EL FIN DE LO EFIMERO

Maestría en Medios Interactivos | HCI 2 Hermenegildo Fernández Santos

Huellas digitales Vivimos tiempos en los que nuestros recuerdos han dejado de ser una cuestión personal. Los medios digitales nos están ofreciendo inmortalizar nuestros recuerdos. ¿ A que precio? A consecuencia de los medios digitales, el comportamiento humano ha cambiado y cada vez estamos almacenando recuerdos en el cerebro con menor detalle. Nuestros recuerdos individuales se propagan digitalmente.

¿Aún nos pertenecen?

Privacidad y Ética Actual ¿Tenemos derechos sobre las huellas digitales?

Mientras se encuentren en nuestro poder sí.

Una vez que se guardan en un medio externo (i.g.

servidores, Facebook) , el agente propietario es otro.

Hoy en día, perdemos derechos al compartir y aceptar términos de terceros (i.g. Facebook).

No deberían perderse los derechos sobre nuestras memorias.

Las leyes deberían regular esta situación.

Protección de la Información Cada persona debería tener una huella digital única

que pueda controlar.

Cifrar los contenidos para conservar los derechos de propiedad es una opción.

Cifrar para que la única persona que puede autorizar la distribución sea el autor.

Cuando se trate de huellas digitales colectivas (i.g. fotografías) debería requerirse autorización colectiva.

Espionaje Nadie tiene derecho a conservar memorias que no le

correspondan.

Nadie debería generar memorias sin autorización.

Aún cuando se generen memorias con fines de seguridad y análisis ( a través de cámaras de vigilancia), los grupos vigilados deberían tener el derecho de decidir participan o no.

Los sistemas de grabación deberían solicitar autorización antes de almacenar las grabaciones.

Memorias Colectivas Deberían diseñarse sistemas que a través de algún medio (i.g.

dispositivos móviles) se notifique y autorice la generación de memorias.

Si los usuarios no responden la solicitud debería considerarse la aceptación positiva.

A menos que se trate de una escena de crimen/juicio las memorias no deberían emitirse si no han sido autorizadas.

Debería penalizarse la vigilancia sin previa autorización.

Es necesario emitir leyes y reglas basadas en la vida real, que se ajusten a los derechos de los individuos.

Conclusiones Aún cuando se trate de medios digitales, las memorias

nos siguen perteneciendo.

No importa que se compartan memorias a través de medios digitales, nadie tiene derecho a apropiárselas.

Nadie tiene derecho a conservar memorias que no le correspondan.

En la generación de memorias colectivas, es importante al menos notificar a los involucrados de la situación y ellos tendrán el derecho de decidir.