El fin del tiempo de gracia parte iii
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1 EL FIN DEL TIEMPO DE GRACIA PARTE – III Las siete trompetas del Apocalipsis Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas… Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas. (Apoc. 8: 2, 6) _______________________________________________________________ Un impresionante cuadro profético, lleno de solemnidad y al parecer cargado de acontecimientos de carácter catastróficos, devastadores y terroríficos, propios del libro del Apocalipsis en sus juicios hacia los poderes del mal, ha logrado despertar el asombro y cautivar el mayor interés de muchos de quienes estudian hoy en día las profecías relacionadas con el tiempo del fin, las siete trompetas y su impresionante e impactante contenido, ofrecen un material inagotable de estudio de los eventos finales sobre la tierra. Sin embargo y al parecer, es esta una porción de la profecía apocalíptica que no se encuentra resuelta y comprendida del todo en su contenido, de esta manera, el significado, e interpretación de estos acontecimientos, símbolos y figuras, así como del lugar y tiempo que ocupan estas profecías en la línea cronológica profética de su cumplimiento resultan de vital importancia y nos urgen a comprenderlas en este tiempo en que vivimos. Para muchos, es una parte de la profecía que aun es muy difícil y compleja de interpretar así como de descifrar cada uno de sus “misteriosos” símbolos, sin embargo, lo que nos puede ayudar a interpretar estos misteriosos códigos aquí revelados, es lograr
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EL FIN DEL TIEMPO DE GRACIA PARTE – III
Las siete trompetas del Apocalipsis
Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas… Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a
tocarlas. (Apoc. 8: 2, 6)
_______________________________________________________________
Un impresionante cuadro profético, lleno de solemnidad y al parecer cargado
de acontecimientos de carácter catastróficos, devastadores y terroríficos,
propios del libro del Apocalipsis en sus juicios hacia los poderes del mal, ha
logrado despertar el asombro y cautivar el mayor interés de muchos de
quienes estudian hoy en día las profecías relacionadas con el tiempo del fin,
las siete trompetas y su impresionante e impactante contenido, ofrecen un
material inagotable de estudio de los eventos finales sobre la tierra.
Sin embargo y al parecer, es esta una porción de la profecía apocalíptica que
no se encuentra resuelta y comprendida del todo en su contenido, de esta
manera, el significado, e interpretación de estos acontecimientos, símbolos y
figuras, así como del lugar y tiempo que ocupan estas profecías en la
línea cronológica profética de su cumplimiento resultan de vital
importancia y nos urgen a comprenderlas en este tiempo en que vivimos.
Para muchos, es una parte de la profecía que aun es muy difícil y compleja de
interpretar así como de descifrar cada uno de sus “misteriosos” símbolos, sin
embargo, lo que nos puede ayudar a interpretar estos misteriosos códigos aquí
revelados, es lograr comprender primero, en qué parte de la línea de tiempo
escatológica esta porción de la profecía apocalíptica se cumple.
Al parecer, es esta una porción clave de la profecía, para un tiempo clave y
crucial de la historia humana que la inspiración ha requerido el mayor interés,
esfuerzo, investigación y estudio de parte de todos aquellos que vivirán
durante los últimos días de la historia de este mundo.
Para muchos, estas visiones no solo son complejas y difíciles de estudiar o de
interpretar, si no también, son aterradoras y por lo mismo, son dejadas de
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lado, la mayoría desprecia revelaciones de semejante naturaleza y las
consideran como de poco espirituales. Muchos están dejando de recibir las
grandes bendiciones que implica el estudio de profecías de este carácter,
desconociendo que en ellas se encierran la clave de muchos de los eventos
futuros que vendrán sobre el planeta.
Por otro lado, en la medida que nos acercamos al fin de los tiempos, se
despiertan muchas interrogantes relacionadas con la serie de las siete
trompetas del Apocalipsis, ¿Son todas ellas literales en su cumplimiento? ¿Son
solamente simbólicas? ¿Es una mezcla entre ambas, literal y simbólica? Pero
¿Qué es literal y que es simbólico en un capítulo o pasaje de la profecía y como
poder reconocerlo? ¿A quiénes afecta el contenido de las siete trompetas, a los
impíos, al Pueblo de Dios, a ambos? ¿Las siete trompetas son juicios como lo
son las siete plagas? Por otro lado, y no menos importante ¿Cuál es el tiempo
profético del cumplimiento de las siete trompetas del Apocalipsis?
Muchas de estas interrogantes con respecto a las siete trompetas son
completamente válidas, sin embargo, hay una que nos condiciona a todo y
cobra vital relevancia, lo cual nos lleva a conocer y estudiar el tiempo profético
de su cumplimiento en la cronología de los eventos apocalípticos.
A través de este estudio, veremos las siete trompetas en su conjunto, como un
todo y no de manera puntual, es decir, nos concentraremos en el elemento del
tiempo profético sobre una línea cronológica para poder entender y contestar
la gran pregunta ¿Cuándo se cumplen las siete trompetas? Antes de llegar
al estudio propiamente tal de cada una estas, debemos de saber en qué
momento de la línea de tiempo profética se cumplen.
Para poder llegar a comprender mejor cada una de las trompetas en sus
símbolos, significado y poder lograr hacer una correcta interpretación de estos,
debemos primero conocer y saber si esta serie de sietes del libro del
Apocalipsis tendrá un cumplimiento escatológico o forma parte del conjunto de
profecías del pasado del libro y que no se volverán a cumplir. Si logramos
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conocer el tiempo profético del cumplimiento de las siete trompetas,
llegaremos a comprender una gran parte del libro y de la secuencia de los
eventos de manera cronológica que nos llevarán al desenlace de los momentos
finales de la historia de este planeta y estaremos en mejor posición de
comprender el contenido de estas profecías y por supuesto, conocer así lo que
realmente viene sobre la tierra.
SIGNIFICADO Y USO DE LAS TROMPETAS EN EL CONTEXTO DEL ANTIGUO TESTAMENTO PARA EL PUEBLO DE ISRAEL
Las trompetas han sido uno de los instrumentos que a través de todos los
tiempos se han mantenido vigentes en la historia del hombre y que incluso han
llegado a formar parte importante de los grandes imperios y pueblos de todos
los tiempos. Definida como un instrumento musical, las trompetas hoy en día
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más que nada están relacionadas con la música, asociada a un concierto o
interpretación de una pieza de oratoria de naturaleza artística y cultural.
Hecha generalmente en nuestros días de una sola pieza de metal, de formas
diversas y tamaños variados, produce un sonido diferente y grave, que por sus
características llama la atención del oyente impartiéndole un grado de
solemnidad tanto a la persona, así como a la escena en donde es utilizada.
Las trompetas en las culturas antiguas
A través de los tiempos, las trompetas han sido el instrumento magno de todo
gran imperio para dar realce a una ceremonia, llenándola de magnanimidad y
llamar poderosamente la atención de la gente a un punto importante o
específico de una ceremonia que resulta de vital importancia para todos.
En varios registros como en monedas acuñadas, aparece la trompeta allí
impresa o señalada de algún modo, varios pueblos del pasado dieron uso a la
trompeta incluso el imperio romano fue uno de los que uso la trompeta.
Aparece en paredes, monedas y en relieves del arco de Tito. (Diccionario
bíblico Adventista.)
El uso y sentido que las trompetas tenían en la antigüedad no era de música u
oratoria artística cultural, como lo es en la actualidad, sino más bien, tenían el
sentido de lo ceremonial, tanto en lo religioso como en actos políticos y
públicos, las envolvía un sentido sobrecogedor y solemne que reyaba más en
un culto de adoración. (Dan. 3: 1-5,7) que en cualquier otra actividad que se
desarrollara en tiempos pasados.
Las trompetas en el Pueblo de Israel
Creencias y experiencias del Pueblo de Israel en el uso de las
trompetas
A través de las páginas del Antiguo Testamento encontramos numerosas
referencias y pasajes que nos hablan de las experiencias del Pueblo de Dios en
el uso y significado que tuvieron para ellos las trompetas, estas llegaron a
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formar parte de su cultura, transformándose en instrumentos de carácter
litúrgico en las ceremonias del santuario y de su adoración a Dios.
Las trompetas y la voz de Dios
No solo se usaban las trompetas como parte del ceremonial del santuario o
actividades civiles, sino que los mismos sacerdotes creían profundamente en el
sonido que impartían estos instrumentos. Para ellos, el sonido de las
trompetas era semejante a escuchar la voz de Dios como de trompeta
tronante. (Ex. 19: 16-19; Apoc. 1: 10, 4: 1)
Si analizamos diversos pasajes de las Sagradas Escrituras nos daremos cuenta
que siempre se relaciona y compara la voz de Dios con el sonido de las
trompetas, voz tronante (Ex. 19: 19; Heb. 12: 19) voz como de trompeta (Apoc.
1: 10; 4: 1) Esta estrecha relación entre la voz de Dios y el sonido de las
trompetas, nos lleva a pensar que las trompetas o el uso que se hacía de ellas
como parte de las ceremonias al interior del santuario, son un símbolo y figura
en su uso, así como en su sonido, de la voz de Dios dirigiéndose a su Pueblo a
través de los sacerdotes mediante el uso de estos instrumentos.
En algunos escritos del pasado, fuera del marco de las Sagradas Escrituras,
también encontramos que se hace referencia a esta creencia y relación entre
la voz de Dios y el sonido de las trompetas, de esta manera encontramos que:
El talmud enseña que el sonido de las trompetas significa el clamoroso llamado
de Dios al arrepentimiento. (La vida y los tiempos del Antiguo testamento. Pág.
206)
El primer toque de las trompetas
Según se cree, el primer toque de las trompetas fue dado cuando fueron
acabados los cielos y la tierra, es decir, en torno a la creación registrada en el
libro del Génesis, por otro lado, en el libro de Job se lee lo siguiente: Cuando
alababan todas las estrellas del alba y se regocijaban todos los hijos de Dios
(Job. 38: 7) La expresión regocijo significa gritar, dar voces de júbilo o hacer
sonar una trompeta de fiesta o celebrar. (Levítico Cap. 7 Pág. 63)
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Los sacerdotes pensaban que en dicho evento se tocó este instrumento al
conmemorarse la creación al son del toque de trompeta. De esta forma, las
trompetas aparecen estrechamente relacionadas con todo el orden de la
creación y al mismo comienzo de la vida en este planeta.
Las trompetas y el monte de Sinaí
Sin embargo, el primer registro bíblico escrito que nos habla del uso de la
trompeta se encuentra en la experiencia del Pueblo de Israel en el éxodo con
Moisés. Habiendo sido librado de la esclavitud egipcia a través de diez
terribles y poderosas plagas, ahora, Israel se dirige a través del desierto al
encuentro de su Dios para ser constituido como una nación libre. Estando a los
pies del monte de Sinaí, Dios entregó a Moisés ciertas instrucciones para que
todo el Pueblo se preparase para tal encuentro nunca antes visto por mortal
alguno. Al descender sobre el monte de Sinaí, tal manifestación de la divinidad
es acompañada de extraordinarios y potentes fenómenos, las Escrituras
revelan: Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, vinieron truenos
y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy
fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento. Y
Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios; y se detuvieron al
pie del monte. Todo el monte de Sinaí humeaba, porque Jehová había
descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un
gran horno, y todo el monte se estremecía en gran manera. El sonido
de la bocina iba en aumento en extremo; Moisés hablaba y Dios le
respondía con voz tronante. (Ex. 19: 16-19)
Al comparar esta misma experiencia con el Nuevo Testamento, el libro de
Hebreos señala: Porque no os habéis acercado al monte que se podía palpar, y
que ardía en fuego, a la oscuridad, a las tinieblas y a la tempestad, al sonido
de la trompeta, y a la voz que hablaba, la cual los que la oyeron
rogaron que no se les hablase más, porque no podían soportar lo que
se ordenaba: Si aun una bestia tocare el monte, será apedreada, o pasada
con dardo; y tan terrible era lo que se veía, que Moisés dijo: Estoy espantado y
temblando. (Heb. 12: 18-21) Claramente se traduce el sonido de la bocina con
el de trompeta, lo cual revela que el Señor, al momento de manifestarse a todo
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su pueblo sobre el monte de Sinaí, el toque de las trompetas estuvo presente
para anunciar la presencia sagrada del Dios Todopoderoso y llamar a todos los
allí congregados a la solemnidad, reverencia y que así todo el pueblo pudiera
comprender lo sagrado de esa ley.
En esta oportunidad, Dios estaba organizando a su pueblo como una nación
libre, pero que a su vez, se iba a transformar de manera legal, constitucional y
formal en el pueblo de Dios, Se les haría entrega de la carta magna, la
constitución que regiría su comportamiento con sus semejantes y de manera
especial, señalaría el amor, la obediencia y adoración a un solo Dios.
Para ello, Dios les revelaría el pacto eterno manifestado a través de su sagrada
ley. Por lo tanto, la trompeta aquí señalada tiene una fuerte y estrecha
relación con lo que está en esos momentos sucediendo sobre el Sinaí, lo cual
era la proclamación del pacto eterno a todo su pueblo y la atención de este y
de sus líderes, fue poderosamente llamada a este momento en particular a
través de eventos sobrenaturales y estremecedores que Moisés llegó al punto
de decir: Estoy espantado y temblando.
Por lo tanto, las trompetas y el sonido grave y solemne de estas emitían hacían
recordar desde el mismo comienzo de la historia de Israel como nación, la
relación estrecha que existe entre estas y la voz de Dios comunicando su pacto
eterno a todo su pueblo.
Significado del uso de las trompetas para el pueblo de Israel
De la forma que hemos señalado, las trompetas en la antigüedad a pesar que
se usaban en música y en compañía de otros instrumentos, tenían un carácter
solemne, importante, donde su principal característica era de un ceremonial
religioso y más litúrgico que alguna otra cosa.
Toda la vida y experiencia del pueblo de Israel desde el mismo momento en
que se constituyeron como una nación a los pies del monte de Sinaí, estuvo
marcada por el sonar de las trompetas. El uso de estos instrumentos en el
pueblo de Israel era además, muy variado, que incluso, la manera como se
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tocaba el instrumento difería un poco y dependiendo del evento cobraba allí un
significado. Toda la actividad de Israel se encontraba regida y regulada por el
uso de las trompetas, el sonar de ellas por los sacerdotes, determinaba
muchas cosas y eventos y entre los más señalados encontramos los siguientes,
donde la trompeta comienza a cobrar su real significado.
