que ese fue el método de la sabiduría. La mentalidad

judía típica no era analítica y lógica, sino práctica y concreta. Tal es el carácter de este

libro. Presenta un manual de conducta, por medio del cual el autor se propuso

incrementar una vida más elevada. Estudió la experiencia humana y procuró señalar el

camino para una vida mejor. El libro se escribió por 190-170 A.C., en hebreo,

probablemente en Jersalem. Sus enseñanzas están de acuerdo con el judaísmo

ortodoxo.

(2) A este grupo corresponde el libro conocido como

( 58 )

22 Cf. Fairweather: op. cit., p. 79.

Page 41: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

41

el Testamento de los Doce Patriarcas. El título se deriva del fondo histórico del relato.

El libro pretende ser el testamento de los doce hijos de Jacob, dado a sus hijos en sus

lechos de muerte. Hay doce secciones, dedicadas cada una a un patriarca. El carácter

pseudoepigráfico del libro probablemente no se pretendió como un engaño, sino como

forma literaria. El relato no se hace por motivos históricos, sino como un medio de

enseñanza. Corresponde a la forma literaria conocida entre los judíos como Haggadha.

El idioma original fue el hebreo. Probablemente se escribió en época de Juan Hircano,

entre 109 y 106 A.C. El autor era un fariseo leal y ardiente admirador de la familia

Macabea. Cada testamento ofrece tres partes distintas. (a) El patriarca da un resumen

de su biografía, confesando los errores que ha cometido y haciendo notar sus virtudes.

(b) En seguida ofrece a sus hijos una ferviente exhortación. (c) Cada testamento

termina con una especie de mensaje apocalíptico que afirma la redención de Israel por

medio de las tribus de Leví y de Judá. Devido a este elemento apocalíptico, algunas

veces el libro se clasifica entre los de apocalipsis, pero la porción considerablemente

mayor de la obra es del tipo de sabiduría. El principal interés del libro se halla en sus

enseñanzas éticas y en su semejanza al tono moral del Nuevo Testamento.

(3) Esta sabia actividad también se extendió a Egipto. La obra más antigua del

tipo gnómico en esta región fue la Sabiduría de Salomón, conocida también como

“Libro de Sabiduría,” o solamente “Sabiduría”. Es incuestionablemente

pseudoepigráfico, aunque muchos investigadores católicos han tratado de defender su

origen salomónico. Fue escrito en Alejandría entre los años 100 y 50 A.C. El idioma

original fue, naturalmente, el griego. Su teología muestra claramente las huellas de la

filosofía griega.

(4) Otra producción alejandrina de esta clase es IV de Macabeos. El libro lleva

este título, porque se

( 59 )

formó sobre la leyenda de los mártires Macabeos. Es sabia enseñanza presentada en

forma de un discurso público altamente retórico, a la manera de los oradores griegos

filosóficos. Es un sermón de la sinagoga o un discurso de alguna especie de aniversario.

El lenguaje es de un griego correcto, de estilo literario. Se escribió en Alejandría entre

los años 1 a 25 D.C., por un autor desconocido.

(5) A esta clase de literatura pertenece la obra de Filón, el individuo más notable

producido auténticamente por el judaísmo. Fue el más enérgico y fecundo escritor de

toda la historia de los judíos. Representa la cima del judaísmo helenizado. Su estilo,

terminología y modo de pensar, son griegos. Sin embargo, fue leal a Moisés y las

tradiciones de Israel. Su esfuerzo supremo fue interpretar el judaísmo oficial en los

términos y formas de pensamiento de la filosofía griega corriente en sus días. En

posteriores referencias se dirá más acerca de su vida y su obra.

Hay otros cuatro documentos de la literatura del judaísmo que reclaman breve

mención. Uno de ellos de tipo apocalíptico es el Libro de Jubileos, obra voluminosa

escrita por un fariseo hacia el último cuarto del siglo segundo antes de Cristo, con el

Page 42: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

42

propósito de restringir las tendencias helenizantes en el judaísmo y de exaltar la Ley.

Se presenta en la forma del tratamiento midhráshico del Antiguo Testamento. Otro

representativo de la clase apocalíptica aparece en los Oráculos Sibilinos, que son restos

fragmentarios de antiguas referencias de proverbios supuestamente divinos, a cuya

composición se le atribuyen fechas dentro de un período de 300 A.C. a puesta, de

carácter apocalíptico, producida en el primer cuarto del siglo primero D.C., con el

propósito de salvaguardar los intereses del farisaísmo estricto. Del tipo de literatura de sabiduría tenemos, además de las obras consideradas antes, el I de Baruch, documento

compuesto que apareció en su forma actual por los años 70-80 D.C., y había sido escrito

( 60 )

para lamentar el trágico destino de Jerusalén. Hay gran número de otros fragmentos o

porciones de documentos, pero sin importancia suficiente para justificar su

consideración en esta obra. En el resumen anterior se ha presentado al estudiante la

literatura del judaísmo en su carácter distintivo y su principal contenido.

La gran cantidad de literatura rabínica, que ahora se encuentra en las bibliotecas

teológicas en muchos volúmenes impresos, no estuvo en forma escrita sino hasta varios

siglos después de los tiempos del Nuevo Testamento. Existió durante este período en

forma de tradición oral, encomendada a la memoria, palabra por palabra, en las escuelas rabínicas. La ley oral, o elaboración de la Torah, se organizó en forma sistemática por

Rabbí Judá por el año 200 D.C., pero ninguna de estas obras se escribió sino hasta más

tarde.

( 61 )

Page 43: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

43

CAPITULO IV

ORIGEN Y DESAROLLO DEL JUDAISMO

Cuando uno se coloca en medio del mundo del Nuevo Testamento y contempla

sus alrededores, el primero y más prominente objeto que atrae su atención es el judío.

El requisito más imperativo para la interpretación del Nuevo Testamento es llegar a

estar completamente familiarizado con este judío. La investigación de su carácter y

medioambiente pronto revela que es producto de más de una singular generación.

Presenta una combinación de elementos proporcionados por muchos siglos del pasado.

En realidad, toda la historia de Israel está representada en él. Pero especialmente es

afectado por los cinco siglos inmediatamente anteriores a la edad en que vive. La tarea

inicial en el estudio del mundo del Nuevo Testamento es investigar este período de la

historia y lograr un conocimiento acerca del origen y naturaleza del judío.

Debemos de reconocer primero que el judío es un personaje estrictamente

distintivo. El israelita del Antiguo Testamento no puede considerarse correctamente

como judío. Este era israelita, pero el israelita anterior al destierro no era judío. El

judío es propiamente una creación del exilio, y aparece en la historia en tiempo de la

restauración. Josefo dice del término judío: “Este es el nombre con que fueron

llamados desde el día que subieron de Babilonia” (Antig. 11:5). Ocupó su antigua tierra

prometida pero “el judaísmo creció como una cosa nueva en el viejo suelo.”23 El

nombre judío es una modificación del antiguo nombre tribal de “Judá”, transliterado a

través del griego al español. Se aplicaba a aquellos

( 62 )

que regresaron de Babilonia en la restauración, porque eran principalmente de la tribu

de Judá.

Pero el término judío y judaísmo tienen algo más que su significación tribal.

Denotan un tipo distintivo de vida. Los hebreos de la tribu de Judá que fueron llevados

en cautividad habían experimentado un verdadero cambio. Vieron en sus privaciones

en el exilio, la mano castigadora de Jehová extendida sobre ellos por su desobediencia

de la Ley, y se arrepintieron sinceramente. Y además, solamente los más devotos

regresaron, bajo el patrocino benevolente de Ciro, y emprendieron el restablecimiento

de la nación santa. De este modo, los descendientes de Israel que regresaron de

Babilonia tuvieron una nueva devoción a la Ley y a las tradiciones de sus padres.

Estuvieron poseídos por una aguda aversión hacia la idolatría y todas las cosas gentiles,

y por tanto, fueron más acendrados y exclusivos en su lealtad racial que sus padres antes

del destierro.

Este pueblo renovado llegó a ser conocido en la historia como los judíos, y sus

dogmas y forma de vida constituyeron el judaísmo. Procuramos ahora seguir el

23 Fairweather, The Background of the Gospels, p. 61.

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44

desenvolvimiento de las influencias y procesos que produjeron este importantísimo

aspecto del fondo del Nuevo Testamento.

FACTORES FORMATIVOS

No estudiamos aquí la historia por la historia misma. No nos interesan los

períodos cronológicos sino las fuerzas operantes. Nuestro propósito es encontrar la

relación de los cinco siglos precedentes con los judíos con quienes nos encontramos al

abrir el Nuevo Testamento. La investigación interpretativa de esta historia descubre un

interés fundamental en la vida judaica, que se manifiesta en tres líneas esenciales de

expresión. El interés fundamental era la relación entre Jehová y su pueblo, y esta

relación se consideraba como nacional, legal y ritual. Esto es, la concepción básica del

judaísmo era el pacto, que comprendía tres elementos esenciales, la nación,

( 63 )

la ley, y el sacerdocio. La Nación era objeto del favor divino y el fin principal

procurado por el pacto; la ley era la condición requerida para el cumplimiento del pacto;

y el ritual administrado por el sacerdocio era la manifestación ceremonial del pacto.

Vemos, pues, que hubo tres factores que contribuyeron al desarrollo del judaísmo: la

nación, la ley y el sacerdocio. Estos tres interese pueden descubrirse inequívocamente

al establecerse en los comienzos de la historia judaica.

I. La Nación

Fue este interés fundamental el que generó el enardecimiento de la esperanza y el

avivamiento de la devoción y entusiasmo patrióticos en los desterrados en la lejana

Babilonia. Sólo por medio del restablecimiento de la nación podría renovarse la

operación de la ley y reanudarse el culto de Jehová en los sagrados atrios del templo.

Sin la reunión de Israel como nación no había esperanza de que pudiese restaurarse el

pacto.

1. Consecuentemente, el primer paso en el restablecimiento del pacto debe ser la restauración de la integridad nacional. En virtud del generoso patrocinio de Ciro, por

lo menos cincuenta mil personas regresaron de Babilonia entre 537 y 444 A.C., y

reanudaron su residencia en Judea. Volvieron en tres grupos. El primero regresó bajo

las órdenes de Zorobabel, príncipe de la casa de David, en 537 A.C. Su número, según

las más segura fuentes, fue de 42,360.24 El segundo grupo vino con Esdras en 458

A.C., y probablemente, el tercero cuando Nehemías regresó en 444. Además de estos,

podemos suponer con razón, que otros inmigraron hacia allí de tiempo en tiempo, pero

sin relación con algún acontecimiento que los llevase a recibir mención en las crónicas

de su tiempo. La gran mayoría de los que regresaron era

24 Josefo, Antg., 11:1, hace ascender el número a 42,462.

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45

( 64 )

de las tribus de Judá y de Leví, pero hubo también representantes de otras tribus.25

Los desterrados que volvían se propusieron la rehabilitación de la antigua vida

nacional. Consideraban al pueblo de Israel como una nación santa y su territorio nativo

como una tierra santa. Reclamar estas santas posesiones para Jehová y la Ley, era el

noble y ferviente propósito de los peregrinos que regresaban.

Comparados con el número de los que fueron al destierro, sólo unos pocos

volvieron en la restauración. Fueron éstos los espíritus más devotos y patrióticos que se

hallaron entre los desterrados, los que no podían hallar satisfacción en la vida fuera del

servicio de Dios y de la observancia de la ley. La cautividad había enseñado al pueblo

una nueva veneración por la ley, y aquellos ideales nacionales y religiosos tan

noblemente invocados por los profetas. En los sufrimientos y privaciones religiosos por

los primeros siglos habían terminado ahora; y toda la estaban en el destierro en medio

del paganismo, mucho de impureza había sido arrojado a la raza. Edwald describe este

hecho con vívidas y conmovedoras palabras. “Los ruinosos errores y perversidades de

los primeros siglos se presentaban ahora; y toda la tormenta estaba cubierta de esa

salvaje pasión en la cual aún los esfuerzos esencialmente nobles de Israel, tan

frecuentemente degeneraron en tiempo de la vida independiente de la nación.

Solamente lo inmortal y eterno de Israel pudo mantenerse, y el único método por el cual

fue capaz de sostenerse frente a las pruebas de esa época, fue apartarse más

rigurosamente de todo lo extraño a ellos, y volver más tranquila y firmemente hacia sí

mismos.” Describe la transformación como un “doble movimiento, que condujo, por un

lado, decididamente a apartarse de toda forma de paganismo, y, por el otro, a

( 65 )

acercarse con semejante fervor y determinación al antiguo Dios de Israel.”26

Se había perdido todo sostén y protección exterior; la fe de Israel debía

mantenerse por sus propias fuerzas intrínsecas. La cautividad destruyó todas las formas

y símbolos materiales de la religión de Israel. Fue la política de Nabucodonosor

destruir totalmente a los conquistados. De esta prueba surgió ese remante fiel, previsto

por la visión profética, poseído de una lealtad inmortal a las tradiciones y esperanzas de

Israel. Fue un pueblo purificado y patriota el que reanudó de nuevo y con el nombre de

judíos, comenzaron la santa empresa de restaurar las relaciones del pacto de Israel en la

Tierra Santa de la Alianza.

Los miembros egoístas e indiferentes de la raza, permanecieron donde estaban.

Jesofo nos dice: “Sin embargo, muchos de ellos permanecieron en Babilonia, porque no

quisieron abandonar sus posesiones.”27 No obstante, hubo muchos judíos de los que se

25 Para una discusión segura e instructiva del destino de las Diez Tribus, véase Ewald, op. cit. Vol. V., pp. 90 sgs. 26 Op. Cit.,Vol. V. pp. 19, 25.

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46

quedaron en Babilonia, que aún eran leales a la ley y mantenían el pacto, como por

ejemplo, Daniel y Esther. Muchos de los hebreos ricos contribuyeron liberalmente, de

sus riuezas, para el programa de rehabilitación. Pero podemos concluir que la crema del

patriotismo y la piedad judaicos repoblaron la tierra de Judea.

En su posición con respecto a la interpretación del Nuevo Testamento esto fue

con mucho la más significativa manifestación del período. El judaísmo así establecido

hizo posible, históricamente hablando, la carrera de Jesús. Halló su extremo desarrollo

en los fariseos, caracterizado por un agudo legalismo y exclusivismo nacional. El

desarrollo más noble y más rígido de la raza estaba representado en las multitudes que

se volvían a Jesús con favorable atención y llegaron a ser sus discípulos.

( 66 )

2. Era determinación del pueblo judío preservar su integridad nacional y esto dio fundamento a su desavenencia con los samaritanos. Es un hecho familiar en la historia

del Nuevo Testamento la intensa animosidad existente entre los judíos y los

samaritanos. Esta importante manifestación tuvo su origen principalmente durante el

período persa (537-332 A.C.). Es un hecho bien conocido por el estudiante de la Biblia,

que los samaritanos fueron rechazados cuando ofrecieron participar en la edificación del

templo.

Los samaritanos que así aparecen al final de la historia del Antiguo Testamento

no son las razas gentiles que inmigraron a Samaria después de la conquista del reino del

norte de Israel, sino principalmente descendientes de los mismos israelitas, que fueron

abandonados cuando la gran masa de la nación fue transportada a la esclavitud asiria.

Aunque eran del más puro linaje hebreo, habían estado en íntima relación con los

emigrantes gentiles que se habían establecido en Canaán después de la Cautividad, y se

habían mezclado con ellos en considerable proporción. Además, habían olvidado el

templo e ignorado la desolación de Jerusalem, menospreciado la ley y olvidado el pacto,

durante todos los años en que Judá estuvo desterrada en Babilonia. Entonces, sin duda,

no se olvidaba que eran descendientes de las Diez Tribus que, bajo Jeroboam, se habían

rebelando contra la real casa de David. Estas razones combinadas persuadían a los

judíos de que los samaritanos no eran dignos de participar en la restauración de la

nación.

El asunto alcanzó su clímax cuando Manasés, pariente cercano del sumo

sacerdote, se casó con la hija de Samballat, el caudillo samaritano. Cuando se rehusó a

repudiar y abandonar esta ilícita unión fue desterrado de la tierra de Judá. Con otros

varios que se asociaron con él por estar en la misma condición, restauró a Samaria y

solicitó de Samballat el privilegio de erigir un templo samaritano propio. Este

( 67 )

27 Antq., 11:1.

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47

templo rival se construyó en el Monte Gerizim, donde permaneció hasta que fue

destruido por Juan Hircano. A este lugar sagrado hizo referencia la mujer samaritana cuando dijo a nuestro Señor: “Nuestros padres adoraron en este monte” (Juan 4:20).

La hostilidad originada por esta manifestación ha persistido hasta este día, y

contribuye a la animosidad de los samaritanos hacia los judíos, especialmente cundo los

últimos iban hacia Jesuralem.

II. La Ley

Una distinta y vitalmente importante línea de desarrollo se originó en la

influencia de Esdras. Este poderoso escriba y fundador del judaísmo oficial que

encontramos en el Nuevo Testamento, trajo a la vida judaica su excesivo énfasis en la

ley. Fue él quien inspiró la restauración de los sacrificios matutinos y vespertinos sobre

el altar del templo, descuidado por mucho tiempo (Esdras 3:1-3). Dirigió la campaña

entre los desterrados que habían vuelto, para borrar de la vida de la nación la peste de

los matrimonios mixtos (Esdras 9:1 y sgs). Inauguró el primer estudio sistemático de la

ley, por el pueblo en masa, de que se tiene noticia en la historia judía (Nehemías 8:1 y

sgs.). Fue un ardiente defensor de la ley y del exclusivismo racial del judaísmo.

Aunque su influencia produjo indudablemente resultados extremos, mucho más d el o

que se había propuesto, no podemos, sin embargo, dejar de reconocerlo como el

primero y más grande promotor de la servidumbre legal en el judaísmo. Por Esdras la

ley se entronizó de nuevo en la conciencia del pueblo. Como resultado del ímpetu dado

así a la ley, aparecieron otras dos formas de desarrollo.

1. El gran énfasis de Esdras sobre la observancia de la ley exigió el más grande

conocimiento posible de ella de parte del pueblo. Para su instrucción, y para el estudio

y promoción de la ley en general, surgió en el judaísmo una clase conocida como de los escribas o rabíes. Estos escribas no eran “clérigos”

( 68 )

en el sentido común del término, sino laicos que se entregaban al estudio y enseñanza

de la ley. Como corolario lógico de esta función principal, se dieron a defender y

preservar las tradiciones de Israel, y a deducir de la ley, reglas más detalladas para la

dirección de la conducta personal. Estas tradiciones y reglas se transmitían en forma

oral, y se consideraban como una interpretación autorizada de la ley, y denominadas por

las subsecuentes generaciones el “cerco de la ley”. Esta tradición oral se extendía a los

asuntos más triviales, y llegó a ser absurda e insufriblemente rígida. A esto se refirió Jesús cuando censuró a los fariseos como los que “atan cargas pesadas y difíciles de

llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres” (Mateo 23:4). El ministro

regular de la religión entre los judíos teóricamente era el sacerdote, pero en realidad el

escriba era el ipso modelador dela vida religiosa. Por los escribas la sinagoga pronto

alcanzó un lugar de pode e influencia, y desde ella la ley ejerció su autoridad suprema

sobre la vida judía.

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48

2. El advenimiento del escribismo produjo la cesación de la profecía. Esto era

inevitable. La profecía es esencialmente original—proceso creador; el escribismo fue

deliberadamente hostil al originalidad. Su misma existencia dependía del designio de

reprimir toda innovación; de “construir un cerco alrededor de la ley.” Tal política creó

una atmósfera que obviamente era desfavorable al ejercicio de la función profética, y en

consecuencia, la voz de la profecía fue acallada en Israel, desde Malaquías hasta Juan

el Bautista. Las exigencias de la restauración produjeron los ardientes mensajes de

Haggeo y Zacarías, y las corrompidas prácticas del sumo sacerdote y sus asociados,

acompañadas pro una declinación del respeto a la ley y el abandono del culto del

templo, exigieron el ministerio profético de Malaquías, el último de esa larga línea de

profetas del Antiguo Testamento, que como vocero especial de Jehová, valientemente

denunció las apostasías

( 69 )

de Israel y expuso los grandes principios de esa redención que veladamente habían

vislumbrado como la fruición de la esperanza mesiánica de la nación. Con Malaquías

cae el telón de la profecía.

III. El Sacerdocio

El pacto con Jehová implicaba un elemento ritual, porque era un pacto de

adoración tanto como de obediencia. Jehová debía estar presente en Israel como su

Dios por todas las edades. El Templo era el símbolo visible de este aspecto del pacto, y

el sacerdote era el funcionario. Consecuentemente, parte esencial de la restauración era

la reinstalación del sacerdocio y la renovación del ritual.

1. Naturalmente, el primer paso en la restauración del culto de Jehová era la

reedificación del Templo. Fue en ocasión de la Fiesta de los Tabernáculos cuando

llegaron a Jerusalem, finalmente, los desterrados que volvían para edificar otra vez el

altar de Jehová y ofrecer sacrificios como lo requería la ley. Más tarde se pusieron los

cimientos del templo en medio de lágrimas y regocijo mezclados; pero debido a seria

oposición y dificultades, la construcción no se terminó durante varios años. Tan pronto

como inició el programa de reconstrucción, los samaritanos les propusieron unirse a la

empresa y llegar a ser miembros de la nación restaurada. Habiendo sido rechazados y

desechados por los judíos, les llenaron de odio y desconfianza y presentaron oposición

perjudicial y embarazosa. Es probable que la campaña de Egipto hecha por Cambises

también sirviese para retardar gravemente la obra de la reconstrucción.28 Pero a pesar

de la sdificultades. La obra se terminó finalmente, el templo fue dedicado en medio de

gran regocijo y se reanudaron las fiestas sagradas.

2. La historia del judaísmo presenta un nuevo régimen para el sacerdocio, porque

testificó primero

28 Cf., Ewald, op. cit., Vol. V, pp.105 sgs.

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49

( 70 )

la elevación del sumo sacerdote. En el periodo del Antiguo Testamento, el supremo

funcionario del ritual del Templo había sido designado, por lo general, simplemente

como jefe de los sacerdotes, pero después de la restauración aparece en una nueva luz,

como sumo sacerdote y con prerrogativas grandemente aumentadas.

El gobierno de la nación restaurada se puso primero en manos de Zorobabel, el

último príncipe de Judá. NO le fue permitido por su dominador persa establecer una

monarquía independiente, sino solamente gobernar a Judea como provincia del Imperio

Persa. Debido a fricciones y críticas, Zorobabel fue obligado a retirarse antes del fin de

su vida, y el sumo sacerdote llegó a ser la cabeza del gobierno. Esto pareció al soberano

persa la política natural y justa que debería seguirse, porque el ignorante dominador

pagano nada podía saber del genio o protectores de la verdadera religión. NO se sabe

con certeza hasta cuándo permaneció en el poder el sumo sacerdote. Cuando Nehemías

llegó a Jerusalem en 444 A.C., consiguió de Artajerjes la designación de gobernador,29

y logró pleno dominio de los asuntos, al parecer sin oposición del sumo sacerdote. Pero

después de que se retiró el sumo sacerdote, otra vez aseguró para sí la dirección. Judea

se convirtió en parte de la satrapía de Celesiria y estuvo sujeta a su gobernador. La

administración local de los asunto s se dejó al sumo sacerdote, que era responsable ante

el sátrapa persa.

Así el gobierno de la nación, su administración y destino políticos, cayeron en

manos del sacerdocio. Este es un hecho de notable significación en el desarrollo del

judaísmo. Significó que el templo que estaba señalado como el lugar del culto de

Jehová y de la purificación de su pueblo escogido, en vez de eso se convertía en el

centro de los planes políticos y de la promoción de la ambición egoísta. El sacerdocio,

( 71 )

ordenado para la orientación espiritual del pueblo, se transformaba en una mera pandilla

de secuaces, que sería manejada como instrumento de aspiraciones políticas profanas.

La posición del sumo sacerdote fue abatida de su exaltado sitio como custodio de la

vida religiosa del pueblo hebreo, y llegó a ser recompensa de los deseo carnales y objeto

del más vergonzoso engaño y oposición.

Poco hacía que la función pontificia había obtenido el gobierno de la nación,

cuando se manchó de sangre y sacrilegio. Jonatán, hijo de Joiada, obtuvo el puesto de

sumo sacerdote por sucesión legal de su padre. A causa de esto, su hermano Josué se

irritó con la furia de la envidia, y envalentonado por la parcialidad del general persa

Bagoses, procuró derrocar a su hermano. Fracasó en su intento y fue muerto por su

29 Parece posible que antes de esto, Esdras haya ejercido las prerrogativas de gobernador. Cf., Ewald, op. cit., Vol. V, p.

139.

Page 50: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

50

propio hermano en el atrio del templo. Esta contienda vergonzosa fue un augurio de la

subsecuente historia del sacerdocio.

LA INVASIÓN DEL HELENISMO

Se ha observado que bajo la influencia de Esdras la ley llegó a ser el factor

supremo en la vida judaica. Pero el reinado de la ley no estuvo exento de vicisitudes y

fluctuaciones. Pasó por períodos de gran desarrollo, pero también enfrentó serios

reveses, que algunas veces parecían pronosticar su total extinción.

Desde muy al principio el yugo de la esclavitud pagana pesó sobre los judíos.

Regresaron de la cautividad bajo el dominio de los persas y sometidos a él

permanecieron durante dos siglos, 537 a 332 A.C.30 Sin embargo, el gobierno persa no

se oponía seriamente a la supremacía de la ley porque los persas

( 72 )

generalmente eran bondadosos y considerados en su trato con los judíos, y les

permitían el libre ejercicio de sus privilegios religiosos y práctica autonomía nacional.

I. La Conquista Macedonia

En 332 A.C. una oscura nube apareció en el horizonte de la historia judaica. Su

siniestra naturaleza no se comprendió al principio, pero cuando la historia judía es vista

en plena perspectiva, el aspecto amenazante de esta manifestación aparece vívidamente.

Alejandro el Grande, el conquistador macedonio, sometió al Oriente y puso a Palestina

bajo su dominio. El aparecimiento de estos acontecimiento arrojó sobre el judaísmo el

abrasador impacto del helenismo, el mayor riesgo jamás experimentado por la ley.

II. El Gobierno Egipcio

Después de la muerte de Alejandro, su vasto imperio se dividió entre sus varios

lugartenientes, y después de considerable oposición entre pretendientes rivales, Judea

cayó en manos de los gobernantes egipcios, conocidos en la historia como los

Ptolomeos. Como provincia egipcia, los judíos siguieron siendo tratados con gran

lenidad, y disfrutaron de prosperidad material, pero al mismo tiempo fue una era de

decadencia religiosa. El favor demostrado al pueblo por sus conquistadores griegos los

hizo muy susceptibles a la influencia de la cultura y costumbre griegas, y produjo un

grave influjo de costumbres e ideas gentiles, y una correspondiente laxitud en su actitud

30 Los eruditos no están completamente de acuerdo en estas fechas. Por ejemplo, Ewald (Hist. Of Israel,Vol. VI) sitúa los

límites del período de 536 a 333, Graetz (Hist. Of the Jews, Vol. I) divide en 537 y 300, Stanley (Hist of the Jewish Church,

Vol. III) da 538 a 333, y Doubnew (Outline of the Jewish History, Vol. I, p. 287) emplea los límites utilizados aquí, 537 a

332.

Page 51: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

51

hacia la ley. Muchos judíos abiertamente repudiaron sus normas religiosas y ritos

ceremoniales, y adoptaron el modo griego de vivir.

Dos ejemplos de este período son ilustrativos de su carácter general:

1. En general, los gobernantes egipcios fueron notablemente considerados y

tolerantes en su trato

( 73 )

con los judíos, pero, como sería natural esperarlo, las diferencias en el carácter

individual de los soberanos, produjeron diferencias en la política. La monarquía

oriental era en el fondo tiránica, y ocasionalmente habría de mostrarse su naturaleza

esencial. El caso extremo en la relación del trato de los Ptolomeos con los judíos, fue

un intento de asesinato total de los judíos de Alejandría, por Ptolomeo Filopater, sucesor

de Euergetes. En una lucha contra el rey sírio Antíoco (“el Grande”) obtuvo una

brillante victoria en Rafia y avanzó en triunfo a Jerusalem, donde ofreció dones y

sacrificios en el templo. En un paroxismo de mórbida curiosidad, procuró entrar al

lugar Santísimo, pero en alguna forma fue sumariamente arrojado, quizás por el pánico

de su propio temor supersticioso. Profundamente enfadado volvió a Egipto lleno de

rabia y sació su venganza en los judíos de ese país, privándolos de muchas libertades

políticas e intentando asesinar a un gran número de ellos, pero fracasó en su empeño.31

2. La propaganda helenizante halló sus fervientes abogados entre los jefes judíos.

Así fue José el hijo de Tobías. Era un perdido astuto y ambiciosos, que mediante hábil

diplomacia consiguió el favor de la corte egipcia y fue hecho custodio del tributo, lo que

le daba el dominio virtual de Judea. Trajo paz y prosperidad a la tierra, pero con ellos,

todos sus frecuentes concomitantes, la lujuria y el vicio. Las corrompidas indulgencias

a las que llevó a la nación, mal la prepararon para el desastre que habría de seguir. Una

vez el sumo sacerdote Onías II estuvo a punto de provocar una dificultad, al rehusarse a

enviar el dinero del tributo a la corte egipcia, pero la crisis fue evitada y salvada la

nación por el ingenio y la afabilidad de José. Esto lo congració muy profundamente

( 74 )

con los gobernantes y el pueblo, y fortaleció la causa de los helenistas.

Sin embargo, en el corazón religioso de la nación aún se conservó un resto de fe

que rechazaba todas las cosas de los gentiles, y continuó exigiendo la absoluta

supremacía del código mosaico y trabajó ardientemente para perpetuar la raza de Israel.

Este partido de patriotas leales fue llamado Hasidim; esto es, “los justos”. Estaban

destinados a ejercer una vasta influencia en la historia subsecuente de los judíos. Se

desarrollaron en la casta religiosa conocida en el Nuevo Testamento como los fariseos.

31 Al colocar este incidente en el reinado de Filopater seguimos a III de Macabeos, al que consideramos basado en la

historia verdadera, aunque, sin duda, contiene una considerable mezcla de ficción. Otros rechazan a III de Macabeos

completamente y sitúan esta persecución en el reinado de Fiscón, casi cien años más tarde. Cf. Graetz, History of the Jews,

Vol. I, p. 519

Page 52: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

52

En el extremo opuesto se hallaban los helenistas, quienes fueron agresivamente activos

en la promoción de la propaganda griega, y predecesores históricos de los saduceos.

LA REACCIÓN NACIONALISTA

El prolongado conflicto del judaísmo entre la tendencia helenista y la lealtad a la

Ley, se inició con la política de Alejandro que quería no solamente conquistar al mundo

sino helenizarlo. Durante todo el reinado de los Ptolomeos no fue sino una controversia

entre políticas rivales, y no produjo lucha alguna abierta de considerable significación.

En realidad de haber continuado la forma de gobierno egipcia, pudieron haberse

mantenido a la expectativa indefinidamente, las hostilidades abiertas. Y esto

probablemente habría sido en tácito detrimento del judaísmo distintivo; porque habría

significado la gradual helenización de toda la nación. Pero en 198 A.C. Judea les fue

arrebatada a los Ptolomeos por el reino greco-sirio de los Seléucidas, y pronto hubo el

intento gubernamental de imponer el helenismo. Esto llevó, al poco tiempo, a la

rebelión abierta, y casualmente produjo la independencia de la nación judía.

I. Las Causas de la Rebelión

Durante las tres décadas de dominación siria los judíos padecieron más que en

todos los ciento veintidós

( 75 )

años en que habían estado bajo el dominio de los Ptolomeos. Antíoco el Grande respetó

sus costumbres y procuro su simpatía, pero sus sucesores los trataron con

desvergonzada crueldad. Este período representa la media noche de la historia

interbíblica. Insultos y persecuciones se infligieron a los judíos en todas las formas

concebibles. Seleuco IV, hijo y sucesor de Antíoco el Grande, procuró por medio de

uno de sus generales, robar del templo ciertos tesoros que se habían depositado allí para

salvaguardarlos, y el santuario de Jehová escapó solamente por la intervención especial

de la providencia protectora. Pero el colmo de la tiranía y la persecución se alcanzó por

el siguiente usufructuario del trono, Antíoco Epifanes.32 Tres causas contribuyeron a

este período de calamidad:

1. La nación había sido reducida a trágica impotencia por los efectos

desintegrantes de la influencia helenística. Los judíos habían estado bajo la dominación

griega durante cerca de dos siglos y medio. Este prolongado contacto continuo con la

vida y costumbres griegas no podía dejar de tener su efecto. Miles de judíos se habían

ido de Palestina a Alejandría, ciudad que rápidamente se convertía en el centro mundial

de la vida y el pensamiento griegos—situación que tenía en los tiempos del Nuevo

32 Epifanes significa en griego “el ilustre”, pero Antíoco mereció mucho más al apodo que le aplicaron sus súbditos,

Epimanes “el loco”.

Page 53: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

53

Testamento. Estos judíos alejandrinos visitaban frecuentemente su país de origen, y su

influencia actuó inevitablemente sobre la vida de Judea. Luego hubo judíos de otras

partes del mundo griego que volvían a su patria y traían consigo su cultura griega.33 El

empleo de la lengua griega llegó a ser amplio en Palestina, como resultado de la

inmigración de muchas personas de habla griega. Se establecieron en

( 76 )

palestino varias ciudades casi exclusivamente griegas.

La presencia de estas ciudades griegas es una de las más notables evidencias de

la extensión y fuerza de la influencia griega. Algunas de las principales ciudades

palestinas que descubren su carácter griega por sus nombres, fueron Gerasa, Filoteria,

Pella, Dios, Gadara, Escitópolias y Ptolomaida. Otras poblaciones perdieron sus

antiguos nombres y sólo fueron conocidas por sus nuevas denominaciones helenísticas.

La antigua Dan se llamó Paneas, Rabat-Ammon se reedificó como Filadelfia, y Ar-

Moab como Areópolis.

Lo atractivo de la cultura y prácticas griegas, en contraste con la vida mucho más

sobria y restringida bajo la Ley, ganaron a muchos judíos, apartándolos de su pacto con

las tradiciones de Israel. A muchos niños judíos se les dieron nombres griegos o que

parecían griegos. Se levantó un anfiteatro griego en Jerusalem y se estableció un

academia para la instrucción en la literatura y la filosofía griegas. Se ejercitó a los

jóvenes judíos para participar en los juegos helénicos y los jefes judíos solicitaron su

admisión como ciudadanos empadronados del reino de Siria. Se publicó un edicto que

exigía a los judíos que adorasen a los dioses helénicos; el templo se dedicó formalmente

a Zeus, dios supremo del Olimpo; y se sacrificó carne de cerdo en los altares del templo.

Estos acontecimientos no podían dejar de levantar el violento resentimiento de la

conciencia del judaísmo.

2. La tirantez de la situación se acentuó por la deslealtad y la disensión internas.

Hubo muchos judíos que preferían el régimen sirio. Recibían con agrado toda

oportunidad de adelanto de los intereses del rey sirio. De esta índole fue Josué, o Jasón

(su nombre griego), que logró por medio del cohecho la deposición de su hermano

Onías como sumo sacerdote, y arrebató el puesto para sí. Se dedicó con entusiasmo a la

política helenizante de Antíoco y a la promoción

( 77 )

de la cultura y diversiones griegas. Pero no le fue permitido permanecer mucho tiempo

sin disputa, en posesión de su mal ganada recompensa. Menéalo, helenista mucho

menos escrupuloso, sobornó a Antíoco y suplantó a Jasón. En momento aparentemente

oportuno, Jasón levantó tropas y procuró recuperar su lugar, pero fue estorbado por la

inesperada intervención de Antíoco. Menéalo se mantuvo en posesión de las vestiduras

33 Cf. Gilbert, Greek Thought in the New Testament, pp. 35 y sgs.

Page 54: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

54

pontificas y por medio de falsas representaciones al rey, incrementó la opresión de los

judíos. 3. El inevitable clímax se precipitó por la extrema crueldad de Antíoco. Este

caprichoso y cruel gobernante impuso a los judíos una intolerable carga de tributos y

empapó en sangre a Jerusalem. Al castigar la rebelión de Jasón asesinó a cuarenta mil

de los habitantes de la ciudad, y saqueó el templo. Dos años más tarde, aún sin pretexto

sustancial, pero en un acceso de caprichosa rabia, otra vez atacó a Jerusalem, mató a sus

indefensos habitantes por millares, esclavizó a las mujeres y a los niños, y abandonó a la

ciudad en un trágico estado en angustia y desolación. La explosión final llegó cuando

publicó un decreto ordenado a todos los judíos que ofreciesen sacrificios a los dioses de

los griegos.

II. Progreso de la Rebelión

Parecía que la última esperanza de los judíos se había hundido en las tinieblas de

la opresión del tirano, que la gloria de Israel había declinado para siempre, y la

interminable noche del olvido histórico había caído sobre la desventurada nación. Pero

exactamente en esta espantosa crisis apareció una constelación de estrellas matutinas

sobre el horizonte nacional, anunciando la aurora de un día mejor. Los héroes

macabeos saltaron a la arena y mediante poco diestros y enérgicos golpes, cambiaron

toda la faz de la historia judaica. La mano de la defensa patriótica al fin se había

levantado en implacable protesta contra la opresión de la cruel tiranía. El judaísmo

( 78 )

postrado y sangrante tomó alientos otra vez, y los judíos leales, en todas partes lanzaron

el penetrante grito de combate: “¡A los montes, a los montes, por Jehová y por Judá!”

1. El primero y más espectacular de los héroes macabeos en desenvainar la

espada de la rebelión, fue Judas. Su anciano padre había comenzado la insurrección,

pero había sucumbido ante las inevitables privaciones y riesgos. Encomendó la causa

de la libertad a las capaces manos de su tercero y nobilísimo hijo, Judas.

Ningún personaje más impresionante ha adornado jamás el escenario de la acción

humana, que Judas Macabeo. Otros pudieron haber sido más espectaculares, pero

ninguno estuvo jamás inspirado por más nobles designios, o dominado por más

desinteresados motivos que él. Desde David hasta Juan el Bautista, fue él el más grande

de los que incitaron a Israel a sumarse a su ejemplo. Bravura, ardor, patriotismo y

piedad, combinados para hacer un carácter digno de admiración de los mejores

hombres. Cualquiera que pueda ser la particular interpretación de la historia

interbíblica, debe admitirse seguramente que Judas Macabeo fue un don de la

providencia misericordiosa. Si acaso algún hombre ha aparecido en la hora de crisis

para la cual estaba preparado exactamente, tal fue ciertamente la suerte de este héroe

judío. Era precisamente el caudillo que el judaísmo necesitaba en esta trágica hora de

Comentado [um5]: ¿Ni Jesucristo?

Page 55: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

55

su historia, y su pueblo pronto reconoció en él al defensor de la fe y la fortuna

nacionales, enviado por Dios.

Cuando el rey Sirio intentó suprimir a este pequeño enemigo rebelde, el despótico

desdén dio lugar a la rabia ofendida, que a su vez fue dominada por una desazonada

sorpresa, y finalmente cedió a una actitud de terror literal – real, aunque no confesado.

Cómo pudo Judas, con sólo un puñado de seguidores pobremente equipados, infundir

tan opresivo terror en la orgullosa corte del tirano seléucida, puede comprenderse mejor

por quien cree en la mano

( 79 )

omnipotente de la providencia. Bien apodó su pueblo a este héroe “Macabeo” – esto es,

“el martillador” – porque el despotismo nunca recibió el impacto de la explosión más

grave y más rápida que la que él infligió a los ejércitos sirios. A su tiempo,

independientemente de su significación religiosa, la historia humana debe otorgar un

elevado reconocimiento al nombre y hazañas de Judas Macabeo.

Los hasidim vieron en los héroes macabeos la salvación de su causa. Se unieron

a Judas y ofrecieron voluntariamente sus vidas para la defensa de la nación. Por una

serie de brillantes golpes militares de combinadas valentía y estrategia, Judas estuvo en

posibilidad de lograr independencia práctica. Su primer acto fue restaurar el culto de

Jehová tan exactamente como fue posible, de acuerdo con la ley. Naturalmente, esto

deleitó grandemente al partido patriótico, pero indudablemente no lo fue tanto, cuando

Judas volvió las energías de la recién restaurada nación en dirección de la conquista

territorial. Esto mostró claramente a los hasidim que los hermanos Macabeos no eran

indiferentes al engrandecimiento político. Sin duda, este paso de Judas sembró en los

corazones de los fervientes patriotas, las primeras semillas de la desconfianza, que

casualmente fructificaría en una brecha abierta entre los hasidim y los descendientes de

Matatías. Judas, sin embargo, conservó su apoyo leal hasta la época de su muerte, que

encontró en el campo de batalla, peleando desesperadamente para defender la libertad

que a pesar de todas las contrariedades, había ganado.

2. Después de la muerte de Judas la secreta sospecha de los Hasidim comenzó a

expresarse en abierta oposición, y por ese tiempo, el país cayó en un estado de virtual

caos. La nación se dividió en tres facciones: los helenistas, los hasidim y los macabeos.

Celos y prejuicios fueron exuberantes, y como resultado natural, surgieron la

desconfianza y el desorden. En estos extremos, la nación se volvió a Jonotán,

( 80 )

el más joven de los hermanos de Judas, en busca de dirección.

Poco antes los hasidim se habían reconciliado con la dirección de Jonatán. En

realidad, su aceptación de él fue más asunto de aquiescencia en una política necesaria,

que el refrenado de una administración; parecía ser el único caudillo con el cual podían

estar de acuerdos todas las facciones. Pero al fin se unieron fielmente a Jonatán, y éste

Page 56: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

56

tuvo éxito al ganar su apoyo sincero y cordial, y con ello, la violencia oposición de los

helenistas.

Jonatán era un diplomático, y su diplomacia fue el instrumento principal de su

triunfo. Mientras Judas prevaleció por la invencible fuerza de su gran valor y decisión,

Jonatán consumó sus fines deseados por medio de la estrategia. Su oportunidad se

presentó en forma de lucha interna en el reino de Siria. Los conflictos perpetuamente se

precipitaban entre los pretendientes rivales al trono de Siria, y el prudente Macabeo los

mantuvo en competencia por excederse uno al otro, en la liberalidad de sus promesas.

Así encontramos “al fugitivo de hace pocos años, convertido ahora en uno de los

árbitros del torno de Siria, cortejado igualmente por el hombre en el poder y por el que

quería llegar a tenerlo!”34 Por medio de esta política Jonatán aseguró el dominio de

toda Judea y el de ser reconocido como Sumo Sacerdote, combinando de este modo,

otra vez, la dirección política y la eclesiástica de la nación. Como resultado de este

paso, la confianza y lealtad de los hasidim volvieron a ser muy forzadas.

Cuando procuraba por medio de tretas, ganar el favor de Tryfón, usurpador del

trono de Siria, fue capturado Jonatán, aprisionado con cadenas y más tarde asesinado.

3. Era natural que después de la pérdida de Jonatán el pueblo se volviese hacia

Simón, el último superviviente de los cinco hermanos Macabeos. Aún por los hasidim

fue saludado con júbilo. Fue un gobernante

( 81 )

tranquilo y amante de la paz, más interesado en el fortalecimiento interno de la nación

que en extender sus fronteras. La paz y la prosperidad prevalecieron durante la mayor

parte de su reinado. Su administración así se ha caracterizado por un ferviente patriota

judío: “El país tuvo descanso todos los días de Simón, y él procuró el bien de su

nación; y su autoridad y su gloria complacían a ellos todos sus días . . . Y cultivaron con

campos en paz, y la tierra les dio su cosecha, y los árboles de las llanuras sus frutos . . .

Proveyó vituallas para las ciudades y suministróles toda clase de bastimentos, hasta que

la fama de su gloria se difundió hasta el término de la tierra” (1 Macabeos 14:4 y sgs.).

Sin embargo, aún subsistía la sola objeción de los cargos combinados de sumo

sacerdote y gobernante político. Los hasidim creían firmemente en la separación de la

iglesia y el estado. Pero Simón los dejó grandemente complacidos cuando declinó el ser

coronado rey de Judea, ya que nadie, salvo la casa de David podría, según la ley,

sentarse en el trono de Israel. Simón prefirió ser conocido solamente como “príncipe

del reino.” Durante todo el reinado de Simón, el partido patriótico fue altamente

favorecido, y los helenistas estuvieron en gran desventaja.

DECLINACIÓN DE LA LEY

34 Grant, Between the Testaments, p. 49.

Page 57: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

57

No obstante, la influencia de los paganos no había sido totalmente erradicada de

la vida de la nación. Tan profundamente había penetrado la influencia griega, y se

había mostrado tan atractiva para algunos, que aún subsistía un poderoso partido

helenista que favorecía una liberalidad mayor que las sostenida por los hasidim, y eran

indiferentes a la aplicación tradicional de la ley. Este factor de la vida nacional había

sido suprimido sólo por un tiempo. Los hasidim habían sido los sostenedores originales

de la rebelión contra la opresión siria, y eran en general, leales amigos de los Macabeos.

Pero estaban destinados

( 82 )

a pasarla mal durante un largo período, en manos de la dinastía que fue establecida por

Simón.

I. El Rompimiento con los Hasidim

Juan Hircano, hijo y sucesor de Simón, fue justamente el caudillo que habría de

concitar la intensa mala voluntad de los legalistas extremos. Aunque nominalmente

sumo sacerdote, y cumpliendo formalmente su sagrada función, fue en realidad un

guerrero aventurado y una monarca ambicioso. Fue suficientemente hábil para no

engendrar demasiada oposición por pretender el título de rey, aunque libremente ejerció

las prerrogativas de un monarca. Fue bajo su administración cuando las líneas sectarias

del judaísmo llegaron a estar tensas y claramente definidas. Un incidente singular llevó

esta manifestación al clímax. Un representante del partido patriótico objetó el que Juan

Hircano fuese sumo sacerdote sobre la base, falsa sin duda, de que su madre había sido

prisionera de los sirios. Según la ley judaica, aquel cuya madre había estado cautiva no

podría ocupar el cargo de sumo sacerdote. Enfurecido por este insulto, Hircano pidió a

los hasidim proponer un castigo por la ofensa. El castigo sugerido fue muy ligero.

Hircano tomó esto como una afrenta personal y se declaró simpatizador del partido

helenista.35

En relación con este incidente, Josefo habla primero de estos partidos como de

fariseos y saduceos, de modo que probablemente estas denominaciones tuvieron su

origen durante el reinado de Juan Hircano.

II. La Influencia de los Helenistas

Cuando Juan Hircano rompió con los fariseos y se sumó a los saduceos,

desapareció el último vestigio

( 83 )

35 Josefo y el Talmud dan semejantes referencias de las provocaciones concretas del rompimiento entre Juan y los fariseos.

Sin embargo, no se acepta el relato como auténtico, por algunas importantes autoridades. Cf. Schuerer, Jewish People in

the Time of Christ, I, i, p.289.

Page 58: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

58

de verdadero patriotismo religioso de la familia Macabea. Sus sucesores fueron

potentados políticos, interesados solamente en extender sus dominios y llenar sus arcas

de oro. Aristóbulo, hijo y sucesor de Juan Hircano, fue conocido como Filheleno, que

significa “Amante de Grecia”. Su reinado se señaló por la crueldad y el egoísmo, y

debió haber sido intolerablemente repulsivo para los fariseos. Parece haber sido el

primero en pretender abiertamente el título de rey.36 Era un flagrante violación de las

tradiciones sagradas de Israel, que exigían que ninguno, excepto un descendiente de

David y de Judá debería ocupar el trono, y Aristóbulo are levita.

A la muerte de Aristóbulo, su hermano Alejandro Janneo lo sucedió en el trono.

El carácter manifestamente griego de su nombre fue una señal de la dirección de sus

simpatías. Desdeñó a los fariseos, y de tal modo excitó su odio, que lo atacaron en

cierta ocasión en que estaba ministrando en el templo. Para vengar este insulto,

Alejandro asesinó a seis mil patriotas en las calles de Jerusalem. Pero esta política hizo

tan difícil el resto de su reinado que aconsejó a su viuda y sucesora que uniese su suerte

a la de los fariseos.37

EL RESURGIMIENTO FARISEO

La reina Alejandra aceptó el consejo de su esposo e inmediatamente elevó a los fariseos

al poder. Hizo a su hermano Simón ben-Shetach, primer ministro del reino y llamó de

Alejandría a otro capaz judío llamado

( 84 )

Judá ben-Tabbai. Ambos personajes eran fervientes fariseos. La dirección del Sanedrín

fue confiada a los fariseos, y se hicieron por ellos violentas reformas. Bajo el régimen

de Alejandra lograron un lugar de supremacía que no han perdido hasta ahora. En la

época de Jesús y de Pablo constituían el partido en el poder entre el pueblo. Después de

la destrucción del templo, 70 D. De C., los saduceos perdieron su último reducto, y

desde entonces los fariseos conservaron el poder sin disputa. La sinagoga judía

ortodoxa de hoy es la progenie histórica de los antiguos fariseos.

La fluctuante fortuna de la ley desde la restauración hasta el tiempo de Cristo,

puede representarse gráficamente como sigue:

36 Las Excavaciones de Harvard en Samaria, 1908-1910, descubrieron una moneda acuñada por Alejandro Janneo, que

lleva en una de sus caras las palabras griegas Basileos Alexandrou (“del rey Alejandro”), y por otra en hebreo “Juan el

Rey”, testimonio que deja fuera de toda disputa que este gobernante asmoneo exigió el título de rey. Se sostiene por

algunos que, antes de él, Aristóbulo había reclamado ese título. Cf. Ewald, op. cit., Vol. V, p.385.

37 Según Josefo, pero su testimonio en este punto ha sido objetado. Cf. Fairweather, op. cit., p. 160.

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59

GRAPH GOES HERE

En esta intermitente elevación y decadencia de la ley tenemos los principales

hechos determinantes de la historia judía en los tiempos interbíblicos.

( 85 )

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60

CAPITULO V

EL JUDAÍSMO BAJO EL DOMINIO ROMANO

Para entender los evangelios y apreciar el ambiente en que actuó Jesús, nada hay

más importante que la comprensión de la situación política. Esta situación política

estaba determinada por la reacción del judaísmo hacia el gobierno romano y por la

política de la administración romana frente a esa reacción. Hállase aquí un importante

paso en la preparación del estudiante del Nuevo Testamento, porque su estudio es la

revisión del progreso de la dominación romana en Palestina.38

ANTECEDENTES

Durante el reinado de Alejandra el sumo sacerdocio estuvo a cargo de su hijo

mayor, Hircano II, y a su muerte lo designó como su sucesor. Como primogénito, era

justa su pretensión al trono. Pero su hermano menor, Aristóbulo, aventurero agresivo,

ambicioso, solapado y sin principios, comenzó inmediatamente a hacer planes para

asegurar el trono para sí. Buscó y obtuvo el apoyo de los saduceos, quienes estaban

descontentos en extremo porque el favor real se había pasado a los fariseos, y con la

ayuda de los saduceos desató una rebelión contra su hermano. Hircano, indolente

alfeñique, no tuvo la disposición ni la habilidad de presentar resistencia eficaz. En una

batalla en Jericó, fue derrotado y la mayor parte de sus propios seguidores

defeccionaron y se pasaron con Aristóbulo. Hircano fue obligado a rendirse y aceptar

condiciones en virtud de las

( 86 )

cuales su hermano debería ocupar el trono y él contentarse con el cargo de sumo

sacerdote.39

Pero la causa de Hircano halló defensa de una fuente inesperada. Antípater,

idumeo astuto y capaz, emprendió la lucha y adoptó la causa del sumo sacerdote. Sin

gran dificultad, Hircano fue persuadido para que cancelase el pacto con su hermano, y

otra vez reclamase el trono. Consiguieron la ayuda de Aretas, rey de Arabía, quien

marchó contra Artistóbulo con un gran ejército, lo derrotó y lo redujo a la fortaleza del

templo en Jerusalem.

