El Halcon Maltes

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Dashiell Hammett: El Halcón Maltés (la novela negra) “ ...Samuel Spade tenía larga y huesuda la quijada inferior, y la barbilla era una V protuberante bajo la V más flexible de la boca. Las aletas de la nariz retrocedían en curva para formar una V más pequeña. Los ojos, horizontales, eran de un gris amarillento. El tema de la V lo recogía la abultada sobreceja que destacaba en medio de un doble pliegue por encima de la nariz ganchuda, y el pelo, castaño claro, arrancaba de sienes altas y aplastadas para terminar en un pico sobre la frente. Spade tenía el simpático aspecto de un Satanás rubio.." "... Según una célebre afirmación de Raymond Chandler, «Dashiell Hammett sacó al asesinato del jarrón veneciano y lo echó al callejón. Hammett devolvió el asesinato al tipo de gente que lo comete por algún motivo, no sólo para proporcionar un cadáver a la trama». En efecto, hay en la literatura policiaca un antes y un después de Dashiell Hammett(1894-1961). El es quien de una manera decidida da el paso que lleva de la novela-enigma al estilo Conan-Doyle o Agatha Christie a la novela negra, en la que la trama policial sirve de excusa para hacer una autopsia de la sociedad, sobre todo de sus alcantarillas. Hammett, que había trabajado como detective para la agencia Pinkerton, creó al investigador privado Sam Spade, que junto con el Philip Marlowe ideado por Chandler forjaron el estereotipo del detective duro, desencantado, cínico, bebedor, solitario y en el fondo noble y lúcido. Spade hizo su aparición en El halcón maltés, novela que se publicó primero serializada en varias entregas en la revista de relatos policiacos Black Mask y después en forma de libro. La audaz mezcla de realismo descarnado y sentimientos románticos, habitual en la narrativa de Dashiell Hammett, alcanza en El halcón

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Algunos datos sobre el film El Halcón Maltés

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Dashiell Hammett: El Halcón Maltés (la novela negra)

“ ...Samuel Spade tenía larga y huesuda la quijada inferior, y la barbilla era una V

protuberante bajo la V más flexible de la boca. Las aletas de la nariz retrocedían en

curva para formar una V más pequeña. Los ojos, horizontales, eran de un gris

amarillento. El tema de la V lo recogía la abultada sobreceja que destacaba en

medio de un doble pliegue por encima de la nariz ganchuda, y el pelo, castaño claro,

arrancaba de sienes altas y aplastadas para terminar en un pico sobre la frente.

Spade tenía el simpático aspecto de un Satanás rubio.."

"... Según una célebre afirmación de Raymond Chandler, «Dashiell Hammett sacó

al asesinato del jarrón veneciano y lo echó al callejón. Hammett devolvió el

asesinato al tipo de gente que lo comete por algún motivo, no sólo para

proporcionar un cadáver a la trama». En efecto, hay en la literatura policiaca un

antes y un después de Dashiell Hammett(1894-1961). El es quien de una manera

decidida da el paso que lleva de la novela-enigma al estilo Conan-Doyle o Agatha

Christie a la novela negra, en la que la trama policial sirve de excusa para hacer una

autopsia de la sociedad, sobre todo de sus alcantarillas. Hammett, que había

trabajado como detective para la agencia Pinkerton, creó al investigador privado

Sam Spade, que junto con el Philip Marlowe ideado por Chandler forjaron el

estereotipo del detective duro, desencantado, cínico, bebedor, solitario y en el fondo

noble y lúcido.

Spade hizo su aparición en El halcón maltés, novela que se publicó primero

serializada en varias entregas en la revista de relatos policiacos Black Mask y

después en forma de libro. La audaz mezcla de realismo descarnado y sentimientos

románticos, habitual en la narrativa de Dashiell Hammett, alcanza en El halcón

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maltés (1930) su mejor plasmación. Una estatuilla con figura de halcón que los

caballeros de la Orden de Malta regalaron al emperador Carlos V en 1530 ha sido

objeto, durante más de cuatro siglos, de robos y extravíos. Cuando, tras mil

peripecias, llega a la ciudad de San Francisco, un grupo de delincuentes trata de

apoderarse de ella, lo que da lugar a conflictos, asesinatos y pasiones exacerbadas. A

ello contribuye el detective Sam Spade mediante el empleo de la violencia más

cruda y la creación de situaciones arriesgadas e imprevisibles, aunque siempre

esclarecedoras.

Para los lectores actuales, la obra maestra del norteamericano Dashiell Hammett

(1894-1961) puede resultar algo anticuada. Sus personajes son ya estereotipos: el

cínico detective que parece trabajar a ambos lados de la ley; su valiente y leal

secretaria, Effie Perrin, que se encarga de armarle los cigarrillos y ponérselos en la

boca; el pistolero embozado en una gabardina con charreteras que habla torciendo

la boca, y la mujer fatal siempre dispuesta a manipular a los hombres con la

promesa del sexo. Pero para los lectores de la década del treinta, cada línea de “El

Halcón Maltés” era un descubrimiento. Los personajes son inolvidables, el lenguaje

es sucinto, carente de todo sentimentalismo. Los diálogos son breves, con

relumbrantes toques de ironía. Y el suspenso se mantiene desde la primera hasta la

última página.

