El Habilidoso Inspector Graff

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PRÓLOGO “Un libro es una cosa entre las cosas, un volumen perdido ente los volúmenes que pueblan el indiferente universo, hasta que da con su lector, con el hombre destinado a sus símbolos. ( …) Ojalá seas el lector que este libro aguarda”. Jorge Luis Borges De la misma manera que decía Borges en algún prólogo ya famoso, los invitamos a recorrer estos símbolos, sintiendo que son para ustedes... Ojalá podamos disfrutar todo eso que nos da la literatura. Porque esa es la mejor forma de ingresar en ella desde el placer, desde la esperanza de encontrar pensamientos que uno pudo haber intuido pero que nunca logró expresar, universos que soñó o que nunca hubiera imaginado, tragedias, comedias, verdades, olvidos.. Así cada uno de nosotros podrá encontrar en un libro lo que quiera y lo que pueda. Luego de una extensa lectura a lo largo de todo el año, realizamos una selección de algunos textos de diversos autores del género policial que queremos compartir con ustedes. Agregamos una breve explicación del por qué los elegimos. Además se incluye en la presente obra un cuento realizado en forma grupal con dictado al docente y diversos cuentos policiales escritos de manera individual por cada uno de los alumnos que conformamos este grupo. Esta Antología está dirigida a nuestra familia, a los alumnos de 5° y a todos los adultos que quieran acercarse un poco más a los relatos de este género. Disfruten al leer cada frase, cada historia, cada palabra porque han sido escritas, queridos lectores, con mucho esfuerzo pero con un gran placer. Los alumnos de 6° año A Noviembre de 2010

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PRÓLOGO

“Un libro es una cosa entre las cosas, un volumen perdido ente los volúmenes que pueblan el indiferente universo, hasta que da con su lector, con el hombre destinado a sus símbolos.

( …) Ojalá seas el lector que este libro aguarda”. Jorge Luis Borges

De la misma manera que decía Borges en algún prólogo ya famoso, los invitamos a recorrer estos símbolos, sintiendo que son para ustedes... Ojalá podamos disfrutar todo eso que nos da la literatura. Porque esa es la mejor forma de ingresar en ella desde el placer, desde la esperanza de encontrar pensamientos que uno pudo haber intuido pero que nunca logró expresar, universos que soñó o que nunca hubiera imaginado, tragedias, comedias, verdades, olvidos.. Así cada uno de nosotros podrá encontrar en un libro lo que quiera y lo que pueda. Luego de una extensa lectura a lo largo de todo el año, realizamos una selección de algunos textos de diversos autores del género policial que queremos compartir con ustedes. Agregamos una breve explicación del por qué los elegimos. Además se incluye en la presente obra un cuento realizado en forma grupal con dictado al docente y diversos cuentos policiales escritos de manera individual por cada uno de los alumnos que conformamos este grupo. Esta Antología está dirigida a nuestra familia, a los alumnos de 5° y a todos los adultos que quieran acercarse un poco más a los relatos de este género. Disfruten al leer cada frase, cada historia, cada palabra porque han sido escritas, queridos lectores, con mucho esfuerzo pero con un gran placer.

Los alumnos de 6° año ANoviembre de 2010

CUENTO GRUPAL

RE-ESCRITURA DE “UNA COARTADA A PRUEBA DE BOMBA”

(A la manera de Edgar Allan Poe)

-Señor oficial le voy a contar todo lo que necesita saber sobre cómo conocí a la víctima: La vi por primera vez en un colegio secundario de la Universidad de mi país, Argentina. Al poco tiempo nos enamoramos y nos comprometimos. Debido a una oferta laboral decidimos mudarnos a Inglaterra. Allí ella enloqueció. Comenzó a obsesionarse conmigo y a perseguirme constantemente porque, según ella, yo era su único refugio en un país desconocido. Me sentía ahogado, como en una prisión entre sus brazos. Quería alejarme de ella porque me atormentaba en todo momento. No podía concentrarme en mi trabajo ni en mis otras obligaciones. Fue así como perdí el apetito y ni siquiera podía descansar haciéndome sentir alterado la mayor parte del tiempo. Ya no podía más… Entonces irritado comencé a pensar la manera de deshacerme de ella. Se mezclaban en mi mente malos pensamientos que no podía evitar. En esta difícil situación me encontraba cuando conocí a otra mujer. Pero, ¿de qué manera podía disfrutar a mi nuevo amor si ella no me dejaba continuar con mi vida? -¿Tan lejos llegó?- interrogó el oficial. -¿Cómo se deshizo de esa relación? -Como dije anteriormente no fue fácil pero, poco a poco, las cosas fueron cambiando. Después de una gran discusión, ella se fue y me sentí aliviado. Nuevamente se dibujaba una sonrisa en mi rostro y todo volvía a la normalidad. Durante dos años viví tranquilo con mi nuevo amor. Conseguí un nuevo empleo y le propuse matrimonio. La noche anterior a mi boda tuve un mal presentimiento. Estuve pensando qué haría si ella aparecía nuevamente con sus escenas de celos. Casi no pude descansar. Al día siguiente salí de mi casa a las 9 de la mañana creyendo que sería el día más feliz de mi vida, sin embargo algo presentía…Apenas me subí al auto apareció mi ex, ¡estaba como loca! Se sentó en el asiento del acompañante y comenzamos a discutir acaloradamente. Se la veía exaltada, eufórica. Muy enojado encendí el motor y aceleré, quería huir de allí lo más rápido posible, ¡me atormentaba con sus reproches! Abrí la puerta y la empujé del coche, con tan mala suerte que su chalina quedó enganchada de la puerta cuando la cerré. Lo que hizo que la arrastrara accidentalmente. Frené bruscamente y bajé a verla, pero ella agonizaba, había recibido un gran golpe en su cabeza. Murió entre mis brazos. Le aseguro oficial que fue un accidente. Pero, ¿quién iba a creerme? Tenía que deshacerme del cuerpo rápidamente. Entonces lo arrojé en un arbusto del parque y luego me fui a la iglesia a celebrar mi boda. Me sentía más tranquilo, si me preguntaban dónde estaba la mañana del 29 de abril, les diría que me estaba casando con la mujer que amaba. Más tarde la policía entró a la fiesta y preguntó por el dueño del auto azul que estaba estacionado afuera. Cuando les dije que era mío, me arrestaron. Lograron descubrirme por

las manchas de aceite que perdía mi vehículo. Además una señora que paseaba a su perro por el parque, justo en ese momento, me había visto arrojando el cuerpo sin vida. Y ahora usted se encuentra conversando aquí conmigo, señor oficial- dijo el novio muy apenado.

Un crimen casi perfectoPor Felipe Di Scerni

Era una noche como cualquiera en el hotel Argentino. Una pareja alquiló una habitación. El marido tenía 30 años y su mujer de la misma edad, estaba embarazada de 7 meses.Esa mañana cuando el esposo se levantó, ella le dijo que tenía sed, entonces él le dejó un vaso de gaseosa en su mesa de luz y luego se fue a hacer unas compras. Cuando regresó al hotel el muchacho encontró a su esposa muerta en la habitación. Había sido envenenada.Enseguida lo arrestaron por ser el único sospechoso pero él decía desesperado que no la había asesinado. El dueño del hotel para evitar más escándalos decidió contratar al detective Graff.Este investigador muy reconocido hizo varias investigaciones.Revisó la habitación del matrimonio pero no encontró ningún frasco de veneno. Buscó huellas. Interrogó a varios testigos.Era un caso realmente muy extraño.Entonces empezó a observar al conserje, su actitud era realmente sospechosa. Se lo notaba muy nervioso especialmente cuando le hacía alguna pregunta sobre la víctima.Decidió investigarlo mejor. Fue a su habitación y encontró entre su ropa el potente veneno.Cuando lo arrestaron declaró cómo lo había hecho. Esa mañana cuando el esposo se fue del hotel. El conserje entró a la habitación, aprovechó que la joven estaba en el baño dándose una ducha y colocó el veneno en el vaso que encontró sobre su mesa de luz. Cuando ella lo bebió murió instantáneamente.Cuando le preguntaron por qué lo hizo dijo que ella había sido su amiga de la infancia en Jujuy pero después ella se había mudado a La Plata.Él después de muchos años había venido a buscarla pero ella lo había rechazado y ahora no podía soportar verla con otro hombre, por eso la había asesinado.Así fue este crimen, casi perfecto pero el detective Graff logró descubrirlo.

El robo al museoPor Felipe Verdugo

Una tarde en La Plata, se exponían las obras de arte del famoso pintor Carlos Sánchez, gran exponente de la pintura de la ciudad. Eran las 19:10 cuando Carlos ante la pregunta de un grupo de estudiantes de arte, sobre el significado del “Retrato de Mora” su gran obra, se desató frente a la concurrencia una gran discusión, luego Carlos se aparto del grupo y continúo hablando con uno de los estudiantes cuando se escucho un ruido.

El pintor interrumpió su frase en este punto para volver los ojos hacia la pared y mirar una vez más el cuadro. El mismo movimiento hizo al instante la multitud que lo rodeaba, buscando con los ojos el singular retrato. Para gran estupefacción de todos, ya no estaba en la pared. Un Confuso murmullo de sorpresa cuantió entre el público antes de que brotaran las palabras: “Lo han robado”. Alguien se las había ingeniado para escamotearlo aprovechándose de que la atención general estaba pendiente del retrato. Suena la alarma del museo, se cierran las puertas y dan aviso a la policía. Todos los que se encuentran dentro del museo son revisados, sin éxito, al igual que los empleados del lugar… En la búsqueda, después desde desalojar el museo encuentran un tragaluz roto justo arriba en donde se encontraba el retrato, como también había una mini escalera que baja a la calle… Los investigadores buscaban hullas en el tragaluz y en la escalera (que era de metal), no encontraron ninguna, pero debido a la rotura del tragaluz había gotas de sangre en el techo y en la escalera. La mañana siguiente en las oficinas policiales se conocen los resultados de los análisis, dieron que se trataba de un ex empleado llamado José Traverso que había realizado unos trabajos de mejoras en el lugar del hecho. Los investigadores fueron al domicilio del ladrón y allí se encontraron con Pablo, un ex amigo de él -que compartían la vivienda- que se había peleado con él porque al llegar a su casa la noche anterior lo encontró haciendo las valijas, como Traverso le debía $10.000, y no le quería devolver el dinero, sabiendo que nunca más lo iba a ver , pelearon y en el forcejeo se le calló un boleto que decía a Montevideo . Ese dato fue fundamental para la investigación, así que llamaron a prefectura naval y con los datos que tenían lograron averiguar que tenía pasaje en la flota “Buquebus” a las 11 hs, así que partieron de inmediato al puerto de Buenos Aires en donde salían para Montevideo y cuando llegaron al lugar ya se encontraba arrestado ante el pronto aviso de la policía, allí luego del interrogatorio revisaron sus pertenencias y en una bolsa negra de basura se encontraba el “Retrato de Mora” . Volvieron a la La Plata y devolvimos el retrato al Museo de Arte.

Cuento policialPor Estanislao Crivos

Elena III era una hermosa duquesa. Era una persona alta, delgada y con buen carácter. Junto a ella vivía su hermana Karla. En poco tiempo el rey Fernando VII de Inglaterra festejaría su cumpleaños y asistirían los reyes y las reinas de prácticamente todos los países del mundo. Luego de espera, llegó el momento de la fiesta. Su hermana se quedaría en el palacio mientras ella iría a la fiesta. El castillo de Fernando VII no quedaba muy lejos de donde vivían las dos jóvenes. Esa noche disfrutó mucho de la fiesta, cenó, conversó con sus amigos pero ya era la hora de regresar a su hogar.Cuando tan sólo se encontraba a unos pasos de allí, Elena escuchó un grito muy fuerte. ¡Era un grito de terror de su hermana!

Rápidamente entró e intentó abrir la puerta de la habitación de Karla, pero no pudo porque estaba cerrada con llave. En ese momento recordó que en la cocina había un armario con las copias de todas las cerraduras. Logró encontrarla, aunque tardó un poco en hacerlo porque estaba muy nerviosa. Tuvo que forcejear la puerta hasta que pudo abrirla. Cuando entró a la habitación, vio que había un montón de ropa tirada en el piso y estaba todo desordenado. Su hermana se encontraba muerta en el suelo, tenía una lastimadura en el cuello y un puñal clavado en el pecho.Desesperada, sin saber qué hacer, recordó que tenía la tarjeta de un amigo suyo, que era detective y que había estado con él un rato antes en la fiesta. Esa misma noche le ordenó al cochero que la llevara a donde vivía, su amigo. De regreso el investigador decidió acompañar a Elena y ayudarla a resolver el crimen.En la habitación de Karla, prestó atención a cada detalle, mientras caminaba muy pensativo. Se acercó a uno de los cajones de la cómoda que estaban abiertos y encontró entre la ropa un testamento ológrafo que decía: “Y recomiendo a mi amada Elena que no se separe nunca del medallón en forma de candado de oro que llevo en el cuello: allí esta mi verdadera fortuna, si ella la sabe encontrar”. Su abuelaElena estaba realmente sorprendida, hacía varios años ella había fallecido y jamás se había enterado de la existencia de ese testamento. Pero, ¿dónde estaría ese medallón tan importante?-pensó Elena. Su hermana, tal vez por celos o para protegerla, lo había ocultado durante todo ese tiempo. No lo sabía, pero seguramente muy pronto lo averiguaría.El detective se acercó a la ventana que estaba abierta y encontró el collar colgado de la manija. Pero no tenía el candado del que hablaba el testamento.En ese momento Elena recordó que en el armario de la cocina donde estaban las copias había una llave dorada muy particular que siempre le había llamado la atención pero que nunca había averiguado de qué cerradura era.Al día siguiente, recorrieron todas las joyerías buscando candados pero la llave de oro no abría ninguno de ellos, hasta que uno de los joyeros le comentó que había visto un candado muy extraño en una de las vidrieras de un negocio de antigüedades. Allí fueron Elena y su compañero. Lo encontraron y pudieron abrirlo. En el interior había una piedra preciosa de muchísimo valor.Cuando le preguntaron al dueño cómo lo había conseguido, dijo que el novio de su hermana Thomas Kussom se lo había vendido la noche anterior y que le había pedido bastante dinero.Lo buscaron por toda la ciudad pero ya no estaba. Había huido.A los pocos días recibieron noticias de él. En el diario decía:

“Murió Thomas Kussom”Lo atacaron en su habitación por intento de robo. Según la policía, sus asesinos andaban en

busca de un valioso collar.

