El método.Llega septiembre y acaban las vacaciones para muchos, tiempo de volver al trabajo, de comenzar el curso, de tener unos horarios más rigurosos y estrictos que los horarios informales del verano y las vacaciones, en definitiva de volver a la rutina. Automáticamente nos generamos un “planning” de obligado cumplimiento, ir a trabajar, realizar las tareas domésticas, hacer la compra, llevar y traer a los niños del colegio, a las actividades extraescolares, … ¿nos dejamos algo?, seguro que aún podríamos completar todavía más nuestra apretada agenda con más obligaciones y “quehaceres”, pero de lo que no deberíamos olvidarnos es de poder dedicarnos un tiempo a nosotros mismos y a nuestra salud, y el Ejercicio Físico puede ser un buen método para ello.

Hoy no vamos a hablar de los múltiples beneficios que el Ejercicio Físico tiene para nuestra salud física y mental, pues quien más y quien menos está sensibilizado con la importancia de estar activos y realizar algún tipo de actividad deportiva a lo largo del día o cuando menos a lo largo de la semana.

Hoy hablaremos del Método, del modo ordenado de estrategias que debemos seguir para conseguir lo que buscamos y no fracasar en el intento. Porque sí, hay un método para todo, hay un método para ti, hay un método para llegar al éxito.

Seguramente no será la primera vez que inicias un programa de ejercicio físico, de rehabilitación o un plan nutricional y tendrás una experiencia más o menos positiva del grado de consecución de tus metas y objetivos. Si los resultados que obtuviste, estaban lejos de alcanzar los resultados deseados, tal vez esta cita te dé una pista de por donde empezar. “Si quieres resultados diferentes a los logrados hasta ahora, haz cosas diferentes”.

SINCÉRATE. ¿Te has preguntado qué quieres? Es fácil desear un “cuerpo perfecto”, unas aptitudes físicas y mentales superiores, un mejor rendimiento, pero ¿qué estas dispuesto a hacer para conseguirlo?, ¿hasta que punto? Tanto más ambiciosos sean tus objetivos, tanto más costoso será, más tiempo, más dedicación, más esfuerzo te llevará conseguirlos, así que a la par que estableces tus objetivos, sincérate y piensa qué estás dispuesto a sacrificar y priorizar.

SÉ POSITIVO/A. Tal vez, después de sincerarte, te has dado cuenta de que te surgen algunos problemillas. “Es que no tengo tiempo”, “es que me pilla lejos el centro deportivo”, “es que a mi nunca se me ha dado bien el deporte”, “es que me da vergüenza”, … y así un millón. ¿Crees que esto son problemas?, ¿O más bien excusas? Sé positivo/a y convierte las excusas en problemas, los problemas tienen solución, las excusas no.

Para aquellos/as que dicen no tener tiempo, ¿de cuánto tiempo están hablando?, ¿sabías que sesiones de 30 minutos pueden ser suficientes para conseguir mejorar tu forma física, tu salud y tu figura?, ¿qué 30 minutos sigue siendo mucho tiempo?, ¿sabías que 2-4 sesiones de 15 minutos separadas en el mismo día tienen los mismos beneficios que 30-60 minutos seguidos de ejercicio? Tal vez tengas la suerte de que tu lugar de trabajo esté a 15 minutos andando o a 15 minutos en bicicleta y si tienes jornada partida, creo que podrás realizar 4 viajes de 15 minutos que suman una hora de ejercicio diario.

Para los que dicen que no tienen un centro deportivo cerca, ¿a qué tipo de centro deportivo se refieren?, ¿sabías que puedes realizar ejercicio en el parque cercano a tu casa, en tu manzana, en tu salón de casa? Hoy en día vivimos en la era de Internet, la era de la información y con tan sólo un clic puedes visionar vídeos acerca de cómo realizar ejercicio físico en tu casa sin la necesidad de equipamiento.

Para los que nunca se les ha dado bien el deporte, ¿a qué deporte se refieren?, nosotros hablamos de ejercicio, de ese adaptado a tus características y necesidades, de ese ejercicio inteligente que no te hará sentirte torpe, de ese que busca la dosis mínima eficaz para obtener resultados.

Después de lo dicho, los/as más vergonzosos/as, tal vez ya no se sientan tan reacios a acudir a una instalación deportiva. Sino fuera así, un buen consejo es ir acompañado/a por un amigo o amiga que hará que te sientas más arropado/a. Además, por lo general, las personas que acudimos a los centros deportivos, somos personas abiertas y sociales.