Exactamente en esta crisis se supo que las legiones romanas estaban en Siria, y se

acercaban a Palestina en expedición de conquista. Esto dio nueva dirección al curso de

los acontecimientos. Ambos partidos en conflicto sabían que no era ésta una prueba de

38 Para una breve pero muy instructiva discusión de este elemento vital en el fondo de los evangelios, puede citarse a

Simkhovitch, Toward the Understanding of Jesús (Macmillan) 39 Seguimos aquí la interpretación del arreglo como se da por Graetz, op. cit., Vol. II, p. 58. Algunas autoridades

consideran que Aristóbulo obtuvo tanto el trono como el sacerdocio, y que Hircano se conformó con ser un ciudadano

particular. Tal parece ser el sentido del lenguaje de Josefo (Antq., 14:2), pero tiene contra sí extrema improbabilidad.

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61

su respectiva fuerza militar, sino de cuál primero lograría obtener el favor de los ya

cercanos romanos. Aristóbulo y Antípater tenían juicio suficiente para comprender que

el ofrecer resistencia al ejército romano sería cabal locura. Así pues, ambos

comenzaron al mismo tiempo a mendigar favor, Aristóbulo por su propia cuenta, y

Antípater en nombre de Hircano, su frágil instrumento. Aristóbulo demostró ser el

afortunado contendiente. El general romano Escuaro ordenó a Aretas que levantase el

sitio de Jerusalem y se retirase. Aristóbulo cayó sobre el ejército de Arabia en retirada y

le infligió una gran matanza.

Por este tiempo llegaron noticias a Judea de que el incomparable Pompeyo se

hallaba en Damasco. Una vez más ambos hermanos precipitaron encontrar al romano y

procurar su favor, y esta vez fue con ellos una delegación del pueblo judío para

( 87 )

rogar a Pompeyo que depusiese a los Asmoneos y restaurase la pura jerarquía de los

tiempos primitivos. El conquistador romano estaba empeñado en otra expedición, y por

tanto les declaró a todos ellos que no decidiría nada entonces, pero que más tarde

visitaría Jerusalem personalmente y allí daría fin a la disputa. Aristóbulo, impaciente en

la inquietud de la espera, y sin duda temiendo que el resultado fuese contrario a su

ambición, volvió a sus dominios y se preparó para una desesperada resistencia cuando

se acercase a Pompeyo.

Pompeyo inmediatamente abandonó su proyectada campaña contra otro enemigo

y dirigió su atención al judío provocador. Cuando lo atacó en su primera posición cerca

de Jericó, Aristóbulo rindió la fortaleza, pero él se escapó a Jerusalem. Cuando

Pompeyo lo sitió allí, salió muy aterrorizado para encontrar al conquistador romano, y

aceptó entregar a Jerusalem en manos de Pompeyo, pero una tropa de sus seguidores se

refugió en la fortaleza del templo y se negó a rendirse. Durante tres meses se

sostuvieron contra el temible impacto de las armas de sitio de los romanos, pero

finalmente los muros fueron horadados por los romanos y casi todos los sitiados fueron

muertos. Aristóbulo fue llevado cautivo a Roma y con él muchos de sus compatriotas.

Estos prisioneros de guerra constituyeron el núcleo de la colonia judía de Roma, que

proveyó el elemento original de la iglesia cristiana de ese lugar, a la que Pablo escribió

su notabilísima epístola. Hircano fue confirmado como sumo sacerdote y Antípater fue

hecho gobernador de Judea.

Así, los judíos que en frecuentes ocasiones anteriores habían buscado la amistad

y la protección de Roma,40 sentían ahora la invencible opresión de su

( 88 )

mano vencedora, de la que estaban destinados a no escapar como nación independiente.

40 Judas Macabeo, hacia el fin de su carrera, envió una embajada al Senado Romano, solicitando ayuda contra sus opresores

sirios. Sus embajadores fueron favorablemente recibidos y se les prometió ayuda, pero los términos del tratado fueron tan

indefinidos, que nada de valor resultó para los judíos.

Page 62: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

62

LA POLÍTICA ROMANA EN JUDEA

Como era característico del gobierno romano en el trato con sus provincias, los

judíos fueron tratados con generosa consideración mientras fueron sumisos al dominio

romano. Su religión llegó a ser una de las reconocidas legalmente entre las del Imperio,

lo que significaba que estaba protegida por la autoridad romana. Se les permitió atender

sus asuntos nacionales y privados en tanto que mantuviesen la paz y se mantuvieran

leales a Roma. Tenían su propio cuerpo judicial y legislativo, el Sanedrín, que tenía

jurisdicción en todos los asuntos civiles y criminales menores. La carga del tributo no

era intolerable, aunque era asunto de gran enfado para los judíos estrictos, que sentían

como una desgracia nacional el ser obligados a hacer cualquier contribución, aunque

fuese pequeña, a un gobernante gentil. Realmente los judíos vivieron mejor bajo el

régimen romano que en cualquier otro tiempo desde la dominación persa. Pero el

fanatismo de un exagerado el religioso exclusivismo llamados Zelotes, mantuvieron al

pueblo judío en perpetua agitación, y echaron leña al fuego al odio hasta que estalló la

rebelión abierta, que finalmente resultó en el aniquilamiento de la nación. Si los judíos

hubiesen cultivado el

( 89 )

favor de Roma, su historia subsecuente podría haber sido diferente.41

Poco después de su llegada como cautivo a Roma, Aristóbulo escapó y sublevó

a Judea en una ominosa rebelión, pero al fin fue derrotado, capturado y otra vez,

enviado como prisionero a Roma. Más tarde fue libertado por Julio César, y enviado en

una expedición contra Siria. Su hijo, Alejandro, que eludió a Pompeyo y escapó de la

cautividad, ya había hecho esfuerzos desafortunados por reconquistar el trono de Judea.

Si Aristóbulo hubiese podido dominar a los soldados de Pompeyo, habría esperanza de

que él y sus hijos pudieran derrocar a Hircano y Antípater. Pero estas alentadoras

perspectivas fueron destrozadas totalmente por el asiento de Aristóbulo y la ejecución

de Alejandro. Solamente Antígono, el otro hijo de Aristóbulo, quedó como rival de

Hircano, y él, también, estaba destinado a sufrir muerte violenta no muchos años más

tarde. La causa de la independencia nacional para el judaísmo se perdió para siempre:

la nación no podría hacer más que quedar como súbdito de Roma por la fuerza.

LA DINASTÍA IDUMEA

De hecho, Jerusalem había estado todo este tiempo bajo el dominio de Antípater,

quien puede considerarse propiamente como el primer gobernante de la dinastía idumea.

41 Tan intenso era el odio engendrado en los judíos contra Roma, que nunca se extinguió completamente, y todavía puede

verse en la actitud de algunos modernos historiadores judíos.

Page 63: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

63

Esta línea real produjo a Herodes,42 quien tan frecuentemente aparece en la historia del

Nuevo Testamento.

I. Antipater

Los idumeos eran sucesores de los edomitas, descendientes tradicionales de Esaú.

En las campañas

( 90 )

de Juan Hircano, Idumea fue anexada a Judea y su pueblo obligado a someterse al rito

de la circuncisión, convirtiéndose así nominalmente en judíos (compárese página 71).

Antipas, padre de Antípater, fue designado gobernador de Idumea por Alejandro Janeo.

Fue sucedido por Antípater, quien demostró ser un caudillo astuto, ambicioso y de

grandes recursos. Dos hechos mostraron la astucia del hombre. Por una parte, adoptó

la causa de la parte más débil de la familia Asmonea, porque sabía que el obstinado y

agresivo Aristóbulo nunca le permitiría sujetar las riendas del poder; mientras, por el

otro lado, cortejó a los sucesivos conquistadores romanos y obtuvo su favor, sabiendo

que con su apoyo podría vencer toda clase de oposición. Tuvo éxito en hacerse

“indispensable tanto al débil sacerdote Hicano como a los poderosos jefes de la

República Romana.”43 Ya hemos visto cómo, utilizando a Hircano como instrumento,

se apoderó del gobierno de Judea. Hircano era sumo sacerdote y gobernante nominal;

Antípater realmente administraba los negocios. Bajo Julio César logró el protectorado

de toda Palestina. Cuando se aseguró en la soberanía, procedió a conferir altos honores

a sus hijos, Fasel y Herodes, designando al primero gobernador militar de Judea y al

último, Tetrarca de Galilea. Pero en medio de sus bienes forjados planes de progreso,

fue envenado por un fanático judío.

II. Herodes

La mención de este nombre levanta ante nuestra visión mental otro nombre que

está sobre cualquier otro, JESUCRISTO, el Salvador del mundo, porque fue mientras

aún estaba en el trono Herodes, cuando Jesús nació en Belén de Judea. El sanguinario

reinado de este dramático gobernante puede dividirse en tres períodos: Lucha por la

supremacía, administración progresista y caos interno.

( 91 )

1. El principio de su carrera se caracterizó por una tensa, y algunas veces muy

dudosa, lucha por la supremacía. La política fija e infavorable de Herodes hasta el fin

42 Para una lista de los Herodes en sus relaciones lineales, véase el Apéndice. 43 Staley: History of the Jewish Church, Vol. III, p. 361.

Page 64: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

64

de su vida, fue destruir toda oposición sin considerar precio o relaciones. Aún los más

cercanos y más queridos para él fueron derribados por su ambición irreprimible. Como

su padre, logró mantenerse al lado de la mano triunfadora de Roma.

Después de la muerte de Antípater, Judea se abandonó en manos de Fasel, y

Galilea quedó bajo el dominio de Herodes. Pero días difíciles aparecían ante los dos

hermanos. Julio César había sido asesinado y la causa de la República se había perdido

en Filipos. Así, los idumeos fueron arrojados al lado de los vencidos en rivalidad de

Roma. Eran odiados por sus súbditos como gobernantes extranjeros e impostores.

Antígono, hijo de Aristóbulo II, pidió la ayuda de los partos y tomó Jerusalem. Fasel

fue capturado, y desesperado de la causa, se suicidó. Pero Herodes no pudo ser

sometido tan fácilmente. Evadió a sus enemigos y después de muchas dificultades y

privaciones llegó a Roma, donde pidió a Antonio que diese el trono de Judea al joven

Aristóbulo, hijo de Alejandro.44 No podemos juzgar de su sinceridad al hacer su

petición, pero en alguna forma Antonio se negó a entregar el trono de Judea al joven

Asmoneo, y lo concedió al mismio Herodes, otorgándole el título de “Rey de los

Judíos.” Volvió a Palestina con un pequeño ejército romano, reunió otras fuerzas que

simpatizaban con su causa, y logró la captura de Jerusalem en el año 37 A.C.

Herodes procedió inmediatamente a desembarazarse de sus oponentes. Antígono

y la mayoría del Sanedrín fueron ejecutados. Más tarde el confiado joven Aristóbulo, a

quien se había visto obligado a nombrar sumo sacerdote, fue ahogado accidentalmente

( 92 )

por alguno de sus agentes. Cayó en seguida el viejo Hircano, antes fiel instrumento de

la ambición de su padre, bajo la desenfrenada crueldad del tirano. Después de que

Octavio (Augusto César) alcanzó la supremacía del Imperio por su victoria en Accio,

Herodes obtuvo de él la promesa de su amistad y su protección. Era ahora el amo

absoluto de toda la situación, y se preparó para reinar en paz. Pero un acto más de

consumada barbarie debía completar su sangrienta marcha al poder. Mariana, su

hermosa y amadísima esposa, fue acusada de infidelidad por su hermana Salomé y

condenada a muerte. Su trágico destino pronto se repitió en la ejecución de su orgullosa

y sagaz madre.

2. La primitiva sanguinaria carrera de Herodes dio lugar, entonces, a un

verdadero esfuerzo por una administración progresista, aunque aún esta época no

estuvo libre de crueldad. Después que hubo dispuesto de todos aquellos que habían

desafiado su derecho al trono, Herodes volvió su atención hacia el mejoramiento de sus

dominios. Llegó a ser ostensible (y quizás realmente) protector entusiasta de la cultura

y el arte, e indujo a varios eruditos a establecer su residencia en su reino. No provocó

guerra alguna no necesaria, dando así, al país, oportunidad de desenvolverse.

44 Según una quizás dudosa afirmación de Josefo, que dice en Antg.,14:14, “Porque no vino con la intención de pedir el

reino para sí mismo, . . . pero proyectaba pedirlo para el hermano de su esposa.”

Page 65: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

65

En su programa de reconstrucción, Herodes demostró cierta verdadera habilidad

de estadista. Decidió la fundación de varias ciudades nuevas, la principal de las cuales

fue Cesarea, denominada así por su patrono, Octavio. La ciudad de Samaria fue

mejorada y engrandecida, se edificó en ella un hermoso templo, después de lo cual se

cambió el nombre de la ciudad por el Sebaste (nombre griego correspondiente a

“Augusto”), en honor del emperador romano. Construyó nuevos fuertes para la defensa

de sus dominios, y los edificó tan bien, que las ruinas de algunos permanecen hasta

ahora. Reconstruyó el templo de Jerusalem aún con mayor magnificencia que el de

Salomón, y erigió para sí mismo

( 93 )

un espléndido palacio. Muchas otras mejoras se hicieron en la ciudad, como edificar un

gran anfiteatro precisamente fuera de las murallas, y un teatro adentro. En estas

empresas, Herodes dio verdadera evidencia de habilidad administrativa y de gusto

arquitectónico. Probó que en diferente situación y con diverso temperamento, podría

haber sido un gobernante verdaderamente grande.

3. Sin embargo, Herodes no habría de morir en paz, sino que cerró su despótico

reinado en un estado de caos interno. Nunca se recobró de la ejecución de Mariana. El

remordimiento se apoderó de su conciencia hasta que llegó a ser casi locamente

taciturno. Era natural, así, que tal estado de ánimo engendrase sospechas de todo lo que

le rodeaba. Sus hijos de Mariana, Alejandro y Aristóbulo, fueron designados por él

como sus sucesores. Fueron educados en Roma y preparados cuidadosamente para sus

regios cargos; pero a su regreso a la corte de Herodes, por las envidiosas maquinaciones

de Antípater, su hijo mayor, y de Salomé, se le hicieron sospechosos y fueron

ejecutados. Poco más tarde supo que Antípater preparaba una conspiración contra su

vida, por lo que lo encarceló y ejecutó después. Uno de los últimos actos de crueldad

perpetrados por Herodes, fue el asesinato de los inocentes de Belén.45 Murió en

atormentadora agonía por el año 4 A.C., después de un reinado de treinta y cuatro años.

45 Algunos historiadores, especialmente los judíos y los liberales cristianos, rechazan el relato de Mateo acerca de la

matanza de niños en Belén. Hay dos objeciones que se le oponen. (1) No halla corroboración en Josefo o en algún otro

relato del reinado de Herodes; y (2) está tan íntimamente ligado con la narración del nacimiento de la Virgen, que su

aceptación podría aparecer como táctica ratificación de lo sobrenatural. La primera objeción sola ofrecería poca dificultad,

porque hay una considerable cantidad de historia judía referida en el Nuevo Testamento, que se acepta sin corroboración

extra bíblica, pero se toma ardientemente como apoyo objetivo de la segunda objeción. No aparece consideración alguna

de la crítica literaria contra la narración misma. Es una sincera, sencilla narración. “Herodes entonces, como se vio

burlado de los magos, se enojó mucho, y envió, y mató a todos los niños que había en Bethlehem y en todos sus términos,

de edad de dos años abajo, conforme al tiempo que había entendido de los magos” (Mateo 2:16). No hay huella de

exageración o adorno en este breve relato. No puede haber duda alguna razonable de que el autor se consideraba

escribiendo una simple declaración de hecho. Y esto está de acuerdo con los hábitos y disposición conocidos de Herodes.

Esta es la forma exactamente, en que Herodes habría naturalmente actuado bajo las circunstancias dadas. Difícilmente

puede considerarse como política sana desde el punto de vista histórico, descartar todo el asunto por la simple dogmática

declaración: “Pero Herodes, criminal como fue, era inocente de este crimen” (Graetz: op. cit., II, 116), y ni aún pretender

el apoyo de un argumento por el repudio de la sencilla narración del Nuevo Testamento. En realidad, quien no tiene

dificultad alguna con la sobrenatural, no encuentra buenas razones para rechazar este relato. Por tanto, se incluye en el

texto principal de esta revista histórica.

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66

De acuerdo con un testamento hecho por Herodes poco antes de su muerte, sus

tres hijos entraron en posesión de sus reinos. Arquelao se hizo rey46 de Judea

( 94 )

(incluyendo Samaria e Idumea), Herodes Antipas llegó a ser tetrarca de Galilea y Perea,

y Herodes Filipe, tetrarca de Traconite y regiones adyacentes.

III. Arquélao

Arquélao fue un insigne fracaso como gobernante. Prevalecieron los disturbios

desde el principio. Entre sus primeros actos oficiales se halla la represión de un motín

en Jerusalem. Mientras esperaba que Augusto confirmase la voluntad de Herodes,

estalló la rebelión de Judea, y requirió la intervención del gobernador de Siria para

calmarla. Así comenzó su administración frente a dificultades que sólo los verdaderos

estadistas pueden resolver y Arquelao estaba

( 95 )

totalmente desprovisto de esta cualidad. Todo su reinado fue de confusión y de matanza.

La oposición se le enfrentaba por todos lados. Su derecho como sucesor de Herodes fue

disputado por sus parientes, especialmente por Antípas. Su matrimonio con una

divorciada ofendió profundamente a los judíos, y aumentó su odio hacia él. El único

hecho que redime a su reinado fue que se empeñó en considerable número de

construcciones. Después de diez años de administración trágicamente incompetente fue

desterrado yt sus dominios pasaron a poder del emperador romano.

IV. Herodes Antipas

Un reinado más lago y mucho más próspero se presenta aquí. Herodes Antipas

fue diplomático y conservador, y fue capaz de mantener una paz relativa.

Cuidadosamente fortificó sus fronteras, y dirigió extensas empresas constructivas. Las

manchas más oscuras de su historia fue su matrimonio ilegal con Herodías y el degüello

de Juan el Bautista, a quien, como sabemos por Josefo, había encarcelado en Maquero.

A él fue a quien Pilato le envió a Jesús para examinarlo (Lucas 23:7-12). Sus mayores

dificultades procedieron de sus desgraciadas relaciones domésticas, que finalmente

produjeron su caída. Herodías, en un ataque de celos hacia su hermano Agripa,

persuadió a Antipas a ir con ella a Roma y pedir a Calígula, quien recientemente había

llegado al trono, que le concediese el título de rey. Pero en vez de conseguir lo que

buscaba, fue depuesto y desterrado.

46 Mientras Arquéalo fue llamado, probablemente “rey” enla acepción popular del término, su verdadero título oficial por

designación de Augusto, fue Etnarca. Las monedas de su reinado que han sido descubiertas, indican que se apegó

fielmente al empleo de este título. Cf. Report of Harvard Excavations at Samaria, p. 267.

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67

V. Filipo

Filipo tiene sólo escasa relación con la historia del Nuevo Testamento, y por tanto

puede bastar sólo una breve referencia. Fue hacia su territorio a donde Jesús se retiró

cuando el odio de los fariseos fue tan intenso que puso en peligro su vida. Sus dominios

( 96 )

se mantuvieron en relativa paz y orden. Fue él, por todas sus diferencias, el mejor de

los Herodes. Schuerer resume toda su carrera diciendo que “su reinado fue dulce, y

justo y pacífico” (Op. Cit., I, ii, p. 14).

LOS PRIMEROS PROCURADORES

Después del derrocamiento de Arquelao, los judíos solicitaron ser relevados del

gobierno de los Herodes. Prefirieron un gobernador nombrado directamente por Roma;

sin embargo, no como política realmente deseable, sino como el menor de los males

necesarios de la dominación pagana. De este modo Judea se colocó bajo la vigilancia

del gobernador de Siria, y recibió un procurador.

La residencia del procurador estaba en Cesarea,47 aunque en ocasiones especiales,

particularmente durante las grandes fiestas, establecía sus oficinas temporalmente en

Jerusalem, quizás porque la gran aglomeración de gente allí en ese tiempo, exigía su

atención personal. En tales ocasiones vivía en el palacio de Herodes, en la parte

occidental de la ciudad.

Las prerrogativas de estos procuradores eran tres: Recaudar los impuestos

exigidos por el Gobierno Romano; comandar las fuerzas militares de la provincia; y

actuar como jueces en los más importantes casos judiciales. Las contribuciones

recaudadas iban directamente al César, porque Judea era una provincia imperial y no

senatorial (Compárese Mateo 22:17 sgs.). Muchos judíos hallaron empleo en la

recaudación de estas contribuciones. Un individuo podría asegurarse el derecho de

recaudar los tributos en determinado distrito, derecho por el cual pagaría al Gobierno

Romano una cantidad estipulada por año, y cualquier renta superior a dicha suma que

pudiese colectar, sería su propia ganancia.

( 97 )

Se suponía que habría un máximo fijado por la ley; pero era tan irregular, que se dejaba

gran oportunidad a la extorsión. Estos recaudadores eran llamados en latín, la lengua

oficial, publicani, los “publicanos” de nuestro Nuevo Testamento, tan odiados por los

47 Esto probablemente agravó los prejuicios contra el gobernante romano, de parte de los más estrictos judíos, puesto que el

origen y relaciones paganas de Cesarea la habían hecho en extremo odiosa a ellos. Cf. Edersheim, Jewish Social Life, p. 72.

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68

judíos leales, tanto por ser extorsionadores, como por agentes de una potencia

extranjera.

El procurador era comandante militar. Se ponía bajo su mando una fuerza de

tropas provinciales, con la cual conservaba el orden y mantenía a sus dominios en

sujeción. Estas tropas estaban acuarteladas en numerosos puntos, de modo que un

soldado romano no era algo familiar en Judea (Cf. Lucas 3:14).

La función judicial del procurador estuvo confinada casi totalmente a los casos de

delitos capitales, dejándose todos los menores a la jurisdicción de los tribunales locales.

Así el Sanedrín pudo interrogar a Jesús y ostensiblemente determinar su culpabilidad,

pero para su ejecución debía obtenerse la sanción de Pilato.

Asimismo, los judíos fueron completamente libres en todo lo concerniente a la

religión, y les fue concedida gran libertad en los negocios civiles, y sin embargo,

ninguno de los procuradores pudo dar general satisfacción. Tan pronto como Judea fue

hecha provincia romana, el gobernador sirio, Quirino, ordenó un nuevo aumento de

contribuciones, que precipitó una rebelión. En realidad, la actitud de la mayoría de los

judíos de Palestina hacia el gobierno romano hacía prácticamente imposible para el

representante de esa autoridad el dejarlos satisfechos, sin importar cuán sabía y

rectamente procurase administrar los negocios. Sin embargo, ninguno de los

procuradores demostró ser un gobernante capaz y atinado.

El único de los primeros procuradores en quien especialmente nos interesamos es

Poncio Pilato, quien estaba al frente de la administración de Judea cuando Jesús fue

crucificado. Mantuvo su puesto durante diez años, no por la justicia o lo satisfactorio de

( 98 )

su administración, sino debido a la política seguida en las provincias por Tiberio, que

entonces gobernaba el Imperio. El tratamiento extremadamente cruel para sus súbditos

ocasionó que finalmente fuese llamado a Roma.

HERODES AGRIPA I

Agripa era nieto de Herodes el Grande. La narración de su carrera parece un

romance. Se educó en Roma y pasó allí los primeros años de su vida. Y cuando se

acercaba a la media edad fue desterrado por Tiberio y se refugió en una antigua torre al

sur de Palestina. Cuando estaba allí procuró dar fin a su vida miserable por medio del

suicidio. Este imprudente acto fue impedido por su fiel esposa. Continuó padeciendo

mala fortuna hasta que volvió a Roma, y halló acceso al favor de Calígula. Pero por

observación mal pensada, otra vez ofendió a Tiberio, quien lo arrojó encadenado en la

prisión. Esta fue la última hora oscura antes de la aurora de su día mejor. Cuando, al

poco tiempo, Calígula llegó a ser emperador, designó rey a Agripa, confiriéndole la

Tetrarquía (39 D.C.). Sin embargo, no entró en verdadera posesión de sus dominios,

sino que continuó, durante un largo tiempo, residiendo en Roma. Fue “Rey” durante un

período, antes de poseer realmente un reino.

Page 69: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

69

Cuando Claudio llegó al trono imperial, Agripa otra vez obtuvo el favor real, y

logró, además de sus dominios anteriores, Judea, Idumea y Samaria. Entonces volvió a

Palestian, hizo su residencia en Jerusalem, y gobernó con notable éxito durante cuatro

años. Exhibió el tacto y la astucia de su famoso abuelo, pero sin el celo y el espíritu

sediento de sangre de Herodes. Buscó fervientemente el favor de los judíos, en

particular el de los fariseos, como se demostró en la persecución referida en Hechos 12.

Pero mientras manifestaba ostensiblemente gran deferencia por el judaísmo, Agripa se

mostraba, en

( 99 )

realidad, imbuído completamente por el helenismo. Dio a sus dominios muchas de las

diversiones comunes al mundo griego que lo rodeaba. Y precisamente cuando sus

proyectos parecían más brillantes fue atacado por una asquerosa enfermedad, y tuvo una

horrible muerte (44 D.C.).

LOS ULTIMOS PROCURADORES

Se esperaba que Agripa fuese sucedido por su hijo de diez y siete años de edad,

Agripa II, pero Claudio, por recomendación de sus consejeros, que consideraban a

Agripa demasiado joven, decidió de otra manera. Palestina se puso bajo el gobierno de

un procurador,48 mientras Agripa II se le daba el pequeño principado de Chalchis,

situado en la llanura de Marsyas, entre el Hermón y el Líbano, aunque más tarde se le

concedió la anterior tetrarquía de Filipo, que comprendía Traconitis. Reinó con

bastante éxito, aunque con prerrogativas grandemente restringidas, hasta su muerte, que

ocurrió por el año 100 D.C.

Entre los años 44 y 66 D.C. Palestina tuvo siete procuradores, Fado, Alejandro,

Cumano, Félix, Festo, Albino, y Floro. Este período fue de gran violencia e inquietud

en toda la provincia. Los zelotes y los sicarios49 adoptaron extremas medidas de

violencia

( 100 )

contra el gobierno romano, hasta el asesinato de funcionarios romanos y sus

simpatizadores. Las administraciones de los dos primeros fueron relativamente

tranquilas y pacíficas, aunque se vieron perturbadas por alborotos ocasionales, y la

48 Durante el período comprendido entre 6 y 41 D.C. solamente Judea fue provincia romana, puesto que el resto de

Palestina estaba bajo Antípas y Filipo, pero en 41 D.C. los antiguos dominios de Antípas y Filipo se incluyeron en Judea,

de modo que prácticamente toda Palestina estaba comprendida en la provincia romana.

49 Así llamados porque armaban con dagas cortas (sicae), y, mezclándose entre las multitudes de las grandes fiestas,

encubiertamente herían de muerte a sus enemigos. Se considera a aquellos que conspiraban para matar a Pablo (Hechos

23:12 sgs.) como miembros de este partido (History of New Testament Times in Palestine, p. 211). Es muy claro que a

ellos se refiere Hechos 21:38.

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violencia política se agravó por los horrores del hambre. Pero la rebelión abierta surgió

durante el gobierno de Cumano 48-52 D.C.). En tres choques con el populacho judío

los sometió con extrema crueldad y exigió un pesado tributo de vidas. La

administración de Félix (52-60 D.C.) excedió en crueldad y severidad a cualquiera de

sus predecesores. Las condiciones fueron considerablemente mejores durante el tiempo

de Festo, sólo para arrojarse en un estado de mayor caos en el período de su sucesor,

Albino, y para alcanzar su clímax bajo Floro.

El odio de los judíos, y la crueldad y avaricia de los romanos, contribuyeron a

crear una situación, cuyos horrores difícilmente pueden exagerarse.

De los procuradores de este período, Félix y Festo son los de mayor interés para

el estudiante del Nuevo Testamento. Fue Félix quien puso a Pablo en prisión en

Cesarea, durante dos años, por su esperanza de que “de parte de Pablo le serían dados

dineros; . . . y ganar la gracia de los judíos” (Hechos 24:26,27). Esta breve nota

descriptiva en los Hechos, es un epítome notablemente exacto del carácter del hombre.

Y ante Festo apeló Pablo a Roma, y más tarde fue oído por Festo, a quien acompañaba

Agripa II. La expresión del carácter de estos dos funcionarios en la narración de los

Hechos, está en impresionante concordancia con lo que sabemos de ellos por otras

fuentes.

Durante todo este período, desde 44 hasta 66 D.C., los judíos estuvieron en

perpetuo estado de rabia y frenesí, preparándose para el sangriento drama que sería el

período inmediato de su historia nacional. Fue cuando las condiciones se hacían más

angustiosas cuando Pablo levantaba la colecta entre sus iglesias

( 101 )

para los judíos cristianos desesperados en Jerusalem y alrededores. Su desamparo se

debió probablemente, en parte, a los inciertos acontecimientos políticos.

LA REBELION JUDIA

Los zelotes habían estado promoviendo fervientemente su propaganda por casi un

siglo. La agitación había logrado los efectos que se pretendían. Había creado en el

corazón del judaísmo patriótico un irreprimible odio hacia Roma y todo lo que en

alguna forma representara a Roma. Fue durante este período de confusión cuando

Santiago el hermano de Jesús halló su martirio por el año 62 D.C.50 Muchas otras almas

fieles descendieron a la muerte, sin que realmente tuviesen especial simpatía por Roma,

sino porque se habían negado a participar en la insensata protesta de los zelotes.

La verdadera revolución estalló mientras era procurador Floro (66 D.C.). Este

funcionario, avaro y sin escrúpulos, procuró despojar al templo de algunos de sus

tesoros. Para vengar el insulto perpetrado así contra Jerusalem y todo Israel, Judea, tras

50 Schuerer es incapaz de aceptar ésta como la fecha correcta, y presenta evidencias contra ella que la hacen dudosa. Cf.

Op. Cit. I, ii, pp. 186 sgs.

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breve intervalo de inútiles esfuerzos de arbitraje, se levantó en un poderoso, sangriento

y desesperado esfuerzo para librarse del yugo romano. Mortandad y destrucción

dominaron por todos lados. Fe en vano que el Rey Agripa procurase apaciguar la rabia

de las furiosas multitudes. Cestio Gallo, Gobernador de Siria, pretendió apaciguar la

rebelión, pero no tuvo éxito. Fue rechazado con gran mortandad y llegó a Antioquia

con sólo el resto del ejército con que había salido.

En la marejada de esta victoria los revolucionarios arrasaron todas las cosas

consigo. Los partidarios de la paz fueron obligados a aceptar y a participar

( 102 )

en la rebelión. Los caudillos de los judíos empezaron entonces–aunque sin duda con

pequeña esperanza de éxito51--a organizar la nación para la guerra. Josefa se puso al

frente de Galilea, y emprendió elaborados preparativos, auque de hecho no tenía

esperanza alguna de éxito en la guerra. En los otros distritos de Palestina los caudillos

militares se dedicaron a organizar el país para la guerra. El Sanedrín se mantuvo al

frente de los negocios en Judea y Jerusalem.

Vespasiano, uno do los más grandes entre los generales romanos y más tarde

emperador, fue enviado para dominar la rebelión. En rápida sucesión capturó las

fortalezas que se habían preparado para la defensa. En Galilea, Josefo capituló tan

pronto como los romanos lo atacaron. Al final del primer año de la guerra, Vespasiano

estaba frente a Jerusalem. En esta coyuntura tuvo lugar un acontecimiento que se

consideró habría de dar alguna ventaja a los revolucionarios. La muerte de Nerón

produjo la confusión en la Ciudad Imperial, lo que ocasionó una cesación de

hostilidades durante una temporada. Esto dio a los judíos una oportunidad para

reorganizar sus fuerzas, pero en lugar de tomar ventaja de esta oportunidad, gastaron el

tiempo en pequeñas guerras civiles. Las tropas que se hallaban dentro de la ciudad se

dividieron en varias facciones contendientes, que buscaban la sangre unas de otras tan

ferozmente como habían combatido con las avanzadas romanas. Los zelotes fueron

reforzados por un ejército de idumeos, que introdujeron a la ciudad durante la noche,

pero que muy pronto salieron, probablemente disgustados por la lucha civil entre los

judíos. Gran número

( 103 )

de las tropas de la defensa fue asesinado, y valiosos pertrechos se destruyeron, de aquí

que cuando Tito, hijo de Vespasiano y su sucesor en el mando,52 renovó el sitio con un

ejército de cuatro legiones de soldados regulares y muchas tropas auxiliares, los

51 Era la opinion de Ewald que toda la nación judía, embriagada por la Victoria sobre Cristo, se había engañado con la

creencia de que podrían victoriosamente rebelarse contra Roma (Cf. op. cit., VII, pp. 511 sgs.). Sin embargo, parece

grandemente improbable que los más jiciosos y previsores caudillos hubiesen permitido que una oleada simple entusiasmo

los llevase a tan gran engaño, que no tenía en su favor ni el más pequeño vestigio de razón sustancial. 52 Vespasiano mientras tanto, había sido puesto en el trono imperial por las legiones romanas del oriente.

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72

defensores de la ciudad no estaban preparados para resistir con éxito. Después de cinco

meses de horrible sufrimiento, cayó Jerusalem y fue destruida por el conquistador

romano. Número considerable de los habitantes pereció por la espada, mientras muchos

fueron tomados prisioneros para emplearse en los combates gladiatorios o para adornar

la procesión triunfal del conquistador, que más tarde fue presentada en Roma.

Así terminó una revolución que desde sus comienzos inevitablemente estaba

condenada al fracaso. Con esta calamidad, la identidad nacional del judaísmo se perdió

completamente y para siempre. Las dos instituciones de su vida distintivamente

nacional, el Sanedrín y el sacrificio, fueron abolidas para nunca más reaparecer. Desde

esta época los rabíes que representan a los fariseos, dominaron a la nación, porque con

la destrucción del templo y la abolición del Sanedrín, los saduceos pasaron a la historia.

El centro de la influencia rabínica se situó en Jamnia, en la Judea occidental, donde los

principales rabíes de los judíos se habían refugiado antes de la caída de Jerusalem.

Se hicieron otros dos vanos esfuerzos por los judíos para mantenerse y obtener

mayores libertades. El primero por los judíos de Cirene, Egipto, Chipre, y

Mesopotamia, entre 115 y 117 D.C. El primero fue sometido por Trajano con gran

matanza y resultó que fue también el último, se redujo a Palestina. Ocurrió durante el

reinado de Adriano en 132 a 135 D.C. Un caudillo fanático conocido como Barchochba

adoptó el papel de Mesías y dirigió una terrible

( 104 )

insurrección, probablemente ocasionada por los conocidos designios de Adriano de

edificar un santuario pagano en lugar del templo. Para aniquilar la rebelión, los

romanos prácticamente acabaron a los escasos restos de la nación y sujetaron a severa

persecución a los judíos de otras partes del Imperio. Palestina desde entonces fue

propiedad sin disputa de los paganos, y el judaísmo de Palestina llegó a su fin.

( 105 )

Page 73: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

73

CAPÍTULO VI

LA RELIGION DEL JUDAISMO

El título de este capítulo en su más pleno sentido comprende todo lo del

judaísmo, porque para los judíos cada detalle de su experiencia y cada elemento de su

medio tuvo una significación religiosa. Su historia, su país, su pueblo, fueron todos

parte de su religión. Es nuestro propósito aquí, sin embargo, tratar acerca de aquellos

elementos de vida judaica palestina que estuvieron distintamente conectados con

aquellos que debemos considerar como esencial y puramente religiosos. Hubo ciertas

instituciones implicadas en la vida religiosa y el culto de los judíos; el progreso de su

historia religiosa había producido distintas sectas; la religión como ellos la conocían se

expresaba esencialmente por la ley y el corazón religioso del judaísmo consideró que en

el futuro se contenía la plena realización de sus esperanzas e ideales nacionales. A estos

asuntos distintamente religiosos dedicamos el presente capítulo.

LAS INSTITUCIONES DEL JUDAISMO

Hubo cuatro factores institucionales en la vida religiosa de la Palestina del Primer

siglo: la sinagoga, el templo, las fiestas anuales y el Sanedrín.

I. La Sinagoga

Hasta cuando cae el telón sobre la historia del Antiguo Testamento no hemos

oído de otro lugar de culto que el templo, excepto cuando los directores apostatas

procuraban falsear la religión de Israel, estableciendo “lugares altos” a imitación del

ritual pagano. Cuando abrimos el Nuevo Testamento nos

( 106 )

enfrentamos inmediatamente a una nueva institución, muy prominente en la religión

judaica, conocida como la sinagoga. La palabra es de derivación griega y significa

“reunidos justamente”; esto es, una asamblea.

1. En cuanto al origen de la sinagoga, no podemos estar ciertos. Había una

tradición entre los judíos de que había sido establecida por Moisés, pero por supuesto

era incorrecta. La teoría en que ahora prácticamente están de acuerdo los estudiosos de

la Biblia es la de que se originó en Babilonia durante el exilio, y logró un lugar

permanente y definido en la vida de la nación después de la restauración. Después de

que las tribus hubieron sido llevadas en cautividad, ya que estaban separadas sin

esperanza del templo con su culto, los más devotos se reunieron en algún lugar

conveniente para leer y discutir pasajes de la ley. Esta costumbre de reunirse llegó a ser

más regular y extendida, hasta que se agotaron lugares y ocasiones de reunión

Page 74: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

74

determinados. Bajo la reforma instituida por Esdras, que puso gran énfasis en el estudio

de la ley, se dio gran ímpetu al estudio sistemático de la ley. 2. La función primaria de la sinagoga fue proveer un lugar para el estudio de la

ley. El templo era el lugar del culto, mientras la sinagoga lo era de la instrucción. Era

la institución educativa del judaísmo. “Nuestras casas de oración en los diversos

pueblos no son otra cosa que instituciones para enseñar prudencia y valor, templanza y

justicia, piedad y santidad,” dijo Filón.53 La enseñanza se hacía por los escribas, o

rabíes, que estaban especialmente preparados para este propósito y separados para este

servicio por ceremonias especiales de ordenación. 3. Es probable que los servicios en la sinagoga se tuviesen al principio solamente

en el sábado, pero mucho antes de los tiempos del Nuevo Testamento llegó a ser

costumbre tener servicios de la sinagoga

( 107 )

durante los días de las grandes fiestas para beneficio de aquellos que no pudiesen subir a

Jerusalem. En la época de nuestro Señor prevalecía la costumbre de tener servicios de

la sinagoga los lunes y los jueves, además de los del sábado, por conveniencia de la

gente del campo, que, como dice Hausrath, “traían sus frutos al mercado y sus querellas

a los jueces”54 en aquellos días.

Los servicios de la sinagoga eran según una forma más o menos establecida.

Después de los ejercicios preliminares, que consistían en “bendiciones” de apertura y en

la recitación de un ritual de confesión conocido como “Shema”, y oración, se leía una

porción prescrita de la ley, luego generalmente, alguno de los profetas, después de lo

cual se llamaba a alguno o voluntariamente alguien, para añadir comentarios

expositivos u hortatorios. Una bendición final, pronunciada por un sacerdote, daba fin

al servicio.

4. Estaba conectado con la sinagoga un grupo de funcionarios. Los más

importantes eran los ancianos, que eran elegidos por la congregación para tener

supervisión general de la vida de la comunidad.55 Dentro de Palestina, en las ciudades

dominadas por la población judaica, los ancianos tenían la dirección de los asuntos tanto

civiles como religiosos, pero en la dispersión sus prerrogativas fueron, por supuesto,

exclusivamente religiosas. Los servicios regulares de la sinagoga estaban a cargo de un

funcionario conocido como el “Príncipe”. Este funcionario cuidaba de la conservación

del edificio, se encargaba de los pergaminos de las Escrituras, que poseía la sinagoga, y

dirigía los servicios, o señalaba quien los dirigiera. Otros funcionarios, conocidos como

“receptores”, eran responsables de la colecta y distribución de las limosnas. Un

subordinado conocido como

53 Cf. Hausrath, op. cit. Div. I, Vol. I, p. 85. 54 Op. cit., p. 36.

55 Cf. Edersheim, Life and Times of Jesús the Messiah. Vol. I, p. 438.

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75

( 108 )

el “ministro” (en griego diácono) actuaba como ayudante del príncipe de la sinagoga, y

otro, que era funcionario “recitador de oraciones”, servía como secretario de la sinagoga

en sus transacciones con el mundo exterior.

En los días de Jesús y de Pablo no había en el judaísmo una institución más

influyente que la sinagoga.

II. El Templo

Para el judío el templo era lugar en el cual Jehová podría ser adorado en forma

verdadera y adecuada. Es cierto que había oración y alabanza en el hogar y en la

sinagoga, y sin duda, muchas almas devotas de temperamento místico tenían comunión

con Dios en devociones secretas; pero la adoración en el sentido estricto, como el judío

la concebía, estaba confinada al templo. De aquí que el templo ocupase un lugar exceso

vital en la religión del judaísmo.

1. El templo, en cuyos atrios nuestro Salvador anduvo y enseñó, era una muy

hermosa construcción, una de las más imponentes estructuras jamás producidas por la

habilidad humana. El Imperio Romano no tenía edificio mayor fuera de la ciudad

imperial. Había sido comenzado por Herodes en el año 20 A.C., y aún estaba en

proceso de construcción durante 46 años, luego se le agregaron aquí y allá mejoras y

toques de acabado hasta su terminación final: año 64 D.C., exactamente 6 años antes de

que fuese destruido por Tito para no volver a ser reedificado.

El templo de Herodes era un oblongo irregular, más ancho por el norte que por el

sur. Estaba situado en el Monte Moria, eminencia en el extremo inferior u oriental de la

ciudad de Jerusalem. Toda

( 109 )

su área56 estaba encerrada por una muralla almenada, abierta por varias puertas cuyo

número exacto no conocemos. Había por lo menos cinco, cuatro hacia el poniente y una

hacia el sur, y posiblemente otras tres, una más en el sur, otra en el norte y otra al

oriente.57 La entrada principal y más elaboradamente construida era la puerta del sur, en

el lado poniente. Por esta puerta uno entraba primero al atrio de los gentiles, llamado

así porque a los gentiles se les permitía estar allí. Estaba ricamente adornada con vastos

pórticos y columnatas, el pórtico real al sur y el pórtico de Salomón al oriente. Pórticos

semejantes limitaban los lados norte y poniente, todos con pesadas columnas. En una

elevación ligeramente arriba del atrio de los gentiles y rodeado por una división de

56 Las fuentes varían en cuanto a la forma y tamaño de la comprensión del Templo. Probablemente era como de 750 pies

de ancho por 1000 de largo. Para un esquema del plano del Templo, véase cualquier Diccionario Bíblico.

57 Sobre los detalles, véase Edersheim, The Temple, pp. 36, 37.

Page 76: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

76

mármol de 4 ó 5 pies de altura, estaba el santuario. Dentro de sus sagrados recinto un

gentil no osaba pasar,58 aunque los gentiles podían ofrecer, por medio de los ministros

del templo, sus dones y ofrendas a Jehová. A este atrio interior se penetraba por nueve

puertas, cuatro al sur, cuatro al norte y al oriente la Puerta Hermosa (Hechos 3:2), la

entrada de mayor magnificencia del templo y aquella por la cual entraba la mayoría de

los adoradores.

La longitud del santuario se extendía de oriente a poniente. Comenzando en la

Puerta Hermosa al oriente y moviéndose hacia el poniente se encontraba primero el

atrio de las mujeres, llamado así

( 110 )

porque se permitía entrar allí a las mujeres judías, pero no podían seguir adelante. En

seguida estaba el atrio de Israel, al cual podía penetrar todo varón israelita, una vez que

había alcanzado la edad apropiada y se había sujetado a las elaboradas reglas de la

purificación. Estaba separado por una baja balaustrada de como 18 pulgadas de altura,

del atrio de los sacerdotes que estaba antes y alrededor del templo propiamente dicho.

Al frente del atrio de los sacerdotes se hallaba el altar de los holocaustos, en el cual

diariamente ministraban los sacerdotes. El templo propiamente dicho, se elevaba sobre

todo lo que lo rodeaba, construido de mármol blanco, elaboradamente ornamentado y

provisto de los sagrados instrumentos del culto. En el lugar santo estaba el altar del

incienso, una mesa para el pan de las proposiciones y el candelero de oro de siete

brazos. Delante del lugar santísimo colgaba la cortina ricamente bordada, llamada en el

Nuevo Testamento el “velo del templo” (Mateo 27:51). No había muebles de ninguna

clase en él, excepto una gran piedra sobre la cual el Sumo Sacerdote colocaba el

incensario de oro, cuando entraba una vez al año, en el Día de la Expiación. Ningún

otro ser humano podía jamás hollar su suelo sagrado.

2. El culto en el templo de los judíos se celebraba cada día del año. En esta

diaria adoración el hecho más prominente, y sin duda el más importante, era el

holocausto hecho por el pueblo como un todo. Se hacía cada mañana y cada tarde, y

consistía en un cordero macho de un año y libre de mancha de cualquier clase, y

acompañado de una “ofrenda en comida” y una “ofrenda en bebida”, quema de

incienso, música vocal e instrumental por los sacerdotes y levitas, y las oraciones del

pueblo. Durante todo el día los sacerdotes estaban ocupados, oficiando en gran número

de sacrificios por individuos que procuraban cumplir los varios requisitos de la ley. 3. Los servicios del templo estaban bajo la exclusiva dirección de los sacerdotes.

Eran considerados

( 111 )

58 En 1871 Clermont-Ganneau descubrió una tablilla de piedra que había sido usada como dartel colocado a la entrada de

este recinto del santuario. Llevaba en griego las palabras: “Ningún extranjero puede entrar dentro de la balaustrada que

rodea al templo y lo que comprende. Cualquiera que sea capturado sera él mismo responsible de su muerte, que seguirá.”

Cf. Cober, New Archeological Discoveries, p. 355.

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77

universalmente en Israel como una orden distinta que servían por designación divina en

la solemne aptitud de ofrecer sacrificios a Jehová. Los límites de la orden estaban

determinados por el linaje, pues solamente a los hijos de Aarón estaba permitida la

función del sacerdocio. Las genealogías sacerdotales estaban guardadas con el mayor

cuidado; semejantemente en tiempo de Cristo, habían llegado a ser asuntos de pública

información.59 El orden lineal del sacerdocio era considerado así tan grandemente

sagrado, que se imponían estrictas reglas sobre el matrimonio, y la persona del

sacerdote individual era tan sagrada que se le aplicaban leyes especiales de pureza

ceremonial. Se le instalaba en su cargo mediante una ceremonia especial de

consagración. Se dividían en veinticuatro grupos o “cursos”, que servían en rotación, y

el sacerdote para una función especial era elegido por suerte.

4. Como clase subordinada de los funcionarios del templo encontramos los levitas. Frecuente error del estudiante casual es suponer que sacerdotes y levitas eran

una y la misma clase, designándose por “sacerdote” el oficio y por “levita” la tribu.

Solamente a los descendientes directos de Aarón, o “hijos de Zadok” como algunas

veces eran llamados, se les permitía efectivamente oficiar en los sacrificios del templo.

Los levitas servían como ayudantes de los sacerdotes, atendiendo los más bajos

servicios de los sacrificios, cuidando los utensilios del templo, etcétera. Teóricamente

sólo los descendientes de Leví podían cumplir estas funciones, pero es de otras tribus,

en tiempos anteriores, a las obligaciones inferiores del templo, y sus descendientes

llegaran a ser considerados entre los levitas.

5. El sostenimiento del templo era provisto por un elaborado sistema de

contribuciones y rentas. Su fuente principal era el diezmo, que se pagaba a los levitas,

quienes a su vez diezmaban para los sacerdotes.

( 112 )

Además, había el rescate por el primogénito varón, el primogénito del rebaño y del

ganado, los primeros frutos del campo y la viña, las ofrendas espontáneas, el tributo del

templo en los días de Jesús era una institución grandemente enriquecida.

III. Las Fiestas

Jesús, en cumplimiento de sus relaciones humanas, fue un leal judío, y

conscientemente observó las costumbres religiosas del judaísmo. De acuerdo con esta

bien probada política de su vida, fue regular en su asistencia a las fiestas de Jerusalem.

El Evangelio de Juan se distingue por su atención a este aspecto del ministerio del

Señor. Las principales ocasiones sagradas eran en número de seis. Las tres principales,

o fiestas mosaicas, eran la Pascua, la de Pentecostés y la de los Tabernáculos. Todos

los varones israelitas, después de haber llegado a los trece años de edad, debían asistir a

59 Cf. Josefo, Life I.

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78

estas tres fiestas, y se esperaba que sus padres los trajeses aún desde dos años antes de

cumplir esa edad, de modo que pudiesen familiarizarse con la rutina de las ceremonias.

Las fiestas postmosaicas eran la de Purim y la Dedicación. El Día de la Expiación era

más bien un ayuno que una fiesta. La de Purim y el Dia de la Expiación no se

mencionan en el Nuevo Testamento.

1. La de Purim era la primera fiesta del año, según nuestro calendario. Los

judíos computaban el tiempo por el mes lunar y contaban el principio del año civil

aproximadamente el primero de nuestro octubre, mientras el año eclesiástico comenzaba por el primero de abril. La fiesta de Purim se observaba cerca del primero de marzo.

Conmemoraba la libertad de los judíos de la tradición de Hamán, según se narra en el

Libro de Esther. Esta fiesta se caracterizaba por las diversiones e intercambio de

regalos. Se guardaba con el típico espíritu festivo con que celebramos la Navidad. El

acontecimiento principal de la ceremonia era la lectura del Libro de Esther.

( 113 )

2. La Pascua se festejaba el día 14 del mes judaico de Nisán o por el primero de

nuestro abril. Era la más antigua de las fiestas judaicas y se le tenía en gran estimación.

Se observaba para celebrar la preservación de los israelitas de los efectos de la décima

plaga, y su huída de la esclavitud. Su importancia era reconocida aún por el Gobierno

Romano de Judea, y era libertado un preso en ese día, según la elección del pueblo.

Asociada con la Pascua y generalmente considerada como continuación de ella, estaba

la Fiesta de los Panes sin Levadura, que comenzaba el día 15 de Nisán, siguiente de la

Pascua, y continuaba durante siete días. En el segundo día de esta fiesta (16 de Nisán)

se observaba la ceremonia de ondear las gavillas del grano nuevo delante del Señor en

el templo, para indicar que la fiesta era de agradecimiento por la siega temprana, al

mismo tiempo que una celebración de la libertad de Egipto.

3. El Pentecostés venía cincuenta días después de la Pascua, lo que generalmente

lo situaba dentro de las dos últimas semanas de mayo. Se celebraba en conmemoración

de la siega del grano, que para ese tiempo estaba por terminarse. La ceremonia especial

de la celebración era la presentación en el templo de los dos “panes de agua” hechos de

harina de trigo nuevo; esto es, trigo cosechado en esa estación. El Pentecostés se

consideraba también como una celebración de la entrega de la ley a Moisés, pues ese

gran acontecimiento ocurrió, aproximadamente, en la época del año cuando se

observaba el Pentecostés. Esta fiesta se hizo famosa en la historia cristiana por el

advenimiento del Espíritu Santo (Hechos 2:1 y siguientes).

