El Evangelio de Quetzalcoatl (Garcia Rojas)

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    la . edicin Ju l io 2000 .2a . edicin jun io 2003 .

    EV NGELIO DE QUETZ LCO TLFrank Daz

    2 0 0 3 Gru po Editorial Tom o S.A. de C.V.Ncols San Juan 1043 Col. Del Valle03100 Mxico D.P.Tels. 5575-6615 5575-8701 y 5575-0186

    Fax. 5575-6695http://www.grapotomo.com.mxISBN: 970-666-271-5Miembro de la Cmr a Nacionalde la Industria Editorial No 2961

    Diseo de portada: Emigdio G uevaraSupervisor de produccin: Leonardo Figueroa

    Este libro se public conforme al contrato establecidoentre el autor y la Editorial.

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    gradecimientos

    Agradezco el apoyo de Arcela Flores, Sergio Gmez y todoel equipo del malogrado Centro de Estudios Antropolgicosde Am atln de Quetzalcoatl ; a Maya Juana vila Zapata ysu padre, Alberto Avila Espinosa; al paciente profesor LusRomn Ruz Verdugo; y en particular, al profesor Lus Yezsin cuyo estmulo y aportes esta publicacin no hubiese sidoposible.

    n t r o d u c c

    Las culturas prehispactual territorio mexica

    sas realizaciones en muy variaactividad humana. Sus imponentes centros cerra en ruinas, producen admiracirefinadas obras de arte llenan de asomtemplan; y sus profundos conocimientossi empiezan a ser comprendidos y valorados.

    Al observar los restos de tanta grandpreguntas respecto a la ideologpersonal de los guas espiritualesjdequienes supieron conducir a sus pueblos a latan elevadas metas.

    Aun cuando existen grandes lagnocimiento de la historia de la pal menos se logr preservar el relato dquien muy posiblemente fue el personaje

    Mxico prehispnico: Ce Acatl TCdigosy cantares, anales y mo

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    PRIMER

    P RTE

    Nuestros padres y abuel

    El nos cre El cuyas

    Nuestro Seor Quetzalcoa

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    - *

    CAPT

    rofecn i no

    1 /l/io S/ef Coa// ^0 a. fe C .Hueman astrlogo y profeta qglos; quien a la edad de casi tresciemorir y reuniendo todas las hisdesde la creacin del mundocribir en un libro donde se relataprosperidades la vida de sus rbierno.

    2 Escribi todas las sentenciasmetforas y la filosofay tosaba de astrologaarquitecturaun compendio de todo sell

    3 Predijo Hueman que transcurrido unmuerte 2 habra de asumir el

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    a luz un nio . Para evitar tal de sgracia, educaron a la niascon mucho recogimiento y recato.

    3 La nia creci y en lugar de dedicarse a las labores feme-ninas, comnz a prepararse con las armas. Muchos vecinosvinieron a solicitarla en m atrimo nio; pero ella, para dolorde sus padres, no consinti en casarse; so se ejercitabapara la guerra. De ese modo p s el tiempo, y Chimalmacumpli diecisiete aos. Y era una jove n de hermosa apa-riencia.

    CAPTULO

    E v e n

    1 Ao Diez Acatl 943 d. C.) Pruido en el cielo y c y un vehombre llamado Mixco atl1 , elde Anahuac, lo persigui con nche y un da lo persigui has

    2 Envi luego el venado a losnn does que los tuviesenOm eteotl. Ellos lo hicieron cuatro a os, o rendndoe conri el venado. Enton ces tombandera.

    3 Al cabo de ese tiempo hubo la piel del venado, se levantcanos a combatir, y venci A

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    4 Luego se dirigi a la ciudad de Tecoma, donde de igual ]manera lo recibieron dicindole: "Qu haces Seor? bienvenido ". A lo cual l o rden: "Id, traedme la ma-\zorcal En este lugar y o he de desmenuzarla. " Consumada la ceremonia, los de Tecoma se apresuraron a aclamarlo como rey.

    5 En otras ciudades entr y som eti. Por todas partes resultvictorioso. Y la piel del venado fue su estandarte. A s que- 1d unificado, bajo su mando, el reino de los toltecas. 12

    C A P T U

    E n l b a r

    1 Ao DoceCalli (945 d. C.) Lllamado Amatlna fin de concianos dellugarPv Ved l triupues es poderosa la piel del veejecutar tal propsitoacordaroun guerrero capaz de someterlo.

    2 Una noche se puso Mixcoapiar en las inmediaciones del pueblobarranca llamada Huitznahuacque para ese efecto se const

    3 A amanecer, lleg la joven Cbaarse segn su costumbre. Iba guerra, con arco, rodela y flechas; pero adejcaer alsuelosus armas y

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    EVANGELIO DE QUETZALCOATL

    pas junto a su costado y ella desvi el talle; la tercera quele dispar la tom con la mano; y la cuarta pas por entresus piernas. 14

    5 A l ver esto, retrocedi Mixcoatl a su choza para buscarms flechas. Pero Chimalma hu yinmediatamente yjuea escondetse,en una cueva dentro de la barranca. RegresMixcoatl la busc y no la hall por lo cual se sinti agra-viado. Entonces entr en las casas del lugar llamadoAmatln y tom prisioneros a sus moradores.

    6 Se dijeron los ancianos: Entreguemos a la mujerChimalma ''. Y enviaron un mensaje a la caverna dondeella se ocultaba, diciendo: El guerrero Mixcoatl quiereverte, y por tu causa mantiene como rehenes a tus herma-no s menores, y maltrata a tus hermanas 15 . Te rogamos queregreses. " Entonces ella regres.

    7 Tomndola el rey, la envi con los sacerdotes a un temploen el sitio llamado Tlamanco, con rdenes de que no reci-biese visitantes n i se le permitiese salir de all. Slo as seaplac su indignacin.

    8 Y regresando a Am atln reuni a sus ancianos, les hizo ju -rar fidelidad al reino tolteca y les impuso un tributo. Tambinles comprometi a velar por la virginidad de Chimalma,h

    EN LA BARRAN

    el nrimer estallido

    Carillas y roja s: por ltimo

    Manco, l o ^ r ^ e m o r i a ullamada Itzpapalovl. 16

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    CAPTU

    orc

    1 Transcurrido algn tiempo comenzatomas del embarazo de Chimalma.quien se indign mucho y dijo la muerte . Por lo tanto decidpara saber la realidad del asunto.

    2 Echaron suertes los oficiales y elhaba sido embarazada la jovenMixcoati: es preciso que cuidespues ha llagado a la tierra la manifestado el Espritu de Grnar las espaldas de los montes.

