EL MAPA MENTAL

Es una poderosa herramienta para el pensamiento, porque permite esbozar las ideas principales y ver con rapidez y claridad la forma en que se relacionan entre sí. Proporciona una etapa intermedia, útil entre el proceso de pensar y el hecho concreto de poner las palabras por escrito.

La sabiduría popular dice: “una imagen vale más que mil palabras”, por esta razón se asienta que las imágenes estimulan las habilidades corticales: colores, formas, líneas, dimensiones, texturas especialmente la imaginación, cuyo significado literal es “representarse mentalmente”.

Por ello las imágenes son más evocativas, precisas y directas que las palabras cuando se trata de realizar una amplia gama de asociaciones, que fortalecen el pensamiento creativo y la memoria.

Por otro lado los mapas mentales despiertan nuestra excepcional capacidad de visualización, donde el cerebro cultiva su poder de crear, para visualizar las ideas, asimismo está cultivando su capacidad de pensar, de percepción y la creatividad.

El motivo de atención se cristaliza en una imagen central.

Los principales temas del asunto irradian de la imagen central de forma ramificada.

Las ramas comprenden una imagen o palabra clave impresa sobre la línea asociada. Los puntos de menor importancia también están representados como ramas adheridas a las ramas de nivel superior.

1. Utiliza el énfasis: un factor importante para mejorar la memoria y la creatividad.

Usa siempre una imagen central: que

conecte de forma inmediata el ojo y el cerebro.

Usa imágenes en toda la extensión de tu mapa mental.

Principios de la cartografía mental

Usa tres o más colores por cada imagen central.

Usa la dimensión en las imágenes y alrededor de las palabras.

Varía el tamaño de las letras, las líneas y las imágenes.

Organiza bien el espacio.

Usa el espacio apropiado.

2. Utiliza la asociación: es el recurso integrador del que se vale el cerebro para dar a nuestra experiencia física un sentido que es clave en la memoria y del entendimiento humano.

Utiliza flechas cuando quieras establecer

conexiones dentro del diseño ramificado y a través de él.

Utiliza colores. Utiliza códigos.

3. Exprésate con claridad: Permite facilitar la asociación y claridad del pensamiento.

No uses más de una

palabra clave por línea. Escribe todas las palabras

con letras de molde.

Escribe la palabra clave sobre las líneas.

La longitud de las líneas debe ser igual a la de las palabras.

Une las líneas entre si, y las ramas mayores con la imagen central.

Las líneas centrales son más gruesas y con forma orgánica.

Consigue que los límites se enlacen con la palabra clave.

Haz las imágenes tan claras como sea posible.

4. Desarrolla tu estilo: las peculiaridades de cada uno de nosotros son asombrosas.

Comienza por dibujar una imagen central estimulante. La imagen debe estar ubicada en el centro de una página en blanco y de ella irradiar todas las ideas que se te ocurran al pensar en ese tema.

Durante un máximo de 20 minutos debes dejar fluir las ideas con la mayor rapidez posible, esto permite estimular la aparición de nuevas ideas.

En la primera reconstrucción y revisión haz una breve pausa para que el cerebro descanse y empiece a integrar las ideas que ya ha generado.

Después es necesario que hagas un mapa mental nuevo, en el cual identificarás las ramas principales de las ideas ordenadoras básicas,

combinando, categorizando, estableciendo jerarquías, descubriendo asociaciones nuevas y volviendo a considerar cualquier idea que inicialmente haya podido parecer absurda.

• Freemind, o • Cmap Tools