4. El Día de la Expiación se guardaba el último de septiembre. Como se indicó

anteriormente era un ayuno más que una fiesta. Durante este día el sumo sacerdote

penetraba al lugar santísimo para ofrecer incienso y rociar la sangre de los sacrificios,

después de lo cual echaba al desierto al macho cabrío, que llevaba la culpa de la nación,

y sacaba fuera de la

( 114 )

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79

ciudad los restos de los animales sacrificados en holocausto. Era éste una ocasión en

extremo solemne para los judíos, y dedicaban todo el día al ayuno y a la oración. 5. La Fiesta de los Tabernáculos se celebraba cinco días después del Día de la

Expiación, generalmente alrededor del primero de octubre. Se hacía en conmemoración

de la protección divina a Israel durante la peregrinación por el desierto y era ocasión de

acción de gracias por las bendiciones del año. Mientras esta fiesta desarrollaba, quienes

participaban vivían en cabañas improvisadas, que se construían sobre los terrados de las

casas, en los patios, y en las plazas y aún a lo largo de las calles y los caminos, aunque

nunca alejadas de Jerusalem más de una jornada del día del Sabath. Las dos ceremonias

principales eran el derramamiento de una libación de agua, efectuada por un sacerdote

en una jarra de oro del Estanque Siloé, y la “iluminación del templo”, hecha por cuatro

enormes lámparas colocadas con ese propósito en el atrio de las mujeres. Era ocasión

de alegres festividades, elaborados ritos y abundantes ofrendas. 6. La Fiesta de la Dedicación, se guardaba a mediados de diciembre.

Conmemoraba la restauración y la rededicación del templo hecha por Judas Macabeo.

En esta fiesta se leían públicamente los libros Primero y Segundo de Macabeos.

IV. El Sanedrín

Era este un grupo de setenta y un ancianos judíos, presididos por el sumo

sacerdote (con lo que llegaban en total a setenta y dos). En este cuerpo radicaban tanto

la autoridad legislativa como la judicial. Cuando toda Palestina estuvo comprendida en

una Provincia, el Sanedrín tenía jurisdicción sobre toda la región, pero durante el tiempo

de Cristo tenía dominio solamente sobre Judea. Sin embargo, sus opiniones eran

siempre respetadas por los judíos de toda

( 115 )

Palestina y aún por los de la dispersión. De hecho parece que el gobierno Romano

reconocía su Jurisdicción en materia de religión, sobre todo el judaísmo. En el

judaísmo palestiniano su autoridad era civil y religiosa, mientras en el helenístico lo era

solamente religiosa. De aquí Pablo pudiese ir a Damasco con la autoridad del Sanedrín

para aprehender a los judíos cristianos acusados de herejía. Las funciones civiles del

Sanedrín eran principalmente judiciales. Todos los casos civiles dentro de su

jurisdicción podrían ser resueltos por el Sanedrín, y los casos criminales que no

alcanzasen la pena capital. La única excepción en asuntos de pena de muerte, era que

podían condenar a cualquiera que profanase el templo.60

El nombre era de origen griego (Sunedrion), y significaba “sentados juntamente”.

Se menciona por primera vez en relación con los acontecimientos que sucedieron por el

60 Schuerer cree que aún en estos casos era necesaria la ratificación de la sentencia de muerte, por el gobernador romano,

Cf. op. cit., II, i. p. 188.

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año 55 A.C. Sus prerrogativas, según las ejercían en el período del Nuevo Testamento

las habían recibido poco después del año 63 A.C. El período en que floreció fue desde

el establecimiento de la dominación romana hasta la destrucción de Jerusalem, 70 D.C.

Sin embargo, parece que no le había sido permitida una gran libertad de acción durante

el reinado de Herodes. Después de la destrucción de Jerusalem fue abolido el Sanedrín.

Así, la historia distintiva del Sanedrín abarca poco más de 100 años. Pero durante ese

breve período ejerció una poderosa influencia en los asuntos judíos.61

LAS SECTAS JUDAICAS

Se ha observado antes que hubo tres elementos fundamentales en la vida del

judaísmo: la nación, la

( 116 )

ley y le sacerdocio. La devoción a la nación había producido la restauración. Conforme

progresaba la nación, la vida del judaísmo naturalmente giraba alrededor de los otros

elementos básicos, la Ley y el sacerdocio y desarrollaba dos distintas corrientes de

interés religioso. Una que se acercaba al sacerdocio, tenía que ver con la perpetuación

del ritual representado por la ceremonia del culto del templo. En esta esfera el sumo

Sacerdote dominaba y reunía sobre sí mismo los intereses políticos de la nación. Esto

fue cierto especialmente después del período Macabeo, cuando el sumo sacerdote y el

rey tan frecuentemente eran una misma persona. La otra línea de interés surgía de la

enseñanza de la ley, tarea cumplida pos los escribas y centrada en al sinagoga.

Al principio de la historia judaica las dos líneas de interés eran prácticamente

indistintas, pero pronto apareció una hendidura y cuanto más avanzaba su historia fue

cada vez más amplia, hasta que produjo el rompimiento. Casualmente el grupo

sacerdotal fue absorbido por los asuntos políticos; el grupo de los escribas, inquieto por

la política, se dedicó con total abandono a la aplicación individual de la ley. Conforme

las diversas y opuestas corrientes de lucha racial surgían por todos lados en Palestina,

ese “puente del mundo antiguo”, los sacerdotes como caudillos políticos luchaban

perpetuamente por conservar el judaísmo tan adaptado y conformado con los poderes

gobernantes, que se asegurase así una existencia nacional provechosa y satisfactoria.

Para los fervientes devotos de la ley tal adaptación parecía ser un compromiso

imperdonable y, por tanto, era aborrecible para ellos. No era sino la prolongada

oposición de los elementos conservadores y liberales que parece en toda la historia del

progreso humano. Los escribas se hallaban principalmente del lado conservador,

mientras los sacerdotes del liberal.

Así, la ley y el templo que normalmente se consideran mutuos participantes en

una santa tarea común,

61 Para una discusión sobre su origen e historia, véase Graetz, op. cit., Vol. I, pp. 894 sgs.; Ewald, op. cit., Vol. V pp. 167

sgs.

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81

( 117 )

llegaron a estar separados uno frente al otro, en perpetuo cisma. No debe entenderse,

sin embargo, que todos los sacerdotes estaban relacionados sólo con intereses políticos,

ni que todos los escribas fuesen indiferentes a la política. Muchos sacerdotes eran

devotos estudiantes de la ley, y muchos escribas estaban intensamente interesados en los

acontecimientos políticos. Esto es, si hemos de anticipar distinciones que se explican

más tarde en nuestra exposición, hubo fariseos entre los sacerdotes, y escribas entre los

saduceos. Pero, por lo general, el elemento sacerdotal de la nación dirigió sus intereses

en una dirección, mientras el elemento de los escribas siguió un curso diferente. De

estas dos corrientes divergentes de la vida judaica con su interacción, procedieron las

sectas judaicas del período del Nuevo Testamento.

I. Los Fariseos

Los fariseos aparecen en el Nuevo Testamento como la más prominente secta de

los judíos, y la preeminencia que se les concede no es sino correspondiente a su

indudable lugar en el primer siglo del judaísmo. Todas nuestras fuentes dan testimonio

de que ninguna otra secta se aproximaba a ellos en influencia o número. Probablemente

sería más propio describirlos como una orden fraternal, más que como una secta, porque

tenían una membresía definidamente calificada y ciertas obligaciones prescritas. Su

énfasis principal estaba en el diezmo y la pureza ceremonial. Eran los maestros del

pueblo, sin rival y ejemplares, porque eran reconocidos como los verdaderos y leales

sostenedores de las normas de la tradición de Israel.

El nombre fariseo significa “separatista”. Fueron llamados así en atención a su

lealtad para el exclusivismo tradicional del judaísmo, que llevaron al extremo de

aplicarlo aún a los miembros de su propia casa que no eran consecuentes con su

interpretación

( 118 )

de la Ley: de aquí sus profundos prejuicios contra los “publicanos y pecadores” (véase

Lucas 15:1,2).

Comparando a Josefo con el Nuevo Testamento podemos discernir muy

distintamente las principales características de los Fariseos.

1. La característica fundamental de la secta era su extremo legalismo. Los

fariseos muestran la cima del desarrollo de esa tendencia legalista que es originó con la

restauración y llegó a ser la fuerza más potente en la vida religiosa del judaísmo. Por

tanto, pueden considerarse como el corazón de la vida judaica. Esto es, el judaísmo

farisaico y el judaísmo oficial eran concepciones idénticas. 2. Pusieron gran énfasis en la providencia divina especial, aunque también

reconocían el libre albedrío del hombre. No negaban la responsabilidad moral. Josefo

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82

afirma que los fariseos atribuían todo al “destino” (Guerra, 2:8), pero probablemente

encontramos aquí una ida judaica en una vestidura griega. En lo que realmente creían

ellos era una providencia especial que obraba sobre todas las cosas de la vida humana. 3. Los fariseos aceptaban la realidad del mundo espiritual. Creían en una vida

futura yen la resurrección de los justos de Israel. Aceptaban la existencia literal de los

ángeles y los espíritus.

4. Vivían modestamente y despreciaban las comodidades.

5. La antigüedad y la tradición eran tenidas en alta estima por ellos. Josefo

explica que “los fariseos han entregado al pueblo muchas grande observancias por sucesión de sus padres, las cuales no están escritas en la ley de Moisés” (Antig.

13:10:6). Eran los principales conservadores y ejemplos de la tradición oral, “la valla

alrededor de la ley.”

6. Se caracterizaban por un poderoso compañerismo de grupo y por su lealtad y

bondad de una para con el otro. 7. Tenían poco interés en la política, en tanto que el gobierno existente no

estorbase en forma alguna

( 119 )

sus tareas religiosas. Fue esta característica la que muy frecuentemente les acarreó la

profunda aversión de la clase gobernante. Sin embargo, las exigencias del

desenvolvimiento histórico los obligó ocasionalmente a participar en asuntos políticos.

No es justo concluir que todos los fariseos eran extremistas ostentosos.

Ciertamente, hubo algunos de ellos, y con toda probabilidad un número considerable,

que procuraban diligente y sinceramente fomentar la piedad, y que tenían sincero deleite

en su esfuerzo por mantenerse en favor y comunión con Jehová. Lo que Jesús condenó

fue la ostentación y la teología moral de los fariseos, y no a éstos como secta. Aparecen

en los evangelios evidencias de una especia de fariseo mejor y realmente piadoso. Esta

clase seguramente está representada por Saulo de Tarso. El tipo extremo de farisaísmo

se introdujo en el cristianismo en la forma de la controversia judaizante.62

II. Los Saduceos

Esta era la segunda en importancia de las sectas judaicas, tanto por la atención

que recibieron en los cuatro evangelios, cuanto por su posición histórica en el judaísmo.

En cuanto al nombre saduceo, según su forma en la literatura rabínica, parece

derivarse del nombre Zadok. Consecuentemente, una explicación popular de su origen

es que surgió por el hecho de que la orden sacerdotal, cuya mayoría era de saduceos,

pretendía ser descendiente de un antiguo sumo sacerdote llamado Zadok. Los

sacerdotes eran “hijos de Zadok”, y la secta que ellos sostenían era la de los

62 Para una completa y autorizada discusión sobre los fariseos, en cuanto a su character y su historia, véase Edersheim, In

the Days of Christ, pp. 227-238.

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“Zadokitas”, terminó corrompido en “saduceos”. El hehco de que una secta llevase

precisamente este nombre apareciese exactamente antes del despuntar

( 120 )

de la Era cristiana (véase p. 132), arroja alguna duda sobre esta explicación, porque no

es probable que dos sectas diferentes hubiesen comenzado con el mismo nombre, aunque no es imposible. Es más probable que el nombre venga de zaddikim, palabra

hebrea que significa “el justo”, adoptada por ellos debido a su decantada fidelidad a la

letra de la ley del Antiguo Testamento, en contraposición con la tradición oral del

rabinismo, tan fervientemente sostenida por los fariseos.63 El problema debe

mantenerse vigente hasta que posterior evidencia documental pueda presentarse a la luz.

Nuestras fuentes indican varias características de los saduceos claramente

definidas. 1. Era el partido aristocrático. Shuerer dice que, “el rasgo característico de los

fariseos surge de su tendencia legalista, mientras la de los saduceos de posición

social.”64 Esto es, su situación aristocrática era su característica fundamental. Así tal

secta comprendía a todos los políticos y funcionarios de la nación. La política era

asunto de gran importancia para ellos, en virtud de su posición en la vida de la nación.

Como se dice arriba, la secta incluía a la gran mayoría de los sacerdotes. De este modo

los saduceos hallaron su principal fortaleza en el templo, mientras los fariseos operaban

principalmente en las sinagogas.

2. Los saduceos tenían una muy baja concepción de Dios y la religión, y

negaban que Dios dedicase un solo minuto de atención a los acontecimientos y

actividades humanos. 3. Rechazaban la doctrina de la inmortalidad y la resurrección, y niegan la

existencia de los ángeles y los espíritus.

4. Aceptaban solamente como autoridad el Antiguo Testamento escrito, y se

oponían a la tradición

( 121 )

rabínica tenida en tan elevada consideración por los fariseos. Pero mientras

teóricamente rechazaban la tradición, en la misma práctica los saduceos se veían

compelidos a conformarse a muchas de sus provisiones rituales, porque era tan grande

la influencia de los escribas y los fariseos, que muchas de sus interpretaciones de la ley

habían llegado a ser instituidas como normas que aún los mismos saduceos no osaban

ignorar.

5. Formaban un grupo desconfiado: no sólo cauteloso para los otros, sino

desconfiados entre sí, y sin lealtad alguna de grupo.

63 Df. Edesheim, op. cit., p. 243, y per contra Ewald, op. cit., Vol. V, pp 275 sgs.

64 Op. Cit., II, ii, p. 10.

Page 84: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

84

6. Su creencia en la aplicación rígidamente literal de la ley, sin interpretación o

modificación, resultaba en una extrema severidad judicial en su trato con el pueblo, lo

que aumentaba su impopularidad.

Nada que admirar se encuentra en los saduceos, y ninguna falta muy positiva que

condenar. Eran principalmente negativos en sus puntos de vista, y parecen haber sido

grandemente inofensivos en su modo de vida.

III. Los Esenios

Era ésta el desarrollo hacia la extrema derecha del farisaísmo. Los fariseos

hacían énfasis en la escrupulosa observancia de la ley. Los esenios eran tan

rabiosamente inclinados al exacto cumplimiento de todos los requisitos de la ley, que se

retiraban a comunidades aisladas y se entregaban a una vida rígidamente ascética. Eran

especialmente partidarios de la región desértica de alrededor del Mar Muerto, donde

parecen haber establecido varias colonias.

Cuando consideramos a los esenios nos encontramos en un plano de vida sectaria

completamente diferente a las otras sectas judaicas. Tenemos en ellos realmente no una

secta dentro de la sociedad judía, sino un distinto orden social separado de la sociedad

judía, muy semejante a los órdenes monásticas de la historia cristiana. Formaban una

comunidad ascética, surgida de un avivamiento de los más

( 122 )

estrictos hasidim de la época de los Macabeos, que perpetuaba un ala de esa secta

original, más extremista que los fariseos, y modificada por influencia de la filosofía

griega, la escatología judaico-périsca y el misticismo oriental.65

Esta secta no se menciona claramente en el Nuevo Testamento aunque hay

algunos pocos posibles reflejos de sus enseñanzas y costumbres. Podemos estar seguros

de que afectaron profundamente muchas corrientes de la vida que fluía alrededor de

Jesús y sus discípulos.

IV. Los Zelotes

Esta secta representa la rama de la extrema izquierda de los fariseos. Los fariseos

se interesaban en la política solamente en cuanto afectara la libertad de la nación para

adorar a Jehová y observar la ley. Los zelotes estaban interesados en la independencia y

autonomía de la nación, olvidándose de cualquier otro asunto. Según Josefo (Antig.

18:1), su fundador fue Judas de Gamala, quien incitó a los judíos a rebelarse con motivo

del censo de contribuciones del año 6 D.C. Esto es, la mayoría de los intérpretes de

Josefo así entienden su expresión en el pasaje citado, aunque algunos no consideran

65 Cf. Edersheim, op. cit., pp. 244 sgs.; Fairweather, op. cit., pp. 203 sgs.; Graetz, op. cit., Vol. II, pp. 24 sgs.; Schuerer, op.

cit., II, ii, pp. 190 sgs.

Page 85: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

85

correcta esta conclusión.66 Si no lo es, entonces no podemos considerar existentes a los

zelotes en tiempos de Cristo. Sin embargo, se deja el capítulo de Josefo sobre la

cuestión, con la clara impresión de que el historiador judío pretende seguir el

movimiento zelote de los sesenta anteriores a Judas de Galama, y el movimiento al fin

encuentra su precursor en el caudillo de la rebelión de censo. Desde entonces los

zelotes aumentaron en número e influencia, y asimismo en feroz hostilidad hacia Roma,

hasta que

( 123 )

Precipitaron la guerra civil del año 66 D.C. Su única mira era liberarse del yugo

romano y comenzar un reino mesiánico de carácter temporal y político, y para lograr

este propósito acudieron a los extremos másacres del fanatismo. Su rama extrema estaba representada por los sicarios.

V. Los Zadoquitas

Como los esenios se hallaban a la extrema derecha de los fariseos, así los

saduceos tuvieron su rama de extrema derecha. Más de un siglo antes de la Era

cristiana comenzó en los círculos del sacerdocio judaico, un movimiento reformista con

vistas a un avivamiento religioso y a la corrección de las irregularidades en el culto del

templo. Estos reformadores se complacían en caracterizarse a sí mismos como “hijos

de Zadok”—a menos que sea cierto que ese nombre fuese escarnio del ridículo arrojado

sobre ellos por sus resentidos colegas. Habiendo fracasado en sus esfuerzos

reformistas, estos reaccionarios abandonaron el templo y la Tierra Santa y se retiraron a

Damasco, donde establecieron una comunidad bajo nuevas normas; o, como ellos

mismos las llamaron, un “Nuevo Pacto”.

Más tarde regresaron a su patria como misioneros y en ella se encontraron con la

amarga oposición tanto de los fariseos como de los saduceos.

Eran ardientes mesianistas, que suspiraban por la pronta venida de un “Maestro

de Justicia”, quien haría volver a Israel sus antiguos ideales y anunciaría la venida del

Mesías. Aceptaban toda la Palabra escrita—la ley, los profetas y los Hagiógrafos (en arameo, kethubin)—pero rechazan, principalmente, la tradición oral de los rabíes. En su

vida privada eran rígidamente abnegados y leales a las reglas de la pureza levítica. En

asuntos como la vida futura, los seres espirituales y la divina providencia, estaban de

acuerdo con los fariseos. Concedían gran importancia a la necesidad del

arrepentimiento.

( 124 )

66 Cf. Grant, Economic Background of the Gospels, p. 128.

Page 86: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

86

Es claro que los adeptos de este partido serían especialmente susceptibles al

llamamiento del cristianismo, y por tanto, es probable que muchos fueron ganados para

le movimiento cristiano. Constituyeron un factor, del cual desconocemos la extensión

de sus efectos, en la preparación de la sociedad judaica para la aceptación del mensaje

de Jesús. La “gran multitud de los sacerdotes obedecía a la fe” (Hechos 6:7) durante los

primeros años de la iglesia de Jerusalem, pudo haber procedido de la influencia

zadokita.

Acerca de los detalles de su historia no se conoce gran cosa, y su destino final se

pierde en la oscuridad.67

VI. Los Herodianos

A la extrema izquierda de los saduceos se desarrolló un partido que era casi

puramente político. Sólo porque son una secta de la sociedad judaica del primer siglo,

pueden incluirse en una exposición acerca de la religión del judaísmo, porque la religión

para ellos era un interés muy secundario.

Después del derrocamiento de Arquelao, año 6 D.C., Augusto, en cumplimiento

de una petición de caudillos influyentes de Judea, designó un gobernador para esa parte

de Palestina. Algunos de los judíos objetaron esta determinación y favorecieron la

( 125 )

Perpetuación de la dinastía herodiana.68 Cuando el ministerio de Jesús aumentaba su

popularidad entre el pueblo, estos herodianos temieron que pudiese precipitar un

movimiento nacionalista que contrariaría sus propósitos respecto de sus favoritos, y de

aquí que se uniesen a los fariseos en su oposición a Cristo. (Cf. Mateo 26:16; Marcos

3:6; 12:13).

Así vemos que los fariseos desarrollaron un extremo en los esenios y el opuesto

en los zelotes, mientras los saduceos produjeron, por un lado a los zadokitas y por el

otro a los herodianos. Estas ramas se desarrollaron de la Ley, por un lado, y por el otro,

del templo.

LA LEY

67 La fuente documental para la información relative a este partido judío es fragmentario “Libro de Zadok”, dado por

Charles en su Apocrypha and Pseudepigrapha. Sus reflexiones históricas son notablemente claras y completas, de modo

que se ha derivado de ellas un esquema histórico muy complete, pero después de la fecha de este documento (18 a 8 A.C.)

nada definido puede conocerse de su historia, hasta en tanto no se descubra alguna otra evidencia. Para una completa

exposición acerca de este partido y el documento que prove la información relative a ellos, véase Charles, Apocypha and

Pseudepigrapha, Vol. II, pp. 789-834. Se tartan como un partido distinto en el judaísmo por Eakin, Getting Acquainted

with the New Testament, p. 191, y Purdy-Macgregor, Jew and Greek: Tutor Unto Christ, pp. 109-113. 68 Es muy plausible la opinión de que los herodianos consideraban a la dinastía idumea como el cumplimiento de la

esperanza mesiánica, y enasta ese punto eran religiosos en su interés. Cf. Fairweather, op. cit., p. 185.

Page 87: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

87

Ya se ha visto muy claramente, en nuestro bosquejo de la historia del judaísmo,

que la vida judaica, como una manifestación distinta en la restauración, se fundó sobre

un elevado concepto y una estricta observancia de la ley. Vista en su perspectiva

histórica, la observancia de la ley era prácticamente, sinónimo del judaísmo. Un grave

movimiento retrógrado se desarrollaba en el período griego, particularmente al final de

la supremacía egipcia y siria, pero la ley fue restablecida en su elevado sitio de

influencia por la rebelión macabea. Sin embargo, los sucesores de los Macabeos

mostraron lo que era, para los devotos entre el pueblo, una indiferencia conmovedora

hacia la observancia de la Ley. Pero el último de los asmoneos, la Reina Alejandra,

restauró la ley a su prístino poder y dio a sus ardientes protagonistas, los fariseos, las

posiciones supremas en la autoridad civil y religiosa, bajo su reinado. Con su

protección el dominio de la ley llegó a estar tan completamente establecido, que su

rígido imperio

( 126 )

sobre la vida y conciencia judías, no se suavizó sino hasta que fue roto ruda y

sumariamente por el férreo puño de la opresión romana. Y aún entonces su poder

persistió en la dispersión. La adecuada comprensión de la vida del Nuevo Testamento

está condicionada por completo al correcto entendimiento de esta suprema posición de

la Ley.

I. La Esclavitud de la Ley

Las condiciones de la vida judaica en relación con la ley son vívidamente

descritas en el lenguaje de nuestro Salvador: “Atan cargas pesadas y difíciles de llevar,

y las ponen sobre los hombros de los hombres” (Mateo 23:4). Tal había llegado a ser la

interpretación rabínica de la ley para la vida moral y religiosa del pueblo.

Había una reglamentación legal para cada ocasión, de tal modo que ni los más

mínimos detalles de la vida podían vivirse sin el temor de olvidar o violar algún

precepto de la Ley. La descripción del legalismo judaico que se presenta en los

evangelios es indudablemente exacta. Las reglas legales minuciosas de los fariseos “se

convirtieron para la mayoría en el sustituto de la piedad y moralidad verdaderas; y para

las conciencias delicadas eran una carga intolerable, porque apenas era posible dar un

paso o alzar un dedo sin peligro de pecar contra una u otra de aquellas”.69 Sin embargo,

estas reglas pueden clasificarse en cinco aspectos de su aplicación—esto es, la

observancia del Sabath, las leyes acerca de la alimentación, las correspondientes al

diezmo y las ofrendas, leyes reguladoras de las obligaciones y relaciones entre los

sexos, y las relativas a la limpieza y a la inmundicia. Este hecho ha llevado a algunos

estudiosos a preguntar si en realidad esta reglamentación legalista era la carga

intolerable que se ha supuesto sobre los devotos judíos, pero cuando consideramos

69 Stalker, Life of Christ, p. 95.

Page 88: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

88

( 127 )

el gran número de detalles en los cuales se aplicaban estos cinco grupos de reglas, y la

circunstancia de que comprendieran prácticamente toda la rutina ordinaria de la vida, se

sostiene la conclusión inevitable de que los judíos en el período del Nuevo Testamento

hallaban frente a sí, en casi cada actividad de la vida, una restricción legal.70

Para el alma ferviente y devota, que deseaba vivir agradablemente ante Jehová, la

vida bajo la ley debe haber ofrecido un sufrimiento insoportable. Ciertamente, cuando

la ley llega, con el laberinto de la interpretación farisaica, uno muere: porque la vida no

puede tener mucho tiempo gran atractivo o inspiración (véase Romanos 7:9). La

observancia de las reglas legalistas miraba solamente hacia la esperanza de recompensa

personal o nacional; la violación de la más pequeña restricción se creía estar ligada a un

castigo divino. La justicia, como principio vital y como instrumento de felicidad y

progreso en la vida, era desconocida. La retribución era la única sanción de la ley. En

tales condiciones, no es extraño que las masas del pueblo se desesperasen de ajustarse a

la escrupulosidad farisaica. Los fariseos a su vez, menospreciaban a estas masas,

designándolas desdeñosamente como am-ha-aretz, “gente rústica”.

II. La Dominación Rabínica

La tiranía de la letra de la ley, y su interpretación tradicional, dio a los Rabíes,

maestros oficiales de la ley, un supremo lugar de consideración. La veneración en la

cual era tenida esta clase no halló rival en toda la vida de Israel. No les fue negada

comodidad alguna, ni se permitió que pasase desapercibida ninguna solicitud. En el

más elevado sentido, el Rabí estaba considerado como el representante elegido de

Jehová y de su voluntad. El sacerdote en el templo de Jerusalem era visto con respecto,

pero este correspondía

( 128 )

más a su oficio que a su persona; y además, los sacerdotes sólo raramente tenían

comunicación religiosa con el pueblo. “La institución más cercana y viva no era el

templo, sino la sinagoga, al mismo tiempo casa de oración y de estudio; los funcionarios

inmediatos e importantes no eran los sacerdotes sino los escribas, los rabíes, maestros

de la ley”.71 El rabí estaba presente en todas las ocasiones, era guía en los más

pequeños detalles de la vida, fuente de luz en cada problema, el último recurso en toda

discusión. Por tanto, su situación en el interés y la reverencia del pueblo era sin igual.

Aún en el templo, donde los sacerdotes formalmente tenían la dirección, los

métodos de la observancia ritual estaban determinados por la interpretación de los

70 Cf. Montefiore, Peake´s Commentary on the Bible, p. 621. 71 Montefiore, op. cit., p. 620.

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89

escribas sobre las leyes relativas al culto del templo. Por supuesto, este estado de cosas

no era del todo agradable o satisfactorio para los sacerdotes, pero el elevado sitio en la

estimación popular, mantenido por los escribas fariseos como intérpretes competentes y

autorizados de la ley, hizo conveniente para los funcionarios del templo conformarse

con el punto de vista de aquéllos acerca de la rutina propia del templo.72

Esta esclavitud legalista no debe considerarse como completamente mala en sus

resultados. El motivo generalmente era egoísta y la ejecución mecánica, no obstante lo

cual resultó en estado de rectitud moral que elevó la vida judaica del nivel medio de la

gentil contemporánea. Y estas condiciones prevalecieron principalmente en Palestina.

No es probable que el judaísmo helenístico fuese tan casuista y mecánico en la

observancia de la ley, por lo menos en considerable extensión.

LA ESPERANZA MESIANICA

Hemos considerado el templo y la ley en el primer siglo del judaísmo; ahora

volvámonos a la nación.

( 129 )

El ideal nacionalista del judaísmo era esencialmente teocrático; esto es, creían que

Jehová directamente debería gobernar la tierra que les había dado. Cuando regresaron

de la cautividad, fue con esta esperanza en sus corazones. Su parte en el Pacto que era

la base de su vida religiosa y nacional era reforzar la ley y promover el ritual de tal

modo que Jehová fuese supremo en absoluto, en la nación. Una vez tras otra, la marcha

hacia este ideal se frustraba y la esperanza de su realización por los medios ordinarios,

progresivamente decaía. Como el cumplimiento terrenal de esa esperanza era cada vez

menos evidente, crecía la anticipación de que Jehová intervendría en una gran crisis de

liberación y en un régimen divino directo comenzaría la edad mesiánica.

Los judíos sabían que ellos mismos eran la raza escogida de Dios, objeto especial

de su cuidado y su favor; y sin embargo, su historia da evidencia severa e innegable de

que los ideales de esta relación nunca se habían realizado. Como resultado, los ojos de

Israel se dirigían siempre más y más hacia el futuro. Esta extensión de la fe hacia el

futuro halla su más antigua manifestación de los profetas del Antiguo Testamento, pero

su expresión más detenida se da por la literatura del judaísmo, en donde podemos seguir

esta esperanza siempre brillante.

I. Desarrollo de la Esperanza

Jesús de Nazaret fue la culminación y la más elevada expresión de una noble

esperanza que fue enteramente universal en el antiguo pensamiento religioso. La

esperanza mesiánica no era en ninguna forma, peculiar del judaísmo. La historia de la

72 Hausrath, op. cit., Vol. I, p. 80.

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90

religión descubre que, en diversas formas, aparece en la mayoría de las antiguas

religiones. Algunas veces es la expectación de una Edad de Oro, de paz y abundancia,

otras es la esperanza de un libertador divino; en ocasiones es el entusiasmo por seguir a

un

( 130 )

gran profeta o maestro religioso, pero siempre ve hacia la revelación del mejor plan de

Dios para la humanidad. Interpretemos esto como la ministración providencial de una

susceptibilidad inherente de la mentalidad religiosa, a la provisión divina de la

redención. No puede haber objeción alguna sobre que Jesús ofrece lo que está más allá

de toda comparación y que constituye la respuesta más elevada y plena de esta

búsqueda natural del alma.

Lo que claramente se denomina la esperanza mesiánica del judaísmo fue original

y esencialmente la espera de una futura Edad de Oro para Israel, más que la concepción

definida de un libertador individual que habría de venir. Las más antiguas referencias

que tenemos de la conciencia religiosa hebrea revelan convicción de que el pueblo de

Israel estaba señalado para un gran destino que pondría a todas las naciones bajo su

imperio y lo haría el supremo poder sobre toda la tierra. Esta concepción ha de verse

claramente tan remota como en Génesis 12:1-3 y aparece a intervalos frecuentes por

toda la literatura más antigua. En el desarrollo de la concepción profética llega a incluir

la soberanía de Jehová sobre todas las naciones y la salvación de los justos entre los

gentiles. En un período muy primitivo de la vida de Israel esta esperanza nacional llega

a personificarse, si no en una persona, en un gran representativo individual de Jehová,

que ha de aparecer como caudillo y maestro de Israel. En algunos de los últimos

profetas y en los Salmos, esta concepción personal aparece distinta e incuestionable.73

Un Mesías personal, sin embargo, raramente

( 131 )

se halla y aún algunos de los últimos profetas presentan la Edad mesiánica y sus glorias,

sin concepción definida de la personalidad mediadora que ha de ser su figura central.

Que esta esperanza persistió en la restauración y después, podemos ciertamente

concluirlo con seguridad, y es enteramente posible que muchos aún pensasen en la era

mesiánica como en la hazaña de un Mesías personal. Tal esperanza es muy clara en los

primeros ocho capítulos de Zacarías.74 “Pero de la pequeña . . . evidencia que nos queda

parecería que en el período entre la cautividad y el levantamiento de los Macabeos la

esperanza mesiánica se resolvió en una baja anticipación de un futuro glorioso y feliz, 73 La convicción de que la esperanza mesiánica halló su cumplimiento en la persona de Cristo hace a la fuerza personal de

las profecías del Antiguo Testamento, muy clara para los cristianos, pero debemos cuidarnos de aceptar como conciencia

profética que observa hacia el distante futuro, la definida claridad de opinión que tenemos en la reflexión histórica. Sin

embargo, hay ciertamente, significación personal en pasajes como Génesis 49:10; Números 24:17-19; Deuteronomio 18:15.

Cf. Huffman, The Progressive Unfolding of the Messianic Hope, pp. 26-37. 74 Zacarías 3:8; 6:12, 13; 8:23. Cf. Adeney, The Hebrew Utopia, p. 303.

Comentado [um6]: Esta referencia no habla de un reino

político sobre la tierra, sino de la bendición del perdón de los

pecados que sería para todas las naciones por medio de la

obra del Mesías.

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91

en el cual la presencia de Dios sería más manifiesta, pero en ese futuro el Mesías no

sería un rasgo esencial.”75

Otra vez reaparece en el judaísmo posterior, más clara y definidamente concebida

que antes, la idea de un mesías personal, como un gran caudillo, señalado divinamente,

que llegaría a ser el campeón nacional contra los enemigos de Israel. Pero sus

opiniones aún difieren grandemente en cuanto a la naturaleza y política de este campeón

nacional, y en la mente de algunos, la liberación de Israel y su triunfo siguen siendo

considerados como acción directa de Jehová mismo. Pero el judaísmo interbíblico estaba de acuerdo en un punto esencial. Dios

finalmente libertaría a su pueblo de la esclavitud pagana y lo elevaría a un

( 132 )

lugar de supremo poder e influencia entre las naciones. El método por la cual

alcanzaría este triunfo era el punto en que difería la opinión.

II. Formas de la Esperanza Mesiánica

En Israel la idea de la dirección religiosa reunía cuatro concepciones cardinales.

Toda autoridad estaba basada fundamentalmente en la voluntad de Jehová, pero la

voluntad de Jehová podía cumplirse mediante ciertos instrumentos personales

aprobados por él. Este representante personal podía ser un profeta, que hablase

directamente en nombre de Jehová; un sacerdote, que se acercase a Jehová a favor de su

pueblo; un ángel, enviado en misión especial de amonestación, promesa o instrucción; o

como un rey, electo bajo la dirección de Jehová para guiar los negocios de Israel. El

carácter personal de la esperanza mesiánica tomaba forma en estas cuatro concepciones. 1. La predicción de Malaquías de que Elías el Profeta sería enviado para preparar

el camino del Mesías (Malaquías 3:1; 4:5) se tomó por algunos como referencia, no al

precursor, sino al Mesías mismo. Es probable que la idea de un mesías profético se

alentase también por Deuteronomio 18:15, “Profeta de en medio de ti, de tus hermanos,

como yo, te levantará Jehová tu Dios”.76 Esto condujo a la esperanza de que Dios

introduciría la Edad de Oro de Israel con la persona de un gran profeta que llenaría la

parte del Mesías. Tal esperanza aparece sin duda en I de Macabeos (4:46; 5:16), y

sobrevive hasta los tiempos del Nuevo Testamento, como es evidente en las opiniones

corrientes acerca de Jesús, descritas en Mateo 16:14 y en las preguntas que la

delegación de Jerusalem hizo a Juan el Bautista (Juan 1:21). En realidad, es obvio que

el ministerio del Bautista se dirigió con singular energía a tal esperanza.

75 Drummond, The Jewish Messiah, p. 199. Cf. también pp. 185-195. También debe observarse que Drummond (pp. 195

sgs) niega la significación mesiánica de los pasajes citados de Zacarías, pero estamos de acuerdo con Adeney (op. cit., p.

303), y otros, de que la esperanza mesiánica se halla en el fondo de estas referencias. Sin embargo, la gran cautela de

Drummond no es procedimiento necio en este campo de investigación, porque es fácil aquí describir a un profeta, como

viendo las cosas a la luz de las manifestaciones subsiguientes. 76 Williams, Evolution of the New Testament Christology, p. 37.

Comentado [um7]: Pero no a la esperanza de un Mesías

político

Page 92: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

92

( 133 )

Generalmente se acepta ahora un hecho histórico, que muchos discípulos de Juan el

Bautista rehusaron abandonar su creencia en él como el verdadero Mesías, y

perpetuaron hasta el siglo segundo, una secta en la que se predicaba a Juan como

Mesías, en oposición a Jesús. Esta concepción debió haber estado basada en la

esperanza de un profeta mesiánico, porque difícilmente podía asignársele a Juan otra

categoría.

Este aspecto de la esperanza mesiánica muy probablemente era sostenido y

perpetuado por el ferviente anhelo, en los corazones de los más espirituales, de una

vuelta del espíritu de profecía. Esta esperanza profética, sin embargo, no era muy

predominante en el judaísmo. Los samaritanos esperaban un Mesías profético, pero los

judíos tenían como principales otras esperanzas. 2. En la historia interbíblica más reciente, aparece la idea de un sacerdote

mesiánico. El avivamiento de la esperanza en el corazón de Israel, engendrado por los

héroes Macabeos, dirigió las esperanzas del pueblo hacia la tribu de Leví. Cuando las

funciones de príncipe y sumo sacerdote se combinaron en Simón, se dio excepcional

ímpetu al desarrollo de tal esperanza. El Testamento de los Doce Patriarcas, en las

porciones más antiguas, que fueron compuestas durante el período macabeo, se espera

un mesías sacerdotal de la tribu de Judá. Probables vestigios de tal opinión se hallaron

en otra literatura de origen precristiano, pero, fuera del período macabeo, parece haber

hallado muy limitada aceptación.77

3. Muchos del judaísmo esperaban un mesías sobrenatural. Como los poderes

terrenales continuaban su opresión y el descontento del judaísmo con el presente orden

del mundo crecía en su intensidad, era inevitable que la concepción del Mesías llegase a

ser

( 134 )

más y más trascendente. Israel nunca había encontrado permanente alivio de fuentes

humanas, pero por lo contrario, siempre repetidos chascos en los caudillos humanos,

cuando se levantaban y brillaban como resplandecientes promesas durante un tiempo,

pero para degenerar y declinar, y dejar a la nación en peor condición que antes. De aquí

que muchos de los mejores espíritus desesperasen de la liberación humana, aún bajo el

mandato y dirección divinos. La intervención debería venir seguramente del cielo y no

de la tierra. De aquí que el Mesías fuese concebido como un ser angelical, preexistente

y de carácter supramundano, que sería enviado de los cielos por Jehová para libertar a

su pueblo de su opresión.78

77 Cf. Jones, The New Testament in the Twentieth Century, pp. 96 sgs. 78 La negación de Drummond de la idea de un mesías sobrenatural en el judaísmo precristiano no es apoyada por ningún

argumento válido. Se decide por una fecha irracionalmente posterior para las “Similitudes de Enoch”, y entonces se

propone demostrar que es posible por las referencias en otra literatura, interpretarla significando algo diferente de un

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93

4. Con mucho, la opinión más popular del Mesías era la de un rey guerrero, que

aparecería como un campeón político y héroe militar, para reunir bajo su ley a los judíos

de todas las naciones y conducirlos en victorioso ataque contra sus enemigos. Los

opresores paganos serían aniquilados y la raza escogida de Dios sería conquistadora del

mundo. En este concepto se esperaba que el Mesías fuese descendiente de David. “Que

el futuro gobernante se considerase como descendiente de David, era algo natural.

David había sido el gran héroe-rey de las tribus unidas, y su descendencia había

demostrado mucho más estable que la de Jeroboam.”79

Este concepto de un Mesías real davídico, logró ascendencia en el sentimiento

popular del judaísmo,

( 135 )

especialmente en ocasiones cuando la dominación pagana llegó a ser más detestable y

tiránica, como en el período de la persecución siria y durante los dos siglos de

dominación romana. Durante esos tiempos, la esperanza de la nación muy naturalmente

se volvió hacia un jefe guerrero. En los relatos del Nuevo Testamento (Mateo 21:9, 15;

22:42; Marcos 13:35; Lucas 20:41 y siguientes) aparece que ésta era la opinión general

en los tiempos de Cristo, y hay numerosos testimonios de otras fuentes, que corroboran

este punto de vista de los evangelios. Tuvo su génesis en los profetas del Antiguo

Testamento, donde la restauración de la línea davídica se predijo explícitamente (véase

Isaías 9:7; 11:1; Jeremías 23:5,6). Aparece en Primero de Macabeos (2:57), y muy

específicamente se expresa en los Salmos de Salomón (véase especialmente 17:5, 23).

Señales indudables de este concepto aparecen por dondequiera en la literatura del

judaísmo (por ejemplo IV de Esdras 12:32). Las versiones rabínicas de Isaías 11:1;

14:29, y siguientes, dan testimonio de esta idea.

Es cierto que la opinión común en tiempos de Cristo era que el Mesías sería una

figura real y del linaje de David. Después de Cristo la esperanza en un príncipe

guerrero se mantuvo por varias generaciones del judaísmo, y ocasionó la destrucción

final de su vida nacional.

Así, la opinión acerca del libertador de Israel varió desde la anticipación de un

potentado puramente político que, por la fuerza militar, lograría la independencia

nacional y sometería a los enemigos de Israel, hasta la de un gran ser apocalíptico que

vendría desde el cielo, acompañado de manifestaciones sobrenaturales, y que destruiría

a sus enemigos por medios también sobrenaturales. Esta última opinión fue sostenida

solamente por los espíritus más místicos, pero es por esa misma razón la más

ampliamente expresada en la literatura del judaísmo. La

Mesías sobrenatural, y acepta que porque la lengua puede significar algo diferente que no quiere decir lo que su simple

significado aparenta. Su opinión ha encontrado reducido apoyo entre los demás estudiosos de esta rama. Cf. op. cit., pp.

290-295.

79 Rose, Antecedents of Christianity, p. 61.

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94

( 136 )

primera era la concepción popular, la opinión favorita de las masas. Sin embargo, aún

el juicio popular parecía haber esperado que el origen del mesías estuviese envuelto en

misterio (véase Juan 7:21 y siguientes) y que su misión fuese confirmada por

demostraciones sobrenaturales (compárese Mateo 12:38; Juan 7:31).80

III. Características Básicas de la Esperanza Mesiánica

No obstante la variedad y confusión en la forma de su concepción, había por lo

menos tres elementos básicos que correspondían al carácter esencial de la idea

mesiánica eran, por tanto, prácticamente posesión común de todo el judaísmo. Es aquí

donde descubrimos el corazón del asunto, y en estos elementos esenciales de la doctrina

el estudiante puede obtener un entendimiento inteligente y comprensivo del carácter

fundamental de la esperanza mesiánica.

1. La esperanza mesiánica consideraba una intervención especial del poder

divino. Esta esperanza de los judíos encontró su fundamento principal en su fe de que

Jehová los había apartado como una posesión peculiar y escogida, y había hecho con

ellos su Pacto de que nunca repudiaría sus relaciones especiales con ellos. De aquí, que

creyesen que a su tiempo Dios intervendría y se manifestaría en alguna forma

espectacular como libertador de Israel. La opinión común era que esta intervención

divina se cumpliría a través de un agente intermediario, el Mesías, a quien Dios había

escogido. Pero otro criterio,

( 137 )

especialmente característico de los Oráculos Sibilinos, del Libro de Jubileo, y de la

Ascensión de Moisés, era que Dios mismo, sin ningún intermediario, daría el triunfo a

Israel. Según esta opinión, el Reino de Israel glorificado no sería una monarquía

mesiánico sino una teocracia. Este era el ideal del movimiento de los zelotes.81

2. Un elemento esencial de la esperanza mesiánica, común a todo el judaísmo, era la espera de la suprema ascensión de la nación de Israel. La divina elección de

Israel iba hasta el extremo de que Jehová pudiese tener un pueblo que establecería su

nombre en la tierra y haría suprema su ley. Por tanto, los intereses nacionales de Israel

y la causa de Jehová eran lo mismo. Oponerse u oprimir al pueblo escogido significaba

desafiar a Jehová y desdeñar sus justas demandas. Esta situación de la raza hebrea los

80 La mejor fuente documental de la cual se puede obtener testimonio acerca de las ideas mesiánicas populares del pueblo

judío en los días de Jesús, debe hallarse en los Cuatro Evangelios. La reacción de las masas al ministerio de Jesús, refleja

indudablemente, las concepciones de la Era Mesiánica. Una autorizada exposición de la esperanza mesiánica, basada

principalmente en Muirhead, The Times of Christ, pp. 112-150. 81 Cf. I Enoch 5:56; 6:6; 51:3; 61:8; Salmos de Salomón 17:3; Oráculos Sibilinos 5:114 cf. 3:702-709; Asunción de Moisés

10:3,7. Los Oráculos Sibilinos no ofrecen una completa y consistente opinión, como habría de esperarse, porque están

compuestos como una compilación de fragmentos de varias fechas. Todas las referencias dadas aquí se basan en el texto de

estos escritos como está contenido en Apocrypha and Pseudepigrapha of the Old Testament de Charles.

Page 95: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

95

constituía en objeto legítimo del respeto especial de las naciones que los rodeaban.

Eran representantes de Dios, especialmente escogidos entre las naciones, y

consideraban que debían ser tratados con tal carácter. Pero, por el contrario, eran

despreciados por los gentiles, cruelmente dominados y sometidos a la esclavitud por

conquistadores despóticos, uno tras otro, para ser abofeteados y maltratados en la más

humillante forma. Para el religioso judío devoto, esto solamente podría significar que

Jehová era acremente exasperado por las naciones paganas y las consideraba como sus

particulares desafiantes enemigos. El advenimiento de la Edad mesiánica debía, por la

misma naturaleza del caso, traer la destrucción completa de los incorregibles y la

humilde sumisión de aquellos que se sometiesen y se arrepintiesen.

( 138 )

Aún aquellos que nunca había conocido a Israel, y que consecuentemente no podrían ser

culpables de una provocación consciente de Jehová, deberían, sin embargo, someterse a

la nación escogida (Véase 2º. de Baruch 72:5). Se esperaba que las potencias hostiles

hiciesen un esfuerzo final desesperado y concertado para resistir al poder de Jehová y

sus elegidos, solamente para ser vencidas y destruidas. Israel habría de llegar a ser

victorioso sobre todos sus enemigos, con todas las otras potencias paganas, habría de

volver Diáspora, y la nación reunida y renovada reinará en triunfo y bendición.82

En sus primeros pasos la esperanza mesiánica parecía haber sido puramente

nacional, con escaso interés en el destino final del mundo gentil. El destino de Israel

era considerado como incumbencia sólo de Jehová. Pero a medida que la concepción de

Dios se extendió y se percibió más claramente la unidad de la raza humana, y las

relaciones de Israel con las naciones de la tierra se multiplicaron, esa opinión se hizo

más y más universal.83

La doctrina adquirió también en sus últimas manifestaciones, una aplicación

individual. Muchos de aquellos que pertenecían por la raza de Israel, se habían

mostrado como traidores de los sagrados intereses de la nación. Estos no podrían

esperar tener participación en las glorias de la Edad mesiánica. De aquí que debiese

haber un reinante elegido que participaría en el triunfo final de Jehová y de la justicia.

Con base en las enseñanzas germinales del Nuevo Testamento, influídas por relaciones

que se han observado antes, surgieron con esta concepción individualista, las ideas de la

resurrección y el juicio.

( 139 )

82 Aún Filón participa con sus compatriotas de esta opinión. Algunos eruditos se muestran escépticos acerca de la

aceptación por Filón de la esperanza mesiánica, pero razonablemente no puede negarse en vista de la evidencia de sus

propios escritos, según la encontramos citada por Hausrath, op. cit., Vol. II, pp. 196 sgs. 83 Cf. Schuerer, op. cit., II, ii pp. 130 sgs.

Comentado [um8]: Estas “ideas” no surgieron, sino

siempre fueron la verdad enseñada por Dios.

Page 96: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

96

Alrededor de estas opiniones ondulaba una elaborada escatología, cuyos fundamentos

eran la doctrina oficial judaica en los tiempos del Nuevo Testamento y dieron base a las

doctrinas y esperanzas de la religión cristiana.

Pero no obstante este desarrollo de la aplicación universal e individual de la

esperanza mesiánica, Israel como nación reinó supremo en las anticipaciones del futuro.

Las naciones de la tierra no serían sino recipientes subordinados de las bendiciones de

la nueva edad. La influencia de esta opinión se refleja en los escritos de Pablo (por

ejemplo, Romanos 11:1 sgs.). La concepción básica del Mesías era que sería

representante de Jehová para su pueblo escogido y en interés de ese mismo pueblo.84

3. Otra concepción básica sobre la cual judaísmo como un todo estaba de

acuerdo, era que la Edad Mesiánica traería la sujeción del mundo al gobierno de Jehová

y de su Ungido. Esta esperanza de la supremacía de Israel no debe considerarse como

puramente egoísta. El judío devoto creía que sería infinitamente mejor para los pueblos

de la tierra el estar sujetos al absoluto dominio de Israel, porque esto significaría la

completa soberanía del Dios de Israel. Por supuesto, la pena de la destrucción total, o el

eterno castigo de Gehenna, se aplicaría e un gran número de impenitentes, pero para

aquellos que fuesen preservados, el cambio de condiciones sería graciosa bendición. El

Mesías reinaría en gloria y beneficencia, y la paz y la abundancia prevalecerían en toda

la tierra. Los judíos creían y con razón, que la absoluta soberanía de la voluntad de

Dios produciría el estado más alto posible de felicidad humana. Esto habría de ser el

principal complemento de la Edad Mesiánica. Los deseos carnales de la naturaleza

humana opacarían hasta cierto punto, este

( 140 )

ideal; pero es sorprendente observar cuán poco los deseos carnales influirían en las

esperanzas que los judíos tenían de su Edad de Oro. Se esperaba que fuese una era de

justicia trascendente, cuando la voluntad y la ley de Jehová mantendrían indisputado

dominio, y el Mesías promovería y estimularía los más elevados principios de vida

recta.85

Al comienzo de la Era cristiana ningún otro elemento tuvo mayor lugar en la vida

judía en general, que esta esperanza mesiánica. Es cierto que en este período “ningún

movimiento importante podía tener lugar en el campo de la historia del pueblo y la

religión judíos, sin ser introducido por la idea mesiánica, o estar implicado en ella en

una etapa posterior.”86 Cualquier cosa de la esperanza del futuro se incluyese, estaría

asociada con esa idea mesiánica. Era el centro vital de la religión judaica, y producía un

tipo de experiencia religiosa mucho más espiritual que la que de toda manera podría

haber sido posible en medio del formalismo farisaico. Era la sal conservadora de la

84 I Enoch 48:8,9; II Baruch 72:2-5; Oráculos Sibilinos 3:657, 658; 5:120-133, Asunción de Moisés 10:8-10; Tobías 13:12-

8; 17:7; II Macabeos 2:18; Salmos de Salomón 11. Cf. especialmente I Enoch 56:5; 57:3. 85 Cf. Tobías 13:11; 16:6; Judith 16:17; I Enoch 38:2; 48:4,5; 52:4; 62:6-16; Salmos de Salomón 17:3, 23-26; Rev. 11:15.

86 Baur, Church History in the Frist Three Centuries, p. 39

Comentado [um9]: Pablo no escribió esto por la influencia

de ideas mesiánicas del día, sino por la inspiración de Dios.

Page 97: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

97

vida religiosa judía, e hizo mucho más que cualquiera otra causa histórica en la

preparación del recibimiento de Jesús. Sin embargo, es también cierto que la vida del

judaísmo del primer siglo no contenía estímulo alguno más violento para las

inflamables pasiones de odio racial y de prejuicio religioso, que esta misma esperanza

mesiánica. Llegó a ser la causa de una sería de disturbios, y estaba siempre lista para

explotar con violencia. Uno de los grandes espectáculos de la historia fue la forma en

que Jesús utilizó los mejores elementos de este factor de la vida judía, y aún restringió

sus demostraciones extremas. Críticos poco benévolos han puesto énfasis en este

aspecto excitable de la esperanza mesiánica, para olvidar sus rasgos valiosos, y así

hacerla aparecer como una pasión

( 141 )

reprobable y como una ilusión insensata. Pero mientras francamente se admite la rabia

fanática de los seudomesías autoengañados y sus cómplices zelotes, hay, sin embargo,

otros dos productos de la esperanza mesiánica que compensan con creces, pos sus

demostraciones extremas. Primero, se halla la rica y noble experiencia religiosa que

estaba constantemente asociada a la esperanza mesiánica y dependía de ella en las vidas

de los conscientemente devotos; y, segundo, e infinitamente superior, el ministerio y

acción de aquél que era el verdadero cumplimiento de la esperanza mesiánica, si habría

de admitirse que tal cumplimiento había ocurrido alguna vez, o habría de acontecer en

alguna ocasión.87

( 142 )

87 Una exposición clara, amplia de esperanza mesiánica consideraba desde el punto de vista judaico, puede hallarse en la

Jewish Enciclopedia, Vol. VIII, pp. 505 sgs.