CONCRETA. Establece objetivos medibles y alcanzables a corto plazo. No es lo mismo decir “quiero perder peso”, que “quiero perder 2 kilos en un mes” o “quiero descender mi porcentaje graso en 2 puntos porcentuales en un mes”. Perder 2 kilos en un mes supone, perder 500 gramos en una semana. Tal vez te parezca poco, pero esto te asegura que una vez pasada la primera semana y el mes realizando un programa de ejercicio adecuado, hayas conseguido el objetivo propuesto y por lo tanto te motive y refuerce en la consecución de objetivos más ambiciosos. Piensa que perder 2 kilos al mes, es perder 24 kilos en un año. Si no estableciste un objetivo concreto al inicio de tu programa, puede que en el primer mes al perder 3 kilos, te parezcan poco e insignificantes para el esfuerzo empleado, y por lo tanto te desanime, desmotive y acabes arrojando la toalla. Este ejemplo se puede extrapolar a querer ganar masa muscular, mejorar el rendimiento o rehabilitarse de una lesión.

ESCRIBE. Mide tu estado inicial, anota tus sesiones de entrenamiento, tus progresos. Sin datos caminas a ciegas. No tienes “feed back”, no tienes información, no consigues la motivación que obtienes cuando compruebas que gastas más calorías en menos tiempo, que levantas más kilos, que corres más rápido, que tienes un porcentaje graso menor, que tu perímetro de cintura es menor, que tu perímetro de bíceps es mayor, …. Una báscula, una cinta métrica, un reloj, una cámara de fotos pueden ayudarte a comprobar tus progresos y tus éxitos.

CUÉNTALO. Cuantas más personas sepan que estás siguiendo un método, un programa, algo que te has propuesto, una empresa, mayor compromiso adquirirás contigo mismo y con lo que te has propuesto realizar y por lo tanto, menor riesgo de abandonar. Cuantas más veces explicas una cosa, más reflexionas sobre ello, más lo interiorizas, más te preguntan, más te aconsejan, más te desengañas, más conocimiento adquieres, …

ACOMPÁÑATE. Un buen compañero/a de fatiga tira de ti los días de bajón, los días que por ti no irías a entrenar, los días que aún teniendo la bolsa de entrenar preparada, el sofá, la cama u otra tentación pueden más que tú. Suena el teléfono y una voz dice “…venga que habíamos quedado”. Además las sesiones se hacen más amenas, más divertidas y más fáciles cuando puedes hablar, conversar, reírte y desahogarte si procede. Y por supuesto, siempre, siempre, das más de ti.

ASESÓRATE. Ser autodidacta es una opción, como ya hemos dicho, vivimos en la era de Internet, pero siempre encontrarás el camino más corto y seguro con la ayuda de un profesional con conocimientos y experiencia. Él te ayudará en todo este proceso a sacar lo mejor de ti. ¿Cómo?

ACTÚA SOBRE TU ALIMENTACIÓN. Generalmente todos sabemos más o menos qué alimentos son más saludables que otros. Básicamente diríamos, realiza 5 comidas al día para no pasar hambre y evitar la ansiedad. Modera las cantidades, siendo preferible por lo general que el desayuno sea fuerte para mantener un metabolismo basal elevado y no tener falta de energía. Sigue una dieta equilibrada que contenga carbohidratos, proteínas y grasas, evita alimentos con un índice glucémico elevado (dulces, bollería,…) y técnicas culinarias que abusen de las frituras. Pero lo dicho, un profesional de la nutrición te garantizará el camino más corto y más seguro.

ACTÚA SOBRE TU PLAN DE EJERCICIO. Mantén una frecuencia semanal mínima de 2 sesiones a la semana, pudiendo realizar ejercicio todos los días de la semana. Como ya hemos dicho puedes realizar sesiones de 30 ó 60 minutos de duración o dividir estas sesiones en fracciones de 15 minutos a lo largo del día. Si las sesiones son variadas y divertidas, mejor, pues está demostrado que tienen una mejor adherencia al ejercicio físico, será más difícil que abandones el plan. Es por este motivo, que un centro deportivo o un profesional del ejercicio físico es una muy buena opción para sentirte motivado con la gran variedad de actividades que puedes realizar ajustadas a tus necesidades: clases colectivas dirigidas, clases de agua, ejercicio en gimnasio, al aire libre, en casa, ...

ACTÚA SOBRE TUS HÁBITOS DE VIDA. Lo resumimos diciendo, más andar, bici y escaleras para desplazarte y menos coche o moto para ir al trabajo, a la universidad, a hacer los recados, a visitar a amigos. Por supuesto, menos alcohol y menos tabaco a lo largo del día.

Gregorio Ladrón RupérezCoordinador de Actividadescoordinador@termoludicocascante.com

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