CELOS MORTALESpor Delfina Paz

Hace seis años en un pueblito sucedió algo muy extraño que sacudió a todos los habitantes del apacible lugar.Una chica apareció muerta en una habitación del único hotel del pueblo.Los familiares le dijeron a la policía que la joven se había escapado de su casa. No se sabía con quién había llegado al hotel. El conserje dijo que estaba sola cuando le alquiló la habitación. La joven tenía varias heridas de arma blanca pero no encontraron ningún cuchillo en ninguna parte y sólo estaba su ropa.Luego de las investigaciones encontraron sangre que no pertenecía a la víctima. La policía interrogó a los testigos y descubrió que esa noche llegó a la habitación el novio de la víctima.Al parecer, tuvieron una gran discusión por celos con el conserje. El novio se había puesto muy violento y la mató. Luego huyó llevando su ropa pero no se dio cuenta que también él se había lastimado.Encontraron al asesino intentando huir pero lo atraparon.

MARAVILLOSA LIBERTADPor Delfina Iocco

-Así que… ¿usted es el culpable?- Interrogó Leslie al detenido.-Sí, lo soy- dijo el detenito.-En el informe dice que usted, robó en el mercado. ¿Se puede saber por qué? -Es que necesitábamos dinero. Mi esposa no es mala como todo hombre piensa de su mujer cinco o seis años después del casamiento. La mía es maravillosa, pero le molesta todo lo que hago. A pesar de eso, me lava los platos, me cocina, me lava la ropa, la cuelga, me la plancha y me despierta con el desayuno. Es como la mamá que todo hombre necesita, pero ella es mi esposa. Empezamos a necesitar más dinero, ella no trabajaba y yo… no tenía un trabajo que valiera la pena. Esto a ella, en algunos casos, la llevo a una situación de remordimiento. Me mentía, no con otro hombre, ella me robaba plata de mi billetera, no tenía la valentía de pedírmela. Eso a los hombres nos molesta bastante. Yo tenía miedo, no podía robar, pero con mi esposa necesitábamos el dinero urgente. Entonces fui al mercado y al llegar a la pescadería, saqué mi arma.-¿Y qué más?- dijo el detective--Así es, bueno… al llegar a la pescadería saqué el arma, le apunté al pescadero y le dije que me entregue todo su dinero. Me lo dio pero no era demasiado. Al retirarme, le di un balazo a un pescado, es que los odio. Corrí todo lo que pude pero la policía logró atraparme.-¿Usted piensa que voy a creer que actuó solo?-dijo el inspector Leslie-Es la verdad-dijo el acusado-Entonces usted cometió el crimen con su hermano gemelo- -No señor-

-¡Sí!, en el pescado aparecieron dos balazos y uno es de otra pistola, está claro que su hermano también odia el pescado.

Luego de este suceso me arrestaron con mi hermano y ahora después de un tiempo estamos libres. Ya aprendimos a querer lo que se tiene y a valorarlo. Aprendimos que quien nos lastima nos hace fuerte, quien nos critica nos hace importantes, quien nos envidia nos hace valiosos. Encontré la libertad de esa paloma, la libertad que esperaba, esa libertad maravillosa y tan bella. Valió la pena vivir.

Furia, traición y muertePor Paul Huamaní

- Digame Señor, ¿Cómo La Mató?-Dijo El Oficial Gutierrez. - Yo No La Maté, ¡Fue Un Accidente!-Le Contestó Facundo Tembloroso.- ¿Y Por Qué Usted Tiene Sangre En Toda Su Mano Derecha?-Le Interrogó Nuevamente.- Es Que... Tuvimos Una Gran Discusión.- ¿Se Puede Saber Por Qué Discutían?-Le Preguntó El Oficial- Discutíamos Porque Ella Estaba Conmigo Y Con Otro Hombre. - ¿Y Por Qué Destruyó Todo Lo Que Había En El Dormitorio?- Porque No Admitía Que Me Estaba Engañando. Estaba Muy Enojado Y No Podía Controlarme.- Cuénteme Cómo Se Enteró De La Otra Relación- De Acuerdo. Todo Comenzó Cuando María Comenzó A Venir Muy Tarde De Trabajar. Entonces Un Día Decidí Seguirla Y La Encontré En Un Bar Besándose Con Otro. Furioso Me Apuré Para Llegar Antes Que Ella A Casa. Ahí Entonces Tuvimos La Discusión-Explicó Facundo .- ¿Y Cómo Murió Su Pareja?-Continuó Preguntando El Policía- Tropezó Y Al Caer Se Clavó Una Madera De Un Mueble Que Yo Había Roto. Traté De Ayudarla, Pero Ya Estaba Muerta, Por Eso Tengo Manchas De Su Sangre En La Mano.- Pero En La Escena No Habia Nada Para Tropezarse-Dijo El Oficial - Es Que...-Le Dijo El Acusado Sudando-¡Usted La Empujó Y Ella Se Cayó Encima De La Estaca!- Gritó Gutierrez- ¡No Puedo Más!, ¡Sí, Es Verdad!, Yo La Empujé De La Furia Que Tenía-Le Contestó Facundo Casi Llorando-¿Sabe Que Por Homicidio Le Esperan Muchos Años De Cárcel, Verdad?-Si, Señor…-Venga Conmigo-Le Dijo El Oficial –Aquí Aprenderá A Controlarse. Y Encerró Nuevamente Al Culpable En Su Celda.

EL TESTAMENTOPor Tomás Falco

Ese mediodía, me despertó el sonido de unas sirenas de policías y de bomberos. Se detuvieron justo frente a mi casa.Me asomé por la ventana. No podía ver ni oír demasiado porque estaba lloviendo. Al parecer, algo grave había ocurrido en el edificio donde vivía, en la calle Bolívar al 3200. Al bajar por las escaleras me encontré, con algunos vecinos que comentaban que se había hallado, en su departamento, el cuerpo sin vida de la anciana del 3ro “B”.Era una mujer muy agradable, querida, y respetada por todos. La vereda estaba llena de curiosos. Cuando la policía preguntó a la multitud si alguien conocía a la víctima, les dije que yo había sido su vecino por mucho tiempo. Entonces el oficial encargado de la investigación me dijo:-“Señor, por favor, necesitamos que nos acompañe a revisar su departamento como testigo, mientras nos dice algunos datos que nos interesaría saber sobre la mujer asesinada.” No me quedó otra alternativa que ir y obviamente responderles todas las preguntas que me hacían. Cuando entramos en su departamento, la encontramos tendida en el piso boca abajo, con un golpe en la cabeza. Estaba todo desordenado y tirado sobre la alfombra, como si alguien hubiera estado buscando algo en particular. También estaba allí su sobrina Elena, mirando con asombro y atónita, preguntándose cómo alguien podría haber hecho semejante barbarie. Elena la encontró al mediodía cuando fue a almorzar con ella. Como su tía no abría la puerta se preocupó mucho y decidió entrar a su departamento con una copia de la llave que le había dado su tía unos meses antes. Al ver esta terrible escena llamó urgente a la policía y le avisó al encargado del edificio.El asesino, además del homicidio, había revisado toda la casa buscando aparentemente algo que le interesaba mucho. Los muebles habían sido vaciados: los vestidos, ropa blanca y otros objetos de la víctima estaban tirados en la alfombra. Sin embargo, Elena buscó en un pequeño cajón con doble fondo de la cómoda, donde le había indicado una vez su tía, y encontró el testamento que la beneficiaba como única heredera del medallón de oro con forma de candado que su tía llevaba puesto. Este no fue hallado, por el contrario, había sido arrancado del cuello de la mujer con violencia, produciéndole una escoriación en el cuello. Se encontraron en la casa varios objetos de valor que no habían sido llevados, el asesino parecía haber estado interesado solamente en su colgante. La puerta no había sido forzada, lo que indicaba que la señora había abierto la puerta de su domicilio a una persona de su confianza.El encargado le indicó a los policías que justamente esa noche no había habido luz en el edificio por una fuerte tormenta. La policía descubrió una bufanda de color azul, un vaso sobre la mesa, pisadas de botas de hombre en la alfombra y una linterna tirada bajo la escalera con manchas de sangre. La policía tomó las huellas e investigó cada una de las pistas halladas. Los análisis demostraron que las huellas encontradas en el vaso pertenecían al asesino y la sangre hallada en la linterna era de la víctima. Evidentemente el homicida había golpeado a la señora en la cabeza con este objeto, produciéndole una grave herida.

Después de una semana de investigaciones, la policía interrogó nuevamente a Elena y a su hermano Lorenzo. Este último terminó confesando entre sollozos que la había asesinado porque la había beneficiado a Elena y no a él como hubiese querido.El medallón de oro fue recuperado y entregado a Elena, su legítima dueña.

Juan José Ponta y los hermanos RiquelmePor Tomás Carriquiriborde

Esta historia se trata de las aventuras del detective Juan José Ponta. Un hombre alto, flaquísimo, canoso que ya no le faltaba mucho para llegar a los setenta años. Era profesor de física, matemática y también psicólogo. Un día vio en la casa de enfrente una patrulla de la policía científica. Se acercó al lugar y vio que había un camión y un micro que habían chocado. -Señor policía. ¿Qué paso?-dijo Juan.- Un grave accidente-respondió un oficial.-Soy detective-agregó Ponta- mientras oía decir a otro policía que una camioneta con dos sospechosos había huido. El “accidente” ocurrió, según los testigos, porque esa camioneta había hecho una maniobra peligrosa. Había querido pasar al micro y al cambiar de carril hizo que el micro perdiera el control y se estrellara con un camión que se encontraba circulando unos metros más adelante. Juan se puso a pensar. No le quedaba claro cómo la camioneta al pasar hizo que el micro perdiera el control, si el camión iba mucho más adelante que el micro, la camioneta tenía espacio suficiente para poder cambiar de carril. Entonces decidió investigar qué había sucedido realmente.Primero averiguó los datos del camión con el número de la patente y así obtuvo la dirección de sus dueños. Se dirigió al domicilio pero ya no había nadie, se habían mudado horas antes, según los vecinos. Entonces fue a la comisaría y les dijo a unos policías:-Hola, soy el detective Juan José Ponta y quiero hablar con la autoridad que está a cargo del caso del micro que chocó, quisiera darle una información muy importante.Enseguida lo hicieron pasar a la oficina del comisario Enrique Melo. Una vez adentro explicó: -Bueno-dijo Ponta-vengo a decirle lo que ocurrió en realidad. El choque fue provocado por el conductor del camión que redujo la velocidad para que la camioneta no tuviera espacio para maniobrar e hiciese que el micro se descontrolara y chocara.-Está bien–le respondió el comisario-Muchas gracias por ayudarnos. Se retiro y fue a su casa muy pensativo:-¿Por qué el comisario no se había mostrado muy sorprendido? Cuando llegó a su casa se puso a leer el diario, le llamó la atención la noticia de la tapa que decía:

LOS HOMBRES MÁS BUSCADOS DE LA ARGENTINA

1o Luciano Riquelme.2o Fernando Riquelme.

¡Esos eran los nombres de los dueños del camión, que había intentado encontrar! Entonces decidió investigar al comisario. Quería saber si tenía alguna relación con estos hermanos. Un día fue hasta la casa Melo y esperó escondido hasta que éste se fue a trabajar. Luego tocó el timbre y esperó, hasta que lo atendió su esposa.Le mintió diciendo que era un compañero de la escuela de Enrique, que su apellido era Fernández y que iba a invitarlo a una fiesta de ex alumnos que estaba organizando. La mujer le creyó y le dijo que irían encantados. Cuando el detective le preguntó por su nombre y apellido para enviarles la tarjeta a nombre de ambos, ella mencionó: Patricia Riquelme. Porta intentó disimular su sorpresa pero no pudo, cuando la señora le preguntó qué le sucedía, él muy hábilmente le dijo que también había tenido unos amigos del club con su mismo apellido:-De niño hice deportes en un club con dos chicos llamados Luciano y Fernando Riquelme, ¿los conoce?-Sí- respondió ella- son mis hermanos. Pero no recuerdo que lo hayan mencionado a usted. Ellos tenían muchos amigos en el club; de todas maneras les comentaré cuando los vea porque ahora se fueron a Junín por un viaje de negocios.Satisfecho con esa gran información decidió acudir al Juez de turno para contarle todo lo que había investigado.El juez hizo detener al comisario y ordenó a la policía de Junín que apresaran a Luciano y Fernando Riquelme.Así lograron condenar a los culpables de varios robos y homicidios que no habían sido atrapados anteriormente por la ayuda de su cuñado y cómplice, el comisario Melo.

VACACIONES EN LAS MONTAÑASPor Paulina Fino

Era una hermosa tarde de primavera y el camino se veía rodeado por hermosas flores y árboles brotados. Ángela acompañaba a su esposo que manejaba un moderno automóvil de color rojo.Buscaban un lugar donde hospedarse entre las montañas. Sus amigos les habían recomendado un hospedaje y ahora se dirigían hacia allí.El paisaje era hermosísimo. Las montañas se mostraban de distintos colores y el sol ya se escondía rojizo entre ellas.El hotel no era muy grande pero era muy bonito y acogedor. Tenía tejas rojas y estaba rodeado de muchos árboles y pinos.Al entrar, los recibió el conserje un señor alto, gordo y calvo que los atendió muy amablemente. Los acompañó a la habitación que era muy cómoda.Al día siguiente el conserje les anunció que esa noche habría un baile.

La noche del baile llegó. El lugar era cálido y estaba lleno de invitados. Ángela y su esposo bailaron, disfrutaron y se divirtieron hasta muy tarde.En un momento, cuando su marido fue al baño, el conserje le ofreció a la mujer una copa de champagne como invitación del hotel.Cuando el marido regresó, la mujer le dijo que no se sentía muy bien y quería que fueran a su cuarto. Al llegar a la habitación la mujer se sujetó fuertemente la zona abdominal y cayó desvanecida sobre la cama para nunca más despertarse.Al poco tiempo un diario publicó: “Mujer muere envenenada en una habitación de un hotel de las montañas”.La noticia también aclaraba que el caso había sido resuelto por la investigación del detective Graff, que casualmente se hallaba invitado a esa misma fiesta. Cuando estaba en la barra, tomando unos tragos, el investigador escuchó la llamada que había hecho el conserje al marido, donde le decía: -“El brindis ha sido todo un éxito, que disfrute la herencia de su esposa”.