Comentado [um10]: No podemos clasificar como positiva

la experiencia religiosa que estaba asociada a la esperanza

mesiánica si la esperanza estaba mal basada (por ejemplo en

un mesías político). Era simplemente parte de su

incredulidad con respecto a las verdaderas promesas de Dios

con respecto al Mesías. Lo importante no es el fervor

religioso, sino creer la verdad de Dios con respecto a la

salvación.

Page 98: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

98

CAPÍTULO VII

EL ESTADO DE LA SOCIEDAD JUDÍA

Es obviamente imposible distinguir con precisión, este asunto, de los ya tratados,

porque las sectas y las instituciones del judaísmo eran elementos y factores de su

sociedad. Pero nos parece conveniente seleccionarlo para su discusión por separado, y

ofrecer bajo su título, aquellos asuntos que tienen que ver con la conducta común, las

costumbres y tráfico del pueblo como un todo. Esto es, hemos considerado en el

capítulo anterior, al judaísmo en sus carácteres religiosos distintivos; ahora volvemos

nuestra atención hacia los judíos como grupo social, que vivió en Palestina durante el

primer siglo.

LA INFLUENCIA HELENÍSTICA

A pesar de los persistentes esfuerzos de los fariseos y sus simpatizadores, la

levadura del helenismo había realizado su obra en Palestina, y había introducido

muchos elementos de la vida y cultura grecorromanas. Desde el tiempo de Alejandro,

la influencia griega había ido penetrando en el judaísmo, aunque había hallado

considerable resistencia en los progresos del período macabeo. Especialmente se

crearon severas restricciones por el gobierno de Alejandra. Pero la dominación romana

nuevamente abrió la puerta a la invasión del helenismo, de tal modo que sus efectos se

extendían por Palestina en el siglo primero. Herodes era especialmente agresivo en la

promoción de la cultura y prácticas griegas. La lengua griega se utilizaba con variable

extensión por la mayoría del pueblo, aunque la lengua nacional era aún el arameo. El

latín se utilizaba por los funcionarios que tenían relación con el gobierno romano,88

( 143 )

y el primitivo hebreo se empleaba en las escuelas rabínicas y algunas partes de los

servicios de la sinagoga. Los caminos romanos atravesaban el país en muchas

direcciones, y el pueblo cubría impuestos o pagaba derechos para conservarlos en

buenas condiciones. Mucho de la cultura helenística prevalecía entre las clases

elevadas. Herodes abiertamente había procurado rodearse de la cultura griega.89 Se

empleaban nombres griegos aún por los judíos fieles, como puede verse en los nombres

de Felipe y Andrés, entre los apóstoles de Cristo. El devoto judío los conocía solamente

como nombres familiares, y los daba a sus hijos, ignorante de su origen griego; pero

esto solamente manifiesta la penetración de la influencia helenística en la vida judía—

era tan familiar que no eran conscientes de su presencia en muchos casos. Las

diversiones y comodidades griegas se utilizaban libremente. La obra arquitectónica de

88 En la literatura rabínica de este período se hallan transliterados al hebreo, muchos términos latinos correspondientes a los

asuntos civiles y militares. 89 Cf. Schuerer, op. cit., I, i, pp. 442 sgs.

Page 99: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

99

Herodes lleva un sello helenístico inconfundible. Los asuntos económicos se habían

afectado considerablemente por el uso grecorromano. La moneda empleada era

prevalentemente grecorromana. En realidad, no había aspecto de la vida de Palestina en

el primer siglo, que hubiese escapado a los efectos de la influencia helenística. Sus

resultados pueden seguirse en todas las cosas, desde la cultura intelectual, hasta hechos

de la vida, tales como la comida y el vestido.

Muchos gentiles vivían en Palestina en el período del Nuevo Testamento,

especialmente en las ciudades griegas de Decápolis y las que se hallaban a lo largo de la

costa del Mediterráneo. El judaísmo penetraba hacia el mar solamente en dos puntos,

Joppe y Jamnia y aún en estas ciudades había una numerosa población gentil. Como un

todo, la llanura marítima estaba dominada por el helenismo y grandemente

( 144 )

entregada al culto de las deidades griegas y orientales.90 En Galilea y Perea, los

residentes gentiles eran numerosos, y aún Judea misma no se hallaba libre de ellos.

Donde la vida gentil dominaba a una comunidad, la influencia griega mantenía un

dominio supremo. En el lugar de Gerasa, una de las ciudades de Decápolis, se han

descubierto los restos de un arco triunfal, de magníficos baños y templos, de un vasto

teatro con capacidad para 6,000 personas, y de una playa artificial para simulacro de

batallas navales, todos los cuales son de características distintivamente grecorromanas.91

La Judea central era casi totalmente judía y era el centro de influencia de la vida

judaica. Galilea y Perea tenían población judía principalmente, aunque en ambas

regiones había comunidades grecorromanas y la influencia helenística era poderosa.

Los judíos de estas dos secciones de Palestina, debido a la gran supremacía griega y a su

distancia del centro de influencia y vida judías, no eran tan rígidos en sus restricciones

legalistas y en su exclusivismo nacional. En vista de esto puede entenderse más

fácilmente en Galilea y Perea, que en Judea. Los dominios de Herodes Filipo, en la

Palestina Nororiental, estaban habitados tanto por judíos como por gentiles, con

predominio de los últimos. Su principal ciudad, Cesarea de Filipo, había sido centro de

cultura helenística por muchas generaciones, como se da a entender por su nombre

primitivo, Panias, derivado del nombre del dios griego Pan.

Así, el helenismo era un poderoso factor en el mundo en que Jesús y sus

discípulos se movieron. Sin embargo, Palestina presentaba algunas notables diferencias

con el mundo gentil que la rodeaba. A pesar de las invasiones del enemigo, el judaísmo

aún poseía su carácter distintivo en lo esencial de su

( 145 )

90 Schuerer, op. cit., II, i, pp. 11 sgs.

91 Cf. Cobren, New Archeological Discoveries, p. 372.

Page 100: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

100

religión y en lo central de su sociedad. Los fariseos todavía mantenían su rígida

adhesión a la ley y a sus tradiciones, mientras la fe y la esperanza del Israel histórico

vivían aún en el corazón de la gran mayoría de las masas judías. Las mujeres eran

tratadas con mucha mayor consideración que en el mundo romano, y la santidad del

hogar – cosa casi desconocida entre sus contemporáneos paganos – se mantenía en

elevada consideración entre los judíos. Las uniones ilegales y la poligamia eran muy

infrecuentes aunque el divorcio era muy común. El judaísmo palestiniano totalmente

había resultado triunfante en forma notable en su resistencia a las tendencias

desmoralizantes de la vida pagana de su época.

ORGANIZACIÓN CIVIL

Las condiciones y cambios de los asuntos civiles ya se han presentado en nuestra

investigación acerca de la historia del judaísmo. En el siglo I el gobierno estaba en

manos de un procurador o rey vasallo, que administraba como representante de Roma y

del cual se esperaba que utilizase, hasta donde fuera posible, las formas existentes de

administración civil. Estas formas vigentes de gobierno son las que ahora vamos a

considerar.

1. El Gobierno de Palestina en General. Desde muy antiguo, en los tiempos del

Antiguo Testamento, el gobierno de Palestina era especialmente municipal. Esto es, la

administración civil del País se encomendaba a los pueblos y ciudades más grandes La

municipalidad mayor de un distrito, tenía un Consejo de Ancianos que administraba

todos los ramos del gobierno civil, legislativo, judicial o ejecutivo. Esta forma de

supervisión se continuó, en general, durante el período romano. Naturalmente todo el

sistema estaba bajo el dominio general de la Ley romana y de funcionarios romanos,

pero Roma daba a la administración local muy amplia libertad en la dirección de los

negocios civiles. Bajo la vigilancia del

( 146 )

Concejo de ancianos, y sin duda seleccionados de entre ellos mismos, se hallaban los

“jueces”, que presidían los juicios, y “funcionarios” que vigilaban el aspecto ejecutivo

de los asuntos civiles. Aparecen en el Nuevo Testamento frecuentes reflexiones acerca

de estas características del gobierno.

2. El Gobierno de Judea. La organización civil de Judea seguía las mismas

líneas generales halladas en otras partes de Palestina, pero algunos rasgos particulares

eran suficientemente diferentes para garantizar un trato separado. Jerusalem era la

municipalidad dominante, o capital provincial, que funcionaba como el centro general

de dirección, expedía leyes, resolvía algunos casos y recaudaba las contribuciones. Pero

para mayor conveniencia y eficacia de la administración, la Provincia de Judea estaba

Page 101: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

101

dividida en diez distritos o toparquías.92 En una municipalidad prominente de cada

Toparquía, había un Concejo o Sanedrín local, que servía como centro de dirección, y

representaba y actuaba subordinado al Sanedrín de Jerusalem. 3. Municipalidades independientes. Distribuidos por toda Palestina hubo un

considerable número de pueblos, que se denomindaban “ciudades libres”, tales como

Ascalón, Cesarea, Tolemaida, Samaria (Sebaste), Escitópolis. Estas ciudades, con los

distritos rurales que la rodeaban inmediatamente, formaban comunidades municipales

independientes. La mayoría de ellas habían conseguido las más extensas prerrogativas

de gobierno propio, durante los años de decadencia de la dominación siria. Parece que

todas aquellas que se hallaban en la costa, excepto Ascalón y Tolemaida, habían sido

obligadas a someterse al gobierno de Judea por Alejandro Janneo, en el año 63 A.C. En

sus relaciones con estas ciudades libres los

( 147 )

romanos habían seguido su sabia política de adaptar su propio gobierno al ya existente,

o al que prefiriesen los pueblos conquistados. La forma de gobierno en estas

municipalidades independientes y la extensión de sus libertades, variaban en forma

considerable, pero en general puede decirse que estaban extensas en gran parte, aunque

no enteramente, de impuestos imperiales; tenían su propia administración desempeñada

por representantes de los ciudadanos libres de la comunidad municipal, y poseían

privilegios especiales y distinciones concedidas por Roma. Sin embargo, habían de

reconocer la supervisión general del gobernador de la provincia y en algunos casos, el

Jefe del Gobierno provincial señalaba un representante residente en la ciudad libre,

quien tenía la supervisión final de los asuntos. La palabra “libre”, según se aplicaba a

aquellas ciudades, debe tomarse con considerable reserva. Eran, sin embargo,

independientes del sistema de gobierno prevaleciente en Palestina.

VIDA ECONOMICA

Sin embargo de lo intenso y penetrante que pueda ser el interés religioso de un

pueblo, las necesidades materiales y las relaciones de la vida no pueden olvidarse. Este

inevitable aspecto de la existencia tuvo su lugar significativo y distintivo en la sociedad

palestina del primer siglo. Nada es más importante en la apropiada comprensión de los

evangelios, que en entender el fondo económico.93

I. Abandono económico

92 Aquí difieren las Fuentes, pues algunas dan once toparquías pero este número incluye a Jerusalem, que propiamente

debería ser considerada como el centro general, o capital de la provincia. 93 Una excelente discusión acerca de este muy importante aspecto del ambiente del evangelio, puede hallarse en Grant, The

Economic Background of the Gospels (Oxford).

Page 102: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

102

El estado económico de Palestina en el siglo I estaba lejos de ser lo ideal. El

pueblo como un todo, se hallaba en una deplorable situación de privación material.

( 148 )

1. Observamos primero las causas de este abandono económico.

(1). Como uno de sus principales estorbos, el país tenía una excesiva población.

Aún los habitantes judíos permanentes eran más que los que la tierra podía

adecuadamente sostener, y cuando añadimos a éstos los inmigrantes gentiles, los

funcionarios y tropas militares romanos, y los miles de peregrinos que se reunían en

Jerusalem durante las fiestas tres veces cada año, si o más a menudo, es obvio que

existía allí un grave problema económico en el sostenimiento equilibrado entre la

producción y el consumo.

(2). Acentuaba esta dificultad de superpoblación, la aversión de los judíos a

realizar cualquier clase de comercio con los paganos del mundo exterior, o permutar y

cambiar bajo cualesquiera condiciones. Todo israelita tenía su herencia individual en

forma de una porción de “la Tierra”, y se suponía que con esto subsistiría en humilde

gratitud y lealtad a Jehová, que la había dado. Buscar cualquiera otra fuente de sostén

era deshonrar a su divina herencia. Tal concepción de la necesidad ofrecía un grave

impedimento para el progreso económico. La tierra, por lo general, era de fertilidad

solamente ordinaria y las sequías eran muy frecuentes.

(3). Las grandes empresas de construcción realizadas por Herodes, habían dejado

una carga financiera enorme sobre el gobierno civil, lo que necesariamente produjo una

exorbitante imposición. Este problema económico presentó un obstáculo inmediato al

gobierno de Arquelao, y aumentó la oposición a él. Después de que Arquelao fue

depuesto, el pueblo esperaba que el gobierno directo de Roma les daría el muy deseado

alivio de las contribuciones, pero en esto se engañaron, porque con la venida de un

procurador se les exigió pagar derechos a Roma. Y además del impuesto ordinario,

hubo otros varios tributos peajes, tarifas, etc. que les fueron exigidos. Eran demasiadas

las contribuciones civiles; sin embargo, había más sobre todas ellas, las demandadas de

derechos

( 149 )

religiosos, las enormes contribuciones exigidas por la ley para la administración del

templo y el sostén de sus complicados servicios. Y aún ha de añadirse la contribución

necesaria para sostener la sinagoga local. Esta asombrosa acumulación de impuestos

hacía intolerable la carga de las contribuciones y planteaba un problema intensamente

agudo.

2. Observamos en seguida los efectos del abandono económico en la Palestina

del Siglo I. A la luz tales condiciones podemos fácilmente contemplar el estado de

desastre económico. Pobreza hasta el punto de que la privación y el hambre prevalecían

Page 103: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

103

en toda Palestina y para una gran multitud, la vida no era sino un problema de existencia

física. En consecuencia, el descontento y la inquietud crecían rápidamente.

Los sucesivos brotes de robo e insurrección que caracterizan a este período

fueron, en gran medida, resultado de esta tensión en los asuntos económicos. Estas

condiciones también cuentan en la facilidad con que las multitudes de Jerusalem podían

ser llevadas a la furia incontenible y a la violencia tumultuosa, como cuando

procuraban, sin dilación, apedrear a Jesús (Juan 8:59; 10:31), o se amotinaron pidiendo

a Pilato la ejecución de Jesús (Mateo 27:20) o echaron mano de Pablo cuando fue

acusado falsamente de llevar gentiles al santuario del templo (Hechos 21:27 y

siguientes). En realidad, la situación general de inquietud y agitación que prevalecía en

todo el judaísmo en Palestina en el siglo I y que culminó en la rebelión del año 66 D.C.,

probablemente se debió mucho más al abandono material que lo que se ha reconocido.

La dificultad para obtener medios de vida llevó a muchos a la desesperación.

Muchas mujeres acudieron al papel de la Magdalena por escapar de la necesidad física.

En atención a este estado económico, uno no se maravilla de la actitud misericordiosa

de nuestro Señor hacia tales infortunadas (Lucas 7:36 y siguientes; Juan 8:1 y

siguientes. Los hombres

( 150 )

abandonaban el respeto de sus vecinos y desafiaban la execración de la ley rabínica al

colectar los tributos para los odiosos romanos; o, pero aún, acudían al hurto y al pillaje,

de modo que aún a lo largo del muy frecuentado camino de Jerusalem a Jericó, uno

podía caer entre los ladrones (Lucas 10:20).

Es notable cómo Jesús evitó que estas tirantes condiciones económicas afectasen

en forma apreciable a determinadas manifestaciones de su ministerio. Deliberadamente

declinó acceder a las demandas mesiánicas populares, que indudablemente eran

instigadas en grado considerable por aquellos problemas. Se esperaba definidamente

del Mesías, cuando viniese, que “a los hambrientos los llena de bienes” (Lucas 1:53).

Pero Jesús se dirigió principalmente a la necesidad espiritual más que a la física.

Alimentó a los corazones hambrientos mejor que a los estómagos hambrientos. Su

evangelio en ninguna forma era un evangelio económico; ni puede caracterizarse, en

general, como un evangelio social; primaria y esencialmente, el evangelio que Jesús

proclamó era un evangelio ético y religioso.94 Sin embargo, sería un grave error

suponer que las condiciones económicas no tuvieron relación alguna con la vida y

enseñanzas de Jesús. Estuvo en medio de estas condiciones cada día de su vida, y el

pueblo a quien él servía, era víctima de este desastroso estado de cosas;

consecuentemente mucho de lo que dijo e hizo no pude entenderse apropiadamente, sin

plena consideración de estos hechos económicos.95 A la luz de esta situación podemos

sentir más fuertemente el tierno tono de simpatía de aquel compasivo llamamiento:

94 Puede encontrarse abundante apoyo para esta posición en Scout, The Ethical Teaching of Jesus.

95 Esta cuestión, excelente tratada puede hallarse en G. A. Smith, Jerusalem, Vol. I, pp. 275-376.

Page 104: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

104

“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar”

(Mateo 11:28).

( 151 )

II. Ocupaciones Económicas

Los palestinos del siglo I continuaban muy generalmente en sus ocupaciones de

los viejos tiempos, la agricultura, el cultivo de la vid, la cría de ovejas y la pesca. Esto

parecería indicar que la mayoría de la población era rural. Pero diversas autoridades

difieren en este punto. Josefo presenta sin discusión como urbana, a la masa de la

población, pero se hallan muchas evidencias que parecen probar que se está equivocado.

Puede considerarse como muy cierto que la gran mayoría era rural en sus intereses, pero

que muchos de los que obtenían del campo su manutención, tenían sus casas en las

villas o pueblos. Esto podría imaginariamente inclinar la balanza en favor de la

población urbana, y, hasta cierto punto, haber justificado la situación como se presenta

por Josefo. De todos modos, la mayoría del pueblo obtenía su sustento de pequeñas

extensiones de tierra que poseían y cultivaban por sí mismos. Había poca necesidad de

trabajo asalariado, aunque podía obtenerse fácilmente, por lo general a razón de un denario romano (como veinte centavos de dólar) por día. También se utilizaba el

trabajo de esclavos, pero generalmente por quienes tenían grandes posesiones. Los

esclavos eran mucho mejor tratados por los judíos que por los romanos. Estaban

colocados bajo la vigilancia de un “administrador de la casa” (en griego, oikónomos),

comúnmente llamado mayordomo. Los productos de su trabajo podían venderse muy

baratos, lo que producía una desfavorable competencia para el pequeño agricultor.

Hemos observado con anterioridad que el progreso comercial en Palestina se veía

seriamente retardado por la tradicional maldición sobre el tráfico y el cambio y la usura,

que aún se mantenía por los más devotos y fieles judíos. Los rabíes habían elaborado

leyes para regular el comercio, que eran extremadamente rígidas y meticulosas. Pero el

desarrollo de los pueblos y las ciudades hizo inevitable el crecimiento

( 152 )

de las empresas comerciales. Hubo, por necesidad, que importar algunas mercancías,

pero las importaciones se limitaron en su mayoría a los aristócratas liberales y a los

extranjeros, porque el ideal del judío era vivir estrictamente de los productos de su

propia tierra. las importaciones se reducían a productos de madera y de metal, y

artículos de lujo para quienes vivían holgadamente. Para artículos manufacturados y de

lujo, los residentes de Palestina dependían casi totalmente de las importaciones, porque

muy pocos de esa clase de objetos se producían por los judíos. En esta clase de

importaciones hubo ciento diez y ocho artículos, según Edersheim. El comercio de

exportación era mucho más extenso, pero consistía, casi en su totalidad, en productos

Comentado [um11]: Note. Jesús no dijo esto pensando en

la situación económica, sino en la situación espiritual

Page 105: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

105

naturales. El pescado se embarcaba para Antioquia, Alejandría y Roma. También se

exportaban aceite, lana, trigo, bálsamo, miel, e higos.

Entre los judíos, la vida profesional era limitada. La única profesión

ampliamente extendida era la de rabí, si ésta puede llamarse profesión, porque la

mayoría de los rabíes seguían alguna industria u ocupación secular para su

sostenimiento, mientras dedicaban todo el tiempo posible al estudio y enseñanza de la

ley. Las profesiones de derecho y medicina, que eran muy ejercidas en el mundo

grecorromano, tenían reducido lugar en la vida de los judíos de Palestina. Tenían en

gran estima el trabajo manual, y se esperaba que todo niño judío aprendiese alguna

industria. La tradición rabínica declaraba que “cualquier que no enseña a su hijo un

oficio es como si llevase a ser ladrón”.

EL HOGAR Y LA EDUCACIÓN

I. Condiciones de Vida

Ya hemos visto que en verdad, una gran parte de la población de Palestina vivía

en pueblos y villas. Los pueblos se distinguían de las villas porque estaban

( 153 )

amurallados, y en la mayoría de los casos, tenían una sinagoga.96 Donde el camino se

acercaba al pueblo, la muralla se abría en una puerta que podía cerrarse y asegurarse

con rejas y cerrojos. Inmediatamente después de la puerta había generalmente, una gran

plaza abierta, donde el pueblo se congregaba para los negocios y relaciones sociales.

Como Jesús iba en sus viajes de enseñanza a través de pueblos y villas de Galilea, es

probable que frecuentemente se dirigiese al pueblo reunido en aquellas plazas abiertas.

Las casas del pueblo eran bajas y de terrado, edificadas de material hecho de lodo

y paja y cocido al sol, mientras las casas de los ricos eran más altas, frecuentemente

compuestas de dos o tres pisos y edificadas con ladrillos o piedra. Las ventanas se

hacían de rejas de madera o de hierro forjado y se abrían generalmente hacia la calle o

hacia el camino. Las puertas pendían de bisagras de madera y se aseguraban por medio

de cerrojos de madera sin labrar y llaves. Frecuentemente se construía, en el techo de la

casa, una alcoba para los huéspedes, llamada el “aposento alto”. En las comunidades

urbanas, donde las casas estaban unidas entre sí, los techos usualmente se conectaban.

Con frecuencia había un patio exterior y uno interior, y las habitaciones se abrían hacia

el patio interior.

Las provisiones sanitarias y de policía eran de un orden notablemente elevado.

La salubridad se imponía por medio de rígidas leyes. Cualquier cosa que viciase o

contaminase la atmósfera se exigía que fuese removida rápidamente.

96 También se hace distinción por algunos eruditos entre villas y “tierras comunales”, o aldeas. Cf. Edersheim: op. cit., p.

87.

Page 106: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

106

II. La Fundación del Hogar

Las costumbres relativas al matrimonio entre los judíos se fijaban clara y

estrictamente. Los esponsales eran asunto mucho más sagrado que el simple

( 154 )

“compromiso” con que estamos familiarizados en los tiempos modernos. Se llevaba a

cabo por medio de solemnes ceremonias, y sólo podía romperse por medio del divorcio.

“Desde el momento de sus esponsales, una mujer era tratada como si realmente

estuviese casada”.97 El marido escogía a la esposa, pero se esperaba que obtuviese el

consentimiento de la mujer, así como el de los padres. Igualmente se suponía que la

novia estaría provista de dote. Se hacían preparativos muy elaborados para las

ceremonias nupciales. Se ofrecían regalos a la prometida por parte del novio y sus

amigos. Cuando llegaba el tiempo de la boda, el novio iba a casa de la desposada y la

conducía a su propio hogar donde se celebraban las ceremonias. Si lo deseaba la

familia de la novia, podía haber festejos prenupciales en la casa de ella. En Judea el

novio debería acompañarse de los padrinos cuando iba por la novia; en Galilea no se

necesitaban padrinos. Solemnizaban la unión una breve ceremonia y una bendición,

después de las cuales se celebraban las fiestas de la boda. La “fiesta matrimonial”

parece haber sido lo más importante del acto. El divorcio era permitido y era lo único

que obscurecía la vida doméstica del siglo I.

III. El Círculo de la Familia

Es en su vida de familia donde los judíos brillan con mayor resplandor, en

contraste con el mundo gentil que los rodeaba. La mayoría de los hogares se

caracterizaban por la observancia religiosa sistemática, como la guarda del Sabath,

oraciones, abluciones ceremoniales y el rito de la circuncisión. La acción de gracias en

cada comida se consideraba como costumbre universal. Las relaciones entre los padres

y los hijos eran excelentes. Los padres trataban a los hijos con gran consideración, y

éstos les correspondían con honra y bondad. Una caracteríastica

( 155 )

prominente de la vida judía era la profunda reverencia para los ancianos, fuesen sus

padres o extraños.

Un aspecto importante de la vida familiar de Palestina era la comida. Aquí la

comunión de la familia hallaba su mayor expresión. El comer de un alimento poseía

para los judíos un alto grado de santidad religiosa, e incluía elementos religiosos en

97 Edersheim, In the Days of Christ, p. 148.

Page 107: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

107

forma de dos bendiciones, una por la comida y otra por la bebida. En los banquetes

formales se reclinaban, pero en las comidas informales se sentaban a la mesa. El

alimento consistía de varias cosas tales como carnero, ternera, pescado, pan blanco,

legumbres y frutas. Como bebida se usaba vino diluido. Las restricciones señaladas en

la ley con respecto a los alimentos eran observadas muy cuidadosamente.

El advenimiento de los hijos a un hogar judío era considerado como una gran

bendición. Especialmente era cierto esto, de los hijos varones. Había mucha diferencia

entre la bienvenida a un varoncito y la demostrada al nacimiento de una niña. Cuando

nacía un varón había gran regocijo. Los vecinos se reunían para felicitar a los padres y

se llamaba a los músicos para celebrar el acontecimiento. Pero si el recién nacido era

niña, su llegada causaba un silencio producido por el disgusto y la desazón. Por el

Talmud sabemos que “el nacimiento de un niño varón produce gozo universal – pero el

nacimiento de una niña ocasiona tristeza universal” (Niddah 31b). El advenimiento de

un niño varón significaba sostén adicional y protección para el hogar y para los padres

en su ancianidad; añadía fortaleza a la nación en su lucha por la independencia; y, sobre

todo, la posibilidad de que el padre y la madre pudiesen tener el sin igual honor de ser

padres del Mesías. Por supuesto, esta última esperanza dependía de la concepción

mesiánica que prevaleciese en ese hogar. Cuando el verdadero Mesías nació no hubo

amigos ni vecinos que reuniesen y regocijasen con los padres, pero lo que los hombres

no hicieron

( 156 )

lo proporcionaron los coros angelicales y los aldeanos.

Al octavo día, el varoncito recibía la circuncisión como signo del pacto. Esta

operación se ejecutaba con gran solemnidad, porque era considerada como “igual a

todos los mandamientos señalados en la ley” (Nedarim 32 a). Se daba nombre al niño,

en la circuncisión; a la niña en cualquier tiempo dentro del primer mes. El dar nombre a

los hijos era muy importante, porque se consideraba una predicción, si acaso realmente

no influía en el carácter y los propósitos para los cuales se le destinaba.98

Las familias no llevaban apellido alguno, de modo que cuando era necesario

distinguir a un individuo de otro que llevaba el mismo nombre, se empleaba el nombre

del padre, con la palabra aramea “bar” (hijo de) como prefijo. Así, Simón bar – Jonás

significa Simón hijo de Jonás. Algunas veces su filiación social o religiosa le

proporcionaba un nombre distintivo, como “Simón Zelote”; o bien, su ocupación, como

“Simón el curtidor”; o el lugar de su residencia como “Judas Iscariote”, que significa

Judas el hombre de Kerioth.

La ley do los primogénitos en el código mosaico exigía que los padres pagasen

por el primogénito varón, una cuota de redención de cinco shekels (como $3.75 de

dólar), pago que se hacía en una simple pero solemne ceremonia, bajo la dirección de un

sacerdote y si era conveniente, en el templo. Cuarenta días después del nacimiento de

98 Cf. Keith, Social Life of a Jew, pp. 5 sgs.

Page 108: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

108

un varón u ochenta días después del nacimiento de una niña, la madre debería

presentarse personalmente en el templo para hacer sus ofrendas de purificación

ceremonial, que consistían en un pichón, una paloma, y un cordero de un año. Si sus

medios eran muy escasos para ofrecer el cordero, podía presentar en su lugar “la

ofrenda de los pobres”, que eran dos palomas o

( 157 )

dos pichones. Este fue la ofrenda de la madre de nuestro Señor (Lucas 2:22, 23)99

IV. La Educación

Se daba gran importancia a la educación de los niños. Josefo declara con orgullo, “Tenemos la mayor de todas las preocupaciones con la instrucción de los niños” (Apion

1:12). Filón da testimonio del mismo hecho, diciendo que su pueblo “Desde sus

pañales, o aún antes de que les fuesen enseñadas las leyes sagradas o las costumbres no

escritas, eran preparados por sus padres, maestros, y educadores para reconocer a Dios

como Padre y como Hacedor del mundo” (Legat. ad Cajum, Sec. 16). Sin embargo, la

instrucción se dedicaba principalmente a los muchachos, dándose menor atención a la

educación de las niñas. La enseñanza se comenzaba en el hogar por los padres, y se

continuaba en la sinagoga por los escribas. A los cinco años de edad100 se comenzaba a

enseñar a los niños la Biblia hebrea, empezando, no con el Génesis, como normalmente

podría esperarse, sino con Levítico, a causa de la importancia de este libro al estudio de

la Ley. Al terminar Levítico, el niño estudiaba el resto del Pentateuco; luego, a los 10

años, podía avanzar en el Mishnah; y finalemente, si deseaba un aprendizaje todavía

más avanzado, estudiaba el Talmud. Cuando se quería preparar a un joven judío como rabí, se le enviaba a una academia rabínica (beth-ha-midrash), varias de las cuales se

hallaban repartidas por Palestina. En Jerusalem había escuelas para la preparación final

de rabí.

( 158 )

Así vemos que la vida doméstica en Palestina, era limpia, enérgica, cultivada y

religiosa. Este cuadro ofrece un decidido contraste con el que hemos de observar,

posteriormente, en el mundo grecorromano. Y estas placenteras condiciones del hogar,

tendían a compensar los efectos del desastre económico.

DISTINCIONES SOCIALES

99 Cf. Keith, op. cit., pp. 16 sgs.

100 “Hablanod en general, esta temprana instrucción se consideraba segura solamente en el caso de niños muy saludables y

fuertes; mientras los de constitución medio no se aplicaban a un trabajo regular sino hasta los seis años de edad”

(Edersheim: op. cit., p. 105.)

Page 109: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

109

En la Palestina del siglo I, las distinciones sociales eran muy rígidas. Había cinco

clases muy claramente marcadas. (1) Había una aristocracia formada por el grupo

sacerdotal, con los saduceos y sus simpatizadores. Esta clase incluía también a la

realeza y alos funcionarios civiles elevados. (2) Los fariseos y sus seguidores

integraban una casta religiosa, conspicua por su arrogancia y exclusivismo. (3) El

principal componente de la sociedad palestina era una gran clase media, las masas de

campesinos judíos respetaban a los fariseos y sus opiniones, pero no demostraban muy

ansiosos de cumplir todas sus minuciosas exigencias. Esta gente común, honesta y

devota, aunque no cumplía con exactitud farisaica, estaba intensamente interesada en la

religión de Jehová y su soberanía entre el pueblo, y especialmente, en la venida del

Mesías. Fue esta gran clase de religiosos prácticos, la que proveyó la tierra para la

semilla del cristianismo. Estaban representados por personajes como Simeón y Ana, los

padres de Jesús, y la mayor parte de las multitudes que seguían a Nuestro Señor en su

ministerio. La cuarta y quinta clases constituían los estratos inferiores de la sociedad

judía. Eran (4) los “publicanos”—mercenarios del gobierno romano, y “pecadores”

aquellos que en la abyecta desesperanza de su pobreza y opresión, cuidaban poco de las

tradiciones de Israel y menos de las restricciones del saber rabínico; pero un poco más

debajo de esta última clase se hallaba la de (5) los esclavos.

Entre las dos primeras clases que comprendían a los saduceos y los fariseos, y las

tres últimas, que

( 159 )

incluían al común del pueblo, a los publicanos y “pecadores”, y los esclavos, todos los

cules eran llamados por los fariseos “el pueblo de la tierra” (am-ha-aretz), había muy

profunda diferencia, de tal modo que muchos estudiosos son llevados a dividir a la

sociedad judía solamente en dos clases. Creemos que es más seguro, sin embargo,

distinguir las cinco que se han dado aquí. Resumiendo, pues, la sociedad palestina

estaba dividida en una esfera superior compuesta de dos clases, los saduceos aristócratas

y los fariseos eclesiásticos con sus seguidores; y una esfera inferior formada por tres

clases, el común del pueblo, los publicanos y “pecadores”, y los esclavos. Hubo otros

grupos aislados, como los soldados romanos, los comerciantes y explotadores gentiles,

los funcionarios romanos, etcétera, que difícilmente podrían considerarse como clases

sociales, pero que eran más bien distintos círculos de la vida exterior de la sociedad

palestina.

RITOS FUNERARIOS

La muerte, entre los judíos, era un asunto de trágica importancia, y su

consecuente aflicción se aliviaba con escaso consuelo, porque las creencias acerca de la

vida más allá de la tumba, eran vagas y ninguna suficientemente cierta. Ninguno daba a

los dolientes mensaje alguno definido y positivo de consuelo, tal como la confortante

esperanza de la fe cristiana. Había manifestaciones formales de la pena, exigidos por la

Page 110: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

110

costumbre común, tales como desgarrar la túnica, abstenerse de tomar comida, etc. Se

empleaban lamentadores mercenarios, los que generalmente eran mujeres, aunque

algunas veces los hombres también servían con tal carácter. Alguna persona

competente para hacerlo, era invitada para pronunciar una oración fúnebre, que podía

tener lugar en la casa, en camino al entierro, o frente a la tumba. El cuerpo que había

sido cuidadosamente lavado, ungido y envuelto en lienzos mortuorios, era

( 160 )

llevado al lugar del entierro en un ataúd abierto, cargado por amigos que se relevaban

de tiempo en tiempo, a medida que avanzaban. En los intervalos, cuando se hacía el

cambio de los amigos que lo transportaban, había grandes demostraciones de aflicción.

En la procesión, el orador del funeral caminaba al frente, y, en Galilea, el ataúd era

precedido por las plañideras alquiladas, mientras en Judea, lo seguían. Detrás del

féretro y de las plañideras iban la familia y los amigos. El cuerpo se dejaba descansar

en un cementerio, o, si las posibilidades lo permitían, en un sepulcro privado, cavado en

la roca.

( 161 )

Page 111: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

111

PARTE II

EL HELENISMO

CAPÍTULO VIII

EL GOBIERNO ROMANO

Hemos seguido en los capítulos precedentes el desenvolvimiento de Israel en la

situación significativa y estratégica que provee el origen histórico de la redención

humana. Pero Israel no servía solo en esta sagrada empresa. En inconsciente—por no

decir, desagradable—cooperación con él, los griegos y los romanos trabajaban hacia la

consecución del mismo gran resultado. “La corriente de preparación del cristianismo

fluye constantemente a través de las edades en tres principales cursos—el griego, que

lleva siempre sobre su brillante superficie la única carga, el carácter humano del

hombre; el judíos, que gradualmente llega a ser más claro, hasta que refleja la

naturaleza del único verdadero Dios, luego se pierde en medio de las rocas del

formalismo; pronto rompe las orillas de su patria e inunda con fertilizante influencia

muchas tierras lejanas. El romano, que sumerge un mundo en su majestuosa corriente,

y luego se agota en los interminables remolinos producidos por la confluencia de

innumerable tributarios.”101

Roma traía el mundo a un estado de paz y orden, y proveía facilidades de

comunicación, que harían posible el libre avance del mensaje de redención. Grecia que

había dominado y amalgamado a los mejores elementos del oriente, preparaba un

pensamiento que podría penetrar e interpretar las profundas verdades de la religión

cristiana, espíritu que proporcionaría suelo susceptible y fértil donde pudiese ser

sembrada la semilla de la propaganda evangélica, y un alengua que podría expresar el

mensaje de

( 162 )

redención con una belleza y precisión que no había sido igualada en parte alguna en el

lenguaje humano. Fácilmente puede comprenderse que estas manifestaciones históricas

son de vital interés en la interpretación del Nuevo Testamento. Roma ocupa el primer

plano como poder dominante de la época, y de aquí que exija la consideración inicial.

EL SURGIMIENTO DE ROMA

En los albores del siglo V A.C., mientras Grecia se sobrecogía de temor frente a

la amenaza constante de la agresión persa y hacía todos los preparativos posibles para

una resistencia eficaz, había surgido a la vida, en las playas occidentales de Italia, una

potencia política que estaba destinada a despojar para sierre, a la orgullosa raza

101 Wenley, Preparation for Christianity, p. 160.

Page 112: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

112

helénica, de su sin par prestigio como director político del mundo mediterráneo. Esta

nuevo potencia era la recién nacida República Romana. Cansada del intolerable

despotismo de los reyes, probablemente de una dinastía extranjera,102 había arrojado el

yugo de la monarquía, la democracia. ¿Deberíamos llamarla democracia? Durante la

mayor parte del período de la República, el gobierno en realidad fue una oligarquía. Al

principio, el gobierno fue aristocrático y se confinó a la clase rica o patricia, pero

después de una serie de disturbios internos, el pueblo común o plebeyos, consiguió

participar en el gobierno de la República.

Después de haber rechazado con éxito las invasiones bárbaras del norte, y

sometido a sus vecinos en la península itálica, a principios del siglo III A.C., los

romanos se habían constituido en una potencia nacional de primera magnitud. Tal

posición fue tan verdadera que le despertó enemigos mortales. El primero que apareció

fue el imperio Cartaginés, que tenía extensas posesiones territoriales en el norte

( 163 )

de Africa y el suroeste de Europa, una gran flota y un bien preparado ejército.

Especialmente desagradable para Roma era el dominio que tenía Cartago en Sicilia.

Esta, con la ocupación cartaginesa de España, fue el principal motivo de la lucha entre

las dos potencias.

Cartago halló en la persona de Anibal su campeón y caudillo invencible. Contra

este poderosos enemigo Roma arrojó todo el peso de su renombrado patriotismo, valor

y organización militar. Después de una seria de luchas, conocidas como Primera,

Segunda y Tercera Guerras Púnicas, Cartago sucumbió y dejó a la República Romana,

en 146 A. de C., como potencia dominante del Occidente.

Después de esto, durante más de medio siglo, poco se avanzó. La obra de adaptar

la administración a las posesiones territoriales ampliamente extendidas, produjo

dificultades inevitables, y la lucha interior, y agudizó la contenida entre caudillos

rivales; y las invasiones del exterior amenazaban la seguridad de la República. Poco

menos de un siglo antes de la Era cristiana apareció el siguiente gran movimiento de

avance. Con anterioridad, 100 años antes, los romanos habían sometido a Macedonia y

habían realizado victoriosas campañas contra Siria. Pero no se obtuvo posición

permanente en Asia sino hasta 63 A. de C., cuando el infatigable Pompeyo condujo a

las victoriosas legiones de la República a través de Asia Menor, Siria, Palestina, Egipto,

estableciendo el dominio romano totalmente y sin disputa, en el Oriente. Por la singular

empresa militar y el valor de Julio César, y el tacto y habilidad organizadora de Augusto

César, la República Romana, en los últimos 50 años A. de C., se convirtió en el Imperio

Romano.

Como resultado de estas diversas conquistas, el Imperio Romano abarcó

prácticamente todo le mundo mediterráneo. Sus límites orientales extremos estaban

102 Fowler, Rome p. 23.

Page 113: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

113

constituidos por el Río Eufrates, y hacia el oriente se extendía hasta el Océano

Atlántico. Sus

( 164 )

dominios llegaban por el Norte hasta el Danubio y los límites meridionales de Escocia,

y hacia el Sur, hasta el desierto de Sahara. Solamente el Océano Atlántico al occidente

y las áridas extensiones del gran desierto, al Sur, habían logrado detener el victorioso

avance de las legiones romanas. Los partos al oriente y las tribus germánicas al norte,

nunca fueron dominados, pero indudablemente, más porque la vida romana se hartó de

conquistas, que por el carácter invencible de estas naciones limítrofes.

Así el mundo mediterráneo se puso bajo el dominio de un solo gobierno.

Después de una sucesión de luchas sangrientas entre facciones rivales y sus caudillos en

Roma, este vasto imperio cayó bajo el cetro de un solo hombre, Augusto César

(Octavio), quien logró una eficiente organización y el establecimiento de una era de paz

y seguridad, que ha sido la maravilla de todas las generaciones subsecuentes. Con él le

imperio romano hizo su advenimiento y alcanzó su cenit.

LA ADMINISTRACIÓN ROMANA

Sería difícil exagerar la importancia del gobierno romano en la preparación del

mundo ara la expansión del mensaje cristiano. Terminó en el oriente la culminación de

un proceso que había estado en desarrollo durante más de dos siglos. Este proceso fue

comenzado por Alejandro el Grande. Después de que el conquistador macedonio hubo

sojuzgado y unificado a las dispersas y celosas facciones de los estados griegos, penetró

al Asia Menor en el año 334 A.C. y comenzó una campaña que consumó una de las

manifestaciones históricas más grandes de todos los tiempos—la penetración de la

cultura griega en a vida oriental. Desde entonces, griegos y orientales avanzaron de la

mano para conquistar espiritual e intelectualmente al mundo. Pero muy al principio de

su avance, la civilización grecooriental se enfrentó a un serio obstáculo, que ciertamente

hubiera sido fatal de no haberla salvado una manifestación

( 165 )

histórica paralela. El desmembramiento del imperio de Alejandro después de su

prematura muerte, y el caos político que lo siguió, dividieron al nuevo mundo

grecooriental en varias facciones combatientes y se produjo la gradual desintegración de

esa estructura del dominio helenístico, que el maravilloso genio de Alejandro había

establecido tan extensamente en tan breve tiempo. Pero ya hemos visto cómo Roma

avanzó desde el occidente, primero a Macedonia y después hacia las comarcas

asiáticas, uniendo los dispersos y deteriorados fragmentos de imperio Griego con una

organización coherente. Así Roa salvó al decadente helenismo y éste correspondió

dando a Roma los maravillosos poderes de su superior influencia cultural y religiosa.

Page 114: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

114

“Grecia cautiva sojuzgó a su captor.”103 Los romanos pronto adoptaron la educación, la

filosofía, el arte y la religión de Grecia. Extendiendo los efectos estabilizadores y

organizadores de su administración imperial sobre le mundo helenístico, el Imperio

recobró los decadentes efectos de la civilización griega y le abrió el camino para su

renovado progreso.

Así, los romanos, los griegos y los orientales, se encontraron en el mundo que

había de proporcionar su oportunidad única para el entendimiento de la religión

cristiana. En nuestro capítulo introductoria hemos presentado un resumen de sus

contribuciones distintas y las griegas y orientales serán presentadas más detalladamente

en una exposición posterior. Consideramos aquí la aportación de los romanos: un

mundo organizado. El gobierno que había producido este mundo organizado era el más

justo y mejor adaptado que la antigüedad había producido.

I. El Gobierno Central

El gobierno romano en el siglo I, era nominalmente republicano, pero en realidad

era una monarquía

( 166 )

absoluta. Se consideraba al emperador como el funcionario público más elevado, el

princeps, o supremo magistrado, sujeto a la voluntad de pueblo expresada por el

Senado.104 Pero, en realidad, su autoridad era prácticamente absoluta.

Los poderes gubernamentales eran el Senado y el emperador. El Senado estaba

formado por varios cientos de jefes nacionales, que se habían elevado a esa posición, no

por el voto popular, sino en virtud de cierta suma de riqueza e influencia, y por haber

alcanzado algún puesto elevado para el cual habían sido electos, bien por una asamblea

popular o por el senado mismo.105 Sus prerrogativas los suponían constituir una

limitación a las facultades del emperador, pero realmente estaban sujetos a su agrado.

La función principal del emperador era la dirección del ejército,106 que mantenía

absolutamente bajo su poder y esto le daba dominio sobre todas las cosas relacionadas

con Roma o sus provincias. El Emperador también podía elevar a alguno al “orden” de

la clase necesaria para ocupar un lugar en el Senado, y entonces conseguirle un puesto

público, al cesar del cual lograba su ingreso al Senado. También se hallaba entre las

facultades del emperador remover a un senador si en su opinión este último no cumplía

adecuadamente sus deberes, o había comprometido o perdido su calidad. De aquí que el

103 Myers, History of Rome, p. 85. 104 El avivamiento de esta teoría durante el Renacimiento, llevó a la moderna opinión de que los gobiernos derivan sus

verdaderos poderes del consentimiento de los gobernados.

105 El Senado surgió como un consejo de ancianos que funcionaba como gabinete consultivo del Rey. De auí que su

historia se remonte a los días de la monarquía. Cf. Fowler, op. cit., p. 69.

106 Su título militar fue imperator, de donde procede la palabra “emperador”.

Page 115: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

115

emperador tuviese poderes casi ilimitados sobre los miembros del Senado. Además, los

decretos del Senado estaban sujetos al veto del emperador. Es difícil entender cómo

estos hechos hicieron del Senado sólo algo

( 167 )

más que un adorno, mientras el emperador era el verdadero jefe de la nación. Los

puestos de cónsul y tribuno, que eran los oficios supremos del Estado en tiempos de la

República, eran ahora poco más que vacuos premios de honor que habrían de ser

concedidos por el Emperador a sus favoritos. El gobierno romano del siglo I era una

monarquía absoluta en todo, excepto el nombre.

II. El Gobierno de las Provincias

Nunca hubo conquistadores más crueles en sus métodos de conquista ni más

rígidos en sus demandas de sumisión, sin embargo, raramente ha habido más generosos

y sabios en su administración que los romanos. A un país sometido se le permitía

conservar sus propias leyes y costumbres, y aún, algunas veces, sus propios

gobernantes, hasta donde éstos estuviesen de acuerdo con el dominio de Roma. Se

oponían sobre todos los pueblos conquistados unas pocas leyes fundamentales,

necesarias para la vigilancia del Imperio y para el bienestar del territorio dominado,

pero se conservaba la maquinaria original del gobierno hasta donde estaba en armonía

con dichas leyes.

Las provincias habían llegado a ser posesiones de Roma, de diversas maneras.

En los días de la República algunas se habían unido mediante alianzas voluntarias.

Otras habían sido anexadas pacíficamente de tiempo en tiempo. Pero la gran mayoría

de los estados dependientes habían sido conquistados por las invencibles legiones

romanas, y anexados pro la fuerza militar.

Pocas de las provincias eran gobernadas por reyes vasallos, que aceptaban la

suprema autoridad de Roma y pagaban el tributo estipulado, como era le caso de

Herodes del Nuevo Testamento. En la mayoría de los casos el regente era un

gobernador, señalado por la autoridad romana, o por el Senado, o por el emperador,

según el estado de la provincia. El deber

( 168 )

del gobernador era mantener a la provincia bajo el dominio de Roma, recaudar los

impuestos y administrar justicia, donde correspondía a la ley romana. Los violadores de

la legislación local eran juzgados por tribunales del país. En caso de que el acusado

fuese un ciudadano romano, podía apelar al tribunal imperial de Roma. Por esta ley

Pedro pudo apelar a César. Había dos clases de provincias: las senatoriales, eran aquellas cuyos

gobernadores eran designados por el Senado, sujetos a la aprobación del emperador,

Page 116: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

116

tales como Acaya, Macedonia, Asia, Chipre y Creta. Sus gobernadores eran llamados

“procónsules”. Las provincias imperiales estaban bajo la vigilancia directa del

emperador, y sus gobernadores eran sus representantes. En las provincias imperiales

más grandes o más importantes, el gobernador era alguno que había sido miembro del

Senado y se le conocía como “propretor”, mientras las más pequeñas eran gobernadas

por “procuradores” de la clase de los caballeros. A la última clase pertenecía la

provincia de Judea; de aquí que Pilato fuese un procurador. En le habla popular el título

“gobernador” se aplicaba libremente a cualquier administrador provincial. Entre las

provincias imperiales del siglo I se contaban Panfilia, Galacia, Cilicia y Siria. Judea era

una provincia procuratorial bajo la vigilancia de la administración de Siria. El

gobernador de una provincia tenía un concejo como gabinete consultivo, formado por

antiguos magistradotes del dominio y ciudadanos influyentes.

Dentro de las provincias había frecuentemente grupos de ciudadanos romanos,

con frecuencia de soldados veteranos, que se conocían como “colonias”. Estaban

establecidas usualmente en el lugar de alguna ciudad ya existente. A tales grupos

pertenecía no solamente la ciudad, sino una pequeña extensión de los campos de

alrededor. En su gobierno esas colonias eran prácticamente duplicadas de la Roma

Imperial—eran “pequeñas Romas”. Entre las colonias

( 169 )

romanas del siglo I, son familiares al estudiante del Nuevo Testamento: Cesarea, Listra,

Antioquia de Pisidia, Troas, Filipo y Corintio. Había también ciudades que habían

obtenido privilegios especiales, y la administración independiente de su gobierno local.

Este privilegio era concedido por Roma, bien en reconocimiento de algún servicio

distinguido que hubiesen prestado al imperio, o por su situación civil al ser

conquistadas. Eran conocidas como “ciudades libres”. Tesalónica era una de estas

ciudades. Hemos señalado algunas en Palestina, en páginas anteriores.

III. Los Impuestos

Muy al principio del reinado de Augusto César, a intervalos de 14 años, se

levantaba un censo del imperio Romano con propósitos de fijar los impuestos. Uno de

estos censos fue el motivo de la visita de José y María a Bethlehem, al tiempo del

nacimiento de Jesús, probablemente el año 8 A.C. La principal fuente de ingresos era el

impuesto sobre la tierra, pero hubo muchas formas de contribución personal y especial,

aún el impuesto a los viejos solterones.

Las rentas podían dividirse en dos clases: impuestos y tributos. Los impuestos,

que eran derechos aplicados a diversas mercancías y servicios, se recaudaban bajo la

vigilancia del gobierno local. Estos derechos se reunían por medio de agentes

seleccionados de entre los habitantes de la provincia y se remitían al funcionario

representante del Imperio. Los tributos sobre la propiedad y la persona ya no se

enajenaban, como al principio se habían hecho, sino que se colectaban bajo la vigilancia

Page 117: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

117

inmediata de funcionarios romanos. Las contribuciones se pagaban, bien en dinero o en

productos. Los tributos de Egipto se pagaban principalmente en grano; los de Palestina

en monedas.

La suma de las contribuciones se gastaba en la administración del gobierno local

y en servicios públicos

( 170 )

y mejoras. También se empleaban en reparaciones y reconstrucciones en caso de

terremoto, incendio u otro desastre. Un salde considerable se enviaba a Roma. Los

tributos de las provincias senatoriales iban a la tesorería del Senado, y se empleaban en

costear los gastos de ese cuerpo y la administración de la provincia de Italia. Los de la

provincias imperiales se remitían al emperador y proveían de Roma, el mantenimiento

del ejército, y los gastos personales del Emperador.

