El Marciano(c.1) - Andy Weir

753

description

libro

Transcript of El Marciano(c.1) - Andy Weir

Page 1: El Marciano(c.1) - Andy Weir
Page 2: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Annotation

«La mejor novela de ciencia ficción en años»Wall Street Journal Seis días atrás el astronauta Mark Watney seconvirtió en uno de los primeros hombres encaminar por la superficie de Marte. Ahora estáseguro de que será el primer hombre en morir allí.La tripulación de la nave en que viajaba se veobligada a evacuar el planeta a causa de unatormenta de polvo, dejando atrás a Mark tras darlopor muerto. Pero él está vivo, y atrapado amillones de kilómetros de cualquier ser humano,sin posibilidad de enviar señales a la Tierra. Detodos modos, si lograra establecer conexión,moriría mucho antes de que el rescate llegara. Sin embargo, Mark no se da por vencido;armado con su ingenio, sus habilidades y susconocimientos sobre botánica, se enfrentará aobstáculos aparentemente insuperables. Por suerte, el sentido del humor resultará ser su

Page 3: El Marciano(c.1) - Andy Weir

mayor fuente de fuerza. Obstinado en seguir convida, incubará un plan absolutamente demencialpara ponerse en contacto con la NASA. Con un final sorprendente, El marciano es unanovela brillantemente construida, un delirioingenioso, con una mecánica del suspense quesorprenderá al lector una y otra vez y le haráperderse en el cosmos de la naturaleza humana y lalucha por la supervivencia. Una experiencia literaria excepcional engravedad cero.

Page 4: El Marciano(c.1) - Andy Weir

EL MARCIANO

Andy Weir Traducción de Javier Guerrero

Page 5: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Créditos Título original: The Martian Traducción: Javier Guerrero 1.ª edición: Octubre 2014 © Ediciones B, S. A., 2014 Consell de Cent, 425-427 - 08009 Barcelona(España) www.edicionesb.com DL B 16912-2014 ISBN DIGITAL: 978-84-9019-890-2 Todos los derechos reservados. Bajo lassanciones establecidas en el ordenamientojurídico, queda rigurosamente prohibida, sinautorización escrita de los titulares del copyright,la reproducción total o parcial de esta obra porcualquier medio o procedimiento, comprendidos lareprografía y el tratamiento informático, así comola distribución de ejemplares mediante alquiler opréstamo públicos.

Page 6: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Presentación Desde hace años, la distinción (¿pelea?) entrefantasía y ciencia ficción ha ocupado muchaspáginas. Pero recientemente, hemos tenido unejemplo clarísimo de que la ciencia ficción puedeacabar cediendo ante la fantasía. Me refiero a laserie CANCIÓN DE HIELO Y FUEGO de GeorgeR. R. Martin, uno de los mejores autores de laciencia ficción mundial que parece haber dejadoel género para usar y abusar de la fantasía másclásica. En el verano de 2013, en la ya habitual visita aEspaña de Joe Haldeman (acompañado comosiempre por su amable esposa, Gay), he tenido denuevo la oportunidad de compartir varias horasy una cena con ambos. Acabamosirremediablemente hablando de Martin y decómo está explotando el filón de la fantasía en su

Page 7: El Marciano(c.1) - Andy Weir

serie conocida popularmente como Juego deTronos, que en realidad es el título de la primerade las cinco novelas publicadas hasta hoy. George R. R. Martin ha cosechado éxitos entodos los ámbitos posibles de la ciencia ficción.Ha escrito novelas cortas imprescindibles comoUna canción para Lya o Los reyes de la arena;novelas brillantes e inolvidables como Muerte dela luz, e incluso domina el difícil arte del fix-upde relatos cortos enhebrados conjuntamente,como hizo en la magistral Los viajes de Tuf. Sinembargo, en las dos últimas décadas Martin seha dedicado a la novela más o menos histórico-fantástica de voluntad épica. Era de esperar queabordara también esa temática y sucaracterística extensión con suma brillantez, yasí ha sido. En 1996 aparecía el primer volumen de unlargo proyecto que lleva por título genéricoCANCIÓN DE HIELO Y FUEGO. Ha sido ungran éxito y, como derivados, tenemos ya unafamosa serie de televisión, un juego de tablero,un juego de cartas acumulativo y una muy buena

Page 8: El Marciano(c.1) - Andy Weir

recepción popular. Hay diversas maneras de construir una largaserie histórico-fantástica más o menos épica.Desde las novelas puramente históricassometidas a la necesidad de ser fieles a hechoshistóricos, hasta versiones mucho más librescomo las distintas reelaboraciones que hasta hoyse han hecho, por ejemplo, de la leyendaartúrica, donde solo hay que respetar un mínimodel esquema argumental. Otra manera es la queusaron Tolkien, Le Guin o Bradley en susnarraciones sobre la Tierra Media, Terramar oDarkover respectivamente: inventarloprácticamente todo. Martin ha tomado otro camino que no meatrevo a llamar intermedio: la asimilaciónalterada de hechos conocidos de la historiahumana. Como destaca Luis G. Prado: «El mundoque Martin despliega ante nuestros ojos hunde susraíces en referencias históricas: Poniente es unaimagen especular de Gran Bretaña, y lasprincipales familias, los Stark y los Lannister,remedan a los York y los Lancaster de la guerra de

Page 9: El Marciano(c.1) - Andy Weir

las Dos Rosas; la perdida Valyria, medio Roma,medio Atlántida; las oleadas de antepasados, quehacen las veces de celtas, sajones y normandos;los jinetes de las estepas, que recuerdan a losmongoles; los guerreros de las Islas de Hierro, queremiten a los vikingos...» En esta historia semiconocida y alterada,pródiga en intrigas y todo tipo de tramaspolíticas, Martin se ha reservado el pequeñotruco (que le ennoblece como autor) consistenteen, cerca ya del final de cada volumen, «matar»al personaje que parecía ir convirtiéndose enprotagonista. Así se obliga a sí mismo areinventar y actualizar de nuevo su saga en elsiguiente volumen. Precisamente a mediados de la década de losnoventa, cuando se iniciaba la serie fantástica deMartin, se teorizó sobre la «muerte de la cienciaficción» como un género «distinto» y con entidadpropia. Paradójicamente, la fantasía, nacidarealmente en el seno de la ciencia ficción peromucho menos exigente para el lector, es la que loestá logrando.

Page 10: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Eso es algo que, envidias económicas aparte,no gustaba a Haldeman y no acababa degustarme a mí: de reflexionar sobre nuestromundo y los posibles futuros que nos esperan porel crecimiento poco controlado de la ciencia y latecnología, nos abandonamos a un pasatiempofantástico más o menos inteligente pero que dejade estimular la reflexión. Seguramente hemosperdido con el cambio. Aunque, Haldeman y yo somos conscientes deello, nuestro amigo George (R. R. Martin) hagatanto dinero con ello... Gracias, eso sí, a unasnovelas y una trama francamente brillantes. El sentido original de una colección comoNOVA era, con la ciencia ficción como excusa,reflexionar sobre la ciencia y la tecnología y susefectos en nuestras sociedades. Pero la ciencia ficción, me temo, va estos díasun poco de capa caída. Como decía, ya a finales de los años noventaalgunos agoreros intentaron «profetizar» lamuerte de la ciencia ficción. Para ellos, lamanera como la temática de la ciencia ficción

Page 11: El Marciano(c.1) - Andy Weir

iba incorporándose a nuestras vidas quitabaespecificidad a este tipo de narrativa y por ellole presagiaban una indolora muerte a manos desu dilución en el seno de la narrativa general. Para mí, esa perceptible decadencia de laciencia ficción tiene otras razones. Básicamente,las derivadas de los prodigiosos avances de laciencia y la tecnología en los últimos veinte otreinta años. Con lo que ha ocurrido en esetiempo, ¿quién se atreve hoy a profetizar futurosmás o menos cercanos que la tecnocienciaposiblemente vuelva ridículos y obsoletos enpocas décadas? Tal vez por ello la ciencia ficción parece haberperdido en los últimos años su empuje anterior ysuele reducirse en muchos casos a temerosasespeculaciones en torno a avances muy cercanosde la biotecnología o las infotecnologías. Lollamamos: el futuro cercano (near future). Lamayoría de las nuevas novelas se reducen athrillers tecnológicos (bio e info en su mayoría)muy cercanos en el tiempo y que pueden pasarperfectamente por literatura general. Carecen,

Page 12: El Marciano(c.1) - Andy Weir

casi siempre, de ese afán especulativo tancaracterístico de la ciencia ficción y, sobre todo,pierden el sentido de la maravilla que tanto lahabía caracterizado. Poca maravilla hay ensociedades que vienen a ser como las de nuestracotidianeidad. Posiblemente eso explique (en un razonamientoapresurado...) el auge actual de la fantasía. Ahíes evidente que se pierde la capacidadespeculativa de la ciencia ficción pero semantiene la riqueza de la aventura y del sentidode la maravilla. No en vano, la fantasía modernanació en el seno de la ciencia ficción y fueron loslectores de ciencia ficción quienes primerocobijaron obras como EL SEÑOR DE LOSANILLOS, de Tolkien, y fue en su seno donde sedesarrollaron obras ya clásicas en la fantasíacomo la serie de DARKOVER, de MarionZimmer Bradley, o TERRAMAR, de Ursula K. LeGuin. Sin embargo, la fantasía suele estar reñida conla ciencia. Siguiendo esquemas más bientrillados, nos ha ofrecido básicamente el

Page 13: El Marciano(c.1) - Andy Weir

enfrentamiento del bien y el mal (caso de ELSEÑOR DE LOS ANILLOS) o la reconstrucciónfantaseada de períodos históricos (como en lacitada CANCIÓN DE HIELO Y FUEGO). Debo reconocer, no obstante, que hay un autordistinto que destaca en la moderna fantasía porsu gran producción en la última década, toda ellade gran calidad y, en general, presidida por unasugerente idea central: la magia (un elementoimprescindible en la fantasía) debe ser «lógica»,si ello es posible. Se trata de Brandon Sanderson, el joven yprolífico autor que sorprendió con ELANTRIS(2005), la serie de MISTBORN (Nacidos de labruma, iniciada en 2006), la novela EL ALIENTODE LOS DIOSES (Warbreaker, 2009), fue elegidopara finalizar la serie de LA RUEDA DELTIEMPO cuando falleció su autor Robert Jordany ahora nos sorprende con su propia macroserie:EL CAMINO DE LOS REYES (2010). La idea de Sanderson es sencilla: la fantasíaexige magia, pero esta se ejecuta en nuestrouniverso y por ello ha de estar sujeta a sus leyes.

Page 14: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Por ejemplo, si valiéndome de un poder mágicorepelo hacia atrás (pongamos veinte metros) a unenemigo, debo recordar que en nuestro universorige la ley de acción y reacción y, por lo tanto, yoiré hacia atrás, en dirección contraria, otrosveinte metros aproximadamente (en función de ladiferencia de pesos...). O, expresado en forma denorma, Sanderson usa en su fantasía «lógica»dos principios básicos: «La magia ha de tener uncoste» y «El beneficio y el coste han de seriguales». Les puedo asegurar que de esa idea (yde la habilidad narrativa de Sanderson) surgeuna fantasía que atrae incluso a lectores taninteresados en la tecnociencia como yo. Uncurioso ejemplo de una posible amalgama entrelo mejor de la fantasía y las bases de la cienciaficción. Pero, aunque a veces yo mismo me queje decómo la vieja ciencia ficción está perdiendo pesoante la nueva fantasía, y de cómo diversosbrillantes autores de ciencia ficción se han pasado

Page 15: El Marciano(c.1) - Andy Weir

a la fantasía, que parece tener más mercado,siempre hay excepciones y maravillosasnovedades. Afortunadamente, de vez en cuando, apareceuna novela «distinta», capaz de recuperar todaslas cualidades de la mejor ciencia ficción. Poreso me gusta saludar la llegada de ELMARCIANO (The Martian de 2012/14), laprimera novela de Andy Weir y una verdaderagozada. Andy Weir es, al menos para mí, un completodesconocido, y esta es su primera novela. Laautopublicó en 2012 y eso, en el mundo editorial,suele ser visto como un grave pecado que, a lalarga, impide la contratación y edición: un editorprofesional tiende a ver con malos ojos unanovela autopublicada... Sin embargo, la novela de Andy Weir es tanbuena (y tan distinta de lo habitual) que laeditora estadounidense Crown Publishing Groupse arriesgó, compró los derechos, la publicó de

Page 16: El Marciano(c.1) - Andy Weir

nuevo (esta vez profesionalmente) y ahora miraesperanzada el interés de Hollywood por haceruna película basada en ella. También les puedo contar que, esta vez (y metemo que sin que sirva de precedente, aunquevaya usted a saber...), no solo me recomendaronla novela algunos de mis amigos editores,escritores y aficionados a la ciencia ficción deEstados Unidos. Ocurrió incluso que uncompañero de mi departamento, Marc Alier, quesuele tener el «vicio» de escuchar audiolibros eninglés, se agenció EL MARCIANO y, nada másterminarla, parece que le faltó tiempo pararecomendármela. También me he enterado de queotros amigos, gracias a esta «modernez» de lose-books, la han leído y dicen buenas cosas deella. La otra noticia complementaria, y tal vez laque explica la decisión del Crown PublishingGroup, es que a finales de 2013 (la ediciónprofesional estadounidense apareció en febrerode 2014 aunque la versión en audiolibro estabaya disponible en marzo de 2013) la Twentieth

Page 17: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Century Fox se interesó por los derechoscinematográficos. La versión en e-book parakindle, por su parte, parece haber vendido 35.000copias solo los tres primeros meses. En marzo deeste año se difundió también la noticia de que laFox estaba en contacto con Ridley Scott paradirigir la película y que Matt Damon podría serel protagonista. Vaya usted a saber... Hollywoodes todo un mundo, y si lo dudan pregunten a JohnVarley u Orson Scott Card lo mucho quesufrieron por el traslado de sus novelas al cine... Por si quieren otras reacciones, el Wall StreetJournal (que no es precisamente conocido por suatención a la ciencia ficción...) ha dicho de ELMARCIANO que se trata de «la mejor novela deciencia ficción en años», y el Publishers Weekly(ya más conocido en el mundo de la crítica denovelas de ciencia ficción) afirma que «Weirenlaza los detalles técnicos con suficiente ingeniopara satisfacer al mismo tiempo el interés de losaficionados a la ciencia ficción y al lector engeneral». Y, ¿qué tiene EL MARCIANO para justificar

Page 18: El Marciano(c.1) - Andy Weir

todo eso? Pues la historia es bien simple: una historia desupervivencia que a mí me recordó la clásica Laisla misteriosa (1874) de Jules Verne. Sirecuerdan, en esa novela los escapados de uncampo de prisioneros durante la guerra deSecesión estadounidense, llegan en globo a unamisteriosa isla. Allí, dirigidos por el ingeniero ycapitán Cyrus Smith, han de luchar por susupervivencia con la ayuda de los ampliosconocimientos científicos (principalmente dequímica) de Smith y gracias a la colaboración deun misterioso personaje que, al final, resulta serel capitán Nemo en su retiro final. En EL MARCIANO ocurre que la nave delProyecto Ares, un viaje tripulado a Marte, ha dehuir apresuradamente hacia la Tierra, dejandoMarte, ante una peligrosa tormenta de arena.Atrás dejan también el cuerpo supuestamente sinvida del astronauta Mark Watney (botánico eingeniero mecánico). Pero, como era de temer,Watney no ha muerto y como náufrago solitarioen Marte ha de utilizar todo su saber y sus

Page 19: El Marciano(c.1) - Andy Weir

recursos para sobrevivir. Y, también, avisar a laTierra de que sigue con vida para que acudan ensu rescate. Hay mucho de Cyrus Smith en ese Mark Watneyy, también, una importante ayuda exterior. No setrata en EL MARCIANO del capitán Nemo,evidentemente, sino de una ayuda nadamisteriosa: la comunidad internacional que aúnaesfuerzos para salvar la vida del astronautaabandonado cual Robinsón Crusoe en una «isla»inhóspita como puede ser el planeta Marte. Por si todo ello fuera poco, el propio texto esclaramente cinematográfico en su redacción yreserva una brillante sorpresa final que,evidentemente, no voy a desvelar aquí... Por fortuna, la ciencia ficción que sabe usar dela ciencia y la tecnología para fines importantes(salvar la vida de un ser humano) todavía existe,no ha muerto y, lo deseo con fervor, le quedanmuchos años por delante aunque sea compitiendoen el mercado con la fantasía moderna de la quehemos hablado. En realidad, por poner un ejemplo evidente,

Page 20: El Marciano(c.1) - Andy Weir

cuando me preguntan qué música me gusta, suelodar una lista que incluye a Vivaldi, Bach, Mozart,Beethoven, Stravinsky, John Coltrane, MilesDavis, los Rolling Stones y los Beatles, sinolvidar a Elvis Presley o Frank Sinatra, entreotros. En resumen: la buena música. Igual me ocurre hoy con la ciencia ficción y lafantasía: me gusta la buena ciencia ficción ytambién la buena fantasía, y si Tolkien, Le Guin,Bradley, Sanderson y Martin son buenos, tambiénlo es, afortunadamente, este desconocido AndyWeir del que espero poder leer nuevas novelastan interesantes y revitalizadoras de un génerocomo es esta de EL MARCIANO. Que ustedes la disfruten. MIQUEL BARCELÓ

Page 21: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Dedicatoria A mamá, que me llama Pepinillo, y a papá, que me llama Tío.

Page 22: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Mapa

Page 23: El Marciano(c.1) - Andy Weir
Page 24: El Marciano(c.1) - Andy Weir

1 ENTRADA DE DIARIO: SOL 6 Estoy bien jodido. Esa es mi considerada opinión. Jodido. Llevo seis días de lo que deberían ser los dosmeses más extraordinarios de mi vida y que se hanconvertido en una pesadilla. Ni siquiera sé quién leerá esto. Supongo quealguien lo encontrará, tarde o temprano. Tal vezdentro de cien años. Para que conste: yo no fallecí en sol 6. Desdeluego, el resto de la tripulación así lo cree y nopuedo culparlos. Tal vez habrá un día de duelonacional por mí y en mi página de la Wikipediapondrá: «Mark Watney es el único ser humano queha muerto en Marte.» Y será cierto, con toda probabilidad. Porque

Page 25: El Marciano(c.1) - Andy Weir

seguramente moriré aquí, pero no lo habré hechoen sol 6 ni cuando todos creen. Vamos a ver, ¿por dónde empiezo? El Programa Ares. El intento de la humanidad dellegar a Marte, de enviar gente a otro planeta porprimera vez y expandir los horizontes de lahumanidad y bla, bla, bla. La tripulación de lamisión Ares 1 cumplió su cometido y todosregresaron como héroes. Hubo desfiles y fueronrecompensados con la fama y el amor del mundo. La de la misión Ares 2 consiguió lo mismo en unlugar diferente de Marte. Recibieron un firmeapretón de manos y una taza de café calientecuando llegaron a casa. La de la misión Ares 3... Bueno, esa era mimisión; vale, no mía per se. La comandante Lewisera quien estaba al mando. Yo solo era un miembrode la tripulación. El de menor graduación, dehecho. Solo habría estado «al mando» de la misiónde haber sido el último que quedara. Mira por donde, estoy al mando. Me pregunto si recuperarán esta bitácora antesde que el resto de miembros de la tripulación

Page 26: El Marciano(c.1) - Andy Weir

mueran de viejos. Supongo que volverán a laTierra sanos y salvos. Chicos, si estáis leyendoesto: no fue culpa vuestra. Hicisteis lo que teníaisque hacer. En vuestra situación, yo habría hecho lomismo. No os culpo, y me alegro de quesobrevivierais. Supongo que debería explicar cómo funcionanlas misiones a Marte para cualquier profano en lamateria que pueda estar leyendo esto. Llegamos ala órbita de la Tierra del modo habitual, en viajeordinario hasta la Hermes. Todas las misionesAres utilizan la Hermes para ir a Marte y volver.Es realmente grande y costó un montón, así que laNASA solo construyó una. Una vez llegados a la Hermes, cuatro misionesadicionales no tripuladas nos trajeron combustibley víveres mientras nos preparábamos para el viaje.Cuando estuvo todo listo, partimos hacia Marte.No íbamos muy deprisa. Atrás quedaron los díasde quemar cantidades ingentes de combustiblequímico y de las órbitas de inyección

Page 27: El Marciano(c.1) - Andy Weir

transmarcianas. La Hermes está propulsada por motores iónicos.Expulsan argón por la parte posterior de la nave amucha velocidad para conseguir una pequeñacantidad de aceleración. La cuestión es que noprecisa tanta masa reactiva, así que un poco deargón (y un reactor nuclear para dar potencia) nospermitió acelerar de forma constante hasta aquí. Teasombraría la velocidad que puedes alcanzar conuna pequeña aceleración durante un períodoprolongado. Podría obsequiaros con historias sobre lo muchoque nos divertimos en el viaje, pero no lo haré. Nome siento con ganas de revivirlo ahora mismo.Baste con decir que llegamos a la órbita de Marteciento veinticuatro días después de despegar sinestrangularnos unos a otros. Desde allí tomamos el VDM (vehículo dedescenso a Marte) hasta la superficie. El VDM esbásicamente una lata grande con algunospropulsores ligeros y paracaídas. Su únicopropósito consiste en llevar a seis humanos de laórbita de Marte a la superficie sin matar a ninguno.

Page 28: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Y ahora llegamos al gran truco de la exploraciónde Marte: mandar todo lo necesario poranticipado. Un total de catorce misiones no tripuladasdepositaron todo lo que necesitaríamos durante lasoperaciones de superficie. La NASA hizo todo loposible para que todas las naves de suministrosaterrizaran aproximadamente en la misma zona, ysu trabajo fue razonablemente bueno. El materialno es ni de lejos tan frágil como los seres humanosy puede impactar en el suelo con mucha fuerza,aunque tiende a rebotar mucho. Naturalmente, no nos enviaron a Marte hasta queconfirmaron que todos los suministros habíanllegado a la superficie y sus contenedores estabanintactos. De principio a fin, contando las misionesde suministro, una misión a Marte dura unos tresaños. De hecho, ya había material de la misiónAres 3 en camino cuando la tripulación de la Ares2 todavía estaba regresando a casa. El elemento más importante de los suministrosde avanzadilla, por supuesto, era el VAM. Elvehículo de ascenso desde Marte. En él

Page 29: El Marciano(c.1) - Andy Weir

volveríamos a la Hermes una vez terminadas lasoperaciones de superficie. El VAM aterrizó consuavidad (a diferencia del festival de rebotes delos otros suministros). Por supuesto, se manteníaen comunicación constante con Houston, y sihubiera tenido problemas, habríamos pasado delargo Marte y proseguido sin siquiera pisar susuperficie. El VAM está muy bien. Resulta que gracias a unaserie de reacciones químicas con la atmósferamarciana, por cada kilogramo de hidrógeno quetraes a Marte puedes producir trece kilos decombustible. Es un proceso lento, eso sí. Hacenfalta veinticuatro meses para llenar el depósito.Por eso lo mandan mucho antes de que lleguemosaquí. Puedes imaginar el disgusto que me llevé cuandodescubrí que el VAM ya no estaba. Fue una secuencia absurda de hechos la que mellevó al borde de la muerte y una secuencia aúnmás absurda la que propició que sobreviviera.

Page 30: El Marciano(c.1) - Andy Weir

La misión estaba concebida para soportartormentas de arena de hasta 150 km/h. Así que enHouston se pusieron comprensiblemente nerviososcuanto nos azotaron vientos de 175 km/h. Todosnos pusimos el traje espacial y nos acurrucamos enel centro del Hab, por si se despresurizaba. Peroel problema no fue el Hab. El VAM es una nave espacial. Tiene muchaspiezas delicadas. Puede resistir hasta cierto puntolas tormentas, pero no estar sometidopermanentemente a tormentas de arena. Al cabo deuna hora de viento inusualmente sostenido, laNASA dio la orden de abandonar la misión. Nadiequería cancelar una misión de un mes de duracióna los seis días de su comienzo, pero si el VAMsufría un mayor castigo, todos quedaríamosatrapados en Marte. Teníamos que salir del Hab en plena tormentapara llegar al VAM. Sería arriesgado, pero ¿quéalternativa teníamos? Todos lo consiguieron menos yo. Nuestra principal antena parabólica decomunicaciones, que transmitía señales del Hab a

Page 31: El Marciano(c.1) - Andy Weir

la Hermes, actuó como un paracaídas cuando elviento la arrancó de su base y la arrastró. En sutrayectoria, chocó con la antena de recepción y unode sus brazos, largos y finos, se me clavó. Meatravesó el traje como una bala perfora lamantequilla y sentí el peor dolor de mi vidacuando se me clavó en el costado. Recuerdovagamente que me quedé sin aire (literalmente) yque me zumbaron dolorosamente los oídos cuandoel traje se despresurizó. Lo último que recuerdo fue ver a Johanssenestirándose con impotencia hacia mí. Me despertó la alarma de oxígeno de mi traje: unpitido continuado tan odioso que al final mesacudió un profundo deseo de morirme de una putavez. La tormenta había amainado; yo estaba bocaabajo, enterrado casi por completo en la arena. Alrecuperar la conciencia, todavía grogui, mepregunté por qué no estaba muerto. La antena había tenido fuerza suficiente para

Page 32: El Marciano(c.1) - Andy Weir

atravesar el traje y mi costado, pero se habíadetenido en mi pelvis. Así que solo había unagujero en el traje (y uno en mí, por supuesto). El impacto me había derribado y me había hechorodar por una empinada cuesta. De alguna maneraaterricé boca abajo, la antena se dobló en unángulo muy oblicuo y retorció el agujero del traje,sellándolo débilmente. La sangre que me manaba copiosamente de laherida alcanzó el agujero del traje y el agua quecontenía se evaporó rápidamente debido a lacirculación de aire y la baja presión. Quedó unresiduo espeso. La sangre que siguió llegandotambién se redujo a pasta y terminó por sellar elagujero y reducir el escape hasta un punto que eltraje era capaz de compensar. El traje cumplió con su función de maneraadmirable. Al registrar el descenso de presión, seestuvo rellenando constantemente con aire de midepósito de nitrógeno para equilibrar la presióninterna con la externa. Cuando el escape se volviócontrolable, el traje solo tuvo que introducirlentamente aire nuevo para compensar el perdido.

Page 33: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Al cabo de un rato, los absorbedores de CO2(dióxido de carbono) del traje se agotaron. Ese esrealmente el factor que limita el soporte vital: lacuestión no es la cantidad de oxígeno que llevas,sino la cantidad de CO2 que puedes eliminar. Enel Hab tengo un oxigenador, un gran aparato quedescompone el CO2 para recuperar el oxígeno.Pero los trajes espaciales hay que poder llevarlospuestos, así que utilizan un proceso de absorciónquímica simple con filtros descartables. Habíaestado dormido el tiempo suficiente para que misfiltros estuvieran inservibles. El traje percibió este problema y entró en unmodo de emergencia que los ingenieros llaman «desangradura». Sin forma de eliminar el CO2, eltraje deliberadamente soltó aire a la atmósferamarciana y se rellenó con nitrógeno. Entre elescape y la sangradura, no tardó en quedarse sinnitrógeno. No le quedaba más que mi depósito deoxígeno, así que hizo lo único que podía hacerpara mantenerme vivo. Empezó a rellenarse conoxígeno puro. En ese momento corrí el riesgo demorir por la toxicidad del oxígeno, porque su

Page 34: El Marciano(c.1) - Andy Weir

elevada saturación amenazaba con quemarme elsistema nervioso, los pulmones y los ojos. Unamuerte irónica para alguien metido en un trajeespacial no estanco: por demasiado oxígeno. Seguramente en cada etapa del proceso habíansonado alarmas, alertas y advertencias, pero fue laadvertencia de nivel excesivo de oxígeno la queme despertó. La cantidad de entrenamiento para una misiónespacial es asombrosa. Me había pasado unasemana en la Tierra practicando simulacros deemergencias con el traje espacial. Sabía qué hacer. Buscando cuidadosamente en el lateral delcasco, cogí el kit de reparación de fugas. Es unsimple embudo con una válvula en el extremoestrecho y una resina increíblemente pegajosa enel extremo ancho. La idea es poner el extremoancho sobre un agujero, de modo que el aire puedaescapar por la válvula abierta del extremo finopara que la resina selle bien el agujero. Luegocierras la válvula y adiós fuga. Lo complicado era extraer la antena. Tiré de ellacon decisión, estremeciéndome porque la

Page 35: El Marciano(c.1) - Andy Weir

repentina bajada de presión me mareó y la heridadel costado me hizo gritar de dolor. Cubrí con el kit de fuga el agujero y lo sellé.Resistió. El traje suplió el aire que faltaba conmás oxígeno. Leyendo los indicadores del brazo,vi que había alcanzado un 85 % de saturación.Para que sirva de referencia, la atmósfera de laTierra tiene alrededor de un 21 % de oxígeno. Nome ocurriría nada siempre y cuando no pasarademasiado tiempo sometido a aquellascondiciones. Subí tropezando por la colina hacia el Hab. Alcoronar la cima, vi algo que me hizo muy feliz yalgo que me entristeció mucho: el Hab estabaintacto (¡yuju!) y el VAM había desaparecido(¡aaah!). En ese mismo momento supe que estaba jodido.Pero no quería morir en la superficie. Volvírenqueando al Hab y entré a trompicones por unade las esclusas. En cuanto se hubo igualado lapresión me quité el casco. Una vez dentro del Hab, me quité el traje y memiré por primera vez la herida. Necesitaría puntos

Page 36: El Marciano(c.1) - Andy Weir

de sutura. Por fortuna, a todos nosotros nos habíanpreparado para los procedimientos médicosbásicos, y el Hab disponía de excelentessuministros médicos. Una rápida inyección deanestesia local, irrigar la herida, nueve puntos desutura y listo. Tomaría antibióticos durante un parde semanas, pero, aparte de eso, estaría bien. Sabía que era inútil, pero traté de arreglar lascomunicaciones. Ninguna señal, por supuesto. Laantena parabólica principal del satélite estabarota, ¿recuerdas? Y había arrastrado consigo laantena de recepción. El Hab contaba con sistemasde comunicaciones secundarios y terciarios, peroambos eran para hablar con el VAM, cuyossistemas, mucho más potentes, retransmiten a laHermes. La cuestión es que solo funciona si elVAM está cerca. No tenía forma de hablar con la Hermes. Contiempo quizá localizara la antena en la superficie,pero tardaría semanas en repararla y ya seríademasiado tarde. Cancelada la operación, laHermes abandonaría la órbita en veinticuatrohoras. La dinámica orbital hace que el viaje sea

Page 37: El Marciano(c.1) - Andy Weir

más seguro y más corto cuanto antes la abandonas,así que ¿por qué esperar? Al verificar mi traje, vi que la antena habíaatravesado mi ordenador de biomonitorización.Durante una EVA (actividad extravehicular), todoslos trajes de la tripulación estaban conectados, demodo que todos podíamos ver el estado de losdemás. El resto de la tripulación tenía que habervisto que la presión de mi traje caía hasta casicero y que inmediatamente mis signos vitalesadoptaban la forma de una línea plana. Si a eso seañade verme caer por una colina con una lanzaclavada en el costado en medio de una tormenta dearena... Sí. Me habrían dado por muerto. ¿Cómopodía ser de otra manera? Hasta es posible que tuvieran una brevediscusión respecto a recuperar mi cadáver, perolas normas son claras. En caso de que muera unmiembro de la tripulación en Marte, se queda enMarte. Dejar su cadáver reduce la carga del VAMen el viaje de vuelta. Eso supone disponer de máscombustible y de un margen de error más ampliopara la propulsión de retorno. No tiene sentido

Page 38: El Marciano(c.1) - Andy Weir

renunciar a eso por sentimentalismo. Así que esta es la situación. Estoy atrapado enMarte. No tengo forma de comunicarme con laHermes ni con la Tierra. Todos piensan que estoymuerto. Estoy en un Hab diseñado para durartreinta días. Si el oxigenador se rompe, me asfixiaré. Si elpurificador de agua se rompe, moriré de sed. Si elHab pierde estanqueidad, más o menos explotaré.Si no ocurre ninguna de esas cosas, finalmente mequedaré sin comida y moriré de hambre. Así que sí. Estoy jodido.

Page 39: El Marciano(c.1) - Andy Weir

2 ENTRADA DE DIARIO: SOL 7 Vale, he dormido bien esta noche y la situaciónno parece tan desesperada como ayer. Hoy he estudiado el estado de los suministros yhe realizado una rápida EVA para verificar elequipamiento externo. Mi situación es la siguiente: Estaba previsto que la misión en superficiedurara treinta y un días. Por seguridad, las sondasde suministro contenían suficientes provisionespara alimentar a toda la tripulación durantecincuenta y seis. De ese modo, si una o dos sondasfallaban, íbamos a tener comida suficiente paracompletar la misión. Habían pasado seis días cuando se abrió la cajade Pandora, de manera que queda suficientecomida para seis personas durante cincuenta días.

Page 40: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Estoy solo, así que me durará trescientos días. Yeso si no la raciono. Así que me queda bastantetiempo. También tengo bastantes trajes EVA. Cadamiembro de la tripulación tenía dos trajesespaciales: uno de vuelo, para llevar durante eldescenso y el ascenso, y el mucho más voluminosoy más robusto traje EVA para las operaciones desuperficie. Mi traje de vuelo tiene un agujero, ypor supuesto los miembros de la tripulaciónllevaban los otros cinco cuando regresaron a laHermes, pero los seis trajes EVA siguen aquí y enperfecto estado. El Hab ha soportado bien la tormenta. Fuera, lasituación no es tan de color de rosa. No encuentrola antena parabólica satelital. Probablemente fuearrastrada muchos kilómetros. El VAM ha desaparecido, por supuesto. Miscompañeros de tripulación se marcharon en él a laHermes. Sin embargo, la mitad inferior (el tren deaterrizaje) sigue aquí. No hay razón para llevarseesa parte cuando el peso es el enemigo. Incluye elmotor de aterrizaje, la planta de combustible y

Page 41: El Marciano(c.1) - Andy Weir

cualquier otra cosa que la NASA considerainnecesaria para el viaje de vuelta a la órbita. El VDM ha volcado y tiene una fisura en elcasco. Parece que la tormenta arrancó el carenadodel paracaídas de reserva (el que no tuvimos queutilizar en el aterrizaje). Una vez expuesto, elparacaídas arrastró al VDM de acá para allá hastaaplastarlo contra las rocas de la zona. No es que elVDM fuera a servirme de mucho. Los propulsoresno pueden ni levantar su propio peso. Pero algunoscomponentes podrían haberme sido útiles. Aúnpodrían sérmelo. Ambos vehículos de superficie estánsemienterrados en la arena, pero por lo demás seencuentran en buen estado. Los cierres de presiónestán intactos. Tiene sentido. El protocolooperativo dicta que, cuando se desata unatormenta, hay que detener todo movimiento yesperar a que pase. Están hechos para soportarcualquier cosa. Podré desenterrarlos en un día detrabajo, más o menos. He perdido el contacto con las estacionesmeteorológicas situadas a un kilómetro de

Page 42: El Marciano(c.1) - Andy Weir

distancia del Hab en las cuatro direcciones.Podrían estar en perfecto estado por lo que sé. Lascomunicaciones del Hab son tan débiles ahoramismo que probablemente no alcanzan unkilómetro. El panel solar fotovoltaico estaba cubierto dearena. La capa de arena lo inutilizaba (pista: lascélulas fotovoltaicas necesitan luz solar paragenerar electricidad), pero después de limpiarloha recuperado plenamente la eficiencia. Sea lo quesea que termine haciendo, tendré mucha energíapara ello. Doscientos metros cuadrados de placassolares, con células de combustible de hidrógenopara almacenar una gran reserva. Lo único quedebo hacer es limpiarlas cada varios días. La situación dentro es óptima gracias al diseñorobusto del Hab. He realizado un diagnóstico completo deloxigenador. Dos veces. Está en perfecto estado. Sifalla por algún motivo, hay uno de repuesto quepuedo usar un rato mientras reparo el principal,porque es solamente para emergencias. De hecho,el de repuesto no rompe las moléculas de CO2

Page 43: El Marciano(c.1) - Andy Weir

para recuperar el oxígeno. Solo absorbe el CO2,como los trajes espaciales. Está diseñado paradurar cinco días antes de que se saturen los filtros,y eso significa que a mí me durará treinta (una solapersona respirando en lugar de seis). Así que haycierta seguridad en ese aspecto. El purificador de agua también funciona bien. Lamala noticia es que no hay otro de repuesto. Sideja de funcionar, beberé agua de reserva mientrasfabrico una destilería rudimentaria para hervirorina. También perderé medio litro de agua diariopor la respiración hasta que la humedad en el Habalcance su máximo y el agua empiece acondensarse en las superficies. Entonces lamerélas paredes. Sí. De todos modos, por ahora, notengo problemas con el purificador de agua. ¡Ah, sí! Comida, agua, cobijo, todo eso estácontrolado. Voy a empezar a racionar laalimentación ahora mismo. Las raciones ya sonmínimas, pero creo que puedo tomar tres cuartosde cada comida sin que me pase nada. Haciendoeso debería estirar mis trescientos días de comidahasta cuatrocientos. Buscando en la zona médica,

Page 44: El Marciano(c.1) - Andy Weir

encontré el frasco principal de vitaminas. Haysuficientes multivitaminas para años. Así que notendré problemas nutricionales (aunque de todosmodos me moriré de hambre cuando me quede sincomida, por más vitaminas que tome). En la zona médica hay morfina para emergenciasy es suficiente para una dosis letal. No voy amorirme de hambre lentamente, te lo aseguro. Sillego a ese punto, terminaré de una manera másfácil. Todos en la misión tenían dos especialidades. Yosoy botánico e ingeniero mecánico; básicamente,el manitas de la misión que juega con plantas. Laingeniería mecánica podría salvarme la vida sialgo se rompe. He estado pensando en cómo sobrevivir a estasituación. No es completamente desesperada.Habrá humanos en Marte dentro de unos cuatroaños, cuando llegue la misión Ares 4 (suponiendoque no cancelen el programa a consecuencia de mi«muerte»). La misión Ares 4 aterrizará en el cráterSchiaparelli, que está a unos 3.200 kilómetros del

Page 45: El Marciano(c.1) - Andy Weir

lugar donde me encuentro: la Acidalia Planitia. Notengo forma de llegar allí por mis propios medios.Pero si pudiera comunicarme, tal vez consiguieraque me rescataran. No estoy seguro de cómo se lasarreglarían para hacerlo con los recursosdisponibles, pero en la NASA hay un montón degente lista. Así que esa es mi misión ahora: encontrar unaforma de comunicarme con la Tierra. Si no puedoconseguirlo, encontrar una forma de comunicarmecon la Hermes cuando regrese dentro de cuatroaños con la tripulación de la misión Ares 4. Por supuesto, no tengo ningún plan parasobrevivir cuatro años con comida para un año.Pero vayamos paso a paso. Por ahora estoy bienalimentado y tengo un propósito: reparar lamaldita radio. ENTRADA DE DIARIO: SOL 10 Bueno, he hecho tres EVA y no he encontrado nirastro de la antena parabólica de comunicaciones.

Page 46: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Desenterré uno de los vehículos de superficie ydi un montón de vueltas, pero después de vagardurante días, creo que es el momento de renunciar.La tormenta probablemente arrastró lejos la antenay borró cualquier marca de arrastre o rozadura quepudiera haberme servido de pista. Seguramentetambién la enterró. Pasé la mayor parte del día con lo que quedabadel equipo de comunicaciones. Es realmente unpanorama deprimente. Para el caso, podría habergritado hacia la Tierra y me hubiera servido igual. También podría montar una parabólicarudimentaria con el metal que hay en torno a labase, pero no se trata de fabricar un walkie-talkie.Comunicarse con la Tierra desde Marte escomplicado y hacerlo requiere un equipoextremadamente especializado. No me lasarreglaré con papel de estaño y chicle. Tengo que ser prudente con las EVA igual quecon la comida. Los filtros de CO2 no puedenlimpiarse. Cuando se saturan, se acabó. La misióntenía prevista una EVA de cuatro horas pormiembro de la tripulación y día. Por fortuna, los

Page 47: El Marciano(c.1) - Andy Weir

filtros de CO2 son ligeros y pequeños, con lo cualla NASA se dio el lujo de enviar más de los quenecesitábamos. En total, tengo filtros de CO2 paraunas mil quinientas horas. Después cualquier EVAque haga será a costa de una sangradura de aire. Mil quinientas horas puede parecer muchotiempo, pero me enfrento a pasar al menos cuatroaños aquí si quiero tener alguna esperanza de serrescatado, y debo dedicar un mínimo de variashoras por semana a limpiar los panelesfotovoltaicos. En fin. Nada de EVA superfluas. En otro orden de cosas, estoy empezando a darlevueltas a una idea para la comida. Misconocimientos botánicos podrían resultarme útilesal final. ¿Por qué llevar un botánico a Marte? Al fin y alcabo, el planeta es famoso porque no crece nadaen él. Bueno, la idea era descubrir cómo lograrque creciera algo en la gravedad de Marte y verqué podíamos hacer, si es que podíamos haceralgo, con el suelo marciano. Este contiene los

Page 48: El Marciano(c.1) - Andy Weir

elementos básicos necesarios para que crezca unaplanta, pero hay muchas cosas en el suelo terrestrede las que carece el marciano, ni siquiera cuandose lo somete a una atmósfera terrestre y se leaporta mucha agua. La actividad bacteriana,ciertos nutrientes proporcionados por la vidaanimal, etcétera: nada de eso se da en Marte. Unade mis tareas en la misión consistía en ver cómocrecían las plantas aquí en combinaciones de sueloy atmósfera de la Tierra y de Marte diversas. Poreso tengo una pequeña cantidad de suelo de laTierra y un puñado de semillas para plantar. Más vale que no me entusiasme demasiado, sinembargo. Se trata de la cantidad de tierra que cabeen una jardinera y las únicas semillas que tengoson de hierbas y helechos, las plantas más toscas yque crecen con más facilidad en la Tierra, por esola NASA las escogió como sujetos de pruebas. Así que tengo dos problemas: insuficiente tierray nada comestible que plantar en ella. Pero soy botánico, maldita sea. Debería poderencontrar una forma de conseguirlo. Si no lo hago,seré un botánico realmente hambriento dentro de

Page 49: El Marciano(c.1) - Andy Weir

aproximadamente un año. ENTRADA DE DIARIO: SOL 11 Me pregunto qué estarán haciendo los Cubs. ENTRADA DE DIARIO: SOL 14 Obtuve mi diplomatura en la Universidad deChicago. La mitad de los que estudiaban botánicaeran hippies que creían factible retornar a unsistema mundial natural y de algún modo alimentara siete mil millones de personas mediante elcultivo ecológico. Pasaban la mayor parte de sutiempo ideando maneras mejores de cultivarmaría. No me caían bien. Yo siempre estuve por laciencia, no por esa chorrada del Nuevo OrdenMundial. Cuando formaban montones de compost ytrataban de conservar hasta la última gota demateria viva, me reía de ellos: «¡Mira qué tontoslos hippies! Fíjate en sus intentos patéticos de

Page 50: El Marciano(c.1) - Andy Weir

simular un ecosistema mundial complejo en supatio trasero.» Por supuesto, ahora estoy haciendo exactamenteeso. Estoy guardando hasta el último resto debiomateria que puedo encontrar. Cada vez quetermino una comida, los restos van al cubo decompost. En cuanto al otro material biológico... El Hab tiene lavabos sofisticados. Losexcrementos normalmente se secan al vacío, luegose acumulan en bolsas cerradas para serdescartadas en la superficie. ¡Se acabó! De hecho, incluso hice una EVA para recuperarla bolsas de excrementos de antes de que semarchara la tripulación. Completamentedesecadas, estas heces ya no contenían bacterias,pero sí proteínas complejas, así que serviríancomo estiércol. Encontré un gran contenedor y metí en él un pocode agua, luego añadí los excrementos secos. Desdeentonces, le he añadido también mis heces. Cuantopeor huela, mejor irán las cosas. ¡Eso es que lasbacterias trabajan!

Page 51: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Cuando introduzca un poco de tierra de Marteaquí, puedo mezclarla con las heces, extenderla ycubrirlo todo con suelo terrestre. A lo mejor no teparece un paso importante, pero lo es. En el sueloterrestre viven decenas de especies de bacteriasfundamentales para el crecimiento de plantas. Seextenderán y se reproducirán como..., bueno, comouna infección bacteriana. La gente ha estado usando detritos humanoscomo fertilizante durante siglos. No es la formaideal de cultivar porque propaga enfermedades:las heces humanas contienen patógenos que, lo hasadivinado, infectan a otros humanos. Pero no es unproblema en mi caso: los únicos patógenos deestos excrementos son los que ya tengo. Dentro de una semana el suelo marciano estarápreparado para que germinen plantas en él.Todavía no sembraré, sin embargo: traeré mássuelo sin vida del exterior y lo cubriré con partedel suelo vivo. «Infectará» el suelo nuevo y tendréel doble del que tenía al comienzo. Al cabo de otrasemana, lo doblaré otra vez, y así sucesivamente.Por supuesto, durante ese tiempo iré añadiendo

Page 52: El Marciano(c.1) - Andy Weir

todo el nuevo estiércol al proyecto. Mi trasero está contribuyendo a mantenermevivo tanto como mi cerebro. Esto no es ningún concepto nuevo que se meacabe de ocurrir. La gente lleva décadasespeculando acerca de cómo obtener suelo aptopara el cultivo de la tierra marciana. Simplemente,lo pondré en práctica por primera vez. Busqué entre las provisiones de alimento yencontré toda clase de cosas que puedo plantar.Guisantes, por ejemplo. Muchas alubias también.Varias patatas. Si después de la terribleexperiencia germinaran, sería genial. Con unsuministro de vitaminas casi infinito, todo lo quenecesito son calorías de cualquier tipo parasobrevivir. El espacio de suelo total del Hab es dealrededor de noventa y dos metros cuadrados.Planeo dedicarlo por completo a este empeño. Nome importa pisar tierra. Será mucho trabajo, perovoy a tener que cubrir toda la superficie con unacapa de 10 centímetros de grosor, lo que implicatransportar 9,2 metros cúbicos de suelo marciano

Page 53: El Marciano(c.1) - Andy Weir

al Hab. Puedo entrar quizá la décima parte de unmetro cúbico por la esclusa cada vez, así quereunir la cantidad total necesaria será un trabajoagotador. Pero, al final, si todo sale según mi plan,tendré 92 metros cuadrados de suelo cultivable. ¡Diablos, sí que soy un botánico! ¡Cuidado conmis poderes botánicos! ENTRADA DE DIARIO: SOL 15 Uf. Esto es un trabajo agotador. Hoy me he pasado doce horas en salidas EVApara traer suelo al Hab. Solo he conseguido cubrirun rincón de la base de unos cinco metroscuadrados. A este paso tardaré semanas en entrarlotodo, aunque, bueno..., tiempo es lo único quetengo. Las primeras EVA han sido bastante ineficaces:iba llenando pequeños recipientes y entrándolospor la esclusa. Luego me he espabilado y hedejado un recipiente grande en la esclusa que heido llenando con el contenido de otros más

Page 54: El Marciano(c.1) - Andy Weir

pequeños. Eso ha acelerado mucho las cosasporque la esclusa tarda unos diez minutos enabrirse y cerrarse. Me duele todo. Y las palas que tengo estánhechas para tomar muestras, no para cavar enserio. La espalda me está matando. He buscado enlos suministros médicos y he encontrado Vicodin.La he tomado hace diez minutos. Debería hacermeefecto pronto. De todos modos, me gusta ver el progreso. Eshora de empezar a poner bacterias a trabajar conestos minerales. Después de comer. Nada de trescuartos de ración: hoy me he ganado una comidacompleta. ENTRADA DE DIARIO: SOL 16 Una complicación en la que no había pensado: elagua. Durante un millón de años en la superficie deMarte, el suelo ha perdido toda el agua. Puesto quesoy diplomado en botánica estoy bastante seguro

Page 55: El Marciano(c.1) - Andy Weir

de que las plantas necesitan suelo húmedo paracrecer, ya no digamos las bacterias que tienen quevivir en ese suelo para empezar. Por fortuna, tengo agua, pero no tanta comoquisiera. Para ser viable, el suelo necesita 40litros de agua por metro cúbico. Mi plan generalrequiere 9,2 metros cúbicos de suelo. Así quenecesitaré 368 litros de agua para alimentarlo. El Hab tiene un purificador de agua excelente, lamejor tecnología disponible en la Tierra, así queen la NASA pensaron: «¿Para qué mandar una grancantidad de agua? Mejor enviar solo la necesariapara una emergencia.» Los humanos necesitan treslitros de agua al día para estar cómodos. Nosasignaron 50 litros por cabeza, lo que hace un totalde 300 litros en el Hab. Estoy dispuesto a dedicarla toda menos 50 litros(por precaución) a la causa. Eso significa quepuedo regar 62,5 metros cuadrados de terrenohasta una profundidad de 10 centímetros:alrededor de dos tercios del suelo del Hab. Tendráque bastar. Ese es el plan a largo plazo. Para hoy,mi objetivo son cinco metros cuadrados.

Page 56: El Marciano(c.1) - Andy Weir

He apilado mantas y uniformes de miscompañeros de tripulación ausentes para crear unode los bordes de la zona de siembra. Las paredescurvas del Hab completan el perímetro. Es lo másparecido a cinco metros cuadrados que puedodelimitar. He llenado con una capa de arena de 10centímetros el espacio. Luego he sacrificado 20litros de preciosa agua a los dioses del suelo. Después las cosas se han puesto feas. Hevaciado mi gran contenedor de excrementos en elsuelo y casi he vomitado por el olor. He mezcladoarena y heces con una pala y he extendido una caparegular. Más tarde he esparcido suelo de la Tierraencima. A trabajar, bacterias. Cuento con vosotras.El hedor también va a permanecer algún tiempo.No puedo abrir una ventana. En cualquier caso,uno se acostumbra. En otro orden de cosas, hoy es el Día de Acciónde Gracias. Mi familia estará reunida en Chicagopara la fiesta habitual en casa de mis padres.Supongo que no será muy alegre, teniendo encuenta que llevo diez días muerto. ¡Demonios,probablemente acaba de terminar mi funeral!

Page 57: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Me pregunto si alguna vez descubrirán lo queocurrió en realidad. He estado tan ocupadomanteniéndome vivo que no he pensado en cómodebe de ser esto para mis padres. Ahora mismoestán sufriendo el peor dolor que se puedesoportar. Daría cualquier cosa para que supieranque sigo vivo. Tendré que sobrevivir para compensarlos poresto. ENTRADA DE DIARIO: SOL 22 ¡Vaya! Las cosas salen. Tengo toda la arena dentro y preparada. Dostercios de la base son ya de tierra y hoy la hedoblado en cantidad por primera vez. Ha pasadouna semana y el antiguo suelo marciano es rico yestupendo. Bastará con doblarlo dos veces máspara cubrir todo el campo. Todo ese trabajo ha sido fantástico para mimoral. Me ha mantenido ocupado, con algo quehacer. Pero cuando las cosas se han asentado un

Page 58: El Marciano(c.1) - Andy Weir

poco y me he puesto a cenar escuchando unacolección de música de los Beatles de Johanssen,me he deprimido otra vez. Haciendo cálculos, nada de esto evitará quemuera de hambre. Mi mejor apuesta calórica son las patatas.Crecen prolíficamente y tienen un contenidocalórico razonable (770 calorías por kilo). Estoyseguro de que las que tengo germinarán. Elproblema es que no puedo cultivar suficientes. En62 metros cuadrados podría cultivar quizá 150kilos de patatas en 400 días (el tiempo que tengoantes de quedarme sin comida). Suman un total de115.500 calorías, un promedio sostenible de 288calorías por día. Con mi estatura y mi peso, yestando dispuesto a pasar un poco de hambre,necesito 1.500 calorías diarias. Ni siquiera me acerco a la cantidad necesaria,así que no podré vivir del producto de la tierrapara siempre, aunque sí prolongar mi vida. Laspatatas me durarán setenta y seis días. Las patatas siguen produciendo, así que en esos76 días puedo cultivar otras 22.000 calorías de

Page 59: El Marciano(c.1) - Andy Weir

tubérculos para alimentarme 15 días más. Despuésya no merece la pena que siga contando; en totalme servirán para unos 90 días. Así que empezaré a morirme de hambre en sol490 en lugar de hacerlo en sol 400. Es unprogreso, pero cualquier esperanza desupervivencia se basa en que sobreviva hasta sol1.412, cuando aterrice la misión Ares 4. Son alrededor de mil días de comida de la quecarezco y para cuya obtención no tengo plan. Mierda.

Page 60: El Marciano(c.1) - Andy Weir

3 ENTRADA DE DIARIO: SOL 25 ¿Recuerdas esas preguntas de la clase deálgebra? El agua entra en un depósito a ciertoritmo y sale a un ritmo diferente y tienes queaveriguar cuándo se vaciará. Bueno, ese conceptoes fundamental para el proyecto «Mark Watney nomuere» en el que estoy trabajando. Necesito crear calorías, las suficientes paravivir los 1.387 soles que faltan para que llegue lamisión Ares 4. Si no me rescata la Ares 4, estoyirremisiblemente muerto. Un sol dura 39 minutosmás que un día, así que 1.387 soles equivalen a1.425 días. Ese es mi objetivo: obtener 1.425 díasde comida. Tengo muchas multivitaminas, más del doble delas que necesito, y cada pack de comida contienecinco veces el mínimo de las proteínas que me

Page 61: El Marciano(c.1) - Andy Weir

hacen falta. Con un racionamiento cuidadoso delas porciones tendré cubiertas mis necesidadesproteicas por lo menos cuatro años. Mi nutriciónbásica está garantizada. Solo debo conseguircalorías. Necesito 1.500 calorías al día. Tengo comidapara 400 días, para empezar. Entonces, ¿cuántascalorías diarias tengo que generar a lo largo detodo el período para permanecer con vidaalrededor de 1.425 días? Te ahorraré los cálculos. La respuesta es quealrededor de 1.100. Necesito crear 1.100 caloríaspor día con mi granja para sobrevivir hasta quellegue la Ares 4. En realidad, un poco más, porquehoy es sol 25 y todavía no he plantado nada. Con mis 62 metros cuadrados de tierra, llegaré aobtener unas 288 calorías diarias. Así que necesitocuatro veces mi actual plan de producción parasobrevivir. Eso significa que necesito más superficie decultivo y más agua para hidratar el suelo. Serámejor que me ocupe de los problemas de uno enuno.

Page 62: El Marciano(c.1) - Andy Weir

¿De cuánta tierra cultivable puedo disponer? Hay 92 metros cuadrados en el Hab. Digamosque puedo utilizarlos todos. Además, hay cinco camas vacías. Supongamosque pongo suelo en ellas también. Miden 2 metroscuadrados cada una, lo que me da 10 metroscuadrados más. Así que tengo 102. En el Hab hay tres mesas de laboratorio de unos2 metros cuadrados cada una. Quiero una para mipropio uso; quedan dos para la causa. Son otroscuatro metros cuadrados. Ya tengo un total de 106. Dispongo de dos vehículos de superficie cuyoscierres de presión permiten a sus ocupantesconducir sin traje espacial durante largosperíodos. Hay en ellos muy poco espacio parasembrar y, además, quiero poder conducirlos, peroambos llevan una tienda de emergencia. Hay un montón de problemas para usar tiendasde campaña como terreno de cultivo, pero cadauna aporta 10 metros cuadrados de suelo.Suponiendo que pueda solventar los problemas,dispondré de otros 20 metros cuadrados, de 126metros cuadrados de tierra de cultivo en total.

Page 63: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Con 126 metros cuadrados de tierra cultivable sepuede trabajar. Sigo sin tener agua para humedecertodo ese suelo, pero, como he dicho, paso a paso. La siguiente cuestión que debo tener en cuenta eslo eficiente que puedo llegar a ser cultivandopatatas. He basado mis cálculos de cultivo en laindustria de patatas terrestre. Pero las granjas depatatas no están metidas en una carrera desupervivencia desesperada como yo. ¿Puedoobtener un rendimiento mayor? Prestar atención a cada planta en particular, paraempezar. Recortarlas y mantenerlas sanas y que nocompitan entre sí. Además, cuando sus cuerposflorecientes alcancen la superficie, replantarlas amás profundidad y plantar plantas más jóvenesencima. A los cultivadores de patatas normales noles merece la pena hacerlo, porque literalmenteestán trabajando con millones de plantas. Además, esta clase de cultivo agota el suelo.Cualquier granjero que lo usara convertiría sutierra en un yermo en doce años. No es sostenible,pero ¿a quién le importa? Solo necesito sobrevivircuatro años.

Page 64: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Calculo que obtendré un 50 % más derendimiento usando esta táctica. Y teniendo 126metros cuadrados de tierra cultivable (algo másdel doble que los 62 metros cuadrados que tengoahora) conseguiré más de 850 calorías diarias. Es un verdadero progreso. Todavía estoy enpeligro de inanición, pero en el rango de lasupervivencia. Podría conseguir quedar al bordede la inanición pero sin llegar a morir. Podríareducir mi consumo calórico reduciendo al mínimoel trabajo manual. Podría subir la temperatura delHab más de lo normal, para gastar menos energíaen mantener la corporal. Podría cortarme un brazoy comérmelo: obtendría calorías valiosas altiempo que reduciría mi necesidad calórica. No, la verdad es que no. Así que digamos que puedo conseguir toda esacantidad de tierra de cultivo. Parece razonable.¿Dónde consigo agua? Para pasar de 62 a 126metros cuadrados de tierra cultivable con unaprofundidad de 10 centímetros, necesitaré 6,4metros cúbicos más de suelo (cavar más, vaya),que a su vez requerirá otros 250 litros de agua.

Page 65: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Los 50 litros que tengo son para beber si elpurificador de agua se estropea, así que de los 250litros que necesito me faltan 250. Vaya. Me voy a acostar. ENTRADA DE DIARIO: SOL 26 Ha sido un día agotador pero productivo. Estaba harto de pensar, así que en lugar deintentar averiguar de dónde sacar 250 litros deagua, me he dedicado a trabajar. Necesito meter unmontón de suelo en el Hab, aunque ahora sea secoy estéril. He metido un metro cúbico antes de quedarexhausto. Luego se ha desatado una tormenta de arenamenor que ha cubierto de polvo las placas solaresdurante una hora. Así que he tenido que vestirmeotra vez y salir para otra EVA. He estado depésimo humor todo el tiempo. Barrer un enormecampo de placas fotovoltaicas es aburrido yfísicamente exigente. Pero, una vez hecho el

Page 66: El Marciano(c.1) - Andy Weir

trabajo, he vuelto a mi pequeño «Hab de lapradera». Era el momento de doblar una vez más la tierra,así que me ha parecido que podía quitármelo deencima. He tardado una hora. Cuando doble latierra la próxima vez, todo el suelo usable estarálisto. Además, me ha parecido que ya era hora deempezar una cosecha de semillas. He agrandado elterreno lo suficiente para permitirme dejar unrinconcito libre. Tenía doce patatas con las quetrabajar. Soy un tipo afortunado: no están congeladas nienmohecidas. ¿Por qué la NASA envió docepatatas enteras, refrigeradas pero sin congelar? ¿Ypor qué las envió con nosotros, en un cargamentosometido a presión, en lugar de hacerlo en uncajón con el resto de los suministros del Hab?Porque el Día de Acción de Gracias iba acoincidir con nuestras operaciones de superficie, ylos cerebros de la NASA pensaron que sería buenoque comiéramos juntos. No solo que comiéramos,sino que cocináramos. Probablemente algún

Page 67: El Marciano(c.1) - Andy Weir

sentido tiene, pero ¿a quién le importa? He cortado cada patata en cuatro trozos,asegurándome de que cada trozo tuviera al menosdos ojos, a partir de los cuales la planta sedesarrollará. He dejado que se secaran un pocodurante unas horas, luego los he sembrado, bienespaciados, en la esquina. ¡Que Dios os ayude,patatitas! Mi vida depende de vosotras. Normalmente, hacen falta al menos 90 días paraconseguir patatas de tamaño medio. Pero no puedoesperar tanto. Necesitaré cortar todas las patatasde esta cosecha para sembrar el resto del campo. Subiendo la temperatura del Hab hasta unosagradables 25,5 °C, conseguiré que las plantascrezcan más deprisa. Además, las luces internasproporcionarán mucha «luz solar», y me aseguraréde que tengan abundante agua (en cuanto descubrade dónde sacarla). No soportarán el mal tiempo, nihabrá parásitos que las acosen, ni malas hierbasque compitan con ellas por el suelo o losnutrientes. Con todos estos aspectos a su favor,deberían dar tubérculos sanos y germinables encuarenta días.

Page 68: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Me ha parecido que ya bastaba de GranjeroMark por hoy. Una comida completa para cenar. Me la habíaganado. Además, había quemado una tonelada decalorías y quería recuperarlas. He hurgado en el material de la comandanteLewis hasta encontrar su memoria de datospersonal. Todos teníamos que traernos elentretenienimiento digital que quisiéramos, yestaba cansado de escuchar los álbumes de losBeatles de Johanssen. A ver qué tenía Lewis. Programas de televisión basura. Eso era lo quetenía. Incontables programas de televisión de haceuna eternidad. Bueno. Los mendigos no pueden elegir. Que seaTres son multitud. ENTRADA DE DIARIO: SOL 29 Durante los últimos días he entrado toda la tierra

Page 69: El Marciano(c.1) - Andy Weir

que necesito. Preparé las mesas y literas para quesoportaran el peso e incluso las cubrí de tierra.Todavía no dispongo de agua para que sea viable,pero tengo algunas ideas; ideas francamente malas,pero ideas al fin. El gran éxito de hoy ha sido preparar las tiendasde montaje automático. El problema con las tiendas de los vehículos desuperficie es que no están diseñadas para su usofrecuente. La idea era lanzar una tienda, meterte dentro yesperar el rescate. La esclusa consistesimplemente en dos puertas y unas válvulas.Igualar la presión del aire, meterte en la esclusa,igualar la del otro lado, salir fuera. Esto significaque pierdes mucho aire en cada uso. Y tendré quemeterme allí al menos una vez al día. El volumentotal de cada tienda es muy pequeño, de maneraque no puedo permitirme perder aire. He pasado horas tratando de concebir cómoconectar la esclusa de la tienda a la esclusa delHab. Hay tres en el Hab. Estoy dispuesto a dedicardos a las tiendas. Eso sería estupendo.

Page 70: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Lo frustrante es que las esclusas de la tienda síque pueden conectarse a otras esclusas de aire.Podría haber heridos o podrían faltar trajesespaciales. Tienes que poder sacar a la gente sinexponerla a la atmósfera marciana. El problema es que las tiendas se diseñaron paraque tus compañeros de tripulación acudieran alrescate en un vehículo de superficie. Las esclusasdel Hab son mucho más grandes y completamentediferentes de las de los vehículos de superficie.Pensándolo bien, la verdad es que no hay ningunarazón para conectar una tienda al Hab, a menosque te quedes atrapado en Marte, que todo elmundo te haya dado por muerto y estés luchandodesesperadamente contra el tiempo y los elementospara mantenerte vivo. Pero, ya ves tú: aparte deeste caso extremo, no hay ninguna razón. De modo que finalmente decidí encajar el golpe.Perderé algo de aire cada vez que entre o salga dela tienda. La buena noticia es que cada una tieneuna potente válvula de entrada de aire en la parteexterior. No olvides que son refugios deemergencia. Sus ocupantes podrían necesitar aire,

Page 71: El Marciano(c.1) - Andy Weir

y un vehículo de superficie conectado a la entradade aire se lo proporcionaría mediante una línea deaire: un tubo que iguala el aire del vehículo con elde la tienda. El Hab y los vehículos de superficie usan lamisma válvula y los mismos tubos, con lo cualpude conectar las tiendas directamente al Hab. Asíse repondrá automáticamente el aire que pierdocon mis entradas y salidas (lo que la gente de laNASA llamamos ingreso y egreso). La NASA no se anduvo con chiquitas con estastiendas de emergencia. En el momento en que hepulsado el botón de pánico del vehículo, con unzumbido ensordecedor la tienda se ha desplegadoconectada al conducto de aire del vehículo desuperficie. Ha tardado unos dos segundos. He cerrado la esclusa del lado del vehículo y heconseguido una bonita tienda aislada. Conectar lamanguera de igualación de aire era trivial (por unavez estaba usando mi equipo del modo en queestaba diseñado para ser usado). Después de ir yvenir varias veces a través de la esclusa (con lapérdida de aire automáticamente compensada por

Page 72: El Marciano(c.1) - Andy Weir

el Hab) he entrado la tierra. He repetido el proceso con la otra tienda. Ha idocomo la seda. Suspiro..., agua. En el instituto jugaba mucho a Dragones yMazmorras. (No habrías dicho que este ingenierobotánico-mecánico era un poco rarito entonces, ¿aque no?, pero lo era.) En el juego era un clérigo.Uno de los hechizos que podía lanzar era el de«crear agua». Siempre lo encontré un hechizorealmente estúpido y nunca lo usé. ¡Lo que daríapor poder usarlo ahora en la vida real! Da igual. Es un problema para mañana. Esta noche veré de nuevo Tres son multitud. Lodejé anoche a mitad del episodio en que el señorRoper veía algo que sacaba de contexto. ENTRADA DE DIARIO: SOL 30 Tengo un plan estúpidamente peligroso paraconseguir el agua que necesito. Y digo peligrosoen serio. Pero no tengo elección. Me he quedado

Page 73: El Marciano(c.1) - Andy Weir

sin ideas y debo volver a doblar la cantidad detierra dentro de unos días. Cuando lo haga porúltima vez, tendré el doble de todo el nuevo sueloque traje. Si no lo humedezco antes, simplementemorirá. No hay mucha agua aquí en Marte. Hay hielo enlos polos, pero están demasiado lejos. Si quieroagua, tendré que crearla partiendo de cero. Porfortuna tengo la receta. Coges hidrógeno, le añadesoxígeno, lo quemas. Vamos por partes. Empezaré por el oxígeno. Tengo una buena reserva de O2, pero nosuficiente para preparar 250 litros de agua. Dosdepósitos de alta presión en un lado del Hab sontodo mi suministro (además del aire del Hab, porsupuesto). Cada depósito contiene 25 litros de O2líquido. El Hab solo lo usaría en caso deemergencia, porque ya tiene el oxigenador paramantener la atmósfera. Los depósitos de O2 estánpara alimentar los trajes espaciales y los vehículosde superficie. De todos modos, el oxígeno de reserva mebastaría para preparar 100 litros de agua

Page 74: El Marciano(c.1) - Andy Weir

solamente (50 litros de O2 generan 100 litros demoléculas de una sola O), con lo que no podríasalir al exterior, me quedaría sin ninguna reservade emergencia y obtendría menos de la mitad delagua que necesito. Descartado. Sin embargo, es más fácil encontrar oxígeno enMarte de lo que puedas pensar. La atmósferacontiene un 95 % de CO2. Y resulta que tengo unamáquina cuyo único propósito es liberar oxígenodel CO2. Sí, un oxigenador. Un problema: la atmósfera es muy ligera; ejercemenos de un uno por ciento de la presión queejerce sobre la Tierra. Así que es difícil atrapar elaire: pasarlo del exterior al interior es casiimposible. El único propósito del Hab esprecisamente impedir que eso ocurra. La pequeñacantidad de atmósfera de Marte que entra cuandouso una esclusa es insignificante. Ahí es donde entra en juego la planta generadorade combustible del VAM. Mis compañeros de tripulación se llevaron elVAM hace unas semanas, pero la mitad inferior sequedó aquí. La NASA no tiene la costumbre de

Page 75: El Marciano(c.1) - Andy Weir

poner en órbita masa innecesaria. El tren deaterrizaje, la rampa de ingreso y la planta decombustible siguen ahí. ¿Recuerdas que el VAMfabricaba su propio combustible con la ayuda de laatmósfera marciana? El primer paso consiste enreunir CO2 y almacenarlo en un depósito de altapresión. Cuando consiga conectar la planta decombustible a la corriente del Hab meproporcionará medio litro de CO2 líquido porhora indefinidamente. Dentro de diez soles habrápreparado 125 litros de CO2 de los que obtendré125 litros de O2 al procesarlo con el oxigenador. Con eso me bastará para preparar 250 litros deagua. Así que tengo un plan para conseguir eloxígeno. Conseguir el hidrógeno será un poco máscomplicado. Había pensado recurrir a las células decombustible de hidrógeno, pero necesito esasbaterías para mantener la potencia por la noche. Sino las tengo, el ambiente se enfriará demasiado.Podría abrigarme, pero el frío mataría miscultivos. Además, cada célula de combustible

Page 76: El Marciano(c.1) - Andy Weir

contiene solo una pequeña cantidad de H2.Simplemente no merece la pena sacrificar tantautilidad para obtener tan poca ganancia. La únicacosa que juega a mi favor es que no tengoproblemas de energía. No quiero renunciar a esaventaja, así que tendré que usar un métododiferente. He hablado con frecuencia del VAM, pero ahoraquiero hablar del VDM. Durante los veintitrés minutos más aterradoresde mi vida, cuatro de mis compañeros detripulación y yo intentamos no cagarnos encimamientras Martinez pilotaba el VDM hasta lasuperficie. Fue como estar en una centrifugadora. Primero descendimos de la Hermes y redujimosnuestra velocidad orbital para empezar a caer.Todo fue suave hasta que llegamos a la atmósfera.Si crees que las turbulencias son bruscas en unreactor de pasajeros que va a 720 km/h, imaginacómo serán a 28.000 km/h. Varios juegos de paracaídas se desplegaronautomáticamente para frenar nuestro descenso.Luego Martinez pilotó manualmente para llevarnos

Page 77: El Marciano(c.1) - Andy Weir

hasta el suelo usando los propulsores para frenarel descenso y controlar nuestro desplazamientolateral. Martinez se había entrenado para esodurante años y llevó a cabo su trabajoextraordinariamente bien. Superó todas lasexpectativas de un aterrizaje al dejarnos a solonueve metros del objetivo. El tipo estuvosencillamente magistral. ¡Gracias, Martinez! ¡Puede que me hayassalvado la vida! No por tu aterrizaje perfecto, sinoporque te sobró mucho combustible. Quedancientos de litros de hidracina sin utilizar. Cadamolécula de hidracina contiene cuatro átomos dehidrógeno. Así pues, cada litro de hidracinacontiene suficiente hidrógeno para generar doslitros de agua. He realizado una breve EVA hoy para hacercomprobaciones. Quedan 292 litros decombustible en los depósitos del VAM.¡Suficientes para producir casi 600 litros de agua!Mucho más de la que necesito. Solo hay una pega: liberar el hidrógeno de lahidracina es..., bueno, así funcionan los cohetes.

Page 78: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Produce mucho, mucho calor. Y es muy peligroso.Si lo hago en una atmósfera con oxígeno, el calor yel hidrógeno recién liberado explotarán. Habrámucha H2O al final, pero yo estaré demasiadomuerto para disfrutar de ella. En esencia, la hidracina es muy sencilla. Losalemanes ya la usaron en la Segunda GuerraMundial como propulsor de cohetes (y enocasiones volaron por los aires). Basta con pasarla por un catalizador (que puedoextraer del motor del VDM) para separarla ennitrógeno e hidrógeno. Te ahorraré la química,pero el resultado es que cinco moléculas dehidracina se convierten en cinco moléculas de N2inocuo y diez moléculas de encantador H2.Durante una etapa intermedia de este proceso esamoníaco. La química, que es una mala zorra, seasegura de que parte del amoníaco no reaccione ysiga siendo amoníaco. ¿Te gusta el olor delamoníaco? Bueno, será corriente en mi existenciacada vez más infernal. La química está de mi parte. La cuestión ahora escómo voy a conseguir que esta reacción se

Page 79: El Marciano(c.1) - Andy Weir

produzca lentamente y cómo voy a recoger elhidrógeno. La respuesta es que no lo sé. Supongo que ya se me ocurrirá algo. Eso omoriré. De todos modos y mucho más importante: nosoporto la sustitución de Chrissy por Cindy. Treses multitud nunca será lo mismo después de estefiasco. El tiempo lo dirá.

Page 80: El Marciano(c.1) - Andy Weir

4 ENTRADA DE DIARIO: SOL 32 Mi plan para obtener agua tiene un puñado deproblemas. Mi idea es conseguir 600 litros (cantidadlimitada por el hidrógeno que puedo extraer de lahidracina). Eso significa que necesitaré 300 litrosde O2 líquido. Puedo crear O2 con facilidad. Hacen falta veintehoras para que la planta de combustible del VDMllene de CO2 su depósito de 10 litros. Eloxigenador puede convertirlo en O2, tras lo cual elregulador atmosférico detectará que el contenidode oxígeno del Hab es demasiado alto y loeliminará del aire almacenándolo en los depósitosprincipales de O2. Como estos acabarán porllenarse, tendré que transferir O2 a los depósitosde los vehículos de superficie e incluso a los de

Page 81: El Marciano(c.1) - Andy Weir

los trajes espaciales si es necesario. No puedo obtenerlo muy deprisa, sin embargo. Amedio litro de CO2 por hora tardaría veinticincodías en generar el oxígeno que necesito. Eso esmucho más tiempo de lo que me conviene. Además, está el problema de almacenar elhidrógeno. Los depósitos de aire del Hab, losvehículos de superficie y todos los trajesespaciales suman exactamente 374 litros decapacidad. Para conservar todos los elementosnecesarios para fabricar agua, necesitaría unosasombrosos 900 litros de capacidad. Me planteé usar un vehículo de superficie como«depósito». Desde luego, sería lo bastante grande,pero no está diseñado para aguantar tanta presión.Está hecho para resistir (lo has adivinado) unaatmósfera. Necesito depósitos capaces de aguantarcincuenta veces esa presión. Estoy seguro de queun vehículo de superficie estallaría. La mejor forma de almacenar los componentesdel agua es convertidos en agua, así que eso tendréque hacer.

Page 82: El Marciano(c.1) - Andy Weir

El concepto es sencillo, pero la ejecución seráincreíblemente peligrosa. Cada veinte horas obtendré 10 litros de CO2gracias a la planta de combustible del VAM. Lotrasvasaré al Hab mediante el método altamentecientífico de desconectar el depósito del VAM deltren de aterrizaje, traerlo al Hab y luego abrir laválvula hasta que se vacíe. El oxigenador lo convertirá en oxígeno a sudebido tiempo. Luego, soltaré hidracina, muy lentamente, en elcatalizador de iridio para convertirla en N2 y H2.Dirigiré el hidrógeno a una pequeña zona y loquemaré. Como puedes ver, este plan proporciona muchasoportunidades de morir en una brutal explosión. En primer lugar, la hidracina te mata bienmuerto. Si cometo errores, no quedará de mí másque el «Cráter en Memoria de Mark Watney» allídonde estuvo el Hab. Suponiendo que no meta la pata con la hidracina,está la cuestión de quemar hidrógeno. Voy a

Page 83: El Marciano(c.1) - Andy Weir

prenderle fuego; en el Hab; a propósito. Si le preguntas a cualquier ingeniero de laNASA cuál es el peor escenario para el Hab,todos responderán que el fuego. Si les preguntascuál sería el resultado, responderán «morirquemado». Pero si puedo evitarlo, produciré agua demanera continuada, sin necesidad de almacenarhidrógeno ni oxígeno. Se mezclarán en laatmósfera como humedad, pero eldeshumidificador la retendrá. Ni siquiera tengo que combinar a la perfecciónla parte de la hidracina con la parte de la planta decombustible de CO2. Hay mucho oxígeno en elHab y mucho más en reserva. Solo necesitoasegurarme de no fabricar tanta agua que me quedesin O2. He conectado la planta de combustible del VAMa la fuente de alimentación del Hab. Por fortuna,ambas usan el mismo voltaje. Está resoplando,recolectando CO2 para mí. Media ración para cenar. Lo único que heconseguido hoy es concebir un plan que me matará;

Page 84: El Marciano(c.1) - Andy Weir

eso no requiere mucha energía. Voy a ver el último capítulo de Tres es multitudesta noche. Francamente, prefiero el señor Furleya los Roper. ENTRADA DE DIARIO: SOL 33 Esta podría ser mi última entrada. Desde sol 6 sé que tengo muchas posibilidadesde morir aquí, pero había imaginado que seríacuando me quedara sin comida. No pensaba quepudiera ocurrir tan pronto. Estoy a punto de quemar la hidracina. Nuestra misión se planeó sabiendo que cualquiercosa podría requerir mantenimiento, así que tengomuchas herramientas. Incluso con el traje espacialhe logrado arrancar del VDM los paneles deacceso y he conseguido los seis depósitos dehidracina. Los he preparado a la sombra de unvehículo de superficie para evitar que secalentaran demasiado. Hay más sombra y menostemperatura cerca del Hab, pero a la mierda. Si

Page 85: El Marciano(c.1) - Andy Weir

van a estallar, que se lleven por delante unvehículo de superficie y no mi casa. Luego he arrancado la cámara de reacción. Meha llevado bastante trabajo y he partido el malditotrasto en dos, pero lo he sacado. Por suerte paramí, no necesito una adecuada reacción delcombustible. De hecho, por nada del mundoquerría eso. He traído la cámara de reacción. Me habíaplanteado llevar solo un depósito de hidracinacada vez, para reducir riesgos, pero unos cálculosde servilleta me han bastado para comprobar queincluso un solo depósito basta para volar todo elHab, así que los he traído todos. ¿Por qué no? Los depósitos tienen válvulas de ventilaciónmanuales. No estoy del todo seguro de para quésirven. Desde luego, nunca se esperó que lasusáramos. Creo que eran para soltar presión en losnumerosos controles de calidad que se realizarondurante su construcción, antes de llenarlos. Seacual sea la razón, tengo válvulas con las quetrabajar. Lo único que me hace falta es una llaveinglesa.

Page 86: El Marciano(c.1) - Andy Weir

He quitado una manguera de agua sobrante delpurificador de agua. Con un poco de hiloarrancado de un uniforme (lo siento, Johanssen), lahe atado a la salida de la válvula. La hidracina eslíquida, así que lo único que tenía que hacer eratrasvasarla a la cámara de reacción (que ahora esmás bien un «bol de reacción»). Entretanto, la planta de combustible del VAMsigue funcionando. Ya he traído un depósito deCO2, lo he ventilado y lo he devuelto pararellenarlo. De manera que no hay más excusas. Ha llegadola hora de empezar a fabricar agua. Si encuentras los restos calcinados del Hab,significa que hice algo mal. Estoy copiando estediario en ambos vehículos de superficie, así que esprobable que no se destruya. A ver cómo va. ENTRADA DE DIARIO: SOL 33 (2) Bueno, no he muerto.

Page 87: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Lo primero que he hecho ha sido ponerme elforro de mi traje EVA. No el traje en sí, sino solola ropa interior que llevo debajo, incluidos losguantes y las botas. Luego he sacado una máscarade oxígeno de los suministros médicos y unasgafas de laboratorio del kit de química de Vogel.Tenía prácticamente todo el cuerpo protegido yestaba respirando aire enlatado. ¿Por qué? Porque la hidracina es muy tóxica. Sirespiras demasiada hidracina, tienes problemaspulmonares graves. Si entra en contacto con lapiel, te produce quemaduras químicas para toda lavida. No iba a correr riesgos. He girado la válvula hasta que ha salido unchorro de hidracina. He dejado que cayera unagota en el bol de iridio. De manera poco dramática ha chisporroteado yha desaparecido. Pero... ¡Eh, eso es lo que quería! Acababa deliberar hidrógeno y nitrógeno. ¡Yuju! Una cosa que tengo en abundancia son bolsas.No son muy distintas de las bolsas de basuracorrientes, aunque estoy seguro de que cuestan

Page 88: El Marciano(c.1) - Andy Weir

50.000 dólares porque son de la NASA. Además de ser nuestra comandante, Lewis eratambién la geóloga. Estaba recogiendo rocas ymuestras de suelo en toda la zona de operaciones(dentro de un radio de 10 kilómetros). Los límitesde peso restringían mucho lo que podía llevarse ala Tierra, así que primero iba a tomar muchasmuestras y luego ya elegiría los 50 kilos másinteresantes que llevarse a casa. Las bolsas eranpara almacenar y etiquetar esas muestras. Algunasson más pequeñas que las de cierre hermético,mientras que otras son grandes como las de uncortacésped. Además, tengo cinta aislante. Cinta aislantenormal y corriente, de la que venden en lasferreterías. Resulta que ni siquiera la NASA puedemejorar la cinta aislante. He cortado bolsas tamaño industrial y las hejuntado con cinta aislante para formar una especiede tienda. Realmente era más bien una bolsainmensa con la que he podido cubrir toda la mesadonde estaba mi preparación de hidracina decientífico loco. He puesto unos cuantos chismes

Page 89: El Marciano(c.1) - Andy Weir

encima de la mesa para impedir el contacto entreel plástico y el bol de iridio. Afortunadamente lasbolsas son transparentes, así que podía ver lo queestaba pasando. A continuación he sacrificado un traje espacial ala causa. Necesitaba un tubo de aire. Al fin y alcabo, tengo un excedente de trajes espaciales. Untotal de seis; uno para cada miembro de latripulación. Así que no me importa perder uno. He hecho un agujero en el plástico y le hesujetado el tubo con cinta aislante. Bastantehermético, creo. Con algo más de hilo de la ropa de Johanssen, hecolgado el otro extremo del tubo de la partesuperior de la cúpula del Hab, creando unachimenea fina. Confiaba que el tubo, de uncentímetro de diámetro, fuera una aberturasuficiente. El hidrógeno estaría caliente después de lareacción y tendería a subir, así que lo dejaríaascender por la chimenea y quemarse al irsaliendo. Después he tenido que inventar el fuego.

Page 90: El Marciano(c.1) - Andy Weir

La NASA se esforzó mucho para asegurarse deque nada de lo que hay aquí pueda arder. Todo estáhecho de metal o plástico ignífugo, y los uniformesson sintéticos. Necesitaba algo capaz de manteneruna llama, una especie de luz piloto. No tengo lacapacidad de mantener suficiente H2 fluyendo paraalimentar una llama sin matarme. El margen esdemasiado estrecho. Después de un registro de los efectos personalesde todos (eh, si querían intimidad que no mehubieran abandonado en Marte con sus cosas) heencontrado la respuesta. Martinez es un católico devoto. Eso lo sabía. Loque no sabía era que se trajo una crucecita demadera. Estoy seguro de que la NASA lo puso aparir por eso, pero también sé que Martinez es uncabrón tozudo. He cortado su sagrado símbolo religioso enastillas alargadas usando un par de alicates y undestornillador. Supongo que si existe un Dios no leimportará, teniendo en cuenta la situación en la queme encuentro. Si arruinar el único icono religioso que tengo me

Page 91: El Marciano(c.1) - Andy Weir

hace vulnerable a los vampiros marcianos, tendréque arriesgarme. Hay muchos cables y baterías alrededor paragenerar una chispa, pero la madera no prende conuna chispita eléctrica, así que he recogido tiras decorteza de palmera y luego he recogido un par depalos y los he frotado entre sí para crear suficientefricción... No, la verdad es que no. He echado oxígenopuro hacia la astilla y he provocado una chispa. Seha encendido como una cerilla. Con esa miniantorcha a mano, he iniciado unlento flujo de hidracina. Chisporroteaba en eliridio y desaparecía. Pronto han salido llamitas dela chimenea. Lo principal que tenía que controlar era latemperatura. La hidracina es extremadamenteexotérmica al descomponerse. Así pues, lo hehecho poco a poco, vigilando constantemente lalectura con un termopar conectado a la cámara deiridio. La cuestión es que el proceso ha funcionado. Cada depósito de hidracina contiene poco más

Page 92: El Marciano(c.1) - Andy Weir

de 50 litros, lo cual bastaría para generar 100litros de agua. Estoy limitado por mi producciónde oxígeno, pero también muy nervioso, de modoque estoy dispuesto a usar la mitad de misreservas. Para abreviar, pararé cuando el depósitoesté medio vacío, y al final ¡tendré 50 litros deagua! ENTRADA DE DIARIO: SOL 34 Bueno, he tardado mucho. Me he pasado toda lanoche con la hidracina, pero he terminado eltrabajo. Podría haber terminado más deprisa, pero me haparecido mejor ser prudente encendiendocombustible de cohete en un espacio cerrado. Chico, este sitio se ha convertido en una selvatropical, te lo digo yo. Hay casi 30 °C de temperatura y una humedadagobiante. Acabo de agregar una tonelada de calory 50 litros de agua al aire. Durante este proceso, el pobre Hab ha tenido

Page 93: El Marciano(c.1) - Andy Weir

que ser como la madre de un niño revoltoso. Haestado sustituyendo el oxígeno que he usado yahora el deshumidificador está tratando de reducirla humedad a niveles sanos. Nada que hacerrespecto al calor. En realidad no hay aireacondicionado en el Hab. Marte es frío. Noesperábamos tener que desembarazarnos de unexceso de calor. Ya me he acostumbrado a oír las alarmas quesuenan a todas horas. La alarma de incendios se hacallado por fin, ahora que ya no hay fuego. Laalarma de escasez de oxígeno se parará pronto. Laalarma de humedad elevada tardará un rato más. Eldeshumidificador ha dejado de funcionar hoy. Por un momento, hubo una alarma más. Eldepósito del deshumidificador estaba lleno.¡Toma! ¡Esa es la clase de problema que quierotener! ¿Recuerdas el traje espacial que destrocé ayer?Lo he colgado en su percha y he llevado cubos deagua hasta él desde el deshumidificador. Puedemantener una atmósfera de aire en su interior.Debería poder resistir unos cuantos cubos de agua.

Page 94: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Tío, estoy cansado. Llevo despierto toda lanoche y es hora de dormir. Me deslizaré a la tierrade los sueños con el mejor humor que he tenidodesde sol 6. Las cosas por fin me van bien. De hecho, me vanestupendamente. Tengo una posibilidad desobrevivir. ENTRADA DE DIARIO: SOL 37 Estoy jodido y voy a morir. Vale, calma. Estoy seguro de que puedosolventar esto. Estoy escribiendo este diario para ti, queridofuturo arqueólogo de Marte, desde el vehículo desuperficie 2. Puede que te preguntes por qué noestoy ahora mismo en el Hab. Porque salí huyendoaterrorizado, ¡por eso! Y no estoy seguro de quédemonios haré a continuación. Supongo que debería explicar qué ha pasado. Siesta es mi última entrada, al menos sabrás por qué. Durante los últimos días he estado fabricando

Page 95: El Marciano(c.1) - Andy Weir

agua alegremente. Incluso reforcé el compresor dela planta de combustible del VAM. Un trabajo muytécnico (incrementé el voltaje de la bomba). Asíque estaba produciendo agua más deprisa. Después de mis primeros 50 litros de golpe,decidí calmarme y producir agua solo al mismoritmo que conseguía O2. No estaba dispuesto abajar de una reserva de 25 litros, así que cuandobajaba demasiado, dejaba en paz la hidracinahasta que conseguía subir el O2 muy por encima delos 25 litros. Nota importante: cuando digo que obtuve 50litros de agua, me refiero a que los obtuveteóricamente. No logré almacenarlos realmente. Elsuelo con el que llené el Hab estabaextremadamente seco y chupaba con avidez unmontón de humedad. De todos modos, al suelo eradonde quería que fuera el agua, así que me dioigual y no me sorprendió que el deshumidificadorno almacenara ni de cerca 50 litros. Conseguía 10 litros de CO2 cada quince horasdespués de trucar la bomba. Repetí este procesocuatro veces. Según mis cálculos, contando con los

Page 96: El Marciano(c.1) - Andy Weir

iniciales 50 litros obtenidos de golpe, deberíahaber añadido 130 litros de agua al sistema. Bueno, mis cálculos me habían engañado. Tenía almacenados 70 litros en eldeshumidificador y el traje espacial convertido endepósito de agua. Había mucha condensación enlas paredes y el techo abovedado. El suelo, desdeluego, estaba absorbiendo su parte de humedad,pero eso no bastaba para explicar que faltaran 60litros de agua. Algo iba mal. Fue entonces cuando me fijé en el otro depósitode O2. El Hab tiene dos depósitos de O2 de reserva.Uno a cada lado de la estructura, por razones deseguridad. El Hab puede decidir cuál usar en cadamomento. Resulta que ha estado alimentando laatmósfera desde el depósito uno, pero cuando yoañadía O2 al sistema (a través del oxigenador), elHab distribuía uniformemente el incremento entreambos depósitos. En el depósito 2 el oxígeno haido subiendo lentamente. Eso no es ningún problema. El Hab simplementehace su trabajo. Sin embargo, si se ha estado

Page 97: El Marciano(c.1) - Andy Weir

incrementando la cantidad de O2 con el tiempo,significa que no lo estoy consumiendo tan deprisacomo pensaba. De entrada pensé: «¡Qué bien, más oxígeno!Ahora puedo hacer agua más deprisa.» Luego seme ocurrió una idea más inquietante. Para que lo entiendas: estoy ganando O2 cuandola cantidad que incorporo del exterior esconstante; la única explicación es que estoy usandomenos oxígeno del que creía. Sin embargo, heestado produciendo la reacción de hidracina sobrela hipótesis de que lo estaba usando todo. No hay otra explicación: no he estado quemandotodo el hidrógeno liberado. Ahora es obvio, a toro pasado. Sin embargo, nose me había ocurrido que parte del hidrógeno noardería. Atravesó la llama y continuó alegremente.¡Maldita sea, soy botánico, no químico! La química es enrevesada... Hay hidrógeno sinquemar en el aire, a mi alrededor, mezclado con eloxígeno. Simplemente..., flotando, esperando a queuna chispa haga estallar el Hab. En cuanto lo he comprendido y me he

Page 98: El Marciano(c.1) - Andy Weir

sobrepuesto, he cogido una bolsa de muestraspequeña, la he agitado un poco y la he cerrado. Acontinuación, una rápida EVA hasta el vehículo desuperficie, donde tenemos los analizadoresatmosféricos. Nitrógeno: 22 %. Oxígeno: 9 %.Hidrógeno: 64 %. Llevo metido en el vehículo de superficie desdeentonces. El Hab es ahora Hidrogenópolis. Tengo mucha suerte de que no haya estallado.Una simple descarga de energía estática podríadesencadenar mi Hindenburg particular. Así pues, aquí estoy, en el vehículo de superficie2. Puedo quedarme un día o dos a lo sumo antes deque los filtros de CO2 tanto del vehículo como demi traje espacial se saturen. Dispongo de esetiempo para decidir cómo enfrentarme a esto. El Hab es una bomba.

