El movilero de radio en las AM de Rosario

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1 El movilero de radio en las AM de Rosario Sebastián Serra - 2008

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Este proyecto tiene como ambición suprema correr el telón de lo que sucede en las calles de Rosario con la información periodística que se genera durante el día, a través de los móviles. Los aportes satelitales a dicha cuestión madre serán la injerencia del cronista en la agenda de su propio medio, cómo se relaciona con los productores, de qué modo se respeta su criterio periodístico para valorar las noticias o en qué condiciones trabajan, por citar algunos ejemplos.

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El movilero de radio en las AM de Rosario

Sebastián Serra - 2008

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INTRODUCCION Si uno consulta a los diferentes actores que conforman el universo de la radio sobre la definición de un cronista de exteriores, la respuesta, aunque remanida, no pierde efecto: “los ojos de la radio”. Como metáfora resulta efectiva, ya que muchas veces las temáticas propias y el caudal de opinión que se generan desde el piso de un estudio de radio, generan un velo de ceguera informativa y pérdida de la actualidad y la temperatura de lo que ocurre afuera. Allí aparece el móvil, irrumpiendo en la programación como un cable a tierra, para bombardear el éter con actualidad, datos precisos y la palabra de protagonistas sobre los hechos más salientes del momento. El trabajo del móvil de una radio, si bien es un eslabón más dentro de la cadena informativa de la emisora, posee ribetes particulares que merecen un análisis específico. El cronista de exteriores es de algún modo la mirada in situ, de lo que acontece en las calles, lo cual se reportará al estudio desde el punto de vista descriptivo, para que desde el piso se analice el tema con mayor profundidad. Este proyecto tiene como ambición suprema correr el telón de lo que sucede en las calles de Rosario con la información periodística que se genera durante el día, a través de los móviles. Los aportes satelitales a dicha cuestión madre serán la injerencia del cronista en la agenda de su propio medio, cómo se relaciona con los productores, de qué modo se respeta su criterio periodístico para valorar las noticias o en qué condiciones trabajan, por citar algunos ejemplos. Las noticias influyen en muchas facetas de nuestra vida cotidiana, ya que condicionan y muchas veces determinan nuestros sentimientos generales de bienestar o inseguridad. De lo dicho se desprende, que el movilero al hacer una crónica sobre un hecho que esté sucediendo dentro de la ciudad, tiene la obligación de realizarla con la mayor responsabilidad posible, respetando la información por sobre la valoración personal. Es función menester de un periodista actuar sin falsedad ni tergiversaciones. Otro factor a tener en cuenta para la lectura de este trabajo es que tratamos de profundizar y develar aspectos de la práctica periodística, pero siempre teniendo en cuenta que los medios donde dichos profesionales se desempeñan son empresas periodísticas. Esta peculiaridad es vox pópuli en los tiempos que corren y suele acarrear en el movilero la necesidad de “negociar” algunos temas a tratar en el medio, además de casos de autocensura e intereses encontrados, por ejemplo en el cronista que debe cubrir una falencia municipal y el de la radio, que cobra pauta oficial. El móvil fue ganando preponderancia y pudo crecer en prolijidad y dinámica, en gran parte desde la irrupción del teléfono celular. Este, sumado a las nuevas tecnologías en grabadores digitales y lo efectivo del correo electrónico, facilitaron la génesis del mapa de ruta del cronista de exteriores, además de posibilitarle mayores herramientas para la producción de su propia agenda informativa, sin depender del diario como fuente de recursos noticiosos. Por último, no se puede soslayar que “la patria movilera” de las radios AM genera una extraña paradoja entre sí: la solidaridad, el afecto y los favores entre colegas cronistas, más allá de trabajar para distintos medios, que supuestamente compiten entre sí. Ya sean de LT3, LT8 o Radio 2, ellos trabajan en conjunto para realizar coberturas más efectivas y monopolizar la agenda de la ciudad. Sobre dichas cuestiones procurará dilucidar y sacar conclusiones este trabajo. Bienvenidos a las fauces del movilero de radio, aquel que puede pasar de último orejón del tarro a ser el periodista más requerido por la programación en el día. Para eso depende de la calidad de su capital más preciado: la información, con la cual debe construir historias informativas. Allí radica la esencia del móvil, tener la sagacidad

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necesaria para saber contar una historia, con introducción, nudo y desenlace en la menor cantidad de tiempo posible. Como supo describir Maxwell Mc Combs1, el periodista debe construir “historias que nos estructuran la experiencia, nos filtran las complejidades del entorno y nos ofrecen una versión pulida, incluso literaria, en la que se destacan unos pocos objetos con sus correspondientes atributos”.

1Maxwell Mc Combs, “Influencia de nuestras noticias sobre las imágenes del mundo”

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Uno: Génesis: sobre el origen de la información “El acontecimiento significa una ruptura en cualquier ámbito, privado o público, que se destaca sobre un fondo uniforme y constituye una diferencia, y se define por los efectos en el tiempo y en el espacio en los que ocurre. Sólo cobra sentido en una serie, y en relación con los sujetos sociales, por ello su reconocimiento es una operación situada y dinámica” (Rodrigo Alsina2) Todos los días ocurren dentro de la ciudad de Rosario acontecimientos, que para llegar a la categoría de noticia necesitan, sin más, a los medios de comunicación. Si ese acontecimiento recibe el tratamiento de estos, entonces será noticia. Según Stella Martini3, “el poder de los medios impulsa a los individuos y a las instituciones a buscar prensa cuando consideran que lo que tienen para decir o lo que les pasa constituye un suceso, entonces tiene la calidad de noticia”. Ese tipo de acontecimientos son los que suelen llegar a oídos, celulares o bandeja de entrada del correo electrónico de los movileros de radio, quizá más que a cualquier otro tipo de periodista, porque al estar en la calle y en constante contacto directo con la gente y las autoridades, suelen ser el primer eslabón receptor en la cadena periodística de búsqueda de información. El periodista Carlos Abrevaya4, fue un poco más lejos en cuanto al nivel de influencia de los medios de comunicación en nuestra vida y del uso de la información como herramienta de poder, al afirmar que “de los medios de difusión masiva depende nuestra vida. Piense en sus desequilibrios emocionales, en sus angustias, en su sensación de inestabilidad e inseguridad, por ejemplo, y fíjese si no están en gran medida ligadas a lo que se recibe o deja de recibir de esa realidad que le cuentan estos medios”. La selección de los temas en los medios de comunicación no es azarosa, y en las radios AM de la ciudad tampoco. Los cronistas de exteriores en este contexto también realizan su parte y poseen en general una serie de lineamientos comunes entre sí a la hora de bucear sus fuentes informativas, para desandar el camino de transformar el acontecimiento en noticia y contribuir a la construcción de la agenda del medio para el que trabajan. Beatriz Priotti es movilera en LT8 desde hace más de siete años y muestra la punta de todos sus ovillos gestores de información al comentar que “uno de los lugares donde siempre vas a tener datos es el correo electrónico, donde suele llegar toda la agenda oficial del intendente, el gobernador y el Concejo Municipal. También hay que leer el diario, sumado a los llamados telefónicos que recibís de: grupos que se concentran, movilizan o inician paros. También corresponde llamar al CIES, la policía y los bomberos”. El objetivo de esta preproducción del móvil es armar la agenda mínima de abordaje para tener el espectro más amplio posible de acontecimientos noticiables a cubrir. Aunque después, como asevera su compañero en el móvil de la ocho Andrés Scola, “surge algo imprevisto y seguro que tenés que largar todo y correr, dejando de lado el trabajo invertido en esas coberturas que tenías pensadas y armadas”. Sin embargo, el cronista no suele molestarse por estas situaciones, ya que la némesis del movilero es, según Pablo Kassabian, cronista vespertino de LT3, “el YA, la inmediatez”.