IV. El Ejército

No hubo objeto alguno más familiar en el mundo del siglo I que el soldado

romano. La milicia había llegado a ser en la realidad práctica, una profesión. Después

de un período de 20 años en filas107 el soldado podía retirarse del servicio activo, pero

aún estaba considerado por el público romano como soldado y como tal, era un

individuo muy influyente. Hemos visto como las fuerzas militares, con el emperador a

la cabeza, mantuvieron al imperio bajo su dominio. De aquí podamos decir que el

verdadero fundamento del gobierno romano era el ejército. Así, la vida militar era una

característica prominente e impresionante del mundo grecorromano. Este hecho se

reconoce y utiliza por Pablo en sus frecuentes ilustraciones y alusiones relativas al

soldado, con su equipo y experiencia.

Solamente dos cuestiones de detalle acerca del ejército necesitan que nos

detengamos aquí. 1. Es conveniente que consideremos su composición. El ejército romano estaba

formado por dos clases de tropas: las legiones y los auxiliares. Las legiones eran

reclutadas entre los ciudadanos romanos,

( 171 )

o provinciales que estaban tan completamente romanizados, que prácticamente

merecían la ciudadanía. Los auxiliares eran reclutados en su totalidad, de las

provincias, pero cuando un auxiliar había servido completo su período de 25 años y

había recibido una baja honrosa, de allí en adelante era reconocido como ciudadano

romano. Era costumbre no emplear tropas auxiliares en su propia provincia, lo que era

107 Podía obtenerse la libertad del servicio militar antes de que expirase el período completo, si había circunstancias que lo

justificaran, tales como, por ejemplo, el aparecimiento de un grave defecto físico.

Page 118: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

118

sin duda una medida de precaución en caso de rebelión—lo que era, sin embargo, una

posibilidad muy remota en la mayoría del Imperio Romano. Los auxiliares estaban bajo

el comando de oficiales seleccionados de entre los legionarios. Cada legión estaba compuesta de 10 cohortes, y una cohorte de 6 compañías, o centurias, de 100 hombres

cada una. Así, una legión tenía aproximadamente seis mil soldados. Las tropas

auxiliares estaban organizadas en regimientos, que diferían considerablemente en

número. Con cada legión había una pequeña caballería de ciento veinte jinetes

romanos. Las caballerías de un número mucho mayor se reclutaban de entre los

auxiliares.

Además de las legiones regulares y los auxiliares, había unidades especiales de

diversos tamaños asignadas a alguna comisión especial, como la Guardia Imperial y los

guardas de la ciudad de Roma.

2. En cuanto al sostenimiento, el salario de un soldado raso era de

aproximadamente 40.00 Dls. por otras actividades de la época y considerando otras

formas de mantenimiento que recibían, era un pago razonable. El alimento

proporcionado a los soldados rasos era muy sencillo y poco variado. Si embargo,

creemos que es cierto que el soldado romano era sostenido convenientemente, aunque

en verdad, lo que él recibía nunca era extraordinario. Estaba sujeto a un duro

tratamiento y recibía consideración de oficial, si alguna vez podía tener tal fortuna. No

obstante, el incentivo romántico de la carrera, las

( 172 )

extraordinarias emociones que tenían en perspectiva y el elevado honor que

correspondía a esa posición en la opinión pública, hacía que un gran número entrase a la

vida de soldado por decisión voluntaria.108

ROMA Y LA RELIGIÓN

I. La Religión Nacional

Roma reconoció el valor de la religión y mantuvo el culto de los dioses

nacionales. La religión original de Roma era definidamente politeísta. En realidad, la

tendencia de los romanos era separar toda cualidad del carácter y experiencia de la vida

que pudiese ser concedida abstractamente, y deificarla. Esto produjo una gran multitud

de dioses.

Roma reconoció el valor de la religión y creó las condiciones para ser fomentada

por funcionarios del Estado a expensas públicas. Sin embargo, el culto del Estado

estaba principalmente dedicado a las deidades nacionales. Hubo multitud de

divinidades cuyo culto estaba confinado a localidades particulares, o a los oficios, o a

108 “El servicio militar era la ocupación más preferida por el pueblo.” Friedlaender, Roman Life and Manners, Vol. I, p.

191.

Page 119: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

119

las familiares. Prácticamente cada familia romana tenía sus deidades patrimoniales que

estaban instaladas en un pequeño altar, y a las que se ofrecía alimento y guirnaldas en

compensación por general, como los que tenían que ver con el clima, la cosecha o el

triunfo en al batalla, a los que correspondía el culto promovido por el Estado.

Parece que no tenían idea alguna de relación o trato individual con la divinidad.

Los dioses eran adorados solamente para inducirlos a conceder buena fortuna a la

nación y a la familia. Puesto que el hogar era considerado fundamentalmente como un

instrumento del Estado, el incentivo religioso fundamental del romano antiguo era el

patriotismo. Los

( 173 )

dioses eran esencialmente dioses del Estado, y beneficiaban al individuo solamente en

cuanto concedían favor al Estado o a la familia como elemento del Estado. De aquí que

la religión fuese esencialmente un asunto gubernamental, y los dioses sólo factores en el

progreso del Imperio.

Precisamente antes de iniciarse la Era cristiana, como resultado de la influencia

de la cultura y filosofía griegas y de nuevas influencias religiosas, el interés popular en

la antigua religión de Roma comenzó a retroceder. Cuando se vio declinar a la religión

nacional se hizo un diligente esfuerzo por el gobierno imperial para restaurar su poder

sobre la imaginación del populacho. Se gastaron grandes sumas del tesoro público en el

incremento del culto nacional. Pero este interés era puramente utilitario; en ningún

sentido moral o espiritual. No había en los círculos imperiales devoción alguna a la

religión como religión. Hasta donde los emperadores creían en los dioses, su principal

preocupación era anotarlos como aliados del Imperio. Esto era una inferencia natural

del concepto fundamental de que la religión era asunto nacional y los dioses, bienes

nacionales. Consecuentemente, para el romano la religión no era sino uno más de los

servidores de Roma. El supremo interés del gobierno romano era el progreso y la

prosperidad del Estado, la religión era sólo uno de los factores empleados para tal fin.

Si alguna religión que apareciese desfavorable a esta finalidad precipitaba sobre sí la ira

imperial y se consideraba digna de exterminio.

II. La Política hacia las Religiones Extranjeras

Roma era notablemente tolerante hacia las religiones extranjeras si se atiende al

estado de ilustración de ese tiempo. Pero la política imperial hacia la religión era

simplemente de tolerancia y no de libertad religiosa. En su vigilancia de los mejores

intereses

( 174 )

del Estado, el emperador vigilaba las manifestaciones religiosas como lo hacía en todos

los aspectos de la vida. Ninguna religión podía esperar obtener gran éxito y al mismo

Page 120: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

120

tiempo escapar durante mucho tiempo de la observación del gobierno. “El Estado, de

hecho, exige el derecho de decidir qué dioses pueden ser adorados y aunque no se

preocupa acerca de las opiniones particulares de un hombre, prescribe los objetos de

adoración pública, y de tiempo en tiempo insiste en la debida reverencia que debe serles

otorgada.”109 En la ejecución de esta política, las religiones del Imperio se ponían bajo

dos clasificaciones, conocidas como religio licita (culto permitido) y religio ilicita

(culto no permitido). Una religio licita tenía el reconocimiento y, si era necesario, la

protección del Gobierno. Por otro lado, la religio ilicita no obtenía el reconocimiento

del Estado o la protección del Estado. No era ilegal, sino “no legal”: estaba fuera del

dominio de los asuntos romanos. Podía persistir indefinidamente, y sus devotos

fervientemente promover su culto, pero hasta donde éste no daba evidencia alguna de

amenaza, en ningún sentido, para la unidad o la paz del Imperio, los funcionarios

romanos no hacían esfuerzo alguno para molestarla. El cristianismo era una religio

ilicita, pero al principio fue considerada por Roma como simplemente una nueva rama

del judaísmo, que era una religio licita. De aquí que durante las primeras décadas de su

historia, el cristianismo escapó de la vigilancia del Gobierno Romano.110 La

persecución más primitiva, la de Nerón en al año 64 D. de C., fue el antojo personal de

un caprichoso monarca más que una política imperial establecida. Pero en la época de

Domiciano (81-96) el

( 175 )

cristianismo había alcanzado tal prominencia y fuerza numérica, que se temía que con el

tiempo pusiese en peligro la integridad y perpetuidad del Imperio, de modo que lo que

había sido simplemente una religión no legal llegó a considerarse como religión fuera

de la Ley.

III. El Culto del Emperador

Mientras las antiguas religiones nacionales de Grecia y de Roma habían llegado a

estar totalmente atrofiadas en el siglo I, una influencia religiosa que partía de los

círculos imperiales se hacía sentir ampliamente. Esta era el culto del temperado romano

promovida como actividad de intereses políticos por el gobierno romano. Negarse a

participar en este culto oficial del emperador era dar muestras de deslealtad al Imperio y

aún podía, si se persistía obstinadamente, ser interpretado como traición. Este hecho

hizo que el culto del Emperador estorbase excesivamente a los primeros cristianos, y

fue, frecuentemente, causa de grave persecución.

La base de apelación del culto del emperador difería en el occidente y en el

oriente. En Roma misma, y así en el pensamiento de los emperadores, se basaba en la

109 Foakes-Jackson, History of the Christian Church to A.D. 461, p. 45.

110 La referencia de Tertuliano (Apol. 5) a una proposición de Tiberio al Senado de que reconociesen al cristianismo como

entre las religiones licitae no puede aceptarse como auténticamente histórica.

Page 121: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

121

antigua idea romana del genios. El genio de una persona, institución o cosa, era un

espíritu guardián representativo que perpetuaba la categoría particular a la que

pertenecía su cargo. El genio del poder de Roma imperial presidía el destino de cada

subsecuente emperador. Era este genio imperial el que elevaba al emperador al puesto

de la divinidad.111 Generalmente el emperador romano no se consideraba seriamente

como divino. “Sin duda Augusto, al dar su sanción al culto de su genio, no había

pensado en deificación alguna de sí mismo.”112 Pero en el Oriente el caso era distinto.

La psicología

(176 )

religiosa del Oriente era muy susceptible de recurrir a un hombre deificado. Desde un

pasado muy remoto, los reyes habían sido considerados como seres divinos, y vistos con

una reverencia que difícilmente podría distinguirse de la adoración. Alejandro había

sido contemplado como un dios por sus pueblos conquistados, y Pompeyo había hecho

impresión semejante. Así, la mente asiática no tenía dificultad alguna en levantar a

cada emperador al pedestal de la deidad, y los emperadores no vacilaron en tomar

ventaja de este rasgo psicológico. Como resultado el cristianismo oriental tuvo la más

dura lucha con esta forma de oposición, particularmente en Asia Menor.113

LOS EMPERADORES ROMANOS

El propósito de esta exposición nos lleva a ocuparnos aquí solamente del carácter

de los emperadores del Siglo I y de su relación con la historia del cristianismo del

Nuevo Testamento. Por lo tanto, los mencionaremos en sucesión cronológica e

indicaremos brevemente su relación con los acontecimientos de la historia cristiana del

Primer Siglo.

I. Augusto César (31 A. C. a 14 D. C.)

Después del establecimiento de la República, Augusto fue el primer caudillo

romano que tuvo éxito en mantener por un tiempo largo su puesto como gobernante del

pueblo romano. La experiencia con sus gobernantes en su historia primitiva había

hecho a la palabra rey intolerablemente detestable para los romanos, de tal modo que no

admitían insinuación alguna de ambición por la corona, de parte de alguno de sus

caudillos. Aun cuando Augusto llegó

( 177 ) 111 Cf. Friedlaender, op. cit., Vol. III, pp. 114 sgs.

112 Eakin, Getting Acquainted with the New Testament, p. 266. 113 Cf. Fowler, Social Life at Rome, pp. 319-352; Fisher, Beginnings of Christianity, pp. 74-139; Friedlaender, Roman Life

and Manners, Vol. III, p. 84-214; sobre una exposición completa acerca del culto del emperador, véase Fowler, Roman

Ideas of Deity, pp. 107-133.

Page 122: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

122

a una posición segura de poder supremo, tuvo cuidado de no aceptar el odioso título de

rey, pero insistió en ser conocido como “impertator”, la voz latina que se ah convertido

en nuestro vocablo emperador y que denotaba al comandante en jefe de las fuerzas

militares. Podemos observar, por las fechas que limitan su reinado, que Augusto era

emperador cuando nuestro Señor nació en Bethlehem. Su nombre se menciona

especialmente en Lucas 2:1. El fue quien designó a Herodes como rey de Judea.

Después de la muerte de Herodes, Augusto dividió le reino de Palestina entre los tras

hijos de aquel, aunque más tarde depuso y desterró a Arquelao, poniendo a Judea en

manos de un procurador. Augusto fue el más grande de los emperadores romanos, y

uno de los más grandes estadistas de todos los tiempos. Estableció en el mundo romano

el reinado de la paz, la famosa Pax Romana, y en un sentido muy significativo preparó

el camino para el extraordinario entendimiento de la religión cristiana.

II. Tiberio (14 a 37 D.C.)

Tiberio prometía, al principio de su reinado, llegar a ser un gobernante como su

gran predecesor, pero después de pocos años se precipitó el una política de crueldad y

despotismo. Fue él quien designó a Poncio Pilato como gobernador de Judea. La

prolongada administración de Pilato en Judea se debió no a su eficiencia o popularidad,

sino a la política de Tiberio en su trato con sus gobernadores. Consideraba mejor dejar

a un gobernador durante un largo período, basándose en que bajo esta circunstancia, no

habría tan gran tentación de despojar y robar a sus súbditos para enriquecerse durante su

breve período como funcionario. Tiberio era en la época de su muerte, el admirado

patrón y protector de Herodes Antipas. Agripa I ocasionó su disgusto y fue desterrado

por él durante un tiempo, y aprisionado en cadenas en otra ocasión. El cristianismo

había alcanzado tan reducida

( 178 )

importancia durante su reinado que es casi imposible que pudiese haber sido notado por

él.

III. Calígula (37 a 41 D.C.)

Este fue uno de los más crueles y libertinos de los emperadores romanos. Era

fanático y déspota. Los judíos de Alejandría que habían sufrido un ataque de los

habitantes gentiles, apelaron a Calígula en busca de justicia, pero en respuesta

solamente recibieron insultos. Tomó seriamente la designación artificial de divinidad

de los emperadores romanos, y concibió la fanática creencia de que él era en la sombría

realidad un dios en forma humana y determinó mantener su culto por sí mismo en todo

su reino. El culto del emperador había comenzado con Augusto, pero nunca había sido

incrementado por tan extremas medidas y fanáticas exigencias como las adoptadas por

Page 123: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

123

Calígula, y nunca antes ni después con tan insensata vanidad. Los habitantes paganos

de Jamnia, en Judea, construyeron un altar e instituyeron en suelo de Judea, el culto del

emperador. Los judíos protestaron, y en respuesta a su protesta, Calígula ordenó que su

imagen fuera colocada en el templo en Jerusalem, y pudo disuadírsele del temerario

acto de sacrilegio solamente por la apremiante intercesión de Agripa, que estaba en

Roma en ese tiempo y en muy íntimas relaciones con el Emperador. Fue Calígula quien

restauró la fortuna del desventurado Agripa, y lo reinstaló en el favor imperial,

concediéndole un reino. Desterró a Antipas y añadió sus reinos al dominio de Agripa.

Calígula murió asesinado.

IV. Claudio (41 a 54 D.C.)

Claudio era débil de cuerpo y de espíritu, pero a pesar de esto, su reinado fue de

prosperidad, y en los primero años de paz. Abarcó la mayor parte de las actividades

misioneras de Pablo, y conservó al mundo ordenadamente, mientras Pablo predicaba.

Fue ésta, por supuesto, una contribución muy inconsciente de

( 179 )

parte de Claudio. Llegó a ser amigo y protector de Agripa I, a quien concedió el título

de rey y el dominio de la mayor parte del territorio incluido originalmente en los

dominios de Antipas y Filipo, tanto como la antigua provincia de Judea. En el año 52

fue ofendido por los judíos de Roma, probablemente debido a las agitaciones surgidas

entre ellos por el cristianismo, y arrojó de la ciudad a muchos de ellos, entre quienes

estaban Priscila y Aquila.

V. Nerón (54 a 78 D.C.)

Este monarca conserva la no envidiable distinción de haber sido el más

despóticamente cruel de todos los emperadores romanos. Impulsado por motivos de

abyecto egoísmo había incendiado una gran parte de la Ciudad de Roma en el año 64

D.C. TAn fuerte fue la reacción del sentimiento popular, que Nerón comenzó a temer

por su seguridad personal, y para librares de las sospechas que recaían sobre él mismo,

acusó a los cristianos de ese crimen. Se precipitó una persecución muy cruel. “Nerón

prestó sus jardines para exhibir las torturas de las desventuras víctimas, y en la noche

alumbró sus terrenos con las llamas de los cristianos que se consumían en las

hogueras.”114 Esta persecución al principio fue local, pero más tarde se extendió, en

ataques esporádicos, a otras partes del Imperio. Fue durante esta persecución cuando

Pablo y Pedro sufrieron el martirio. Nerón fue el emperador que primero continuó la

guerra para reprimir la rebelión judía en Palestina. Tuvo un fin trágico. Llegó a ser tan

impopular, que fue condenado por el Senado Romano, y sabía que el veredicto de esta

114 Foakes-Jackson: op. cit., 50.

Page 124: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

124

asamblea se mantendría, porque tenía consigo la simpatía casi unánime del pueblo. En

su confusión y pesadumbre se quitó la vida.

( 180 )

VI. Galba, Otón, y Vitelio (68 a 69 D.C.)

Después de la muerte de Nerón, reinó la confusión en Roma por espacio de dos

años. Tres generales de los ejércitos romanos, en rápida sucesión, se apoderaron del

trono, cada uno obligado por su sucesor a abandonarlo y entregando su propia vida

como premio de su ambición.

VII. Vespasiano

Finalmente Vespasiano, comandante de las legiones romanas de Siria y Judea,

fue proclamado emperador por su ejército, el más poderoso del Imperio en ese tiempo, y

logró establecerse en el puesto imperial. Había estado durante algún tiempo empeñado

en guerra con los judíos, y, al llegar al trono, envió a su hijo Tito para dominar la

rebelión. Tito capturó y destruyó a Jerusalem en el año 70 D.C.

VIII. Tito (79 a 81 D.C.)

El reinado de este emperador, hijo de Vespasiano ya mencionado, fue breve y

pacífico y sin ninguna relación posterior de importancia con la historia cristiana.

IX. Domiciano (81 a 96 D.C.)

En Domiciano tenemos una combinación de habilidad administrativa y tiránica

crueldad. Los primeros años de su reinado fueron claramente suaves y pacíficos, pero

creció su impopularidad y aumentó su sed de sangre. Al principio prestó poca atención

al movimiento cristiano, pero en los últimos años, especialmente los dos últimos de su

reinado, impulsó la persecución de los cristianos con ferocidad inflexible. Las más

antiguas tradiciones dan testimonio de que, durante este período, Juan el Apóstol estuvo

desterrado en la Isla de Patmos y escribió la Revelación.

( 181 )

Es posible que casi al principio de su reinado (85 a 90) se escribiese el libro de los

Hebreos. Exactamente después de terminarse el reinado de Domiciano, el Apóstol Juan

murió en Efeso, dando fin al período que denominamos Edad apostólica.

( 182 )

Page 125: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

125

CAPÍTULO IX

LA CULTURA GRIEGA

Conforme se avanza en el estudio de la historia de los tiempos del Nuevo

Testamento no se puede dejar de sentirse impresionado por la frecuente aparición del

helenismo como factor de muchos aspectos de la vida del siglo primero. En realidad, no

aparece característica alguna del mundo mediterráneo de este período, que no se halle

afectado por la influencia griega. Aun el judaísmo, con su rígido exclusivismo y

fanática lealtad a sus particulares ideales y cultura, no fue capaz de escapar de los

penetrantes efectos del helenismo. Aparece muy evidente que, a la postre, deja de

comprenderse al situación en que se originó la vida del Nuevo Testamento, a menos que

se perciban la presencia y la energía de la cultura griega. Había modelado y dominado a

la vida intelectual de la época.

Todo el mundo del siglo primero fue a educarse a la Hélade—y todavía el mundo

no ha dejado de ir a instruirse a Hélade. La mayor influencia puramente intelectual, que

se ha ejercido jamás sobre la vida del pensamiento de la humanidad, fue la cultura

griega. El mundo había encontrado lo mejor para adorar, con los judíos; para gobernar,

con los romanos y para pensar, con los griegos; una triple herencia que se combinó y

perpetuó por la sin par vitalidad espiritual y extensión de un movimiento, que brotó de

la mente y el corazón del Maestro de Galilea. La religión judía ha sido, sin duda, la

mayor ganancia, pero no fue eficaz, sino hasta que fue universalizada y racionalizada

por efecto de la cultura griega. Cuando el antiguo odre del legalismo judaico se mostró

insuficiente, el nuevo odre de pensamiento griego ofreció un receptáculo listo para el

evangelio espiritual de Cristo.

( 183 )

Sin la fuerza vital de esta intelectualidad griega es difícil concebir al cristianismo

alcanzando su insigne y final victoria sobre la vida religiosa del antiguo mundo

mediterráneo. Para quien contempla en amplia perspectiva la situación histórica al

principio de la Era cristiana, aparece que la cultura griega sólo esperaba convertirse en

siervo voluntario de la nueva religión.115

LA LENGUA Y LA LITERATURA

En la creación y diseminación de la cultura griega, fueron los más conspicuos

instrumentos la lengua y la literatura, aunque no los más efectivos, pues corresponde

esta virtud al propio pensamiento griego, con sus cualidades superiores y su filosofía sin

rival. La lengua griega fue uno de los progresos verdaderamente grandes de la

antigüedad. Su historia conocida se extiende hacia unos mil años antes de la Era

115 Cf. Glover, The World of the New Testament, pp. 29 sgs.

Page 126: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

126

cristiana. Los poemas épicos atribuidos a Homero fueron producidos no después del

año 800 A.C. Desde aquí, la corriente de la literatura griega se ensancha gradualmente

en la creciente del período clásico, cuyos productos se presentan en multitud de escritos

que llamamos literatura griega “clásica”, representa sólo un dialecto de la lengua, el

griego ático. Aunque el ático fue el único dialecto que produjo literatura de

importancia, y el más altamente desarrollado en su perfección lingüística, hubo, sin

embargo, otros varios dialectos del griego, contemporáneos del ático, que fueron de

importancia porque influyeron sobre los subsecuentes progresos de la lengua griega.

A medida que entraban en más estrechas relaciones, por el comercio, la religión, l

guerra y otras causas, las diversas tribus helénicas, que en los tiempos primitivos

llevaron vidas separadas tras barreras naturales que las rodeaban, comenzó un inevitable

( 184 )

proceso de amalgamación entre los diferentes dialectos. Este proceso alcanzó su

culminación en el período de la conquista de Alejandro. En los ejércitos de Alejandro

se pusieron en íntimo contacto los griegos de varias tribus, y esto los obligó a buscar un

medio común de comunicarse por la combinación y modificación de las variaciones

dialectales, para formar una lengua común. La base de esta lengua común o Koiné, fue

el dialecto ático, la antigua lengua literaria de los griegos.

Esta lengua koiné fue implantada por los ejércitos de Alejandro por dondequiera

que extendían sus conquistas. En pocas generaciones todo el mundo oriental

mediterráneo empleaba el griego como principal medio de comunicación. Cuando os

romanos conquistaron a los griegos, llevaron la lengua griega al Occidente, como

resultado de lo cual el griego llegó a ser la lengua literaria, y hasta cierto punto, la

hablada, de todo el mundo grecorromano del siglo primero. Era la lengua común en

Egipto, había penetrado hacia el Oriente hasta el Valle de Mesopotamia, conservaba aún

supremo dominio en su primitivo solar de Asia Menor, y en la Península de Acaya; y

prevalecía en Italia—aún en la misma Roma. En Europa occidental y al norte de África,

aunque se utilizaba ampliamente el latín, también se había introducido el griego y era la

lengua de las clases cultas.

Este idioma universal esperaba, como instrumento listo del mensaje cristiano, el

momento de comenzar su avance hacia el occidente. Y fue un instrumento

maravillosamente efectivo. El griego koiné es, sin duda, la lengua más rica y

exactamente expresiva que ha conocido la historia humana. Sus posibilidades de sutil

distinción en la expresión del pensamiento son vastas, y los escritores del Nuevo

Testamento eran notablemente inclinados al uso de las aptitudes más refinadas del

lenguaje. Ciertamente, no hay exageración en sostener que el Nuevo Testamento griego

es el texto más ricamente expresivo de toda la literatura; y este hecho se debe, en no

pequeña medida, al carácter de la lengua en que se halla escrito.

( 185 )

Page 127: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

127

Es importante, sin embargo, que entendamos que el Nuevo Testamento no es,

estrictamente hablando, una producción literaria. Esto es, no se escribió como

literatura, sino como un medio práctico de alcanzar en una ocasión única, ciertos

propósitos religiosos y morales. Es claro para el capaz estudiante del griego, que el

texto de nuestro Testamento griego no se iguala con el pedantesco esfuerzo en la

exactitud clásica, exhibido por los escritores helenísticos de la época. Hay otro grupo

de escritores que durante el siglo pasado, o antes, han surgido a la luz rápidamente, y al

cual pertenece el Nuevo Testamento. Son estos los papiros, las ostraca y las

inscripciones.

Los papiros son textos fragmentarios, principalmente encontrados en las secas

arenas de Egipto, donde se habían conservado durante siglos. Son de un material,

rudamente semejante a nuestro papel, llamado papiro. Este material de escribir recibió

su nombre de la sustancia de que se fabricaba, porque se hacía de la planta de papiro,

caña que crece a la orilla del agua en los climas cálidos. Se cortaban delgadas tiras de la

médula de la planta de papiro, estas tiras se colocaban una al lado de la otra en una

capa, sobre ellas se colocaba otra atravesada en ángulo recto; todo se humedecía con

una preparación semejante al la cola y se prensaba hasta hacer una hoja delgada. Esta

hoja se colocaba al sol para secarse, después de lo cual, se suavizaba por el lado donde

las tiras se extendían horizontalmente. La hoja de papiro estaba lista entonces, para

usarse. Se acostumbraba escribir solamente sobre el lado en que las fibras eran

horizontales, pero en casos de urgencia o escasez, se empleaba también el lado áspero.

Si uno deseaba escribir un documento de considerable longitud, las pegaba uniéndolas

por sus bordes para hacer una larga tira, y escribía a lo largo de ella en columnas

angostas. Cuando estaba completo su documento, lo enrollaba. Probablemente de este

modo se escribió la gran mayoría de los libros

( 186 )

de nuestro Nuevo Testamento. Se ha hallado en gran abundancia, restos de estos

papiros del siglo primero y siguientes. Son cartas, recibos, contratos, documentos

legales, etc., precisamente aquellas formas o escritos que relejan los hábitos comunes y

la lengua corriente del pueblo en su vida diaria. Nada hay aquí del engaño de la

artificialidad literaria; abren bien la puerta de la habitación de la sociedad

grecorromana. Son de incalculable valor para la comprensión de la vida y el lenguaje

del Nuevo Testamento.

Las ostraca son fragmentos de vasijas quebradas o de cerámica—también se les

llama tiestos—sobre los cuales se han grabado breves textos con un instrumento agudo.

Contienen cartas, recibos, notas, etc. Las ostraca se utilizaban por quienes eran

demasiado pobres para comprar papiro, o que no consideraban lo escrito de suficiente

importancia como para justificar el gasto del papiro.

Las inscripciones eran epitafios en piedras funerarias, noticias puestas con

propósitos civiles, o marcadores permanentes de alguna descripción. Su valor

probatorio ha sido considerado de gran importancia en la crítica histórica, pero en el

Page 128: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

128

estudio detallado de la vida y el lenguaje del Nuevo Testamento son, en mucho,

inferiores que los papiros y las ostraca.

En realidad, el orden en que nos hemos ocupado de estas tres clases de textos

antiguos es le que corresponde a su importancia en la interpretación del Nuevo

Testamento. comúnmente se les menciona como las “fuentes no literarias” del estudio

del Nuevo Testamento.

Sería un grave error dejar la impresión de que la literatura clásica de la época

carece de valor en la interpretación del Nuevo Testamento, porque esto está lejos de ser

cierto. Los grandes escritores de la literatura clásica han preservado para nosotros

información que es indispensable. De los antiguos historiadores como Polibio, Estrabón

y Plutarco, de entre

( 187 )

los griegos; y Salustio, Livio, Tácito y Suetonio entre los latinos, hemos obtenido la

descripción general, política y social de la vida del siglo primero. Nos dan el esquema

mayor del mundo en el que tuvo su origen el cristianismo. Por ellos conocemos el

progreso general de los acontecimientos de la historia, de la cual es parte el Nuevo

Testamento. Teneos luego a los poetas y ensayistas latinos, que incluyen nombres

como Plauto, Cicerón, Virgilio, Horacio, Ovidio, Plinio y Juvenal, que nos

proporcionan valioso testimonio sobre los detalles de la vida social y personal, aunque

no tan valioso como el que se deriva de las fuentes no literarias, porque no es tan

espontáneo y natural. Algunas veces el cuadro es intencionalmente dibujado por el

autor, coloreándolo para que corresponda al propósito de su escrito. Su testimonio es de

mayor valor cuando la vida de la época se refleja accidentalmente. Aunque no toda esta

literatura es producto directo de la cultura griega, toda brota de un terreno en que la

cultura griega era el principal componente.116

LA EDUCACIÓN

Hasta la iniciación del siglo XVIII no encontramos progreso superior de actividad

intelectual y de ilustración, que el que se presenta en el mundo grecorromano a

principios de la Era cristiana. E el mundo del primer siglo se mantenía un tipo tan

acabado de búsqueda e investigación eruditas como el que conocemos hoy, con la

diferencia principal de que las facilidades que tenían ni aproximadamente eran tan

numerosas o efectivas como las que están al servicio de la moderna investigación.

Ciertamente, podemos decir con seguridad, que la competencia intelectual era tan

grande como ahora, y asimismo, el esfuerzo vivo y diligente. La época produjo varios a

quienes podemos llamar, con justicia, sabios.

116 No hemos mencionado aquí a los escritores filosóficos, porque los hemos dejado para referencia posteriores. Cf.

Glover, op. cit., pp. 108-113.

Page 129: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

129

( 188 )

I. El Progreso Educativo

El esfuerzo erudito había alcanzado algunos éxitos realmente notables. El

progreso de la cultura griega en el aspecto científico era mucho más avanzado de lo que

el estudiante moderno ha logrado comprender por lo general. Tres siglos antes del

período del Nuevo Testamento, había hallado en Aristóteles a uno de los más grandes

exponentes que ha conocido su historia. Había destacado en el razonamiento, el método

inductivo, que es el principio básico de la ciencia moderna. Las teorías geológicas de

Estrabón incitan la admiración de los modernos; las historias escritas por Tácito y Livio

son fuentes altamente estimadas por la ciencia histórica moderna, y los métodos

pedagógicos de Quintiliano se aplican en la educación del siglo XX. Los matemáticos

de Alejandría hacían cálculos astronómicos que han variado poco de las conclusiones de

la astronomía moderna. Habían calculado con notable precisión la distancia a que se

hallan de la tierra, el sol y la luna, y habían establecido la teoría de que la tierra es

redonda. Los hombres ya habían descubierto la fuerza del vapor, aunque eran incapaces

de inventar los medios de utilizarla. Sin embargo, la maquinaria y la ingeniería

mecánica habían alcanzado un notable y alto grado de desenvolvimiento. “Herón de

Alejandría se dice que construyó en la Edad Apostólica, la primera máquina hidráulica.”

117 La cirugía y la medicina estaban considerablemente avanzadas para su tiempo. Los

instrumentos quirúgicos encontrados en las excavaciones de Pompeya despiertan la

admiración aún del cirujano moderno. El diagnóstico era primitivo e inexacto, y la

salubridad del todo desconocida, pero los remedios para las enfermedades comunes eran

muy efectivamente empleados. Había varias ramas en la práctica de la medicina, con

especialistas en cada una de ellas. Se ha encontrado un sello correspondiente al

( 189 )

siglo primero, que lleva el nombre y el título de un oculista. Como auxiliar necesario

para la práctica de la medicina, la ciencia de la farmacia se había desarrollado bastante

bien. El arte, aunque ya en decadencia, aún sobrepasaba a lo conocido en las

subsecuentes edades. Esta afirmación se aplica a la pintura, la escultura, y la

arquitectura, pero no fueron estas las únicas bellas artes conocidas en el siglo primero.

La música era también un arte bien conocido y altamente desarrollado. Una gran

variedad de instrumentos musicales se empleaban y se había inventado un sistema de

notación musical.

Desde el punto de vista de los romanos, las líneas más importantes de la cultura

eran, decididamente, la literatura y la oratoria. Se mantenían escuela para la

preparación especial en estas materias. Se escribía muy abundantemente en todos los

centros de mayor ilustración y se produjeron libros en número considerable. Los

117 Cobern: op. cit., p. 636.

Page 130: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

130

escribas que especialmente se habían preparado para esta tarea, se dedicaban ala

reproducción de manuscritos como profesión. El escriba profesional era uno de los

personajes más familiares de la vida grecorromana del primer siglo. Había libreros—

editores podríamos llamarlos—que empleaban varios escribas al mismo tiempo,

esclavos o asalariados, para copiar manuscritos para el mercado. Toda casa de alguna

comodidad y cultura tenía su propia biblioteca. El estudio abundante era un ejercicio

familiar—para algunos, ciertamente un agradable pasatiempo. Paralela al interés

literario hubo un dominante atracción por el discurso público. Sin embargo, este interés

era en muchos casos práctico y comercial, porque esta preparación se daba en las

escuelas de oratoria, para la práctica de abogado. Es probable que el principal interés de

esas escuelas fuese, en realidad, la preparación de abogados. La práctica del derecho

era una profesión muy socorrida y muy bien desarrollada en el mundo romano del

primer siglo, por lo cual debió haberse ofrecido en alguna parte una preparación

especial

( 190 )

y probablemente en ninguna otra parte más que en las escuelas de oratoria.

II. El Progreso Educativo

En Edmundo grecorromano el ejercicio de la enseñanza era una profesión

popular, honorable y muy provechosa. El triunfo académico era premiado con el

reconocimiento por medio de títulos distintivos, tales como el de “filósofo”, “doctor”, o

“sofista”. La educación de la época era predominantemente griega. La literatura de la

educación era griega, los maestros generalmente griegos, el método y el material,

también griegos. EL griego era el idioma oficial en los sistemas educativos de ese

tiempo, aunque en algunos lugares también se empleaba el latín. Las universidades

donde los roanos procuraban su educación superior eran todas griegas. Cicerón y

Horacio se prepararon en la Universidad de Atenas. Había también universidades

griegas establecidas en Rodas, Tarso, Antioquia, Alejandría y Marsella. Alejandría era

el principal centro de enseñanza, que tenía una biblioteca y un museo además de la

universidad. Estas universidades enseñaban una variedad de materias, de las que sin

duda era la más popular, la filosofía. Pero también se enseñaban retórica u oratoria, que

incluía el derecho, matemáticas (incluyendo astronomía), medicina, geografía y

botánica. Como se ha observado antes, el siglo primero se hallaba totalmente avanzado

en estas líneas de la enseñanza.

Por supuesto, sería natural esperar que la educación comenzase tan pronto como

fuese razonable en la infancia. Algunos testimonios de los papiros indican que la

educación de los niños se consideraba como de extraordinaria importancia.

Naturalmente, la práctica misma variaba en cada hogar, como acontece en nuestro

tiempo, pero la regla de la época exigía que se enseñase al niño oportunamente. La

Page 131: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

131

extensión y efectividad de la educación del niño dependía completamente de los medios

y disposición

( 191 )

de sus padres. No se hacía provisión alguna por el estado, para la educación. De aquí

que hubiese gran número de ignorantes, y que no muchos tuviesen más que los escasos

rudimentos de la educación. Los niños eran enseñados por un esclavo o un instructor

particular, en su casa, cuando la situación financiera lo permitía, o eran enviados a las

escuelas elementales que se dirigían según las exigencias de la localidad y sostenidas

con cuotas pagadas por los padres, o, en casos raros, suministradas por la benevolencia

de algún benefactor rico. Gran número de niños se reunían en las escuelas y se

empleaba un número suficiente de maestros para su instrucción. La enseñanza en su

mayoría era impartida por hombres, aunque no eran desconocidas las maestras. Es

cierto que por lo menos en algunos pocos casos, las mujeres alcanzaron un grado

relativamente elevado de instrucción. Sin embargo, la educación superior se

consideraba fundamentalmente como un privilegio del sexo masculino.

Los niños de una casa particular generalmente eran acompañados a la escuela por

un esclavo o sirviente llamado pedagogos. Este servidor también ejercía vigilancia

general sobre la conducta del niño hasta que éste llegaba a la madurez. aunque, como

se observó antes, la educación superior se asignaba toda, en absoluto, a los hombres,

esto no era cierto en lo relativo a la educación elemental, porque es verdad que las niñas

tanto como los muchachos eran enviados a la escuela. El plan de estudios de tales

escuelas generalmente constaba de tres asignaturas: la lectura, escritura y aritmética. Se

utilizaban libros y se exigían ejercicio escritos, aunque, sin duda, la mayor parte de la

instrucción era oral.

Para que un niño pudiese progresar considerablemente en la educación se

necesitaba que sus padres poseyesen importante riqueza, lo que no resultaba cierto en la

mayoría de los casos. Pero cualquier niño empeñoso e inteligente, que tuviese padres

suficientes medios, podía alcanzar una cultura aproximadamente

( 192 )

semejante a la educación de nuestras escuelas secundarias. Y aunque es cierto que hubo

una gran cantidad de iletrados, sin embargo, atendiendo al hecho de que no había un

sistema de educación pública provista por el estado, la cultura estaba notablemente

extendida. A la luz de todos los testimonios, nuestra conclusión debe ser que, en el

mundo grecorromano, el siglo primero fue una época de ilustración.

LA FILOSOFIA

Por razón de su misma naturaleza, el cristianismo es especialmente susceptible a

la influencia de la filosofía. Esto ha sido cierto desde las más primitivas etapas de su

Page 132: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

132

desenvolvimiento, porque surgió como producto de la reflexión, como interpretación de

ciertos hechos de la historia y la experiencia. Comenzó, históricamente, con la vida y la

enseñanza de Jesús de Nazareth. Se desarrolló en las vidas de sus seguidores durante su

ministerio y después hasta obligarlos a hacer extraordinarias demandas por su Persona y

su obra. Esto es, en su mismo principio el cristianismo consistió en una interpretación

de Cristo y sus relaciones con la experiencia cristiana. La interpretación es

esencialmente un proceso racional, una función de la razón. Por tanto, el mensaje

apostólico hacia su llamamiento original al intelecto. Llamaba a una reflexiva

contemplación. Dondequiera que el evangelio era predicado provocaba el pensamiento

y exigía la comparación con los resultados del pensamiento previamente obtenidos.

Esta circunstancia puso al mensaje cristiano en inmediato e íntima relación con la

filosofía en boga en el mundo grecorromano. Una relación a tal punto vital, no podía

producir sino los más abundantes y profundos efectos. La relación del cristianismo

apostólico con su ambiente histórico no ofrece característica de mayor significación que

su relación con la filosofía griega. Por tanto, es grandemente importante que el

estudiante del Nuevo Testamento obtenga una

( 193 )

concepción general, en perspectiva histórica, de los progresos filosóficos que crearon la

vida intelectual del siglo primero.

La aurora de la filosofía griega aparece en Mileto, ciudad griega de Asia Menos,

aproximadamente por el año 600 A.C. Imperfecta en sus principios, hizo maravillosos

progresos en los siguientes trescientos años, y alcanzó su cenit en Platón y Aristóteles,

dos de los más grandes pensadores que la humanidad ha producido. La historia de la

filosofía griega se ah caracterizado por tres fases de desenvolvimiento—físico, ético y

teológico. Como lo observa correctamente Angus, este es “el orden natural del progreso

del hombre, tomando primero el aspecto exterior, después el interior y luego el de

arriba; o sea, la naturaleza , el hombre, Dios.”118 Estas no pueden llamarse etapas de

desenvolvimiento, aunque aparecen sucesivamente en el orden mencionado, pero no

pueden señalarse divisiones cronológicas algunas, claramente marcadas, porque estas

tres fases cubren todo el tiempo. En realidad, el interés teológico apareció casi tan al

principio como el ético, y ambos se desarrollaron paralelamente durante varios siglos.

El interés físico nunca se perdió del todo, aunque estuvo subordinado en las etapas más

avanzadas de desarrollo.

I. El Aspecto Físico de la Filosofía Griega

En su origen fundamental la filosofía surge de aquella facultad de la mente

humana, a la que llamamos curiosidad. El hombre observa su medio, el mundo tangible

que lo rodea, y comienza a reflexionar y a inquirir. O, expresado más técnicamente, la

118 Environment of Early Christianity,p. 174.

Page 133: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

133

conciencia, por medio de los sentidos percibe su ambiente, y la razón procura construir

juicios racionales. Este esfuerzo para formar una interpretación inteligible e inteligente

del ambiente, el la filosofía. En su forma más simple y primitiva observa naturalmente

( 194 )

el orden físico, el universo de tangible realidad. El mundo que comprende primero la

mente humana es el mundo material. Así es sólo normal que la filosofía en sus

principios era naturalista.

Cuando el filósofo griego primitivo observaba su medio físico, lo que más le

impresionaba era el hecho de la variedad y el cambio que se manifiesta perpetuamente,

mientras al mismo tiempo, había un orden evidente, que surgía una ley permanente de

dirección para esa variedad y ese cambio. De aquí que el cambio y la inmutabilidad del

mundo natural fuesen los más antiguos problemas de la filosofía griega. Este esfuerzo

filosófico inicial habría de descubrir el principio fundamental de la inmutabilidad, o sea

la base elemental de dirección del orden natural. Así, la filosofía en su principio

comenzó de frente hacia Dios, y nos parece extraño, a quienes lo observamos a plena

luz de la revelación, que tardase más de doscientos años en llegar a algo que se

aproxima a una clara concepción de él.

Tales,, iniciador de la filosofía griega, que vivió en Mileto por el año 600 A.C.,

pensó hallar la sustancia original en el agua. Anaximandor y Anaxímenes fueron los

más notable seguidores de Tales. El primero consideró que la materia tenía su origen

último en el agua y el fuego, mientras Anaxímenes sostenía que la sustancia esencial era

el aire. Para Heráclito (536-475 A.C.), la base de la realidad era el fuego. Esto era

porque Heráclito estaba muy profundamente impresionado tonel hecho del perpetuo

cambio, y el fuego, es obviamente, el agente más radical y expedito del cambio. Como

se expresa en sus propias palabras: “Todas las cosas se cambian por el fuego, y el fuego

por todas las cosas, como las mercaderías se cambian oro por el oro por mercaderías.”119

Sin embargo, no consideró al cambio como un proceso caótico, sino regido por una ley

fundamental. Así pues,

( 195 )

podemos decir que para Heráclito el fuego era la esencia de la inmutabilidad, y la ley, el

principio de la inmutabilidad. Ya la mente griega en su ansiosa búsqueda,

confusamente advierte que de algún modo, el universo ha de ser explicado por una

realidad fundamental.

En cuanto a sus relaciones con los intereses de la presente investigación, el

movimiento avanzado más importante de éste grupo de filósofos naturalistas estaba

representado por Anaxágoras (500-428 A.C.), quien propuso le hipótesis de que la

119 En las citas y sumarios en esta exposición, el autor reconoce su gran deuda a Rogers, Student´s History of Philosophy, y

a Zeller, Outlines of Greek Philosophy.

Page 134: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

134

mente era el principio permanente y moderador del orden natural. No había sino un

breve paso de esta concepción a la idea de una suprema inteligencia, productora y

regente del universo material. Así, aún en su contemplación de la naturaleza, el

pensamiento griego comenzó a percibir la imagen del verdadero Dios, cuya revelación

encarnada habría de tener algún día una parte importante en la interpretación del

mundo.

II. El Aspecto Ético de la Filosofía Griega

El interés estrictamente ético de la filosofía aparece primero en Pitágoras (580-00

A.C.), el fundador del Pitagorismo, sistema de filosofía que había durado muchos

siglos, y aún hacía sentir su influencia a principios de la Era cristiana. Pitágoras fundó

y promovió una fraternidad de ascetas, que se obligaban mediante rígidas reglas, a una

vida de temperancia. El penetrante espíritu de indolencia e indulgencia que

caracterizaba a la época, hizo que el énfasis ético, cuando finalmente apareció, tomase

una forma extrema. Para Pitágoras toda la vida ofrecía un aspecto moral y religioso.

Era extremadamente sensible al conflicto incesante entre el bien y el mal, y reconocía el

elemento espiritual en la naturaleza y experiencia humanas.

En su explicación del orden natural, Pitágoras hizo del número la realidad

fundamental, y consecuentemente, su filosofía era un sistema matemático.

( 196 )

Para nuestras mentes modernas es difícil descubrir la relación entre este sistema y su

filosofía ética.

Corresponde todo un capítulo en la historia de la filosofía ética a lo sofistas, que

florecieron en Grecia en el silgo V A.C. El movimiento era más bien práctico y

utilitario que metafísico, y produjo un efecto perjudicial en la vida griega. Su principal

interés para nosotros se halla en su más notable producto, que estaba representado en la

persona y la enseñanza de Sócrates (470-399 A.C.). Solamente puede ser llamado

sofista Sócrates por haber sido uno de los maestros de filosofía de esa época. Su

concepción y sistema éticos, mientras se apropia lo mejor que había en los sofistas,

difiere ampliamente de los sofistas de su tiempo. Es cierto, sin embargo, que fue

influido por ellos en el principio fundamental sobre el cual construyó su filosofía, de

que lo que es recto en su propia naturaleza, y no simplemente porque lleve sobre sí las

tradicionales sanciones de la sociedad. Pero perfeccionó grandemente este principio, y

modificó su aplicación en la práctica. Sócrates creía firmemente en la validez de la

conciencia individual, y en la realidad de la verdad y justicia finales; y exigía que los

hombres viviesen de acuerdo con su sentido interno de lo recto y las impresiones de la

voluntad de Dios, más que en conformidad mecánica con leyes arbitrarias. Difería de

los sofistas en que no permitía que la conveniencia o la política determinasen la propia

conducta. Murió como mártir de sus convicciones. Su carrera fue un patético tentalear

en busca de la verdad última acerca de la vida y el alma. Sócrates inauguró una

Page 135: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

135

búsqueda de al suprema expresión del bien, que alcanzó su meta feliz bajo el resplandor

de la estrella de Bethlehem.

Puede decirse que la filosofía de Sócrates ha presentado dos aspectos: una teoría

de la conducta y una concepción de la realidad. Estos dos aspectos de su pensamiento

produjeron dos líneas de desenvolvimiento

( 197 )

filosófico, que finalmente llegaron a estar muy grandemente separadas. La primera

encuentra a sus más prominentes representativos en los cínicos y en los cirenaicos, con

sus sucesores, los estoicos y los epicúreos, respectivamente;120 la última fase se expresó

en los espléndidos sistemas filosóficos de Platón y Aristóteles. Es con las expresiones

(o más bien perversiones) de la teoría socrática de la conducta, con las que estamos en

relación en nuestra consideración de la filosofía ética.

Sócrates había considerado a la felicidad y a la virtud como claramente

relacionadas en alguna forma. No sabemos exactamente cuál era esa relación, pues o

era confuso su pensamiento, o sus seguidores nos lo transmitieron vagamente. Es muy

probable que sea esto último. Hasta cierto punto existía confusión en cuanto a si

Sócrates quiso enseñar que la virtud es felicidad o la felicidad es virtud.121 Los cínicos

adoptaron la primera opinión, los cirenaicos la última.

Los cínicos enseñaban que el supremo bien se halla en la conducta pura y

racional, y es la supresión de todos los deseos humanos. Su representativo más familiar

que fue Diógenes, que renunció a toda liga social, no profesó estimación alguna por

nadie, hizo su única habitación de un tonel y aún desechó su vaso de beber, como un

estorbo innecesario.

Rama más refinada y avanzada de los cínicos fue el estoicismo, cuyo origen se

atribuye a Zenón, filósofo

( 198 )

que vivió de 342 a 270 A.C. Los estoicos sostuvieron el sufrimiento y la propia

limitación, pero a diferencia de los cínicos, no repudiaron las relaciones sociales. Las

obligaciones para con los otros eran consideradas por ellos como en extremo sagradas.

En realidad, para los estoicos el deber era su dios, y prácticamente, la única expresión

de la deidad con la cual estaban en relación. El estoicismo era una filosofía de la

conducta, pero con ligeros propósitos o incentivos religiosos. Para ellos el hombre debe

120 Al referirse a estas escuelas, Gilbert Murray dice con obvia certeza, “Estas escuelas corresponden propiamente… a la

historia de la religión” (Five Stages of Greek Religion, p. 17). Esta circunstancia las hace de especial interés para nuestro

estudio.

121 La diferencia entre estas dos opiniones se pude establecerse más distintamente en griego que en inglés. De aquí si

Sócrates descubrió la distinción claramente, estuvo en posibilidad de establecerla muy específicamente. Puesto en idioma

griego, resultaría, si dijo, “La felicidad es virtud”; hacía a la felicidad el supremo bien, pero si por el contrario expresó, “La

virtud es felicidad,” declaró a la virtud el sumo bien.

Page 136: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

136

ser y podría ser su propio salvador. Epicteto, uno de sus principales representativos

(nacido por el año 60 D.C.), se declara como principio divinamente ordenado, que “si

quieres lo bueno, consíguelo de ti mismo” (D. 1:29). Y más adelante, el mismo escritor

dice, “debes ejercitar la voluntad y estará hecha la cosa…porque de dentro viene la

ruina, y de dentro viene la ayuda” (D. 4:9). “¿Qué quieres con las oraciones?” pregunta

Séneca, contemporáneo de Pablo, “hazte tú mismo feliz” (Ep. 31:5). Sin embargo,

había en los estoicos un sentido de la incompetencia moral de la naturaleza humana y de

la necesidad de la gracia de parte del hombre, porque Séneca dijo: “Ningún hombre es

bueno sin Dios. ¿Puede alguno levantarse superior a la fortuna excepto con la ayuda de Dios?” (Ep. 41:2). Séneca aquí se extiende ansiosamente hacia un Dios personal y lleno

de gracia. Pero para el estoico típico la salvación consistía en el logro de la virtud

absoluta, que era considerada como el estado más elevado posible de la vida humana.

Habría de alcanzarse por la gradual supresión de todos los deseos y el exterminio del

afecto y la emoción. Es claramente manifiesto que el movimiento cristiano no podría

ponerse en relación con tal filosofía sin reacciones tanto positivas como negativas.

Según la opinión de los cirenaicos, el placer es el único verdadero bien, y de aquí

que la suprema preocupación de la vida sea obtener de cada momento que pasa el

máximo de felicidad, subordinado cualquiera

( 199 )

otra cosa a este fin. Esta forma de filosofía se elevó a un modo racional y estético de

expresión por los epicúreos (341-270 A.C.), que fundaron un sistema filosófico

conocido con el nombre de epicureanismo. Rechazaban la ley moral como tal y

presentaban al placer como el bien principal; pero el placer que proponían no era tan

crudamente sensual como el pretendido por los cirenaicos, y la virtud se reputaba como

un instrumento importante del placer—pero solamente un instrumento, nunca un fin.

Una vida temperamento virtuosa podría encontrarse en lo principal como la vida más

placentera que pudiera vivirse.