UNA FIESTA INOLVIDABLEPor Lautaro Menéndez

Un día a las 9 de la noche, en un hotel que se sitúa en la cima de una montaña, hubo una muerte mientras transcurría una fiesta. El día anterior a la fiesta a las 2 de la tarde llegaron al hotel una pareja: el marido tenía 30 y la mujer 25. La joven venía de una familia de mucho dinero. Al día siguiente fueron a bailar a la fiesta del hotel. Se pusieron a hablar en la barra y tomaron varias cervezas. Cuando terminaron se pusieron a bailar.

A las 5 de la mañana fueron a dormir y se despertaron a las 2:30hs de la tarde. Fueron a almorzar y como la chica quería seguir descansando fue a la habitación mientras el marido fue a recorrer los alrededores del hotel. Ese sábado a la noche fueron a bailar nuevamente, pero esta vez el marido le pidió al conserje del hotel dos cervezas y las eligió. Luego comenzaron a tomarlas mientras charlaban. La mujer se descompuso y murió al instante. Los dueños del hotel para evitar un escándalo que perjudicara el buen nombre del lugar contrataron un detective de apellido Graff. Al otro día llegó el investigador y lo primero que hizo fue revisar las botellas. Encontró que una de ellas contenía veneno. Luego citó a los que consideraba sospechosos del caso: al conserje del hotel y al marido de la víctima y los hizo sentar en una mesa del bar del hotel para interrogarlos. -¿Cuál fue su relación con la víctima? -preguntó el detective al conserje.-Yo, sólo sé que el jueves llegaron al hotel y luego los vi en la fiesta– respondió asustado. -¿Y usted? – le preguntó al marido.- Yo la amaba, no le hubiera hecho daño ni loco – dijo más asustado que el conserje.Le tomó a cada uno de ellos sus huellas digitales y también a la mujer asesinada. Las comparó con las encontradas en la botella y halló solamente las huellas digitales de la

mujer y las de su marido. El conserje podría haber estado usando sus guantes, con los que trabaja habitualmente…Graff luego de recorrer el hotel y hablar con varios testigos, le preguntó a un empleado del hotel cuál era la habitación del marido y fue a buscarlo personalmente. Quería interrogarlo nuevamente. -¡USTED MATÓ A SU ESPOSA! – dijo Graff ni bien comenzó a hablar con el marido. -¡No! Yo no señor –contestó el hombre demasiado asustado. -¡DIGAME LA VERDAD! – le dijo enojado el detective. –Tengo varias pruebas y varios testigos que dicen haberlo visto comprando cerveza y luego ir a una ferretería. Cuando fui a averiguar a ese negocio, el dueño dijo que usted le pidió un veneno muy fuerte para unas plagas que tenía en su campo. -Bueno sí, fui yo. Es que quería todo su dinero para mí solo – dijo el marido muy triste. -Lástima porque ese dinero no lo va a usar porque vas a ir a la cárcel por muchos años. No le pertenece– dijo tratándolo despectivamente. El marido lloraba mientras Graff le ordenaba a los policías que le pusieran las esposas…

UNA BUENA ESTRATEGIA

Milagros Saragusti

Era una mañana lluviosa, cuando me encontraba muy tranquilo en mi casa, sentado en el sillón, tomando el té, como de costumbre.Prendí la televisión y empezaron a pasar las noticias. No les di mucha importancia al principio, ya que no me gustaban los noticieros.La noticia principal era sobre un robo ocurrido en un barrio de La Plata. Lo que más me llamó la atención fue que había sucedido en mi barrio.Me acerqué a escuchar atentamente lo que relataban los periodistas:-"Una mujer, a la salida del supermercado, se encontró con un hombre, que le apuntaba con una pistola. Al parecer le pidió todo su dinero y como la mujer forcejeó con el asaltante, éste le disparó en el pecho. Luego corrió hacia la esquina en donde lo esperaba un hombre en una moto y huyeron a toda velocidad”.Me impactó la noticia, pero después no le di mayor importancia.Pasaron los días y decidí invitar a mi madre a almorzar. Entonces fui a buscarla a su casa. Al pasar por calle 7 y 56 en donde se encuentra el edificio de tribunales, vi mucho movimiento de gente. Bajé de mi auto, ya que aún era temprano, pregunté qué pasaba y como nadie me respondía entré.Escuché a dos señores que estaban hablando. Uno de ellos era Fernández, un conocido detective que solía ir con frecuencia a la sala de audiencias para observar los juicios. Inclusive aquellos casos que no le concernían directamente. Lo hacía como ejercicio de lógica, para ver qué casos hubiera podido resolver. Estaba apurado y me fui. Tenía que pasar a buscar a mi madre y no quería que se me hiciera tarde. Llegamos a mi casa, almorzamos, tomamos un café, mientras charlábamos. Luego ella se fue en remís hasta su casa.Miré el reloj y vi que eran las 4 de la tarde. Como me había quedado con intriga, fui otra vez al tribunal para saber qué sucedía.

Entré en la sala donde había un juicio y decidí sentarme en el fondo de la sala a escuchar. Al parecer, el acusado era el muchacho que estaba siendo juzgado por la muerte de la señora, que había sido asaltada a la salida del supermercado. - El acusado es culpable y tuvo un cómplice- gritó el fiscal. Mientras que el abogado respondió rápidamente:-No es cierto, no lo tuvo.Al cabo de un rato se acercó a mí el inspector Fernández y me dijo al oído: - Esto fue lo peor que el abogado defensor pudo haber dicho, ya que al decir que no tenía un cómplice, admitía que su defendido es culpable y que ha actuado solo.-En ese momento, me di cuenta que lo que decía el inspector era cierto. La estrategia del fiscal había resultado excelente.

EL MEDALLÓN MISTERIOSOPor Lucía Bonifetto

Ella era Elena. Tenía 3 hermanos más…Marcos, Raúl y Franco.A los 8 años, una tarde de tormenta, su madre salió con sus hermanos para ir a trabajar, mientras ella y su padre se quedaron en su casa, mientras jugaban y cantaban.Poco después llegó la noticia…Su madre, y sus hermanos, habían muerto. Tras un choque brusco y violento perdieron sus vidas.Como imaginarán, para Elena terminaron las canciones, los juegos, y empezaron los llantos y tristezas. Cuando tenía 14, el padre, por temor a cualquier accidente decidió dejarle un testamento a su hija como única heredera. Él no quiso contarle nada, porque era una sorpresa para cuando cumpliera 15 años.Al día siguiente, mientras Elena, su papá y unas amigas conversaban sobre el viaje que harían a Europa, un vecino los miraba y escuchaba por la ventana con mucha atención. Ninguno de ellos se daba cuenta que los estaban observando, porque estaban tan preocupados en pelear y en tener la razón, que se podía incendiar la casa, que no se enterarían… Luego de una gran discusión por fin, lograron ponerse de acuerdo a qué lugares irían a pasear. Decidieron ir en ese momento ir a comprar los pasajes antes de que se agotaran.Cuando regresaron muy felices a su casa, encontraron todo desordenado. Alguien había aprovechado la ausencia de ellos para entrar y revolver todo. Como si hubiese estado buscando algo… Pero, ¿qué sería?Entonces el padre entró a su habitación encontró que sus sacos, corbatas, ropa blanca y cien objetos menudos yacían en desorden sobre la alfombra. Desesperado fue corriendo a ver en un pequeño cajón de doble fondo de la cómoda, porque ahí, era donde se guardaba el valioso testamento. Este decía: “Y recomiendo a mi amada Elena que no se separe nunca del medallón en forma de candado de oro que llevo en el cuello. Allí está mi verdadera fortuna, si ella la sabe encontrar”.Tiempo después, murió el padre de Elena de una grave enfermedad.

Luego de este hecho, Elena decidió vender su casa e irse a vivir con una amiga. Cuando empezó a empacar las cosas de la cocina, los baños, de su habitación, la de sus tres hermanos y la de sus padres encontró ¡el testamento!Ese medallón no fue hallado, por más que Elena demostrara muchísimo interés por él. La policía nunca pudo encontrar a ese misterioso vecino.

EL CASO PREFERIDO DEL INSPECTOR GRAFFPor Pedro Goupil

Soy el inspector Graff y les voy a contar uno de mis casos preferidos.Estaba leyendo el diario, en la sección de asesinatos, cuando encontré un artículo que tenía un título muy llamativo. El título decía: “Asesinato en las montañas cerca del pueblo de Bari” (Italia). Comencé a leer estas frases: - Delito: Una mujer joven muere envenenada .-- Lugar: Pequeña hostería en las montañas (Bari, Italia).En Bari vivían mis familiares. Fui al locutorio a hablar con ellos, acerca de esto y me dijeron que vaya a investigar que ellos me ayudarían. Mi primo me envió una dirección por mail para dirigirme a su casa y de ahí me llevaría a la hostería.En una semana ya tenía todo listo para viajar.Cuando llegué a Bari, me dirigí a la casa de mi primo. La ciudad era muy linda, a lo lejos se veían las montañas y hermosos paisajes.Me recibieron muy bien, me llevaron en auto a la hostería, la cual era muy pequeña.Fui a la oficina de la misma y me atendió un hombre de unos 40 años, calvo y flaco. - ¿Qué desea?- me preguntó sorprendido de mi visita.- Deseo tener información de la joven asesinada- le respondí- Todos sospechan del marido-contestó-Perdón, mi nombre es Roberto.- Encantado, yo soy el detective Graff. ¿Por qué piensan eso?-dije muy ansioso.- Porque la joven era muy mandona, le daba órdenes todo el tiempo a su esposo, le

decía qué tenía que hacer y qué no. Lo vigilaba constantemente. Era muy obsesiva con él.Para su cumpleaños el esposo le regaló una estadía aquí. Al parecer ni bien llegaron hubo una gran discusión entre ellos. Esto lo sé porque trabajo aquí de conserje y los escuché gritándose. El esposo le decía: -“Eres una mal agradecida, mandona, obstinada, molesta…”Después de un rato, se detuvo la pelea. El esposo salió, pegó un portazo y se fue muy furioso.- Contaba Roberto con lujos de detalles.

A la nochecita, decidí volver a la hostería a interrogar al esposo. Recuerdo que era un hombre de cara buena, de estatura mediana de altura y su nombre era Juan. Me habló cómo se conocieron, como se hicieron novios, etc.Después de interrogar al marido decidí investigar al conserje.Averigüé que el conserje fue compañero y novio de la facultad de la mujer, pero ella lo había dejado cuando conoció a Juan. Ella le ocultó esta relación con Roberto a su

marido. No se habían vuelto a ver hasta que se encontraron en el hotel.Interrogué nuevamente al conserje y noté que comenzaba a ponerse cada vez más nervioso. Se contradecía ante las nuevas preguntas que le iba haciendo.Por último, no soportó más y terminó confesando todo:

-Ellos se fueron a una excursión, yo entré en el cuarto a limpiar, agarré cianuro en polvo que había traído de mi casa y se lo coloqué en el vaso de ella. Ya que cada uno tenía su propio vaso fue fácil identificar el de cada uno por su color (uno era rosa y el otro era azul).Confieso que lo hice por celos. Me sentía rechazado por la mujer que había amado toda mi vida– Y comenzó a llorar desconsoladamente suplicándome que lo perdonara.-Perdón le tiene que pedir a Juan.-le dije-Lo voy a hacer Señor Graff-y se fue llorando mientras la policía lo esposaba.Nunca supe nada más de él, ni de Juan.Una semana después me despedí de mis parientes y me fui a Argentina, mi país. Ya quería estar en casa.

El candado de oroPor Justina Siri

Una mañana cuando iba en camino a mi oficina, encontré un amontonamiento de policías frente a una casa. Una mujer estaba llorando como loca mientras un oficial trataba de calmarla y alejarla de la casa. No le di realmente mucha importancia, ya que llegaba un poco tarde a mi trabajo y la lluvia a cantaros no me dejaba ver casi nada. Llegué a mi oficina, colgué mi saco como todos los días y mi paraguas todo empapado por la lluvia. Al instante sonó el teléfono. Era mi jefe diciéndome si podía ir urgente a una casa del barrio de Recoleta, apuradísimo corrí a ponerme mis accesorios todos mojados. Fui recorriendo casa por casa, hasta que encontré la dirección y resultó ser aquella casa que había visto mientras iba apurado a mi oficina, sólo que ahora además de los curiosos había muchos periodistas. Me acerqué a mi jefe que se encontraba tratando de calmar un poco a la joven y le pregunté su nombre, me alcanzó a decir nada más que se llamaba Elena, ya que no podía dejar de llorar.Decidí entrar, la casa tenía muchos lujos, habitaciones bastante grandes y muy limpias. Entré al cuarto que estaba lleno de policías y de periodistas. Un delincuente lo había saqueado. El ropero, la cómoda y el baúl habían sido vaciados: vestidos, ropa blanca y cien objetos menudos yacían en desorden por la alfombra. Sin embargo, en un pequeño cajón de doble fondo de la cómoda, se encontró un testamento ológrafo que instituía a Elena como la única heredera de una gran fortuna. Había una única cláusula: “ y recomiendo a mi amada Elena que no se separe nunca del medallón en forma

de candado de oro que llevo en el cuello: allí está mi verdadera fortuna, si ella la sabe encontrar ”.Nadie había podido encontrar ese medallón en toda la habitación, ni en el resto de la casa. Los policías descubrieron que la muerta, hallada en una silla del cuarto, tenía una línea con una ligera escoriación en el cuello, sin duda el asesino había arrancado con violencia este collar. Se encontraron otros objetos con mucho valor: pulseras, cadenas de oro, etc. Evidentemente, el medallón era el único móvil del crimen.Cuando ya no había nada más para revisar en esa habitación tan lujosa, me fui a mi casa. Estaba un poco cansado para seguir trabajando. Esa noche no pude dormir, estuve imaginando qué hubiese sucedido si el ladrón hubiese encontrado el testamento. Sin lugar a dudas se lo había llevado desconociendo el incalculable valor de ese medallón de oro.Al otro día me llamó mi informante diciéndome que había visto un joven con su cabeza cubierta por un manto, llevando una caja con joyas a una casa de empeño cerca de esa zona. El hombre estaba vestido con una túnica azul. Me dio la dirección de este local y me dirigí hacia allí. Cuando llegué el hombre estaba cruzando la calle, ya le había vendido estas joyas a la vendedora. Cuando entré, una joven había comprado este medallón, se lo pedí con toda mi bondad pero se ve que no lo soltaba por absolutamente nada. Le pedí todos los datos de esta chica a la vendedora y me los dio sólo por ser un detective muy prestigioso. Cuando toqué la puerta de la casa de esta mujer que había comprado el medallón, me atendió una anciana, le pedí por favor si podía llamar a la encargada de la casa. Cuando me atendió, no lo hizo con muy buen humor. Pero fui tan insistente que me invitó a pasar y a medida que le iba explicando el delito que sería cómplice si no me entregaba el medallón, entendió y me lo entregó.Una vez que tuve la joya en mi poder, fui a toda velocidad en mi auto a buscar a mi jefe para ir a la mansión del crimen.Allí estaba Elena, la nieta de la víctima, que nos dejó revisar todo de nuevo. Nos contó algunas anécdotas de su fallecida abuela y nos mostró un cuadro colgado en una habitación que Elena no visitaba muy a menudo, porque le resultaba muy tenebrosa. Este cuadro tenía un encastre igual a la forma del medallón, cuando colocamos el collar, se corrió el cuadro. Atrás había una puerta con unas teclas para poner una clave, Elena escribió su nombre. La puerta se abrió. Detrás de esta había toneladas y toneladas de joyas y dinero.Elena decidió dar una parte de su herencia para poder descubrir al asesino y así su abuela pudiera descansar en paz.