2 Stella Martini. Periodismo, noticia y noticiabilidad 3 Stella Martini. Periodismo, noticia y noticiabilidad 4 Carlos Abrevaya. Medios Locos, De la Urraca Bs As 1989

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Otro de los puntos en común en el que hubo comentario unánime entre los cronistas, fue el de admitir sin tapujos que entre ellos se reúnen o van monitoreando por teléfono a lo largo del día las distintas informaciones. Kassabian asegura que “con los móviles de las otras radios vas chequeando continuamente la información”, aunque también advierte que “lo que para mí puede ser información, para otro móvil puede significar secundario o viceversa”. De este comentario se desprende, que lo que ocurre entre los cronistas es una puesta en común que no garantiza que todos cubran lo mismo, sino que muestran todas las cartas para que después cada uno decida a piacere donde enfocar sus coberturas. Como bien sabemos, nadie tiene la verdad absoluta, precepto que tiene aún más énfasis en el periodismo, actividad tan sujeta a valoraciones y teñida de subjetividad. A la hora de seguir indagando sobre las estrategias de los movileros para construir la agenda periodística, encontramos que algunos de ellos nunca soslayan uno de los atributos básicos de este oficio: la observación. Susana Pozzi, quien se ha desempeñado en el móvil de LT8 durante casi 20 años, argumenta que “además de revisar gacetillas y hacer llamadas para confirmar algún dato, me gusta producir información desde la continua observación de los lugares que transito, ya sean embotellamientos, largas colas en algún lugar, una pintada llamativa, diálogos circunstanciales con la gente, etc. Es otra forma de hacer periodismo a veces olvidada”. Otro que abona a esta teoría es Emiliano Cattaneo, cronista en las mañanas de LT3, que además se vio obligado a agudizar el ingenio para sortear una deficiencia: la falta de un vehículo para hacer su trabajo. “Yo resolví muchos de mis problemas, sobre todo el de movilidad, con producción propia en el centro de la ciudad y me las arreglé. Hay que ser creativo también, uno puede tener una noticia enfrente de sus narices y no verla, por descuidar la percepción. Muchas veces es más importante un semáforo roto que ves en el camino, que la gacetilla que estás yendo a cubrir”. Esto muestra que algunas veces el aburguesamiento y la comodidad que implica trabajar a partir de las nuevas tecnologías, genera un encapsulamiento que atenta contra el instinto natural del periodista, que no debería perder nunca: su nivel de observación, su olfato para detectar una noticia donde otros no la ven. Algunos de los cronistas radiales de nuestra ciudad pugnan aún por conservar aquellas virtudes esenciales aprehendidas en otros tiempos.

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Dos: ¿Enemigos íntimos? De la relación entre movilero y productor “En radio, la mayoría de los programas cuentan con el respaldo de un cuerpo de productores/as, que se encargan, por ejemplo, de concertar entrevistas, de contactar con los oyentes, de buscar toda la documentación necesaria para la emisión de un reportaje, de preparar los temas musicales que formarán parte del espacio para el que trabajan, de seleccionar efectos sonoros, etc. Este cuerpo de profesionales pasa muchas veces inadvertido, pero sin su dedicación sería prácticamente imposible la emisión de muchos de los productos que conforman la oferta de las distintas emisoras” (J.M.Martí5). La producción es el grupo de gente en el piso que maneja la salida al aire de los diferentes programas de radio. Esto implica, que el movilero depende de la venia de su productor para dejar sentado en el éter el fruto de su trabajo en las calles de la ciudad. Sin embargo, no resulta tan sencillo como pensar que se comunican por teléfono, chequean el tema con el que sale el móvil, si el sonido es nítido y recibe aire para expresarse. La relación cronista de exteriores- productor suele estar atravesada por una serie de variables que le otorgan ribetes casi de matrimonio. Descúbralos a continuación. Beatriz Priotti define la relación con el productor como “Conflictiva. Ellos están para decidir en qué momento el móvil sale o no sale, si se pega a una nota o espera porque tiene prioridad el piso. Eso siempre va a generar rispidez”. Un histórico movilero de la ciudad y Radio Dos, Ariel “toto” Borderi, muestra respeto por el trabajo de la producción aunque también la hilacha, al señalar que “Si lo que tenés vale la pena, el productor te saca al instante. De todos modos el cronista no debe pretender salir todo el día, a lo sumo 4 o 5 veces por mañana. También hay que ser sinceros: para la gente del piso, incluida la producción, siempre es más importante cualquier estupidez que el móvil”. Por su parte, otros cronistas son más mesurados y expresan la necesidad de tener una buena relación con la producción para trabajar más cómodos. Misael Moreno, movilero de LT3, es un ejemplo de ello: “La relación con los productores es muy buena, ellos saben del laburo que hacemos y si pensamos que algo tiene que salir sí o sí, nos dan la prioridad”. Su compañero de emisora, el legendario Marcelo Marichich, cronista desde hace más de 20 años, abona la misma teoría al aseverar que “en mi caso se da un criterio de acoplamiento con la producción, hay discusiones desde lo laboral, pero son constructivas para definir la prioridad de un tema determinado o la óptica con la que se lo va a encarar”. El primer contacto del día entre movileros y productores se genera en la reunión previa de producción, que en algunas emisoras y programas se realiza y en otros no, como veremos a continuación. Según Pablo Procopio, prestigioso movilero de Radio Dos, “los criterios en las reuniones son diversos. Fundamentalmente se trata de reflejar el pulso, la temperatura que se siente fuera del estudio con un tema determinado. Se acuerdan prioridades y salimos a la calle”. Scola, de LT8, afirma por su parte que en las reuniones “lo que se hace es trazar una línea como para no quedar sin nada, se proponen temas y tiran puntas. Además es importante por el espíritu que tiene cada programa,