Epicuro resume así su propia posición: “Cuando decimos que el placer es el fin

no queremos significar los placeres del libertino y los del mero goce, como algunos

críticos ignorantes o antagónica o poco amistosamente suponen, sino la ausencia del

dolor en el cuerpo y de aflicción en el espíritu. Porque no son las bebidas y las fiestas…

ni las mesas cargadas de golosinas o que produce la vida feliz, sino el sobrio

razonamiento para descubrir aquello que debemos buscar o evitar, y por qué; y para

desterrar los caprichos que tienen el mayor poder sobre las almas de los hombres.”122

Necesitamos, sin embargo, distinguir entre le epicureanismo teórico y el

epicureanismo práctico—las concepciones especulativas del filósofo de pensamientos

elevados, y la conducta real de sus seguidores que satisfacen sus deseos sin

restricciones. Según se aceptaba y aplicaba por la calidad y categoría de sus adherentes,

el epicureanismo se empleaba como aprobación filosófica de las formas más groseras de

122 Wenley, op. cit., p. 64.

Page 137: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

137

sensualidad. En el mundo del primer siglo se consideraba justamente como sinónimo

de corrupción moral.123

( 200 )

Así la filosofía griega pagana, guiada solamente por los inciertos instintos de la

conciencia y la vacilante luz de la razón, tentaleaba su camino hacia una vida donde la

verdadera felicidad pudiese encontrarse. La vida como cumplimiento de un idea moral,

era vista claramente por las mejores y más puras inteligencias, pero el incentivo y los

medios para alcanzar ese ideal permanecía como un problema sin resolución. El

pensamiento griego, aunque no tenía ninguna ley moral revelada, llegó a ser un ley en sí

mismo (compárese Romanos 2:14), pero estaba obligado a esperar el advenimiento de

Aquél que era el mismo, el perfecto cumplimiento de la ley y el supremo ideal moral, y

que podía dotar al corazón del hombre del incentivo suficiente para comprender, en su

propia experiencia, la aplicación espiritual de la ley.

III. El Aspecto Teológico de la Filosofía Griega

Como ya hemos visto, la religión originalmente no fue una preocupación de la

filosofía griega. Los antiguos dioses de la religión nacional se aceptaban, y la filosofía

se preocupaba del hombre y la naturaleza. Pero la teología era una consecuencia

inevitable de progreso filosófico, porque cuando la mente griega comenzó a penetrar la

naturaleza de la realidad no pudo menos que descubrir que los fenómenos del universo

muestran la presencia del espíritu tanto como la de la materia. El reconocimiento de la

mente y la materia como los dos elementos fundamentales de la realidad, produjo una

teología primitiva al lado de la ciencia y la ética primitiva.

Los débiles rayos de una teología racional rompían la bruma de las concepciones

politeístas griegas aún antes del nacimiento de la filosofía, porque Zeller nos informa

que, “entre los poetas de los siglos VI y VII, son perceptibles las huellas de una gradual

purificación de la idea de Dios, porque Zeus, como el uniforme representante y

protector del orden moral del mundo, comienza a ser más prominente entre

( 201 )

la multiplicidad de dioses.”124 Los vestigios claros y más antiguos del progreso

teológico de la filosofía griega aparecen en Xenófanes (572-480 A.C.). Su distintiva

contribución a la historia del pensamiento griego religioso fue su protesta contra el

politeísmo y el antropomorfismo de la antigua religión griega. Evidencia de este

progreso puede verse en su afirmación de que, “Hay un Dios, el mayor entre los dioses

y los hombres, no comparable a los mortales ni en forma ni en pensamiento”. Debe

123 Cf. Fowler, Social Life at Rome, pp. 121 sgs. 124 Op. cit., p. 25.

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138

observarse cómo, la asombrosa aproximación al monoteísmo que aparece en esta

declaración, se modifica por la frase “el mayor entre los dioses y los hombres.” Pero la

dirección monoteísta de la concepción, es obvia. Otra aproximación hacia la idea de un

Dios aparece en Heráclito, uno de los primeros filósofos naturalistas. Percibió un

principio de orden en un universo de fluctuación y cambio, y este principio unificador

de la inmutabilidad y el orden dijo que era la ley. La identificación de esta Ley

fundamental con Dios era un paso fácil. Sin embargo, era más panteísta que

monoteísta, como puede verse en su observación: “Dios es el día y la noche, el invierno

y le verano, la guerra y la paz, el hambre y la saciedad; pero toma varias formas como el

fuego, cuando se mezcla con diferentes perfumes se denomina según el sabor de cada

uno de ellos.”

El siguiente paso, que es el de encontrar la unidad y la inteligencia en el principio

moderador del universo, fue dado por Empédocles, que declaró: “La mente es el

hechizo que gobierna a la tierra y al cielo”. Anaxágora prácticamente mantuvo la

misma opinión. La evidencia del orden en la naturaleza lo impresionó, y fue incapaz de

dar razón del orden independiente de la inteligencia. Por lo tanto, Anaxágoras colocó la

razón, o mente, como la realidad fundamental, donde todas las demás cosas se originan

y de donde son dirigidas. La Suprema Razón

( 202 )

volitiva no es sino otro nombre de Dios; de donde resulta que Anaxágoras

prácticamente fue monoteísta.

Ahora la teología griega esperaba solamente un paso en su desarrollo: el de

atribuir personalidad moral y espiritual a Dios. Este paso fue dado por Sócrates y

Platón. Sócrates creía que había principios universales de verdad y de justicia, y que

estos principios encontraban su final incorporación y su expresión personal, en Dios, a

quien él consideraba como supremo en conducta y carácter. Declaró a sus

perseguidores atenienses: “Yo debo obedecer a Dios más que a vosotros.” El notable

progreso de esta declaración hacia una concepción verdaderamente ateísta, puede

estimarse comparándola con la afirmación sorprendentemente semejante del Apóstol

Pablo, cuando, a la clara luz de la revelación redentora, dijo al Sanedrín judaico, “Es

menester obedecer a Dios antes que a los hombres” (Hechos 5:29).

Un paso aún más avanzado en dirección del monoteísmo puro se dio por Platón

(427-347 A.C.). Creía que la realidad fundamental consistía en ciertas “ideas”, o

esencias, de las cuales los objetos materiales tangibles no eran sino contornos o formas.

La Esencia suprema del universo es el bien, y este supremo bien lo identificaba con

Dios. En este punto su pensamiento se tornaba vago y no bien definido, pero por l

menos podemos estar seguros de que para Platón este supremo bien, que es Dios, era la

cima de todos los seres y la meta de todo esfuerzo.

Por el siglo II antes de la Era cristiana, comenzó una mezcla de elementos tanto

de fuentes griegas como orientales, que produjo una forma ecléctica de la filosofía,

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139

conocida como gnosticismo.125 Este sistema filosófico—si pude llamarse sistema—

resultó de seleccionar y combinar elementos de toda escuela de pensamiento en boga, y

presentaba una confusa variedad de opiniones. Halló fértil suelo en

( 203 )

las expresiones doctrinales del primitivo cristianismo y produjo allí sus más familiares y

característicos resultados. La reacción de las tendencias de su pensamiento en la

teología del cristianismo primitivo, originó las primeras grandes herejías.

Otra forma altamente importante de filosofía eclética en el marco del Nuevo

Testamento se presentó en las enseñanzas de Filón, el gran judío alejandrino. Aunque

judío, Filón fue un entusiasta admirador del pensamiento filosófico del helenismo. Fiel

al método ecléctico de su día, procuró exponer las enseñanzas de Moisés y las

tradiciones de Israel en los términos de la filosofía griega y de la religión judaica, pero

con énfasis principal en la última.126 La religión constituía la base de su filosofía. Era

un profundo místico y dotado de un maravilloso grado de discernimiento espiritual.

Frecuentemente sus concepciones religiosas se acercan en forma notable a las ideas

cristianas. Sin embargo, debemos tener cuidado de no identificar a Filón en las

categorías de la teología cristiana y definir sus opiniones por medio de expresiones

distintivamente cristianas, que en realidad tienen su significación mucho que jamás

estuvo contenido dentro de los límites del pensamiento de Filón.

Una de sus más íntimas relaciones con la enseñanza cristiana estaba en su

concepto de la mediación. La expresaba con el término griego Logos, traducida “verbo”

(Juan 1:1). Sostuvo completa y tenazmente la concepción judaica de la cabal

trascendencia de Dios, y sin embargo, su naturaleza e ideas místicas clamaban por la

relación, entre el hombre y Dios. Para reconciliar este conflicto, inventó la función

mediadora del Logos. Así, su formulación de la doctrina del Logos no era una mera

teoría convenciste de la especulación filosófica, sino una necesidad que brotaba para

obtener la armonía lógica

( 204 )

entre su propia naturaleza profundamente mística, y su creencia en la trascendencia de

Dios, concepto heredado tanto del judaísmo como del platonismo. Con su corazón

hambriento de comunión con Dios, a quien creía imposible de acercarse por su alma

pecadora, se apoderó de la idea del Logos, ya formada en el pensamiento religioso-

filosófico de su día, y halló en ella un medio satisfactorio de asegurarse al paz y la

comunión con Dios.127 Aquí precisamente descansa el enigma de la experiencia y

concepciones religiosas de Filón, y los principales medios de un exacto entendimiento

de él.

125 Cf. Angus, The Religious Quests of the Graeco-Roman World, p. 379. 126 Cf. Kennedy, Philo´s Contribution to Religion, p. 31. 127 Cf. C. H. Moore in Foakes-Jackson and Lake, Beginnings of Christianity, Vol. I, p. 253.

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140

Otro poderoso impacto de Filón sobre le pensamiento cristiano era su método

ecléctico, su manera de combinar elementos de diversos sistemas filosóficos. Su

filosofía no era producto independiente de su propio pensamiento, sino la afloración de

procesos que estaban en operación en muchas inteligencias anteriores y de su época. Es

un típico representativo de la tendencia ecléctica, porque procuró dar forma a un

sincretismo de elementos seleccionados de la filosofía griega, del misticismo oriental y

de la teología judaica. EN el campo de la filosofía griega sus concepciones tienen

relaciones genéticas con le platonismo, el pitagoreanismo y el estoicismo. Los efectos

del misticismo y el dualismo orientales llegaron a él a través de las inclinaciones de su

propia mentalidad semítica y de los elementos persas y babilónicos de las corrientes

gnósticas de la filosofía del Siglo I. El Antiguo Testamento y la teología judaica en

boga, le suministraron las bases para sus especulaciones filosóficas.

Los efectos de esta filosofía ecléctica de Filón se hallan, sin duda, en el fondo de

mucha de la literatura y la vida del Nuevo Testamento. Especialmente es así en las

últimas Epístolas del Nuevo Testamento, en las que se refleja su influencia.

( 205 )

Esta exposición puede adecuadamente terminarse con un breve sumario de la

situación filosófica del siglo I, de modo que el estudiante pueda observar la totalidad en

una sola perspectiva. El sistema filosófico dominante de le época era el estoicismo.128

Pero la tendencia ecléctica había ejercido una poderosa influencia sobre él, do modo

que en éste había muchos elementos de otros sistemas. Especialmente en el

pensamiento romano era pronunciada la tendencia ecléctica, porque el arte de

seleccionar y mezclar, era característico del genio romano. El estoicismo, como base

filosófica, apelaba al romano a causa de su énfasis sobre el deber y la lealtad. Pero el

carácter más indulgente y apasionado del mundo grecorromano era adverso a las

restricciones del estoicismo, y se inclinaba al epicureanismo como forma más liberal de

la filosofía, y que al mismo tiempo ofrecía el consuelo de un plan de vida racional. El

pensamiento oriental-mediterráneo encontraba la mayor satisfacción en le gnosticismo,

tonel trascendentalismo platónico y el dualismo oriental infiltrado con otras

aportaciones de fuentes griegas y judaicas. El gnosticismo era, en realidad, un método

filosófico más que un sistema filosófico. Halló un representativo distinto y muy

individual en Filón.

La confusión e incertidumbre de estos diversos sistemas convenció a muchos de

que no podría haber conocido final y seguro de ninguna clase; por tanto, acudieron al

escepticismo, a la filosofía de la probabilidad que tenía como su grito de combate “¿Qué

es la verdad?”.

Estas eran las diversas y opuestas corrientes del pensamiento hacia las cuales

fluyó la poderosa del mensaje de redención del cristianismo, destinada al principio, a

128 Para una discusión completa y cuidadosamente inductiva del estoicismo del siglo primero, el estudiante no puede hacer

major cosa que referirse a Glover, The Conflict of Religions in the Early Roman Empire, Chapter II.

Page 141: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

141

utilizar y a reunir en un canal común, lo mejor de aquello con lo que se mezclaba, y a

combatir

( 206 )

lo erróneo; pero, finalmente, a ser contaminado por los tributarios de los cuales se

hallaba incapaz de escapar.

( 207 )

Page 142: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

142

CAPÍTULO X

LA SOCIEDAD GRECORROMANA

La vida en el mundo romano del silgo I ofrecía la mayoría de aquellas

características típicas de la mayoría de las sociedades civilizadas. Aquellos que podían

obtenerlo se proveían de los lujos y diversiones que ofrecía el mundo de su época y

buscaban por todos los medios posibles encarecer el interés y el placer de vivir. Los

pobres luchaban por satisfacer las más sencillas necesidades de la vida y solventar la

excesiva carga de los impuestos. Los hombres buscaban la intervención o la

promoción, por medio de la influencia de los amigos, para mejorar su vida; se

preocupaban por la inquietud financiera; inventaban pretextos de la religión o de los

negocios para excusarse por su ausencia del hogar y su evasión de las obligaciones

familiares; abrían brecha en la confianza pública y engañaban a sus subordinados; se

lisonjeaban en servil y reverencia ante los que ocupaban puestos oficiales elevados y les

ofrecían a dichos altos funcionarios las más extravagantes diversiones. Los jóvenes

abandonaban su hogar y disipaban su existencia en una vida desenfrenada; o si se

quedaban en su casa, abrumaban a sus padres con deudas por extravagancias. Por otro

lado, el amor y la lealtad, la benevolencia y el servicio hallaban abundante expresión en

muchas hermosas vidas. Los padres criaban y protegían a sus hijos, quienes, a su vez,

honraban y respetaban a sus padres. Los padres criaban y protegían a sus hijos, quienes,

a su vez honraban y respetaban a sus padres. Los vecinos se ofrecían simpatía y ayuda

unos a otros en tiempo de aflicción; o, por lo contrario, reñían y robaban, asaltándose

aún con violencia física, y acudían a los guardianes de la ley en busca de justicia.

Tal es el cuadro vivo que se nos presenta por los papiros y las ostraca. Vemos

allí, hombres que trabajan diligentemente por un honrado sostén y que

( 208 )

satisfacen lo mejor que pueden las necesidades de aquellos que dependes de ellos; o,

triste es decirlo, mucho más frecuentemente los vemos humillándose ante la terrible

mano de la ley, cuando los amenazaba por algún delito que ellos consideraban

seguramente oculto; teniendo acceso a los tribunales para dirimir sus disputas, o

defraudándose entre sí, despreciando la Ley; comprando y vendiendo mercancías con la

debida precaución para evitar ser engañados; y reprobando a gente y empleados por no

haber cumplido con sus deberes.

Había un impresionante exceso de iniquidad, especialmente en la alta esfera de la

sociedad; y prevalecía en todas partes una abyecta miseria; pero en la mejor clase del

común del pueblo las sencillas prácticas y pasatiempos de la vida ordinaria,

universalmente comunes a la humanidad, estaban en boga. Había amor por las

diversiones, indulgencia en la curiosidad, locura por la ostentación, interés entusiasta en

la competencia, afán de popularidad, y deseo de relación social: elementos de la vida

que brotaban de los instintos normales de la naturaleza humana. Sin embargo, aunque

Page 143: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

143

estos hechos eran fundamentales, había características de la sociedad grecorromana que

le otorgaban su propia distinción. Nuestro propósito aquí, es examinar cuidadosamente

sus elementos aislados, de modo que podamos descubrir esas características distintivas.

EL HOGAR

Las condiciones domésticas en el mundo grecorromano eran tan variadas que se

encuentra difícil pintar un cuadro que las abarque convenientemente. Sin duda, es

mejor reproducir simplemente las diversas vistas que las fuentes proporcionan,

exactamente como se presentan a nosotros, de modo que la impresión en la mente del

estudiante pueda abarcar, con dicha reproducción, la gran suma de diferencias que la

vida de al época realmente ofrecía. Por vía de interpretación, podemos llamar la

atención

( 209 )

hacia algunos rasgos que consideramos como típicos. Los testimonios utilizados han

sido derivados de fuentes tanto literarias como no literarias, pero las últimas son más

dignas de confianza, ya que ofrecen la más exacta representación de los hechos reales.

La vida en el Imperio Romano era predominantemente urbana. Se aplicaba el término pagani a la dispersa y menospreciada población rural, y dicha palabra llegó a

ser signo de tanta execración que los cristianos de posteriores generaciones la adoptaron

como designación de la población gentil en general—da allí nuestra palabra “pagano”.

Los residentes de pueblos y ciudades eran el reconocido populacho del mundo romano,

y cuanto más grande era la ciudad, tanto más importantes e influyentes sus habitantes.

Es interesante observar cómo Pablo se adaptó a esta realidad de la vida grecorromana en

su propagación del evangelio en el mundo mediterráneo. También resulta obvio que el

gran sistema de caminos roanos, tan vital para el progreso del cristianismo del siglo I,

era el método imperial de entretejer en un todo gigantesco, esta diseminada expansión

de la vida ciudadana.129

I. Las Comodidades Materiales

Es lógico observar primero, la estructura material en la cual se alojaba el hogar.

La descripción no puede ser completa, sino solamente sugestiva, porque los planos de

los edificios diferían grandemente, entonces como ahora. Había menores diferencias

entre el estilo de la arquitectura domiciliaria en el oriente, donde el tipo griego

prevalecía, y el occidente, que seguía el estilo romano. Tales diferencias, sin embargo

deben haber sido ligeras, porque había reacción de un tipo sobre el otro y muchas

características se poseían en común por ambos tipos. En esta breve descripción nos

esforzamos en producir

129 Cf. Fowler, Rome, pp. 212 sgs.

Page 144: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

144

( 210 )

una adecuada impresión general, sugiriendo los puntos en que probablemente se debería

hacer distinción entre los tipos griego y romano.130

Las casas de los pueblos ordinariamente se construían de ladrillo y mezcla,

naturalmente con accesorios y adornos de madera. Las casas de madera o chozas se

hallarían entre los pobres en los suburbios y en los distritos rurales. La argamasa y los

ladrillos secados al sol, se utilizaban ampliamente entre los provincianos, en particular

los del oriente. A diferencia de la casa típica de Palestina, la grecorromana no tenía

ventanas hacia la calle, o el camino. Comúnmente, la gran parte del frente, compuesta

de dobles puertas, ofrecía el único acceso al interior de al casa. Raramente podían

hallarse una o más entradas laterales. Las puertas giraban sobre pivotes, insertados en

agujeros, en el dintel y el umbral. Se utilizaban cerrojos, rejas y trancas para

asegurarlas contra toda intrusión.131 Algunas veces la puerta del frente se hallaba

provista de un llamador. Frente a la puerta había un pequeño vestíbulo, abierto hacia el

frente, en el que los visitantes podían esperar su ingreso.

Exactamente adentro de la entrada principal había un gran patio central, adornado

y decorado tan bellamente como la familia podía permitírselo, y alumbrado desde arriba

por una claraboya descubierta. Este patio central, llamado atrio, servía como salón de

recepción. Más allá del patio central, se penetraba al peristilo, otro patio grande,

descubierto, con cuartos en ambos lados. Entre los romanos las habitaciones por lo

general eran confortablemente grandes, pero la tendencia, en el Oriente, era a

construirlas

( 211 )

pequeñas. Atrás del peristilo se hallaría ordinariamente el “jardín”, o un espacio

utilizado como comedor. En las casas griegas, el patio del frente estaba dedicado al uso

de los hombres principalmente, mientras las mujeres debían ocupar el patio posterior.

Cuando había un segundo piso, raramente cubría las dimensiones totales ocupadas por

la planta baja, pero se arreglaba solamente en aquellas partes que proporcionaban el más

conveniente cimiento. En las casas de mejor clase, el techo consistía en tejas,

prácticamente de la misma composición que las que actualmente se utilizan. Las casas

de los campesinos probablemente estaban cubiertas de paja, aunque, por supuesto, no

podían sobrevivir tales restos al paso de los siglos y proporcionar su testimonio a los

investigadores modernos. El acabado de la ornamentación de la casa dependía de las

posibilidades del propietario. 130 Las casas de las mejores clases en los pueblos y ciudades del mundo romano occidental, pueden juzgarse por las

descubiertas en Pompeya. Las excavaciones en el sitio de algunas de las ciudades griegas nos proporciona información

acerca de las casas del oriente.

131 Aparece un interesante ejemplo en el siglo segundo, donde se clavaron las puertas durante la ausencia de una familia. Cf.

P. Teb. II, 332. Pero esto fue excepcional probablemente.

Page 145: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

145

Las casas de la clase media podían consistir de solamente un patio interior, con

habitaciones alrededor; o, en algunos casos, de dos o tres cuadros adyacentes. Entre los

habitantes más humildes, especialmente en el Oriente, había muchas casas en las cuales

se construían talleres y tiendas.132 Entre las clases más pobres de los distritos rurales se

encontrarían solamente chozas o cabañas rudamente construidas, de una a tres

habitaciones. Por supuesto, las casas de campo de los ricos eran más elaboradas, y se

construían según el plan que se adaptaba al gusto del propietario. En los centros

metropolitanos podría hallarse un buen número de edificios de apartamentos, donde

quien no pudiese poseer o rentar una casa separada, podría rentar una habitación, o,

menos frecuentemente, dos o más cuartos.

En las ciudades más grandes, los edificios se elevaban algunas veces hasta cinco

o seis pisos de altura. En Roma, el límite de altura de los edificios se fijó en setenta

pies. Pero las construcciones elevadas eran indudablemente raras, debido a la falta

( 212 )

de material de construcción y al necesario conocimiento acerca de la cimentación. La

gran mayoría de las casas era de uno o dos pisos, mucho más frecuentemente de uno.

El mobiliario de una casa grecorromana era sencillo y escaso, si se compara con

una habitación moderna. Sin embargo, en calidad era muy semejante al nuestro. Había

sillas, mesas, camas, tapetes y cortinas, como las que nos son familiares, aunque en

menor número. Parece que el lecho era el mueble principal de una casa del siglo I.

Eran las facilidades para preparar y servir la comida en lo que más difería de lo que

ahora conocemos. Era costumbre reclinarse, para las comidas, en lechos, usualmente

preparados por tres lados de la mesa, y dejando libre el otro para el servicio. Se

cocinaba de tierra o de piedra. El alumbrado se obtenía por medio de lámparas de

aceite, que consistían en ánforas de terracota o de metal, por lo general de forma

oblonga, con la mecha descubierta; o, en las casas más pobres, por medio de velas de

sebo o de cera. De las ruinas de Pompeya se ha obtenido evidencia de que los sistemas

de saneamiento y calefacción estaban muy desarrollados; baños y fuentes debieron

encontrarse en muchas de las mejores casas, y se procuraba un acabado ornamental de

extraordinaria belleza. Las paredes se decoraban con pinturas de verdadero mérito

artístico, y se empleaban otros efectos decorativos, que son alabados por los mejores

juicios artísticos de los tiempos modernos. Es probable que Pablo, en sus dilatados

viajes y amplias relaciones, algunas veces se distrajese en casas de sobresaliente

hermosura, aunque, sin duda a causa de su falta de interés estético no menciona tales

experiencias.

En el hogar típico del común del pueblo, la comida ordinaria consistía en

alimentos, tales como pan, caldo, sopa de lentejas, queso de cabra, legumbres de varias

clases, frutas y aceitunas, y tocino o salchichas. Ordinariamente el pescado podía

obtenerse en

132 Cf. Tucker, Life in Ancient Athens, p. 89.

Page 146: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

146

( 213 )

abundancia y a reducido costo. Como bebida acostumbraban el vino barato diluido en

agua. Los alimentos se servían en platos de barro toscamente fabricados, con un salero

frecuentemente de plata, que se consideraba como artículo importante en el hogar.133

II. El Matrimonio

El mundo mediterráneo del silgo I, tenía una infortunada actitud hacia el

matrimonio, actitud que amenazaba a los más sagrados intereses de la vida.

Predominaba un reprensible desdén hacia el matrimonio y sus responsabilidades

consiguientes, aunque quizá considerablemente disimulado. No podemos aceptar el

valor aparente de la afirmación de que “la felicidad del matrimonio y las virtudes sobre

las cuales se fundamenta, eran no más raras que con nosotros.”134 Debemos reconocer

que las costumbres correspondientes al matrimonio estaban lejos de conducir a la

felicidad doméstica o a la integridad moral; y muy natural resultaba, en esta sagrada

institución, caer en el descrédito y la degeneración.

El matrimonio regularmente era precedido por los esponsales; pero este

compromiso no significaba empeñar la fidelidad del amor mutuo entre un hombre y una

doncella, sino un arreglo entre los padres de los jóvenes, o entre los padres de la novia y

el futuro esposo. Los esponsales se consideraban como una obligación grave pero

nunca fueron conceptuados por los griegos o los romanos en forma tan solemne como

por los judíos. El matrimonio se suponía haber sido arreglado por los padres de las

partes contratantes, aunque el consentimiento de los desposados se consideraba como

deseable en sumo grado y generalmente se procuraba. Pero cosas como el amor

( 214 )

espontáneo y el cortejarse, era algo completamente desconocido—o por lo menos no

considerado como necesaria preparación para un matrimonio feliz. Es significativo que

la antigua lengua latina no tuviese palabras para denotar esas relaciones prenupciales.

Las consideraciones dominantes en los esponsales y el matrimonio eran la riqueza, el

linaje y la posición social.

El promedio de edad para el matrimonio era menor que aquella a la que estamos

acostumbrados, especialmente tratándose de la novia. Se suponía que los hombres

habían alcanzado la madurez antes de tomar las responsabilidades del matrimonio, peor

la edad promedio de la novia era alrededor de los 16 años. No era extraño para una

joven casarse a los 14 o los 15 años, y ciertamente no era un acontecimiento asombroso

para ella hacerlo a los 13.

133 Cf. Friedlaender, op. cit., Vol. II, pp. 146-173.

134 Halliday, The Pagan Background of the Early Christianity, P. 113.

Page 147: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

147

Se concedía a la novia una dote por su padre o tutor. Sin embargo, esta dote

nunca se entregaba en forma absoluta como posesión del esposo. La propiedad de la

esposa se mantenía en posesión de ella misma, y podía disponer de aquella a su

elección.

Parece haber sido la costumbre, que se extiende tan remotamente como la

civilización, que la novia se adornase con el más atractivo atavío que le permitiesen las

posibilidades de aquellos a quienes les correspondía. “Una novia engalanada para su

esposo” (Ap. 21:2), era un cuadro vivo tanto para la imaginación judía como para los

gentiles. De la misma manera, el novio se ataviaba con lo mejor que tenía y se

prodigaban los adornos en las casas de ambos contrayentes.

Aún en el mundo pagano, el matrimonio tuvo una significación religiosa tanto

como civil y social. A la luz de los ideales estrictamente romanos, era un servicio

fundamental al estado, mientras en el mundo griego era el medio de asegurarse una

descendencia ligítima y la garantía de funerales respetables. Todo griego deseaba hijos

que pudiesen enterrarlo para descansar honorablemente. De este modo, la religión,

( 215 )

la sociedad y el estado estaban interesados en la unión de un hombre y una mujer en los

lazos del matrimonio.

Las principales ceremonias tenían lugar en la casa de la novia, y consistían en

solemnes otos hechos por los principales, un sacrificio religioso o ritual, y un banquete

de bodas. Las promesas hechas lo eran más en forma de contrato mercantil que

conforma a un ritual religioso. El elemento religioso del acto se hallaba en el sacrificio

a las deidades patrimoniales. Parte esencial de la ceremonia era la procesión nupcial a

la casa del novio. La música, las antorchas y la hilaridad marcaban la marcha de esa

procesión. Al llegar a la casa del desposado, la novia era introducida al hogar con la

debida formalidad alzándola en vilo sus acompañantes, para cruzar el dintel. Ella

inmediatamente asumía su responsabilidad como directora de los asuntos de su casa—

esto es, lo que era exigencia teórica de la costumbre, aunque realmente se aplicaba

según la edad de la novia. En los casos en que aún era niña, como frecuentemente

sucedía, debemos suponer que la madre de su esposo, o alguna parienta de mayor edad,

tomaba la dirección efectiva, mientras la esposa alcanzaba mayor madurez.

De manera que corresponde en lo general a las prácticas aquí descritas, el hogar

pagano del siglo primero era un hecho consumado. Su estrecha semejanza con las

costumbres relativas al matrimonio entre los judíos es manifiesta y natural.

Probablemente las costumbres matrimoniales entre los judíos helenistas eran idénticas

en la práctica, a las descritas aquí, excepto en lo que toca al aspecto religioso.135

( 216 )

135 Cf. Fowler, Social Life at Rome, pp. 135 sgs; Tucker, Life in the Roman World of Nero and St. Paul, pp. 289 sgs; Life in

Ancient Athens, pp. 158 sgs; Friedlaender, Roman Life and Manners, Vol. I. pp. 232 sgs. La información presentada por

estos historiadores se basa en las Fuentes literarias, pero confirma su descripción un testimonio abundante inferido de los

papiros.

Page 148: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

148

III. La Familia

La familia común del mundo grecorromano no era grande. El índice de natalidad

en el Imperio había decrecido hasta el punto de que llegó a ser asunto de política

imperial, el ofrecer conexiones especiales a los padres de tres o más hijos, y es probable

que hubiese un impuesto a los solteros. La ley relativa a la herencia se dice que hacía

distinciones contrarias a los solteros y casados sin hijos. Sin embargo, tales leyes

probablemente no se aplicaban con rigidez. Un amplio examen de la vida doméstica del

siglo primero, con todas sus características tomadas de diversas fuentes de información,

nos convence de que le trágico abuso de estas sagradas relaciones, era grandemente

predominante, y, no obstante, debajo de ese abandono y menosprecio se hallaban los

impulsos humanos más profundos, que algunas veces se manifestaban en tiernas y

bellas expresiones, en espera del toque corroborante de aquella influencia inspiradora y

luminosa, que fluiría hacia el mundo grecorromano de quien habría de revelar a la

humanidad el más profundo significado divino del Hogar.

Es evidente que la sociedad de la época era sensible a la obligación del esposo y

padre de amar y sostener a su familia, pero es igualmente cierto que esta norma ética se

tomaba ligeramente en muchos casos individuales. No era extraño en verdad, que un

hombre malgaste la dote de su esposa y abandonase su hogar, entregándolo a los

horrores de una abyecta pobreza en medio de un mundo sin caridad, mientras él

procuraba nuevas oportunidades de ganancia y complacencia en alguna gran ciudad, o

disputaba en los tribunales de la tierra, contra los esfuerzos de reformarlo que hacía su

abandonada esposa. Y no era siempre el hombre el ofensor, pues los restos

documentales revelan casos de esposas que abandonaban su hogar y defraudaban a su

esposo.

Por otro lado, los antiguos relatos también presentan ejemplos de ternura paternal

y de lealtad y

( 217 )

afecto conyugales. Hubo padre amantísimo que prodigó su afecto hacia su hijo a tal

extremo que el joven se convirtió en un mimado insufrible, y manifestaba una actitud de

insultante insolencia, y constituía, consecuentemente, un problema para su padre, y era

la desesperación de su madre. Pero había también el padre que podía hablar a su hijo

con autoridad y prevenirle confiadamente que no lo desobedeciera. Las crónicas

muestran ejemplos de genuina solicitud por el futuro bienestar y rectitud moral del niño.

Se revela verdadero amor conyugal. En una inscripción de principio del siglo segundo,

un marido se refiere a su compañera como “su dulcísima esposa”. Se le admira por

haber vivido con su familia durante treinta años, con amante devoción para su esposo y

sus hijos. Este no es sino un ejemplo de un gran número de epitafios semejantes que

Page 149: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

149

corresponden a al época del cristianismo primitivo.136 Un marido cuya esposa pro

alguna razón había salido durante una temporada, le expresa su gran pena por su

prolongada ausencia, y su pérdida de interés en la rutina de la vida. Otro que ha salido

de su casa para trabajar, asegura a su esposa que cuando reciba su salario se lo enviará

inmediatamente. Una abnegada esposa escriba a su marido sobre las noches de

insomnio que pasa inquieta por él, y le insiste en que se cuide en todas las formas

posibles cuando confronte algún peligro inminente.

El amor de los hijos para su hogar y sus amados halla inequívoca expresión en las

fuentes no literarias. Un hermoso sentimiento doméstico se expresa en la carta de una

hija, dirigido “a su amantísimo padre”, diciéndole que al recibir su carta en que le

participa que está bien y seguro, se ha sentido “muy alegre”. Un joven que se halla

ausente de su hogar por ser soldado, escribe en términos afectuosos a su padre,

expresando también amoroso interés pos los demás miembros de la familia. Muchos

años más tarde, el mismo soldado escribe una hermana

( 218 )

que aún vive, manifestando una actitud hermosamente tierna hacia el viejo círculo

hogareño, y una admirable situación doméstica en su propio hogar. Luego aparece otro

interesante, si no patético, ángulo de la vida humana, cuando un hijo pródigo, que ha

dejado a su madre como resultado de una infortunada separación, al fin se arrepiente y

le escribe solicitando su perdón, y refiriéndole su trágica condición de miseria y

privaciones. Muy diferente es la carta de otro hijo, aproximadamente del mismo

período, en la que expresa abundante aprecio y cariño por su madre, reprochando a su

hermano su descuido a ella, e insistente, aunque delicadamente, exigiéndole mayor

devoción filial. sin embargo, la misma carta descubre un desvergonzado menosprecio

del amor y autoridad maternales de parte do otros hijos de la misma casa.137 En otra

situación, un hijo ingrato rehúsa volver al hogar, y aún escribir, dejando que su anciano

padre atendiese solo el trabajo de su hacienda, y que su madre sufriese en la

desesperación. En los ideales de la época había un elevado sentido de la sagrada

significación de al maternidad, pero este ideal frecuentemente era también ignorado en

absoluto.

En general, la posición de la mujer en el mundo grecorromano era relativamente

baja. Esto era cierto especialmente entre los griegos y los orientales. Ya hemos

observado que en el hogar judío la esposa y la madre tenían un lugar de honor y respeto.

También es cierto que en la familia romana se le otorgaba gran consideración, aunque

las relaciones entre el romano y su esposa carecían del cariño verdadero y la mutua

simpatía que distinguía al hogar judío. Pero era excepcional en gran manera en el

mundo, la familia típica judía o romana. El hombre común del mundo del siglo primero

136 Deissmann, Light from the Ancient East, p. 315. 137 Cf. Dissmann: op. cit., pp. 179 sgs.

Page 150: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

150

veía a su esposa como algo más que una posesión necesaria en su vida. Se esperaba que

ella se rindiese incondicionalmente a la voluntad de él, para satisfacer sus placeres,

( 219 )

quedarse en la casa y criar a sus hijos, mientras él se movía en los círculos de la

sociedad, con algunas “damas” de encantos físicos e intelectuales, a quienes había

escogido como sus auténticas compañeras. Sin embargo, se ha aclarado por las

evidencias presentadas arriba, que no era ésta la situación de la esposa en todas las

familias, aunque podemos estar seguros de que se ha presentado correctamente como

cosa ordinaria. Pero es confortante encontrar numerosas excepciones, en donde existían

tierna devoción y constante fidelidad entre los cónyuges. Con todo, ha de esperarse esto

como resultado inevitable de los impulsos normales de al naturaleza humana cuando se

halla justamente equilibrada. En hogares como éstos el cristianismo debe haber

encontrado sus más susceptibles candidatos. El divorcio ocurría con sorprendente

frecuencia, pero observamos que en el divorcio se salvaguardaban cuidadosamente los

derechos de la mujer.

El niño se consideraba con demasiada ligereza en el mundo del siglo primero. Al

infante se le creía totalmente sin derechos. A los padres se les permitía destruir a un

recién nacido, o arrojarlo a la calle para que muriese expuesto a la intemperie, o fuese

recogido por un transeúnte ocasional y convertirlo en esclavo. El hijo era propiedad

mueble del padre y podía ser vendido por esto como esclavo. No obstante, es muy

probable que la sensibilidad humana de la sociedad y los naturales impulsos de amor

paternal impidiesen el ejercicio muy frecuente de tales prerrogativas. Pero está fuera de

toda posible duda que hubo demasiados ejemplos de este desnaturalizado trato de los

niños.138 La autoridad del padre sobre el hijo continuaba teóricamente hasta después de

( 220 )

que éste había crecido y se había casado, aunque en realidad, especialmente tratándose

de los varones, dicha autoridad dejaba de ejercerse en la mayoría de edad.

Generalmente había un “tiempo señalado por el padre” (Gálatas 4:2) cuando el hijo

alcanzaba su mayoría de edad y entraba en posesión y dirección independientes de sus

propios asuntos. Esto debería ocurrir entre los veinte y veintiún años de edad, aunque

en casos excepcionales podía reducirse esta edad. Esta política del dominio paternal

ilimitado era ciertamente residuo de un sistema patriarcal primitivo entre los antiguos

romanos. Cuando se concedía la normal libertad de desarrollo, la vida del niño era

exactamente como ha sido característica de todos los niños a través de toda la historia

que conocemos de la raza humana.

138 En el documento conocido como Oxyrhynchus Papyrus 744 se halla esta orden de un marido a su esposa: “Si tienes un

hijo, si es niño, déjalo vivir; si es niña, deséchala.” En la misma colección, número 37, hallamos este ejemplo en un acto de

juzgado: “Pesouris, mi cliente, . . . recogió del arroyo a un niño abandonado.” El cuadro que se halla tras estos fragmentos

de papiros es sin duda, terriblemente muy obivo.

Page 151: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

151

CONDICIONES ECONOMICAS

El mundo grecorromano del siglo primero se recobraba lentamente de una

situación de grave crisis económica. 139 La mayoría de los países comprendidos en el

Imperio, por varias generaciones habían venido sufriendo a causa de frecuentes guerras

periódicas de conquista o rebelión. Los ejércitos los habían invadido y vivían de sus

escasos recursos. Además habían sido despojados del inevitable botín de la victoria.

Este procedimiento había dejado a muy pocos capaces de trabajar en la tediosa tarea de

la reconstrucción. Los soldados que regresaban, acostumbrados como estaban a las

experiencias de la vida militar y al sostén

( 221 )

gubernamental, se hallaban mal dispuestos hacia el monótono trabajo de ganarse un

escaso vivir por medio de un trabajo pobremente remunerado.140

Los empleos eran pocos y el trabajo de esclavos abundante, lo que significaba

largas horas y pequeñas retribuciones para el obrero libre. Esto ofrecía reducido

estímulo para un empeñoso esfuerzo, y fatalmente estorbaba el progreso económico. Se

obligaba al pueblo a una gran ociosidad, y, hay que confesarlo, era bien recibida, porque

los griegos y los romanos, a diferencia de sus contemporáneos judíos, no concedían

galardón al trabajo honrado. Lo consideraban como algo que debía evitarse hasta donde

fuese posible. Ejecutar un trabajo, de cualquier clase que fuese, lo colocaba a uno en un

plano socialmente muy bajo. Por lo contrario, la ociosidad era un distintivo de la

aristocracia. Muchos que no tenían riqueza alguna propia, inventaban la forma de

conseguir el patronato y sostenimiento de quienes poseían grandes recursos. El lujo y la

ociosidad marcaban el pináculo del éxito social; trabajar para el propio mantenimiento

material se consideraba como una muy miserable suerte en la vida.

Como resultado de estas condiciones, los ricos se hacían más ricos y los pobres

más pobres. Los capitalistas ricos se organizaban en sindicatos, comparables a nuestras

modernas sociedades financieras monopolistas (trusts), y se hartaban de riquezas,

mientras os pobres escasamente lo necesario para el simple sustento físico. Por

supuesto, esto representa las condiciones generales. A pesar de estas dificultades, había

muchos que luchaban y alcanzaban algún grado de progreso económico, aunque no

tuviesen sino un escaso capital con que operar. Sin embargo, éstos eran,

incuestionablemente, excepciones. Y también es cierto que el mundo romano se

( 222 )

139 Una magnífica y breve exposición de las condiciones económicas de Asia Menor se presenta por Samuel Dickey, “Some

Economic and Social Conditions of Asia Minor Affecting the Expansion of Christianity,” en Case, Etudies in Early

Christianity. 140 Los efectos económicos y sociales de las guerras, especialmente las luchas civiles, sobre el público romano, se presenta

con detalles considerables por Rostovtzeff, Social and Economic History of the Roman Empire, Chapter I.

Page 152: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

152

movía lentamente hacia una situación material mejor, debida al predominio de la paz

introducida por Augusto, y cabalmente se hallaba en operación un completo sistema

económico.

I. El Comercio

Las empresas comerciales fueron tan extensamente proseguidas en el mundo

grecorromano del siglo primero, como en nuestro propio mundo moderno. Compras y

venas se efectuaban prácticamente en toda ocasión favorable para la vida humana. La

moneda romana era el instrumento regular de cambio. Las tiendas cubrían las calles de

todo el pueblo o ciudad. Los productos de la tierra se halaban por todas partes del

mercado. Se impulsaba extensamente la agricultura, y la tierra era poseída algunas

veces por el mismo que la cultivaba, y en otras ocasiones, rentada o arrendada. El

arrendamiento se pagaba en moneda o en especie. También se traficaba en considerable

extensión, en la ganadería, con propósitos comerciales. El batanero, el molinero, el

panadero, el herrero, el vendedor de vino, todos aparecen en al vida comercial de la

época. Los sindicatos ofrecían ventajas en las ventas al por mayor, y los detallistas

distribuían las mercancías a los consumidores, utilizando frecuentemente, para

negocios, cuartos alquilados. El principio de la agencia era un lugar común familiar, y

se aplicaba de varias maneras. Se empleaban sistemas de contabilidad y archivo

comerciales, 141 y se llevaba un cuidadoso registro de la propiedad puesta en manos del

agente.

( 223 )

El traspaso de la tierra de uno a otro propietario, bien por renta o por venta, se

certificaba y registraba por escrito. La propiedad personal también podía registrarse

como asunto de anotación permanente, para la protección legal de los derechos de

propiedad. Por el testimonio de los papiros se sabe que las transacciones de todo género

eran materia de registro. Había funcionarios especiales cuya obligación era recibir y

conservar esos registros.

El préstamo de dinero era empresa común y ampliamente extendida. Se hacían

pequeños préstamos sobre propiedades dejadas en prenda, los préstamos de

consideración se hacían con capital privado, y muchos empréstitos se hacían por bancos

comparables a los de los tiempos modernos. El testimonio de las fuentes documentales

es que el negocio bancario había progresado mucho. No sólo el préstamo de dinero se

hacía por medio de bancos, sino también el cobro de esos préstamos, compras, pago de

alquileres o rentas, de dotes, impuestos y otras transacciones financieras. “El busto en

141 Cf. P. Teb. II, 401-406. Estos fragmentos de cuentas comerciales registradas en los siglos primero, Segundo y tercero.

Aparecen muy rudimentarios si se comparan con los moderno sistemas de contabilidad, pero por lo menos, revelas cuidado

en el registro de las transacciones mercantiles. La práctica general de dar recibos es abundantemente atestiguada por los

papiros y las ostraca.

Page 153: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

153

bronce de Cecilio Jocundo, banquero de Pompeya, cuyos recibos y documentos legales,

cuidadosamente firmados por nueve testigos, han llegado hasta nosotros, de los años 15,

27 y 52 al 62 D.C., muestra la cara de un capitalista típico y no se hallaría fuera de lugar

en el despacho de un moderno capitán de industria.”142 Por supuesto, como en nuestros

días, el negocio bancario era promovido por la clase aristocrática necesariamente.

Muchos caballeros romanos se sostenían de esta manera. Los capaces de promover las

empresas bancarias generalmente obtenían grandes ganancias, prestando dinero a un

elevado interés y bien garantizados por medio de documentos e hipotecas. Estas

hipotecas, u opciones de venta, eran muy minuciosas y rígidas en sus condiciones, y

generalmente requerían una descripción completa de la propiedad hipotecada, a efecto

de que no pudiese haber

( 224 )

fraude al identificarla. Estos documentos e hipotecas eran negociables, porque hay

extensos registros de casos en que se pasaban de uno a otro individuos. Tales garantías

eran protegidas por la ley, y el cobro no podía efectuarse por medio de un proceso legal.

La falta de cumplimiento a las condiciones del préstamo, o no entregar la garantía

estipulada, se castigaba con pérdida de la propiedad o con prisión.

El gobierno romano procuró reglamentar la tasa del préstamo, pero con poco

éxito. El por ciento regular se consideraba aproximadamente en el ocho, pero algunas

veces era inferior y con mayor frecuencia, más alto. EL interés del doce por ciento era

ordinariamente lo que se aplicaba por el empleo del dinero. Se dictaron disposiciones

para confrontar las cuentas y para los depósitos de ahorros con interés. En algunos

bancos se cobraba alguna cantidad por los depósitos.

El viajero que no quería exponerse al inconveniente y riesgo de llevar una gran

suma de dinero sobre su persona, podía obtener cartas de crédito o certificados de

cambio.

Puede verse así, que las instituciones bancarias del siglo primero habían

alcanzado un grado de eficiencia aproximado al de esas modernas instituciones. Debe

observarse, sin embargo, que el sistema bancario no se había desarrollado

suficientemente como para encargarse de la enorme riqueza que se había derramado en

los bolsillos de los romanos ricos, situación ésta que dejó una gran cantidad de capital

excedente para gastarse en lujos y complacencias corrompidas.

II. El Trabajo

Cuando nos ponemos a considerar la cuestión del trabajo en el siglo primero, nos

encontramos con le esclavo y el asalariado. Las tareas serviles del hogar o de los

negocios se dejaban casi exclusivamente al trabajo de esclavos, cuando podía uno

proveerse de ellos. Las clases más pobres, que no podían tener

142 Cobern, New Archeological Discoveries, p. 377.

Page 154: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

154

( 225 )

esclavos, realizaban por sí mismas el trabajo servil. Casi todo el trabajo pagado

correspondía a la agricultura o la industria, aunque el abundante empleo del trabajo de

esclavos en estas actividades, reducía al mínimo los salarios, y hacía la vida

extremadamente difícil para los trabajadores libres. El asalariado en general recibía

treinta o cuarenta centavos por día, con lo que, a los precios pagados por los alimentos,

sólo compraría una moderna comida para una familia de cinco personas. Esto hacía

excesivamente difíciles las condiciones de vida de las clases laborantes, y ocasionaba un

gran predominio de la extrema pobreza. El desamparo económico fue un hecho

frecuente al que atendieron los primeros misioneros cristianos, que demandaban la

provisión organizada para los pobres, de parte de las iglesias. Hubo, no obstante,

muchas empresas privadas, en las que el propietario hacía su propio trabajo y vivía de

los productos de su propia industria, o empleaba la ayuda del trabajo barato que siempre

había a mano. En estas condiciones, la vida era mucho más satisfactoria que para los

asalariados.

Quienes trabajaban en la misma industria, frecuentemente se organizaban en

gremios industriales, comparable a nuestras modernas uniones de trabajadores. Así

había gremios panaderos, de herreros, de bataneros, y prácticamente de toda industria

conocida en ese tiempo. El genio romano de la cooperación y organización, facilitó y

aceleró el desarrollo de los gremios, tanto como la organización del capital.143 Es

probable que hubiese un gremio de fabricantes de tiendas, y puede razonablemente

suponerse que Pablo fuese miembro de él. Naturalmente, el propósito de la guilda o

gremio era el impulso cooperativo de la industria, y el beneficio mutuo de sus

miembros. De la misma manera, la religión tenía su parte, pues la mayoría de los

gremios o corporaciones tenían su deidad especial protectora; por ejemplo, Vesta era

diosa de los panaderos

( 226 )

y Minerva de los bataneros. Indudablemente algún esfuerzo se hizo para obtener

mejores recompensas por el trabajo, pero no era éste un propósito reconocido de los

gremios artesanos. Tal esfuerzo habría sido como golpe necesariamente inútil, por la

competencia siempre presente del trabajo esclavista. El testimonio de las inscripciones

muestra que tomaban parte considerable en la política local. Otra ventaja era que los

miembros podían obtener ayuda de los otros afiliados, cuando viajaban, o buscaban

empleo en un nuevo lugar. Además, viene a nuestro pensamiento una ventaja de que

Pablo pudo haber disfrutado. La ayuda mutua a los miembros en pobreza o desgracia,

era una característica muy natural del sistema de los gremios. Se suministraban los

143 Abbott, The Common People of Ancient Rome, p. 208.

Page 155: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

155

beneficios por defunción en el caso de las viudas y huérfanos, y en el sepelio de los

miembros.

En su preparación para una industria, el interesado debía servir durante algún

tiempo como aprendiz. Las condiciones de tal aprendizaje son plenamente descritos en

varios papiros documentales existentes.144 Antes de que las partes entrasen al contrato,

se hacían una completa descripción para identificarse, como era costumbre en todos los

negocios o procedimientos legales de ese tiempo. Si el aprendiz era menor de edad, el

padre o tutor asumía por él la responsabilidad del contrato. El período de aprendizaje

según el contrato que tenemos a la vista (P. Oxy 275) era de un año, pero podemos

inferir de otros testimonios, que ese tiempo variaba. Durante este período el aprendiz

debía estar sujeto enteramente a las órdenes de su patrón pagaba un pequeño estipendio

por sus servicios; otras veces, el patrón se encargaba del mantenimiento del aprendiz y

además le pagaba un salario. El aprendiz, por su parte, estaba comprometido con el

dueño, conforme

( 227 )

al contrato, por todo el tiempo que se había establecido, y en caso de violación de las

cláusulas del contrato por alguna de las partes, se imponían castigos. Por supuesto, no

debemos considerar que los textos de los papiros nos proporcionan completa evidencia

de todas las características y formas prácticas, pero puede aceptarse como

representativas.145

Había en el mundo romano del siglo primero, varias de las que ahora conocemos

como profesiones elevadas o liberales: artistas, médicos, cirujanos, abogados, maestros,

escribas profesionales, etc. aunque no tenían la posición social que tales ocupaciones

mantienen en nuestro mundo, es probable, sin embargo, que, fuera de roma donde el

exclusivismo aristocrático los dejaba fuera de la alta sociedad, estas profesiones fuesen

altamente respetadas—en proporción, por supuesto, al mérito individual. Hasta donde

las facilidades dentro de su conocimiento y capacidad lo permitían, estas profesiones

alcanzaron, en muchos casos, un alto grado de eficiencia.

La ciencia médica, aunque primitiva si se compara con sus modernos resultados,

había hecho, no obstante, progresos que merecen nuestra admiración.146 En Efeso hubo

en una ocasión, diez médicos 144 P. Oxy. 275, 322, 725; P. Grenf. II, 59; B.G.U. 1021; P. Flor. 44; P. Teb. II, 384, 385. 145 Prácticamente todas las industrias de la época estaban representadas entre los miembros de las iglesias cristianas. Este

es uno de los ejemplos de muy valiosa información que nos viene de las Catacumbas, vasto laberinto de corredores

subterráneos construidos por los primitivos cristianos debajo de la Ciudad de Roma, para utilizarse primitivamente con

propósitos sepulcrales, pero también hasta cierto punto, para serviles como lugar de refugio en las persecuciones.

146 Entre los papiros existentes prescripciones de los médicos (por ejemplo, P. Teb. II, 273), y un interesante fragmento

médico trate del método de tratar una enfermedad particular, discurriendo sobre sus síntomas y dando consejos relativos a

una aparente complicación: “Si durante los paroxismos el paciente es también atacado por cruel e intolerable sed, no por la

malignidad o complicación de los sufrimientos sino debido a alguna peculiaridad de al afección, esto debe necesariamente

tomarse como un desastre y remediarse aun si tal tratamiento no se requiere por el aspecto de la enfermedad. Tal debe

considerarse el caso si el aumento de la sed no está en proporción con la altura de la fiebre” (P. Teb. II, 272). Este

fragmento muy claramente es parte de un considerable tratado de medicina. En P. Oxy. 234 se da un grupo muy interesante

Page 156: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

156

( 228 )

para el servicio público, sostenidos por la ciudad. En el siglo cuatro había médicos para

el servicio público en Oxirrinco, y la costumbre aparentemente tan bien establecida en

ese tiempo, debió haberse originado mucho antes.147 Había boticas para la venta de las

medicinas, cuya buena calidad era vigilada por la ley.148 En las ruinas de Pompeya se

han descubierto evidencias de la práctica efectiva de la cirugía. En una tumba excavada

se hallaron unas pinzas, sin duda sepultadas con un dentista.