    3 Se asustaron los adivinos al escuc

    sejaron al rey conforme al Orcpara que lajoven fuese enviada a la

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    ros. De modo que ellos decidieron matar al rey y apoderarse de su hijo en cuanto naciese. CAPITULO

    E l nacimie

    1 UnoAcatl (947 d. C.) Lostrataron a ciertos guerreros extranjerostendieran una celada y atentasentras caminaba por la orilla delLuego de matarle los guerrerostre las arenas. Treinta y nuevemuerto; no lleg a cumplir los

    2 Zolton y Cuilton tomaron el poprometiendo ejercerlo hasta ladero. Pero al mismo tiempo cque ejercan el oficio de parteras pmalma en su parto y matasen a

    3 Llegaron las parteras al pueblo

    a Chimalma: He aqu, han al Y h

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    5 Entonces la vistieron como reina con adornos de turque-sa la sentaron en una litera con asiento de concha de

    tortuga y en su mano colocaron la insignia de la realeza. Acontinuacin la llevaron a la caverna. 20

    6 As pari Chimalma: con todas sus insignias. Mucho su-fri la embarazada. Cuatro das luch para tener a su hijo.Levantando la voz grit: "Levntate ya, s enviado t,nio nuevo, t, nio joya Levntate, acaba ya ". Dicien-do as pari y muri enseguida.

    CAPITU

    Er i ecap l t o

    1 A fin de cumplir con lo acordado lasnio en un escudo y lo arrojaronque sus pas lo atravesaran. A saron por el cadver pero encontr

    El maguey haba destilado su durante la noche. 21

    2 Entonces lo tiraron en un hormiguero. Rgunda vez suponiendo que yasegua viv o. Las hormigas lo hlecho de flores y lo alimentaron como

    3 Por tercera vez lo arroj aron ahoraa fin de que se ahogara. La corrielejos. Entonces las parteras se

    si que muri ; y regresaron a Tuocurrido alos prncipes 23

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    una flecha hacia ars y cay un venado. Mu cho se asus-

    taron los ancianos cuando vieron esto y se dijeron: Errverdad nada sabemos de este nio: de dnde vino, porqu es as. En verdad es hijo del Aire; nunca hemos vistootro como l "

    CAPTULO

    L o s h u

    d e s u p

    1 Ao Nueve Acatl (955 d. C.) Ten aalgn uso de razn pues iPegun a sus abuelos: "Qdo verle? . Le respondieron por extranjeros y yace alltaron; otros han tomado su l

    2 Dijo: "Quisiera ver cmoEntonces fue a la costa buschuesos y luego de sacarlos que est junto al pueblo de Amatl

    3 Sus abuelos estaban inquietproceder podra acarrearle ugur d ic iendo: "N o t emis:Transformaciones. Yo s lo q

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    CAPTU

    n v i t c i n

    1 Ao Trece Acatl (959 d. C.) Fde que an viva el heredero dponindose de comn acuerdo dciudad con engaos a fin de matar

    2 "Hijo mo, bienvenido Poantes de tu existencia, a fin d

    devolverte la herencia que coto y prstamo? No es bien hacer.

    3 "Tambin hemos escuchadotu padre, nuestro hermano ysepultura. Es cierto eso? Btros ayudarte He aqu, hemosTula un templo en su memoria

    dos sacrificios. Por tanto, os

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    5 Respondi el anciano: "No, hijo mo. T eres muy oven, y

    yo slo soy un anciano. Conviene qu e sea yo quien muera;qudate t, y vela por tu madre. " Pero el muchacho insis-ti: "No, padre; yo ir. La necesidad me obliga. Ya mevoy. Soy hurfano, soy acechado. No he de buscar mipropia vida? N o os espantis, oh padres, ni tengis temorpor lo que haga. "

    6 Entonces dijo a los mensajeros: "Qu es eso de llevar a

    mi abuelo a la ceremonia? Si alguien debe ir soy yo, elheredero. " Ellos le respondieron: "E s cierto, se a como tquieras. " Entonces partieron.

    7 Pero antes de marchar convino el muchacho con los ancia-nos: "Maana, muy temprano, antes de que salga el sol,mirad si se levanta una nube en el cielo; ser una sealentre nosotros. Si es negra, quiere decir que ya he muerto.

    Pero si es blanca, significa que he ganado. Creedlo as".Con este acuerdo se despidi de ellos.

    CAPTU

    s c r

    1 Cuando lleg a la ciudad susvenido, hijo Cunto has creel venerable anciano, para saludarle? " Les respondi pies no le sostienen. Pero, heplir con todas sus obligacione

    2 Le dicen: "Tus razones so ndo? con qu dedicars el talgn conejo, o culebras, malos hijos de Tlaloc y quizs bre tu pueblo. He aqu lo qofrezcas, por lo menos, unestos tres tienes que buscarlone a la ceremonia. " As le

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    CAPTULO

    nube bl n

    1 Al escuchar los gritos de susrrieron a lo alto del templo. Y vy quem ados se indignaron mmucha cho. Lo buscaron por tcontraron; pues l se esc abul dseque hab a hecho excavar bajomente de Tula.

    2 A med ida que avanzaba por sudores para recibirle y le aclamaprncpes usurpadores hab a spesado el tributo impuesto soaegr a se divulg la noticia de

    3 Llegando al pueblo de Tepoztlny lo recibieron diciendo: "Tiv

    f < y ~

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    44 EVANGELIO DE QUETZALCOATL

    A l da siguiente muy de maana, se asomaron sus abuelospara mirar el cielo; viendo que una nube negra suba sobrela tierra se entristecieron mucho y comenzaron a llorar:"Ahora ya se perdi nuestro hijo, ya muri " Pero despus de un momento la nube se volvi blanca como lanieve; y los ancianos se alegraron: "Ahora ya ganamosnuestro hijo gan "

    y

    >>i > p tafite- Ofey

    CAPTU

    Los enigmde la serp

    1 Jo Lfoo Tecpatl (960 d. C.) de edad cuando fue enviado por susXochicalco para ser entrenado por lostzalcoatl. Criaban los sacerdotestena siete cabezas y reciba Esta serpiente se atravesaba e

    quienes vea, para devorarles y hacerledan a lo que les preguntaba.

    2 Se apareci la serj ij te vengo a decirte cmo aqu enla tierra de nuestros antiguosde los corcoveados mucho tiemllegado a ellas ninguno de lo

    seaba yo. " Entonces la serpiente

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    saben los viejos: invocaba al Morador, le haca splicasviviendo en m editacin y retiro.

    A l cuarto ao fue investido como sacerdote de Quetzalcoatl, le fue otorgado el bastn de caa y se colg de sucuello la Joya del V iento. Entonces fueron a buscarlo lostoltecas.

    2 0 < Zds

    ^ C A P I T U L O

    E remo

    1 Ao Cinco Calli 977 d . C.) Fueron para que fuese rey sobre ellos afuese tambin su sacerdote. Tenaos de edad. Su gobierno fue justo y prudenmano, el reino goz de gran abundancia fueron felices, sin conocer tristeza o hambre.

    2 Instruy Ce A catl a los toltecas, ybres esclarecidos que engrandeciesen el reinosutiles y primorosos en todo cuantotodo lo hacan bueno, gracioso? oficios mecnicos pintores, lapidarios, iles encaladores; oficiales de plum

    3 Tambin atrajo a personas hbile

    para que ordenasen las cuentas de

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    C PTULO 1

    a c a s a rea

    1 Ao Seis Tochtli (978 d C.) Dijo Cnadme una multitud e gente, pues construir mi casa. Al punto se le ules o den que acarreasen mucha pen torno al espacio elegido pa ra ellbin mucha cal conchas piedras finaslo necesario para hacer una buena c

    2 Cuando todo estuvo reunido pidimarchasen a sus casas y se encerrapuertas y venta nas como si fuese aque ninguno saliese a la calle por ningnlo hicieron as.