Romance en la colinaPor Joaquín Ingáramo

Era una mañana de marzo, cuando la mucama de una hostería, encontró el cuerpo sin vida de una joven muchacha recién casada, llamada Tamara Walsh.

Todos en el pueblo estaban alterados por lo sucedido en un lugar tan tranquilo, como era el pueblo de San Fernando de la Colina.

El detective Graff comenzó inmediatamente con las investigaciones. En el hall principal estaban reunidos el inspector, el marido de la joven asesinada y el conserje

Todo había comenzado dos o tres meses atrás, antes del casamiento de Tamara y el señor Tom Fort.

Ella era rubia, muy bonita y escritora. Solía viajar a la colina de San Fernando para poder terminar su novela “Romance en La Colina”, porque lo encontraba un lugar tranquilo y hermoso por su paisaje.

Ella se instalaba en esa hostería los fines de semana para terminar su novela. Al parecer, venía haciéndolo varias veces los últimos meses.

Al señor Tom Fort no le gustaban esas instalaciones, y que su futura esposa concurriera tan seguido a esa pocilga, como le decía él a ese lugar.

Ella dejó de ir a San Fernando el último fin de semana, para no molestar a su esposo y evitar que las discusiones siguieran avanzando.

Ella insistió mucho a su marido para que la acompañara a San Fernando de La Colina. Él aceptó con disgusto, realmente le resultaba muy desagradable ese lugar. Además sospechaba que su esposa lo engañaba con el conserje.

Al final le concedió el deseo y fueron a la hostería.Tom Fort, Tamara Walsh y el conserje del hotel almorzaron juntos ese día

porque la joven y el conserje se habían hecho muy amigos.Luego los esposos discutieron en su habitación, muy acaloradamente,

terminando el día, separados, casi sin hablarse.El hombre, al no soportar esa humillación, invitó a su esposa a cenar, para una

reconciliación.Tamara murió esa noche en su cuarto. La autopsia revelaba que había sido

envenenada.Eran dos los sospechosos: el conserje, porque tenía una relación muy cercana a

la joven y Tom, su marido, por la gran pelea que había tenido con Tamara por motivo de celos con el conserje.

Sólo un experto investigador como Graff, podría hallar al culpable. Luego de interrogar a ambos, decidió buscar más pistas. Inspeccionando la

habitación del matrimonio encontró en la mesa de luz de la víctima unas gotas nasales. Cuando el detective las mandó a analizar descubrió que tenían una cantidad importante de cianuro.

El detective fue a la única farmacia del pueblo a averiguar si ese remedio había sido comprado allí. Por el número que figuraba en el frasco y la receta con la firma, descubrieron que había sido el esposo de Tamara quien había retirado la medicación.

Cuando Graff revisó con la ayuda de la policía las valijas del esposo, encontró un frasco con cianuro. Lo detuvieron y condenaron a varios años de prisión por homicidio.

Fue así como el gran detective encontró, una vez más, al culpable del crimen.

UN VIAJE DIFERENTE

de Pilar Sourigues

Hace un mes atrás, cuando todo andaba muy bien, decidí irme de vacaciones con mi mujer Estela a un lugar lejos, donde pudiéramos relajarnos.

A ella se le ocurrió ir a un pueblo de Mendoza, donde vivía un amigo suyo de la infancia. Nos pusimos en contacto con él y nos reservó una habitación realmente muy lujosa, con

una vista panorámica a la montaña. El paisaje era hermosísimo.Cuando sacamos los pasajes todo parecía andar bien, excepto esa mirada muy extraña de la

mujer que entregaba cada pasaporte. Era una mezcla de decepción, tristeza, soledad y nostalgia.

Sentí que debería ayudarla y le comenté a mi mujer pero ella dijo:- ¡Ay Mauro!, siempre te metes en cosas raras. No te arriesgues, no quiero líos otra vez. Falta tan sólo un día para irnos de vacaciones.Regresamos a casa y nos acostamos a descansar. Cuando me desperté me sentía nervioso, un poco raro. Le dije a Estela: -Es tarde, ¡vamos al aeropuerto ya! Era mi primer vuelo en avión y estaba nervioso. Después de esperar dos largas horas, por problemas con la autorización del vuelo, el avión al fin despegó. Frente a mi asiento había una mujer un poco loca, no se sabía bien lo que decía. Repetía constantemente: -Nerviosa, pero no loca. Nerviosa, pero no loca- Fue así como gritaba y gritaba sin dejarme pegar un ojo ni por un minuto. Cuando llegamos al hotel, observamos que la atención era excelente. El conserje nos acompañó hasta la habitación, la cual tenía una hermosa ventana con vista a la montaña, pero del lado de la calle una avenida muy transitada, que no nos dejaban dormir. En ese momento, se me ocurrió invitar a mi mujer a esquiar al día siguiente. Entonces se lo sugerí y ella aceptó. Al otro día fuimos a alquilar todo lo que necesitábamos y a sacar el pase para subir al Cerro. De nuevo me sentía nervioso, fóbico, mareado, raro, sin ganas de salir. Se lo iba a decir a Estela pero... la vi tan feliz, tan contenta que no pude hacerlo. Hacía varios meses que no la veía de esa manera, así que decidí no arruinar ese hermoso momento y la dejé disfrutar. Cuando regresamos de esquiar, decidimos ir a cenar a un restaurante.Mientras mi mujer pedía el menú que habíamos elegido en la carta, yo fui al baño.Antes de entrar, me crucé con un hombre alto, con un saco negro y un sombrero. Además tenía una lupa en el bolsillo. Al principio me causó gracia, parecía un loco. Regresé a la mesa pero no le comenté nada del hombre extraño. Tuvimos una fantástica cena y luego nos fuimos a dormir a la habitación. Al día siguiente me levanté y Estela no estaba. Esperé un rato, pero como no volvía fui a buscarla al bar del hotel. A lo mejor estaría allí esperándome para desayunar. Cuando llegué al bar, vi que había médicos rodeando a mi mujer que estaba tirada en el suelo, muy pálida. Los médicos decían que, al parecer, había sido envenenada. No lo podía creer, estaba tan triste y tan solo en este mundo. ¡Mi amada estaba muerta! No sabía qué hacer, entonces llamé a su madre. Cuando le conté lo sucedido me gritaba muy enojada:-"Vos la mataste, fuiste vos. Yo sabía que eras malo desde el principio"-Intenté explicarle pero no quiso escucharme..Cuando regresé a la habitación encontré todo completamente revuelto y desordenado. Desesperado decidí buscar ayuda de un detective profesional. Entonces recordé a ese hombre extraño del baño del restaurant. Me dirigí allá y lo encontré sentado en una de sus mesas.Estaba tan alterado que me senté a su lado sin pedirle permiso y comencé a relatarle todo lo que nos había sucedido y cómo necesitaba de sus servicios.

Quería que encontrara al culpable del asesinato de mi esposa, lo antes posible. Comprendió mi situación y conmovido por mi relato decidió ayudarme.Comenzó investigando a todos los que estaban alojados en el hotel, pero no lograba encontrar a ningún sospechoso.Ya nos estábamos por dar por vencido, cuando de repente al detective Graff se le ocurrió hacerme unas preguntas que había pasado por alto.Me preguntó cómo se nos había ocurrido ir a ese lugar. Le comenté que un viejo conocido de mi esposa, amigo suyo de la infancia, nos había recomendado ese hotel.Cuando me preguntó si yo lo conocía personalmente le respondí que no, que sólo había hablado con él por teléfono pero que sabía que su nombre era Esteban. Al mencionarlo Graff se levantó inmediatamente de su asiento y comenzó a correr sin decirme una palabra. Asustado, sin saber lo que le sucedía lo seguí.Se dirigía a la entrada del hotel. A medida que nos acercábamos uno de los conserjes, que parecía estar esperándonos, salió huyendo por una puerta de servicio. Lo seguimos pero no pudimos alcanzarlo. Avisamos a la policía y lograron detenerlo muy cerca de ahí, intentando tomar un autobús con destino a Chile.Fue así como, con la ayuda de Graff, pude detener al culpable de la muerte de mi mujer. En su confesión dijo que nunca le había perdonado a Estela que lo haya abandonado y que su intención había sido envenenarme a mí, pero fue ella quien bebió ese té.Muy agradecido me despedí de mi nuevo amigo, un excelente detective y una persona.Regresé a casa, con un gran dolor en mi corazón por la muerte de mi querida Estela, pero con la tranquilidad que se había hecho justicia.

EL HABILIDOSO INSPECTOR GRAFFPor Lara Lozzia

El Inspector Graff estaba disfrutando sus vacaciones en un hotel de Berna, Suiza. Se encontraba en su suite, recostado sobre el sillón, con algunos periódicos sobre una mesa y mirando las noticias de las 9:00 de la mañana. Atento a los casos policiales, se sobresaltó al oír sonar el teléfono. -¿Diga?- preguntó cuando lo atendió.-¿Inspector Graff?- dijo una voz gruesa pero nerviosa del otro lado.-Sí, el mismo. ¿Quién habla?--¡Ay gracias al cielo que lo encontré! Soy el comisario Schneider de una región de los Alpes Suizos y le tengo un caso muy importante. Usted nos sería de gran ayuda.- Lo lamento, pero estoy disfrutando mis vacaciones.-Por favor, ¡realmente lo necesitamos! Le pagaré una recompensa.-replicó el comisario.-No necesito su dinero-respondió el detective.-Se lo suplico- insistió casi desesperado. -Bueno, supongo que un poco de ejercicio para la mente nunca está de más.-Oh, muchísimas gracias, Inspector Graff. Lo llamaré luego para enviarle la dirección del lugar.-De acuerdo. Preferiría que me llame hoy, así podré salir mañana por la mañana-pidió Graff-Está bien. Que tenga un buen día.-Igualmente. Adiós.

Al otro día, ya con la dirección del lugar, se dirigió a la Terminal de Ómnibus. Compró un boleto para viajar a los Alpes, de los más económicos que había. Cuando llegó el ómnibus, no había tanta gente para abordarlo. Subió al transporte y se dedicó a leer un periódico que seguramente alguien habría olvidado en el asiento. Se sorprendió mucho al ver el encabezado.

SE HALLA MUJER ENVENENADA EN EL HOTEL “SOLES Y LUNAS”

El crimen llega siempre a los lugares menos esperados. En este caso, en el medio de Los Alpes. En el nuevo hotel “Soles y Lunas” una mujer estadounidense, Rosalie Marie Pershing, fue encontrada hoy, a las diez de la mañana en su habitación, sobre su cama, con signos de haber sido envenenada. El Comisario Shneider, encargado del caso, no hizo muchas declaraciones. “Aún no estamos seguros de lo sucedido. No hemos hecho muchas preguntas a los sospechosos”. “ Estos sospechosos son, el conserje del hotel, Heinz Rudolf Fischer, cuyo currículo es perfecto, ya que trabajó en el mismísimo hotel “MEYER HOTEL” de cinco estrellas, el que fue incendiado. El otro sospechoso es el esposo de la víctima, Robert Steven Mcfarland, quien tuvo varias acusaciones de robo. Además, los que lo conocían bien, decían que era muy violento y alcohólico. Un policía hizo llegar a la prensa la información que el comisario va a contratar un excelente detective privado, porque las autoridades policiales no saben cómo intervenir. Intuyó que tal vez no debía molestarse en pensar todavía, no hasta conocer a los sospechosos en persona. Entonces, se dispuso a dormir un rato, ya que faltaban varias horas para llegar al hotel.Cuando despertó, había muy pocas personas en el ómnibus. Bajó y se dirigió hacia el hotel “Soles y Lunas”. No le costó mucho localizarlo, porque había muchos autos de policías a su alrededor. Se trataba de un hotel muy lujoso, con un cartel gigante con muchas luces brillantes, en el que se podía leer “Hotel Soles y Lunas Cinco estrellas” y varias banderas de países conocidos y algunos que se necesitaría un libro para saber de dónde eran. Al acercarse a la entrada, abrió la puerta un empleado muy elegante, con uniforme verde y dorado. Cuando desvió su mirada, descubrió que había muchos empleados con el mismo uniforme. La recepción estaba adornada con muchas vasijas lujosas, además de sillones con telas muy finas, seguramente importadas de Persia. Fue saludado por un policía gordo y de estatura mediana que, al parecer, era el comisario Schneider.-¿Usted es el Inspector Graff?- Si- Contestó Graff.- Mucho gusto. Soy el comisario Schneider.- Encantado. -Creo que debería explicarle el caso. Lo haré mientras subimos a la escena del crimen.-No es necesario decir nada, comisario, ya me enteré de todo al leer el periódico.- Ah bueno, entonces lo llevaré a que registre la habitación.

Subieron por un ascensor hasta el piso 23. Tocaron la puerta de la habitación A. Les abrió la puerta un policía petiso y flaco. - El Inspector Graff ha llegado- anunció el comisario.

Lo hicieron pasar y encontró una cama donde se encontraba la mujer envenenada que mencionaba el periódico. Tenía los parpados cerrados. Llevaba puesto un camisón blanco de seda con detalles bordados en rosa. Sobre él unas manchas marrón oscuro, que combinaban con su cabello. A su lado, una mesita de luz con dos tazas, una rosa y otra azul, con resto de té y una bandeja de porcelana.