Page 99: El Marciano(c.1) - Andy Weir

5 DIARIO DE ENTRADA: SOL 38 Todavía estoy acobardado en el vehículo desuperficie, pero he tenido tiempo para pensar.Ahora sé cómo ocuparme del hidrógeno. He pensado que el regulador atmosférico se fijaen lo que hay en el aire y lo equilibra. De estemodo el exceso de O2 que he estado importandotermina en los depósitos. El problema es que noestá construido para extraer hidrógeno del aire. El regulador separa los gases por congelación.Cuando decide que hay demasiado oxígeno,empieza recogiendo aire en un depósito y lo enfríaa 90 kelvin. A esa temperatura el oxígeno sevuelve líquido, pero el nitrógeno, cuyo punto decondensación es de 77 K, continúa en estadogaseoso. Luego almacena el O2. Sin embargo, no puedo conseguir que haga eso

Page 100: El Marciano(c.1) - Andy Weir

mismo con el hidrógeno, porque tiene que bajar de21 kelvin para volverse líquido y el regulador noconsigue que la temperatura baje tanto. Callejónsin salida. Esta es la solución: el hidrógeno es peligrosoporque puede explotar. Ahora bien, solo puedeexplotar si hay oxígeno alrededor. El hidrógeno sinoxígeno es inofensivo, y la función del reguladores extraer el oxígeno del aire. Hay cuatro cierres de seguridad diferentes queimpiden que el regulador permita que el nivel deoxígeno del Hab baje demasiado. Estánpreparados para seguir funcionando aun en caso defallo técnico, pero no para soportar un sabotajedeliberado (¡toma ya!). En resumen, si manipulo el regulador para queextraiga todo el oxígeno del Hab y luego me pongoel traje espacial para respirar, podré hacer lo quequiera sin miedo a volar por los aires. Usaré un depósito de O2 para incorporarpequeñas cantidades de oxígeno al hidrógeno ygeneraré una chispa con un par de cables y unabatería. El hidrógeno arderá, pero solo hasta que

Page 101: El Marciano(c.1) - Andy Weir

se agote la ínfima cantidad de oxígeno. Haré eso una y otra vez, en estallidoscontrolados, hasta que haya quemado todo elhidrógeno. Un pequeño defecto de ese plan es que destruirámi tierra. La tierra solo es fértil por las bacterias quecrecen en ella. Si me deshago de todo el oxígeno,las bacterias morirán. No tengo cien mil millonesde pequeños trajes espaciales a mano. Es una solución a medias, de todos modos. Me toca dejar de pensar un rato. La comandante Lewis fue la última en usar estevehículo de superficie. Tenía programado usarlootra vez en sol 7, pero se fue a casa. Su equipo deviaje sigue en la parte de atrás. Examinándolo heencontrado una barrita de proteínas y un USBpersonal, probablemente lleno de música paraescuchar por el camino. Me toca darme un atracón y comprobar quémúsica se trajo la buena de la comandante.

Page 102: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ENTRADA DE DIARIO: SOL 38 (2) Música disco. Maldita sea, Lewis. ENTRADA DE DIARIO: SOL 39 Creo que lo tengo. Las bacterias del suelo están acostumbradas alos inviernos. En invierno reducen su actividad yrequieren menos oxígeno para sobrevivir. Puedoreducir la temperatura del Hab a 1°C y casihibernarán. Estas cosas ocurren en la Tierra cadados por tres. Las bacterias pueden sobrevivir unpar de días a esa temperatura. Si te estáspreguntando cómo sobreviven la bacterias de laTierra a períodos de frío más prolongados, larespuesta es que no lo hacen. Las bacterias queviven a mayor profundidad, donde hay más calor,se reproducen para sustituir a las muertas. Seguirán necesitando oxígeno, pero no mucho.Creo que con un 1 % bastará: lo suficiente en elaire para que las bacterias respiren, pero no lo

Page 103: El Marciano(c.1) - Andy Weir

bastante para alimentar un fuego. Así que elhidrógeno no se inflamará. Sin embargo, esto plantea otro problema: a laspatatas no les gustará. No les afectará la falta de oxígeno, pero el fríolas matará. Así que tendré que ponerlas en macetas(en bolsas, de hecho) y pasarlas al vehículo desuperficie. Todavía no han germinado, así que nonecesitan luz. Ha sido todo un incordio encontrar una forma deconseguir que la calefacción permanezcaencendida sin que haya nadie en el vehículo desuperficie, pero la he encontrado. Al fin y al cabo,si algo me sobra es tiempo. Por tanto, este es el plan. Primero poner laspatatas en bolsas, llevarlas al vehículo desuperficie y asegurarme de que la calefacción nose apaga. Luego bajar la temperatura del Hab a1°C. A continuación reducir el contenido de O2 al1 %. Después quemar el hidrógeno con unabatería, algunos cables y un depósito de O2.

Page 104: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Sí. Parece una gran idea sin posibilidades defallo catastrófico. Estoy siendo sarcástico, por cierto. Bueno, me voy. ENTRADA DE DIARIO: SOL 40 Las cosas no han salido al ciento por ciento bien. Dicen que ningún plan soporta su puesta enpráctica. Estoy de acuerdo. Esto es lo que ha ocurrido. He reunido el valor suficiente para regresar alHab. Una vez allí, me he sentido un poco másseguro de mí mismo. Todo estaba como lo habíadejado. (¿Qué esperaba? ¿Marcianos saqueandomi material?) El Hab tardaría un rato en enfriarse, así queenseguida he bajado la temperatura a 1 °C. He metido las patatas en bolsas, y he tenido laoportunidad de controlarlas mientras lo hacía. Seestán arrugando bien y ya están a punto degerminar. Una cosa que no había tenido en cuenta

Page 105: El Marciano(c.1) - Andy Weir

era cómo transportarlas del Hab a los vehículos desuperficie. La respuesta era muy fácil. Las he metido todasen el traje espacial de Martinez y lo he arrastradohasta el vehículo que había preparado comoinvernadero provisional. Me he asegurado de trucar la calefacción paraque no se apagara y he vuelto al Hab. Ya hacía mucho frío en él. La temperatura habíadescendido a 5 °C. Temblando y observando quemi aliento se condensaba delante de mí, me hepuesto más capas de ropa. Por suerte no soy unhombre muy corpulento. La ropa de Martinez mequeda bien encima de la mía, y la de Vogel encimade la de Martinez. Esta ropa de mierda estádiseñada para su uso en un entorno de temperaturacontrolada. Incluso con tres capas tenía frío. Hesubido a la litera y me he metido debajo de lasmantas para estar más caliente. Cuando la temperatura ha llegado a 1 °C heesperado otra hora, solo para asegurarme de quelas bacterias del suelo se acordaran de que erahora de ir más despacio.

Page 106: El Marciano(c.1) - Andy Weir

El siguiente problema con el que me heencontrado ha sido el regulador. A pesar de mibravuconería, no he podido con él. Se niega aextraer demasiado O2 del aire. Lo más bajo que helogrado llegar ha sido al 15 %. A partir de ahí seha negado en redondo a seguir reduciendo elporcentaje de oxígeno y nada de lo que he hechoha servido. Tenía muchos planes para entrar yreprogramarlo, pero resulta que los protocolos deseguridad estaban en ROM. No puedo quejarme. Su único propósito esimpedir que la atmósfera se vuelva letal. A nadiede la NASA se le ocurrió: «Eh, permitamos unafalta de oxígeno fatal para que todos caiganmuertos.» Así que he tenido que recurrir a un planmás primitivo. Para tomar muestras, el regulador usa unconjunto distinto de respiraderos que paradescomponer el aire. El aire que descompone porcongelación entra por un único gran conducto en launidad principal. En cambio, el aparato tomamuestras de aire por nueve pequeños respiraderosque vuelven a la unidad principal. De esa forma

Page 107: El Marciano(c.1) - Andy Weir

consigue en el Hab un buen promedio que undesequilibrio puntual no desbarate. He tapado con cinta ocho de las tomas, dejandosolo una operativa. A continuación he sujetado laparte de arriba de una bolsa industrial en el cuellode un traje espacial (esta vez el de Johanssen). Enel fondo de la bolsa he abierto un agujerito y lo hesujetado al respiradero restante. Después heinflado la bolsa con O2 puro de los depósitos deltraje. «Cielo santo —ha pensado el regulador—,mejor será que elimine ahora mismo el O2.» ¡Ha funcionado a la perfección! Al final he decidido no ponerme un trajeespacial. La presión atmosférica no iba a ser unproblema. Lo único que necesitaba era oxígeno,así que he cogido una botella de O2 y unamascarilla de respiración del almacén médico. Deesta forma tenía mucha más libertad demovimientos. Incluso tenía una cinta elástica parasujetarme la mascarilla sobre la cara. Eso sí, puesto que el ordenador principal estabaconvencido de que el aire era 100 % O2,necesitaba un traje espacial para monitorizar el

Page 108: El Marciano(c.1) - Andy Weir

verdadero nivel de oxígeno del Hab. A ver: eltraje espacial de Martinez estaba en el vehículo desuperficie; el de Johanssen estaba engañando alregulador; el de Lewis estaba sirviendo comodepósito de agua. No quería hacer el tonto con elmío (eh, ¡está hecho a medida!). Me quedaban dostrajes con los que trabajar. He cogido el de Vogel y he activado los sensoresinternos de aire, pero sin ponerme el casco.Cuando el nivel de oxígeno ha bajado al 12 %, mehe puesto la mascarilla para respirar. Heobservado cómo el nivel caía progresivamente y,cuando ha alcanzado el 1 %, he desconectado elregulador. Aunque no pueda reprogramarlo, puedoapagar ese cabrón por completo. El Hab tiene linternas de emergencia en muchasubicaciones, por si acaso se produce un fallo deenergía crítico. He arrancado las bombillas LEDde una y he juntado mucho los dos cables pelados.En cuanto la he encendido se ha producido unapequeña chispa. He atado una cinta a los extremos de una botellade oxígeno del traje de Vogel y me la he colgado

Page 109: El Marciano(c.1) - Andy Weir

del hombro. Luego he conectado el extremo de untubo a la botella y he pellizcado el otro. Hesoltado un chorro muy débil de O2, lo bastantedébil para que no saliera del tubo. De pie en la mesa, con un «chispero» en unamano y mi tubo de oxígeno en la otra, he levantadoel brazo y lo he intentado. Y cielos, ¡ha funcionado! Soltando O2 sobre elchispero, he pulsado el interruptor de la linterna yuna maravillosa llama ha salido del tubo. Se hadisparado la alarma contra incendios, porsupuesto, pero la he oído tanto últimamente queapenas he reparado en ella. Luego lo he hecho otra vez. Y una vez más. Enllamaradas cortas. Nada espectacular. Estabaencantado de tomarme mi tiempo. Me sentía eufórico. Era el mejor plan de lahistoria. No solo estaba eliminando el hidrógeno,sino ¡obteniendo más agua! Todo iba de perlas hasta que se ha producido laexplosión.

Page 110: El Marciano(c.1) - Andy Weir

En un momento estaba tan contento quemandohidrógeno; al siguiente estaba al otro lado del Hab,y han caído un montón de cosas. Me heincorporado con dificultad y he visto el Hab patasarriba. Mi primer pensamiento ha sido: «Me duelenmuchísimo los oídos.» Luego he pensado: «Estoy mareado.» He caídode rodillas y, al cabo de un momento, de bruces.¡Estaba muy mareado! Me he palpado la cabezacon las manos, buscando una herida que deseabadesesperadamente no encontrar. No parecía tenerninguna. Pero al palparme la cabeza y la cara hedescubierto el verdadero motivo de mi mareo. Laexplosión me había arrancado la mascarilla deoxígeno. Estaba respirando casi nitrógeno puro. El suelo del Hab era un revoltijo. No habíamanera de encontrar la bombona de oxígeno. Notenía esperanza de encontrar nada en aqueldesastre antes de desmayarme. Entonces he vistoel traje de Lewis colgado justo donde debía estar.No se había caído con la explosión. Era pesado de

Page 111: El Marciano(c.1) - Andy Weir

por sí y encima contenía 70 litros de agua. Me he apresurado hacia él, he conectadorápidamente el O2 y he metido la cabeza en elagujero del cuello (le había quitado el casco hacetiempo para acceder con más facilidad al agua).He respirado un poco hasta que el mareo haremitido, luego he respirado profundamente y hecontenido el aliento. Todavía conteniendo el aliento, he mirado eltraje espacial y la bolsa tamaño industrial quehabía usado para engañar al regulador. Ocho delas nueve tomas del aparato seguían embolsadas,pero esa al menos contaría la verdad. A trompicones, me he acercado al regulador y hevuelto a activarlo. Después de un proceso de arranque de dossegundos (estaba hecho para arrancar deprisa porrazones obvias), ha identificado inmediatamente elproblema. La estridente alarma de oxígeno bajo ha sonadoen el Hab cuando el regulador ha incorporadooxígeno puro a la atmósfera de la manera másrápida en que podía hacerlo con seguridad.

Page 112: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Separar el oxígeno de la atmósfera es difícil yconsume tiempo, pero añadirlo es tan sencillocomo abrir una válvula. He pasado sobre los desechos para volver altraje espacial de Lewis y he metido de nuevo lacabeza en él para inhalar aire. A los tres minutos,el regulador había restablecido el nivel de oxígenodel Hab. Me he fijado por primera vez en lo quemada queestaba mi ropa. Menos mal que llevaba tres capas.La peor parte se la habían llevado las mangas. Lacapa exterior había desaparecido; la capaintermedia, mi propio uniforme, estaba enrazonable buen estado. Parece que me he quedadosin suerte otra vez. Además, en el ordenador principal del Hab hevisto que la temperatura había subido a 15 °C.Algo muy explosivo y que desprendía mucho calorhabía ocurrido, y no estaba seguro de qué, ni decómo. Y así sigo, preguntándome qué demoniosocurrió. Después de todo el trabajo y de salir volando,

Page 113: El Marciano(c.1) - Andy Weir

estoy exhausto. Mañana tendré que comprobar unmillón de cosas del equipo y tratar de averiguarqué ha explotado, pero por ahora solo quierodormir. Estoy en el vehículo de superficie otra vez estanoche. Incluso sin hidrógeno, no me apetece estaren un Hab que tiene un historial de explosionesinmotivadas. Además, no puedo estar seguro deque no haya perdido estanqueidad. Esta vez me he traído una comida como esdebido, y algo para escuchar que no es disco. DIARIO DE ENTRADA: SOL 41 He pasado el día haciendo todos losdiagnósticos posibles de los sistemas del Hab. Hasido increíblemente aburrido, pero misupervivencia depende de estas máquinas, así quehabía que hacerlo. No puedo simplemente dar porsentado que la explosión no causó dañospermanentes. He empezado por los test más críticos. El

Page 114: El Marciano(c.1) - Andy Weir

número uno era la integridad de la lona del Hab.Estaba bastante seguro de su buen estado, porquetras pasar unas cuantas horas durmiendo en elvehículo de superficie antes de regresar al Hab, lapresión seguía estando bien. El ordenador indicaque no hubo cambios de presión durante esetiempo, salvo una fluctuación menor basada en latemperatura. A continuación he verificado el oxigenador. Sideja de funcionar y no puedo arreglarlo soyhombre muerto. Sin problemas. Luego el regulador atmosférico. Una vez más, sinproblemas. Unidad de calefacción, batería primaria,depósitos de O2 y N2, purificador de agua, las tresesclusas de aire, sistemas de iluminación,ordenador principal... He continuado paso a paso,sintiéndome cada vez mejor al ver que cada uno delos sistemas demostraba estar en perfecto estado. Gracias a la NASA. No se andan con chiquitasfabricando estas cosas. Luego ha llegado la parte crítica: comprobar latierra. He tomado unas pocas muestras de todo el

Page 115: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Hab (recuerda que ahora tiene el suelo de tierra) ylas he puesto en portaobjetos. Con manos temblorosas he colocado unportaobjetos en el microscopio y he llevado laimagen a la pantalla. ¡Ahí estaban! Bacterias sanasy activas haciendo su trabajo. Parece que no memoriré de hambre en sol 400 después de todo. Mehe derrumbado en una silla y he dejado que mirespiración se normalizara. Luego me he puesto alimpiar el zafarrancho. Y he tenido mucho tiempopara pensar en lo ocurrido. ¿Qué ocurrió, por tanto? Bueno, tengo una teoría. Según el ordenador principal, durante laexplosión la presión interna subió a 1,4 atmósferasy la temperatura se elevó a 15 °C en menos de unsegundo. Pero la presión disminuyóinmediatamente hasta 1 atm. Esto tendría sentido siel regulador atmosférico hubiera estadofuncionando, pero yo lo había desconectado. La temperatura se mantuvo en 15 °C un rato, asíque cualquier expansión debida al calor deberíahaberse mantenido también. En cambio, la presióncayó, así que ¿adónde fue esa presión adicional?

Page 116: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Elevar la temperatura del mismo número deátomos debería elevar la presiónpermanentemente. Pero no fue así. Enseguida me di cuenta de la respuesta. Elhidrógeno (la única cosa que podía arder) secombinó con oxígeno (de ahí la combustión) y seconvirtió en agua. El agua es mil veces más densaque un gas. Así que el calor se sumó a la presión yla transformación de hidrógeno y oxígeno en aguala hizo bajar otra vez. La pregunta del millón es de dónde demoniossalió el oxígeno. Todo el plan consistía en limitarel oxígeno e impedir que se produjera unaexplosión, y estuvo funcionando un rato. Creo que tengo la respuesta. Fue toda unacagada. ¿Recuerdas que decidí no ponerme el trajeespacial? Esa decisión casi me mata. La botella de O2 para uso médico mezclaoxígeno puro con el aire que rodea al paciente yluego le suministra esa mezcla mediante unamascarilla. La mascarilla se sostiene sobre la carasujeta por un elástico que pasa por la nuca. No esun cierre hermético.

Page 117: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Sé lo que estás pensando. La máscara perdíaoxígeno. Pero no. Yo lo estaba respirando. Cuandoinhalaba, creaba un cierre casi hermético con lamáscara pegada a la cara. El problema se producía al exhalar. ¿Sabescuánto oxígeno del aire absorbe tu organismo encada inspiración normal? Yo tampoco lo sé, perono es el 100 %. Cada vez que exhalaba, añadíaoxígeno al sistema. Simplemente, eso no se me ocurrió, aunquedebería habérseme ocurrido. Si los pulmonesabsorbieran todo el oxígeno, la reanimación bocaa boca no funcionaría. ¡Soy un estúpido por nopensar en eso! Y mi estupidez casi me mata. Voy a tener que ser más cuidadoso. Suerte que quemé la mayoría del hidrógeno antesde la explosión. De lo contrario habría sido el fin.Tal y como ocurrió, la explosión no fue tan fuertecomo para volar el Hab, aunque sí lo bastante paracasi reventarme los tímpanos. Todo esto empezó cuando me fijé en la falta delos 60 litros en la producción de agua. Tras laquema deliberada y una pequeña e imprevista

Page 118: El Marciano(c.1) - Andy Weir

explosión, estoy de nuevo sobre la pista. Elpurificador de agua hizo su trabajo anoche y sacó50 litros de recién creada agua del aire. La estáalmacenando en el traje espacial de Lewis; a partirde ahora lo llamaré «la Cisterna» porque suenamejor. Los otros 10 litros de agua fueronabsorbidos directamente por el suelo seco. Mucho trabajo físico hoy. Me he ganado unacomida completa. Y para celebrar mi primeranoche de vuelta en el Hab, veré algo de televisiónde porquería del siglo XX, cortesía de lacomandante Lewis. El sheriff chiflado, ¿eh? Le daré unaoportunidad. ENTRADA DE DIARIO: SOL 42 He dormido hasta tarde hoy. Me lo merecía.Después de cuatro noches de dormir fatal en elvehículo de superficie, la litera me ha parecido elmás suave y hermoso lecho de plumas de lahistoria.

Page 119: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Cuando por fin me he levantado de la cama, heterminado la limpieza postexplosión. He vuelto a entrar las patatas. Justo a tiempo,además. Están germinando. Tienen un aspecto sanoy feliz. Esto no es química ni medicina nibacteriología ni análisis nutricional ni dinámica deexplosiones ni ninguna otra mierda de las que heestado haciendo últimamente. Esto es botánica.Estoy seguro de que al menos puedo cultivaralgunas plantas sin cagarla. ¿Sí? ¿Sabes lo que de verdad es un palo? Solo heproducido 130 litros de agua. Me faltan otros 470litros. Pensarás que después de casi matarme dosveces dejaría de hacer el tonto con la hidracina,pero no. Reduciré la hidracina y quemaréhidrógeno en el Hab cada diez horas, durante otrosdiez días. Lo haré mejor a partir de ahora. En lugarde contar con una reacción limpia, haré frecuentes«limpiezas de hidrógeno» con una llamita. Sequemará gradualmente en lugar de llegar a nivelesmata-Mark. Tendré un montón de tiempo libre. Cada depósito

Page 120: El Marciano(c.1) - Andy Weir

de CO2 tarda diez horas en llenarse del todo. Solohacen falta veinte minutos para reducir lahidracina y quemar el hidrógeno. Pasaré el restodel tiempo mirando la tele. Y, de veras... Es evidente que el General Leecorre más que un coche patrulla. ¿Por qué Roscono va a la granja de los Duke y los detiene cuandono están en el coche?

Page 121: El Marciano(c.1) - Andy Weir

6 Venkat Kapoor regresó a su oficina, dejó elmaletín en el suelo y se derrumbó en el sillón decuero. Se tomó un momento para mirar por laventana. Desde su oficina del Edificio 1 disfrutabade una panorámica del gran parque situado en elcentro del Centro Espacial Johnson. Más allá,decenas de edificios diseminados dominaban lavista hasta el distante lago Mud. Mirando a la pantalla de su ordenador, se fijó enque cuarenta y siete mensajes de correoelectrónico sin leer requerían con urgencia suatención. Podían esperar. Había sido un día triste.Había sido el día del funeral de Mark Watney. El presidente había dado un discurso alabando lavalentía y el sacrificio de Watney, así como larapidez de acción de la comandante Lewis paraponer a salvo a todos los demás. La comandante

Page 122: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Lewis y el resto de supervivientes de latripulación, en un comunicado de larga distanciadesde la Hermes, hicieron panegíricos delcamarada fallecido desde el espacio exterior.Tenían otros diez meses de viaje por delante. El administrador también había pronunciado undiscurso, recordando a todos que un viaje espaciales increíblemente peligroso, y que «noretrocederemos ante la adversidad». Habían preguntado a Venkat si quería decir unaspalabras. Rechazó la oferta. ¿Qué sentido tenía?Watney estaba muerto. Unas bonitas palabras deldirector de operaciones de Marte no lodevolverían a la vida. —¿Estás bien, Venk? —le preguntó una vozfamiliar desde el umbral. Venkat se volvió. —Supongo que sí —dijo. Teddy Sanders eliminó un hilo de su por lodemás inmaculado blazer. —Podrías haber hecho un discurso. —No quería. Ya lo sabes. —Sí, lo sé. Yo tampoco quería. Pero soy el

Page 123: El Marciano(c.1) - Andy Weir

administrador de la NASA. Es lo que se espera demí. ¿Estás seguro de que estás bien? —Sí, estoy bien. —Bueno —dijo Teddy, ajustándose los puños dela camisa—. Volvamos al trabajo, pues. —Claro. —Venkat se encogió de hombros—.Empieza por autorizar mi tiempo de satélite. Teddy se apoyó en la pared y suspiró. —Otra vez. —Sí —dijo Venkat—. Otra vez. ¿Cuál es elproblema? —Está bien, explícame. ¿Qué buscasexactamente? Venkat se inclinó hacia delante. —La misión Ares 3 fue un fracaso, peropodemos salvar algo de la operación. Tenemosfinanciación para cinco operaciones Ares. Creoque podemos convencer al Congreso para quefinancie una sexta. —No sé, Venk... —Es sencillo, Teddy —insistió Venkat—.Evacuaron después de seis soles. Hay allísuministros para casi una misión entera. Solo

Page 124: El Marciano(c.1) - Andy Weir

costaría una fracción de lo que cuesta una misiónnormal. Normalmente, hacen falta catorce sondasde preabastecimiento para preparar un sitio. Esposible que podamos enviar lo que falta en tres,incluso en dos. —Venk, una tormenta de arena de ciento setentay cinco kilómetros por hora golpeó el Hab. Estaráen muy mal estado. —Por eso quiero imágenes —dijo Venkat—.Solo necesito un par de imágenes del lugar.Aprenderíamos mucho. —¿Como qué? ¿Crees que enviaríamos gente aMarte sin estar seguros de que todo está enperfecto estado? —No hace falta que todo esté perfecto —dijoVenkat con rapidez—. Enviaremos repuestos parasustituir lo que esté roto. —¿Cómo sabremos qué está roto a partir deimágenes? —Es solo un primer paso. Evacuaron porque elviento era una amenaza para el VAM, pero el Habpuede resistir un castigo mucho mayor. Es posibleque siga entero.

Page 125: El Marciano(c.1) - Andy Weir

»Y será muy obvio. Si explotó, se habráderrumbado por completo. Si sigue en pie, todo loque hay dentro estará bien. Y los vehículos desuperficie son sólidos. Pueden soportar cualquiertormenta de arena de Marte. Solo déjame echar unvistazo, Teddy, es lo único que quiero. Teddy caminó hasta la ventana y miró la vastaextensión de edificios. —No eres el único que quiere tiempo de satélite,ya lo sabes. Tenemos misiones de suministro parala Ares 4 en camino. Necesitamos concentrarnosen el cráter Schiaparelli. —No lo entiendo, Teddy. ¿Cuál es el problema?—preguntó Venkat—. Estoy hablando de garantizarotra misión. Tenemos doce satélites en la órbita deMarte; estoy seguro de que puedes prescindir deuno o dos durante un par de horas. Puedo darte ellapso de tiempo para cada uno de ellos cuandoestén en el ángulo adecuado para fotografiar laAres 3... —No se trata del tiempo de satélite, Venk —lointerrumpió Teddy. Venkat se quedó helado.

Page 126: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Entonces..., pero..., qué... Teddy se volvió para mirarlo de cara. —Somos una organización pública. No existenlos secretos ni la información segura. —¿Y? —Cualquier imagen que tomemos llegadirectamente al público. —¿Y? —El cadáver de Mark Watney estará a veintemetros del Hab, quizá parcialmente enterrado enarena, pero todavía muy visible y con una antenade comunicaciones clavada en el pecho. Saldrá encualquier imagen que tomemos. Venkat lo fulminó con la mirada. —¿Por eso me has estado negando las peticionesde toma de imágenes durante dos meses? —Venk, vamos... —¿En serio, Teddy? —dijo—. ¿Temías unproblema de relaciones públicas? —La obsesión de los medios de comunicacióncon la muerte de Watney está empezando adisminuir —dijo Teddy sin alterarse—. Hemostenido mala prensa y más mala prensa durante dos

Page 127: El Marciano(c.1) - Andy Weir

meses. El funeral de hoy ha puesto punto final y lagente y los medios pueden pasar a otra historia. Loúltimo que queremos es volver a removerlo todo. —Entonces, ¿qué hacemos? No se va adescomponer. Estará allí para siempre. —No para siempre —dijo Teddy—. Dentro deun año estará cubierto de arena por la actividadclimática normal. —¿Un año? —dijo Venkat, levantándose—. Esridículo. No podemos esperar un año para esto. —¿Por qué no? La misión Ares 4 no se lanzaráhasta dentro de otros cinco años. Hay muchotiempo. Venkat inspiró profundamente. —Vale, plantéate lo siguiente —dijo, traspensárselo un momento—: todos se compadecenmucho por la familia de Watney. La misión Ares 6podría recuperar el cadáver. No decimos que seael propósito de la misión, pero podemos dejarclaro que formaría parte de ella. Si lo planteamosasí tendríamos más apoyo en el Congreso, pero nosi esperamos un año. Dentro de un año a la genteya no le importará.

Page 128: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Teddy se frotó la barbilla. —Humm... Mindy Park miraba al cielo. Tenía poco más quehacer. El turno de las tres de la mañana erabastante aburrido. Solo un constante flujo de caféla mantenía despierta. Monitorizar el estado de los satélites en torno aMarte le había parecido una propuestaemocionante cuando aceptó el traslado. Sinembargo, los satélites se cuidaban solos. Eltrabajo de Mindy consistía en enviar mensajes decorreo electrónico cuando había imágenesdisponibles. —Licenciada en ingeniería mecánica —murmuró— y trabajo en un fotomatón abierto toda la noche.—Tomó un sorbo de café. Un destello en la pantalla anunció que otro grupode imágenes estaba listo para enviar. Miró elnombre de la orden de trabajo. Venkat Kapoor. Envió los datos directamente al servidor internoy escribió un mensaje al doctor Kapoor. Al

Page 129: El Marciano(c.1) - Andy Weir

introducir la latitud y la longitud del punto dondehabía sido tomada la fotografía, reconoció lascoordenadas. «31,2º N, 28,5º O... Acidalia Planitia... ¿Lamisión Ares 3?» Picada por la curiosidad, miró la primera de lasdiecisiete imágenes. Como sospechaba era la ubicación de la Ares 3.Había oído que iban a fotografiarla. Ligeramenteavergonzada de sí misma, estudió la foto en buscade algún indicio de la presencia del cadáver deMark Watney. Al cabo de un minuto de búsquedainfructuosa, se sintió al mismo tiempo aliviada ydecepcionada. Continuó estudiando la imagen. El Hab estabaintacto; el doctor Kapoor estaría contento de verlo. Se llevó la taza de café a los labios y se quedóde piedra. —¡Oh! —murmuró para sus adentros—. Eh... Abrió la intranet de la NASA y navegó por elsitio concretamente hasta las misiones Ares. Trasuna breve investigación, cogió el teléfono. —Soy Mindy Park, de SatCon. Necesito los

Page 130: El Marciano(c.1) - Andy Weir

diarios de la misión Ares 3, ¿dónde puedoconseguirlos? Ajá..., ajá... Vale, gracias. Después de pasar un rato más en la intranet, serecostó en la silla. Ya no necesitaba el café paramantenerse despierta. Cogió el teléfono otra vez. —Hola. ¿Seguridad? Soy Mindy Park, deSatCon. Necesito el teléfono de contacto deemergencia del doctor Venkat Kapoor... Sí, es unaemergencia. Mindy se movió nerviosa en el asiento cuandoentró Venkat. Que el director de operaciones deMarte visitara SatCon era inusual. Verlo en tejanosy camiseta era más inusual todavía. —¿Eres Mindy Park? —le preguntó con el ceñode un hombre que ha dormido dos horas. —Sí —repuso Mindy temblando—. Sientohaberle despertado. —Supongo que tienes una buena razón... —Bueno... —dijo ella, bajando la mirada—.Bueno, sí. Las imágenes que pidió. Eh... Venga y

Page 131: El Marciano(c.1) - Andy Weir

mire. Venkat acercó otra silla al puesto de trabajo deMindy y se sentó. —¿Se trata del cadáver de Watney? ¿Por eso meha despertado? —No —dijo ella—. Bueno..., eh. —Gimió porsu propia torpeza e indicó la pantalla. Venkat estudió la imagen. —Parece que el Hab está de una pieza. Eso esuna buena noticia. Los paneles solares parecen enbuen estado. Los vehículos de superficie tambiénestán bien. Falta la antena parabólica principal.No es ninguna sorpresa. ¿Cuál es la granemergencia? —Bueno... —dijo ella, tocando la pantalla conun dedo—. Eso. Venkat se acercó y miró con más atención. Justodebajo del Hab, al lado de los vehículos desuperficie, había dos círculos blancos en la arena. —Vaya. Parece lona del Hab. Tal vez no esté tanbien después de todo. Supongo que se soltarontrozos y... —Hum —lo interrumpió ella—. Parecen las

Page 132: El Marciano(c.1) - Andy Weir

tiendas de campaña del vehículo de superficie. Venkat miró otra vez. —Eh, probablemente. —¿Quién las ha instalado? —preguntó Mindy. Venkat se encogió de hombros. —La comandante Lewis probablemente ordenóque las desplegaran durante la evacuación. No fuemala idea tener refugios de emergencia preparadospor si el VAM no funcionaba y fallaba el Hab. —Sí, ya —dijo Mindy, abriendo un documentoen su ordenador—. Estos son los diarioscompletos de la misión desde sol 1 hasta sol 6.Desde el aterrizaje del VDM hasta la salida deemergencia del VAM. —Bien, ¿y? —Los he leído. Varias veces. Nunca montaronlas tiendas. —Se le quebró la voz en la últimapalabra. —Bueno, eh... —Venkat frunció el entrecejo—.Obviamente lo hicieron pero no lo apuntaron en eldiario. —¿Montaron dos tiendas de emergencia y no selo dijeron a nadie?

Page 133: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Eso no tiene mucho sentido, no. Quizá latormenta afectó a los vehículos de superficie y sedesplegaron solas. —Entonces, ¿después de autodesplegarse sesepararon de los vehículos de superficie y sealinearon a veinte metros de distancia? Venkat volvió a mirar la imagen. —Bueno, obviamente se desplegaron de algunamanera. —¿Por qué están limpias las placas solares? —dijo Mindy, luchando por contener las lágrimas—.Hubo una tormenta de arena tremenda. ¿Por qué noestán cubiertas de arena? —¿Un buen viento podría haberlas limpiado? —sugirió Venkat, inseguro. —¿He mencionado que no he visto el cadáver deWatney? —dijo ella, gimoteando. Venkat miró la foto con unos ojos como platos. —Oh... —dijo en un susurro—. Oh, Dios... Mindy se tapó la cara con las manos y sollozó ensilencio.

Page 134: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Joder —masculló Annie Montrose—. ¿Meestás tomando el pelo? Teddy miró a su directora de relaciones con losmedios desde detrás del inmaculado escritorio deroble de su despacho. —Eso no ayuda, Annie. —Se volvió hacia sudirector de operaciones de Marte—. ¿Hasta quépunto estás seguro de esto? —Casi al cien por cien —repuso Venkat. —¡Joder! —repitió Annie. Teddy desplazó una carpeta ligeramente hacia laderecha de su escritorio para alinearla con laalmohadilla del ratón. —Es lo que hay. Debemos afrontarlo. —¿Tienes alguna idea de la tormenta de mierdaque va a generar esto? —repuso ella—. Tú no teenfrentas a esos malditos periodistas a diario. ¡Yosí! —Vamos paso a paso —dijo Teddy—. Venk,¿qué te hace estar seguro de que sigue vivo? —Para empezar, no hay cadáver —explicóVenkat—. Además, las tiendas están montadas ylas placas solares fotovoltaicas limpias. Por

Page 135: El Marciano(c.1) - Andy Weir

cierto, podéis darle las gracias a Mindy Park, deSatCon, por fijarse en todo eso. »Sin embargo, su cadáver podría haber sidoenterrado por la tormenta de sol 6, las tiendaspodrían haberse desplegado solas y el vientopodría haberlas movido. Un viento de 30 km/htiempo después habría bastado para limpiar lasplacas solares, pero no habría sido losuficientemente fuerte como para arrastrar consigola arena. No es probable, pero es posible. »Así que he pasado las últimas horascomprobando cuanto he podido. La comandanteLewis hizo dos salidas en el vehículo desuperficie 2. La segunda en sol 5. Según losdiarios, después de regresar, lo conectó al Habpara recargarlo. El vehículo no volvió a usarse y,trece horas después, evacuaron. Deslizó una foto por el escritorio hacia Teddy. —Esta es una de las imágenes tomadas anoche.Como puedes ver, el vehículo de superficie 2 estálejos del Hab. El puerto de carga se encuentra ensu parte delantera y el cable no es tan largo. Teddy giró la imagen con aire ausente para

Page 136: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ponerla en paralelo con el borde del escritorio. —Debió de aparcarlo de cara al Hab o no habríapodido conectarlo —dijo—. Lo han movido desdesol 5. —Sí —dijo Venkat, deslizando otra imagenhacia Teddy—. Pero esta es la prueba definitiva.En la parte inferior derecha de la foto se ve elVDM. Lo han desmontado. Estoy seguro de que nolo habrían hecho sin decírnoslo. »Y la clave está en la parte derecha de laimagen, en los montantes del tren de aterrizaje delVAM. Parece que han quitado el depósito decombustible, dañándolos considerablemente en elproceso. No hay forma de que eso ocurriera antesdel despegue. Habría puesto demasiado en peligroel VAM para que Lewis lo permitiera. —¡Eh! —dijo Annie—. ¿Por qué no hablamoscon Lewis? Vamos al centro de comunicaciones yse lo preguntamos directamente. En lugar de responder, Venkat miró a Teddy congesto conocedor. —Porque si Watney realmente está vivo —dijoeste último—, no queremos que la tripulación de

Page 137: El Marciano(c.1) - Andy Weir

la Ares 3 se entere. —¿Qué? —se extrañó Annie—. ¿Cómo esposible que no se lo digas? —Les quedan otros diez meses de viaje deregreso a casa —le explicó Teddy—. Un viajeespacial es peligroso. Necesitan estar atentos, nodistraídos. Están tristes por haber perdido a unmiembro de la tripulación, pero estarían desoladossi descubrieran que lo abandonaron vivo. Annie miró a Venkat. —¿Estás de acuerdo? —Es evidente —dijo Venkat—. Dejemos queafronten este trauma emocional cuando no esténviajando en una nave espacial. —Esto será lo más comentado desde el éxito dela misión Apolo 11 —dijo Annie—. ¿Cómo se loocultarás? Teddy se encogió de hombros. —Fácil. Controlamos todas las comunicacionescon ellos. —Joder —dijo Annie, abriendo el portátil—.¿Cuándo quieres hacerlo público? —¿Qué opinas tú? —le preguntó él a su vez.

Page 138: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Hum —dijo Annie—. Podemos retener lasfotos veinticuatro horas antes de que nos exijan supublicación. Tendremos que adjuntar unadeclaración. No queremos que sea la gente la quelo descubra. Pareceríamos gilipollas. —De acuerdo —coincidió Teddy—, prepara unadeclaración. —¡Qué divertido! —refunfuñó ella. —¿Qué haremos luego? —le preguntó Teddy aVenkat. —El primer paso es la comunicación —dijoVenkat—. De las fotos se deduce que la antena decomunicación está destrozada. Necesitamos unaforma de hablar con él. Cuando hablemos,podremos valorar la situación y hacer planes. —Muy bien —dijo Teddy—. Ponte a ello. Cogea quien te plazca de cualquier departamento.Invierte todas las horas extra que quieras.Encuentra la forma de hablar con él. Será tu únicotrabajo a partir de ahora. —Entendido. —Asegúrate de que nadie se entere de esto hastaque lo anunciemos, Annie.

Page 139: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Bien —convino ella—. ¿Quién más lo sabe? —Solo nosotros tres y Mindy Park, de SatCon—dijo Venkat. —Hablaré con ella —dijo Annie. Teddy se levantó y abrió el teléfono móvil. —Me voy a Chicago. Volveré mañana. —¿Por qué? —preguntó Annie. —Allí viven los padres de Watney —dijo Teddy—. Les debo una explicación en persona antes deque esto salga en las noticias. —Estarán contentos de saber que su hijo siguevivo —dijo Annie. —Sí, sigue vivo —dijo Teddy—, pero si no mefallan los cálculos está condenado a morir dehambre antes de que podamos ayudarle. No estoyansioso por tener esa conversación. —Joder —dijo Annie pensativamente. —¿Nada? ¿Nada en absoluto? —gruñó Venkat—. ¿Me tomas el pelo? Tienes a veinte expertostrabajando en esto desde hace doce horas.Tenemos una red de comunicaciones que vale

Page 140: El Marciano(c.1) - Andy Weir

miles de millones de dólares. ¿No se os ocurreninguna forma de hablar con él? Los dos hombres sentados en la oficina deVenkat se movieron nerviosos en la silla. —No tiene radio —dijo Chuck. —En realidad —dijo Morris—, tiene radio perono tiene antena. —La cuestión es que, sin antena —continuóChuck—, una señal tendría que ser tremendamenteintensa... —Tan intensa como para desintegrar palomas —sugirió Morris. —... para que llegara hasta él —terminó Chuck. —Hemos tenido en cuenta los satélitesmarcianos —dijo Morris—. Están más cerca. Perolos cálculos no salen. Incluso el transmisor delSuperSurveyor 3, que es el más potente, tendríaque serlo catorce veces más... —Diecisiete veces —lo corrigió Chuck. —Catorce veces —insistió Morris. —No, son diecisiete. Te olvidas del amperajemínimo para que los calentadores mantengan el... —Chicos —los interrumpió Venkat—. Me hago

Page 141: El Marciano(c.1) - Andy Weir

una idea. —Lo siento. —Lo siento. —Lamento estar de mal humor —dijo Venkat—.Anoche solo dormí dos horas. —No pasa nada —dijo Morris. —Es totalmente comprensible —comentó Chuck. —Vale —dijo Venkat—. Explicadme cómo unasimple tormenta de arena nos ha dejado sinposibilidad alguna de hablar con la misión Ares 3. —Por falta de imaginación —dijo Chuck. —No lo previeron —convino Morris. —¿Cuántos sistemas de comunicación de reservatiene una misión Ares? —preguntó Venkat. —Cuatro —dijo Chuck. —Tres —dijo Morris. —No, son cuatro —lo corrigió Chuck. —Ha dicho sistemas de reserva —insistióMorris—. Eso significa que el principal no seincluye. —Oh, vale. Tres. —Así que cuatro sistemas en total, pues —dijoVenkat—. Explicadme cómo hemos perdido los

Page 142: El Marciano(c.1) - Andy Weir

cuatro. —Bueno —dijo Chuck—. El principal utilizabala gran antena parabólica. La antena se voló con latormenta. El resto de los equipos de reservaestaban en el VAM. —Sí —concedió Morris—. El VAM es comouna máquina de comunicación. Puede hablar con laTierra, la Hermes, incluso con los satélites queorbitan alrededor de Marte si hace falta. Y tienetres sistemas independientes para garantizar quenada inferior al impacto de un meteoro puedaimpedir la comunicación. —El problema —dijo Chuck— es que lacomandante Lewis y los demás se llevaron el VAMcuando se marcharon. —Así que de cuatro sistemas de comunicaciónindependientes queda uno, y está roto —concluyóMorris. Venkat se pellizcó el puente de la nariz. —¿Cómo podemos superar este inconveniente? Chuck se encogió de hombros. —No se nos ocurrió nunca que alguien estaría enMarte sin un VAM.

Page 143: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Me refiero a que, ¡venga ya! —dijo Morris—.¿Cuáles son las probabilidades de que eso se dé? Chuck se volvió hacia él. —Hay una posibilidad entre tres de que suceda,basándonos en datos empíricos, lo que, bienpensado, no es demasiado halagüeño. Iba a ser duro y Annie lo sabía. No solo teníaque entonar el mayor mea culpa de la historia de laNASA, sino que cada segundo de lo que dijerasería permanentemente recordado. Millones depersonas serían testigos una y otra vez de cadamovimiento de sus brazos, su expresión facial y suentonación. No solo inmediatamente, en la prensa,sino también en las décadas venideras. Cadadocumental sobre la situación de Watney incluiríaese clip. Estaba segura de que cuando subiera al estradoesta preocupación no se le notaría en absoluto. —Gracias a todos por venir después deavisarlos con tan corto margen de tiempo —dijo alos periodistas reunidos—. Tenemos que hacer un

Page 144: El Marciano(c.1) - Andy Weir

anuncio importante. Si hacen el favor de tomarasiento... —¿De qué se trata, Annie? —preguntó BryanHess, de la NBC—. ¿Le ha ocurrido algo a laHermes? —Por favor, tomen asiento —repitió Annie. Los periodistas se agolparon y hablaron entre síun ratito hasta que finalmente se acomodaron enlos asientos. —Se trata de un anuncio breve pero muyimportante —dijo Annie—. No responderéninguna pregunta en esta ocasión, pero daremosuna conferencia de prensa con preguntas yrespuestas dentro de aproximadamente una hora.Recientemente hemos revisado imágenessatelitales de Marte y hemos confirmado que elastronauta Mark Watney está vivo. Después de un segundo entero de completosilencio, la sala se convirtió en un pandemonio. Una semana después, el asombroso anuncioseguía siendo noticia de portada en todas las

Page 145: El Marciano(c.1) - Andy Weir

cadenas de noticias del mundo. —Me estoy hartando de dar conferencias deprensa todos los días —le susurró Venkat a Annie. —Yo me estoy hartando de dar conferencias deprensa a todas horas —le respondió Annie tambiénsusurrando. Los dos estaban con un nutrido grupo de gerentesy ejecutivos de la NASA, en la pequeña tribuna dela sala de prensa. Se enfrentaban a una caterva dereporteros hambrientos, desesperados porcualquier migaja de información nueva. —Lo siento, llego tarde —dijo Teddy, entrandopor la puerta lateral. Sacó unas cuantas tarjetas del bolsillo, lasordenó pulcramente y se aclaró la garganta. —En los nueve días transcurridos desde elanuncio de que Mark Watney ha sobrevividohemos recibido un generoso apoyo de todos lossectores —comenzó—. Estamos aprovechándolode todas las formas posibles. Una risita recorrió la sala. —Ayer, a petición nuestra, toda la red SETI seconcentró en Marte por si Watney estaba enviando

Page 146: El Marciano(c.1) - Andy Weir

una señal de radio débil. Resultó que no, pero esoindica el grado de compromiso de todos enayudarnos. »La opinión pública está sensibilizada yharemos lo posible para mantener a todosinformados. Recientemente me he enterado de quela CNN dedicará un segmento de programacióndiario de media hora para informar sobre estacuestión. Asignaremos varios miembros de nuestroequipo de relaciones con los medios a dichoprograma, para que el público reciba la últimainformación lo más deprisa posible. »Hemos ajustado las órbitas de tres satélitespara obtener más tiempo de visión sobre Ares 3con la esperanza de captar pronto una imagen deMark en el exterior. Si lo vemos en el exterior,podremos sacar conclusiones sobre su estadofísico basándonos en su postura y sus actividades. »Hay muchas preguntas en el aire. ¿Cuántotiempo sobrevivirá? ¿Cuánta comida le queda?¿Podrá rescatarlo la misión Ares 4? ¿Cómo hablarcon él? »No puedo prometer el éxito de su rescate, pero

Page 147: El Marciano(c.1) - Andy Weir

sí esto: el único objetivo de la NASA será traer aMark Watney a casa. Esa será nuestra mayorpreocupación y nuestra única obsesión hasta queesté de vuelta en la Tierra o se confirme su muerteen Marte. —Bonito discurso —le dijo Venkat al entrar ensu oficina. —He dicho en serio todas y cada una de mispalabras —dijo Teddy. —Oh, lo sé. —¿Qué puedo hacer por ti, Venk? —Tengo una idea. Bueno, el JPL1 tiene una idea.Yo soy el mensajero. —Me gustan las ideas. —Teddy le hizo un gestopara que tomara asiento. Venkat se sentó. —Podemos rescatarlo con la misión Ares 4. Esmuy arriesgado. Hemos planteado la idea a latripulación de la Ares 4 y no solo están deseandohacerlo, sino que insisten en ello. —Por supuesto —dijo Teddy—. Los astronautas

Page 148: El Marciano(c.1) - Andy Weir

están inherentemente locos, y son realmentenobles. ¿Cuál es la idea? —Bueno, está en fase incipiente, pero el JPLcree que se puede usar el VDM para salvarlo. —La misión Ares 4 ni siquiera ha despegado.¿Por qué usar un VDM? ¿Por qué no algo mejor? —No tenemos tiempo de construir una nave amedida. En realidad, ni siquiera sobrevivirá hastala llegada de la Ares 4, pero ese es un problemadistinto. —Bueno, háblame del VDM. —El JPL lo desmonta, elimina algo de peso y leañade depósitos de combustible. La tripulación dela Ares 4 aterriza en el mismo lugar que aterrizó laAres 3 de manera muy eficiente. Luego, quemandoa tope, y me refiero a quemar a tope, despegan otravez. No pueden volver a la órbita, pero sí llegar alemplazamiento de la Ares 4 siguiendo unatrayectoria lateral. Eso es, bueno..., aterrador.Luego tendrán un VAM. —¿Cómo van a eliminar peso? —preguntóTeddy—. ¿No es ya lo más ligero que puede ser? —Sacando material de seguridad y emergencia.

Page 149: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Maravilloso —dijo Teddy—. Así que vamos aarriesgar la vida de seis personas más. —Sí —dijo Venkat—. Sería más seguro dejar latripulación de la misión Ares 4 a salvo en laHermes y enviar solo al piloto en el VDM. Peroeso implicaría renunciar a la misión, y prefierenarriesgarse a morir. —Son astronautas —dijo Teddy. —Son astronautas —confirmó Venkat. —Bueno. Es una idea ridícula y nunca laaprobaré. —La trabajaremos más —dijo Venkat—.Trataremos de hacerla más segura. —Hazlo. ¿Alguna idea para mantenerlo vivocuatro años? —No. —Trabaja en eso también. —Lo haré —dijo Venkat. Teddy giró en su silla y miró al cielo por laventana. Estaba anocheciendo. —¿Cómo será estar atrapado allí? —reflexionó—. Cree que está completamente solo, que todosnos hemos olvidado de él. ¿Qué clase de efecto

Page 150: El Marciano(c.1) - Andy Weir

surte eso en la psique de un hombre? —Se volvióhacia Venkat—. Me pregunto qué estará pensandoahora mismo. ENTRADA DE DIARIO: SOL 61 ¿Cómo es que Aquaman controla las ballenas?¡Son mamíferos! No tiene sentido.

Page 151: El Marciano(c.1) - Andy Weir

7 ENTRADA DE DIARIO: SOL 63 Terminé de fabricar agua hace tiempo. Ya nocorro peligro de volar en pedazos. Las patatascrecen bien. Nada ha conspirado para matarmedesde hace semanas y la tele de los setenta memantiene inquietantemente más entretenido de loque debiera. Las cosas están estables aquí enMarte. Es hora de empezar a pensar a largo plazo. Aunque encuentre una forma de informar a laNASA de que estoy vivo, no hay garantía de quepuedan salvarme. Necesito ser proactivo. Necesitopensar en cómo acceder a la misión Ares 4. No será fácil. La Ares 4 aterrizará en el cráter Schiaparelli, a3.200 kilómetros de distancia. De hecho, su VAMya está allí. Lo sé porque vi a Martinez

Page 152: El Marciano(c.1) - Andy Weir

aterrizándolo. Hacen falta dieciocho meses para que el VAMfabrique su combustible, así que es lo primero quela NASA envía. Su envío cuarenta y ocho mesesantes proporciona mucho tiempo adicional en casode que las reacciones de combustible sean máslentas de lo esperado y, mucho más importante,significa que un piloto en órbita puede efectuar unaterrizaje suave por control remoto. La operaciónremota desde Houston no es una opción; está aentre cuatro y veinticuatro minutos luz dedistancia. El VAM de la Ares 4 tardó once meses en llegara Marte. Salió antes que nosotros y llegó aquí máso menos al mismo tiempo que nosotros. Como seesperaba, Martinez lo aterrizó a la perfección. Fueuna de las últimas cosas que hicimos antes demeternos en nuestro VDM y dirigirnos a lasuperficie. ¡Ah, los viejos tiempos en que tenía unatripulación a mi lado! Tengo suerte. Los 3.200 kilómetros no están tanmal. Podrían haber sido 10.000. Además, comoestoy en la zona más llana de Marte, los primeros

Page 153: El Marciano(c.1) - Andy Weir

650 kilómetros son de terreno nivelado y suave(sí, la Acidalia Planitia), pero el resto escomplicado, rugoso y está lleno de cráteres. Obviamente, tendré que usar un vehículo desuperficie, y ¿sabes qué?, no están diseñados paraviajes larguísimos. Va a ser un esfuerzo de investigación con unabuena dosis de experimentación. Tendré queconvertirme en mi propia pequeña NASA ydescubrir cómo explorar lejos del Hab. La buenanoticia es que tengo mucho tiempo para pensar:casi cuatro años. Algunas cosas son obvias. Tendré que usar unvehículo de superficie. Tardaré mucho, de modoque necesitaré llevar provisiones. Necesitorecargar en ruta y los vehículos de superficie notienen células solares fotovoltaicas, de modo queme veré obligado a robar algunas de la granjasolar del Hab. Durante el viaje me hará faltarespirar, comer y beber. Por suerte para mí, las especificaciones técnicasde todo están aquí mismo, en el ordenador. Me veré obligado a trucar un vehículo de

Page 154: El Marciano(c.1) - Andy Weir

superficie para convertirlo básicamente en un Habmóvil. Elegiré el vehículo de superficie 2 paraeso. Hay cierto vínculo entre nosotros desde quepasé dos días en él durante el Gran Susto delHidrógeno de sol 37. Hay demasiadas complicaciones pararesolverlas todas al mismo tiempo, así que, porahora, me centraré en la potencia. Nuestra misión tenía un radio operativo de 10kilómetros. Sabiendo que no nos moveríamos enlínea recta, la NASA diseñó los vehículos desuperficie para que recorrieran 35 kilómetros conla batería cargada al máximo, presumiblementepor un terreno razonablemente llano. Cadavehículo dispone de una batería de 9.000vatios/hora. El primer paso es quitar la batería del vehículode superficie 1 e instalarla en el vehículo desuperficie 2. ¡Tachín! Acabo de doblar el radio dealcance. Hay solo una complicación: la calefacción. Parte de la potencia de la batería se dedica acalentar el vehículo. Marte es realmente frío. Por

Page 155: El Marciano(c.1) - Andy Weir

lo general, se espera que todas nuestras EVA durenmenos de cinco horas. Sin embargo, yo estaré en éllas veinticuatro horas del día. Según lasespecificaciones, el consumo del aparato decalefacción es de 400 vatios/hora. Mantenerlo enfuncionamiento consumiría 9.800 vatios al día.Más de la mitad de mi suministro de potencia,¡cada día! Pero tengo una fuente de calor gratuita: yo. Unpar de millones de años de evolución me hanhecho de «sangre caliente». Puedo apagar lacalefacción y ponerme capas de ropa. El vehículode superficie tiene un buen aislamiento. Tendrá quebastar; necesito hasta la última gota de potencia. Según mis aburridos cálculos, desplazar elvehículo consume 200 vatios/hora de combustiblepor kilómetro, así que, usando los 18.000vatios/hora para moverme (menos una cantidadínfima para el ordenador, el soporte vital, etcétera)podré viajar 90 kilómetros. Esto es otra cosa. En realidad, no recorreré 90 kilómetros con unasola carga. Tendré que enfrentarme a colinas yterreno escabroso, arena, etcétera. No obstante, es

Page 156: El Marciano(c.1) - Andy Weir

un buen punto de partida. Tardaré al menos 35 díasen llegar a la Ares 4, probablemente 50, pero esalgo plausible, al menos. A la asombrosa velocidad de 25 km/h delvehículo de superficie, tardaré tres horas y mediaen agotar la batería. Puedo conducir en elcrepúsculo y reservar las horas de sol pararecargar. En esta época del año hay unas trecehoras de luz. ¿Cuántas placas solares tendré quesacar de la granja del Hab? Gracias a los contribuyentes estadounidenses,tengo más de 100 metros cuadrados del huertosolar más caro jamás fabricado. Tiene unaasombrosa eficiencia del 10,2 %, lo cual está muybien, porque Marte no recibe tanta luz solar comola Tierra (solo de 500 a 700 vatios por metrocuadrado en comparación con los 1.400 de nuestroplaneta). Resumiendo: necesito veintiocho metroscuadrados de placas fotovoltaicas, el equivalente acatorce paneles. Puedo poner dos montones de siete en el tejado.Sobresaldrán por los bordes, pero mientras

Page 157: El Marciano(c.1) - Andy Weir

aguanten, estaré feliz. Cada jornada, después deconducir, las extenderé y esperaré todo el día.Será un peñazo. Bueno, es un comienzo. Misión para mañana:transferir la batería del vehículo de superficie 1 alvehículo de superficie 2. ENTRADA DE DIARIO: SOL 64 A veces las cosas son fáciles y a veces no. Sacarla batería del vehículo de superficie 1 ha sidofácil. He quitado los dos pernos de la parteinferior y ha salido enseguida. El cableadotambién era fácil de desconectar, solo tiene un parde enchufes complicados. En cambio, llevarla al vehículo de superficie 2ha sido harina de otro costal. No había dóndeponerla. Es enorme. Apenas podía arrastrarla, y eso en lagravedad de Marte. Simplemente es demasiado grande. No hayespacio en la parte inferior del vehículo para

Page 158: El Marciano(c.1) - Andy Weir

añadirle una segunda batería, ni espacio en eltecho, donde irán las células fotovoltaicas. No haysitio dentro de la cabina, y tampoco encaja en laesclusa de aire. Pero no temas, he encontrado una solución. Para emergencias que no tienen nada que ver conesta, la NASA nos proporcionó seis metroscuadrados suplementarios de lona del Hab y unaresina realmente impresionante. La misma resina,de hecho, que me salvó la vida en sol 6 (con el kitde parches que usé para el agujero de mi traje). En el caso de que el Hab pierda estanqueidad,todos corremos a las esclusas. El procedimientoconsiste en dejar que el Hab reviente en lugar demorir tratando de impedirlo. Luego, nos vestimos yvaloramos los daños. Una vez localizada la fisura,la sellamos con la lona sobrante y la resina.Volvemos a inflar el Hab y como nuevo. Los seis metros cuadrados de lona de sobraestaban en una conveniente pieza de seis metrospor uno. He cortado tiras de 10 centímetros deanchura y he fabricado con ellas una especie dearnés.

Page 159: El Marciano(c.1) - Andy Weir

He usado resina y correas para formar doscírculos de 10 metros de perímetro a los que headosado un gran pedazo de lona. Ya tengo alforjaspara mi vehículo de superficie. Esto cada vez se parece más a Caravana. La resina se seca casi al instante, pero seendurece al cabo de una hora. He esperado lonecesario, me he puesto el traje y me he dirigido alvehículo de superficie. He arrastrado la batería hasta el vehículo y la herodeado con un extremo del arnés. Luego hepasado el otro extremo por encima del techo y lohe llenado de rocas al otro lado del vehículo.Cuando los dos pesos ya eran aproximadamenteiguales, he conseguido tirar de las rocas haciaabajo y subir la batería. ¡Sí! He desenchufado la batería del vehículo desuperficie 2 y la he conectado al vehículo desuperficie 1. Luego he atravesado la esclusa deeste y he comprobado todos los sistemas. Todoestaba en orden. He conducido un poco para asegurarme de que el

Page 160: El Marciano(c.1) - Andy Weir

arnés era seguro. Incluso he pasado por encima deunas cuantas rocas grandes, para agitar la carga. Elarnés ha resistido. ¡Cielos, sí! Me he pasado un rato pensando en cómoempalmar los cables de la segunda batería a latoma principal de corriente. Mi conclusión ha sidoque a la mierda con ello. No hay necesidad de tener una fuente dealimentación continuada. Cuando la batería 1 seagote, puedo salir, desenchufarla y conectar labatería 2. ¿Por qué no? Será una EVA de diezminutos, una vez al día. Tendré que cambiar lasbaterías otra vez cuando las esté recargando, pero,¿y qué? He pasado el resto del día barriendo el huertosolar. Pronto voy a saquearlo. DIARIO DE ENTRADA: SOL 65 Las placas solares me han dado menosproblemas que la batería. Son finas, ligeras y estaban simplemente

Page 161: El Marciano(c.1) - Andy Weir

esparcidas por el suelo. Además tienen una ventajaadicional: fui yo quien las instaló. Bueno, vale. No lo hice yo solo. Vogel y yotrabajamos juntos en esto. Y chico, vaya si nosentrenamos. Nos pasamos casi una semana enterapracticando el montaje del huerto solar. Seguimosentrenándonos cada vez que teníamos un momentolibre. El huerto era esencial para la misión. Sirompíamos las placas o las inutilizábamos, el Habno podría generar energía y la misión seterminaría. Puede que te preguntes qué estaba haciendo elresto de la tripulación mientras nosotrosmontábamos el huerto. Los demás estabanpreparando el Hab. Recuerda: todo en mi gloriosoreino llegó aquí en cajas. Tuvimos que montarlo ensol 1 y sol 2. Cada placa solar está en un entramado ligero quela sostiene en un ángulo de 14 grados. Reconozcoque no sé por qué el ángulo ha de ser de 14 grados.Tiene que ver con aprovechar al máximo laenergía solar. De todos modos, desmontar lasplacas ha sido sencillo y el Hab puede pasar sin

Page 162: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ellas. Con la reducción de carga que supone tenerque sustentar solo a un humano en lugar de a seis,un 14 % de pérdida de energía es irrelevante. A continuación he tenido que apilarlas en elvehículo de superficie. Me he planteado quitar el contenedor demuestras de rocas. No es nada más que una bolsade lona sujeta al techo, grande pero demasiadopequeña para las células solares. Tras pensarlo unpoco lo he dejado en su sitio. He supuesto que meproporcionará una buena amortiguación. Las placas se amontonan bien (están hechas parasu transporte a Marte), y las dos pilas se hanasentado a la perfección en el techo. Sobresalenpor ambos lados, pero como no voy a atravesartúneles no me importa. Abusando un poco más del material deemergencia del Hab, he hecho correas y las heatado. El vehículo de superficie tiene asiderosexternos cerca de la parte delantera y de la trasera.Su razón de ser era ayudarnos a cargar rocas en eltecho. Son puntos de anclaje perfectos para lascorreas.

Page 163: El Marciano(c.1) - Andy Weir

He retrocedido para admirar mi trabajo. ¡Eh,victoria! Aún no era mediodía y había terminado. He vuelto al Hab, he comido un poco y hetrabajado en mis plantaciones durante el resto delsol. Han pasado treinta y nueve soles desde queplanté las patatas (unos cuarenta días de la Tierra)y ya era hora de cosechar y volver a sembrar. Crecen todavía mejor de lo que había esperado.En Marte no hay insectos, parásitos ni plagasperjudiciales, y el Hab mantiene una temperaturade crecimiento y una humedad perfectas a todashoras. Las patatas son más pequeñas que las que comesnormalmente, pero da igual. Lo único que quieroes que tengan suficientes brotes para obtenernuevas plantas. Las he desenterrado, con cuidado de dejar susplantas vivas. Luego las he cortado en trozospequeños con un ojo cada uno que he vuelto asembrar en suelo nuevo. Si siguen creciendo así debien, podré sobrevivir mucho tiempo aquí. Después de tanto trabajo físico, merecía undescanso. He repasado el ordenador de Johanssen

Page 164: El Marciano(c.1) - Andy Weir

hoy y he encontrado una fuente inagotable de librosdigitales. Parece que es una gran admiradora deAgatha Christie. Los Beatles, Christie... Supongoque es un poco anglófila. Recuerdo que me gustaban los especiales para latelevisión de Hercule Poirot cuando era niño.Empezaré con El misterioso caso de Styles.Parece que es el primero. ENTRADA DE DIARIO: SOL 66 ¡Ha llegado el momento (ominoso crescendomusical) de realizar algunas misiones! Si la NASA pone a sus misiones nombre dedioses y cosas así, ¿por qué yo no? Las misionesexperimentales del vehículo de superficie seránmisiones Sirius. ¿Lo pillas? ¿La estrella Perro?2

Bueno, si no, jódete. La misión Sirius 1 será mañana. La misión: empezar con baterías completamentecargadas y las placas fotovoltaicas en el techo,conducir hasta quedarme sin energía y ver hasta

Page 165: El Marciano(c.1) - Andy Weir

dónde consigo llegar. No seré un idiota. No me alejaré del Hab.Conduciré a lo largo de medio kilómetro, adelantey atrás. Estaré cerca de casa a todas horas. Esta noche cargaré ambas baterías para queestén listas para un pequeño viaje mañana. Calculotres horas y media al volante, así que necesitaréllevar filtros de CO2 de recambio. Iré con lacalefacción apagada, así que llevaré tres capas deropa. ENTRADA DE DIARIO: SOL 67 ¡Misión Sirius 1 completada! Para ser más precisos, la cancelé a la hora deempezar. Supongo que puedes considerarlo unfracaso, pero yo prefiero considerarlo una«experiencia de aprendizaje». Las cosas han empezado bien. He conducidohasta un lugar llano situado a un kilómetro delHab, luego he empezado a ir y venir por un tramode 500 metros.

Page 166: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Me he dado cuenta enseguida de que sería un testpenoso. Después de unas pocas idas y venidashabía apisonado el suelo lo suficiente para crearuna senda firme. En suelo compacto la eficienciaenergética es anormalmente alta. No será igual enun viaje largo. Así que lo he complicado un poco. He empezadoa conducir por rutas escogidas de maneraaleatoria, asegurándome de mantenerme dentro deun radio de un kilómetro del Hab. Un test un pocomás realista. Al cabo de una hora, ha empezado el frío. Y merefiero a frío de verdad. El vehículo de superficie siempre está fríocuando te metes en él. Cuando no has desactivadola calefacción, se calienta enseguida. Esperabaque hiciera frío, pero ¡joder! He estado bien un rato. Mi calor corporal mástres capas de ropa me mantenían caliente, y elaislamiento del vehículo es fenomenal. El calorque escapaba de mi cuerpo calentaba el interior.Pero no existe el aislamiento perfecto y el calor haempezado a escapar mientras que yo me enfriaba

Page 167: El Marciano(c.1) - Andy Weir

cada vez más. Al cabo de una hora me castañeteaban losdientes y estaba entumecido. Basta. No hay formade hacer un viaje largo en estas condiciones. He conectado la calefacción y he vuelto al Hab. Al llegar a casa, me he pasado un ratoenfurruñado. Todos mis planes brillantesfrustrados por la termodinámica. ¡Maldita seas,entropía! Estoy en un brete. La maldita calefacciónconsumirá la mitad de la potencia de mis bateríascada día. Podría mantenerla baja, pasar un poco defrío sin llegar a morirme congelado. Aun asíperdería al menos una cuarta parte. Esto requiere un poco de reflexión. Tengo quepreguntarme qué haría Poirot. Tendré que ponermis «células grises» a trabajar en el problema. ENTRADA DE DIARIO: SOL 68 Bueno, mierda. Se me ha ocurrido una solución, pero...

Page 168: El Marciano(c.1) - Andy Weir

¿Recuerdas cuando quemé el combustible decohete en el Hab? Esto será más peligroso. Voy a usar el RTG. El RTG (generador termoeléctrico deradioisótopos) es una gran caja de plutonio, perono del mismo que se usa en bombas nucleares. No,no. Este plutonio es mucho más peligroso. El plutonio-238 es un isótopo increíblementeinestable, tan radiactivo que se pondría al rojovivo por sí solo. Como puedes imaginar, unmaterial literalmente capaz de freír un huevo consu radiación es bastante peligroso. El RTG almacena plutonio, capta la radiación enforma de calor y la convierte en electricidad. Noes un reactor. La radiación puede incrementarse oreducirse. Se trata de un proceso puramente naturalque se produce a nivel atómico. En los años sesenta, la NASA empezó a usarRTG para dar potencia a misiones no tripuladas.Tienen montones de ventajas respecto a la energíasolar. Las tormentas no los afectan; trabajan día ynoche; son completamente internos, de modo queno necesitas delicadas placas solares en la sonda

Page 169: El Marciano(c.1) - Andy Weir

espacial. Pero nunca se habían usado grandes RTG enmisiones tripuladas hasta el Programa Ares. ¿Por qué no? La razón debería sercondenadamente obvia. ¡No quieren ponerastronautas al lado de una bola encendida demuerte radiactiva! Estoy exagerando un poco. El plutonio estádentro de una serie de bolitas, cada una de ellassellada y aislada para impedir que se filtreradiación aun en caso de rotura del contenedorexterno. Así pues, con el Programa Ares corrieronel riesgo. La clave de una misión Ares es el VAM. Es elcomponente más importante. Es uno de los pocossistemas que no puede sustituirse y del que no sepuede prescindir. Es el único componente que haceque una misión se vaya completamente al traste sino funciona. Las placas fotovoltaicas son fantásticas a cortoplazo, y son buenas a largo plazo si hay humanospara limpiarlas. Pero el VAM se queda solodurante años generando combustible, librado a su

Page 170: El Marciano(c.1) - Andy Weir

suerte hasta que llega su tripulación. Aunque nohaga nada, necesita potencia, así que la NASApuede monitorizarlo de manera remota y darleinstrucciones para que lleve a caboautocomprobaciones. La perspectiva de cancelar una misión porque sehubiera ensuciado una placa fotovoltaica erainaceptable. Necesitaban una fuente dealimentación más fiable. Así que el VAM vieneequipado con un RTG que contiene 2,6 kilogramosde plutonio-238 que desprende casi 1.500 vatiosde calor convertibles en 100 vatios deelectricidad. El VAM funciona con eso hasta quellega la tripulación. Un centenar de vatios no basta para mantener lacalefacción en marcha, pero no me preocupa laproducción eléctrica. Quiero el calor. Uncalentador de 1.500 vatios está tan caliente quetendré que romper el aislamiento del vehículo desuperficie para impedir que la temperatura subademasiado. En cuanto los vehículos de superficie estuvierondescargados y activados, la comandante Lewis

Page 171: El Marciano(c.1) - Andy Weir

tuvo el placer de desprenderse del RTG. Lodesconectó del VAM, se alejó cuatro kilómetros ylo enterró. Por seguro que pueda ser, sigueteniendo un núcleo radiactivo y la NASA no loquería demasiado cerca de sus astronautas. Los parámetros de la misión no proporcionanuna ubicación específica para desembarazarse delRTG. «Al menos a cuatro kilómetros dedistancia», eso es todo. Así que tendré queencontrarlo. Dos cosas juegan a mi favor. Estaba montandoplacas solares con Vogel cuando la comandanteLewis se alejó y vi que se dirigía al sur. Además,la comandante clavó una pértiga de tres metros conuna bandera verde en el punto donde enterró elRTG. El verde destaca mucho contra el terrenomarciano. Estaba pensada para que evitáramos ellugar en caso de que nos perdiéramos en una EVAcon el vehículo de superficie. Así que mi plan consiste en dirigirme cuatrokilómetros hacia el sur y luego buscar hasta quevea la bandera verde. Como he inutilizado el vehículo de superficie 1,

Page 172: El Marciano(c.1) - Andy Weir

tendré que usar mi vehículo mutante para el viaje.Haré de esta una misión útil de comprobación.Veré qué tal funciona el arnés de la batería en unviaje real y si las placas solares se mantienen biensujetas al techo. La llamaré misión Sirius 2. ENTRADA DE DIARIO: SOL 69 No soy un extraño en Marte. Llevo aquí muchotiempo, pero nunca había perdido de vista el Habhasta hoy. Pensarás que eso no debería cambiarnada, pero no es así. Al avanzar hacia el lugar donde está enterrado elRTG, me he dado cuenta: Marte es una tierradesolada y estoy completamente solo en ella. Esoya lo sabía, por supuesto. Sin embargo, hay unadiferencia entre saberlo y experimentarlorealmente. A mi alrededor no había nada más quepolvo, rocas y un desierto interminable en todasdirecciones. El famoso color rojo del planeta sedebe a la capa de óxido de hierro que lo cubre

Page 173: El Marciano(c.1) - Andy Weir

todo. Por tanto, no es simplemente un desierto: esun desierto tan viejo que está literalmente oxidado. El Hab es mi único atisbo de civilización, yverlo desaparecer de ese modo me ha hecho sentirmás incómodo de lo que me gusta admitir. He dejado esos pensamientos atrásconcentrándome en lo que tenía ante mí. Heencontrado el RTG justo donde se suponía queestaba, a cuatro kilómetros en línea recta hacia elsur desde el Hab. No ha sido difícil dar con él. La comandanteLewis lo enterró en la cima de una pequeña colina.Probablemente quería asegurarse de que todosvieran la bandera, y ha funcionado de maravilla,salvo que en lugar de evitarla yo he ido hacia ellaen línea recta y la he arrancado. No eraexactamente eso lo que ella pretendía. El RTG es un gran cilindro con disipadores decalor por todo su contorno. He notado el calor quedesprendía incluso a través de los guantes. Esrealmente desconcertante. Sobre todo cuandosabes que la raíz del calor es radiación. No tenía sentido ponerlo en el techo del

Page 174: El Marciano(c.1) - Andy Weir

vehículo; mi plan era llevarlo en la cabina. Asíque lo he metido en la cabina, he apagado lacalefacción y he puesto rumbo al Hab. En los diez minutos que he tardado en llegar acasa, incluso con la calefacción apagada, elinterior del vehículo de superficie ha alcanzadouna incómoda temperatura de 37 °C. El RTG desdeluego podría mantenerme caliente. El viaje también ha demostrado que mis aparejosfuncionan. Las placas solares y la bateríaadicional han permanecido en su lugar mientrasrecorría ocho kilómetros de terreno. He declarado el éxito de la Sirius 2. He pasado el resto del día desvalijando elinterior del vehículo de superficie. Elcompartimento de presión es de un compuesto decarbono. En su interior hay una capa de materialaislante cubierta a su vez de plástico duro. Heusado un sofisticado método para romper trozos deese plástico (un martillo) y a continuación heretirado cuidadosamente la espuma aislantesolidificada (también con un martillo). Después de arrancar parte del aislamiento, me he

Page 175: El Marciano(c.1) - Andy Weir

puesto el traje y he sacado el RTG. El vehículo noha tardado en enfriarse otra vez y he vuelto aentrar en mi calentador. He observado cómo latemperatura subía lentamente, aunque no tandeprisa como en mi viaje de vuelta desde dondeestaba enterrado el RTG. Cuidadosamente, he eliminado más aislamiento(con un martillo) y he vuelto a comprobarlo.Después de repetir el proceso unas cuantas veceshabía arrancado tanto aislamiento que el RTGapenas podía compensar la pérdida de calor. Dehecho era una batalla perdida. Con el tiempo elcalor se perdía lentamente. Está bien. Puedo ponerla calefacción durante breves períodos cuando seanecesario. Me he traído las piezas de aislamiento al Hab.Usando técnicas de construcción avanzadas (concinta aislante), he vuelto a montar parte de ellasformando un cuadrado. Supongo que si el fríoaprieta en serio, podré fijarlo al vehículo desuperficie y el RTG ganará la «batalla del calor». Mañana, la Sirius 3 (que vuelve a ser la Sirius 1pero sin congelarme).

Page 176: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ENTRADA DE DIARIO: SOL 70 Hoy te escribo desde el vehículo de superficie.Estoy a medio camino del que debe recorrer laSirius 3 y las cosas están yendo bien. He salido con la primera luz y he dado vueltasen torno al Hab, tratando de permanecer en terrenovirgen. La primera batería ha durado un pocomenos de dos horas. Después de una breve EVApara cambiar los cables, me he vuelto a poner alvolante. Al final he conducido 81 kilómetros en 3horas y 27 minutos. ¡Eso está muy bien! Eso sí, el terreno que rodeael Hab es realmente llano, como toda la AcidaliaPlanitia. No tengo ni idea de cuál será mieficiencia en el terreno más desigual que recorrerépara llegar a la Ares 4. A la segunda batería aún le queda un poco deenergía, pero no puedo agotarla antes de parar;recuerda que necesito soporte vital mientrasrecargo. El CO2 se absorbe mediante un proceso

Page 177: El Marciano(c.1) - Andy Weir

químico, pero si el ventilador que lo empuja noestá funcionando, me ahogaré. La bomba deoxígeno también es muy importante. Después de conducir, he preparado las placassolares fotovoltaicas. Ha sido un trabajo duro; laúltima vez contaba con la ayuda de Vogel. Nopesan, pero son voluminosas. Llevaba colocadasla mitad cuando se me ha ocurrido que podíaarrastrarlas en lugar de acarrearlas, y eso haacelerado las cosas. Ahora solo estoy esperando a que las baterías serecarguen. Me aburro, así que actualizo el diario.Tengo todos los libros de Poirot en mi ordenador.Me ayudarán a pasar el rato. No en vano la recargadura doce horas. ¿Qué dices? ¿Que doce horas no son? ¿Que antesdije trece horas? Bueno, amigo mío, deja que te loexplique. El RTG es un generador. Proporciona unacantidad de potencia mísera en comparación conlo que consume el vehículo, pero algo es algo. Soncien vatios. Reduce una hora el tiempo de recargatotal. ¿Por qué no usarlo?

Page 178: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Me pregunto lo que pensarían los de la NASA deque esté trasteando así con el RTG. Probablementese esconderían debajo de las mesas acurrucadoscon sus reglas de cálculo. ENTRADA DE DIARIO: SOL 71 Como predije, tardé doce horas en cargar lasbaterías por completo. Fui derecho a casa encuanto terminó la recarga. Hora de hacer planes para la misión Sirius 4. Ycreo que será un viaje de campo de varios días. Parece que la potencia y la recarga de lasbaterías están resueltas. La comida no es unproblema; hay mucho espacio para almacenarcosas. El agua es aún menos problemática que lacomida: con dos litros por día estaré cómodo. Cuando haga mi viaje a la Ares 4 en serio,tendré que llevar el oxigenador, pero es grande yno quiero trastear con él por ahora. Así que confíoen los filtros de O2 y CO2 para la Sirius 4. El CO2 no es ningún inconveniente. Empecé esta

Page 179: El Marciano(c.1) - Andy Weir

fascinante aventura con 1.500 horas de filtros deCO2, además de otras 720 para emergencias.Todos los sistemas llevan filtros estándar (con laApolo 13 aprendimos lecciones importantes).Desde entonces he usado 131 horas de filtros endiversas EVA. Me quedan 2.089. Suficientes paraochenta y siete días. Mucho. La cuestión del oxígeno es un poco máscomplicada. El vehículo de superficie estádiseñado para dar soporte a tres personas durantedos días y lleva además algo de reserva para másseguridad. Así que sus depósitos de O2 contienenel suficiente para que me dure siete días. No basta. En Marte casi no hay presión atmosférica. En elinterior del vehículo de superficie la presión es deuna atmósfera, así que los depósitos de oxígenoestán en el interior (hay menos diferencia depresión a la que enfrentarse). ¿Por qué importaeso? Implica que puedo llevar otros depósitos deoxígeno e igualarlas con los depósitos delvehículo sin necesidad de hacer una EVA. Así que hoy he desconectado uno de losdepósitos de oxígeno líquido de 25 litros del Hab

Page 180: El Marciano(c.1) - Andy Weir

y lo he llevado al vehículo de superficie. Según laNASA, un humano necesita 588 litros de oxígenopor día para vivir. El O2 líquido comprimido esalrededor de 1.000 veces más denso que el O2gaseoso en una atmósfera confortable.Resumiendo: con el depósito del Hab tendrésuficiente O2 para cuarenta y nueve días. Habrámucho. La misión Sirius 4 será un viaje de veinte días.Puede parecer un poco largo, pero tengo unobjetivo concreto en mente. Además, mi viaje a laAres 4 durará al menos cuarenta días. Será un buenmodelo a escala. Mientras esté fuera, el Hab puede cuidar de símismo, pero las patatas son un problema. Saturaréel suelo con la mayor parte del agua que tengo.Luego desactivaré el regulador atmosférico, demanera que no extraiga agua del aire. Habrá unahumedad infernal y el agua se condensará en todaslas superficies. Eso mantendrá las patatas bienregadas mientras esté fuera. Peor problema es el CO2. Las patatas necesitanrespirar. Sé lo que estás pensando: «Mark, colega.

Page 181: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Tú produces dióxido de carbono. Todo forma partedel majestuoso ciclo natural.» El problema es dónde meterlo. Desde luego,exhalo CO2 con cada respiración, pero no tengoforma de almacenarlo. Podría apagar eloxigenador y el regulador atmosférico y,simplemente, llenar el Hab con mi respiracióndurante cierto tiempo. Pero el CO2 es mortal paramí. He de soltar bastante de golpe y salircorriendo. ¿Recuerdas la planta de combustible del VAM?Recoge CO2 de la atmósfera marciana. Undepósito de 10 litros de CO2 líquido comprimido,volcado en el Hab, proporcionará suficiente CO2.Tardará menos de un día en crearse. Así que eso es todo. Una vez que vierta el CO2en el Hab, apagaré el regulador atmosférico y eloxigenador, echaré una tonelada de agua a laplantación y saldré. Sirius 4. Un enorme paso adelante en miinvestigación del vehículo de superficie. Y puedoempezar mañana.

Page 182: El Marciano(c.1) - Andy Weir

8 —Hola y gracias por acompañarnos —dijoCathy Warner a la cámara—. Hoy en InformeWatney, en la CNN: Varias EVA en los últimosdías: ¿qué significan? ¿Qué progresos ha hecho laNASA en la opción de rescate y cómo afectarán alos preparativos de la misión Ares 4? »Tenemos con nosotros al doctor Venkat Kapoor,director de operaciones de Marte de la NASA.Doctor Kapoor, gracias por venir. —Es un placer estar aquí, Cathy —dijo Venkat. —Doctor Kapoor, Mark Watney es el hombremás observado del Sistema Solar, ¿no le parece? Venkat asintió con la cabeza. —Desde luego es el más observado por laNASA. Tenemos a nuestros trece satélitesmarcianos sacando imágenes cada vez que suubicación está a la vista. La Agencia Espacial

Page 183: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Europea hace lo mismo con los dos suyos. —En resumen, ¿con cuánta frecuencia obtienenestas imágenes? —Cada pocos minutos. A veces hay unainterrupción debida a las órbitas de los satélites,pero la frecuencia de obtención de imágenes essuficiente para seguir todas sus actividades EVA. —Háblenos de estas últimas EVA. —Bueno —dijo Venkat—, parece que estápreparando el vehículo de superficie 2 para unlargo viaje. En sol 64 sacó la batería del otrovehículo de superficie y la conectó al suyo con unaestructura de sostén improvisada. Al día siguiente,desconectó catorce placas solares y las amontonóen el techo del mismo vehículo. —Y luego dio un corto paseo, ¿no? —lo instó aresponder Cathy. —Sí, eso hizo. Paseó más o menos sin rumbodurante una hora y luego regresó al Hab.Probablemente lo estaba probando. La siguientevez que lo vimos fue dos días después, cuandocondujo cuatro kilómetros y volvió. Otra pruebamás larga, creo. Durante los últimos dos días ha

Page 184: El Marciano(c.1) - Andy Weir

estado cargando suministros en el vehículo desuperficie. —Hum —dijo Cathy—, la mayoría de losanalistas creen que la única esperanza de rescatepara Mark es que consiga llegar a la ubicación dela Ares 4. ¿Creen que él ha llegado a la mismaconclusión? —Es posible —dijo Venkat—. No sabe que loestamos observando. Desde su punto de vista, laAres 4 es su única esperanza. —¿Cree que está planeando ir pronto? Pareceque se está preparando para un viaje. —Espero que no —dijo Venkat—. No hay nadaen ese sitio salvo el VAM. No hay ninguno de losotros preabastecimientos. Sería un viaje muy largoy peligroso y dejaría atrás la seguridad del Hab. —¿Por qué arriesgarse a eso? —Para comunicarse —dijo Venkat—. Cuandollegue al VAM podría ponerse en contacto connosotros. —Entonces, sería positivo, ¿no? —Tener comunicación sería estupendo, perorecorrer 3.200 kilómetros hasta la Ares 4 es

Page 185: El Marciano(c.1) - Andy Weir

tremendamente peligroso. Preferiríamos que sequedara donde está. Si pudiéramos hablar con él,desde luego le diríamos eso. —No puede quedarse allí para siempre, ¿no? Enalgún momento tendrá que ir hasta el VAM. —No necesariamente —dijo Venkat—. El JPLestá experimentando con modificaciones para queel VDM pueda hacer un breve vuelo después detomar tierra. —He oído que esa idea se rechazó pordemasiado peligrosa —dijo Cathy. —La primera propuesta lo era, sí. Desdeentonces han estado trabajando en formas másseguras de hacerlo. —Con solo tres años y medio para el despegueprogramado de la Ares 4, ¿hay suficiente tiempopara hacer modificaciones al VDM y probarlo? —No puedo responderle a ciencia cierta. Perorecuerde, conseguimos un alunizaje partiendo decero en siete años. —Bien dicho. —Cathy sonrió—. Entonces,¿cuáles son sus posibilidades ahora mismo? —Ni idea —dijo Venkat—. Pero vamos a hacer

Page 186: El Marciano(c.1) - Andy Weir

todo lo posible para traerlo a casa vivo. Mindy miró nerviosamente a su alrededor en lasala de conferencias. Nunca se había sentido enuna situación jerárquica tan inferior en toda suvida. Tenía al doctor Venkat Kapoor, que estabacuatro niveles de control por encima de ella,sentado a su izquierda. Al lado de Kapoor se hallaba Bruce Ng, eldirector del JPL. Había viajado en avión aHouston desde Pasadena solo para asistir aaquella reunión. Nunca le había gustado perder suvalioso tiempo, de manera que escribíafuriosamente en su portátil. Sus grandes ojerasoscuras hicieron que Mindy se preguntara losobrepasado de trabajo que estaba. Mitch Henderson, el director de vuelo de la Ares3, se balanceaba adelante y atrás en la silla, con unauricular inalámbrico en la oreja mediante el cualescuchaba en tiempo real todas lascomunicaciones de Control de Misión. No estabade servicio, pero lo mantenían informado a todas

Page 187: El Marciano(c.1) - Andy Weir

horas. Annie Montrose entró en la sala de conferenciasenviando un mensaje de texto. Sin apartar los ojosdel teléfono, avanzó con destreza por la salaevitando gente y sillas, y se sentó en su lugarhabitual. Mindy sintió una punzada de envidia alver a la directora de relaciones con los medios.Era todo lo que ella quería ser: segura de símisma, con un cargo importante y respetada portodos en la NASA. —¿Qué tal lo he hecho hoy? —preguntó Venkat. —Eh —dijo Annie, apartando el teléfono—. Nodeberías decir cosas como «traerlo a casa vivo».Eso recuerda a la gente que podría morir. —¿Crees que van a olvidarlo? —Has pedido mi opinión. ¿No te gusta? Que teden. —Muy fino lo tuyo, Annie. ¿Cómo terminaste dedirectora de relaciones con los medios de laNASA? —Ni puta idea —dijo Annie. —Chicos —intervino Bruce—. Tengo que cogerun vuelo de regreso a Los Ángeles dentro de tres

Page 188: El Marciano(c.1) - Andy Weir

horas. ¿Va a venir Teddy o qué? —Deja de quejarte, Bruce —le espetó Annie—.Nadie quiere estar aquí. Mitch bajó el volumen de su auricular y miró aMindy. —¿Cómo has dicho que te llamas? —Hum —dijo Mindy—. Soy Mindy Park.Trabajo en SatCon. —¿Eres directora o algo? —No, solo trabajo en SatCon. No soy nadie. Venkat miró a Mitch. —La he puesto a seguir a Watney. Ella nosproporciona las imágenes. —Ah... —comentó Mitch—. ¿No lo hace eldirector de SatCon? —Bob tiene otras cosas de las que ocuparseaparte de Marte. Mindy maneja todos los satélitesmarcianos y los mantiene enfocados en Mark. —¿Por qué Mindy? —preguntó Mitch. —Ella fue la primera en darse cuenta de queestaba vivo. —¿La ascienden porque estaba en la sillacuando llegó la imagen?