Alarma y proclamación
Cada vez que se quería anunciar o comunicar un asunto importante y de vital
relevancia para el pueblo, se hacía por medio del uso de las trompetas, es
decir, se hacían sonar las trompetas y el sonido de estas y el tono en que se
tocaban le anunciaban a todo el pueblo que un evento muy solemne estaba
por comenzar para toda la nación.
Recordemos que uno de los libros más importantes de toda la Biblia en materia
de profecías y escatología fue revelado por Cristo mismo mediante una voz
como de trompeta, aquí se usa la expresión como de trompeta para anunciar la
visión y la revelación más importante para todos los tiempos.
También se entendía por esto, cuando había que anunciar alarma o llamar la
atención del pueblo a algún evento importante como un peligro que se
acercaba, el sonido de las trompetas ponía al pueblo en guarda y alerta
máxima frente a lo que se aproximaba sobre ellos.
Advertencia
Las Escrituras nos revelan que todo lo que Dios va hacer, en materia de
salvación y redención, así como en todo orden de cosas, lo comunica a través
de sus siervos los profetas, (Heb. 1: 1) así como también Dios advierte a toda
persona sobre su condición personal y espiritual en relación con él. Los
Atalayas eran las figuras más importantes y relevantes en materia de advertir
al pueblo del peligro inminente o cercano mediante el uso de las trompetas,
estos vigías, ubicados en puestos elevados y estratégicos sobre los muros de la
ciudad como torres las cuales eran llamadas atalayas, tenían el sagrado deber
de advertir al pueblo del peligro que se acercaba, cada vez que estos vigías
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hacían sonar las trompetas, el pueblo automáticamente reconocía este sonido
como de advertencia y del peligro en acecho. (Ez. 33: 1-9; Heb. 12: 18-29)
Convocar, asamblea y llamado
El sonido de las trompetas también se usaba para reunir y convocar al pueblo,
acercándolo a una asamblea o comparecer ante la presencia de Dios, como se
hacía en el día de la expiación, además, cada vez que se tocaban las trompetas
siempre se hacían en las inmediaciones del santuario o cercano a sus puertas.
(Joel. 2: 11.17; 1: 14-15; Is. 27: 13; Jer. 4: 5; Mat. 24: 31; Neh. 4: 20; Sal. 81: 3-
5; Núm. 10: 2, 3, 7; Lev. 23: 24) Así, las trompetas en los labios de los
sacerdotes del templo, significaban para todo Israel el llamado de Dios a
comparecer ante su presencia, para adorar, al arrepentimiento y consagración.
Guerra
Las trompetas también señalaban la guerra, su sonido revelaba las actividades
velicas de la época, quien escuchara aquel sonido en ese tono y lo reconociera,
se estremecía y afligía grandemente en todo su ser, como fue el caso del
profeta Jeremías. (Jer. 4: 19-21; 1Cro. 14: 8; Núm. 10: 9; Jos. 6: 1-27; Juec. 7: 1-
25) de allí, que este sonido era reconocido como solemne y sobrecogedor, no
era un instrumento común y cuyo sonido no era para dejar pasar por alto.
Juicios sobre la tierra
Todo lo que se refería en materia de desastres y catástrofes o los juicios de
Dios sobre la tierra, eran anunciados también por el sonido de las trompetas.
(Sof. 1: 1-18) aquél sonido advertía a todo el pueblo del peligro inminente y de
lo que venía sobre la tierra. Eventos tan devastadores y catastróficos donde la
propia vida humana corría serio peligro eran anunciados por el sonido grave y
solemne de las trompetas. De manera que, relacionar las trompetas con
acontecimientos de caracteres destructivos y devastadores estaba en el
consiente de la gente de ese tiempo.
Liberación y victoria
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También el sonido de las trompetas estaba relacionado con victoria y
liberación, y esto se puede apreciar claramente en el caso del año del jubileo
donde se proclama libertad a todos los cautivos, liberación a todos a través del
sonido de la trompeta. (Lev. 25: 9-10)
En este sentido, el sonido de las trompetas era largamente esperado por todo
el pueblo de Israel y de manera especial, por todos aquellos que habían
perdido su heredad o se habían convertido en esclavos, y también por quienes
habían contraído una deuda que les resultaba difícil de cancelar, el sonido de
las trompetas anunciando el año del jubileo, determinaba el fin de aquella
condición y el comienzo de su libertad y regocijo.
Alabanza y celebración
El sonido de las trompetas también indicaba el comienzo de las fiestas del
santuario así como las festividades de luna nueva, las cuales eran de gran gozo
para todo el pueblo, y estas fiestas se anunciaban por medio del sonido de las
trompetas. También estaban relacionadas con los servicios de adoración a
Dios. (Sal. 98: 4-6; 2Cro. 13: 8; Núm. 10:10; 29: 1; Lev. 23: 23-25; Apoc. 4: 1) y
el comienzo de cada año, religioso y cívico del calendario Hebreo.
De esta manera y a través de toda la historia de los pueblos en la antigüedad,
las trompetas han ocupado un importante papel en la dirección de las
multitudes y de forma especial en las ceremonias litúrgicas, y esta no fue la
acepción en el pueblo de Israel, desde sus mismos comienzos como nación, las
trompetas pasaron a formar parte importante de su sociedad, tanto en lo
religioso como en lo cívico.
Al analizar cada pasaje de las Escrituras donde las trompetas figuran como el
instrumento principal y que entregan la nota dominante, se evidencia que no
era un instrumento dedicado a la interpretación de piezas musicales, sino que
tenían el concepto de lo litúrgico, lo sagrado, lo ceremonial, lo solemne,
simbolizando la voz y la comunicación de la voluntad de Dios en la dirección y
salvación de su pueblo.
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Estas también se usaban como un medio sonoro de atraer la atención del
pueblo a la proximidad de un gran y solemne evento y que resultaba de vital
importancia para todos y que podía tener las características de un culto de
adoración, como lo fueron las fiestas del santuario y dentro de estas tenemos
el gran y terrible día de la expiación, así como el anuncio de un peligro
inminente como bien podía ser la aproximación de enemigos en el asedio de
una ciudad, así como la guerra misma o una gran catástrofe.
En otras palabras, las trompetas para el pueblo de Dios en el Antiguo
Testamento y el sonido de estas, eran de vital importancia a las cuales debían
de poner toda la atención cuando emitieran aquél grave sonido, de lo contrario,
peligraba su existencia y salvación como nación, el sonido de las trompetas les
revelaba que el Dios eterno estaba de su lado para salvarlos, revelar y
comunicar su voluntad, guiarlo en medio de las naciones paganas, orientarlo y
brindarle protección de sus enemigos, así como librar sus batallas y conducirlos
a la victoria total sobre estos. Las trompetas les revelaban que el Dios del cielo
era quien estaba al frente de toda situación complicada y que bajo su dirección
y mando no hay que temer de nada, el sonido conmovedor y solemne de estas,
les inspiraba la confianza del Sinaí, que un Dios Todopoderoso estaba de su
parte.
LAS TROMPETAS EN EL CONTEXTO DEL NUEVO TESTAMENTO PARA EL ISRAEL ESPIRITUAL
Para nosotros ahora, interpretar las trompetas a la luz del Nuevo Testamento
se torna un poco más complejo que en la simplicidad del Antiguo Testamento,
por otro lado, la mención a las trompetas se reduce considerablemente en las
páginas de este limitándose tan solo a determinados escritos y de manera
especial al libro del Apocalipsis.
Es precisamente en este libro donde encontramos la mención profética de las
siete trompetas, sin embargo, las condiciones de interpretación son ahora muy
diferentes que el solo hecho de analizar o comentar un pasaje del Antiguo
Testamento cuyos hechos eran literales y condicionados a un lugar geográfico
determinado.
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Hoy, ya no usamos las trompetas como se hacía en el pasado, su uso en la
actualidad es netamente, musical, artístico, y en ciertos casos está ligado a los
círculos militares, pero en materia de lo religioso, ya no tiene el mismo uso y
sentido que en el pasado, por lo tanto, a la luz del Nuevo Testamento tienen
que cobrar un significado diferente mediante otra forma de interpretación.
Las siete trompetas del Apocalipsis, bajo una interpretación
Cristológica y Eclesiológica
A la luz del Nuevo Testamento, la interpretación de las siete trompetas del
Apocalipsis tienen ahora que ser hecha de manera Cristológica y eclesiológica,
esto significa que su cumplimiento se realiza en Cristo y en torno a la iglesia.
Una vez que la profecía de las setenta semanas contenida en el libro de Daniel
y relacionada con el pueblo de Israel literal, llegan a su fin el año 34 dc. Este es
rechazado por Dios, e Israel ya deja de ocupar un papel fundamental y
protagónico en el desarrollo y cumplimiento de la profecía bíblica, de allí en
adelante, y hasta el fin de los tiempos, la iglesia se trasformaría en el Israel
espiritual y tendría el papel protagónico en el desarrollo y cumplimiento de las
profecías ahora bajo el ministerio de Cristo en el santuario celestial.
Las trompetas en una interpretación globalizada del escenario final
Es así que otro principio de la profecía bíblica que debemos conocer, es que un
evento del Antiguo Testamento que era de naturaleza literal y cuyo desarrollo
se condicionaba a un lugar geográfico específico dentro del mundo antiguo, a
la luz del Nuevo Testamento, se transforma en un evento de carácter simbólico
y cuyo desarrollo y cumplimiento esta vez, es a escala mundial.
De esta manera, los símbolos que la profecía utiliza y revela sobre la sociedad
que se desarrollará en el tiempo del fin y en torno a la segunda venida de
Cristo, son mucho más complejos y sofisticados y a su vez, difíciles de
interpretar que aquellos que se usaron para representar y revelar los poderes
del mal que moldearon la sociedad en siglos pasados y de forma especial en
torno a la primera venida del Señor.
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Esto es debido a que en el pasado, la obra de Cristo estaba condicionada a un
determinado lugar geográfico del mundo de la antigüedad y por lo tanto, los
poderes del mal en oposición a esta obra eran locales y geográficos estando a
la altura y extensión de la obra y lugar geográfico del pueblo de Israel.
Por lo tanto, los símbolos proféticos, en el contexto de la primera venida de
Cristo, son más “simples” y esto facilita su interpretación en el tiempo y su
significado como lo fueron las figuras del libro de Daniel contenidas en el
capitulo siete, cuya serie comienza con Babilonia, simbolizada por el león y
termina con el imperio romano, caracterizado por una bestia espantosa e
indescriptible. (Dan. 7:1- 23)
Al analizar esta misma secuencia de símbolos proféticos en orden cronológico,
vemos cómo estos se tornan más y más complejos en la medida que el tiempo
transcurre y la obra de Dios se torna más “generalizada” al acercarse el
cumplimiento de la promesa de la llegada del Mesías. De esta forma, las
características que cobraron para entonces el mundo y la sociedad en el
tiempo en que Cristo vino por primera vez, se nos describen de la siguiente
manera:
"Mas venido el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo." La Providencia
había dirigido los movimientos de las naciones, así como el flujo y reflujo de
impulsos e influencias de origen humano, a tal punto que el mundo estaba
maduro para la llegada del Libertador.
Las naciones estaban unidas bajo un mismo gobierno. Un idioma se hablaba
extensamente y era reconocido por doquiera como la lengua literaria. De todos
los países, los judíos dispersos acudían a Jerusalén para asistir a las fiestas
anuales, y al volver a donde residían, podían difundir por el mundo las nuevas
de la llegada del Mesías. (DTG. Cap. 3 El cumplimiento del tiempo. Pág. 23, 24)
Es así como esta simbología de Daniel es reveladora en el desarrollo de los
poderes del mal, desde un simple león alado a una compleja bestia espantosa
e indescriptible, dejando en evidencia con ello maduración y complejidad en la
medida que la profecía avanzaba hacia su pleno cumplimiento con la llegada
del Mesías. Por otro lado, los símbolos y figuras proféticas utilizadas para
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describir y revelar los poderes del mal que se desarrollarán esta vez en torno a
la segunda venida de Cristo, se tornan más y más complejos en la medida que
el tiempo avanza hacia el cumplimiento de esta profecía, revelando con ello,
maduración y un alcance globalizado y ya no limitándose a lo que fue el mundo
de la antigüedad como el medio oriente o a la antigua Mesopotamia.
Si comparamos esta misma serie de símbolos, veremos cómo los poderes
diabólicos han progresado y madurado en la ciencia del mal y en su alcance,
desde el mismo león de Babilonia de Daniel capítulo siete, a la bestia que sube
del mar de Apocalipsis capitulo 13, descrita teniendo siete cabezas, diez
cuernos, boca de león, pies de oso. Por esto mismo, las figuras proféticas del
Antiguo Testamento interpretadas a la luz del Nuevo cobran una nueva
dimensión en poder, complejidad y en su alcance sobre la tierra, el cual ahora
es global, como el poder que se le concede a la bestia del Apocalipsis, pero
esta bestia a su vez, ahora es más compleja debido a que concentra en ella,
mezclando todos los poderes del mal que existieron en la antigüedad.
Este principio es de vital importancia tenerlo en cuenta, no solo en la
interpretación y significado de las siete trompetas, sino a la hora de interpretar
la profecía apocalíptica, al momento en que la obra de Cristo y de su iglesia
han alcanzado dimensiones globales, la oposición de Satanás y de las fuerzas
del mal a Cristo y su iglesia también han alcanzado dimensiones mundiales,
Apocalipsis nos revela que el cumplimiento y desarrollo de la profecía en el
tiempo del fin, se realiza sobre un escenario globalizado, involucrando a todo el
mundo y donde el conflicto se esparce y desarrolla sobre este mismo
escenario.
Por esto mismo, no podemos interpretar un determinado evento profético en el
tiempo del fin como un acontecimiento que tendrá lugar solamente en un
determinado lugar geográfico y que afectará a un determinado grupo de
personas sin que el resto de la humanidad se involucre o que se mantenga al
margen solo como meros espectadores de una película de ciencia ficción.