- Creo que revisaré todo el lugar por si hay otra pista.- dijo el inspector.Buscó por todos lados. Nada. Pidió que lo dejaran a solas con los sospechosos y dos

policías.- Está bien. Ya los traemos.Cuando llegaron pidió que lo dejaran primero con el marido.- ¿Cómo conoció usted al conserje de este hotel?-preguntó Graff.- Un día después de llegar, porque al principio se había ido a la ciudad.- ¿Cuál fue la primera impresión que tuvo de él?-interrogó el inspector.- Vino a nuestra habitación a quejarse porque hacíamos “mucho ruido”. En realidad no

hicimos nada. Es una de esas personas que están locas, porque hacen todo lo posible para que el hotel este perfecto, pero nunca lo van a lograr…

- ¿Con el transcurrir de los días, mejoró la relación?-No. Es más, tuvimos una discusión muy fuerte y terminó como una riña.- El día del asesinato, ¿se encontró con él de alguna manera? Sí, cuando vino a traernos el desayuno. Dijo que el servicio no venía hasta las 10:30. - ¿Qué les trajo? ¿A qué hora llegó?- Dos tazas de té y unas galletas de limón. Supongo que a las 8:00- respondió

rápidamente McFarland.- en realidad yo no tomé mi té. - ¿A que hora encontró, aproximadamente, a su mujer?- Supongo que fue entre las 9:30 y las 10:00.- ¿Que estuvo haciendo, entre que recibió la visita del conserje y la aparición de su

esposa envenenada?- Fui a comprar el periódico. Tuve que ir a buscar dinero para terminar de pagar nuestra

estadía en el hotel. Como aquí no hay banco, tuve que ir a la ciudad.- ¿A qué hora salió?- Preguntó Graff- Creo que a las 8:20, 8:30.-respondió el marido.El inspector pensó unos segundos mientras que McFarland se entrelazaba las manos.- ¿Se declara culpable o inocente?- Inocente, definitivamente.- Bien, ya puede irse- le dijo el Inspector Graff.- Dígale a Mr.Fischer que se acerque.

Se fue McFarland y entró el conserje. -¿Cómo era la pareja en su hotel? ¿Cómo se comportaba? - Muy ruidosa. Sabían desde el principio que no íbamos a tolerar ninguna clase de ruidos molestos, en especial después de las 22:30, y sin embargo, a las 22:35 ellos ponían su radio a máximo volumen-en ese momento su cara empezó a llenarse de furia.- Eran insoportables.- Digamos que a usted le importa mucho que no haya ninguna clase de ruidos molestos. - Exacto. - Según me enteré, ayer los empleados llegaron más tarde ¿por qué?- Porque… se les permite llegar un día a la semana, un poco más tarde.-Aja, y… ¿Qué hizo la mañana del día de ayer?

Repartí el desayuno en todas las habitaciones con unos empleados que se habían quedado.- ¿Quién los preparó?-Yo, por supuesto.- Supe que tuvo una riña con McFarland ¿Quién ganó? ¿Le dejó alguna herida?-Gano él y me dejó muchos moretones en la rodilla.-¿Se declara culpable o inocente?-Inocente, yo no pude haber sido.-Puede retirarse.- Le indicó Graff-Gracias.

Llamó al policía y le pidió que por favor llamara al comisario.Cuando llegó, el inspector le pidió que le dejase verificar el camisón de la mujer.-Por supuesto,- le dijo Schneider – pero no sé para que lo quiere.

Luego de unos minutos le entregaron el camisón. Era uno muy fino, de seda blanca. Tenía unas manchas que resaltaban mucho. Eso quería mirar él. Cuando las olió, tenían como un aroma a té, pero con algo más, un olor horrible.

Al otro día volvió a llamar al comisario. Le pidió que se encontraran en el café del hotel.

- Tengo solo un problema- dijo Graff.- ¿Aún no encuentra al culpable?- No, en realidad ya lo descubrí, pero lo que pasa es que… ¡Fue demasiado fácil!-¿Cómo? ¿Y quién es?-Heinz Rudolf Fischer. ¿Ese buen hombre? ¿Por qué?- Él no se aguantaba a la pareja, porque hacían muchos disturbios en su hotel.

Luego tuvieron una disputa Fischer y McFarland. Así que decidió tomar venganza y envenenarle su té. Hizo que los empleados llegarán más tarde para hacer el desayuno él.

- ¿Pero cómo fue que lo tomó la mujer?- Bueno, seguramente la taza rosa era para ella y la azul para él. Cómo él no tomó

su desayuno ella lo tomó por él. - ¿Cómo supo que el veneno estaba en el desayuno?- Porque la mujer tenía una mancha de té en el camisón y tenía un olor

extrañísimo, que solo lo tienen los venenos especiales, que tardan al menos una hora en hacer efecto en el cuerpo.

- La verdad que quedé impresionado. Ahora mismo efectuaré el arresto.- dijo el comisario y se fue.

El inspector Graff, mientras la policía arrestaba al culpable, fue a empacar sus cosas.

Luego se dirigió a tomar un autobús para volver a disfrutar sus merecidas vacaciones.

Fin

El caso de los gemelos idénticos

Por Josefina Carbone

En aquel frío invierno de 1954, un caso policial sacudió a un pequeño poblado, en las afuera de Londres.

Mr. Peter Zoc, detective de Scotland Yard, tuvo a su cargo la investigación de los hechos. Zoc era un hombre casi anciano, muy delgado y alto. Era extremadamente desconfiado y serio .No existía en toda Inglaterra ningún detective que lo superara en el arte de descubrir enigmas policiales de difícil solución.Tres hombres armados y con sus caras tapadas habían entrado a robar a una licorería, llevándose una antigua medalla de una colección muy valiosa que tenía el dueño. Luego se retiraron sin sacar la plata de la caja, ni el licor.Era un caso sumamente raro…en el lugar se encontró un arma perteneciente a la policía, un fino estuche vacío (que no era de la medalla robada), una navaja y en el pasador de una ventana rastros de cabello corto y rubio .También contaba Zoc con el testimonio de Pierre, un francés que dirigía un hotel justo enfrente de la licorería robada.El testigo contó que vio a dos personas bajas, obesas, desalineadas y a un tercero alto, delgado y muy bien vestido; salir con sus caras tapadas y que luego se las descubrieron, a la hora que aproximadamente ocurrió el hecho.El detective supo por las descripciones que se trataba de los gemelos Max y John Smith. -¿Que harían en ese lugar si eran incapaces de robar algo?- pensó Zoc en voz alta -Eran dos adolescentes un poco inconscientes pero no delincuentes. Pero.. ¿Qué hacían con Jack? Ese sí que era un bandido.Después de haber investigado mucho, Zoc descubrió que Jack quería esa medalla, la necesitaba para completar su colección.Los gemelos en su confesión relataron que Jack les había prometido llevarlos a un parque de diversiones. Ellos sólo querían divertirse sin pensar en las consecuencias.Finalmente Jack quedó tras las rejas y los gemelos tristes por el engaño, debieron ser retirados por sus padres de la comisaría.

CRÍMENES EN LA CORTEPor MATEO ESPADA

¿QUIÉN ES ULISES? Ulises era un hombre de estatura normal, flaco, morocho de ojos marrones. Vivía en La Plata, Argentina. Siempre hablaba con mucha fluidez. Desde chico amaba buscar la verdad y defender a los inocentes. Era un gran estudiante. Fue a la facultad de Derecho. Luego de unos años se graduó y así comenzó su empleo como abogado.Fue muy dedicado y tuvo innumerables casos.EL HÉROE DE LOS ABOGADOS

Ulises solía ir con frecuencia a la sala de audiencias para observar los juicios; incluso esos que no les concernían. Lo hacía como ejercicio de lógica; para ver qué caso hubiera podido resolver.Un día, un hombre estaba siendo juzgado por participación en un robo. El fiscal era Juan José, el héroe de todos los abogados, pues nunca había perdido un caso. Y junto con el abogado defensor dijeron lo siguiente:-Si el acusado es culpable, entonces tenía un cómplice-dijo el FiscalAbogado defensor respondió: -¡Eso no es cierto!Ulises pensó que esto era lo peor que el abogado defensor podía haber dicho, ya que al decir que no tenía un cómplice, admitió que su defendido era culpable y que había actuado solo.Esa técnica de hacer que el culpable admitiera, era una gran estrategia. UN CASO ESPECIAL Necesitaba dinero, estaba mudándose a un departamento nuevo con su esposa. Había pagado recientemente su boda, había comprado muebles nuevos y otras cosas. -¡Es un gasto importante!-pensó Ulises. -¡Necesito un nuevo cliente ya!Además su esposa decía que los muebles y adornos que compraran tenían que ser importados y así cuidaban mucho la apariencia ante sus vecinos. Creían que si no lo hacían les traería mala reputación y daría mala impresión ante los demás.Justo en ese momento, como caído del cielo, tocaron el timbre. Precisamente en ese instante su esposa iba a sugerirle otro producto carísimo para comprar. Las noticias mejoraron cuando abrió la puerta y le dijeron: -Abogado Ulises, soy Cindy. Tengo un empleo para usted- La mujer que le hablaba era rubia, de baja estatura y de ojos verdes; estaba muy bien vestida y maquillada y con grandes lentes de sol aunque eran alrededor de las 20hs. A partir de ese momento comenzó a contar toda la historia… CINDY Al parecer su esposo, el señor Ronald, dueño de una gran empresa inmobiliaria, fue acusado del asesinato de su propia secretaria. Ese día, él había llevado a sus hijos al colegio y luego se había ido más temprano a su trabajo para organizar los papeles como siempre, sólo que esta vez encontró en su escritorio a su secretaria muerta. A primera vista no sabía si estaba muerta o viva, así que se acercó para ver su estado y la halló con un tiro en su frente y sangrando. Tenía las manos manchadas con sangre justo cuando entró un empleado suyo llamado Carlos que mal interpretó la situación, porque pensó que Ronald era un asesino. Ella pensaba que había sido demasiada casualidad que justo apareciera este empleado en el peor momento. ¿Y si la hubiera matado en ese lugar? ¿Cómo es que posible que ese día la secretara llegara temprano cuando siempre llegaba tarde? -¿Y? ¡Aquí estoy!- dijo Cindy, esperando que Ulises le respondiera. -¿Me ayuda o no?- El abogado le respondió que sí, pero necesitaba pruebas además de su declaración como la esposa del acusado. Entonces ella le recomendó que buscara a un detective privado llamado Roberto. EL DETECTIVE Fue entonces a la dirección que le había dado Cindy para encontrarse con el detective. El edificio era muy viejo y parecía abandonado. Estaba empezando a creer que ya no había nadie allí o que le habían dado la dirección equivocada cuando un hombre con sombrero y

campera marrón, alto, morocho de ojos verdes con barba, le abrió la puerta y le dijo: –¿Qué necesita?Él le respondió: -Necesito sus servicios. Tengo un trabajo muy importante para usted y luego le contó toda la historia, y después juntos se pusieron a pensar qué hacer. Roberto pensaba que Cindy tenía razón, así que sugirió que deberían investigar a ese supuesto empleado. y se pusieron en marcha..

LA INVESTIGACIÓN Ya decididos a investigar, se fueron a buscar al sospechoso. Se enteraron dónde vivía Carlos gracias a sus compañeros de la empresa. Empezaron a vigilar su casa y no pasaba nada. Justo cuando les estaba ganando el aburrimiento, el empleado salió de ella. Lo siguieron pensando que conseguirían pistas importantes, pero sólo hizo lo que cualquier hombre promedio haría, compró comida, ropa nueva y salió con sus amigos por la noche. Durante cinco días lo siguieron pero sin resultado. El momento del juicio se acercaba y hasta pensaron que tal vez el señor Ronald era culpable. Pero en el sexto día de vigilancia todo fue distinto porque no hizo el recorrido que acostumbraba, sino que fue a una casa abandonada que era para demoler. Decidieron entrar por la ventana para ver lo que sucedía. Allí descubrieron al empleado hablando con un extraño muy musculoso, morocho, de ojos celestes. -¿Quién era ese muchacho?- se preguntaron. Luego empezaron a hablar…

LA VERDAD DE JUAN JOSÉ -Hola Juan José- ¡Llegas tarde!- lo retó Sheik, un abogado muy prestigioso a quien Ulises admiraba. –No importa. Vamos a lo que vinimos a hacer- dijo Juan José – ¿Estás seguro de que la muerte de la secretaria de Ronald arruinará su compañía?-Sí, gracias a Carlos, el empleado que encontró a Ronald el día del crimen en la oficina, supimos la importante suma de dinero que la secretaria hizo perder a Ronald, tu rival. Sabiendo esta debilidad la explotamos. Como todos vieron a Ronald gritándole a la secretaria por su incompetencia, todos sin dudarlo pensaron que había sido él el asesino y como soy el abogado de la familia de la secretaria lograré que Ronald pierda su compañía y mi empresa será la más importante – le dijo Juan a Sheik – Pero si se dan cuenta de que es un engaño será el fin de mi compañía. Ya sospechaban desde un principio pero sobornando al Juez, como siempre, he hecho que nadie se entere de nuestro plan- explica Juan EL DUETO DE LOS LOCOS Al haber escuchado esta conversación escaparon Ulises y el detective por la ventana muy asustados y se dirigieron a la comisaria. Cuando llegaron se dispusieron a demandar a Juan José, a Sheik, a Carlos y al juez a cargo del asesinato de la secretaria de Ronald por…….. Y le contaron todo su plan al policía; el policía no les creyó pero les dijo -¡COMO SE ATREVEN A MANCHAR EL BUEN NOMBRE DE ESTAS PERSONAS!, ¡ADEMÁS, SI FUERA CIERTO NO TIENEN PRUEBAS ASÍ QUE FUERA DE LA COMISARIA DUETO DE LOCOS! QUIÉN ES SHEIK

Sin nadie que les creyera se fueron a la casa de Cindy, muy devastados y con las caras largas. Cómo le dirían que averiguaron que todo era una trampa como ella sospechaba pero que la policía no les creía. Pero necesitaban informarle su progreso y sacarse la duda de quién era ese tal Sheik, porque lo que sabían hasta ahora de él era muy poco.Ya en la casa de Cindy, ella les explicó que Sheik era dueño de una importante empresa inmobiliaria igual que la de su esposo. La empresa de Sheik era más antigua pero la de su esposo estaba avanzando muy rápido y aunque no era tan grande como la de Sheik, lo sería en unos pocos meses más. Había visto como una amenaza la compañía de su esposo y decidió eliminarla buscando sus debilidades con Carlos infiltrado dentro de la empresa. ¡¡¡QUE MALVADO!!! UNA CUCHARADA DE TU PROPIA MEDICINA Ya en el juicio pensaron y discutieron mucho hasta que Ulises se dio cuenta lo que debía hacer…Perdió el caso, es que no podía ganar con el juez sobornado. Luego del juicio se le acercó Juan con una sonrisa burlona diciéndole: -No te sientas mal perdiste contra el mejor ja ja ja ja jaY él le respondió -Puede que tú seas el héroe de todos los demás abogados pero yo sé la realidad tú eres un farsante así que, ¿por qué no dejas de fingir conmigo? -Entonces Juan metió la mano en el bolsillo de Ulises y le sacó un grabador y gritando dijo:- ¿Creíste que caería en tu trampa? Un poco de tu propia medicina pensabas, pero yo no soy tan tonto, qué importa que tú sepas que soy un farsante, ¿quién creerá en tu palabra? Sólo pensarán que eres otro abogado celoso, además son muy tontos para darse cuenta de mi trampa.-El tonto eres tú por delatarte solo-le respondí. Recuerda que estamos en un tribunal y hay cámaras para atrapar a los ladrones o en este caso a los estafadores como tú. Estuvo grabando en todo momento y tiene todo lo que dijiste desde que comenzamos a hablar así que perdiste. Usé tu técnica dejé que te descubrieras solo-.El resto fue lo esperado: Juan José fue arrestado por fraude, la empresa de Ronald paso a ser una de las más importantes del país, la empresa de Sheik cerró y él está en la prisión pero no estará solo pues también fue enviado ahí Carlos por los mismos cargos. Ulises compró las cosas que tanto quería su esposa y siguieron viviendo felices en su departamento nuevo. Roberto se volvió un famoso detective y se retiró muy feliz. Ahora son muy amigos después de aquella aventura. Y pronto esperan volver a tener otra igual………

Fin

TRÁGICA LUNA DE MIEL

Por Belén Otrera

Es raro como las personas que se quieren pueden hacerse este tipo de cosas.