Page 189: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—No. —Venkat torció el gesto—. La asciendenporque descubrió que estaba vivo. Deja de hacerel capullo, Mitch. Estás haciendo que se sientaincómoda. Mitch arqueó las cejas. —No había pensado en eso. Lo siento, Mindy. Mindy miraba la mesa. —Vale —logró decir. Teddy entró en la sala. —Siento llegar tarde. —Ocupó su asiento y sacóvarias carpetas del maletín. Las apiló pulcramente,abrió la superior y ordenó las páginas que contenía—. Comencemos. Venkat, ¿cuál es el estado deWatney? —Está vivo y bien —dijo Venkat—. No haycambios desde el mensaje de correo que heenviado antes. —¿Qué hay del RTG? ¿La opinión pública yasabe eso? —preguntó Teddy. Annie se inclinó hacia delante. —De momento, no —dijo—. Las imágenes sonpúblicas, pero no tenemos obligación de hablarlesde nuestro análisis. Nadie lo ha descubierto

Page 190: El Marciano(c.1) - Andy Weir

todavía. —¿Por qué lo desenterró? —Para obtener calor, creo —dijo Venkat—.Quiere hacer largos viajes con el vehículo desuperficie, que gasta mucha energía para mantenerla temperatura. El RTG puede calentar la cabinasin agotar la batería. La verdad es que es buenaidea. —¿Qué peligro tiene? —preguntó Teddy. —Mientras el contenedor esté intacto no hayningún peligro. Aunque se resquebrajara nopasaría nada si las bolas de dentro no serompieran. Pero si las bolas se rompen, es hombremuerto. —Esperemos que eso no ocurra —dijo Teddy—.JPL, ¿cómo van los planes con el VDM? —Se nos ocurrió un plan hace mucho tiempo —dijo Bruce—. Lo rechazaste. —Bruce... —le advirtió Teddy. Bruce suspiró. —El VDM no se fabricó para el despegue nipara el vuelo lateral. Añadir más combustible noayuda. Necesitaríamos un motor más grande y no

Page 191: El Marciano(c.1) - Andy Weir

tengo tiempo para inventar uno, así quenecesitamos aligerar el VDM. Tenemos una ideapara eso. »El VDM puede pesar lo normal en el descensoprimario. Si hacemos el escudo térmico y el cascoexterior desmontables, la tripulación podríadesprenderse de un montón de peso después deaterrizar junto a la Ares 3. Así tendrían una navemás ligera para el viaje hasta la Ares 4. Estamoshaciendo los cálculos. —Mantenme informado. —Teddy se volvióhacia Mindy—. Señorita Park, bienvenida aprimera división. —Señor —dijo Mindy. Trató de ignorar el nudoque tenía en la garganta. —¿Cuál es la interrupción de cobertura másgrande que tenemos con Watney ahora mismo? —Hum —dijo Mindy—. Una vez cada cuarentay una horas tendremos un agujero de diecisieteminutos. Las órbitas funcionan así. —Tenías una respuesta a punto —dijo Teddy—.Bien. Me gusta que la gente esté preparada. —Gracias, señor.

Page 192: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Quiero reducir ese hueco a cuatro minutos —dijo Teddy—. Te doy autoridad total sobre lastrayectorias de satélite y ajustes orbitales.Consíguelo. —Sí, señor —dijo Mindy, sin tener ni idea decómo hacerlo. Teddy miró a Mitch. —Mitch, ¿en tu mensaje de correo electrónicoponía que tenías una urgencia? —Sí —dijo Mitch—. ¿Cuánto tiempo vamos aocultar esto a la tripulación de la Ares 3? Todoscreen que Watney está muerto. Es una enormesangría para su moral. Teddy miró a Venkat. —Mitch —dijo este—. Ya discutimos esto... —No, tú lo discutiste —lo interrumpió Mitch—.Creen que han perdido a un miembro de latripulación. Están desolados. —¿Y qué pasará cuando descubran queabandonaron a un miembro de la tripulación? —preguntó Venkat—. ¿Se sentirán mejor entonces? Mitch dio un golpecito en la mesa con el dedo. —Merecen saberlo. ¿Cree que la comandante

Page 193: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Lewis no puede afrontar la verdad? —Es una cuestión moral —dijo Venkat—. Debenconcentrarse en volver a casa... —Haré esa llamada —dijo Mitch—. Soy yoquien decide qué es lo mejor para la tripulación. Ydigo que los pongamos al día. Al cabo de unos momentos de silencio todos losojos se volvieron hacia Teddy. —Lo siento, Mitch, estoy con Venkat en esto —dijo tras pensarlo brevemente—, pero en cuanto senos ocurra un plan de rescate, podemos contárseloa la Hermes. Si no hay cierta esperanza no tienesentido contárselo. —Eso es una estupidez —gruñó Mitch, cruzandolos brazos—. Una estupidez absoluta. —Sé que estás inquieto —dijo Teddy con calma—. Lo haremos en cuanto tengamos una idea decómo salvar a Watney. Teddy dejó que pasaran unos segundos desilencio antes de continuar. —Vale, el JPL está con la opción de rescate —dijo señalando a Bruce con la cabeza—. Peroformará parte de la misión Ares 4. ¿Cómo se

Page 194: El Marciano(c.1) - Andy Weir

mantiene con vida hasta entonces? ¿Venkat? Venkat abrió una carpeta y miró los papeles quecontenía. —Hice que todos los equipos verificaran yvolvieran a verificar la duración de los sistemas.Estamos seguros de que el Hab puede mantenerseen funcionamiento durante cuatro años. Sobre todosi un ocupante humano arregla los problemas quevayan surgiendo. Pero no hay forma de soslayar lacuestión de la comida. Empezará a morirse dehambre dentro de un año. Tenemos que enviarlesuministros. Tan sencillo como eso. —¿Y un preabastecimiento de la Ares 4? —dijoTeddy—. Que descienda junto a la Ares 3. —Eso estamos valorando, sí —confirmó Venkat—. El problema es que el plan original era lanzarlos preabastecimientos dentro de un año. Todavíano están listos. —Hacen falta ocho meses para poner una sondaen Marte en el mejor momento. Las posiciones dela Tierra y Marte ahora mismo son... Ahora no esbuen momento. Podríamos llegar allí dentro denueve meses. Suponiendo que esté racionando la

Page 195: El Marciano(c.1) - Andy Weir

comida, tiene suficiente para que le duretrescientos cincuenta días más. Eso significa quedebemos construir una sonda de preabastecimientoen tres meses. El JPL ni siquiera ha comenzado. —Será muy justo —dijo Bruce—. Preparar unpreabastecimiento es un proceso de seis meses.Estamos acostumbrados a producir varios almismo tiempo, pero no a preparar uno con prisas. —Lo siento, Bruce —se disculpó Teddy—. Séque estoy pidiendo mucho, pero tienes queencontrar una forma de hacerlo. —Encontraremos una —repuso Bruce—. Perosolo las horas extra ya serán una pesadilla. —Empezad. Te conseguiré el dinero. —También está el asunto del propulsor —dijoVenkat—. La única forma de poner una sonda enMarte estando los planetas en sus posicionesactuales es gastar una burrada de combustible.Solo tenemos un propulsor capaz de hacerlo: elDelta IX, que está en la lanzadera para la sondaEagleEye 3 a Saturno. Tendremos que requisarlo.He hablado con la United Launch Alliance y nopueden fabricar otro cohete propulsor a tiempo.

Page 196: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Al equipo de la EagleEye 3 no le hará gracia,pero adelante —dijo Teddy—. Podemos retrasarsu misión si el JPL prepara la carga a tiempo. Bruce se frotó los ojos. —Haremos lo posible. —Se morirá de hambre si no lo haces —dijoTeddy. Venkat tomó un sorbo de café y miró con malacara el ordenador. Un mes antes habría sidoimpensable para él tomar café a las nueve de lanoche. Ahora era el combustible que necesitaba.Organizar turnos, financiar asignaciones, juegos demanos con proyectos, saqueo absoluto de otrosproyectos... Nunca en la vida había hecho tantosmalabarismos. Escribió:

La NASA es una gran organización.No afronta bien los cambios repentinos.Lo estamos consiguiendo únicamente

Page 197: El Marciano(c.1) - Andy Weir

debido a que las circunstancias sondesesperadas. Todos colaboran parasalvar a Mark Watney, sin luchasinterdepartamentales. No puedoexplicarle lo raro que es eso, a pesar delo cual esto va a costar decenas demillones, quizá cientos de millones dedólares. Solo las modificaciones delVDM son un proyecto entero al que seestá dotando de personal. Cabe esperarque el interés público facilite sutrabajo. Apreciamos su apoyocontinuado, señor congresista, yesperamos que pueda convencer alcomité de que nos conceda lafinanciación de emergencia quenecesitamos.

Lo interrumpió una llamada a la puerta. Venkatlevantó la mirada y vio a Mindy. Llevabasudadera, camiseta y el pelo recogido en unarudimentaria cola de caballo. La moda tiende a

Page 198: El Marciano(c.1) - Andy Weir

sufrir cuando trabajas muchas horas. —Lamento molestarlo —se disculpó la chica. —No molestas —dijo Venkat—. Me vendrá bienun descanso. ¿Qué pasa? —Se ha puesto en marcha —dijo ella. Venkat se arrellanó en la silla. —¿Hay alguna posibilidad de que sea un viajede prueba? Mindy negó con la cabeza. —Condujo directamente desde el Hab durantecasi dos horas, hizo una breve EVA y condujo otrasdos. Creemos que la EVA fue para cambiar debatería. Venkat suspiró pesadamente. —A lo mejor es solo una prueba más larga. Talvez un viaje para pasar la noche fuera. —Está a setenta y seis kilómetros del Hab —dijo Mindy—. Para una prueba de pasar la nochefuera, ¿no se habría quedado a una distancia desdela que pudiera volver caminando? —Sí —dijo Venkat—. ¡Maldita sea! Hemostenido equipos manejando todos los escenariosconcebibles. Sencillamente, no hay forma de que

Page 199: El Marciano(c.1) - Andy Weir

pueda llegar a la Ares 4 tal como va. No le hemosvisto cargar el oxigenador ni el purificador deagua. Posiblemente no lleva suficientes víverespara sobrevivir tantos días. —No creo que vaya a la Ares 4 —dijo Mindy—.En caso de que así sea, está siguiendo una rutaextraña. —¿Sí? —Va en dirección sursudoeste. El cráterSchiaparelli está al sureste. —Vale, quizás hay esperanzas —dijo Venkat—.¿Qué está haciendo ahora mismo? —Recargar. Tiene todas las células solaresextendidas —dijo Mindy—. La última vez quehizo eso, estuvo detenido doce horas. Me voy acasa a dormir un rato, si puedo. —Claro, está bien. Veremos qué hace mañana.Quizá vuelva al Hab. —Quizá —dijo Mindy sin convicción. —Bienvenidos de nuevo —saludó Cathymirando a la cámara—. Estamos charlando con

Page 200: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Marcus Washington, del Servicio Postal deEstados Unidos. Así pues, señor Washington,entiendo que la misión Ares 3 ha causado unproblema al Servicio Postal. ¿Puede explicar eso anuestros televidentes? —Ah, sí —dijo Marcus—. Todo el mundo creíaque Mark Watney llevaba dos meses muerto. Enese tiempo, el Servicio Postal emitió una serie desellos conmemorativos en su honor. Seimprimieron veinte mil, que fueron enviados a lasestafetas de todo el país. —Y luego resultó que estaba vivo —dijo Cathy. —Sí, y puesto que no imprimimos sellos degente viva, detuvimos la emisión de inmediato ysolicitamos la devolución de los sellos, pero ya sehabían vendido miles. —¿Había ocurrido algo así anteriormente? —preguntó Cathy. —No. Ni una sola vez en la historia del ServicioPostal. —Apuesto a que esos sellos valen lo suyo ahora. Marcus rio entre dientes. —Quizá. Pero como he dicho, se han vendido

Page 201: El Marciano(c.1) - Andy Weir

miles de ellos. Serán raros, pero no rarísimos. Ahora fue Cathy quien rio entre dientes antes dedirigirse a cámara. —Hemos estado hablando con MarcusWashington, del Servicio Postal de EstadosUnidos. Si usted tiene un sello conmemorativo deMark Watney, puede que quiera conservarlo.Gracias por visitarnos, señor Washington. —Gracias por invitarme. —Nuestra siguiente invitada es la doctora IreneShields, psicóloga de vuelo de las misiones Ares.Doctora Shields, bienvenida al programa. —Gracias. —Irene se ajustó el clip delmicrófono. —¿Conoce personalmente a Mark Watney? —Por supuesto —dijo Irene—, hiceevaluaciones mensuales de cada miembro de latripulación. —¿Qué puede contarnos de él? De supersonalidad, de su mentalidad. —Bueno, es muy inteligente. Todos lo son, porsupuesto. Pero él es particularmente ingenioso ymuy bueno resolviendo problemas...

Page 202: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Eso podría salvarle la vida —la interrumpióCathy. —Podría, desde luego —convino Irene—.Además, es un hombre de buen temple.Normalmente es alegre y tiene un gran sentido delhumor. Es rápido con los chistes. En el mes previoal lanzamiento, la tripulación se sometió a unagotador programa de entrenamiento. Todosmostraron señales de estrés y depresión. Mark nofue una excepción, pero se desahogaba contandomás chistes y haciendo reír a todos. —Da la impresión de que es un gran tipo —dijoCathy. —Realmente lo es —le aseguró Irene—. Fueelegido para la misión en parte por supersonalidad. Los componentes de una tripulaciónAres tienen que convivir durante trece meses. Lasociabilidad es esencial. Mark no solo encaja bienen cualquier grupo, sino que también es uncatalizador para que el grupo trabaje mejor. Fue ungolpe terrible para la tripulación cuando «murió». —La tripulación de la Ares 3 todavía cree queha muerto, ¿no?

Page 203: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Sí, así es, por desgracia —confirmó Irene—.Las altas esferas han decidido no comunicarlesque sigue con vida, al menos de momento. Estoysegura de que no ha sido una decisión fácil. Cathy hizo una pausa antes de decir: —Muy bien. Sabe que tengo que preguntárselo.¿Qué está pasando por su cabeza ahora mismo?¿Cómo responde un hombre como Mark Watney auna situación como esta? Atrapado, solo, sin tenerni idea de que estamos tratando de ayudarlo. —No hay forma de estar seguros —dijo Irene—.La mayor amenaza es la pérdida de la esperanza.Si decide que no tiene ninguna posibilidad desobrevivir, dejará de intentarlo. —Entonces va bien por ahora —dijo Cathy—.Parece que trabaja con tesón, preparando elvehículo de superficie para un largo viaje yprobándolo. Planea estar allí cuando llegue laAres 4. —Es una posible interpretación, sí —dijo Irene. —¿Hay otra? Irene preparó cuidadosamente su respuesta antesde hablar.

Page 204: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Cuando se enfrenta a la muerte, la gente deseaser escuchada. Nadie quiere morir en soledad. Alo mejor solo pretende conseguir la radio del VAMpara hablar con otro ser vivo antes de morir. »Si ha perdido la esperanza, no le preocupa lasupervivencia. Su única preocupación será llegarhasta la radio. Después probablemente elija elcamino fácil para evitar morir de hambre. Lossuministros médicos de una misión Ares incluyensuficiente morfina para una dosis letal. Después de varios segundos de silencio absolutoen el estudio, Cathy se volvió hacia la cámara. —Ahora volvemos —dijo. —Oye, Venk. —La voz de Bruce salió delaltavoz que había en el escritorio de Venkat. —Hola, Bruce —repuso este sin dejar deescribir en su ordenador—. Gracias pordedicarme un poco de tiempo. Quería hablarte delpreabastecimiento. —Desde luego. ¿En qué estás pensando? —Digamos que aterrizamos una sonda

Page 205: El Marciano(c.1) - Andy Weir

suavemente. ¿Cómo sabrá Mark que así ha sido?¿Y cómo sabrá hacia dónde mirar? —Hemos estado pensando en eso —dijo Bruce—. Tenemos algunas ideas. —Soy todo oídos. —Venkat guardó eldocumento y cerró el portátil. —Como le enviaremos un sistema decomunicación, podríamos hacer que se enciendadespués de la toma de tierra. Emitirá en lasfrecuencias del vehículo de superficie y del trajeEVA. Además, será una señal fuerte, porque losvehículos de superficie están diseñados paracomunicarse solo con el Hab y entre sí; la señal deorigen iba a estar supuestamente como máximo aveinte kilómetros, así que los receptores no sonmuy sensibles. Los de los trajes EVA son todavíapeores, pero si emitimos una señal fuerte podríafuncionar. Una vez posado en el suelo el módulode preabastecimiento, sabremos su ubicaciónexacta gracias a los satélites y la emitiremos paraque Mark pueda llegar hasta él. —Pero probablemente no esté escuchando —dijo Venkat—. ¿Por qué iba a hacerlo?

Page 206: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—En tal caso, tenemos un plan. Vamos a fabricarun montón de cintas verdes brillantes, lo bastanteligeras para que se dispersen al caer incluso en laatmósfera de Marte. Cada cinta llevará impreso eltexto: «Mark, enciende el comunicador.» Estamostrabajando en un mecanismo de suelta. Se soltarándurante la secuencia de aterrizaje, por supuesto.Lo ideal sería a una altura de alrededor de milmetros de la superficie. —Me gusta —dijo Venkat—. Bastará con que sefije en una. Y seguro que comprobará una cintaverde brillante si ve alguna fuera del Hab. —Venk —dijo Bruce—, si coge el«Watneymóvil» a la Ares 4, todo será en balde.Me refiero a que podemos aterrizar el vehículo depreabastecimiento en la ubicación de la Ares 4 sieso ocurre, pero... —Pero no dispondrá del Hab. Sí —dijo Venkat—. Paso a paso. Avísame cuando se te ocurra unmecanismo de suelta para esas cintas. —Lo haré. Después de cortar la comunicación, Venkatreabrió el portátil para volver al trabajo. Había un

Page 207: El Marciano(c.1) - Andy Weir

mensaje de correo electrónico de Mindy Parkesperándolo: «Watney se ha puesto otra vez enmarcha.» —Sigue yendo en línea recta —dijo Mindy,señalando al monitor. —Ya veo —dijo Venkat—. Segurísimo que no vahacia la posición de la Ares 4, a menos que estésorteando algún obstáculo natural. —No tiene nada que sortear —dijo Mindy—.Eso es la Acidalia Planitia. —¿Eso de ahí son placas solares? —preguntóVenkat, señalando con el dedo. —Sí —dijo Mindy—. Hizo el habitual trayectode dos horas, una EVA, dos horas más de viaje. Yaestá a ciento cincuenta y seis kilómetros del Hab. Ambos miraron la pantalla. —Un momento —dijo Venkat—. Espera, no esposible... —¿Qué? —preguntó Mindy. Venkat cogió un bloque de Post-it y un boli. —Dame su localización y la localización del

Page 208: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Hab. Mindy miró la pantalla. —Ahora está a 28,9 grados norte, 29,6 gradosoeste. —Tecleando un poco más, abrió otroarchivo—. El Hab está a 31,2 grados norte y a28,5 grados oeste. ¿Qué ha visto? Venkat terminó de apuntar los datos. —Ven conmigo —dijo, saliendo rápidamente. —Hum —tartamudeó Mindy, siguiéndolo—.¿Adónde vamos? —A la sala de descanso de SatCon —dijoVenkat—. ¿Todavía tenéis ese mapa de Marte en lapared? —Claro, pero no es más que un póster de latienda de regalos. Tengo mapas digitales de altacalidad en mi ordenador... —No. En esos no puedo dibujar. —Entró en lasala de descanso y señaló con el dedo el mapamural de Marte—. En este sí. En la sala de descanso no había más que untécnico informático que tomaba café. Levantó lamirada alarmado cuando Venkat y Mindy entraronen tromba.

Page 209: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Bueno, tiene líneas de latitud y longitud —dijoVenkat. Miró su Post-It y luego, tras deslizar eldedo por el mapa, dibujó una X—. Ahí está el Hab—dijo. —¡Eh! —se quejó el técnico—. ¿Está dibujandoen nuestro póster? —Os compraré otro —le respondió Venkat sinmirarlo. Dibujó otra X—. Esta es su ubicaciónactual. Tráeme una regla. Mindy miró a izquierda y derecha. Como no vioninguna regla, cogió la libreta del técnico. —¡Eh! —protestó nuevamente el hombre. Usando el borde de la libreta como regla, Venkattrazó una línea desde el Hab hasta la ubicación deMark y la prolongó. Luego retrocedió un paso —Sí. Ahí va —dijo Venkat con excitación. —¡Oh! —exclamó Mindy. La línea pasaba por el centro exacto de un puntoamarillo impreso en el mapa. —¡La Pathfinder! —dijo Mindy—. Va a laPathfinder. —Sí —dijo Venkat—. Ahora tenemos algo. Estáa unos ochocientos kilómetros de la Pathfinder.

Page 210: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Puede ir hasta ella y volver con los pertrechos quelleva. —Y llevarse la plataforma de aterrizaje de laPathfinder y el rover, el vehículo de superficierobótico Sojourner —añadió Mindy. Venkat sacó el teléfono móvil. —Perdimos contacto con la Pathfinder en 1997.Si puede conectarla otra vez, podremoscomunicarnos. Tal vez solo tenga que limpiar lasplacas solares. Aunque sea un problema más graveque ese, es ingeniero. —Marcando un número enel teléfono, añadió—: ¡Arreglar cosas es lo suyo! Sonriendo por primera vez desde hacía semanas,se llevó el aparato a la oreja y esperó la respuesta. —¿Bruce? Soy Venkat. Todo acaba de cambiar.Watney se dirige a la Pathfinder... ¡Sí! Lo sé,exacto. Lleva a todos los que trabajaron en eseproyecto al JPL ahora mismo. Tomaré el siguienteavión. Colgó y miró sonriente el mapa. —Mark, eres un cabroncete artero y muy listo.

Page 211: El Marciano(c.1) - Andy Weir

9 ENTRADA DE DIARIO: SOL 79 Es la tarde de mi octavo día en ruta. La Sirius 4ha sido un éxito hasta ahora. He caído en una rutina. Cada mañana me levantoal alba. Lo primero que hago es comprobar losniveles de oxígeno y CO2. Luego me como un packde desayuno y me tomó una taza de agua. Despuésme lavó los dientes usando el mínimo de aguaposible y me afeito con una afeitadora eléctrica. El vehículo de superficie no tiene cuarto debaño. Se esperaba que usáramos nuestros sistemasde reciclaje del traje para eso, pero no estándiseñados para veinte días de producción. Mi pis matutino va a una caja de plástico decierre hermético. Cuando la abro, el vehículoapesta como un lavabo de autopista. Podríasacarla fuera y dejar que el contenido se evapore,

Page 212: El Marciano(c.1) - Andy Weir

pero trabajé mucho para producir esa agua y loúltimo que quiero es desperdiciarla. La echaré alpurificador cuando vuelva. Aún más preciosas son mis heces: sonfundamentales para la granja de patatas y soy elúnico productor de Marte. Por fortuna, cuandopasas mucho tiempo en el espacio aprendes adefecar en una bolsa. Y si te parece chungo abrirla caja de pis, imagina el olor después de soltarlastre. Una vez que termino con esta rutina encantadora,salgo y recojo las placas fotovoltaicas. ¿Por quéno lo hago por la noche? Porque tratar dedesmontar y amontonar placas solares en la máscompleta oscuridad no es nada divertido. Lo heaprendido a las malas. Después de amarrar las placas, vuelvo ameterme en la cabina, pongo música de mierda delos setenta y empiezo a conducir a 25 km/h, lavelocidad máxima del vehículo de superficie. Voycómodo. Llevo unos pantalones cortosimprovisados y una camisa fina mientras el RTGcocina el interior. Cuando se calienta demasiado,

Page 213: El Marciano(c.1) - Andy Weir

quito el aislamiento sujeto con cinta aislante alcasco. Cuando el ambiente se enfría demasiado,vuelvo a pegarlo. Puedo circular casi dos horas antes de que seagote la primera batería. Hago una EVA rápidapara cambiar de cables y me pongo de nuevo alvolante para la segunda etapa del día. El terreno es muy llano. La parte inferior delvehículo de superficie es más alta que ningunaroca y las colinas son leves promontorios dependientes suavizadas por eones de tormentas dearena. Cuando se agota la segunda batería, otra EVA.Saco las placas solares del techo y las dejo en elsuelo. Los primeros soles las ponía en fila. Ahoralas suelto en cualquier sitio, cerca del vehículo desuperficie, por puro cansancio. Entonces llega lo más aburrido del día. Mequedo sentado doce horas sin nada que hacer. Meestoy hartando de este vehículo de superficie. Elinterior es del tamaño de una furgoneta. Podríaparecer que hay mucho espacio, pero pásate ochodías encerrado en una furgoneta. Estoy ansioso por

Page 214: El Marciano(c.1) - Andy Weir

cuidar mi patatal en el amplio espacio abierto delHab. Siento nostalgia del Hab. Así de jodido estoy. Tengo películas de mierda de los setenta que ver,y unas cuantas novelas de Poirot que leer, perosobre todo paso el tiempo pensando en llegar a laAres 4. Tendré que hacerlo algún día. ¿Cómodemonios voy a sobrevivir a un viaje de 3.200kilómetros en este trasto? Probablemente voy atardar cincuenta días. Necesitaré el purificador deagua y el oxigenador, quizás alguna de las bateríasprincipales del Hab y además unas cuantas placassolares más para alimentarlo todo. ¿Dónde pondrétanta cosa? Estos pensamientos me inquietan a lolargo de unos días largos y aburridos. Finalmente, oscurece y me canso. Me tumboentre packs de comida, depósitos de agua, eldepósito extra de O2, las pilas de filtros de CO2,la caja de pipí, las bolsas de caca y mis objetospersonales. Varios monos de la tripulación, mimanta y una almohada me sirven de cama.Básicamente duermo en un montón de basura todaslas noches.

Page 215: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Hablando de dormir: buenas noches. ENTRADA DE DIARIO: SOL 80 Según mis cálculos, estoy a 100 kilómetros de laPathfinder. Técnicamente es la Sagan MemorialStation. Pero con todo el debido respeto a Carl,puedo llamarla como me venga en gana. Soy el reyde Marte. Ya he mencionado que ha sido un viaje largo yaburrido, eso que todavía estoy en la ida. Pero,¡eh, soy astronauta! Los viajes interminables sonmi trabajo. La navegación es compleja. La baliza del Hab solo alcanza 40 kilómetros,así que no me sirve de nada. Sabía que sería unproblema cuando estaba planeando este viajecito,de manera que se me ocurrió un plan brillante queno funcionó. El ordenador tiene mapas detallados, con lo cualsupuse que podía navegar orientándome por puntosde referencia. Me equivocaba. Resulta que no

Page 216: El Marciano(c.1) - Andy Weir

puedes navegar orientándote por puntos dereferencia si no encuentras ningún maldito puntode referencia. Nuestro lugar de aterrizaje está en el delta de unrío desaparecido hace mucho tiempo. La NASA loeligió porque, en caso de que existan fósilesmicroscópicos, es un buen lugar donde buscarlos.Además, el agua habría arrastrado rocas ymuestras de suelo procedentes de miles dekilómetros de distancia. Cavando un poco,hubiéramos podido elaborar una historia geológicaextensa. Estupendo para la ciencia, pero el Habestá en un terreno monótono. Me había planteado la posibilidad de fabricaruna brújula. El vehículo de superficie tiene muchaelectricidad y en el material médico encontré unaaguja. Solo hay un problema: Marte no tienecampo magnético. Así que me oriento guiándome por Fobos. Orbitaen torno a Marte tan deprisa que sale y se pone dosveces al día, desplazándose de oeste a este. No esel sistema más preciso, pero funciona. Las cosas se me pusieron más fáciles en sol 75.

Page 217: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Alcancé un valle que asciende hacia el oeste.Tenía terreno plano para conducir con facilidad ysolo necesitaba seguir el borde de la colinas. Lollamé «valle Lewis», en honor de nuestra intrépidacomandante. Le encantaría, siendo como es unazumbada de la geología. Tres soles después, el valle Lewis se abrió a unaamplia llanura. Así pues, una vez más, me quedésin referencias y confié en Fobos para orientarme.Probablemente es algo simbólico: Fobos es el diosdel miedo, y estoy dejando que sea mi guía. No esbuena señal. Pero hoy mi suerte ha cambiado por fin. Despuésde dos soles vagando por el desierto, heencontrado algo que me permite orientarme. Setrata de un cráter de cinco kilómetros, tan pequeñoque no merecía nombre. Pero estaba en los mapas,así que para mí era el faro de Alejandría. Una vezque lo he tenido a la vista, he sabido exactamentedónde estaba. De hecho, ahora estoy acampado cerca. Por fin atravieso las zonas en blanco del mapa.Mañana tendré el faro para orientarme, y después

Page 218: El Marciano(c.1) - Andy Weir

el cráter Hamelin. Estoy en racha. Ahora, a mi siguiente tarea: sentarme sin nadaque hacer durante doce horas. ¡Será mejor que empiece! ENTRADA DE DIARIO: SOL 81 Casi he llegado a la Pathfinder hoy, pero me hequedado sin batería. Solo faltan otros 22kilómetros. Un trayecto sin nada remarcable. La navegaciónno ha sido un problema. Cuando el faro haquedado atrás en la distancia, ya atisbaba el bordedel cráter Hamelin. Dejé atrás la Acidalia Planitia hace mucho. Yame he adentrado bastante en Ares Vallis. Lasllanuras desiertas dan paso a un terreno saltarínsembrado de rocas volcánicas nunca enterradaspor la arena. Complica mucho la conducción; hede prestar más atención. Hasta ahora había conducido por un paisajesembrado de pequeñas rocas. En cambio, más al

Page 219: El Marciano(c.1) - Andy Weir

sur, las rocas son más grandes y más abundantes.He de rodear algunas si no quiero arriesgarme adañar la suspensión. La buena noticia es que notendré que hacerlo mucho tiempo. Cuando llegue ala Pathfinder, podré dar la vuelta e ir hacia ellado opuesto. El clima ha sido muy bueno. Sin vientoapreciable, sin tormentas. Creo que he tenidosuerte. Es muy probable que las huellas delvehículo de superficie de los últimos soles siganintactas. Debería poder volver al valle Lewissimplemente siguiéndolas. Después de preparar hoy las placas solares, heido a dar un paseíto. Nunca pierdo de vista elvehículo de superficie; la última cosa que quierohacer es perderme yendo a pie. Sin embargo, notengo estómago para arrastrarme otra vez a esaratonera apestosa. Ahora mismo no. Es una sensación extraña. Allá donde voy, soy elprimero. ¿Salgo del vehículo de superficie? ¡Soyel primer tipo en llegar! ¿Subo a una colina? ¡Elprimer tipo en subir esa colina! ¿Doy una patada auna roca? ¡Esa roca no se había movido desde

Page 220: El Marciano(c.1) - Andy Weir

hace un millón de años! Soy el primero en recorrer larga distancia enMarte. El primero en cultivar en Marte. Elprimero, el primero, el primero. No esperaba ser el primero en nada. Era elquinto tripulante del VDM cuando aterrizamos, locual me convirtió en la decimoséptima personaque puso los pies en Marte. El orden de salida sehabía decidido años antes. A un mes dellanzamiento, todos llevábamos tatuados nuestros«números de Marte». Johanssen casi se negó a quele tatuaran su 15 porque temía que le doliera. Unamujer que había sobrevivido a la centrifugadora, alas pruebas de gravedad reducida, a ejercicios deaterrizaje duro y a carreras de 10 kilómetros; unamujer que arregló el ordenador de un VDMsimulado mientras la hacían girar cabeza abajotenía miedo, sin embargo, de una aguja de tatuajes. Tío, los echo de menos. Joder, daría cualquier cosa por una conversaciónde cinco minutos con alguien. Con cualquiera, encualquier sitio. Sobre cualquier cosa. Soy la primera persona que está sola en un

Page 221: El Marciano(c.1) - Andy Weir

planeta. Vale, basta de lloriqueos. Estoy teniendo unaconversación con alguien: con quien lea estediario. Es un poco unilateral, pero tendrá quevalerme. Podría morir, pero, maldita sea, alguiensabrá lo que tenía que decir. Además, la razón de ser de este viaje esconseguir una radio. Tal vez logre reconectarmecon la humanidad antes de morir. Así que ahí va otra primicia: mañana seré laprimera persona en recuperar una sonda de Marte. ENTRADA DE DIARIO: SOL 82 ¡Hurra! ¡La he encontrado! He sabido que estaba en la zona correcta cuandohe visto los Picos Gemelos a lo lejos. Las dospequeñas colinas están a menos de un kilómetrodel lugar de aterrizaje de la sonda. Aún mejor, sonel telón de fondo del lugar de aterrizaje. Lo únicoque tenía que hacer era dirigirme hacia ellas hastadar con la plataforma de aterrizaje.

Page 222: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Y allí estaba. Justo donde tenía que estar. Hesalido tropezando de excitación y he corrido hastaallí. La fase final de descenso de la Pathfinder era untetraedro forrado de globos. Los globosabsorbieron el impacto del aterrizaje. Cuando laPathfinder quedó en reposo, los globos sedeshincharon y el tetraedro se desplegó pararevelar la sonda espacial. En realidad, está compuesta por dos elementos.El lander o aterrizador y el rover llamadoSojourner. El aterrizador permaneció inmóvil,mientras que el Sojourner vagó un tiempo y captóbuenas imágenes de las rocas marcianas. Voy allevarme los dos, pero el más importante es elaterrizador: el elemento que puede comunicarsecon la Tierra. No puedo explicar lo contento que estoy dehaberlo encontrado. Me ha costado mucho llegarhasta aquí, pero lo he conseguido. El aterrizador estaba semienterrado. Cavandocon rapidez y cuidado, he dejado al descubierto lamayor parte de la sonda, aunque el gran tetraedro y

Page 223: El Marciano(c.1) - Andy Weir

los globos deshinchados seguían bajo lasuperficie. Después de una búsqueda rápida, he encontradoel Sojourner. El pequeño compañero estaba a solodos metros del aterrizador. Recuerdo vagamenteque estaba más lejos cuando lo vieron por últimavez. Probablemente entró en modo de contingenciay empezó a dar vueltas al aterrizador tratando decomunicarse. He metido rápidamente el Sojourner en mivehículo de superficie. Es pequeño, ligero y fácilde encajar en la esclusa. El aterrizador ha sidootra historia. No esperaba poder llevarlo completo al Hab: esdemasiado grande. Sin embargo, solo necesitaba lasonda en sí. Era hora de que me pusiera la ropa deingeniero mecánico. La sonda estaba en el panel central del tetraedrodesplegado. Los otros lados estaban todosconectados al panel central mediante una bisagrametálica. Como te dirá cualquiera del JPL, lassondas son delicadas. El peso es un graninconveniente, así que no están hechas para resistir

Page 224: El Marciano(c.1) - Andy Weir

mucho. Haciendo palanca, las bisagras han saltado degolpe. Luego la cosa se ha complicado. Al tratar dedesensamblar el panel central, no se ha movido. Igual que los otros tres paneles, el central teníaglobos deshinchados debajo. Con el paso de las décadas, los globos se handesgarrado y llenado de arena. Podía cortarlos, pero tenía que cavar para llegara ellos. No sería difícil cavar en simple arena,pero los otros tres paneles se interponían. Enseguida me he dado cuenta de que meimportaba una mierda el estado de los otrospaneles. He vuelto a mi vehículo de superficie, hecortado unas tiras de tela del Hab y las he trenzadopara fabricar una cuerda primitiva pero resistente.No puedo atribuirme el mérito de que sea fuerte.Doy gracias a la NASA por ello. Yo solo he dadoforma de cuerda a su material. He atado un extremo a uno de los paneles y elotro al vehículo de superficie, que se construyópara atravesar terreno extremadamente desigual,

Page 225: El Marciano(c.1) - Andy Weir

en ocasiones muy inclinado. Puede que no searápido, pero tiene un motor potente. He arrancadoel panel como un palurdo arranca el tocón de unárbol. Ya tenía sitio para cavar. A medida que ibadesenterrando globos, los he ido cortando. Latarea se ha prolongado una hora. Luego he levantado el panel central y ¡lo hecargado en el vehículo de superficie! Al menoseso me habría gustado hacer, pero el maldito trastoseguía siendo pesadísimo. Calculo que pesa 200kilos. Incluso con la gravedad de Marte esdemasiado peso. Podría llevarlo por el Hab confacilidad, pero ¿levantarlo vestido con unengorroso traje EVA? Ni hablar. Así que lo he arrastrado hasta el vehículo. Mi siguiente hazaña ha sido subirlo al techo,vacío en ese momento. Pese a que tenía lasbaterías casi plenamente cargadas, había extendidolas placas solares tras detenerme. ¿Por qué no?¡Energía gratis! Ya lo tenía pensado. De camino hasta allí, dospilas de placas solares ocuparían todo el tejado.

Page 226: El Marciano(c.1) - Andy Weir

En el camino de vuelta las pondría en un solomontón, dejando espacio para la sonda. Es un poco más peligroso porque el montónpodría derrumbarse. Además, será un incordioformar un montón tan alto con las placas. Pero loconseguiré. No puedo simplemente lanzar una cuerda porencima del vehículo de superficie y tirar de laPathfinder desde el otro lado para subirla. Noquiero romperla. Bueno, ya está rota (perdieron elcontacto con ella en 1997), pero no quieroromperla más. Se me ha ocurrido una solución, pero ya habíahecho bastante trabajo por un día y casi noquedaba luz diurna. Ahora estoy en el vehículo de superficie mirandoel Sojourner. Parece estar bien. Externamente noestá dañado y no da la impresión de estardemasiado cocinado por la luz solar. La densacapa de polvo de Marte lo protegió de los dañossolares a largo plazo. ¿Piensas que el Sojourner no me sirve demucho? No puede comunicarse con la Tierra. ¿Por

Page 227: El Marciano(c.1) - Andy Weir

qué me preocupo por él? Porque tiene muchas piezas móviles. Si establezco contacto con la NASA, podréhablar con ellos sosteniendo una página de textoante la cámara del aterrizador, pero ¿cómohablarán ellos conmigo? Las únicas piezasmóviles del aterrizador son la antena (que tendráque estar orientada hacia la Tierra) y el brazoarticulado de la cámara. Tendríamos que encontrarel modo de que la NASA pudiera comunicarsehaciendo girar el cuerpo de la cámara. Seríaterriblemente lento. Sin embargo, el Sojourner tiene seis ruedasindependientes que giran de manerarazonablemente rápida. Será mucho más fácilcomunicarse con ellas. Podría escribir letras enlas ruedas. La NASA podría hacerlas girar paramandarme mensajes. Todo eso siempre que consiga hacer funcionar laradio del aterrizador. Hora de irme a sobar. Mañana tendré que hacerun montón de trabajo agotador. Necesitodescansar.

Page 228: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ENTRADA DE DIARIO: SOL 83 ¡Oh, Dios, estoy molido! Pero es la única forma que se me ha ocurridopara subir el aterrizador al techo con seguridad. He construido una rampa de rocas y arena comohacían los antiguos egipcios. ¡Si algo abunda en Ares Vallis son las rocas! Primero he experimentado para averiguar loempinada que debía ser la rampa. He amontonadorocas cerca del aterrizador y lo he arrastradosubiendo y bajando la cuesta. Luego he aumentadola inclinación y me he asegurado de que podíaarrastrar el aterrizador arriba y abajo. He repetidoel proceso una y otra vez hasta que he encontradoel mejor grado de inclinación para mi rampa: 30grados. Más era demasiado arriesgado: elaterrizador podría escapárseme y caer dandotumbos por la rampa. El techo del vehículo de superficie está a más dedos metros del suelo, así que necesitaba una rampa

Page 229: El Marciano(c.1) - Andy Weir

de casi cuatro metros de longitud. Me he puesto atrabajar. Las primeras rocas han sido tarea fácil. Luegohan empezado a parecerme más y más pesadas. Eltrabajo físico intenso con traje espacial te mata.Todo te cuesta más, porque llevas un traje de 20kilos y tus movimientos se ven limitados. Al cabode veinte minutos ya estaba jadeando, así que hehecho trampa. He subido la proporción de O2. Esorealmente me ha ayudado un montón.Probablemente no debería habituarme. Además, nohe pasado calor. El traje deja escapar el calor conmás rapidez que lo que tarda mi cuerpo engenerarlo. El sistema de calefacción es lo quemantiene una temperatura soportable. Con elesfuerzo físico, el traje no tiene que calentarsetanto, nada más. Después de horas de trabajo agotador, por fin heterminado la rampa. Rocas amontonadas junto alvehículo de superficie hasta el techo. Primero he subido y bajado por la rampapisando fuerte, para comprobar su solidez. Luegohe tirado del aterrizador hacia arriba. ¡Ha ido de

Page 230: El Marciano(c.1) - Andy Weir

maravilla! Estaba feliz cuando lo he atado en su lugar. Mehe cerciorado de que estuviera firmemente sujeto eincluso he aprovechado la rampa para amontonarlas placas solares (¿por qué desperdiciarla?). Ha sido entonces cuando me he dado cuenta deque la rampa se derrumbaría al alejarme y lasrocas podrían dañar las ruedas o el chasis delvehículo de superficie. Tenía que desmontarla paraimpedir que eso ocurriera. ¡Uf! Desmontar la rampa ha sido más fácil quemontarla. No tenía que colocar cuidadosamentecada roca para que fuera estable. Simplemente lasdejaba en cualquier sitio. Solo he tardado unahora. ¡Y ya estoy listo! Pondré rumbo a casa mañana con mi nueva radiorota de 200 kilogramos.

Page 231: El Marciano(c.1) - Andy Weir

10 ENTRADA DE DIARIO: SOL 90 A siete días de haber encontrado la Pathfinder ysiete días más cerca de casa. Como esperaba, mis propias huellas me hanindicado el camino de regreso al valle Lewis.Desde allí, cuatro soles de fácil conducción. Lascolinas de mi izquierda hacían imposible que meperdiera y el terreno era liso. Pero todo lo bueno llega a su fin. Ya estoy otravez en la Acidalia Planitia. Mis huellas handesaparecido hace tiempo. Han pasado dieciséisdías desde que estuve aquí. Incluso un clima suavepuede borrarlas en ese tiempo. En el viaje de ida debería haber hecho unmontón de rocas cada vez que acampaba. Elterreno es tan llano que serían visibles desdekilómetros de distancia.

Page 232: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Pensándolo bien, con lo que me costó hacer esamaldita rampa... ¡Uf! Así que una vez más soy el caminante deldesierto, usando Fobos para orientarme y con laesperanza de no desviarme demasiado. Lo únicoque tengo que hacer es llegar a 40 kilómetros delHab y localizar la baliza. Me siento optimista. Por primera vez creo quepuedo salir vivo de este planeta. Con eso enmente, recojo muestras de suelo y rocas cada vezque hago una EVA. Al principio lo consideraba mi deber. Sisobrevivo, los geólogos me adorarán por haberlohecho. Pero luego empezó a divertirme. Ahora,mientras conduzco, ansío el simple acto deembolsar rocas. Es divertido volver a ser un astronauta sin más,no un granjero reticente ni un ingeniero eléctrico niun camionero de larga distancia. Un astronauta.Estoy haciendo lo que hacen los astronautas. Loechaba de menos.

Page 233: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ENTRADA DE DIARIO: SOL 92 Hoy he captado dos segundos de señal de labaliza del Hab, luego la he perdido. Pero pintabien. Llevo dos días viajando aproximadamentehacia el nornoroeste. Debo de estar a unos cienkilómetros del Hab; es un milagro que hayacaptado alguna señal. Habrá sido en un momentoen que las condiciones meteorológicas eranperfectas. En los días aburridísimos, voy viendo capítulosde El hombre de los seis millones de dólares, dela inagotable colección de rollazos de los setentade la comandante Lewis. Acabo de ver un episodio en el que Steve Austinlucha contra una sonda rusa que iba a Venus y queha aterrizado en la Tierra por error. Como expertoen viajes interplanetarios, puedo decir que no hayimprecisiones científicas en la historia, ¡qué va!Es muy común que las sondas aterricen en unplaneta equivocado. Además, la sonda es grande yel casco plano es ideal para la alta presión de laatmósfera de Venus. Aparte de eso, como todo el

Page 234: El Marciano(c.1) - Andy Weir

mundo sabe, las sondas suelen negarse a obedecerórdenes pero eligen atacar a los humanos quetienen a la vista. Hasta ahora la Pathfinder no ha tratado dematarme, pero no le quito ojo. ENTRADA DE DIARIO: SOL 93 Hoy he encontrado la señal del Hab. Se acabó elriesgo de perderme. Según el ordenador, estoy a24.718 metros. Estaré en casa mañana. Aunque el vehículo desuperficie tuviera una avería catastrófica, no mepasaría nada. Podría ir caminando hasta el Habdesde aquí. No sé si ya lo he mencionado, pero estoy hastalos cojones de estar en este vehículo desuperficie. Me he pasado tanto tiempo sentado otumbado que tengo la espalda destrozada. De todosmis compañeros de tripulación, al que más echo demenos ahora es a Beck. Él me aliviaría el dolor deespalda..., aunque probablemente me echaría una

Page 235: El Marciano(c.1) - Andy Weir

bronca: «¿Por qué no has hecho estiramientos? ¡Tucuerpo es importante! Come más fibra», o lo quefuera. En este momento agradecería incluso un sermónsobre la salud. Durante el entrenamiento tuvimos que practicarel temido caso de «pérdida de órbita». En caso deun fallo durante la segunda fase del ascenso delVAM, estaríamos en órbita, pero en una órbitademasiado baja para llegar a la Hermes.Estaríamos rozando la atmósfera superior, así quenuestra órbita decaería con rapidez. La NASAmanejaría de forma remota la Hermes y la guiaríapara que nos rescatara. Luego saldríamos pitandoantes de que la Hermes se viera sometida a unexceso de gravedad. Para prepararnos nos hicieron quedarnos en elsimulador VAM durante tres miserables días. Seispersonas en un vehículo de ascenso originalmentediseñado para un vuelo de veintitrés minutos.Faltaba espacio. Y cuando digo que faltabaespacio, me refiero a que queríamos matarnos. Daría lo que fuera por estar otra vez en esa

Page 236: El Marciano(c.1) - Andy Weir

cápsula minúscula con esos tipos. Tío, espero que pueda arreglar la Pathfinder. ENTRADA DE DIARIO: SOL 94 ¡Hogar, dulce hogar! Hoy escribo desde mi gigantesco y cavernosoHab. Lo primero que he hecho al entrar ha sido moverlos brazos en círculos. ¡Qué gozada! He estado enese maldito vehículo de superficie duranteveintidós soles, sin poder ni siquiera caminar sinel traje EVA. Tendré que soportar el doble de ese tiempoviajando para llegar a la Ares 4, pero eso es unproblema para más adelante. Después de unas vueltas de celebración por elHab, era hora de ponerse a trabajar. Primero he encendido el oxigenador y elregulador atmosférico. He comprobado los nivelesdel aire y todo tenía buen aspecto. Todavíaquedaba CO2, de modo que las plantas no se han

Page 237: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ahogado sin que yo exhalara por ellas. Naturalmente, he revisado exhaustivamente miplantación. Está sana. He vaciado mis bolsas de heces en el montón deexcrementos. Un olor estupendo, te lo aseguro.Pero cuando he añadido un poco de suelo, el olorha disminuido hasta niveles tolerables. He vaciadomi caja de pis en el purificador de agua. He estado ausente más de tres semanas y habíadejado el Hab con mucha humedad por el bien dela plantación. Tanta agua en el aire puede causarmuchos problemas eléctricos, así que he pasadolas siguientes horas haciendo comprobaciones detodo el sistema. Luego he estado un rato holgazaneando. Queríapasar el resto del día relajado, pero tenía mástrabajo que hacer. Después de vestirme, he ido al vehículo desuperficie y he descargado las placas solares deltecho. Durante las siguientes horas las he devueltoa su sitio y las he conectado a la toma de corrientedel Hab. Bajar el aterrizador del tejado ha sido mucho

Page 238: El Marciano(c.1) - Andy Weir

más fácil de lo que fue ponerlo allí. He sacado unpuntal de la plataforma del VAM y lo he arrastradohasta el vehículo de superficie. Después de apoyarun extremo en la carrocería y hundir el otro en elsuelo para darle estabilidad, ya tenía una rampa. Debería haber llevado ese puntal conmigo a laubicación de la Pathfinder. Nunca te acostarás sinsaber una cosa más. No hay forma de meter el aterrizador en laesclusa. Es demasiado grande. Podría desmontarloy entrarlo por piezas, pero tengo una razón muybuena para no hacerlo. Sin campo magnético, Marte no tiene defensaalguna contra la radiación solar. Si me expusiera aella tendría cáncer; incluso mi cáncer tendríacáncer, de modo que la lona del Hab hace deescudo contra las ondas electromagnéticas.Asimismo, bloquearía cualquier transmisión delaterrizador si este estuviera en su interior. Hablando de cáncer, había llegado el momentode desembarazarme del RTG. Detestaba volver a subir al vehículo desuperficie, pero tenía que hacerlo. Si el RTG se

Page 239: El Marciano(c.1) - Andy Weir

rompiera, me mataría. La NASA decidió que la distancia de seguridadera de cuatro kilómetros y yo no voy a llevarle lacontraria. He vuelto al lugar donde la comandanteLewis lo enterró, lo he metido en el mismo agujeroy he regresado al Hab. Empezaré a trabajar en el aterrizador mañana. Ahora a disfrutar de un sueño largo y reparadoren un catre de verdad, con el reconfortantepensamiento de que, cuando me despierte, mi pismatutino irá a un inodoro. ENTRADA DE DIARIO: SOL 95 Hoy ha sido un día de reparaciones. La Mars Pathfinder terminó porque elaterrizador tuvo un fallo crítico desconocido.Cuando el JPL perdió el contacto con él, ya no sesupo nada de lo ocurrido con el Sojourner. Esposible que esté en mejor estado. A lo mejor solonecesita energía, la que no pudo obtener de susplacas solares cubiertas de polvo.

Page 240: El Marciano(c.1) - Andy Weir

He puesto el pequeño rover en mi banco detrabajo y he abierto un panel para mirarle lastripas. La batería es de litio cloruro de tionilo, norecargable. Eso me lo imaginaba por algunaspistas sutiles: la forma de los puntos de conexión,el grosor del aislamiento y el hecho de que ponía«LiSOCl2 NO-RECARG». He limpiado los paneles solares a conciencia yluego he dirigido un pequeño flexo hacia ellos. Labatería se agotó hace tiempo, pero los panelespodrían estar en buen estado y el Sojournerfuncionar directamente con ellos. Veremos siocurre algo. Ya era hora de echar un vistazo a papáSojourner. Me he puesto el traje y he salido. El punto débil de la mayoría de los aterrizadoreses la batería. Es el componente más delicado y,cuando se agota, no hay forma de recuperarla. Los aterrizadores no pueden simplementeapagarse y esperar si tienen la batería baja. Suscomponentes electrónicos no funcionan por debajode cierta temperatura, así que cuentan concalentadores para mantenerla. Es un problema que

Page 241: El Marciano(c.1) - Andy Weir

rara vez se da en la Tierra, pero ¡eh, esto es Marte! Con el tiempo, los paneles solares quedaroncubiertos de polvo. Luego el invierno trajotemperaturas más bajas y menos luz diurna. Estocombinado fue un gran corte de mangas de Marte atu aterrizador, que acaba consumiendo máspotencia para mantener la temperatura de la queobtiene la magra luz diurna que atraviesa polvo. Una vez agotada la batería, los componenteselectrónicos se enfrían demasiado para funcionar ytodo el sistema se detiene. Los paneles solaresrecargarán hasta cierto punto la batería, pero nohay nada que le indique al sistema que se reinicie.Cualquier elemento capaz de tomar esa decisión eselectrónico y no funciona. Finalmente, la bateríasin utilizar perderá su capacidad de mantener lacarga. Esa es la causa de muerte habitual, y desde luegotengo la esperanza de que eso fuera lo que acabócon la Pathfinder. He apilado algunas piezas restantes del VDM enuna mesa y una rampa improvisadas. Luego hearrastrado el aterrizador a mi nuevo banco de

Page 242: El Marciano(c.1) - Andy Weir

trabajo exterior. Trabajar con un traje EVA ya esbastante incordio. Estar todo el rato encorvadohabría sido una tortura. He cogido mi caja de herramientas y heempezado a toquetear. Abrir el panel exterior noha sido demasiado difícil y he identificado labatería con facilidad. El JPL lo etiqueta todo. Esuna batería de óxido de plata de 40 amp/hora, conun voltaje óptimo de 1,5. ¡Guau! Realmenteentonces hacían que las cosas funcionaran connada. He desconectado la batería y he vuelto a entrar.La he verificado con mi amperímetro y desdeluego está muerta, muerta, muerta. Arrastrando lospies por una alfombra conseguiría más carga. Pero ya sabía lo que necesitaba el aterrizador:1,5 voltios. En comparación con lo que he estadoimprovisando desde sol 6, estaba chupado. Tengoreguladores de voltaje en mi equipo. Solo hetardado quince minutos en poner uno en una líneaeléctrica de reserva y otra hora en salir y conectarla línea al lugar donde solía estar la batería.

Page 243: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Luego está la cuestión del calor. Es buena ideamantener los componentes electrónicos a más de –40 °C. Hoy la temperatura es baja: –63 °C. La batería es grande y fácil de identificar, perono tenía idea de dónde estaban los calentadores.Aunque lo hubiera sabido, habría sido demasiadoarriesgado conectarlos directamente a la corriente.Podría freír todo el sistema con facilidad. Por lo tanto, he preferido recurrir a los«recambios» del vehículo de superficie 1 y usar sucalefactor. He destripado tanto ese pobre vehículode superficie que parece que lo haya aparcado enun mal barrio. He arrastrado el calefactor a mi banco de trabajoexterior y lo he conectado a la red del Hab. Luegolo he dejado en el aterrizador, allí donde solíaestar la batería. Ahora espero. Y tengo esperanza. ENTRADA DE DIARIO: SOL 96 Realmente tenía la esperanza de despertarme y

Page 244: El Marciano(c.1) - Andy Weir

encontrarme con un aterrizador funcional, pero noha habido tanta suerte. Su antena está donde la vipor última vez. ¿Qué importa? Bueno, te lo diré. Siel aterrizador vuelve a la vida (y fíjate que digo«si» lo hace), tratará de establecer contacto con laTierra. El problema es que nadie estaráescuchando. No es precisamente que el equipo dela Pathfinder esté en el JPL por si a algúnastronauta díscolo se le ocurre reparar su sondamuerta hace tanto tiempo. La Red del Espacio Profundo y el SETI son mismejores opciones para captar la señal. Si algunade estas organizaciones recibiera un blip de laPathfinder se lo comunicaría al JPL. En el JPL descubrirían enseguida lo que estápasando, sobre todo cuando triangularan la señalcon mi sitio de aterrizaje. Le indicarían al aterrizador dónde está la Tierray orientarían la antena direccional en el ánguloadecuado. Por el ángulo de la antena sabré que seha conectado. Hasta el momento, inmóvil. Sigue habiendo esperanzas. Innumerables

Page 245: El Marciano(c.1) - Andy Weir

razones podrían retrasar las cosas. El calentadordel vehículo de superficie está diseñado paracalentar aire a una atmósfera, y el fino aire deMarte dificulta mucho su capacidad defuncionamiento, así que los componenteselectrónicos podrían necesitar más tiempo paracalentarse. Además, la Tierra solo es visible durante el día.Arreglé el aterrizador ayer por la tarde (o esoespero). Ahora es por la mañana, así que lamayoría del tiempo ha sido noche. No hay Tierra. El Sojourner tampoco da señales de vida. Haestado en el entorno agradable y caliente del Habtoda la noche, con mucha luz dirigida hacia suscélulas fotovoltaicas limpias. Quizás esté llevandoa cabo una larga autocomprobación o se mantienea la espera hasta recibir señales del aterrizador oalgo. Tendré que quitármelo de la cabeza por ahora.

REGISTRO DE LA Pathfinder: SOL 0 SECUENCIA DE ARRANQUE

Page 246: El Marciano(c.1) - Andy Weir

INICIADA HORA 00:00:00 PÉRDIDA DE POTENCIADETECTADA, FECHA/HORA NOFIABLE CARGANDO SISTEMAOPERATIVO...

SISTEMA OPERATIVO VXWARE(C) WIND RIVER SYSTEMS REALIZANDO VERIFICACIÓN DEHARDWARE: TEMPERATURA INT: –34 °C TEMPERATURA EXT: NOFUNCIONAL BATERÍA: LLENA ALTA RECEPCIÓN: OK BAJA RECEPCIÓN: OK SENSOR DE VIENTO: NOFUNCIONAL METEOROLOGÍA: NOFUNCIONAL ASI: NO FUNCIONAL

Page 247: El Marciano(c.1) - Andy Weir

CÁMARA: OK RAMPA VEHÍCULO DESUPERFICIE: NO FUNCIONAL SOLAR A: NO FUNCIONAL SOLAR B: NO FUNCIONAL SOLAR C: NO FUNCIONAL VERIFICACIÓN DE HARDWARECOMPLETA ESTADO DE EMISIÓN DETECTANDO SEÑALTELEMÉTRICA... DETECTANDO SEÑALTELEMÉTRICA... DETECTANDO SEÑALTELEMÉTRICA... SEÑAL RECIBIDA...

Page 248: El Marciano(c.1) - Andy Weir

11 —Algo está entrando..., sí..., sí. ¡Es laPathfinder! La atestada sala prorrumpió en aplausos yvítores. Venkat dio una palmada en la espalda a untécnico al que no conocía mientras Bruce alzaba elpuño. El centro de control de la Pathfinder era unéxito en sí mismo. Durante los últimos veinte días,un equipo de ingenieros del JPL había trabajadosin descanso para montar ordenadores anticuados,reparar componentes rotos, conectarlo todo en rede instalar apresuradamente el software quepermitiera que los viejos sistemas interactuarancon la moderna Red del Espacio Profundo. La sala en sí era de hecho una sala deconferencias; el JPL no tenía sitio para satisfaceraquella repentina necesidad. El espacio, ya de por

Page 249: El Marciano(c.1) - Andy Weir

sí reducido y atestado de ordenadores y equipo, sehabía vuelto claustrofóbico con los muchosespectadores que se apretujaban en su interior. Un equipo de filmación de la Asociación dePrensa se pegó a la pared posterior intentando sinéxito no molestar mientras grababa el auspiciosomomento. El resto de los medios tendrían queconformarse con la cobertura en directo de la AP yesperar a que se celebrara una conferencia deprensa. Venkat se volvió hacia Bruce. —Caray, Bruce. Esta vez sí que te has sacado unconejo de la chistera. Buen trabajo. —Solo soy el director —repuso Bruce conmodestia—. Da las gracias a los tipos que hacenque todo esto funcione. —Oh, lo haré —dijo Venkat radiante—, peroantes tengo que hablar con mi nuevo mejor amigo. Volviéndose hacia el hombre con cascos quemanejaba la consola de comunicaciones, Venkatpreguntó: —¿Cómo te llamas, nuevo mejor amigo? —Tim —respondió el otro sin apartar los ojos

Page 250: El Marciano(c.1) - Andy Weir

de la pantalla. —¿Ahora qué? —preguntó Venkat. —Enviamos la telemetría de retorno de maneraautomática. Llegará allí dentro de once minutos.Cuando eso ocurra, la antena direccional de laPathfinder empezará a transmitir, de modo quepasarán veintidós minutos antes de volver a tenernoticias suyas. —Venkat tiene un doctorado en física, Tim —dijo Bruce—. A él no tienes que explicarle eltiempo que tardan las transmisiones. Tim se encogió de hombros. —Nunca se sabe con los directores. —¿Qué había en la transmisión que hemosrecibido? —le preguntó Venkat. —Solo lo básico. Una autocomprobación dehardware. Hay muchos sistemas «no funcionales»porque estaban en los paneles que Watney eliminó. —¿Qué pasa con la cámara? —Dice que el sensor de imágenes estáoperativo. Haremos que tome una panorámica loantes posible.

Page 251: El Marciano(c.1) - Andy Weir

DIARIO DE ENTRADA: SOL 97 ¡Ha funcionado! ¡Joder, ha funcionado! Acabo de vestirme y comprobar el aterrizador.La antena está orientada directamente hacia laTierra. La Pathfinder no tiene forma de saber cuáles su posición, así que no tiene tampoco forma desaber dónde está la Tierra. La única forma delocalizarla que tiene es a partir de una señalrecibida. ¡Saben que estoy vivo! Ni siquiera sé qué decir. Era un plan demencial ypor algún milagro ha funcionado. Volveré a hablarcon alguien. He pasado tres meses siendo elhombre más solitario de la historia y finalmenteeso se ha terminado. Desde luego puede que no me rescaten, pero noestaré solo. Todo el tiempo que tardé en recuperar laPathfinder estuve imaginando cómo sería estemomento. Suponía que daría saltos, gritaría, tal

Page 252: El Marciano(c.1) - Andy Weir

vez que daría una voltereta (porque todo estecondenado planeta es enemigo), pero no. Al volveral Hab me he quitado el traje EVA, me he sentadoen el suelo y he llorado. He sollozado como unniño varios minutos. Por fin he pasado a gimotearsuavemente y he sentido una calma profunda. Era una buena calma. Se me ocurre: ahora que podría sobrevivir, tengoque ser más cuidadoso describiendo situacionesembarazosas. ¿Cómo borro entradas del diario?No hay una forma obvia... Me pondré después.Tengo cosas más importantes que hacer. ¡Tengo gente con la que hablar! Venkat sonrió al ocupar el estrado de la sala deprensa del JPL. —Hemos recibido una respuesta hace solomedia hora —dijo a la prensa reunida—.Inmediatamente dimos instrucciones a laPathfinder para que tomara una imagenpanorámica. Es de esperar que Watney tengaalguna clase de mensaje para nosotros.

Page 253: El Marciano(c.1) - Andy Weir

¿Preguntas? El mar de reporteros levantó las manos. —Cathy, empecemos por ti —dijo Venkat,señalando a la periodista de la CNN. —Gracias —dijo ella—, ¿habéis tenido contactocon el Sojourner? —Por desgracia, no —respondió Venkat—. Elaterrizador no ha podido conectar con elSojourner y no tenemos forma de ponernos encontacto con él directamente. —¿Qué problema puede tener el Sojourner? —Ni siquiera me atrevo a aventurar unarespuesta —dijo Venkat—. Después de tantotiempo en Marte, podría pasarle cualquier cosa. —¿Alguna conjetura? —Nuestra mejor conjetura es que lo llevó alHab. La señal del aterrizador no alcanza elSojourner a través de la lona del Hab. —Señalando a otro periodista, dijo—: Usted, el deallí. —Marty West, NBC News —dijo Marty—.¿Cómo se comunicarán con Watney cuando todoesté en marcha?

Page 254: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Eso dependerá de él —dijo Venkat—. Loúnico que tenemos para trabajar es la cámara.Puede escribir notas y sostenerlas ante la cámara.Pero cómo responderle será más complicado. —¿Por qué? —preguntó Marty. —Porque solo contamos con la plataforma decámara. Es la única parte móvil. Hay muchasformas de conseguir información con solo larotación de la plataforma, pero no hay forma dedecírselo a Watney. Se le tendrá que ocurrir algo ydecírnoslo. Seguiremos su ejemplo. Señalando a la siguiente periodista, dijo: —Adelante. —Jill Holbrook, BBC. Con una demora de ida yvuelta de treinta y dos minutos y nada más que unaplataforma rotatoria para comunicarse, será unaconversación mortalmente lenta, ¿no? —Sí, lo será —confirmó Venkat—. Es primerahora de la mañana en la Acidalia Planitia y sonpoco más de las tres de la madrugada aquí, enPasadena. Estaremos aquí toda la noche y eso serásolo el principio. No responderé a más preguntaspor ahora. En unos minutos tendremos la imagen

Page 255: El Marciano(c.1) - Andy Weir

panorámica. Los mantendremos informados. Antes de que nadie pudiera repreguntar, Venkatsalió por la puerta lateral y recorrióapresuradamente el pasillo hasta el centro decontrol improvisado de la Pathfinder. Se abriópaso entre la multitud hasta la consola decomunicaciones. —¿Alguna cosa, Tim? —Desde luego, pero estamos mirando estapantalla negra porque es mucho más interesanteque las imágenes de Marte. —Eres un listillo, Tim —dijo Venkat. —Tomo nota. Bruce se abrió paso. —Aún faltan unos segundos —dijo. El tiempo pasó en silencio. —He conseguido algo —dijo Tim—. Sí, es lapanorámica. Suspiros de alivio y susurros sustituyeron elsilencio tenso cuando la imagen empezó aaparecer. Se llenó de izquierda a derecha a pasode tortuga debido a las limitaciones de ancho debanda de la sonda antigua que la enviaba.

Page 256: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Superficie marciana... —dijo Venkat a medidaque las líneas se iban llenando lentamente—. Mássuperficie... —¡Borde del Hab! —exclamó Bruce, señalandola pantalla. —Hab. —Sonrió Venkat—. Más Hab..., másHab... ¿Es un mensaje? ¡Es un mensaje! La imagen fue creciendo hasta revelar una notaescrita a mano, suspendida a la altura de la cámaracon una barra de metal. —Tenemos una nota de Mark —anunció Venkat. El aplauso llenó la sala, luego se apagórápidamente. —¿Qué dice? —preguntó alguien. Venkat se inclinó hacia la pantalla. —Dice: «Escribiré preguntas aquí. ¿Recibido?» —¿Vale...? —dijo Bruce. —Es lo que dice. —Venkat se encogió dehombros. —Otra nota —dijo Tim señalando la pantallacuando apareció una imagen más. Venkat se inclinó otra vez. —Esta dice: «Señala hacia aquí para decir que

Page 257: El Marciano(c.1) - Andy Weir

sí.» —Cruzó los brazos—. Muy bien. Tenemoscomunicación con Mark. Tim, apunta la cámara al«sí». Luego empieza a sacar imágenes a intervalosde diez minutos hasta que plantee otra pregunta. ENTRADA DE DIARIO: SOL 97 (2) «Sí», han dicho «sí». No había estado tan excitado por un «sí» desdela noche de mi graduación. Vale, calma. Tengo una cantidad limitada de papel con el quetrabajar. Estas cartulinas estaban destinadas aetiquetar conjuntos de muestras. Tengo unascincuenta tarjetas. Puedo usarlas por ambos ladosy, si hace falta, reutilizarlas borrando la preguntaantigua. El rotulador que estoy usando me durará muchomás que las tarjetas, así que la tinta no esproblema. Pero tengo que escribirlo todo en elHab. No sé de qué clase de mierda alucinógenaestá hecha esa tinta, pero estoy seguro de que se

Page 258: El Marciano(c.1) - Andy Weir

secaría en la atmósfera de Marte. Estoy usando piezas de la antigua antena paramantener las tarjetas en alto. No deja de serirónico. Tendremos que hablar más deprisa que conrespuestas de «sí» o «no» cada media hora. Lacámara tiene 360 grados de rotación y yo tengomuchos trozos de antena. Es hora de preparar unalfabeto. Pero no puedo usar simplemente lasletras de la A a la Z. Veintiséis letras y mi tarjetacon la pregunta serían veintisiete tarjetas en tornoal aterrizador, con 13 grados para cada una.Aunque el JPL apunte la cámara a la perfección,hay muchas posibilidades de que no sepa a quéletra exactamente. O sea, que tendré que usar ASCII. Así es comohablan los ordenadores. Cada carácter tiene uncódigo numérico entre 0 y 255. Los valores entre 0y 255 pueden expresarse como 2 dígitoshexadecimales. Mediante pares de dígitoshexadecimales, transmiten cualquier carácter,incluidos números, puntuación, etc. ¿Cómo sé qué valor corresponde a cada

Page 259: El Marciano(c.1) - Andy Weir

carácter? Porque el portátil de Johanssen es unarica fuente de información. Sabía que ella tendríauna tabla ASCII en alguna parte. Todos loszumbados de la informática la tienen. Así que haré tarjetas del 0 al 9 y de la A a la F.Serán 16 tarjetas que colocaré alrededor de lacámara, aparte de la tarjeta con la pregunta.Diecisiete tarjetas: más de 21 grados para cadauna; mucho más fácil de manejar. ¡Manos a la obra! Escribid en ASCII. 0-F a incrementos de 21grados. Veré cámara a partir de las 11.00 de mihora. Cuando mensaje esté listo, regresar a estaposición. Esperar 20 minutos antes de sacar foto(así puedo escribir y mostrar respuesta). Repetirproceso cada hora. E... S... T... A... T... U... S Sin problemas físicos. Todos componentes Habfuncionales. Como 3/4 raciones. Éxito cosecha enHab con suelo cultivado. Nota: situación noculpa tripulación Ares 3. Mala suerte. V... I... V... O... C... Ó... M... O...? Empalado por fragmento antena. Perdí

Page 260: El Marciano(c.1) - Andy Weir

conocimiento por descompresión. Aterricé bocaabajo, sangre selló agujero. Desperté despuéstripulación marchó. Ordenador biomonitordestruido por punción. Tripulación tenía razonespara creerme muerto. No fue culpa suya. C... O... S... E... C... H... A... S? Larga historia. Botánica extrema. Tengo 126m2 tierra cultivo patatas. Alargará suministrocomida, pero no hasta aterrizaje Ares 4. Vehículode superficie modificado para viaje largadistancia, plan llegar Ares 4. V... I... M... O... S... —... S... A... T... L... T ¿Gobierno controla con satélites? Necesitosombrero papel aluminio. También forma másrápida comunicar. Deletrear ocupa todo elmaldito día. ¿Ideas? S... A... C... A... S... T... S... J... R... N... R Sojourner sacado, a 1 metro norte delaterrizador. Si lo contactáis, dibujaréhexadecimal ruedas y enviáis seis bytes cada vez. S... J... R... N... R... S... P... N... D Maldita sea. ¿Otras ideas? Necesitamoscomunicación más rápida.

Page 261: El Marciano(c.1) - Andy Weir

T... R... B... J... N... D... O La Tierra casi se pone. Reanudamos 8.00 mihora mañana por la mañana. Decid mi familiaestoy bien. Saludos a la tripulación. Decid acomandante Lewis música disco es asco. Venkat pestañeó varias veces mientras trataba deorganizar los papeles en su escritorio. Tenía losojos cansados. Su lugar de trabajo provisional enel JPL no era más que una mesa plegable colocadaal fondo de una sala de descanso. La gente entrabay salía todo el día a buscar tentempiés, pero lobueno era que tenía la cafetera cerca. —Disculpe —dijo un hombre que se acercó a lamesa. —Sí, se ha acabado la Diet Coke —dijo Venkatsin levantar la mirada—. No sé cuándo rellenan lanevera. —De hecho, he venido a hablar con usted,doctor Kapoor. —¿Eh? —Venkat levantó la mirada. Negó con lacabeza—. Lo siento. Llevo en vela toda la noche.

Page 262: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Dio un trago a su café—. ¿Quién eres? —Jack Trevor —dijo el hombre delgado ypálido que estaba delante de Venkat—. Trabajo eningeniería de programas. —¿Qué puedo hacer por ti? —Tenemos una idea para las comunicaciones. —Soy todo oídos. —Hemos estado examinando el viejo softwarede la Pathfinder. Tenemos ordenadoresduplicados y pasando pruebas. Los mismosordenadores que usaron para encontrar unproblema que casi mató a los de la misiónoriginal. Una historia realmente interesante, laverdad; resulta que había una inversión prioritariaen la gestión del Sojourner y... —Al grano, Jack —lo interrumpió Venkat. —Sí. Bueno, la cuestión es que la Pathfindertiene un sistema para actualizar el OS. Así quepodemos cambiar el software por el quequeramos. —¿En qué nos ayuda eso? —La Pathfinder tiene dos sistemas decomunicaciones. Uno para hablar con nosotros, el

Page 263: El Marciano(c.1) - Andy Weir

otro para hablar con el Sojourner. Podemoscambiar el segundo sistema para que emita en lafrecuencia del vehículo de superficie de la Ares 3.Y podemos hacer que simule ser la señal de labaliza del Hab. —¿Puedes hacer que la Pathfinder se comuniquecon el vehículo de superficie de Mark? —Es la única opción. La radio del Hab estámuerta, pero el vehículo de superficie llevaequipamiento de comunicaciones para hablar conel Hab y con el otro vehículo. El problema es quepara implementar un nuevo sistema decomunicaciones, ambos extremos deben tener elsoftware adecuado instalado. Podemos actualizarremotamente la Pathfinder, pero no el vehículo desuperficie. —Entonces —dijo Venkat—, ¿podéis conseguirque la Pathfinder hable con el vehículo desuperficie, pero no podéis conseguir que elvehículo de superficie escuche ni responda? —Exacto. Queremos que nuestro texto aparezcaen la pantalla del vehículo y que lo que Watneyescriba nos sea devuelto. Eso requiere un cambio

Page 264: El Marciano(c.1) - Andy Weir

de software del vehículo de superficie. Venkat suspiró. —¿Cuál es el objetivo de esta discusión si nopodemos actualizar el software de ese vehículo? Jack sonrió al continuar. —No podemos parchearlo, pero Watney sí.Podemos enviarle los datos y que él mismointroduzca la actualización en el vehículo desuperficie. —¿De cuántos datos estamos hablando? —Tengo a los chicos trabajando en el softwareahora mismo. El archivo de actualización tendráveinte megas, mínimo. Podemos enviar un byte aWatney cada cuatro segundos más o menos con el«deletreador». Harían falta tres años de emisiónconstante para enviarlo. Obviamente, no es buenaidea. —Pero estás hablando conmigo, así que tienesuna solución, ¿verdad? —lo instó Venkat,conteniendo las ganas de gritar. —¡Por supuesto! —Jack sonrió—. Losingenieros de software son unos cabrones arteroscuando se trata del control de datos.

Page 265: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Ilumíname —dijo Venkat. —Esta es la parte más inteligente —dijo Jack, entono de conspiración—. El vehículo de superficiefragmenta la señal en bytes, luego identifica lasecuencia específica que envía el Hab. De esemodo, las ondas de radio no estropean el homing.Si los bytes no están bien, el vehículo desuperficie no les hace caso. —Vale, ¿y qué? —Significa que hay un lugar en el código basedonde están los bytes de análisis. Podemosinsertar una pequeña cantidad de código, soloveinte instrucciones para escribir los bytesanalizados a un archivo de registro antes decomprobar su validez. —Esto suena prometedor... —dijo Venkat. —¡Lo es! —dijo Jack con excitación—.Primero, actualizamos la Pathfinder para que sepacómo hablar con el vehículo de superficie. Luego,le decimos a Watney exactamente cómo hackear elsoftware del vehículo para añadir esas veinteinstrucciones. Después haremos que la Pathfinderle envíe el nuevo software al vehículo de

Page 266: El Marciano(c.1) - Andy Weir

superficie. El vehículo carga los bytes en unarchivo de registro. Finalmente, Watney lanza elarchivo como ejecutable y el vehículo desuperficie se actualiza solo. Venkat frunció el entrecejo, asimilando muchamás información de la que su mente privada desueño quería aceptar. —Hum —dijo Jack—. No está dando saltos dealegría. —Entonces, ¿tenemos que enviar a Watney esasveinte instrucciones? —preguntó Venkat. —Eso y cómo editar los archivos, aparte dedónde insertar las instrucciones. —¿Solo eso? —Solo eso. Venkat se quedó un momento en silencio. —Jack, voy a comprar a todo tu equipo lacolección de recuerdos autografiada de Star Trek. —Prefiero la de La guerra de las galaxias —dijo Jack, volviéndose para irse—. Solo de latrilogía original, por supuesto. —Por supuesto —repuso Venkat. Cuando Jack se alejó, una mujer se acercó a la

Page 267: El Marciano(c.1) - Andy Weir

mesa. —¿Sí? —dijo Venkat. —No encuentro Diet Coke. ¿Se ha terminado? —Sí, y no sé cuándo rellenan la nevera. —Gracias. Justo cuando estaba a punto de volver al trabajo,le sonó el móvil. Gimió ruidosamente mirando altecho al tiempo que lo cogía de su escritorio. —¿Hola? —dijo con la máxima alegría posible. —Necesito una foto de Watney. —Hola, Annie, yo también me alegro de oírte.¿Cómo van las cosas en Houston? —Corta el rollo, Venkat. Necesito una foto. —No es tan sencillo. —Estás hablando con él con una puta cámara.¿Tan difícil es? —Deletreamos nuestro mensaje, hablamosdurante veinte minutos y, luego, hacemos una foto.Para entonces, Watney ya ha vuelto al Hab. —Pues le dices que esté presente cuando saquesla siguiente —le sugirió Annie. —Solo podemos enviar un mensaje por hora, yeso si la Acidalia Planitia está orientada hacia la

Page 268: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Tierra —dijo Venkat—. No vamos a desperdiciarun mensaje solo para decirle que pose para unafoto. Además, llevará el traje EVA. No se le verála cara. —Necesito algo, Venkat. Llevas en contacto conél veinticuatro horas y los medios se estáncabreando. Quieren una imagen para los artículos.Estará en todos los sitios de noticias del mundo. —Tienes fotos de sus notas. Arréglate con eso. —No basta —dijo Annie—. La prensa se meestá echando al cuello, y pegando al culo. Meestán agobiando por todas partes. —Tendrás que esperar unos días. Vamos a tratarde enlazar la Pathfinder con el ordenador delvehículo de superficie... —¿Unos días? —soltó Annie—. Es lo único queimporta en el mundo entero. Es la noticia másimportante desde la Apolo 13. ¡Dame una putafoto! Venkat suspiró. —Trataré de conseguirla mañana. —¡Genial! La espero ansiosa.

Page 269: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ENTRADA DE DIARIO: SOL 98 He de estar mirando la cámara mientras deletrea.Medio byte cada vez. Así que me fijo en un par denúmeros y los busco en una chuleta de ASCII quehe preparado. Eso es una letra. No quiero olvidar ninguna, por eso las escriboen el suelo con un palo. En buscar una letra yescribirla en la tierra tardo un par de segundos. Enocasiones, cuando miro a la cámara, se me pasa unnúmero. Normalmente lo adivino por el contexto,pero a veces no. Hoy me he levantado horas antes de lonecesario. Era como una mañana de Navidad. Nopodía esperar a que fueran las 8.00 paralevantarme. He desayunado, hecho algunascomprobaciones innecesarias en el equipo del Haby leído un poco de Poirot. ¡Finalmente llega lahora! PDMSHCKRVDSHBLRPTFNDRPREPMNSLRGO Sí. He tardado un minuto, «Podemos hackear elvehículo de superficie para hablar con la

Page 270: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Pathfinder. Prepárate para mensaje largo.» Requería un poco de gimnasia mental, pero erauna gran noticia. Si podíamos hacer eso, soloestaríamos limitados por el tiempo de transmisión.Preparé una nota que decía: «Recibido.» No estaba seguro de qué significaba mensajelargo, pero suponía que era mejor estar preparado.He salido quince minutos antes de la hora yalisado una gran zona de tierra. He buscado elpedazo de antena más largo para dibujar en la zonaalisada sin tener que pisarla. Luego me he quedado de pie esperando. Justo a la hora ha llegado el mensaje. CRGhexeditENORDNDRVDS,ABREusr/lib/habcomm.so-BJAHSTALCTRINDXIZDASEA: 2AAE5,SOBRSCRB141 BYTSCNDTSENVRMSSGTMSJ,QDTAVISTAXSGTFOTO20MNSDSPS Joder. Vale... Quieren que cargue el HexeDit en el ordenadordel vehículo de superficie y que abra el archivo/usr/lib/habcomm.so, que baje hasta que la lectura

Page 271: El Marciano(c.1) - Andy Weir

de índice en la izquierda de la pantalla sea2AAE5, que luego sustituya los bytes de allí conuna secuencia de 141 bytes que la NASA enviaráen el siguiente mensaje. Me parece bien. Además, por alguna razón, quieren que me quedeallí para la siguiente foto. Claro, ¿por qué no? ¡Sino se me ve cuando llevo el traje! Hasta la viserarefleja demasiada luz. Sin embargo, eso quieren. He entrado y copiado el mensaje para futurasreferencia. Luego he escrito una breve nota y hevuelto a salir. Normalmente la habría colgado yvuelto a entrar, pero esta vez tenía que quedarmepara la foto. He puesto los pulgares hacia arriba para lacámara junto con mi nota que decía: «¡Ehhhh!» Culpa a la televisión de los setenta. —¿Pido una imagen y me sale Fonzie? —lereprochó Annie a Venkat. —Ya tienes la foto, deja de darme la vara —repuso este, con el teléfono entre la barbilla y elhombro. Prestaba más atención a los esquemas que

Page 272: El Marciano(c.1) - Andy Weir

tenía delante que a la conversación. —¡Ehhhh! —se burló Annie—. ¿Por qué hapuesto eso? —¿Conoces a Mark Watney? —Vale, vale —dijo Annie—. Pero quiero unafoto de su cara lo antes posible. —No puedo pedírsela. —¿Por qué no? —Porque si se quita el casco, morirá. Annie,tengo que colgar. Uno de los programadores delJPL está aquí y es urgente. Adiós. —Pero... —protestó Annie mientras él colgaba. —No es urgente —dijo Jack desde el umbral. —Ya lo sé. ¿Qué puedo hacer por ti? —Estábamos pensando que hackear el vehículode superficie podría ser laborioso. Puede quenecesitemos un poco de comunicación de ida yvuelta con Watney. —Está bien —dijo Venkat—. Tómate tu tiempo,hazlo bien. —Podríamos ir más deprisa con un período detransmisión más corto —dijo Jack. Venkat lo miró desconcertado.

Page 273: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—¿Tienes un plan para acercar la Tierra yMarte? —No hace falta la participación de la Tierra —dijo Jack—. La Hermes está a setenta y tresmillones de kilómetros de Marte, a solo cuatrominutos-luz. Beth Johanssen es una granprogramadora. Podría hablar con Mark desde allí. —Descartado —dijo Venkat. —Ella es la operadora de sistemas de la misión—insistió Jack—. Es justo su área de trabajo. —No puedo hacerlo, Jack. La tripulacióntodavía no lo sabe. —¿Qué pasa? ¿Por qué no se lo cuenta? —Watney no es mi única responsabilidad —dijoVenkat—. Tengo otros cinco astronautas en elespacio que deben concentrarse en su viaje deregreso. Nadie lo tiene en cuenta, peroestadísticamente corren más riesgo que Watney. Élestá en un planeta. Ellos están en el espacio. Jack se encogió de hombros. —Bien, lo haremos de la forma lenta.

Page 274: El Marciano(c.1) - Andy Weir

DIARIO DE ENTRADA: SOL 98 (2) ¿Alguna vez has transcrito 141 bytes aleatorios,medio byte por vez? Es aburrido, y complicado si no tienes boli. Antes escribía letras en la arena, pero esta veznecesitaba pasar los números a algo portátil. Miprimer plan fue usar un ordenador. Cada miembro de la tripulación tenía su propioportátil, así que tengo seis a mi disposición. Másbien tenía: ahora tengo cinco. Pensaba que unportátil funcionaría fuera. En definitiva no son másque un montón de componentes electrónicos, ¿no?Se mantendría lo suficientemente caliente parafuncionar a corto plazo y no necesitaría aire paranada. Se ha fundido al instante. La pantalla se hapuesto negra antes de que saliera de la esclusa.Resulta que la «L» de LCD significa «líquido».Supongo que se ha congelado o se ha secado. A lomejor pongo una denuncia como consumidor.«Llevé un producto a la superficie de Marte. Dejóde funcionar.»

Page 275: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Así que he usado una cámara. Tengo montones,hechas especialmente para ser usadas en Marte.He escrito los bytes en la arena a medida quellegaban, los he fotografiado y los he transcrito enel Hab. Ahora es de noche, así que no llegan másmensajes. Mañana introduciré esto en el vehículode superficie y que los geeks del JPL tomen lasriendas. Un fuerte olor flotaba en el aire de laimprovisada sala de control de la Pathfinder. Elsistema de ventilación no estaba pensado para quehubiera tanta gente, y todos habían estadotrabajando sin descanso y sin mucho tiempo parala higiene personal. —Ven aquí, Jack —dijo Venkat—. Te has ganadoestar al lado de Tim. —Gracias. —Jack se sentó en el lugar de Venkat,junto a Tim—. Hola, Tim. —Hola, Jack. —¿Cuánto tiempo tardará en funcionar el

Page 276: El Marciano(c.1) - Andy Weir

parche? —preguntó Venkat. —El resultado debería ser prácticamenteinstantáneo —respondió Jack—. Watney hacargado el código hoy a primera hora y hemosconfirmado que funciona. Hemos actualizado elOS de la Pathfinder sin problemas y enviado elparche del vehículo de superficie que laPathfinder le reemitirá. Una vez que Watney loejecute y resetee el vehículo, deberíamos tenerconexión. —¡Joder, qué proceso más complicado! —refunfuñó Venkat. —Trata de actualizar un servidor Linux algunavez —dijo Jack. Después de un momento de silencio, Tim dijo: —Sabes que lo ha dicho en broma, ¿no? ¿No tehace gracia? —Ah —dijo Venkat—. Yo soy físico, noinformático. —Tampoco le hace gracia a un informático. —¡Qué desagradable eres, Tim! —dijo Jack. —El sistema está en línea —informó Tim. —¿Qué?

Page 277: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Está conectado, para tu información. —¡Joder! —dijo Jack. —¡Ha funcionado! —anunció Venkat a los de lasala.

[11.18] JPL: Mark, soy VenkatKapoor. Hemos estado observándotedesde sol 49. Todo el mundo ha estadopensando en ti. Un trabajo asombrosollegar a la Pathfinder. Estamostrabajando en planes de rescate. El JPLestá ajustando el VDM de la Ares 4para un breve vuelo sobre la superficie.Te recogerán, luego te llevarán conellos al Schiaparelli. Estamospreparando una misión deabastecimiento para mantenertealimentado hasta que llegue la misiónAres 4. [11.29] WATNEY: Me alegro deoírlo. Tengo muchas ganas de no morir.Quiero dejar claro que esto no fue culpa

Page 278: El Marciano(c.1) - Andy Weir

de la tripulación. Una pregunta: ¿quédijeron cuando se enteraron de queestaba vivo? Además: «Hola, mamá.» [11.41] JPL: Háblanos de tu«plantación». Calculamos que lospaquetes de comida te durarán hasta sol400 tomando 3/4 de ración por comida.¿Tus cosechas modificarán este cálculo?En cuanto a tu pregunta: todavía no lehemos dicho a la tripulación que estásvivo. Queremos que se concentren en supropia misión. [11.52] WATNEY: He sembradopatatas. Las cultivo a partir de las queteníamos que cocinar en Acción deGracias. Va de maravilla, pero la tierrade cultivo disponible no basta parasostenerme. Me quedaré sin comida entorno a sol 900. Además: decidle a latripulación que estoy vivo. ¿Qué coñoos pasa? [12.04] JPL: Pondremos botánicos ahacerte preguntas detalladas y

Page 279: El Marciano(c.1) - Andy Weir

supervisar tu trabajo. Tu vida está enjuego, así que tenemos que asegurarnos.Lo de sol 900 es una gran noticia.Tenemos mucho más tiempo parapreparar la misión de reabastecimiento.Otra cosa: controla tu lenguaje. Todo loque escribes se transmite en directo atodo el mundo. [12.15] WATNEY: ¡Mira! ¡Un par detetas! -> (.Y.)

—Gracias, señor presidente —dijo Teddy alteléfono—. Le agradezco la llamada y transmitirésus felicitaciones a toda la organización. Colgó y dejó el teléfono en la esquina de lamesa, alineado con los bordes del escritorio. Mitch llamó a la puerta abierta de la oficina. —¿Es un buen momento? —preguntó. —Pasa, Mitch —dijo Teddy—. Toma asiento. —Gracias. —Se sentó en un sofá de cuero fino yse llevó la mano al auricular telefónico para bajarel volumen.

Page 280: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—¿Cómo va en Control de Misión? —preguntóTeddy. —Fantástico. Todo bien con la Hermes, y todo elmundo animado gracias a lo que está pasando en elJPL. Hoy ha sido un gran día, por una vez. —Sí, lo ha sido —convino Teddy—. Otro pasomás para recuperar a Watney vivo. —Sí. Probablemente sabes por qué estoy aquí. —Me lo imagino. Quieres decir a la tripulaciónque Watney está vivo. —Sí. —Y me lo propones cuando Venkat está enPasadena, de modo que no puede defender la tesiscontraria. —No debería discutir esto contigo ni con Venkatni con nadie. Soy el director de la misión. Deberíahaber sido responsabilidad mía desde el principio,pero los dos vinisteis y me anulasteis. Peroolvidémoslo. Estuvimos de acuerdo en que se locontaríamos cuando hubiera alguna esperanza. Yahora hay esperanza. Tenemos comunicación,tenemos un plan de rescate en marcha y su granjanos da tiempo suficiente para llevarle suministros.