Ya no estamos viviendo frente al fin de una determinada sociedad o cultura del
pasado, como lo fueron los antediluvianos, o los grandes imperios posteriores,
sino que hemos llegado a los momentos finales, pero esta vez, de la historia de
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este mundo, por lo tanto, los eventos que nos llevarán a este epílogo mundial
se revelan en el libro del Apocalipsis de forma mucho más complejas que en la
simplicidad del pasado, por lo cual, sus profecías en el alcance de su
cumplimiento son ahora a escala global y donde todos los moradores de la
tierra, de alguna u otra forma, tendrán su parte que ocupar.
De allí, que profecías como las siete trompetas del Apocalipsis debemos de
interpretarlas como acontecimientos que tendrán lugar a escala planetaria y
que afectarán al mundo entero involucrando a ambos grupos en que se
polarizará la tierra, tanto del bien como del mal.
Ya no son las simples trompetas de la antigüedad, ahora representan eventos
complejos dado que el escenario sobre el cual esos mismos eventos se
desarrollarán es más sofisticado debido a la globalización del planeta y que
resultan en el escenario de la segunda venida de Cristo.
Las siete trompetas del Apocalipsis y el santuario celestial
Por otro lado, si las trompetas en la antigüedad eran usadas solamente por los
sacerdotes y en las inmediaciones del santuario terrenal, ahora nuestra mirada
debe de trasladarse al santuario celestial y a la mediación de Cristo en el lugar
santísimo de este, así como a los eventos que allí se realizarán y que
determinarán a su vez, los eventos que se desarrollarán sobre la tierra. De
esta forma, y para dar una correcta interpretación de las siete trompetas del
libro del Apocalipsis, esta tiene que ser hecha a la luz y los eventos del
santuario celestial y de los acontecimientos que significan y desarrollan en el
lugar santísimo donde Cristo ahora realiza la última parte de su ministerio
celestial.
Y precisamente, es en este contexto y no en otro, donde aparecen por primera
vez las siete trompetas del libro de Apocalipsis, en los eventos que se
desarrollan y se llevan a efecto en estos momentos en el santuario celestial y
donde ángeles y no sacerdotes humanos proceden a tocarlas. Cuando abrió el
séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora. Y vi a los siete
ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas. Otro
ángel vino entonces y se paró ante el altar, con un incensario de oro; y se le
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dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos, sobre el
altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel subió a la
presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los santos. Y el
ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y
hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto. Y los siete ángeles que
tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas. (Apoc. 8: 1-6)
En este pasaje claramente podemos ver de manera directa e inequívoca
alusiones al santuario celestial, sus muebles y utensilios, así como al servicio
que se realiza y se lleva a cabo al interior de este, donde podemos distinguir
claramente que se trata del día de la expiación el cual se realizaba en el lugar
santísimo y es aquí donde siete ángeles reciben las siete trompetas y que
luego se disponen a tocarlas. (v. 2, 6)
Por lo tanto, nuestra interpretación de las siete trompetas del libro del
Apocalipsis tiene que ser hecha a la luz del ministerio de Cristo en el lugar
santísimo del santuario celestial y en relación con su iglesia y los poderes del
mal en el desenlace del gran conflicto que se desarrolla sobre la tierra.
EL TIEMPO PROFETICO DEL CUMPLIMIENTO DE LAS SIETE TROMPETAS DEL APOCALIPSIS
Al aplicar este principio de interpretación a las siete trompetas del Apocalipsis
¿Estaríamos diciendo entonces que serían acontecimientos de carácter global?
Independientemente y dentro de todo significado que puedan cobrar las siete
trompetas del Apocalipsis para el pueblo de Dios, la gran pregunta que a su
vez se convierte en una columna vertebral de este impactante tema profético
es ¿Cuando se cumplirá entonces esta porción de la profecía apocalíptica? Para
muchos, esta es una pregunta que resulta aun difícil de responder.
Por lo tanto, ¿Cuál es hoy en día nuestra posición con respecto al cumplimiento
de las siete trompetas? ¿Podríamos afirmar que las siete trompetas del
Apocalipsis fueron eventos que se cumplieron en el pasado histórico de la
iglesia desde sus mismos comienzos y que se extendieron hasta nuestros días?
17
Bajo esta interpretación, ¿Diríamos entonces que las siete trompetas son
eventos que se cumplieron a través de un largo período de tiempo?
Por otro lado, si esta forma de interpretar las profecías de las siete trompetas
es correcta, entonces ¿Pueden las siete trompetas llegar a tener un segundo
cumplimiento o aplicación profética hacia el fin de los tiempos previo a la
segunda venida de Cristo? Pero afirmar algo como eso es algo muy delicado
debido a que las trompetas como eventos son de carácter muy catastróficos y
al borde de lo cataclismico, entonces ¿Qué argumentos bíblicos o del espíritu
de la profecía tendríamos para decir y afirmar que una interpretación como
ésta, basada en un segundo cumplimiento de estas profecías, tendrá lugar al
fin de los tiempos?
Las siete trompetas en un cumplimiento histórico de la profecía
Si analizamos las trompetas desde un punto de vista histórico, es decir, que
éstas tuvieron su cumplimiento a través del tiempo durante toda la era
cristiana desde su mismo comienzo el año 31 dc. con la muerte y resurrección
de Cristo en adelante, no produciría ninguna contradicción con la profecía en
general y ese sería el marco ideal para el estudio de las trompetas en relación
con las fiestas del santuario en un contexto cristocentrico y eclesiológico,
donde las trompetas estarían anunciando el gran día de la expiación al fin de
los 2300 días del libro de Daniel y lo que Apocalipsis menciona como la hora de
su juicio ha llegado y que estaría dentro del contexto del mensaje del primer
ángel (Apoc. 14: 6-7)
Dentro de esta interpretación, las siete trompetas se transformarían en un
largo período de tiempo, donde diversos acontecimientos de orden
catastróficos y devastadores caen sobre quienes oprimieron al pueblo de Dios
a través de la historia y que a su vez, tenían por objeto ir llamando la atención
de las personas hacia aquel gran día de expiación al fin del largo periodo de los
dos mil trescientos días de Daniel.
Interpretación histórica de las siete trompetas según Josías Litch
18
Del mismo modo, en una interpretación histórica de las siete trompetas fue en
lo que se creyó durante el pasado de la iglesia, donde los juicios y poderes que
las trompetas identificaban o representaban ya estaban presentes y donde
otros ya eran cosa del pasado histórico de la profecía.
Los pioneros de nuestra iglesia tenían esta creencia, que las trompetas se
cumplieron en el pasado de la iglesia cristiana, para los días en que vivió Elena
G. de White y de pioneros como Josías Litch, quien sostenía y argumentaba a
través de evidencias sólidas y cálculos matemáticos que las trompetas ya se
habían cumplido, esta creencia le dio a esta porción de la profecía un tinte
histórico en su cumplimiento.
Alrededor de esos años, y en relación a estos eventos, Elena de White escribe
lo siguiente con respecto a lo sostenido por Josías Litch en relación a la
interpretación de la quinta y sexta trompetas como profecía ya cumplidas o
como acontecimientos que están para suceder en ese tiempo:
En 1840 otro notable cumplimiento de la profecía despertó interés general. Dos
años antes, Josías Litch, uno de los principales ministros que predicaban el
segundo advenimiento, publicó una explicación del capítulo noveno del
Apocalipsis, que predecía la caída del imperio otomano. Según sus cálculos esa
potencia sería derribada "en el año 1840 de J. C., durante el mes de agosto"; y
pocos días antes de su cumplimiento escribió: "Admitiendo que el primer
período de 150 años se 383 haya cumplido exactamente antes de que
Deacozes subiera al trono con permiso de los turcos, y que los 391 años y
quince días comenzaran al terminar el primer período, terminarán el 11 de
agosto de 1840, día en que puede anticiparse que el poder otomano en
Constantinopla será quebrantado. Y esto es lo que creo que va a confirmarse.' -
Josías Litch, en Signs of the Times, and Expositor of Prophecy, 1° de agosto de
1840.
En la fecha misma que había sido especificada, Turquía aceptó, por medio de
sus embajadores, la protección de las potencias aliadas de Europa, y se puso
así bajo la tutela de las naciones cristianas. El acontecimiento cumplió
exactamente la predicción. (Véase el Apéndice.) Cuando esto se llegó a saber,
multitudes se convencieron de que los principios de interpretación profética
19
adoptados por Miller y sus compañeros eran correctos, con lo que recibió un
impulso maravilloso el movimiento adventista. Hombres de saber y de posición
social se adhirieron a Miller para divulgar sus ideas, y de 1840 a 1844 la obra
se extendió rápidamente. (CS. Cap. 19 Una Profecía Significativa. Pág. 382,
383)
Según podemos ver, la sexta trompeta encontró su cumplimento en los
eventos políticos de esos años, lo cual implica que desde allí hacia atrás y
llegando hasta la primera de la serie de las trompetas ya se habían también
cumplido y desarrollado.
Las siete trompetas en un cumplimiento escatológico de la
profecía
De la forma como ya hemos mencionado en páginas anteriores, si utilizamos
ahora los principios que estudiamos con respecto a la interpretación de la
profecía apocalíptica y los aplicamos al estudio de esta porción de las
Escrituras que contienen las siete trompetas, podríamos llegar a conclusiones
sorprendentes con respecto a estas profecías y al tiempo al que están
apuntando en su cumplimiento profético.
Las siete trompetas en los escritos de Elena G. de White
Según estos pasajes y las interpretaciones y cálculos de la época sobre la
quinta y sexta trompetas, al parecer estuvieron acertadas, lo que significaría
que el cumplimiento de las siete trompetas lo situaríamos en un período de
tiempo comprendido entre el año 31 dc. Y 1844 dc.
Pero ¿Este es el real cumplimiento de estas profecías? ¿Eran estos eventos
históricos del pasado en lo que Juan estaba pensando al escribir esta porción
del libro del Apocalipsis? Y si es así, ¿Las siete trompetas podrían llegar a tener
un segundo cumplimiento? o ¿Es este segundo cumplimiento en lo que Juan
estaba realmente pensando al escribir el Apocalipsis en sus escenas finales y
hacia el cumplimiento de la gran batalla del Armagedón?
Según estos pasajes ya citados, claramente podemos apreciar que se creía en
un cumplimiento histórico de estos eventos, por otro lado, ¿White esta
20
abalando la posición que sostuvo Litch o simplemente ella está haciendo un
comentario sobre lo que él creyó y escribió con respecto a las siete trompetas
y las interpretaciones que él dio para su época?
Algunos sostienen que en estos pasajes Elena White apoyó la interpretación de
Litch acerca de la quinta y sexta trompetas. Otros sostienen que ella
meramente declaró que se cumplió lo que Litch interpretó acerca de
las trompetas, y no lo que Juan intentaba que entendiéramos.
En la consulta teológica realizada en Glacier View en 1980, los pastores White
y Olson, de la Corporación White, apoyaron este último punto de vista.
(Seminario las revelaciones del Apocalipsis. 1987 Pág. 109)
Según estas afirmaciones, podemos concluir que Elena G. de White no se está
pronunciando con respecto a la interpretación hecha por Litch en que estos
eventos eran el cumplimiento de las profecías de las siete trompetas del
Apocalipsis, sino más bien, es una declaración o comentario que ella realiza
para ese tiempo sobre lo que Josías Litch creía y había afirmado con respecto a
las siete trompetas.
Elena G. de White, escribe muy poco con respecto a las siete trompetas del
Apocalipsis, en todos los escritos donde ella se refiere a las trompetas, la
mayoría de ellos hablan sobre las trompetas con respecto a los eventos del
pasado de la historia del pueblo de Israel, pero de forma específica sobre la
profecía de Apocalipsis no se encuentran mayores comentarios al respecto.
Por otro lado, si en el libro el Conflicto de los Siglos, White simplemente declaró
que lo que se cumplió era lo escrito e interpretado por Litch con respecto a las
siete trompetas, esto nos deja abierta la puerta y la posibilidad que las siete
trompetas tengan un segundo cumplimiento hacia el futuro de la profecía
apocalíptica.
Y al parecer, esta sería una interpretación igualmente valida y correcta de las
siete trompetas del Apocalipsis al estudiarlas con una mirada escatológica en
su cumplimiento, y según lo sugieren el contexto bíblico y el espíritu de la
profecía, un estudio bajo esta nueva interpretación nos daría una visión aun
21
mucho más amplia con respecto a los eventos que sucederán sobre la tierra en
el fin de los días.
En el libro Mensajes Selectos tomo 3, pág. 487 de 1890(3MS) y recopilado en
Eventos de los últimos días. Cap. 17 Las siete últimas plagas y los impíos. Pág.
135 formato flexible, se lee lo siguiente en cuanto a las trompetas y los juicios
por medio de las siete últimas plagas sobre la tierra en el tiempo final.
Solemnes eventos ocurrirán en el futuro. Sonará una trompeta tras
otra; una copa tras otra serán volcadas en forma sucesiva sobre los habitantes
de la tierra.-3MS 487 (1890) (EUD. Cap. 17 Las siete últimas plagas y los
impíos. Pág. 135 formato flexible, Pág. 242 formato tapa dura.)
Mientras que la cita arriba señalada pero ahora tomada del mismo libro de
forma directa, nos señala todo el contexto en que se encuentra redactada y
nos habla sobre los eventos que sucederán en el porvenir.
Toda forma de mal cobrará intensa actividad. Los ángeles malos unirán sus
poderes con los hombres inicuos, y como aquéllos han estado en constante
conflicto y han obtenido experiencia en los métodos de engañar y batallar, y se
han estado fortaleciendo durante siglos, no se rendirán en el último gran
conflicto sin una lucha desesperada; y todo el mundo estará de un lado o del
otro del asunto en litigio.