Uno de los casos más recordados últimamente el de una joven mexicana, muy bella.

Ella estaba de luna de miel con su marido en una hostería muy exclusiva en las montañas. Por alguna razón la chica todas las noches desaparecía y volvía a la madrugada.

Una vez, dejó una carta a su esposo explicándole por qué no estaba suficiente tiempo con él.

Su carta decía:

“Amor

Discúlpame que no esté aquí en las noches y que casi no pasemos tiempo juntos, es que descubrí que tengo unos parientes cerca de la hostería y para pasar más tiempo contigo en el día, yo me voy en las noches a visitarlos así puedo estar con ellos también.

Espero que no estés molesto conmigo Violeta.”

Eduardo, el marido, leyó su carta pero no le creyó la historia de la familia cercana porque ellos se conocían hacía ya cinco años, y nunca había escuchado que tenía parientes en ese lugar. Además conocía toda la familia de Violeta, o eso creía...

Esto hizo que Eduardo comenzara a sospechar de sus salidas nocturnas.

Un día, Eduardo fue a ver al conserje del hotel y le preguntó:

-“¿Ha visto salir a mi esposa?”

El conserje le contestó:

-“No la conozco”.

-“Es alta, morocha como yo, por su acento es fácil darse cuenta que es mejicana y siempre lleva una cartera fucsia ya que no trajo otra al viaje”- dijo Eduardo describiendo a su mujer.

-“Por lo que me dice, he visto a una joven muy parecida pero ella es argentina “-le contestó Ivo, el joven conserje.

Eduardo le agradeció y se fue al hall del hotel para ver si encontraba en la guía alguna persona en esa ciudad con el apellido de la madre o el padre de la esposa, pero no encontró nada.

Muy preocupado regresó a su habitación y encontró otra carta que decía:

“Eduardito

Espero que no te moleste que me haya ido sin avisarte. Si estás leyendo esto, es porque ya estoy en casa empacando mis cosas para mudarme.

Te tengo que confesar que en las noches yo huía para ir a ver a Ivo, el conserje. Nunca te conté pero cuando vine a la Argentina lo conocí en el primer año de la secundaria. El era mi mejor amigo, hasta decidimos hacer la carrera universitaria juntos. Después nos enamoramos y fuimos a vivir juntos. A pesar de formar una linda pareja no éramos muy felices, entonces decidimos tomarnos un tiempo. Pero yo siempre lo seguí amando...

Supe que había abandonado la facultad y que estaba trabajando, pero no me dijo dónde era.

Luego llegaste tú a la facultad y creí que contigo podría olvidarlo.

Reencontrarnos aquí fue un momento nostálgico ya que ambos nos dimos cuenta que aún nos amábamos.

Empezamos a charlar de los años en que salimos y me dio un beso. Te estuve engañando con él en la luna de miel.

Discúlpame pero no puedo decirte que te amo, estoy muy confundida.

Lo siento mucho, Violeta”.

Todavía perplejo por la confesión de su esposa, Eduardo decidió quedarse en la hostería unos días más para no cruzarse con ella. No sabía cómo reaccionaría si la veía.

Violeta después de unos días, decidió ir a la hostería a despedirse de su esposo personalmente. Su madre la pasaría a buscar por allí. Y así lo hizo.

Después de 45 minutos de espera en el hall del hotel, Amelia, cansada por la tardanza de su hija, decidió subir a la habitación de su yerno. Allí encontró a la chica muerta, tirada en el suelo. Cerca de su cuerpo había un vaso caído con restos de un líquido de un color y olor muy extraños.

Muy desesperada la madre decidió llamar a un detective de su confianza para investigar el homicidio de la joven.

El investigador observó detenidamente la escena del crimen y dedujo que la chica había sido obligada a beber ese líquido. Tenía varios moretones en su cara y lastimados los labios como si le hubiesen abierto con fuerza la boca para introducirle el agua con el veneno.

Luego de ser interrogado, Eduardo le entregó al detective las dos cartas que su esposa le había dejado. Después de leerlas y anotar algunas cosas en su libreta el investigador se las devolvió.

Los dos únicos sospechosos eran, hasta entonces, el marido de la víctima y su amante, el conserje de la hostería.

Sus razones para inculparlos eran que Eduardo, tal vez herido por haber sido engañado y abandonado por Violeta, había decidido vengarse de ella pero también Ivo, su amante, podría haberla asesinado por celos, ya que Violeta fue a encontrarse nuevamente con su marido en el hotel.

Esa misma noche, la madre de la joven encontró a Ivo llorando sobre un marco que contenía una foto de la victima diciendo “amor, me arrepiento de lo que te hice, yo te amo.”

Más tarde encontró a Eduardo hablando solo, diciendo: “ahora estas allá arriba, y seguramente estarás arrepentida de haberme usado”.

Si bien eran frases comprometedoras ninguna de ellas era prueba suficiente para arrestarlos por homicidio.

A la mañana siguiente, el detective volvió interrogarlos para que confiesen cuál de ellos era el culpable pero no obtuvo ningún resultado.

A la tarde del mismo día, Ivo no soportando más el peso de la culpa, terminó confesando que él lo había hecho.

Fue condenado a varios años de cárcel. Y aunque parezca increíble una de las pocas personas que lo visitaba era Eduardo. Es que pudo perdonarlo.

Un asesinato, una víctima,Un culpable…

Por Agostina Fantini-¡¡Amanda, vamos se hace tarde!! –

Se iban de vacaciones a San Martín de los Andes con su marido Jorge, se iban de luna de miel, ya que era ahí donde se habían conocido, era su lugar preferido, les

encantaba la nieve, mas que todo cuando se podía esquiar y disfrutar del chocolate caliente con torta en esos días que no se podía salir afuera por tanta nieve que había,

era un viaje agotador, en micro, saliendo de Buenos Aires y pasando por distintos lugares. En el transcurso del viaje se encuentran con un hombre, era flaco y alto con

un ojo medio chueco que teDistraía muy fácil, igual se veía con cara de sospechoso, el hombre de la nada les

empieza a hablar, tenia voz de niño como si se hubiese quedado en la infancia- ¡disculpen, que bella dama!-

-¡Hem!- se mete el marido como celoso-ha, como les decía ese lugar me lo vendieron ami, el 21,-

– debe haber un error, tengo el boleto. Y… hay muchos lugares libres ¿por que no va a otro?-contesta el marido

-vuelve a contestar el del ojo –si, pero no hay tantos lugares que vengan con una hermosa dama al lado,

¿o, sí?-El marido furioso se hace el distraído y mira por la ventana, en unos segundos se duerme, el del ojo y Amanda empiezan a hablar, el iba a recibir un empleo que le había conseguido su primo, no estaba bien seguro pero cree que era de conserje, igual lo haría sea cual sea el empleo, por asuntos económicos, también sabía varios idiomas como el francés o inglés.Al llegar el del ojo les ofrece un lugar en el hotel a menor costo Amanda lo quiere aceptar, pero el marido no estaba tan seguro, pero al final, como siempre gana ella con la idea de

quedarse en ese hotel.La primer noche, estaban invitados a un bar que fue ahí donde se conocieron todos, y

estaba también el conserje o como le llamamos nosotros el del ojo.Esa noche pasó de todo, hasta se confesaron varias cosas, por eso también se logro una

pelea con discusión entre Amanda y Jorge, por eso es que estaba medio furioso, al otro día del bar, Amanda aparece muerta en la cama con un vaso de alguna bebida rara, en el

lugar donde la entierran hay un hombre que nadie conocía se llamaba IG o al menos le decían así y mas no nos pudimos enterar, dijo que la había conocido cuando eran chiquitos, y que se había recibido hace poco de detective o algo así, les ofreció sus

servicios ,-y bueno… es el único que hay-

Primero lleva a investigar el cuerpo y descubren que en el vaso no había huellas de su mano sino de alguien más, y que ella había sido obligada a beber esa bebida, con un

supuesto “veneno”, luego de unosdías descubren que en la bebida no había nada malo, y era una mezcla de kiwi con algo

raro, en fin, el veneno estaba en la bombilla que le pusieron con ese vaso tan alto.Preguntaron quien lo había traído y quien lo había preparado, el que lo había traído no tenía nada que ver con eso y el que lo preparo era un chef desconocido .Luego de varios

días de búsqueda el chef sigue sin aparecer y entra de chef un especialista según el, Frances, hasta parecía bastante creíble, lo hablaba muy bien. Al otro día descubren tres

sospechosos el marido por su alta discusión que había ocurrido un día antes, el otro era el conserje por hablar con ella mucho tiempo y estar en el bar con ella el ultimo, sospechoso

era el nuevo chef, sin ninguna razón pero…

Al poco tiempo se descubrió que el nuevo chef y el conserje eran la misma persona y que él había sido el asesino.

Al parecer el tenia una tienda de disfraces, pelucas, etc. era millonario en Francia y era el asesino de varios casos, el que se disfrazaba siempre de algo distinto. Primero adquiría

confianza de sus víctimas, sino les agradaba simplemente las mataba de una forma particular y si les agradaba y le parecía linda mataba al esposo y se quedaba con ella. En

este caso le salio mal: al interrogarlo habla y dice :-Yo en realidad había querido matar al marido, Amanda(hace la señal de la cruz

entrecerrando los ojos) era muy buena y amable, pero el marido lo arruinó con los celos, por eso fue el intento de asesinato que al fin terminó saliendo mal.

Yo me las había ingeniado al ponerle veneno en la bombilla en que el tomaría, el detective pide que se retire y hace entrar a Jorge y pide que cuente su versión de la historia, medio

nervioso habla- cuando volvimos del bar empezamos a discutir, ya ni recuerdo porque razón,

yo cuando me pongo nervioso me doy una ducha, y eso hice, cuando volví la encontré muerta sentada en la cama, ni me había enterado de que había recibido una bebida, estaba tan furioso por lo de la pelea que, en el momento no sabia que hacer, corrí en busca de un

teléfono y llamé rápido a emergencias, fui aunque estaba muerta le pedí perdón, yo se que no me escuchó pero si no me quedaría con la culpa –

El regreso del Inspector GraffCamila Varela

• El inspector Graff, se encontraba en París. Después de un largo tiempo sin trabajo, volvió a sonar su teléfono, informándole que había ocurrido… Una tragediaJefe Gregory:Graff, hace varios días, en Canadá ocurrió una tragedia, y lo necesitamos aquí en unas horas… ¿Qué me dice? –Inspector Graff:

- Hace mucho tiempo que no me concentro en estos trabajos, pero me emociona su llamado, en unas cuantas horas, me tomaré un avión. Lo veo pronto, saludos jefe.-

Así fue como me incluyeron en el caso, fue impactante para mí volverme a integrar en estas cosas... Deseaba llegar a Canadá para ser informado de absolutamente todo. Inmediatamente saqué un pasaje para llegar lo más pronto posible, era muy fuerte la alegría. Finalmente, llegué. En la terminal había un hombre robusto, oscuro, con la cabeza tapada, simplemente con una pipa, mirando hacia el Oeste... Parecía impaciente, al rato, se sentó junto a él, otro muchacho, un poco menos vestido, se miraban, se hablaban, pero no alcancé a escucharlos. Me sorprendió la manera en que se miraban, como queriendo mostrarse algo, pero no le di importancia y me retire de la terminal, me tomé un taxi en el medio de esa lluvia tormentosa, me subí y le dije que me llevara a la pequeña hostería de montañas, donde se alojaba la gente con poco dinero. Llegué, me bajé y fui directo a hablar con el conserje del hotel, haber si podía hacerme un lugar allí. Tardo en contestar… Me miró como diciendo “hay algo raro en el”, pero contestó.

