El Mono Imitamonos

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1 El mono imitamonos Consuelo Armijo ilustraciones de Alfonso Ruano ediciones Bal Joaqufri Turna 39 28044Mac*id

Transcript of El Mono Imitamonos

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    El mono imitamonos

    Consuelo Armijo

    ilustraciones de Alfonso

    Ruano

    ediciones Bal Joaqufri Turna 39 28044Mac*id

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    HABA una vez

    un mono

    que se lo pasaba muy bien

    subindose a los rboles

    y colgndose de sus

    ramas. Unas veces

    se colgaba con las manos y

    otras con los pies.

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    Y cuando oscureca y muy

    bien no se vea, el

    mono pareca un

    pijama puesto a secar.

    Este mono era un mono muy

    imitamonos.

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    Que un mono se coma un

    coco,

    pues l se coma otro.

    Que su madre chillaba,

    pues a chillar l tambin.

    Y hay que ver

    lo bien que sonaba!

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    Un da hizo mucho viento y

    el mono se asom entre

    las ramas para que le

    diera en la cara.

    Luego, se colg de una

    de ellas y el viento

    que pasaba lo

    columpiaba.

    En esto, el mono se

    puso a imitar al

    viento:

    Uuuuuuuuuu! deca

    mientras corra y corra.

    Uuuuuuuuuu!

    segua el mono, ya

    solo,

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    cuando el viento, cansado,

    dej de soplar.

    Uuuuuuuuuu!

    Uuuuuuuuuu

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    Y tan bien, tan

    bien le sali,

    que un rbol

    distrado

    movi las

    ramas y

    cuando l

    pas.

    Y corre que corre,

    y corre que te

    corrers, el

    sitio donde

    viva pronto

    dej atrs.

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    Y entonces pas lo

    peor: el mono se

    perdi. No saba

    Volver otra vez.

    Muy

    preocupado,

    empez a

    andar.

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    Dio muchas vueltas y algunas

    volteretas (para distraerse)

    y en esto lleg a una

    ciudad Y vio a los seores,

    y a las seoras, y a las

    nias y a los nios, que

    iban

    andando a dos patas. Ante

    esto,

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    el mono olvid su pesar y,

    loco de contento, los

    empez a imitar.

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    Y tan bien, tan bien le sali,

    que una seora

    despistada lo confundi

    con su prima Alejandra.

    Hola, Alejandra!

    Te encuentro muy

    guapa! dijo la

    seora, abrazando

    al mono.

    El mono la imit y la

    abraz a ella

    tambin. La seora

    se fue encantada.

    Qu cariosa se ha

    vuelto Alejandra!

    pensaba.

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    Y andancio,

    andando,

    lleg a un

    parque. El

    mono

    entonces

    no se pudo

    contener, y

    de un salto

    se subi a un

    rbol.

    En el parque

    haba un seor

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    calvo sentado

    en un banco.

    El mono, al verle,

    baj del rbol

    y se sent en

    otro banco.

    Y al poco rato pas por

    ah Don Paco, que,

    despus de la comida,

    volva a la oficina.

    Eh? Qu estoy viendo?

    Un mono sentado en un

    banco? dijo todo

    asustado. A lo mejor

    es fiero!

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    Y Don Paco, que era un poco

    miedica, se dio la vuelta a

    toda prisa.

    Socorro, socorro,

    un mono!

    gritaba mientras corra.

    Y el mono, que le

    vio,

    le imit y ech a correr

    detrs de l.

    Y as dieron muchas vueltas

    por una plazoleta,

    hasta que el mono se

    cans

    y volvi al banco a

    sentarse otro rato.

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    Pero Don Paco sigui

    corriendo durante

    mucho tiempo, pues

    tan nervioso estaba

    que no se dio cuenta de

    que el mono haba

    vuelto al banco a

    sentarse otro rato.

    Y cuando, por fin,

    vio que ningn mono le

    segua, dej de correr a

    toda prisa y se fue despacio

    a la oficina.

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    Eso del mono es muy raro

    se deca.

    Ha debido de ser una

    visin. Cosas de la

    digestin. No vuelvo a

    comer perejil con

    jamn!

    Mientras, el

    mono segua en

    el banco,

    descansando un

    rato.

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    Y pas por all una vieja que

    todos los das

    se daba una vuelta.

    Buenas tardes dijo la

    vieja al mono.

    Y el mono la imit y dijo:

    Buenas tardes l

    tambin.