El personaje de Sam Spade es el mayor logro de Hammett, aunque le pisa los

talones Ned Beaumont, el pistolero de “La Llave de Cristal”. Bromeando para

arrostrar el peligro, con una confianza ciega en su capacidad de salir de todo apuro,

Spade definió el estilo del detective privado estadounidense, desde el Philip

Marlowe de Chandler al Spenser de Robert Parker. Y gracias a Humphrey Bogart, se

convirtió en modelo a imitar por los actores de Hollywood que querían encarnar

personajes duros. Spade también personificó la actitud del detective privado frente

a la autoridad. (“Ha pasado mucho tiempo desde que me largué a llorar porque un

policía no me quería”, le dice Spade a un agente que duda de su sinceridad).

Hammett también definió el rígido código de honor de los detectives, su necesidad

de sobrevivir y de mantener la dignidad en un mundo traicionero y brutal. “Cuando

a un hombre le asesinan el compañero, tiene que hacer algo'', dice Spade. “No

importa lo que ese hombre pensaba. Era su socio y tiene que hacer algo'' para

vengarlo. Justamente “El Halcón Maltés” comienza con el asesinato del compañero

de Spade, aunque la lealtad del detective no se extiende más allá de hallar al

asesino. Por lo demás, Spade no se siente muy atribulado de ser el amante de la

mujer de su socio). Hammett tuvo la suerte de que Bogart interpretara a Spade en la

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versión cinematográfica de 1941, y que su director fuese el legendario John Huston.

"

Esta recensión es compendio y extracto de otras reseñas que se relacionan en los

vínculos que siguen:

http://www.bibliotecaregional.carm.es/literatura/especiales/Hammett.html

http://es.wikipedia.org/wiki/Dashiell_Hammett

http://www.elmundo.es/esfera/ficha.html?27/esf924253230

http://www.clarin.com/diario/2005/02/21/conexiones/t-925571.htm

http://www.sabadosnegros.org/archivo/2008/20081115/hammettyelhalcon.pdf

El halcón maltés es una película estadounidense de 1941, dirigida por John Huston, basada en la novela del mismo nombre de Dashiell Hammett. Protagonizada por Humphrey Bogart, Mary Astor, Peter Lorre y Gladys George en los papeles principales. Es la tercera versión de la novela de Hammett, ya que se llevó al cine en el año 1931 y en 1936. Y la primera película de John Huston como director. Se la suele considerar como la película que marca el comienzo del cine negro.

Argumento [editar]

Imagen de la ciudad de San Francisco en la época donde tiene marco la historia.El detective privado Sam Spade (Humphrey Bogart) estaba sentado en su oficina, mirando la ciudad de San Francisco por la ventana, cuando irrumpió una

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misteriosa dama, la señorita Ruth Wonderly (Mary Astor}. La elegante mujer quería investigar el paradero de su hermana, quien supuestamente había huido de casa con un vividor de origen británico. El socio de Sam (Jerome Cowan) se ofrece para buscar al hombre y seguirá discretamente a la mujer, pero es asesinado. Sam confronta a la clienta, la señorita Ruth Wonderly confiesa que realmente ella es Brigid O’Shaugnessy (Mary Astor) y resulta que el asunto de la desaparición de su hermana era mentira: el hombre que buscaba era su socio y puede tener en su poder una valiosa estatua de un halcón, incrustada con piedras preciosas de un valor inmenso, que se supone que era el tributo que los Caballeros de Malta pagaron por la isla al rey Carlos I. Ella no es la única tras el Halcón Maltés, ya que un grupo de maleantes internacionales está también tratando de conseguir la estatua, dispuestos a engañar, robar o matar, para apropiarse del tesoro. Un hombre llamado Fat Man (Sydney Greenstreet), el engañoso Joel Cairo (Peter

Lorre), Wilmur (Elisha Cook Jr.) y la seductora señora O’Shaughnessy quieren aprovecharse del genio y el ingenio de Sam Spade para sus propios intereses, pero al detective le preocupa más salir ileso de las peligrosas situaciones y sacar el mayor provecho para sí mismo.

El halcón maltésestá preservada

en el archivo de laBiblioteca del Congreso

Comentarios [editar]

En un principio se ofreció el papel de Sam Spade a George Raft, pero este no quería trabajar con un director novato, así que se lo ofrecieron a Humphrey Bogart como segunda opción.

Walter Huston, padre de John Huston, interviene en un pequeño papel, como el marinero que lleva el halcón al despacho de Sam Spade.

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El filme fue nominado al premio Oscar 1942

• al mejor actor de reparto: Sydney Greenstreet. • a la mejor película • al mejor guión adaptado: John Huston