Inspector Graff:- Espero que sea usted el indicado en contestarme esta pregunta… -

Conserje:-… (Cinco minutos después)… Supongo que sí, continúe -- Necesito una habitación, soy solo uno, me haría un gran favor –Él no volvió a contestar, me hizo una seña con la mano, mirando hacia ambos costados, como si no quisiera que nadie lo viera, por supuesto lo seguí, me guió hacia una habitación. Era linda, pero había humedad. Luego me puse a pensar, y le vi un rostro muy conocido al conserje, ¡SÍ! Era el… Hace tiempo nos cruzamos en París, en una tienda de zapatos, tal vez no me reconoció. Una vez instalado, llame a mi Jefe Gregory, le pedí por favor el nombre de la víctima, y si es que había, de lo/s sospechoso/s. Me los dio y empecé a investigar. Hace una semana atrás en esta misma hostería ocurrió una tragedia, de la misma que hable cuando comencé a contarles la historia, una joven mujer fue envenenada. Los sospechosos del delito, eran el conserje y su marido. El nombre de la joven era Pattie y el de su marido, Jeremy. Preferí no enterarme del nombre del conserje, era mejor llamarlo así. Apenas colgué, empecé a investigar sobre el homicidio, al parecer anteriormente Jeremy el esposo de la victima y el conserje habían tenido un conflicto, por el tema de la plata en la hostería, problemas económicos. Ellos ya hacia varios años que se encontraban ahí, después de un viaje a Europa, que fue muy duro para la economía de ellos. Pudieron pagar, pero el conserje, guardo su rencor, era mucho el odio, a causa de casi sacarle su trabajo. Una vez muerta la joven, trate de ganarme la confianza de Jeremy, golpee la puerta de su habitación, y me invitó un café, en la esquina de la hostería, empezamos a hablar, con la excusa de “no conozco este lugar, me gustaría que me ayudara a movilizarme ya que supuestamente hace varios años que usted se encuentra aquí”. Comencé a preguntar sobre su vida, tratando de llegar hacia el tema de la mujer, hasta que logré hacerlo. Empezó relatándome que no tenia hijos, que tenia una esposa, hasta llego a llorar, dudé un poco de su inocencia. Me sentí un policía interrogador, en vez de estar en el café sentí que estábamos en la comisaría, fue fascinante. Luego me junté con el conserje, y le hice las mimas preguntas que a Jeremy, ya me había acostumbrado a tutearlo. Analicé los dos casos, también dude de su inocencia… Me costo lograr deducir la situación. Unas semanas después arme una especie de amistad entre los tres, y ya con esa pequeña confianza que me tenían, avancé. Era una presión que no podía controlar, ellos se miraron, y al sacar el tema, empezaron a discutir, ahí note un dolor intenso en Jeremy, el conserje estaba demasiado tranquilo, Jeremy una tarde quiso merendar con su mujer, y al notar que entre ellos dos, había una fuerte mirada, un conflicto, un poco de rencor, afirme: Graff:- Bueno, me presento realmente, soy el inspector Graff y he venido hasta aquí, para resolver el caso de su mujer Pattie (le dije a Jeremy). ¡Usted es culpable! (señalando al conserje) –Conserje:¿Yo?, no no no, usted se esta equivocando.Graff:No, para nada señor. Usted era el único que guardaba rencor, lo note en su mirada…Al guardar el recuerdo del conflicto, esa tarde cuando ellos dos merendaron, usted busco el punto débil de Jeremy, jugó donde más le dolía, SU MUJER. La enveneno, y falleció. Mientras tanto Jeremy, escuchaba, y lloraba...

Me levante de la mesa, pagué, llame a mi jefe, y dije: - Jefe, gané – y colgué.

A Jeremy lo deje libre, al conserje, no.

TRAGEDIA INEXPLICABLEPor Juan Pedro Contreras

cuando salimos de mi oficina, comprendí que ese era el momento para liberarme de ellos. una vez dentro de su auto sería imposible. pero no encontraba la forma de hacerlo. como si hubiera adivinado lo que estaba pensando, al grandote se le desfiguró la cara en una mueca incomprensible. el tipo estaba tratando de sonreír claro que los resultados eran desastrosos. antes de subir al ascensor, agitó la pistola y me dijo: - ¿a que no te escapas?

espera

- lo pensé y me pregunté: ¿cuantos años más me darían si mi intento de escape fallara…? y así, fueron pasando mis años en prisión. por mi buen comportamiento me dieron libertad condicional. sólo me quedaban tres años, tres largos años, para recuperar… mi añorada libertad.-

tristeza

cuando llegué a mi casa recordé, recordé y recordé… volví a mirar todos los recovecos de la casa, y en el living estaba esa mancha roja, que era de sangre.en el mismo lugar había quedado el cuchillo, con el mango pintado de rojo, también era sangre. esa arma, el arma, esa arma me arruinó la vida.ella, el amor de mi vida, me engañó y la culpa la apoderó. ¡si! yo, la había perdonado, pero ella, no se perdonó. tomó el cuchillo que estaba de adorno sobre la mesa, y sin dudarlo se lo introdujo en el cuello. justo allí me desmayé y caí sobre la mesa, empecé a rodar por el piso, hasta que choqué con la mancha de sangre en la pared.-

malentendido

desperté confundido y llorando tomé el cuchillo, cuando estaba por matarme, entraron dos policías por cada puerta de la casa, me agarraron rápidamente, y sin darme oportunidad alguna, me llevaron a la comisaría. cuando ella calló se golpeó con la estufa a leña, rodó y como los dos estábamos golpeados, la justicia supuso que nos habíamos peleado, y malentendió que yo fui su asesino. entonces aquí estoy… con mi casi libertad.-

vida

trece años después…

- ¡amor! dile a pette que deje el celular.

sí, amor, un nuevo amor. ella me ayudó a reconstruir mi vida, cuando estaba mal, con muchas adicciones, lo fue todo, gracias a ella salí adelante. me dio dos hermosos hijos: pette y lily.-

dolor

otro de esos días como cualquiera, estaba pette en el comedor jugando… con un cuchillo también de mango rojo, de adorno. mi cabeza, dejó de ser mía… empecé a recordar sin ser yo le saqué el cuchillo al niño. y sí, el y su corta vida, pobre pette.yo estaba arrepentidísimo de haberlo hecho, pero sin dudarlo, fui a la pieza de lily y también, su corta vida, también estaba muy arrepentido, fui a nuestra pieza muy angustiado y allí estaba mary, leyendo sus libros de poe.- me he vuelto loco – le dije, con mi cuerpo manchado de sangre.

llorando, intentó correr, no la dejé ir. la agarré la tire sobre la cama y devuelta, se lo clavé en el mismo lugar que a mis hijos.la locura me había conquistado, oh sí, un placer, sólo y tranquilo tomé una soga, la até hacia los dos clavos en la pared y me colgué. sin sonido alguno, no más remordimientos, la tranquilidad absoluta.

El Olor de la MuertePor Belén Levandovsky

Era una noche negra y sombría, el viento soplaba a mí alrededor provocándome un escalofrío en el pescuezo, apenas podía ver el asfalto en la acera de la calle 54, pero avance a través de ella, no podía decir que me sentía cómodo en ese lugar, era mi primera vez allí y además, Villa Elvira de noche era muy peligrosa. Pero al fin y al cabo, llegue a mi destino, era una casa, o mas bien, una mansión muy bien decorada y antigua con arreglos florales, lo cual no me sorprendió mucho, la persona a la que buscaba siempre tuvo afición a lo antiguo y lo poco común, me abrí paso entre las enredaderas procurando no pisar ninguna planta, era mucha decoración para mi gusto, siempre fui muy retraído en mi mismo, no me importaba mucho la gente o lo que pensaran de mi o mi alrededor. Luego de pasar entre todas las plantas llegue hasta la puerta y toque timbre, deben haber pasado diez minutos hasta que hubo respuesta por parte de los inquilinos, yo estaba por marcharme cuando abrieron la puerta, era una joven de cabello largo rojizo de aparentemente unos veinte años.

-Disculpe, ¿En que puedo ayudarlo?- Me dijo, desconociendo que hacia yo allí -

-Perdóneme, ¿Esta no es la casa del Sr. Brandon Meviller? -

-Si, así es, es mi padre, hace poco se vino a vivir aquí con migo, pero no esta ahora, salio a hacer un encargo ¿Para que lo busca? -Me respondió abruptamente-

-Mire señorita, yo soy Jonathan Braun, he ayudado a su padre en algunos de sus casos en varias oportunidades, el mismo me llamo para que lo acompañara en este caso, si su padre no esta, ¿Tendría la amabilidad de decirme a donde fue? -

–Esta bien, fue a un barrio llamado Recoleta, específicamente en “Blues & Dreams”, un apartamento en el que realiza la investigación, creo que si va en auto llegara en treinta minutos, déle saludos a mi padre de mi parte. -

-Bueno, gracias, una última cosa, ¿Me podría decir su nombre? -

-Jessica, Jessica Meviller.

-Bueno, gracias Jessica, adiós.

-Adiós.-

Luego de salir me quede pensando en muchas cosas, Meviller y yo éramos amigos, ¿Por qué no me contó que tenia una hija? Esa y otras preguntas invadían mi mente, podría haberme plantado en el responderlas, pero fue entonces cuando recordé que necesitaba un coche, así que empecé a caminar hacia la remisería, en medio de mi recorrido, comenzó a lloviznar y tuve que buscar refugio bajo techo, al cabo de unos quince minutos ceso la llovizna y volví por mi camino. Cuando llegue, pregunte si tenían algún auto disponible, al responderme que si, me incorpore en este y le informe al chofer mi destino.

En el camino, iba pensando como podía ser el caso, un suicidio talvez, o un asesinato pasional, en todo eso pensaba mientras transcurría el trayecto. Cuando iba llegando a Recoleta el taxista me dijo que ya era tarde y que debía volver a su estación, luego de eso le pregunte si sabia donde quedaba “Blues & Dreams”, me dijo que no lo sabia y luego se fue. Debí estar media hora preguntando a la gente que pasaba donde quedaba “Blues & Dreams” hasta que di con alguien que me pudo ayudar, llegue a “Blues & Dreams” a las once en punto, entre y pregunte por el detective Brandon Meviller, pero al parecer ya se había ido, volví muy decepcionado a mi casa y espere impaciente que llegara el día de mañana para ir de nuevo a Villa Elvira y preguntarle de que trataba el caso.

A la mañana siguiente tome el “Este 16” y fui directo a 54 e 6 y 7, donde vivía mi amigo, el llegar a la parada de micro vi un puesto de diarios cerca y decidí comprar uno para ver los titulares, saque la sección policial de mi diario por que estaba harto de las exageraciones y las mentiras de los periodistas, pero solo basto con leer la primera plana para ver, entre política y deportes un caso policial, o mas bien un testimonio del investigador del caso, la noticia decía:

“…Mujer de sesenta y ocho años muerta en su habitación…”, “...El detective Meviller rechaza la idea del suicidio e investiga la teoría del asesinato…”.

Yo leía todo esto y no podía creerlo, hacía tiempo que los periódicos no escribían sobre el o sobre otro detective, definitivamente ese caso debía tener mucha importancia para la prensa, todos los diarios tenían el mismo encabezado, “El Día”, “La Nación”, “El Clarín”, todos decían lo mismo, esa noticia me sorprendió mucho, tanto que me olvide que tenía encontrar un micro que me llevara hasta casa de Brandon en 54, por suerte lo recordé justo a tiempo, ahí mismo pasaba el micro que buscaba.

Media hora después me baje a unas cuadras de la casa y me puse a caminar, después de todo era un día hermoso y no había fijado un horario justo con Brandon, así que empecé a caminar, con pura tranquilidad mirando la hermosura del paisaje, pero esa vista plena no puro durar mucho ya que de tanto verde y tanto cielo no me había fijado en lo que importaba, ya me había pasado la calle 54, todo por quedarme mirando las flores y lo pájaros volar.

Luego de volver algunas cuadras llegue a 54, me pareció que llegue muy rápido, normalmente me perdía en esas calles, debería estar familiarizándome con el lugar, al llegar a la casa note que el patio parecía en algunas partes quemado, a eso no preste mucha importancia así que seguí atravesando el verde del jardín, llegue a la puerta y toque timbre, a lo cual me atendió la misma persona que la otra vez, era Jessica, la hija de Brandon.

-Hola, ¿Esta su padre?-Pregunté-

-Si, esta, el lo esta esperando.-

Pase y lo primero que me llamo la atención fue la decoración de las paredes, eran todos cuadros extravagantes, por ejemplo “No me falta nada” De Manuel Ocampo, “Century Plaza” De Sarah Morris y “Afro Red Web” De Chris Ofili, todos pintores argentinos. Luego de mirar las valiosas pinturas vi a Brandon recostado en un sillón, justo en ese momento recordé las flores quemadas en el jardín.

-Hola, buenas tardes, hasta que lo encuentro, anoche fui a buscarte a “Blues & Dreams”, pero me dijeron que ya te habías ido.

-Sí, lo estuve esperando aquí y como no apareció, me fui solo hacía allá, no me encontró por que ya había terminado de investigar mucho antes y como era muy tarde y esas calles son muy traicioneras me quede en un motel a la unas calles.

-Parece conocer muy bien las calles de Recoleta, pero ya, a lo importante, ya he pasado por mucho para averiguarlo ¿De que trata ese bendito caso suyo? -Pregunté- ¿No será acaso de una mujer asesinada en su habitación? –Dije, aunque ya sabía la respuesta-

-Veo que usted ha estado leyendo los diarios- Dijo

-Y como no, es el encabezado de todos los diarios, usted esta haciéndose buena fama.

-Ya lo creo, y… ¿Que fue de tu vida en los últimos días?

-Bueno, vera, estuve ocupado en un caso en Bariloche, pero fue muy sencillo en comparación a los casos que usted resuelve, pero, dejemos de hablar de mi, dígame mas detalles sobre el caso, ¿Que ha descubierto?

-Bueno, descubrí una pieza muy interesante de información, resulta que la mujer tenia un vaso con agua en su habitación, y que el asesino entro por la puerta, ahora usted dígame, ¿Qué conclusión saca de estas dos pistas?

-Que el asesino entro por la puerta y la mato, no se con que, recuerde que usted no me dio detalles todavía, en el caso de que mi teoría sea cierta, el asesino debe haber dejado sus huellas en la puerta o al menos las huellas de los zapatos en el piso, listo, caso resuelto.

-Ahí es donde se equivoca, el asesino uso guantes y no dejo huellas, pero dígame, ¿Cómo hizo ese razonamiento tan rápido?

-He estado leyendo los libros policiales de Sherlock Holmes, me encantan esos libros, Arthur Conan Doyle es mi autor favorito… bueno, dejémonos de charla, explíqueme el caso.

-Bueno, como ya sabe una mujer de 64 años fue encontrada muerta en su habitación, murió por envenenamiento, lo que la mato fue arsénico, había una dosis mas que innecesaria de el en el vaso, lo que me da la idea de que el que la mato, tenía que saber con seguridad que moriría al instante, ese detalle me quedo al descubierto cuando note que no había ningún envase de arsénico allí, para quitar dudas revise a donde podría haber caído en caso de que lo hubiera arrojado por la ventana y nada, así que comencé a investigar el asesinato, ¿Qué opina hasta ahora?