    3 A la puesta del sol omnz un aiin remn n dose

    hasta transformartempestadrod por toda la ciudad

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    Salieron todos a mirar, y he aqu, la piedra colocada enlugar en forma de unjhermosc jpalacio de cuatro cmarasorientadas hacia los cuatro rumbos.

    5 Decor Ce Acatl el interior dejas cmaras con colores escogidos. En la_primerir dispuso ornamentos labrados enjade hasta cubrir sus pisos y paredes; la segunda, la tapizcon plumas finas en todo su interior; la tercera estaba cubierta conjminas de oro labradas con dibujos primorosos;y tatuara, decorada con ncar rosado y corales. 51

    6 Edific tambin otros diversos templos de sombra y penitencia, donde viva, apartado de todos, en continuameditacin y ayuno. Y dispuso guardias en las puertas,que a nadie dejaban pasar. Hizo_adems un gran templocon columnas en forma de figura de serpientes emplumadas; pero lo dej inconcluso, como muestra de grandeza

    PTULO

    as insignia

    Con toda su riqueza, no olvidaba Cequien vivimos , llevando una vidanoche, al filo de hjnediajioche, descenun bao que para ese efecto se hasus abluciones. All ofreca repatoltecas, por si alguno haba pecadoto, punzndose las orejas con esp

    ofreciendo su sangre en plumas ddas iban rocmdas con inciensos y

    Y hablaba cotidianamente con Anueve cielos , cuyo nombre es Viento y Tciendo: "Ven t, Morador, t, DeidRumbos, Ser Infinito Ven t, eEspritu que ilumina, esencia y

    Quetzalcoatl ". De este modoinv

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    8 E VA N G E L I O E Q U E T Z A L C O AT L

    bios. A l juzgar colocaba sobre sus hbitos de penitente losatavos e insignias de su condic in

    4 Sobre su cabeza cea una mitra cnica de piel de tigre; ensus mejillas una barba de plumas verdes y azules. Su rostro y miembros decoraba con rayas negras y amarillas ysobre sus hombros colocaba las insignias de Ehecatl:orejeras de oro torcidas en espiral un collar de caracoles yun pectoral. Entre sus cabellos adornos de plumas deguacamaya y quetzal.

    5 Un vestido de bordes rojos cea sus caderas y sus muslos.Bajo sus rodillas abrazando sus tobillos campanillas atadas con lazos de piel de tigre. Blancas eran sus sandaliasy su escudo rojo y negro adornado con la joya espiral delviento. Y su bas tn: una caa curva de medio codo.

    6 As sala para ser visto por todos. Pero luego en su casa derecogimiento tornaba a su hbito negro y soltaba sus ca-

    bellos.

    S E G U N D

    P R T

    He bebido vino de ho

    y mi cor zn se ato

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    CAPITULO 1

    e z c a t l p

    1 Ao Nueve alli 981 d. C.) He aqzn de Ce Acat l ; y en medio de su opultolteca se torn negligente. Pues cierenvidiaban el reino incitaron sus cmal a ser adlteros y a ofender al cinias. 54

    2 A causa de su descuido, comenzaron acalamidades los toltecas, pues Aquetambin los olvid a ellos. De tal modo qsaron en emigrar a nuevas regiones y mel culto de Quetzalcoatl.

    3 Viendo esto, los enemigos de Tulaella y vinieron con un gran ejrci tvajes que p e r m a n e c a n arrinconados

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    62 E VA N G E L I O D E Q U E T Z A L C O AT L

    di i j t j w :

    l iniciador de toda esta decadencia fue Tezcatlipoca u nhechicero muy sabio y valiente que dominaba vastas re-giones de la tierra 56 el cual era asistido en sus perversidadespor sus ayudantes los llamados YaotF_jy_C JTecrjath 8 ylos tres moraban en un refugio bajo la tierra.

    l fue quien introdujo en el reino el sacrificio de hombres.Muchas veces los hechiceros haban querido persuadir alrey para que permitiese los sacrificios humanos y para quematara hombres. Pero l nunca quiso ni consinti en ellopues amaba a su pueblo. Esta actitud enoj a los perversosde tal modo que resolvieron escarnecerle y hacerle aban-donar la ciudad. 59

    Con palabras dulces y razonables Tezcatlipoca tentaba alos toltecas; ejerciendo sus poderas los adormeca con sualiento y los persuada fcilmente a hechos feos y abomi-nables. Por todas partes iba exhortando amenazando eintimidando a la gente para que abandonasen sus buenascostumbres. Y para conseguir sus objetivos adopt diver-sas personalidades transform su cuerpo en figura deanimales y seres monstruosos y se hizo pasar por mujerramera. ambin rasur sus cabellos lo cual nunca habasido visto hasta entonces.

    V TEZCATLIPOCA

    o r * 1 *

    i Cuentan los viejos que este dios^ r ^ ^ t ^ ^ s

    m So con el fin de destruir al pueblo dfin de erigirse l mismo como rey y deidad.

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    CAPTU

    l h z d e

    1 El comienzo de estas sealesun aviso a Ce Acatl a fin de prevenhallaba un leador tolteca ejerciendtaa. Haba recogido un gran atade retornar a su casa cuando muy anciano que le dijo:

    2 Tolteca Conoces por ventute? A lo que el leador resnuestro amado soberano.

    3 De nuevo le dice el viejo: "Tcorriendo hasta e l palacio dole digas: 'Ha llegado u n ancianque vayas, t solo, a encontrar

    Xicoco 61 All l te dar unrec

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    S EVANGELIO DE QUETZALCOATL

    po r innumerables guardias. Slo puede m olestrsele paraasuntos urgentes.

    5 El viejo le contesta: No temas, l te escuchar. Y si tepregunta por la identidad de l sacerdote, as has de decir-le : 'Afirma que es un representante del Rey, tu padre, yque tiene su morada en el otro lado del mundo'. Oyendoesto, te dejarn pasar.

    6 Pero el tolteca no quiso i r; antes insisti: Eso no puedeser, venerable abuelo. A menos que me des una seal pre-cisa de tu identidad.

    7 Le dice el anciano: Qu es eso? A lo que respondi elleador: So n apenas unos leos secos y muertos que tuservidor va recogiendo por aqu y por all. Entonces elanciano extendi su mano sobre el haz de lea el cual secubri inmediatamente de brotes verdes y de muchas flo-res. Y dijo al tolteca: Toma una rama, llvala al Penitente,y l te escuc har.

    8 Aquel se fue asustado y cont al rey cm o haba aparecidoun mago en la cima del monte el cual quera hablarle a lsolo sobre un asunto de la mayor importancia. Pero CeAcatl le respondi: No puedo ir solo. Por fuerza he deconsultar a mis ministros. As lo hizo.

    EL HAZ DE L E A

    Eres t quien me busca? Acaso tiesaje d e mi padre?

    H Pero aquel respondi: No se burleslo soy un pobre viejo caminante,paso por aqu buscando algn mendrus de qu me hablas. Al escuchar esregres a la ciudad molesto y temerosoque tipo de aviso sera aquel. Este fue elmuchas seales predichas.