Hemos visto ya cómo el ejercicio de la abogacía requería un curso bien definido

de preparación. Era una profesión honorable y popular. En general puede decirse que

todas las profesiones existentes habían alcanzado un alto grado de eficiencia. Con la

mayor seguridad podemos decir que “Lucas, el médico amado” (Col. 4:14) era un

individuo altamente cultivado y bien preparado. Esta probabilidad es independiente de

la tradición relativa al autor del tercer Evangelio y los Hechos.

III. Los Viajes

El siglo primero fue una época en extremo inquieta. La gente de todas las clases

viajaba mucho, no

( 229 )

obstante los grandes inconvenientes por la falta de comodidades y el gran peligro de los

malhechores. Sin embargo, en lo relativo a las provisiones para viajar, el siglo primero

se adelantó considerablemente a muchos de los siglos subsecuentes. “Las facilidades de

comunicación eran más abundantes que en cualquier otra época anterior a la invención

del vapor y a la era del ferrocarril.”149

El mundo civilizado se hallaba cruzado en todas direcciones por los caminos

romanos, que eran relativamente rectos, frecuentemente empedrados, y bien

conservados. Muchos viajeros caminaban, mientras otros cabalgaban en caballos o

mulos. Los ricos viajaban en carruajes o en literas transportadas por esclavos. Había

de prescripciones: e.g., “Macháquense unos cálices de granada, échesele agua de azafrán, y cuando se decoloren, sepárese

el líquido. Cuando se necesite, dilúyase una cantidad semejante al tamaño de un guisante, con agua de pasas, caliéntese y

tómese..” Existe un tratado médico notablemente completo, por Claudio Galen. Cf. Friedlaender, op. cit., Vol. I. p. 170,

tabién Goodspeed, Chicago Literary Papyri, pp.28 sgs.

147 Cf. P. Oxy. 51, 52.

148 Un interesante fragmento de papiro contiene una orden de drogas, con una enfática advertencia de que no sean viejas.

Véase P. Brit. Mus. 1st. cent. 149 Angs, Enf. of Early Christianity, p. 13. Declaración semejante pero más enfática se hace por Wenley (op. cit., p. 128):

“Hasta la invención de la locomotora y la máquina marina, los viajes nunca fueron tan rápidos en largas distancias, como

bajo los Césares. Sabemos de un funcionario romano que pudo trasladarse del sur de España a Roma en una semana: y,

hablando de modo más general, sabemos que las hazañas realizadas por lo que podía llamarse el correo imperial, eran poco

menos que maravillosas.” Cf. Priedlaender, op. cit., Vol I, p. 268.

Page 157: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

157

vehículos tirados por caballos, coches y carros de alquiler. la carreta de dos ruedas era

un medio común de transporte.

En todos los pueblos y ciudades grandes había posadas, pero las comodidades

eran en ellas escasas y poco satisfactorias. Muchos viajeros obtenían alojamiento en

habitaciones privadas, o llevaban consigo tiendas u otros medios de procurarse su

propio hospedaje. El empleo predominante de esas tiendas hizo que la fabricación de

ellas fuese una ocupación muy lucrativa. Quien perteneciese al mismo gremio

industrial, o al mismo culto religiosos, o que tuviese alguna otra relación personal con

algún residente del lugar en donde se detenía por algún tiempo, casi siempre podía

encontrar bienvenida más o menos sincera en una casa particular. Pero “hay evidencias

de que (como era de esperarse) generalmente recompensaban

( 230 )

a sus huéspedes con alguna forma de pago.”150 Fue ésta la forma usual en que los

primeros misioneros cristianos fueron sostenidos, aunque realmente el hospedaje les era

ofrecido sin costo alguno (Véase 2 de Juan 10, 11; 3 de Juan 5-8).

En algunos distritos los viajes eran seriamente amenazados por los bandidos, pero

el gobierno romano hizo esfuerzos organizados para acabar con este peligro,

dondequiera que existiese; y, como lo testifican los papiros,151 podía apelarse a los

funcionarios roamnos para corregir y evitar el bandidaje. Es cierto, sin embargo, que en

la mayor parte del territorio dominado por el Imperio Romano, los viajes eran

relativamente seguros y cómodos.

Una buena parte de los viajes se hacían por el Mar Mediterráneo, pues el

transporte por el agua ofrecía comodidades muy superiores a las que podían disfrutarse

por tierra. Había el inevitable riesgo de las tormentas, y ligero peligro de piratas, pero

el gobierno romano había tenido éxito al librar al Mediterráneo de estos últimos, casi

enteramente. Cientos de pasajeros cruzaban constantemente los grandes mares del

mundo mediterráneo, excepto durante la estación invernal, en que se consideraba

impracticable la navegación marítima. Por estos medios de transporte el evangelio de

Cristo frecuentemente hizo su camino hacia nuevos y vastos campos de

oportunidades.152

Este breve esquema de las condiciones económicas capacitaría al estudiante para

tener una visión del hombre común del siglo primero, mientras seguía la inevitable

rutina de satisfacer las exigencias temporales de la vida. Fue hacia este mundo inquieto

y ocupado, a donde fueron los mensajeros de la Cruz.

( 231 )

150 Haverfield, Peakes´s Commentary on the Bible, p. 615.

151 P. Fay. 108; P. Teb. II, 332.

152 Cf. Tucker, Life in the Roman World of Nero and St. Paul, pp. 16 sgs.

Page 158: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

158

Debían someterse necesariamente a esta situación temporal de la vida. Quienes

consumaron la constitución de las primeras iglesias fueron participantes de estas

condiciones de vida. Por estas razones esta descripción económica brevemente

esquematizada ayudará en gran manera a la verdadera concepción de la vida que se

halla en el fondo del Nuevo Testamento.

LA VIDA SOCIAL

Traspasamos ahora los confines del hogar y de los negocios, y entramos en los

círculos de la sociedad, donde la gente se confunde en los tratos sociales. Otra vez nos

enfrentamos con la vida humana típica. Se encuentran las barreras de la distinción

social, se manifiesta el instinto social de la naturaleza humana, la ansiosa búsqueda del

placer se halla en pleno dominio, y se establecen las experiencias humanas comunes.

I. Las Clases Sociales

Hay aquí la posibilidad de considerables diferencias de opinión entre diversas

autoridades. Las líneas de distinción entre las clases sociales nunca son absolutamente

exactas o inalterablemente rígidas, excepto donde hay un aceptado sistema de castas, y

esto no es cierto de la sociedad grecorromana. La mayor proximidad a la casta se

hallaba en los círculos imperial y senatorial, o en la clase de los funcionarios elevados

del gobierno, pero aún éstos se mezclaban libremente con los extremadamente ricos,

aunque estos últimos no tuviesen puestos importantes en el estado. Había así un círculo

superior de la sociedad, formado por aristócratas y plutócratas.

Hay entre las más competentes autoridades, quienes consideran que la sociedad

grecorromana del primer siglo no tenía clase media. Esto es porque

( 232 )

existía una amplia brecha entre los círculos superiores de funcionarios distinguidos y de

ricos, y la masa común del pueblo. Pero había esa vasta multitud de seres humanos que

atendían los medios ordinarios de vida, procurando conseguir, por su trabajo honrado,

sostenimiento suficiente para sí mismos y para quienes de ellos dependían, y ajustaban

su conducta a los mejores instintos de la naturaleza humana. Es ésta gran clase social la

que vemos cuando leemos los papiros, y observamos allí claramente, que no eran de un

nivel social ordinario, sino que presentaban diversos grados de cultura y

refinamiento.153

Había normas sociales que surgían de la organización económica de la época.

Los negocios dividían a la sociedad en dos grandes clases: propietarios y asalariados.

Esta distinción, naturalmente, se extendía por toda la vida social del mundo

153 Para un análisis semejante de la sociedad romana, véase Fowler, Social Life at Rome, p. 26.

Page 159: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

159

mediterráneo, incluyendo a las masas. No se reconocía diferencia alguna entre las

industrias manuales y las “profesiones superiores”, como es común en el mundo

moderno. El propietario dirigía su propia empresa; cualquiera de él recibía

remuneración a cambio de los servicios prestados, sin atender a la naturaleza de dichos

servicios, era simplemente un asalariado. El fabricante de tiendas de Tarso, aunque

para nosotros sea Pablo el gran apóstol, era para el circulo superior de la sociedad de

Corintio, sólo un trabajador, y por tanto, entre sus conversos había “no…muchos sabios

según la carne, no muchos poderosos, no muchos nobles” (I Cor. 1:26). Esta base de

distinción social era, sin duda, hasta cierto punto, un estorbo para que Pablo llegase alas

clases superiores con su evangelio. Sin embargo, no debe suponerse que no se concedía

respeto alguno a los dones naturales superiores o a una capacidad altamente

desarrollada. Había un premio para la habilidad, entonces como ahora. Así, un

prisionero romano en un

( 233 )

barco de la misma nacionalidad, ordinariamente despreciado e ignorado como indigno

de consideración, podía ser tratado con cordialidad y aún escuchado, al ofrecer un

consejo oportuno, por la sola razón de que su propia energía personal era obviamente

manifiesta. (Hechos 27:3, 9-11).

Debajo de las masas había otra clase social que podemos llamar la canalla. Era

ésta la gran horda de ociosos, esparcidos por todo el Imperio, pero congregados

especialmente en las ciudades más grandes. Hacían vidas sin recursos y groseramente

licenciosas, dependían de la caridad para su sostenimiento, y del juego y el hurto. En

Roma los emperadores alimentaban a miles de ellos del tesoro público, estimulando así

su indolencia. La mayoría esta clase era, indudablemente, ociosos por propia

determinación, pero también es cierto que había muchos que eran incapaces de

conseguir empleo. Por regla general, vivían en un miserable estado de pobreza. No

podemos evitar la convicción de que los primeros misioneros cristianos rescataron a

muchos de ellos de su desastrosa condición, y que las iglesias apostólicas tenían una

gran representación de esta clase, entre sus miembros (Cf. I Cor. 1:26 y sgs.) Como es

siempre cierto de tal gente, eran fácilmente excitables, y por tanto, pudieron ser

prontamente incitados contra los esfuerzos misioneros de Pablo en Tesalónica, donde

los judíos “tomaron consigo algunos ociosos, malos hombres, y juntando compañía,

alborotaron la ciudad” (Hechos 17:5).

Por debajo de la canalla, en la estimación popular, pero muy sobre ellos en el

carácter y cultura generales, se hallaban los esclavos. De éstos había muchos cientos de miles. Su posición social era nada, y su influencia en la sociedad, indirecta; pero

produjeron sobre la sociedad grecorromana un efecto que sus contemporáneos

escasamente comprendieron.

( 234 )

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160

II. Las Relaciones Sociales

Naturalmente, se halaba en la vida del siglo primero la instintiva debilidad

humana por las relaciones sociales. Los lazos de amistad frecuentemente eran cálidos y

verdaderos, y se expresaba una tierna simpatía hacia los amigos en las pruebas o

pesadumbres. La gente se unía con los demás en las relaciones comunes de la vida. Se

daban banquetes y diversiones sociales, a los que se invitaba a las comensales

formalmente, con invitaciones escritas, y se pagaban las visitas en las casas,

exactamente como en la sociedad moderna. Había lugares de reunión social, como los

baños públicos, los pórticos de los grandes edificios públicos, las plazas,

establecimientos comerciales, fondas, tabernas y playas. Haraganear por los lugares

públicos era un pasatiempo de los ociosos de entonces, como de los de ahora. Era un

espectáculo familiar el grupo de murmuradores reunidos en un taller o en algún otro

lugar favorecido por el público. El impulso social era poderoso, de modo que se

aprovechaba toda ocasión de relación social.

Como natural concomitante de la vida social grandemente desarrollada,

encontramos a la sociedad del siglo primero interesada en el asunto del vestido. Por

supuesto, esto estaba automáticamente determinado por los medios que estaban al

alcance del individuo. El representativo del pueblo común se vestiría, ordinariamente, con una simple túnica (en griego chitoon), vestidura que caía como un sayo, de los

hombros hasta las rodillas y atado alrededor de la cintura con un cinturón. Calzaría sus

pies con burdos zapatos o sandalias, y cubriría su cabeza con un gorro cónico. El

vestido más formal de las clases superiores consistía, generalmente, de las mismas

prendas, aunque de tejido más complicado, zapatos de mejor material, y

frecuentemente, calzón corto. Se usaban ropas interiores de acuerdo con las exigencias

de la comodidad. Cuando el tiempo era frío, se llevaba una manta o una

( 235 )

capa gruesa, como la que Pablo pide a Timoteo que le traiga de Troas (2 Tim. 4:13).

Quienes viajaban podían llevar un sombrero de anchas alas, aunque frecuentemente

iban con la cabeza descubierta. El traje distintivo del ciudadano romano, y que no se

permitía a nadie más, era la toga, una larga vestidura como manta que se llevaba

colgada alrededor de los hombros, y el cuerpo. El uso de la toga era más cuestión de

distinción formal que de comodidad. Aunque Pablo era ciudadano romano, y como tal

tenía perfecto derecho a portar esta prenda distintiva, no es muy probable que alguna

vez se aprovechase de este privilegio. Por lo contrario, es más probable que llevase como su atavío más formal, una ligera manta o himation. En los círculos imperiales de

Roma las vestiduras se adornaban con púrpura real para indicar elevado rango oficial.

La mujer de regulares posibilidades usaba dos ropas principales. Una era la

túnica interior, corta y sin mangas, y atada alrededor de la parte superior del busto. La

túnica exterior, de tejido de lino o seda, se sujetaba sobre los hombros con broches, y

rodeada por ceñidor, exactamente bajo los brazos. Lavaba mangas y flecos y se

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161

extendía hasta los pies. Generalmente estos vestidos eran blancos, pero podían

adornarse con colores. En la casa se llevaban sandalias, y zapatos afuera. Cuando la

mujer salía, se echaba una manta sobre los hombros. El arreglo del cabello variaba

según los estilos cambiantes, que eran tan inestables como las modernas modas del

atavío femenino. Las mujeres del siglo primero no usaban sombrero. Los cosméticos y

otros medios para aumentar el encanto físico, se utilizaban en profusión. Las joyas, de

forma y uso semejante a las de nuestro tiempo, se llevaban según las posibilidades de la

dama.154

( 236 )

III. Las Diversiones

La sociedad del mundo grecorromano encontró muchas formas de diversión y

pasatiempo: algunas inofensivas, la mayoría desmoralizantes, y cuanto más

desmoralizantes, tanto más populares. Había cierto número de días festivos romanos,

en algunos casos estas ocasiones de asueto abarcaban toda una semana. Tucker lleva el

total de estos días festivos hasta ciento durante el año.155 Estas festividades eran

ocasiones de gran alegría y frecuentemente de tumultuosas demostraciones. En Roma,

el gobierno o individualmente los funcionarios, gastaban grandes sumas para estimular

tales celebraciones. Las formas preferidas de entretenimiento público eran los juegos y

las representaciones teatrales, estas últimas muy degradantes por l general, en sus

efectos morales. Pero las más populares eran las carreras de carros y los sanguinarios

espectáculos del anfiteatro. Estas diversiones debían de hallarse en la mayoría de las

principales ciudades del Imperio, particularmente cuando la influencia romana fue

dominante. Para los judíos y los griegos, los combates gladiatorios eran

insufriblemente repulsivos, y se opusieron agresivamente a ellos, dondequiera que

pudieron hacer valer su influencia. Fue para el total horror e intenso aborrecimiento de

los habitantes nacionales, el que Herodes haya levantado un anfiteatro, precisamente en

las afueras de Jerusalem. En estos horribles espectáculos había exhibiciones

sanguinarias y crueles, demasiado espantosas para describirse: hombres despedazados

por bestias feroces, asesinados o mutilados por el arma mortal de su oponente, la arena

literalmente empapada de sangre humana.

Aunque parezca extraño decirlo, los combates gladiatorios comenzaron como

exhibiciones en honor de los muertos. Pero en el siglo primero su significación original

se había perdido de vista totalmente,

(237 )

154 Cf. Friedlaender, op. cit., Vol. II, pp. 173-185. 155 Roman World of Nero and St. Paul, p. 260.

Page 162: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

162

y se efectuaban en horrible exceso y en impúdica satisfacción al brutal deleite de

experimentar el espectáculo de la agonía y la matanza. En algunas ocasiones

participaron hasta diez mil combatientes en tan horrenda representación.156 Tan

abundante era le efusión de sangre, que la arena tenía que cambiarse varias veces

durante una sola exhibición. Cuanto mayor era la cantidad de sangre derramada, tanto

más popular era el espectáculo. Uno de los más notables triunfos del evangelio fue la

abolición de esta brutal diversión.

La opinión general acerca de las diversiones en la sociedad del siglo primero, se

refleja probablemente en la siguiente inscripción hallada en una mesa de judo en Timgad: Venari, lavare, ludere, ridere—hoc est vivere (cazar, bañarse, jugar, reír—esto

es vivir).157 Había lugares de placer de tipo más respetable, con sus numerosas luces y

diversas formas de diversión Además había lugares llenos de inmundicia e iniquidad,

que servían como sitios de reunión de libertinos, y recurso desesperado de los

desamparados o fugitivos. A estos bajos fondos frecuentemente llegaban

representativos de capas superiores de la sociedad, que buscaban los groseros deleites

que allí podían hallarse. Este hecho es tristemente típico de la naturaleza humana—en

el siglo primero como en los demás. En Pompeya “la cantina,… con su mostrador de

mármol y los vasos y botellas en su lugar, era casi exactamente como las modernas, aun

por los bocadillos calientes que se ofrecían con las bebidas.”158

( 238 )

IV. Al Final de la Vida

Antes de que el cristianismo viniese, para derramar la gloria de su interpretación

redentora sobre el sepulcro, la muerte era una terrible prueba, la expiración de todo lo

que era de conocido valor para el hombre, el paso incierto a un dominio desconocido

más allá de las puertas de la tumba. Se buscaban en la filosofía y la religión, el

consuelo y la esperanza, pero sólo se obtenían muy escasas retribuciones. Muy

naturalmente, la ignorancia y el temor habían rodeado a la muerte de superstición, y

aumentado su su terror. La principal preparación para la muerte era temporal y

comercial. Se ponía excesivo cuidado en asegurase ritos funerarios y entierro

apropiados, porque era deshonra y calamidad el no ser sepultado adecuadamente.

Quienes deseaban legar sus propiedades a algún individuo o institución, hacían

testamentos, que eran muy semejantes en su forma a aquellos con que estamos

familiarizados en los tiempos modernos, y que podían ser revocados a voluntad del

testador. Los papiros dan abundante testimonio sobre esta costumbre.

156 Cf. Fisher, Beginnings of Christianity, p. 214.

157 Parece que tenemos aquí una aplicación popular de la filosofía epicúrea.

158 Cobern: op. cit., p. 377. Cf. Fiedlaender, op. cit., Vol II. pp. 1-130.

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163

Cuando sobrevenía la muerte se entregaba el cuerpo a un empresario de pompas

fúnebres profesional, quien suministraba todos los accesorios y asistentes para el

funeral. El cadáver se llevaba al lugar del entierro en un ataúd o, en casos de extrema

pobreza, un una tosca caja, precedido de plañideras y, si las posibilidades de la familia

lo permitían, una banda de música, y lo seguía una procesión de parientes y amigos.

Entre los romanos ricos se practicaba extensamente la cremación, pero entre las masas

populares del Imperio, el entierro se efectuaba en tumbas o sepulcros. Se empleaban

muchos monumentos u otras señales, que llevaban epitafios generalmente llenos de

afecto y honor, pero algunas veces eran crudamente exagerados.

Así, los griegos y romanos caían en la noche al fin de la breve jornada de la vida,

donde permanecieron

( 239 )

las impenetrables sombras de la oscuridad, hasta el aparecimiento de aquél “el cual ha

abolido la muerte, y ha sacado a la luz la vida y la inmortalidad por medio del

evangelio” (2 Tim. 1:10).

CONDICIONES MORALES

Las condiciones del Imperio Romano durante los dos últimos siglos antes de al

Era Cristiana, estaban lejos de conducir al mejoramiento de las costumbres. Lo opuesto,

ciertamente, era lo cierto. El casi perpetuo estado de guerra por el cual Roma extendió

sus conquistas y sofocó las disputas internas, dio predominio al espíritu militarista, que

siempre es destructor de la fibra moral. La vida económica e industrial se veía

grandemente estorbada con ello, de lo cual resultó el predominio de la extensa pobreza,

con los males consiguientes. Pocas gentes adquirían riquezas y oprimían a los pobres.

El amor del lujo y la ociosidad aumentó entre los ricos y la indiferencia de la

desesperación degradó a los pobres. Constantemente se perpetraban pequeños robos,

los hombres defraudaban entre sí en las transacciones comerciales, y la corrupción en

los puestos públicos era tan común que llegó a darse por concedido.159

En sus conquistas, las legiones romanas tomaban a multitud de prisioneros, que

eran vendidos como esclavos. Estrabón informa que en la isla de Delos, que se había

convertido en centro de comercio de esclavos, algunas veces fueron vendidos en un solo

día hasta diez mil.160 El secuestro y la esclavitud por deudas, junto con la natural

reproducción, aumentaban

( 240 ) 159 Un inspector gubernamental del siglo Segundo da el siguiente informe: “Al examinar las cuentas de la renta del dinero,

descubrí que ciertos magistrados y secretarios imperiales se habían pagado a sí mismos, bajo su responsabilidad, salarios

por cierto período, en desprecio más que en obediencia a la ley.” Cf. P. Oxy. 474. ¡Cuán notablemente actual parece este

informe!

160 Geog.p.688.

Page 164: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

164

el enorme número de esclavos.161 De esta manera la cantidad de éstos llegó a ser

inmensa, dando nacimiento inevitablemente, a mayor ociosidad de parte de sus amos; y

la ociosidad siempre conduce al mal. Un resultado posterior de la esclavitud fue una

creciente condescendencia hacia la sensualidad, y la producción de una progenie sin

preparación moral ni responsabilidad. El espíritu de inquietud que prevalecía, produjo

gran movimiento en el Imperio, y destruyó los encantos de la tranquila vida doméstica.

Los lazos familiares fueron totalmente considerados en forma muy ligera. Así, la

santidad del hogar y los juramentos matrimoniales no se respetaron convenientemente.

La costumbre de amancebarse era una práctica prevaleciente, y al parecer legalizada.

Las perversidades del teatro y el anfiteatro agitaban la sensualidad y excitaban las

pasiones.

Muchos de los ritos de la religión pagana eran extremadamente groseros y

sensuales, con lo cual daban a la inmoralidad la sanción de la religión. En el culto de

Afrodita en Corinto, mil sacerdotisas se dedicaban a la prostitución en nombre de esa

religión. Se han encontrado en Antioquia de Pisidia, restos de un “lecho santo” que se

“usaba en la ceremonia mística matrimonial entre el dios y sus diosas—servicio en el

cual, según muy remotas tradiciones, se esperaba que participasen las damas de

Anatolia, aún las de más alto rango.”162 Un rasgo prominente de Artemisa en Éfeso, era

la consagración a la prostitución, de un grupo de sacerdotisas, que llegaban al templo

como castas vírgenes. En Frigia, el culto de Cibeles exigía de las mujeres, en general,

que sacrificasen su virtud a la diosa, y si algún marido protestaba contra el

cumplimiento de este servicio por su esposa, esta oposición se consideraba como una

grave ofensa, que ameritaba la ira de la diosa. El vicio sexual era la principal forma de

corrupción del culto

( 241 )

pagano, ero no era le único, pues la embriaguez y la glotonería también abundaban.

En general, la filosofía oponía restricciones al vicio, pero, como lo hemos

observado antes, el epicureanismo proveía una excusa de la filosofía para la vida

degradada.

Como resultado de estas varias tendencias desmoralizantes, el mundo

grecorromano del siglo primero se contaminaba con las más repugnantes formas de

vicio. En la alta sociedad, aunque la moralidad nominalmente se identificaba todavía

con la respetabilidad, había, sin embargo, un festivo espíritu de tolerancia hacia el vicio,

benevolencia para perdonar la debilidad y la complacencia humanas, basados en la

dominante convicción de que tal conducta es inevitable resultado de los deseos

humanos normales. Entre el populacho como en nuestro “bajo mundo”, las

restricciones morales eran elementos desconocidos. Estando saturado de corrupción los

161 Fowler, Social Life at Rome, pp. 206 sgs.

162 Cobern: op. cit., p. 585.

Page 165: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

165

círculos superiores e inferiores de la sociedad del primer siglo estaba terriblemente

corrompida. Se admitía la complacencia, se perdonaba el libertinaje, y la codicia era la

norma de vida aceptada. Disminuía la natalidad, los matrimonios eran poco frecuentes,

y el hogar se convirtió en instrumento u ocasión de concupiscencia. El divorcio,

indudablemente, estaba muy extendido, porque entre los papiros existentes, la clase de

documentos más abundante es la de certificados de divorcio, y esta información es

apoyada por las fuentes literarias.

La corrupción sensual abundaba en sus formas más degradadas. En las ruinas de

Pompeya hay, en los muros de lo que se reconocía como casas respetables del siglo

primero, retratos pintados “unidos en tan perversas acciones, con tal diabólica

ingenuidad de imaginación, que no se permite verlos a los visitantes ordinarios de la

ciudad arruinada. Cuando este

( 242 )

escritor fue llevado, en 1913, por la calle nueva que acababa de descubrirse, encontró

que los muros de las casas que daban frente a la calle estaban cubiertos con pinturas tan

abominables que la excavador las había tapado con sábanas para que sus obreros n se

pervirtiesen con ellas.”163 En su colocación original, estos cuadros eran examinados

diariamente por los niños que crecían en los hogares grecorromanos. El resultado de tan

constante y degradante influencia no podía ser menos que la depravación. Los

arqueólogos nos refieren que muchos de los escritos de las paredes y otras superficies

de Roma y Pompeya son tan obscenos que no pueden imprimirse. Y no hay razón

suficiente para considerar a estas ciudades como excepcionales; estas condiciones

pueden considerarse como características de la vida urbana del siglo primero. La

acusación del mundo grecorromano hecha por Pablo en Romanos 1:24-32 es una exacta

representación de las verdaderas condiciones existentes en los grandes centros de

población. Cuando el cristianismo apostólico se volvió hacia el mundo de su tiempo, se

halló frente a uno de los más sombríos cuadros que jamás se hayan presentado en la

historia humana.

Pero nuestro esquema de las condiciones morales del mundo grecorromano sería

incompleto ciertamente, si dejáramos de informar sobre el aspecto más luminoso del

cuadro, la presencia de muchos factores que obraban para el mejoramiento de la vida

humana, y muchos ejemplos de genuina excelencia moral. La corrupción no dominaba

sin oposición y sin excepciones. En el paganismo de todo el primer siglo hubo espíritus

nobles que alzaban su más enérgica protesta, dentro de sus posibilidades, contra la

excesiva inmoralidad. La voz de los sinceros moralistas se oía en oposición,

prácticamente, a todos los vicios de la época. Filósofos y gobernantes se unían para

protestar contra la crueldad hacia los

( 243 )

163 Cobern: op. cit., p. 376.

Page 166: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

166

esclavos. Séneca estuvo en contra de los combates gladiatorios del anfiteatro. Plutarco

demandó principios más justos y equitativos para normar las relaciones matrimoniales.

Musonio intercedió ante la sociedad a favor de los niños, y describió elocuentemente los

encantos de un hogar feliz. Ovidio prorrumpió acremente contra el crimen de asesinar a

los niños antes de nacer. Tácito, Epicteto, Séneca, y muchos otros, en el fondo

condenaban la horrible costumbre de abandonar a los recién nacidos. El vicio en todas

sus formas halló encarnizados oponentes entre los mejores espíritus de la época.

Pero no se limitó a los más distinguidos pensadores y escritores el más elevado

tono moral. Entre la gente ordinaria hubo muchos ejemplos de saludables condiciones

morales y domésticas. Aquí el cuadro es alumbrado por la luz de los papiros. Es

excesivamente oscuro, cuando lo vemos en la literatura contemporánea—en el veredicto

del ensayista, el poeta o el filósofo, o según se pinta por los apologistas cristianos, o en

las ruinas de una antigua ciudad romana; pero el lado brillante aparece en el fondo del

testimonio no literario de la época, en las inscripciones, las ostrazas y los papiros. Estos

documentos revelan la vida moral de las masas. En la literatura formal nos

encontramos, principalmente, con los vicios de la aristocracia, el desenfreno de la

riqueza, la complacencia de la lujuria y la ociosidad; pero “cuando descendemos a las

grandes masas y las escuchamos mientras trabajan en los campos, en los talleres, en sus

botes por el Nilo y en los barcos romanos de carga, en el ejercito y en la mesa de los

cambistas—debe estar ciego quien no pueda ver que muchos llevaban vidas útiles,

activas, dignas, que el sentimiento de la familia y la amistad unían y fortalecían a los

pobres, que las bendiciones de una antigua y comparativamente firma civilización se

sentían en las más pequeñas aldeas, y, principalmente,

( 244 )

que un sentimiento profundamente religioso recorría todo ese mundo.”164

Sin embargo, es indudablemente cierto que aún el mejor lado del cuadro de la

vida moral del siglo primero no es muy brillante—no se halla sin manchas oscuras.

Aún en los papiros encontramos “sólo abundante testimonio para poyar las narraciones

de los satíricos romanos, por ejemplo, en relación con la iniquidad, la desvergonzada

perversidad de su tiempo, y la tristeza y miseria con que se acompañaba.”165 La

naturaleza humana, pues, era tan concupiscente y viciosa como ahora, con mucho

menor restricción e inferior cultura. Es cierto que aún las mejores vidas de la época

tenían en sí una considerable mezcla de las formas comunes de abandono y corrupción.

Debemos guardarnos de aceptar la especia de que los mejores aspectos de la vida

grecorromana han sido examinados, algunas veces, para crear la impresión igualmente

errónea, al extremo opuesto, de que las condiciones morales se acercaban al ideal. El

hecho importante que hay que reconocer es que el siglo primero sabía cómo vivir bien y

164 Deissmann: Light From the Ancient East, p. 284.

165 Milligan: Here and There Among the Papyri, p. 84.

Page 167: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

167

que en algunos casos lo logró, pero carecía de motivos para una excelente moral

permanente. EL sentido moral y los ideales éticos de la época habían alcanzado un alto

grado de desenvolvimiento, aun cuando la práctica había caído muy por debajo de la

teoría. Algunas de las razones de esto se han presentado antes al seguir el desarrollo de

la filosofía ética. Entonces las normas y morales, sin duda, surgieron espontáneamente

de la conciencia humana, bajo la influencia de condiciones civilizadas. Así, el noble

mensaje ético del cristianismo, aunque decididamente superior a su semejante pagano,

por lo meno halló un favorable punto de relación don el pensamiento y la conciencia del

siglo primero. Los primeros misioneros cristianos encontraron, aún entre

( 245 )

los gentiles, un núcleo de personas altamente susceptibles al estímulo moral del

evangelio, y preparadas previamente en forma considerable, en el arte de la vida moral.

Las instrucciones morales de Pablo no eran del todo extrañas a los lectores, aunque

recientemente se habían convertido del paganismo. Pero la misma naturaleza de estas

instrucciones es prueba convincente de que Pablo tenía un grave conflicto con el estado

de extrema corrupción, en la empresa de establecer y afirmar a sus convertidos en al

rectitud moral. Frecuentemente previene a sus lectores contra pecados como el hurto, la

embriaguez, y la mentira. Escribiendo a los “santos” de Efeso (1:1) los exhorta en 4:28

a dejar de robar. La extensa amonestación contra la fornicación en 1 Tesalonicenses

4:3-7, enérgicamente sugiere que este pecado bestial estaba invadiendo a esa

congregación. Por 1 Corintios 5:1-8 sabemos que una iglesia cristiana no hacía caso del

pecado de uno de sus miembros, que había violado a su propia madrastra. Un estudio

detenido de las instrucciones morales de pablo nos lleva a la conclusión de que sus

convertidos fueron ganados principalmente de una situación miserablemente inmoral.

A la luz de todas las pruebas, debemos concluir que la vida grecorromana del

siglo primero, era general y principalmente mala, con mucho bueno diseminado aquí y

allá, y con una idea moral considerablemente superior a su conducta moral. La

necesidad de la época era un perfeccionamiento del ideal moral por su asociación con el

principio de amor desinteresado, y un impulso para lograrlo. ¡Qué sublime y adecuado

fue el mensaje cristiano para satisfacer esta necesidad!

( 246 )

Page 168: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

168

CAPÍTULO XI

LA RELIGION GRECOORIENTAL

La situación religiosa del mundo grecorromano al iniciarse el siglo primero, se

caracterizó por dos hechos muy significativos; esto es, el descontento con las antiguas

religiones nacionales, y la exigencia de una religión de valor mora y espiritual práctico

para el individuo. Es ésta una era señalada en forma especial, por el crecimiento del

individualismo. El hombre ya no fue más, sólo un engranaje en la maquinaria de la

tribu, o de la ciudad o el estado, sino una entidad distinta en sí mismo, con significación

independiente y con sus propias prerrogativas. Esta opinión afectó profundamente a la

conciencia religiosa de este período, produciendo las dos características que hemos

señalado.

La religión de la antigua Grecia puede describirse como un politeísmo

antropomórfico. Los dioses griegos no eran sino seres humanos superiores, con los

deseos y debilidades de la naturaleza humana, trascendiendo el plano común de la

humanidad sólo en poder—nunca en carácter. Las concepciones religiosas de los

griegos hallaron su más elaborada, si no su más alta expresión literaria, en los poemas

homéricos. Por tanto, algunas veces se llama a Homero, la “Biblia” de los antiguos

griegos, aunque como dudosa propiedad. La antigua religión griega, como la romana,

era distintivamente nacional, pero no era tanta preocupación del estado como la religión

romana. Sin embargo, el estado ateniense consideraba que era su deber y prerrogativa

estimular y proteger a la religión de la comunidad. Los dioses griegos eran mucho más

personales y realistas que los romanos, aunque el contacto de Roma con la religión

griega, después de que los romanos conquistaron a

( 247 )

los griegos, produjo un cambio en el concepto romano de la religión hacia un culto más

personal de los dioses. Pero el culto entre los griegos era solamente la adulación a un

héroe nacional, y sus dioses eran nacionales más que universales. AUnque los dioses

mismos se consideraban como personas, no había concepción general de relaciones

personales de adorador con los dioses.

LA DECADENCIA RELIGIOSA

Los dioses de Grecia y de Roma eran ineficaces para las condiciones que

prevalecían en el siglo primero. En realidad, durante varios siglos antes, habían estado

decayendo en influencia. El progreso intelectual de los griegos los hacía superiores a

las primitivas concepciones religiosas de Homero y su época, y como resultado,

surgieron dos ramas. Los que aún se inclinaban a adherirse al culto primitivo se

refugiaron en el método alegórico de interpretar a Homero, elaborando sus mitos como

representaciones simbólicas de concepciones religiosas. Los que eran más fríamente

Page 169: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

169

intelectuales y especulativos abandonaron, finalmente, la fe en los dioses primitivos.

Esta actitud religiosa se extendió con el progreso de la cultura griega. Luego vinieron

las legiones romanas, para derribar todas las carreras de raza y nacionalidad y a arrojar a

las religiones del mundo civilizado, en una confusa masa de dioses rivales en pugna.

Estas manifestaciones llevaron al mundo grecorromano a una grave crisis religiosa.

Cuando los efectos culturales de la filosofía griega y los universalizantes de la conquista

romana, se extendieron por el mundo mediterráneo, las antiguas concepciones y formas

religiosas se derrumbaron inevitablemente.

Como las deidades paganas de la edad anterior habían sido locales, pertenecientes

a una sola nación, ciudad, o familia, cuando el pueblo comenzó a moverse de un lugar a

otro, confrontó una grave dificultad religiosa. Si alguno dejaba su lugar de origen

( 248 )

rompía por ello su relación con los dioses nacionales o familiares. Era difícil

acostumbrarse a las peculiaridades y culto del nuevo dios o dioses del lugar a donde se

movía. Por otra parte, cuando el nuevo vecino procedente de otros lugares, que llevaba

nuevos dioses consigo, quizás con cualidades y motivos más atractivos, alguno de

pronunciado temperamento religioso se sentía inclinado a adoptar a los nuevos dioses

junto con los antiguos. Como resultado de esto, el pueblo común se confundía en

cuanto al carácter y límites de los dominios del dios, ponía crédulamente su confianza

en todos los dioses, pero sin devoción profunda por alguno en particular. Esta actitud

de las masas se refleja ampliamente en los papiros. Después, cuando los efectos de la

cultura griega aumentaron su influjo sobre el pensamiento del siglo primero, los mejores

espíritus comenzaron a pensar y a inquirir, y pronto recibieron el hecho obvio de que

quien realmente era dios no podía, consecuentemente, estar sujeto a limitaciones ocales

y raciales; o poseer el carácter con que los dioses eran popularmente concebidos. De

aquí que los espíritus más cultivados perdiesen la fe en los dioses que sus padres habían

adorado. Las antiguas religiones nacionales y locales estaban amenazadas de

disolución, pero, por obvias razones políticas, los funcionarios romanos querían

mantener vivos a los dioses de Roma. Así, pues, el estado procuraba perpetuar las

antiguas formas de la religión romana, aun cuando comúnmente se admitía que eran

inútiles.

LAS RELIGIONES PROVINCIALES

Había una forma del antiguo culto local que aún sobrevivía y se mantenía con

más o menos vigor y eficacia. Es lo que llamamos religiones provinciales. En ciertos

distritos, generalmente formados por una ciudad o un grupo de ciudades con los

territorios adyacentes, habría aún de hallarse el culto de alguna deidad local. Antes de

la conquista romana de Asia Menor, la organización de muchas de estas religiones

( 249 )

Page 170: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

170

provinciales había sido idéntica a la administración civil, pues los guardianes de la ley

eran al mismo tiempo funcionarios de la religión; pero bajo el dominio romano, se

separaron el gobierno civil y el religioso en la mayoría de los lugares. Se reorganizó el

gobierno civil, mientras a la organización religiosa se le permitió mantenerse en sus

antiguas costumbres. En Asia Menor estas religiones comunales eran numerosas.166 En

muchos casos se unían en federaciones político-religiosas.

De especial interés para el estudiante del Nuevo Testamento es la religión local

de Efeso en el primer siglo, el culto de la diosa griega Artemisa; o, como se conoce en

latín, de Diana (Cf. Hechos 19:23 sgs). Esta diosa había sido reconocida y adorada en

todo el mundo griego, pero su religión llegó a ser particular de Efeso, donde contaba

con un elaborado equipo. La imagen de la diosa, que se creía haber caídos del cielo, se

alojaba en un hermoso templo y sobre un pedestal construido con las joyas y tesoros

ofrendados por sus devotos. El templo era un vasto edificio, tan notable por su

magnificencia, que se le consideraba entre las siete maravillas del mundo. El culto era

mucho más elaborado que el del Templo de Jerusalem, pero consistía en algunas formas

de vergonzosas prácticas lascivas. En la mitología distintivamente griega, Artemisa era

la diosa de la castidad, pero por la influencia oriental, la deidad efesia se consideraba

como representativa de las fuerzas productoras de la naturaleza, y probablemente fue

una apropiación y adaptación localizadas de las Cibeles, la diosa frigia de la naturaleza.

El culto de Artemisa ocupaba un importante lugar entre los negocios públicos de Efeso.

Los funcionarios del gobierno de la ciudad debían incrementar el respeto hacia esta

diosa protectora. La situación de la antigua diosa en la vida de la ciudad era reconocida

y protegida por Roma. Uno de los principales medios de propagación

( 250 )

de la religión de Artemisa era la manufactura y venta de pequeñas imágenes de la diosa,

actividad ésta que llegó a ser, para quienes la promovían, una industria muy lucrativa.

Fue la restricción de esta empresa lo que puso en dificultades a Pablo y sus compañeros.

Al inicio de la Era Cristiana la ciudad de Corinto era célebre por el culto de

Afrodita, la diosa griega de la belleza y el amor. Su templo se hallaba situado en el

Acrocoritno, el punto más elevado de la ciudad, y se practicaba un ritual muy elaborado.

Afrodita había sido adorada en otras ciudades griegas, pero su culto persistió durante

más tiempo en Corinto, y se caracterizaba por muchos excesos orientales que no habrían

sido tolerados en las comunidades griegas más conservadoras. Más de mil mujeres se

empleaban como prostitutas en las ceremonias dedicadas a esta diosa. La grosera

inmoralidad de esta religión agravó, sin duda, la desesperada corrupción de Corinto en

los días de Pablo.

El culto de Artemisa en Efeso y el de Afrodita en Corinto, ejemplos que son de

especial interés para el estudiante del Nuevo Testamento, eran casos conspicuos entre

166 Para una discusión completa cf. Foakes-Jackson and Lake, Beginnings of Christianity, Vol. I, pp. 199 sgs.

Page 171: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

171

las formas locales del antiguo culto, que aún sobrevivían en el siglo primero. Pero aún

estas religiones provincianas estaban en decadencia, porque estaban fuera de tono con

las demandas religiosas dominantes de la época. Correspondían a una etapa de

desarrollo que había sido abandonada al pasado, y era necesario ceder al avance de un

nuevo mundo de pensamiento y acción. Las que sobrevivían eran residuos más que

expresiones progresistas.

LOS ANHELOS RELIGIOSOS

Los antiguos dioses habían pasado—¿A dónde iría el mundo en busca de otros

dioses? Algunos espíritus indecisos abandonaron el asunto sin esperanza y cayeron en

una especia de ateísmo pasivo. Muchos adoptaron una concepción pesimista de la vida

y se rindieron a un deplorable fatalismo. Las multitudes

( 251 )

vagaban en la oscuridad, sin tener religión que pudiesen considerar satisfactoria o digna

de confianza. Gilbert Murria, adoptando la sugestión de algún otro, describe este

abandono religioso como una “falta de nervio”. Considera que resultó de la quiebra de

las antiguas creencias y tradiciones, y de un desesperado intento de afianzar una nueva

esperanza religiosa.167

Sin embargo, se halla uno lejos de lo correcto si supone que el interés y la

actividad religiosos se habían extinguido. Nunca había en la historia del mundo una

situación en que el corazón humano clamase más insistentemente por satisfacción

religiosa, buscase más diligentemente los beneficios de la religión, o se empeñase más

profundamente en la religión, o se empeñase más profundamente en las prerrogativas

religiosas. Iban a sus dioses con los problemas diarios de la vida y sus aflicciones

físicas, y creían que por métodos milagrosos les sería concedida la ayuda o se efectuaría

su curación. Se hacían oraciones intercesoras por los amigos, y se daban gracias por la

seguridad de los parientes. Se asignaban los sueños a la influencia de los dioses, y se

creía predecir los acontecimientos por venir. Los devotos hacían peregrinaciones a sus

templos favoritos, donde presentaban ricas ofrendas, sin duda frecuentemente con gran

sacrificio, esperando del dios o la diosa, alguna clase de favor como compensación, por

lo general, beneficio temporal o físico. Se consultaba a los oráculos sobre detalles

triviales de la vida.168 Tampoco el interés en la religión se reducía a sus aplicaciones a

esta vida. Se volvía con profundo anhelo al otro mundo. Los hombres se asían

ciegamente a la esperanza de un tranquilo futura más allá de la tumba, deseando que

alguien pudiese “traer a la luz la vida y la inmortalidad”.

( 252 )

167 Cf. Five Stages of Greek Religion, pp. 8, 9, 155 sgs.

168 Puede hallarse claro testimonio en los papiros de cada reacción religiosa aquí mencionada..

Page 172: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

172

Los corazones estaban sinceramente agobiados por un aplastante sentido del

pecado y de la deficiencia espiritual, y anhelaban una experiencia de comunión con el

único verdadero Dios. El espíritu filosófico del mundo grecorromano había recibido un

deslumbrante reflejo de la realidad del único Dios de toda la tierra, y ansiaba

intensamente un mayor conocimiento de él. Había un dominante demanda de alguna

palabra de certidumbre para responder a las cuestiones teóricas de la especulación

filosófica, una revelación con suficiente autoridad, de la verdad real acerca de Dios.169

El Verbo debió ser hecho carne y habitar entre los hombres, antes de que el ferviente

anhelo del corazón del siglo primero pudiese estar satisfecho. El mundo se había

cansado de abstracciones filosóficas. Su anhelo era de un Dios que fuese sensible a las

necesidades y sufrimientos humanos, a quien se pudiese implorar con la esperanza de

ser oído, y con quien se pudiese disfrutar de comunión personal. El espíritu de la época

clamaba por un Dios que fuese Redentor amante y compasivo. Todo el mundo

mediterráneo preguntaba: “Señores, ¿Qué debemos hacer para ser salvos?”

Muchos espíritus sensatos se habían dedicado a resolver los problemas religiosos

de la época. La filosofía se entregó fundamentalmente a un ministerio de la religión.170

“Realmente, la tendencia general de la filosofía griega después de Platón, con algunas

ilustres excepciones, especialmente entre los estoicos romanizantes, fue apartarse del

mundo exterior hacia el mundo del alma. Encontramos en los escritos religiosos de este

período que el verdadero Salvador de los hombre no es quien los protege contra los

terremotos y el hambre, sino el que en algún sentido

( 253 )

salva a sus almas.”171 Para este problema de la salvación del alma, se ofrecieron

muchas soluciones. No era una novedad encontrar a alguna ferviente alma que se

empeñaba en hablar al mundo acerca de un plan de salvación. Varios sistemas de

religión y diversas teorías de la vida se ofrecían a los hambrientos corazones de al

época.

La predicación llegó a ser una práctica familiar en la propagación de estos

sistemas religioso-filosóficos. Fue así particularmente característica de los estoicos y

los cínicos. Era común en esa época ver a un predicador estoico o cínico, parado en

alguna esquina o en alguna plaza, exponiendo su mensaje de filosofía moral a los

transeúntes que pudiesen detenerse para escucharle—y generalmente el auditorio era

considerablemente numeroso y grandemente comprensivo. Sin duda se hizo mucho

bien por estos misioneros de la filosofía. En importantes aspectos fueron precursores de

los misioneros de la Cruz. Crearon un interés más profundo en la moralidad y un deseo 169 Angus, op. cit., pp. 70 sgs.

170 “Due Philisophie des hellenistischen Zeitalters will dem Gebildeten Zugleich Religion sein.” Wendland, Die

Hellenistisch-Roemische Kultur, p. 106. 171 Gilbert Murray, op. cit., p.194.

Page 173: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

173

más intenso de una energía moral suficiente, e hicieron a la predicación familiar y

efectiva como método para la propagación de la doctrina. Angus expresa de ellos

significativamente, “fueron voces que clamaban en el desierto del paganismo,

preparando el camino del Señor.”172

LAS RELIGIONES DE MISTERIO

Resumiendo brevemente la situación puede decirse que las antiguas deidades

nacionales y locales ya no satisfacían más las necesidades religiosas de la época, porque

había aparecido un dominante deseo de una religión espiritual, personal y universal.

hasta cierto punto, esta demanda fue satisfecha por las religiones misteriosas griegas y

orientales. Estas religiones reunían leyendas sobrenaturales y maravillosas

( 254 )

de los dioses y diosas, y representaban en ritos simbólicos los hechos más importantes

de esas leyendas. Dichos ritos, tanto en cuanto a su forma como en cuanto a su

significado, se mantuvieron secretos en su mayoría, supuesto que deberían ser

conocidos solamente por los devotos que habían sido iniciados como plenos

participantes de los privilegios del culto. Estas doctrinas y ritos secretos se

denominaban “misterios” de la religión. Siempre que los ritos de una religión

determinada se observasen en alguna parte del mundo, se esperaba que lograsen para el

participante los beneficios de esa religión, y el favor y la comunión de l deidad.

Generalmente, los dioses de estas religiones de misterio se representaban como

relacionados con el bienestar del devoto, y como si tuviesen poder para otorgar la

salvación personal. Así, estos cultos misteriosos satisfacían la demanda de una religión

personal y universal. En forma real y significativa prepararon el camino al cristianismo.

Constituyen uno de los más importantes aspectos del mundo del Nuevo Testamento.

I. Las Religiones Griegas de Misterio

Los griegos habían devuelto religiones de misterios, pero en gran parte habían

tomado sus materiales de fuentes orientales.

1. Un ejemplo importante es el conocido como Culto de Dionisio. Dionisio era,

originalmente, un dios de la naturaleza, tomado de los tracios por los griegos. Las

vagas bases legendarias de la religión correspondían a una remota antigüedad, e

indudablemente, habían experimentado grandes modificaciones en su transcurso hasta

el mundo griego del siglo primero. Sus ceremonias consistían en frenéticas

representaciones, en que comían la carne cruda de un toro u otro animal sacrificado, y

en orgías demasiado repugnantes para describirse detalladamente. Los propósitos

religiosos del culto eran la unión mística

172 Op. cit., p. 78.

Page 174: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

174

( 255 )

con el dios, y la inmortalidad personal. Así, pues, era individual en su interés y

aplicación.173

2. Surgió a manera de movimiento reformista en el culto dionisíaco, la religión

conocida como Orfismo. Llegó a ser una religión extensamente popular en el mundo

grecorromano. Su base era una leyenda acerca de un sacerdote llamado Orfeo, que

había sido asesinado por los frenéticos devotos de Dionisio. Produjo un gran

mejoramiento oral en el culto dionisíaco, y un decidido progreso en la doctrina,

particularmente en la escatología. No sólo se anticipó la inmortalidad, sino, junto con

ella, el juicio y la recompensa o retribución eternas. Tales opiniones dan sorprendente

evidencia de los instintos religiosos fundamentales, que son inherentes a la naturaleza

humana, implantados allí por los propósitos beneficiadores de Dios.174

3. La religión más popular en Atenas durante los seis siglos anteriores a la Era

Cristiana fue la de los Misterios Eleusianos. En realidad, se adoptó como la religión del

Estado Ateniense. Esta religión se inició como un culto agrario, dedicado a asegurar la

fertilidad del suelo y mayores frutos en la cosecha, objetivo dominante en la religión

primitiva. El mito en que se basaba se halla contenido en el himno homérico a

Deméter. Esta diosa, Deméter, parece haber sido una modificación y adaptación de la

diosa de la agricultura de la antigua Eleusis. Según la leyenda, Perséfona, hija de

Deméter, es arrebatada por Plutón y hecha reina del mundo subterráneo. Deméter,

diosa de las mieses, abandona sus funciones agrarias y desciende al mundo subterráneo

en seguimiento de Perséfona y su captor, y, en consecuencia, la tierra queda

improductiva y el hambre prevalece. Zeus interviene y ordena que Perséfona sea

devuelta a su madre durante ocho meses del

( 256 )

Como resultado, la diosa madre celebra el regreso de su hija concediendo a la tierra

ocho meses de fertilidad. Las ceremonias de este culto misterioso eran muy elaboradas,

e incluían primero un ayuno, luego sacrificios y la inmersión de los iniciados, seguida

por una peregrinación de Atenas a Eleusis, donde se terminaban las ceremonias rituales.