Page 281: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Vale, díselo —dijo Teddy. Mitch hizo una pausa. —¿Sin más? —Sabía que vendrías antes o después, así que yalo había pensado y decidido. Adelante, cuéntaselo. Mitch se levantó. —Está bien. Gracias —dijo al salir de laoficina. Teddy giró en su silla y miró por la ventana elcielo nocturno. Sopesó el tenue punto rojo situadoen medio de las estrellas. —Aguanta ahí, Watney —dijo—. Ya vamos.

Page 282: El Marciano(c.1) - Andy Weir

12 Watney dormía apaciblemente en su cama. Semovió ligeramente cuando un sueño agradable ledibujó una sonrisa placentera en el rostro. Habíahecho tres EVA el día anterior, todas relacionadascon el mantenimiento del Hab, así que dormíacomo un bendito, mejor de lo que había dormidoen mucho tiempo. —¡Buenos días, tripulación! —dijo Lewis envoz alta—. Ya es de día. Sol 6. Arriba, vamos. Watney añadió su voz a un coro de gruñidos. —Vamos —los instó Lewis—, sin quejas. Tenéiscuarenta minutos más que en la Tierra para dormir. Martinez fue el primero en bajar de la cama.Como pertenecía a la Fuerza Aérea, se adaptaba alhorario naval de Lewis con facilidad. —Buenos días, comandante —dijoresueltamente.

Page 283: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Johanssen se incorporó, pero no hizo ningúnmovimiento más hacia el mundo inclemente que seextendía más allá de sus mantas. Ingeniera desoftware de profesión, las mañanas nunca habíansido su punto fuerte. Vogel bajó lentamente de la cama, mirando elreloj. Se puso el mono sin decir ni una palabra,alisando las arrugas en la medida de lo posible,maldiciendo interiormente la sucia sensación deotro día sin ducharse. Watney se tapó la cabeza con una almohada. —¡Escandalosos! —gimió. —¡Beck! —gritó Martinez, sacudiendo almédico de la misión—. Arriba, colega. —Sí, ya voy —dijo Beck con los ojosempañados. Johanssen se cayó de la cama y se quedó en elsuelo. Lewis le quitó la almohada de las manos aWatney. —¡En marcha, Watney! —dijo—. El tío Sampaga cien mil dólares por cada segundo queestamos aquí.

Page 284: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Mala mujer, dame la almohada —gruñóWatney, sin querer abrir los ojos. —En la Tierra, he sacado de la cama a hombresde noventa kilos. ¿Quieres ver de lo que soy capazde hacer en 0,4 g? —No, la verdad es que no —dijo Watney,sentándose. Después de despertar a la tropa, Lewis se sentóa la consola de comunicación para leer losmensajes nocturnos de Houston. Watney arrastró los pies hasta el armario deraciones y cogió un desayuno al azar. —Pásame unos «huevos», ¿quieres? —dijoMartinez. —¿Notas la diferencia? —preguntó Watney,pasándole un pack a Martinez. —La verdad es que no —respondió este. —Beck, ¿qué vas a comer? —continuó Watney. —Me da igual. Dame lo que sea. Watney le pasó un paquete. —Vogel, ¿tus salchichas de siempre? —Ja, por favor —respondió Vogel. —Sabes que eres un estereotipo, ¿no?

Page 285: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Eso me gusta —repuso Vogel, cogiendo eldesayuno que le ofrecía. —¡Eh, cielo! —llamó Watney a Johanssen—.¿Vas a desayunar hoy? —Grrr —gruñó Johanssen. —Casi seguro que eso es un no —le adivinóWatney. La tripulación comió en silencio. Johanssenfinalmente se acercó al armario de raciones ycogió un paquete de café. Le añadió con torpezaagua caliente y tomó unos sorbos hasta que sintióque se despertaba del todo. —Actualización de misión de Houston —dijoLewis—. Los satélites indican que se acerca unatormenta, pero podemos hacer operaciones desuperficie antes de que llegue aquí. Vogel,Martinez, estaréis conmigo fuera. Johanssen, tú tequedas repasando los boletines meteorológicos.Watney, tus experimentos de suelo se hanadelantado a hoy. Beck, pasa las muestras de laEVA de ayer por el espectrómetro. —¿Vais a salir con una tormenta acercándose?—preguntó Beck.

Page 286: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Houston lo ha autorizado —dijo Lewis. —Me parece innecesariamente peligroso. —Venir a Marte era innecesariamente peligroso—dijo Lewis. Beck se encogió de hombros. —Tened cuidado —les recomendó. Tres figuras miraban al este. Sus voluminosostrajes EVA los hacían parecer casi idénticos. Solola bandera de la Unión Europea en el hombro deVogel distinguía a este de Lewis y Martinez, quellevaban las barras y estrellas. La oscuridad al este ondulaba y titilaba bajo losrayos del sol naciente. —La tormenta —dijo Vogel en su inglés conacento— está más cerca de lo que ha dichoHouston. —Tenemos tiempo —aseguró Lewis—.Concentraos en lo que estáis haciendo. Esta EVAtiene por objetivo los análisis químicos. Vogel, túeres el químico, así que las muestras que tomemosestarán a tu cargo.

Page 287: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Ja —dijo Vogel—. Por favor, cavad hasta unaprofundidad de treinta centímetros y tomadmuestras de suelo. Al menos de cien gramos cadauna. Muy importante es treinta centímetros abajo. —Lo haré —dijo Lewis—. Quedaos a cienmetros del Hab —añadió. —Hum —dijo Vogel. —Sí, señora —dijo Martinez. Se separaron. Los trajes EVA del ProgramaAres, muy mejorados desde los días de lasmisiones Apolo, permitían mucha más libertad demovimientos. Cavar, agacharse y embolsarmuestras serían tareas fáciles. —¿Cuántas muestras necesitas? —preguntóLewis al cabo de un rato. —Siete de cada uno, quizá. —Está bien —convino Lewis—. Ya tengocuatro. —Yo cinco —dijo Martinez—. Por supuesto, nocabe esperar que la Armada vaya al mismo ritmoque la Fuerza Aérea. —¿Quieres jugar? —dijo Lewis. —Era solo un comentario, comandante.

Page 288: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Aquí Johanssen. —La voz de la operadora desistemas sonó en la radio—. Houston haactualizado la información. La tormenta es«severa». Estará aquí dentro de quince minutos. —Volvemos a la base —dijo Lewis. El Hab se agitó en el viento rugiente mientras losastronautas se acurrucaban en el centro. Los seisllevaban traje espacial, por si tenían que recurrir aun despegue de emergencia en el VAM. Johanssenobservaba su portátil mientras los demás laobservaban a ella. —Vientos sostenidos de más de cien kilómetrospor hora —dijo—. Ráfagas de hasta cientoveinticinco. —Joder, vamos a terminar en Oz —dijo Watney—. ¿Cuál es la velocidad para contrarrestar lafuerza de ese viento? —Técnicamente, de ciento cincuenta kilómetrospor hora —respondió Martinez—. Por encima deesa velocidad el VAM corre peligro de volcar. —¿Previsiones sobre la dirección de avance de

Page 289: El Marciano(c.1) - Andy Weir

la tormenta? —preguntó Lewis. —Estamos en el borde de la tormenta —dijoJohanssen, mirando la pantalla—. Empeorará antesde mejorar. La lona del Hab se sacudía bajo la brutalembestida del viento y los postes internos sedoblaban y vibraban con cada ráfaga. La cacofoníaempeoraba por momentos. —Muy bien —dijo Lewis—. Preparados paracancelar la misión. Iremos al VAM y esperaremoslo mejor. Si el viento aumenta demasiado,despegaremos. Saliendo del Hab por parejas, se agruparon en laparte exterior de la esclusa 1. El impulso delviento y la arena los golpeaba, pero lograronpermanecer en pie. —La visibilidad es casi nula —dijo Lewis—. Sios perdéis, fiaros de la telemetría de mi traje... Elviento va a ser más fuerte lejos del Hab, así queestad preparados. Luchando contra el vendaval, avanzaron dandotumbos hacia el VAM, con Lewis y Beck encabeza, y Watney y Johanssen cerrando la marcha.

Page 290: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—¡Eh! —Watney jadeaba—. A lo mejorpodemos apuntalar el VAM. Así será menosprobable que se ladee. —¿Cómo? —le respondió Lewis. —Podríamos usar cables de la granja solarcomo tensores. —Resolló un momento, luegocontinuó—: Los vehículos de superficie podríanservirnos de anclas. El truco sería pasar la cuerdaen torno al... Restos volantes golpearon a Watney,arrastrándolo con el viento. —¡Watney! —exclamó Johanssen. —¿Qué ha pasado? —preguntó Lewis. —¡Algo lo ha golpeado! —Watney, informa —dijo Lewis. Sin respuesta. —Watney, informa —repitió Lewis. Una vez más, el silencio por respuesta. —No está en línea —informó Johanssen—. ¡Nosé dónde está! —Comandante —dijo Beck—, antes de perderla telemetría, ¡su alarma de descompresión hasaltado!

Page 291: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—¡Mierda! —exclamó Lewis—. Johanssen,¿cuándo lo has visto por última vez? —Estaba justo delante de mí y luego ya noestaba —dijo ella—. Ha salido volando hacia eloeste. —Vale —dijo Lewis—. Martinez, ve al VAM yprepara el lanzamiento. Todos los demás, reuníoscon Johanssen. —Beck —le preguntó Vogel al médico dandotraspiés en la tormenta—, ¿cuánto tiempo puedesobrevivir una persona en descompresión? —Menos de un minuto —dijo Beck, con la vozrota por la emoción. —No veo nada —dijo Johanssen cuando latripulación se congregó a su alrededor. —Alineaos y caminad hacia el oeste —ordenóLewis—. A pasos cortos. Probablemente está bocaabajo; no queremos pasar por encima de él. Manteniéndose a la vista entre sí, caminaron condificultad entre el caos. Martinez entró en la esclusa de aire del VAM yla cerró. Una vez que el espacio se hubopresurizado, se quitó el traje. Tras subir la

Page 292: El Marciano(c.1) - Andy Weir

escalera hasta el compartimento de la tripulación,se deslizó en el asiento del piloto y reinició elsistema. Cogió la lista de verificación del lanzamiento deemergencia con una mano y accionó rápidamentelos interruptores con la otra. Uno por uno, lossistemas informaron de su estatus de preparadospara el vuelo. Al irse conectando, se fijó en uno enparticular. —Comandante —comunicó por radio—. ElVAM tiene una inclinación de siete grados. Volcaráa los 12,3. —Recibido —dijo Lewis. —Johanssen —dijo Beck, mirando su ordenadorde brazo—. El biomonitor de Watney mandó algoantes de desconectarse. Mi ordenador dice«paquete erróneo». —El mío también —dijo Johanssen—. No haterminado de transmitir. Faltan algunos datos y lasuma de control. Dame un segundo. —Comandante —dijo Martinez—, mensaje deHouston. Operación cancelada oficialmente. Latormenta decididamente será demasiado fuerte.

Page 293: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Recibido —dijo Lewis. —Lo han enviado hace cuatro minutos y medio—continuó Martinez—, mientras miraba los datosde satélite de nueve minutos antes. —Comprendido —dijo Lewis—. Continúapreparando el lanzamiento. —Recibido —dijo Martinez. —Beck —dijo Johanssen—. Tengo el paquetesin procesar. Es texto plano: BP 0, PR 0, TP 36,2.Hasta ahí ha llegado. —Recibido —dijo Beck, taciturno—. Presiónsanguínea cero, pulso cero, temperatura normal. El canal se quedó un rato en silencio.Continuaron avanzando, arrastrando los pies en latormenta de arena, esperando un milagro. —¿Temperatura normal? —dijo Lewis, con unatisbo de esperanza en su voz. —Pasa un rato hasta que el... —murmuró Beck—. Tarda un rato en enfriarse. —Comandante —dijo Martinez—. Inclinaciónde 10,5 grados ahora, y las ráfagas lo acercan aonce. —Recibido —dijo Lewis—. ¿Estás en la

Page 294: El Marciano(c.1) - Andy Weir

posición del piloto? —Afirmativo —repuso Martinez—. Puedodespegar en cualquier momento. —Si se inclina, ¿puedes despegar antes de quecaiga completamente? —Eh... —dijo Martinez, que no se esperaba lapregunta—. Sí, señora. Tomaría el control manuale iría a plena potencia. Entonces sacaría el morroy volvería al ascenso preprogramado. —Entendido —dijo Lewis—. Todos orientadoshacia el traje de Martinez. Así llegaréis a laesclusa del VAM. Entrad y preparaos para eldespegue. —¿Y tú, comandante? —preguntó Beck. —Voy a buscar un poco más. En marcha. YMartinez, si empieza a inclinarse, despega. —¿De verdad crees que te dejaría aquí? —dijoMartinez. —Acabo de darte una orden —repuso Lewis—.Vosotros tres, a la nave. Reticentes, obedecieron la orden de Lewis y seencaminaron hacia el VAM. El viento se oponía asu avance a cada paso del camino.

Page 295: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Incapaz de ver el suelo, Lewis continuóavanzando. Recordó algo, buscó a la espalda ysacó un par de brocas. Había añadido brocas de unmetro a su equipo esa mañana, previendo quetendría que tomar muestras geológicas.Sosteniendo una en cada mano, las arrastró por elsuelo al caminar. Después de veinte metros, se volvió y caminó endirección opuesta. Ir en línea recta se revelóimposible. No solo carecía de referenciasvisuales, sino que el viento la desviabaconstantemente. La magnitud del volumen de arenaque la atacaba le enterraba los pies a cada paso.Insistió, esforzándose en su empeño. Beck, Johanssen y Vogel se apretujaron en laesclusa de aire del VAM. Estaba diseñada parados personas, pero podían usarla tres en caso denecesidad. Mientras la presión se igualaba, la vozde Lewis sonó en la radio. —Johanssen —dijo—, ¿la cámara de infrarrojosdel vehículo de superficie serviría de algo? —Negativo —repuso Johanssen—. Losinfrarrojos no atraviesan la arena mejor que la luz

Page 296: El Marciano(c.1) - Andy Weir

visible. —¿En qué está pensando? —preguntó Beckdespués de quitarse el casco—. Es geóloga. Sabeque los infrarrojos no pueden atravesar unatormenta de arena. —Se está aferrando a un clavo ardiendo —dijoVogel, abriendo la puerta interior—. A losasientos. Daos prisa, por favor. —No me gusta esto —dijo Beck. —A mí tampoco, doctor —dijo Vogel, subiendola escalera—, pero la comandante nos ha dado unaorden. La insubordinación no nos servirá de nada. —Comandante —radió Martinez—, nos estamosinclinando hasta 11,6 grados. Una ráfaga fuerte yvolcaremos. —¿Y el radar de proximidad? —preguntó Lewis—. ¿Puede detectar el traje de Watney? —Ni hablar —dijo Martinez—. Está hecho paradetectar a la Hermes en órbita, no el metal de unsolo traje espacial. —Inténtalo —dijo Lewis. —Comandante —dijo Beck, poniéndose el cascoal ocupar el asiento de aceleración—. Sé que no

Page 297: El Marciano(c.1) - Andy Weir

quiere oír esto, pero Watn... Mark está muerto. —Recibido —dijo Lewis—. Martinez, pruebacon el radar. —Recibido. Martinez usó el radar y esperó a que completarauna autoverificación. Mirando a Beck, dijo: —¿Qué te pasa? —Mi amigo acaba de morir —respondió Beck—. Y no quiero que muera también mi comandante. Martinez lo miró con severidad. Volviendo suatención al radar, informó por radio: —Contacto negativo en el radar de proximidad. —¿Nada? —preguntó Lewis. —Apenas señala el Hab —repuso—. Latormenta de arena está jodiéndolo todo. Aunque nolo hiciera, no hay suficiente metal en... ¡Mierda! —¡Cinturones! —gritó a la tripulación—.Estamos volcando. El VAM crujió al inclinarse cada vez másdeprisa. —¡Trece grados! —gritó Johanssen desde elasiento. Abrochándose los cinturones, Vogel dijo:

Page 298: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Hemos pasado del punto de equilibrio, novolveremos a la posición vertical. —¡No podemos dejarla! —gritó Beck—. Dejadque se incline, lo arreglaremos. —Treinta y dos toneladas contando elcombustible —dijo Martinez, cuyas manosvolaban sobre los controles—. Si toca el suelo,causará daños estructurales a los depósitos, alarmazón y probablemente al motor de la segundafase. No podremos arreglarlo. —No puedes abandonarla —dijo Beck—. Nopuedes. —Tengo un truco. Si no funciona, voy a seguirsus órdenes. Conectando el sistema de maniobra orbital,disparó un fuego sostenido desde el cono delmorro. Los pequeños propulsores lucharon porcompensar la enorme masa de la nave espacial quese inclinaba lentamente. —¿Estás disparando el OMS? —preguntó Vogel. —No sé si funcionará. No nos estamosinclinando muy deprisa —dijo Martinez—. Creoque está frenando...

Page 299: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Las cápsulas aerodinámicas se lanzaránautomáticamente —dijo Vogel—. Será un ascensosaltarín con tres agujeros en el lateral de la nave. —Gracias por el consejo —dijo Martinez,manteniendo el fuego y mirando la lectura deinclinación—. Vamos... —Todavía trece grados —informó Johanssen. —¿Qué está pasando ahí? —preguntó Lewis enla radio—. Os habéis quedado en silencio.Responded. —Espera —repuso Martinez. —Doce coma nueve grados —dijo Johanssen. —Está funcionando —dijo Vogel. —Por ahora —dijo Martinez—. No sé si lamaniobra del combustible durará. —Doce coma ocho —informó Johanssen. —Combustible OMS al sesenta por ciento —dijo Beck—. ¿Cuánto necesitas para acoplarte a laHermes? —El diez por ciento si no la cago —dijoMartinez, ajustando el ángulo de impulso. —Doce coma seis —dijo Johanssen—. Estamosrevirtiendo la inclinación.

Page 300: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—O el viento ha amainado un poco —conjeturóBeck—. Combustible al cuarenta y cinco porciento. —Hay riesgo de daños en los enganches —leadvirtió Vogel—. El sistema de maniobra orbitalno está hecho para impulsos prolongados. —Lo sé —dijo Martinez—. Puedo acoplar sinenganches delanteros si hace falta. —Casi estamos... —dijo Johanssen—. Vale,estamos por debajo de doce coma tres. —OMS cortado —anunció Martinez al dejar dequemar combustible. —Todavía se inclina —dijo Johanssen—. Oncecoma seis... Once coma cinco... Se mantiene aonce coma cinco. —Combustible OMS al veintidós por ciento —dijo Beck. —Sí, lo veo —repuso Martinez—. Bastará. —Comandante —dijo por radio Beck—, tienesque venir a la nave ahora mismo. —Estoy de acuerdo —dijo Martinez—. Hamuerto, señora. Watney ha muerto. Los cuatro compañeros de tripulación esperaron

Page 301: El Marciano(c.1) - Andy Weir

la respuesta de su comandante. —Recibido —repuso ella finalmente—. Enmarcha. Se quedaron en silencio, atados a sus asientos ylistos para el lanzamiento. Beck miró el asientovacío de Watney y vio que Vogel hacía lo mismo.Martinez realizó una autocomprobación de lospropulsores OMS en el cono del morro. Ya no eraseguro usarlos. Anotó el mal funcionamiento en sudiario. La esclusa de aire cumplió el ciclo. Después dequitarse el traje, Lewis se encaminó hacia lacabina de vuelo. Se ató sin palabras al asiento, conla cara petrificada. Solo Martinez se atrevió ahablar. —Todavía en posición —dijo en voz baja—.Listo para el lanzamiento. Lewis cerró los ojos y asintió. —Lo siento, comandante —dijo Martinez—.Tienes que dar la orden verbal... —Lanzamiento —dijo ella. —Sí, señora —repuso Martinez, activando lasecuencia.

Page 302: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Los pernos de retención se soltaron de la torrede lanzamiento y cayeron al suelo. Segundos mástarde, se encendieron los mecanismos depreignición, arrancaron los motores principales yel VAM se propulsó hacia arriba. La nave ganó velocidad lentamente. Al hacerlo,la fuerza del viento la desvió de su trayectoria.Detectando el problema, el software de ascensióninclinó la nave hacia el viento paracontrarrestarlo. Cuando se terminó el combustible, la nave ganóligereza y la aceleración fue más pronunciada.Aumentando a ritmo exponencial, la nave alcanzórápidamente la aceleración máxima, un límitemarcado no por la potencia del aparato sino porlos delicados cuerpos humanos de su interior. Mientras la nave ganaba altura, los puertos OMSabiertos se cobraron su precio. La tripulaciónosciló en los asientos cuando la nave se agitóviolentamente. Martinez y el software de ascensoredujeron el movimiento, aunque era una batallaconstante. Las turbulencias menguaron y finalmentequedaron en nada cuando la atmósfera se hizo cada

Page 303: El Marciano(c.1) - Andy Weir

vez más fina. De repente, todas las fuerzas se detuvieron. Laprimera fase se había completado. La tripulaciónexperimentó ingravidez durante varios segundos yfue devuelta a los asientos cuando empezó lasiguiente fase. Fuera, la ya vacía primera fase cayópara estallar en algún lugar desconocido delplaneta que sobrevolaban. La segunda fase impulsó la nave aún a másaltura, hasta una órbita baja. Duró menos tiempoque la primera fase y el impulso fue mucho mássuave. El motor se paró abruptamente y una calmaopresiva sustituyó la cacofonía anterior. —Motor principal apagado —dijo Martinez—.Tiempo de ascenso: ocho minutos catorcesegundos. En ruta para interceptación de laHermes. Normalmente, un lanzamiento sin incidenteshabría sido motivo de celebración. Este solomereció un silencio roto por los suaves sollozosde Johanssen.

Page 304: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Cuatro meses después Beck trató de no pensar en la dolorosa razón porla que estaba haciendo experimentos de cultivo deplantas en ingravidez. Anotó el tamaño y la formade las hojas, tomó fotos y notas. Después de completar su trabajo científico deldía, miró el reloj. Sincronización perfecta. Elvolcado de datos se completaría enseguida. Flotómás allá del reactor hasta la escalera del semiconoA. Accediendo a la escalera con los pies pordelante, pronto tuvo que agarrarse fuerte debido ala fuerza centrípeta de la rotación de la nave.Cuando alcanzó el semicono A estaba en 0,4 G. No se trataba de un simple lujo: la gravedadcentrípeta de la Hermes los mantenía en forma. Sinella, durante su primera semana en Marte habríansido prácticamente incapaces de caminar. Losprogramas de ejercicios en 0 G mantenían sanos elcorazón y los huesos, pero no se había concebido

Page 305: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ninguno que proporcionara a los astronautasfuncionalidad plena desde sol 1. Como la nave ya estaba diseñada para ello,usaron el sistema también durante el viaje deregreso. Johanssen se sentó en su puesto de trabajo.Lewis ocupó el asiento contiguo mientras Vogel yMartinez se acercaban. El volcado de datoscontenía mensajes de correo electrónico y vídeosde casa. Era el momento culminante del día. —¿Aún no ha llegado? —preguntó Beckaccediendo a la cabina de mando. —Casi —dijo Johanssen—. Estamos al noventay ocho por ciento. —Pareces contento, Martinez —dijo Beck. —Mi hijo cumplió tres años ayer. —Sonrió—.Seguramente recibiré algunas fotos de la fiesta. ¿Ytú? —No espero nada especial. Revisiones decolegas de un trabajo que escribí hace unos años. —Volcado completo —dijo Johanssen—. Todoslos mensajes de correo electrónico enviados avuestros portátiles. También ha llegado la

Page 306: El Marciano(c.1) - Andy Weir

actualización de telemetría para Vogel y una delsistema para mí. Eh..., hay un mensaje de vozdirigido a toda la tripulación. Miró por encima del hombro a Lewis. Lewis se encogió de hombros. —Ponlo. Johanssen abrió el mensaje y se arrellanó en suasiento. —«Hermes, soy Mitch Henderson» —empezabael mensaje. —¿Henderson? —dijo Martinez, desconcertado—. ¿Henderson hablando directamente connosotros? Lewis levantó la mano para pedir silencio. —«Tengo una noticia —continuó la voz de Mitch—. No hay una forma sutil de decirlo: MarkWatney sigue vivo.» Johanssen ahogó un grito. —¿Qué...? —tartamudeó Beck. Vogel se quedó boquiabierto. Martinez miró a Lewis. La comandante seinclinó hacia delante y se pellizcó la barbilla. —«Sé que es una sorpresa —continuó Mitch—.

Page 307: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Y sé que tenéis un montón de preguntas. Vamos aresponder a esas preguntas. Pero por ahora oscontaré lo básico. »”Está vivo y sano. Lo descubrimos hace dosmeses y decidimos no contároslo; incluso hemoscensurado mensajes personales. Yo me oponíafirmemente a todo eso. Ahora os lo contamosporque finalmente tenemos comunicación con él yun plan de rescate viable. Se reduce a que la Ares4 lo recoja con un VDM modificado. »”Os enviaremos un informe detallado de lo queocurrió, pero decididamente no fue culpa vuestra.Mark insiste en eso. Fue solo mala suerte. »”Tomaos un tiempo para asimilarlo. Vuestrasagendas científicas están canceladas para mañana.Enviad todas las preguntas que tengáis y lasresponderemos. Fin del mensaje.” Tras el fin del mensaje hubo un silencio deasombro en el puente. —Está..., ¿está vivo? —dijo Martinez, luegosonrió. Vogel asintió emocionado. —Vive.

Page 308: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Johanssen miró la pantalla incrédula, con losojos como platos. —¡Cielo santo! —Beck rio—. ¡Cielo santo!¡Comandante! ¡Está vivo! —Lo abandoné —dijo Lewis en voz baja. Las celebraciones cesaron de inmediato cuandola tripulación vio la expresión de su comandante. —Pero si todos nos fuimos junt... —Vosotros obedecisteis órdenes —interrumpióLewis a Beck—. Yo lo abandoné, en un desiertoestéril, inalcanzable y dejado de la mano de Dios. Beck miró a Martinez, suplicante. Martinez abrióla boca, pero no se le ocurrió nada que decir. Lewis salió del puente caminando con dificultad.

Page 309: El Marciano(c.1) - Andy Weir

13 Los empleados de Deyo Plastics trabajaban enturnos dobles para terminar la lona del Hab parala Ares 3. Se hablaba de turnos triples si la NASAaumentaba el pedido. A nadie le importó. Elprecio de las horas extra era espectacular y lafinanciación, ilimitada. La fibra de carbono pasó lentamente por laprensa, que la metió entre hojas de polímero. Elmaterial obtenido se doblaba cuatro veces y sepegaba. La hoja gruesa resultante se forraba conresina suave y se llevaba a la sala de calor. ENTRADA DE DIARIO: SOL 114 Ahora que la NASA puede hablar conmigo, nocallará. Quiere actualizaciones constantes de cada

Page 310: El Marciano(c.1) - Andy Weir

sistema del Hab, y tiene una sala llena de gentetratando de microcontrolar mi plantación. Esformidable tener a un puñado de capullos en laTierra diciéndome a mí, un botánico, cómocultivar plantas. En general no les hago caso. No quiero parecerarrogante, pero soy el mejor botánico del planeta. Un gran plus: ¡correo electrónico! Igual que enlos días en la Hermes, recibo volcado de datos.Por supuesto, reenvían mensajes de amigos yfamilia, pero la NASA también envía mensajeselegidos entre los del público. Me han llegadomensajes de estrellas del rock, atletas, actores yactrices, e incluso del presidente. Uno de ellos era de mi alma máter, laUniversidad de Chicago. Dicen que una vez quecultivas en alguna parte, oficialmente la has«colonizado». Así que, técnicamente, hecolonizado Marte. ¡Toma ya, Neil Armstrong! Pero mi mensaje de correo electrónico favoritoes el de mi madre. Es exactamente lo que cabíaesperar. Gracias a Dios que estás vivo, mantente

Page 311: El Marciano(c.1) - Andy Weir

firme, no te mueras, tu padre te saluda, etcétera. Lo leí cincuenta veces seguidas. ¡Eh, no teconfundas, no soy un niño de mamá ni nada! Soy unhombre hecho y derecho que solo ocasionalmentelleva pañales (tienes que hacerlo con un trajeEVA). Es completamente masculino y normal queme aferre a una carta de mi mamá. No es que estéen unas colonias infantiles, ¿vale? Hay que reconocer que he de darme la paliza dellegar al vehículo de superficie cinco veces al díapara comprobar el correo electrónico. Puedenmandar un mensaje de la Tierra a Marte, pero nollevarlo diez metros más allá, hasta el Hab. Sinembargo, eh, no me quejo. Tengo muchas másposibilidades de sobrevivir ahora. Lo último que oí es que han resuelto el problemade peso del VDM de la Ares 4. Cuando hayatomado tierra, eliminarán el escudo térmico, todoel material de soporte vital y unos cuantosdepósitos de combustible ya vacíos. Así podrállevar a siete personas (a la tripulación de lamisión Ares 4 y a mí) hasta el Schiaparelli. Yaestán trabajando en mis obligaciones para las

Page 312: El Marciano(c.1) - Andy Weir

operaciones de superficie. ¿Qué te parece eso? En otro orden de cosas, estoy aprendiendocódigo Morse. ¿Por qué? Porque es nuestrosistema de comunicación de reserva. Para laNASA una sonda de hace décadas no es idealcomo único medio de comunicación. Si la Pathfinder falla, deletrearé mensajes conrocas que la NASA verá desde los satélites. Nopodrá responder, pero al menos tendremoscomunicación unidireccional. ¿Por qué códigoMorse? Porque formar puntos y rayas con rocas esmucho más fácil que formar letras. Es una forma de comunicación penosa. Consuerte no tendré que usarla. Finalizadas todas las reacciones químicas, lahoja se esterilizó y se trasladó a una sala blanca.Allí, un trabajador cortó una tira del borde, ladividió en cuadros y la sometió a una serie derigurosos test. Pasada la inspección, se dio a la hoja la formadefinitiva. Los bordes fueron doblados, cosidos y

Page 313: El Marciano(c.1) - Andy Weir

sellados con resina. Un hombre con unsujetapapeles hizo las comprobaciones finales,verificando las medidas independientemente, yluego la aprobó para su uso. ENTRADA DE DIARIO: SOL 115 Los botánicos entrometidos han reconocido aregañadientes que he hecho un buen trabajo. Estánde acuerdo en que tendré suficiente comida paraalimentarme hasta sol 900. Con eso en mente, laNASA ha desarrollado los detalles de la misión dela sonda de abastecimiento. Al principio, estaban trabajando en un plandesesperado para poner una sonda aquí antes desol 400, pero he conseguido otros quinientos solesde vida con mi granja de patatas, así que tienenmás tiempo para ello. La lanzarán el año que viene durante la órbita detransferencia Hohmann y tardará casi nueve mesesen llegar aquí. Debería hacerlo en torno a sol 856.Traerá mucha comida, un oxigenador, un

Page 314: El Marciano(c.1) - Andy Weir

purificador de agua y un sistema decomunicaciones de recambio. Tres sistemas decomunicaciones, en realidad. Supongo que no vana correr riesgos dada mi tendencia a estar cercacuando se rompen las radios. Hoy he recibido mi primer mensaje de laHermes. La NASA ha estado limitando el contactodirecto. Supongo que temen que diga algo como:«¡Me abandonasteis en Marte, capullos!» Sé que ala tripulación le sorprendió enterarse de laexistencia del fantasma de las misiones a Marte,pero ¡vamos! Ojalá la NASA fuera menos niñera aveces. De todos modos, finalmente dejaron llegarun mensaje de la comandante.

Watney, obviamente estamos muycontentos de saber que has sobrevivido.Como la persona responsable de tusituación, ojalá pudiera hacer algo máspara ayudarte directamente. Pero pareceque la NASA tiene un buen plan derescate. Estoy segura de que continuarás

Page 315: El Marciano(c.1) - Andy Weir

mostrando tu increíble ingenio ysuperarás esto. Espero invitarte a unacerveza en la Tierra. Lewis

Mi respuesta:

Comandante, la pura mala suerte esresponsable de mi situación, no tú.Hiciste lo que tenías que hacer ysalvaste a todos los demás. Sé que tieneque haber sido una decisión dura, perocualquier análisis de ese día demostraráque fue la correcta. Lleva a todos a casay estaré contento. Pero aceptaré esa cerveza. Watney

Los empleados doblaron cuidadosamente lahoja y la pusieron en un contenedor herméticolleno de argón. El hombre con el sujetapapeles

Page 316: El Marciano(c.1) - Andy Weir

puso la pegatina en el paquete: «Proyecto Ares 3;Lona Hab; Hoja AL102.» El paquete se envió en un vuelo chárter a labase Edwards de la Fuerza Aérea en California.Voló anormalmente alto y con un gran coste decombustible para asegurar que el aterrizajefuese más suave. Después de su llegada, el paquete fuecuidadosamente transportado por un convoyespecial a Pasadena. Una vez allí, lo trasladaronal Centro de Montaje Aeronáutico del JPL.Durante las siguientes cinco semanas, ingenieroscon mono blanco reunieron el Preabastecimiento309. Contenía el AL102, así como otros docepaquetes de lonas para el Hab. ENTRADA DE DIARIO: SOL 116 Casi es el momento de la segunda cosecha. ¡Yuju! Ojalá tuviera un sombrero de paja y unostirantes.

Page 317: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Mi replantado de patatas fue bien. Estoyempezando a ver que las cosechas en Marte sonextremadamente abundantes gracias a los miles demillones de dólares de equipo de mantenimientovital que me rodean. Ya tengo cuatrocientas plantasde patatas sanas, cada una de las cuales producemontones de tubérculos llenos de calorías para midisfrute gastronómico. En solo diez días estarán apunto para su recolección. Esta vez no las replantaré para obtener másplantas. Son mi suplemento alimenticio de patatasnaturales, orgánicas, cultivadas en Marte. Eso nose oye cada día, ¿verdad? Te preguntarás cómo las almaceno. No puedolimitarme a amontonarlas; la mayoría seestropearían antes de que tuviera tiempo decomérmelas. Así que haré algo que no funcionaríaen la Tierra: las tiraré fuera. La mayor parte del agua será absorbida por elcasi vacío; lo que quede será sólido congelado.Cualquier bacteria que planeara pudrir mis patatasmoriría gritando. En otro orden de cosas: he recibido un mensaje

Page 318: El Marciano(c.1) - Andy Weir

de correo de Venkat Kapoor:

Mark, algunas respuestas a tuspreguntas: No, no diremos a los de nuestroequipo botánico «que os den». Entiendoque has estado solo mucho tiempo, peroahora estamos en contacto y es mejorque escuches lo que tenemos quedecirte. Los Cubs terminaron la temporadaúltimos de la División Central de laLiga Nacional. La tasa de transferencia de datos no essuficiente para el tamaño de losarchivos de música, ni siquieracomprimidos. Así que tu petición de «loque sea, oh, Dios, lo que sea menosdisco» te ha sido denegada. Disfruta tufiebre del sábado noche. Además, una nota adjunta incómoda:La NASA está organizando un comité.

Page 319: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Quieren comprobar si hubo erroresevitables que condujeron a que tequedaras atrapado. Solo es un aviso.Puede que tengan preguntas para tidespués. Mantennos al día de tus actividades. Kapoor

Mi respuesta:

Venkat, dile al comité de investigaciónque tendrá que hacer su caza de brujassin mí. Cuando culpen a la comandanteLewis, lo que inevitablemente sucederá,te aviso que rebatiré públicamente susconclusiones. Estoy seguro de que elresto de la tripulación hará lo mismo. Además, por favor, diles que susmadres son unas putas. Watney P. D.: Y sus hermanas también.

Page 320: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Las sondas de preabastecimiento para lamisión Ares 3 se lanzaron a lo largo de catorcedías consecutivos durante la ventana detransferencia de Hohmann. Preabastecimiento309 fue lanzada en tercer lugar. El viaje de 251días a Marte transcurrió sin incidentes y solorequirió un ajuste de trayectoria menor. Después de varias maniobras de aerofrenadopara reducir la velocidad, la sonda efectuó sudescenso final hacia la Acidalia Planitia.Primero soportó la reentrada gracias a unescudo térmico. Después activó un paracaídas yse separó del escudo ya usado. Cuando su radar de a bordo detectó que estabaa treinta metros del suelo, soltó el paracaídas einfló globos alrededor de su casco. Cayó sinceremonias en la superficie, rebotando yrodando, hasta que finalmente se detuvo. Deshinchando sus globos, el ordenador de abordo informó a la Tierra del éxito de suaterrizaje. Después esperó veintitrés meses.

Page 321: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ENTRADA DE DIARIO: SOL 117 El purificador de agua está dando guerra. Seis personas consumen 18 litros de agua pordía, así que está hecho para procesar 20. Peroúltimamente no ha mantenido esta productividad:produce 10 litros como mucho. ¿Genero 10 litros de agua por día? No, no soy elcampeón urinario de todos los tiempos. Es lacosecha. La humedad en el interior del Hab esmucho mayor que la prevista cuando se diseñó, asíque el deshumidificador está filtrándolaconstantemente del aire. Eso no me preocupa. Si hace falta, puedo meardirectamente en las plantas. Las plantas tomarán suparte de agua y el resto se condensará en lasparedes. Podría hacer algo para recoger lacondensación, estoy seguro. La cuestión es que elagua no puede ir a ninguna parte. Es un sistemacerrado. Vale, técnicamente estoy mintiendo. Las plantas

Page 322: El Marciano(c.1) - Andy Weir

no son completamente neutrales respecto al agua.Sacan el hidrógeno de parte del agua (soltando eloxígeno) y lo usan para fabricar los complejos dehidrógeno y carbono que constituyen la planta ensí. Pero es una pérdida muy pequeña. Además,saqué unos 600 litros de agua del combustible delVDM. Podría bañarme y todavía me sobraría. La NASA, en cambio, está absolutamentecagada. Ven el purificador de agua como unelemento vital para mi supervivencia. No tienerecambio, y creen que moriré instantáneamente sinél. Para ellos, un fallo del equipo es terrorífico.Para mí es el pan de cada día. Así que en lugar de prepararme para la cosecha,me veo obligado a hacer viajes extra de ida yvuelta al vehículo de superficie para responder suspreguntas. Cada nuevo mensaje me instruye paraque pruebe alguna solución e informe de losresultados. Hasta ahora lo que hemos descubierto es que noes un problema electrónico, ni del sistema derefrigeración, ni de temperatura. Estoy seguro deque resultará que tiene un agujerito en alguna parte

Page 323: El Marciano(c.1) - Andy Weir

y de que en la NASA tendrán una reunión de cuatrohoras antes de decirme que lo selle con cintaaislante. Lewis y Beck abrieron la sonda depreabastecimiento 309. Trabajando lo mejor quepudieron con sus engorrosos trajes EVA, sacaronlas diversas secciones de lona del Hab y lasextendieron en el suelo. Había tres sondas depreabastecimiento enteras para el Hab. Siguiendo un procedimiento que habíanpracticado cientos de veces, montaroneficientemente las piezas. Las bandas de selladoespeciales aseguraban el encaje hermético de lasplanchas. Una vez levantada la estructura principal delHab, montaron las tres esclusas. La hoja AL102tenía un agujero del tamaño perfecto para laesclusa 1. Beck ajustó la plancha a las bandas desellado en el exterior de la esclusa. Cuando todas las esclusas estuvieronmontadas, Lewis llenó de aire el Hab y la AL102

Page 324: El Marciano(c.1) - Andy Weir

notó la presión por primera vez. Lewis y Beckesperaron una hora. El Hab no perdió presión; lainstalación había sido perfecta. ENTRADA DE DIARIO: SOL 118 Mi conversación con la NASA sobre elpurificador de agua fue aburrida y estuvo llena dedetalles técnicos, así que te la resumiré. Yo: Evidentemente esto es un atasco. ¿Qué tal silo desmonto y compruebo los tubos internos? NASA (después de cinco horas de deliberación):No. La cagarías y morirías. Así que lo he desmontado. Sí, lo sé: en la NASA hay un montón de gentelistísima a la que debería hacer caso. Tengo unaactitud de confrontación excesiva, teniendo encuenta que se pasan todo el día trabajando paraencontrar una forma de salvarme la vida. Simplemente, estoy cansado de que me digancómo tengo que limpiarme el culo. Laindependencia era una de las cualidades que

Page 325: El Marciano(c.1) - Andy Weir

buscaban cuando eligieron a los astronautas de lasmisiones Ares. Son misiones de trece meses, lamayoría a muchos minutos-luz de la Tierra.Querían para ellas a personas que supieran actuarpor propia iniciativa. Si la comandante Lewis estuviera aquí, haría loque ella dijera, sin problema. Pero ¿lo que dice uncomité de burócratas sin rostro de la Tierra? Losiento pero se me atraganta. He sido realmente cuidadoso. He etiquetadocada pieza al desmontarlo y las he puesto todassobre una mesa. Tengo los esquemas en elordenador, así que no ha habido ninguna sorpresa. Y, como sospechaba, había un tubo atascado. Elpurificador de agua estaba diseñado para purificarorina y humedad del aire (exhalas casi tanta aguacomo la que orinas). Yo he mezclado mi agua consuelo, convirtiéndola en agua mineral. Losminerales se han acumulado en el purificador deagua. He limpiado los tubos y he vuelto a montarlo. Heresuelto el problema por completo. Tendré quevolver a hacerlo algún día, pero no hasta dentro de

Page 326: El Marciano(c.1) - Andy Weir

cien soles o así. No es complicado. He explicado a la NASA lo que he hecho. Laconversación ha ido así: Yo: Lo he desmontado, he encontrado elproblema y lo he arreglado. NASA: Capullo. La AL102 tembló en la brutal tormenta.Resistiendo fuerzas mucho mayores que las queestaba diseñada para resistir, se agitó conviolencia contra la banda de sellado de laesclusa de aire. Otras secciones de la lona seondularon junto con sus bandas de sellado,comportándose como una sola hoja, pero laAL102 no pudo darse ese lujo. La esclusa de aireapenas se movió, dejando que la AL102 recibieratodo el impacto de la tormenta. Las capas de plástico, doblándoseconstantemente, calentaron la resina porfricción. El entorno nuevo y más flexible permitióque se separaran las fibras de carbono. La AL102 se estiró.

Page 327: El Marciano(c.1) - Andy Weir

No mucho, solo cuatro milímetros; sin embargo,entre las fibras de carbono, normalmenteseparadas por 500 micrones, ahora había unaseparación ocho veces mayor. Cuando amainó la tormenta, el únicoastronauta que quedaba realizó una inspeccióncompleta del Hab, pero no se fijó en que hubieranada mal. La zona debilitada de la lona estabaoculta por una banda de sellado. Diseñada para una misión de treinta y un soles,la AL102 continuó trabajando más allá delmomento de su prevista caducidad. Fueronpasando los soles y el único astronauta entraba ysalía del Hab casi a diario. La esclusa 1 era lamás cercana a la estación de carga del vehículode superficie, así que la prefería a las otras dos. Al presurizarse, la esclusa se expandíaligeramente; al despresurizarse, se encogía.Cada vez que el astronauta la usaba la lonaAL102 se destensaba; luego se tensaba de nuevo. Tirones, tensiones, debilitándose, estirándose...

Page 328: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ENTRADA DE DIARIO: SOL 119 Me desperté anoche y el Hab temblaba. La tormenta de arena de grado medio terminó tande repente como empezó. Era solo de categoríatres, con vientos de 50 km/h. Nada por lo quepreocuparse. Aun así, es un poco desconcertanteoír vientos que aúllan cuando estás acostumbradoal silencio absoluto. Estoy preocupado por la Pathfinder. Si latormenta de arena la daña, habré perdido miconexión con la NASA. Lógicamente no deberíapreocuparme. El trasto lleva décadas en lasuperficie. Un viento ligero no le hará ningúndaño. Cuando salga, confirmaré que la Pathfindersigue en buen estado antes de ponerme al trabajopesado y molesto del día. Sí, cada tormenta de arena me obliga a realizarla inevitable limpieza de placas solares, unatradición venerable entre los marcianoscampechanos como yo. Me recuerda que crecí enChicago y que tenía que sacar la nieve a paladas.

Page 329: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Le reconozco el mérito a mi padre; nunca afirmóque forjaría mi carácter ni que me enseñaría elvalor del trabajo duro. —Los quitanieves son caros —decía—. Tú eresgratis. Una vez, traté de protestar ante mi madre. —No seas mariquita —me reprochó. En otro orden de cosas: quedan siete soles parala recolección y todavía no me he preparado. Paraempezar, tengo que fabricar una azada. Además,necesitaré un cobertizo para las patatas. No puedoamontonarlas fuera sin más. La siguiente tormentaimportante causaría la Gran Migración de PatatasMarcianas. En cualquier caso, todo eso tendrá que esperar.Hoy tengo el día completo. Después de limpiar lasplacas solares debo verificar todos los módulospara asegurarme de que la tormenta no los hayadañado. Luego tendré que hacer lo mismo con elvehículo de superficie. Será mejor que empiece.

Page 330: El Marciano(c.1) - Andy Weir

La esclusa se despresurizó a 0,006 atmósferas.Watney, vestido con un traje EVA, estaba de pie ensu interior esperando a que se completara el ciclo.Había hecho aquello literalmente cientos de veces.Cualquier aprensión que pudiera haber tenido ensol 1 había desaparecido hacía mucho. Ya erasimplemente un trámite aburrido antes de salir a lasuperficie. Durante la despresurización, la atmósfera delHab comprimió la esclusa de aire y la lona AL102se estiró por última vez. En sol 119, el Hab perdió estanqueidad. El desgarro inicial fue de menos de unmilímetro. Las fibras de carbono perpendicularesdeberían haber impedido que creciera, pero losincontables abusos habían estirado las fibrasverticales y debilitado las horizontales hastadejarlas inútiles. La fuerza de la atmósfera del Hab atravesó lafisura. En una décima de segundo, el desgarrotenía un metro de longitud y discurría en paralelo ala banda de sellado. Se extendió alrededor de laesclusa hasta alcanzar el punto de partida: la

Page 331: El Marciano(c.1) - Andy Weir

esclusa de aire ya no estaba conectada al Hab. La presión sin oposición disparó la esclusacomo una bala de cañón cuando la atmósfera delHab escapó de manera explosiva por el desgarrón.Dentro, el sorprendido Watney se golpeó contra lapuerta posterior de la esclusa debido a la inercia. La esclusa de aire voló cuarenta metros antes decaer al suelo. Watney, apenas recuperado delprimer impacto, tuvo que soportar otro: se dio debruces con la puerta delantera. Su visera se llevó la peor parte del golpe, elcristal de seguridad se resquebrajó en cientos depequeños cubos. La cabeza de Watney golpeó elinterior del casco, dejándolo sin sentido. La esclusa de aire rodó por la superficie otrosquince metros. El grueso almohadillado del trajede Watney lo salvó de romperse varios huesos.Trataba de comprender la situación, pero apenasestaba consciente. La esclusa de aire finalmente dejó de dar tumbosy quedó de lado en medio de una nube de polvo. Watney, boca arriba, miró sin comprender por elagujero de su resquebrajada visera. Tenía un corte

Page 332: El Marciano(c.1) - Andy Weir

en la frente y la sangre le corría por la cara. Recuperando parte del sentido, se orientó.Volviendo la cabeza de lado, miró por la ventanade la puerta posterior. El Hab ondeaba en ladistancia, convertido en un depósito de chatarraque se extendía por el paisaje delante de él. Entonces oyó un silbido. Escuchando conatención, se dio cuenta de que no salía de su traje.En algún lugar de la esclusa, del tamaño de unacabina telefónica, una pequeña fisura estabadejando escapar aire. Escuchó con intensidad el silbido, luego se tocóla visera rota. A continuación miró otra vez por laventana. —¿Te estás quedando conmigo? —dijo.

Page 333: El Marciano(c.1) - Andy Weir

14 TRANSCRIPCIÓN DE ENTRADA DEAUDIO: SOL 119 ¿Sabes qué? ¡A la mierda! A la mierda estaesclusa, a la mierda el Hab y a la mierda todo esteputo planeta. En serio, se acabó. Ya he tenido bastante. Mequedan cinco minutos antes de quedarme sin aire, yque me aspen si voy a pasarlos jugando a estejueguecito de Marte. Estoy tan harto que tengoganas de vomitar. Lo único que tengo que hacer es quedarme aquísentado. El aire escapará y yo moriré. Se acabó. Basta de tener esperanza, basta deautoengaños y basta de resolver problemas. Estoyharto.

Page 334: El Marciano(c.1) - Andy Weir

TRANSCRIPCIÓN DE ENTRADA DEAUDIO: SOL 119 (2) Suspiro..., vale. He tenido mi pataleta y ahoradebo pensar en cómo permanecer vivo. Otra vez.Vale, veamos qué puedo hacer... Estoy en la esclusa. Veo el Hab por la ventana;está a unos cincuenta metros por lo menos.Normalmente, la esclusa está conectada al Hab,así que eso es un problema. La esclusa ha volcado y puedo oír un silbidoconstante. Eso significa que no es hermética o queaquí dentro hay serpientes. En cualquiera de losdos casos, tengo un problema. Además, durante el..., lo que coño pasara..., herebotado como una bola del millón y me hegolpeado la visera. El aire es notablemente pococooperativo cuando hay agujeros enormes,gigantescos, en el traje EVA. Parece que el Hab está completamentedeshinchado y derrumbado. Así pues, aunquetuviera un traje EVA funcional para salir de laesclusa, no tendría adónde ir. Vamos, que es una

Page 335: El Marciano(c.1) - Andy Weir

putada. Tengo que pensar un minuto. He de quitarme estetraje EVA. Es un engorro y la esclusa de aire espequeña. Además, no me sirve de nada. TRANSCRIPCIÓN DE ENTRADA DEAUDIO: SOL 119 (3) Las cosas no van tan mal como parecía. Sigo jodido, no te equivoques, solo que no tanto. No estoy seguro de qué ha pasado en el Hab,pero probablemente el vehículo de superficie estébien. No es ideal, pero al menos no es una cabinade teléfonos rajada. Llevo un kit de parches en el traje EVA, porsupuesto. Es igual que el que me salvó la vida ensol 6. No te entusiasmes. No le servirá de nada altraje. El kit de parches consiste en una válvulacónica con resina superpegajosa en la boca.Simplemente, es demasiado pequeña para unagujero de más de ocho centímetros. Y es que,claro, con un agujero de nueve centímetros te

Page 336: El Marciano(c.1) - Andy Weir

mueres antes de poder sacar el kit. Aun así, es un activo, y quizá pueda usarlo paradetener el escape de la esclusa. Esta es mi mayorprioridad ahora mismo. Es un escape pequeño. Sin visera, el traje EVAestá controlando con eficacia toda la esclusa deaire. Ha estado añadiéndole aire para compensarla falta de presión, pero acabaré quedándome sinél. Tengo que encontrar el agujero. Creo que estácerca de mis pies, a juzgar por el sonido. Ahoraque me he quitado el traje, puedo darme la vuelta yechar un vistazo... No veo nada... Lo oigo, está aquí, en algunaparte, pero no sé dónde. Solo se me ocurre una forma de descubrirlo.¡Encender fuego! Sí, lo sé. Muchas de mis ideas se basan enencender algo. Y sí, encender fuegodeliberadamente en un espacio pequeño y cerradoes normalmente una idea pésima, pero necesito elhumo. Solo una voluta. Como de costumbre, estoy trabajando con

Page 337: El Marciano(c.1) - Andy Weir

material especialmente diseñado para no arder.Sin embargo, por más cuidadoso que sea el diseñode la NASA, no puede con un pirómano decididocon un depósito de oxígeno puro. Desgraciadamente, el traje EVA y la esclusaestán hechos completamente con materiales noinflamables. Mi ropa también es ignífuga, inclusoel hilo. Mi idea original era verificar los panelessolares, hacer las reparaciones necesarias despuésde la tormenta de anoche, así que llevo la caja deherramientas. Repaso su contenido y veo que estodo de metal o de plástico ignífugo. Acabo de darme cuenta de que tengo algoinflamable: mi propio pelo. Tendrá que servir. Hayun cuchillo afilado entre las herramientas. Mecortaré unos cuantos pelos del brazo y haré conellos un montoncito. Siguiente paso: el oxígeno. No tengo nada tanrefinado como un flujo de oxígeno puro. Lo únicoque puedo hacer es tontear con los controles deltraje EVA para que incremente el porcentaje deoxígeno en toda la esclusa. Supongo que bastará

Page 338: El Marciano(c.1) - Andy Weir

con subirlo al 40 %. Ya solo necesito una chispa. El traje EVA tiene componentes electrónicos,pero funcionan a muy bajo voltaje. No creo quepueda conseguir un arco voltaico con eso.Además, no quiero hacer tonterías con el traje.Necesito que funcione para llegar hasta el vehículode superficie desde la esclusa. La esclusa en sí tiene componentes electrónicos,pero funciona con la corriente del Hab. Supongoque la NASA nunca tuvo en cuenta lo que ocurriríasi salía propulsada cincuenta metros. ¡Perezosos! Puede que el plástico no arda, pero cualquieraque haya jugado con un globo sabe que esfantástico para generar carga estática. Una vezgenerada, debería poder crear una chispa con solotocar una herramienta metálica. Curioso: fue exactamente así como murió latripulación de la misión Apolo 1. ¡Deséame suerte! TRANSCRIPCIÓN DE ENTRADA DEAUDIO: SOL 119 (4)

Page 339: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Estoy en una caja que huele a pelo chamuscado.No es un olor agradable. En mi primer intento, el fuego se ha encendidopero el humo ha vagado al azar a mi alrededor. Mipropia respiración lo estaba fastidiando todo, asíque he contenido la respiración y lo he intentadootra vez. En mi segundo intento, el traje EVA lo haconfundido todo. Hay un flujo suave de aire quesale de la máscara porque el traje reponeconstantemente el aire que falta. Así que hedesconectado el traje, conteniendo la respiración,y lo he intentado otra vez. Tenía que ser rápido; lapresión estaba cayendo. En mi tercer intento, los movimientos rápidosdel brazo que usaba para hacer fuego han echadopor tierra todo. El simple hecho de moverme hagenerado suficientes turbulencias para dispersar elhumo por todas partes. La cuarta vez he mantenido el trajedesconectado, he contenido la respiración y,cuando ha llegado el momento de encender el

Page 340: El Marciano(c.1) - Andy Weir

fuego, lo he hecho muy despacio. Entonces heobservado que la pequeña voluta de humo semovía hacia el suelo de la esclusa, desapareciendopor la fractura. ¡Te tengo! He boqueado y he vuelto a activar el traje EVA.La presión había caído a 0,9 atmósferas durante mipequeño experimento. Pero había mucho oxígenoen el aire para que respiráramos yo y mi hoguerade pelo. El traje rápidamente ha devuelto lascondiciones a la normalidad. Mirando la rotura, veo que es muy pequeña.Estaría chupado sellarla con el kit del traje, pero,ahora que lo pienso, no es buena idea. Tendré que reparar de algún modo la visera.Todavía no sé cómo, pero el kit de parches y suresina resistente a la presión seguramente sonimportantes. Además, tampoco puedo hacerlo pasoa paso. Una vez que rompa el cierre del kit deparches, los componentes de la resina semezclarán y tendré sesenta segundos antes de quese endurezca. No puedo coger solo un poco paraarreglar la esclusa.

Page 341: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Si tuviera tiempo, podría idear un plan para lavisera y luego aprovechar unos segundos durantela puesta en práctica de ese plan para sellar conresina la rotura de la esclusa. Pero no tengotiempo. Me queda un 40 % de mi depósito de N2. Tengoque sellar esa rotura ahora mismo y sin usar el kitde parches. Primera idea: la leyenda del niño holandés. Mechupo la palma y la aplico sobre la rotura.3 Vale... Como no es un cierre hermético, siguehabiendo un flujo de aire. Se está enfriando... Estoes bastante incómodo... Vale, a la porra... A la idea número dos. ¡Cinta! Hay cinta aislante en la caja deherramientas. Veré si enlentece el flujo. Mepregunto cuánto tiempo durará antes de que lapresión la rompa. La estoy poniendo. Allá vamos... Todavía resiste... Deja que compruebe el traje. Las lecturasindican que la presión es estable. Parece que lacinta aislante ha sellado la fuga. Veamos siresiste...

Page 342: El Marciano(c.1) - Andy Weir

TRANSCRIPCIÓN DE ENTRADA DEAUDIO: SOL 119 (5) Han pasado quince minutos y la cinta todavíaresiste. Parece que el problema está resuelto. Ha sido bastante decepcionante, en realidad. Yaestaba trabajando en cómo cerrar la fisura conhielo. Tengo dos litros de agua en el «comedero dehámster» del traje EVA. Podría haber apagado lossistemas de calefacción del traje y dejado que laesclusa se enfriara hasta congelarse. Entonceshabría... Bueno, da igual. Podría haberlo hecho con hielo. Es lo que estabadiciendo. Muy bien. A mi siguiente problema. ¿Cómoarreglo el traje EVA? La cinta aislante sella unafisura fina, pero no resiste una atmósfera depresión pegada a toda la superficie de mi viserarota. El kit de parches es demasiado pequeño, perosigue siendo útil. Puedo poner resina en torno al

Page 343: El Marciano(c.1) - Andy Weir

borde de la visera y pegar algo que cubra elagujero. El problema es qué usar para cubrirlo.Algo capaz de resistir mucha presión. Mirando a mi alrededor, la única cosa que veocapaz de resistir una atmósfera es el traje EVA ensí. Tiene mucho material con el que trabajar eincluso puedo cortarlo. ¿Recuerdas cuando cortéla lona del Hab en tiras? Esas mismas tijeras estánentre mis herramientas. Cortar un trozo de mi traje EVA implica hacerleotro agujero, pero un agujero cuya forma yubicación puedo controlar. Sí... Creo que he encontrado una solución. ¡Voy acortarme el brazo! Bueno, no. No mi brazo: el brazo del traje EVA.Lo cortaré justo por debajo del codo izquierdo.Luego puedo cortar el pedazo a lo largo y obtenerun rectángulo lo bastante grande para cerrar elcasco. La resina lo mantendrá en su lugar. ¿Material diseñado para resistir la presiónatmosférica? Sí. ¿Resina diseñada para sellar una fisura contraesa presión? Sí.

Page 344: El Marciano(c.1) - Andy Weir

¿Y qué pasa con el agujero del brazo tullido? Adiferencia de la visera, el material del traje esflexible. Lo juntaré y lo sellaré con resina. Tendréque pegar el brazo izquierdo contra el costadomientras lleve el traje, pero hay espacio. Extenderé una capa de resina muy fina, pero esliteralmente el adhesivo más fuerte conocido porel hombre. Además, no tiene que ser un cierreperfecto. Solo tiene que durar lo suficiente paraque pueda ponerme a salvo. ¿Y cómo me pondré a salvo? Ni idea. En cualquier caso, paso a paso, un problemacada vez. Ahora mismo estoy arreglando el trajeEVA. TRANSCRIPCIÓN DE ENTRADA DEAUDIO: SOL 119 (6) Cortar el brazo del traje ha sido fácil, lo mismoque cortar el pedazo a lo largo para formar unrectángulo. Estas tijeras de podar son fuertes deverdad.

Page 345: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Limpiar el cristal de la visera me ha costado másde lo que esperaba. Es poco probable que pincheel material del traje EVA, pero no voy a correr elriesgo. Además, no quiero cristal en la caracuando lo lleve. Luego ha llegado la parte complicada. Una vezabierto el kit de parches, disponía de sesentasegundos antes de que la resina se secara. La hesacado del kit de parches con los dedos y la heextendido con rapidez por el borde de la visera.Luego, con la que sobraba he cerrado el agujerodel brazo. He apretado el rectángulo de tela del traje contrael casco con ambas manos mientras usaba larodilla para ejercer presión sobre la costura delbrazo. He aguantado hasta que he contado 120segundos. Solo para estar seguro. Parece que ha funcionado bien. El cierre parecefuerte y la resina está dura como una piedra. Sinembargo, se me ha pegado la mano al casco. No te rías. A toro pasado, usar los dedos para extender la

Page 346: El Marciano(c.1) - Andy Weir

resina no era el plan perfecto. Por fortuna, seguíateniendo la mano izquierda libre. Después degruñir algunas irreverencias, he conseguidoalcanzar la caja de herramientas. He cogido eldestornillador y he podido liberarme (sintiéndometodo el tiempo realmente estúpido). Ha sido unproceso delicado, porque no quería desollarme losdedos. Tenía que meter el destornillador entre elcasco y la resina. He liberado la mano sin hacermesangre, así que lo considero un triunfo, aunquetendré resina endurecida en los dedos durante días,igual que un niño que juega con pegamento. Usando el ordenador de brazo, he hecho que eltraje se sobrepresurizara a 1,2 atmósferas. Elparche de la visera se ha abombado hacia fuera,pero por lo demás se ha mantenido firme. El brazome ha cabido: amenazaba con romper la nuevacostura, pero se ha mantenido de una pieza. Luego he mirado las lecturas para ver si semantenía la estanqueidad. Respuesta: no mucho. Sin lugar a dudas, perdía aire. En sesentasegundos había perdido tanto que la esclusa se

Page 347: El Marciano(c.1) - Andy Weir

había presurizado a 1,2 atmósferas. El traje está diseñado para ocho horas de uso,que consumen 250 mililitros de oxígeno líquido.Por seguridad, el traje tiene una capacidad de unlitro entero de O2. Pero eso es solo la mitad de lahistoria. El resto del aire es nitrógeno. Solo sirvepara añadir presión. Cuando el traje pierdeestanqueidad, se rellena con nitrógeno. El trajetiene una carga de dos litros de N2 líquido. Pongamos que el volumen de la esclusa sea dedos metros cúbicos. El traje EVA infladoprobablemente ocupa la mitad de ese espacio, asíque hacen falta cinco minutos para añadir 0,2atmósferas a un metro cúbico. Eso son 285 gramosde aire (confía en mis cálculos). El aire en losdepósitos es de alrededor de un gramo porcentímetro cúbico, lo que significa que acabo deperder 285 mililitros. Los tres depósitos juntos contenían 3.000mililitros para empezar. Una buena parte se hausado para mantener la presión mientras la esclusaperdía. Además, mi respiración ha convertidoparte del oxígeno en dióxido de carbono que ha

Page 348: El Marciano(c.1) - Andy Weir

sido capturado por los filtros de CO2 del traje. Comprobando las lecturas, veo que tengo 410mililitros de oxígeno y 738 mililitros de nitrógeno.Juntos, suman casi 1.150 mililitros para trabajar.Eso, dividido por 285 mililitros de pérdida porminuto... Una vez que salga de la esclusa de aire, estetraje EVA solo durará cuatro minutos. Joder. TRANSCRIPCIÓN DE ENTRADA DEAUDIO: SOL 119 (7) Vale, he estado pensando un poco más. ¿De qué me serviría el vehículo de superficie?Estaría atrapado allí en lugar de aquí. El espacioadicional no me vendría mal, pero finalmentemoriría. No hay en él purificador de agua, no hayoxigenador ni comida. Elige: todos esosproblemas son igualmente fatales. Tengo que arreglar el Hab. Sé qué hacer paraconseguirlo; lo practicamos durante la fase de

Page 349: El Marciano(c.1) - Andy Weir

entrenamiento. Pero tardaré mucho. Tendré que irhurgando en la lona ahora caída para conseguir elmaterial de recambio necesario para repararlo.Luego tendré que encontrar la fuga y poner unparche. Tardaré horas en repararlo y mi traje EVA estáinutilizado. Necesitaré otro traje. El de Martinez estaba en elvehículo de superficie. Lo arrastré hasta laPathfinder y luego de vuelta, por si necesitaba unode sobra. Pero cuando volví lo dejé en el Hab. ¡Maldita sea! Está bien. Tendré que conseguir otro traje antesde ir al vehículo de superficie. ¿Cuál? El deJohanssen es demasiado pequeño para mí (unachica menuda nuestra Johanssen). El de Lewis estálleno de agua. En realidad, ahora estará lleno dehielo que se sublima lentamente. El destrozado ypegado que llevo es el mío. Quedan solo los deMartinez, Vogel y Beck. Dejé el de Martinez al lado de mi litera por sinecesitaba un traje de urgencia. Por supuesto,después de la repentina descompresión, puede

Page 350: El Marciano(c.1) - Andy Weir

estar en cualquier sitio. Aun así, es un punto departida. Siguiente problema: estoy a unos cincuentametros del Hab. Correr en 0,4 G llevando unvoluminoso traje EVA no es fácil. A lo sumo puedoavanzar a dos metros por segundo. Serán unospreciosos 25 segundos; casi una octava parte demis cuatro minutos. Tendré que reducir el tiempo. Pero ¿cómo? TRANSCRIPCIÓN DE ENTRADA DEAUDIO: SOL 119 (8) Haré rodar la condenada esclusa. Básicamente es una cabina de teléfonos volcada.He hecho algunos experimentos. He supuesto que, si quería hacerla rodar, iba atener que empujar la pared lo más fuerte posible.Y tendré que estar en el aire en ese momento, sinejercer presión contra ninguna otra parte de laesclusa, porque las fuerzas se anularían entre sí yno se movería en absoluto.

Page 351: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Primero he intentado lanzarme rebotando contrauna pared para golpear la otra. La esclusa se hadeslizado un poco, pero nada más. Después he intentado dar un tremendo empujónhacia arriba para salir volando (0,4 G, ¡sí!) y hegolpeado la pared con ambos pies. Una vez más,solo se ha deslizado. A la tercera lo he conseguido. El truco eraplantar ambos pies en el suelo, cerca de la pared,y propulsarme hasta la parte superior de la paredopuesta para golpearla con la espalda. Cuando lohe intentado, ahora mismo, me ha dado fuerza ypalanca suficientes para inclinar la esclusa y rodaruna cara hacia el Hab. La esclusa mide un metro de anchura, así pues...,suspiro..., tendré que hacer esto unas cincuentaveces más. Voy a tener un dolor de espalda terrible. TRANSCRIPCIÓN DE ENTRADA DEAUDIO: SOL 120

Page 352: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Tengo un dolor de espalda terrible. La sutil y refinada técnica de «golpearme contrala pared» tenía algunos defectos. Solo funcionabauna de cada diez veces, y dolía mucho. He tenidoque hacer descansos, estirar los músculos yconvencerme a mí mismo de golpearme contra lapared una y otra vez. He tardado toda la maldita noche, pero lo heconseguido. Ahora estoy a diez metros del Hab. No puedoacercarme más, porque hay restos de ladescompresión por todas partes. Esto no es unaesclusa todoterreno. No puedo rodar sobre esamierda. Era por la mañana cuando el Hab estalló. Vuelvea ser por la mañana. He estado un día entero enesta maldita caja, pero saldré pronto. Ahora llevo el traje EVA y estoy listo. Muy bien... De acuerdo... Repaso otra vez elplan: usar las válvulas manuales para igualar laesclusa. Salir corriendo hacia el Hab. Buscardebajo de la lona caída. Encontrar el traje deMartinez (o el de Vogel si lo encuentro antes).

Page 353: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Llegar al vehículo de superficie. Entonces estaré asalvo. Si me quedo sin tiempo antes de encontrar untraje, simplemente correré al vehículo desuperficie. Estaré en apuros, pero tendré tiempopara pensar y materiales con los que trabajar. Inspiración profunda... ¡Allá voy! ENTRADA DE DIARIO: SOL 120 ¡Estoy vivo! ¡Y estoy en el vehículo desuperficie! Las cosas no han ido exactamente como planeé,pero no estoy muerto, así que es un triunfo. La igualación de la esclusa ha ido bien. Estabaen la superficie en treinta segundos. Saltando haciael Hab (la forma más rápida de moverme en estagravedad), he cruzado el campo de restos. Laruptura del Hab lo había hecho volar todo, a míincluido. Me costaba ver con la visera cubierta por elparche improvisado. Por fortuna, en el brazo llevo

Page 354: El Marciano(c.1) - Andy Weir

una cámara. La NASA descubrió que darse lavuelta en el pesado traje EVA para mirar algo esagotador y una pérdida de tiempo, de manera quemontaron una pequeña cámara en el brazo derecho.La filmación se proyecta en el interior de lavisera. Esto nos permite ver las cosas solo conseñalarlas. El parche de la visera no era exactamente suaveni reflectante, así que he tenido que mirar unaversión ondulada y defectuosa de la filmación dela cámara. Aun así, me ha bastado para ver lo queestaba ocurriendo. He ido en línea recta hacia donde antes estaba laesclusa. Sabía que tenía que haber un gran agujeroy que podría entrar por él. Lo he encontrado confacilidad. Y, chico, ¡es un desgarrón feo! Va a serun peñazo arreglarlo. Ha sido entonces cuando los fallos de mi planhan empezado a revelarse. Solo tenía un brazopara trabajar. El izquierdo lo llevaba pegado alcuerpo, mientras que el brazo tullido del trajeflotaba libremente. Así pues, al moverme pordebajo de la lona, tenía que usar el brazo bueno

Page 355: El Marciano(c.1) - Andy Weir

para mantener la lona levantada. Eso me hafrenado. Por lo que he podido ver, el interior del Hab esun caos. Todo se ha movido. Hay mesas y camas ametros de distancia de su punto de origen. Objetosmás ligeros forman una mezcolanza, muchos deellos en la superficie de Marte. Todo está cubiertode tierra y plantas de patatas destrozadas. Avanzando, he llegado al lugar donde habíadejado el traje de Martinez. Para mi asombro,todavía estaba allí. «Sí —he pensado con ingenuidad—. Problemaresuelto.» Por desgracia, el traje estaba pillado debajo deuna mesa, que a su vez estaba bloqueada por lalona caída. Si hubiera tenido los dos brazos,habría podido sacarlo, pero con uno, simplementeno podía. Al ver que me quedaba sin tiempo, le he quitadoel casco. Lo he dejado a un lado y he pasado juntoa la mesa para coger el kit de parches de Martinez.Lo he encontrado con la ayuda de la cámara debrazo, lo he metido en el casco y he salido

Page 356: El Marciano(c.1) - Andy Weir

zumbando. Un poco más y no llego al vehículo de superficiea tiempo. Los oídos ya me zumbaban por lapérdida de presión justo cuando la esclusa delvehículo de superficie se ha llenado demaravilloso aire a una atmósfera. He entrado a gatas, me he derrumbado y hejadeado un momento. Así que estoy otra vez en el vehículo desuperficie, igual que cuando volví de la GranExpedición de Recuperación de la Pathfinder. Almenos esta vez huele un poco mejor. La NASA probablemente está bastantepreocupada por mí. Seguramente han visto que laesclusa se acercaba otra vez al Hab, así quesabrán que estoy vivo, pero querrán saber miestado, y da la casualidad de que es el vehículo desuperficie el que se comunica con la Pathfinder. He tratado de enviar un mensaje, pero laPathfinder no responde. No es ninguna sorpresa.Está conectada directamente al Hab, y el Hab estádesconectado. Durante mi rápida salida en mediodel pánico, he visto que la Pathfinder sigue justo

Page 357: El Marciano(c.1) - Andy Weir

donde la dejé y que los residuos no llegaban tanlejos. Debería funcionar bien cuando consiga algode potencia. En cuanto a mi situación actual, la gran mejoraes el casco. Son intercambiables, de modo quepuedo sustituir el mío roto por el de Martinez. Elbrazo manco sigue siendo un problema, pero lavisera era la principal fuente de pérdidas.Además, con el nuevo kit puedo sellar el brazo conmás resina. Aunque eso puede esperar. Llevo más deveinticuatro horas despierto. No corro un peligroinmediato, así que me voy a dormir. ENTRADA DE DIARIO: SOL 121 He dormido bien esta noche y he hecho unverdadero progreso hoy. Lo primero ha sido volver a pegar la bocamanga.La última vez tuve que extender la resina en unacapa fina porque había usado la mayor parte parael parche de la cara. Pero esta vez tenía todo un kit

Page 358: El Marciano(c.1) - Andy Weir

de parches solo para el brazo. He conseguido unsellado perfecto. Sigo con un traje de un solo brazo, pero al menoses estanco. Perdí la mayor parte del aire ayer, pero mequedaba media hora de oxígeno. Como he dichoantes, un cuerpo humano no necesita mucho. Elproblema es mantener la presión. En esa media hora he podido aprovecharme deldepósito de recambio del EVA del vehículo desuperficie (algo que no podía hacer con el traje noestanco). El depósito de recambio es una medida deemergencia. El uso del vehículo de superficieempieza con los trajes EVA completos y viene conaire de sobra. No estaba diseñado para viajeslargos, ni siquiera para pasar la noche. Pero, solopara casos de emergencia, tiene mangueras derellenado en el exterior. Dentro, el espacio ya eralimitado, y además la NASA concluyó que lamayoría de las emergencias relacionadas con elaire serían exteriores. Pero el rellenado es lento, más lento que la

Page 359: El Marciano(c.1) - Andy Weir

pérdida de mi traje. Así que no me ha servidohasta que he cambiado de casco. Ahora, con untraje sólido capaz de mantener la presión, rellenarlos tanques estaba chupado. Después de rellenarlos y asegurarme de que eltraje todavía no perdía aire, tenía unas cuantastareas inmediatas de las que ocuparme. Por másque confíe en mi labor de artesanía, quería un trajecon dos brazos. Me he aventurado a volver al Hab. Esta vez, sinapresurarme y con la ayuda de una varilla, helogrado levantar haciendo palanca la mesa queaprisionaba el traje de Martinez. Después desoltarlo, lo he arrastrado al vehículo de superficie. Tras un diagnóstico concienzudo paraasegurarme, por fin tenía un traje EVAcompletamente funcional. He necesitado dos viajespara conseguirlo, pero lo tengo. Mañana repararé el Hab. ENTRADA DE DIARIO: SOL 122

Page 360: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Lo primero que he hecho hoy ha sido alinear lasrocas cerca del vehículo de superficie para formaruna señal de OK como las que se hacen con losdedos. Eso debería contentar a la NASA. He entrado en el Hab otra vez para valorar losdaños. Mi prioridad será dejar la estructura intactay mantener la presión. A partir de ahí, dedicarme areparar cosas que se rompieron. El Hab es una cúpula con varillas flexibles quemantienen el arco y la rigidez, y un suelo plegablepara mantener su base plana. La presión interna esvital para que se sostenga. Sin ella, todo sederrumba. He inspeccionado las varillas y ningunaestaba rota; simplemente se habían caído. Tendréque volver a montar unas cuantas, pero será fácil. El agujero donde estaba la esclusa 1 es enorme,pero superable. Tengo bandas de sellado y lona desobra. Será mucho trabajo, pero puedo montar otravez el Hab. Una vez hecho eso, restableceré lapotencia y volveré a poner en línea la Pathfinder.A partir de ahí, la NASA puede enseñarme areparar cualquier cosa que yo no logre averiguarcómo se arregla.

Page 361: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Nada de eso me preocupa. Tengo un problemamucho mayor. La granja está muerta. Con la pérdida completa de presión, la mayoríadel agua se evaporó. Además, la temperatura estámuy por debajo de la de congelación. Ni siquieralas bacterias del suelo pueden sobrevivir a unacatástrofe de estas características. Algunas de lasplantas estaban en tiendas de despliegueautomático, fuera del Hab, pero también hanmuerto. Las tenía directamente conectadas al Habpor medio de mangueras para mantener elsuministro de aire y la temperatura. Cuando el Habestalló, las tiendas se despresurizaron. Aunque nohubiera sido así, el frío habría arruinado lacosecha. Las patatas se han extinguido en Marte. También las bacterias. Nunca volveré a cultivarotra planta mientras esté aquí. Lo teníamos todo planeado. Mi granja meproporcionaría comida hasta sol 900. Una sondade abastecimiento llegaría aquí en sol 856, muchoantes de que me quedara sin alimentos. Con la

Page 362: El Marciano(c.1) - Andy Weir

granja muerta, el plan es historia. Las raciones no se han visto afectadas por laexplosión y las patatas ya recogidas siguen siendocomestibles. Estaba a punto de recoger otracosecha, así que supongo que ha sido un buenmomento para que esto ocurriera. Las raciones me durarán al menos hasta sol 400.No estoy seguro de cuánto me durarán las patatashasta que vea cuántas tengo. Pero puedocalcularlo. Tenía 400 plantas; a un promedio decinco patatas cada una: 2.000 patatas. A razón de150 calorías por tubérculo, tendré que comer 10por sol para sobrevivir. Eso significa que medurarán 200 soles. Total: tengo comida suficientehasta sol 600. En sol 856 estaré muerto y bien muerto.

Page 363: El Marciano(c.1) - Andy Weir

15

[08.12] WATNEY: Test. [08.25] JPL: ¡Recibido! Nos has dadoun buen susto. Gracias por tu mensajede OK. Nuestros análisis de imágenessatelitales muestran un desenganchecompleto de la esclusa 1. ¿Es esocorrecto? ¿Cuál es tu estado? [08.39] WATNEY: Si por«desenganche» os referís a «dispararmecomo un cañón», entonces sí. Un cortemenor en la frente. Tuve algunosproblemas con mi traje EVA (loexplicaré después). Reparé el Hab y lorepresuricé (los depósitos de aireprincipales estaban intactos). Acabo derecuperar la corriente. La granja estámuerta. He recuperado el máximo de

Page 364: El Marciano(c.1) - Andy Weir

patatas que he podido y las healmacenado fuera. Cuento 1.841. Medurarán 184 días, incluidas las racionesde la misión que quedan. Empezaré amorir de hambre en sol 584. [08.52] JPL: Sí, lo suponíamos.Estamos trabajando en soluciones parala cuestión de la comida. ¿Cuál es elestado de los sistemas del Hab? [09.05] WATNEY: Los depósitosprincipales de aire y agua estabanintactos. El vehículo de superficie, elsistema solar y la Pathfinder estabanfuera del radio de la explosión. Llevaréa cabo diagnósticos en los sistemas delHab mientras espero vuestra siguienterespuesta. Por cierto, ¿con quién estoyhablando? [09.18] JPL: Venkat Kapoor, enHouston. Pasadena reenvía mismensajes. Voy a ocuparme de toda lacomunicación directa contigo desdeahora. Primero comprueba el

Page 365: El Marciano(c.1) - Andy Weir

oxigenador y el purificador de agua.Son de suma importancia. [09.31] WATNEY. Bah. El oxigenadorfunciona a la perfección. El purificadorde agua está completamentedesconectado. Supongo que el agua seha congelado dentro y han reventadoalgunos tubos. Estoy seguro de quepuedo arreglarlo. El ordenadorprincipal del Hab también estáfuncionando sin problema. ¿Alguna ideade por qué reventó el Hab? [09.44] JPL: Suponemos que porfatiga de la lona cerca de la esclusa 1.El ciclo de presurización la tensó hastaque falló. De ahora en adelante, usaesclusa 2 y esclusa 3 para todas lasEVA. Además, estamos preparándoteuna lista de control y procedimientospara un examen completo de la lona. [09.57] WATNEY: Sí, voy a quedarmemirando la pared varias horas. Dime sise te ocurre una forma para que no

Page 366: El Marciano(c.1) - Andy Weir

muera de hambre. [10.11] JPL: Lo haré.

—Es sol 122 —dijo Bruce—. Tenemos hasta sol584 para llevar una sonda a Marte. Eso soncuatrocientos sesenta y dos soles, que soncuatrocientos setenta y cinco días. Los jefes de departamento del JPL reunidostorcieron el gesto y se frotaron los ojos. Bruce se levantó de su silla. —Las posiciones de la Tierra y Marte no son lasideales. El viaje se prolongará cuatrocientoscatorce días. Para montar la sonda al cohete yllevar a cabo las inspecciones hacen falta trecedías. Dispondremos de solo cuarenta y ocho díaspara preparar esta sonda. Los susurros de exasperación llenaron la sala. —Joder —exclamó alguien. —Esto es una partida nueva —continuó Bruce—. Nuestro principal foco de atención es lacomida. Todo lo demás es un lujo añadido. Notenemos tiempo para construir un aterrizador con

Page 367: El Marciano(c.1) - Andy Weir

motor de descenso. El aterrizaje tendrá que serbrusco, así que no podemos meter nada delicadodentro. Olvidaos de todas las otras chorradas quepensábamos enviar. —¿De dónde saldrá el cohete? —preguntó NormToshi, a cuyo cargo estaba el proceso de reentrada. —De la sonda EagleEye 3 a Saturno —dijoBruce—. Su lanzamiento estaba programado parael mes que viene. La NASA lo suspenderá paraque dispongamos del cohete. —Apuesto a que los del equipo del Eagle estáncabreados —dijo Norman. —Seguro que lo están —convino Bruce—, peroes el único cohete lo bastante grande. Lo cual melleva al siguiente punto: solo tenemos unaoportunidad. Si fallamos, Mark Watney morirá. Miró a su alrededor y dejó que los presentes enla sala asimilaran la información. —Tenemos algunas cosas a nuestro favor —dijofinalmente—. Contamos con algunas piezas yaconstruidas para las misiones depreabastecimiento de la Ares 4. Podemos hacernoscon ellas para ahorrar un poco de tiempo. Además,

Page 368: El Marciano(c.1) - Andy Weir

vamos a enviar comida, que es bastante resistente.Aunque hubiera un problema de reentrada y lasonda impactara contra la superficie a granvelocidad, la comida seguiría siendo comida. »Y no necesitamos realizar un aterrizaje deprecisión. Watney puede viajar cientos dekilómetros si es necesario. Solo tenemos quedescender lo bastante cerca para que llegue hastala sonda. Al final se tratará de unpreabastecimiento estándar con aterrizaje brusco.Lo único que necesitamos es hacerlo cuanto antes.Así que manos a la obra.

[08.02] JPL: Hemos puesto en marchaun proyecto para llevarte comida. Estáen marcha desde hace una semana más omenos. Podemos hacer que te llegueantes de que mueras de hambre, pero irájusto. Te llevará solo comida y unaradio. No podemos enviar oxigenador,purificador de agua ni ninguna otra cosasin un motor de descenso.

Page 369: El Marciano(c.1) - Andy Weir

[08.16] WATNEY: ¡No tengo ningunaqueja! Si me traéis la comida seré uncampista feliz. Todos los sistemas delHab vuelven a funcionar. El purificadorde agua trabaja bien ahora que hesustituido los tubos que reventaron. Encuanto al suministro de agua, me quedan620 litros. Empecé con 900 (300 paraempezar y 600 más de la reducción dehidracina), así que he perdido casi 300litros por sublimación. Aun así, con elpurificador de agua operativo otra vez,es mucho. [08.31] JPL: Bien, mantennosinformados de problemas mecánicos oelectrónicos. Por cierto, el nombre de lasonda que vamos a enviarte es Iris, porla diosa griega que viajó por el cielo ala velocidad del viento. También es ladiosa del arcoíris. [08.47] WATNEY: Una sonda gayviene a salvarme. Entendido.

Page 370: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Rich Purnell tomó un sorbo de café en el edificioen silencio. Ejecutó una prueba final en elsoftware que había escrito. Superada. Con unsuspiro de alivio, se hundió en su silla.Comprobando el reloj del ordenador, cabeceó. Las3.42 h. Como astrodinámico, Rich rara vez tenía quetrabajar hasta tarde. Su trabajo consistía enencontrar las órbitas exactas y hacer lascorrecciones de trayectoria requeridas para unamisión dada. Normalmente, esa era una de lasprimeras partes de un proyecto; todos los demáspasos estaban basados en la órbita. Pero esta vez las cosas funcionaban al revés. Irisnecesitaba una trayectoria orbital y nadie sabíacuándo se lanzaría. Los planetas se mueven. Una trayectoriacalculada para una fecha de lanzamientoespecífico sirve solo para esa fecha. Incluso un díade diferencia implica no llegar a Marte. Así que Rich había tenido que calcular muchastrayectorias. Tenía un rango de veinticinco días

Page 371: El Marciano(c.1) - Andy Weir

durante los cuales la Iris podía ser lanzada. Habíacalculado una trayectoria para cada uno de esosdías. Empezó a escribir un mensaje de correo a sujefe.

Mike: Adjunto las trayectorias para la Iris,en incrementos de un día. Deberíamosiniciar su revisión y estudiarlas paraque puedan ser aceptadas oficialmente.Y tenías razón, he tardado casi toda lanoche. No ha sido tan terrible. Ni punto decomparación con calcular órbitas parala Hermes. Sé que te aburres cuando memeto en cálculos, así que, resumiendo:el impulso pequeño y constante de ionesde la Hermes es mucho más complicadode calcular que los impulsos grandes delas sondas de preabastecimiento. Las 25 trayectorias duran 414 días y

Page 372: El Marciano(c.1) - Andy Weir

varían solo ligeramente en impulso, yángulo. El requisito de combustible escasi idéntico y supera la capacidad delpropulsor de la EagleEye. Es una lástima. La Tierra y Marteestán francamente mal posicionadas.¡Cielos, es casi más fácil...!

Dejó de escribir, con el ceño fruncido y lamirada perdida. —Hum —dijo. Cogió la taza de café y fue a la sala de descansoa llenarla. Teddy examinó la sala de conferencias. Era rarover a tanta gente importante de la NASA reunidaen un mismo lugar. Ordenó pulcramente unmontoncito de notas que había preparado y se lopuso justo delante. —Lo sé, estáis todos ocupados —dijo—.Gracias por encontrar tiempo para esta reunión.

Page 373: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Necesito conocer el estado del Proyecto Iris entodos los departamentos. Venkat, empecemoscontigo. —El equipo de la misión está listo —dijoVenkat, mirando hojas de cálculo en su portátil—.Hubo una pequeña disputa entre el equipo decontrol de preabastecimiento de la Ares 3 y el dela Ares 4. Los de la Ares 3 consideraban quedebían dirigir ellos porque, mientras Watney estéen Marte, su misión sigue en marcha. El equipo dela Ares 4 decía que, para empezar, se trata de susonda. Terminé optando por el de la Ares 3. —¿Eso molestó al equipo de la Ares 4? —preguntó Teddy. —Sí, pero lo superarán. Tienen otras trecemisiones de preabastecimiento en marcha. Notienen demasiado tiempo para estar cabreados. —Mitch —dijo Teddy al controlador de vuelo—, ¿cómo va el lanzamiento? Mitch se quitó el auricular de la oreja. —Tenemos una sala de control lista —dijo—.Supervisaré el lanzamiento, luego cederé el vueloy el aterrizaje a los chicos de Venkat.

Page 374: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—¿Medios? —preguntó Teddy, volviéndosehacia Annie. —Estoy dando actualizaciones diarias a laprensa —dijo ella, recostándose en su silla—.Todos saben que Watney está jodido si esto nofunciona. El público no ha estado tan interesado enla construcción de una nave desde la misión Apolo11. El Informe Watney de la CNN lleva siendo elprograma número uno de esa franja horaria desdehace dos semanas. —La atención es buena —dijo Teddy—. Nosayudará a conseguir fondos de emergencia delCongreso. —Levantó la mirada hacia un hombresituado junto a la entrada—. Maurice, gracias porvenir con tan poco tiempo. Maurice asintió. Teddy le hizo un gesto y se dirigió a la sala: —Para quienes no lo conozcan, es MauriceStein, de Cabo Cañaveral. Era el director delanzamiento de la EagleEye 3, así que va asumir elmismo papel en el caso de la Iris. Siento elcambiazo, Maurice. —No importa —repuso este—. Me alegro de

Page 375: El Marciano(c.1) - Andy Weir

poder ayudar. Teddy puso la primera de sus notas boca abajojunto al montón. —¿Cómo va el cohete? —Bien, por ahora —dijo Maurice—. Pero no esideal. La EagleEye 3 estaba lista para sulanzamiento. Los cohetes no están diseñados parapermanecer en posición vertical y soportar latensión de la gravedad durante períodos largos.Estamos añadiendo apoyos externos queretiraremos antes del lanzamiento. Es más fácilque desmontarla. Además, el combustible escorrosivo para los depósitos internos, así quetuvimos que vaciarlos. Entretanto, estamosllevando a cabo inspecciones de todos lossistemas cada tres días. —Bien, gracias. —Teddy prestó atención aBruce Ng, que lo miró a su vez con los ojosinyectados en sangre. —Bruce, gracias por venir también a ti. ¿Cómoestá el clima en California estos días? —No lo sé —dijo Bruce—. Casi no salgo. Risas ahogadas llenaron la sala durante unos

Page 376: El Marciano(c.1) - Andy Weir

segundos. Teddy pasó otra nota. —Es el momento de la gran pregunta, Bruce.¿Cómo le va a la Iris? —Vamos atrasados —dijo Bruce, cabeceandocansado—. Vamos lo más deprisa que podemos,pero no lo bastante. —Puedo conseguir dinero para las horas extra—propuso Teddy. —Ya trabajamos a todas horas. —¿De cuánto retraso estamos hablando? —preguntó Teddy. Bruce se froto los ojos y suspiró. —Llevamos en ello veintinueve días, de modoque solo nos faltan diecinueve. Después harán faltatrece días para montar la plataforma delanzamiento. Llevamos al menos dos semanas deretraso. —¿Eso es lo máximo que te vas a retrasar opuede que sea más? —preguntó Teddy, anotandoen sus papeles. Bruce se encogió de hombros. —Si no tenemos problemas, nos retrasaremos

Page 377: El Marciano(c.1) - Andy Weir

dos semanas. Pero siempre surgen problemas. —Dame una estimación —dijo Teddy. —Quince días —respondió Bruce—. Situviéramos otros quince días, estoy seguro de queterminaríamos a tiempo. —De acuerdo —dijo Teddy, tomando nota—.Obtengamos otros quince días. —Volviendo suatención al cirujano de vuelo de la Ares 3, lepreguntó—: Doctor Keller, ¿podemos reducir laingesta alimentaria de Watney para que lasraciones le duren más? —Lo siento, pero no —repuso Keller—. Suconsumo de calorías ya es mínimo. De hecho,considerando la cantidad de trabajo físico quehace, está comiendo mucho menos de lo quedebería. Y eso va a empeorar. Pronto toda su dietase reducirá a patatas y complementos vitamínicos.Ha estado ahorrando raciones ricas en proteínaspara su uso posterior, pero estará desnutrido. —Cuando se quede sin comida, ¿cuánto tardaráen morir de hambre? —preguntó Teddy. —Suponiendo que no le falte agua, sobrevivirátres semanas. Menos que durante una huelga de

Page 378: El Marciano(c.1) - Andy Weir

hambre típica: recuerda que ya estará desnutrido ymuy delgado de entrada. Venkat levantó una mano para captar su atención. —Recuerda que la Iris no aterrizará de formacontrolada; podría tener que conducir varios díaspara conseguir llegar hasta ella, y supongo que esdifícil conducir un vehículo de superficie cuandoestás literalmente muriéndote de hambre. —Tiene razón —confirmó el doctor Keller—. Alos cuatro días de quedarse sin comida apenaspodrá tenerse en pie, mucho menos controlar unvehículo de superficie. Además, sus facultadesmentales se deteriorarán con rapidez. Le costarámucho permanecer despierto. —Así que la fecha de aterrizaje es firme —dijoTeddy—. Maurice, ¿puedes adosar la Iris alcohete en menos de trece días? Maurice se apoyó en la pared y se pellizcó labarbilla. —Bueno..., solo hacen falta tres días paramontarla. Los diez siguientes son para pruebas einspecciones. —¿En cuánto puedes reducirlos?