5 Martí, J. M. (1990): Modelos de programación radiofónica. Feed-Back ediciones. Barcelona.

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aspecto a tener en cuenta porque habrán momentos de salidas más recreativas que informativas y uno debe seguir esos lineamientos”. Sin embargo, existen otros cronistas que no ocultan sentirse en la vereda opuesta de su propia producción. Susana Pozzi, describe que en su caso “no existen las reuniones de producción, lamentablemente. Este error tiene que ver con la minimización que hacen los productores del trabajo del cronista de exteriores, además porque ellos tienden a valerse del diario y los cables de noticias. Nuevo error, ya que han dejado de indagar fuentes y escuchar datos de los oyentes”. Otro cronista que se muestra crítico con sus productores es Pablo Kassabian, sentenciando que “En Rosario, el productor al móvil le da el teléfono, lo larga a la calle y le dice suerte, si tenés algo para la primer media hora llamame. No se trabaja en conjunto, si la radio sigue un tema determinado, el productor desde el piso saca a Fulano y nos debería pedir que busquemos en el lugar de los hechos a Sultano, pero no lo hacen. Lo he planteado en muchas ocasiones, pero me hacen caso dos veces y a la tercera llamo y no me dan aire”. Estos idas y vueltas descriptos anteriormente, obligan a los cronistas de exteriores a establecer una suerte de “negociación” con la producción, de modo tal de poder consensuar los criterios básicos de cobertura y salida al aire, sin erosionar la relación laboral. Al respecto, Cattaneo piensa que “se puede negociar, pero hay una cuestión de escalafones que está muy clara. Se termina la discusión cuando al tema lo piden desde otro lado, la dirección por ejemplo. Realmente el productor maneja esos lineamientos, si quiere te dice que se lo pidieron de arriba y tenés que hacer lo que dice, son los que manejan el aire”. Una buena alternativa a este aparente callejón sin salida suelen ser los servicios informativos cada media hora, según explica Beatriz Priotti: “el problema mayor con el productor es de tiempos y cantidad de salidas, cosa que en esta radio (LT8) se soluciona con el servicio informativo. De ellos también depende el móvil, y allí uno puede volcar lo que no pudo sacar en la programación”. Siguiendo con las diferentes posturas de los protagonistas, están quienes sienten respetado su criterio periodístico y quienes abonan la teoría de no tener voz ni voto, lo que demuestra que en las AM de Rosario hay diversidad de criterios a la hora de trabajar, aunque paradójicamente al oído suenen tan similares en forma y contenido. Marichich de LT3 siente que “la producción respeta al cronista el criterio de prioridad que sabe tener en la calle. Si hay una situación de urgencia, uno llama a la producción y se comparte el criterio para salir rápido al aire. En mi caso hay un respeto al criterio periodístico del cronista, así lo siento”. Pozzi, por su parte, se ubica en la vereda opuesta ya que según ella “no hay negociación con la producción porque no hay respeto. Raramente se da esa situación y cuando el movilero quiere imponer su criterio luego será difícil que le den aire para desarrollar el tema elegido”. En definitiva, parece haber mucha tela para cortar en lo concerniente al tándem movilero - productor y el relevamiento ha dejado claroscuros, que deberemos seguir desmenuzando en las conclusiones finales. Lo cierto es que es un aspecto insoslayable, a la hora de comprender las rutinas productivas del cronista de exteriores, ya que cotidianamente se encuentra obligado a sortear la barrera de la producción, como último escollo para salir al aire. Este proceso trae aparejado discusiones, consenso, rispidez y acuerdos quizá forzados, formando parte del quehacer diario de la radio y sus integrantes. De la buena convivencia dependerá el movilero, para tener mayor libertad de cobertura, respeto de su criterio periodístico, prioridad de salida al aire y protagonismo en la programación y la agenda del medio. De lo contrario, aparecerá el conflicto, cosa que parece ocurrir desde hace tiempo en algunos casos, quienes sin solución de continuidad enfrentan dicha adversidad con entereza aunque resignación.

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Tres: Sobre el cronista y su libertad…de empresa “En los principios de nuestra historia, la aparición de los primeros medios está identificada con los proyectos ideológicos. Con el tiempo, lo que era una corriente de pensamiento que bajo una misma bandera reunía voces y puntos de vista con un fin social, se fue despersonalizando hasta ser una empresa sostenida por capitales de origen no conocido, fuertemente dirigida al lucro. Desde la necesidad de modernizar sus equipos hasta la pretensión de ampliarse como fuente de trabajo, todo sirvió para convencer sobre la importancia de ganar dinero. El fin comercial fue desplazando al fin social. Lo fue deformando o distorsionando” (C. Abrevaya6). Como es bien sabido por aquellos que militen o hayan deambulado alrededor del universo del periodismo como profesión, existen desde hace muchos años ya, las empresas periodísticas que poseen uno o varios medios de comunicación, y que suelen ser quienes ostentan la mayor cantidad de audiencia. Estas empresas poseen sus intereses económicos, como parte activa del juego de oferta y demanda en el mercado, concluyendo así que su principal objetivo, es el de ganar dinero. En los medios de Rosario tampoco se está exento de esta realidad. El grupo Televisión Litoral más el Multimedios La Capital, suman en sus huestes el 90% de los medios de comunicación de mayor importancia en la ciudad. Esta concentración de medios genera consecuencias latentes, que repercuten en el accionar diario de los periodistas en general y los cronistas de exteriores de radio en particular. El periodista hoy más que nunca es absolutamente conciente de la ideología e intereses perseguidos por la empresa donde trabaja. En líneas generales se ve obligado a respetar dichos lineamientos implícitos, quedando la osadía en manos de los más experientes y de quienes aún abrazan con pasión el oficio de generar información, más allá de las consecuencias de la misma, manteniendo inalterable su compromiso con el público y sus propios principios. Este accionar sin dudas es el que más riesgos asume, por lo cual a continuación observaremos en los distintos protagonistas versiones encontradas, entre quienes optaron por bajar la cabeza y evitar problemas y quienes han decidido contar lo que esté a su alcance, a pesar de todo. Susana Pozzi, narra que existen conflictos entre los intereses periodísticos del cronista y los económicos del medio en el que trabaja, en este caso LT8, además de ventilar con guiño cómplice algunos secretos para mostrar su postura. “Esa confrontación se da permanentemente y es lamentable. Generalmente lo que a uno le piden es evitar las coberturas de temas que puedan afectar los intereses económicos de la empresa. Aunque uno sólo obedece si la orden expresa la da un jefe. Si esta orden no existe, realizo la cobertura aunque sepa que hay intereses implicados; para evitar represalias se da la información sin mucho detalle ni sensaciones particulares. También por los mismos intereses a veces nos obligan a realizar “notas pedidas”, cosa que me molesta mucho porque sé que no poseen valor periodístico y sólo están ligadas a lo económico. En lo personal, presento estas notas con tono neutro, como sin darle importancia, para al menos dejar sentado mi descontento”.