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    CAPTU

    s r m

    1 Cierta noche descendi el rey a segn su costumbre. Y en el recintque le estaban esperando. Les nes sois? A lo que ellas respondieronoriundas del pas de Zapo tln. vios, hemos venido para reclama

    2 Les responde: Muy bien, seosino en mis aposentos. Antes diencia. Y como ellas le insistieronguardias para que las dejasen e

    3 Al da siguiente las mujeres se adornaron se llegaron a las puertas de la cmitidas. Esto fue visto por todo el pue

    comenzaron a murmurar

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    7 E V N G E L I O DE Q U E T Z L C O T L

    sa s joyas, nuestras guirnaldas. Y lo arrojaron todo enuna corriente de agua que all haba.

    5 Luego volvindose al rey le dijeron: "Ahorapasaris tra-bajo a los toltecas. Ahora conoceris el hambre. Iris delpozo a la caverna y vendris por las calles solicitando unmendrugo. Vuestras voces recorrern la noche pidiendoun sorbo de agua. Dnde beber agua? Dnde comersiquiera sobras de maz?

    6 Sobrecogido estar el corazn del tolteca en su banque-te de piedras y leos. El rigor del hambre ser vuestro pandurante cuatro aos. Aos de lucha violenta, aos de fue-go en el mundo, eso te prometemos, oh prncipe. Espantotomaris como alimento en toda la extensin del reino. "Tras hablar as se arrojaron al agua y desaparecieron. CeAcatl qued apesadumbrado y contuso.

    CAPTULO 5

    El hambre

    1 Seguidamente comenz la sequ Cagua la tierra. Cay primero un hieloperdi frutos y semillas. Luego arboles nopales y magueyes se secaron. Alas piedras saltaban en pedazos. Pasaronlos toltecas. Ese fue el comienzo de sus cpecados se acumulaban delante del

    pueblo subi hasta la casa real.2 Cierto da se present ante el rey u

    "Prncipe, hermano nuestro: la sobre nosotros, su s rayos nos consflechas, eso ha enviado sobre los mdo Aquel po r quien vivimos .

    3 Vengo a informarte

    de la necesid

    d d bl l

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    7 E V A N G E L I O E Q U E T Z A L C O A T L

    rincones, mordindose las uas y mirando las bocas delos que pasan, esperado una palabra buena. Sus hijos an-dan desnudos, con rostros amarillos y color de tierra, y enlas noches tiemblan de fro. Ahora estn llorando, y sepueden contar, o h dolor , todos sus huesos. As habl elmensajero.

    5 A l escuchar la noticia Ce Aca tl cay sobre su rostro abru-mado de pena pues comprenda en su interior que era suculpa y su descuido lo que de tal modo haba ofendido aOmeteotl.

    y

    CAPTULO 6

    ei n a

    1 A l da siguiente an oscuro salin al templo de Tlaloc. En su rostroy tormento. A l llegar al templo pi"Ordena que preparen el santuarioel pueblo tiene urgente necesidad

    2 Entonces fue dispuesto el santuarioY cayendo de bruces ante ella Ceo r nuestro, bondadoso y magvegetacin y la frescura, Seor dT, el oloroso, el florido, esprit

    3 Mira nuestro dolor, dolor de hpierden de hambre. Mira nuestrastras bocas secas como esparto. de cuatro patas desfallecen y lame

    i d

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    7 EVANGELIO DE QUETZALCOATL

    vuelva monte y pedregal desolado? aern los templo^?Se agotarn en nosotros los dardos de tu ira?

    5 O h deidad Es posible que este azote no sea para nue s.tra correccin, sino para la total destruccin de tu pueblo?Ya que tu castigo asi ha prevalecido sobre nosotros, se acomo de madre y padre que educa a sus hijos. Bien sabesque el pueblo es como nio, que no carga agravio por Q Sreprensiones.

    6 "Recoge ya la muerte, mensajero, que tienen hambre y

    sed de cuantos aqu vivimos. Y si mi pecado ha sido talque no merece redencin, concdeme esto al menos: quelos inocentes, los que no saben andar y van por ah jugando con pedrezuelas, sean provistos de pan.

    a

    7 Ten misericordia de los pobres, de los q ue nunca supieron lo que es un da bueno. Perdona a tu s guerreros, queen su momento van a dar la vida por tu nombre. Si misofensas, Seor, han subido al Cielo y bajando a l Infierno,y el hedor de mis faltas se ha dilatado hasta lo s ines de latierra, sea yo destruido; pero ten a bien consolar a los queviven sobre la faz del mundo.

    8 "Disipa ya tu humo, apaga tu fuego. Venga la clara serenidad, canten las aves y salgan a tomar el sol; dales tiempo

    calmo para que te conozcan y llvame a m por todos mis

    P TI IN A TLALO

    zn os llamo Venid a regar la tierde quienes aqu habitamos estnOs lo ruego, venid "

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    CAPITULO 7

    La exigenciade sangre

    1 ^no Trece Calli (985 d. C.) Ciertojos de Tlaloc en una fuente que brotEstaba all un varn tolteca sentadoviendo salir desde e l fondo de la fuede maz tierno molido se inclin socomi de l.

    2 Dentro del agua apareci un sacerdote mndose le dijo: "Tolteca CoContest aqul: "S, seor mo; peque ac lo perdimos. "

    3 Habl de nuevo el tlaloque y le dijoen tanto yo voy y hablo con m i Seintrodujo de nuevo en el agua y dPero

    no tard mucho

    en volver port

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    8 2 EV NGELIO E QUETZ LCO TL

    5 Al llegar a Tula or den Tezcatlipoca a los toltecas:"Tomadlaprestamente, y sacrificadla all " Ellos lo hi-cieron as. De ese modo fue ofrecida la donc ella por lospecados del pueblo. Este le el eom enz de lamaanz deseres humanos como ofrenda.

    C PTULO

    L a eleccind e l o s m

    1 El jefe de los mexica nos estcor az n Pero los hijos e Tlaly le dijeron: "Toxcuecuex pdo? Ven con nosotros, t soinmoladd tu hija, y trae conti

    2 Fueron pue s al tem plo. Los tre las ofrendas y tomando_ecor zpusjeroiijaiiaxopa juntojcojLsa Al enr egrse a a Toxcuec

    3 "H e aqu lo que, en adelanris vosotros, los mexicanoyac o el tiempo de lonuevo gobierno. Ve a tu puebl

    4 Entonces el jefe de los azteca

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    CAPTULO 1

    Los sacrifichumanos

    1 A l da siguiente una nube cubriDa y noche sorbi agua la tierradienta. Brotaron luego diferentes freverdecieron. Sembraron los toltecate y los cuarenta das, se abult l mdio el alimento humano ese ao.

    2 Los habitantes de Tula estaban magradecidos del cruel Tezcatlipocasus cmplices y a participar en sus hoPues l les orden diciendo: Slodris calmados a los dioses: si sodespojados de su piel

    3 Por todas partes se reg el culto p

    b persuadidos de que dan

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    CAPTUL 1

    La anciana

    1 Otra seal ocurri. Haba en un teestatua en cuyo seno se guardaba utoltecas apreciaban mucho, pues psible hablar con Ometeotl. Estaba cuguardianes.

