El Evangelio de la Espada -...

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WIDUKIND E L E VANGELIO D E L A E SPADA ARTUR BALDER

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W I D U K I N D

EL EVANGELIO DE LA

ESPADA

A R T U R B A L D E R

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ParaMaaikeVanderweeën

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Yvienlamanoderechadelqueestabasentadoeneltrono

unlibroescritopordentroyporfuera,cerradoconsietesellos.Yviaunángelpoderoso

quepregonabaagranvoz:«¿Quiénesdignodeabrirellibro

ydesatarsussellos?»Yninguno,nienelCielonienlatierra

nidebajodeella,Podíaabrirestelibro,niaunmirarlo.

Apocalipsis,5

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NOTA

Las sucesivas y confusas traducciones góticasdelmanuscrito latino de Angus de Metz, cuyohallazgohemosqueridocubrirconunmantodesilencioparanotraicionarlapalabraempeñadaa quienespermitieron leerlasycopiarlas,versasobrehechosmuyantiguos,situadosenelotoñodeesa épocade laEdadMediaque loshistoria‐doreshanllamadolaEdadOscura.

Efectivamente, los acontecimientos quenosdescribe un sencillomonjede la ordenbe‐nedictina,quienentróa formarpartedeunaex‐pedicióncristianacuyamisióneraevangelizarelnorte de Europa siguiendo las huellas de SanBonifacio, cobran forma en la sombra del sigloVIII,unaedadenlaquelaausenciadeluzhistó‐ricaacentúa,nosinciertoencantoparaellectordeestenuestrosiglo,elmisteriode todosaque‐lloshechosydelasgentesquelosllevaronaca‐bo.

Para Europa fue aquel un Medievo tem‐prano en el que la dinastía de los carolingiosterminópordarformaaunimperiogermánicoycristiano,que trataba de aunar, con esa perfec‐ción estética tan característica del románico, elpoderdelbrazo secular yeldeDios.Peroparallegar a esa armoniamundi, que se presumía lameta ideal en la tierra por ser reelejode la ar‐moníadelasesferascelestesfrentealaamenazade los ineieles yeladvenimiento delAnticristo

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(labestia inmunda,cuyallegadasepreveíaeneltemidoaño1.000),eranecesarionosólounen‐frentamientocon lospueblospaganosdelnorteydeleste,sinotambiénunaevangelizaciónpro‐fundadelosmismos.Elprocesodeerradicacióndelpaganismomotivó, entre otras, lasGuerrasSajonas, que se prolongaron durante más detreinta añosen la frontera de Austrasia,connopocosactoscrueles cometidoscontra la pobla‐ciónignoranteyalavezrebelde.

Graciasasuinsólitaexperiencia,eldescu‐brimientodelrelatodeAngusdeMetz,conteni‐doenloslibriyfoliidesuscódices,esunlegadoque,sibien discutible (ycon razón) para algu‐nos eruditos, será interesante para muchosotros curiosos de la historia y de la literaturamedievales.Suconocimientodelossucedidoes,alparecerycomodemuestralaprimerapersonaempleadaenalgunaspartesdeltextomedieval,deprimeramano,asegurandohaberestadopre‐senteaambosladosde lafronteraterrenalyre‐ligiosaquedividíatortuosamenteaquella tierra,convertidaenpastodelhambreydelaguerra,yque einalmente y tras sucesivas deportacionespudoentonaralunísonoconelrestodelimperioel credo in unum Deum, Patrem omnipotentem,factoremcaelietterrae,visibilimomniumet invi­sibilium...

ELTRADUCTOR

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EL EVANGELIO DE LA

ESPADA

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RES GESTAE SAXONICAE

CODEX PRIMUM

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PRÓLOGO

PidoperdónaDiosporhaberfaltadoatantosdesussagradospreceptosdedicandoeltiempoquemeha concedidoa aquellosrecuerdos, pero deesemododoytestimonioyadviertoa otrosconcuantohumildementeestosversículosarbitran,quizáprohibidosporlagraciadivina,puespres‐té atención a su voz en lugar de dedicar, comomonje devoto, todomipensamiento alVerbumVerum,queesDios.Desdeñéeldestino inciertoyelextravíoalquemearrastrabalaProvidencia,peroesaleinaldemividadepecadorcuandomehe dadocuentadelvalordeldestinoqueAquelnosencomienda,por insólitoquenosparezcaalsernos revelado, y esa visión ha impulsado lablanda pluma empuñadapormimano hasta laúltimapáginadeestemanuscrito...