6 Carlos Abrevaya. Medios Locos, De la Urraca Bs As 1989

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Carlos Abrevaya, además señala que “el condicionamiento de depender de la venta, no ya para progresar en ganancias sino para sobrevivir, para no morir, ataca peligrosamente la conciencia de los medios y de quienes trabajan en ellos. Muy difícil será para un medio que depende del aviso de una fábrica de salchichas denunciar la mala calidad de este producto”. Estas cuestiones suceden en los medios de Rosario y termina siendo muy difícil para los cronistas, combatirlo desde adentro. Pablo Kassabian deduce que por este tipo de cuestiones se cae en la autocensura periodística, al exponer que “El Ciudadano no puede hablar de Eduardo López, La Capital omite los negociados del Enapro, Televisión Litoral no puede opinar de los negocios turbios en la Bolsa de Comercio porque Goyán (dueño del multimedio) la conforma. Todas estas cosas los periodistas las conocen, pero no pueden hablar porque tocás los intereses económicos de los dueños de los medios”. De lo dicho se desprende, que se estarían corriendo serios riesgos por parte de un cronista que ventile dichas circunstancias, de perder su fuente laboral. Es más, dicen que nunca se cierra una puerta sin abrirse al menos una ventana, aunque en este caso Kassabian advierte que la concentración de medios puede jugarle muy en contra al periodista rebelde: “No se habla de lo importante y conflictivo porque es un modo de cuidar la fuente de trabajo, más en nuestro ámbito, que se achica cada vez más. Los medios de comunicación hoy toman cada vez menos gente y van aglutinándose más. De hecho, si hoy te echan de LT3, te están echando además de LT8 y La Capital. Si te echan de Radio 2, se te cierran las puertas simultáneamente en Canal 3. Si quedás cesante en Canal 5, también lo estás de Canal 13 de Santa Fe. Dicha concentración de medios, provoca una clara censura entre los periodistas”. Lo hasta aquí analizado en el capítulo nos permite pensar, en primer instancia, que los periodistas conocen muy bien el medio donde trabajan. Luis Majul7, tras una investigación de su autoría que fue publicada, cuenta que “la gran mayoría de los periodistas que deciden la agenda de noticias piensa que los medios informan de acuerdo a sus intereses particulares, entendiéndose ello como la difusión de noticias cuya publicación no importa tanto al público como al medio”. Al respecto Pablo Procopio aclara que, en principio, “el periodista sabe las condiciones previas del medio donde trabaja. La intención del mismo ante un conflicto de intereses debería ser defender su posición hasta donde pueda”. El tema aquí es que los movileros quedan particularmente como protagonistas de la cobertura u omisión interesada del medio donde trabajan, porque son la usina de información en la calle, la primera línea, la fuerza de choque, quien va al frente con micrófono en mano a buscar lo que muchas veces le piden. Como consecuencia el oyente, poco avezado en dichas cuestiones, puede quedar con la impresión de que el movilero es el responsable de tal accionar. Emiliano Cattaneo, reciente cronista de exteriores en LT3, admite que “si el medio te manda a cubrir una nota comercial tenés que ir, sobre todo si viene de la dirección de la radio. Sé que hay compañeros míos con mucha trayectoria que deciden no hacerlas y se los respeta, pasando la tarea a uno más joven. Yo no tengo poder para tomar esas decisiones. De hacerlo, con sólo dos años en el móvil, perdería mi puesto en muy poco tiempo”. Del mismo medio, LT3, Misael Moreno atraviesa una situación similar, al admitir que no puede decidir sobre cuestiones empresariales que lo exceden: “somos concientes que debemos respetar ciertas pautas, ya sean comerciales o políticas, no podemos interferir en cuestiones que pueden ir en contra de la empresa. Yo tengo que comentarle a la producción lo que voy a tirar al aire, por ejemplo, ellos me avalan o no. Si afecta alguna cuestión económica o política del medio quedará afuera, sino sale sin problema”.

7 Luis Majul “Periodistas: Que piensan y que hacen los que deciden en los medios” Capitulo 1

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En definitiva, las empresas periodísticas tienen su afán de lucro y la información es también un negocio, que afecta a los cronistas de exteriores condicionando algunas de sus tareas y limitando su libertad a la hora del trabajo periodístico. Moisés Ruiz González8, enfatiza que “el asunto empresarial periodístico avanza por caminos idénticos a cualquier tipo de empresa donde el ánimo de lucro es condición inherente al riesgo de invertir. Por tanto, por muy necesario que sea para el colectivo, detrás de cada inversor hay un fin de rentabilidad claro”. Andrés Scola, movilero vespertino de LT8, concluye que “los medios son privados y se manejan a través de pautas comerciales. Si la información no daña flagrantemente y no está controvertida de manera explícita contra la pauta publicitaria, podrá salir al aire. Los periodistas estamos ajenos al vínculo comercial de la empresa con el auspiciante, pero debemos tener plena conciencia que existe y es lo que paga nuestro sueldo”. Por último, Marcelo Marichich, cronista de LT3 ofrece una postura equidistante entre la rebeldía extrema y la condescendencia absoluta, al explicar su caso: “Si hay algún interés de por medio, se trata de que no sea tan grosera la evidencia. Lo que procuro es mostrar las dos caras de la moneda, dar derecho a réplica y que el oyente sea quien saque sus conclusiones”. Ahondando en la relación comercial entre los medios y las pautas oficiales, como la Municipalidad, la provincia, Aguas o la Epe, surge un nuevo conflicto. ¿El cronista debe mitigar el golpe a las empresas, teniendo en cuenta que él mismo es el nexo del reclamo del común de la gente? Marichich responde con un contundente NO, explicando que “la información se da, luego habrá derecho a réplica y que el funcionario afectado o la empresa haga su descargo”.

8 Moisés Ruiz González “Dirección de la empresa informativa” Capítulo 1.1

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Cuatro: Un movilero equipado, es un movilero feliz “El trabajo periodístico se desarrolla en tiempo real. Su objeto, la construcción de la información de interés público, responde idealmente a la agenda de veinticuatro horas, que se relaciona con la agenda diaria de las actividades de la sociedad. A la presión del tiempo se une la complejidad de la propia práctica, o sea, búsqueda de la información, acceso y verificación de las fuentes, investigación y consultas de archivo, entrevistas, cobertura de acontecimientos ya planeados o imprevistos que obligan la presencia del periodista en el lugar de los hechos y, finalmente, la interpretación del conjunto de datos para redactar la noticia” (S.Martini9). La vorágine de los acontecimientos y su creciente necesidad de reflejarlos en los medios lo antes posible, en gran parte debido a la proliferación de estos y su consecuente competencia descarnada entre sí, forman un crisol de circunstancias que lleva a los periodistas a tener una premisa por encima de todo: la velocidad de la información. Esto ha generado que, en el caso de los cronistas de exteriores de radio, se torne fundamental la cuestión de los elementos de trabajo. Porque para obtener inmediatez, cobertura con la palabra de los protagonistas en el lugar de los hechos, salida eficaz y nítida al aire, entre otras cosas, el medio debe invertir en el móvil, para que no sea éste, retazos de lo que debería ser. En este sentido, hay que diferenciar a una de las radios de la ciudad por sobre el resto. Radio Dos, es la emisora que sin dudas más se preocupa para que el movilero tenga todo lo que necesita en pos de optimizar su raíd periodístico por las calles de la ciudad. Ariel Borderi defiende las condiciones que le brinda su empresa, ponderando que “me dan todo e incide sobre la calidad de trabajo. Tengo una Peugeot Partner 2006, un grabador digital que graba hasta nueve horas que ellos me dieron, un celular con manos libres, otro teléfono las 24 horas para mí sin límite de uso, por citar ejemplos”. El “Toto” además explica, que estas comodidades también influyen en el fruto de su tarea, ya que posee mayor libertad para hacer sus propias llamadas, concertar entrevistas y manejar sus tiempos. Otra consecuencia es que de tanto hacer llamadas “media ciudad tiene mi teléfono, cosa muy útil porque después me llaman directamente a mí para pasarme información, entonces dependo menos de los productores en piso”. En sintonía con Borderi, Pablo Procopio también asegura contar con todo lo necesario para trabajar y advierte que “sin los elementos necesarios la calidad del trabajo se resiente. Si no hay vehículos y los equipos de audio no ofrecen nitidez, el esfuerzo del cronista es absolutamente en vano”. Por su parte, LT3 parece ser la contracara de esta situación, ya que sus cronistas se ven obligados a pedir favores a sus compañeros o agudizar el ingenio para cumplir profesionalmente con su trabajo, debido a las difíciles condiciones en que se desempeñan. Pablo Kassabian hace un relato crudo y sincero de ello: “Habían tres autos para trabajar y por deudas previsionales se los fueron llevando. Hoy no tenemos