Tendrá lugar la batalla del Armagedón, y ese día no debe encontrar a ninguno
de nosotros durmiendo. Debiéramos estar completamente despiertos, como
vírgenes prudentes que tenemos aceite en nuestras vasijas y en nuestras
lámparas. El poder del Espíritu Santo debe estar sobre nosotros, y el
Capitán de las huestes del Señor estará a la cabeza de los ángeles del
cielo para dirigir la batalla. Solemnes eventos ocurrirán en el futuro.
Sonará una trompeta tras otra; una copa tras otra serán volcadas en
forma sucesiva sobre los habitantes de la tierra. Escenas de enorme
interés están casi sobre nosotros, y estas cosas serán indicaciones seguras
de la presencia de Aquel que ha dirigido en todo movimiento agresivo, que ha
acompañado la marcha de su causa a través de todos los siglos, y que ha
prometido bondadosamente estar en persona con su pueblo en todos sus
22
conflictos hasta el fin del mundo. Él defenderá su verdad. Él hará que ésta
triunfe. Él está listo para suplir a sus fieles de motivos y poder de propósito,
inspirándoles esperanza y valor en la creciente actividad cuando el tiempo esté
muy cercano. (3MS. Undécima parte. Acontecimientos de los últimos días. 57
La última gran lucha, Cristo se mezclará en las filas en el último gran conflicto.)
Según estas evidencias textuales del Espíritu de profecía, podemos afirmar sin
temor a equivocarnos que realmente las siete trompetas del Apocalipsis
tendrán un segundo cumplimiento profético y esta vez, en las escenas finales
de la historia de este planeta.
Sin embargo, estas citas no solo señalan un cumplimiento escatológico de las
siete trompetas sino que sugieren además, que tanto las trompetas como las
copas de la ira de Dios (las plagas) son eventos simultáneos o que se producen
de forma paralela en su cumplimiento y al fin del tiempo de gracia, una vez
que Cristo deje sus vestiduras sacerdotales en su función como sumo
sacerdote.
De todas las trompetas del Apocalipsis, la más mencionada es la séptima y
última de la serie y teniendo su cumplimiento en el fin mismo de la historia de
este planeta y en torno a la segunda venida de Cristo y la resurrección de
todos los justos a través de toda la historia.
Sin embargo, ésta trompeta aun no ha sonado en su cumplimiento profético y
aun no hemos llegado a ese momento, esto nos revela que la serie completa
de las siete trompetas aun se mantiene en el futuro escatológico en su
cumplimiento.
En el día de su advenimiento se oirá la última gran trompeta, y se
producirá un terrible temblor que sacudirá la tierra y el cielo. La tierra entera,
desde los montes más encumbrados hasta las minas más profundas,
escuchará. El fuego lo penetrará todo. La atmósfera viciada será purificada
por el fuego. Habiendo cumplido el fuego su misión, los muertos que han
yacido en sus tumbas se levantarán; algunos, para resurrección de vida, serán
tomados para encontrarse con el Señor en el aire; y otros, para que observen
la venida de Aquel a quien despreciaron y al que ahora reconocen como Juez
23
de toda la tierra. (Alza tus ojos. 4 de septiembre escenas del segundo
advenimiento.)
La trompeta aún no ha sonado. Quienes han descendido a la tumba
todavía no han exclamado: “¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde,
oh sepulcro, tu victoria?" (1 Cor. 15: 55). Los justos muertos aún no han sido
arrebatados con los santos vivos para encontrarse con su Señor en el aire.
Pero se aproxima el tiempo en que las palabras pronunciadas por el apóstol
Pablo se cumplirán: "Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de
arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo
resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos
quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir
al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor" (1 Tes. 4: 16, 17).
(Alza tus ojos. 24 de octubre.)
El fin del tiempo de gracia y las siete trompetas
Según las evidencias encontradas en el espíritu de profecía, estas nos sugieren
que las siete trompetas del Apocalipsis tendrán un cumplimiento escatológico
al fin de los tiempos, ahora, si la evidencia sugiere un cumplimiento de esta
naturaleza de estas profecías en el tiempo final, surge la pregunta que ya nos
hemos planteado anteriormente ¿En qué momento de la línea escatológica de
la cronología profética se cumplirán las siete trompetas? o dicho de otra forma,
¿Después de qué eventos finales se cumplirán las siete trompetas? ¿Qué
evidencias tenemos para afirmar esto? ¿Qué dice el libro del Apocalipsis con
respecto a esta interpretación del tiempo del cumplimiento de las trompetas?
Los eventos celestiales relacionados con el fin del tiempo de gracia están
claramente revelados en la profecía apocalíptica. De esta forma, Apocalipsis
nos revela los acontecimientos que tendrán lugar sobre la tierra el fin del
tiempo de gracia desde dos perspectivas distintas, primero, desde el punto de
vista de las siete copas de la ira de Dios (las siete plagas) y en segundo lugar,
desde el punto de vista de las siete trompetas (Apoc. 15: 5-8; 8: 1-6) todo a
24
partir desde el momento que en el cielo tiene lugar la apertura del séptimo y
último sello.
De esta manera, Apocalipsis nos revela los solemnes eventos que tienen lugar
en el cielo al momento en que termina la mediación de Cristo en el santuario
celestial tras la apertura del séptimo sello y el silencio que se produce por
media hora, así como la relación que guardan las siete trompetas con este
evento.
Otro ángel vino entonces y se paró frente al altar, con un incensario de oro; y
se le dio mucho incienso para añadirlo a las oraciones de todos los santos,
sobre el altar de oro que estaba delante del trono. Y de la mano del ángel
subió a la presencia de Dios el humo del incienso con las oraciones de los
santos. Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo
arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto.
(Apoc. 8: 3-5)
Aquí se nos describe la solemne obra de intercesión de Cristo en el lugar
santísimo del santuario celestial, se hace una clara referencia al incensario de
oro, el cual era utilizado por el sumo sacerdote solamente en el día de la
expiación, en esos momentos el sumo sacerdote tomaba carbones encendidos
del altar del incienso, el cual estaba en el lugar santo, y los echaba en el
incensario y sobre el cual se dejaba caer el incienso aromático, así, el perfume
era llevado al interior del santuario al lugar santísimo.
De esta manera en el día de la expiación, el sumo sacerdote entraba
solamente en esa oportunidad, una vez al año, al lugar santísimo del santuario
y llevaba el incensario al interior del velo. Y Jehová dijo a Moisés: Di a Arón tu
hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario detrás del velo,
delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera;
porque yo apareceré en la nube sobre el propiciatorio. Con esto entrará Aarón
en el santuario: con un becerro para expiación, y con un carnero para
holocausto. Después tomará un incensario lleno de brasas de fuego del
altar de delante de Jehová, y sus puños llenos del perfume aromático
25
molido, y lo llevará detrás del velo. Y pondrá el perfume sobre el
fuego delante de Jehová, y la nube del perfume cubrirá el propiciatorio
que está sobre el testimonio, para que no muera. (Lev. 16: 2-3, 12-13)
Claramente podemos ver como a través de este servicio se hace referencia al
día de la expiación y la obra de Jesús como sumo sacerdote en aquel lugar, el
ángel que tiene el incensario es un símbolo o figura de Cristo, este ángel se
suma a los otros siete que reciben las trompetas, convirtiéndose en el octavo
ángel, (v. 2-3) sabemos que el número ocho representa a Cristo y su poder, así,
este octavo ángel toma el incensario y lo deja caer a la tierra, pero con la
diferencia que ya no le añade el incienso que es un símbolo de los méritos de
Cristo a favor de su pueblo.
De esta forma, el arrojar el incensario a la tierra sin el incienso, representa
claramente el momento en que concluye el tiempo de gracia a favor del
hombre, tras este acto, se nos revela que acontecen en la tierra en ese
momento eventos de carácter sobrenaturales. (v. 5)
De acuerdo con el punto de vista que han favorecido los adventistas del
séptimo día, la cesación del ministerio del ángel junto al altar del
incienso simboliza el fin de la ministración de Cristo en favor de la
humanidad, o sea el fin del tiempo de gracia.
Las voces, los truenos, los relámpagos y el terremoto que suceden cuando el
ángel arroja el incensario en la tierra, describen acontecimientos que
sucederán al fin de la séptima trompeta, después de la apertura del templo
(cap. 11: 19), y en la séptima plaga, cuando sale una voz del templo y declara:
"Hecho está" (cap. 16: 17). (CBA. T7 Apocalipsis de san Juan. Capitulo 8. 5 Lo
arrojó a la tierra.)
De esta manera y según el contexto del capítulo ocho, la apertura del séptimo
sello, el silencio por media hora y la acción del ángel de arrojar el incensario a
la tierra pero sin el incienso, se relacionan con el mismo evento al interior del
lugar santísimo del santuario celestial, y el cual correspondería a los momentos
cuando Cristo pone fin a su ministerio celestial como sumo sacerdote y con ello
concluye el tiempo de gracia y misericordia para toda la humanidad.
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Sin embargo, el texto nos revela que una vez que acontece todo aquello,
cuando llega el fin del tiempo de gracia, recién entonces los siete ángeles se
disponen a tocar las siete trompetas y no antes, Y el ángel tomó el incensario y
lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y
relámpagos, y un terremoto. Y los siete ángeles que tenían las siete
trompetas se dispusieron a tocarlas. (Apoc. 8: 5-6)
¿Pero en qué momento reciben estos ángeles las siete trompetas? Si
analizamos el texto, nos daremos cuenta que lo hacen al abrirse el séptimo
sello y de la manera como ya lo hemos estudiado correspondería con el fin del
tiempo de gracia, siete ángeles reciben siete trompetas de pie ante Dios,
Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora.
Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete
trompetas. (v. 1-2) En los textos que siguen, se describe el ministerio de Cristo
al interior del santuario celestial en el lugar santísimo de este (v. 3-4) y una vez
que termina su mediación, recién estos siete ángeles proceden a tocar las siete
trompetas.
Por lo tanto, y según las evidencias contextuales presentadas hasta aquí y
desde este punto de vista, podemos situar el cumplimiento profético de las
siete trompetas una vez que terma la mediación de Cristo en el santuario
celestial en el lugar santísimo de éste, al momento en que se abre el séptimo
sello.
Es en esta instancia y de aquí en adelante cuando los juicios de Dios se
derramarán sobre la tierra sin mezcla de misericordia a través de las siete
copas, y el sonido de las siete trompetas anunciaría a los moradores de la
tierra el acercamiento de los más terribles acontecimiento en sucesos
devastadores y terroríficos sobre todos los impíos y el anuncio solemne de la
gloriosa liberación del pueblo de Dios.
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La quinta trompeta y el sello de Dios
Otra evidencia textual que nos revela el hecho que las trompetas son eventos
que se producirán una vez terminado el tiempo de gracia, es el contenido de
los eventos desarrollados en la quinta trompeta. El quinto ángel tocó la
trompeta, y vi una estrella que cayó del cielo a la tierra; y se le dio la llave del
pozo del abismo. Y abrió el pozo del abismo, y subió humo del pozo como
humo de un gran horno; y se oscureció el sol y el aire por el humo del pozo. Y
del humo salieron langostas sobre la tierra; y se les dio poder, como tienen
poder los escorpiones de la tierra. Y se les mandó que no dañasen a la hierba
de la tierra, ni a cosa verde alguna, ni a ningún árbol, sino solamente a los
hombres que no tuviesen el sello de Dios en sus frentes. Y les fue dado,
no que los matasen, sino que los atormentasen cinco meses; y su tormento era
como tormento de escorpión cuando hiere al hombre. Y en aquellos días los
hombres buscarán la muerte, pero no la hallarán; y ansiarán morir, pero la
muerte huirá de ellos. (Apoc. 9:1-6)
Según el texto citado, claramente podemos ver que el ataque de las mortales
langostas salidas del pozo del abismo una vez que este se abre, se dirige
directamente y por orden divina, sobre todos los hombres que no tienen
el sello de Dios en sus frentes. (v. 4)
Por consiguiente, si las trompetas son eventos que solamente se aplican al
pasado histórico de la era cristiana ¿Por qué entonces la quinta trompeta
señala que el tormento de las langostas cae solamente sobre quienes no
tengan el sello de Dios en sus frentes? ¿Acaso el sello de Dios allí mencionado
(v. 4) no está en el contexto mayor del capítulo siete (Apoc. 7: 1-3) el cual
revela el sellamiento del pueblo de Dios en el tiempo del fin y cuya obra se
extiende hasta el fin del tiempo de gracia y a las trágicas consecuencias sobre
todos aquellos que no tengan dicho sello sobre sus frentes? (Apoc. 8: 1-6)
Desde una interpretación en que las trompetas se cumplieron solamente en el
pasado, ¿Cómo entender entonces el sello de Dios en la quinta trompeta? y si
este es el sello mencionado en el capítulo siete ¿Por qué entonces aparece
mencionado en la quinta trompeta?
28
Apocalipsis capítulo siete nos revela una gran multitud como resultado de la
obra del sellamiento del remanente de pie ante Dios, (v. 9) pero la
característica principal que tiene esta gran multitud es que ha salido de una
gran tribulación Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que
han salido de la gran tribulación, y han lavado sus ropas, y las han
emblanquecido en la sangre del cordero. (v. 14)
Aquella gran tribulación allí mencionada ¿No es acaso y corresponde a la
tribulación de la gran crisis final la cual se encuentra relacionada con la marca
de la bestia y de la adoración de su imagen, el número de su nombre y el
nombre de la bestia en contraposición con todos aquellos que permanecieron
firmes y que recibieron el sello de Dios en sus frentes?
Por lo tanto, al hacer un análisis de estos eventos, estos nos sitúan
directamente en el tiempo profético conocido como el tiempo de angustia
previo, (Apoc. 14:9-13; 12: 17;13: 1-18; 15: 1-4; 20: 4) y de manera especial,
nos llevan a los eventos finales del gran conflicto entre el bien y el mal una vez
terminado el tiempo de gracia para toda la humanidad y seguidamente
trasladándonos al gran tiempo de angustia de Jacob, con lo cual, los eventos
catastróficos sobre los impíos que describe la quinta trompeta se
desarrollan durante un tiempo en que la obra del sellamiento ya ha
concluido y que es lo mismo que el fin del tiempo de gracia, donde los
juicios de Dios ya se han desencadenado sobre la tierra sin mezcla de
misericordia alguna.