    2 Cierto da entr en el templo Tezcatlipocde su arte mgica, sopl sobre los gcon un gran sueo. A continuaOrculo, se lleg hasta la estatua yb por tierra y la hizo pedazos. Dnegra, la ech en su morral y la habitaciones subterrneas, donde mor

    3 A l despertar, los guardias buscaron la piedra por todos. Estaban muy ocupados, cuandotemplo l dij Hij l

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    CAPTUL

    l n io bl

    1 Otro prodigio realiz. Haba al pcerro en cuya cima apareci un nhermoso de gran tamaoel cualbre una pea. Se asombraron al vedijeron: "Hermanos Qu es es

    2 Le espiaron hasta que lograron cavaron a Tula para mostrarlo al Rey. Per

    medio de la ciudad comenz a camform. Abri su boca la cual erade su boca comenz a salir una substtrante como suciedad.

    3 Al verlo Ce Acatl orden "Llevaquier medio, hasta el lugar de dno le pareci buena seal. Pero a

    b l l f

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    CAPTULO 13

    n ig rom n t

    1 No contento con el mal causado uplan para engaar a los de Tula. Aprovmercado se detuvo a mitad de la plaza dle vieran. Y en su mano izquierda hombrecillo artificial que bailaba.

    2 Viendo esto quienes all comerciaban se agal mago para admirarle. Por acercarseen tal confusin que unos a otros se pillaban. El mago segua jugando con su

    3 En cierto momento una voz cruz pa la multitud: Qu significa esto, hlo que hace bailar a ese ser Mirad:Matmosle con piedras, golpemosle

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    1 E V A N G E L I O E Q U E T Z A L C O A T L

    4 Este venerable sacerdote no era otro que Tezcatlipoca. Yestas cosas haca para arrancar a Ce Acatl de su reino.

    CAPITULO 1

    a d a n z a d e l

    1 Viendo que sus propsitos no se conshechicero una maldad final para corey unos jardines en las inmediaciones de Tulamaban Xochicalco. 72 Y estaba a caindividuo llamado Tequihua 73 jefe

    2 Este hombre fue emboscado por Tezcay ocult su cadver entre las caala fisionoma del tal Tequihua envibres con instrucciones para convocar a de la ciudad y hacerles venir a la hu

    3 "Ciudadanos Poneos en movimieregin de los jardines Tequihua ytrabajar en los mantenimientos. d b

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    1 2 E VA N G E L I O E Q U E T Z A L C O AT L

    vino y tocaron sus tambores y todo el pueblo comenz adanzar.

    5 Era una danza demonaca . Saltaban los hombres alzandoy bajando las manos y haciendo giros. Suba el canto elcanto del sueo; haca oleadas elevndose en ondas des-l izndose como un embrujo sobre la muchedumbre. Y todosseguan la voz del jardinero.

    6 Era su canto un canto nuevo que nunca haba sido escu-chado en el reino; sus palabras se alargaban en una lenguaque nadie comprenda . Todo el pueblo repeta las frasesque Tequihua iba pronunciando pues l haba pedido atodos que lo siguiesen con exactitud.

    7 Comenz la danza hacia la puesta del sol y a la medianoche resonaron las trompetas. Entonces la danza se hizo

    ms frentica y mayor ardor hubo en el r i tmo de los giros.Bailaban los toltecas hechizados sin tener en cuenta quepoco a poco iban siendo conducidos al despe adero . All saltaban sin sentir n i mirar en lo que hacan. Cuantas ve-ces el jardinero entonaba su canto se arremolinaban entres y se empujaban al hueco.

    8 Hab a sobre la barranca un puente de piedra en el cual se

    L A D A N Z A D E L J A

    10 Para rematar su obra destroz luego l

    gan la huerta de modo que el agua en los jardines y perecieron ahogados los toltecasus instrumentos de labranza.

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    CAPTUL

    El ciervo defor

    1 Informado de estas calamidades,pueblo personas desconocidas imtumbres y muchos toltecas haby viendo que era intil toda la penitvaba a cabo en la oscuridad de la noche,consejo a sus ministros.

    2 Ellos le dijeron que para aplacar sario que se reunieran todos los pobladores, mujeres, nios y ancianos, sacerdotes, nobpues todos haban pecado. Y que demofrendas y sus lgrimas que estabansus transgresiones. As se hizo.

    3 Fue enviado un pregonero por todos los lullamando a seores y vasallos a l

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    5 Cm o repetir lo que mutua mente se consultaron los ministros, con el propsit o de hacerlo as Ya les pe saba en elcoraz n el orden de Quetzalcoatl, y labraban, sin saberlo,la ruina final de los toltecas.

    CAPITULO 19

    C o n e j o e n el e

    1 Seguidamente fue Tezcatlipoca a consmando la apariencia de un viejecillo mdoblado hasta e l suelo, se enc amn alenvuelto, entre tela s,^e spe jo.7 5 Era elobsj dmnaj nuypu d de una sola pieambas caras hizo aparecer el hechicemgca la figur natural de un conejo

    2 Cuando hubo llegado al palacio, dijoores, yo os saludo y os pido que avisisvenido, oh prncipe un anciano qa co nocer tu propio cuerpo'. " Le revete, viejo, que no lo puedes ver Porqtu presencia le dar enojo y pesadu

    3 Pero l insisti : "De cualquier man

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    CAPTULO 20

    l t o c a d o

    1 Se rumor la noticia de que el prnpalacio ni siquiera para cumplir con spasaba los das vagando por la oscuridad de Los toltecas comenzaron a reclamar su presencia.

    2 Se concertaron entonces los ministrosobligarle a salir. Y Tezcatlipoca quienriencia de sacerdote dijo: "Ya es moma Omecoyotl^ el Oficial de Pluma.maquillaje real."

    3 Notificaron pues al Oficial de Plumnecesidades de tus oficios. Ve, ayblico. Y l respondi: Sea en buenaa verle. "

    4 Fue Omecoyotl al templo donde aquel se ocultaba

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    6 Entonces Omecoyotl le ci su insignia de plumas; pusosobre su rostro una mscara verde y tomando pintura rojati sus labios. Tambin tom amarillo para decorar susmejillas y le pint unos colmillos. A continuacin adornsu barba y sus cabellos con plumas preciosas y las aderez sobre su cuello. Finalmente le puso una tnica fina ycalz sus pies. 79

    7 Aparejado de este modo el tocado hizo traer un espejo.Cuando Ce A catl se vio qued muy contento de s y alpunto abandon la habitacin donde se ocultaba. Entonces Omecoyotl mand a decir a los nobles: Ya hice,seores, conforme a vuestra voluntad.

    8 A lo que respondi Tezcatlipoca: "Excelente Ahora meencargo yo. " Y ponindose de acuerdo con uno de sus ayudantes apodado TojtecatL ambos se pusieron en movimientopues ya llegaba su momento.

    CAPTUL 2

    La embriagu

    1 Tena Ce A catl una propiedad en Xonappreparaban los alimentos que eran consumEstaba la propiedad a cargo de suTezcatlipoca y su ayudante fueron a lamo y pernoctaron all.

    2 Tema Maxtla dos hijas vrgenesvicio de Quetzalcoatl; y era muy celosocrianza. Por lo tanto al ver llegar a los foa sus hijas y luego atendi sus negqued oculto para Tezcatlipoca.