9 Stella Martini, “Periodismo, noticia y noticiabilidad” Capítulo 2

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vehículos, grabadores, ni celulares, aunque ya lo hemos solicitado muchas veces. Salimos al aire como podemos y tratamos que no se note en los envíos, porque nos vemos obligados a cuidar la imagen de la radio, ya que si no vende, a nosotros no nos pagan”. Otro de los cronistas de la 3, Emiliano Cattaneo, con el empuje de sus veintisiete años trata de paliar las deficiencias, al contar que “la empresa no me da lo que debe, en mi caso tengo un montón de problemas técnicos y procuro zanjarlos como puedo. La tesitura del trabajo la hace uno también, así que hay que darle para adelante, sin embargo reconozco que no tengo vehículo y los celulares son de baja calidad y acoplan”. Por su parte Marcelo Marichich, atribuye gran parte de las carencias que hoy tiene LT3 a la gestión en la emisora del empresario Eduardo López, al sentenciar que “López la manejó con un criterio netamente empresarial y personalista. La radio quedó desmantelada tras su partida, desprovista de móviles, celulares, sólo quedó la consola y los micrófonos funcionando a medias”. Desde hace dos años, Multimedios La Capital retomó el control en la tres y de a poco, según Marichich, las cosas se fueron revirtiendo, ya que “las líneas de teléfono han vuelto a estar disponibles y la tecnología mejoró, aunque sigue habiendo carencias. Falta un móvil vehículo en la calle (hace año y medio que lo prometen), hay que renegar siempre con las pilas para el grabador y ni hablar de contar con biromes, borrador, bloc de notas, esas son cosas que los movileros pagamos con resignación de nuestro bolsillo”. Parecen lejanos los tiempos previos a la gestión de Eduardo López, cuando LT3 poseía tres autos en la calle, con el logotipo de la radio, marcando presencia institucional y sus cronistas, cada uno con celular e internet libre. En una posición equidistante entre la LT3 y Radio 2, LT8 cuenta con algunos elementos para el movilero y carece de otros. Violeta Uranga, del móvil matutino, afirma que “de seis a nueve tengo acceso al móvil de la radio, pero desde allí, debo cubrir las notas en taxi o con algún colega que tenga móvil y pueda llevarme. Esto deja en claro que las condiciones están lejos de ser óptimas porque te limitan el área a cubrir, ya que hay zonas donde el taxi no te lleva y si lo hace, no te espera”. Con respecto a los grabadores, Uranga admite que el medio se los brinda, aunque son aún de los vetustos a pilas, mientras otros medios ya poseen digitales. Esto afecta el trabajo del móvil, ya que si bien la calidad de audio de los viejos grabadores es buena, el digital edita y encuentra las notas mucho más rápido. Lo dicho determina, que muchas veces el cronista para hacer mejor su labor, decide comprar un aparato digital por su propia cuenta. Beatriz Priotti entiende que es mejor ver el vaso medio lleno. Si en la ocho faltan autos, no debería ser de suma gravedad, debido a que “lo que la empresa debe proveer es la movilidad. Nos dan plata para movernos de no haber auto. El grabador (aunque viejo) y las pilas también las tenemos, al igual que la ropa, mediante un convenio. Junto a LT2 somos lo que mejor estamos. LT3 está muy mal y si trabajás en una FM ni cobrás”. Quien se niega a aceptar las condiciones actuales como favorables, ya que hace muchos años que trabaja en la emisora, es Susana Pozzi: “Cuando Comencé a trabajar en LT8 existían cuatro autos para ser usados como móvil, me daban grabadores, pilas, casetes y apenas surgió el celular me proveyeron de uno. Hoy tenemos un solo auto a compartir entre varios, por lo que me movilizo, la mayoría de las veces en taxi, también en colectivo o sino algunos colegas de otros medios suelen llevarme con ellos. La radio me da el importe de mi movilidad contra presentación de tickets, lo que hace que últimamente limitemos nuestras coberturas a zona entre boulevares. Además el grabador debí comprarlo por mi cuenta, al igual que los casetes y tras una larga lucha, logré que cambiaran el celular analógico por uno digital”.

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Finalmente, Tomás Eloy Martínez10, define al periodista “no como un agente pasivo que observa la realidad y la comunica; no es una mera polea de transmisión entre las fuentes y el lector (u oyente) sino, ante todo, una voz a través de la cual se puede pensar la realidad, reconocer las emociones y las tensiones secretas de la misma y entender el por qué, para qué y cómo de las cosas, con el deslumbramiento de quien las está viendo por primera vez”. Esta definición es prácticamente la síntesis de lo que debe hacer un cronista de exteriores a la hora de contar sus historias desde las calles. Sin embargo, lo que en este capítulo quisimos reflejar, es que para llegar como oyente a disfrutar de la palabra del protagonista en vivo desde el lugar de los hechos, el movilero debe sortear antes una serie de inconvenientes y adversidades para llegar allí, editar la nota o tener buen audio desde el celular. Estas circunstancias, inherentes a las condiciones de trabajo del cronista, el público en general da por sentado y descontado que no existen, por lo que aquí el objetivo fue derribar algunos mitos.

10 Tomás Eloy Martínez, “Periodismo y narración: desafíos para el siglo XXI”

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Cinco: Cronista + diario = información en sepia “La novedad es la marca que define la noticia porque es el índice de la variación en el sistema, que implica la existencia del hecho como ruptura. La calidad de novedoso parece no necesitar aclaración, sin embargo como gran parte de las noticias que son tapa diariamente en los diarios constituyen series (continúan durante varios días o semanas, porque tematizan problemas graves o abiertos, que requieren un desarrollo) cada día la serie debe ser alimentada con información nueva, sino desaparece como tal. Estas noticias sobre temas serializados deben marcar un cambio con respecto a la noticia anterior” Stella Martini Un hecho que se transforma en noticia, requiere de criterios de noticiabilidad. La novedad es uno de los más importantes, reforzada por aspectos tales como la originalidad, lo imprevisible y lo inédito. Sin embargo, muchas veces se detecta desde el periodismo radial una dependencia de la prensa gráfica, desde donde se toman muchas de las noticias publicadas para construir la agenda de ese día. Luego existirán las variables que modificarán ese mismo tema base, ampliando el espectro de esa noticia y reconstruyéndola desde otros puntos de vista. Aparecen así la palabra de nuevos protagonistas del mismo hecho, las consecuencias que el mismo pueda traer para el conjunto de la sociedad y muchas otras derivaciones. Lo que se debe tener en cuenta para diferenciar los criterios de búsqueda y construcción de agenda entre el medio radial y el gráfico es que este último, de la mano de los diarios, maneja la información del día anterior. Esto implica que con el comienzo de la programación estrictamente informativa de las radios rosarinas a las 6 de la mañana, ese punto de partida que suele ser el periódico del día, se encuentra en términos de agenda 24 horas atrasado. Los aspectos descriptos sin dudas conciernen a los movileros de la ciudad, quienes son los actores principales de la renovación y actualización del caudal informativo. La amplia mayoría se ubica en el grupo de quienes defienden su capacidad de generar información propia, sin depender de los diarios. Misael Moreno analiza su situación y marca la pauta de la relación cronista- diario, al enfatizar que “yo hago el turno de la tarde, así que no puedo trabajar con el diario porque me queda viejo. Al revés, nosotros debemos generar las notas que mañana saldrán reflejadas en el diario”. A su vez, critica a aquellos que deciden seguir la cómoda ruta del periódico: “Me enferma ver gente que se limita a seguir lo que sale en el diario”. A Beatriz Priotti, por su parte, se le crispan los nervios cuando se le consulta si el móvil suele seguir las noticias de los matutinos y levanta la bandera de la independencia periodística del cronista en ese sentido, al anunciar tajantemente que “la patria movilera, como nos gusta llamarnos a un grupo de cinco cronistas, no va atrás de los diarios. Cuando nos mandan a hacer lo que salió en La Capital o El Ciudadano decimos que preferimos no ir. Porque entendemos que no se puede correr detrás del diario y que, desde las siete de la mañana, este ya es viejo”. Además Priotti destaca que la prioridad