Elpropietariodeaquellavoz,cuyonombrenoquieroamanartanprontoporserestoconsi‐deradodemalaugurioenelbuenescribir(cuyasreglastrato de respetar a sabiendasde mi tor‐pezae ignoranciaenesteartequeotroshanhe‐cho tan grande a lo largo de lossiglos quemeprecedenenoscura cadenciadesdeelorigendelos tiemposdonde soloeraelVerboyelVerboeraDios),yanoescuchabaanadieen sudesva‐río pero muchos eran los que prestaban aten‐ciónasupalabradentroyfuerade lasfronterasdelreinounieicado por los carolingios.Eraunavozveneradaentre lospaganos,porellolospa‐

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dresdela iglesiahabíanexigidosuexcomunión,añosatrás,acusándoloderenegadosimoníacoysoberbioheresiarca,emisariodeSatanásense‐cretopactoconlastinieblas,delasqueseservíaparaalimentarunavoluntad aparentemente in‐controvertible y orientada con inmensa fuerzahacialaoscuridad…

Mas gracias a su conversación, por másqueellopeseahora sobremialmaa laspuertasde lamuerte,pude reconstruir,momentoamo‐mento,lacomplicadateladelosrecuerdos,don‐demuchoshilosfaltabanosehabíanroto,comoseverá,escapandoamisexperienciasycompli‐candola trama,razón por lacual(¡sibienno laúnica!)cambiansujetoypersonaenlastrespar‐tesdelpergaminoquetienesentusmanos,buenlector,dividiéndoseasíésteenLibrodeHorasyenlosdiferentesLibriyFoliiquereeierencuantoaconteciódespuésde ser disuelta la últimami‐siónbenedictinadeltercercuartodelsigloocta‐vo,para volver al einalalLibro deHoras,enco‐mendando así al número de la perfección delplan divino la gracia de enviar un hálitode re‐dención sobre losatrocesacontecimientoscon‐tenidosensutripleformayquetú,lectorincau‐to, te dispones a leer. Antes quiero advertirte,amigo desconocido, del peligro que ello repre‐senta,disuadiéndotedetodalecturasitufecris‐tiananoessueicientementerobustayfuerte,porloprofundode lasraícesdelausurpadorahere‐jíaqueaquíteserádescrita…

Durante esosañosyome convertí,bajoelpoderdeaquelcuyavozrememoroocultandoel

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nombre,enlasombradeunángeloscurollama‐doWidukind,puesfuidiscípulode la ordenhe‐réticamásporfuerzadequienesmedominaronypor debilidaddemiespíritu que por inclina‐ciónverdadera,aunqueellonoexcusalamagni‐tuddemipecado.Masantesde eso,muchoan‐tesdequetuviesenlugarlastraicionesylasma‐tanzas,losamoresimpíosylasdesilusionesylalarga guerra de la que haré imparcial crónica,puessóloeljuiciodeDiosesabsoluto,verdade‐roe inmutable,antesde queelheréticotemplode la herética orden fuese erigido con piedra ygraciasal sudor de muchas frentes simples enunrincónremotodelatierraconocida,antesdetodasesasvicisitudeshubonuevehombres,sie‐te peregrinosytresmisioneros;delmismomo‐do, antes que el sanguinario rebelde, hubo unniño, del cual yo fui instructor, para gloria demuchosypenadetantosotros.