¿Pero de qué manera se relaciona la obra del sellamiento registrada en el
capítulo siete con las siete trompetas del Apocalipsis? Según la quinta
trompeta, los juicios destructivos de esta trompeta caen directamente sobre
quienes no tienen el sello de Dios en sus frentes (v. 4) y de lo cual deducimos
que para ser librados de los juicios devastadores y destructivos de las siete
trompetas, el sello de Dios debe ser colocado en la frente de las personas,
(Apoc. 7: 3) pero no de cualquier persona, Apocalipsis revela que el sello de
Dios será colocado sobre la frente de todos aquellos que hayan emblanquecido
su ropa en la sangre del cordero (v. 14)
29
Por lo tanto, el sellamiento es una obra importante que debe de realizarse
antes que Cristo termine su obra mediadora en el santuario celestial y
Apocalipsis nos revela que una vez que el séptimo sello se abra y termine con
ello el tiempo de gracia, las siete trompetas sonarán sobre la tierra en juicios
devastadores y destructivos sobre todos aquellos que no tengan el sello de
Dios en sus frentes.
Recordemos que la apertura del séptimo sello resulta diferente y al parecer,
mucho más solemne que la apertura de los seis primeros sellos del libro.
Apocalipsis revela que existe una línea continua e ininterrumpida desde la
apertura del primero al sexto sello y no aparece aquí en toda esta secuencia
ninguna interrupción de algún evento entre un sello u otro, es una apertura
continua que se da a través del tiempo.
Sin embargo, esta línea y secuencia de eventos que se cumplen tanto en el
cielo como en la tierra, en la medida que cada sello es abierto, se detiene y se
ve entonces interrumpida después de la apertura del sexto sello. Lo más
lógico en este contexto sería esperar la apertura del séptimo sello de forma
inmediata y continua después de la apertura del sexto sello y como lo fue en la
secuencia que se dio en los otros seis, pero no sucede de esa manera según
como lo presenta la revelación profética.
Si nos damos cuenta, y según lo presenta el libro del Apocalipsis, la apertura
del séptimo sello se realiza recién y después, que haya tenido lugar el
sellamiento del pueblo de Dios (Los siervos de nuestro Dios) y no antes.
(Apoc. 7: 1-8; 8: 1)
Una vez que el sexto sello es abierto y se desarrollan los acontecimientos allí
descritos, se presenta a continuación el sellamiento de la iglesia remanente.
En el capítulo siete se registra esta obra y viene a formar una especie de
paréntesis que detiene o se interpone, momentáneamente, a la apertura del
séptimo y último sello, el cual mantiene aun cerrado el libro.
Por lo tanto, lo que impide abrir el séptimo sello y que con ello suenen las siete
trompetas, es precisamente el desarrollo aun de la obra del sellamiento del
30
pueblo de Dios, lo que implica que de alguna manera u otra, la apertura del
séptimo sello se relaciona de manera directa con esta obra. Dicho de otra
forma, e interpretando las secuencias allí establecidas, una vez terminado el
sellamiento debería de abrirse de forma inmediata el séptimo sello, ya que en
la secuencia que se inserta, (el sellamiento efectuado en el capítulo siete) no
hay ningún otro evento una vez concluido este, más que la apertura de allí en
adelante, clara e inmediata del último sello (Apoc. 8: 1) y seguidamente, el
sonar de las siete trompetas del Apocalipsis (v. 2, 6)
De esta forma, ¿Cómo se relaciona el sellamiento con la apertura del séptimo
sello y el toque de las siete trompetas? ¿Qué es el sellamiento y que implica
este, que debe de realizarse esta obra primero antes que los siete ángeles
toquen las trompetas? (Apoc. 8: 1-2, 5-6) ¿Qué es y qué implica la apertura del
séptimo sello que debe de abrirse solamente y una vez concluido el
sellamiento?
El sellamiento es presentado como una obra necesaria y fundamental antes
que los cuatro ángeles suelten finalmente los cuatro vientos. Cuatro ángeles
detienen los cuatro vientos de la tierra, los que significan, como hemos visto,
desastres, catástrofes, conflictos y todos los elementos de las contiendas
desatados sobre toda la tierra de forma cataclismica, sin embargo, estos
cuatro ángeles impiden por el momento que esto llegue a suceder, ellos
tienen ese poder de retener o soltar, pero están bajo órdenes divinas.
Lo que impide a su vez, que estos eventos catastróficos se desaten sobre toda
la tierra, es precisamente el ángel que subía de donde sale el sol y que tenía el
sello del Dios vivo, es este ángel el que ordena a los otros cuatro que aun no
desaten los vientos, es este ángel, el que impide que se desaten sobre la tierra
todos los elementos naturales en su función destructiva y de las contiendas
humanas.
El ángel que tiene la misión de sellar al pueblo de Dios, es el que tiene en el
fondo, el poder de retener o dar la orden, por el momento, para que los cuatro
ángeles cumplan con la misión de desatar los vientos, condiciona así, la obra
de los otros cuatro ángeles a la obra y al tiempo que dure el sellamiento. Vi
también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios
31
vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado
el poder de hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: No hagáis daño a la
tierra, y al mar, ni a los arboles, hasta que hayamos sellado en sus
frentes a los siervos de nuestro Dios. (Apoc. 7: 2-3)
Seguidamente, se nos revela que estos cuatro vientos finalmente sí serán
desatados sobre la tierra, las calamidades en tierra y mar serán de gran
intensidad, frecuencia y a escala global, pero el ángel que tiene el sello de Dios
dice: No hagáis daño a la tierra, y al mar, ni a los arboles, hasta que
hayamos sellado. (v. 3) Por lo tanto, el sellamiento se relaciona y se lleva a
efecto en un tiempo donde estos eventos catastróficos aun están bajo el
control de lo divino, No hagáis daño, aun los cuatro ángeles retienen los
vientos, esto nos revela que el tiempo en que esta obra de sellamiento
se realiza, es un tiempo de gracia, donde aun existe la misericordia de
Dios mediante la intercesión de Cristo en el santuario celestial y donde los
juicios divinos aun son retenidos.
Esto significa que soltar los vientos, nos lleva a un tiempo en el futuro
escatológico, donde ya no existe ninguna contención por parte de Dios en
refrenar los poderes del mal sobre la tierra y esto efectivamente acontece y
tiene lugar solamente cuando Cristo deje de interceder en el santuario
celestial, dicho de otra forma, cuando termine el sellamiento será entonces el
momento solemne cuando termine el tiempo de gracia.
Sin embargo, se revela que el tiempo límite para retener los vientos es el
tiempo que tarda el ángel en sellar al pueblo de Dios. Hasta que hayamos
sellado. (v. 3), en otras palabras, que la duración del tiempo de gracia estará
determinada por la duración o lo que tarde el ángel en sellar a la iglesia
remanente.
Precisamente antes de que entráramos en él [el tiempo de angustia], todos
recibimos el sello del Dios viviente. Entonces vi que los cuatro
ángeles dejaron de retener los cuatro vientos. Y vi hambre, pestilencia y
espada, nación se levantó contra nación, y el mundo entero entró en
confusión.-7CBA 979 (1846).
32
Vi ángeles que iban y venían de uno a otro lado del cielo. Un ángel con tintero
de escribano en la cintura regresó de la tierra y comunicó a Jesús que había
cumplido su encargo, quedando sellados y numerados los santos. Vi
entonces que Jesús, quien había estado oficiando ante el arca de los Diez
Mandamientos, dejó caer el incensario, y alzando las manos exclamó en
alta voz: "Consumado es".-PE 279 (1858).
Queda, por así decirlo, solamente un momento de tiempo. Pero aunque ya se
levanta nación contra nación, y reino contra reino, no hay todavía
conflagración general. Todavía los cuatro vientos son retenidos hasta
que los siervos de Dios sean sellados en sus frentes. Entonces las
potencias de la tierra ordenarán sus fuerzas para la última gran
batalla.-2JT 369 (1900).
Un ángel que regresa de la tierra anuncia que su obra está terminada; el
mundo ha sido sometido a la prueba final, y todos los que han resultado
fieles a los preceptos divinos han recibido 'el sello del Dios vivo".
Entonces Jesús dejará de interceder en el santuario celestial.
Levantará sus manos y con gran voz dirá- "Hecho es".-CS 671 (1911).
Así y una vez concluida la obra del sellamiento, se desatarán recién sobre la
tierra los cuatro vientos y según la declaración que hace el ángel del
sellamiento se relacionan estos con eventos y acontecimientos de carácter
destructivos, y clamó a los cuatro ángeles a quienes se les había dado el
poder de hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: No hagáis daño a la
tierra, ni al mar, ni a los árboles… (Apoc. 7: 2-3)
Por lo tanto, resulta imposible abrir el séptimo sello mientras aun no termine el
sellamiento, terminado este, recién se procederá a abrirlo. Esto significa e
implica que el séptimo sello se encuentra ligado al fin del tiempo de gracia, el
cual concluye terminado el sellamiento del pueblo de Dios.
Seguidamente, terminado el sellamiento sobre la tierra, se retoma entonces la
obra de seguir abriendo los sellos del libro, esta obra se vio interrumpida por la
mediación de Cristo en el lugar santísimo del santuario celestial a favor de su
33
iglesia, Cristo no puede venir mientras esté oficiando como sumo sacerdote, al
terminar su obra allí, comenzarían las instancias ya finales para este
apoteósico evento, por eso, el séptimo sello tiene que ser abierto primero y
cumplirse los eventos que este contiene, así como aconteció al momento en
que se abrieron los otros sellos.
Una vez concluida la obra del sellamiento y abierto el séptimo sello, recién los
siete ángeles proceden a tocar las siete trompetas, (Apoc. 8:2, 6) con lo cual,
enfatizamos que según el contexto del capítulo siete, el sellamiento es una
obra que se realiza durante el tiempo del fin y especialmente en el tiempo de
angustia previo, lo cual nos revela que las siete trompetas se cumplen en un
tiempo escatológico finalizado el tiempo de gracia para toda la humanidad.
Si las trompetas del Apocalipsis revelan en su contenido eventos de carácter
catastróficos sobre la tierra, entonces es de vital importancia tener el sello de
Dios en la frente y según el ángel del capítulo siete, este es un sello de
protección del pueblo de Dios para cuando se desaten los vientos que harán
daño a la tierra y al mar y caerán sobre todo hombre y mujer que no tenga
dicha señal de protección sobre su frente, como lo revelado en la quinta
trompeta.
Un análisis de las siete trompetas del Apocalipsis revelará que los eventos
contenidos en ellas son devastadores y catastróficos sobre la tierra y que la
única forma de escapar de estos juicios, es bajo la protección de Dios mediante
el sello divino sobre la frente de quienes vivan para entonces.
De esta forma, para cuando suceden los eventos de la quinta trompeta, esta
obra del sellamiento ya habrá terminado sobre la tierra y con ello, el tiempo de
gracia, cumpliéndose lo afirmado por el ángel del sellamiento que los juicios
catastróficos caerán sobre todos aquellos que no tengan el sello de Dios en sus
frentes.
Por lo tanto, el sello de Dios y la obra del sellamiento nos colocan el desarrollo
y cumplimiento del toque de las siete trompetas del Apocalipsis y de manera
34
señalada por el texto, de la quinta trompeta, después del tiempo de gracia,
una vez finalizado el sellamiento del pueblo de Dios.
Las siete trompetas y las siete copas
De igual manera, el contenido de las siete trompetas nos revelan juicios
devastadores y destructivos que caerán sobre los impíos y según las
evidencias ya presentadas hasta aquí, se cumplirán una vez terminado el
tiempo de gracia, sin embargo y por otro lado, Apocalipsis nos presenta estos
mismos juicios desde dos puntos de vista, las trompetas y las plagas.
Al parecer, existe una relación asombrosa entre ambos juicios, las similitudes
que existen entre las trompetas y las plagas nos sugieren que ambos eventos
son paralelos en su ejecución, dando a entender que tanto las trompetas, como
las plagas son acontecimientos que se desarrollan después del tiempo de
gracia y de manera simultánea.
Al realizar un estudio de ambos capítulos, revelará que las similitudes son
asombrosas en sus contenidos y acontecimientos que se desarrollan sobre la
tierra. Aunque el contenido de los eventos de las siete trompetas es mucho
más detallado en su descripción que el de las siete plagas, un capitulo y pasaje
de la profecía arroja luz sobre el otro complementando de esta manera todo el
cuadro profético que se desarrollará en esos momentos catastróficos de la
tierra.
Ambos acontecimientos ocurren una vez terminado el tiempo de gracia, en el
caso de las plagas, la evidencia nos dice que su derramamiento ocurre una vez
que el templo se abre en el cielo y siete ángeles reciben de los cuatro seres
vivientes siete copas que están llenas de la ira de Dios, al momento de salir del
templo, este se llena de humo, evidenciando que el tiempo de gracia ha
terminado. Después de estas cosas miré, y he aquí fue abierto en el cielo el
templo del tabernáculo del testimonio; y del templo salieron los siete ángeles
que tenían las siete plagas, vestidos de lino limpio y resplandeciente, y ceñidos
alrededor del pecho con cintos de oro. Y uno de los cuatro seres vivientes dio
35
a los siete ángeles siete copas de oro, llenas de la ira de Dios, que vive por los
siglos de los siglos. Y el templo se llenó de humo por la gloria de Dios, y por
su poder; y nadie podía entrar en el templo hasta que se hubiesen cumplido las
siete plagas de los siete ángeles. (Apoc. 15: 5-8)
En el caso de las trompetas, también tenemos siete ángeles los cuales reciben
las siete trompetas, y una vez terminado el tiempo de gracia se disponen a
tocarlas. Y el ángel tomó el incensario, y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó
a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto. Y los siete
ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas. (Apoc. 8: 5-6)
Estas evidencias nos revelan que tanto, las trompetas como las plagas,
comparten similitudes asombrosas y sugieren por la evidencia textual, que se
trata de acontecimientos que se desarrollarán una vez terminado el tiempo de
gracia y que se ejecutarán de forma simultánea sobre la tierra.