    3 Los mensajeros le pidieron provisiotomates chiles y mazorcas de mplatillos. Tambin le pidieron leccuatro das compusieron vino y l

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    CAPTUL

    o s c a m p o s

    Perdi el sentido Ce Acatl y qualma en xtasis experimentaba el ms en su alegra cant:

    2 "H e bebido, seores, vuestro lde las flores, mi corazn saboreaalma, Oh padres mos , con emb

    transporta el sentido. Oh viejosderas de plumas Sois en verdescondidos. Cautivis los corazon

    3 Ellos le contestaron: "Has bebidogado. Ya est curado, ya estRecuerdas ahora tu trabajo y partida al Mundo de l Esplendor?

    S C MPOS DEL S

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    120 E V N G E L I O DE Q U E T Z L C O T L

    viejos. De qu hablis, abuelos? Qu rey es ste, y de

    qu reino?

    Por qu es preciso

    que vaya

    yo con l? Y una

    vez all, qu ser de mi pueblo?

    6 Respondieron: Mira, prncipe: ese seor es el Sol quenos alumbra; y su reino, el Campo Mgico de las InfinitasMariposas^ 3 donde sus msicos y sus danzantes le alabande continuo. All irs; entre vosotros hablaris y os com-prenderis, cuando a su presencia llegues. Cuerpo tendrs

    entoncesjie mancebo, y como nio, as te tornars.7 A l or estas palabras se asust el corazn de Ce Acatl, y

    dijo: Viejos: yo no quiero ir all. No quiero ms de vues-tra medicina " Pero le insistieron diciendo: "Seor, bebea n un poco. Mira que es nctar de dios, y si no lo bebes,despus tendrs ardiente anhelo y no podrs satisfacer-lo.

    8 Dudaba el rey preguntndose en su interior si acaso eraesa la respuesta que haba estado esperando. Pero Tezcat-lipoca aadi: Mira, Penitente: tus splicas han sidoescuchadas. Yo s de tus anhelos, de cuanto deseas la par-tida a aquella tierra lejana, tan lejana de la nuestra. Porello vives en penitencia y por ello tienes esta falta de ni-mo.

    10 Les respondi: Es cierto, abuelos,anhelo. Es mi ardiente esperanza

    prender la jornada de la vida perpethe concentrado en inimaginables

    11 Entonces le rogaron de nuevo: "TomPero si no quieres ya probarlo, al l sobre la frente."** As lo hizo.

    12 Cuando estuvo del todo ebrio le dijahora tu canto." Estas fueron lascasa verde, mi casa de plumas dradas plumas, l templo de las c

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    4 Ve. llvala al centro de la tierra, a los Nueve Profundos,y rodala de tinieblas, para que nada sienta aunque lamuevas hacia los cuatro rumbos, para que no sepa reco-nocerme a m, la Guerra, para quien todo es burla, que atodos escarnezco, convirtiendo a unos en otros y hacin-doles quedar insensibles. Porque yo, el Enemigo, elBurlador de todos, al qu e quiero le entrego, borracho, alas tinieblas del sueo?^

    5 Entonces Ce Tecpatl la tom de la mano. Y aunque conello quebrantaba sus obligaciones ella le dijo mansamen-te: "Sea como quieras, abuelo y paje mo; vamos pues. "En cuanto a los guardias que custodiaban la casa de lasdoncellas Tezcatlipoca invoc sobre ellos el sueo, y to-dos cayeron en profundo letargo.

    CAPITULO

    u e t z a l p

    1 Cuando lleg la princesa saludlos ceibales del tigre, hermano,tos vengo yo . Soy Quetzalpetatl,canto para mi Seor. "

    2 Y l le devolvi su saludo dicilla Da placer a tu risa, pon bond

    hoy es momento d e gozo para nuestros sentimientos."

    3 Entonces le fue asignada una preciosale dieron de comer y luego le vino reservando la quinta en honor a su grdar msica a su alegra, aquellosQuetzalpetatl, hermana ma

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    128E V A N G E L I O D E Q U E T Z A L C O A T L

    C}f\ i\H CO t m u H u n .

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    mancha que ech sobre m i cuerpo? " 9 1 Entonces envi a ladoncella con sus servidores, junto a su madre. 92

    A l entrar al templo, cay la joven sobre su rostro y dijo:"Vengo de arriba, madre, del palacio de las piedras pre

    ciosas. All he sido engaada, a ll ha sido menospreciadami alma. Al hablar conmigo misma, slo pienso: mira, soycomo mujer de venta. Hastiado dejnestmi corazn.Acaso los que viven en abominacin comiencen a pasarpor aqu? Castgame por ello, madre ma "

    CAPITULO

    La Diosa de las

    1 La noticia de la embriaguez circudad, pues Tezcatlipoca fue por todnimos con fingida vergenza. Ya murmurar injurias contra Ce A

    2 En tanto, en un rincn de su cmChalchiuhtlicue, oraba el penitente:glfTmadre? Gfit, vestida de jadLimpia mi ser humanoen algn donde se depositan las corrientes,ye el movimiento. Purifcame,

    3 "Ante t i vengo yo, con m is dbihe de merecer tu compasin? Hcida, el leo embriagado, la ti

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    gomaste de burlar a tu pueblo? Acaso olvidas, acasoignora tu corazn que he sido yo quien te rompi la absti-nencia? No sabes que all, en tu cmara de jades,

    conmigo, con Xochiquetzal, dormiste?

    6 "Vine yo como hermana, vine a saludarte, a felicitarte. Ymansamente aceptaste mi cuerpo humano Arroj sobre timis vestidos, te cubr, envolv tu cabeza con mi camisa. Yte dormiste, manso, entre mis brazos

    7 "Mi varn, cmo no te dio pena atarte a un cuerpo hu-mano? Ahora, por ello has de partir. Si, te irs Aqu slovine a capturarte, a interrumpir tu vida. Aqu concluyepara siempre tu poder. No pasars " 93

    CAPTU

    1 Los principales ministros escaner fin al agravio. Todos estuvieron depara que no siguiese contaminandtoltecas era preciso arrojar a Cealegr a Tezcatlipoca escuchar

    2 Fue enviado un heraldo al rey el cual le hiprisa a la sala del consejo. EntChicomexochitl el Gran Ministrpasos y le dijo: Detente, sacerido? Precisamente en el lugar

    3 Sal de nuestros lmites Te te Flor. Vete rpido, afrenta dolvidado ya tu corazn? Rompcmara de turquesa, junto al

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    te irs Si no te alejas, si te resistes, nosotros ya sabemoslo que contigo hemos de hacer. "

    5 A l escuchar estas palabras sali Ce Acatl de la sala. Peroios ministros permanecieron reunidos a fin de determinarqu habran de hacer con la responsabilidad del reino. Yfue dispuesto que asumieron colectivamente e l poder has-ta encontrar sucesor.

    6 Pero Tezcatlipoca estuvo conspirando persuadiendo a unose intimando a otros a fin de que colocasen en el trono a

    cierto partidario suyo un joven llamado Huemac el cualera tambin pariente de Ce Acath Finalmente ocurri as.