Cuando aquella misión estaba a punto departirnocreíquefueseposible loquemeespe‐raba;después,cuandoseponíaenmarchahacialas sombras, todos creíamos que la misión noera sinolaplegariadeuna fuerzadivina,quesedirigía hacia el destierro de los mundos paga‐nos,másallá de todaslasaguasque separan ydetodoslosvientosquearrastranvocesqueha‐blan vulgares lenguas ominosas, destinadas amorirante elsonorocantorque entona lassal‐modiasveniderasdelSantoVerboycuyaspala‐brasson registradascon salmodiante pacienciapor los monjes en las bibliotecas de nuestrosmonasterios.

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Sehabló,yaantesdelapartida,deunaEs‐padanobilísimacuyoconceptonossobrepasabaen entendimiento, por ser esta como una reli‐quia traída desde la cúspide delmismísimoHi‐perunanio.Única,puesmerecíaelgradomayús‐culoensucalieicación;laÚnica,puesdabaformaaaquellosmoldesde losqueseextraen,imper‐fectase impías, lasbanalesreproduccionessol‐dadaspor losherrerosde la tierra.Muchassonlaspruebasde lomúltipleenelmundoperece‐dero,peroúnicassusideasenelcielodeperfec‐ciónmodeladopor Sumano.Esaera laEspada.La delTodopoderoso.Asíme lodijeron cuandoacepté la proposición de mi mentor. Los docemonjesnosacompañabanconeiadosenlavolun‐taddeDios.Lossieteperegrinosibanencaminoespiritual,esperandolasagradailuminación;lostres misioneros consideraron que habían sidodeslumbrados en Roma con la gracia que allíbendiceaquienesseacercanasustemplos,quela santidad losacompañaba y que ellosempu‐ñaban la Espada del Altísimo, la Verdadera, laque es invisible pero ardiente, la que ataja laserpientedela lujuria yfundeelacerodelaig‐noranciaenelespíritudeloshombres,pueslle‐naesdefuego.

Perodetente, lengua,y quédate atada an‐tesdeque compliquesmáslascosas,queya depor síaquellosacontecimientos son confusosyperturbadoresynoquieroqueellectorsepier‐daenesepiélagodesignosqueeslamemoria!

Meresultadieícil,tantísimosañosdespués,darcréditoamisrecuerdostantocomoalosde

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otros que me los prestaron para completar lahistoria, y siento vergüenza y oprobio ante mímismoporlosmuchosactos,tandesviadosalosojosde la virtud,enlosquecasicreíahogarmearrastradoporlasinciertasmareasdeeseocéa‐noprocelosoqueeslaProvidencia,peroasífuecomosucedió:siendounnoviciodestinadoasersólodeDios,iniciadoenlareglabenedictinadelmonasteriodeMetz,dejédeserlodurantelargotiempo,en elquenuncaabandoné la fe queali‐mentabacomofuegosecretodesdemimástem‐prana juventud, aunque desoí las costumbres,los rituales y losdeberesen los que debía en‐cauzarme para seguir el buen camino que tanespinoso se vuelve para la mayor parte de loshombresmortales,puesunapruebaesésteantela tentadora y malévola presencia de Satanás,que todo lo retuercehacia elmalconmilargu‐cias.Esporelloque losLibri,segundapartedeltextoyresgestae,cambianvozysujeto,puesde‐claro terrible y ajeno a mi verdadera vocacióncuantomeviobligadoavivir,ysólodeestemo‐do sientociertoaliviode confesión escrita,portodosmispecados.

Pues en los paísesdel norte, hoy tan ar‐duamente conquistadosporlosfrancosysusa‐grado emperador Carlomagno, fui a presenciarcómosepredicabannolosversículosdelossan‐tos hombres que fueron testigos de Su Verbo,sino una herejía que traería fatales consecuen‐cias, en lugardepromover la mansedumbre deaquellosrebañosperdidosdelamanodeDios.

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Detengolamanoynoescribirémásacercade todo ello, por ahora, pues tendrá el lectoroportunidaddelmuchoconocer.Tampocomen‐cionarémásaqueltemplo,nielheréticoevange‐lioalquemereeiero,librodesombrascuyaexis‐tenciadesatóuna guerradesangre,dictadoporlavozdeunheresiarca.