Estas ceremonias parecen haber sido originalmente, la celebración de cosecha, pero más

tarde llegaron a considerarse como medio de alcanzar la inmoralidad. Contenía por lo

menos algún énfasis moral, pero no era este un rasgo prominente, y se cree probable que

algunos de los ritos implicaban una grosera inmoralidad.175

173 Cf. Percy Gardner, Hastings’ Ency. of Rel. and Ethics, art. “Mysteries.”

174 Kennedy, St. Paul and teh Mystery-Religions, pp. 9-17. 175 Cf. Percy Gardner, ibid.

Page 175: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

175

II. Las Religiones Orientales de Misterio

Las religiones paganas de mayor interés para el estudiante del Nuevo Testamento

son los cultos orientales de misterio. Esto es porque, en primer lugar, estuvieron muy

estrechamente asociadas con el primitivo cristianismo, y segundo, porque ejercían gran

influencia en el medio en que el cristianismo progresaba desde su nativa Palestina.

Ningún otro elemento de orientalismo penetró en el mundo grecorromano tan

completamente como lo hizo su religión. EL gobierno imperial rechazó con disgusto el

constante intrusión de los cultos orientales, pero era incapaz de oponerse a la corriente

que crecía. Al iniciarse la Era cristiana, las religiones misteriosas eran un hecho

aceptado en el mundo romano.176 ¡Cibeles e Isis inconscientemente abrían a Jesús la

puerta del occidente!

1. En Egipto se encontraba el culto de Isis y de Osiris. Este era un rey místico de

Egipto, de linaje divino, que vivía en relaciones conyugales con su

( 257 )

hermana Isis, y cooperaba con ella para impulsar la agricultura y las artes. Osiris

despertó los celos de su hermano Tifón, quien consiguió matarlo por medio de la

astucia, y después de despedazar su cuerpo, lo esparció por todo Egipto. La

apesadumbrada Isis comenzó a buscar el cuerpo desmembrado y, finalmente, logró

reunir sus miembros y devolverle la vida. Osiris llegó a ser regente del mundo

subterráneo, pero fue vengado contra Tifón por su hijo póstumo, Horus. Las elaboradas

ceremonias de esta religión representaban la muerte y la restauración de Osiris, e

intentaban impartir la mortalidad a los adoradores. Además de esto, la religión carecía

de significación moral o teológica. En el siglo tercero antes de Cristo, el dios griego

Serapis llegó a identificarse con Osiris, y desde entonces se instituyó el culto de Serapis

y de Isis, pero sólo con ligeras modificaciones de la religión original. De fuentes

literarias y no literarias sabemos que el culto de Serapis era una religión muy

popularizada en Egipto al iniciarse le Era Cristiana.177

2. Una religión muy importante del mundo grecorromano era el culto de Atis y

Cibeles. Fue llevada de Frigia a Roma en el siglo tercero antes de Cristo, pero debido a

su carácter salvaje y orgiástico, se prohibió a los cuidadnos de Roma hasta el tiempo de

Claudio. No sabemos exactamente lo que eran los ritos de esta religión en el siglo

primero, puesto que nuestra información precisa procede de una fecha muy posterior.

No obstante, podemos descubrir con gran certeza el carácter general del culto. La

ceremonia tenía lugar en los últimos días de marzo, comenzando el día quince. Era

acompañada de las más frenéticas expresiones de pena y excitación, llegándose aún a la

mutilación física. Un hecho importante de la ceremonia era el corte de un pino, que se

176 Cf. Halliday, Pagan Background of Early Christianity, p. 235. 177 Cf. Frazer, Golden Bough: Adonis, Attis, Osiris, pp. 267-400; también P. Brit. Mus. 42; P. Par. 26, 47, 51.

Page 176: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

176

consagraba por el mito relativo a Atis. El tronco de este árbol se llevaba cubierto de

vestiduras negras

( 258 )

como un cadáver, y con gran pompa y solemnidad, al templo de la diosa Cibeles. Esta

ceremonia pretendía representar la muerte del dios Atis. Al día siguiente se celebraba

su resurrección. Luego seguían otras festividades y procesiones, y terminaban las

ceremonias en el templo de Cibeles. Los detalles del mito fundamental son vagos e

inciertos, pero parece ser la concepción primitiva de la religión de la naturaleza acerca

de la diosa de la fertilidad, que llora por su amado y que finalmente lo vuelve a la vida

otra vez. En Asia Menor, su lugar de origen, esta religión era de muy grandes excesos

sexuales. “A fines del siglo segundo, vivían como cortesanas ante la diosa, mujeres de

los más elevados círculos sociales de Lidia… Aún después de que la civilización la

abolió como costumbre general, la mantuvo cierta clase de sacerdotisas.”178 No

podemos decir hasta qué punto persistió en otros lugares esta característica, pero fue su

principal atractivo, su incitación sensual y sensoria.179

3. Una religión de origen babilónico se basaba en el mito de Isthar y Tammuz.

Era otra de las muchas formas del culto de la naturaleza. Tammuz era un dios que

partía cada otoño al mundo inferior, a donde era seguido por Ishtar, la diosa del amor y

la reproducción. Después de uno pocos meses de ausencia, regresaba la diosa trayendo

a Tammuz consigo, de donde llega la primavera con su renovación de la vida y su

inspiración del amor. Las formas de adoración de esta religión eran rudas y

repugnantemente sensuales. Su énfasis en el amor sexual y la fecundidad, prestaron a

su ritual, prácticas que no se pueden describir.180

4. Paralelo muy aproximado al culto de Tammuz e Isthar se halla en el de las deidades fenicias Adonis

( 259 )

y Afrodita, que tuvieron sus centros en Pafos de Chipre y Biblos en Sirai. Realmente es

probable que desde el punto de vista histórico, esté relacionado con la religión de

Tammuz e Ishtar, porque Frazer, importante autoridad sobre religiones antiguas,

considera que el nombre Adonis, es sin duda, una extensión del título semítico adoni,

“señor mío,” por haberse llamado el dios “señor mío Tammuz.”181 El culto de Adonis

era original y esencialmente una religión de la naturaleza. El agostamiento de la

vegetación en el otoño y su reaparición en la primavera, constituían su base principal.

De esta sucesión de las estaciones surgió el mito que dio forma a esta religión. 178 Cobern, op. cit., p. 418.

179 Cf. Frazer, op. cit., pp. 217-265.

180 Cf. S. Langdon, Hastings’ Ency. of Rel. and Ethics, art. “Mysteries”. 181 Op. Cit., p. 6

Page 177: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

177

En la base mítica del culto de Adonis volvemos a encontrar caracteres

fuertemente sugestivos de la relación histórica con el culto de Tammuz. En su

representación greco oriental Adonis es un encantador joven amado por la diosa

Afrodita, otra deidad greco oriental. Cuando Adonis era un infante, Afrodita lo

escondió en un arca y lo puso al cuidado de Proserpina, reina del mundo subterráneo.

Proserpina fue tan completamente cautivada por la belleza del hermoso niño, que se

negó a devolverlo a Afrodita. Siguió un desagradable conflicto, y no se terminó sino

hasta que Zeus intervino con árbitro y dispuso que Adonis permaneciese parte del año

en el mundo subterráneo, con Proserpina, diosa de la muerte, y con la diosa del amor,

Afrodita, en el mundo superior, durante otra parte. En un rapto de celos el dios Ares se

disfraza de jabalí salvaje y mata al hermoso Adonis, produciendo la infinita pena de

Afrodita. El ritual de la religión consistía en la dramatización de la muerte del dios, y

su resurrección al siguiente día. Se suponía que el día de su resurrección había

ascendido al cielo. De ahí se desarrolló, probablemente como una adición posterior, la

idea del matrimonio del dios con la diosa. Originalmente, las relaciones entre ambos no

sugerían

( 260 )

pensamiento alguno de matrimonio formal, lo que produjo un ritual degradado. Se nos

dice que en las ceremonias efectuadas en Biblos, “Los inconsolables creyentes

abandonaban la tierra, rapaban sus cabezas:… las mujeres que no podían traer en

sacrificio su shermosas tranzas habían de entregarse a los extranjeros en el día de la

fiesta, y dedicar a Astarté las ganancias de su afrenta.”182

Los devotos de esta religión hallaban en la fe cristiana sorprendente analogía con

sus creencias, pero un tono moral incomparablemente superior. Era como pasar de la

opaca brasa de una vela de sebo a la luz plena del sol de mediodía. Sin embargo, la

analogía de las ideas cristianas con las del adonismo pudo haber proporcionado un

valiosos punto de contacto.183

5. Entre las religiones misteriosas orientales la que presenta el carácter ético y

religioso más elevado, y se acerca más al cristianismo en sus formas, creencias e ideales, es el Mithraísmo. Era de origen extremadamente antiguo, y probablemente

había atravesado por varias etapas de evolución. Se cree probablemente que en la

remota antigüedad Mithra fuese un dios tribal iranio. Más tarde llegó a figurar en el

zoroastrianismo como el mediador, o manifestación de Ahura Mazda, el supremo dios

persa. En la forma caldea de esta religión, Mithra es un dios sol. Cuando aparece este

culto en el período grecorromano, Mithra es, de nuevo, dios supremo más que una

deidad subordinada o mediadora.

El mithraísmo se hallaba presente en Asia Menor, probablemente un siglo o más,

antes de la Era Cristiana, pero no se extendió grandemente sino hasta el siglo segundo y

182 Frazer, op. cit., p. 184.

183 Cf. Frazer, op. cit., pp. 1-216.

Page 178: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

178

después. Así, tuvo muy dudosa oportunidad de contribución genética para el

cristianismo. Pero sus semejanzas con la doctrina cristiana y sus ceremonias, y su lugar

en la historia como destacado rival del cristianismo primitivo en el Imperio

( 261 )

Romano, lo hace digno de importante consideración. En realidad, su gran semejanza

con el cristianismo ha llevado a algunos estudiosos a suponer, no obstante la falta de

evidencia histórica exacta, que debió haber habido alguna dependencia genética entre el

cristianismo y el mithraísmo. Sin embargo, esta posición, no puede ser nunca más que

una muy dudosa hipótesis, aún estando todas las probabilidades a favor de la

dependencia del mithraísmo al cristianismo, si existiese alguna relación genética.

El mithraísmo era fundamentalmente dualista. Era esta su herencia irania. Los

ritos de la iniciación se dividían en siete etapas, que consistían en abluciones, sacrificios

y comidas consagradas, y tenían el propósito de otorgar al candidato un renacimiento en

comunión con el dios. En la “doctrina” de la religión, Mithra es el creador del mundo, y

a través de varios conflictos lo salva de ser destruído por Ahriman, príncipe de las

tinieblas. En estos conflictos hay la leyenda del diluvio semejante a la referida en el

Génesis. Cuando la tierra llega, finalmente a estar segura contra el maligno, Mithra

vuelve a su morada celestial. A los iniciados se les prometía que volvería otra vez para

concederles la inmortalidad. Un hecho importante del ceremonial era el sacrificio del

toro sagrado. Es probable que en una forma extremadamente antigua de la religión, el

dios se identificase con el toro.

El mithraísmo sostenía la anticipación de una bendita inmortalidad y de la paz

con el dios. Sustentó la doctrina de un juicio final, de la resurrección y de la

destrucción final del orden actual del mundo. Estas ideas procedían de fuentes persas y

babilónicas. El tono moral del mithraísmo era muy superior al de la mayoría de las

otras religiones de misterio—una caracteristica semítica que posiblemente puede

identificarse como originalmente sumaria. Apelaba muy efectivamente al mundo

grecorromano, y desde el siglo segundo y por todo el tercero, fue competidor

formidable del cristianismo, pero declinó

( 262 )

rápidamente después, de modo que al iniciarse el siglo quinto era prácticamente asunto

de la historia. Una de sus más graves desventajas, como rival del cristianismo, fue el

hecho de que las mujeres no eran aceptadas como comunicantes de la religión. En esto

hallamos otra huella de la influencia semítica.184

III. Características de las Religiones de Misterio

184 Cf. Halliday, op. cit., pp. 281-311; Cumont, The Mysteries of Mithra.

Page 179: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

179

Basándonos en el resumen anterior, podemos ofrecer un sumario de aquellos

caracteres generales que definieron en mayor o menor grado, a todos los cultos

misteriosos. Esta consideración nos permitirá obtener una estimación más exacta de

estas religiones en comparación con el cristianismo, y comprender correctamente la

actitud esencial del cristianismo hacia estas religiones, conforme penetraba en medio de

ellas desde su cuna en Palestina.

1. Se basaban en mitos procedentes de una remota antigüedad e indudablemente

concebidos por sus devotos, como sobrehumanos—fuera del curso de la historia común.

No era una concepción de un dios activo en la historia, sino de una divinidad que

actuaba fuera de la historia.

2. Sus beneficios se alcanzaban por los efectos mágicos de algún proceso físico.

Se hallaba en la mecánica práctica del ritual, y el adorador recibía el beneficio del

agente sacerdotal que ejecutaba el ritual. Sus ceremonias no eran símbolos de

operaciones espirituales, sino procesos mágicos que tenían eficacia esencial en sí

mismos.

3. La salvación consistía para la mayor parte, en obtener fines humanos

agradables. Las religiones de misterio frecuentemente ofrecían una concepción de una

nueva esfera ética y espiritual de experiencia. Frecuentemente se ignoraba la

moralidad, y cuando se reconocía, hay clara evidencia de que era una consideración

( 263 )

secundara. Era una moralidad para una experiencia religiosa, y no una experiencia

religiosa como base de la moralidad.

4. Estos cultos misteriosos eran todos esencialmente politeístas, porque se la

religión misma no tenía dos o más deidades, sí era tolerante con respecto a los dioses de

las otras religiones. Esto es, en el mejor de los casos las religiones de misterio eran sólo

henoteístas—que tenían un supremo dios en la misma religión particular, pero sin

excluir la posibilidad de dioses valederos en otras religiones.

5. Los caracteres religiosos más elevados que poseyeron eran burdas

manifestaciones de instintos religiosos inferiores, consecuentes con la naturaleza moral

del hombre, tales como la comunión de la humanidad con la deidad, acceso del alma a

una esfera más elevada de experiencia, el triunfo de la vida sobre la muerte, la religión

como fuente de alivio en el sufrimiento humano, etcétera. La índole religiosa del

hombre, en muchos casos, ha dado expresión a estos instintos innatos donde no podría

concebirse que hubiese intervenido alguna forma de la revelación divina. Empero, es

un hecho digno de notarse que estas reacciones instintivas eran muy concentradas y

pronunciadas en el mundo grecorromano al advenimiento del mensaje redentor del

cristianismo.

6. Las religiones misteriosas estaban caracterizadas por su extrema sensualidad,

especialmente su sexualidad. Muchos de los mitos básicos presentan a una deidad

masculina y una femenina unidas en relaciones sexuales a base de amor libre—esto es,

sin pensamiento alguno de sanción de la unión legítima o de sucesión. La influencia

Page 180: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

180

griega y romana produjo considerable alteración en esta sórdida creencia, pero nunca

logró eliminarla. El ritual del paganismo apelaba principalmente a los instintos

sensuales. El elevado idealismo espiritual, moral y ético del judaísmo y del cristianismo

eran del todo desconocidos para ellos. Sus normas de pureza presentaban escasas

restricciones a los apetitos naturales del

( 264 )

hombre; por el contrario, en varios casos procuraban la indulgencia de estos apetitos.

De aquí que la glotonería, la embriaguez y la incontinencia manchen el cuadro de la

religión pagana.

El estudiante al principio se sobresalta por los claros puntos de semejanza entre el

cristianismo y las religiones de misterio. Tienen en común enseñanzas sobre la muerte

y la resurrección, la idea de la redención por medio de la unión mística con la divinidad,

por lo menos en ligero paralelo en la idea de la religión como estímulo para la pureza de

la vida, una experiencia de satisfacción en este mundo, que se resuelve en la

inmortalidad, y la felicidad en el mundo por venir. Algunas religiones paganas tenían

una doctrina de la regeneración, practicaban un baño ceremonial o bautismo, y una

comida sagrada, con frecuencia de significación conmemorativa. Sin embargo, cundo

se observa rectamente, nada hay aquí que necesariamente pueda perturbar la fe

cristiana. Esto hechos históricos manifiestan solamente el amplio fundamento religioso

que es inherente a la naturaleza humana, y muestran cuán notablemente bien adaptado

estaba el cristianismo a estas inherentes bases religiosas. Si uno quiere solamente

presuponer a un Dios misericordioso que proveyó esas bases religiosas, y preparó una

gloriosas religión histórica admirablemente bien adaptada a esos fundamentos

religiosos, desaparece la dificultad. La razón por la cual el cristianismo ha satisfecho a

los representativos de todas las razas de la humanidad, es que ha sido satisfactorio a

todas las razas de la humanidad. Está adaptado a la naturaleza fundamental del hombre.

Es cierto, evidentemente, que estas religiones eran totalmente inferiores al

cristianismo y que pudieron hacer sólo contribuciones ocasionales en cuanto a su forma

y expresión externas, pero ninguna a su contenido esencial. Con razón Halliday ha

expresado que “la concentración de la doctrina cristiana alrededor del carácter, la vida y

la enseñanza de una

( 265 )

personalidad concreta e histórica le otorgó una convincente relidad de que carecían

todos sus rivales.”185 Los hechos históricos esenciales de la religión cristiana están

comprobados más allá en toda duda razonable, y los beneficios fundamentales de la

religión cristiana son cuestiones de experiencia consciente más que teorías o

185 Op. cit., p. 310 Sobre las diferencias esenciales entre el cristianiso y las religiones paganas, puede hallarse una

espléndida referencia breve en Hallidy, op. cit., pp. 320 sgs.

Page 181: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

181

tradiciones. Por los méritos inherentes que le son propios, el cristianismo obtuvo su

victoria sobre las religiones rivales del mundo antiguo, de modo que no necesitamos

alarmarnos con peligro alguno que pueda parecer como amenaza de alguna de estas

religiones según se restauran por la crítica moderna.

LA DIASPORA JUDIA

Cuando los primeros misioneros cristianos hicieron frente a su obra mundial, los

judíos se habían esparcido pos casi todo el mundo mediterráneo. Esta distribución de los judíos, conocida como la Diáspora, o “dispersión”, comenzó en Egipto desde el

tiempo de Jeremías (Véase Jer. 41:16, 17; Isaías 11:11). Alejandro llevó a Egipto a

cierto número de judíos para colonizar, y su política fue continuada por los Tolomeos.

Los disturbios que acompañaron a las conquistas y luchas de la época griega, llevaron al

mundo oriental a un estado muy poco estable, en cuya consecuencia los judíos se

unieron a muchos otros pueblos de esa religión para vagar de un lugar a otro. Muchos

judíos permanecieron en Babilonia después de la restauración, y de allí es muy probable

que se formasen colonias en varias partes del Imperio Sirio, por los Seléucidos.

Antíoco el Grande trasportó a una gran colonia de judíos de Mesopotamia a Lidia y

Frigia en el Asia Menos, en un esfuerzo por estabilizar las relaciones entre los

sediciosos habitantes de esa región. mUchos de ellos con propósitos

( 266 )

comerciales u otras ventajas, emigraron a las ciudades griegas. De aquí que al principio

del período romano los judíos se halasen distribuidos por la mayor parte del mundo

oriental, y que mantuviesen aún, tenazmente, su identidad racial y su herencia religiosa.

Cuando Pompeyo tomó a Jerusalem llevó a Roma como cautivos a muchos

cientos de judíos, extendiendo así la Diáspora al mundo occidental. Una referencia en

Estrabón parece indicar que había judíos en Roma aun antes de la época de Pompeyo.186

Esto puede considerarse como muy probable. En los tiempos del Nuevo Testamento

había judíos prácticamente en todas partes del Imperio Romano.

La mayoría de los emperadores romanos fueron muy tolerantes con el judaísmo,

y por ello permitieron que la religión se estableciese bien en sus dominios. Los judíos

tenían sinagoga casi en cada ciudad de alguna consideración o importancia.

Consecuentemente, encontramos que Pablo al avanzar en sus viajes misioneros, visitó

solamente un lugar en que no encontró sinagoga, esto es, Filipo. Regularmente se

celebraban los servicios en estas sinagogas, por lo menos cada sábado, de modo que

pudiese decirse literalmente con verdad, que “Moisés desde los tiempos antiguos tiene

en cada ciudad quien le predique en las sinagogas, donde es leído cada sábado.”

(Hechos 15:21) Generalmente se reunían tres clases de personas en los ejercicios de

cada sábado, en las sinagogas.

186 Cf. Schuerer, op. cit., II, ii, p. 221.

Page 182: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

182

1. Había judíos, principalmente nacidos y criados en el mundo helenista, pero sin

embargo, leales y judíos de sangre pura.

2. Además, gentiles prosélitos; esto es, gentiles que se habían sometido al rito de

la circuncisión y al bautismo proselitista, y habían aceptado las obligaciones de las

demás ceremonias y tradiciones del judaísmo. Eran considerados como miembros

regulares

( 267 )

de la comunidad judías, con todos los privilegios de los judíos.

3. La tercera clase era la de los “Temerosos de Dios”; gentiles que habían

aceptado a Jehová como el verdadero Dios, y respetaban las Escrituras del Antiguo

Testamento, pero nunca habían recibido la totalidad de los ritos de admisión del

judaísmo. Aparecen frecuentemente en los Hechos, bajo designaciones tales como “pío

y temeroso de Dios” (10:2); “los que teméis a Dios” (13:16); “los que entre vosotros

temen a Dios” (13:26); “los religiosos prosélitos” (13:43), etcétera. En esta clase se

contaban muchas mujeres gentiles. De éstas eran las “mujeres pías y honestas” de

Hechos 13:50, y Lidia, que se describe como “temerosa de Dios” (Hechos 16:14).

La naturaleza espiritual de la religión judía la hizo popular en el primer siglo,

aunque el obstinado exclusivismo de muchos judíos previno a la mayoría de los gentiles

contra ellos. Conversos de los judíos y prosélitos y temerosos de Dios formaron

siempre el núcleo alrededor del cual edificó Pablo sus iglesias. Difícilmente podría

exagerarse el servicio de la Diáspora a la propagación inicial de la religión cristiana.

En muy breve revista hemos examinado la situación religiosa del mundo

grecorromano. Hemos observado en ella los hechos que se nos han presentado en cada

aspecto de esta investigación. A medida que se presentaba hemos visto en cada carácter

sucesivo, abundantes razones ara creer que una Providencia Omnisciente daba forma a

la situación, de manera que se adaptase mejor a la aceptación y efectiva apropiación del

mensaje redentor de Cristo. Dios no sólo había sido activo en la redención, sino

también en el mundo que se había propuesto redimir.

( 268 )

Page 183: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

183

APENDICE A

GRAPH-DIAGRAM

Esta gráfica ha sido trazada para mostrar las relaciones familiares entre los

miembros de al familia herodiana que aparece en el Nuevo Testamento. Los nombres

que se hallan entre paréntesis no aparecen en el Nuevo Testamento, pero se ponen aquí

por la necesidad de completar las conexiones familiares.

( 269 )

Page 184: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

184

APENDICE B

LA COMUNIDAD RELIGIOSA DE QUMRAN

Por Guy S. Williamson

Gran interés en al arqueología bíblica se ha despertado desde 1947 por los

descubrimientos de manuscritos, en la región del Mar Muerto en Palestina. Cuando un

joven pastor beduino arrojó una piedra en un pequeño agujero de una roca en las colinas

que bordean el Mar Muerto y oyó algo que se quebraba, no pudo haber tenido idea

alguna de la excitación que el hallazgo produciría entre los pueblos cristianos del

mundo. Desde ese primer excitante descubrimiento en marzo de 1947, cada año ha

traído a luz aún más asombrosos descubrimientos. El primer descubrimiento de

manuscritos tuvo lugar en las cuevas calizas de la región conocida hoy como Valle de

Qumran. Posteriores descubrimientos se hicieron en el Valle de Murrabbaat y en

Khirbet Mird, en la región noroeste del Mar Muerto. Estos manuscritos han llegado a

conocerse como Los Rollos del Mar Muerto.

EDAD DE LOS MANUSCRITOS

Aunque no hay completo acuerdo entre los eruditos en cuanto a las fechas exactas

de los rollos, existe la casi universal creencia entre los peleógrafos competentes, de que

bien pueden datarse antes de 70 después de J.C. La primera línea de evidencia para

fechar los documentos es la formación estilística de las letras empleadas por los

diversos escribas de los rollos. El estilo de las letras representa un período de más de un

siglo; las propias letras son intermedias entre al escritura conocida del siglo tercero

antes de J.C., y la mitad del primer siglo después de

( 270 )

J.C. La segunda evidencia es la prueba que sostiene una fecha de 200 A.C. a 70

después de J.C. , es la del carbón 14, que data la tela en que los rollos fueron envueltos

en una época general de 175 antes de J.C. a 225 después de J.C. La tercera evidencia

que establece una fecha primitiva, es arqueológica. La cerámica de la cueva 1, que

comprende dos vasijas intactas y gran cantidad de tiestos, corresponde al final del

período helenístico (Siglo I antes de J.C.), mientras piezas adicionales fueron echadas

en el período romano del segundo o del tercer siglos después de J.C.

Algunos estudiosos proponen ahora tres períodos para los Rollos del Mar Muerto.

(1) Período Arcaico (200-150 antes de J.C.), (2) Período Hasmoneano (150 antes de

Page 185: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

185

J.C.—30 antes de J.C.), (3) Período Herodiano (30 antes de J.C.—70 después de

J.C.)187

La gran mayoría de los manuscritos de Qumran se consideran hoy como

correspondientes a los períodos segundo y tercero, especialmente a la segunda mitad del

segundo período y la posterior del tercero cuando la actividad en Khirbet Qumran

estaba en apogeo.

CONTENIDO DE LOS ROLLOS DEL MAR MUERTO

El contenido de los nuevos manuscritos es parcialmente bíblico y en parte

intertestamental.

I. El contenido de los Rollos de la Cuevo I en Qumran188

La primera cueva a que se entró produjo cierto número de notables documentos,

algunos de los cuales fueron adquiridos por los monjes sirios de Jerusalén; y otros por la

Universidad Hebrea del Estado

( 271 )

de Israel. Los principales documentos fueron un rollo completo del Libro de Isaías; un

segundo rollo de Isaías, completo desde el capítulo 41 en adelante, pero con fragmentos

de capítulos anteriores; un comentario de los dos primeros capítulos de Habacuc; la

Regla de la Comunidad; una extensa paráfrasis aramaica de Génesis, capítulos 5 al15;

un libro conocido como las Guerras de los Hijos de la Luz contar los Hijos de las

Tinieblas, y un libro de Salmos de Acción de Gracias.

Estos hallazgos fueron muy sorprendentes y pueden seguirse por el lector en

algunos de los excelentes informes que son asequibles ahora; pero son sólo un

principio.189 La cueva de la que se obtuvieron estos originales documentos fue

posteriormente redescubierta en 1949, por arqueólogos preparados, y se realizó una

investigación sistemática por expertos, en febrero y marzo de 1949. Personas

desautorizadas habían estado allí antes que ellos y habían desordenado en gran medida

la cueva, pero sobre el piso de ella se encontraron muchos fragmentos, entre ellos partes

de Génesis, Levítico, Deuteronomio, Jueces, Samuel, Isaías, Ezequiel y Salmos. Había

también porciones de comentarios sobre Miqueas, Sofonías y los Salmos, todos en

forma fragmentaria, y algunas partes de otros libros, como el Libro de Noe, el de

Jubileos y el Testamento de Leví.

187 Merrill F. Unger, Archaeology and the New Testament. (Gran Rapids, Michigan: Zondrean Publishing House. 1962), p.

76.

188 J.A. Thompson, The Bible and Archaeology, (Gran Rapids. Mich: William B. Eerdmans Publishing Co., 1968), p. 251. 189 Millar Burrows, Los Rollos del Mar Muerto. (México: Fondo de Cultura Económica, 1958), pp. 439.

Page 186: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

186

II. Contenido de los Rollos de Otras Cuevas de Qumran

En 1952 se descubrió otra serie de cuevas en la zona general de Qumran, que

contenían más fragmentos, los que se vendieron al Museo de Jerusalén.

Subsecuentemente se investigaron unas 40 cuevas. La cueva 2 produjo fragmentos de

Éxodo, Levítico, Números, Deuteronomio, Rut, Salmos, Jeremías y Jubileos, además de

pedazos de numerosos libros no

( 272 )

bíblicos. La cueva 3, junto con fragmentos de una docena de manuscritos, algunos

extraños rollos grabados en cobre, que posteriormente se descubrió que contenían una

relación de tesoros y los lugares en donde fueron sepultados.

Las cuevas 4, 5 y 6 de la región de Qumran se descubrieron después de 1952. las

5 y 6 contenían comparativamente pocos fragmentos; pero la 4 era la más asombrosa de

todas en algunos respectos, superando aún a los más notables descubrimientos de la

original cueva 1. Contenía muchos miles de piezas que representaban más de 300

libros, bíblicos y no bíblicos, incluyendo todos los del Antiguo Testamento, excepto el

Libro de Ester.

Las cuevas 7 a 10 se encontraron por los arqueólogos, pero contenían muy escaso

material. Luego, a principios de 1956, se descubrió la cueva 11, por los beduinos.

Contenía material comparable en calidad al hallado en la primera cueva, incluyendo un

pequeño rollo de los Salmos, muchas partes del Apocalipsis de Jerusalén, una versión

aramea de Job, y dos ejemplares del libro de Daniel, ya conocido en forma fragmentaria

de las cuevas 1, 4 y 6.

Otras numerosas obras están representadas en el rico hallazgo de fragmentos de

estas cuevas y de otras en esa región, que añaden nuevo material el abundante ya

reunido en el Museo Arqueológico Palestino de Jerusalén y en otras partes.

III. Contenido de los Rollos de las Cuevas del Valle de Murrabbaat y Khirbet

Mird

Muy aparte de los hallazgos directamente conectados con la Comunidad de

Qumran, hubo importantes descubrimientos en otras zonas del desierto de Judea.

Cuatro grandes cuevas en el Valle de Murrabbaat, como a doce millas al sur de Qumran,

produjeron cierto número de documentos mercantiles arameos y griegos, y varias cartas

de papiro escritas en hebreo. Algunos fragmentos de Génesis, Éxodo, Deuteronomio e

Isaías eran de los siglos primeros y segundo

( 273 )

Page 187: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

187

después de J.C. Entre los hallazgos se incluían dos cartas que resultaron haber sido

escritas por el jefe de la segunda rebelión judía del año 135 después de J.C., Simeón ben

Cosiba (el bien conocido Bar Cochba).

Más al sur de Qumran, como a cuatro millas al noreste del Monasterio Mar Saba

n el Valle de en Nar, se localizan las ruinas de Kirbet. Este sitio se investigó entre

febrero y abril de 1953, y se encontraron fragmentos de textos del Nuevo Testamento

Griego, así como otros sirio palestinos y árabes. Los descubrimientos de Kirbet mird

son muy posteriores a los de Qumran, aunque grandemente importantes por sí mismos.

Posteriores descubrimientos a fines de 1959, trajeron a la luz otras cartas de Bar

Cochba. Informes del Jordán llevaron al Departamento Israelí de Antigüedades a

realizar cuidadosas investigaciones en cuevas al norte de Massada, en donde se encontró

una variedad de objetos; vasijas, tazones, cántaros, paños, alimentos; pero en particular

un envoltorio de papiro. Este contenía cartas escritas por Bar Cochba o por su

secretario, a algunos de sus oficiales, Jonatán y Masabala, en una época en que Bar

Cochba aún comandaba sus tropas. Evidentemente estos dos hombres llevaron consigo

estos preciosos documentos, a la cueva en donde se encontraron.

LA COMUNIDAD DE QUMRAN

¿Quiénes fueron los que produjeron los Rollos del Mar Muerto? Constituían

evidentemente un grupo separado de la corriente principal del judaísmo oficial

representado por el templo del sacerdocio.190 Como los documentos descubrían sus

secretos se encontró que este grupo sectario representaba a una notable comunidad de

judíos, que se establecieron en las estériles colinas al occidente del

( 274 )

extremo norte del Mar Muerto. La secta floreció allí desde la última parte del siglo

segundo antes de J.C., hasta cerca del año 70 después de J.C., viviendo, al parecer,

parcialmente en un monasterio cuyos restos ahora se han excavado, y en parte en las

cuevas cercanas.

Además de los importantes resultados de los manuscritos encontrados en la zona

del Mar Muerto, de una literatura sustancial, también se tuvo el descubrimiento y la

exploración del centro de la secta, en la costa occidental del Mar Muerto, como a siete

millas al sur de Jericó, en el lugar conocido como Khirbet Qumran (Del cual se deriva el

nombre de la comunidad de Qumran). La excavación de las ruinas del monasterio

primitivo, comenzada en noviembre de 1951, pronto reveló la conexión entre la cueva 1

y las ruinas, cuando salió a la luz una vasija del mismo tipo en la encontrada en la

primera cueva, juntamente con cacharros y monedas del siglo primero después de J.C.

Las excavaciones descubrieron una construcción que había experimentado tres

períodos de ocupación. Se conocen ahora sus dimensiones y su planta (Toda el área

190 Millar Burrows, The Dead Sea Scrolls. (London, Secker y Warburg: 1956), p. 227.

Page 188: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

188

comprendía unos 260 pies cuadrados.) El edificio tenía abastecimiento de agua, que

llegaba por atrás. Una cámara del monasterio evidentemente era el escritorio de donde

se escribían los rollos, pues en ella se encontraron restos de los asientos de los

escribanos y aún dos de los tinteros. Todo el edificio era un complejo de muchas

habitaciones.

Fue aquí en donde vivieron y trabajaron los miembros de esta extraña comunidad

para producir los manuscritos y rollos encontrados en las cuevas.

I. Origen de la Comunidad

Hay muchas teorías acerca del origen de la comunidad y la época y posible

identidad de su fundador.191

( 275 )

Al parecer el consenso de opinión entre los estudiosos es que la comunidad tuvo su

origen durante el período interbíblico, cuando crecía en Palestina la influencia griega.

Los jefes de los Ptolomeos y los Seléucidas tuvieron la determinada intención de

helenizar el Oriente. Los propios judíos se dividieron en su reacción frente a estas

influencias, pues aunque las formas del nivel cultural griego podían ser aceptables,

había peligros para la vida espiritual de los judíos. Hombres piadosos que llegaron a

conocerse como los Hasidom, se congregaron para resistir a estas siniestras influencias.

Cuando Antíoco IV (Epífanes) llegó al trono seléucida en 175 antes de J.C., también

siguió la política de helenizar el Oriente. Por esta causa, pronto chocó con el legítimo

sacerdocio judío, y sustituyó a los descendientes de Zadoc por Menelao, quien se

comprometió a cooperar al progreso de la helenización. La política de Antíoco IV llevó

finalmente a la rebelión Macabea. Muchos judíos fueron muertos, otros resistieron

luchando en la retaguardia. Ocurrió en 142 antes de J.C., antes que los paganos

finalmente fuesen arrojados por los esfuerzos de los caudillos macabeos. Al principio

estos caudillos fueron sostenidos por los hasidim, que sobre todo estaban ansiosos de

lograr la libertad religiosa, pero una vez que ésta se obtuvo ya no se interesaron en las

aspiraciones políticas de la familia Hasmoneana y retiraron su apoyo. Cuando

finalmente Aristóbulo I tomó el título de “rey” y Alejandro Janeo parecía precipitarse en

los abismos de la iniquidad, muchos de los hasidim al parecer se organizaron en un

grupo para resistir a tales vicios. De tal situación habían de surgir los fariseos. La

conjetura actual de quienes han estudiado los Rollos del Mar Muerto, es que de estas

mismas circunstancias surgió otro grupo que fundó un caudillo a quien llamaban el

Maestro de Justicia,192 se retiraron al desierto de Judea y se organizaron en una

( 276 )

191 Burrows, op. cit., p. 228. 192 Burrows, op cit., pp. 160-186.

Page 189: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

189

comunidad religiosa en la región que se llama hoy Valle de Qumran.

II. Historia de la Comunidad

La relación de las monedas halladas en Qumran comienza con las de Juan

Hircano (134-104 antes de J.C.) y continúa con la época del Antígono (40-37 antes de

J.C.). Parece haber una interrupción en este punto, con una falta de evidencia desde los

días de Herodes el Grande; pero la relación se reanuda en el reinado de su hijo Arquelao

(4 antes de J.C.—6 después de J.C.), y continúa hasta por 70 después de J.C., cuando

hay otra interrupción. Finalmente, hay algunas monedas del período 132-135 después

de J.C.

Aparece que el lugar fue abandonado hacia 37 antes de J.C., por alguna razón aún

no conocida. Un terremoto destruyó buena parte del edificio en 31 antes de J.C., pero

después de la muerte de Herodes la gente volvió y estuvo allí hasta 70 después de J.C.,

época en que los romanos destruyeron finalmente el lugar. Fue en este período, en que

las legiones avanzaron hacia Qumran, cuando se cree que sus habitantes escondieron

sus preciosos documentos en las cuevas cercanas, con la esperanza de regresar. No hay

certeza sobre quiénes ocuparon el lugar en los días de la segunda rebelión judía, aunque

las monedas de 132-135 después de J.C. sugieren alguna especia de ocupación.

III. Carácter de la Comunidad de Qumran

El material escrito descubierto en las cuevas, y especialmente el Manual de

Disciplina, o Regla de la Comunidad como algunos la han designado, nos capacita para

obtener una impresión muy clara de las ideas fundamentales , la constitución y las

prácticas de la comunidad.193

La gente de Qumran acostumbraba darse nombres

( 277 )

que nos recuerdan los del pueblo del pacto de Dios en el Antiguo Testamento, tales

como “los Elegidos”, “los Santos del Altísimo”, “los Hijos del a Luz”, “el Pueblo

Santo”, “los Pobres de la Grey”, y “La Comunidad de Israel y Aarón.” Como miembros

del pacto creían que ya estaban en posesión de la ley de Dios, pero deseaban vivir

conforma a sus preceptos.

La interpretación de la escritura tiene gran parte en la literatura de la secta. Los

coligados obviamente mantenían las Escrituras en gran estima, como todos los partidos

judíos. Aparentemente poseían y aceptaban todos los libros que finalmente se

conservaron en el Canon del Antiguo Testamento. Todas las tres partes del Canon del

193 Ibídem, pp. 246-272.

Page 190: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

190

Antiguo Testamento—la ley, los profetas y los escritos—se citan en el rollo de los

Salmos de Acción de Gracias.

La autoridad para la interpretación se halla en una nueva revelación concedida a

un jefe de la secta, el Maestro de Justicia, quien había establecido para la comunidad, la

norma de santidad y les había mostrado cómo vivir y servir a Dios en los importantes

días en que vivían.

El grupo esperaba el amanecer de la era mesiánica, en que habría una Nueva

Jerusalén y un nuevo Templo, en donde se ofrecerían sacrificios dignos por un

sacerdocio también digno. Hasta que llegase ese día se requería a esta comunidad de

los elegidos de Dios, que se dedicasen a la ley de Dios, se sometiesen a la disciplina de

la secta y aún estuviesen dispuestos a sufrir como expiación por los pecados de Israel,

que se había descarriado.

La comunidad estaba organizada más bien como un monasterio medieval, como

miembros sacerdotes y laicos. A la cabeza de la jerarquía estaban lo sacerdotes, que

eran supremos en todos los asuntos, doctrinales y económicos, y después de ellos los

levitas, los ancianos y el resto del pueblo. Se practicaba una vida comunal en que se

destacaban la comunidad de los bienes y la de las comidas. La secta

( 278 )

detestaba la esclavitud y practicaba la igualdad; cada miembro de la comunidad era libre

para expresar su opinión y votar en las asambleas. La literatura de la comunidad revela

sus virtudes morales, su industria, su reducido comercio, su tesoro común, su amor por

el trabajo honesto, su devoción y su estricta disciplina, cuando uno de sus miembros

caía en grave pecado.

No era fácil llegar a ser miembro de esta comunidad. El aspirante tenía que ser

voluntario y estar de acuerdo en vivir conforme a las reglas de la secta. Se le exigía

servir un año completo de prueba. Al final de ese año era examinado otra vez y si era

aceptado, depositaba sus propiedades en la comunidad y juraba seguir la ley de Moisés,

vivir conforme a ella y evitar toda maldad y cualquiera de sus formas.

Charles T. Fritsh ha presentado un excelente resumen del carácter de la

Comunidad de Qumran.

La secta de Qumran era una comunidad monástica cuyos miembros

practicaban una vida en común conforme a reglas estrictas; era una comunidad

bajo juramento, que vivía según las normas de un Nuevo Pacto; era una

comunidad sacramental en que cada aspecto de la vida se ejecutaba de acuerdo

con las ordenanzas divinas; era una comunidad sacerdotal en que su vida era

dirigida por sacerdotes, o hijos de Zadoc; era una comunidad centrada en la

Biblia, en donde las Escrituras se leían y estudiaban día y noche, y en donde los

textos bíblicos se copiaban continuamente por miembros del grupo; y finalmente,

Page 191: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

191

era una comunidad apocalíptica, que esperaba expectantemente la pronta derrota

del mal y el establecimiento del Reino de Dios aquí en la tierra.194

( 279 )

Pero ¿quiénes eran esta gente? ¿Qué clase de judíos eran? ¿Podemos

identificarlos con alguno de los grupos del judaísmo conocido por otras fuentes?

IV. Identificación de la Comunidad

No una sino varias identificaciones de la secta de la Comunidad de Qumran se

han propuesto y definido por los eruditos.195

No pocos han identificado a los juramentados de Qumran con los hasidim. Sin

embargo, el término hasidim parece designar en general a judíos devotos,

conservadores, más que a una secta o partido. Por tanto, puede decirse que la secta

organizada de los Rollos del Mar Muerto surgió entre los hasidim; pero esto no ofrece

aún una identificación específica.

Los relatos de Josefo, el Nuevo Testamento y la literatura rabínica hablaban de

los saduceos y fariseos como los dos grupos mayoritarios dentro del judaísmo. Es

conclusión casi universal que han de encontrarse algunas semejanzas, las diferencias

son aún mayores, entre la secta de Qumran y los saduceos y fariseos. Es precario, por

lo tanto, adscribir definitivamente los documentos del mar Muerto a estas mayores

sectas judías.

Sensible y cierta como puede ser esta conclusión, existió una de las sectas

menores, la de los esenios, que desde el descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto se

han considerado como el grupo que los produjo. La posibilidad de esta identificación es

sugerida inmediatamente por el hecho de que los rollos se encontraron en la precisa

región en donde se dice que los esenios tenían su centro. Muchos eruditos han aceptado

esta identificación de los coligados con los esenios. Merril F. Unger concluye:

Un estudio completo de las similitudes entre la organización y doctrinas de los

esenios y las de la Comunidad de Qumran, destaca muchas

( 280 )

diferencias, y éstas evidentemente pueden atribuirse o a informaciones

prejuzgadas y defectuosas de Filón y Josefo, o al actual conocimiento inadecuado

de la historia y enseñanzas de la secta de Qumran. Por tanto, ha de concluirse

que la comunidad de Qumran debe identificarse con los esenios, según se muestra

por Filón, Josefo y Plinio.196

194 Charles T. Fritsh, The Qumran Community. (New York; Macmillan: 1956), p. 75. 195 Burrows, op. cit., 273-298. 196 Unger, op. cit., p. 86.

Page 192: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

192

Sin embargo, otros estudiosos, aunque aceptan una estrecha relación con los

esenios por parte del grupo de Qumran, rehúsan hacer una completa identificación de

los dos grupos.

Quizás Burrows resume mejor la segunda opinión cuando dice que la Comunidad

de Qumran era evidentemente uno de los grupos formados dentro del judaísmo durante

los períodos premacabeo y hasmoneano. Probablemente puede ser incluido

correctamente bajo el término hasidim; pero éste no señala a una secta específica. En

muchas formas era afín a los esenios, según los conocemos por fuentes del período

romano. Si este término se emplea en un sentido amplio, comprehensivo,

legítimamente podemos llamar esenios a los sectarios de Qumran. Sin embargo, al

presente para no prejuzgar el caso, parece mejor reservar el nombre para el grupo

descrito por Filón y Josefo, grupo que, si los informes son ciertos, no era exactamente

idéntico o coexistente con la Comunidad de Qumran. Por razones de conveniencia,

podemos aún designar a estos últimos con el término “convenantarios” (coligados),

expresión que no implica ni la aceptación ni el rechazo de su identificación con los

esenios. De cualquier manera, es claro que la secta de Qumran estaba más

( 281 )

estrechamente relacionada con los esenios que con cualquier otro grupo conocido por

nosotros.197

IMPORTANCIA DE LOS ROLLOS DEL MAR MUERTO

Como resultado de todas las investigaciones y excavaciones que se han realizado,

los estudiosos tienen una desconcertante riqueza de material, que los ocupará en

detenido estudio durante muchos de los próximos años. No solamente harán que los

hallazgos arrojen más luz sobre la notable comunidad religiosa de Qumran, sino

también darán valiosa información acerca del pensamiento de aquellas épocas, del

carácter del texto hebreo, de los antecedentes del movimiento de interpretación bíblica

en que el Señor Jesucristo predicó y en el que se formó la iglesia cristiana. La primitiva

fecha establecida de los manuscritos del Mar Muerto aumenta su valor. Proceden de un

período de inmensa significación, que conecta el Nuevo Testamento con el Antiguo y

que ha presentado graves brechas en cuestiones de historia, particularmente con relación

a antecedentes interbíblicos y la época de Juan el Bautista. Estos nuevos

descubrimientos añaden un torrente de luz y amplían los horizontes de la historia

religiosa y cultural de la Biblia.

197 Burrows, op. cit., p. 298.

Page 193: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

193

I. El Antiguo Testamento: Contribuciones a la Crítica Textual, la Gramática

Histórica y la Paleografía

Antes del descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto, los manuscritos hebreos

más antiguos conocidos se fechaban hacia 900 después de J.C. Siempre ha sido el

deseo de los estudiosos de la Biblia el obtener los manuscritos más antiguos, con el fin

de compararlos con el actual texto hebreo. En esta forma podrían determinar cuán bien

se ha conservado el texto. Como resultado de los maravillosos descubrimientos de

Qumran, los estudiosos tienen hoy documentos

( 282 )

tan antiguos como do 100 antes de J.C., quizás aún anteriores.198 ¿Cómo los comparan

con el texto masorético que está representado por el texto hebreo del presente, y que fue

fijado por los rabíes según la tradición (Masorah) que se conservaba en los primeros

siglos de la Era Cristiana?

Ha surgido un número de interesantes hechos. El más importante es que

principalmente estos antiguos textos concuerdan muy estrechamente con el que está

familiarizado el mundo. En donde difieren, con frecuencia siguen más estrechamente el

texto de la Septuaginta, y ésta difiere del texto hebreo en algunos lugares. Es evidente

también que en aquellos días había versiones de la Biblia Hebrea que diferían tanto del

texto masorético como del de la Septuaginta. Por estos descubrimientos es claro que el

texto masorético, o al menos su forma original, es muy antiguo. Además, los

descubrimientos muestran que aún había otras formas (versiones) de la Biblia hebrea

que eran comunes en Palestina en aquellos siglos. Llegó a ser necesario para los judíos

decidir sobre un texto norma para su propio uso, y esto hicieron los rabíes muy al

principio de los tiempos cristianos. Probablemente es a causa de estos diferentes textos

que se usaban en los días de la iglesia primitiva, que las citas del Antiguo Testamento

que ocurren en el Nuevo Testamento son en muchos casos, difíciles de seguir

exactamente. El trabajo futuro en la riqueza de manuscritos que se tienen, contribuirá

en mucho a mostrar cómo finalmente la Biblia hebrea llegó a su forma actual.

La Comunidad de Qumran creía que Dios les había dado especial visión del

significado de las Escrituras del Antiguo Testamento, las que eran interpretadas de

modo que capacitasen al lector para ver en ellas una descripción de su propia época y

circunstancias. Por ejemplo, el escritor del Comentario de Habacuc, uno de los rollos

de la primera

( 283 )

cueva, ignoró el significado histórico del texto y leyó en él, la presente depravada edad

(es decir, la época del escritor), de modo que el texto viene a ser fuente de orientación

198 Ibídem, pp. 73- 122.

Page 194: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

194

para el presente acercamiento no usual en nuestros días. Todo este material es hoy

valioso, porque arroja luz sobre la historia de esas épocas. Infortunadamente, al presente

hay significados de algunas referencias que aún son desconocidos. Sin embargo,

cuando la escena llegue a aclararse, los estudiosos tendrán valioso material para fechar

la edad en que los documentos fueron escritos.

Los Rollos del Mar Muerto exhiben fases de transición en el desarrollo de la

ortografía hebrea. La ortografía completa y más bien excéntrica de los rollos, no es

simplemente sujeto de estudio por sí misma; también muestra cómo se pronunciaba el

hebreo en la época en que se copiaron los manuscritos. Al lado de características que

pueden relejarse solamente en un dialecto local o aun sectario, los rollos y fragmentos

representan etapas en la historia de la lengua, anterior en algunos aspectos a la que

podemos ver en el texto masorético del Antiguo Testamento. La enorme cantidad de

fragmentos y rollos de los Valles de Qumran y de Murabbaat ha incrementado ahora

muy sustancialmente, el valor del material útil para los paleógrafos, en su estudio de los

períodos final del helenismo y romano primitivo.

II. El Nuevo Testamento: Contribución al Estudio del Judaísmo y del

Cristianismo

Aunque los Rollos del Mar Muerto ya se han comprobado de inmenso valor en el

área de estudios del Antiguo Testamento y en la era intertestamentaria, para la

explicación de su vida, historia y literatura, es en el campo de estudios del Nuevo

Testamento, en donde la Comunidad de Qumran se muestra especialmente interesante.

Las doctrinas y prácticas de los juramentos enriquecen sustancialmente

( 284 )

nuestro conocimiento del judaísmo en la época justamente anterior y durante el origen y

primitivo desarrollo del Cristianismo. Ahora es muy claro que no se puede comprender

el judaísmo del período romano simplemente en términos de fariseos y saduceos. El

árbol cuyo tronco era el Antiguo Testamento, tenía entonces muchas ramas que

posteriormente fueron cortadas o se marchitaron. La amplia comprensión del judaísmo

contribuye a su vez, a nuestro entendimiento del Nuevo Testamento en su relación con

sus antecedentes y derivación, y todo lo demás, porque las creencias, ideales,

organización y ritos de los sectarios, al compararse con los de la iglesia primitiva,

exhiben impresionantes semejanzas y contrastes aún más significativos.

La razón en la similitud en la enseñanza, descansa en el hecho de que el

cristianismo se mueve en el tiempo y en la esfera de pensamiento del pueblo judíos de

aquellos días, y ofrece su propia solución. Los escritos tanto de la secta de Qumran

como de los primeros cristianos, abundan en referencias del Antiguo Testamento; pero

esa similaridad en lenguaje y temas en ninguna forma aprueba la dependencia de la una

con respecto de los otros. Ambos grupos acuden a la misma fuente que es el material

del Antiguo Testamento.

Page 195: El Mundo Del Nt Dana Hojas Enteras

195

Nuevamente Burrows lo resume muy claramente.

Por mí mismo debo confesar que, después de estudiar los Rollos del Mar

Muerto durante siete años, no siento afectado sustancialmente mi entendimiento

del Nuevo Testamento. Sus antecedentes judaicos son más claros y mejor

comprendidos, pero su significado ni se ha cambiado ni se ha modificado

expresivamente… Pero ¿por qué esperar tanto? ¿No es suficiente que podamos

interpretar el Nuevo Testamento con mayor seguridad o perfecto entendimiento,

porque conocemos mejor el ambiente intelectual y espiritual en que fue escrito?

Y conociendo más

( 285 )

plenamente el mundo en que apareció el Evangelio, su profunda devoción y

elevadas esperanzas, tanto como sus patéticas aberraciones, podemos comprender

mejor lo que el Evangelio trajo al mundo. Quizás lo mejor que los Rollos del

Mar Muerto pueden hacer por nosotros es, por contraste, hacernos estimar nuestra

Biblia mucho más.199

( 286 )

( 287 )

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