    CAPTU

    l a t a

    1 Al abandonar la sala del Consejocasa real despidindose en suamaba. Cuando lleg a sus habitacioservidores y amigos se habconsolarlo. Lleno de vergenAl fin rompiendo su silencio

    2 "Triste, abuelos, desolado emsero nio. Cual nube que sePas por los jardines, penetrse adornan los nobles entre s. Mas, hnio, disipado, esparcido, cualviento.

    3 "He bebido vino de hongos Me siento solo en medio d e l

    f \c a

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    5 Luego dio rdenes para que le fuese preparado una cajamortuoria. Y viendo que sus pajes se resistan a obedecerles pidi: "Amigos, ya basta. Debo dejar la tierra, debomorir. Haced que traigan para m el cofrejle piedra.^ " 94

    6 Prontamente fue trado el cofre. Se tendi el penitente ensu interior y orden que fuese puesta su tapa. Con estodispuso su espritu para partir por si algn dios quisiesetomarlo. Descans en el cofre durante cuatro das y susamigos estuvieron velndola~~

    7 Pasado ese tiempo viendo que la muerte no acuda a sullamado clam en alta voz: "Cmo ir, cmo entrar alMundo de Ometeotl? Difcil, difcil Qu camino lleva anuestra casa comn, all, donde descansan quienes yavencieron su cuerpo? Abandonado con mi tristeza he sidoaqu.

    8 " Habr acaso vida all, en el camino que lleva a la paz?

    En verdad mi corazn lo cree? T, Autor de la Vida, nosatrapas en un cofre; tu amordazas al hombre con ligas deespanto, y le obligas a venir, aunque nadie le espera. Aban-donados nos dejas, acompaados tan solo de nuestraincertidumbre..."

    9 Entonces dio gritos diciendo: "Divinidad, poder, escu-cha mi voz Nadie en mi silencio... Yo os invoco, deidades,

    l

    CAPTULO

    ed

    1 Entonces acord Ce Acatl abandodad y el reino a fin de llevar eerrabunda. Seguidamente compusocin que para salir de Tula can

    2 "Mala cuenta de un da fue en mde aqu se conmuevan, lo he teniPermanezca y descanse slo aqu

    tierra. En cuanto a m, yo no naclas obras groseras "

    3 Cuando cant el penitente todosse conmovieron y cantaron tamno se haba entristecido mi Seor.ya no lleva su cabellera de piedrocurrido? Mas, quiz en algun

    esp

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    ig j Ceic ~ U ir f e t Se co Qc\o ^ ri U J ->

    138 EVA NGE LIO DE QU ETZ AL CO AT L

    3

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    ece Solitario, lejos soy enviado. He sido tomado cau-tivo, como un pato. Lejos debo ir Siguieron la pista deeste msero pato. Ah Con la hoja afilada se dieron gus-to... "

    5 En ese momento se le acerc un anciano sacerdote y as leijo "Ponte ya en movimiento, hermano nuestro Aca-

    so no recuerdas? En la tierra del color negro, en la sede_del rojo color, noWesacaso esperadq^AJlajncontr^r^la paz. " Al escuchar este consejo Ce Acatl parti

    TERCEPART

    nicamente as conocprocuris conocer

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    CAPTU

    lanto sobre

    1 As comenz el xodo dl fueron sus servidores llevanlas artes toltecas: las sonajas llibros que pudieron transportar.flautas se iban acompaan

    2 A una ornada de camino encontraronde haba grandes piedras. Allnoche. Trep el penitente a uella y apoy sus manos sobre lviejos que en le sitio donde sehuellas hasta hoy.

    3 Desde ese lugar era visible,donde ya comenzaban a arderconmovi el penitente y exc

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    i d l l d l i

    fya h v& 2S- -stfa CM / v wwo

    CAPTULO

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    pavimentos de turquesas, y el templo de las serpientes noser terminado. Al verte, dir la gente: 'se fue, la dejabandonada nuestro Prncipe 'Oh Tula, Centro de la Tie

    rra urfana has de quedar5 Al decir esto, no pudo contener su llanto. Grand es sollo

    zos lo sacudieron, doble hilo de gruesas gotas, cual granizo,escurr i por su rostro. Rodaron las lgr imas y perforaronla esencia de la piedra. Y aseguran los viejos que sus marcas pueden verse all donde cayeron, has ta hoy.

    6 Bien impresas quedaron sus m anos y sus lgri mas; cual sifuese lodo, cual si su sustancia se hubiese reblandecido,qued estam pada la piedra. An se miran los hueco s all ypor eso es llamado Cerro de la Impronta.98

    CAPTULO

    El Nag

    1 Toda la noche medit sobre lsus servidores dorman extenHacia la madrugada sinti quces tom su estera, la exendi

    "Estera ma; m i estera de tigcia los cuatro rum bos, pues tite conjuro si se acerca el per

    bres, ese agente de malosprot geme. No ves ccuan sin sentido vivo y en coas, se ec h en la estera y s durm

    3 Entoncessun aguaapar ec enquejas, coraz n? Acascers sobre esta tierra?

    44 E VAN G E LIO E Q U E T Z A L C O AT L

    S t di m H me a tu im gen dame t s f C

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    S t dios para m Hazme a tu imagen, dame tus fuerzas,alegra en m tu vida. S mi dios Adonde voy? Ya secorta m i vida sobre la tierra.

    5 "M i vida me es preciosa. Existo, soy cantor, oro y guirnal-das esparca. Ytengo que abandonarla All est la casaen que viv. En hileras, ordenadas, quedarn las colum-nas. Acaso he tomado como premio plumas y jades? Lasoledad es mi premio.

    6 "Era reconocido, tuve amigos, amaba. Ha llegado la horade abandonarlo todo. Podr dejar mi alma como recuer-do a alguien? Solitario me marcho, cubierto mi coraznde espinas. Las plumas, los jades, las pinturas, cosas he-chas con primor, todo ha sido perdido Me voy, y enninguna parte sobre esta tierra encontrar mi modelo. "

    7 Entonces su nagual le tom de la manoJJe jnqstr eiMtori-zonte orientTy le dijo: "Deja de cavilar, corazn moAliaren el lugar de la cuenta inal, en la tierra donde sinira, sin sufrimiento, se vive la vida perfecta, acaso hayall memoria? Levntate, corazn Mira hacia la reginde las espinas, al rumbo del nacimiento de la luz. All teesperad AguaDivina, la hoguera. All adquirirsel po-dery el reino, la flor hermosa. "

    C

    La en

    1 A l da siguiente les condujoVarios senderos se enctro rumbos. El senderoCe Acatl y sus pajes pasar all la noche.

    2 Los pajes comenzaron alas montaassiguiend

    queran subir. Y an otroalguna aldea o ciudad de acuerdo; de modo que huver esto tom la palab

    3 "Compaeros, sacerAdonde iremos? incierto es nuestro d

    J Sfeifi

    146 E V A N G E L I O D E Q U E T Z A L C O A T L

    A > r- U. >c U j V T lo . v f c j i n , , v e > s l f C C " ' -? ** V i j i ~ lq f i crr

    5 " / Rumbo de la Sabidura se torna escabroso ante noso

    5lar & t Kt^fle,

    CAPTU

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    5 / Rumbo de la Sabidura se torna escabroso ante noso-tros, y ya pensis en volver sobre vuestros pasos?Meditadlo, amigos: en ningn sitio sobre esta tierra en-contraremos descanso. Elegid el rumbojque bien o spareciere."