Page 379: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Con suficientes horas extra, en dos días; esoen lo referente al transporte desde Pasadena hastaCabo Cañaveral. Pero las inspecciones son las queson. Hay para ellas una temporalización. Hacemoscomprobaciones y recomprobaciones a intervalosestablecidos para ver si algo se deforma o secomba. Reducir los intervalos equivale a invalidarlas inspecciones. —¿Con cuánta frecuencia esas inspeccionesrevelan un problema? —preguntó Teddy. Se hizo un silencio en la sala. —Ah. ¿Estás sugiriendo que no hagamos lasinspecciones? —tartamudeó Maurice. —No. Estoy preguntando con cuánta frecuenciarevelan un problema. —Más o menos en uno de cada veintelanzamientos. Teddy lo anotó. —¿Y con cuánta frecuencia el problema halladohabría supuesto el fracaso de una misión? —Yo, eh, no estoy seguro. Tal vez la mitad delas veces. Anotó también eso.

Page 380: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Así que, si nos saltamos las inspecciones y lostest, tenemos una posibilidad entre cuarenta defracaso de la misión —dijo Teddy. —Eso es un dos coma cinco por ciento —intervino Venkat—. Normalmente justifica que sedetenga la cuenta atrás. No podemos correr unriesgo semejante. —La normalidad hace mucho que no es lo queimpera —dijo Teddy—. Un noventa y siete comacinco por ciento es mejor que nada. ¿A alguien sele ocurre una forma más segura de conseguir mástiempo? Examinó la sala. Rostros inexpresivos ledevolvieron la mirada. —Muy bien, pues —dijo, encerrando en uncírculo algo escrito en sus notas—. Acelerando elproceso de montaje y saltándonos las inspeccioneslo haremos en once días. Si Bruce puede sacarseun conejo de la chistera y terminar antes, queMaurice revise algunas cosas. —¿Qué pasa con los otros cuatro días? —preguntó Venkat. —Estoy seguro de que Watney puede hacer durar

Page 381: El Marciano(c.1) - Andy Weir

la comida cuatro días más, sin tener en cuenta lamalnutrición —dijo Teddy, mirando al doctorKeller. —Yo... —empezó Keller—. No recomiendo... —Espera —lo interrumpió Teddy. Se levantó,poniéndose bien el blazer—. Comprendo lapostura de todos. Tenemos protocolos. Saltarnosesos protocolos implica un riesgo. Los riesgosimplican problemas para los departamentos. Peroahora no es el momento de cubrirnos las espaldas.Tenemos que correr riesgos o Mark Watneymorirá. —Volviéndose hacia Keller, añadió—:Haga que la comida dure otros cuatro días. Keller asintió. —Rich —dijo Mike. Rich Purnell estaba concentrado en la pantalladel ordenador. Su cubículo era un batiburrillo dehojas impresas, gráficos y libros de referencia.Había tazas de café vacías por todas partes y elsuelo estaba sembrado de envases de comida parallevar.

Page 382: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Rich —repitió Mike con más energía. Rich levantó la mirada. —¿Sí? —¿Qué demonios estás haciendo? —Solo un pequeño proyecto adicional. Queríacomprobar una cosa. —Bueno..., eso está bien, supongo, pero loprimero es tu trabajo asignado. Te pedí esosajustes de satélite hace dos semanas y todavía nolos has hecho. —Necesito tiempo de superordenador —dijoRich. —¿Necesitas tiempo de superordenador paracalcular ajustes de rutina de los satélites? —No, es para otra cosa en la que estoytrabajando —dijo Rich. —Rich, en serio. Tienes que hacer tu trabajo. Rich reflexionó un momento. —¿Es un buen momento para que me tome unavacaciones? —preguntó. Mike suspiró. —¿Sabes qué, Rich? Creo que es un momentoideal para que te tomes unas vacaciones.

Page 383: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—¡Genial! —Rich sonrió—. Las empezaré ahoramismo. —Claro —dijo Mike—. Vete a casa. Descansaun poco. —Oh, no me iré a casa. —Rich volvió a suscálculos. Mike se frotó los ojos. —Vale, como quieras. En cuanto a esas órbitassatelitales... —Estoy de vacaciones —dijo Rich sin mirarlosiquiera. Mike se encogió de hombros y salió.

[08.01] WATNEY: ¿Cómo va mipaquete de apoyo? [08.16] JPL: un poco retrasado, perolo conseguiremos. Entretanto, queremosque vuelvas a trabajar. Estamossatisfechos del estado del Hab. Elmantenimiento solo te ocupa doce horaspor semana. Vamos a llenar el resto detu tiempo con investigación y

Page 384: El Marciano(c.1) - Andy Weir

experimentos. [08.31] WATNEY: ¡Genial! Estoycansado de estar sentado. Voy a estaraños aquí. Podéis sacar provecho de mí. [08.47] JPL: Eso es lo que estábamospensando. Te entregaremos un programaen cuanto el equipo científico loprepare. Serán sobre todo EVA:muestras geológicas, test de suelo y testmédicos semanales autoadministrados.Sinceramente, este es el mejor «bonotiempo de Marte» que hemos tenidodesde el lander Opportunity. [09.02] WATNEY: El Opportunitynunca volvió a la Tierra. [09.17] JPL: Lo siento. Malaanalogía.

El Centro de Montaje de Naves Espaciales delJPL, conocido como la «sala blanca», era el pococonocido lugar de origen de las naves más famosasen la historia de la exploración de Marte. La

Page 385: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Mariner, la Viking, la Spirit, la Opportunity y laCuriosity, por nombrar solo unas pocas, se habíanmontado allí. Aquel día la sala zumbaba de actividad mientraslos técnicos introducían la Iris en un contenedor detransporte a medida. Los técnicos que estaban fuera de servicioasistían al procedimiento desde el puente deobservación. Llevaban dos meses sin apenas ponerun pie en su casa; habían instalado un dormitorioimprovisado en la cafetería. Un tercio de elloshabrían estado durmiendo normalmente a esa hora,pero no querían perderse el acontecimiento. El jefe de turno apretó el último tornillo. Cuandoapartó la llave, los ingenieros prorrumpieron enuna ovación. Muchos estaban llorando. Después de sesenta y tres días de agotadortrabajo, la Iris estaba lista. Annie ocupó el estrado y ajustó el micrófono. —Los preparativos para el lanzamiento estáncompletos —dijo—. La Iris está lista. El

Page 386: El Marciano(c.1) - Andy Weir

lanzamiento está programado para las nueve ycatorce. »Una vez lanzada, la sonda permanecerá enórbita al menos tres horas. Durante ese tiempo,Control de Misión recopilará la telemetría exactaen preparación para el impulso transmarciano.Cuando esa parte del proceso finalice, la misiónquedará en manos del equipo de preabastecimientode la Ares 3, que monitorizará su progreso durantelos meses siguientes. La sonda tardarácuatrocientos catorce días en llegar a Marte. —Respecto a la carga —dijo un periodista—.He oído que no solo transporta comida. —Es cierto. —Annie sonrió—. Hemos añadidocien gramos de objetos de lujo: cartas manuscritasde la familia de Mark, una nota del presidente y unUSB con música de todas las épocas. —¿Algo de disco? —preguntó alguien. —Nada de disco —dijo Annie cuando las risasse extendieron por la sala. Cathy Warner, de la CNN, tomó la palabra. —Si este lanzamiento falla, ¿le quedará algúnrecurso a Watney?

Page 387: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Todos los lanzamientos tienen riesgos —dijoAnnie, sorteando la pregunta—, pero no se prevénproblemas. El clima en Cabo Cañaveral esdespejado, con temperaturas suaves. Lascondiciones no podrían ser mejores. —¿Hay algún límite de coste para esta operaciónde rescate? —preguntó otro periodista—. Hayquien empieza a preguntarse cuánto es demasiado. —No se trata de una cifra —dijo Annie,preparada para la pregunta—. Se trata de una vidahumana en peligro inminente. Pero si quiereenfocarlo desde el punto de vista económico,tengamos en cuenta el valor de la larga misión deMark Watney. Su prolongada estancia en Marte ysu lucha por la supervivencia nos están aportandomás conocimientos sobre Marte que todo el restodel Programa Ares junto. —¿Crees en Dios, Venkat? —preguntó Mitch. —Claro, creo en muchos dioses —dijo Venkat—. Soy hindú. —Pídeles que nos ayuden con este lanzamiento.

Page 388: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Lo haré. Mitch se dirigió a su puesto de Control deMisión. La sala se llenó de actividad mientrasdecenas de controladores llevaban a cabo lospreparativos finales para el lanzamiento. Mitch se puso los auriculares y miró la lecturade tiempo en la enorme pantalla central giganteinstalada en la sala. Encendió el intercomunicadory dijo: —Habla el director de vuelo. Empezamos lacomprobación de estado de lanzamiento. —Recibido, Houston —fue la respuesta deldirector de control de lanzamiento en Florida—.CLDCR comprobando que todas las estacionesestán ocupadas y los sistemas preparados —emitió—. Dadme un sí o un no para el lanzamiento.¿Comunicador? —Sí —fue la respuesta. —Cronometrador. —Sí —dijo otra voz. —QAM1. —Sí. Apoyando la barbilla en las manos, Mitch miró

Page 389: El Marciano(c.1) - Andy Weir

la pantalla central, en la que se veía la filmaciónde la plataforma de lanzamiento. El cohete, enmedio de la nube de vapor de agua del proceso deenfriamiento, seguía llevando EagleEye 3 escritoen el lateral. —QAM2. —Sí. —QAM3. —Sí. Venkat apoyó la espalda en la pared. Era unadministrador. Su trabajo estaba hecho. Solo podíaobservar y tener esperanza. Había clavado lamirada en los visualizadores de datos de la pareddel fondo. Veía mentalmente los números, losmalabarismos con los turnos, las mentirasdescaradas y los casi delitos que había cometidopara poner esa misión en marcha. Todo habríavalido la pena si funcionaba. —FSC. —Sí. —Propulsor Uno. —Sí. Teddy estaba sentado en la sala de observación

Page 390: El Marciano(c.1) - Andy Weir

VIP, al fondo de Control de Misión. Dada suautoridad ocupaba el mejor asiento, en el centro dela primera fila, con el maletín a sus pies y unacarpeta azul en las manos. —Propulsor Dos. —Sí. —PTO. —Sí. Annie Montrose paseaba en su oficina, situada allado de la sala de prensa. Tenía nueve televisoresmurales sintonizados en nueve cadenas, todas lascuales mostraban la plataforma de lanzamiento.Una mirada a su ordenador le bastó para ver quelas cadenas extranjeras hacían lo mismo. El mundocontenía el aliento. —ACC. —Sí. —LWO. —Sí. Bruce Ng estaba sentado en la cafetería del JPL,con centenares de ingenieros que habían dado todolo que tenían por la Iris. Observaban la filmaciónen directo en una pantalla de proyección. Algunos

Page 391: El Marciano(c.1) - Andy Weir

se removían en el asiento, incapaces de encontraruna postura cómoda. Otros se daban la mano. Eranlas 6.13 h de la mañana en Pasadena y, sinembargo, todos y cada uno de los empleadosestaban presentes. —AFLC. —Sí. —Dirección. —Sí. A millones de kilómetros de distancia, latripulación de la Hermes escuchaba reunida entorno al puesto de Johanssen. Los dos minutos detiempo de transmisión no importaban. No teníanforma de ayudar; no había necesidad de queinteractuaran. Johanssen miraba con intensidad lapantalla, aunque solo se veía en ella la potencia dela señal de audio. Beck se retorcía las manos.Vogel estaba de pie, sin moverse, con los ojosclavados en el suelo. Martinez rezaba en silencioal principio, luego no vio razón para disimular. Lacomandante Lewis estaba aparte, con los brazoscruzados delante del pecho. —PTC.

Page 392: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Sí. —Director de vehículo de lanzamiento. —Sí. —Houston, aquí Control de Lanzamiento,preparados para el lanzamiento. —Recibido —dijo Mitch, comprobando lacuenta atrás—. Aquí Vuelo, preparados para ellanzamiento a la hora prevista. —Recibido, Houston —dijo Control deLanzamiento—. Lanzamiento en horario. Cuando el reloj llegó a –00.00.15, las cadenasde televisión recibieron lo que estaban esperando.El controlador de tiempo empezó la cuenta atrásverbal. —Quince —dijo—. Catorce..., trece..., doce...,once... Miles de personas se habían congregado enCabo Cañaveral, el público más nutrido que jamáshabía presenciado un lanzamiento no tripulado.Escucharon la voz del controlador de tiemporesonando en las grandes tribunas. —... diez..., nueve..., ocho..., siete... Rich Purnell, enfrascado en sus cálculos

Page 393: El Marciano(c.1) - Andy Weir

orbitales, había perdido la noción del tiempo. Nose enteró cuando sus compañeros de trabajo setrasladaron a la gran sala de reuniones dondehabían instalado un televisor. Le pareció que laoficina estaba inusualmente silenciosa, pero no ledio más importancia. —... seis..., cinco..., cuatro... —Inicio de secuencia de ignición. —... tres..., dos..., uno... Se soltaron las abrazaderas y el cohete se elevóen medio de un penacho de humo y fuego, despacioal principio, luego acelerando cada vez más. Lagente reunida vitoreó. —... y despegue de la sonda de abastecimientoIris —dijo el controlador de tiempo. Cuando el propulsor rugió, Mitch no tuvo tiempode observar el espectáculo en la pantallaprincipal. —¿Estado? —preguntó. —Bueno, Vuelo —fue la respuesta inmediata. —¿Trayectoria? —preguntó. —En trayectoria. —Altitud: mil metros —dijo alguien.

Page 394: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Alcanzada posición de cancelación segura —dijo otra persona, para indicar que la nave podíaestrellarse sin causar daños en el océano Atlánticosi era necesario. —Altitud: mil quinientos metros. —Maniobra de inclinación y giro iniciada. —Una ligera vibración, Vuelo. Mitch miró al director de vuelo de ascenso. —¿Repítelo? —Una ligera vibración. La orientación de abordo la está controlando. —No le quites ojo —dijo Mitch. —Altitud: dos mil quinientos metros. —Inclinación y giro completados, veintidóssegundos para la segunda fase. Al diseñar la Iris, el JPL había tenido en cuentaun fallo de aterrizaje catastrófico. En lugar depaquetes de comida normales, casi todos losalimentos eran cubos de proteínas, que seguiríansiendo comestibles aunque la Iris no lograradesplegar sus globos de frenado e impactara

Page 395: El Marciano(c.1) - Andy Weir

contra la superficie a una velocidad increíble. Como la Iris era una sonda no tripulada, nohabía tope de aceleración. El contenido de lasonda soportaría fuerzas a las que ningún humanopodría sobrevivir. La NASA había probado losefectos de fuerzas G extremas sobre cubos deproteínas, pero no sumados a una vibración lateralsimultánea. De haber tenido más tiempo, lohabrían hecho. La vibración inofensiva causada por undesequilibrio menor en la mezcla de combustiblezarandeó la carga. La Iris, montada firmementecon el aeroescudo encima del propulsor, semantuvo firme. Los cubos de proteínas, no. A escala microscópica, los cubos eran partículassólidas de alimento suspendidas en aceite vegetal.Las partículas se comprimieron a menos de lamitad de su tamaño original, pero el aceite apenasresultó afectado. Eso cambió drásticamente laproporción de volumen de sólido y líquido, lo quea su vez hizo que el conglomerado se comportaracomo un líquido. Este proceso, conocido como«licuefacción», trasformó los cubos de proteínas

Page 396: El Marciano(c.1) - Andy Weir

en un sedimento fluido. Almacenado en un compartimento en principiodel todo lleno, el sedimento contaba ahora conespacio para agitarse. Además, la vibración causóun desequilibrio de carga, de modo que seacumuló en un lado del compartimento. Eldesplazamiento del peso agravó el problema y lavibración aumentó. —La vibración es ya violenta —informó eldirector del vuelo de ascenso. —¿Cómo de violenta? —dijo Mitch. —Más de lo que nos gustaría, pero losacelerómetros la han captado y han recalculado elcentro de masas. El ordenador de dirección estáajustando los propulsores del motor para quecontrarresten. Seguimos bien. —Mantenme informado —dijo Mitch. —Trece segundos para la segunda fase. El inesperado desplazamiento del peso no habíadesencadenado un desastre. Todos los sistemasestaban diseñados para el peor de los casos; cada

Page 397: El Marciano(c.1) - Andy Weir

uno hizo su trabajo admirablemente. La navecontinuó hacia la órbita con solo un leve ajuste detrayectoria, implementado de manera automáticapor un software sofisticado. La primera fase consumió el combustible y elpropulsor se inclinó una fracción de segundo aldeshacerse de las amarras de fase por medio detornillos explosivos. La fase ya vacía sedesprendió de la nave al tiempo que los motoresde segunda fase se preparaban para la ignición. Las fuerzas brutales habían cesado. El sedimentode proteínas flotaba libremente en el contenedor.De haber tenido dos segundos se habríareexpandido y solidificado, pero solo tuvo uncuarto de segundo. Cuando se inició la segunda fase, la naveexperimentó una agitación repentina de fuerzainmensa. Sin el peso muerto de la primera fase, laaceleración fue tremenda. Los trescientos kilos desedimento golpearon la parte posterior delcontenedor. El punto de impacto estaba en el bordede la Iris, lejos de donde se esperaba queestuviera la masa.

Page 398: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Aunque la Iris estaba sujeta por cinco grandestornillos, la fuerza se centró por completo en uno.El tornillo estaba diseñado para resistir fuerzasenormes, para soportar todo el peso de la carga siera necesario, pero no para aguantar el repentinoimpacto de una masa suelta de trescientoskilogramos. El tornillo se desprendió. La carga se desplazóentonces a los cuatro restantes. Pasado el impactocontundente, su trabajo fue considerablemente másfácil que el de su camarada perdido. Si la tripulación de la plataforma de lanzamientohubiera tenido tiempo para las inspeccioneshabituales, habría notado el minúsculo defecto enuno de los tornillos; era un defecto que lodebilitaba ligeramente, aunque no habría sido lacausa del fracaso de una misión normal. Aun así,lo habrían reemplazado por uno perfecto. La carga desviada ejercía una fuerza desigualcontra los cuatro tornillos restantes, de los cualesel defectuoso soportaba la mayor parte. No tardóen romperse también. A partir de ahí, los otros tresfallaron en rápida sucesión.

Page 399: El Marciano(c.1) - Andy Weir

La Iris se deslizó de su soporte en el armazónaéreo y golpeó el casco. —¡Guau! —exclamó el director de vuelo deascenso—. Vuelo, tenemos una gran precesión. —¿Qué? —dijo Mitch cuando las alertas pitarony las luces parpadearon en todas las consolas. —La fuerza sobre la Iris es de 7 G —dijoalguien. —Pérdida de señal intermitente —dijo otra voz. —Ascenso, ¿qué está pasando? —preguntóMitch. —Se ha armado la gorda. Está girando sobre eleje longitudinal con una precesión de diecisietegrados. —¿Hasta qué punto? —Al menos cinco rp y perdiendo la trayectoria. —¿Puedes devolverla a la órbita? —No puedo comunicarme con ella en absoluto;fallo de señal a izquierda y derecha. —¡Comunicaciones! —gritó Mitch al director decomunicaciones.

Page 400: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Trabajando en ello, Vuelo —fue la respuesta—. Hay un problema con el sistema de a bordo. —Importantes G dentro, Vuelo. —Telemetría de suelo indica que está doscientosmetros por debajo de la trayectoria prevista. —Hemos perdido las lecturas de la sonda,Vuelo. —¿Hemos perdido la sonda por completo? —preguntó. —Afirmativo, Vuelo. Señal intermitente de lanave, pero sin sonda. —Mierda —dijo Mitch—. Se ha soltado en elaeroescudo. —Va como una peonza, Vuelo. —¿No puede volver a la órbita? —dijo Mitch—.Aunque sea a una órbita superbaja. Quizápodríamos... —Pérdida de señal, Vuelo. —Pérdida de señal aquí también. —Lo mismo aquí. Salvo por las alarmas, la sala quedó en silencio. Al cabo de un momento, Mitch dijo: —¿Restablecimiento?

Page 401: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—No hay suerte —repuso Comunicaciones. —¿Suelo? —preguntó Mitch. —Control de Suelo. El vehículo ya había salidodel campo visual. —¿SatCon? —preguntó Mitch. —No hay recepción de señal de satélite. Mitch miraba la pantalla principal. Sobre fondonegro, unas grandes letras blancas decían: «Sinseñal.» —Vuelo —dijo una voz en la radio—. Eldestructor estadounidense Stockton informa decaída de escombros del cielo. La fuente coincidecon la última localización conocida de la Iris. Mitch se llevó las manos a la cabeza. —Recibido —dijo. Luego murmuró las palabrasque ningún director de vuelo espera tener quedecir nunca—: Control de Suelo, Vuelo. Cierre depuertas. Era la señal para empezar los procedimientosposteriores a un fracaso. Desde la sala de observación VIP, Teddypercibió el abatimiento en el Centro de Control deMisión. Respiró hondo, luego soltó el aire. Miró

Page 402: El Marciano(c.1) - Andy Weir

con tristeza la carpeta azul que contenía su alegrediscurso alabando un lanzamiento perfecto. Laguardó en el maletín y extrajo la carpeta roja, quecontenía el discurso opuesto. Venkat miraba por la ventana de su oficina elcentro espacial, un centro espacial que albergabala mayoría del conocimiento avanzado sobrecohetes y, sin embargo, había fracasado en laejecución del lanzamiento de ese día. Sonó el móvil. Su mujer otra vez. Sin dudaestaba preocupada por él. Dejó que saltara albuzón de voz. Simplemente no podía hablar conella. Ni con nadie. Sonó una campanilla en su ordenador. Al mirar,vio un mensaje del JPL. Un mensaje reenviado dela Pathfinder:

[16.03] WATNEY: ¿Cómo ha ido ellanzamiento?

Page 403: El Marciano(c.1) - Andy Weir

16

Martinez: La doctora Shields dice que deboescribir mensajes personales a todos losmiembros de la tripulación, que eso memantendrá conectado con la humanidad.Me parece una chorrada, pero, eh, esuna orden. Contigo, puedo ser franco: si muero,necesito que vayas a ver a mis padres.Ellos querrán saber cosas del tiempoque pasamos en Marte de primera mano.Necesitaré que hagas eso. No será fácil hablar con una pareja desu hijo muerto. Es pedir mucho; por esote lo pido a ti. Te diría que eres mimejor amigo y tal, pero sería patético. No me estoy rindiendo. Solo estoy

Page 404: El Marciano(c.1) - Andy Weir

planeando todos los posiblesresultados. Eso es lo que hago.

Guo Ming, director de la AdministraciónEspacial Nacional de China, examinó ladesalentadora pila de papeles de su escritorio. Enlos viejos tiempos, cuando China quería lanzar uncohete, simplemente lo lanzaba. Ahora estabanobligados por acuerdos internacionales a advertirantes de ello a otras naciones. Era un requisito, se dijo Guo Ming, que no seexigía a Estados Unidos. A decir verdad, losestadounidenses anunciaban públicamente susplanes de lanzamiento con mucha antelación, demanera que equivalía a lo mismo. Rellenar el formulario era como caminar por lacuerda floja: tenía que dejar claras la fecha delanzamiento y la trayectoria, pero haciendo todo loposible por «ocultar secretos de Estado». Resopló viendo el último requisito. —Ridículo —murmuró. La Taiyang Shen no tenía valor estratégico ni

Page 405: El Marciano(c.1) - Andy Weir

militar. Era una sonda no tripulada quepermanecería en la órbita de la Tierra menos dedos días. Después viajaría hasta una órbita solarsituada entre Mercurio y Venus. Sería la primerasonda heliológica de China que orbitaría el Sol. Sin embargo, el Consejo de Estado insistía enque todos los lanzamientos fueran secretos,incluidos aquellos sobre los que no había nada queocultar. De ese modo, otras naciones no podíaninferir de la falta de transparencia qué lanzamientollevaba carga clasificada. Una llamada a la puerta interrumpió su trabajoburocrático. —Adelante —dijo Guo Ming, feliz por lainterrupción. —Buenas tardes, señor —repuso el subdirectorZhu Tao. —Tao, bienvenido de nuevo. —Gracias, señor. Me alegro de estar otra vez enPekín. —¿Cómo han ido las cosas en Jiuquan? —preguntó Guo Ming—. No haría demasiado frío,espero. Nunca entenderé por qué nuestras

Page 406: El Marciano(c.1) - Andy Weir

instalaciones de lanzamiento están en plenodesierto de Gobi. —Hacía frío, pero era soportable —dijo ZhuTao. —¿Y cómo van los preparativos dellanzamiento? —Me alegro de informar de que están todos enplazo. —Excelente. —Guo Ming sonrió. Zhu Tao se sentó en silencio, mirando a su jefe. Guo Ming miró con expectación a su visitante,pero Zhu Tao ni se levantó para salir ni dijo nada. —¿Algo más, Tao? —preguntó Guo Ming. —Hum —dijo Zhu Tao—. Seguro que ha oídohablar de la sonda Iris, ¿verdad? —Sí. —Guo frunció el ceño—. Una situaciónterrible. Ese pobre hombre morirá de hambre. —Puede que sí —dijo Zhu Tao—. Puede que no. Guo Ming se apoyó en su silla. —¿De qué estás hablando? —Del cohete propulsor de la Taiyang Shen,señor. Nuestros ingenieros han hecho cálculos ytiene suficiente combustible para propulsarla hasta

Page 407: El Marciano(c.1) - Andy Weir

la órbita de Marte. Podría llegar allí encuatrocientos diecinueve días. —¿Estás de broma? —¿Alguna vez me ha oído bromear, señor? Guo Ming se levantó y se pellizcó la barbilla.Paseando, dijo: —¿Podemos realmente enviar la Taiyang Shen aMarte? —No, señor —dijo Zhu Tao—. Es demasiadopesada. El enorme escudo térmico la convierte enla sonda no tripulada más pesada que hemosconstruido. Esa es la razón por la que el propulsortiene que ser tan potente. Pero una carga más ligerapodría ser enviada a Marte. —¿Cuánta masa podríamos enviar? —preguntóGuo Ming. —Novecientos cuarenta y un kilos, señor. —Hum —dijo Guo Ming—. Apuesto a que laNASA podría trabajar con esa limitación. ¿Por quéno se han puesto en contacto con nosotros? —Porque no lo saben —dijo Zhu Tao—. Todanuestra tecnología de propulsión es informaciónclasificada. El Ministerio de Seguridad del Estado

Page 408: El Marciano(c.1) - Andy Weir

incluso propaga desinformación sobre nuestrascapacidades. Por razones obvias. —Así pues, no saben que podemos ayudarlos —dijo Guo Ming—. Si decidimos no hacerlo, nadiesabrá que podíamos. —Correcto, señor. —Pongamos que decidimos ayudar. Entonces,¿qué? —El tiempo estaría en nuestra contra, señor —respondió Zhu Tao—. Teniendo en cuenta laduración del viaje y los suministros que le quedana su astronauta, la sonda tendría que ser lanzadadentro de un mes, e incluso así ese hombre pasaríahambre. —Eso es justo cuando planeamos lanzar laTaiyang Shen. —Sí, señor. Pero tardaron dos meses enconstruir la Iris, con tanto apresuramiento quefracasó. —Ese es su problema —dijo Guo Ming—. Anosotros nos correspondería proporcionar elpropulsor. Lo lanzaríamos desde Jiuquan; nopodemos enviar un cohete de ochocientas

Page 409: El Marciano(c.1) - Andy Weir

toneladas a Florida. —Cualquier acuerdo dependería de que losamericanos nos reembolsaran el coste delpropulsor —dijo Zhu Tao—, y el Consejo deEstado probablemente querrá favores políticos porparte del Gobierno de Estados Unidos. —El reembolso sería en vano —dijo Guo Ming—. Ha sido un proyecto caro y el Consejo deEstado no ha parado de quejarse. Si recibiera unasuma elevada se la quedaría. No podríamosconstruir otro propulsor. —Enlazó las manosdetrás de la espalda—. Puede que el puebloamericano sea sentimental, pero su Gobierno no loes. El Departamento de Estado estadounidense nocanjearía algo importante por la vida de unhombre. —Entonces, ¿no hay esperanza? —preguntó ZhuTao. —No es que no haya esperanza —lo corrigióGuo Ming—, pero es difícil. Si esto se convierteen una negociación diplomática, nunca llegará apuerto. Necesitamos mantener este asunto entrecientíficos: de agencia espacial a agencia espacial.

Page 410: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Buscaré un traductor y llamaré a la NASA.Redactaremos un acuerdo y se lo presentaremos anuestros gobiernos como un hecho consumado. —Pero ¿qué pueden hacer ellos por nosotros? —preguntó Zhu Tao—. Renunciando al propulsorcancelaremos la puesta en órbita de la TaiyangShen. Guo Ming sonrió. —Nos darán algo que no podemos conseguir sinellos. —¿Y qué es? —Pondrán un astronauta chino en Marte. Zhu Tao se levantó. —Por supuesto. —Sonrió—. La tripulación de laAres 5 todavía no ha sido seleccionada.Insistiremos en que queremos un tripulante; uno alque podamos elegir y entrenar. La NASA y elDepartamento de Estado seguramente aceptarán.Pero ¿y nuestro Consejo de Estado? Guo Ming sonrió con astucia. —¿Rescatar a los americanos y que todo elmundo lo sepa? ¿Poner a un astronauta chino enMarte? El mundo considerará a China un país igual

Page 411: El Marciano(c.1) - Andy Weir

que Estados Unidos en materia espacial. Losmiembros del Consejo de Estado venderían a sumadre por eso. Teddy escuchó lo que tenía que decirle quien lehablaba por teléfono. Cuando terminó, suinterlocutor guardó silencio y esperó unarespuesta. Teddy procesó lo que acababa de oír con lamirada perdida. —Sí —respondió al cabo de unos segundos.

Johanssen: Tu póster se ha vendido más que todoslos nuestros juntos. Eres una chicacañón que estuvo en Marte. Estás en lasparedes de residencias de estudiantesde todo el mundo. Estando tan buena, ¿por qué eres tanfriqui? Y lo eres, lo sabes. Una friqui delibro. Tengo que hacer no sé qué mierda

Page 412: El Marciano(c.1) - Andy Weir

con el ordenador para conseguir que laPathfinder se comunique con elvehículo de superficie y ¡oh, Dios mío!Tengo a la NASA diciéndome qué hacera cada momento. Deberías intentar ser más enrollada.Llevar gafas oscuras y chaqueta decuero. Usar una navaja automática.Aspirar a un nivel de buen rolloconocido como «buen rollito botánico». ¿Sabías que la comandante Lewis tuvouna charla con nosotros, los hombres?Si alguno intentaba ligar contigo, seríaapartado de la misión. Supongo quedespués de una vida mandando a losmarineros, está harta y tiene un punto devista injusto. En cualquier caso, la cuestión es queeres una friqui. Recuérdame que te líelas mantas la próxima vez que te vea.

—Muy bien, aquí estamos otra vez —dijo Bruce

Page 413: El Marciano(c.1) - Andy Weir

a los directores reunidos del JPL—. Todos habéisoído hablar del cohete de la Taiyang Shen, así quesabéis que nuestros amigos chinos nos han dadootra oportunidad. Pero esta vez será más difícil. »El cohete de la Taiyang Shen estará listo parasu lanzamiento dentro de veintiocho días. Si selanza a tiempo, nuestra carga llegará a Marte ensol 624, seis semanas después de que Watneyempiece a quedarse sin comida. La NASA ya estáestudiando la forma de estirar su suministro. »Hicimos historia al terminar la Iris en sesenta ytres días. Ahora tenemos que hacerlo enveintiocho. —Miró los rostros de incredulidad—.Chicos, esta va a ser la nave espacial más cutrejamás construida. Solo hay una forma determinarla tan deprisa: sin sistema de aterrizaje. —Perdón, ¿qué? —tartamudeó Jack Trevor. Bruce asintió. —Me has oído bien. Sin sistema de aterrizaje.Necesitaremos orientación para ajustes detrayectoria en vuelo. Pero cuando llegue a Marteva a estrellarse. —¡Es una locura! —dijo Jack—. Irá a una

Page 414: El Marciano(c.1) - Andy Weir

velocidad demencial cuando impacte. —Sí —convino Bruce—. Con una resistenciaatmosférica ideal, impactará a trescientos metrospor segundo. —¿De qué le servirá a Watney una sondapulverizada? —preguntó Jack. —Mientras la comida no se queme en la entrada,Watney podrá ingerirla —dijo Bruce. Volviéndosea la pizarra blanca, empezó a dibujar un gráficobásico de organización—. Quiero dos equipos —empezó—. El equipo uno construirá la cápsulaexterior, el sistema de orientación y lospropulsores. Lo único que necesitamos es quellegue a Marte. Quiero un sistema lo más seguroposible. El propergol en aerosol sería lo mejor.Una radio para que podamos hablar y software denavegación de satélite estándar. »El equipo dos se ocupará de la carga. Tendráque encontrar una forma de contener la comidadurante el impacto. Si las barras de proteínaschocan contra la arena a trescientos metros porsegundo, serán arena con aroma de proteínas. Lanecesitamos comestible después del impacto.

Page 415: El Marciano(c.1) - Andy Weir

»El peso puede ser de novecientos cuarenta y unkilos. Al menos trescientos tienen que ser decomida. Manos a la obra. —Ah, ¿doctor Kapoor? —dijo Rich,asomándose en la oficina de Venkat—. ¿Tiene unminuto? Venkat le hizo un gesto para que pasara. —¿Tú eres...? —Rich, Rich Purnell —dijo, entrando en laoficina con un fajo desordenado de papeles—. Deastrodinámica. —Me alegro de conocerte —dijo Venkat—.¿Qué puedo hacer por ti, Rich? —Se me ocurrió algo hace un tiempo. He pasadomuchas horas con eso. —Descargó los papeles enel escritorio de Venkat—. Deje que encuentre elresumen... Venkat miró apenado el escritorio que unmomento antes estaba despejado. Lo cubríandecenas de hojas impresas. —¡Aquí está! —exclamó Rich triunfal, cogiendo

Page 416: El Marciano(c.1) - Andy Weir

un papel. Luego su expresión se entristeció—. No,no es esta. —Rich —dijo Venkat—. Quizá deberíascontarme simplemente de qué se trata. Rich miró el lío de papeles y suspiró. —Es que tengo un resumen fantástico... —¿Un resumen de qué? —De cómo salvar a Watney. —Ese plan ya está en marcha —dijo Venkat—.Es un intento desesperado, pero... —¿El cohete de la Taiyang Shen? —Richresopló—. No funcionará. No se puede construiruna sonda a Marte en un mes. —A buen seguro que vamos a intentarlo —dijoVenkat, picado. —Oh, lo siento, ¿estoy siendo un incordio? —preguntó Rich—. No me relaciono bien con lagente. A veces soy difícil. Ojalá los demás me lodijeran. El caso es que el cohete de la TaiyangShen es de importancia vital. De hecho, mi idea nofuncionará sin él. Pero ¿una sonda a Marte? ¡Andaya! —Muy bien —dijo Venkat—. ¿Cuál es tu idea?

Page 417: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Rich cogió un papel del escritorio. —¡Aquí está! —Se lo pasó a Venkat con unasonrisa infantil. Venkat cogió el resumen y lo hojeó. Cuanto másleía, más abría los ojos. —¿Estás seguro de esto? —¡Absolutamente! —Rich sonrió. —¿Se lo has contado a alguien? —¿A quién iba a contárselo? —No lo sé —dijo Venkat—. ¿A tus amigos? —No tengo ninguno. —Vale, ni pío de esto. —¿Qué? —Quiero decir que no se lo digas a nadie. —¿Ni pío? —repitió Rich—. Es una expresiónestúpida. —Rich, estás siendo difícil. —Ah. Gracias.

Vogel: El tiro de ser tu respaldo ha salidopor la culata.

Page 418: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Imagino que la NASA suponía que labotánica y la química son similaresporque las dos terminan en «ica». Deuna forma u otra, terminé siendo tuquímico de respaldo. ¿Recuerdas cuando te hicieron pasarun día entero explicándome tusexperimentos? Fue durante la intensapreparación para la misión. Puede quelo hayas olvidado. Empezaste mi formación invitándomea una cerveza..., para desayunar. Losalemanes sois formidables. Da igual, ahora que tengo tiempo desobra, la NASA me ha dado un montónde trabajo, y todas las chorradas dequímica están en la lista. Así que tengoque hacer experimentos aburridísimoscon tubos de ensayo y suelo y niveles depH y zzzzz... Mi vida se ha convertido en una luchadesesperada por la supervivencia..., yalgún que otro análisis volumétrico.

Page 419: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Francamente, sospecho que eres unsupervillano. Eres químico, tienesacento alemán, tenías una base enMarte..., ¿qué más se puede pedir?

—¿Qué demonios es el Proyecto Elrond? —preguntó Annie. —Tenía que ponerle algo —dijo Venkat. —¿Y solo se te ocurrió Elrond? —insistióAnnie. —¿Porque es una reunión secreta? —aventuróMitch—. El mensaje de correo electrónico decíaque no podía decírselo ni a mi ayudante. —Os lo explicaré todo cuando llegue Teddy —dijo Venkat. —¿Elrond significa «reunión secreta»? —preguntó Annie. —¿Vamos a tomar una decisión precipitada? —preguntó Bruce Ng. —Exactamente —dijo Venkat. —¿Cómo lo sabes? —preguntó Annie. Se estabaenfadando.

Page 420: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Elrond —dijo Bruce—. El Concilio deElrond. Eso es de El Señor de los Anillos. Es lareunión en la que deciden destruir el Anillo Único. —Joder —dijo Annie—. ¿Ninguno de vosotrosechó un polvo en la universidad? —Buenos días —saludó Teddy al entrar en lasala de conferencias. Se sentó y apoyó las manosen la mesa—. ¿Alguien sabe de qué va estareunión? —preguntó. —Espera un momento —dijo Mitch—. ¿Nisiquiera lo sabe Teddy? Venkat inspiró profundamente. —Uno de nuestros astrodinámicos, Rich Purnell,ha descubierto una forma de devolver la Hermes aMarte. La trayectoria que se le ha ocurrido lallevaría a Marte en sol 549. Silencio. —¿Te estás quedando con nosotros? —preguntóAnnie. —¿En sol 549? ¿Cómo es posible? —preguntóBruce—. Ni siquiera la Iris habría aterrizadohasta sol 588. —La Iris es una nave con impulsor en punta —

Page 421: El Marciano(c.1) - Andy Weir

dijo Venkat—. La Hermes tiene un motor iónico deimpulso constante. Siempre está acelerando.Además, la Hermes lleva mucha velocidad ahoramismo. En su actual trayectoria de intercepción dela Tierra, tendrá que desacelerar durante un messolo para frenar hasta la velocidad de la Tierra. Mitch se frotó la nuca. —Vaya..., 549. Treinta y cinco soles antes de queWatney se quede sin comida. Podría resolverlotodo. Teddy se inclinó hacia delante. —Cuéntanoslo, Venkat. ¿Qué implicaría? —Bueno, si hicieran esa «maniobra RichPurnell», empezarían a acelerar enseguida paramantener la velocidad e incluso aumentarla. Nointerceptarían la Tierra, pero se acercarían losuficiente a ella para ajustar la trayectoriasirviéndose de la gravedad. Más o menosentonces, recogerían una sonda dereabastecimiento con provisiones para laprolongación del viaje. »Después estarían en órbita de aceleración haciaMarte, donde llegarían en sol 549. Como he dicho,

Page 422: El Marciano(c.1) - Andy Weir

es una aproximación. No es nada parecido a unamisión Ares normal. Irán demasiado deprisa paracaer en órbita. El resto de la maniobra losdevolverá a la Tierra. Estarán en casa doscientosonce días después de la aproximación. —¿De qué sirve esa aproximación? —preguntóBruce—. No tienen forma de sacar a Watney de lasuperficie. —Sí... —dijo Venkat—. Ahora viene lodesagradable: Watney tendría que llegar al VAMde la Ares 4. —¿Al cráter Schiaparelli? —Mitch estabaatónito—. ¡Está a tres mil doscientos kilómetrosde distancia! —Tres mil doscientos cincuenta y nuevekilómetros, para ser exactos —dijo Venkat—. Noes algo descartable de entrada. Fue a buscar laPathfinder y volvió. Para ello recorrió más de milquinientos kilómetros. —Eso era por terreno llano y desértico —intervino Bruce—, pero el viaje al Schiaparelli... —Baste decir que será muy difícil y peligroso—lo interrumpió Venkat—. Sin embargo, tenemos

Page 423: El Marciano(c.1) - Andy Weir

un montón de científicos listos para ayudarnos apreparar el vehículo de superficie. También habríaque hacer modificaciones al VAM. —¿Qué pasa con el VAM? —preguntó Mitch. —Está diseñado para llegar a una órbita baja deMarte —explicó Venkat—. Pero la Hermesrealizaría una aproximación, así que el VAMdebería escapar por completo de la gravedad deMarte para interceptarla. —¿Cómo? —preguntó Mitch. —Tendría que perder peso..., un montón de peso.Puedo poner habitaciones llenas de gentetrabajando en esos problemas si decidimoshacerlo. —Antes has mencionado una sonda deabastecimiento para la Hermes —dijo Teddy—.¿Tenemos esa capacidad? —Sí, con la Taiyang Shen —repuso Venkat—.Intentaríamos un acoplamiento cerca de la Tierra.Es mucho más fácil que llevar una sonda a Marte,eso está claro. —Ya veo —dijo Teddy—. Así que tenemos dosopciones sobre la mesa: enviar a Watney comida

Page 424: El Marciano(c.1) - Andy Weir

suficiente para que aguante hasta la Ares 4 oenviar a la Hermes a recogerlo ahora mismo. Losdos planes requieren el uso del cohete de laTaiyang Shen, con lo cual solo podemos poner unoen práctica. —Sí —dijo Venkat—. Tenemos que elegir uno. Todos se tomaron un momento para considerarlo. —¿Y la tripulación de la Hermes? —preguntóAnnie, rompiendo el silencio—. ¿No tendránproblemas al añadir...? —Hizo un rápido cálculomental—. ¿Quinientos treinta y tres días a sumisión? —No se lo pensarán ni un segundo —dijo Mitch—. Por eso Venkat ha convocado esta reunión. —Miró a este—. Quiere que lo decidamos nosotros. —Exacto —dijo Venkat. —Debería ser decisión de la comandante Lewis—sugirió Mitch. —No tiene sentido preguntárselo —aseguróVenkat—. Debemos tomar nosotros esta decisión;es una cuestión de vida o muerte. —Ella es la comandante de la misión —dijoMitch—. Las decisiones de vida o muerte son su

Page 425: El Marciano(c.1) - Andy Weir

maldito trabajo. —Calma, Mitch —le advirtió Teddy. —Chorradas —protestó Mitch—. Pasáis poralto a la tripulación cada vez que algo va mal. Noles dijisteis que Watney seguía vivo; ahora noqueréis decirles que hay una forma de salvarlo. —Ya tenemos una forma de salvarlo —dijoTeddy—. Solo estamos discutiendo otra. —¿El aterrizador de choque? —dijo Mitch—.¿Alguien piensa que va a funcionar? —Muy bien, Mitch —dijo Teddy—. Hasexpresado tu opinión y la hemos oído. Sigamos. —Se volvió hacia Venkat—. ¿La Hermes puedefuncionar quinientos treinta y tres días más deltiempo programado para la misión? —Debería —repuso este—. La tripulaciónpodría tener que arreglar alguna que otra cosa,pero están bien preparados. Recuerda que laHermes se construyó para las cinco misiones Ares.Solo ha pasado la mitad de su tiempo de vidaprogramado. —Es la más cara que se ha construido —dijoTeddy—. No podemos fabricar otra. Si algo va

Page 426: El Marciano(c.1) - Andy Weir

mal, la tripulación morirá y adiós al ProgramaAres. —Perder la tripulación sería un desastre —dijoVenkat—, pero no perderíamos la Hermes.Podríamos hacerla funcionar de manera remota.Siempre y cuando el reactor y los motores de ionescontinuaran funcionando, podríamos traerla devuelta. —El viaje espacial es peligroso —dijo Mitch—.No podemos convertir esto en una discusión sobrelo que es más seguro. —No estoy de acuerdo —dijo Teddy—. Estaconversación es precisamente sobre lo que resultamás seguro, y sobre cuántas vidas hay en juego.Ambos planes son arriesgados, pero reabastecer aWatney solo pone en peligro a una vida, mientrasque la maniobra Rich Purnell pone en peligro aseis. —Considera el grado de riesgo, Teddy —dijoVenkat—. Mitch tiene razón. El aterrizaje-choquees de alto riesgo: podría no caer en Marte; reentrarmal y arder; chocar con demasiada fuerza ydestrozar la comida... Calculamos un treinta por

Page 427: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ciento de posibilidades de éxito. —¿Un encuentro cerca de la Tierra con laHermes es más factible? —preguntó Teddy. —Mucho más factible —confirmó Venkat—.Con retrasos de transmisión por debajo de unsegundo, podemos controlar la sonda directamentedesde la Tierra en lugar de confiar en sistemasautomáticos. Cuando llegue el momento, elcomandante Martinez puede pilotarla remotamentedesde la Hermes sin ningún retraso de transmisión.Y la Hermes tiene una tripulación capaz de superarcualquier tropiezo que se produzca. Además, notendremos que hacer una reentrada; la comida notendrá que soportar un impacto a trescientosmetros por segundo. —Entonces —ofreció Bruce—, tenemosbastantes probabilidades de matar a una persona omenos probabilidades de matar a seis personas.¡Joder! ¿Cómo vamos a tomar esta decisión? —Nosotros hablamos del asunto y luego Teddytoma la decisión —dijo Venkat—. No estoy segurode qué otra cosa podemos hacer. —Podemos dejar que Lewis... —empezó Mitch.

Page 428: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Sí, aparte de eso —lo interrumpió Venkat. —Una pregunta —dijo Annie—. ¿Por qué estoyaquí? Esto parece algo para que lo discutáis losfriquis. —Tienes que estar en el ajo —dijo Venkat—.Todavía no lo estamos decidiendo. Debemosestudiar tranquilamente los detalles. Algo podríafiltrarse y tienes que estar preparada para sortearpreguntas. —¿Cuánto tiempo tenemos para tomar unadecisión? —preguntó Teddy. —La franja para poder empezar la maniobratermina dentro de treinta y nueve horas. —Muy bien —dijo Teddy—. Esto va para todos:solo hablamos de esto en persona o por teléfono,nunca por correo electrónico, y no se lo contamosa nadie. Salvo los que estamos aquí nadie debesaberlo. Lo último que necesitamos es a la opiniónpública presionando para un rescate de vaqueroque podría ser imposible.

Beck:

Page 429: El Marciano(c.1) - Andy Weir

¡Eh, tío! ¿Cómo va? Ahora que estoy en una «situaciónfunesta» ya no tengo que respetar losconvencionalismos. Seré sincero contodos. Teniendo eso en cuenta, debo decirteque... Tío, tienes que decirle aJohanssen lo que sientes. Si no lo haces,lo lamentarás toda la vida. No te mentiré: podría salir mal. Notengo ni idea de lo que opina de ti..., nide nada. La tía es rara. Pero espera a que termine la misión.Vas a estar en una nave con ella dosmeses más. Además, si os liais mientrasla misión está en marcha, Lewis osmatará.

Venkat, Mitch, Annie, Bruce y Teddy sereunieron por segunda vez en otros tantos días. ElProyecto Elrond, envuelto en un velo desecretismo, había adquirido una connotación

Page 430: El Marciano(c.1) - Andy Weir

misteriosa en el centro espacial. Muchos habíanoído hablar de él, nadie conocía su propósito. Se especulaba mucho. Algunos pensaban quehabía un programa completamente nuevo enmarcha. A otros les preocupaba que pudieratratarse de una maniobra para cancelar lasmisiones Ares 4 y Ares 5. Muchos opinaban queera la Ares 6 ya en marcha. —No ha sido una decisión fácil —dijo Teddy ala elite de los reunidos—, pero me he decididopor la Iris 2. No habrá maniobra Rich Purnell. Mitch dio un puñetazo en la mesa. —Haremos todo lo que podamos para quefuncione —aseguró Bruce. —Si no es preguntar demasiado —empezóVenkat—, ¿qué te ha llevado a tomar esa decisión? Teddy suspiró. —Es una cuestión de riesgo —dijo—. La Iris 2solo pone en peligro una vida. La Rich Purnellpone en peligro seis. Sé que la opción de RichPurnell tiene más probabilidades de funcionar,pero no creo que sea seis veces más probable quelo haga.

Page 431: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Cobarde —dijo Mitch. —Mitch... —le advirtió Venkat. —Eres un maldito cobarde —continuó Mitch,ignorando a Venkat—. Solo quieres reducir elnúmero de bajas. Has adoptado una postura decontrol de daños. No te importa nada la vida deWatney. —Por supuesto que me importa —repuso Teddy—, y estoy harto de tu actitud infantil. Puedes tenertodas las rabietas que quieras, pero el restotenemos que ser adultos. Esto no es un programade televisión; la solución más arriesgada nosiempre es la mejor. —El espacio es peligroso —soltó Mitch—. Eslo que hacemos aquí. Si quieres estar a salvo todoel tiempo, vete a una compañía de seguros. Y, porcierto, ni siquiera es tu vida la que está en peligro.La tripulación puede decidir sobre esto. —No, no pueden decidir —respondió Teddy—.Están demasiado implicados emocionalmente, y esevidente que tú también. No voy a arriesgar cincovidas más para salvar una. Sobre todo cuandopodríamos salvarla sin ponerlas en peligro.

Page 432: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—¡Chorradas! —soltó Mitch levantándose—.Solo te estás autoconvenciendo de que elaterrizaje-choque funcionará para no tener quecorrer riesgos, cobarde hijo de perra. Salió en tromba de la sala, dando un portazo. Al cabo de unos segundos, Venkat lo siguió. —Me aseguraré de que se calma —dijo. Bruce se arrellanó en su silla. —Qué... —dijo con nerviosismo—. Somoscientíficos, por el amor de Dios. ¿Qué demonios? Annie reunió con calma sus cosas y las metió enel maletín. Teddy la miró. —Lo siento, Annie —dijo—. ¿Qué puedo decir?A veces los hombres dejan que la testosterona losdomine... —Esperaba que te diera una patada en el culo —lo interrumpió ella. —¿Qué? —Sé que te preocupan los astronautas, pero éltiene razón. Eres un puto cobarde. Si tuvieraspelotas, conseguiríamos salvar a Watney.

Page 433: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Lewis: Hola, comandante. Entre la formación y nuestro viaje aMarte, pasé dos años trabajandocontigo. Creo que te conozco bastantebien. Así que supongo que todavía teculpas por mi situación, a pesar de mianterior mensaje de correo electrónicopidiéndote que no lo hagas. Te enfrentabas a una situaciónimposible y tomaste una decisióndifícil. Eso hacen los comandantes, y latuya fue correcta. Si hubieras esperadomás, el VAM habría volcado. Estoy seguro de que has repasadomentalmente todos los resultadosposibles, así que sabes que no podríashaber hecho nada de manera distinta(salvo ser vidente). Probablemente piensas que perder aun miembro de la tripulación es lo peorque puede pasar. No es cierto. Perder atoda la tripulación es peor. Tú

Page 434: El Marciano(c.1) - Andy Weir

impediste que eso ocurriera. Pero hay algo más importante quedebemos discutir: ¿qué pasa contigo y lamúsica disco? Puedo entender lo de latele de los setenta, porque a todo elmundo le gustan los melenudos conenormes collares. ¿Pero la músicadisco? ¿¡Música disco!?

Vogel comprobó la posición y orientación de laHermes contra la senda proyectada. Coincidía,como de costumbre. Además de ser el químico dela misión, también era un astrofísico consumado.Aunque sus deberes como navegador eranridículamente fáciles. El ordenador conocía la trayectoria. Sabíacuándo angular la nave para que los motores deiones pudieran dirigirse correctamente. Y conocíala situación de la nave en todo momento (fácil decalcular a partir de la posición del Sol y la Tierra,y conocer la posición exacta a partir de un reloj

Page 435: El Marciano(c.1) - Andy Weir

atómico de a bordo). Si no se producía un fallo completo delordenador u otra situación crítica, los vastosconocimientos de astrodinámica de Vogel nuncaentrarían en juego. Después de completar la verificación, hizo undiagnóstico de los motores. Funcionaban almáximo. Hizo todo esto desde su posición. Todoslos ordenadores de a bordo podían controlar todaslas funciones de la nave. Atrás habían quedado losdías de visitar los motores para verificar sufuncionamiento. Terminado su trabajo del día, tuvofinalmente tiempo para leer el correo electrónico. Repasó los mensajes que la NASA considerabaimportante cargar, leyó los más interesantesprimero y respondió a los que era necesarioresponder. Sus respuestas pasaban a la memoriacaché para su envío en cuanto Johanssenestableciera conexión. Un mensaje de su mujerdespertó su curiosidad. Titulado «unsere kinder»(nuestros niños), no contenía más que una imagenadjunta. Alzó una ceja. Varias cosas captaron suatención. Primero, debería haber escrito kinder en

Page 436: El Marciano(c.1) - Andy Weir

mayúscula. Era poco probable que Helena,profesora de primaria en Bremen, cometiera esafalta. Además, entre ellos llamaban con afecto asus niños die Affen. Cuando trató de abrir la imagen, su visor leinformó de que el archivo era ilegible. Recorrió elestrecho pasillo. Los camarotes de la tripulaciónestaban contra el casco externo de la nave quegiraba de manera constante para aumentar almáximo la gravedad simulada. La puerta deJohanssen estaba abierta, como de costumbre. —Johanssen, buenas noches —dijo Vogel. La tripulación seguía el mismo horario y casi erahora de acostarse. —¡Ah, hola! —dijo Johanssen, apartando lamirada del ordenador. —Tengo un problema con mi ordenador —leexplicó Vogel—. ¿Podrías ayudarme? —Claro. —Estás en tu tiempo libre —dijo Vogel—. Quizámejor mañana, cuando estés de servicio. —Ahora me va bien —dijo ella—. ¿Qué pasa? —Es un archivo: una imagen que mi ordenador

Page 437: El Marciano(c.1) - Andy Weir

no puede mostrarme. —¿Dónde está el archivo? —preguntó ella,escribiendo en su teclado. —En mi espacio compartido. Es kinder.jpg. —Deja que le eche un vistazo —dijo ella. Sus dedos volaron sobre el teclado mientras seabrían y se cerraban ventanas en la pantalla. —Desde luego la cabecera del jpg es incorrecta—dijo ella—. Probablemente se dañó durante ladescarga. Deja que eche un vistazo con un editorhexadecimal, veamos si podemos hacer algo... —Al cabo de un rato, dijo—: No es un jpg. Es unarchivo ASCII. Parece como..., bueno, no sé lo quees. Parecen un montón de fórmulas matemáticas.—Hizo un gesto hacia la pantalla—. ¿Algo de estotiene sentido para ti? Vogel se inclinó hacia delante, mirando el texto. —Ja —dijo—. Es una maniobra de trayectoriapara la Hermes. Dice que se llama maniobra RichPurnell. —¿Qué es? —preguntó Johanssen. —No he oído hablar de esta maniobra. —Vogelmiró las tablas—. Es complicada..., muy

Page 438: El Marciano(c.1) - Andy Weir

complicada... —Se quedó helado—. ¿Sol 549? —exclamó—. Mein Gott! La tripulación de la Hermes disfrutaba de sutiempo libre en la llamada «zona de recreo».Formada por una mesa y apenas sitio para que sesentaran seis personas, tenía un rango bajo en laprioridad de gravedad. Su ubicación, en el centrode la nave, le garantizaba únicamente 0,2 G. Noobstante, esa gravedad bastaba para mantener atodos en el asiento mientras sopesaban lo que lesdecía Vogel. —... entonces la misión concluiría con unainterceptación terrestre doscientos once díasdespués —terminó. —Gracias, Vogel —dijo Lewis. Ya habíaescuchado la explicación cuando Vogel habíarecurrido a ella, pero Johanssen, Martinez y Beckestaban escuchándola por primera vez. Les dio unmomento para digerirla. —¿Funcionará? —preguntó Martinez. —Ja —Vogel asintió—. He repasado los

Page 439: El Marciano(c.1) - Andy Weir

cálculos. Todo cuadra. Es una trayectoria brillante,asombrosa. —¿Cómo saldría Watney de Marte? —preguntóMartinez. Lewis se inclinó hacia delante. —Había más información en el mensaje —empezó—. Nosotros tendríamos que recoger unreabastecimiento cerca de la Tierra, y él tendríaque llegar al VAM de la Ares 4. —¿Por qué tanto misterio? —preguntó Beck. —Según el mensaje —explicó Lewis—, laNASA rechazó la idea. Prefieren correr un granriesgo con Watney que un pequeño riesgo contodos nosotros. Quien haya metido esto en elcorreo electrónico de Vogel obviamente no está deacuerdo. —Entonces —dijo Martinez—, ¿estamoshablando de desobedecer la decisión de la NASA? —Sí —confirmó Lewis—. De eso exactamenteestamos hablando. Si realizamos la maniobra,tendrán que enviar la nave de reabastecimiento omoriremos. Tenemos la oportunidad de forzar lamano.

Page 440: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—¿Vamos a hacerlo? —preguntó Johanssen. Todos miraron a Lewis. —No voy a mentiros —dijo ella—. Desde luegoque me gustaría, pero no es una decisión como lasdemás. La NASA ha rechazado la maniobraexpresamente. Hablamos de un motín, y no lo digoa la ligera. —Se levantó y caminó con lentitud entorno a la mesa—. Solo lo haremos si todosestamos de acuerdo. »Antes de que respondáis, considerad lasconsecuencias. Si fracasamos en la recogida desuministros, moriremos. Si fracasamos con lagravedad de la Tierra, moriremos. »Si lo hacemos todo a la perfección, añadiremosquinientos treinta y tres días a nuestra misión.Quinientos treinta y tres días de viaje espacialimprevisto en los que cualquier cosa puede fallar.El mantenimiento sería un incordio. Podríaromperse algo que no seamos capaces de arreglar.Si es una avería crítica, moriremos. —¡Me apunto! —Martinez sonrió. —Tranqui, vaquero —dijo Lewis—. Tú y yosomos militares. Hay muchas posibilidades de que

Page 441: El Marciano(c.1) - Andy Weir

nos sometan a un consejo de guerra al llegar acasa. En cuanto al resto, os garantizo que novolverán a mandaros al espacio. Martinez se apoyó en la pared, con los brazoscruzados y una media sonrisa en el rostro. Losdemás reflexionaron en silencio sobre lo que habíadicho su comandante. —Si hacemos esto —dijo Vogel—, pasaremosmás de mil días en el espacio: suficientes paratoda una vida. No necesitaré volver. —Parece que Vogel se apunta. —Martinez sonrió—. Yo también, obviamente. —Hagámoslo —dijo Beck. —Si piensas que funcionará —le dijo Johanssena Lewis—. Confío en ti. —Vale —convino Lewis—. Si lo hacemos, ¿quéimplica? Vogel se encogió de hombros. —Trazo la ruta y la ejecuto —dijo—. ¿Qué más? —El control remoto —dijo Johanssen—. Estádiseñado para recuperar la nave si todos morimoso algo parecido. Pueden tomar el mando de laHermes desde Control de Misión.

Page 442: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Pero estamos aquí —dijo Lewis—. Podemosneutralizar lo que ellos intenten, ¿no? —La verdad es que no —apuntó Johanssen—. Elcontrol remoto tiene prioridad sobre los controlesde a bordo. Decide que ha ocurrido un desastre yque el panel de control de la nave no es de fiar. —¿Puedes desactivarlo? —preguntó Lewis. —Hum... —sopesó Johanssen—. La Hermestiene cuatro ordenadores de vuelo, cada uno deellos conectado con tres sistemas de comunicaciónde seguridad. Si cualquier ordenador recibe unaseñal de cualquier sistema de comunicaciones,Control de Misión puede tomar el mando.Imposible apagar los comunicadores porqueperderíamos telemetría y orientación. Imposibleapagar los ordenadores porque tenemos quecontrolar la nave. Tendré que desactivar el controlremoto de todos los sistemas... Forma parte delsistema operativo, así que tendré que modificar elcódigo... Sí, puedo hacerlo. —¿Estás segura? —preguntó Lewis—. ¿Puedesapagarlo? —No debería ser muy difícil —dijo Johanssen

Page 443: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—. Es un elemento de emergencia, no un programade seguridad. No está protegido contra códigomalintencionado. —¿Código malintencionado? —Beck sonrió—.Así que vas a hackearlo... —Sí. —Johanssen sonrió—. Supongo que sí. —Muy bien —dijo Lewis—. Parece quepodemos hacerlo, pero no quiero que la presióndel grupo obligue a nadie. Esperaremosveinticuatro horas. Durante ese tiempo, cualquieraes libre de cambiar de opinión. Solo decídmelo enprivado o enviadme un mensaje de correo.Cancelaré el plan y nunca diré a nadie a quién sedebió. Lewis se quedó atrás mientras el resto salían. Alverlos marcharse, notó que sonreían los cuatro.Por primera vez desde que habían abandonadoMarte, volvían a ser ellos mismos. Supo entoncesque nadie cambiaría de opinión. Iban a volver a Marte. Todos sabían que Brendan Hutch pronto dirigiría

Page 444: El Marciano(c.1) - Andy Weir

misiones. Había ascendido en la NASA tandeprisa como se podía en esa gran organizaciónmovida por la inercia. Tenía fama de trabajadordiligente, y su capacidad y sus cualidades deliderazgo estaban claras para todos sussubordinados. Brendan se ocupaba de Control de Misión entrela una de la noche y las nueve de la mañana todoslos días. Una actuación excelente y continuada enese papel le valdría sin duda un ascenso. Ya sehabía anunciado que sería auxiliar del controladorde vuelo en la misión Ares 4 y tenía muchasposibilidades de ocupar el puesto de másrelevancia en la Ares 5. —Vuelo, CAPCOM —dijo una voz en su casco. —Adelante, CAPCOM —respondió Brendan.Aunque estaban en la misma sala, el protocolo deradio se observaba en todo momento. —Actualización no prevista de estado desde laHermes. Con la Hermes a noventa segundos-luz dedistancia, la comunicación directa era pocopráctica. Relaciones con los medios aparte, la

Page 445: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Hermes se comunicaría por escrito hasta queestuviera más cerca. —Recibido —dijo Brendan—. Léela. —No..., no lo entiendo, Vuelo —leyó larespuesta—. No hay estado, solo una frase. —¿Qué dice? —El mensaje dice: «Houston, avisados: RichPurnell es un hombre-misil de mirada acerada.» —¿Qué? —preguntó Brendan—. ¿Quiéndemonios es Rich Purnell? —Vuelo, Telemetría —dijo otra voz. —Adelante, Telemetría —dijo Brendan. —La Hermes se ha desviado de su trayectoria. —CAPCOM, avisa a la Hermes de que se estádesviando. Telemetría, consigue un vector decorrección ya... —Negativo, Vuelo —lo interrumpió Telemetría—. No es un desvío. Han ajustado la trayectoria.Actualización de instrumentación muestra un girodeliberado de 27,812 grados. —¿Qué demonios? —tartamudeó Brendan—.CAPCOM, pregúntales qué demonios hacen. —Recibido, Vuelo. Mensaje enviado. Tiempo

Page 446: El Marciano(c.1) - Andy Weir

mínimo de respuesta: tres minutos, cuatrosegundos. —Telemetría, ¿alguna posibilidad de que sea unfallo de instrumentación? —Negativo, Vuelo. Estamos localizándolos conSatCon. La posición observada coincide con elcambio de trayectoria. —CAPCOM, lee tus registros y mira qué hizo elturno anterior. Mira si se ordenó un cambio detrayectoria y por alguna razón nadie nos lo hacomunicado. —Recibido, Vuelo. —Orientación, Vuelo —dijo Brendan. —Adelante, Vuelo —fue la respuesta delcontrolador de orientación. —Investiga cuánto tiempo pueden mantener estatrayectoria antes de que sea irreversible. ¿A partirde qué punto ya no podrán interceptar la Tierra? —Trabajando en eso ahora, Vuelo. —¡Y que alguien averigüe quién demonios esRich Purnell!

Page 447: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Mitch se derrumbó en el sofá en la oficina deTeddy. Puso los pies en la mesita de café y lesonrió. —¿Querías verme? —¿Por qué lo has hecho, Mitch? —preguntóTeddy. —¿Hacer qué? —Sabes perfectamente de qué estoy hablando. —Oh, ¿te refieres al motín de la Hermes? —preguntó Mitch poniendo cara de inocente—.¿Sabes?, sería un buen título para una película: Elmotín de la Hermes. Suena bien. —Sabemos que lo hiciste —le espetó Teddy—.No sabemos cómo, pero sabemos que les mandastela maniobra. —Así que no tenéis ninguna prueba. Teddy lo fulminó con la mirada. —No. Todavía no, pero estamos en ello. —¿En serio? —dijo Mitch—. ¿Es ese el mejoruso que podemos hacer de nuestro tiempo?Tenemos un plan de reabastecimiento próximo a laTierra, por no mencionar que debemos conseguirque Watney llegue al cráter Schiaparelli. Hay

Page 448: El Marciano(c.1) - Andy Weir

mucho en juego. —¡Tienes razón: hay mucho en juego! —bramóTeddy—. Después de tu pequeña hazaña estamoscomprometidos con esto. —Supuesta hazaña —puntualizó Mitch—.Supongo que Annie dirá a los medios que hemosdecidido intentar esta arriesgada maniobra sinmencionar el motín. —Por supuesto —dijo Teddy—. De lo contrariopareceríamos idiotas. —Entonces, todos contentos. —Mitch sonrió—.No se echa a nadie por cumplir las directrices dela NASA. Incluso Lewis está a salvo. ¿Qué motín?Además, quizá Watney viva. Final feliz a la vista. —Puede que hayas matado a toda la tripulación—contraatacó Teddy—. ¿Alguna vez has pensadoen eso? —El que les haya hecho llegar la maniobra sololes pasó información. Lewis tomó la decisión dellevarla a cabo. Si dejara que las emocionesnublaran su juicio, sería una comandante demierda, y ella no es una comandante de mierda. —Si puedo probar que fuiste tú, encontraré una

Page 449: El Marciano(c.1) - Andy Weir

forma de despedirte —le advirtió Teddy. —Claro. —Mitch se encogió de hombros—.Pero si no estuviera dispuesto a correr riesgospara salvar vidas, sería... —Pensó un momento—.Bueno, supongo que sería como tú.

Page 450: El Marciano(c.1) - Andy Weir

17 ENTRADA DE DIARIO: SOL 192 ¡Joder! ¡Vienen por mí! Ni siquiera sé cómo reaccionar. ¡Estoypatidifuso! Y tengo una tonelada de trabajo que hacer antesde coger ese autobús a casa. No pueden orbitar. Si no estoy en el espaciocuando pasen, lo único que podrán hacer serásaludarme. He de llegar al VAM de la Ares 4. Incluso laNASA acepta eso. Y cuando las niñeras de laNASA recomiendan un viaje de 3.200 kilómetros,sabes que tienes problemas. Schiaparelli, ¡allá voy! Bueno..., no ahora mismo. Todavía tengo quehacer la ya mencionada tonelada de trabajo.

Page 451: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Mi ida hasta la Pathfinder fue una excursioncitaen comparación con el viaje épico que se avecina.Me salvé de llevar un montón de cosas porquesolo tenía que sobrevivir dieciocho soles. Esta vezes diferente. Recorrí un promedio de 80 kilómetros por sol enmi viaje a la Pathfinder. Si lo hago igual de bienyendo hacia el cráter Schiaparelli, el viaje será decuarenta soles. Pongamos cincuenta para nopillarme los dedos. Pero debo hacer algo más que el viaje. A millegada, necesitaré montar un campamento y hacerunas cuantas modificaciones del VAM. La NASAcalcula que tardaré treinta soles, cuarenta y cincopara estar seguros. Entre el viaje y lasmodificaciones del VAM son noventa y cincosoles. Pongamos cien, porque el de noventa ycinco es un cálculo aproximado. Así que tendré que sobrevivir lejos del Habdurante cien soles. «¿Y el VAM? —te oigo preguntar (en miimaginación febril)—. ¿No tendrá suministros?¿Agua y aire, al menos?»

Page 452: El Marciano(c.1) - Andy Weir

No. No hay nada. Tiene depósitos de aire, pero vacíos. Una misiónAres requiere montones de O2, N2 y agua. ¿Porqué enviar más con el VAM? Es más fácil que latripulación lo llene desde el Hab. Por fortuna paramis compañeros de tripulación, siguiendo el plande misión, Martinez llenó los depósitos del VAMen sol 1. El acercamiento será en sol 549, así que tendréque salir en 449. Me quedan 257 soles paraponerme en marcha. Parece mucho tiempo, ¿no? En ese tiempo tendré que modificar el vehículode superficie para llevar los Tres Grandes, los treselementos imprescindibles: regulador atmosférico,oxigenador y purificador de agua. Los tres han deestar en el área presurizada, pero el vehículo no eslo bastante grande. Los tres tienen que estarfuncionando de manera permanente y, sin embargo,las baterías del vehículo de superficie nosoportarán esa carga mucho tiempo. En el vehículo también tendré que llevar toda micomida, agua y células fotovoltaicas, mis baterías

Page 453: El Marciano(c.1) - Andy Weir

extra, mis herramientas, algunos recambios y laPathfinder. Como mi único medio decomunicación con la NASA, la Pathfinder tendráque ir en el techo, al estilo de la abuela Clampett. Tengo un montón de problemas que resolver,pero cuento con un montón de gente lista pararesolverlos. Con casi todo el planeta Tierra. La NASA sigue puliendo los detalles, pero laidea es usar los dos vehículos de superficie. Unopara conducir y el otro como remolque de carga. Tendré que hacer cambios estructurales en elremolque. Por «cambios estructurales» me refieroa abrir un gran agujero en la carrocería. Despuésmeteré los Tres Grandes y usaré lona del Hab paracubrir el agujero. Abultará cuando presurice elvehículo, pero aguantará. ¿Cómo voy a cortar ungran pedazo de la carrocería del vehículo desuperficie? Dejaré que mi amable ayudante VenkatKapoor me lo explique.

[14.38] JPL: Estoy seguro de que teestás preguntando cómo abrir un agujero

Page 454: El Marciano(c.1) - Andy Weir

en el vehículo de superficie. Segúnnuestros experimentos, un taladro paraobtener muestras de roca atraviesa lacarrocería. El desgaste en la broca esmínimo (las rocas son más duras que elcompuesto de carbono). Puedes haceruna hilera de agujeros y arrancar losrestos entre ellos. Espero que te guste taladrar. Eltaladro tiene un centímetro de diámetro,los agujeros estarán separados 0,5 cm yla longitud total del corte es de 11,4metros. Eso equivale a 760 agujeros.Necesitarás 160 segundos para taladrarcada uno de ellos. Problema: los taladros no estánpensados para proyectos deconstrucción, sino para tomar muestrasde roca con rapidez. Las baterías soloduran 240 segundos. Dispones de dostaladros, así que solo podrás hacer tresagujeros antes de tener que recargar, yla recarga dura 41 minutos. En total,

Page 455: El Marciano(c.1) - Andy Weir

173 horas de trabajo limitadas a 8 horasEVA por día. Eso son 21 díastaladrando. Es demasiado. El resto denuestras ideas dependen de que estecorte funcione. Si no es así,necesitaremos tiempo para que se nosocurran otras. Así que queremos que conectes untaladro directamente a la corriente delHab. El taladro necesita 28,8 voltios y 9amperios. Las únicas líneas que puedenalimentarlo son las de recarga delvehículo de superficie, de 36 voltios y10 amperios como máximo. Tienes dos,puedes modificar una. Te enviaremos instrucciones parareducir el voltaje y poner un nuevointerruptor en la línea, pero estoy segurode que ya sabes hacerlo.

Mañana jugaré con alto voltaje. ¿Qué puede salir

Page 456: El Marciano(c.1) - Andy Weir

mal? ¡Nada puede salir mal! ENTRADA DE DIARIO: SOL 193 He conseguido no matarme hoy, aunque he estadotrabajando con alto voltaje. Bueno, no ha sido tanemocionante como eso. Primero he desconectadola corriente. Siguiendo las instrucciones, he convertido uncable de carga del vehículo de superficie en unafuente de alimentación para el taladro. Conseguirel voltaje adecuado era una simple cuestión deañadir resistencias, y en mi equipo de electrónicalas hay de sobra. He tenido que fabricar mi propio interruptor denueve amperios, conectando tres interruptores detres amperios en paralelo. No hay forma de quepasen nueve amperios sin que caigan los tres enrápida sucesión. A continuación he tenido que recablear untaladro. Más o menos lo mismo que hice con laPathfinder. Sacar la batería y sustituirla por un

Page 457: El Marciano(c.1) - Andy Weir

cable eléctrico del Hab. Pero esta vez ha sidomucho más fácil. La Pathfinder era demasiado grande para entrarpor mis esclusas, así que tuve que hacer todo elrecableado fuera. ¿Alguna vez has hecho deelectricista con traje espacial? Es un peñazo.Incluso tuve que montar un banco de trabajo conlos puntales de aterrizaje del VAM, ¿recuerdas? En cualquier caso, el taladro ha encajado confacilidad en la esclusa. Solo mide un metro dealtura y tiene forma de martillo neumático.Tomamos nuestras muestras de roca estando depie, como los astronautas de la misión Apolo. Además, a diferencia de en mi odisea con laPathfinder, tenía el esquema completo del taladro.He quitado la batería y he conectado un cable decorriente en su lugar. Luego, sacando el taladrocon su nuevo cable, lo he conectado al cargadormodificado del vehículo de superficie y lo heencendido. Ha funcionado de maravilla. El taladro giraalegremente. No sé cómo pero he conseguidohacerlo todo a la primera. En el fondo, pensaba

Page 458: El Marciano(c.1) - Andy Weir

que quemaría el taladro, seguro. Ni siquiera era mediodía, de manera que hepensado que por qué no empezar a taladrar.

[10.07] WATNEY: Modificaciones decableado completas. He conectado untaladro y funciona bien. Queda muchaluz diurna. Envíame una descripción deese agujero que quieres que corte. [10.25] JPL: Me alegro de oírlo.Empezar a cortar suena genial. Solopara que quede claro, sonmodificaciones del vehículo 1, al quellamaremos «remolque». El vehículo 2(el que tiene tus modificaciones para elviaje a la Pathfinder) deberíapermanecer tal como está. Cortarás un trozo del techo, justodelante de la esclusa de aire, en la parteposterior del vehículo. El agujero ha detener al menos 2,5 metros de largo y los2 metros enteros del depósito de

Page 459: El Marciano(c.1) - Andy Weir

presión. Antes de iniciar cualquier corte,dibuja la forma en el remolque y sitúalodonde la cámara de la Pathfinder puedacaptarlo. Te diremos si está bien. [10.43] WATNEY: Recibido. Sacauna imagen a las 11.30 si no has tenidonoticias mías para entonces.

Los vehículos de superficie están hechos paraconectarse y que uno remolque al otro. De esaforma puedes rescatar a tus compañeros detripulación si se arma la gorda. Por esa mismarazón, pueden compartir aire mediante tubosconectados entre ellos. Esa característica mepermitirá compartir atmósfera con el remolquedurante el largo viaje. Quité la batería del remolque hace mucho (notenía capacidad de moverse por su propiapotencia), así que lo he enganchado a mi vehículode superficie asombrosamente modificado y lo heremolcado hasta cerca de la Pathfinder. Venkat me

Page 460: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ha pedido que dibuje la forma que pienso cortar,pero se ha olvidado mencionar cómo. Puesto quetengo un rotulador que funciona en la superficie, hedestrozado la cama de Martinez. Las camas son básicamente hamacas de cuerdaligera entretejida para formar algo sobre lo quesea cómodo dormir. Cada gramo cuenta cuando sefabrica material para enviar a Marte. He desenredado la cuerda de la cama deMartinez y la he pegado al casco del remolquesiguiendo la forma que tengo que cortar. Sí, porsupuesto, la cinta aislante funciona en el casivacío. La cinta aislante funciona en todas partes.La cinta aislante es mágica y digna de adoración. Veo lo que tiene en mente la NASA. La parteposterior del remolque tiene una esclusa que novoy a tocar. El corte estará justo delante y quedarámucho espacio para los Tres Grandes. No tengo ni idea de cómo planea la NASA darpotencia a los Tres Grandes veinticuatro horas ymedia al día y que todavía quede energía paraconducir. Apuesto a que ellos tampoco saben cómohacerlo, pero son listos; se les ocurrirá algo.

Page 461: El Marciano(c.1) - Andy Weir

[11.49] JPL: Lo que podemos ver delcorte que planeas tiene buen aspecto.Suponemos que el otro lado es idéntico.Tienes permiso para darle duro alagujero. [12.07] WATNEY: ¡Eso dijo ella! [12.25] JPL: Joder, Mark. Un poco deseriedad.

Primero he despresurizado el remolque.Llámame loco, pero no quería que el taladro merebotara en la cara. Luego he tenido que elegir por dónde empezar.Me ha parecido que sería más fácil por un lado.Me equivocaba. Por el tejado habría sido mejor. Taladrar elcostado era un incordio, porque tenía que sostenerel taladro en paralelo al suelo. No estamoshablando de la Black & Decker de tu padre. Estomide un metro de largo y solo es seguro si lo

Page 462: El Marciano(c.1) - Andy Weir

sujetas por los mangos. Conseguir que funcionara ha sido complicado.He presionado el taladro contra la carrocería, peroresbalaba. Así que he cogido mi martillo deconfianza y un destornillador. Con unos golpecitos,he hecho una pequeña mella en el compuesto decarbono. Eso me ha permitido asentar el taladro y hacer elagujero. Como predijo la NASA, ha tardado dosminutos y medio en atravesar la carrocería. He seguido el mismo procedimiento con elsegundo agujero y me ha ido mucho mejor.Después del tercero, el taladro ha empezado asobrecalentarse. El pobre aparato no está diseñado para funcionartanto tiempo seguido. Por fortuna, ha detectado elsobrecalentamiento y me ha avisado, así que lo heapoyado en el banco de trabajo unos minutos hastaque se ha enfriado. Una cosa puedo decir deMarte: es un planeta realmente frío. La atmósferafina no conduce muy bien el calor, pero lo enfríatodo tarde o temprano. He quitado la tapa posterior del taladro (el cable

Page 463: El Marciano(c.1) - Andy Weir

necesitaba una vía de entrada). Un efecto colateralde ello es que el aparato se enfría más deprisa,aunque tendré que limpiarlo a conciencia cadapocas horas cuando se acumule el polvo. A las 17.00 h, cuando el sol ha empezado aponerse, había hecho setenta y cinco agujeros. Unbuen comienzo, aunque me quedan muchísimos porhacer. En algún momento (probablemente mañana)tendré que empezar a hacer agujeros a los que nopuedo llegar desde el suelo. Para eso necesitaréalgo en lo que sostenerme. No puedo usar mi «banco de trabajo», porquetiene la Pathfinder encima y lo último que se meocurriría es hacer tonterías con eso. Pero tengootros tres puntales del VAM. Estoy seguro de quepuedo hacer una rampa o algo. De todos modos, todo eso son problemas paramañana. Esta noche voy a comerme una racióncompleta para cenar. ¡Ah, sí! Eso es. Me van arescatar en sol 549 o moriré. Por lo tanto, tengotreinta y cinco soles de comida extra. Puedo darmeun gusto de vez en cuando.

Page 464: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ENTRADA DE DIARIO: SOL 194 Llevo un promedio de un agujero cada 3,5minutos, incluido el parón ocasional para que seenfríe el taladro. Lo he aprendido después de pasarme el díataladrando. Después de ocho horas de trabajoaburrido y físicamente intenso, tengo 137 agujerosde los que alardear. Me ha sido fácil taladrar en lugares que no podíaalcanzar. No he necesitado modificar ningúnpuntal. Solo necesitaba algo a lo que subirme, demodo que he usado un sencillo contenedor demuestras geológicas (también conocido como«caja»). Si no hubiera estado en contacto con la NASA,habría trabajado más de ocho horas. Puedo estarfuera diez horas antes de quedarme con el «aire deemergencia», pero en la NASA hay un montón denenazas que no quieren que esté fuera más tiempodel especificado. Con lo hecho hoy, llevo terminada casi una

Page 465: El Marciano(c.1) - Andy Weir

cuarta parte del trabajo de corte; al menos unacuarta parte del trabajo de taladrar. Luego tendré759 agujeritos que unir y no estoy seguro de cómoreaccionará el compuesto de carbono. La NASA loprobará mil veces en la Tierra y me dirá cuál es lamejor manera de hacerlo, sin embargo. Encualquier caso, a este ritmo, me quedan cuatrosoles más de (aburrido) trabajo antes de terminarcon el taladrado. Ya he agotado las reservas de Lewis de series detelevisión penosas de los setenta y me he leídotodos los libros de misterio de Johanssen. He registrado las cosas de otros compañeros detripulación para encontrar fuentes deentretenimiento, pero todo lo de Vogel está enalemán, Beck no trajo más que revistas médicas yMartinez no trajo nada. Estoy francamente aburrido, así que he decididoelegir una canción. Una apropiada. Naturalmente, de la fabulosacolección de los setenta de Lewis. Otra cosa noestaría bien. Hay muchas grandes candidatas: Life on Mars?

Page 466: El Marciano(c.1) - Andy Weir

de David Bowie, Rocket Man de Elton John,Alone Again (Naturally) de Gilbert O’Sullivan. Pero me he decidido por Stayin’ Alive de losBee Gees. ENTRADA DE DIARIO: SOL 195 Otro día, otro montón de agujeros: 145 esta vez(voy mejorando). Tengo la mitad hecha. Esto seestá volviendo muy aburrido, pero al menos tengomensajes alentadores de Venkat para animarme.

[17.12] WATNEY: 145 agujeros hoy.357 en total. [17.31] JPL: Pensábamos quellevarías más.

Capullo. De todos modos, sigo aburrido por lanoche. Supongo que eso es bueno. Ningúnproblema con el Hab. Hay un plan para salvarme ygracias al esfuerzo físico duermo de maravilla.

Page 467: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Echo de menos cuidar las patatas. El Hab no eslo mismo sin ellas. Todavía hay suelo de cultivo por todas partes.No tiene sentido volver a sacarlo. A falta de algomejor que hacer, hago algunas pruebas con él.Sorprendentemente, algunas bacterias hansobrevivido. Su población es fuerte y estáaumentando. Es impresionante, teniendo en cuentaque estuvieron expuestas al casi vacío y atemperaturas subárticas durante más deveinticuatro horas. Mi suposición es que se formó hielo en torno aalgunas bacterias, creando una burbuja de presiónde supervivencia, y que el frío no bastó paramatarlas. Habiendo centenares de millones debacterias, hizo falta una sola superviviente paraevitar la extinción. La vida es asombrosamente tenaz. Se resisten amorir tanto como yo. ENTRADA DE DIARIO: SOL 196

Page 468: El Marciano(c.1) - Andy Weir

La he cagado. La he cagado a lo grande. He cometido un errorque podría costarme la vida. He empezado mi EVA alrededor de las 8.45 h,como siempre. He cogido martillo y destornilladory me he puesto a mellar la carrocería delremolque. Es un peñazo hacer una mella antes decada agujero, así que hago las de todo el día, todasde una vez. Después de hacer 150 abolladuras (¡eh, soyoptimista!), me he puesto a la faena. Todo igual que ayer y el día anterior. Agujerear,recolocar. Agujerear, recolocar. Agujerear portercera vez y poner el taladro a enfriar. Repetir eseproceso una y otra vez hasta la hora de cenar. A las 12.00 h me he tomado un descanso. Devuelta en el Hab, he disfrutado de una agradablecomida y he jugado un poco al ajedrez contra elordenador (me ha dado una paliza). Luego hevuelto a salir para la segunda EVA del día. A las 13.30 h se ha producido un hecho que hasido mi ruina, aunque no me he dado cuenta en esemomento.

Page 469: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Los peores momentos de la vida son anunciadospor pequeños detalles que observamos: el bultitoen el costado que antes no tenías; llegar a casapara estar con tu mujer y ver dos copas de vino enel fregadero; cada vez que escuchas«interrumpimos este programa...». En mi caso, ha sido que el taladro no hafuncionado. Solo tres minutos antes funcionaba bien. Habíaterminado un agujero y dejado el taladro a un ladopara que se enfriara, como siempre; pero cuandohe intentado volver a empezar, estaba muerto. Nisiquiera se ha encendido el piloto. No me he preocupado. Si todo fallaba, tenía otrotaladro. Tardaría unas horas en cablearlo, pero noera una gran catástrofe. El piloto apagado significaba que probablementefallaba el cable. Un rápido vistazo por la ventanade la esclusa y he comprobado que las luces delHab estaban encendidas, así que no había unaavería eléctrica en el sistema. He comprobado misnuevos interruptores y, claro, los tres habíansaltado.

Page 470: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Supongo que el taladro ha usado demasiadoamperaje. Nada importante: resetear losinterruptores y vuelta al trabajo. El taladro hafuncionado enseguida y he vuelto a hacer agujeros. Poca cosa, ¿verdad? Ciertamente no me haparecido gran cosa en ese momento. He terminado mi jornada a las 17.00 h, despuésde taladrar 131 agujeros. No tantos como ayer,porque he perdido tiempo por culpa de la averíadel taladro. He informado de mis progresos.

[17.08] Watney: 131 agujeros hoy.488 en total. Problema sin importanciacon el taladro; se ha cargado losinterruptores. Podría haber un malcontacto intermitente, probablemente enla conexión con el cable dealimentación. Puede que tenga querehacerlo.

Page 471: El Marciano(c.1) - Andy Weir

La Tierra y Marte están ahora a solo dieciochominutos-luz de distancia. Normalmente, la NASAresponde enseguida. Recuerda, me comunicosiempre desde el vehículo de superficie 2, que loretransmite todo a través de la Pathfinder. Nopuedo holgazanear en el Hab hasta recibir larespuesta; tengo que quedarme en el vehículo hastaque respondan al mensaje.

[17.48] Watney: No he recibidorespuesta. Último mensaje enviado hace40 minutos. Por favor, acuse de recibo.

He esperado otros treinta minutos. Todavía sinrespuesta. El miedo ha empezado a enraizar en mí. Cuando la brigada de friquis del JPL modificó elvehículo de superficie y la Pathfinder para ser uncliente de mensajería instantánea de pobre, meenviaron una chuleta para resolver problemas. He ejecutado la primera instrucción.