Aunque existen diferencias entre ellos, donde una forma de juicios es
anunciada por medio de trompetas, mientras que la otra es representada por
medio de copas, en esta última, las copas representan juicios directos
destinados a ser bebidos por los impíos, mientras que en las trompetas son
juicios anunciados de manera más general.
Las siete trompetas ¿un período de tiempo o un punto en el tiempo?
Según hemos visto, las trompetas podemos interpretarlas de dos formas
distintas, desde un punto de vista histórico, mirando hacia el pasado, donde las
siete trompetas se cumplieron a través de toda la era cristiana, desde el año
31 hasta 1844 dc. Bajo esta interpretación, las trompetas se cumplen a través
de un largo período de tiempo señalando diversas etapas de la historia
eclesiástica.
Por otro lado, al interpretar las siete trompetas desde un punto de vista
escatológico como profecías que se cumplirán una vez terminado el tiempo de
gracia, las siete trompetas pasan hacer un punto en el tiempo antes que un
36
largo período sobre una línea cronológica, es decir, las trompetas se cumplen
dentro de un punto específico de la línea escatológica de la línea profética.
En la quinta y sexta trompetas se habla de un determinado período de tiempo,
que al parecer, se extendería a través de una larga línea cronológica, el texto
en cuestión nos señala, Y les fue dado, no que los matasen, sino que los
atormentasen cinco meses; y su tormento era como tormento de escorpión
cuando hiere al hombre. (Apoc. 9: 5), mientras que en la sexta trompeta
leemos, Y fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la
hora, día, mes y año, a fin de matar a la tercera parte de los hombres. (v.
15) Estas referencias a tiempo, dan la impresión que los eventos que se
desarrollan en estas trompetas se refieren a largos períodos de tiempo
profético que pueden ser calculados y aplicados en la historia y que según la
primera interpretación resultaron en lo cierto.
Sin embargo, el sentido original del griego al referirse a estos tiempos
proféticos es señalar un punto en el tiempo y no un largo período de tiempo.
Esta interpretación escatológica de las trompetas, por otro lado, no estaría
afectada por los problemas típicos de calendarios como los de 1582 y 1752 y
que fueron serios problemas para Josías Litch al momento de interpretar las
siete trompetas desde una perspectiva histórica mirando hacia el pasado.
Por lo tanto, al interpretar las siete trompetas del Apocalipsis tenemos que
tener en cuenta que no se trata de largos períodos proféticos como ocurrió en
el pasado bajo una interpretación histórica de estas, sino que estarían
apuntando a instancias de tiempo sobre un punto preciso de la cronología
escatológica de los eventos finales debido a la gravedad y a lo catastrófico que
resultarán los eventos que se producirán sobre la tierra una vez terminado el
tiempo de gracia.
Al considerar el hecho de que las siete trompetas bajo esta interpretación
escatológica, son un punto en el tiempo y no un largo período cronológico,
además, estaría en armonía con las declaraciones del espíritu de profecía que
señalan que los eventos finales no solamente serán rápidos, sino que éstos,
37
así como el gran tiempo de angustia donde estos eventos se producirán, serían
acortados y que tendrían una duración breve y no extendiéndose por un largo
período de tiempo.
La época en que vivimos es importante y solemne. El espíritu de Dios se está
retirando gradual pero ciertamente de la tierra. Ya están cayendo juicios y
plagas sobre los que menosprecian la gracia de Dios. Las calamidades en
tierra y mar, la inestabilidad social, las amenazas de guerra, como portentosos
presagios, anuncian la proximidad de acontecimientos de la mayor gravedad.
Las agencias del mal se coligan y acrecen sus fuerzas para la gran crisis final.
Grandes cambios están a punto de producirse en el mundo, y los
movimientos finales serán rápidos. (Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág.
280.) (SC. Condiciones que hace frente el cristiano. El espíritu re frenador de
Dios se está retirando. Pág. 67)
Si los hombres tuviesen la visión del cielo, verían compañías de ángeles
poderosos en fuerza estacionados en torno de los que han guardado la palabra
de la paciencia de Cristo. Con ternura y simpatía, los ángeles han presenciado
la angustia de ellos y han escuchado sus oraciones. Aguardan la orden de su
jefe para arrancarlos al peligro. Pero tienen que esperar un poco más. El pueblo
de Dios tiene que beber de la copa y ser bautizado con el bautismo.
La misma dilación que es tan penosa para ellos, es la mejor respuesta a sus
oraciones. Mientras procuran esperar con confianza que el Señor obre, son
inducidos a ejercitar su fe, esperanza y paciencia como no lo hicieron durante
su experiencia religiosa anterior. Sin embargo, el tiempo de angustia será
acortado por amor de los elegidos. "¿Y acaso Dios no defenderá la
causa de sus escogidos, que claman a él día y noche? . . . Os digo que
defenderá su causa presto." (S. Lucas 18: 7, 8, V.M.) El fin vendrá más
pronto de lo que los hombres esperan. El trigo será recogido y atado en
gavillas para el granero de Dios; la cizaña será amarrada en haces para los
fuegos destructores. (CS. Cap. 40 El tiempo de angustia. Pág. 688, 689)
El ojo de Dios, al mirar al través de las edades, se fijó en la crisis a la cual
tendrá que hacer frente su pueblo, cuando los poderes de la tierra se unan
38
contra él. Como los desterrados cautivos, temerán morir de hambre o por la
violencia. Pero el Dios santo que dividió las aguas del Mar Rojo delante de los
israelitas manifestará su gran poder libertándolos de su cautiverio. "Ellos me
serán un tesoro especial, dice Jehová de los ejércitos, en aquel día que yo
preparo; y me compadeceré de ellos, como un hombre se compadece de su
mismo hijo que le sirve." (Malaquías 3: 17, V.M.)
Si la sangre de los fieles siervos de Cristo fuese entonces derramada, no sería
ya, como la sangre de los mártires, semilla destinada a dar una cosecha para
Dios. Su fidelidad no sería ya un testimonio para convencer a otros de la
verdad, pues los corazones endurecidos han rechazado los llamamientos de la
misericordia hasta que éstos ya no se dejan oír. Si los justos cayesen entonces
presa de sus enemigos, sería un triunfo para el príncipe de las tinieblas. El
salmista dice: "Me esconderá en su pabellón en el día de calamidad; me
encubrirá en lo recóndito de su Tabernáculo." (Salmo 27: 5, V.M.)
Cristo ha dicho: "¡Ven, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tus
puertas sobre ti; escóndete por un corto momento, hasta que pase la
indignación! Porque he aquí que Jehová sale de su lugar para castigar a los
habitantes de la tierra por su iniquidad." (Isaías 26: 20, 21, V.M.) Gloriosa será
la liberación de los que lo han esperado pacientemente y cuyos nombres están
escritos en el libro de la vida. (CS. Cap. 40 El tiempo de angustia. Pág. 692)
Los ángeles de Dios en sus mensajes dados a los hombres representan el
tiempo como algo muy corto. Así es como siempre me ha sido presentado.
(EUD. Cap. 3 ¿Cuándo serán estas cosas? Pág. 22)
Cuando estemos de pie con los redimidos sobre el mar de vidrio, con las arpas
de oro y las coronas de gloria y ante la eternidad sin límites, entonces veremos
cuán breve fue el período de prueba que hubo que esperar.10MR 266
(1886). (EUD. Cap. 3 ¿Cuándo serán estas cosas? Pág. 25)
39
Los tiempos de apuro y angustia que nos esperan requieren una fe capaz de
soportar el cansancio, la demora v el hambre, una fe que no desmaye a pesar
de las pruebas más duras...
El "tiempo de angustia, cual nunca fue después que hubo gente" se iniciará
pronto; y para entonces necesitaremos tener una experiencia que hoy por hoy
no poseemos y que muchos no pueden lograr debido a su indolencia. Sucede
muchas veces que los peligros que se esperan no resultan tan grandes como
uno se los había imaginado; pero éste no es el caso respecto de la crisis que
nos espera. La imaginación más fecunda no alcanza a darse cuenta de la
magnitud de tan dolorosa prueba. -CS 679-680 (1911).259
Cuando Jesús salga del lugar santísimo, su Espíritu refrenador se retirará de los
gobernantes y del pueblo. Estos quedarán bajo el dominio de los ángeles
malos. Entonces, por consejo y dirección de Satanás, se harán leyes tales que,
a menos que el tiempo sea muy corto, no se salvará ninguna carne.-1JT
75 (1859). (EUD. Cap. 18 las siete últimas plagas y los justos, el gran tiempo de
angustia parte 2. Terrible más allá de toda comprensión. Pág. 143, 144)
Cuando concluya la obra del juicio investigador, el destino de todos habrá sido
decidido para vida o para muerte. El tiempo de prueba finalizará un corto
tiempo antes de que aparezca el Señor en las nubes de los cielos . . .
Gravísima es la condición de aquellos que, cansándose cada vez más de su
vigilancia, se vuelven a los intereses del mundo.
Mientras el hombre de negocios esté absorbido en la búsqueda de ganancias,
mientras el amador de placeres procure complacerse, mientras la seguidora de
la moda esté disponiendo sus adornos, el juez de toda la tierra pronunciará tal
vez en esa misma hora la sentencia: "Pesado has sido en balanza, y fuiste
hallado falto".-RH 9-11-1905. 358 (Hijos e hijas de Dios. El fin del tiempo de
prueba.)
Estamos al borde de acontecimientos grandiosos y solemnes. Las profecías se
están cumpliendo. El último gran conflicto será corto, pero terrible.
Antiguas controversias serán revividas. Surgirán nuevas controversias.
Tenemos una gran obra que hacer.
40
Nuestra obra ministerial no debe cesar. La última amonestación debe ser dada
al mundo. Hay un poder especial en la presentación de la verdad en el tiempo
presente. ¿Cuánto tiempo durará? Sólo por un corto período... (3MS. Undécima
parte. Acontecimientos de los últimos días. 57 la última gran lucha. El conflicto
final será corto pero terrible.)
Fui movida por el Espíritu de Dios a escribir ese libro (El conflicto de los
siglos)... Sabía que el tiempo era corto, y que las escenas que pronto
han de agolparse sobre nosotros por fin sucederán en forma repentina
y rápida, como se presentan en las palabras de la Escritura. "El día del Señor
vendrá así como ladrón en la noche" (1 Tes. 5:2). (3MS. Undécima parte.
Acontecimientos de los últimos días. 57 la última gran lucha.)
Por lo tanto, llegar a pensar en un largo período profético de acontecimientos
sobre la tierra una vez finalizado el tiempo de gracia, sería imposible de
soportar y a demás, sería impensado debido a la gravedad y a lo catastrófico y
devastador que resultarán los eventos finales descritos tanto, por el sonar de
las trompetas, como por el derramamiento de las siete plagas.
Seguidamente, la tierra en toda su estructura y ecosistema dañado no
soportarían por mucho tiempo condiciones semejantes y todo colapsaría en
una ruina global envolviendo en una devastación y destrucción tanto, a justos
como a pecadores, si esto fuera así, nadie podría sobrevivir a tales
acontecimientos finales de manera que al regresar Cristo, no tendría a nadie
quien lo viera venir.
Ya Jesús anticipo un escenario semejante a este y a las condiciones que se
darían sobre la tierra en los momentos finales del planeta, además, señaló que
el tiempo en tales circunstancias en esa hora profética serían acortados, de lo
contrario, nadie podría sobrevivir a semejante cataclismo mundial. Porque
habrá entonces gran tribulación, cual no la ha habido desde el principio del
mundo hasta ahora, ni la habrá. Y si aquellos días no fuesen acortados,
41
nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán
acortados. (Mat. 24: 21,22)
De esta manera, el tiempo profético en la línea cronológica de la profecía en
que se derramen las siete copas de la ira de Dios y los juicios catastróficos
contenidos y anunciados por las siete trompetas, obedecen a un tiempo breve
y no prolongado, el conflicto en su fase final, Cristo lo resolverá de manera
rápida por amor de sus escogidos, pero a su vez, esto no significa en ningún
momento que estos acontecimientos finales sobre la tierra no serán intensos y
devastadores. Esto marca una gran diferencia con profecías que se cumplieron
en el pasado, los eventos finales sobre la tierra, serán por cierto muy intensos
pero sobre una línea de tiempo no prolongada.
EL SIGNIFICADO Y USO DE LAS SIETE TROMPETAS EN EL LIBRO DEL
APOCALIPSIS
De esta manera y bajo la interpretación que las siete trompetas tienen un
segundo cumplimiento hacia el fin del tiempo de gracia, entonces ¿Qué
significado cobran a la luz de esta segunda posición las siete trompetas del
Apocalipsis? ¿Cuál es su significado y sentido en los eventos finales y que
tienen como protagonistas a la iglesia remanente y por otro lado, a las fuerzas
del mal en orden de batalla contra esta a escala global?
Seguidamente, el anuncio de los eventos finales sobre la tierra, así como los
acontecimientos que tendrán lugar en el cielo en el tiempo del fin y de forma
especial y señalada una vez terminado el tiempo de gracia, se realizan al estilo
de la época de Juan, mediante el uso de trompetas, lo cual revela que serán
acontecimientos serios, graves y muy solemnes como los eventos del Antiguo
Testamento que eran anunciados por trompetas, con la diferencia que ya
hemos señalado, que esta vez, envuelven al mundo entero.
Tal como hemos visto en la historia bíblica del AT. Las trompetas representan
diversas situaciones de carácter solemne, sobrecogedoras y por demás graves,
relacionadas con el pueblo de Dios y como instrumentos sagrados que
indicaban los juicios destructivos sobre los impíos y enemigos de Israel.
42
Si tuviéramos que interpretar a Juan en términos modernos, es evidente que no
usaríamos las trompetas como un medio de llamar la atención o comunicar un
evento serio, solemne, o catastrófico a las multitudes o a las naciones de
nuestro tiempo, nuestros medios serían modernos, a tono y de acuerdo con
nuestra época en que vivimos.
Sin embargo, los eventos finales de la historia de este mundo fueron revelados
a Juan según el tiempo y en la época en que este vivió y según el lenguaje que
el profeta manejaba, de allí, que no es de extrañar que Dios utilizara el
lenguaje y las figuras del tiempo del profeta como lo fueron las trompetas para
revelar eventos solemnes sobre la tierra.