    6 Entonces se retir a la foresta para encontrar en la oracinuna respuesta. Toda la noche batall el penitente. Hacia laoctava hora se le apareci una visin: un hombrecillo muyflaco con el cuerpo cubierto de cenizas se le acerc sigi-losamente y le dijo:

    7 "Animo, caminante T que te atormentas, t que tienesdolido el corazn, qu ganas con ello? Reflexiona^aqu

    je viene apenar. Si perecemos, no sera ello preferible?Enfrenta tu destino.

    8 "Aunque te abandones tus amigos, aunque te vituperentus guerreros, piensa: qudeseas hacer^Ha zlo Quie-restomar otro rumbo? Tmalo Tmalo y yete al sitio deldolor, al campo de batalla, donde logran los decididos lavictoria. Ese es el premio de vivir en la tierra. "

    CAPTU

    C a n c i n d e

    1 A la ma ana siguiente Ce Adijo: "Ya me voy, seores, ya

    2 Entonces Tjmaljjel imitador totambin ir Penetrar al paYo tambin conocer la sede dsu atabal cant las palabras d

    3 "Timal, Timall Yo he vividTimal, la copia fiel del Venerablpiente Nocturna. Mi madre es mi padre es el Ser Solar.

    4 "Pregunto a mi dios: Adondesigo? Qu ser de m? Perotambin vaya, que yo tambi

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    15 E V A N G E L I O DE Q U E T Z A L C O A T L

    l g i l V a l g f t l

    Xfi < J i

    r ^ J S U * . * 6***' ub

    \\e+* J * ^ I f EN L A FUEN

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    acercar el agua a mi canal. Voy a poner el agua frente alrostro del agua. Voy a trastornar la tierra, a trastornar elcielo. A la guerra voy, seores, all, donde da colores a

    los hroes nuestra Madre.7 "Busco el color del ti^^de^emecimientodg^g^la en

    el campo de batalla. Busco laflordejasfieras all dondese abre, donde vuela una mariposa d e obsidianafrente alrostro del agua Busco el sitio donde toma al que quiereaquel por quien vivimos, y al que toma, lo reconoce y hacesuyo. Voy al sur, en busca de sabidura. "

    8 De nuevo le tentaron los ascetas, dicindole: Un reino grande y hermoso tenas aqu. Pero all, qu has de encontrar?Es que vas a olvidar todo lo que viviste? Renunciars atu lucha, a tu deber? Reflexiona, oh caminante. Quin sostendr ahora a tu pueblo y a tu ciudad? Quin har porsus pecados penitencia? Quin defender contra los impos el culto de la paz? Quin ser cual baluarte cuando

    quieran devorar lo s demonios? Quieresya renunciar?

    9 Ce Acatl les respondi: Basta, ancianos De ningn modome es posible ahora regresar. Por fuerza he de seguir. "

    10 Vindolo as resuelto, le bendijeron. Muy bien. Ve en buena hora, y que los dioses te concedan el xito. Pero antesdebes dejar aqu toda cultura y arte, porque n o te es posible llevarlo a donde ^quieTelTr *^*

    plumas y los jades no entrarDespojaos, pues, de vuestras cabeles y guirnaldas, y anvuestros cabellos y presentaosnes, impolutos, nios. "

    13 Ellos, obede cindolo arrojaron atos de l herencia tolteca, lhundieron en el agua. Por eso fue Agua de Ricas Joyas. 1 2

    r*^-^ A i : c "Hfc

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    CAPTULO

    L a helad

    1 Antes de llegar al Pas e la Sabduraes entre los montes llamadResplandeciente en la Cordillfro y cay la nieve. Y como algunos de ellos encontraron final que pidieron los hech ice

    2 Al amanecer Ce Acatl vio los sicos de sus cmcos de losido. L leno de dolor se arrodill

    T, que solitario all en lla sentencia, conoces acaso en tu nicho de eternidad te cacmo no te cansas de hacern

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    CAPTUL

    Sus seguido

    1 ^ o Dos_Acatl 987 d. C.) Jcon l en el pas. He aqu sus noimitador; Ocelotl, Ozomatl, Cuauhcoatl, Xiuhcoatl y Matlaxochitl,anciano, era el de mayor autoridad.

    2 Estos recorrieron con l todo el

    labras y se dedicaron a su servicse regaron por el mundo para contarsus hechos.

    3 A estos encomend que llevasen, tentes, viviendo en comunidadTambin les pidi que ayunasencastidad, y que no olvidasen las

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    CAPTU

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    CAPTU

    1 Ao SeisAcatl 99 1 d. C. Cuentapoca envi tras l a sus secuacesy estorbar su camino con intrigas y murmugunos hombres viles que vivan el y trataron de acecharlo. Perosiempre pudo escapar ileso de tonces los hechiceros urdieron otra

    2 Haba en esta ciudad cierto pozo repugrado. Venan a l peregrinos detierra para ofrendar y llevar un ptom la costumbre de descenderdel pozo a meditar sobre sus buebre el sentido de sus pasos y los

    3 Un da aparecieron junto al pozo

    62 E V A N G E L I O E Q U E T Z A L C O A T L

    exhortndole a permanecer feles a su recuerdo Luegoparti CAPTU

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    parti. 6

    De regreso al reino tolteca se detuvo en Cham potndon-de se hizo construir dentro del mar un edificio bueno a untiro de piedra de la orilla. As dej Ce Acatl perpetua me-moria suya en el Reino del Sur.

    E n C h o

    1 Continuando su camino pasTenayuca y permaneci alCulhuacndonde tambin dguir. De ah pas a las mondonde los moradores le erigieronadoraron como un dios. Ellos leMatlaxochitl como representante

    2 Grandes fatigas pasaron los peregrinosba dividido. Sus pobladores Ometeotl y muchos adoptandoya comenzaban a tributar a los enemigos ddas partes marchaban los ministobligando a los hombres concon promesas para que le siguieran. Lapueblos se dividieron. Cada c

    64 E V A N G E L I O E Q U E T Z A L C O A T L

    4 Cuando lleg fue tan bien recibido que decidi establecer-con losh l l Ell lel

    CAPTU

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    se permanentemente con los cholultecas. Ellos le levantaronun templo en gran manera magnfico, bien construido ybello. Tambin le ofrecieron ciertas cuevas que haba nolejos del templo donde l se refugi con los suyos.

    5 En Cholula comenz Ce Acatl a impartir sus enseanzas,segn el Cielo le aconsejaba que dijera y segn lo que ha-ba aprendido durante su peregrinar por la tierra y de supermanencia con ios sabios del sur.

    a s e n s e

    1 He aqu las palabras con quecholultecas. Les dijo: Dios nombre. Nada exige, nada nmariposas: eso le ofreceris.

    2 Y les dijo: Nuestros padres ciendo que l nos re y formNuestro Seor Quetzalcoatl.

    so l y la divina tierra. Tenedlo pr3 'As es, en verdad: por su mer

    l invent a los hombres y nomismo lleg a ser Quetzalcoatl,dualidad, Gemelo Precioso. Palabra. 1' 4

    4 Yles dijo: Trece son los ciel

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