Page 472: El Marciano(c.1) - Andy Weir

[18.09] WATNEY: system_command:STATUS [18.09] SYSTEM: Último mensajeenviado hace 00h 31m. Último mensajerecibido hace 26h 17m. Último ping derespuesta de la sonda recibido hace 04h24m. ADVERTENCIA: 52 pings sinrespuesta.

La Pathfinder ya no se estaba comunicando conel vehículo de superficie. Había dejado deresponder pings hacía cuatro horas y veinticuatrominutos. Unos cálculos rápidos me han servidopara saber que ha sido alrededor de las 13.30 h dehoy. La misma hora a la que falló el taladro. He tratado de no dejarme llevar por el pánico.En la hoja de resolución de problemas hay unalista de cosas que puedo intentar si se ha perdidola comunicación. Son (por orden): 1. Confirmar que la Pathfinder sigue teniendocorriente.

Page 473: El Marciano(c.1) - Andy Weir

2. Reiniciar el vehículo de superficie. 3. Reiniciar la Pathfinder desconectando yvolviendo a conectar la potencia. 4. Instalar el software de comunicación delordenador del vehículo de superficie, intentarlootra vez. 5. Si ambos vehículos de superficie fallan, esprobable que el problema esté en la Pathfinder.Comprobar las conexiones concienzudamente.Limpiar la Pathfinder de polvo de Marte. 6. Escribir mensaje en código morse con rocas,incluyendo las cosas intentadas. El problemapodría resolverse con una actualización remota dela Pathfinder. Me ha bastado el paso 1. He comprobado lasconexiones de la Pathfinder y el polo negativoestaba desconectado. Me he puesto eufórico. ¡Qué alivio! Con unasonrisa, he cogido mi equipo de electrónica y hepreparado una reconexión al polo. Lo hedesconectado de la sonda para limpiarlo bien (lomejor que he podido con los guantes del trajeespacial) y me he fijado en algo extraño: el

Page 474: El Marciano(c.1) - Andy Weir

aislamiento se había fundido. He sopesado este hecho. El aislamiento fundidosuele significar que ha habido un cortocircuito.Más corriente de la que el cable puede soportar loha recorrido. Sin embargo, la porción expuesta decable no estaba negra, ni siquiera chamuscada, y elaislamiento del polo positivo no se había fundido. Entonces, una por una, las horribles realidadesde Marte han entrado en juego. El cable no podíaquemarse ni chamuscarse. Eso es resultado de laoxidación y no hay oxígeno en el aire.Probablemente ha sido un cortocircuito, a pesar detodo, pero si el polo positivo no se ha vistoafectado, la potencia ha tenido que salir de otrolugar... Y los interruptores del taladro fallaron al mismotiempo... ¡Oh, mierda! La electrónica de la Pathfinder incluye una tomade tierra en el casco. De este modo, se evita que seforme una carga estática en las condicionesclimáticas de Marte (la ausencia de agua y lasfrecuentes tormentas de arena pueden generar una

Page 475: El Marciano(c.1) - Andy Weir

carga estática impresionante). El casco se asentaba en el panel A, uno de loscuatro del tetraedro que llevó la Pathfinder aMarte. Los otros tres paneles siguen en AreaVallis, donde los dejé. Entre el panel A y el banco de trabajo estabanlos globos que la Pathfinder había usado para elaterrizaje. Había desgarrado muchos de ellos altransportarla, pero quedaba mucho material, lobastante para alcanzar el panel A y estar encontacto con el casco. Debería mencionar que elmaterial de los globos es conductor. A las 13.30 h he apoyado el taladro en el bancode trabajo. Había quitado la tapa posterior parameter el cable eléctrico. El banco de trabajo esmetálico. Si el taladro se ha apoyado bien en elbanco, puede haberse producido un contacto altocarse metal contra metal. Y eso es exactamente lo que ha ocurrido. La corriente ha pasado del cable positivo deltaladro a través del banco de trabajo, a través delmaterial de los globos, a través del casco de laPathfinder, a través de un puñado de componentes

Page 476: El Marciano(c.1) - Andy Weir

electrónicos delicados e irremplazables, y hasalido por el polo negativo del cable de corrientede la Pathfinder. La Pathfinder funciona a 50 miliamperios. Harecibido 9.000 miliamperios, que han freído loscomponentes electrónicos. Los disyuntores hansaltado, pero demasiado tarde. La Pathfinder está muerta. He perdido lacapacidad de comunicarme con la Tierra. Estoy solo.

Page 477: El Marciano(c.1) - Andy Weir

18 ENTRADA DE DIARIO: SOL 197 Suspiro... Por una vez que pensaba que algo iba según loplaneado, ya ves. Marte insiste en su intención de matarme. Bueno, Marte no ha electrocutado la Pathfinder.Corrijo: Marte y mi estupidez insisten en matarme. Bien, basta de autocompadecerme. No estoycondenado. Las cosas serán más difíciles de loprevisto, pero tengo todo lo que necesito parasobrevivir. Y la Hermes viene de camino. He escrito un mensaje en morse con rocas: «PFFRITA CON 9 AMPS. MUERTA PARASIEMPRE. PLAN SIN CAMBIOS. LLEGARÉ AVAM.» Si logro llegar al VAM de la Ares 4, estaré asalvo. Pero habiendo perdido contacto con la

Page 478: El Marciano(c.1) - Andy Weir

NASA, tendré que diseñar mi propia granautocaravana marciana para llegar allí. Por el momento, he dejado de trabajar en ello.No quiero continuar sin un plan. Estoy seguro deque en la NASA tenían toda clase de ideas, perotendré que valerme de las mías. Como ya he mencionado, los Tres Grandes(regulador atmosférico, oxigenador y purificadorde agua) son vitales. Me ahorré usarlos en mi viajehasta la Pathfinder. Usé filtros de CO2 pararegular la atmósfera y me llevé suficiente oxígenoy agua para todo el viaje. Eso no funcionará estavez. Necesito los Tres Grandes. El problema es que consumen mucha potencia ytienen que estar en funcionamiento todo el día. Lasbaterías del vehículo de superficie proporcionan18 kilovatios/hora de potencia. Solo el oxigenadorgasta 44,1 kilovatios/hora por sol. ¿Entiendes miproblema? ¿Sabes qué? Es un incordio decir«kilovatios/hora por sol». Voy a inventarme unnombre de unidad científica. Un kilovatio/hora porsol es... Puede ser cualquier cosa... Hum... Soy

Page 479: El Marciano(c.1) - Andy Weir

muy malo para esto... Lo llamaré «pirata-ninja». En resumen, los Tres Grandes necesitan 69,2piratas-ninja; la mayoría los consumen eloxigenador y el regulador atmosférico (elpurificador de agua necesita solo 3,6). Habrá recortes. El recorte más fácil es el del purificador deagua. Tengo 620 litros de agua (tenía mucha másantes de que el Hab reventara). Necesito solo treslitros de agua por sol, así que el suministro medurará 206 soles. Solo pasarán 100 soles desde mimarcha hasta que me recojan (o muera en elintento). Conclusión: no necesito el purificador de agua.Beberé lo que necesite y tiraré la orina y losexcrementos. Sí, eso es, Marte, me voy a mear ycagar en ti. Eso es lo que mereces por tratar dematarme todo el tiempo. Toma. He ahorrado 3,6 piratas-ninja. ENTRADA DE DIARIO: SOL 198

Page 480: El Marciano(c.1) - Andy Weir

¡He hecho un avance con el oxigenador! He pasado la mayor parte del día estudiando lasespecificaciones. Calienta CO2 a 900 °C y lo pasapor una célula de electrolisis de zirconio paraextraer los átomos de carbono. Calentar el gas eslo que consume la mayor parte de la energía. ¿Porqué es eso tan importante? Porque solo soy uno yel oxigenador estaba hecho para seis personas.Una sexta parte de la cantidad de CO2 significauna sexta parte de energía para calentarlo. Según las especificaciones consume 44,1piratas-ninja, pero todo este tiempo solo ha estadousando 7,35. ¡Ahora vamos a alguna parte! Luego está el regulador atmosférico. Elregulador toma muestras de aire, calcula lo queestá mal y corrige el problema. ¿Demasiado CO2?Lo elimina. ¿Falta O2? Añade un poco. Sin él, eloxigenador es inútil. Hay que separar el CO2 paraprocesarlo. El regulador analiza el aire medianteespectroscopia y separa los gasessuperenfriándolos. Los distintos elementos sevuelven líquidos a diferente temperatura. En la

Page 481: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Tierra, superenfriar tanto aire requeriría consumircantidades absurdas de energía. Pero (y soy bienconsciente de ello) esto no es la Tierra. Aquí, en Marte, el superenfriamiento se lleva acabo bombeando aire a un componente de fueradel Hab. El aire se enfría deprisa hasta latemperatura exterior, que va de –150 °C a 0 °C.Cuando hace calor, se utiliza refrigeraciónadicional, pero en los días fríos se puede licuaraire gratis. El coste real de energía se deriva delhecho de calentarlo otra vez. Si volviera al Habsin haberse calentado, yo moriría congelado. Pero espera: estás pensando que la atmósfera deMarte no es líquida. ¿Por qué se condensa el airedel Hab? La atmósfera del Hab es más de 100 veces másdensa, así que se vuelve líquida a una temperaturamucho más alta. El regulador aprovecha lo mejorde ambos mundos. Literalmente. Nota: laatmósfera de Marte se condensa en los polos. Dehecho, se solidifica en hielo seco. Problema: el regulador consume 21,5 piratas-ninja. Incluso añadiendo algunas de las células

Page 482: El Marciano(c.1) - Andy Weir

fotovoltaicas del Hab, apenas daría potencia alregulador durante un sol, y desde luego no tendríapotencia para conducir. Tengo que pensar más. ENTRADA DE DIARIO: SOL 199 Lo tengo. Sé cómo dar potencia al oxigenador yal regulador atmosférico. El problema de los recipientes de baja presiónes la toxicidad del CO2. Puedes tener todo eloxígeno del mundo, pero cuando el CO2 supera el1 %, empiezas a marearte. Si llega al 2 % es comoestar borracho. Al 5 % es difícil permanecerconsciente. Al 8 % termina matándote. Permanecervivo no depende tanto del oxígeno como dedeshacerse del CO2. Eso significa que necesito el regulador, pero queno necesito el oxigenador a todas horas. Solonecesito sacar CO2 del aire y sustituirlo poroxígeno. Tengo 50 litros de oxígeno líquido en dosrecipientes de 25 litros, aquí, en el Hab. Eso

Page 483: El Marciano(c.1) - Andy Weir

equivale a 50.000 litros en forma gaseosa,bastantes para 85 días. No son suficientes paravivir hasta el rescate, pero sí un montón. El regulador puede separar el CO2, almacenarloen un recipiente y añadir oxígeno de mis bombonasal aire cuando haga falta. Cuando me quede pocooxígeno, puedo acampar un día y aprovechar todami potencia para usar el oxigenador con el CO2almacenado. De esa forma, el consumo de potenciadel oxigenador no consumirá toda mi potencia paraconducir. Así que usaré el regulador todo el tiempo, perosolo pondré en marcha el oxigenador los días quededique a usarlo. Ahora, al siguiente problema. Cuando elregulador congela el CO2, el oxígeno y elnitrógeno siguen siendo gases, pero están a –75°C. Si el regulador los devolviera a mi aire sinrecalentarlos, yo sería un cubito de hielo encuestión de horas. La mayor parte de la potenciaque usa el regulador es para calentar el aire deretorno de manera que eso no ocurra. Pero tengo una forma mejor de calentarlo. Algo

Page 484: El Marciano(c.1) - Andy Weir

que la NASA no se plantearía ni en su día máshomicida. ¡El RTG! Sí, el RTG. Puede que lo recuerdes de miemocionante viaje a la Pathfinder. Un preciosopedazo de plutonio tan radiactivo que produce1.500 vatios de calor con los que proporciona 100vatios de electricidad. Entonces, ¿qué ocurre conlos otros 1.400 vatios? Se irradian en forma decalor. En el viaje a la Pathfinder, tuve que eliminar elaislamiento del vehículo de superficie para disiparel exceso de calor de ese maldito trasto. Volveré ainstalarlo, porque necesitaré calentar el aire deretorno del regulador. He hecho los cálculos. El regulador usa 790vatios para recalentar constantemente el aire. Los1.400 vatios del RTG bastan con creces para esatarea y para mantener además el vehículo desuperficie a una temperatura razonable. Para probar, he apagado los calentadores delregulador y he anotado su consumo de potencia.Después de unos minutos, he vuelto a encenderlos.

Page 485: El Marciano(c.1) - Andy Weir

¡Joder, ese aire de retorno estaba frío! Pero heconseguido los datos que quería. Con calefacción, el regulador consume 21,5piratas-ninja. Sin ella... (redoble de tambores), 1pirata-ninja. Es correcto: casi toda la potencia erapara calentar el aire. Como la mayoría de los problemas vitales, estepuede resolverse con una caja de radiación. He pasado el resto del día comprobando misnúmeros y haciendo más test. Todo cuadra. Puedohacerlo. ENTRADA DE DIARIO: SOL 200 He cargado rocas hoy. Necesitaba saber qué eficiencia de potenciatendrá el vehículo de superficie-remolque. Decamino a la Pathfinder, recorrí 80 kilómetros con18 kilovatios/hora. Esta vez la carga será muchomás pesada. Tendré que arrastrar el remolque ytodo lo demás. He llevado el vehículo de superficie hasta el

Page 486: El Marciano(c.1) - Andy Weir

remolque y he conectado los ganchos de arrastre.Bastante fácil. El remolque ya lleva algún tiempodespresurizado (al fin y al cabo tiene cientos deagujeritos), así que he abierto ambas esclusas paraechar un vistazo directo al interior. Luego hemetido dentro un montón de rocas. Tengo que calcular el peso a ojo. Lo más pesadoque voy a llevar es el agua: 620 kilos. Las patatascongeladas suman otros 200 kilogramos.Probablemente lleve más placas solares que laotra vez y quizás una batería del Hab, además delregulador atmosférico y el oxigenador, porsupuesto. En lugar de pesar toda esa mierda,calculo a ojo que pesa 1.200 kilos. Medio metro cúbico de basalto pesará eso más omenos. Después de dos horas de trabajo brutal,resoplando mucho, lo he cargado todo. Entonces, con las dos baterías a plena carga, hetrazado círculos en torno al Hab hasta que heagotado ambas. La vertiginosa velocidad máxima de 25 km/h nogarantiza un viaje lleno de acción, pero me ha

Page 487: El Marciano(c.1) - Andy Weir

impresionado poder mantener esa velocidad contodo el peso extra. El vehículo de superficie tieneun motor espectacular. Eso sí, las leyes físicas son puñeteras y se hanvengado del peso adicional: solo he conseguidorecorrer 57 kilómetros antes de quedarme sincombustible. Han sido 57 kilómetros por terreno llano, sintener que alimentar el regulador (que no consumirátanto con la calefacción apagada). Digamos quepodré recorrer 50 kilómetros por día, paracurarme en salud. A ese ritmo tardaré sesenta ycuatro días viajando en llegar al cráterSchiaparelli. Pero de vez en cuando tendré que parar un día ydejar que el oxigenador aproveche toda lapotencia. ¿Con cuánta frecuencia? Después deunos cuantos cálculos he averiguado que mipresupuesto de 18 piratas-ninja puede darsuficiente potencia al oxigenador y producir O2para unos 2,5 soles. Tendré que parar cada dos otres soles para reponer oxígeno. ¡Mi viaje desesenta y cuatro soles será de noventa y dos!

Page 488: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Eso es demasiado. Me arrancaré la cabeza si hede pasar tanto tiempo en el vehículo de superficie. Da igual, estoy agotado de levantar rocas y deresoplar levantando rocas. Creo que me helesionado la espalda. Me lo tomaré con calma elresto del día. ENTRADA DE DIARIO: SOL 201 Sí, definitivamente me he lesionado la espalda.Me he despertado con dolor. Así que me he tomado un descanso en miplanificación del vehículo de superficie y me hepasado el día tomando fármacos y jugando conradiación. Primero he tomado Vicodin para la espalda.¡Hurra por los suministros médicos de Beck! Luego he conducido hasta el RTG. Estaba justodonde lo había dejado, en un agujero, a cuatrokilómetros de distancia. Solo un idiota lo pondríacerca del Hab. Así que, bueno, lo he llevado alHab.

Page 489: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Puede que me mate y puede que no. Trabajaronmucho para asegurarse de que no se rompiera. Sino puedo confiar en la NASA, ¿en quién puedoconfiar? (Por ahora olvidaré que la NASA nosordenó enterrarlo lejos.) Lo he puesto en el techo del vehículo desuperficie para el viaje de vuelta. Ese trastorealmente irradia calor. Tengo algunos tubos de plástico flexibledestinados a reparaciones menores del purificadorde agua. Después de llevar el RTG al Hab, hepegado con mucho cuidado algunos tubos a losdeflectores de calor. Usando un embudo hecho conuna hoja de papel, he hecho pasar agua por el tuboy he dejado que se secara en un contenedor demuestras. Claro está, el agua se ha calentado. No ha sidoninguna sorpresa, pero es agradable que latermodinámica se comporte así de bien. Solo hay una cuestión complicada: el reguladoratmosférico no funciona de manera constante. Lavelocidad de separación por congelación está enfunción del clima exterior, así que el aire glacial

Page 490: El Marciano(c.1) - Andy Weir

de retorno no es un flujo constante, y el RTGgenera un calor constante y predecible; no puedeaumentar su producción. Así que calentaré agua con el RTG para crear undepósito de reserva y haré que el aire de retornoburbujee a través de ella. De ese modo, no tendréque preocuparme por el momento en que entre elaire ni ocuparme de los cambios repentinos detemperatura en el vehículo de superficie. Cuando se me ha pasado el efecto del Vicodin, laespalda me dolía más que antes. Voy a tener quetomármelo con calma. No puedo estar tomandopastillas siempre, así que me voy a conceder unosdías de descanso de labores pesadas. Con ese fin,he inventado una cosita solo para mí. He desmontado la hamaca de Johanssen y pasadopor encima de los bordes de su armazón lonasobrante del Hab, creando una concavidad en elcentro. Luego he lastrado la lona que sobresalíapor los bordes y ¡ya tengo bañera! Es pocoprofunda, así que solo me han hecho falta 100litros de agua para llenarla. Luego he cogido la bomba del purificador de

Page 491: El Marciano(c.1) - Andy Weir

agua. (Puedo vivir un rato sin que funcione elpurificador de agua.) La he conectado a micalentador de agua del RTG y he puesto los tubosde entrada y salida en la bañera. Sí, sé que es ridículo, pero no he disfrutado deun baño decente desde que dejé la Tierra y meduele la espalda. Además, de todos modos voy apasarme 100 soles cerca del RTG. Tanto da quesea un poco más. Este es mi patético argumento yme ciño a él. Hacen falta dos horas para calentar el agua a 37°C. Una vez logrado mi objetivo, desconecto labomba y me meto en la bañera. ¡Oh, tío! Lo únicoque puedo decir es «ahhh». ¿Por qué diantre no se me había ocurrido antes? ENTRADA DE DIARIO: SOL 207 La última semana he estado recuperándome delproblema de la espalda. El dolor no era excesivo,pero no hay quiroprácticos en Marte, así que noiba a correr riesgos.

Page 492: El Marciano(c.1) - Andy Weir

He tomado un baño caliente dos veces al día ypermanecido mucho tiempo tumbado en la cama ymirando telebasura de los setenta. Ya he visto todala colección completa de Lewis, pero no teníamucho más que hacer. No me ha quedado másremedio que ver lo ya visto. He estado pensando mucho. Puedo mejorar la eficiencia con más placassolares. Las catorce que me llevé a la Pathfindergeneraban los 18 kilovatios/hora que las bateríaspodían almacenar. Mientras viajaba, llevaba lasplacas en el techo. En el del remolque hay espaciopara almacenar otras siete (faltará la mitad deltecho por el agujero que estoy abriendo). Las necesidades de energía del viaje vendránmarcadas por el oxigenador. Todo se reduce acuánta potencia puedo dar a ese malnacido en unsolo sol. Quiero reducir los días en los que noviajaré. Cuanto más combustible pueda dar aloxigenador, más oxígeno liberará y más tiempopasará entre «soles de aire». Seamos codiciosos. Digamos que consigo alojarcatorce paneles en lugar de siete. No estoy seguro

Page 493: El Marciano(c.1) - Andy Weir

de cómo hacerlo, pero digamos que puedo. Asítendría treinta y seis piratas-ninja con los quetrabajar, es decir: cinco soles de oxígeno por cadasol de aire. Solo tendría que parar una vez cadacinco soles. Es mucho más razonable. Además, si logro almacenar en baterías lapotencia extra, podré conducir 100 kilómetros porsol. Aunque es más fácil decirlo que hacerlo. Esos18 kilovatios/hora de carga serán complicados deobtener. Tendré que coger dos de las células decombustible de 9 kilovatios/hora del Hab ycargarlas en el vehículo de superficie o elremolque. No son como las baterías del vehículode superficie; no son pequeñas ni portátiles. Sonbastante ligeras, pero muy grandes. Podría tenerque sujetarlas a la carrocería, lo que reduciría elespacio de almacenamiento de mis placas solares. Cien kilómetros por sol es un promedio muyoptimista. Pero digamos que lograra recorrer 90kilómetros por sol, parando cada cinco soles paraproducir oxígeno. Llegaría en cuarenta y cincosoles. ¡Eso sería fantástico! En otro orden de cosas, se me ha ocurrido que la

Page 494: El Marciano(c.1) - Andy Weir

NASA probablemente estaría echando pestes,observándome con satélites y sin verme salir delHab desde hace seis días. Teniendo la espaldamejor, era el momento de mandarles una frase. He salido para una EVA. Esta vez, con muchaprecaución para acarrear rocas, he escrito unmensaje en código morse: «ESPALDALESIONADA. AHORA MEJOR. CONTINÚOMODIFICACIONES DE VEHÍCULO DESUPERFICIE.» Bastante esfuerzo físico para hoy. No quieropasarme. Creo que me daré un baño. ENTRADA DE DIARIO: SOL 208 Hoy ha tocado experimentar con los paneles. Primero, he puesto el Hab en modo de bajapotencia: no hay luces internas, con todos lossistemas no esenciales desconectados y toda lacalefacción interna suspendida. De todos modos,iba a pasar fuera la mayor parte del día.

Page 495: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Luego he desconectado veintiocho paneles de lagranja solar y los he arrastrado al vehículo desuperficie. He pasado cuatro horas apilándolos dediferentes maneras. El pobre vehículo parecía másbien el camión de Los nuevos ricos. Nada de loque he hecho ha funcionado. La única forma de poner los veintiocho en eltecho es hacer montones tan altos que sederrumbarán al primer giro. Si los ato caerán enbloque. Si encontrara una forma de atarlosperfectamente al vehículo de superficie, estevolcaría. Ni siquiera me he molestado en probarlo.Es evidente y no quiero romper nada. Todavía no he quitado el trozo de casco delremolque. La mitad de los agujeros estántaladrados, pero eso no me compromete a nada. Sidejo el techo en su lugar, cabrían en él cuatro pilasde siete placas. Funcionaría bien; es solo el doblede lo que hice para el viaje a la Pathfinder. El problema es que necesito esa abertura. Elregulador tiene que estar en la zona presurizada yes demasiado grande para encajar en el vehículode superficie sin modificar. Además, el oxigenador

Page 496: El Marciano(c.1) - Andy Weir

debe estar en una zona presurizada para seguirfuncionando. Solo lo necesitaré cada cinco soles,pero ¿qué haría durante ese sol? No, el conjunto hade estar aquí. Dadas las circunstancias, podré cargar veintiúnpaneles. Necesito espacio para los otros siete.Solo hay un lugar en el que pueden ir: los lateralesdel vehículo de superficie y del remolque. Una de mis modificaciones previas eran unas«alforjas» echadas por encima del vehículo desuperficie. En la de un extremo iba la bateríasuplementaria (sacada del actual remolque),mientras que en la otra llevaba rocas comocontrapeso. No necesitaré las alforjas esta vez. Puedodevolver la segunda batería al remolque, su lugarde procedencia. De hecho, me salvará del rollo dela EVA a medio camino que tenía que hacer cadadía para cambiar cables. Cuando los vehículos desuperficie estén conectados, compartirán recursos,incluida la electricidad. He seguido adelante y he reinstalado la bateríaen el remolque. He tardado dos horas, pero ya

Page 497: El Marciano(c.1) - Andy Weir

está. He quitado las alforjas y las he guardado.Pueden resultar útiles en algún momento. Si algohe aprendido de mi estancia en el Club Marte, esque todo puede ser útil. He despejado los laterales del vehículo desuperficie y el remolque. Después de mirarlos unrato, he visto la solución. Haré soportes en forma de L que sobresaldrán dela parte inferior, con los ganchos hacia arriba. Dossoportes por lado para crear un estante. Puedoponer paneles en los estantes, apoyados contra elvehículo de superficie y atarlos a la carrocería conuna cuerda improvisada. Habrá cuatro «estantes» en total; dos en elvehículo de superficie y dos en el remolque. Si lossoportes sobresalen lo suficiente para acomodardos paneles, podría almacenar ocho panelesadicionales de ese modo: uno más de lo que habíaplaneado. Mañana fabricaré esos soportes y los montaré.Lo haría hoy, pero ha oscurecido y me da pereza.

Page 498: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ENTRADA DE DIARIO: SOL 209 Noche fría, anoche. Las células fotovoltaicasseguían desconectadas de la granja, de modo quetuve que dejar el Hab en modo de baja potencia.He vuelto a encender la calefacción (no estoyloco), pero dejo la temperatura interna a 1 °C paraahorrar potencia. Despertar con un clima gélidome pone nostálgico. Al fin y al cabo, crecí enChicago. Pero la nostalgia no dura. Me he prometidoterminar los soportes hoy; así podré devolver lospaneles a la granja solar y conectar de nuevo lacalefacción. He sacado metal para los estantes del tren deaterrizaje del VAM. En su mayor parte está hechode carbono, pero los puntales tenían que absorberel impacto del aterrizaje. El metal era la solución. He traído uno al Hab para ahorrarme el incordiode trabajar con el traje EVA. Es un armazóntriangular de tiras metálicas sujetas por tornillos.Lo he desmontado. Para darle forma he necesitado un martillo y...,

Page 499: El Marciano(c.1) - Andy Weir

bueno, nada más, en realidad. Hacer una ele norequiere mucha precisión. Me hacían falta agujeros para pasar los tornillos.Por fortuna, mi taladro asesino de la Pathfinderme ha facilitado esa tarea. Pensaba que sería complicado unir los soportesal bastidor del vehículo de superficie, pero haterminado siendo sencillo. El bastidor se desmontacon facilidad. Después de taladrarlos yatornillarlos, he fijado los soportes y he vuelto amontar el bastidor en el vehículo de superficie. Herepetido el proceso con el remolque. Notaimportante: el bastidor no forma parte del espaciopresurizado. Los agujeros que he hecho no medejarán sin aire. He probado los soportes golpeándolos conrocas. Esta es la clase de sofisticación por la queson conocidos los científicos interplanetarios. Después de convencerme de que los soportes nose romperían a la primera de cambio, he probadola nueva disposición. Dos montones de sieteplacas solares en el techo del vehículo desuperficie; otras siete en el remolque y dos por

Page 500: El Marciano(c.1) - Andy Weir

estante. Todo encaja. Después de atar las placas solares, he dado unavuelta, acelerando y frenando, girando en círculoscada vez más cerrados e incluso parandobruscamente. Las placas no se han movido. Veintiocho placas solares, nene, y espacio parauna extra. Después de unos cuantos gestos de euforia, hedescargado las placas y las he arrastrado otra vezhasta la granja. No habrá amanecer de Chicagopara mí mañana. ENTRADA DE DIARIO: SOL 211 Estoy sonriendo. De oreja a oreja. La mía es lasonrisa de un hombre que ha estado toqueteando elcoche y no lo ha roto. He pasado el día eliminando trastos innecesariosdel vehículo de superficie y el remolque. He sidomuy agresivo también con eso. El sitio dentro delos espacios presurizados es un plus. Cuantos mástrastos saco del vehículo de superficie, más

Page 501: El Marciano(c.1) - Andy Weir

espacio hay para mí. Cuantos más trastos saco delremolque, más comida puedo almacenar en él ymenos tengo que almacenar en el vehículo desuperficie. Para empezar, en cada vehículo hay un bancopara pasajeros. ¡Adiós! Lo siguiente: no hay motivo alguno para que elremolque tenga instrumentos de soporte vital. Losdepósitos de oxígeno, los de nitrógeno, el filtro deCO2..., todo es innecesario. Compartiré el aire conel vehículo de superficie (que tiene su propiaunidad de cada uno de esos aparatos) y llevaré elregulador y el oxigenador. Entre los componentesdel Hab y del vehículo de superficie, tendré dossistemas de soporte vital redundantes. Es mucho. Luego he arrancado el asiento del conductor y elpanel de control del remolque. El enganche con elvehículo de superficie es físico. El remolque esarrastrado y proporciona aire, solo eso. Nonecesita controles ni cerebros. No obstante, herescatado el ordenador. Es pequeño y ligero, asíque me lo llevaré. Si falla el ordenador delvehículo de superficie estando en ruta, tendré uno

Page 502: El Marciano(c.1) - Andy Weir

de repuesto. En el remolque había ya toneladas de espacio.Era el momento de experimentar. El Hab cuenta con doce baterías de 9kilovatios/hora. Son voluminosas y difíciles detransportar. Miden más de dos metros de altura,medio metro de anchura y tres cuartos de metro degrosor. Su mayor tamaño implica menos masa porkilovatio/hora de carga. Sí, la intuición dice otracosa, pero en cuanto la NASA descubrió que podíaincrementar el volumen para disminuir la masa, seentusiasmó. La masa es la parte cara de enviarcosas a Marte. He desconectado dos baterías. Siempre y cuandolas devuelva antes del final del día, las cosas iránbien. El Hab usa las baterías sobre todo por lanoche. Con las dos esclusas abiertas, he conseguidometer la primera batería. Después de jugar alTetris de la vida real durante un rato hedescubierto una forma de apartar lo suficiente laprimera batería para que entrara la segunda.Juntas, llenan por completo la mitad delantera del

Page 503: El Marciano(c.1) - Andy Weir

remolque. Si no hubiera sacado antes todos lostrastos inútiles, no habría podido meter las dos. La batería del remolque está en el bastidor, peroel cable de corriente atraviesa el espaciopresurizado, así que he logrado conectar lasbaterías del Hab directamente dentro (no es unaproeza pequeña con el maldito traje EVA). Una verificación de sistema desde el vehículo desuperficie me ha confirmado que había hecho lasconexiones correctamente. Todo esto puede parecer poca cosa, pero esasombroso. Significa que tengo veintinueve célulassolares y 36 kilovatios/hora de carga. Podréavanzar mis 100 kilómetros por día, después detodo. Cuatro días de cada cinco, vamos. Según mi calendario, la sonda dereabastecimiento de la Hermes será lanzada desdeChina dentro de dos días (si no hay retrasos). Sieso se jode, toda la tripulación estará bien jodida.Me tiene más nervioso eso que ninguna otra cosa.

Page 504: El Marciano(c.1) - Andy Weir

He estado en peligro mortal durante meses; yame he acostumbrado a eso. Sin embargo, vuelvo aestar nervioso. Morir sería una putada, pero quemurieran mis compañeros de tripulación seríamucho peor. Y no sabré cómo ha ido ellanzamiento hasta que llegue al cráter Schiaparelli. Buena suerte, chicos.

Page 505: El Marciano(c.1) - Andy Weir

19 —Eh, Melissa... —dijo Robert—. ¿Estoyconectado? ¿Puedes verme? —Alto y claro, nene —dijo la comandanteLewis—. La conexión de vídeo es estable. —Dicen que tengo cinco minutos —explicóRobert. —Mejor que nada —dijo Lewis. Flotando en suaposento tocó con suavidad el mamparo para dejarde moverse—. Es agradable verte en tiempo realpor una vez. —Sí. —Robert sonrió—. Apenas se nota elretraso. Tengo que decir que ojalá vinieras a casa. Lewis suspiró. —A mí también me gustaría, nene. —No me interpretes mal —agregó Robert conrapidez—. Comprendo por qué estás haciendotodo esto. Aun así, desde un punto de vista egoísta,

Page 506: El Marciano(c.1) - Andy Weir

echo de menos a mi mujer. Eh, ¿estás flotando? —¿Eh? —dijo Lewis—. Oh, sí. La nave no estágirando ahora mismo. No hay gravedad centrípeta. —¿Por qué no? —Porque vamos a acoplarnos con el cohete dela Taiyang Shen dentro de unos días. No podemosgirar cuando nos acoplamos. —Ya entiendo —dijo Robert—. Entonces,¿cómo van las cosas en la nave? ¿Alguien te estáincordiando? —No. —Lewis negó con la cabeza—. Son unabuena tripulación; me alegro de tenerlos. —¡Ah! —dijo Robert—. ¡He encontrado unagran pieza para nuestra colección! —¿Sí? ¿Qué has conseguido? —Una producción original de ocho pistas de losgrandes éxitos de Abba. Todavía en su fundaoriginal. Lewis puso los ojos como platos. —¿En serio? De mil novecientos setenta y seis ouna de las reimpresiones? —De mil novecientos setenta y seis. —¡Vaya! ¡Buen hallazgo!

Page 507: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Lo sé. Con una sacudida final, el avión de pasajeros sedetuvo junto a la puerta. —¡Oh, Dios! —dijo Venkat, masajeándose elcuello—. Ha sido el vuelo más largo que he hecho. —Hum. —Teddy se frotó los ojos. —Al menos no tenemos que ir a Jiuquan hastamañana —gruñó Venkat—. Catorce horas y mediade vuelo son suficientes por un día. —No te acomodes demasiado —dijo Teddy—.Todavía nos falta pasar la aduana y seguramentetendremos que rellenar unos cuantos formulariosporque somos funcionarios del Gobierno deEstados Unidos... Pasarán horas antes de quepodamos dormir. —Mieeeeerda. Venkat y Teddy recogieron el equipaje de mano ysalieron del avión con el resto de pasajeroscansados. La Terminal 3 del Aeropuerto Internacional dePekín resonaba con la cacofonía común de las

Page 508: El Marciano(c.1) - Andy Weir

enormes terminales aéreas. Venkat y Teddy sesumaron a la larga cola de inmigración mientraslos ciudadanos chinos de su vuelo se separabanpara un proceso más simple de entrada. Cuando Venkat ocupó su lugar en la fila, Teddyse colocó detrás de él y examinó la terminalbuscando algo abierto. Cualquier cosa con cafeínasería bienvenida. —Disculpen, caballeros —oyeron una vozdetrás de ellos. Se volvieron hacia un chino que vestía tejanos yun polo. —Me llamo Su Bin Bao —dijo en perfectoinglés—. Soy empleado de la AdministraciónEspacial Nacional China. Seré su guía y traductordurante su estancia en la República Popular. —Me alegro de conocerlo, señor Su —dijoTeddy—. Soy Teddy Sanders y él es el doctorVenkat Kapoor. —Necesitamos dormir —dijo Venkat deinmediato—. En cuanto pasemos la aduana, porfavor, llévenos a nuestro hotel. —Puedo hacer algo mejor que eso, doctor

Page 509: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Kapoor. —Su sonrió—. Son huéspedes oficialesde la República Popular China. Han sidoautorizados a no pasar la aduana. Puedo llevarlosinmediatamente al hotel. —Lo adoro —dijo Venkat. —Transmita a la República Popular Chinanuestro agradecimiento —agregó Teddy. —Lo transmitiré. —Su Bin sonrió. —Helena, mi amor —dijo Vogel a su mujer—.Confío en que estés bien. —Sí —dijo ella—. Estoy bien, pero te echo demenos. —Lo siento. —No puede evitarse. —Se encogió de hombros. —¿Cómo están nuestros monitos? —Los niños están bien. —Sonrió—. Eliza estáenamorada de un niño nuevo de su clase y Victorha sido elegido portero del equipo del instituto. —Excelente —dijo Vogel—. He oído que estásen Control de Misión. ¿La NASA no podía enviarla señal a Bremen?

Page 510: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Podrían haberlo hecho —dijo ella—, pero eramás fácil para ellos traerme a Houston. Unasvacaciones gratis en Estados Unidos. ¿Quién soyyo para rechazarlas? —Bien hecho. ¿Y cómo está mi madre? —Tan bien como cabe esperar —dijo Helena—.Tiene sus días buenos y sus días malos. No mereconoció en mi última visita. En cierto modo, esuna bendición. No tiene que preocuparse por ticomo yo. —¿No ha empeorado? —preguntó él. —No, está más o menos igual que cuando tefuiste. Los médicos están seguros de que seguiráaquí cuando vuelvas. —Bien —dijo él—. Me preocupaba no volver averla. —Alex —dijo Helena—, ¿estarás a salvo? —Lo más a salvo que podamos —dijo—. Lanave está en perfectas condiciones y después derecibir al cohete de la Taiyang Shen, tendremostodas las provisiones que necesitamos para lo quequeda de viaje. —Ten cuidado.

Page 511: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Lo tendré, mi amor —prometió Vogel. —Bienvenidos a Jiuquan —dijo Guo Ming—.Espero que hayan tenido un buen vuelo. Su Bin tradujo las palabras de Guo Mingmientras Teddy ocupaba el segundo mejor asientode la sala de observación. Miró por el cristal elCentro de Control de Misión de Jiuquan. Eranotoriamente similar al de Houston, aunque Teddyno sabía leer ninguno de los textos en chino de lasgrandes pantallas. —Sí, gracias —dijo Teddy—. La hospitalidadde su gente ha sido maravillosa. El jet privadopara traernos aquí ha sido todo un detalle. —Mi gente ha disfrutado trabajando con suequipo de avanzada —dijo Guo Ming—. El últimomes ha sido muy interesante. Conectar una sondaestadounidense a un cohete chino, creo que es laprimera vez que se ha hecho. —Solo va a demostrar que el amor por laciencia es universal y común a todas las culturas—dijo Teddy.

Page 512: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Guo Ming asintió. —Mi gente ha comentado especialmente la éticaprofesional de su hombre, Mitch Henderson. Estámuy entregado a su trabajo. —Es un grano en el culo —dijo Teddy. Su Bin hizo una pausa antes de traducirlo, perolo hizo. Guo Ming rio. —Usted puede decirlo, yo no. —Bueno, explícamelo otra vez —dijo Amy, lahermana de Beck—. ¿Por qué tienes que hacer unaEVA? —Probablemente no tenga que hacerla —explicóBeck—. Solo tengo que estar preparado para eso. —¿Por qué? —En caso de que la sonda no se acople, si algova mal, mi trabajo será salir y cogerla. —¿No puedes simplemente mover la Hermespara que se acople? —Imposible —dijo Beck—. La Hermes esenorme. No está hecha para un control de

Page 513: El Marciano(c.1) - Andy Weir

maniobra fino. —¿Por qué has de ser tú? —Porque soy el especialista en EVA. —¿No eres el médico? —Lo soy —dijo Beck—. Todos tenemos variasocupaciones. Soy el médico, el biólogo y elespecialista en EVA. La comandante Lewis esnuestra geóloga. Johanssen es la operadora desistemas y la técnico del reactor, y así todos. —¿Y ese tío bueno? Martinez —preguntó Amy—. ¿Qué hace? —Pilota el VDM y el AVM —dijo Beck—.También está casado y tiene un niño, lascivadestrozahogares. —¡Ah, bueno! ¿Y Watney? ¿Qué hacía? —Es nuestro botánico e ingeniero. Y no me gustahablar de él en pasado. —¿Ingeniero? ¿Como Scotty? —Más o menos —dijo Beck—. Arregla cosas. —Apuesto a que ahora eso le es útil. —Sí, desde luego.

Page 514: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Los chinos habían preparado una pequeña salade conferencias para que trabajaran losestadounidenses. Las condiciones de hacinamientoeran todo un lujo según el criterio de Jiuquan.Venkat estaba enfrascado con hojas de cálculopresupuestarias cuando entró Mitch, así que sealegró de la interrupción. —Son una panda rara, estos friquis chinos —dijo, derrumbándose en una silla—. Pero hanconstruido un buen cohete. —Bien —dijo Venkat—. ¿Cómo va elacoplamiento entre el cohete y nuestra sonda? —Todo encaja —dijo Mitch—. El JPL siguió lasespecificaciones a la perfección. Encaja como unguante. —¿Alguna preocupación o alguna reserva? —preguntó Venkat. —Sí. Estoy preocupado por lo que comí anoche.Creo que tenía un ojo. —Estoy seguro de que no era un ojo. —Los ingenieros de aquí lo prepararonespecialmente para mí —dijo Mitch. —Entonces puede que hubiera un ojo —dijo

Page 515: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Venkat—. Te odian. —¿Por qué? —Porque eres un capullo, Mitch —dijo Venkat—. Un capullo integral, con todos. —Perfecto. Mientras la sonda encaje con laHermes, pueden quemar mi efigie, que me daigual. —Saluda a papá —dijo Marisa, moviendo lamano de David ante la cámara—. Saluda a papá. —Es demasiado pequeño para saber qué estápasando —dijo Martinez. —Piensa en el prestigio que tendrá en el patiodentro de poco —dijo ella—. Mi papá fue aMarte. ¿Tu papá qué hace? —Sí, soy impresionante. Marisa continuó moviendo la mano de Davidante la cámara. El niño estaba más interesado ensu otra mano, activamente ocupada en hurgarse lanariz. —Así que estás cabreada —dijo Martinez. —¿Te das cuenta? —preguntó Marisa—. He

Page 516: El Marciano(c.1) - Andy Weir

tratado de ocultarlo. —Estamos juntos desde los quince años. Sécuándo estás cabreada. —Te presentaste voluntario para prolongar lamisión quinientos treinta y tres días —dijo—.Capullo. —Sí —dijo Martinez—. Suponía que esa era larazón de tu enfado. —Tu hijo irá al jardín de infancia cuandovuelvas. No tendrá ningún recuerdo de ti. —Lo sé —dijo Martinez. —Tendré que esperar otros quinientos treinta ytres días para acostarme contigo. —Yo también —dijo él a la defensiva. —Estoy preocupada por ti todo el tiempo —añadió. —Sí —dijo él—. Lo siento. Ella respiró hondo. —Lo superaremos. —Lo superaremos. —Bienvenidos a Informe Mark Watney de la

Page 517: El Marciano(c.1) - Andy Weir

CNN. Hoy tenemos con nosotros al director deoperaciones de Marte, Venkat Kapoor. Hablamoscon él vía satélite desde China. Doctor Kapoor,gracias por atendernos. —Encantado —dijo Venkat. —Así pues, doctor Kapoor, háblenos del cohetede la Taiyang Shen. ¿Por qué ir a China a lanzaruna sonda? ¿Por qué no lanzarla desde EstadosUnidos? —La Hermes no va a orbitar la Tierra —dijoVenkat—. Solo está de paso camino a Marte y suvelocidad es enorme. Necesitamos un cohete capazno solo de escapar de la gravedad de la Tierra,sino también de alcanzar la actual velocidad de laHermes. Solo el de la Taiyang Shen tienesuficiente potencia para eso. —Háblenos de la sonda en sí. —Ha sido un trabajo apresurado —dijo Venkat—. El JPL solo tenía treinta días para construirla.Han tenido que actuar de la forma más segura yeficiente posible. Es básicamente una cáscarallena de comida y otros suministros. Tiene unimpulsor de satélite estándar para maniobrar, eso

Page 518: El Marciano(c.1) - Andy Weir

es todo. —¿Y eso basta para volar hasta la Hermes? —El cohete de la Taiyang Shen la enviará a laHermes. Los propulsores son para control fino yacoplamiento. Y el JPL no tiene tiempo para unsistema de orientación, así que será controlado deforma remota por un piloto humano. —¿Quién lo controlará? —preguntó Cathy. —El piloto de la Ares 3, el comandante RickMartinez. Cuando la sonda se acerque a laHermes, tomará el mando y la guiará al puerto deacoplamiento. —¿Y si hay un problema? —La Hermes tendrá a su especialista enactividades extravehiculares, el doctor ChrisBeck, preparado y listo todo el tiempo. Si esnecesario, literalmente cogerá la sonda con lasmanos y la arrastrará al puerto de acoplamiento. —No parece muy científico. —Cathy rio. —¿Quiere cosas poco científicas? —Venkatsonrió—. Si la sonda no puede acoplarse al puertopor alguna razón, Beck la abrirá y llevará sucontenido a la esclusa de aire.

Page 519: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—¿Como quien entra las bolsas delsupermercado? —preguntó Cathy. —Exactamente igual —dijo Venkat—. Ycalculamos que necesitaremos cuatro viajes de iday vuelta. Pero eso es solo un recurso desesperado.No prevemos problemas con el proceso deacoplamiento. —Da la impresión de que están considerandotodas las posibilidades. —Cathy sonrió. —Hemos de hacerlo —dijo Venkat—. Si noconsiguen esos suministros... Bueno, necesitanesos suministros. —Gracias por tomarse el tiempo para respondera nuestras preguntas —dijo Cathy. —Siempre es un placer, Cathy. El padre de Johanssen se rebulló en la silla sinsaber qué decir. Al cabo de un momento, sacó elpañuelo del bolsillo y se secó el sudor de la calva. —¿Y si la sonda no llega hasta vosotros? —preguntó. —Trata de no pensar en eso —dijo Johanssen.

Page 520: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Tu madre está tan preocupada que ni siquieraha venido. —Lo siento —murmuró Johanssen, mirando alsuelo. —No puede comer, no puede dormir y estápermanentemente mareada. Yo no estoy muchomejor. ¿Cómo te han obligado a hacer esto? —No me han obligado, papá. Lo hagovoluntariamente. —¿Por qué le haces esto a tu madre? —Lo siento —murmuró Johanssen—. Watney esmi compañero de tripulación. No puedo dejarlomorir. El hombre suspiró. —Ojalá te hubiéramos educado para ser másegoísta. Johanssen rio entre dientes. —¿Cómo he terminado en esta situación? Soydirector de ventas de zona de una fábrica deservilletas. ¿Por qué está mi hija en el espacio? Johanssen se encogió de hombros. —Siempre has tenido una mente científica —dijo él—. Eras fantástica. Solo sacabas

Page 521: El Marciano(c.1) - Andy Weir

sobresalientes y salías con empollones demasiadoasustados para propasarse. No eras en absolutoproblemática. Eras el sueño de todo padre. —Gracias, papá, yo... —Y vas y te metes en una bomba gigantesca quete propulsa hasta Marte. Y lo digo literalmente. —Técnicamente —lo corrigió—, el cohete solome puso en órbita. Fue el motor de iones nuclearlo que me llevó a Marte. —¡Oh, mucho mejor! —Papá, no me pasará nada. Dile a mamá que nome pasará nada. —¿De qué servirá? —dijo—. Va a estar muertade miedo hasta que vuelvas a casa. —Lo sé —murmuró Johanssen—. Pero... —¿Qué? Pero ¿qué? —No moriré. De verdad que no. Aunque todovaya mal. —¿Qué quieres decir? Johanssen frunció el ceño. —Solo dile a mamá que no moriré. —¿Cómo? No te entiendo. —No quiero meterme en el cómo —dijo

Page 522: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Johanssen. —Mira —dijo el padre, inclinándose hacia lacámara—. Siempre he respetado tu intimidad, tuindependencia. Nunca he intentado meterme en tuvida, nunca he tratado de controlarte. Siempre hesido realmente bueno en eso, ¿verdad? —Sí. —Así que a cambio de una vida entera de nometerme en tus asuntos, deja que me meta solo eneste. ¿Qué es lo que no me estás contando? Johanssen se quedó en silencio unos segundos.Finalmente, dijo: —Tienen un plan. —¿Quién? —Siempre tienen un plan —dijo—. Lo estudiantodo por anticipado. —¿Qué plan? —Me eligieron para sobrevivir. Soy la másjoven. Tengo la capacidad necesaria para volver acasa viva, y soy la más pequeña y la que necesitamenos comida. —¿Qué ocurre si la sonda falla, Beth? —preguntó su padre.

Page 523: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Todos morirían menos yo —dijo ella—.Todos tomarían pastillas y morirían. Lo haríanenseguida para no gastar comida. La comandanteLewis me eligió a mí como superviviente. Me loexplicó ayer. Y no creo que la NASA lo sepa. —¿Y los suministros durarán hasta que vuelvas ala Tierra? —No —dijo ella—. Tenemos suficiente comidapara alimentar a seis personas durante un mes. Siestuviera sola, me durarían seis meses. Con unadieta restrictiva podrían durarme nueve. Peropasarán diecisiete meses hasta que vuelva. —Entonces, ¿cómo sobrevivirías? —Los suministros no serían la única fuente dealimento —dijo la astronauta. El padre de Johanssen abrió desmesuradamentelos ojos. —¡Oh..., oh, Dios mío! —Solo dile a mamá que los suministros durarán,¿vale? Ingenieros estadounidenses y chinos vitorearon

Page 524: El Marciano(c.1) - Andy Weir

juntos en Control de Misión de Jiuquan. La pantalla principal mostraba la estela decondensación del Taiyang Shen moviéndose en elcielo gélido del desierto de Gobi. La nave, que yano era visible a simple vista, seguía adelante haciala órbita. Su rugido ensordecedor menguó hastaconvertirse en un trueno distante. —Lanzamiento perfecto —exclamó Venkat. —Por supuesto —dijo Zhu Tao. —Nos habéis salvado —dijo Venkat—. Y osestamos agradecidos. —Naturalmente. —Y, ¡eh, chicos!, tenéis un asiento en la Ares 5.Todos salimos ganando. —Hum. Venkat miró a Zhu Tao de soslayo. —No pareces demasiado feliz. —Pasé cuatro años trabajando en la TaiyangShen —dijo—. Y lo mismo hicieron incontablesinvestigadores, científicos e ingenieros. Todosvolcaron su alma en la construcción mientras yolibraba una batalla política constante paramantener la financiación.

Page 525: El Marciano(c.1) - Andy Weir

»Al final, construimos una sonda hermosa: lasonda no tripulada más grande y robusta de lahistoria. Ahora está en un almacén. Nunca volará.El Consejo de Estado no financiará otro cohetecomo este. —Se volvió hacia Venkat—. Podríahaber sido un legado duradero de investigacióncientífica y no es más que un mensajero. Habrá unastronauta chino en Marte, pero ¿qué ciencia traeráque otro astronauta no hubiera traído? Estaoperación es una pérdida neta para elconocimiento de la humanidad. —Bueno —dijo Venkat con cautela—, es unaganancia neta para Mark Watney. —Hum —dijo Zhu Tao. —Distancia: 61 metros; velocidad: 2,3 metrospor segundo —dijo Johanssen. —Sin problema. —Martinez tenía los ojos fijosen las pantallas. En una se veían las imágenes dela cámara del puerto de acoplamiento A; en laotra, la telemetría de la sonda. Lewis flotó por detrás de las estaciones de

Page 526: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Johanssen y Martinez. La voz de Beck se oyó en la radio. —Contacto visual. Beck permanecía de pie en la esclusa 3 (graciasa las botas magnéticas), vestido con el traje EVA ycon la puerta exterior abierta. Con la enormeunidad SAFER4 que llevaba a la espalda podríadesplazarse libremente por el espacio si surgía lanecesidad. Un cable guía lo unía al carrete de lapared. —Vogel —dijo Lewis en el casco—. ¿Estás enposición? Vogel estaba de pie en la todavía presurizadaesclusa 2, con el traje EVA pero sin casco. —Ja, en posición y listo —repuso. Haría la EVAde emergencia si Beck necesitaba ser rescatado. —Muy bien, Martinez —dijo Lewis—. Tráela. —Recibido, comandante. —Distancia: 43 metros; velocidad: 2,3 metrospor segundo —dijo Johanssen en voz alta. —Dame los valores —solicitó Martinez. —Ligera rotación de la sonda —dijo Johanssen—. La velocidad relativa es de 0,05 revoluciones

Page 527: El Marciano(c.1) - Andy Weir

por segundo. —Cualquier velocidad por debajo de 0,3 estábien —dijo Martinez—. El sistema de capturapuede soportar eso. —La sonda está dentro del rango derecuperación manual —informó Beck. —Recibido —dijo Lewis. —Distancia: 22 metros; velocidad: 2,3 metrospor segundo —dijo Johanssen—. El ángulo esbueno. —Frenándola un poco —dijo Martinez,enviando instrucciones a la sonda. —Velocidad: 1,8..., 1,3... —informó Johanssen—. 0,9..., estable a 0,9 metros por segundo. —¿Rango? —preguntó Martinez. —Doce metros —repuso Johanssen—.Velocidad constante a 0,9 metros por segundo. —¿Ángulo? —El ángulo es bueno. —Entonces estamos en línea para autocaptura —dijo Martinez—. Ven con papá. La sonda se movió lentamente hacia el puerto deacoplamiento. Su brazo de captura, un largo

Page 528: El Marciano(c.1) - Andy Weir

triángulo de metal, entró por el embudo del puerto,rozando ligeramente el borde. Cuando alcanzó elmecanismo tractor del puerto, el sistemaautomático atenazó el brazo y tiró de él, alineandoy orientando la sonda automáticamente. Despuésde varios ruidos metálicos que resonaron en lanave, el ordenador informó del éxito de lamaniobra. —Acoplamiento completado —dijo Martinez. —Cierre estanco —dijo Johanssen. —Beck —dijo Lewis—, tus servicios no seránnecesarios. —Recibido, comandante —repuso Beck—.Cerrando esclusa de aire. —Vogel, regresa al interior —ordenó Lewis. —Recibido, comandante —dijo este. —Presión de cierre al ciento por ciento —informó Beck—. Reentrando en la nave... Estoydentro. —También dentro —dijo Vogel. Lewis pulsó un botón del casco. —Houst..., eh, Jiuquan, acoplamiento de sondacompletado. Sin complicaciones.

Page 529: El Marciano(c.1) - Andy Weir

La voz de Mitch sonó por el comunicador. —Me alegro de oírlo, Hermes. Informe deestado de todos los suministros en cuanto lostengáis a bordo y los hayáis inspeccionado. —Recibido, Jiuquan —dijo Lewis. Sacándose los auriculares, se volvió haciaMartinez y Johanssen. —Descargad la sonda y almacenad lossuministros. Voy a ayudar a Beck y Vogel aquitarse el traje. Martinez y Johanssen flotaron por el pasillohacia el puerto de acoplamiento A. —Entonces —dijo él—, ¿a quién te habríascomido primero? Ella lo miró. —Porque creo que soy el más sabroso —continuó Martinez, flexionando el brazo—. Miraesto. Buen músculo sólido. —No tiene gracia. —Me criaron en libertad, ¿sabes? Alimentadocon maíz. Johanssen negó con la cabeza y aceleró por elpasillo.

Page 530: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—¡Vamos! ¡Creía que te gustaba la comidamexicana! —No te escucho —respondió ella en voz alta.

Page 531: El Marciano(c.1) - Andy Weir

20 ENTRADA DE DIARIO: SOL 376 ¡Por fin he terminado las modificaciones delvehículo de superficie! Lo más complicado era descubrir cómo mantenerel soporte vital. Todo lo demás era solo trabajo.Un montón de trabajo. No he sido disciplinado con las actualizacionesdel diario, así que aquí va una recapitulación. Primero tuve que terminar de hacer agujeros conel taladro asesino de la Pathfinder. Luego cortémillones de espacios entre esos agujeros. Vale,eran 759 pero parecían millones. Ya tenía un gran agujero en el remolque. Limélos bordes para que no fueran demasiado afilados. ¿Recuerdas las tiendas de despliegueautomático? Corté el suelo de una y el resto de lalona tenía el tamaño y la forma adecuados. Usé

Page 532: El Marciano(c.1) - Andy Weir

tiras de sellado para pegarla al interior delremolque. Después de presurizar y sellar lasfiltraciones que encontré, un gran globo sobresalíadel remolque. La zona presurizada es lo bastantegrande para que quepan en ella el oxigenador y elregulador atmosférico. Una complicación: tuve que poner el CERAfuera. El imaginativamente llamado «componenteexterno del regulador atmosférico» es lo queutiliza el regulador para separar el aire a bajatemperatura. ¿Por qué invertir un montón deenergía en congelarlo teniendo fuera temperaturasincreíblemente bajas? El regulador bombea aire al CERA para queMarte lo congele. Lo hace por un tubo queatraviesa una válvula de la pared del Hab. El airede retorno vuelve por otro tubo igual. Atravesar con los tubos la lona del globo no hasido demasiado difícil. Tengo varias válvulas derecambio. Básicamente son parches de diez pordiez centímetros de lona del Hab con una válvulaen el centro. ¿Por qué tengo estas válvulas?Imagina lo que ocurriría en una misión normal si la

Page 533: El Marciano(c.1) - Andy Weir

válvula del regulador se rompiera. Tendría quecancelarse toda la misión. Es más fácil llevarrepuestos. El CERA es bastante pequeño. Hice un estantepara él debajo de los paneles solares. Ahora todoestá listo para cuando finalmente traslade elregulador y el CERA. Todavía me queda mucho por hacer. No tengo ninguna prisa; me lo he estado tomandocon calma. Una salida EVA de cuatro horas por díapara trabajar, el resto del tiempo para relajarme enel Hab. Además, me tomaré un día libre de vez encuando, sobre todo si me duele la espalda. Nopuedo permitirme lesionarme ahora. Trataré de ser más constante con este diario.Ahora que realmente es posible que me rescaten,seguramente la gente lo leerá. Seré más diligente yescribiré todos los días. ENTRADA DE DIARIO: 380 He terminado el depósito de calor.

Page 534: El Marciano(c.1) - Andy Weir

¿Recuerdas mis experimentos con el RTG y unbaño caliente? El mismo principio, pero se meocurrió una mejora: sumergir el RTG. Así no sedesperdiciará calor. Empecé con un contenedor de muestras rígidosimple (una «caja de plástico» para quienes notrabajan en la NASA). Pasé un tubo por la tapaabierta y por la pared interior. Luego lo enrollé enel fondo, formando una espiral. Lo pegué y sellé elextremo. Hice docenas de pequeños agujeros en laespiral con mi taladro más pequeño. La idea esque el aire congelado de retorno del reguladoratraviese el agua en forma de pequeñas burbujas.Con el aumento de superficie se distribuirá mejorel calor por el aire. Luego, con un contenedor de muestras flexiblemedio (una bolsa de cierre hermético), traté deaislar el RTG. Pero como el RTG tiene una formairregular, no pude sacar todo el aire de la bolsa.No puedo permitir que haya aire dentro. En lugarde ir al agua, parte del calor pasaría al aire, quepodría sobrecalentarse y fundir la bolsa. Lo intenté un montón de veces, pero siempre

Page 535: El Marciano(c.1) - Andy Weir

quedaba una bolsa de aire que no podía sacar.Estaba muy frustrado hasta que recordé que teníauna esclusa de aire. Me puse el traje EVA, fui a la esclusa 2 y ladespresuricé hasta crear un completo vacío. Metíel RTG en la bolsa y la cerré. Envasado al vacíoperfecto. A continuación, unas pruebas. Puse la bolsa delRTG en el fondo del contenedor y lo llené conagua. Tiene una capacidad de veinte litros que elRTG calentó con rapidez. La temperaturaaumentaba un grado por minuto. Aguanté hasta quellegó a 40 °C. Luego conecté el aire de retorno delregulador a mi artefacto y observé los resultados. ¡Funcionó de maravilla! El aire burbujeó, comoesperaba. Mejor todavía, las burbujas agitaban elagua, que distribuía el calor de manera constante. Lo dejé funcionar durante una hora y el Habempezó a enfriarse. El calor del RTG no impidetotalmente la pérdida de calor de la colosalsuperficie del Hab. No es un problema. Ya sé quebasta para caldear el vehículo de superficie. Reconecté la línea de retorno de aire al

Page 536: El Marciano(c.1) - Andy Weir

regulador y las cosas volvieron a la normalidad. ENTRADA DE DIARIO: SOL 381 He estado pensando en leyes sobre Marte. Sí, lo sé, es una estupidez pensar en eso, perotengo mucho tiempo libre. Existe un tratado internacional según el cualningún país puede reclamar nada que no esté en laTierra. Y, según otro tratado, si no estás enterritorio de ningún país, se aplican las leyesmarítimas. Así que estar en Marte es como estar en «aguasinternacionales». La NASA, una organización estadounidensecivil, es propietaria del Hab. Así pues, mientrasestoy en el Hab, son aplicables las leyes deEstados Unidos. En cuanto salgo, estoy en aguasinternacionales. Luego, cuando llego al vehículode superficie, vuelvo a la ley estadounidense. Esto es lo mejor: finalmente llegaré al cráterSchiaparelli y requisaré el aterrizador de la misión

Page 537: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Ares 4. Nadie me ha dado permiso explícitamentepara hacerlo ni puede hasta que esté a bordo yoperando el sistema de comunicaciones. Una vez abordo y antes de hablar con la NASA, tomaré elmando de una nave en aguas internacionales sinpermiso. ¡Eso me convierte en pirata! ¡En un pirata espacial! ENTRADA DE DIARIO: SOL 383 Puede que te preguntes qué más hago en mitiempo libre. Paso mucho tiempo sentadoperezosamente mirando la tele. Pero tú también,así que no me juzgues. Además, planeo mi viaje. El viaje a la Pathfinder fue pan comido. Terrenollano todo el tiempo. El único problema era lanavegación. Pero el viaje al Schiaparelli meexigirá superar enormes cambios de elevación. Dispongo de un mapa satelital poco detallado detodo el planeta. A pesar de su falta de detalle, soy

Page 538: El Marciano(c.1) - Andy Weir

afortunado de tenerlo. La NASA no esperaba queme alejara 3.200 kilómetros del Hab. La Acidalia Planitia (donde estoy) estárelativamente a poca altura. Lo mismo sucede conel cráter Schiaparelli, pero entre ambos puntos, elterreno asciende y desciende unos diez kilómetros.La conducción será peligrosa. Las cosas irán bien mientras esté en la Acidalia,pero solo será durante los primeros 650kilómetros. Después viene el terreno sembrado decráteres de Arabia Terra. Tengo una cosa a mi favor, y juro que es unregalo divino. Por alguna razón geológica existe unvalle llamado Mawrth Vallis perfectamentesituado. Hace millones de años era un río. Ahora es unvalle que avanza por el terreno brutal de ArabiaTerra casi directamente hacia el Schiaparelli. Esun terreno mucho más suave que el resto de ArabiaTerra, y aparentemente asciende suavemente por elotro extremo. Entre la Acidalia Planitia y Mawrth Vallisrecorreré 1.350 kilómetros de terreno

Page 539: El Marciano(c.1) - Andy Weir

relativamente fácil. Los otros 1.850 kilómetros..., bueno, no serán tanagradables. Sobre todo cuando tenga quedescender por el cráter Schiaparelli. ¡Uf! De todos modos, Mawrth Vallis es genial. ENTRADA DE DIARIO: SOL 385 La peor parte del viaje hasta la Pathfinder fueestar encerrado en el vehículo de superficie. Teníaque vivir en un espacio muy limitado, lleno debasura y pestilente. Igual que en mis días en launiversidad. ¡Redoble de tambor! En serio, apestaba. Fueron veintidós soles desufrimiento abyecto. Planeo salir hacia el Schiaparelli 100 solesantes de mi rescate (o de mi muerte), y juro porDios que me tiraré de los pelos si tengo que pasartanto tiempo en el vehículo de superficie. Necesito un lugar donde pueda levantarme y darunos pocos pasos sin darme contra todo. Y no,

Page 540: El Marciano(c.1) - Andy Weir

salir con un maldito traje EVA no cuenta. Necesitoespacio vital, no cincuenta kilos de ropa. Así que hoy he empezado a fabricar una tienda,un sitio donde pueda relajarme mientras serecargan las baterías, un sitio donde puedatumbarme cómodamente a dormir. Recientemente sacrifiqué una de mis dos tiendasde montaje automático para el globo del remolque,pero la otra está en perfecto estado. Mejortodavía, tiene una conexión con la esclusa de airedel vehículo de superficie. Antes de convertirla enuna granja de patatas, su propósito era servir debote salvavidas del vehículo de superficie. Podía unir la tienda de despliegue automático ala esclusa de aire de cualquiera de los dosvehículos. Me he decidido por el vehículo desuperficie y no por el remolque. El vehículo tieneordenador y controles. Para saber el estado dealgo (del soporte vital o cómo va la carga de labatería) necesitaré acceso. De esta forma, podréentrar sin más. Sin necesidad de una salida EVA. Además, durante el viaje mantendré la tiendaplegada en el vehículo de superficie. En caso de

Page 541: El Marciano(c.1) - Andy Weir

emergencia, puedo llegar a ella deprisa. La tienda de despliegue automático es la base demi «dormitorio», pero no todo. La tienda no esmuy grande; no hay mucho más espacio en ella queen el vehículo de superficie. Sin embargo, tieneconexión con la esclusa de aire, con lo cual es ungran punto de partida. Mi plan es doblar la zona desuelo y doblar también la altura. Así tendré unespacio amplio para relajarme. Para el suelo, usaré el material de suelo originalde las dos tiendas de despliegue automático. De locontrario, mi dormitorio se convertiría en una granbola de hámster, porque la lona del Hab es flexibley cuando la llenas a presión tiende a convertirse enuna esfera. No es una forma útil. Para evitarlo, tanto el Hab como las tiendas dedespliegue automático tienen un material para elsuelo especial, que se despliega en una serie depequeños segmentos que no se abren más que 180grados, de modo que permanece plano. La base de la tienda es un hexágono. Me quedaotra base de lo que ahora es el globo delremolque. Cuando termine, el dormitorio tendrá

Page 542: El Marciano(c.1) - Andy Weir

dos hexágonos adyacentes rodeados de paredes yun techo rudimentario. Hará falta mucho pegamento para que esto seaasí. ENTRADA DE DIARIO: SOL 387 La tienda de despliegue automático mide 1,2metros de altura. No está hecha para lacomodidad. Está hecha para que los astronautas seencojan mientras sus compañeros de tripulaciónlos rescatan. Quiero dos metros de altura. ¡Quieroestar de pie! No creo que sea mucho pedir. Sobre el papel, no es un trabajo difícil. Solonecesito cortar trozos de lona de la formaadecuada, unirlos y pegarlos a la lona y el sueloexistentes. Pero es un montón de lona. Empecé esta misióncon seis metros cuadrados, pero ya he usado lamayor parte, sobre todo para sellar el desgarróndespués de que estallara el Hab. Maldita esclusa de aire 1.

Page 543: El Marciano(c.1) - Andy Weir

De todos modos, mi dormitorio requiere treintametros cuadrados de lona, mucha más de la quetengo. Por fortuna, dispongo de un suministro delona alternativo en el Hab: el propio Hab. El problema es que (no te lo pierdas, la cienciaes muy complicada) si abro un agujero en el Hab,el aire no se mantendrá dentro. Tendré que despresurizar el Hab, cortarle unostrozos y volver a montarlo (más pequeño). Hepasado el día pensando en los tamaños y formas delona exactos que necesitaré. No puedo meter lapata, así que lo he verificado todo tres veces.Incluso he hecho un modelo de papel. El Hab es una cúpula. Si cojo la lona de cercadel suelo, puedo bajar el resto y volverlo a sellar.Se convertirá en una cúpula deforme, pero eso daigual siempre y cuando mantenga la presión. Solonecesito que me dure otros sesenta y dos soles. He dibujado las formas en la pared con unrotulador. Luego he pasado mucho tiempovolviendo a medirlas y asegurándome una y otravez de que eran correctas. Es todo lo que he hecho hoy. Puede que no

Page 544: El Marciano(c.1) - Andy Weir

parezca mucho, pero los cálculos y el trabajo dediseño me han ocupado todo el día. Es la hora dela cena. Llevo semanas comiendo patatas. En teoría,siguiendo mi plan de tomar tres cuartos de ración,todavía debería tener paquetes de comida. Peroese plan es difícil de seguir, así que como patatas. Tengo suficientes para que me duren hasta ellanzamiento, así que no moriré de hambre. Peroestoy más que harto de patatas. Además, tienen unmontón de fibra, así que..., digamos que tengosuerte de ser el único hombre de este planeta. He guardado cinco paquetes de comida paraocasiones especiales. Escribí el nombre de laocasión en cada uno. Me comeré «partida» el díaque salga hacia el cráter Schiaparelli. Me comeré«medio camino» cuando alcance los 1.600kilómetros de recorrido y «llegada» cuando llegueallí. El cuarto es «sobreviví a algo que podríahaberme matado», porque alguna putada seguroque me pasa, lo sé. No sé cuál, pero me ocurrirá.El vehículo de superficie se averiará o tendré unas

Page 545: El Marciano(c.1) - Andy Weir

hemorroides terribles o me toparé con marcianoshostiles o alguna mierda parecida. Cuando lo haga(si sobrevivo), me comeré ese paquete de comida. El quinto lo reservo para el día del lanzamiento.La etiqueta pone «última comida». A lo mejor no es tan acertada. ENTRADA DE DIARIO: SOL 388 He empezado el día con una patata. Me la hetragado con un poco de café de Marte. Así llamoal «agua caliente con una pastilla de cafeínadisuelta». Me quedé sin café de verdad hacemeses. El primer punto de mi orden del día era hacer uninventario cuidadoso del Hab. Necesitabadesconectar cualquier cosa a la que pudieraafectar la pérdida de presión atmosférica. Porsupuesto, todo en el Hab se sometió a unentrenamiento intensivo en despresurización haceunos meses. Pero esta vez será algo controlado, ymás me vale hacerlo bien.

Page 546: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Lo principal es el agua. Perdí 300 litros porsublimación cuando estalló el Hab. Esta vez, estono ocurrirá. He vaciado el purificador de agua yhe sellado todos los depósitos. El resto ha sido solo cuestión de reunir trastos ymeterlos en la esclusa 3: cualquier cosa que me haparecido que no le irá bien en el casi vacío. Todoslos bolígrafos, los frascos de vitaminas(probablemente no es necesario pero no voy acorrer riesgo), los suministros médicos, etc. A continuación, he hecho una parada controladadel Hab. Los componentes vitales están diseñadospara soportar el vacío. La despresurización delHab es una de las muchas posibilidades con lasque cuenta la NASA. Uno por uno he ido apagandotodos los sistemas hasta terminar con el ordenadorprincipal. Me he puesto un traje EVA y he despresurizadoel Hab. La última vez, la lona se derrumbó y montóun lío. Se supone que eso no tiene que ocurrir. Lacúpula del Hab básicamente se sostiene con lapresión del aire, pero las varillas flexiblesreforzadas del interior sostienen la lona. Así es

Page 547: El Marciano(c.1) - Andy Weir

como se montó el Hab. He observado mientras la lona se asentabasuavemente en las varillas. Para confirmar ladespresurización, he abierto ambas puertas de laesclusa 2. He dejado solo la esclusa 3, que hamantenido la presión para su montón de trastos. Luego, ¡a cortar! No soy ingeniero de materiales; el diseño de midormitorio no es elegante. Solo tiene un perímetrode seis metros y un techo. No, no habrá ángulosrectos en él ni rincones (a los espaciospresurizados no les gustan). Se hinchará,adquiriendo forma redondeada. De todos modos, solo tenía que cortar dosgrandes tiras de lona. Una para las paredes y laotra para el techo. Después de destrozar el Hab, he bajado lo quequedaba de lona al suelo y lo he vuelto a sellar.¿Alguna vez has montado una tienda de campañadesde dentro, vestido con armadura? Ha sido unpeñazo. He vuelto a presurizarlo a un veinteavo deatmósfera para ver si resistía la presión.

Page 548: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Ja, ja, ja. ¡Por supuesto que no! Escapes portodas partes. A encontrarlos. En la Tierra, las pequeñas partículas se adhierenal agua o se reducen a nada. En Marte, flotan. Lacapa superior de arena es como polvo de talco. Hesalido con una bolsa y la he pasado por lasuperficie. He conseguido un poco de arenanormal, pero también mucho polvo. He mantenido el Hab a un veinteavo deatmósfera reponiendo el aire que escapaba. Luegohe «hinchado» la bolsa para conseguir que flotaranlas partículas más pequeñas. Rápidamente hansido atraídas hacia los escapes. A medida que loshe ido localizando, los he ido sellando con resina. He tardado horas, pero finalmente he conseguidoun cierre hermético. Ya te contaré, ahora el Habtiene pinta de chabola. Un lado es más bajo que elresto. Tendré que agacharme para entrar. Lo he presurizado a una atmósfera y he esperadouna hora. Estanco. Ha sido un día largo y físicamente agotador.Estoy completamente exhausto, pero no puedodormir. Cualquier sonido me acongoja. ¿El Hab

Page 549: El Marciano(c.1) - Andy Weir

está explotando? ¿No? Vale... ¿Qué ha sido eso?¡Oh, nada! Vale... Es terrible que mi vida dependa de mischapuzas. Más vale que me tome una píldora para dormirde los suministros médicos. DIARIO DE ENTRADA: SOL 389 ¿Qué demonios hay en esas píldoras paradormir? Es mediodía. Después de dos tazas de café marciano, medespierto un poco. No voy a tomar otra píldora deesas. Aunque no es precisamente que tenga que ir atrabajar por la mañana. De todos modos, como puedes ver por el hechode que no estoy muerto, el Hab mantuvo laestanquidad toda la noche. El cierre es seguro. Feocomo un pecado, pero seguro. La tarea de hoy era montar el dormitorio. Ha sido mucho más fácil que resellar el Hab,porque no he tenido que llevar un traje EVA. Lo he

Page 550: El Marciano(c.1) - Andy Weir

hecho dentro del Hab. ¿Por qué no? Es de lona.Puedo enrollarlo y sacarlo por una esclusa cuandotermine. Primero, he hecho algo de cirugía en la tiendaque me quedaba. Necesitaba mantener la conexióncon la esclusa de aire del vehículo de superficie yla lona circundante. El resto de la lona tenía quedesaparecer. ¿Por qué eliminar la mayor parte dela lona solo para reemplazarla por más lona?Costuras. La NASA es buena fabricando cosas. Yo no. Lopeligroso de esta estructura no será la lona, seránlas costuras, y tendré menos longitud de costuras sino uso la lona de la tienda existente. Después de arrancar la mayor parte de la tiendarestante, he unido ambas. Luego he pegado losnuevos trozos de lona en su lugar. Ha sido mucho más fácil sin el traje EVA.¡Mucho más fácil! Tenía que probarlo. Una vez más, lo he hecho enel Hab. Me he llevado un traje EVA a la tienda yhe cerrado la puerta de la pequeña esclusa de aire.Luego, he puesto en marcha el traje EVA, sin

Page 551: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ponerme el casco. Le he ordenado subir la presióna 1,2 atmósferas. Ha tardado un poco y he tenido que desactivarlealgunas alarmas. (¡Eh, estoy seguro de que nollevo el casco!). Ha agotado la mayoría deldepósito de N2, pero finalmente he conseguidosubir la presión. Luego me he sentado a esperar. He respirado; eltraje regula el aire. Todo iba bien. He observadolos valores del traje cuidadosamente por si teníaque reponer aire «perdido». Después de una horasin cambios detectables, he declarado el éxito delprimer test. Lo he enrollado todo (apilado en realidad) y lohe sacado al vehículo de superficie. ¿Sabes? Me he puesto el traje espacial unmontón en estos días. Apuesto a que he marcadootro récord. Un típico astronauta de Marte hace¿cuántas? ¿Cuarenta EVA? Yo he hecho varioscientos. Una vez llevado el dormitorio al vehículo desuperficie, lo he conectado a la esclusa de airedesde dentro. Luego lo he activado. Todavía

Page 552: El Marciano(c.1) - Andy Weir

llevaba mi traje EVA, porque no soy idiota. El dormitorio se ha llenado en tres segundos. Laescotilla de la esclusa de aire da directamente a él,y por lo visto resiste la presión. Igual que antes, he dejado pasar una hora. Yexactamente igual que antes, ha funcionado a laperfección. A diferencia de lo que me ocurría alresellar la lona del Hab, lo he conseguido a laprimera. Sobre todo porque no he tenido quehacerlo con un maldito traje EVA puesto. Pensaba dejar el dormitorio montado durante lanoche y comprobarlo por la mañana, pero me hetopado con un problema: no puedo salir si lo hago.El vehículo de superficie solo tiene una esclusa deaire y el dormitorio está conectado a ella. Notengo forma de salir sin desconectar el dormitorio,y no hay forma de conectar y presurizar eldormitorio sin que esté dentro del vehículo desuperficie. Da un poco de miedo. La primera vez que lopruebe durante la noche será conmigo dentro. Peroeso será en otro momento, por hoy ya he hechobastante.

Page 553: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ENTRADA DE DIARIO: SOL 390 Debo afrontar los hechos. He terminado depreparar el vehículo de superficie. No tengo lasensación de haber terminado, pero está listo parapartir: Comida: 1.692 patatas. Píldoras de vitaminas. Agua: 620 litros. Refugio: vehículo de superficie, remolque,dormitorio. Aire: almacenamiento combinado de vehículo desuperficie y remolque: 14 litros de O2 líquido, 14litros de N2 líquido. Soporte vital: oxigenador y reguladoratmosférico. 418 horas de filtros de CO2descartables para emergencias. Potencia: 36 kilovatios/hora de carga.Capacidad de transporte para 29 célulasfotovoltaicas.

Page 554: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Calor: RTG de 1.400 vatios. Depósito caseropara calentar el aire de retorno del regulador.Calentador eléctrico en el vehículo de superficiecomo refuerzo. Disco: suplemento para toda la vida. Me iré de aquí en sol 449. Me quedan cincuentay nueve soles para probarlo todo y arreglar lo queno funciona. He de decidir lo que me llevo y loque dejo y trazar una ruta hasta el cráterSchiaparelli usando un mapa satelital de bajaresolución, además de devanarme los sesostratando de pensar si olvido algo importante. Desde sol 6, lo único que quería era largarme deaquí. Ahora la perspectiva de abandonar el Habme aterra. Necesito darme ánimos. Necesitopreguntarme: «¿Qué haría un astronauta de lamisión Apolo?» Se bebería dos cócteles de whisky, conduciría suCorvette hasta la rampa de lanzamiento y viajaríaa la Luna en un módulo más pequeño que mivehículo de superficie. ¡Joder, esos tíos eran la

Page 555: El Marciano(c.1) - Andy Weir

leche!

Page 556: El Marciano(c.1) - Andy Weir

21 ENTRADA DE DIARIO: SOL 431 Estoy tratando de hacer las maletas. Es másdifícil de lo que parece. Tengo dos habitáculos presurizados: el vehículode superficie y el remolque. Están conectados portubos, y además son inteligentes. Si uno pierdepresión, el otro instantáneamente cierra las líneascompartidas. Esto tiene una lógica macabra: si el vehículo desuperficie pierde estanqueidad, estoy muerto; nohace falta que planee nada. En cambio, si elremolque pierde estanqueidad no me pasará nada.Eso significa que debería poner todo lo importanteen el vehículo de superficie. Todo lo que va en el remolque ha de podersoportar el casi vacío y temperaturas gélidas. Noes que prevea eso, pero, bueno, hay que ponerse en

Page 557: El Marciano(c.1) - Andy Weir

lo peor. Las alforjas que hice para el viaje a laPathfinder me vendrán bien para almacenarcomida. No puedo simplemente guardar las patatasen el vehículo de superficie o en el remolque. Sepudrirían en un entorno cálido y presurizado.Almacenaré algunas en el vehículo de superficiepara acceder fácilmente a ellas, pero el restofuera, en el congelador gigante que es este planeta.El remolque irá a tope. Llevará dos enormesbaterías del Hab, el regulador atmosférico, eloxigenador y mi depósito de calor casero. Seríamás conveniente llevar el depósito en el vehículode superficie, pero tiene que estar cerca de laentrada de aire de retorno del regulador. El vehículo de superficie también irá a tope.Mientras esté conduciendo, llevaré el dormitorioplegado cerca de la esclusa de aire, listo paraefectuar una salida de emergencia. Además,llevaré dos trajes EVA funcionales y todo lonecesario para reparaciones de emergencia:herramientas, repuestos, mi casi agotadosuministro de selladora, el ordenador principal del

Page 558: El Marciano(c.1) - Andy Weir

otro vehículo de superficie (¡por si acaso!) y los620 gloriosos litros de agua. Y una caja de plástico que me sirva de lavabo.Una con una buena tapa. —¿Cómo le va a Watney? —preguntó Venkat. Mindy levantó la mirada de su ordenador con unsobresalto. —¿Doctor Kapoor? —Me he enterado de que le has hecho una fotodurante una EVA. —¡Ah, sí! —dijo Mindy, tecleando—. Me fijé enque las cosas se mueven aproximadamente a lasnueve de la mañana. La gente suele seguir unpatrón, así que supuse que le gusta ponerse atrabajar en torno a esa hora. Hice algunos reajustesmenores para conseguir diecisiete imágenes entrelas nueve y las nueve y diez. Salió en una de ellas. —Bien pensado. ¿Puedo verla? —Claro. —Mindy puso la imagen en pantalla. Venkat miró la imagen borrosa. —¿Es lo mejor que podemos tener?

Page 559: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Bueno, es una foto tomada desde la órbita —dijo Mindy—. La Agencia de Seguridad Nacionalmejoró la imagen con el software más sofisticadode que dispone. —Espera... ¿Qué? —tartamudeó Venkat—. ¿LaASN? —Sí, llamaron y se ofrecieron para ayudar. Es elmismo software que usan para mejorar lasimágenes de los satélites espía. Venkat se encogió de hombros. —Es asombroso cuánta burocracia se ahorra unocuando todos quieren que un hombre sobreviva. —Señaló la pantalla—. ¿Qué está haciendo Watneyahí? —Creo que cargando algo en el vehículo desuperficie. —¿Cuándo fue la última vez que trabajó en elremolque? —preguntó Venkat. —No hace mucho. ¿Por qué no nos escribe notascon más frecuencia? Venkat se encogió de hombros. —Está ocupado. Trabaja durante la mayor partede las horas de luz y juntar rocas para escribir un

Page 560: El Marciano(c.1) - Andy Weir

mensaje requiere tiempo y energía. —Y bien —dijo Mindy—, ¿por qué ha venidopersonalmente? Podríamos haber hecho esto porcorreo electrónico. —En realidad, he venido a hablar contigo —dijo—. Va a haber un cambio en tus responsabilidades.A partir de ahora, en lugar de controlar lossatélites que orbitan Marte, tu únicaresponsabilidad es observar a Mark Watney. —¿Qué? —se extrañó Mindy—. ¿Qué hay de lascorrecciones de trayectoria y alineamiento? —Lo asignaremos a otro —dijo Venkat—. Apartir de ahora, tu único trabajo es examinar lasimágenes de la Ares 3. —Eso es un descenso de categoría —dijo Mindy—. Soy ingeniera orbital y me está convirtiendo enuna mirona. —Es por poco tiempo —dijo Venkat—. Y tecompensaremos. La cuestión es que llevas meseshaciéndolo y eres una experta en identificarelementos de la Ares 3 en imágenes satelitales. Notenemos a nadie más capaz de hacer eso. —¿Por qué de repente es tan importante?

Page 561: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Se está quedando sin tiempo —dijo Venkat—.No sabemos en qué punto está de lasmodificaciones del vehículo de superficie, perosabemos que solo tiene dieciséis soles paraterminarlas. Nos hace falta saber exactamente quéestá haciendo. Tengo a los medios decomunicación y a los senadores preguntando porsu estado cada dos por tres. Incluso el presidenteme ha llamado un par de veces. —Pero conocer su estado no sirve de nada —dijo Mindy—. No es que podamos hacer nada si seretrasa. Es una tarea inútil. Venkat suspiró. —¿Cuánto tiempo hace que trabajas para elGobierno? ENTRADA DE DIARIO: SOL 434 Ha llegado la hora de probar esto. Se me plantea un problema. A diferencia de enmi viaje a la Pathfinder, tengo que llevarme delHab elementos de soporte vital si quiero hacer un

Page 562: El Marciano(c.1) - Andy Weir

buen simulacro. Cuando sacas del Hab elregulador atmosférico y el oxigenador, te quedascon... una tienda. Una gran tienda redonda en laque no se puede vivir. No es tan arriesgado como parece. Comosiempre, lo peligroso del soporte vital es manejarel dióxido de carbono. Cuando el aire llega al 1 %de CO2 empiezas a presentar síntomas deenvenenamiento. Así pues, tengo que mantener lamezcla del Hab por debajo de eso. El volumen interno del Hab es de alrededor de120.000 litros. Respirando normalmente, tardaríaunos dos días en subir el nivel de CO2 al 1 % (yapenas reduciría el nivel de O2). Así que no pasanada si me llevo un rato el regulador y eloxigenador. Ambos son demasiado grandes para caber en laesclusa de aire del remolque. Por suerte para mí,llegaron a Marte por piezas. Eran demasiadograndes para enviarlos montados, así que sonfáciles de desmontar. En varios viajes, he llevado todas las piezas alremolque. Las he pasado por la esclusa de una en

Page 563: El Marciano(c.1) - Andy Weir

una. Ha sido un incordio volver a montarlosdentro, deja que te lo diga. Apenas hay espaciopara toda la mierda que ha de contener elremolque. No quedaba mucho para nuestro héroeintrépido. Luego he cogido el CERA. Estaba fuera del Hab,como un aparato de aire acondicionado en laTierra. En cierto modo lo es. Lo he arrastrado alremolque y lo he puesto en el estante que le habíahecho. Luego lo he conectado a los cables decorriente que atraviesan el «globo» hasta elinterior del habitáculo presurizado del remolque. El regulador enviará aire al CERA, luego el airede retorno burbujeará en el depósito de calor. Elregulador también necesita un depósito para elCO2 que extrae del aire. Cuando desmonté el remolque para hacerespacio, dejé un depósito para esto. Se suponíaque era para oxígeno, pero un depósito es undepósito. Gracias a Dios todos los tubos yválvulas de la misión son estándar. No es un error.Fue una decisión deliberada para facilitar lasreparaciones de campo.

Page 564: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Colocado el CERA, he conectado el oxigenadory el regulador a la corriente del remolque y heobservado que se ponían en marcha. He ejecutadodiagnósticos completos para confirmar que estabanfuncionando correctamente y he cerrado eloxigenador. Recuerda que solo lo usaré un sol decada cinco. He ido al vehículo de superficie, para lo cual hetenido que hacer una molesta EVA de diez metros.Desde allí, he monitorizado el soporte vital.Merece la pena señalar que no puedo monitorizarel equipo de soporte vital desde el vehículo desuperficie (está en el remolque), pero el vehículopuede darme información acerca del aire.Oxígeno, CO2, temperatura, humedad, etcétera.Todo parecía en orden. Después de volver a ponerme el traje EVA, hesoltado una lata de CO2 en el aire del vehículo desuperficie. He observado que el ordenador delvehículo se ha vuelto loco al ver un pico de CO2letal. Luego, con el tiempo, el nivel han vuelto a lanormalidad. El regulador estaba haciendo sutrabajo. ¡Buen chico!