    Pero no le sali muy bien,

    porque eso de hablar es

    una cosa muy difcil para

    todo animal.

    Debe de ser alemn. Se le

    entiende muy mal. se

    dijo la vieja. Pero, qu

    digo? Ms bien tiene cara

    de chino.

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    Y, pasito a pasito, se

    alej despacito.

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    Entonces pasaron por all

    Tere y Pepito.

    Mira, un mono! dijo

    Pepito.

    Y es muy mono! dijo

    Tere.

    Vamos a contrselo a

    los dems!

    No, mejor ser que lo

    convidemos a merendar.

    Tere y Pepito se acercaron al

    mono y le dijeron:

    Vente con nosotros!

    Lo agarraron cada uno de

    una mano y se lo llevaron.

    Mam, traemos un

    invitado! dijeron al

    llegar.

    Qu invitado tan raro!

    se dijo la madre.

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    Estaba un poco extraada,

    pero pens:

    Tengo que ser hospitalaria.

    As que prepar una buena

    merienda y la puso sobre

    la mesa.

    Tere y Pepito empezaron a

    zamprsela. El mono los

    imit, y no sabis cmo le

    gust!

    Pero esta vez no lo hizo

    muy bien, pues unt la

    mantequilla en el

    mantel.

    Luego, tir el azucarero y se

    puso la jarra de sombrero.

    Despus, cogi un pastel

    y lo ech en el caf.

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    Luego, cogi la

    mermelada y le unt

    una tostada.

    La madre de Tere y Pepito

    estaba pasmada.

    Pero Tere y Pepito

    estaban muy

    divertidos.

    Despus de merendar se

    pusieron a jugar. Y,

    aunque parezca mentira,

    el mono aprendi

    enseguida el domin.

    Y tambin jug a la oca y a la

    pelota.

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    Pero se equivoc, y jug a la

    pelota con la oca y a la

    oca con el domin. Y lo

    bueno fue que gan! Y lo

    malo, que, al tirar la oca

    creyndose que era la

    pelota, la rompi.

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    Pero Tere y Pepito le

    perdonaron, y el monQ,

    en agradecimiento, dio

    un salto y rompi un

    tarro.

    Como el tiempo pasaba y el

    mono no se marchaba:

    Qu le vamos a hacer!

    dijo la mam de Tere y

    Pepito. Se quedar a

    cenar tambin.

    As que hizo sopa y

    croquetas para tres.

    Al mono, luego,

    le puso un babero y le

    dijo

    que se lavara las manos

    en el cuarto de bao.

    Pero

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    como no le entendi muy

    bien,

    el mono, en vez de las

    manos, se lav los pies.

    Despus, cogi la cuchara

    al revs. Meta el

    mango en la sopa,

    luego lo chupaba, pero

    no sacaba nada.

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    La madre de Tere y Pepito que

    lo vio, le ense.

    Y el mono aprendi.

    Pero el vaso lo puso boca

    abajo, y con el tenedor

    empez a tocar el tambor.

    Las croquetas las

    mastic con la boca

    abierta.

    Luego, bebi

    agua

    directamente de la jarra.

    La madre de Tere y Pepito,

    otra vez estaba pasmada.

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    Mas,

    como ya haban acabado,

    fue a la cocina por el frutero

    y lo llen por entero.

    Haba manzanas,

    melocotones, naranjas,

    peras... y bananas!!!

    El mono, al verlas, se

    puso tan contento que

    dio un brinco en su

    asiento.

    Luego, para comerlas ms a

    gusto, se colg de la

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    lmpara como si sta

    fuera una rama.

    La madre de Tere y Pepito

    cada vez estaba ms

    pasmada.

    Pero Tere y Pepito cada vez

    estaban ms divertidos.

    Por fin acabaron de cenar.

    Como el mono no se

    marchaba, la madre de

    Tere y Pepito pens:

    Qu le vamos a hacer! Se

    quedar a dormir

    tambin. Yo creo que lo

    adoptar.

    Y es que la madre de Tere

    y Pepito tena muy

    buen corazn. El

    mono la abraz. Yo

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    creo que lo

    comprendi.

    Al mono le probaron un

    pijama.

    Un poco grande dijo

    la madre.

    Sobre todo de las mangas.

    Por esta noche valdr,

    pero antes de acostarse

    tendr que baarse.

    Abrieron los grifos.