El fin del tiempo de gracia
Durante el tiempo de gracia Cristo era el cordero como inmolado y el sumo
sacerdote ante Dios a favor de su iglesia y de todos aquellos que le acepten
como su salvador, ahora, terminado el tiempo de gracia el sonido conmovedor
y solemne de las siete trompetas le anuncian al mundo entero que la gracia ha
concluido para siempre y que los hombres tendrán que vérselas con un Dios
santo y cuya ley ha sido transgredida y tendrán que hacer frente a una serie de
acontecimientos destructivos nunca antes vistos por mortal alguno.
El toque de las siete trompetas del Apocalipsis señala para toda la humanidad
que ha llegado la hora del fin del tiempo de gracia y con ello, la hora final de la
tierra, tras haber sido sellado el pueblo de Dios, las trompetas marcarán el
comienzo de eventos devastadores y destructivos sobre la tierra y cuya
solemnidad estará anunciada a través del toque de estos instrumentos de
sonido grave y conmovedor.
La gran batalla del Armagedón
En el AT. El sonido de la trompeta le anunciaba al pueblo de Dios la proximidad
de los enemigos y del grave peligro que corrían, revelando el inicio de un
conflicto velico con las naciones paganas, las trompetas del Apocalipsis nos
anuncian el conflicto final del pueblo de Dios y de la proximidad de la gran
batalla del Armagedón.
43
A través de un evento de carácter velico del AT. Se nos revela e ilustra cómo
las trompetas jugaron un papel fundamental en la destrucción y toma de la
ciudad de Jericó, la cual era última fortificación más poderosa antes que el
pueblo de Dios entrara y tomara de forma definitiva la tierra prometida.
Tras el sonar de siete trompetas por siete días, y de manera señalada al sonido
de la última en manos de los sacerdotes, la gran ciudad de Jericó, ciudad
fortificada y cerrada en extremo, cayó finalmente en manos de los israelitas
misteriosamente al son de trompetas.
De esta misma forma, se nos revela para nuestros días finales, que tras el
sonar de las siete trompetas del Apocalipsis y de forma señalada al son de la
séptima y última de ellas, que la gran ciudad de Babilonia caerá
definitivamente para nunca más levantarse sobre la tierra y el Israel espiritual
recibirá toda la tierra por heredad.
Bajo este contexto, las siete trompetas del Apocalipsis nos anuncian la gran
batalla final del Armagedón, este gran conflicto transformará a toda la tierra en
un gran y vasto campo de batalla, donde finalmente podremos ver a Cristo
Jesús y los ejércitos celestiales guerreando contra los poderes del mal (Apoc.
19:11-21) representados por la bestia y sus ejércitos, el falso profeta y todos
los moradores de la tierra alineados tras uno de estos poderes que han
escogido voluntariamente, veremos y seremos testigos presenciales de la
caída y destrucción de la gran ciudad de Babilonia, que concentra, y que a su
vez, es el gran símbolo de todas las fuerzas del mal de este mundo alineadas
en orden de batalla contra Cristo y su iglesia.
Las siete trompetas y el año del jubileo
Otro evento de la profecía que está señalado por el sonido de las trompetas en
el tiempo final y que tiene sus raíces en el AT. Conocido como el año del
jubileo, pero que guarda una estrecha relación con el pueblo de Dios en los
últimos días, tendrá su cumplimiento a escala global tras ser anunciado por el
sonido de las trompetas del Apocalipsis. Este evento contenido en las leyes
levíticas, decretaba que por cada seis años trabajada la tierra, el año siguiente,
44
el séptimo, la tierra debía de descansar y el fruto que diera durante ese tiempo
sería para los pobres de la tierra, seguidamente, en ese año, el séptimo del
jubileo, todo aquel que tuviera esclavos o sirvientes deberían de salir libres, si
alguno, por cualquier necesidad o motivo, perdió su tierra o su heredad, en ese
año, la propiedad retornaba a sus manos, la tierra no era vendida a
perpetuidad, bajo las leyes levíticas, si alguno contraía una deuda con alguien
y no podía pagarla, al llegar el año del jubileo esa deuda quedaba saldada y
olvidada. (Lev. 25: 1-55) Era el año de la remisión.
De esta forma, el año del jubileo significaba para el pueblo de Dios, libertad,
júbilo y el descanso de la tierra, el año del jubileo según las leyes levíticas
entregadas al pueblo de Israel, nos presenta otra faceta del plan de la
redención mediante una mirada escatológica y a escala de los eventos finales
de la redención final de la iglesia y de la tierra como heredad que retorna a sus
dueños originales.
Así también, se nos revela que Satanás ha tenido esclavizado y mantenido en
opresión al planeta (Isa. 14: 1-7) durante seis mil años, (ver CS. Cap. 42 La
desolación de la tierra. Pág. 714) durante todo este tiempo el diablo y sus
ángeles han destruido a la tierra, su ecosistema, y atentado contra la vida de
todo ser vivo, los animales y todo lo que signifique la creación de Dios
mediante los hombres impíos, (Apoc. 11: 18; Rom. 8: 19-23) sobre la tierra
descansa una terrible maldición como producto del pecado del hombre, la
miseria y la degradación, la enfermedad y la muerte, pesan sobre la
humanidad a través de todos estos siglos, Satanás y sus ángeles han oprimido
e intentado destruir al pueblo de Dios a través de todos los tiempos y durante
las instancias finales, Satanás intentará un golpe decisivo para borrarlo de la
faz de la tierra mediante un decreto de muerte, sin embargo, la voz de Dios
pondrá fin a tal opresión y comenzará una liberación sin precedentes en la
historia de la redención, es el jubileo, la liberación del pueblo de Dios.
Pero también, este jubileo es el descanso de la tierra que se extenderá por mil
años, no solo será libertado el pueblo de Dios, sino también la tierra
descansará de su opresión con que el hombre ha abusado y contaminado al
45
planeta. Durante el milenio, esta tierra estará en paz y reposo mientras el
diablo y sus ángeles estarán “atados” por todo este tiempo. (Isa. 14: 1-7)
Las trompetas del Apocalipsis nos revelan aquellos acontecimientos finales y
redentores a favor del pueblo de Dios y que resultarán en la destrucción de los
impíos, los toques de las siete trompetas y en especial de la séptima, marcarán
el comienzo del año de jubileo del pueblo de Dios y el descanso de la tierra tras
su larga opresión a través de los siglos y siglos de maldad.
Las siete trompetas y la coronación de Cristo
Además, se nos revela que en estos momentos Cristo es sumo sacerdote y que
aun no es investido como Rey, pues el reino de la gloria aun no llega, estamos
viviendo el reino de la gracia y Cristo ante la presencia de Dios intercede por
su pueblo. Llegará el momento en que terminará el tiempo de gracia y Cristo
será coronado como Rey de Reyes y Señor de Señores.
Esta será una gran ceremonia que se realizará en el cielo y que la profecía
llama las bodas del Cordero, (Apoc. 19:1-8) este evento tendrá lugar una vez
terminado el tiempo de gracia y Cristo abandone el santuario celestial. A esta
ceremonia estarán invitados todos los habitantes del cielo y de los
innumerables mundos que nunca han caído, el universo en pleno presenciará
la coronación del hijo de Dios.
La séptima trompeta nos revela escenas de pleno júbilo y de alegría que tienen
lugar en el cielo en las instancias cuando Cristo es coronado e investido como
Rey de Reyes y Señor de Señores. El sonido de las trompetas, cual ceremonia
digna de un Rey, le anunciará a toda la tierra y al universo la coronación del
hijo de Dios momentos previos a la segunda venida. El séptimo ángel tocó la
trompeta, y hubo grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo
han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de
los siglos. Y los veinticuatro ancianos que estaban sentados delante de Dios en
sus tronos, se postraron sobre sus rostros, y adoraron a Dios, diciendo: Te
damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el que eres y que eras y que has de
venir, porque has tomado tu gran poder, y has reinado. (Apoc. 11: 15-17)
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Una ceremonia tan importante como esta, y donde todo el universo leal a Dios
está presente, es anunciada por el sonido solemne de la séptima trompeta, no
es cualquier evento dentro del plan de la redención, es El gran evento, previo a
la segunda venida y que es anunciado por toque de trompeta y por lo mismo,
la coronación del hijo de Dios una vez que termine su mediación en el
santuario celestial, no será un evento que pase desapercibido o se realice a la
rápida, no, será una gran y solemne ceremonia.
Las trompetas y la promulgación del pacto eterno
De esta misma forma y una vez coronado como Rey, Cristo procede a
promulgar el pacto eterno al remanente final, de la misma forma como
promulgó su ley a su pueblo a los pies del monte de Sinaí una vez que lo
liberara de la opresión egipcia mediante las diez plagas. De la misma forma y
de manera análoga al pasado, Dios actuará con su remanente al fin de los días.
En las instancias finales y una vez que la iglesia haya sido liberada por medio
de las siete plagas, la ley de Dios se dejará ver en el cielo, ya no desde el
monte de Sinaí, sino esta vez, desde el monte de Sión (ver Sal. 50: 1-6; CS.
Cap. 41 La Liberación del pueblo de Dios. Pág. 696, 697, 698) esto será prueba
evidente del sonar de la séptima y última trompeta (Apoc. 11: 19) y que el
remanente final será allí constituido como nación santa y el pueblo de Dios que
entrará a las mansiones eternas.
Así y por cada uno de los toques de trompetas, estas nos anuncian que se
aproxima la promulgación del pacto eterno en presencia de todos los
moradores de la tierra, de la misma forma como los impíos promulgaron a
escala mundial la abolición de esta misma ley, al decretar un falso día de
reposo, (ley dominical) ahora, el Señor proclama y ratifica esa misma ley
anulada por los poderes del Nuevo Orden Mundial, de una manera
sorprendente y en medio de increíbles fenómenos sobrenaturales (Apoc. 11:
19) de la misma forma como lo hizo sobre el monte de Sinaí en el pasado
distante, donde ahora serán los impíos que estarán espantados y temblando.
En conclusión, desde el mismo comienzo de la historia de Israel como pueblo
constituido por Dios, las trompetas estuvieron presentes al momento en que la
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ley de Dios se dio a conocer a toda la nación. La séptima trompeta guarda
estrecha relación con la ley del Sinaí y de los fenómenos que la acompañaron
al momento en que fue proclamada como el pacto eterno por el Dios
Todopoderoso. El séptimo ángel tocó la trompeta… Y el templo de Dios fue
abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y hubo
relámpagos, voces, truenos, un terremoto y grande granizo. (Apoc. 11: 19)
Las trompetas y la revelación del misterio de Dios
Esta proclamación del pacto eterno también incluye en ese momento solemne,
la revelación y el anuncio del día y la hora de la segunda venida de Cristo, (ver
CS. Cap. 41 La Liberación del pueblo de Dios. Pág. 696, 697, 698) este anuncio
o revelación se conoce en la profecía apocalíptica como el misterio de Dios
(Apoc. 10: 3-7) este gran misterio, Apocalipsis nos revela que se consumará,
(v. 7) se dará a conocer, y se revelará finalmente a todos los moradores de la
tierra y de forma especial, al pueblo de Dios en esas instancias finales de la
tierra.
Apocalipsis también nos revela que el tiempo profético en que dicho misterio
se anunciará a la iglesia remanente y a todos los moradores de la tierra,
corresponde al tiempo escatológico de los últimos días de la tierra. Así, este
misterio de Dios será revelado en los días de la voz del séptimo ángel,
cuando él comience a tocar la trompeta. (Apoc. 10: 7)
De esta forma, las trompetas nos anuncian los acontecimientos finales de la
historia de este planeta y es interesante comprender que dentro del contenido
de las siete trompetas se encuentra encerrado el gran misterio de Dios, el cual
se relaciona con el anuncio del día y la hora de la segunda venida de Cristo.
Especialmente el mensaje y contenido de la séptima y última trompeta
encierra aquel misterio tan ansiado saberlo por muchos cristianos a través de
toda la historia y especialmente por todos aquellos que vivieron en torno a
1844 y de quienes predicaron el mensaje del tercer ángel… a saber cuándo,
qué día y qué hora vendrá Jesús.
De esta manera, el sonido de las trompetas y de forma especial la séptima, nos
llevan hasta los momentos finales en que se revelará el día y la hora de la
segunda venida de Cristo. Así, las trompetas se trasforman, en este contexto,
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en las anunciadoras de solemnes mensajes y eventos para el pueblo de Dios y
que ha llegado la hora de la condenación de los impío y del fin de este mundo.
Las trompetas y el desarme de todo el orden de la creación
Además, las trompetas también nos revelan que se acerca una nueva creación,
pero antes que suceda eso, un análisis de las siete trompetas nos enseñará
que cada evento contribuye al desarme de todo el orden de la creación y que
desmantelarán a la tierra a tal punto, que los acontecimientos contenidos en
las siete trompetas dejarán al planeta en condiciones catastróficas y de caos
como estuvo la tierra al comienzo de la creación del Génesis, desordenada y
vacía (Gén. 1: 2) cuyas consecuencias se podrán apreciar durante el milenio y
cuyo escenario será propicio para servir de morada al diablo y sus ángeles.
Así, las primeras cuatro trompetas son juicios devastadores y catastróficos que
caen sobre todo el orden de la creación y de esta forma afectan también a los
hombres y a todo ser vivo que esté en la tierra para entonces, pero las tres
últimas trompetas son juicios que caen de manera directa sobre los hombres
impíos.
Es interesante notar que las cuatro primeras trompetas afectan a todo el orden
de lo natural, la creación propiamente tal, destruyendo y alterando a todo su
ecosistema, el cual es fundamental para albergar y sustentar cualquier forma
de vida en el planeta.
En la creación original de la tierra, el libro del génesis nos revela que la
creación tuvo un orden inteligente y progresivo, antes de traer o crear la vida
sobre la tierra en todas sus formas, Dios creó primero un ecosistema diseñado
para sustentar la existencia de todo ser sobre la tierra, ese ecosistema lo
encontramos en los cuatro primeros días de la semana de la creación. (Gén. 1:
1-19) y se transforman así, en los pilares fundamentales de todo el orden
natural y de lo creado haciendo posible la vida y el sustento de esta.