Page 565: El Marciano(c.1) - Andy Weir

He dejado el equipo funcionando al regresar alHab. Lo dejaré toda la noche en funcionamiento ylo comprobaré por la mañana. No es un verdaderotest, porque no estoy allí para respirar oxígeno yproducir CO2, pero paso a paso. ENTRADA DE DIARIO: SOL 435 La última noche ha sido rara. Lógicamente nadamalo podía ocurrir en solo una noche, pero era unpoco enervante saber que no tenía otro soportevital que la calefacción. Mi vida dependía dealgunos cálculos que había hecho, y si se me habíapasado un signo o había sumado dos números mal,podía no despertar nunca. Pero me he despertado, y el ordenador principalindicaba el leve aumento en CO2 que habíapredicho. Parece que viviré otro sol. Vivir otro sol sería un título fantástico para unapelícula. He verificado el vehículo de superficie. Todoestaba en orden. Si no lo conduzco, una sola carga

Page 566: El Marciano(c.1) - Andy Weir

de baterías puede mantener el regulador en marchamás de un mes (con la calefacción apagada). Es unmargen de seguridad bastante bueno. Si todo setuerce durante el viaje, tendré tiempo de arreglarcosas. Estaré limitado por mi consumo de oxígenomás que por la eliminación de CO2, y tengo muchooxígeno. He decidido que era un buen momento paraprobar el dormitorio. Me he metido en el vehículo de superficie y heconectado el dormitorio a la puerta externa de laesclusa de aire desde dentro. Como mencionéantes, es la única forma de hacerlo. Luego lo heabierto hacia un desprevenido Marte. Como pretendía, la presión del vehículo desuperficie ha hinchado la lona exterior. Después deeso, el caos. El aumento repentino de presión hareventado el dormitorio como si fuera un globo. Seha deshinchado con rapidez, quedando sin airetanto él mismo como el vehículo de superficie. Yollevaba mi traje EVA entonces; no soy un malditoidiota. Así que voy a... Vivir otro sol (protagonizada por Mark Watney

Page 567: El Marciano(c.1) - Andy Weir

en el papel de..., probablemente de Q. No soyningún James Bond). He arrastrado el dormitorio reventado al Hab ylo he examinado bien. Fallaba la costura de lapared con el techo. Tiene sentido. Forma un ángulorecto en un habitáculo presurizado. Los físicosodian estas cosas. Primero he arreglado la costura, luego hecortado tiras de lona sobrante para colocarlassobre ella. Ahora tiene doble grosor y doble sellode resina en todo el contorno. Tal vez seasuficiente. En este momento estoy haciendocábalas. Mis asombrosas dotes botánicas no mesirven de mucho para esto. Lo probaré otra vez mañana. ENTRADA DE DIARIO: SOL 436 Se me han terminado las pastillas de cafeína. Seacabó el café marciano para mí. Así que he tardado un poco más en despertarmeesta mañana, y enseguida me ha entrado un dolor

Page 568: El Marciano(c.1) - Andy Weir

de cabeza atroz. Una cosa positiva de vivir en unamansión multimillonaria en Marte: tengo acceso aloxígeno puro. Por alguna razón, una concentraciónelevada de O2 acaba con la mayoría de lascefaleas. No sé por qué. No importa. Loimportante es que no tengo que sufrir. He probado otra vez el dormitorio. Me hevestido en el vehículo de superficie y he soltado eldormitorio, igual que la última vez. Esta, sinembargo, ha resistido. Es genial, pero después decomprobar la naturaleza frágil de mi obra deartesanía, quería probar el tiempo suficiente laestanqueidad. Después de unos minutos con el traje EVA, hedecidido aprovechar mejor el tiempo. Aunque nopueda dejar el universo del vehículo de superficie-dormitorio mientras este último está conectado a laesclusa de aire, puedo quedarme en el vehículo desuperficie y cerrar la puerta. Una vez hecho esto, me he quitado el incómodotraje EVA. El dormitorio estaba al otro lado de lapuerta de la esclusa, todavía completamentepresurizado. Así pues, sigo haciendo mi test, pero

Page 569: El Marciano(c.1) - Andy Weir

sin tener que llevar el traje EVA. Había elegido arbitrariamente una duración deocho horas para el test, de modo que estoyatrapado en el vehículo de superficie hasta quepasen. He dedicado ese tiempo a planear el viaje. Nohabía mucho que añadir a lo que ya sabía.Avanzaré en línea recta desde la Acidalia Planitiaa Mawrth Vallis, luego seguiré el valle hasta elfinal. Me llevará en zigzag hasta Arabia Terra.Después las cosas se complicarán. A diferencia de la Acidalia Planitia, ArabiaTerra está salpicada de cráteres, y cada cráterimplica dos cambios de elevación brutales.Primero hacia abajo, luego hacia arriba. He hecholo posible para trazar el camino más cortosorteándolos. Estoy seguro de que tendré quemodificar la trayectoria cuando esté conduciendo.Ningún plan supera el primer contacto con elenemigo. Mitch se sentó en la sala de conferencias.

Page 570: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Estaban presentes los de siempre: Teddy, Venkat,Mitch y Annie. Esta vez, sin embargo, tambiénestaban Mindy Park y un hombre al que Mitchnunca había visto. —¿Qué pasa, Venk? —preguntó Mitch—. ¿Porqué esta repentina reunión? —Han pasado algunas cosas —dijo Venkat—.Mindy, ¿por qué no los pones al día? —Ah, sí —dijo Mindy—. Parece que Watney haterminado de añadir el globo al remolque. Entérminos generales sigue el diseño que leenviamos. —¿Alguna idea sobre su resistencia? —preguntóTeddy. —Es muy resistente —dijo—. Lleva varios díashinchado sin problemas. Además, ha construidouna especie de habitación. —¿Habitación? —preguntó Teddy. —Está hecha de lona del Hab, creo —explicóMindy—. Se conecta a la esclusa de aire delvehículo de superficie. Creo que cortó una seccióndel Hab para hacerla. No sé para qué es. Teddy se volvió hacia Venkat.

Page 571: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—¿Por qué haría eso? —Creemos que es un taller —dijo Venkat—.Habrá mucho que hacer en el VAM cuando llegueal cráter Schiaparelli. Será más fácil hacerlo sin eltraje EVA. Probablemente planea hacer todo lo quepueda en esa sala. —¡Qué listo! —dijo Teddy. —Watney es un tipo listo —dijo Mitch—. ¿Quéhay del soporte vital allí dentro? —Creo que lo ha resuelto —dijo Mindy—. Haquitado el CERA. —Perdón —la interrumpió Annie—. ¿Qué es unCERA? —Es el componente externo del reguladoratmosférico —dijo Mindy—. Está fuera del Hab,así que vi cuándo desapareció. Probablemente lomontará en el vehículo de superficie. No hayninguna otra razón para quitarlo, o sea quesupongo que tiene un buen soporte vital. —Asombroso —dijo Mitch—. Las cosas seestán aclarando. —No lo celebres todavía, Mitch —dijo Venkat.Hizo un gesto hacia el recién llegado—. Él es

Page 572: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Randall Carter, uno de nuestros meteorólogosmarcianos. Randall, cuéntales lo que nos hascontado. Randall asintió. —Gracias, doctor Kapoor. —Dio la vuelta alportátil para mostrar un mapa de Marte—. Durantelas últimas semanas, una tormenta de arena se haestado formando en Arabia Terra. No esdemasiado fuerte, así que no retrasará su viaje enabsoluto. —Entonces, ¿cuál es el problema? —preguntóAnnie. —Es una tormenta de arena de baja velocidad —explicó Randall—, de vientos lentos, pero lobastante rápidos para levantar partículas muypequeñas de la superficie formando nubes espesas.Hay cinco o seis así al año. La cuestión es queduran meses, cubren enormes zonas del planeta ycargan la atmósfera de polvo. —Sigo sin ver el problema —dijo Annie. —La luz —dijo Randall—. La cantidad de luzsolar que alcanza la superficie es menor en la zonade la tormenta. Ahora mismo, está al veinte por

Page 573: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ciento de lo normal. Y el vehículo de superficie deWatney está alimentado por paneles solares. —Mierda —dijo Mitch, frotándose los ojos—.Y no podemos avisarlo. —En ese caso tendrá menos potencia —dijoAnnie—. ¿No puede recargar más tiempo? —El plan actual ya es que recargue todo el día—explicó Venkat—. Con el veinte por ciento de laluz diaria normal, tardará cinco veces más enconseguir la misma energía. Convertirá suscuarenta y cinco soles en doscientos veinticincosoles. Se perderá la aproximación de la Hermes. —¿La Hermes no puede esperarlo? —preguntóAnnie. —Es un viaje de paso —dijo Venkat—. LaHermes no entrará en la órbita marciana. Si lohiciera, no podría volver. Necesita su velocidadpara la trayectoria de retorno. Después de unos momentos de silencio, Teddydijo: —Solo tenemos que esperar a que encuentre unasolución. Podemos seguir sus progresos y... —No, no podemos —lo interrumpió Mindy.

Page 574: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—¿No podemos? —dijo Teddy. Negó con la cabeza. —Los satélites no podrán ver a través del polvo.Una vez que entre en la zona afectada, no veremosnada hasta que salga por el otro lado. —Bueno... —dijo Teddy—. Mierda. ENTRADA DE DIARIO: SOL 439 Antes de arriesgar mi vida con este trasto, tengoque probarlo, y no con las pequeñas pruebas quehe estado haciendo hasta ahora. Claro, he probadoel generador de potencia, el soporte vital, laburbuja del remolque y el dormitorio, peronecesito probar todos los elementos funcionandojuntos. Voy a cargar para el viaje largo y conduciré encírculos. Nunca estaré a más de 500 metros delHab, así que no me pasará nada si algo se rompe. He dedicado el día de hoy a cargar el vehículode superficie y el remolque para el test. Quieroque el peso sea igual al del verdadero viaje.

Page 575: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Además, si la carga se va a mover o van aromperse cosas, quiero saberlo ahora. He hecho una concesión al sentido común: hedejado la mayor parte del suministro de agua en elHab. He cargado solo veinte litros; lo bastantepara el test, pero no más. Podría perder presión demuchas maneras en esta abominación mecánicaque he creado, y no quiero que se evapore toda miagua si eso ocurre. En el viaje real, tendré que llevar 620 litros deagua. He compensado la diferencia de pesocargando 600 kilos de rocas con el resto de missuministros. En la Tierra, las universidades y gobiernos estándispuestos a pagar millones por poner sus manosen las rocas de Marte. Yo las uso como lastre. Estoy haciendo otro pequeño test esta noche. Mehe asegurado de que las baterías estuvieran biencargadas y he desconectado el vehículo desuperficie y el remolque de la corriente del Hab.Dormiré en el Hab, pero dejaré el soporte vital delvehículo de superficie conectado. Mantendrá elaire durante la noche y mañana comprobaré el

Page 576: El Marciano(c.1) - Andy Weir

consumo. He observado el consumo de energíamientras está conectado al Hab, y no ha habidoninguna sorpresa, pero esta será la verdaderaprueba. La llamo «prueba de desconexión». Quizá no sea el mejor nombre. La tripulación de la Hermes se reunió en la zonade recreo. —Repasemos rápidamente el estado —dijoLewis—. Vamos todos atrasados en nuestrosencargos científicos. Vogel, tú primero. —Reparé el cable defectuoso en VASIMR 4 —informó Vogel—. Era nuestro último cable decalibre grueso. Si se presenta algún otro problema,tendremos que trenzar cables de menor calibrepara llevar la corriente. Además, la salida depotencia del reactor se está reduciendo. —Johanssen —dijo Lewis—, ¿qué pasa con elreactor? —Tengo que reconfigurarlo —dijo Johanssen—.Son las aspas de refrigeración. No estánirradiando calor tan bien como antes. Se están

Page 577: El Marciano(c.1) - Andy Weir

manchando. —¿Cómo puede ocurrir eso? —preguntó Lewis—. Están fuera de la nave. No hay nada. —Creo que han cogido polvo o pequeñas fugasde aire de la Hermes. Sea por lo que sea, se estánmanchando. Las manchas atascan la microrretículay eso reduce el área de superficie. A menorsuperficie, menor disipación de calor. Por tanto, helimitado lo suficiente el reactor para no tener calorpositivo. —¿Alguna posibilidad de reparar las aspas derefrigeración? —Es una avería a escala microscópica —dijoJohanssen—. Necesitaríamos un laboratorio. Porlo general sustituyen las aspas después de cadamisión. —¿Podremos mantener la potencia del motordurante el resto de la misión? —Sí, si las manchas no aumentan. —Muy bien, contrólalo. Beck, ¿cómo va elsoporte vital? —Renqueando —dijo Beck—. Hemos estado enel espacio más tiempo del previsto. Hay varios

Page 578: El Marciano(c.1) - Andy Weir

filtros que normalmente se sustituyen después decada misión. He encontrado una forma delimpiarlos con un baño químico en el laboratorio,pero los corroe. Ahora mismo estamos bien, pero¿quién sabe qué se romperá a continuación? —Sabíamos que esto ocurriría —dijo Lewis—.La Hermes fue diseñada para ser sometida a unapuesta a punto después de cada misión, perohemos alargado la Ares 3 de 396 días a 898. Van aromperse cosas. Tendremos todo el apoyo de laNASA cuando eso ocurra. Solo tenemos que serconcienzudos con el mantenimiento. Martinez, ¿quépasa con tu habitación? Martinez arrugó el entrecejo. —Todavía trata de cocinarme. El climatizadorno aguanta. Creo que son los tubos de la pared queaportan el refrigerante. No puedo acceder a ellosporque están en el casco. Podemos usarlo comoespacio de almacenamiento de carga inmune a latemperatura, pero nada más. —¿Así que te has mudado a la habitación deMark? —Está al lado de la mía —dijo—. Tiene el

Page 579: El Marciano(c.1) - Andy Weir

mismo problema. —¿Dónde has estado durmiendo? —En la esclusa 2. Es el único sitio en el quepuedo estar sin que los demás tropiecen conmigo. —Eso no puede ser —dijo Lewis, negando conla cabeza—. Si un cierre se rompe, morirás. —No se me ocurre ningún otro sitio dondedormir —dijo—. La nave está muy llena, y siduermo en un pasillo estaré en medio del paso. —Vale, a partir de ahora, duerme en el cuarto deBeck. Beck puede dormir con Johanssen. Johanssen se ruborizó y bajó la mirada. —Entonces... —dijo Beck—, ¿lo sabes? —¿Creíais que no? —dijo Lewis—. Es una navepequeña. —¿No estás cabreada? —Si fuera una misión normal, lo estaría —dijoLewis—. Pero nos hemos salido mucho del guión.Evitad que interfiera con vuestro deber y estaréfeliz. —¡El Mile High Club! —dijo Martinez—. ¡Muybonito! Johanssen, cada vez más ruborizada, se cubrió la

Page 580: El Marciano(c.1) - Andy Weir

cara con las manos. ENTRADA DE DIARIO: SOL 444 Soy cada vez mejor en esto. Quizá cuando todotermine, podría ser probador de productos paravehículos de superficie de Marte. Las cosas fueron bien. Pasé cinco solesconduciendo en círculos, a un promedio de 93kilómetros por sol. Es un poco más de lo queesperaba. El terreno aquí es plano y suave, así quees una prueba en el mejor de los escenarios.Cuando suba colinas y rodee rocas, el promediobajará. El dormitorio es asombroso: grande, espacioso ycómodo. La primera noche tuve un pequeñoproblema con la temperatura. Era muy frío. Elvehículo de superficie y el remolque regulan biensu propia temperatura, pero faltaba calor en eldormitorio: la historia de mi vida. El vehículo de superficie tiene un calentadoreléctrico que mueve el aire con un pequeño

Page 581: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ventilador. No uso el calentador para nada, porqueel RTG me proporciona todo el calor que necesito,de manera que conecté el ventilador a un cableeléctrico, cerca de la esclusa de aire. Una vezenchufado, lo único que tuve que hacer fueorientarlo hacia el dormitorio. Es una solución de baja tecnología, perofunciona. Hay mucho calor gracias al RTG. Solonecesitaba que se repartiera de manera uniforme.Por una vez, la entropía estaba de mi parte. He descubierto que las patatas crudas sonasquerosas. En el Hab, las cocino con unmicroondas pequeño. No tengo nada parecido enel vehículo de superficie. Podría traer elmicroondas del Hab y conectarlo, pero la energíaque requiere cocinar diez patatas al día reduciríala distancia recorrida. He caído en la rutina con rapidez. De hecho, meresulta más que familiar. Hice lo mismo veintidósmiserables soles durante el viaje a la Pathfinder.Esta vez, sin embargo, tengo el dormitorio y ahíestá la diferencia. En lugar de quedarme encerradoen el vehículo de superficie tengo mi propio

Page 582: El Marciano(c.1) - Andy Weir

pequeño Hab. Después de despertarme, como una patata paradesayunar. Luego desinflo el dormitorio desdedentro. Es bastante complicado, pero heencontrado una forma de hacerlo. Primero, me pongo un traje EVA. Luego cierro lapuerta interior de la esclusa de aire y dejo abiertala puerta exterior (la que está conectada aldormitorio). Esto aísla el cuarto, conmigo dentro,del resto del vehículo de superficie. Despresurizola esclusa. La esclusa interpreta que se trata deextraer el aire de una zona pequeña, pero enrealidad está deshinchando todo el dormitorio. Una vez que no hay presión, meto dentro la lonay la pliego. Luego la desconecto de la trampillaexterna y cierro la puerta exterior. Este es elmomento en que casi no tengo sitio. Debocompartir la esclusa con todo el dormitorioplegado mientras se represuriza. Cuando vuelvo atener presión, abro la puerta interior y más omenos caigo en el vehículo de superficie. Luegoguardo el dormitorio y vuelvo a la esclusa de airepara realizar una salida normal a Marte.

Page 583: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Es un proceso complicado, pero desconecto eldormitorio sin tener que despresurizar la cabinadel vehículo de superficie. Recuerda que en elvehículo tengo todo el material que no soporta elvacío. El siguiente paso es recoger las placas solaresque dejé fuera el día anterior y llevarlas otra vezal vehículo de superficie y el remolque. Luegohago una rápida verificación del remolque. Entropor la esclusa y echo un vistazo a todo el equipo.Ni siquiera me quito el traje EVA. Solo quieroasegurarme de que nada esté descaradamente mal. Vuelvo al vehículo de superficie. Una vezdentro, me quito el traje EVA y me pongo aconducir. Al cabo de casi cuatro horas me quedosin energía. Aparco y otra vez a ponerme el traje EVA y salira Marte. Dejo los paneles solares fuera y pongolas baterías a cargar. Luego preparo el dormitorio, siguiendo más omenos la secuencia inversa que para guardarlo. Enúltima instancia, es la esclusa de aire la que lohincha. En cierto modo, el dormitorio es solo una

Page 584: El Marciano(c.1) - Andy Weir

extensión de la esclusa de aire. Aunque es posible hacerlo, no hincho de golpe eldormitorio. Lo hice para ponerlo a prueba, porquequería localizar las fugas, pero no es buena idea.El inflado rápido lo sacude y lo somete a presión.Acabaría por romperse. No me gustó que el Habme lanzara como una bola de cañón. No tengoganas de repetir la experiencia. Cuando el dormitorio está listo otra vez, puedoquitarme el traje EVA y relajarme. Sobre todo miroprogramas televisivos de los años setenta. Soyindistinguible de un tío en paro durante la mayorparte del día. Seguí esta rutina durante cuatro soles. Llegó elmomento del «día de aire». Un «día de aire» es muy parecido a cualquierotro día, pero sin el recorrido de cuatro horas. Unavez preparados los paneles solares, enciendo eloxigenador y dejo que trabaje con el CO2 que elregulador ha almacenado. Convertí todo el CO2 en oxígeno y usé lapotencia del día para generarlo. El test fue un éxito. Estaré listo a tiempo.

Page 585: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ENTRADA DE DIARIO: SOL 449 Hoy es el gran día. Me voy al Schiaparelli. El vehículo de superficie y el remolque estáncargados. Han estado casi llenos desde la prueba.Pero ahora incluso tengo el agua a bordo. Durante estos últimos días he cocinado todas laspatatas en el microondas del Hab. He tardadobastante, porque el microondas solo puedecocerlas de cuatro en cuatro. Una vez cocidas, lassaqué otra vez a la superficie para congelarlas. Yacongeladas, volví a ponerlas en las alforjas delvehículo de superficie. Puede parecer una pérdidade tiempo, pero es fundamental. En lugar de comerpatatas crudas durante el viaje, comeré patatasfrías precocinadas. Para empezar, serán mássabrosas, pero lo más importante es que estaráncocinadas. Cuando cocinas la comida, lasproteínas se rompen y se vuelve más fácil dedigerir. Sacaré más calorías de ellas, y necesitotodas las calorías que pueda conseguir.

Page 586: El Marciano(c.1) - Andy Weir

He pasado los últimos días realizandodiagnósticos completos de todo: del regulador, eloxigenador, el RTG, el CERA, las baterías, elsoporte vital del vehículo de superficie (por sinecesito uno de respaldo), las placas solares, elordenador del vehículo de superficie, las esclusasy de cualquier otra cosa con piezas móviles ocomponentes electrónicos. Incluso he comprobadotodos los motores. Son ocho en total, uno por cadarueda; cuatro en el vehículo de superficie, cuatroen el remolque. Los motores del remolque notendrán corriente, pero me conviene tenerrecambios. Todo está listo para partir. No hay problemas ala vista. El Hab es una cáscara de su antiguo ser. Lo hedespojado de todos los componentes vitales y deun buen trozo de su lona. He saqueado ese pobreHab para sacarle todo lo que podía darme, y acambio me ha mantenido vivo durante un año ymedio. Es como el árbol generoso.5 Hoy lo he apagado todo: los calentadores, la luz,el ordenador central, etcétera; todos los

Page 587: El Marciano(c.1) - Andy Weir

componentes que no robé para el viaje al cráterSchiaparelli. Podría haberlos dejado encendidos. ¿A quién leimporta? Pero el protocolo para sol 31 (que teníaque ser el último día de la misión de superficie)consistía en apagar el Hab y deshincharlo, porquela NASA no quería una gran tienda llena deoxígeno inflamable al lado del VAM cuandodespegara. Supongo que lo hice como un homenaje a lo quepodría haber sido la misión Ares 3. Una pequeñapieza de sol 31 que nunca tuve. Con todo apagado, el interior del Hab estabasiniestramente silencioso. He pasado 449 solesescuchando sus calentadores y ventiladores. Peroahora el silencio era mortal. Era un silenciosiniestro, difícil de describir. He estado alejado delos ruidos del Hab antes, pero siempre en unvehículo de superficie o en un traje EVA, y los dostienen su propia maquinaria ruidosa. Ahora no se oye nada. Nunca me había fijado enel silencio absoluto de Marte. Es un mundodesierto sin prácticamente atmósfera para

Page 588: El Marciano(c.1) - Andy Weir

transmitir el sonido. Podía oír mis propios latidos. De todos modos, basta de ponerse filosóficos. Ahora mismo estoy en el vehículo de superficie(debería ser obvio, porque el ordenador centraldel Hab está desconectado para siempre). Tengodos baterías cargadas, todos los sistemasfuncionan y me esperan cuarenta y cinco soles deviaje. ¡El Schiaparelli o nada!

Page 589: El Marciano(c.1) - Andy Weir

22 ENTRADA DE DIARIO: SOL 458 ¡Mawrth Vallis! ¡Por fin estoy aquí! En realidad, no es una hazaña tan impresionante.Solo llevo diez soles viajando. Pero es un hitodesde un punto de vista psicológico. Hasta ahora, el vehículo de superficie y mi cutresoporte vital funcionan de manera admirable. Almenos, tan bien como cabe esperar de un equipoque se ha usado diez veces más tiempo delpretendido. Hoy es mi segundo «día de aire» (el primero fuehace cinco soles). Cuando planifiqué esto, suponíaque los días de aire serían espantosamenteaburridos. Pero ahora los espero con impaciencia.Son mis días libres. En un día normal, me levanto, pliego eldormitorio, apilo las placas solares, conduzco

Page 590: El Marciano(c.1) - Andy Weir

cuatro horas, extiendo las células solares,despliego el dormitorio, verifico todo el material(sobre todo el bastidor y las ruedas del vehículode superficie) y redacto un informe de estado enmorse para la NASA si encuentro suficientes rocascerca. En un día de aire, me levanto y enciendo eloxigenador. Los paneles solares están fuera desdeel día anterior. Todo está listo para empezar.Luego me relajo en el dormitorio o el vehículo desuperficie. Tengo todo el día para mí. En eldormitorio tengo espacio suficiente para nosentirme encerrado y en el ordenador hay unmontón de reposiciones de la tele para quedisfrute. Técnicamente, entré en Mawrth Vallis ayer, perosolo hoy lo he sabido al mirar un mapa. La entradaal valle es lo bastante ancha para que no se veanlas paredes del cañón. Sin embargo, ahora estoysin lugar a dudas en un cañón de fondo bonito yllano, exactamente lo que estaba esperando. Esasombroso; este valle no se formó por la lentaerosión de un río. Se formó por una

Page 591: El Marciano(c.1) - Andy Weir

megainundación, en un solo día. Verlo habría sidouna pasada. Extraña idea: ya no estoy en la Acidalia Planitia.He vivido 457 soles allí, casi un año y medio, ynunca volveré. No sé si sentiré nostalgia en algúnmomento de mi futuro. Si existe para mí un futuro, soportaréalegremente un poco de nostalgia. Por ahora, soloquiero volver a casa. —Bienvenidos otra vez a Informe Mark Watneyde la CNN —dijo Cathy a la cámara—. Estamoshablando con nuestro invitado habitual, el doctorVenkat Kapoor. Doctor Kapoor, supongo que lagente quiere saber si Mark Watney está condenado. —Esperemos que no —respondió Venkat—,pero tiene un verdadero reto por delante. —Según nuestros últimos datos de satélite, latormenta de polvo en Arabia Terra no mengua ybloqueará el ochenta por ciento de la luz del sol. —Eso es. —Y la única fuente de energía de Watney son sus

Page 592: El Marciano(c.1) - Andy Weir

paneles solares, ¿correcto? —Sí, es cierto. —¿Su vehículo de superficie improvisado puedefuncionar al veinte por ciento de potencia? —No hemos descubierto ninguna forma deconseguir que así sea, no. Solo su soporte vitalrequiere más energía que eso. —¿Cuánto falta para que entre en la tormenta? —Acaba de entrar en Mawrth Vallis. Viajando aeste ritmo, estará al borde de la tormenta en sol471, dentro de doce días. —Seguramente verá que algo va mal —dijoCathy—. Con tan poca visibilidad, no tardará endarse cuenta de que sus células solares tienen unproblema. ¿No podría darse la vuelta en esemomento? —Por desgracia, lo tiene todo en contra —dijoVenkat—. El borde de la tormenta no es una líneadefinida sino una zona un poco polvorienta. Elpolvo se irá espesando a medida que él continúeviajando. Será un incremento muy sutil; cada díaserá ligeramente más oscuro que el anterior,demasiado poco para notarlo. —Venkat suspiró—.

Page 593: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Avanzará centenares de kilómetros preguntándosepor qué la eficiencia de sus paneles solares se estáreduciendo antes de reparar en un problema devisibilidad. Y la tormenta avanza hacia el oestemientras que él se mueve hacia el este. Estarádemasiado metido en ella para salir. —¿Estamos viendo el desarrollo de unatragedia? —preguntó Cathy. —Siempre hay esperanza —dijo Venkat—. A lomejor lo descubre antes de lo que pensamos y seda la vuelta a tiempo. A lo mejor la tormenta sedisipa de manera inesperada. Quizá descubra unamanera de conservar su soporte vital con menosenergía de la que creemos necesaria. Mark Watneyes un experto en sobrevivir en Marte. Si alguienpuede lograrlo, es él. —Doce días —dijo Cathy mirando a cámara—.Toda la Tierra está observando, incapaz de ayudar. ENTRADA DE DIARIO: SOL 462 Otro sol sin acontecimientos. Mañana es día de

Page 594: El Marciano(c.1) - Andy Weir

aire, así que esta es más o menos mi noche deviernes. Estoy a medio camino de Mawrth Vallis. Comohabía esperado, el recorrido ha sido fácil. No haygrandes cambios de elevación. Apenas hayobstáculos. Solo arena suave con rocas menoresde medio metro. Puede que te estés preguntando cómo me oriento.Cuando fui a la Pathfinder, observé el tránsito deFobos en el cielo para localizar el eje este-oeste.Pero el de la Pathfinder fue un viaje fácilcomparado con este, y tenía muchos puntos dereferencia para orientarme. Esta vez eso no me sirve. Mi «mapa» (tal comoes) consiste en imágenes satelitales de resolucióndemasiado baja para serme de utilidad. Solodistingo puntos de referencia grandes, comocráteres de 50 kilómetros de diámetro. Noesperaban que llegara tan lejos. La única razón porla que tengo imágenes de alta resolución de la zonade la Pathfinder es porque las incluyeron para elaterrizaje (por si Martinez tenía que tomar tierralejos de nuestro objetivo).

Page 595: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Así que esta vez necesito una forma fiable defijar mi posición en Marte. Latitud y longitud. Esa es la clave. La primeracoordenada es fácil. En la Tierra los antiguosnavegantes la localizaban enseguida. El eje de23,5 grados de la Tierra apunta a Polaris. Marteestá inclinado un poco más de 25 grados, así queseñala a Deneb. Hacer un sextante no es difícil. No te hace faltamás que un tubo por el que mirar, una cuerda, unpeso y algo con marcas de grados. Construí el míoen menos de una hora. Así que cada noche salgo con un sextante caseroy miro a Deneb. Es una situación bastante estúpidasi lo piensas. Aquí estoy, en Marte, con mi trajeespacial y orientándome con una herramienta delsiglo XVI. ¡Pero, funciona! La longitud es harina de otro costal. En la Tierra,la forma más fácil de averiguar la longitud esconociendo la hora exacta y comparándola con laposición del sol en el cielo. Lo complicado enaquellos tiempos fue inventar un reloj quefuncionara en un barco (los péndulos no funcionan

Page 596: El Marciano(c.1) - Andy Weir

en los barcos). Todas las mentes científicas de laépoca trabajaron el problema. Por fortuna, tengo relojes precisos. Ahora mismohay cuatro ordenadores en mi línea de visión. Ytengo Fobos. Como Fobos está ridículamente cerca de Marte,orbita el planeta en menos de un día marciano.Viaja de oeste a este (a diferencia del Sol y deDeimos) y se pone cada once horas. Naturalmente,se desplaza siguiendo un patrón muy predecible. Paso trece horas cada sol sentado mientras lospaneles solares cargan las baterías. Estágarantizado que Fobos se pone al menos una vezen ese tiempo. Anoto la hora a la que lo hace.Luego la incluyo en una asquerosa fórmula queelaboré y saco mi longitud. Así que sacar la longitud requiere que Fobos seponga, y averiguar la latitud requiere que sea denoche para que pueda ver Deneb. No es un sistemamuy rápido, pero solo tengo que usarlo una vez aldía. Descubro mi ubicación cuando estoy parado yla verifico durante el viaje del día siguiente. Esmás o menos una cuestión de aproximaciones

Page 597: El Marciano(c.1) - Andy Weir

sucesivas. Hasta el momento, creo que estáfuncionando. Pero ¿quién sabe? Ya me imaginososteniendo un mapa, rascándome la cabeza,tratando de descubrir cómo terminé en Venus. Mindy Park amplió la última foto satelital con lafacilidad que da la práctica. El campamento deWatney estaba en el centro, con las células solaresdispuestas en círculo, como de costumbre. El taller estaba inflado. Al mirar la horaestampada en la imagen, Mindy vio que eramediodía, hora local. Enseguida encontró elinforme de estado; Watney siempre lo ponía allado del vehículo de superficie cuando había rocasen abundancia, normalmente al norte. Con el fin de ahorrar tiempo, Mindy habíaaprendido código morse, para no tener que buscarletra por letra cada mañana. Abrió un mensaje decorreo y lo mandó a la lista creciente de personasque querían diariamente un mensaje de estado deWatney.

Page 598: El Marciano(c.1) - Andy Weir

DE CAMINO PARA LLEGADA SOL494

Mindy frunció el ceño y añadió: «Nota: cincosoles para la llegada de la tormenta.» ENTRADA DE DIARIO: SOL 466 Mawrth Vallis fue divertido mientras duró.Ahora estoy en Arabia Terra. Acabo de entrar si mis cálculos de latitud ylongitud son correctos. Pero incluso sin cálculos,es bastante obvio que el terreno está cambiando. Durante los últimos dos soles he pasado casitodo mi tiempo en desnivel, ascendiendo por lapared posterior de Mawrth Vallis. Era una subidasuave pero constate. Ahora estoy a una altitudmucho mayor. La Acidalia Planitia (donde sequedó el Hab solitario) está 3.000 metros pordebajo de elevación cero y Arabia Terra está 500metros por debajo. Así que he subido dos

Page 599: El Marciano(c.1) - Andy Weir

kilómetros y medio. ¿Quieres saber qué significa elevación cero? Enla Tierra, es el nivel del mar. Obviamente, no asíen Marte. Por tanto, los friquis con bata delaboratorio se reunieron y decidieron que laelevación cero en Marte es donde la presión delaire es de 610,5 pascales. Eso está unos 500metros por encima de mi actual posición. Ahora las cosas se complican. En AcidaliaPlanitia, si me desviaba podía recuperar la buenadirección basándome en datos nuevos. Después, enMawrth Vallis, era imposible cagarla. Solo teníaque seguir el cañón. Ahora estoy en una zona más complicada. Laclase de barrio en el que mantienes las puertas delvehículo de superficie cerradas y nunca llegas adetenerte por completo en los cruces. Bueno, enrealidad no, pero no conviene desviarse delcamino aquí. En Arabia Terra hay cráteres brutales que tengoque rodear. Si me oriento mal, terminaré al bordede uno. No puedo simplemente bajar por un lado ysubir por el opuesto. Remontar una elevación

Page 600: El Marciano(c.1) - Andy Weir

cuesta una tonelada de energía. En terreno llano,puedo recorrer 90 kilómetros por día. Por unacuesta empinada, tendré suerte si recorro 40kilómetros. Además, conducir en pendiente espeligroso. Un error podría hacer volcar elvehículo de superficie, algo en lo que ni siquieraquiero pensar. Sí, finalmente tendré que conducir hasta el cráterSchiaparelli. No tengo forma de evitarlo. Tendréque andarme con mucho cuidado. De todos modos, si termino al borde de uncráter, tendré que regresar a un sitio desde el quepueda continuar, y esto es un maldito laberinto decráteres. Tengo que mantenerme en guardia yobservando todo el tiempo. Necesitaré orientarmepor puntos de referencia además de hacerlo por lalatitud y la longitud. Mi primer desafío es pasar entre los cráteresRutherford y Trouvelot. No debería ser demasiadodifícil. Están a 100 kilómetros de distancia. Nisiquiera yo podría cagarla, ¿verdad? ¿Verdad?

Page 601: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ENTRADA DE DIARIO: SOL 468 He conseguido enhebrar la aguja entre elRutherford y el Trouvelot sin problemas. Tengoque admitirlo, el ojo de la aguja tenía 100kilómetros de anchura, pero... Ahora estoy disfrutando de mi cuarto día de airedel viaje. Llevo veinte soles en ruta. Hasta elmomento, avanzo según lo previsto. De acuerdocon mis mapas, he recorrido 1.440 kilómetros. Noestoy a mitad de camino, pero casi. He estado tomando muestras de suelo y rocas decada lugar donde acampo. Hice lo mismo decamino a la Pathfinder. Pero esta vez, sé que laNASA me está observando. Así que estoyetiquetando cada muestra según el sol corriente.Ellos conocen mi localización de forma muchomás precisa que yo. Pueden correlacionar lasmuestras con las ubicaciones después. Tal vez sea un esfuerzo baldío. El VAM no va atolerar mucho peso cuando despegue. Parainterceptar a la Hermes tendré que alcanzar

Page 602: El Marciano(c.1) - Andy Weir

velocidad de escape y solo está diseñado parallegar a la órbita. La única forma de ir más deprisaes perder mucho peso. Al menos ese trabajo de manitas tendrá quepensarlo la NASA y no yo. Una vez que llegué alVAM, volveré a estar en contacto con ellos ypueden decirme qué modificaciones debo hacer. Probablemente dirán: «Gracias por recoger lasmuestras pero déjalas ahí. Y también un brazo. Elque menos te guste.» Pero por si se da el casoremoto de que pueda llevar las muestras, voyrecogiéndolas. Los siguientes días de viaje deberían ser fáciles.El próximo gran obstáculo es el cráter Marth. Estájusto en línea recta hacia el Schiaparelli. Mecostará más o menos un centenar de kilómetrosrodearlo, pero no puedo evitar hacerlo. Trataré dedirigirme al borde sur. Cuanto más me acerque alborde, menos tiempo invertiré en lacircunvalación. —¿Has leído las actualizaciones de hoy? —

Page 603: El Marciano(c.1) - Andy Weir

preguntó Lewis, sacando la comida delmicroondas. —Sí —dijo Martinez, tomando un sorbo de subebida. Lewis se sentó a la mesa de la zona de recreo,enfrente de Martinez, y abrió con cuidado elpaquete humeante. Decidió dejar que se enfriara unpoco antes de comer. —Mark entró ayer en la tormenta de arena. —Sí, lo vi —dijo Martinez. —Debemos afrontar la posibilidad de que nollegue al Schiaparelli —dijo Lewis—. Si esoocurre, no podemos desmoralizarnos. Aún tenemosun largo camino que recorrer para llegar a casa. —Ya ha estado muerto —dijo Martinez—. Fueun golpe para nuestra moral, pero lo soportamos.Además, no morirá. —Está muy complicado, Rick —dijo Lewis—.Ya se ha metido cincuenta kilómetros en latormenta y avanzará noventa más por sol. Pronto sehabrá adentrado demasiado en ella. Martinez negó con la cabeza. —Lo superará, comandante. Ten fe.

Page 604: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Ella sonrió sin alegría. —Rick, sabes que no soy religiosa. —Lo sé. No estoy hablando de fe en Dios, estoyhablando de fe en Mark Watney. Mira toda lamierda que le ha tirado encima Marte, y siguevivo. Sobrevivirá a esto. No sé cómo, pero lohará. Es un cabroncete muy listo. Lewis tomó un bocado. —Espero que tengas razón. —¿Quieres apostar cien pavos? —dijo Martinezcon una sonrisa. —Por supuesto que no. —Muy bien. —Nunca apostaré a que un miembro de latripulación morirá —dijo Lewis—, pero eso nosignifica que vaya... —Bla, bla, bla —le interrumpió Martinez—. Enel fondo crees que lo conseguirá. ENTRADA DE DIARIO: SOL 473 Mi quinto día de aire y las cosas están yendo

Page 605: El Marciano(c.1) - Andy Weir

bien. Debería estar bordeando el sur del cráterMarth mañana. Después de eso, será fácil. Estoy en el centro de un triángulo de cráteres. Lollamo el Triángulo Watney porque, después de loque he pasado, algo en Marte debería llevar minombre. El Trouvelot, el Bequerel y el Marth forman losvértices del triángulo, con otros cinco grandescráteres en los lados. Normalmente esto nodebería plantear ningún problema, pero dado queme oriento de un modo extremadamenterudimentario, bien podría terminar al borde de unode ellos y tener que retroceder. Pasado el Marth, saldré del Triángulo Watney(sí, cada vez me gusta más ese nombre). Luegopuedo ir derechito hacia el Schiaparelli tancampante. Quedan todavía bastantes cráteres en elcamino, pero son relativamente pequeños y notardaré mucho en rodearlos. El progreso ha sido grande. Arabia Terra esciertamente más rocosa que la Acidalia Planitia,pero en modo alguno es un terreno tan abruptocomo temía. He podido pasar por encima de la

Page 606: El Marciano(c.1) - Andy Weir

mayoría de las rocas y rodear las que sondemasiado grandes. Me quedan 1.435 kilómetrospor recorrer. Investigué un poco sobre el Schiaparelli ydescubrí algunas buenas noticias. La mejor vía deentrada está en mi línea directa. No tendré querodearlo. Además, el punto de entrada es fácil deencontrar, incluso cuando eres pésimo con laorientación. En el borde noroeste hay un crátermás pequeño. Será el punto de referencia quebuscaré. Al suroeste de ese pequeño cráter, unasuave cuesta desciende hacia el fondo delSchiaparelli. El pequeño cráter no tiene nombre, al menos enlos mapas que tengo, así que lo llamo cráterEntrada. Porque puedo. En otro orden de cosas: mi equipo estáempezando a mostrar señales de envejecimiento.No me sorprende considerando que hace muchoque ha pasado su fecha de caducidad. Durante losúltimos dos soles, las baterías han tardado mástiempo en recargarse. Las placas solares noproducen tantos vatios como antes. No es grave,

Page 607: El Marciano(c.1) - Andy Weir

solo he de cargarlas un rato más. ENTRADA DE DIARIO: SOL 474 Bueno, la he cagado. Tenía que pasar tarde o temprano. Me orientémal y terminé al borde del cráter Marth. Comotiene 100 kilómetros de anchura, no lo veo en sutotalidad, así que no sé en qué punto del círculoestoy. El risco discurre perpendicular a la direcciónque llevaba. Por tanto, no tengo ni idea de quédirección debería tomar, y no quiero hacer elcamino largo si puedo evitarlo. Mi intención erarodearlo por el sur, pero hacerlo por el nortepuede ser una opción igual de buena ahora que mehe desviado de mi camino. Tendré que esperar otro tránsito de Fobos paradeterminar mi longitud y necesitaré esperar a lacaída de la noche para avistar Deneb y determinarmi latitud. Así que se acabó conducir por hoy. Porsuerte, he recorrido 70 kilómetros de los 90 que

Page 608: El Marciano(c.1) - Andy Weir

recorro normalmente, así que no he desperdiciadodemasiado tiempo. El Marth no es excesivamente empinado.Probablemente pueda bajar por un lado y subir porel opuesto. Es lo bastante grande para que termineacampando dentro una noche. Sin embargo, noquiero correr riesgos innecesarios. Debería evitarlas cuestas. Me concedí mucho tiempo extra, asíque voy a actuar con pies de plomo. Hoy pararé temprano y prepararé la recarga.Probablemente no es mala idea teniendo en cuentaque las placas solares están fallando; tendrán mástiempo para trabajar. Funcionaron por debajo desu capacidad otra vez anoche. He revisado todaslas conexiones y me he asegurado de que notuvieran polvo, pero siguen sin estar al ciento porciento. ENTRADA DE DIARIO: SOL 475 Tengo problemas. Observé dos tránsitos de Fobos ayer y avisté

Page 609: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Deneb anoche. Determiné mi ubicación con lamáxima precisión que pude y no es la queesperaba. Si no me equivoco, me he metidoderechito en el cráter Marth. Mierda. Puedo ir hacia el norte o hacia el sur. Una opciónprobablemente sea mejor que la otra, porque seráun camino más corto en torno al cráter. He pensado que debía hacer al menos unpequeño esfuerzo para descubrir qué dirección erala mejor, así que he dado un paseíto esta mañana.Estaba a más de un kilómetro del reborde. En laTierra la gente hace un paseo así sin pensarlo dosveces, pero con un traje EVA es una experienciaterrible. Me muero por decirles a mis nietos: «Cuandoera joven, tuve que caminar hasta el borde de uncráter. ¡Cuesta arriba! ¡En un traje EVA! En Marte,sí, mierda. ¿Me oyes? ¡Marte!» De todos modos, he llegado al reborde y,¡maldita sea, qué paisaje tan hermoso! Desde miprivilegiado punto de observación, he divisado unpanorama asombroso. Creía que vería el extremo

Page 610: El Marciano(c.1) - Andy Weir

más alejado del cráter y podría decidir la mejorruta, pero no he alcanzado a ver el otro lado.Había niebla. No es raro; Marte tiene clima yviento y polvo, al fin y al cabo, pero me haparecido un aire más neblinoso de lo debido.Estoy acostumbrado a los amplios espacios de laAcidalia Planitia, mi antigua casa de la pradera. Luego la situación se ha vuelto más rara. Hemirado hacia atrás, hacia el vehículo de superficiey el remolque. Estaba donde los había dejado (haypocos ladrones de coches en Marte), pero lavisión era mucho más clara. He mirado al este otra vez, por encima delcráter. Luego al oeste, al horizonte. Luego al este,luego al oeste. Para cada cambio de orientacióntenía que girar todo el cuerpo, y es un incordio conel traje EVA. Ayer pasé un cráter. Está a aproximadamente 50kilómetros al oeste de aquí. Apenas era visible enel horizonte, pero mirando hacia el este no logrover nada a esa distancia. El cráter Marth tiene 110kilómetros de diámetro. Con una visibilidad de 50kilómetros, debería al menos poder ver una

Page 611: El Marciano(c.1) - Andy Weir

curvatura distinta del borde, pero no puedo. Al principio, no sabía qué pensar. La falta desimetría me incomodaba y he aprendido asospechar de todo. Ha sido entonces cuando he empezado acomprender varias cosas: 1. La única explicación para la visibilidadasimétrica es una tormenta de arena. 2. Las tormentas de arena reducen el rendimientode las placas solares. 3. El rendimiento de mis placas solares haestado disminuyendo desde hace varios soles. A partir de ahí, he concluido lo siguiente: 1. Llevo varios soles en una tormenta de arena. 2. Mierda. No solo estoy en una tormenta de arena, sino quese empeora cuanto más me acerco al Schiaparelli.Hace unas horas estaba preocupado porque teníaque rodear el cráter Marth; ahora resulta que voy a

Page 612: El Marciano(c.1) - Andy Weir

tener que rodear algo mucho más grande. Y tendréque darme prisa. Las tormentas de arena sedesplazan. Si me quedo quieto me arrollará. Pero¿hacia dónde debo ir? Ya no es una cuestión detratar de ser eficaz. Esta vez, si voy en unadirección equivocada, morderé el polvo y moriré. No tengo imágenes satelitales. No tengo formaalguna de saber el tamaño ni la forma de latormenta ni hacia dónde se dirige. Tío, daríacualquier cosa por una conversación de cincominutos con la NASA. Ahora que lo pienso, laNASA estará echando pestes viendo esto. Voy a contrarreloj. Tengo que encontrar lamanera de enterarme de lo que necesito saber de latormenta. Ahora mismo. Y ahora mismo no se me ocurre nada. Mindy se acercó a su ordenador. El turno de esedía había empezado a las 14.10 h. Su horariocoincidía con el de Watney. Ella dormía cuando éldormía. Watney dormía cuando era de noche enMarte, mientras que Mindy tenía que desplazar sus

Page 613: El Marciano(c.1) - Andy Weir

horas de sueño cuarenta minutos cada día y taparcon papel de aluminio las ventanas para dormir. Buscó las imágenes satelitales más recientes.Arqueó una ceja. Watney todavía no habíalevantado el campamento. Normalmente se poníaen marcha a primera hora de la mañana, en cuantohabía luz suficiente para conducir. Luegoaprovechaba el sol de mediodía para optimizar larecarga. Pero ese día no se había movido y ya era bienentrada la mañana. Mindy miró en torno al vehículo de superficie yal dormitorio en busca de un mensaje. Lo encontróen el lugar habitual (al norte del campamento). Alleer el código morse puso unos ojos como platos:TORMENTA DE ARENA. IDEANDO UN PLAN. Buscó a tientas el teléfono móvil y marcó elnúmero personal de Venkat.

Page 614: El Marciano(c.1) - Andy Weir

23 ENTRADA DE DIARIO: SOL 476 Creo que esto puede funcionar. Estoy en el borde de una tormenta. Desconozcosu tamaño y hacia dónde se dirige. Pero se estámoviendo, y eso es algo que puedo aprovechar. Notengo que caminar para explorarla. Vendrá a mí. La tormenta es solo polvo en suspensión, no espeligrosa para el vehículo de superficie. Puedoconsiderarla simplemente un «porcentaje depérdida de carga». Comprobé ayer la generaciónde potencia y estaba al 97 %. Así que ahora mismoes una tormenta del 3 %. Tengo que avanzar y necesito generar oxígeno.Esos son mis dos objetivos principales. Uso el 20% de la energía para generar oxígeno (cuando paroen mis días de aire). Si termino con un 81 % detormenta, tendré verdaderos problemas. Me

Page 615: El Marciano(c.1) - Andy Weir

quedaré sin oxígeno aunque dedique toda laenergía disponible a producirlo. Será fatal. Peroen realidad ya lo es. Necesito energía para avanzaro me quedaré atascado hasta que la tormenta paseo se disipe. Podrían pasar meses. Cuanta más energía genere, más tendré paramoverme. Con cielos claros, dedico el 80 % de lapotencia al movimiento y logro recorrer 90kilómetros por sol. Así que, ahora mismo, con un 3% de pérdida, recorreré 2,7 kilómetros menos. No importa si dejo de recorrer unos cuantoskilómetros por sol; tengo mucho tiempo. Sinembargo, no puedo permitirme adentrarmedemasiado en la tormenta o nunca saldré de ella. Por lo menos tengo que viajar más deprisa que latormenta. Si consigo ir más rápido, podrémaniobrar sin que me envuelva. Así pues, he dedescubrir a qué velocidad se está desplazando. Puedo hacer eso quedándome aquí sentado todoun sol y, simplemente, comparando luego losvatios generados mañana con los de hoy. Lo únicoque tengo que hacer es compararlos en el mismomomento del día. Así sabré lo deprisa que se está

Page 616: El Marciano(c.1) - Andy Weir

moviendo la tormenta, al menos en términos depérdida potencia. Pero también necesito conocer la forma de latormenta. Las tormentas de arena son grandes. Llegan acubrir miles de kilómetros. Cuando la rodee,tendré que saber hacia dónde ir. Tendré quemoverme en perpendicular al avance de latormenta y hacia donde su intensidad sea menor. Así que este es mi plan: Ahora mismo puedo recorrer 86 kilómetros(porque no conseguí cargar la batería del todoayer). Mañana dejaré aquí una placa solar yconduciré 40 kilómetros en línea recta hacia el sur.Dejaré otra placa solar y conduciré otros 40kilómetros también en línea recta hacia el sur. Asítendré tres puntos de referencia a lo largo de 80kilómetros. Pasado mañana, volveré a recoger las células yobtendré los datos. Comparando la producción devatios a la misma hora del día en esas tresubicaciones, deduciré la forma de la tormenta. Sila tormenta es más espesa al sur, iré hacia el norte

Page 617: El Marciano(c.1) - Andy Weir

para rodearla. Si es más intensa al norte, iré haciael sur. Confío en poder ir hacia el sur. El Schiaparelliestá al sureste de mi posición. Yendo hacia elnorte añadiré mucho tiempo a mi viaje. Mi plan tiene un pequeño inconveniente: notengo forma de medir los vatios producidos poruna célula solar abandonada. Puedo calcularlosfácilmente con el ordenador del vehículo desuperficie, pero necesito algo que pueda dejaratrás. No puedo tomar lecturas mientras conduzco.Necesito tomar lecturas simultáneamente endistintos lugares. Así que hoy dedicaré el día a las chifladurascientíficas. Tengo que fabricar algo que registrelos vatios generados y que pueda dejar con unasola placa solar. Como estaré aquí todo el día, dejaré las placassolares fuera. Al menos recargaré la batería. ENTRADA DE DIARIO: SOL 477

Page 618: El Marciano(c.1) - Andy Weir

He necesitado todo el día de ayer y el de hoy,pero creo que estoy listo para medir esta tormenta. Me hacía falta un medio para registrar la horadel día y la producción de cada placa solar. Una latendré yo, pero las otras dos las dejaré y estaránlejos. La solución es el traje EVA extra. Los trajes EVA tienen cámaras que lo grabantodo, una en el brazo derecho (o el izquierdo si elastronauta es zurdo) y otra encima de la visera. Eltiempo queda sobreimpreso en la parte inferiorizquierda de la imagen, igual que en los vídeoscaseros temblorosos que grababa mi padre. En el equipo de electrónica hay variospotenciómetros, así que me he dicho: ¿por quéfabricar mi propio sistema de registro? Me bastacon filmar el potenciómetro todo el día. Y eso es lo que he montado. Cuando preparé lascosas para este viaje, me aseguré de llevar todosmis equipos y herramientas, por si tenía quereparar el vehículo de superficie en ruta. Primero he cogido las cámaras de mi traje EVAde repuesto. Tenía que ser cuidadoso; no queríaestropearlo. Es mi único traje de sobra. He sacado

Page 619: El Marciano(c.1) - Andy Weir

las cámaras y los cables que las conectan a loschips de memoria. He puesto un potenciómetro en un contenedor demuestras pequeño y he pegado una cámara a laparte inferior de la tapa. Cuando he cerrado elcontenedor, la cámara estaba grabandoadecuadamente la lectura del potenciómetro. Para probar, he usado la energía del vehículo desuperficie. ¿De dónde sacará la energía mi inventocuando lo abandone en la superficie? ¡Estaráconectado a una célula solar de dos metroscuadrados! Eso le proporcionará mucha energía. Yhe puesto una pequeña batería recargable en elcontenedor para administrarla durante la noche(también sacada del traje EVA suplementario). El siguiente problema era el calor, o su ausencia.En cuanto saque esto del vehículo de superficie, seenfriará muy deprisa. Si se enfría demasiado, loscomponentes electrónicos dejarán de funcionar. Así pues, necesitaba una fuente de calor, y en miequipo de electrónica estaba la respuesta:resistencias. A montones. Las resistencias secalientan. Es lo que hacen. La cámara y el

Page 620: El Marciano(c.1) - Andy Weir

potenciómetro solo necesitan una pequeña fracciónde la energía que puede producir una placa solar.Así que el resto de la energía pasará por lasresistencias. He montado y probado los dos «registradores depotencia» y he confirmado que las imágenes segrababan bien. Luego he hecho una EVA. He desconectado doscélulas fotovoltaicas y las he conectado a losregistradores de potencia. Los he dejado una horagrabando y los he vuelto a traer para verificar losresultados. Han funcionado de fábula. Ya casi anochece. Mañana por la mañana, dejaréaquí un registrador de potencia y me dirigiré alsur. Mientras estaba trabajando he mantenido eloxigenador en marcha (¿por qué no?). Así que herecargado O2 y estoy listo para partir. Las placas solares han funcionado hoy al 92,5%. Ayer lo hicieron al 97 %. Esto prueba que latormenta se mueve hacia el oeste, porque su partemás densa estaba al este ayer. Así que ahora mismo la luz solar está

Page 621: El Marciano(c.1) - Andy Weir

disminuyendo en esta zona un 4,5 % cada sol. Sime quedara aquí dieciséis soles más, estaría losuficientemente oscuro para matarme. Vamos, que no voy a quedarme. ENTRADA DE DIARIO: SOL 478 Hoy todo ha ido como estaba planeado. Sinfallos. No sé si me adentro en la tormenta o salgode ella. Es difícil saber si hay más o menos luz queayer. El cerebro humano trabaja mucho paraabstraerse de eso. He dejado un registrador de potencia antes deirme. Después de recorrer 40 kilómetros endirección sur, he hecho una rápida EVA para dejarotro. Ya he recorrido los 80 kilómetros, he puestomis placas solares a cargar y estoy registrando losvatios producidos. Mañana tendré que desandar el camino y recogerlos registradores de potencia. Podría serpeligroso: conduciré de vuelta a una zona detormenta conocida. Pero el riesgo merece la pena.

Page 622: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Además, ya he dicho que estoy harto de patatas.En serio, por Dios, ¡estoy harto de patatas! Cuandovuelva a la Tierra, me compraré una bonita casa enAustralia Occidental, porque Australia Occidentalestá en las antípodas de Idaho. Lo saco a colación porque hoy he cenado unpaquete de comida. He guardado cinco paraocasiones especiales. Me comí el primero haceveintinueve soles, cuando partí hacia elSchiaparelli, pero me olvidé por completo decomerme el segundo cuando llegué a mediocamino, hace unos soles, así que he disfrutado conretraso de ese placer por haberlo hecho. De todos modos, probablemente ha sido másacertado comérmelo hoy. ¿Quién sabe cuántotardaré en rodear esta tormenta? Y si terminoperdido en ella y condenado a morir, me zamparétodas las comidas especiales. ENTRADA DE DIARIO: SOL 479 ¿Alguna vez te has pasado la salida de la

Page 623: El Marciano(c.1) - Andy Weir

autopista? Solo tienes que conducir hasta lasiguiente salida para dar la vuelta, pero lo odiastodo el recorrido porque te estás alejando de tuobjetivo. Me he sentido así todo el día. He vuelto a dondeestaba ayer por la mañana. ¡Uf! Por el camino he recogido el registrador depotencia que dejé atrás a medio recorrido. Ahoramismo acabo de recoger el que dejé aquí ayer. Los dos registradores han funcionado comoesperaba. He descargado las grabaciones de vídeoa un portátil y las he avanzado hasta mediodía.Finalmente tenía lecturas de eficiencia solar detres localizaciones a lo largo de una línea de 80kilómetros, todas del mismo momento del día. A mediodía de ayer, el registro de más al norteindicaba un 12,3 % de pérdida de eficiencia, elcentral, una pérdida del 9,5 %, y el del vehículode superficie, una pérdida del 6,4 % en laubicación más meridional. Dibuja una imagen muyclara: la tormenta está al norte de mí. Además, heaveriguado que se desplaza hacia el oeste. Portanto, debería poder evitarla yendo hacia el sur,

Page 624: El Marciano(c.1) - Andy Weir

dejando que me pase por el norte y luegodirigiéndome otra vez al este. ¡Por fin una buena noticia! Al sureste: eso es loque yo necesitaba. No perderé mucho tiempo. Suspiro... Tengo que recorrer el mismo maldito camino unatercera vez mañana. ENTRADA DE DIARIO: SOL 480 Creo que voy por delante de la tormenta. Después de haber viajado por la autopista Unode Marte todo el día, he vuelto a mi campamentode ayer. Mañana, finalmente, avanzaré otra vez. Heparado y he montado el campamento a mediodía.La pérdida de eficiencia aquí es del 15,6 %. Si locomparo con el 17 % de ayer, deduzco que puedodejar atrás la tormenta mientras siga dirigiéndomeal sur. Con suerte. Probablemente la tormenta escircular porque suelen serlo, pero podría estarconduciendo por un hueco en ella, en cuyo caso

Page 625: El Marciano(c.1) - Andy Weir

estoy muerto, ¿vale? Poco puedo hacer. Lo sabré muy pronto. Si la tormenta es circular,debería registrar cada día una eficiencia mayorhasta que vuelva a ser del ciento por ciento,momento en que estaré completamente al sur de latormenta y podré dirigirme hacia el este otra vez.Veremos. Si no hubiera tormenta, iría directamente alsureste, hacia mi destino. Tal y como están lascosas, yendo solo al sur tardaré más. Recorro 90kilómetros al día, como de costumbre, pero soloestoy 37 kilómetros más cerca del Schiaparelli,porque Pitágoras era un capullo. No sé cuándoterminaré de librarme de la tormenta y podré ir enlínea recta hacia el Schiaparelli de nuevo, perouna cosa está clara: mi plan de llegar en sol 494 seha ido a la porra. Sol 549. Esa es la fecha en que vendrán por mí.Si llegó tarde, pasaré el resto de mi corta vidaaquí. Y antes todavía tengo que modificar el VAM. Joder.

Page 626: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ENTRADA DE DIARIO: SOL 482 Día de aire. Tiempo para la relajación y lasespeculaciones. Por lo que respecta a relajación, he leídoochenta páginas de Maldad bajo el sol de AgathaChristie, cortesía de la colección de librosdigitales de Johanssen. Creo que Linda Marshalles la asesina. En cuanto a las especulaciones, he especuladosobre cuándo demonios saldré de la tormenta. Todavía voy directo hacia el sur todos los días, ytodavía me enfrento a la pérdida de eficiencia(aunque mantengo la ventaja). Cada día de estamierda solo me acerco 37 kilómetros al VAM enlugar de 90. Me cabrea. He pensado en saltarme el día de aire. Podríaavanzar todavía un par de días antes de quedarmesin oxígeno, y evitar la tormenta es muyimportante, pero he decidido que no. Llevosuficiente ventaja a la tormenta para quedarmequieto un día, y no sé si un par de días servirían dealgo. ¿Quién sabe cuánto al sur llega la tormenta?

Page 627: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Bueno, la NASA probablemente lo sabe, y lascadenas de noticias de la Tierra lo estaránmostrando, y seguramente existe algún sitio webllamado por ejemplo <www.watch-mark-watney-die.com>. Así pues, puede que haya cien millonesde personas que saben exactamente hasta qué puntodel sur llega la tormenta. Pero yo no soy una de ellas. ENTRADA DE DIARIO: SOL 484 ¡Por fin! He dejado definitivamente atrás la malditatormenta. La generación de energía de hoy ha sidodel ciento por ciento. Ya no hay polvo ensuspensión. Con la tormenta moviéndose enperpendicular a mi trayectoria de avance, estoy alsur del punto más meridional de la nube(suponiendo que sea una tormenta circular; si no,estoy jodido). A partir de mañana puedo ir directamente haciael Schiaparelli. Eso está bien, porque he perdido

Page 628: El Marciano(c.1) - Andy Weir

mucho tiempo. He recorrido 540 kilómetros enlínea recta hacia el sur mientras evitaba latormenta. Estoy catastróficamente desviado. Bueno, la verdad es que no ha estado tan mal.Estoy en Terra Meridiani ahora, y la conducción esun poco más fácil aquí que en el terreno de ArabiaTerra. El Schiaparelli está casi en línea recta aleste y, si mi sextante y los cálculos de Fobos soncorrectos, me faltan otros 1.030 kilómetros parallegar. Contando los días de aire y a un promedio de 90kilómetros de recorrido por sol, debería llegar ensol 498. No está tan mal, en realidad: la tormentaque casi me mata al final solo me retrasará cuatrosoles. Me quedarán cuarenta y cuatro soles para hacerlas modificaciones del VAM necesarias que laNASA tenga en mente. ENTRADA DE DIARIO: SOL 487 Tengo una oportunidad interesante. Y por

Page 629: El Marciano(c.1) - Andy Weir

«oportunidad» me refiero al Opportunity. Me he desviado tanto que no estoy lejos delvehículo de superficie de exploración de MarteOpportunity. Está a unos 300 kilómetros dedistancia. Podría llegar a él en unos cuatro soles. Maldita sea, es tentador. Si pudiera conseguirque la radio del Opportunity funcionara, estaríaotra vez en contacto con la humanidad. La NASAme daría continuamente mi posición exacta y meindicaría la mejor ruta, me advertiría de laproximidad de otra tormenta y en general mevigilaría. Sinceramente, esa no es la razón real por la cualme interesa. Estoy harto de esta soledad, malditasea. Cuando arreglé la Pathfinder, me acostumbréa hablar con la Tierra, y todo se fue al trasteporque apoyé el taladro donde no debía y vuelvo aestar solo. Podría terminar con esta situación ensolo cuatro soles. Sin embargo, es una idea absurda. Estoy a soloonce soles del VAM. ¿Por qué desviarme de micamino para desenterrar otro vehículo desuperficie de porquería y usarlo como radio

Page 630: El Marciano(c.1) - Andy Weir

improvisada si tendré un sistema decomunicaciones nuevo y completamente funcionaldentro de un par de semanas? Así pues, aunque es realmente tentador estarcerca de otro vehículo de superficie (tío,realmente hemos sembrado este planeta de ellos),no es una jugada inteligente. Además, ya he profanado suficientes sitioshistóricos del futuro por ahora. ENTRADA DE DIARIO: SOL 492 Tengo que pensar un poco en el dormitorio. Ahora mismo, solo puedo inflarlo cuando estoydentro del vehículo de superficie. Se conecta a laesclusa de aire, de manera que no puedo salir siestá montado. Mientras dure mi viaje eso noimporta, porque tengo que plegarlo cada día detodos modos. Sin embargo, cuando llegue al VAMno tendré que conducir más. Con cada compresióny descompresión del dormitorio se tensan lascosturas (aprendí esa lección a las malas cuando

Page 631: El Marciano(c.1) - Andy Weir

el Hab estalló); así pues, es preferible queencuentre una forma de salir. Mierda. Acabo de darme cuenta de querealmente creo que llegaré al VAM. ¿Lo has visto?Hablaba como si tal cosa de lo que haré despuésde llegar, como si tal cosa: voy a plantarme en elSchiaparelli y me ocuparé del VAM una vez allí. ¡Qué bien! De todos modos, no tengo otra esclusa de aire.Tengo una en el vehículo de superficie y otra en elremolque, nada más. Están fijas en su sitio, con locual no es probable que pueda desconectar una yconectarla al dormitorio, pero puedo sellar eldormitorio por completo. Ni siquiera tengo quehacer muchos trabajos manuales. El punto deconexión de la esclusa tiene una solapa que puedodesenrollar para sellar con ella la abertura.Recuerda: quité la conexión de la esclusa de unatienda de despliegue automático, que es unelemento de emergencia en caso de pérdida depresión mientras se está en el vehículo desuperficie. Sería inútil si no pudiera cerrarse. Por desgracia, como elemento de emergencia, no

Page 632: El Marciano(c.1) - Andy Weir

se fabricó para ser reutilizado. La idea es que teencierras en la tienda y el resto de la tripulaciónconduce hasta ella en el otro vehículo desuperficie y te rescata. La tripulación del vehículode superficie presurizado desconecta la tienda dedespliegue automático del vehículo de superficieno estanco y la reconecta al suyo antes deatravesar el cierre desde su lado para rescatar asus compañeros de tripulación. Para garantizar que esta fuera siempre unaopción, siguiendo las normas de la misión, nodebía haber más de tres personas en un vehículode superficie al mismo tiempo, y ambos vehículostenían que ser plenamente funcionales o de locontrario no habríamos podido usar ninguno. Así que aquí está mi brillante plan: no usaré eldormitorio como dormitorio nunca más cuandollegue al VAM. Lo usaré para albergar eloxigenador y el regulador atmosférico y elremolque será mi dormitorio. Bien, ¿eh? En el remolque hay un montón de espacio.Trabajé muchísimo para que así fuera. El globo damucha altura. No hay mucho suelo, pero sí mucha

Page 633: El Marciano(c.1) - Andy Weir

amplitud vertical. Además, el dormitorio cuenta con variasválvulas en su lona. Tengo que agradecérselo aldiseño del Hab. La lona que cogí tiene válvulas deapertura (una triple redundancia, de hecho). LaNASA quería asegurarse de que el Hab pudierarellenarse desde fuera en caso necesario. Al final, tendré el dormitorio sellado con eloxigenador y el regulador atmosférico dentro.Estará conectado al remolque mediante tubos paracompartir la misma atmósfera, y pasaré un cablede corriente por uno de los tubos. El vehículo desuperficie servirá de almacén (porque ya nonecesitaré usar los controles de conducción más) yel remolque estará completamente vacío. Tendréun dormitorio permanente. Incluso podré usarlocomo taller para las modificaciones que tenga quehacer de piezas del VAM que quepan por laesclusa del remolque. Por supuesto, si el regulador atmosférico o eloxigenador tienen problemas, tendré que pasar porel dormitorio para llegar hasta ellos, pero llevoaquí 492 soles y han funcionado bien todo el

Page 634: El Marciano(c.1) - Andy Weir

tiempo, así que correré ese riesgo. ENTRADA DE DIARIO: SOL 497 ¡Mañana llegaré a la entrada del Schiaparelli! Suponiendo que todo vaya bien, claro está. Pero¡eh, todo lo demás ha ido como la seda en estamisión!, ¿verdad? (Eso ha sido un sarcasmo.) Hoy es día de aire y, por una vez, no me apetece.Estoy tan cerca del Schiaparelli que ya puedosaborearlo. Supongo que sabrá sobre todo a arena,pero esa no es la cuestión. Por supuesto, no será el fin del viaje. Tardaréotros tres soles en llegar desde allí al VAM, pero,¡maldita sea, ya casi estoy! Creo que puedo ver el borde del Schiaparelli. Seencuentra a mucha distancia y podría ser solo unproducto de mi imaginación. Está a 62 kilómetros,así que si lo es apenas lo atisbo. Mañana, cuando llegue a la entrada del cráter,viraré al sur y accederé al fondo del Schiaparellipor la «rampa de entrada». He hecho algunos

Page 635: El Marciano(c.1) - Andy Weir

cálculos de servilleta y la cuesta no debería serdemasiado peligrosa. El desnivel desde el bordehasta el fondo es de 1,5 kilómetros y la rampatiene al menos 45 kilómetros de longitud. El gradode inclinación es por tanto del 3 %. No hayproblema. Mañana por la noche llegaré al punto más bajo. Deja que reformule la frase... Mañana por la noche tocaré fondo. No, eso tampoco suena bien... Mañana por la noche estaré en el agujerofavorito de Giovanni Schiaparelli. Vale, reconozco que solo estoy jugando. Durante millones de años, el borde del cráter hasufrido el constante roce del viento que haerosionado la cresta rocosa como un río se abrepaso en una cordillera. Después de eones,finalmente se abrió paso. Ahora tenía una salida.La brecha se amplió más y más con los milenios.Al ensancharse, las partículas de polvo y arenaarrastradas se asentaron en el fondo.

Page 636: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Finalmente se alcanzó un punto de equilibrio. Laarena se había amontonado hasta el mismo nivelque la tierra fuera del cráter. Ya no se acumulabahacia arriba, sino hacia fuera. La cuesta seprolongó hasta que se alcanzó un nuevo punto deequilibrio, un punto de equilibrio definido por lasinteracciones complejas de incontables partículasminúsculas y su capacidad de mantener una formaangulada. La rampa de entrada había nacido. El clima creó dunas y terreno desértico.Impactos de cráteres cercanos añadieron rocasgrandes y pequeñas. La forma se volvió desigual. La gravedad hizo su trabajo. La rampa secompactó con el tiempo, pero no de manerauniforme. Densidades diferentes se compactan aritmos diferentes. Algunas zonas se vuelven durascomo la roca mientras que otras permanecensuaves como el talco. Si bien la pendiente promedio de descenso alcráter era pequeña, la rampa en sí era escarpada ydesigual. Al llegar a la entrada del cráter, el habitantesolitario de Marte dirigió su vehículo hacia el

Page 637: El Marciano(c.1) - Andy Weir

fondo del Schiaparelli. No se esperaba el terrenodifícil de la rampa, aunque no parecía peor queotros terrenos por los que había viajadohabitualmente. El habitante solitario rodeó las dunas máspequeñas y subió cuidadosamente a las másgrandes. Prestó atención en cada giro, cada subidao bajada y cada roca del camino. Pensó cadatrayectoria y consideró todas las alternativas. Pero no fue suficiente. Mientras el vehículo de superficie descendía poruna cuesta aparentemente como las demás, el sueloduro de repente dio paso a un polvo suave. Puestoque todo el terreno estaba cubierto por al menoscinco centímetros de polvo, no tuvo modo deprever el repentino cambio. La rueda delantera izquierda del vehículo desuperficie se hundió y la inclinación levantó porcompleto la rueda trasera derecha. Esto a su vezpuso más peso en la rueda trasera izquierda, quetambién perdió su precario agarre y se deslizósobre el polvo. Antes de que el viajero pudiera reaccionar, el

Page 638: El Marciano(c.1) - Andy Weir

vehículo de superficie volcó y las placas solaresperfectamente apiladas en el techo salierondisparadas y se esparcieron como las cartas de unabaraja al caer. El remolque, conectado al vehículo de superficiemediante un gancho, se vio arrastrado a su vez. Latorsión partió el fuerte compuesto del gancho comouna ramita quebradiza. Los tubos que conectabanlos dos vehículos también se rompieron. Elremolque se hundió en el suelo suave y giró sobreel globo del techo hasta detenerse abruptamente. El vehículo de superficie no tuvo tanta suerte.Continuó dando tumbos colina abajo, haciendo queel viajero diera tumbos como la ropa en unasecadora. Al cabo de veinte metros, el polvosuave dio paso a una arena más sólida y elvehículo de superficie se detuvo con una sacudida. Había quedado apoyado de costado. Lasválvulas conectadas a los tubos ahoradesaparecidos detectaron la repentina bajada depresión y se cerraron. El cierre de presión no sehabía roto. El viajero seguía vivo de momento.

Page 639: El Marciano(c.1) - Andy Weir

24 Los jefes del departamento miraron la imagendel satélite en la pantalla de proyección. —Joder —dijo Mitch—. ¿Qué demonios haocurrido? —El vehículo de superficie ha volcado —explicó Mindy, señalando a la pantalla—. Elremolque está cabeza abajo. Esos rectángulosdispersos son placas solares. Venkat se llevó una mano a la barbilla. —¿Tenemos información sobre el estado delhabitáculo presurizado del vehículo de superficie? —Nada evidente —dijo Mindy. —¿Alguna señal de Watney haciendo algodespués del accidente? ¿Una EVA quizá? —Ninguna EVA —dijo Mindy—. Estádespejado. Si hubiera salido, habría huellasvisibles.

Page 640: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—¿Esta es toda la escena del choque? —preguntó Bruce Ng. —Eso creo —repuso Mindy—. En la partesuperior de la foto, que corresponde al norte, hayhuellas de ruedas normales. Justo aquí —agregóseñalando a una zona de suelo removido— esdonde creo que las cosas empezaron a ir mal. Ajuzgar por donde está, diría que el vehículo desuperficie se deslizó y rodó desde ahí. Se ve elsurco que dejó. El remolque dio una volteretasobre el techo. —No digo que todo esté bien —intervino Bruce—, pero creo que no es tan malo como parece. —Adelante —dijo Venkat. —El vehículo de superficie está diseñado parasoportar un vuelco —explicó Bruce—. Y sihubiera habido pérdida de presión, habría unpatrón radial en la arena. No veo nada parecido. —Watney podría estar herido dentro —dijoMitch—. Puede haberse golpeado la cabeza ohaberse roto un brazo o algo. —Sin duda —dijo Bruce—. Solo estoy diciendoque probablemente el vehículo de superficie no

Page 641: El Marciano(c.1) - Andy Weir

habrá sufrido daños. —¿Cuándo se tomó esta foto? Mindy miró el reloj. —Es de hace diecisiete minutos. Tendremos otradentro de nueve minutos, cuando la órbita delMGS4 lo tenga a la vista. —Lo primero que hará es una EVA para valorarlos daños —dijo Venkat—. Mindy, mantennosinformados de cualquier cambio. ENTRADA DE DIARIO: SOL 498 Hum. Sí. Las cosas no han ido bien en el descenso alfondo del Schiaparelli. Para que te hagas una ideade lo mal que ha ido todo, me estoy estirandohacia el ordenador para escribir esto. Siguemontado cerca del panel de control y el vehículode superficie está de lado. He dado muchos tumbos, pero soy una máquinabien engrasada en tiempos de crisis. En cuanto el

Page 642: El Marciano(c.1) - Andy Weir

vehículo de superficie ha volcado, me he hecho unovillo para protegerme. Esa es la clase de héroede acción que soy. El caso es que ha funcionado, porque no estoyherido. El habitáculo presurizado está intacto, y eso esun plus. Las válvulas de los tubos del remolqueestán cerradas: seguramente significa que los tubosse han soltado. Y eso significa que el empalme delremolque se ha partido. Maravilloso. Mirando a mi alrededor, no veo que haya nadaroto. Los depósitos de agua siguen bien cerrados.No hay escapes visibles en los depósitos de aire.El dormitorio se ha desplegado y lo ocupa todo,pero es solo de lona, así que no puede haberseestropeado mucho. Los controles de conducción están bien y elordenador de navegación me indica que elvehículo de superficie se encuentra en un «gradode inclinación inaceptable». ¡Gracias, navegador! Así que he volcado. No es el fin del mundo.Estoy vivo y el vehículo de superficie está bien.Me preocupan más las placas solares sobre las

Page 643: El Marciano(c.1) - Andy Weir

que probablemente he pasado. Además, como elremolque se ha soltado, es bastante probable quetambién esté jodido. El techo de globo que tiene noes precisamente duradero. Si ha estallado, todo loque iba dentro se habrá esparcido en todasdirecciones y tendré que encontrarlo. Se trata demi soporte vital esencial. Hablando de soporte vital, el vehículo desuperficie ha cambiado a sus propios depósitoscuando se han cerrado las válvulas. Buen chico,vehículo de superficie. Toma una galletita. Tengo veinte litros de oxígeno (suficientes pararespirar durante cuarenta días), pero sin elregulador (que está en el remolque) he vuelto a laabsorción química de CO2. Me quedan 312 horasde filtros. Además tengo otras 171 horas de filtrosde CO2 del traje EVA. En total, 483 horas, que soncasi veinte soles. Así que tengo tiempo para hacerfuncionar las cosas otra vez. Estoy realmente cerca del VAM, a unos 220kilómetros. No voy a dejar que algo así me impidallegar y no necesito que todo funcione de primeranunca más. Solo necesito que el vehículo de

Page 644: El Marciano(c.1) - Andy Weir

superficie aguante 220 kilómetros más y que elsoporte vital funcione durante cincuenta y un solesmás. Es todo. Hora de vestirme y buscar el remolque. ENTRADA DE DIARIO: SOL 498 (2) He hecho una EVA y las cosas no están tan mal.Desde luego, la situación no es buena. He destrozado tres placas solares. Estáncompletamente resquebrajadas debajo delvehículo de superficie. Puede que aún puedan darunos pocos vatios, pero no tengo muchasesperanzas. Por suerte, viajo con una placa solarsuplementaria. Necesitaba veintiocho para misoperaciones diarias y traje veintinueve (catorce enel techo del vehículo de superficie, siete en eltecho del remolque y ocho en los estantesimprovisados que instalé en los lados de ambosvehículos). He tratado de enderezar el vehículo desuperficie, pero no soy lo bastante fuerte.

Page 645: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Necesitaré algo para hacer palanca. Aparte delhecho de que está de lado, no veo más problemas. Bueno, eso no es cierto. El gancho de arrastreestá roto y es irreparable. Se ha partido por lamitad. Por suerte, el remolque también tienegancho de arrastre, así que tengo uno de repuesto. El remolque se encuentra en situación precaria,boca abajo y sobre el techo hinchado. No sé quédios me ha favorecido y ha impedido que eseglobo estallara, pero le estoy agradecido. Miprincipal prioridad será enderezarlo. Cuanto mástiempo el peso recaiga sobre ese globo, másposibilidades habrá de que estalle. Al salir he recogido las veintiséis célulasfotovoltaicas que no están debajo del vehículo desuperficie y las he puesto a recargar mis baterías.¿Por qué no? Ahora mismo tengo que ocuparme de unoscuantos problemas: primero tengo que enderezar elremolque o al menos quitar el peso del globo;luego tengo que enderezar el vehículo desuperficie; por último, necesito sustituir el ganchode arrastre del vehículo de superficie por el del

Page 646: El Marciano(c.1) - Andy Weir

remolque. Además, debería escribir un mensaje para laNASA. Estarán preocupados. Mindy leyó el código morse en voz alta. «Volcado. Arreglando.» —¿Qué? ¿Nada más? —dijo Venkat por teléfono. —Es lo único que ha dicho —le aseguró Mindy,sosteniendo el teléfono mientras escribía unmensaje de correo a la lista de interesados. —¿Solo dos palabras? ¿Nada sobre su estadofísico, el equipo, ni los suministros? —Me ha pillado —repuso ella—. Ha dejado undetallado informe de estado, pero he decididomentir por gusto. —¡Qué graciosa! —dijo Venkat—. Hazte lalistilla con un tipo que está siete grados porencima de ti en el escalafón de tu empresa y yaverás qué bien te irá. —¡Oh, no! ¿Podría perder mi trabajo de voyeurinterplanetaria? Supongo que me veré obligada ausar mi doctorado para alguna otra cosa.

Page 647: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Me acuerdo de cuando eras tímida. —Ahora soy la paparazzi espacial. La actitudviene con el trabajo. —Sí, sí —dijo Venkat—. Tú envía el mail. —Ya está enviado. ENTRADA DE DIARIO: SOL 499 Hoy he tenido un día ajetreado y he hechomuchas cosas. He empezado muy dolorido, porque he dormidosobre la pared del vehículo de superficie. Eldormitorio estará fuera de servicio mientras laesclusa esté mirando al cielo. Aun así, lo he usadopara algo: lo doblé y lo usé de cama. De todos modos, digamos que la pared delvehículo de superficie no está hecha para dormiren ella. Después de comer una patata matinal y unVicodin me sentía mucho mejor. Al principio mi máxima prioridad era elremolque. Luego he cambiado de opinión. Despuésde echarle un vistazo, he decidido que nunca

Page 648: El Marciano(c.1) - Andy Weir

podría enderezarlo sin el vehículo de superficie. De manera que hoy me he concentrado enenderezar el vehículo de superficie. Me traje todas mis herramientas en este viajepensando que las necesitaría para lasmodificaciones del VAM, y además llevo cables.Una vez instalado junto al VAM, las célulasfotovoltaicas y las baterías estarán en una posiciónfija. No quiero mover el vehículo de superficiecada vez que use un taladro en el otro lado delVAM. Así pues, me he traído todos los cableseléctricos que me cabían. No ha sido mala cosa porque también sirven decuerda. He sacado el cable más largo. Es el mismo queusé para enchufar el taladro que destruyó laPathfinder. Lo llamo mi «cable de la suerte». He conectado un extremo a la batería y el otro alinfame taladro, luego he salido con el taladro paraencontrar terreno sólido. Cuando lo he encontrado,he seguido avanzando hasta donde me daba elcable. He clavado una broca medio metro en laroca, he desconectado el cable y lo he atado en

Page 649: El Marciano(c.1) - Andy Weir

torno a la base de la broca. Luego he vuelto al vehículo de superficie y hesujetado el cable a la barra del techo del lado quemiraba al cielo. Ya tenía una cuerda larga y tensa,perpendicular al vehículo de superficie. He caminado hasta el centro del cable y hetirado de él lateralmente. La ventaja que meofrecía la palanca ha sido enorme. Solo esperabaque no se rompiera la broca antes de enderezar elvehículo de superficie. He retrocedido, tirando más y más del cable.Algo tenía que ceder y no iba a ser yo. Tenía aArquímedes de mi parte. El vehículo de superficiefinalmente se ha levantado del suelo y ha caídosobre sus ruedas, levantando una gran nube depolvo. Ha sido una operación silenciosa. Yoestaba demasiado lejos para que la fina atmósferade Marte me transmitiera el sonido. He desatado el cable, he sacado la broca y heregresado al vehículo de superficie para realizaruna comprobación completa del sistema. Es unatarea aburridísima, pero tenía que hacerla. Todos los sistemas y subsistemas funcionaban

Page 650: El Marciano(c.1) - Andy Weir

correctamente. El JPL hizo un trabajo fantástico alconstruir estos vehículos. Si vuelvo a la Tierra,invitaré a Bruce Ng a una cerveza. Aunquesupongo que debería invitar a una cerveza a todoslos tipos del JPL. Cerveza para todos si vuelvo a la Tierra. De todos modos, con el vehículo de superficieotra vez sobre sus ruedas, era momento de ponersea trabajar en el remolque. El problema es que mehe quedado sin luz diurna. Recuerda que estoy enun cráter. Ya había bajado la mayor parte de la cuestacuando el vehículo de superficie volcó, y la rampaestá en el borde occidental del cráter. Así pues, elsol se pone realmente pronto desde mi punto devista. Estoy a la sombra de la pared occidental, yeso es una soberana putada. Marte no es la Tierra. No tiene una atmósferadensa capaz de doblar la luz y mantener ensuspensión partículas que la reflejen. Hoy el vacíoes prácticamente total. Cuando el sol no es visible,estoy a oscuras. Fobos me proporciona un poco deluz lunar, pero no la suficiente para trabajar.

Page 651: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Deimos es una mierdecilla que no sirve para nada. Detesto dejar el remolque apoyado en su globootra noche, pero no puedo hacer mucho más.Supongo que si ha aguantado un día así, estáestable de momento. Y, ¡eh!, con el vehículo de superficieenderezado, puedo usar otra vez el dormitorio. Sonlas cosas sencillas de la vida las que importan. ENTRADA DE DIARIO: SOL 500 Al despertarme esta mañana, el remolquetodavía no había estallado: un buen punto departida. El remolque era un reto mayor que el vehículode superficie. Solo tenía que poner derecho esteúltimo, en cambio, tenía que dar la vuelta porcompleto al remolque. Eso requería mucha másfuerza que la de la palanca de ayer. El primer paso era acercar el vehículo desuperficie al remolque. Luego había que cavar. ¡Oh, Dios, cavar!

Page 652: El Marciano(c.1) - Andy Weir

El remolque estaba panza arriba, con el morrocuesta abajo. He decidido que la mejor manera deenderezarlo era aprovechar la pendiente y hacerlorodar sobre el morro. Básicamente: hacerle daruna voltereta para que aterrizara sobre las ruedas. Podía conseguirlo atando el cable a la partetrasera del remolque y tirando de él con elvehículo de superficie, pero si lo intentaba sinantes cavar un agujero, el remolque se limitaría adeslizarse por el suelo. Necesitaba que tropezara.Necesitaba un agujero en el que el morro seclavara. Así que he cavado un agujero de un metro delargo por tres de anchura y un metro deprofundidad. Cuatro horas de trabajo miserable,pero lo he terminado. Me he subido al vehículo de superficie y heconducido cuesta abajo, arrastrando el remolque.Como esperaba, el morro se ha clavado en elagujero y la parte trasera se ha alzado hasta unpunto desde el que ha caído sobre sus ruedaslevantando una enorme polvareda. Entonces me he sentado un momento, estupefacto

Page 653: El Marciano(c.1) - Andy Weir

de que mi plan hubiera funcionado realmente. Ahora vuelve a no haber luz diurna. No veo elmomento de salir de esta maldita sombra. Todo loque necesito es conducir un día hacia el VAM y mehabré alejado de la pared, pero por ahora es otranoche temprana. Pasaré la noche de hoy sin el remolque paracontrolar mi soporte vital. Puede que esté derecho,pero no tengo ni idea de si todo lo que hay dentrotodavía funciona. En el vehículo de superficie aúntengo provisiones de sobra. Pasaré el resto de la velada disfrutando de unapatata, y cuando digo «disfrutando» me refiero aque las odio tanto que tengo ganas de estrangular aalguien. ENTRADA DE DIARIO: SOL 501 He empezado el día tomando un té de nada. El téde nada es fácil de preparar. Coges un poco deagua caliente y le añades... nada. Probé el té demonda de patata hace unas semanas. Cuanto menos

Page 654: El Marciano(c.1) - Andy Weir

te cuente, mejor. Hoy me he aventurado a entrar en el remolque.No ha sido tarea fácil. Casi no hay espacio; hetenido que dejar el traje EVA en la esclusa de aire. Lo primero en lo que me he fijado ha sido en quedentro hacía realmente calor. He tardado unosminutos en descubrir la causa. El regulador atmosférico seguía funcionando a laperfección, pero no tenía nada que hacer. Al noestar conectado al vehículo de superficie, ya notenía que ocuparse de mi producción de CO2. Laatmósfera en el remolque era perfecta, ¿por quécambiar nada? Sin necesidad de regulación, el aire no estabasaliendo del CERA por separación mediantecongelación; por consiguiente, tampoco volvíacomo un líquido que había que calentar. Recuerda, sin embargo, que el RTG generaconstantemente calor. No puedes pararlo. Portanto, el calor se va acumulando hasta quefinalmente se alcanza un punto de equilibrio y elcalor se disipa a través de la carrocería a lamisma velocidad que el RTG lo compensa. Si

Page 655: El Marciano(c.1) - Andy Weir

sientes curiosidad, ese punto de equilibrio está enunos sofocantes 41 °C. He hecho un diagnóstico completo del reguladory el oxigenador, y estoy contento de poder decirque ambos funcionan a la perfección. El depósito de agua del RTG estaba vacío, locual no ha sido ninguna sorpresa. Hay una tapaabierta que no debería haber estado boca abajo.En el suelo del remolque había agua encharcadacon la que he tardado mucho en empapar el mono.He rellenado el depósito con algo más de agua deun contenedor cerrado que había almacenado antesen el remolque. Recuerda que necesito esa aguapara que el aire de retorno burbujee a través deella. Es mi sistema de calefacción. Pero, en conjunto, las noticias eran buenas. Loscomponentes indispensables funcionan bien yambos vehículos están de nuevo sobre sus ruedas. Los tubos que conectaban el vehículo desuperficie al remolque están bien diseñados y sesoltaron sin romperse. Simplemente los he vuelto aconectar y los dos vehículos compartennuevamente el soporte vital.

Page 656: El Marciano(c.1) - Andy Weir

La única cosa que me quedaba por arreglar erael gancho de arrastre. Estaba irremisiblementeroto; soportó toda la fuerza del impacto. Comosospechaba, sin embargo, el gancho del remolqueestaba indemne. Así pues, lo he pasado al vehículode superficie y he reconectado los dos vehículospara viajar. En resumen, el tortazo me ha costado cuatrosoles pero estoy otra vez en marcha. Más o menos. ¿Y si me meto en otro pozo de polvo? He tenidosuerte esta vez. La siguiente podría no tenerla.Necesito una forma de saber si el terreno quetengo ante mí es seguro, al menos mientras esté enla rampa. Cuando llegue al fondo del Schiaparelli,confío en que el terreno sea el arenoso normal alque estoy acostumbrado. Si pudiera pedir algo, pediría una radio parapreguntar a la NASA el camino seguro para bajarla rampa. Bueno, si pudiera pedir algo, pediría quela hermosa reina de Marte de piel verde merescatara para que ella aprendiera mucho más deeso tan terrenal llamado «hacer el amor».