    Co, co, co, haca el

    agua. Al mono no le

    gust nada.

    No me irn a meter ah!

    pensaba.

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    La baera cada

    vez estaba ms

    llena. Y el

    mono,

    cada vez ms asustado.

    Por fin, la baera

    se llen. La

    madre de Tere

    y Pepito quiso

    coger al mono,

    pero ste se

    escap.

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    Abri la puerta y baj

    corriendo las

    escaleras.

    Lleg a la calle y por ella se

    pase, jugando a ser un

    seor. Pero, como estaba

    muy nervioso le sali

    muy mal. Se notaba

    mucho que era un animal.

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    Unos chicos lo miraron y:

    Un mono! gritaron.

    Don Paco, que estaba

    esta vez sentado en

    un caf, sali a todo

    correr, y tir su licor

    encima de un seor.

    Pero todos los dems

    rodearon al mono con

    gran curiosidad.

    Una seora con una boina le

    hizo una fotografa, y se

    alej muy divertida.

    Pero un seor

    con

    muy

    mala

    idea deca

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    que se lo iba a llevar de

    regalo a su suegra.

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    El pobre mono lo

    estaba pasando

    fatal; pero fatal de

    verdad.

    Y mientras...

    Haca tiempo que

    mam mona no vea

    a su hijo colgado de

    ninguna rama.

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    Es muy raro se

    deca.

    Mir por todas partes y,

    como no lo vio, sali a

    buscarlo.

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    Enseguida reconoci sus

    huellas marcadas en la

    tierra.

    Y, siguindolas,

    siguindolas, lleg a la

    ciudad.

    Qu lejos se ha ido este

    chico!

    Cuando lo encuentre, se la

    va a ganar.

    En la ciudad, como no haba

    tierra, era mucho ms

    difcil seguir las huellas.

    Pero la mona, a cuatro patas,

    logr verlas dibujadas.

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    El olfato tambin le ayud:

    Por aqu ha pasado mi

    mono, por aqu no.

    La gente, al verla tan

    agachada, pensaba:

    Qu cosa tan rara!

    La mona lleg al

    parque, y luego

    a casa de Tere y

    Pepito, donde

    le abri la

    madre.

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    La mona, que

    estaba muy

    nerviosa, les

    chill

    muchsimo a

    los tres.

    Revolvi la casa

    entera y lo

    dej todo al

    revs.

    Ay, ay,

    ay!

    deca la

    madre,

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    que todava

    estaba ms pasmada

    que lo haba estado antes.

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    Ja, ja, ja! rean Tere y

    Pepito, que todava

    estaban ms divertidos.

    Por fin, la mona se fue por

    donde haba venido.

    Aqu no est mi hijo se

    dijo.

    Y oliendo, y olfateando

    y husmeando, lleg

    donde

    estaba el mono. Y la

    que arm!!

    Iuuuuuuuuu

    chillaba. La gente,

    asustada, sali

    corriendo en

    desbandada, y el

    seor de la mala

    idea se cay

    y le sali un chichn.

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    La mona agarr a su

    hijo y se lo llev

    muy lejos,

    dando brincos y brincos.

    Iuuuuuuuuu chillaba

    la mona. Uiiiiiiiii

    chillaba el mono.

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    Y as llegaron al

    sitio en

    donde vivan,

    y el mono

    volvi a

    colgarse de

    las ramas.

    Unas veces

    boca abajo y

    otras boca

    arriba.

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    El tiempo pas, pero el

    mono no se olvid de su

    excursin.

    Sobre todo se acordaba de

    Tere y de Pepito, de la

    madre y de la casa.

    Lleg la primavera y

    salieron muchas flores en

    la pradera.

    Y un da, el mono hizo un

    ramo muy grande para

    llevrselo a la madre.

    Como haba crecido, ya

    poda

    hacer largos recorridos sin

    perderse ni caerse.

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    As que, sin novedad, lleg a

    la ciudad.

    El mono iba muy tieso, con el

    ramo contra el pecho.

    Como era la hora de la

    comida, por la calle no

    haba nadie.

    El mono enseguida encontr la

    casa y vio a Tere y a Pepito

    asomados a la ventana.

    El mono subi la escalera de

    dos en dos.

    Toc el timbre y la madre sali

    a abrirle.

    La seora, que tena muy buen

    corazn, al verlo se

    emocion y le dio un beso.

    El mono nunca, nunca,

    nunca olvid ese

    momento!

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