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debe ser siempre la agenda propia y que a la mañana es mejor prestarle atención al accidente, el baleado, el Heca o algún incendio, por mencionar hechos de la madrugada que no salen en el diario del día. En líneas generales y más allá de pertenecer a tres medios distintos, con sus propias agendas, los movileros de las AM de Rosario coinciden en que por una cuestión de principios por un lado (ya que el cronista pondera y defiende su producción propia de información) y de usos y hábitos de las radios por el otro, la mayoría de las noticias que salen en los medios gráficos, son cubiertas desde el piso. Allí, los conductores desmenuzan y analizan los aspectos más importantes de lo reflejado en papel, y la producción busca la nota telefónica que valide dichos comentarios, con la idea de darle una nueva vuelta de rosca, a aquella tuerca informativa ya existente. Esto deja al cronista de exteriores, en la posición de abocarse por entero a la construcción de esa nueva agenda informativa, que girará en torno al éter desde el servicio informativo y las salidas en vivo de los programas que atraviesan su turno horario. Marcelo Marichich refuerza lo ya descripto, al declarar que “yo soy de la vieja escuela que dice que los medios electrónicos deberían mandar por sobre los gráficos. El diario de hoy debe ser un reflejo de lo que ayer pusieron al aire las radios o los canales de televisión”. Además el cronista del Concejo Municipal en LT3 agrega que hoy en día el 80% de los movileros se genera su propia información y que muchas veces ni está armada, sino que se va construyendo sobre la coyuntura, apareciendo sobre la marcha como hechos imprevistos. Pablo Kassabian por su parte, apoya y certifica la teoría de su colega, aseverando que “todos los cronistas tenemos testigos, amigos, fuentes de primera mano a quien recurrir y esta información, es más fidedigna que la del mismo diario. La repercusión del mismo caduca a las nueve de la mañana; desde allí empieza a jugar la agenda del día, con la información desde las calles que nos tiene como principal vehículo”. Por último, cabe resaltar a modo de corolario que interesa al tema de este capítulo, una definición pretenciosa aunque inspiradora de Tomás Eloy Martínez sobre el oficio que él mismo abrazó con tanta pasión: “De todas las vocaciones del hombre, el periodismo es aquella en la que hay menos lugar para las verdades absolutas. La llama sagrada del periodismo es la duda, la verificación de datos, la interrogación constante. Allí donde los documentos parecen instalar una certeza, el periodismo instala siempre una pregunta. Preguntar, indagar, conocer, dudar, confirmar cien veces antes de informar; esos son los verbos capitales de la profesión más arriesgada y apasionante del mundo”. De algún modo las palabras de Martínez refieren al espíritu inquieto que todo periodista debe tener para ir detrás de la noticia, moldearla como un artesano y revisar la obra antes de exhibirla. El cronista de exteriores de radio del mismo modo necesita renovar continuamente el compromiso de producir información propia, mostrando la avidez necesaria por generar la propia agenda que alimente a su medio, para alejarse del tentador aburguesamiento de hacer una crónica en sepia de lo que en detalle supo informar el periódico papel, el día anterior.

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Seis: “Todos para uno, y uno para todos”. Movileros corporativos “Los periodistas consideran que su labor es acertada si coinciden en su selección de los hechos con la selección realizada por otros medios: si varios medios marcan un hecho como noticia, hay acierto, el hecho tiene la jerarquía noticiosa adjudicada. En pocas palabras, una noticia que aparece en más medios es más noticia que aquella que aparece sólo en uno, salvo el caso de una primicia. Y cuanto más coincidan los medios en la selección de la misma información, mayor será su efecto sobre la opinión pública” (Gomis11, 1991) Los cronistas de exteriores, como eslabón fundamental de la cadena informativa de una radio, son los encargados de generar información desde las calles de la ciudad e imponer así temas que interesan a la agenda informativa del medio. Muchos de esos temas además, según el efecto “rebote” que obtengan en la calle, se transformarán en motivo de opinión y debate para el público en general, lo que otorga de algún modo notoriedad a los medios de difusión y continuidad a la noticia, ya que captó la atención de su audiencia. Aquí aparece, según Mc Combs, el efecto más importante de los mass media: su capacidad de estructurar y organizar nuestro propio mundo, promoviendo nuestra opinión. Una de las peculiaridades que poseen los cronistas de exteriores de las radios AM de la ciudad de Rosario, es que en muchos casos comparten la misma agenda informativa y más aún, la construyen juntos. Lo que habitualmente el ideario popular podía imaginar con la presencia de los distintos móviles en las calles de la ciudad como la competencia de las radios entre sí a la ávida búsqueda de la primicia o la exclusiva para su propio medio, hoy muta hacia una actitud abierta de camaradería, compañerismo y hasta amistad, entre los cronistas que se reúnen para intercambiar temas y organizan para cubrirlos en conjunto, aunque jueguen para bandos contrarios. El punto neurálgico aquí parece ser que la voz se corra en conjunto, al unísono se instalarán temas en las radios de la ciudad para que el mensaje adquiera una mayor contundencia e impacte con la mayor celeridad posible. Este aspecto parece ser más importante que la competencia entre medios, o el recaudo de cada cronista por ser celoso y egoísta de la información que consigue por esfuerzos propios. Todo parece colocarse en un fondo común, del que cada uno se beneficia por igual, para finalmente desembocar en sus respectivos micrófonos empleadores y ganar el aire casi al mismo tiempo, con su impronta personal pero construyendo juntos la misma agenda. Según Mc Combs, los temas que toman estado público desde los medios de comunicación (la agenda de las radios en gran medida impulsada por los movileros, para nuestro caso) pueden categorizarse como entorpecedores y no entorpecedores. Los primeros son parte de la “agenda de vida” del público en general, quienes los sufren en carne propia. Esos temas suelen tener influencia directa en su vida cotidiana,