-Opino que tengo suerte de ser el aldaretre y no el detective, sería demasiado... – Dije, algo avergonzado-

-Tiene razón, para usted, sería demasiado.- Dijo él, con tono burlón

-Bueno, ¿Y dónde empezamos la investigación?

-En el mismo lugar que antes, vamos a ir a Recoleta e investigaremos.

Luego de esa conversación fuimos directamente a Recoleta, a la cual llegamos más o menos a las cuatro o cinco de la tarde, después de llegar a “Blues & Dreams” entramos a la habitación de la victima y vimos a varios agentes de la policía “Investigando” el lugar, claro que era un esfuerzo inútil por parte de ellos, ya que, si Brandon no pudo encontrar nada, ¿Qué podrían encontrar ellos?

Hicimos que los policías nos dieran paso y nos dejaran trabajar, lo primero que revisamos fue el cuerpo, vi que “El Detective” observaba minuciosamente a la victima yo me decía a mi mismo ¿En que estará pensando Brandon ahora?, quince minutos después Brandon se levanto y fue por el vaso con arsénico que estaba sobre el piso de madera con su liquido derramado en la alfombra, unos diez o quince minutos después vino hacía mi y me dijo “En el cuerpo no hay nada, no se puede hacer nada con el, pero, en el vaso, encontré lo que necesitábamos, un cabello, un cabello del asesino, tengo que ir a que lo revisen, lo veo mañana, si puede, que sea en mi casa, adiós...” así que cuando salí le pregunte a Brandon si podía llevarme hasta Villa Elvira, el me respondió que si, ese viaje habrá sido o me pareció

a mi muy largo, todo el viaje Brandon estuvo en silencio, a mitad de camino ya no podía aguantar el aburrimiento, pero, sin darme cuenta llegamos a la casa de Brandon, cuando el bajo del taxi le indique al taxista a donde debía ir y ahí me llevó, legue a mi casa a las diez y medía de la noche, estaba totalmente agotado así que me fui directamente a dormir, pensando en que iba a hacer y adonde me iba a llevar la investigación de mañana.

A primera hora de la mañana siguiente, yo ya estaba camino a Villa Elvira, como siempre, tome el “Este 16” para llegar a la casa de “El Detective” Brandon Meviller, tan emocionado estaba por ver los resultados de la primera pista que deje de pensar por un momento en cuando bajar del micro, por suerte rescate mi atención justo a tiempo y baje sn problema.

Al llegar a la casa pase de nuevo por entre las enredaderas y llegue a la puerta, toque timbre y volvió a atenderme la simpática hija de Meviller, me hizo pasar y ahí estaba, sentado en su sillón favorito, pensativo y un poco sonriente, me saludo de una manera educada y le pedí que me dijera que había descubierto del cabello en el vaso.

-Bueno, esto no le va a hacer a usted de tanta gracia como a mi, resulta que el cabello que encontramos no era de una persona, sino que era sintética, le estoy diciendo esto porque se nota que usted estaba verdaderamente emocionado por lo del cabello, por ello lo que le dije antes, pero, no se angustie, por suerte, pude identificar el tipo de cabello sintético, esta echo de una manera muy particular y en un solo lugar se fabrican así, en la peluquería “Glasses of Hair”, queda aquí en Villa Elvira, si vamos en auto podemos llegar rápido.

Luego de esa charla nos pusimos en camino en el auto de Brandon, después de medía hora llegamos a “Glasses of Hair”, por suerte para nosotros se encontraba abierto así que entramos, al entrar encontramos a Hernán Ajeraza, un hombre de unos cuarenta años con cabello canoso y de estatura mediana, tal vez de un metro sesenta.

-Disculpe la pregunta, pero, ¿Podría respondemos unas preguntas?- Dijo Brandon

-Sí, por supuesto, ¿Qué se les ofrece?- Respondió el vendedor

-Somos agentes de la policía, estábamos investigando una escena del crimen y encontramos un cabello sintético el cual identificamos que fue hecho en su tienda, dígame, ¿Podría revisar a ver si alguien compró pelucas con cabellos iguales a este?- Dijo mi amigo, como siempre, arrogante.

-Sí, voy a revisar los archivos de mi computadora.

Cinco o Diez minutos después volvió con nosotros y nos dijo “...Estos son los registros de las últimas dos semanas...” aparecían tres nombres en esa lista, Chris Malcolm, Lucy RedField y Agusto Cazallera.

-Estos son los nombres de los que compraron pelucas de ese tipo. –Nos dijo él

-Bueno, muchas gracias- Contestó Brandon

Luego de eso, nos retiramos del lugar y volvimos a la casa de “El Detective”, ya eran como las cinco y media y me invito a merendar, le respondí que en ese momento tenía prisa y me fui, llegué a mi casa a las seis en punto lo primero que hice fue leer el diario para ver si habían puesto mas sobre el caso, y resulta que si, aparecía “...Los oficiales encontraron una pista falsa, un cabello, un cabello sintético, si el caso sigue así, el caso quedará sin resolver...”No lo podía creer, ya no mencionaban a Brandon, solo mencionaban a “Los Oficiales” lo estaban desacreditando, y además, la parte del cabello no era una pista falsa, nos llevo hasta tres sospechosos y, aun más importante, ¿Quién le habrá dicho a los periodistas sobre el cabello? Seguramente un policía celoso de su trabajo, pero eso no importaba, el punto era que debíamos resolver este crimen, y rápido.

-Y... ¿Qué hacemos ahora?

-Investigar a los sospechosos, comencemos con Augusto Cazallera, lo conozco, pero solo de vista, me lo crucé algunas veces de camino al supermercado, vive a unas cuadras de acá, vallamos caminando, sería un derroche ir en auto siendo tan poca la distancia.

Y nos fuimos, como cinco minutos después llegamos a una casa toda negra decorada de una manera muy tétrica, nada que ver con la casa de Brandon, tocamos la puerta y esperamos unos segundos hasta que nos atendió alguien, era Ginebra Cazallera, la esposa de Augusto Cazallera, nos atendió de buena manera y nos invitó a pasar. Augusto Cazallera se encontraba recostado en un sillón, de tanto ver a Brandon recostado en su sillón, me parecía un dejavú.

-Discúlpenos, usted es Augusto Cazallera, ¿Cierto?- Dije

-Sí, ¿Por qué?

-El es Brandon Meviller, su vecino.

-¿Y eso qué tiene que ver con migo?-Creemos que puede estar involucrado en un asesinato.-Dijo Meviller

-¿Me están acusando de asesinato?- Dijo Augusto, preocupado

-No, pero tenemos que descartar todas las posibilidades, ¿Podría decirnos donde estuvo el trece de Junio por la noche?

-Está bien, estaba en la librería hasta las nueve, luego fui a la casa de un amigo mío que se llama Clark RedField, me quedé hasta las once y medía, y por último vine aquí a las doce, pueden preguntar si quieren, verán que mi coartada es valida.

Luego de hablar con el salimos de la casa y empezamos a caminar.

-Está muy pensativo, ¿Qué le pasa?

-Estoy pensando en lo de su coartada, yo estuve en la biblioteca esa noche a esa hora y no recuerdo haberlo visto, pero no puedo asegurar nada, es posible que el no haberlo visto haya sido una casualidad, por las dudas, vayamos a la biblioteca a ver si lo vieron.

Y luego fuimos a la biblioteca, nos encontramos a la encargada de la biblioteca, le preguntamos por Agusto Cazallera y nos respondió que estaba ese día, hasta la hora era la misma, ahora nos faltaba saber si era verdad lo de la casa del amigo, por lo que fuimos donde vivía Clark RedField, también no era muy de fiar ese testimonio, ya que vendría del esposo de Lucy RedField, una sospechosa, pero igual íbamos a ir a ver que nos decían.

Llegamos y nos atendió Clark RedField, le dijimos quienes éramos y que nos acompañara, el nos siguió y lo llevamos a la jefatura, a la sala de interrogaciones. Mientras Brandon hablaba, yo permanecía callado escuchando la conversación.

-Bueno, ahora que estamos solos puede decirnos la verdad, ¿El trece de julio usted estuvo con Agusto Cazallera por la noche?

-Si, es verdad, se quedo conmigo hasta mas o menos las once, no se que habrá hecho después.

-Bueno, ¿Y su esposa? ¿Dónde estaba?

-¿Qué tiene que ver ella en esto?

-Nada, es solo para saber, así que dígame, ¿Dónde estaba su esposa a esas horas?

-Yo... no lo sé, lo único que me dijo era que iba a salir y que volvería en unas horas, pero se fue como a las siete, me preocupe mucho cuando volvió, pero no le pregunte adonde había ido ni por que había tardado tanto, estaba feliz de ver que estaba bien, y luego se me olvido, ¿Tienen alguna idea de que podría haber echo esa noche para tardar tanto?

-No, perdóneme que no le allá dicho esto antes pero, su esposa es sospechosa de asesinato, se que es duro afrontar esto pero le pido que nos hable con total franqueza la siguiente pregunta, ¿Sabe algo que no nos haya dicho?

-No, le digo todo lo que se, se los juro, les doy mi palabra.

-Bueno, entonces ya terminamos aquí, vamos, lo llevaré a su casa.

Luego de esa conversación, salimos a la calle y esperamos un taxi, diez o quince minutos después que salimos paso uno y lo tomamos, luego de diez minutos ya estábamos ahí, tocamos la puerta de la casa y la cual abrió Lucy RedField.

-Hola, ¿Qué hizo mi esposo para que se lo llevaran?

-Nada, respóndame una pregunta, ¿Usted usa peluca?

-Si, así es, ¿Por qué?

-Bueno, si es así, venga con nosotros. Está arrestada por el asesinato de Amelía Sawyer, tiene derecho de guardar silenció, todo lo que diga será usado en su contra.

-Está bien, fui yo, llévenme y les explicaré.-Nos dijo

Me sorprendió que se rindiera tan rápido, pero no podía decir nada, las decisiones las tomaba Meviller y mi opinión no valía para nada más que para que me corrigieran, así que preferí observar y quedarme callado. Llevamos a la asesina a la jefatura y la llevamos a un cuarto al que llevamos al esposo para interrogarla.

-Así que... ¿Por qué decidió entregarse ahora?-Pregunto Meviller Si hubiera hablado antes, hubiera tenido menos condena por confesar.

-Es que, yo pensaba en inculpar a Augusto Cazallera, verán, creo que saben lo de las pelucas, yo también, pedí el mismo listado que ustedes para ver si podían equivocarse al ver los nombres, le pedí que me borraran del listado pero no quiso, así que...

-Espere, valla más despacio, no logro entenderle.

-Esta bien, voy a omitir los detalles, les decía que primero pensé que podía salirme con la mía sin pensar en lo que hice, pero después comencé a sentir remordimiento, ya no podía aguantar más, sentía haber hecho lo que hice, tenía la necesidad de contarlo y aceptar mi castigo.

-¿Así que le contó a su esposo?

-No, no le dije nada a el, no quería que se involucrara, yo sabía que si se lo decía, el iba a saltar a defenderme culpándose, no quería que estuviera en la cárcel por mi culpa, así que, enciérrenme, me lo merezco.

-Sabe algo, le diré qué vamos a hacer, cuando vayamos al jurado pediremos condena mínima por confesar, va a cumplir de cinco a diez años en la cárcel, y espero que sea la ultima vez que la vea por acá, si no, voy a poner sobre usted la ley de la segunda ofensa, con la que son diez años más, su juicio se llevara acabo el doce de Agosto a las tres de la tarde, sea puntual, y ojala el juez sea misericordioso con usted, adiós.

-Esta bien, adiós.-Dijo ella y se fue

Luego de que se fue me pare en frente de Brandon con cara pensativa.

-Perdón que le discuta lo indiscutible, pero, ¿Cómo estaba tan seguro de que era ella, no olvide que todavía había un sospechoso que no investigamos, Chris Malcolm, de no ser por el testimonio de la Srta. RedField, ¿Como podría estar seguro de que era ella?

-Muy sencillo, claro si usted lo supiera, Chris Malcolm murió la semana pasada al “Suicidarse” tirando una lámpara en la bañera con el adentro.

-Como “Suicidio” ¿Acaso es otro caso suyo del que no me habló?

-Si, eso mismo, pero no se emocione por saberlo, esa es otra historia...

LECTURAS RECOMENDADAS

1°) DIEZ NEGRITOS de Agatha Christie2°) EL CORAZÓN DELATOR de Edgar Allan Poe3°) TRES PORTUGUESES BAJO UN PARAGUAS… de Rodolfo Walsh4°) LAS CINCO SEMILLAS DE NARANJA de Arthur Conan Doyle5°) EL GATO NEGRO de Edgar Allan Poe6°) EL CRIMEN CASI PERFECTO de Roberto Arlt7°) LA ESPERA de Jorge Luis Borges8°) LA AVENTURA DE LOS TRES ESTUDIANTES de Arthur Conan Doyle9°) LA PESQUISA DE DON FRUTOS de Velmiro Ayala Gauna

• DIEZ NEGRITOS: es una novela escrita por una gran escritora inglesa. Nos gustó mucho porque la intriga se mantuvo hasta el final. Prestá mucha atención a las pistas. Si te gusta resolver enigmas te va a encantar.

• EL CORAZÓN DELATOR: nos impactó la manera en que está contado este cuento. La historia es narrada por el protagonista que comete un asesinato. Nos dice qué le sucedía interiormente.

• TRES PORTUGUESES BAJO UN PARAGUAS: está escrito como una poesía o una canción. Nos pareció muy original esa forma de relatar la historia.

• LAS CINCO SEMILLAS DE NARANJA: Nos atrapó el misterio pero más nos sorprendió su final.

• El GATO NEGRO: Otro cuento excelente de Edgar Allan Poe. También narra su terrible historia el protagonista.

• EL CRIMEN CASI PERFECTO: Mucha intriga sobre la muerte de una señora mayor. Los sospechosos son sus hermanos ¿Querés saber quién de ellos es el asesino?

• LA ESPERA: Su título se relaciona con toda la obra. Si te cuesta esperar, leela, te va a gustar.

• LA AVENTURA DE LOS TRES ESTUDIANTES: Hay tres estudiantes sospechosos de copiar un examen muy difícil e importante. No sabrás quién es el culpable hasta el final.

• LA PESQUISA DE DON FRUTOS: El lenguaje que utilizan es propio del campo. El comisario logra resolver sus casos de un modo muy particular.

6°A-2010