Si que diré al lector, para situarlo en losagitados acontecimientos de aquellas décadas,queelpiadosopapaEstebanIII,quienhabíasu‐cedido a buen Paulo I, signó durante el tercercuartodelsiglo las alianzasde la Iglesia conelpríncipegermanoPipinoelBreve,padredeCar‐lomagnoydeCarloman,defendiendoaRomadelacodiciosaamenazadeloslongobardosydelosinfamesgriegos,cuyoimperiodeorienteseguíapromulgandolaterribleiconoclasia.Apropósitode lamismahedeescribir,puesesunahorribleenfermedadheréticaquehaamenazadonuestraintegridad estéticaenoccidente,conqué fuerzaelcismaseabríapasohacialasfuentesdeRomay lasmaravillasde Italia, oculto tras lassectasseparatistas que los iconoclastas promulgabanfalsariamentecomoinevitables,yconquéfuerzatrataban de destruir las imágenes devotísimasenlasquenuestrabuenacristiandadseapoyabaportodooccidente,desdelasorillasdelDanubiohastalasaguasdelRin,ymásallá,enlosmonas‐terios de Wessex, Escocia e Hibernia. El buenpapahabíacondenadoaquellascorrientesheré‐ticas, capturando a sus heresiarcas ineiltrados,muchosde loscualesprocedíande lassombrasde esasentinade facinerosos,deshonestospre‐

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varicadores y destructores de beatitud que sehacenllamarhijosdelaiglesiaenoriente.

A su vez, bien conviene recordar que lospríncipesalemaneseligieronconunánimevozlavoluntaddePipinoelBreve,MayordelReinodelosFrancos,ysusdoshijosfueronelegidosreyesduranteuntiempoconfusoparalosdesigniosdela dinastía, a la que Roma abrazó sin partidis‐moshastaqueelcampeónse alzócomoelegidoytambiéncomoprotectordelaCristiandad,ele‐vado a la talla de Emperador de los Francos,aunqueesofuemuchotiempodespués.

Poraquelentonceserayounnovicio,ynohabíaconocidoniamipadreniamimadre.Re‐ciénnacido,fuirecogido,segúnsemecontó,unafríamañana juntoalcaminoque llevaba alpor‐talón del monasterio de Metz (posiblementeabandonado allípormi pobre madre, alma pe‐cadora a la que a pesar de ello perdono puesdesconozco laspenuriasque la obligarona ha‐cer algoasí)porunodelosayudantesdelcille‐rerodelaabadía,yfuiadoptadoporelmonaste‐rioyacogidoensuseno,ybautizadoconelge‐neroso nombre que más tarde eirma este ma‐nuscrito.Noobstante,yohabíaencontradoenlaimagende laVírgenMaría alamáshermosa delasmadresposibles,pueses lamadre de todaslasmadres,y su amor, aunquemudo e intáctil,me hablaba yme abrazabaen las horasdemiinfancia silenciosa en el monasterio de Metz,donde fuiordenado yconsideradoapto para lavida contemplativatantopormiinclinacióna lasoledad,comopormiamorhacialafe,comopor

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misvotos,comopormiinsaciablenecesidaddeaproximarme alAltísimoa travésdel aprender.FuiayudantedeBernardodeMortrand,unsabioqueadministrabalabibliotecadelmonasterio,yprontoaprendía leer lossignosde loscódigos,los abecedarios de los griegose incluso los delos ineieles, y los que eran sólo imágenes deimágenes y símbolos de símbolos, con los quejugaba en mimente al irme a dormir,parafra‐seándolosde cienmaneras,pueselloseranmisjuguetesdeniño.Mashede reconocer que,a laedaddedoce años,sufrítalpasión sobre el co‐nocimientoquedespertélavigiliademimaestroyde otros,loscuales,justamente,consideraronquemifervor,a puntode convertirse en enfer‐medad,debíasercontrarrestadoconotraactivi‐dadvaliosapara laIglesiaCatólica,queerayesmiúnicamadre,en lugarde trocarseenconcu‐piscenciaylasciviadelconocimiento.