11 Gomis en Stella Martini, “Periodismo, noticia y noticiabilidad”.

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provocando que formen una opinión propia al respecto y sean así menos influenciables por el efecto de los medios. Algunos de estos ejemplos podrían ser la inflación, el aumento de impuestos, servicios, etc. Por otra parte existen los temas no entorpecedores, que son aquellos que tienen su razón de ser en los medios, quienes los instalan arbitrariamente, aunque muchas veces no modifican un ápice el hábito de vida ni las contingencias cotidianas del público en general, quien se ve influenciado en gran medida por el medio que consume. Los temas políticos son el mejor ejemplo de ello. Volviendo a la actitud corporativa de los cronistas de radio, el “toto” Ariel Borderi es quien se adjudica la autoría de esta práctica, que habría nacido hace algunos años: “es un invento que hicimos con mi compañera Florencia Calvo, hoy en Multicanal. Un día yo andaba medio perdido con la información de la jornada, entonces la llamé y le pregunté ¿Flor, qué tenés? Yo tengo esta agenda. Ah, yo tengo esto otro. Mirá que bien, podríamos compartir. Después se fue sumando gente y hoy, se ha hecho una costumbre”. Para Marcelo Marichich por su parte, la construcción conjunta de agenda es una forma de mantenerse unidos e incluso protegerse mutuamente, ya que los cronistas de exteriores, muchas veces “deben defender la integridad y el laburo del otro, el colega. Nos ha pasado que algunos colegas han tenido inconvenientes con otras personas y hay una solidaridad del resto de los compañeros para con él, saliendo siempre en su defensa, ya que nos podría pasar a cualquiera. Se comparte información, sobre todo la de la agenda diaria institucional de la ciudad o la provincia, que se encuentra en todos los medios con escasa diferencia horaria”. Susana Pozzi, cronista de la ocho, cree que los cronistas se agrupan entre sí, casi por motivos sindicales, ya que se sienten identificados en cuanto a las dificultades que poseen para hacer respetar la calidad de su trabajo: “La mayoría cubrimos los mismos temas y nos ayudamos unos a otros, por las condiciones laborales en que se encuentra el cronista, ya que percibe los salarios más bajos de todo el medio, su trabajo es menospreciado aunque genera las tapas de los diarios y alimenta los portales de noticias, se los deja en completa soledad a la hora de trabajar (los productores sólo se ocupan de quienes están en el piso), no son escuchados y encima, deben hacer de periodistas, choferes y hasta mecánicos”. Beatriz Priotti, una de las cronistas más queridas y respetadas por sus compañeros, simplifica la cuestión al orden del sentido común, al explicar que “jamás se nos ha planteado competir simplemente porque Rosario es muy chica y porque, efectivamente lo que hacemos habitualmente es ser compañeros de calle, más que trabajadores de prensa en medios que compiten entre sí. Acordamos agenda casi siempre, nunca voy a ir sola a una nota porque ya les he pasado el dato a todos. Hemos recibido el nombre de patria movilera por ser como un ghetto o corporación que se junta a las siete y media de la mañana y hace pasar la información por donde quiere”. También hay cronistas que aunque reconocen cruzarse con sus colegas, procuran buscar rasgos distintivos para no caer en la cobertura de los demás. Para Pablo Procopio “cada uno busca cubrir un tema de la mejor manera posible y si varios tienen que concurrir al mismo hecho, cada cronista buscará diferenciarse para hacerlo con la mayor calidad. La búsqueda de temas propios está siempre vigente y por ende la primicia. Pero posiblemente la diferencia se marque en cómo se cubren los temas; algo que pasa por la habilidad del cronista”. En definitiva, lo más importante parece ser que el árbol no tape el bosque y que, más allá de quien consiguió la punta informativa o hizo la pregunta que generó el título, la vedette sigue siendo la noticia y la construcción de agenda, si es en conjunto mejor, para

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generar un mayor impacto en el mensaje y justificar el esfuerzo compartido de los cronistas de exteriores, quienes son a esta altura los mosqueteros de la información en las radios rosarinas.

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Siete: De la teletipo y el teléfono público, a internet y el celular “Las formas tecnológicas de vida son demasiado rápidas para la reflexión y demasiado veloces para la linealidad. No sólo comprimen la linealidad, la sobrepasan. En la aceleración, la cultura es cada vez más efímera. El monumento dura siglos, sino milenios; la novela, generaciones; un texto académico, una década. El artículo periodístico sólo tiene valor durante un día”. (Scott Lash12). La sociedad actual de la información, posee como rasgo característico encontrarse inmerso en el flujo informativo de la velocidad, que casi siempre viaja alejada de la reflexión y el pensamiento, tareas abstractas que requieren de un poco más de tiempo que el que disponen los medios y las noticias. Redactamos mensajes de texto en la vorágine del colectivo, el taxi o incluso caminando y revisamos nuestros mails en computadoras portátiles. Según Lash, además nos encontramos interfaz con los sistemas tecnológicos, ya que no concebimos nuestra actual existencia sin su inconmensurable aporte, si son usados correctamente. Con el objetivo de no negarse al futuro, la radio en Rosario, si bien es un medio tradicional, ha sabido usufructuar la tecnología en pos de llevar mensajes e información de modo más veloz y efectivo. En el caso específico del cronista de exteriores, son tres los principales elementos tecnológicos que han atravesado su labor cotidiana y la han modificado por completo: el teléfono celular, los correos electrónicos (e-mails) y los grabadores digitales. Las nuevas tecnologías, su aplicación y desarrollo, implican cambios significativos en las rutinas y destrezas profesionales, lo que modifica de algún modo, las formas de entender a la comunicación y al periodista mismo. Los movileros utilizan hoy las nuevas tecnologías para producir y salir mejor al aire. Recordemos que la instantaneidad y el tiempo real exigen cada vez mayor rapidez y capacidad de síntesis del periodista, por lo que se debe concluir que las nuevas formas de vida tecnológica modificaron sustancialmente sus rutinas productivas. Misael Moreno, quien trabaja en el móvil desde hace muchos años, supo interactuar con otros sistemas de comunicación, que compara con el celular, sosteniendo que “llegué a trabajar con el equipo VHF, el sistema de audio que tienen los taxis. La mayor diferencia es que con el celular salís desde el lugar de los hechos, antes había que buscar un teléfono fijo para salir por allí, perdiendo la posibilidad descriptiva que otorga observar el entorno de la noticia”. Pablo Kassabian por su parte, relata divertido las vicisitudes atravesadas con los antiguos aparatos de aire: “En LT3 arranqué con los viejos handys. Al aire había que tener apretado el botón para que se escuche y a su vez tener como retorno una radio portátil, porque sino no se podía dialogar con el conductor. Insoportable, ya que además tenían un límite de tiempo, no mayor a los tres minutos, y tras ese lapso se cortaba, haciéndolo terriblemente desprolijo”. Otro punto de vista para evaluar la irrupción de las nuevas tecnologías, es la de pensar que hoy en día son accesibles para todos y los colocan en igualdad de condiciones a la hora de trabajar. Tal es la postura de Emiliano Cattaneo, quien asegura que “hoy no se concibe un programa sin Internet. Parece que se acaba el mundo cuando se cae la red y con el celular otro tanto. Lo bueno es que todos los cronistas accedemos a estos beneficios, lo que nos iguala y pone al mismo nivel. Antes se requería otra cintura y