En los tres días restantes, recién se aprecia que aparece la vida en todas sus
formas sobre la tierra, y esto fue una vez que el ecosistema de la tierra que
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aporta y proporciona todas las condiciones para la vida estuviera listo. (Gén. 1:
20-31)
Los días quinto y sexto, tuvieron el objetivo final de poner sobre ese
ecosistema la vida del planeta, vida biológica en todas sus formas; mientras
que en el séptimo día, concluye la semana y de todo el orden de la creación
como lo proclamó Dios en ese día final. (Gén. 2: 1-3)
De esta forma, el sonar de las siete trompetas del Apocalipsis es el desarme y
fin de todo el orden de la creación hasta reducir a la tierra a un estado de
súper caos y desorden cataclismico nunca antes visto, dejando un escenario
terrorífico a la vista de todos los moradores del planeta.
Las primeras cuatro trompetas afectan a todo el ecosistema del planeta, los
pilares y fundamentos para sostener la vida, mientras que las tres últimas
afectan de forma directa al hombre mismo y con ello a todo el orden de lo
creado.
Pero un análisis más detallado de estos acontecimientos catastróficos sobre la
tierra, nos revelará que las trompetas desarman todo el orden de lo creado
pero de manera inversa a la forma como fue creado el planeta y todo su
ecosistema según lo presenta el Génesis.
De la misma manera que las trompetas estuvieron relacionadas de forma
directa al principio de todo y al momento de conmemorar la creación original,
(Job. 38: 4-7; ver pág. 7 de este estudio, el primer toque de las trompetas)
también estarán presentes al fin de los tiempos y su sonido se escuchará, esta
vez, en notas devastadoras y catastróficas cuando llegue la hora del desarme
de la creación a través de eventos naturales de carácter cataclismicos nunca
antes visto por el hombre, (Isa. 24: 1-23; Jer. 4: 19-31; Sof. 1:1-18; Hab. 3: 16-
19; Jl. 1: 1-20; 2: 1-11) preparando de esta forma a la tierra, en el súper caos
en que se sumirá, para dirigirla hacia una nueva creación según lo revela
Apocalipsis (Apoc. 20: 1-10; 21: 1) y de la misma forma como se inició todo al
comienzo de la creación del planeta. (Gén. 1: 2-3)
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Taxonomía de las siete trompetas y de los juicios finales del
Apocalipsis
Según la cronología y secuencia que Apocalipsis presenta de las siete
trompetas, estas se dividen en dos grandes grupos, uno de cuatro y el otro de
tres, en las primeras cuatro trompetas se aprecia que los eventos que se
producen sobre la tierra ya son de por sí devastadores, afectando a todo el
ecosistema del planeta y cuyas consecuencias se dejarían sentir a escala
global, sumiendo a la tierra en una crisis aun mucho más profunda y terrible
que todo lo que se haya visto hasta ese momento y aun mucho más peor de lo
que se vivió antes de terminar el tiempo de gracia.
El segundo grupo de estas, compuesto por las tres últimas trompetas, también
revelan acontecimientos de caracteres destructivos y devastadores, pero que
esta vez, tienen como principal protagonista a los hombres impíos. Apocalipsis
nos revela en esta secuencia de las siete trompetas que en la medida que
suenan, los eventos que se producen sobre la tierra se tornan más y más
graves como devastadores y destructivos, mientras que las tres últimas
trompetas revelan un aumento en clímax en los eventos finales ya que el
número tres indica o revela intensidad, solemnidad e importancia como lo son
éstas tres últimas trompetas, y en consecuencia, un hay agravamiento de la
situación a escala mundial.
Una vez que suenan las primeras cuatro trompetas, resta ahora el
cumplimiento de las tres últimas, sin embargo, se nos hace una terrible
advertencia sobre estos tres últimos juicios, un ángel anuncia y advierte a
todos los moradores de la tierra que serán juicios terribles y devastadores los
cuales son considerados como ayes, Y miré, y oí a un ángel volar por en
medio del cielo, diciendo a gran voz: ¡Ay, ay, ay, de los que moran en
la tierra, a causa de los otros toques de trompeta que están para
sonar los tres ángeles! (Apoc. 8: 13)
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Por otro lado, la expresión un ángel, en este versículo (Apoc. 8: 13) tiene la
connotación que lo que se aproxima sobre la tierra es devastador y destructivo
especialmente sobre los hombres impíos, ángel se puede traducir en este texto
como águila y el águila en la Biblia es un símbolo de muerte y destrucción de
los hombres.
La evidencia textual establece (cf. p. 10) el texto "un águila" (BJ, BA, BC, NC).
El águila puede considerarse como un presagio de destrucción (Mat. 24: 28; cf.
Deut. 28: 49; Ose. 8: 1; Hab. 1: 8). (CBA. T7 El Apocalipsis de san Juan. Cap. 8:
13 un ángel.)
Notemos a demás, que el ángel se muestra volando por en medio del cielo y
hablando a gran voz, que este ángel se presente en medio del cielo, revela que
tiene que ser visto por todos los moradores de la tierra y que estos tienen que
escuchar este mensaje (a gran voz) demostrando de otra manera con esto, que
los eventos contenidos en las tres últimas trompetas son solemnes para la
iglesia y destructivos para los impíos.
Además, el ángel repite tres veces a gran voz la expresión ¡Ay!, revelando que
lo que viene es importante y de una intensidad y agravamiento de la situación
sobre la tierra nunca antes imaginada.
¡Ay!, esta expresión aparece repetida en muchas partes de la Biblia, al estudiar
el contexto de esta, es considerada como una expresión de terrible lamento
por parte de los hombres y provocada por un acontecimiento muy doloroso
nunca antes visto, como pueden ser juicios devastadores y catastróficos
propios del fin del tiempo que ponen de rodillas al ser humano.
Esta expresión se utiliza únicamente cuando los juicios caen de manera
directa sobre los hombres y mujeres, en este caso impíos, y cuyas
consecuencias serán las más horribles sobre un escenario catastrófico y
devastador donde el planeta estará llegando a su fin.
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De esta forma, las tres últimas trompetas del Apocalipsis nos revelan un
agravamiento de la situación sobre la tierra en los días finales, acercándose
esta al máximo de la crisis, así, las trompetas se mueven en sus
acontecimientos hasta un clímax intenso, serio y muy grave sobre el planeta y
hacia el desenlace final de la historia humana y cuya única solución es la
intervención divina de forma directa, la cual se conjugará con la segunda
venida de Cristo.
Las siete trompetas y los juicios finales sobre la tierra
De acuerdo con lo que hemos estudiado en el punto anterior y según la
taxonomía de las siete trompetas que presenta el libro del Apocalipsis,
descubriremos a simple vista y lectura que revelan, independientemente de lo
que puedan significar en sus símbolos y figuras allí contenidas,
acontecimientos de carácter destructivos y devastadores sobre la tierra y que
en ningún momento la evidencia bíblica sugiere lo contrario. En ese sentido,
estas profecías son completamente claras al respecto al revelarnos la
naturaleza de los eventos contenidos en esta serie de siete trompetas.
Las siete trompetas, tal cual están presentadas en el libro del Apocalipsis
contienen o son juicios destructivos y devastadores que caerán sobre la tierra y
los hombres impíos que no tienen el sello de Dios en sus frentes, según lo
revela la quinta trompeta y la obra del sellamiento contenida en el capítulo
siete.
Es interesante notar que en este capítulo se presenta la obra del sellamiento
como una obra hecha de parte de Dios para proteger a su iglesia de los
eventos devastadores en el fin de los días una vez que termine el tiempo de
gracia. El sello sobre la frente de los escogidos, les dará la protección divina al
abrigo del altísimo, debido a que una vez terminada la gracia sobre la tierra y
Cristo deje el santuario celestial, se dará la orden divina de soltar los vientos
sobre la tierra, estos vientos representan eventos de carácter devastador y
destructivos sin las restricciones divinas.
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Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la
tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento
alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol. Vi también a otro
ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a
gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer
daño a la tierra y al mar, diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los
árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro
Dios. (Apoc. 7: 1-3)
Por eta razón, el ángel con la misión de sellar al pueblo de Dios clama diciendo:
No hagáis daño, (v. 3) lo cual revela con esto que los vientos representan
devastación y muerte sobre la tierra.
Por otro lado, el verso anterior (v. 2) menciona claramente que estos cuatro
ángeles que tienen el poder de soltar los vientos sobre la tierra, su misión es
una obra de devastación por medio de eventos destructivos y catastróficos. Vi
también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios
vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado
el poder de hacer daño a la tierra y al mar, (v. 2) sin duda alguna, el texto
señala que estos ángeles recibieron el poder de dañar.
Claro está, que esta obra de destrucción aun está siendo retenida por el ángel
del sellamiento pero no por mucho tiempo, el texto revela hasta que
hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios. (v. 3) una vez
concluida esta obra, los eventos destructivos y devastadores sobre la tierra se
desatarán por orden divina y sin restricción alguna y lo peor de todo, sin
mezcla alguna de misericordia. Seguidamente, los cuatro ángeles que reciben
la misión de soltar los cuatro vientos, al momento de cumplir con su cometido
y no retener ya nunca más los elementos y fuerzas destructivas de la tierra,
éstas tendrán un alcance devastador alrededor del planeta y se nos revela que
estos juicios afectarán a la tierra, al mar y a los árboles, Vi también a otro
ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a
gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de
hacer daño a la tierra y al mar, (v. 2)
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Aquí se nos revela que todo el ecosistema de la tierra será afectado
poderosamente, la tierra, el mar y los árboles, son los elementos básicos que
forman dicho sistema para sostener cualquier forma de vida sobre el planeta y
que fue la materia básica creada por Dios en los primeros días de la semana de
la creación antes de traer la vida sobre la tierra.
De esta manera, el toque de las siete trompetas del Apocalipsis son en cierta
forma, los vientos destructivos soltados sobre toda la tierra una vez terminado
el sellamiento del pueblo de Dios o que es lo mismo al fin del tiempo de gracia.
Los juicios contenidos en las primeras cuatro trompetas nos revelan que
afectan precisamente a este mismo ecosistema, donde la tierra, el mar y la
vegetación son devastados afectando de manera mortal a todo ser vivo así
como a muchos hombres. (Apoc. 8: 6-12) mientras que las tres últimas
trompetas, revelan un agravamiento de los juicios destructivos sobre la tierra
pero de manera especial y directa sobre los hombres impíos que no tengan el
sello de Dios en sus frentes.
De esta manera, la profecía apocalíptica nos ofrece un cuadro completo y
progresivo de los acontecimientos decisivos que vendrán sobre la tierra al fin
de los tiempos. Por lo tanto, y según las evidencias textuales presentadas en
este estudio, basadas tanto en el espíritu de profecía y de forma especial en
las Sagradas Escrituras, podemos determinar que el tiempo profético del
cumplimiento de las siete trompetas del Apocalipsis se dirige y apunta a una
vez finalizado el tiempo de gracia al terminar la obra del sellamiento del pueblo
de Dios sobre la tierra, y cuyo desarrollo se extenderá hasta la segunda venida
de Cristo.
Las evidencias presentadas nos hablan de un segundo cumplimiento de las
siete trompetas, esta segunda posición nos revela que su cumplimiento se
produce en un punto en el tiempo de la línea cronológica del fin y no se
desarrolla a través de un largo período de tiempo, esto es debido a la
naturaleza devastadora de los eventos contenidos en estos juicios sobre la
tierra al fin de los días.
La naturaleza de los eventos contenidos en las siete trompetas nos revelan
acontecimientos devastadores y catastróficos que vendrán sobre la tierra,
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preparándola a través de un desarme de todo el orden de la creación
ejecutando el génesis al revés, para convertirla en la morada de Satanás y sus
ángeles durante el milenio y para el comienzo una nueva creación como
heredad perpetua del pueblo de Dios.
El sonido de las trompetas en el tiempo final, nos anuncian los momentos e
instancias terminales del planeta a través de acontecimientos nunca antes
visto por los hombres sobre la tierra y que vivan para entonces, el sonido de
éstas, nos anuncian el fin del poder del Nuevo Orden Mundial, la liberación del
pueblo Dios a manos de sus enemigos y del decreto de muerte que lo sumió en
una terrible angustia mental, la proclamación y unción de Cristo como Rey de
Reyes y Señor de Señores, la proclamación del pacto eterno y la revelación del
misterio de Dios anunciado a todo su pueblo, todos, eventos que nos llevan de
manera directa hacia el magno suceso esperado a través de todos los tiempos,
la segunda venida de Cristo.
De esta forma, las trompetas representan y revelan eventos de caracteres
catastróficos y devastadores sobre la tierra pero a favor del pueblo de Dios y
en una respuesta hostil y terrorífica por parte de Dios hacia los poderes de la
tierra unidos a través de una triple alianza bajo un Nuevo Orden Mundial.
Siete trompetas cuyos sonidos se convertirán en el toque de muerte de los
poderes del mal sobre la tierra en orden de batalla contra la iglesia remanente,
pero también serán, siete sonidos que le inspiran esperanza al abatido y
angustiada iglesia de Dios en esos momentos terribles y devastadores que se
viven sobre la tierra en vísperas de su epílogo, las siete trompetas del
Apocalipsis le revelan a la iglesia remanente que la hora de su liberación final
está llegando rápidamente.
Finalmente, las siete trompetas le revelan a la iglesia remanente que para esas
horas terribles y cruciales de la tierra, es El Dios del cielo, El Todopoderoso
quien está al frente de todo su pueblo para, sustentarlo, protegerlo, librarlo, y
que es Él, quien pelea sus batallas en este conflicto ya en su fase final, y que
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será Él, quién enfrente a los poderes del Nuevo Orden Mundial en la última
gran batalla entre el bien y el mal en un Armagedón a escala global que se
traducirá en la victoria final de Cristo y de su iglesia.
Fernando Antonio Silva Quintana.Profesor de Religión y estudios en Teologí[email protected]
MTA/ Febrero - Marzo 2010www.mensajetercerangel.com