Page 657: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Hace mucho que no veo a una mujer, desdeluego. En fin, para asegurarme de no volcar otra vez,haré... En serio, hace años que no estoy con unamujer. No pido mucho. Créeme: un ingenierobotánico-mecánico ni siquiera en la Tierra tieneprecisamente una cola de mujeres en la puerta,pero a pesar de todo... En fin. Conduciré más despacio, a paso detortuga. Así tendré tiempo suficiente parareaccionar si una rueda empieza a hundirse.Además, yendo a una velocidad más lenta tendrémás par motor y será menos probable que pierdatracción. Hasta ahora he estado conduciendo a 25 km/h,así que voy a reducir la velocidad a 5 km/h.Todavía estoy en la parte superior de la rampa,pero mide en total solo 45 kilómetros. Puedotomarme mi tiempo y llegar con seguridad a laparte baja en unas ocho horas. Lo haré mañana. Hoy ya me he quedado sin luzdiurna. Es otro plus: al final de la rampa podré iren línea recta hacia el VAM, lo cual me llevará

Page 658: El Marciano(c.1) - Andy Weir

más allá de la pared del cráter. Volveré a disfrutarde luz diurna un sol entero en lugar de solo medio. Si vuelvo a la Tierra, seré famoso, ¿verdad? Unastronauta sin miedo que supera todas lasdificultades, ¿a que sí? Apuesto a que a lasmujeres les gustará. Eso me motiva todavía más para seguir vivo. —Bueno, parece que lo ha arreglado todo —explicó Mindy—. Su mensaje de hoy es TODOMEJOR, así que supongo que ha conseguido quetodo funcione. Examinó las caras sonrientes de la sala dereuniones. —Asombroso —dijo Mitch. —Una gran noticia. —La voz de Bruce salió porel altavoz. Venkat se inclinó hacia el teléfono. —¿Cómo van los planes de modificación delVAM, Bruce? ¿El JPL tendrá ese procedimientopronto? —Estamos trabajando en ello las veinticuatro

Page 659: El Marciano(c.1) - Andy Weir

horas —dijo Bruce—. Hemos salvado los mayoresobstáculos. Ahora estamos ultimando los detalles. —Bien, bien —dijo Venkat—. ¿Alguna sorpresade la que deba enterarme? —Hum... —dijo Bruce—. Sí, unas cuantas.Puede que este no sea el mejor lugar paracomunicártelas. Volveré a Houston con elprotocolo dentro de un día o dos. Ya lo trataremosentonces. —Mala señal —dijo Venkat—. Pero bien, loestudiaremos después. —¿Puedo correr la voz? —preguntó Annie—.Estaría bien que en las noticias de esta noche seviera algo más que el lugar del accidente delvehículo de superficie. —Desde luego —convino Venkat—. Estará biendar una buena noticia por una vez. Mindy, ¿cuántotardará en llegar al VAM? —A su ritmo habitual de 90 kilómetros por sol—dijo Mindy—, debería llegar en sol 504. En sol505 si se toma su tiempo. Siempre parte a primerahora y se detiene hacia mediodía. —Comprobóuna aplicación en su portátil—. Mediodía de sol

Page 660: El Marciano(c.1) - Andy Weir

504 coincidirá con las 11.41 h de este miércolesen Houston. Mediodía de sol 505 coincidirá conlas 12.21 h del jueves. —Mitch, ¿quién se ocupa de las comunicacionesdel VAM de la Ares 4? —El equipo de Control de Misión de la Ares 3—repuso Mitch—. Estará en la Sala de Control 2. —Supongo que tú también. —Juégate lo que quieras. —Yo también estaré. ENTRADA DE DIARIO: SOL 502 El Día de Acción de Gracias mi familia iba deChicago a Sandusky, en un trayecto de ocho horas.Allí vivía la hermana de mi madre. Mi padreconducía, y era el conductor más lento y más cautoque se haya puesto al volante. En serio. Conducía como si estuviera en elexamen para sacarse el carné. Nunca superaba ellímite de velocidad, siempre llevaba las manos alas diez y diez, ajustaba los retrovisores antes de

Page 661: El Marciano(c.1) - Andy Weir

arrancar y todo eso. Era exasperante. Íbamos por la autopista y loscoches nos adelantaban por la izquierda y por laderecha. Algunos conductores nos pitaban, porque,sinceramente, conducir sin superar el límite develocidad te convierte en un peligro de lacarretera. Me daban ganas de bajar y empujar elcoche. Me he sentido así todo el maldito día. Recorrercinco kilómetros por hora es literalmente lo mismoque ir andando, y he conducido a esa velocidaddurante ocho horas. Pero la lentitud me garantizaba no caer en máspozos de polvo por el camino. Por supuesto, no heencontrado ninguno. Podría haber conducido a lamáxima velocidad sin problemas, pero mejorprevenir que curar. La buena noticia es que hesalido de la rampa. He acampado en cuanto elterreno se ha allanado. Ya he sobrepasado eltiempo de conducción diario. Podría continuar unpoco más, todavía me queda más o menos un 15 %de batería, pero quiero aprovechar el máximo deluz en mis placas solares.

Page 662: El Marciano(c.1) - Andy Weir

¡Estoy en el fondo del Schiaparelli por fin! Lejosde la pared del cráter. Tendré un sol completo deluz todos los días a partir de ahora. He decidido que ya era momento de celebrar unaocasión tan especial. Me he comido el paquete decomida con la etiqueta «sobreviví a algo quepodría haberme matado». ¡Oh, Dios mío, habíaolvidado lo bien que sabe la comida de verdad! Con suerte, me comeré el paquete «llegada»dentro de unos pocos soles. ENTRADA DE DIARIO: SOL 503 Ayer no conseguí tanta recarga comonormalmente. Debido a que estuve más tiempoconduciendo, solo llegué al 70 % antes de quecayera la noche, así que hoy he conducido menos. He recorrido 63 kilómetros antes de acamparotra vez, pero no me importa porque estoy a 148kilómetros del VAM. Eso significa que llegaré elsol de pasado mañana. Diablos, ¡voy a conseguirlo!

Page 663: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ENTRADA DE DIARIO: SOL 504 ¡Dios mío, esto es asombroso! ¡Dios mío! Vale, calma. Calma. He recorrido 90 kilómetros hoy. Según miscálculos, estoy a 50 kilómetros del VAM. Deberíallegar mañana. Estoy entusiasmado, pero lo que meanima de verdad es que ¡he captado un blip delVAM! La NASA ha hecho que el VAM emita la señaldel Hab de la Ares 3. ¿Por qué no? Tiene todo elsentido del mundo. El VAM es una máquina limpiay perfectamente funcional, lista para hacer lo quele dicen. Y han hecho que simule ser el Hab de laAres 3, con lo cual mi vehículo de superficiecaptará la señal y me dará su posición. ¡Es una idea fantástica! No tendré que deambularbuscándolo; iré directo hacia él. Solo he captado un blip. Captaré más a medidaque me acerque. Resulta extraño que una duna dearena me impida escuchar lo que el VAM tiene que

Page 664: El Marciano(c.1) - Andy Weir

decirme cuando puede comunicarse con la Tierrasin ningún problema. El VAM tiene tres métodosredundantes de comunicarse con la Tierra, peroextremadamente dirigidos y pensados para lacomunicación con un punto que se encuentra en lalínea de visión. Además, no hay dunas de arenaentre él y la Tierra cuando se comunican. De alguna manera lo han manipulado para queemita una señal de radio, por débil que sea. Y yola he captado. Mi mensaje del día ha sido: CAPTÉ SEÑAL DEBALIZA. Si tuviera rocas suficientes habríaañadido: FANTÁSTICA IDEA. Pero es una zonamuy arenosa. El VAM esperaba al suroeste del Schiaparelli.Se alzaba hasta unos impresionantes veintisietemetros de altura, con su cuerpo cónico brillando alsol de mediodía. El vehículo de superficie subió por una dunacercana arrastrando el remolque. Frenó unosmomentos, luego continuó hacia la nave a toda

Page 665: El Marciano(c.1) - Andy Weir

velocidad. Se detuvo a veinte metros de ella. Allí permaneció diez minutos mientras elastronauta de dentro se vestía. El hombre salió trastabillando excitadamente porla esclusa de aire, cayó al suelo y volvió aincorporarse. Contemplando el VAM, hizo un gestohacia él con ambos brazos, como si no dieracrédito a lo que veía. Dio varios saltos, con los brazos en alto y lospuños apretados. Luego hincó una rodilla en tierray dio repetidos puñetazos en el suelo. Corrió hasta la nave espacial y se abrazó alpuntal de aterrizaje B. Al cabo de un momento, sesoltó para dar otra serie de saltos de alegría. Ya fatigado, el astronauta se quedó con losbrazos en jarras, mirando las líneas elegantes de lamaravilla de la ingeniería que tenía ante sí. Subiendo por la escalera del tren de aterrizaje,alcanzó la fase ascendente y entró en la esclusa deaire. Cerró la puerta tras de sí.

Page 666: El Marciano(c.1) - Andy Weir

25 ENTRADA DE DIARIO: SOL 505 Por fin lo he conseguido. ¡Estoy en el VAM! Bueno, retiro esto último. Estoy otra vez en elvehículo de superficie. He entrado en el VAM paralas comprobaciones del sistema y para arrancarlo.He tenido que llevar mi traje EVA todo el tiempoporque allí todavía no hay soporte vital. Ahora está haciendo una autocomprobación yestoy llenándolo de oxígeno y nitrógeno mediantetubos que salen del vehículo de superficie. Estoforma parte del diseño del VAM. No lleva aire.¿Para qué iba a llevarlo? Es un peso innecesariocuando vas a tener un Hab lleno de aire en lapuerta de al lado. Supongo que los tipos de la NASA estándescorchando champán ahora mismo y enviándomemontones de mensajes. Los leeré dentro de un

Page 667: El Marciano(c.1) - Andy Weir

momento. Lo primero es lo primero: conseguirsoporte vital en el VAM. Luego podré trabajardentro con comodidad. Y después mantendré una tediosa conversacióncon la NASA. Bueno, el contenido puede que seainteresante, pero los catorce minutos de desfase enla transmisión entre aquí y la Tierra la harán unpoco pesada.

[13.07] HOUSTON: ¡Felicidades departe de todos los que estamos enControl de Misión! ¡Bien hecho! ¿Cuáles tu estado? [13.21] VAM: ¡Gracias! Sinproblemas de salud ni físicos. Elvehículo de superficie y el remolqueestán bastante gastados, pero sonfuncionales. El oxigenador y elregulador funcionan bien. No he traídoel purificador de agua. Solo he traídoagua. Me quedan muchas patatas. Estoybien para sobrevivir hasta sol 549.

Page 668: El Marciano(c.1) - Andy Weir

[13.36] HOUSTON: Nos alegramosde oírlo. La Hermes sigue según loprevisto para efectuar un acercamientoen sol 549. Como sabes, el VAM tendráque perder algo de peso para lainterceptación. Vamos a mandarte estosprotocolos a lo largo del día. ¿Cuántaagua tienes? ¿Qué haces con la orina? [13.50] VAM: Me quedan 550 litrosde agua. He estado echando la orinafuera por el camino. [14-05] HOUSTON: Conserva toda elagua. No tires más orina. Almacénala enalgún sitio. Enciende la radio delvehículo de superficie y déjalaencendida. Podemos contactar medianteel VAM.

Bruce se metió en la oficina de Venkat y sinninguna ceremonia se derrumbó en una silla. Soltóel maletín y dejó los brazos colgando. —¿Has tenido un buen vuelo? —le preguntó

Page 669: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Venkat. —Solo tengo un recuerdo pasajero de lo que esdormir. —Entonces, ¿está listo? —Sí, está listo, pero no te va a gustar. —Adelante. Bruce se armó de valor y se levantó. Abrió elmaletín y sacó un folleto. —Ten en cuenta que es el resultado de miles dehoras de trabajo, pruebas y pensamiento lateral delos mejores hombres del JPL. —Estoy seguro de que ha sido difícil aligeraruna nave que ya estaba diseñada para que fuera lomás ligera posible —dijo Venkat. Bruce deslizó el folleto por el escritorio haciaVenkat. —El problema es la velocidad deinterceptación. El VAM está diseñado para entraren una órbita baja de Marte, lo cual solo requiere4,1 km/s. Pero la Hermes irá a 5,8 km/s. Venkat pasó las páginas. —¿Puedes resumir? —Primero, vamos a añadir combustible. El

Page 670: El Marciano(c.1) - Andy Weir

VAM genera su propio combustible a partir de laatmósfera marciana, pero está limitado por lacantidad de hidrógeno que contiene. Sacó elsuficiente para producir 19.397 kilogramos decombustible, como estaba diseñado para hacer. Sipodemos darle más hidrógeno, puede hacer más. —¿Cuánto más? —Por cada kilogramo de hidrógeno, trecekilogramos de combustible. Watney tienequinientos cincuenta litros de agua. Le pediremosque haga electrolisis para conseguir sesenta kilosde hidrógeno. —Bruce se estiró sobre el escritorioy pasó unas páginas para indicarle un diagrama—.La planta de combustible puede producirsetecientos ochenta kilogramos de combustible coneso. —Si electroliza el agua, ¿qué beberá? —Solo necesita cincuenta litros para el tiempoque le queda. Y un cuerpo humano únicamente usael agua temporalmente, no la consume. Le diremosque electrolice también su orina. Necesitamos todoel hidrógeno que podamos conseguir. —Ya veo. ¿Y para qué nos sirven setecientos

Page 671: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ochenta kilogramos de combustible? —preguntóVenkat. —Nos permiten 300 kilogramos de carga. Estodo una cuestión de combustible frente a carga. Elpeso del lanzamiento del VAM es de más de12.600 kilogramos. Incluso con el extra decombustible, necesitaremos reducirlo a 7.300kilogramos. Así que el resto de este folleto trata decómo eliminar 5.000 kilos del VAM. Venkat se recostó. —Explícamelo. Bruce sacó otra copia del folleto de su maletín. —Había algunos candidatos obvios a laeliminación. El diseño es para transportarquinientos kilogramos de suelo marciano ymuestras de roca. Obviamente no lo hará. Además,solo llevará un pasajero en lugar de seis. Eso sonquinientos kilogramos menos teniendo en cuenta supeso corporal, el de los trajes y el del equipo.Además podemos quitar las otras cinco sillas deaceleración. Por supuesto, eliminaremos todo elmaterial no esencial, el equipo médico, lasherramientas, los cinturones internos, correas y

Page 672: El Marciano(c.1) - Andy Weir

cualquier cosa que no esté clavada. Y algunascosas que lo están. »A continuación —prosiguió—, vamos adeshacernos de todo el soporte vital. Losdepósitos, bombas, calentadores, líneas de aire,sistema de absorción de CO2 e incluso elaislamiento del interior del casco. No lonecesitamos. Que Watney lleve su traje EVAdurante todo el viaje. —¿No le será complicado usar los controles? —preguntó Venkat. —No los usará. El comandante Martinez pilotaráel VAM por control remoto desde la Hermes. ElVAM está diseñado para pilotaje remoto. Al fin yal cabo, así se posó. —¿Y si algo va mal? —preguntó Venkat. —Martinez es el piloto mejor preparado —dijoBruce—. Si hay una emergencia, es la persona másindicada para controlar la nave. —Hum —dijo Venkat con cautela—. Nuncahemos controlado a distancia una nave tripuladaantes. Pero, de acuerdo, adelante. —Como Watney no pilotará la nave —continuó

Page 673: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Bruce—, no necesitará los controles. Sacaremoslos paneles de control y todos los cables eléctricosy de datos que llegan a ellos. —Uf —dijo Venkat—. Estamos destripando estetrasto. —Solo he empezado —dijo Bruce—. Lasnecesidades de energía se reducirán drásticamentesin el soporte vital, así que tiraremos tres de lascinco baterías y el sistema de potencia auxiliar. Elsistema de maniobra orbital tiene tres propulsoresredundantes: nos desharemos de ellos. Además,los sistemas de comunicación secundario yterciario pueden desaparecer. —Espera, ¿qué? —dijo Venkat, asombrado—.¿Vas a realizar un ascenso por control remoto sinsistemas de comunicación de respaldo? —No sirven de nada —dijo Bruce—. Si elsistema de comunicación falla durante el ascenso,el tiempo necesario para recuperarlo serádemasiado largo para que sirva de algo. Losrespaldos no nos sirven. —Esto se está poniendo realmente peligroso,Bruce.

Page 674: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Bruce suspiró. —Lo sé. Simplemente, no hay otra forma. Ytodavía no he llegado a lo feo. Venkat se frotó la frente. —Por lo que más quieras, cuéntamelo. —Quitaremos la esclusa de aire del morro, lasventanas y el panel diecinueve del casco. Venkat parpadeó. —¿Vas a quitar la parte frontal de la nave? —Sí —dijo Bruce—. Solo la esclusa de aire delmorro pesa cuatrocientos kilos. Las ventanastambién son bastante pesadas, y están unidas alpanel diecinueve del casco, así que también puedoquitarlo. —Entonces, ¿va a despegar con un gran agujeroen la parte frontal de la nave? —Le diremos que lo tape con lona del Hab. —¿Con lona del Hab? ¿Para un lanzamientohacia la órbita? Bruce se encogió de hombros. —La función principal del casco es mantenerdentro el aire. La atmósfera de Marte es tan ligeraque no hace falta mucha aerodinámica. Cuando la

Page 675: El Marciano(c.1) - Andy Weir

nave vaya lo bastante deprisa para que laresistencia del aire importe, ya estará tan arribaque prácticamente no lo habrá. Hemos hecho todaslas simulaciones. Debería funcionar. —Vas a mandarlo al espacio debajo de una lona. —Eso es. —Como una camioneta cargada a toda prisa. —Sí. ¿Puedo continuar? —Claro, estoy impaciente. —También le haremos sacar el panel posteriordel habitáculo presurizado. Es el único otro panelque puede eliminar con las herramientas con lasque cuenta. Además, nos desembarazaremos de labomba de combustible auxiliar. Es una pena, peropesa demasiado para la utilidad que tiene. Yvamos a prescindir de un motor de la Etapa Uno. —¿De un motor? —Sí. El propulsor de la primera etapa funcionabien si falla un motor. Nos ahorrará una grancantidad de peso. Solo durante el ascenso de laprimera fase, pero aun así, es un considerableahorro de combustible. Bruce se quedó en silencio.

Page 676: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—¿Es todo? —preguntó Venkat. —Sí. Venkat suspiró. —Has eliminado la mayoría de los repuestos deseguridad. ¿En qué influirá en las probabilidadescalculadas de fracaso? —Alrededor de un catorce por ciento. —Joder. Nunca nos habíamos planteado algo tanarriesgado. —Es lo que tenemos, Venk —dijo Bruce—. Lohemos probado todo y hemos hecho simulacionesen abundancia. Debería ir bien si todo funcionacomo tiene que funcionar. —Sí. Genial —dijo Venkat.

[8.41] VAM: ¿Os estáis quedandoconmigo? [8.55] HOUSTON. Reconocemos queson modificaciones muy invasivas, perohay que hacerlas. El documento queenviamos contiene instrucciones parallevar a cabo cada uno de estos pasos

Page 677: El Marciano(c.1) - Andy Weir

con las herramientas de que dispones.Además, tendrás que empezar con laelectrolisis del agua para conseguir elhidrógeno para la planta decombustible. Pronto te enviaremos elprotocolo para eso. [9.09] VAM: Me vais a enviar alespacio en un descapotable. [9.24] HOUSTON: La lona del Habtapará los agujeros. Proporcionarásuficiente aerodinámica para laatmósfera de Marte. [9.38] VAM: Entonces es undescapotable. Mucho mejor.

ENTRADA DE DIARIO: SOL 506 De camino hacia aquí, en mi abundante tiempolibre, diseñé un «taller». Supuse que necesitaríaespacio para trabajar sin tener que llevar un trajeEVA. Concebí un plan brillante para convertir eldormitorio actual en el nuevo hogar del regulador

Page 678: El Marciano(c.1) - Andy Weir

y el oxigenador, y el remolque ya vacío en mitaller. Es un plan estúpido y no voy a llevarlo a cabo. Lo único que necesito es una zona presurizadapara trabajar. De alguna manera me convencí deque el dormitorio no era una opción porque es unincordio meter cosas allí. Pero no será tan terrible. Se conecta a la esclusa de aire del vehículo desuperficie, de modo que meter material serácomplicado: llevar el material al vehículo desuperficie, conectar el dormitorio con la esclusade aire desde dentro, hinchar, meter el material enel dormitorio. También tendré que vaciarlo detodas las herramientas y el equipo para plegarlo encualquier momento que necesite hacer una EVA. Así pues, sí, será un incordio, pero lo único queme cuesta es tiempo. Y la verdad es que no me vanmal las cosas en ese frente. Quedan cuarenta y tressoles para la aproximación de la Hermes y,mirando el protocolo que la NASA tiene en mentepara las modificaciones, puedo aprovechar elVAM en sí como espacio de trabajo. Los lunáticos de la NASA me obligan a hacer

Page 679: El Marciano(c.1) - Andy Weir

todo tipo de desastres al VAM, pero no tengo queabrirle el casco hasta el final. Así que lo primeroque haré será sacar un montón de basura, comoasientos y paneles de control y similares. Una vezsacados, tendré mucho espacio para trabajar. Hoy no le he hecho nada al que pronto será unVAM mutilado. Hoy todo ha sido cuestión decontroles de sistema. Ahora que estoy otra vez encontacto con la NASA, tengo que volver a «laseguridad es lo primero». Curiosamente, la NASAno tiene una fe total en mi improvisado vehículo desuperficie ni en mi método de apilarlo todo en elremolque. Me han hecho hacer un montón decomprobaciones de sistema en cada uno de loscomponentes. Todo sigue funcionando bien, aunque se estágastando. El regulador y el oxigenador no soneficaces al ciento por ciento (como mínimo) y eldel remolque escapa un poco de aire cada día. Noel suficiente para causarme problemas, pero no escompletamente hermético. La NASA está bastantepreocupada por eso, pero no tenemos otrasopciones.

Page 680: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Luego, me han hecho hacer un completodiagnóstico del VAM. Está en mucho mejor estado.Todo sigue elegante, impoluto y funcionaperfectamente. Casi me había olvidado de quéaspecto tiene el hardware nuevo. Lástima que lo vaya a destrozar. —Has matado a Watney —dijo Lewis. —Sí —dijo Martinez, mirando ceñudo elmonitor. Las palabras «colisión con el suelo»parpadeaban acusadoramente. —Le he jugado una mala pasada —dijoJohanssen—. Le he dado una lectura de altituderrónea y he hecho que el motor 3 se apagarademasiado pronto. Es una combinación nefasta. —No debería haberse producido un fracaso demisión —dijo Martinez—. Debería haberme fijadoen que la lectura era errónea. Era muy desviada. —No te agobies —dijo Lewis—. Para eso era elejercicio. —Entendido, comandante —dijo Martinez.Arrugó la frente sin dejar de mirar ceñudo la

Page 681: El Marciano(c.1) - Andy Weir

pantalla. Lewis esperó a que se relajara. Al ver que no lohacía, le puso una mano en el hombro. —No te castigues —le dijo—. Solo te dierondos días de preparación en lanzamiento porcontrol remoto. Se suponía que solo tenía quedarse el caso si cancelábamos la misión antes deaterrizar y era un planteamiento de reducción depérdidas en el que íbamos a lanzar el VAM paraque actuara como satélite. No era crítico para lamisión, así que no te prepararon demasiado. Ahoraque la vida de Mark depende de ello, tienes tressemanas para hacerlo bien, y no me cabe duda deque puedes. —Entendido, comandante —dijo Martinez,suavizando la mirada. —Reseteando el simulador —dijo Johanssen—.¿Quieres que pruebe algo específico? —Sorpréndeme —dijo Martinez. Lewis dejó la sala de control y se dirigió alreactor. Al «subir» el escalón al centro de la nave,la fuerza centrípeta sobre ella disminuyó a cero.Vogel levantó la mirada de una consola de

Page 682: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ordenador. —¿Comandante? —¿Cómo están los motores? —preguntó Lewis,agarrándose a un asidero montado en la pared parapermanecer en la sala que giraba lentamente. —Todo funciona dentro de los límites tolerables—dijo Vogel—. Ahora estoy haciendo undiagnóstico del reactor. Johanssen está ocupadacon la formación de lanzamiento, así que hepensado que puedo hacer este diagnóstico por ella. —Buena idea —dijo Lewis—. Y ¿cómo estánuestra trayectoria? —Todo va bien —dijo Vogel—. No se necesitanajustes. Seguimos en la trayectoria planeada conun margen de error de cuatro metros. —Mantenme informada si algo cambia. —Ja, comandante. Flotando hacia el otro lado del núcleo, Lewissalió por la otra escalera, ganando otra vezgravedad al «bajar». Se acercó a la sala deinstrucciones de la esclusa 2. Beck sostenía una espiral de metal en una mano yun par de guantes de trabajo en la otra.

Page 683: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Hola, comandante. ¿Qué pasa? —Me gustaría conocer tus planes para recuperara Mark. —Será muy fácil si la interceptación es buena —dijo Beck—. Acabo de terminar de unir todos loscables que tenemos en una cuerda larga. Midedoscientos catorce metros de longitud. Llevaré lamochila de propulsión para poder moverme confacilidad. Puedo ir a alrededor de diez metros porsegundo con seguridad. Por encima de esavelocidad me arriesgo a romper el cable si nologro parar a tiempo. —Una vez que llegues a Mark, ¿qué velocidadrelativa máxima puedes controlar? —Puedo agarrar el VAM con facilidad a cincometros por segundo. A diez metros por segundo escomo saltar a un tren en marcha. A una velocidadsuperior a esa podría fallar. —Así pues, incluyendo la velocidad deseguridad de la mochila, necesitaremos poner lanave a veinte metros por segundo de su velocidad. —Y la interceptación tiene que hacerse en unlímite de doscientos catorce metros —dijo Beck

Page 684: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—. Un margen de error muy pequeño. —Tenemos mucha libertad de acción —dijoLewis—. El lanzamiento será cincuenta y dosminutos antes de la interceptación y su vuelodurará doce minutos. En cuanto el motor de lasegunda etapa de Mark se apague, conoceremosnuestro punto de interceptación y la velocidad. Sino nos gusta, tendremos cuarenta minutos paracorregirlos. Nuestro motor de dos milímetros porsegundo puede parecer poca cosa, pero encuarenta minutos puede desplazarnos 5,7kilómetros. —Bien —dijo Beck—. Y doscientos catorcemetros no es un límite fijo per se. —Sí que lo es —dijo Lewis. —No —insistió Beck—. Sé que se supone queno he de salir sin atarme, pero sin la correa podríaalejarme... —No es una opción —dijo Lewis. —Pero podemos duplicar o triplicar nuestrorango de interceptación... —Hemos terminado de hablar de esto —dijoLewis con brusquedad.

Page 685: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Entendido, comandante. ENTRADA DE DIARIO: SOL 526 No hay muchas personas que puedan decir quehan destrozado una nave espacial de tres milmillones de dólares, pero yo soy una de ellas. He estado sacando hardware fundamental delVAM a diestro y siniestro. Es agradable saber quedurante mi lanzamiento hasta la órbita no habráningún sistema de seguridad molesto que me pese. No improviso nada. Estoy siguiendo el guiónenviado por la NASA, ideado para facilitarme lomás posible el trabajo. En ocasiones echo demenos los días en que tomaba todas las decisionespor mí mismo. Luego descarto la idea y recuerdoque estoy mucho mejor ahora con un puñado degenios decidiendo lo que tengo que hacer quecuando estaba improvisando sobre la marcha. Periódicamente, me visto, repto hasta la esclusade aire con la mayor cantidad de trastos que puedometer en ella y los echo fuera. La zona que rodea

Page 686: El Marciano(c.1) - Andy Weir

el VAM parece el escenario de Sanford e hijo. Conocí Sanford e hijo gracias a la colección deLewis. En serio, esa mujer necesita hablar conalguien de su obsesión por los años setenta. ENTRADA DE DIARIO: SOL 529 Estoy convirtiendo agua en combustible decohete. Es más fácil de lo que crees. Separar hidrógeno y oxígeno solo requiere unpar de electrodos y algo de corriente. El problemaes recoger el hidrógeno. No tengo equipo parasacar hidrógeno del aire. El regulador atmosfériconi siquiera sabe cómo. La última vez que tuve quesacar hidrógeno del aire (cuando convertí el Haben una bomba) lo quemé para convertirlo en agua.Claro está, eso sería contraproducente. Pero la NASA lo ha pensado todo y me hamandado un protocolo. Primero he desconectadoel vehículo de superficie del remolque. Luego,vestido con mi traje EVA, he despresurizado el

Page 687: El Marciano(c.1) - Andy Weir

remolque y lo he llenado de oxígeno puro a uncuarto de atmósfera. Después he abierto una cajade plástico llena de agua y he puesto en ella un parde electrodos. Para eso necesitaba la atmósfera.Sin presión el agua habría hervido inmediatamentey yo me habría quedado rodeado de vapor. La electrolisis ha separado el hidrógeno deloxígeno y el remolque se ha llenado todavía másde oxígeno y también de hidrógeno. Algo bastantepeligroso en realidad. A continuación he usado el reguladoratmosférico. Sé que acabo de decir que nodistingue el hidrógeno, pero sabe sacar oxígenodel aire. He desactivado todas las medidas deseguridad y lo he configurado para que retiraratodo el oxígeno. Después de hacerlo, todo lo quequedaba en el remolque era hidrógeno. Por eso heempezado con una atmósfera de oxígeno puro, paraque el regulador pudiera separarlo después. Luego he hecho un ciclo de la esclusa de aire delvehículo de superficie con la puerta interiorabierta. La esclusa ha interpretado que estabaevacuándose, pero en realidad estaba evacuando

Page 688: El Marciano(c.1) - Andy Weir

todo el remolque. El aire se ha almacenado en eldepósito de la esclusa. Y ahí lo tienes: un depósitode hidrógeno puro. He llevado el depósito de la esclusa de aire alVAM y he trasvasado el contenido a sus depósitosde hidrógeno. Lo he dicho muchas veces antes,pero ¡hurra por los sistemas de válvulasestandarizados! Finalmente, he puesto en marcha la planta decombustible y se ha puesto a trabajar para fabricarel combustible adicional que necesitaré. Tendré que repetir este proceso varias vecescuando se acerque la fecha de lanzamiento. Inclusovoy a electrolizar mi orina, lo que dejará un oloragradable en el remolque. Si sobrevivo a esto, le diré a la gente que hemeado combustible de cohete.

[19.22] JOHANSSEN: Hola, Mark. [19.23] VAM ¿Johanssen? ¡Dios mío!¿Por fin os dejan hablar directamenteconmigo?

Page 689: El Marciano(c.1) - Andy Weir

[19.24] JOHANSSEN: Sí, la NASAha dado el visto bueno para lacomunicación directa hace una hora.Estamos a solo 35 segundos-luz dedistancia, así que podemos hablar casien tiempo real. Acabo de configurar elsistema y lo estoy probando. [19.24] VAM: ¿Por qué han tardadotanto en dejarnos hablar? [19.25] JOHANSSEN: El equipo depsicólogos estaba preocupado porconflictos de personalidad. [19.25] VAM: ¿Qué? ¿Solo porque meabandonasteis en un planeta dejado dela mano de Dios sin medios parasobrevivir? [19.26] JOHANSSEN: Muy gracioso.No le hagas esa clase de bromas aLewis. [19.27] VAM: Recibido. Bueno, eh...,gracias por venir a recogerme. [19.27] JOHANSSEN: Es lo mínimoque podíamos hacer. ¿Cómo va la

Page 690: El Marciano(c.1) - Andy Weir

readaptación del VAM? [19.28] VAM: Hasta el momento,bien. La NASA pensó mucho en losprocedimientos. Trabajan. Eso noquiere decir que sea fácil. He pasadolos últimos tres días quitando el paneldiecinueve del casco y la ventanadelantera. Incluso en la gravedad deMarte pesan como su puta madre. [19.29] JOHANSSEN: Cuando terecojamos, te haré el amor de formasalvaje y apasionada. Prepárate. [19.29] JOHANSSEN: Yo no heescrito eso. Era Martinez. Me heapartado de la consola diez segundos. [19.29] VAM: Os he echado mucho demenos, chicos.

ENTRADA DE DIARIO: SOL 543 ¿He terminado? Creo que he terminado.

Page 691: El Marciano(c.1) - Andy Weir

He hecho todo lo que pone la lista. El VAM estápreparado para volar y, dentro de seis soles, esoes precisamente lo que haré. Espero. Podría no despegar. Al fin y al cabo, he quitadoun motor. Podría haberme cargado toda clase decosas durante ese proceso. Y no hay forma decomprobar la etapa de ascenso. Una vez arrancas,has arrancado. Todo lo demás, sin embargo, pasará por testdesde ahora hasta el lanzamiento. Algunos los haréyo y otros los hará la NASA de forma remota. Nome están diciendo las probabilidades de fracaso,pero supongo que son las más altas de la historia.Yuri Gagarin tenía una nave mucho más fiable ysegura que la mía. Y las naves soviéticas eran trampas mortales. —Muy bien —dijo Lewis—, mañana es el grandía. La tripulación flotaba en la zona de recreo.Habían detenido la rotación de la nave enpreparación para la operación inminente.

Page 692: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Estoy listo —dijo Martinez—. Johanssen meha lanzado todo lo que ha podido. Controlo todoslos escenarios de órbita. —Todo lo que no sean fracasos catastróficos —lo corrigió Johanssen. —Bueno, sí —dijo Martinez—. Es bastanteinútil simular una explosión en ascenso. Nadapodríamos hacer. —Vogel —dijo Lewis—, ¿cuál es nuestratrayectoria? —Es perfecta —dijo Vogel—. Estamos a unmetro de la trayectoria proyectada y a doscentímetros por segundo de la velocidadproyectada. —Bien —dijo ella—. Beck, ¿qué tal tú? —Todo está preparado, comandante —dijo Beck—. Los cables están atados y metidos en la esclusade aire 2. Mi traje y la mochila están listos. —Vale, el plan de batalla es bastante obvio —dijo Lewis. Se agarró a un asidero de la paredpara detener la lenta deriva que había adquirido—. Martinez controlará el vuelo del VAM.Johanssen será la operadora de sistemas del

Page 693: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ascenso. Beck y Vogel, os quiero en la esclusa 2con la puerta exterior abierta antes de quedespegue el VAM. Tendréis que esperar cincuentay dos minutos, pero no quiero arriesgarme a tenerproblemas técnicos con la esclusa de aire o convuestros trajes. Una vez que alcancemos lainterceptación, será trabajo de Beck recoger aWatney. —Podría estar mal cuando lo recoja —dijo Beck—. El VAM destrozado subirá a 12 G durante ellanzamiento. Podría estar inconsciente, inclusotener una hemorragia interna. —Suerte que también eres nuestro médico —dijo Lewis—. Vogel, si todo va según el plan,subirás a Beck y Watney a bordo con la soga. Silas cosas no funcionan, eres el respaldo de Beck. —Ja —dijo Vogel. —Ojalá pudiéramos hacer más —dijo Lewis—,pero lo único que nos queda por hacer es esperar.Vuestras agendas de trabajo están canceladas.Todos los experimentos científicos quedansuspendidos. Dormid si podéis y, si no podéis,pasad diagnósticos a vuestros equipos.

Page 694: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Lo rescataremos, comandante —dijo Martinezcuando los demás salieron flotando—. Dentro deveinticuatro horas, Mark Watney estará justo aquí,en esta habitación. —Esperemos que sí, Martinez —dijo Lewis. —Comprobaciones finales para esta navecompletadas —dijo Mitch en su casco—.Cronometrador. —Preparado, Vuelo —dijo el cronometrador. —¿Tiempo hasta el lanzamiento del VAM? —Dieciséis horas, nueve minutos, cuarentasegundos... —Recibido. Todas las estaciones: cambio deturno de director de vuelo. —Se quitó el casco yse frotó los ojos. Brendan Hutch cogió el casco de Mitch y se lopuso. —Todas las estaciones, el director de vuelo esahora Brendan Hutch. —Llámame si ocurre algo —dijo Mitch—. Sino, te veré mañana.

Page 695: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Duerme un poco, jefe —dijo Brendan. Venkat vigilaba desde la cámara de observación. —¿Por qué preguntar al cronometrador? —murmuró—. El tiempo está en el enorme reloj demisión, en el centro de la sala. —Está nervioso —dijo Annie—. No lo veráscon frecuencia, pero así es Mitch Hendersoncuando está nervioso. Lo comprueba todo dos ytres veces. —Me parece bien —dijo Venkat. —Están acampados en el césped, por cierto —dijo Annie—. Hay periodistas de todo el mundo.En nuestras salas de prensa no hay suficienteespacio. —A los medios les encanta la teatralidad. —Suspiró—. Esto habrá terminado mañana, de unamanera o de otra. —¿Cuál es nuestro papel en todo esto? —dijoAnnie—. Si algo va mal, ¿qué puede hacer Controlde Misión? —Nada —dijo Venkat—. Nada de nada. —¿Nada? —Todo está ocurriendo a doce minutos-luz de

Page 696: El Marciano(c.1) - Andy Weir

distancia. Eso significa que pasan veinticuatrominutos hasta que reciben respuesta a cualquierpregunta que ellos hacen. El lanzamiento completodura doce minutos. Están solos. —Así pues, ¿somos completamente impotentes? —Sí —dijo Venkat—. Es una putada, ¿verdad? ENTRADA DE DIARIO: SOL 549 Estaría mintiendo si dijera que no estoy muertode miedo. Dentro de cuatro horas voy a ponermeen órbita. Es algo que ya he hecho unas cuantasveces antes, pero nunca en un trasto como este. Ahora mismo estoy sentado en el VAM. Llevo eltraje EVA porque hay un gran agujero en la partefrontal de la nave donde estaban la ventana y partedel casco. Estoy «esperando instrucciones delanzamiento». Realmente, solo espero ellanzamiento. No tengo ningún papel en esto. Voy asentarme en el asiento de aceleración y a esperarlo mejor. Anoche me comí mi último paquete. Es la

Page 697: El Marciano(c.1) - Andy Weir

primera buena comida que he probado en semanas.Voy a dejar atrás cuarenta y una patatas. Así decerca he estado de morir de hambre. Recogí cuidadosamente muestras durante miviaje, pero no puedo llevarme ninguna, así que lashe dejado en un contenedor a unos cientos demetros de aquí. Quizás algún día envíen una sondaa recogerlas. No me costaba mucho hacer quefueran fáciles de recoger. Eso es todo. No queda nada más. Ni siquieraexiste un protocolo de cancelación. ¿Para qué? Nopodemos retrasar el lanzamiento. La Hermes nopuede detenerse a esperar. Pase lo que pase,lanzaremos a tiempo. Afronto la posibilidad, muy real, de morir hoy.No puedo decir que me guste. No será demasiadoterrible si el VAM estalla, porque no me enteraréde nada, pero si falla la interceptación, podríaflotar en el espacio hasta quedarme sin aire. Tengoun plan de contingencia para eso. Bajaré la mezclade oxígeno a cero y respiraré nitrógeno puro hastaque me ahogue. No está mal. Los pulmones notienen la capacidad de notar la falta de oxígeno.

Page 698: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Solo me cansaré, me quedaré dormido y moriré. Todavía no puedo creerlo. Me voy de verdad.Este desierto gélido ha sido mi hogar durante unaño y medio. Aprendí a sobrevivir, al menosdurante un tiempo, y me acostumbré a cómofuncionaban las cosas. Mi lucha terrorífica pormantenerme con vida se convirtió en una rutina.Levantarme por la mañana, desayunar, cuidar mispatatas, arreglar cosas rotas, comer, respondercorreo electrónico, mirar la tele, cenar, irme adormir. La vida de un granjero moderno. Luego fui camionero y recorrí un largo trayectopor el mundo. Finalmente, obrero de laconstrucción, reconstruyendo una nave de formasque nadie había imaginado hasta ahora. He hechoun poco de todo aquí, porque no hay nadie máspara hacerlo. Ahora todo ha terminado. No tengo más trabajoque hacer ni más naturaleza a la que derrotar. Hetomado mi última patata marciana. He dormido enel vehículo de superficie por última vez. Hedejado mis últimas huellas en la tierra roja ypolvorienta. Voy a abandonar Marte hoy, de una

Page 699: El Marciano(c.1) - Andy Weir

forma o de otra. Ya era hora, joder.

Page 700: El Marciano(c.1) - Andy Weir

26 Se reunieron. Se reunieron en todos los rincones de la Tierra. En Trafalgar Square y en la plaza de Tiananmeny en Times Square observaban las pantallasgigantes. En las oficinas se apiñaban en torno amonitores de ordenador. En los bares miraban ensilencio la televisión del rincón. En los hogares sesentaban conteniendo la respiración en el sofá, sinpoder apartar los ojos de la historia que sedesarrollaba. En Chicago, una pareja de mediana edad mirabaagarrada de la mano. El hombre sosteníasuavemente a su mujer, que se balanceaba adelantey atrás de puro terror. El representante de laNASA sabía que era mejor no molestarlos, peroestaba dispuesto a responder cualquier preguntaque quisieran plantearle.

Page 701: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Presión de combustible, verde —dijo la vozde Johanssen en millones de televisores—.Alineamiento de motor perfecto. Estado decomunicaciones óptimo. Listos para verificaciónprevia al vuelo, comandante. —Recibido —dijo la voz de Lewis—.CAPCOM. —Preparada —respondió Johanssen. —Orientación. —Preparada —respondió de nuevo Johanssen. —Control remoto. —Preparado —dijo Martinez. —Piloto. —Preparado —dijo Watney desde el VAM. Una suave ovación recorrió las multitudes delmundo entero. Mitch estaba sentado en su puesto en Control deMisión. Los controladores lo monitorizaban todo yestaban listos para ayudar del modo que pudieran,pero el desfase de comunicación entre la Hermes yla Tierra los dejaba impotentes para hacer otra

Page 702: El Marciano(c.1) - Andy Weir

cosa que no fuera mirar. —Telemetría —dijo la voz de Lewis por losaltavoces. —Preparada —respondió Johanssen. —Recuperación —continuó. —Preparado —dijo Beck desde el cierreneumático. —Recuperación secundaria. —Preparado —dijo Vogel desde detrás de Beck. —Control de Misión, aquí la Hermes —informóLewis—. Estamos listos para el lanzamiento yprocederemos según el horario. Estamos a menoscuatro minutos diez segundos del lanzamiento... —¿Has entendido eso, Cronometrador? —dijoMitch. —Afirmativo, Vuelo —fue la respuesta—.Nuestros relojes están sincronizados con lossuyos. —No es que podamos hacer nada... —murmuróMitch—, aunque al menos sabremos lo quesupuestamente esté ocurriendo.

Page 703: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Unos cuatro minutos, Mark —dijo Lewis porel micrófono—. ¿Cómo estás allí abajo? —Ansioso por estar allí arriba, comandante —respondió Watney. —Vamos a hacer que eso se cumpla —dijoLewis—. Recuerda, vas a tener que soportar unasG pesadas. No pasa nada si te desmayas. Estás enmanos de Martinez. —Dile a ese capullo que nada de volteretas. —Recibido, VAM —dijo Lewis. —Cuatro minutos más —dijo Martinez, haciendosonar los nudillos—. ¿Lista para un vuelecito,Beth? —Sí —dijo Johanssen—. Será extraño controlarlas operaciones de sistema de un lanzamientoestando todo el tiempo en gravedad cero. —No me lo había planteado —dijo Martinez—,pero sí. No voy a quedarme aplastado contra elrespaldo del asiento. Será raro. Beck flotó en la esclusa de aire, atado a uncarrete de cable fijado a la pared. Vogel estaba a

Page 704: El Marciano(c.1) - Andy Weir

su lado, con las botas pegadas al suelo. Ambosmiraron por la puerta exterior al planeta rojo deabajo. —No pensaba que volvería a estar otra vez aquí—dijo Beck. —Sí —dijo Vogel—. Somos los primeros. —¿Los primeros en hacer qué? —Somos los primeros en visitar Marte dosveces. —¡Oh, sí! Ni siquiera Watney puede decir eso. —No. Miraron Marte en silencio durante un rato. —Vogel —dijo Beck. —Ja. —Si no puedo alcanzar a Mark, quiero quesueltes mi cuerda. —Doctor Beck —dijo Vogel—, la comandanteha dicho que no. —Sé lo que ha dicho la comandante, pero sinecesito unos metros más, quiero que me sueltes.Tengo una mochila de propulsión autónoma, puedovolver sin una cuerda. —No lo haré, doctor Beck.

Page 705: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Es mi propia vida la que está en peligro ydigo que está bien. —Tú no eres el comandante de la nave. Beck miró ceñudo a Vogel, pero con las viserasreflectantes bajadas, el efecto se perdió. —Bien —dijo Beck—. Pero apuesto a quecambiarás de opinión si las cosas se ponen feas. Vogel no respondió. —Menos diez —dijo Johanssen—, nueve...,ocho... —Arranque de motores principales —dijoMartinez. —... siete..., seis..., cinco... Ganchos de amarresoltados... —Unos cinco segundos, Watney —dijo Lewis enel casco—. Aguanta. —Te veo en un rato, comandante —respondióWatney por la radio. —... cuatro..., tres..., dos... Watney se quedó en el asiento de aceleracióncuando el VAM rugió en anticipación del

Page 706: El Marciano(c.1) - Andy Weir

despegue. —Hum —dijo a nadie—. Me pregunto cuántotiempo... El VAM despegó con una fuerza increíble,aceleró más de lo que ninguna otra nave tripuladahabía acelerado en la historia de los viajesespaciales. Watney fue empujado contra el asientocon tanta fuerza que ni siquiera pudo gemir. Previsor, había colocado una camisa dobladadetrás de su cabeza, dentro del casco. Cuando lacabeza se le hundió más aún en el cojínimprovisado, los bordes de su campo visual sevolvieron borrosos. No podía respirar ni moverse. El parche de la lona del Hab, situadodirectamente dentro de su campo de visión, seagitó violentamente cuando la nave adquirióvelocidad de manera exponencial. Le costabamantener la concentración, pero algo le decía queel aleteo era malo. —Velocidad: setecientos cuarenta y un metrospor segundo —informó Johanssen—. Altitud: mil

Page 707: El Marciano(c.1) - Andy Weir

trescientos cincuenta metros. —Recibido —dijo Martinez. —Eso es bajo —dijo Lewis—. Demasiado bajo. —Lo sé —dijo Martinez—. Es lento; se resiste.¿Qué coño está pasando? —Velocidad: ochocientos cincuenta. Altitud: milochocientos cuarenta y tres —dijo Johanssen. —¡No tengo la potencia que necesito! —dijoMartinez. —Potencia de motor al ciento por ciento —dijoJohanssen. —Te estoy diciendo que es lento —insistióMartinez. —Watney —dijo Lewis en el casco—. Watney,¿nos recibes? ¿Puedes informar? Watney oyó la voz de Lewis muy lejana, como dealguien que le hablara desde el otro lado de unlargo túnel. Se preguntó vagamente qué querría. Suatención se vio brevemente atraída por la lona quealeteaba delante de él. Había aparecido undesgarro que se ensanchaba con rapidez.

Page 708: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Entonces lo distrajo un tornillo de uno de losmamparos. Solo tenía cinco facetas. Se preguntópor qué la NASA había decidido que ese tornillotuviera cinco facetas en lugar de seis. Haría faltauna llave especial para apretarlo o aflojarlo. La lona se rasgó todavía más, el materialdesgarrado aleteaba salvajemente. Por la abertura,Watney vio cielo rojo extendiéndose de manerainfinita por delante. «Es bonito», pensó. Cuando el VAM ascendió más, la atmósfera sevolvió más ligera. Enseguida la lona dejó dealetear y se extendió hacia Mark. El cielo pasó deser rojo a ser negro. «Esto también es bonito», pensó Mark. Mientras iba perdiendo la conciencia, MarkWatney se preguntó dónde podía conseguir untornillo de cinco facetas como ese. —Estoy recibiendo más respuesta ahora —dijoMartinez. —De vuelta a la pista en plena aceleración —dijo Johanssen—. Habrá sido la resistencia. Ahora

Page 709: El Marciano(c.1) - Andy Weir

el VAM está fuera de la atmósfera. —Era como pilotar una vaca —gruñó Martinezmoviendo rápidamente las manos sobre loscontroles. —¿Puedes levantarlo? —preguntó Lewis. —Lo pondrá en órbita —dijo Johanssen—, perola trayectoria de interceptación podría quedarcomprometida. —Súbelo primero —dijo Lewis—, luego ya nospreocuparemos de la interceptación. —Recibido. Parada de motor principal enquince segundos. —Completamente suave ahora —dijo Martinez—. Ya no se me resiste. —Muy por debajo de la altitud objetivo —dijoJohanssen—. La velocidad es buena. —¿Cuánto por debajo? —dijo Lewis. —No estoy segura —dijo Johanssen—. Lo únicoque tengo son datos del acelerómetro.Necesitaremos pings de radar a intervalos paradeterminar la verdadera órbita final. —Vuelta a la orientación automática —dijoMartinez.

Page 710: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Cierre principal en cuatro... —dijo Johanssen—, tres..., dos..., uno... Despegue. —Cierre confirmado —dijo Martinez. —Watney, ¿estás ahí? —preguntó Lewis—.¿Watney? Watney, ¿me recibes? —Probablemente se ha desmayado, comandante—dijo Beck por la radio—. Ha soportado 12 G enel ascenso. Dale un momento. —Recibido —dijo Lewis—. Johanssen,¿todavía no tienes su órbita? —Tengo pings de intervalo. Averiguando nuestrorango de interceptación y velocidad... Martinez y Lewis miraron a Johanssen cuandoesta puso en marcha el software de cálculo deinterceptación. Normalmente, las órbitas lascalculaba Vogel, pero estaba ocupado con otracosa. Johanssen era su sustituta en dinámicaorbital. —La velocidad de interceptación será de oncemetros por segundo... —empezó ella. —Puede servirme —dijo Beck por la radio. —La distancia de interceptación será... —Johanssen se detuvo. Se atragantó. Continuó con la

Page 711: El Marciano(c.1) - Andy Weir

voz temblorosa—: Estaremos separados sesenta yocho kilómetros. —Se cubrió la cara con lasmanos. —¿Ha dicho sesenta y ocho kilómetros? —inquirió Beck—. ¡¿Kilómetros?! —Maldita sea... —susurró Martinez. —Calma —dijo Lewis—. Estudia el problema.Martinez, ¿queda combustible en el VAM? —Negativo, comandante —respondió Martinez—. Suprimieron el sistema OMS para aligerar elpeso durante el lanzamiento. —Entonces, tendremos que ir por él. Johanssen,¿tiempo de interceptación? —Treinta y nueve minutos, doce segundos —dijoJohanssen, tratando de no temblar. —Vogel —continuó Lewis—, ¿cuánto podemosdesviarnos en treinta y nueve minutos con losmotores iónicos? —Quizá cinco kilómetros —respondió Vogel porradio —No es suficiente —dijo Lewis—. Martinez, ¿ysi apuntamos todos nuestros propulsores vernier6

en la misma dirección?

Page 712: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Depende de cuánto combustible queramosahorrar para el control vectorial en el viaje a casa. —¿Cuánto necesitas? —Podría pasar con quizás el veinte por cientode lo que queda. —Muy bien, si usaras el otro ochenta porciento... —Comprobando —dijo Martinez, introduciendolos valores en su consola—. Tendremos un delta-v7 de treinta y un metros por segundo. —Johanssen —dijo Lewis—. Calcula. —En treinta y nueve minutos nos desviaríamos...—escribió con rapidez Johanssen—, setenta y doskilómetros. —Allá vamos —dijo Lewis—. ¿Cuántocombustible...? —El setenta y cinco coma cinco por ciento delos ajustes de actitud de combustible que quedan—dijo Johanssen— reduciría el rango deinterceptación a cero. —Hazlo —ordenó Lewis. —Sí, comandante —dijo Martinez. —Espera —dijo Johanssen—. Eso reducirá el

Page 713: El Marciano(c.1) - Andy Weir

rango de intercepción a cero, pero la velocidad deinterceptación será de cuarenta y dos metros porsegundo. —Entonces tenemos treinta y nueve minutos paradescubrir cómo frenar —dijo Lewis—. Martinez,enciende los propulsores. —Sí —dijo Martinez. —¡Uf! Han pasado muchas cosas realmentedeprisa —le dijo Annie a Venkat—. Explica. Venkat se esforzó para oír la transmisión deaudio por encima del murmullo de los VIP en lacabina de observación. A través del cristal, vioque Mitch levantaba las manos en un gesto defrustración. —El lanzamiento ha fallado mucho —dijoVenkat, mirando más allá de Mitch a las pantallas—. La distancia de interceptación iba a serdemasiado grande, así que están usando controlesvectoriales para reducir la distancia. —¿Para qué sirven normalmente los controlesvectoriales?

Page 714: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Desvían la nave. No están hechos parapropulsarla. La Hermes no tiene motores dereacción, solo los motores lentos y constantes deiones. —Entonces..., ¿problema resuelto? —dijo Anniecon esperanza. —No —dijo Venkat—. Llegarán hasta él, peroirán a cuarenta y dos metros por segundo cuando lohagan. —¿Qué velocidad es esa? —preguntó Annie. —Casi ciento cincuenta kilómetros por hora —dijo Venkat—. No hay esperanza alguna de queBeck agarre a Watney a esa velocidad. —¿Pueden usar los controles vectoriales parafrenar? —Necesitarán mucha velocidad para reducir ladistancia a tiempo. Han usado todo el combustibledel que podían disponer para ir lo suficientementedeprisa y ahora no tienen el suficiente para frenar.—Venkat arrugó el entrecejo. —Entonces, ¿qué pueden hacer? —No lo sé. Y, aunque lo supiera, no podríadecírselo a tiempo.

Page 715: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Joder —maldijo Annie. —Sí —convino Venkat. —¿Watney? —dijo Lewis—. ¿Me recibes,Watney? —repitió ella. —Comandante —dijo Beck por la radio—.Lleva un traje EVA de superficie, ¿verdad? —Sí. —Debería tener un biomonitor —dijo Beck—, yestará emitiendo. No es una señal fuerte; solo tieneque recorrer un par de cientos de metros hasta elvehículo de superficie o el Hab, pero quizápodamos captarla. —Johanssen —dijo Lewis. —Estoy en ello —dijo Johanssen—. Tengo queconsultar las frecuencias en las especificacionestécnicas. Dame un segundo. —Martinez —continuó Lewis—. ¿Alguna ideade cómo frenar? Martinez negó con la cabeza. —No tengo nada, comandante. Vamos demasiadodeprisa.

Page 716: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—¿Vogel? —El impulso de iones no es lo bastante fuerte —repuso Vogel. —Tiene que haber algo que podamos hacer —dijo Lewis—. Lo que sea. —Tengo los datos de su biomonitor —dijoJohanssen—. Pulso: cincuenta y ocho. Presiónarterial: noventa y ocho, sesenta y uno. —No está mal —dijo Beck—. Más baja de loque me gustaría, pero lleva dieciocho meses en lagravedad de Marte, así que era de esperar. —¿Tiempo para la intercepción? —preguntóLewis. —Treinta y dos minutos —repuso Johanssen. La bendita inconsciencia se convirtió en nubladaconciencia que desembocó en dolorosa realidad.Watney abrió los ojos, luego gimió por el dolor enel pecho. Poco quedaba de la lona, solo jirones queflotaban en el borde del agujero que habíacubierto. Tenía por tanto una visión sin

Page 717: El Marciano(c.1) - Andy Weir

impedimentos de Marte desde la órbita. Lasuperficie salpicada de cráteres del planeta rojo seextendía aparentemente hasta el infinito; su finaatmósfera era un borrón a lo largo del borde. Solodieciocho personas en la historia habían disfrutadopersonalmente de aquellas vistas. —Jódete —le dijo al planeta que tenía a suspies. Se estiró hacia los controles que llevaba en elbrazo y gimió. Al intentarlo otra vez, máslentamente en esta ocasión, activó la radio. —VAM a Hermes. —¿Watney? —fue la respuesta. —Afirmativo. ¿Eres tú, comandante? —dijoWatney. —Afirmativo. ¿Cuál es tu estado? —Estoy en una nave sin panel de control —dijo—. Es todo lo que puedo decirte. —¿Cómo te sientes? —Me duele el pecho. Creo que tengo unacostilla rota. ¿Cómo estás tú? —Estamos trabajando en recogerte —dijo Lewis—. Hubo una complicación en el lanzamiento.

Page 718: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Sí —dijo Watney, mirando el agujero en lanave—. La lona no resistió. Creo que se desgarróen el ascenso. —Eso coincide con lo que vimos durante ellanzamiento. —¿Es muy malo, comandante? —Hemos podido corregir el rango deinterceptación con los propulsores vectoriales dela Hermes, pero hay un problema con la velocidadde intercepción. —¿Cómo de grande? —De cuarenta y dos metros por segundo. —¡Menuda mierda! —Eh, al menos está bien por el momento —dijoMartinez. —Beck —dijo Lewis—, estoy tratando depensar como tú. ¿A qué velocidad podrías ir si noestuvieras atado? —Perdón, comandante —dijo Beck—, ya hehecho los cálculos. A lo sumo podría conseguirveinticinco metros por segundo. Aunque pudiera

Page 719: El Marciano(c.1) - Andy Weir

conseguir cuarenta y dos, necesitaría otroscuarenta y dos para igualar a la Hermes al volver. —Recibido —dijo Lewis. —Eh —dijo Watney por la radio—. Tengo unaidea. —Por supuesto que sí —dijo Lewis—. ¿Cuáles? —Podría encontrar algo afilado por aquí parahacer un agujero en el guante de mi traje EVA, usarel aire que escapa como propulsor y volar haciavosotros. La fuente de propulsión estaría en mibrazo, así que podría dirigirla con facilidad. —¿Cómo se le ha ocurrido esta mierda? —intervino Martinez. —Hum —dijo Lewis—. ¿Podrías conseguircuarenta y dos metros por segundo de ese modo? —Ni idea —dijo Watney. —No creo que tuvieras ningún control si lohicieras —dijo Lewis—. Estarías frente alobjetivo y usando un vector de impulso que apenaspodrías controlar. —Reconozco que es mortalmente peligroso —dijo Watney—. Pero mira: volaría como Iron Man.

Page 720: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Seguiremos trabajando en otras ideas —dijoLewis. —Iron Man, comandante. Iron Man. —Espera —dijo Lewis. Arrugó la frente—.Hum... Quizá no sea tan mala idea... —¿Estás de broma, comandante? —dijoMartinez—. Es una idea espantosa. Saldríadisparado al espacio... —No toda la idea, pero parte de ella... Lo deusar el aire como propulsor. Martinez, conecta laestación de trabajo de Vogel. —Vale —dijo Martinez, tecleando. La pantallamostró la estación de trabajo de Vogel. Martinez lacambió enseguida del alemán al inglés—. Lista.¿Qué necesitas? —Vogel tiene un programa para calcular latrayectoria iniciada por escapes en el casco, ¿no? —Sí —dijo Martinez—. Ese programa calculalas correcciones necesarias de trayectoria en elcaso de... —Sí, sí —dijo Lewis—. Búscalo. Quiero saberqué ocurre si hacemos reventar la esclusa de aire. Johanssen y Martinez se miraron.

Page 721: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Hum. Sí, comandante —dijo Martinez. —¿La esclusa de aire de la nave? —dijoJohanssen—. ¿Quieres abrirla? —Hay mucho aire en la nave —dijo Lewis—.Nos daría un buen impulso. —Sí... —dijo Martinez mientras arrancaba elprograma—. Y el morro podría volar. —Además, se saldría todo el aire —se sintióobligada a añadir Johanssen. —Cerraríamos el puente y la sala del reactor.Podemos dejar todo lo demás en el vacío, pero noqueremos una descompresión explosiva aquídentro ni cerca del reactor. Martinez introdujo los datos en el programa. —Creo que tendremos el mismo problema queWatney, pero a una escala mayor. No podremosdirigir ese impulso. —No tendremos que hacerlo —dijo Lewis—. Laesclusa está en el morro. El aire que escapageneraría un vector de impulso a través de nuestrocentro de masa. Solo tendríamos que orientar lanave justo en dirección contraria al sitio al quequeremos ir.

Page 722: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Vale, tengo los números —dijo Martinez—.Un escape en la esclusa de la nave, con el puente yla sala del reactor sellados, nos aceleraría aveintinueve metros por segundo. —Tendríamos una velocidad relativa de trecemetros por segundo —propuso Johanssen. —Beck —radió Lewis—. ¿Has estadoescuchando todo esto? —Afirmativo, comandante —dijo Beck. —¿Puedes hacerlo a trece metros por segundo? —Será arriesgado —repuso Beck—. Trece paraequiparar al VAM y luego otros trece paraequiparar a la Hermes. Pero es infinitamente mejorque cuarenta y dos. —Johanssen —dijo Lewis—. ¿Tiempo deinterceptación? —Dieciocho minutos, comandante. —¿Qué clase de sacudida sentiremos con esapérdida de aire? —preguntó Lewis a Martinez. —El aire tardará cuatro segundos en escapar —dijo—. Sentiremos un poco menos que 1 G. —Watney —dijo ella en su casco—, tenemos unplan.

Page 723: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—¡Sí! ¡Un plan! —repuso Watney. —¡Houston! —La voz de Lewis resonó enControl de Misión—. Avisamos de que vamos aprovocar un escape deliberado en la exclusa deaire de la nave para conseguir impulso. —¿Qué? —dijo Mitch—. ¿Qué? —¡Oh... cielos! —dijo Venkat en la sala deobservación. —¡Coño! —maldijo Annie, levantándose—.Será mejor que vaya a la sala de prensa. ¿Hay algoque deba saber antes de irme? —Van a perder estanqueidad en la nave —dijoVenkat, todavía anonadado—. Van a perderestanqueidad deliberadamente. ¡Oh, joder...! —Entendido —dijo Annie, trotando hacia lapuerta. —¿Cómo abriremos las puertas de la esclusa deaire? —preguntó Martinez—. No hay forma dehacerlo a distancia y si hay alguien cerca cuando...

Page 724: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Exacto —dijo Lewis—. Podemos abrir unapuerta con la otra cerrada, pero ¿cómo abrimos laotra? —Pensó un momento—. Vogel —dijo porradio—, necesito que vuelvas a entrar y fabriquesuna bomba. —Hum. Repite, por favor, comandante —repusoVogel. —Una bomba —confirmó Lewis—. Eresquímico. ¿Puedes hacer una bomba con el materialque hay a bordo? —Ja —dijo Vogel—. Tenemos productosinflamables y oxígeno puro. —Pinta bien —dijo Lewis. —Por supuesto, es peligroso hacer estallar unartefacto explosivo en una nave espacial —señalóVogel. —Entonces, hazla pequeña —dijo Lewis—.Basta con que abra un agujero en la puerta interiorde la esclusa de aire. Cualquier agujero servirá. Siestalla la puerta, no pasa nada. Si no, el aire saldrámás despacio, pero durante más tiempo. El cambiode impulso es el mismo, y tendremos laaceleración que necesitamos.

Page 725: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Presurizando esclusa 2 —informó Vogel—.¿Cómo activaremos esa bomba? —¿Johanssen? —dijo Lewis. —Eh... —dijo Johanssen. Cogió el casco y se lopuso con rapidez—. Vogel, ¿puedes conectarlecables? —Ja —dijo Vogel—. Usaré un tapón de roscacon un agujerito para los cables. Tendrá pocoefecto en el cierre. —Podemos pasar el cable por el panel deiluminación 41 —dijo Johanssen—. Está al ladode la esclusa de aire y puedo encenderlo yapagarlo desde aquí. —Ahí tenemos nuestro disparador remoto —dijoLewis—. Johanssen, ve a preparar el panel deiluminación. Vogel, entra y monta la bomba.Martinez, ve a cerrar las puertas de la sala delreactor. —Sí, comandante —dijo Johanssen, dando unapatada a su asiento hacia el pasillo. —Comandante —dijo Martinez, haciendo unapausa en la salida—, ¿quieres que traiga unostrajes espaciales?

Page 726: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—No servirían —dijo Lewis—. Si el cierre delpuente no resiste, seremos absorbidos a unavelocidad cercana a la del sonido. Seremosgelatina con traje o sin él. —Eh, Martinez —dijo Beck por la radio—.¿Puedes mover mis ratones de laboratorio a unlugar seguro? Están en el laboratorio de biología.Es solo una jaula. —Recibido, Beck —dijo Martinez—. Lospondré en la sala del reactor. —¿Has vuelto a entrar, Vogel? —preguntóLewis. —Estoy haciéndolo, comandante. —Beck —dijo Lewis en el casco de este—.Necesito que tú también vuelvas a entrar. Pero note quites el traje. —Vale —dijo Beck—. ¿Por qué? —Literalmente, vamos a volar una de las puertas—le explicó Lewis—. Preferiría cargarme lainterior. Quiero la puerta exterior intacta, asímantendremos nuestro medio de aerofrenado. —Tiene lógica —respondió Beck mientrasvolvía a entrar flotando en la nave.

Page 727: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Hay un problema —dijo Lewis—. Quiero lapuerta exterior bloqueada en la posición decompletamente abierta con el freno mecánico enposición para impedir que la descompresión ladestroce. —Eso tiene que hacerlo alguien que esté en laesclusa de aire —dijo Beck—. Y no se puedeabrir la puerta interior si la exterior está abierta. —Exacto —dijo Lewis—. Así que necesito quevuelvas a entrar, despresurices la exclusa, abras lapuerta exterior y la bloquees. Luego tendrás quereptar por el casco para volver a la esclusa 2. —Recibido, comandante —dijo Beck—. Haypuntos de enganche por todo el casco. Me moverécon mi soga como un escalador. —Ponte a ello —dijo Lewis—. Y Vogel, tienesque darte prisa. Tienes que montar la bomba,prepararla, volver a la esclusa 2, vestirte,despresurizarla y abrir la puerta exterior para queBeck pueda volver a entrar cuando hayaterminado. —Se está quitando el traje y no puede contestar—informó Beck—, pero ha oído la orden.

Page 728: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Watney, ¿cómo vas? —preguntó Lewis —Bien por el momento, comandante —repusoWatney—. ¿Has mencionado un plan? —Afirmativo —dijo ella—. Vamos a dar salidaa la atmósfera para conseguir impulso. —¿Cómo? —Vamos a abrir un boquete en la esclusa de lanave. —¿Qué? —dijo Watney—. ¿Cómo? —Vogel está haciendo una bomba. —¡Sabía que el tío era un científico loco! —dijoWatney—. Creo que deberíamos optar por mi ideade ser Iron Man. —Es demasiado arriesgado, y lo sabes —repusoella. —La cuestión —dijo Watney— es que soyegoísta. Quiero que los memoriales en la Tierrasean solo para mí. No quiero que el resto devosotros, perdedores, estéis en ellos. No puedodejaros volar la esclusa. —Oh —dijo Lewis—, bueno, si no nos dejas,entonces... Espera..., espera un momento... Estoymirando la placa de mi hombro y resulta que soy la

Page 729: El Marciano(c.1) - Andy Weir

comandante. Quédate ahí quieto. Vamos arecogerte. —Listilla. Como químico, Vogel sabía fabricar una bomba.De hecho, la mayor parte de su formación estabadestinada a evitar hacer involuntariamenteprecisamente eso. La nave tenía pocos materiales inflamables abordo debido al riesgo fatal de un incendio. Sinembargo, la comida, por su propia naturaleza,contenía hidrocarburos inflamables. A falta detiempo para sentarse, Vogel hizo los cálculos a ojode buen cubero. El azúcar contiene 4.000 calorías por kilogramo.Una caloría de comida son 4.184 julios. El azúcaren gravedad cero flota y los granos se separan,aumentando la superficie. En un entorno deoxígeno puro, se liberarán 16,7 millones de juliospor cada kilogramo de azúcar usado, generando lafuerza explosiva de ocho cartuchos de dinamita.Así es la naturaleza de la combustión en oxígeno

Page 730: El Marciano(c.1) - Andy Weir

puro. Vogel midió el azúcar con atención. Lo vertió enel recipiente más resistente que encontró: un tarrode cristal grueso. La resistencia del recipiente eratan importante como el explosivo en sí. Unrecipiente frágil simplemente causaría una bola defuego sin mucha fuerza explosiva. Un recipientemás resistente, en cambio, contendría la presiónhasta que alcanzara un auténtico potencialdestructivo. Rápidamente, abrió un agujero en la tapa derosca del tarro, cortó un trozo de alambre y lointrodujo por el agujero. —Sehr gefährlich —murmuró vertiendo oxígenolíquido de la reserva de la nave en el tarro. Luegoenroscó la tapa. En solo unos minutos, había hechouna rudimentaria bomba improvisada. —Sehr, sehr, gefährlich. Flotó fuera del laboratorio y avanzó hacia elmorro de la nave. Johanssen estaba trabajando en el panel de

Page 731: El Marciano(c.1) - Andy Weir

iluminación cuando Beck flotó hacia la esclusa. Lo agarró del brazo. —Ten cuidado al reptar por el casco. Beck se volvió a mirarla. —Ten cuidado al colocar la bomba. Ella besó su máscara y luego apartó la mirada,avergonzada. —Ha sido una estupidez. No le digas a nadie quehe hecho esto. —No le digas a nadie que me ha gustado. —Beck sonrió. Tras entrar en la esclusa de aire, Beck cerró lapuerta interior. Después de despresurizarla, abrióla puerta exterior y la bloqueó. Se agarró a unasidero del casco y salió. Johanssen observó hasta que Beck desaparecióde la vista, luego regresó al panel de iluminación.Lo había desactivado desde su estación de trabajo.Después de sacar un trozo de cable y pelar losextremos, estuvo toqueteando un rollo de cintaaislante hasta que llegó Vogel. El alemán apareció justo al cabo de un minuto,flotando con cuidado por el pasillo, sosteniendo la

Page 732: El Marciano(c.1) - Andy Weir

bomba con ambas manos. —He usado un solo cable para la ignición —explicó—. No quiero que haya dos cables para noarriesgarme a que produzca una chispa. Seríapeligroso para nosotros si hay energía estática alprepararla. —¿Cómo la activarás? —dijo Johanssen. —El cable debe alcanzar una temperatura alta.Si provocas un cortocircuito, será suficiente. —Funcionará —dijo Johanssen. Johanssen retorció los cables de luz en el de labomba y los unió con cinta. —Disculpa —dijo Vogel—. Tengo que volver ala esclusa 2 para que entre el doctor Beck. —Hum —dijo Johanssen. Martinez volvió a flotar hasta el puente. —Tenía unos minutos, así que he echado unvistazo a la lista de verificación de aerofrenado dela sala del reactor. Todo está preparado para laaceleración y el compartimento está aislado. —Bien pensado —dijo Lewis—. Prepara la

Page 733: El Marciano(c.1) - Andy Weir

corrección vectorial. —Recibido, comandante —dijo Martinez,flotando hacia su estación. —La esclusa está abierta —dijo la voz de Becken el comunicador—. Empezando mi travesía porel casco. —Recibido —dijo Lewis. —Este cálculo es complicado —dijo Martinez—. Necesito hacerlo todo al revés. La esclusa estáen la parte delantera, así que la fuente del impulsoestará justamente en el lado opuesto a nuestrosmotores. Nuestro software no tiene previsto que elmotor esté ahí. Tendré que indicarle que nuestraintención es impulsarnos hacia Mark y no alcontrario... —Tómate tu tiempo y hazlo bien —dijo Lewis—, y no lo ejecutes hasta que te dé la orden. Novamos a girar la nave mientras Beck esté fuera delcasco. —Recibido —dijo Martinez. Al cabo de unmomento, añadió—: Vale, el ajuste está listo paraejecutarse. —Espera —dijo Lewis.

Page 734: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Vogel, otra vez con su traje, despresurizó laesclusa 2 y abrió la puerta exterior. —Ya era hora —dijo Beck, subiendo. —Siento el retraso —dijo Vogel—. Me hanrequerido para hacer una bomba. —Ha sido un día muy raro —dijo Beck—.Comandante, Vogel y yo estamos en posición. —Recibido —fue la respuesta de Lewis—.Pegaos a la pared delantera de la esclusa de aire.Habrá alrededor de 1 G durante cuatro segundos.Aseguraos de que los dos estáis atados. —Recibido —dijo Beck al conectar su soga. Losdos hombres se apretaron contra la pared. —Bien, Martinez —dijo Lewis—, oriéntanos enla dirección correcta. —Recibido —dijo Martinez, ejecutando elajuste vectorial. Johanssen flotó en el puente mientras se llevabaa cabo el ajuste. La sala rotó en torno a la

Page 735: El Marciano(c.1) - Andy Weir

astronauta mientras esta buscaba algo a lo queagarrarse. —La bomba está preparada y el detonador listo—dijo—. Puedo hacerla estallar por controlremoto encendiendo el panel de iluminación 41. —Cierra el puente y ve a tu estación —dijoLewis. —Recibido. —Johanssen, con unos pocos girosde la manivela, tuvo el trabajo hecho. Regresó a laestación y realizó un rápido test—. Aumento depresión del puente a 1,03 atmósferas... La presiónes constante. Tenemos un buen cierre. —Recibido —dijo Lewis—. ¿Tiempo para laintercepción? —Veintiocho segundos —dijo Johanssen. —¡Guau! —dijo Martinez—. Vamos justos. —¿Preparada, Johanssen? —preguntó Lewis. —Sí —dijo—. Lo único que tengo que hacer espulsar la tecla retorno. —Martinez, ¿cuál es tu ángulo? —Ajustado, comandante —informó Martinez. —Átate —ordenó Lewis. Los tres se ajustaron los cinturones de sus

Page 736: El Marciano(c.1) - Andy Weir

asientos. —Veinte segundos —dijo Johanssen. Teddy ocupó su asiento en la sala VIP. —¿Cuál es el estado? —Quince segundos para que vuelen la esclusa—dijo Venkat—. ¿Dónde has estado? —Al teléfono con el presidente —dijo Teddy—.¿Crees que esto funcionará? —No tengo ni idea. Nunca me había sentido tanimpotente. —Si te sirve de consuelo —dijo Teddy—, todoel mundo se siente casi igual. Al otro lado del cristal, Mitch paseaba de unlado para otro. —... cinco..., cuatro..., tres... —dijo Johanssen. —Preparados para aceleración —dijo Lewis. —... dos..., uno... —continuó Johanssen—.Activando panel de iluminación 41. Pulsó la tecla retorno.

Page 737: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Dentro de la bomba de Vogel, la corriente delsistema de iluminación interno de la nave recorrióun fino cable pelado. Enseguida alcanzó latemperatura de ignición del azúcar. Lo que habríasido un chisporroteo sin importancia en laatmósfera de la Tierra se convirtió en unadeflagración incontrolada en el oxígeno puro quecontenía el tarro. En menos de cien milisegundos,la presión de la combustión masiva hizo estallar elrecipiente y la explosión resultante hizo añicos lapuerta de la esclusa de aire. El aire de la Hermes salió por la esclusa abierta,propulsando la nave en dirección contraria. Vogel y Beck quedaron pegados a la pared de laesclusa 2. Lewis, Martinez y Johanssen soportaronla aceleración en sus asientos. No fue una cantidadde fuerza G peligrosa. De hecho, fue inferior a lagravedad de la superficie terrestre, pero fueinconstante y errática. Al cabo de cuatro segundos, el temblor cesó y lanave regresó a la ingravidez. —Sala de reactor todavía presurizada —informóMartinez.

Page 738: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—El cierre del puente resiste —dijo Johanssen—, obviamente. —¿Daños? —inquirió Martinez. —Todavía no estoy segura —dijo Johanssen—.Tengo la cámara exterior 4 orientada hacia elmorro. No veo ningún problema en el casco cercade la esclusa. —Nos preocuparemos de eso después —dijoLewis—. ¿Cuáles son nuestra velocidad relativa ynuestra distancia al VAM? Johanssen tecleó con rapidez. —Llegaremos a veintidós metros y vamos a docemetros por segundo. En realidad, ese impulso esmejor de lo esperado. —Watney —dijo Lewis—, ha funcionado. Beckestá en camino. —¡Bravo! —respondió Watney. —Beck —dijo Lewis—, estás listo. Docemetros por segundo. —No está mal —repuso Beck. —Voy a saltar —dijo Beck—. Así añadiré otros

Page 739: El Marciano(c.1) - Andy Weir

dos o tres metros por segundo. —Entendido —dijo Vogel, agarrando, sinapretarla, la cuerda de Beck—. Buena suerte,doctor Beck. Apoyando los pies en la pared posterior, Beck seencogió y saltó por la esclusa de aire. Una vez libre, se orientó. Una mirada rápida a suderecha le bastó para ver lo que no veía desdedentro de la esclusa de aire. —¡Contacto visual! Veo el VAM. El VAM poco se parecía a una nave espacial taly como Beck las conocía. Lo que habían sidolíneas elegantes eran ahora una mezcla desegmentos del casco faltantes y puntos de anclajevacíos que antes ocupaban los componentes novitales. —Joder, Mark, ¿qué le has hecho a eso? —Deberías haber visto lo que le hice alvehículo de superficie —contestó Mark por radio. Beck se impulsó en una trayectoria deinterceptación. Lo había practicado muchas veces.En esas sesiones prácticas, se le planteaba queestaría rescatando a un compañero de tripulación

Page 740: El Marciano(c.1) - Andy Weir

cuya cuerda se hubiera roto, pero era en esencia lomismo. —Johanssen —dijo—, ¿me tienes en el radar? —Afirmativo —repuso ella. —Dime mi velocidad relativa respecto a Markcada dos segundos más o menos. —Recibido. Cinco coma dos metros porsegundo. —Eh, Beck —dijo Watney—, el morro estáabierto. Subiré hasta allí y me prepararé paraagarrarte... —Negativo —lo interrumpió Lewis—. Ningúnmovimiento sin cuerda de seguridad. Quédatesujeto a tu silla hasta que estés enganchado a Beck. —Recibido —dijo Watney. —Tres coma un metros por segundo —informóJohanssen. —Voy a deslizarme un poco —dijo Beck—. Voya cogerlo antes de que frene. —Rotó sobre símismo en preparación para la siguientepropulsión. —Once metros para el objetivo —dijoJohanssen.

Page 741: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Recibido. —Seis metros —dijo Johanssen. —Y... contraimpulso. —Beck activó otra vez lospropulsores de la mochila de impulso autónomo.El VAM apareció ante él—. ¿Velocidad? —preguntó. —Uno coma un metros por segundo —dijoJohanssen. —Bien. —Se estiró hacia la nave—. Estoyflotando hacia el VAM. Creo que puedo tocar partede la lona desgarrada... La lona hecha jirones parecía el único asiderode una nave por lo demás lisa. Beck se estiró almáximo y logró agarrarse. —Contacto —informó. Agarrándose con másfuerza, lanzó el cuerpo hacia delante y tiró con laotra mano para coger más lona—. ¡Contacto firme! —Doctor Beck —dijo Vogel—, hemos pasado elpunto de aproximación máximo y ya te estásalejando. Quedan sesenta y nueve metros de soga.La suficiente para catorce segundos. —Recibido —dijo Beck. Metiendo la cabeza en la abertura, miró el

Page 742: El Marciano(c.1) - Andy Weir

interior del compartimento y vio a Watney en susilla. —¡Contacto visual con Watney! —informó. —¡Contacto visual con Beck! —informó Watney. —¿Cómo estás, tío? —dijo Beck entrando en lanave. —Yo..., yo solo... —dijo Watney—. Dame unminuto. Eres la primera persona que veo desdehace dieciocho meses. —No tenemos un minuto —dijo Beck, dando unapatada a la pared—. Tenemos once segundos antesde quedarnos sin cable. La trayectoria de Beck lo impulsó hacia la silla,donde chocó torpemente con Watney. Los dos seagarraron de los brazos para impedir que Beckrebotara. —¡Contacto con Watney! —exclamó Beck. —Ocho segundos, doctor Beck —informó Vogelpor radio. —Recibido. —Beck enganchó apresuradamentela parte frontal de su traje con el de Watneymediante mosquetones—. ¡Conectado! —dijo. Watney soltó los cinturones de su asiento.

Page 743: El Marciano(c.1) - Andy Weir

—Cinturón fuera. —Nos vamos de aquí —dijo Beck, dando unapatada a la silla hacia la abertura. Los dos hombres flotaron por la cabina del VAMhacia la abertura. Beck estiró el brazo y seimpulsó en el borde al pasar. —Hemos salido —informó. —Cinco segundos —dijo Vogel. —Velocidad relativa a la Hermes: doce metrospor segundo —dijo Johanssen. —Impulsando —dijo Beck, activando sumochila propulsora. Los dos astronautas aceleraron hacia la Hermesdurante unos segundos. Luego los controles de lamochila en la visera de Beck se pusieron rojos. —Se acabó el combustible —dijo—.¿Velocidad? —Cinco metros por segundo —repusoJohanssen. —Espera —dijo Vogel. A lo largo del proceso, había ido soltandocuerda por la esclusa de aire. En ese momentoagarró la parte cada vez menor de cuerda que

Page 744: El Marciano(c.1) - Andy Weir

quedaba con ambas manos. No se aferró a ella,porque habría salido despedido de la esclusa;simplemente, cerró las manos sobre la cuerda paracrear fricción. La Hermes estaba arrastrando a Beck y Watney,y el manejo que Vogel hacía del cable ayudaba aabsorber el impacto. Si Vogel hubiera aplicadodemasiada fuerza, el impacto habría soltado elcable de los clips del traje de Beck. Si hubieraaplicado poca, el cable se hubiera soltado antes deque las velocidades se igualaran y provocado unparón brusco que también hubiera arrancado losclips del traje de Beck. Vogel logró encontrar el punto justo. Después deunos segundos de física instintiva, sintió que lafuerza del cable se reducía. —¡Velocidad cero! —exclamó Johanssen conentusiasmo. —Tira de ellos, Vogel —ordenó Lewis. —Recibido —dijo Vogel. Lentamente tiró de sus compañeros detripulación hacia la esclusa de aire. Al cabo deunos segundos, dejó de tirar y se limitó a sujetar el

Page 745: El Marciano(c.1) - Andy Weir

cable mientras Beck y Watney se le acercaban. Flotaron hacia la esclusa y los agarró. TantoBeck como Watney se sujetaron a los asideros dela pared mientras Vogel los rodeaba y cerraba lapuerta exterior. —¡A bordo! —comunicó. —Puerta exterior de la esclusa 2 cerrada —dijoVogel. —¡Sí! —gritó Martinez. —Recibido —dijo Lewis. El eco de la voz de Lewis resonó alrededor delmundo. —Houston, aquí Hermes. Seis tripulantes asalvo a bordo. La sala de control prorrumpió en aplausos.Saltando de los asientos, los controladoreslanzaron vítores, se abrazaron y lloraron. Lamisma escena se repetía en todo el mundo, enparques, bares, centros cívicos, salas de estar,aulas y oficinas. La pareja de Chicago se abrazó de puro alivio,

Page 746: El Marciano(c.1) - Andy Weir

luego atrajo hacia sí al representante de la NASApara un abrazo de grupo. Mitch lentamente se quitó los auriculares y sevolvió hacia la sala VIP. A través del cristal, vioque varios hombres y mujeres bien vestidosgritaban como locos. Miró a Venkat y soltó unpesado suspiro de alivio. Venkat hundió la cabeza en sus manos. —Gracias a los dioses —susurró. Teddy sacó una carpeta azul del maletín y selevantó. —Annie querrá que esté en la sala de prensa. —Supongo que hoy no necesitas la carpeta roja—dijo Venkat. —Sinceramente, no he preparado ninguna. —Alsalir añadió—: Buen trabajo, Venk. Ahora, tráelosa casa. ENTRADA DE DIARIO: DÍA DE MISIÓN687 Ese 687 me ha pillado un minuto con la guardia

Page 747: El Marciano(c.1) - Andy Weir

baja. En la Hermes contamos el tiempo por días demisión. Puede que fuera sol 549 en Marte, pero esel día de misión 687 aquí arriba. ¿Y, sabes qué?No importa que día sea en Marte, porque ¡no estoyallí! ¡Oh, Dios mío! Es cierto: ya no estoy en Marte.Me doy cuenta porque no hay gravedad y hay otrosseres humanos a mi alrededor. Todavía no me heacostumbrado. Si esto fuera una película, todos habrían estadoen la esclusa de aire chocando palmas en todaspartes. Pero no ha ocurrido de esa manera. Me he roto dos costillas en el ascenso del VAM.Me dolían desde el principio, pero solo he gritadocuando Vogel ha tirado de nosotros hacia laesclusa de aire con el cable. No quería distraer aquienes me estaban salvando la vida, así que hepuesto el micrófono en silencio y he gritado comouna niña. Es verdad, ¿sabes? En el espacio nadie puedeoírte gritar como una niña. Cuando me han metido en la esclusa 2, hanabierto la puerta interior y, finalmente, estaba otra

Page 748: El Marciano(c.1) - Andy Weir

vez a bordo. La Hermes seguía despresurizada, asíque no hemos tenido que cumplir con el ciclo de laesclusa de aire. Beck me ha dicho que me relajara y me haempujado por el pasillo hacia su cuarto (que sirvecomo enfermería cuando es necesario). Vogel ha salido en dirección opuesta y hacerrado la puerta exterior de la esclusa. Una vez que Beck y yo hemos llegado a sucuarto, hemos esperado a que la nave volviera apresurizarse. La Hermes tenía aire de sobra pararellenarse dos veces más si hacía falta. Sería unanave de largo alcance penosa si no pudierarecuperarse de una descompresión. Cuando Johanssen nos ha dado pista libre,Mandón Beck me ha hecho esperar mientras sequitaba el traje; luego me ha quitado el mío.Después de quitarme el casco, parecía asombrado.He pensado que quizá tuviera una herida grave enla cabeza o algo así, pero resulta que era por elolor. Hacía mucho que no me lavaba... nada. Después ha llegado la hora de someterme a

Page 749: El Marciano(c.1) - Andy Weir

rayos X y de vendarme el pecho mientras el restode la tripulación verificaba que no hubiera dañosen la nave. Luego sí que ha habido (dolorosos) saludos debaloncestista, seguidos de un permanentealejamiento de todos debido a mi hedor. Hemostenido unos minutos de reunión antes de que Beckhiciera salir a todos. Me ha dado calmantes y meha dicho que me duchara en cuanto pudiera moverlos brazos. Así que ahora estoy esperando a quelos fármacos me hagan efecto. Pienso en el enorme número de gente que hatrabajado en colaboración para salvarme el cuelloy apenas puedo comprenderlo. Mis compañeros detripulación han sacrificado un año de vida paravolver a recogerme. Infinidad de personas en laNASA han trabajado día y noche para idear lasmodificaciones del vehículo de superficie y elVAM. Todo el JPL se ha dejado los cuernos parafabricar una sonda que se destruyó en ellanzamiento. Luego, en lugar de renunciar, hanfabricado otra para reabastecer la Hermes. LaAdministración Espacial Nacional de China ha

Page 750: El Marciano(c.1) - Andy Weir

abandonado un proyecto en el que habíantrabajado durante años solo para proporcionarnosun cohete propulsor. El coste de mi supervivencia debe de haber sidode cientos de millones de dólares. Todo eso parasalvar a un botánico ganso. ¿Por qué molestarse? Sí, vale. Conozco la respuesta. En parte podríaser por lo que represento: progreso, ciencia y elfuturo interplanetario que habíamos soñadodurante siglos. Pero en realidad lo han hechoporque los seres humanos tenemos el instintobásico de ayudarnos los unos a los otros. Podríano parecer así a veces, pero es cierto. Si un excursionista se pierde en las montañas, secoordina una partida de búsqueda. Si un trencolisiona, hacemos cola para donar sangre. Si unterremoto arrasa una ciudad, gente de todo elmundo envía suministros de emergencia. Es algotan humano que se da en cualquier cultura, sinexcepción. Sí, hay capullos a los que no lesimportan los demás, pero los superan masivamenteen número aquellos a los que sí que les importan.Por eso he tenido a miles de millones de personas

Page 751: El Marciano(c.1) - Andy Weir

de mi parte. No está nada mal, ¿eh? De todos modos, las costillas me duelenmuchísimo, sigo teniendo la visión borrosa por elmareo de la aceleración, estoy realmentehambriento, me faltan 211 días para llegar a laTierra y, por lo visto, huelo como una mofeta conlos calcetines sudados que acaba de cagarse. Este es el día más feliz de mi vida.

notes

Page 752: El Marciano(c.1) - Andy Weir

Notas [1] El Jet Propulsion Laboratory (Laboratorio dePropulsión a Chorro) construye y opera navesespaciales no tripuladas para la NASA. (N. del T.) [2] También llamada Alfa Canis Maioris, situadaen la constelación del hemisferio celeste sur CanisMaior. (N. del T.) [3] Un niño holandés, según la leyenda, pasabajunto a un dique cuando vio que por un agujeroentraba el agua del mar. El pequeño metió el dedoen el agujero para taparlo. Poco después pasó unhombre que fue a pedir ayuda y acudió un terceroque realmente supo reparar el desperfecto. Secuenta a los niños esta historia para que sepan que,actuando con rapidez, pueden prevenir un desastreaunque no tengan demasiada fuerza. (N. del T.) [4] Simplified Aid for EVA Rescue, «ayudasimplificada para rescate EVA». (N. del T.) [5] El cuento infantil de Silverstein, El árbolgeneroso, cuenta la relación entre un niño y unárbol. El árbol le da al niño todo lo que quiere:

Page 753: El Marciano(c.1) - Andy Weir

ramas de las que colgarse, sombra a la quesentarse, manzanas para comer, madera para unacasa. A medida que crece, el niño pide más cosasal árbol, que acaba permitiendo que lo tale parahacerse una barca. (N. del T.) [6] Motor cohete para el control vectorial delempuje de los misiles y las naves espaciales quepermite modificar la trayectoria de vuelo o lavelocidad con precisión. (N. del T.) [7] En física general es el cambio de velocidad.(N. del T.)