12 Scott Lash, “Crítica de la información”, página 47

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resolución para salir al aire, ya que al carecer de herramientas se escribía mucho más, se debía leer cada uno su letra y salir al aire con más imaginación que datos concretos”. Ariel Borderi es móvil de Radio Dos desde 1992 y su dilatada trayectoria permite reflexionar a los nuevos cronistas sobre lo privilegiado de su situación gracias a las nuevas tecnologías. El Toto narra la experiencia de salir al aire en aquella época: “Íbamos con una camioneta, que tenía un equipo de radio en la parte de atrás, que era gigante. La única forma de poner el audio de un entrevistado en vivo, era teniéndolo sentado arriba del vehículo, así lo sacabas con ese aparato. El grabador a casete que llevaba también era enorme y vetusto al igual que el retorno; una radio Karina de las verdes. Hoy por hoy con un celular y un grabador digital hacés lo que se te ocurra, es más, hasta editar en el aire, marcando los tracks y disparándolos con el grabador digital. Una locura”. Por su parte, otro de los cronistas que peinan canas y en base a anécdotas tecnológicas revelan su carácter legendario como movilero de radio es Marcelo Marichich, quien nos instruye con su experiencia en las tecnologías, según pasaron los años. Al respecto cuenta que “veinte años atrás la información llegaba por la teletipo, nada de Internet. Era una especie de máquina de escribir, cuyas agencias de noticias centralizadas desde allí, vomitaban rollos de papel informativo desde su carretel. Tenía una campanita particular que marcaba la llegada urgente de una noticia de último momento. El móvil también era distinto, se hacía con un handy. Además, si alguien quería pasarte información, debía llamar al teléfono fijo de la radio, dejarte el mensaje y que después el productor te pase el dato por handy. Esto explica por qué se manejaban otros tiempos de circulación de información”. Por último, para Andrés Scola la ecuación es tan simple como beneficiosa para la labor del cronista, ya que “si salís a trabajar con una notebook, vas a cualquier bar y estás conectado a Internet. Además se potenció la inmediatez, el celular es un micrófono constante. Si enfrente, en la vereda de la radio, dos tipos se empiezan a pelear, con sólo salir y acercar el celular, estás convirtiendo eso en noticia”. Como corolario, bien cabe destacar que las nuevas herramientas tecnológicas también han requerido de los propios cronistas un cambio, para saber adaptarse a las nuevas circunstancias y optimizar su desempeño aprovechando las cualidades de lo nuevo que hace a la práctica del periodismo. El trabajador de prensa en ese sentido aún se está adaptando a los cambios medulares que internet ha deslizado con el periodismo digital, al igual que las constantes modificaciones técnicas que se producen con los nuevos grabadores y celulares, que deben saber también usarse apropiadamente, en radio, para cuidar la nítida salida al aire. Más allá de todo, los movileros se encuentran unánimemente agradecidos, de poder contar con nuevas tecnologías que aportaron infinitamente a mejorar la calidad del trabajo del cronista de exteriores, desde las calles de la ciudad.

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Ocho: Conclusiones Hasta aquí hemos recorrido las variables más importantes que atraviesan a la práctica del cronista de exteriores de las radios AM en su desempeño cotidiano a lo largo de la ciudad de Rosario. Como supo afirmar Maxwell Mc Combs13, “el agenda setting informativo se establece del mismo modo en que se pela una cebolla, en la capa externa hallamos los acontecimientos y actividades que conforman las noticias cotidianas. Pero sólo una pequeña proporción de estos llegan a ser noticia y aún una menor cantidad son observados directamente por periodistas. Sin embargo, los medios informativos establecen el agenda setting informativo, ejerciendo una influencia dominante en dicha agenda y en la mayoría de los asuntos públicos”. Entremezclado en esta agenda de la información, se instala el ideario colectivo del público que consume los medios de comunicación y provoca que se hable, discuta, decida y en cierta forma hasta organice su vida atravesada por los lineamientos que derivan de estos acontecimientos publicados a toda hora. Dentro de este escenario, los movileros de radio ocupan un lugar preponderante en la construcción de agenda de sus respectivos medios, pues son la primera línea de choque, aquellos que salen a la luz y enfrentan a la realidad, la toman, apropian para finalmente transformarla en trascendencia, novedad y posterior vigencia. Uno de los aspectos más importantes a la hora de evaluar la tarea del cronista, es la de siempre tener en cuenta que su función es de construcción de la realidad, entendida como proceso de comunicación a partir de la interacción entre los individuos. Desde esta afirmación sentamos bases para comprender que los periodistas no son máquinas que comunican desde un púlpito ideal basado en las creencias y valores culturales del entorno que los circunda, sino que son profesionales que procurarán respetar sus principios éticos y de conducta, pero que siempre realizan una valoración de la noticia desde el arbitrio de su propia subjetividad, sumado a los condicionamientos del medio donde trabaja. Según cuenta Eliseo Verón, el discurso periodístico cobra sentido en la sociedad porque se aceptan como “reales” los acontecimientos que construye. Por lo tanto, el discurso en el que creemos es aquel cuyas descripciones postulamos como las más próximas a las que nosotros mismos hubiéramos hecho del acontecimiento en cuestión. De lo dicho se desprende, que el cronista de exteriores realiza una labor periodística de construcción de la realidad ciudadana que lo rodea y es de interés público, la cual el receptor tomará como propia sólo si aquel discurso le genera empatía y representa del modo más cabal sus sentimientos al respecto de aquella información. La noticia, tal como la enfatiza Stella Martini, es un discurso verosímil que, sin ser verdadero, se asemeja a lo real. El trabajo del movilero de radio, siguiendo con la misma línea, es básicamente contar una historia periodística creíble, que dure entre tres y cinco minutos. A modo de cierre definitivo para este trabajo que quiso indagar sobre las rutinas productivas del cronista de exteriores de radio, postularemos las principales conclusiones que la tarea realizada ha generado, procurando que sean sólo un punto de partida para que distintos colegas sigan aportando a enriquecer aún más este incipiente material que quiso abordar una temática tan poco valorada y difundida:

13 Maxwell Mc Combs, “Influencia de las noticias sobre nuestras imágenes del mundo”

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- Los cronistas de exteriores de las radios AM de Rosario poseen una notable injerencia en la construcción de la agenda informativa de su propio medio, ya que sus coberturas aparecen constantemente en los servicios informativos y distintos programas a lo largo del día. - Todos los movileros de las radios AM de Rosario trabajan desde mucho antes de salir al aire, para gestionar esa información que están a punto de verter. Las fuentes que alimentan su agenda son variadas y van desde el correo electrónico, pasando por funcionarios, ciudadanos, ONGs, testigos de accidentes, comerciantes y su propia observación, por citar algunos ejemplos. - Todos los cronistas de exteriores de las radios AM de Rosario reconocen tener una relación ríspida y discutida con sus productores, por encontrar dificultades para consensuar cantidad de salidas y contenidos; sin embargo la mayoría admite no alimentar dicho encono, para trabajar con mayor tranquilidad. - Todos los movileros de las radios AM de Rosario reconocen que su trabajo está directamente condicionado por los intereses del medio donde trabajan; algunos acatan sin cuestionamientos, otros pelean abiertamente y se niegan a ser instrumento de censura o notas comerciales y una tercera posición desliza maquillado su parecer al aire, arriesgándose a represalias aunque con cautela. - Los cronistas de exteriores de Radio Dos poseen buena relación laboral con su empresa, que les provee los elementos necesarios para su desempeño cotidiano, por su parte en LT8 y LT3 (en mayor medida), las condiciones de trabajo son opresivas y no colman siquiera las expectativas mínimas para desempeñar una labor que sólo ellos en base a profesionalismo disimulan y dignifican. - Todos los movileros de las radios AM de Rosario deciden no trabajar con el diario del día como referencia, sino que pugnan cubrir sus procesos informativos y de construcción de agenda, con información propia que ellos mismos se generan. - La gran mayoría de los cronistas de exteriores de las radios AM de Rosario poseen una relación de camaradería y corporativismo entre sí, priorizando compartir la información y coberturas para generar una agenda colectiva informativa que tenga mayor impacto y para respaldarse desde el punto de vista laboral y hasta gremial. - Todos los movileros de las radios AM de Rosario coinciden en que las nuevas tecnologías tales como el celular, los mails y los grabadores digitales, contribuyen a una optimización y dinamización de su tarea, simplificando muchos aspectos de su trabajo.

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ANEXO: ENTREVISTAS REALIZADAS A LOS CRONISTAS DE EXTERIORES DE LAS RADIOS AM DE ROSARIO. NOTA: LAS MISMAS CORRESPONDEN AL PERIODO ENTRE JUNIO Y SEPTIEMBRE DE 2008