Asífuecomosemeprohibióleerenlasbi‐bliotecasyacompañé aBernardoen calidad deamanuenseeneldesempeñodeunamisiónsuyaquenosllevóalasnuevasabadíasdelnorte.Porein,fuientrevistado casualmente en la sede delArzobispado de Colonia por variospadres quemeofrecieronelhonor departiciparenunaex‐pediciónde gran valorpara ellosyque ya con‐taba con elbeneplácito delpapa. Lo que en labibliotecadeMetzhabíaresultadoenfermizo,enel seno de aquella expedición era consideradobenignoybienvenido,claroejemplodecómoelAltísimo se sirve justamente de sus siervos; lamisiónrequeríanosólopadresdevotísimosem‐

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peñadoseniluminarla ignoranciayfundaraba‐días, sino también oeiciantes como herreros,médicos, siervos, penitentes y también buenosamanuensesylectores.

MientrasRomasezafabade losiconoclas‐tasydelasintrigasdeoriente,desgarrada cadavezpormásymayoresintrigasintestinas,elpa‐pa, sabio en sus decisionesmayores, aeirmabaconsubendición lasexpedicioneshaciaelnortedeEuropa,conobjetodeevangelizarlospueblossalvajesylaserrantesmasasde paganosende‐moniados(asínoserandescritoslosvestigiosdeunpuebloquehabitabaelnorte,ydelquepocoseconocía,yenelquesepreveían oscurosma‐lesylaagitacióndeSatanás),quesuponíanunacarísima amenaza para el arraigamiento deaquel árbol de la fe cristiana que había sidoplantado por manos devotas como las de SanBonifacio, Apóstolde losGermanos, cuando setrazó el granmapa de las nuevas abadíasbajocontrol franco por los territoriosde Thuringia,Baviera,Colonia,ylosnuevosyprósperosobis‐pados,todosellosbajola tuteladelArzobispadode Colonia ycon la protección incondicionaldelospríncipesyreyesfrancos.

Por diversosmotivos,entre loscuales fuesin duda elmásimportanteelansia de libertaddelossajones,huboenlosañossiguientesrepe‐tidas sublevaciones bajo la dirección de aquelángeloscuro,delque yomeconvertí,acudoa laredundancia a cambiode la claridad,eninjustoinstructor, y que era llamado Widukind en lalengua de las septentrionales sombras y de la

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barbariepagana.Noquieronideboanticiparlosacontecimientos,perosíquedejaréalgunasno‐tassobreestehecho,centralenladescripcióndelassangrientasguerrasentre Carlomagnoy lossajones.Puesmásqueluchadetierraseraluchadeideas,ydemuygrandesideas,ydetrásdeto‐dasellasseocultaba unheresiarca,ydetrásdelheresiarca, un libromaldito que él mismo lla‐mabaelQuintoEvangelio.

Las incursiones vindicativasque se lleva‐rona cabobajoelmandodeWidukindacarrea‐ron efectivamente gravesdañosalcristianismo,doyfedeellomásadelanteenlosversículosdelossucesivosLibrienlosquesedivideelvulguscorpus de estasmemorias: tanto en su propioterritorio, donde los sajones, sin ningún mira‐miento,tratarondeaniquilarlocontodotipodemediosviolentos,comoen lascomarcasdelrei‐no francoen lasque llevaban a cabosusincur‐siones,donde ardieron lostemplosylospadresfueron juzgados por eilosmortales y altas lla‐mas. Pese a lo dicho, tras la victoria de Carlo‐magnoenelaño779pudoreemprenderseelsa‐grado trabajo de la evangelización en elúltimocuartodelsiglooctavo.Maspara situarallectordeestayotrasépocas(¡siacasoalgúnmanuscri‐to sobreviviese a la llegadadelAnticristo, cuyotiempoyaseacerca!),aseguroconmitestimonioque lamisiónhizo progresos considerablesdu‐rante mimás temprana juventud hasta el añoinfausto numerado en 782, aunque el resto sesabe,yespartedelagloriosahistoriadelEmpe‐rador de losFrancos. Pero eso fuemucho des‐

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pués del lugar y hora de donde parte la máshondaraízdemirecuerdo:

Cuando joven novicio viajé junto a mimaestro,comoescribía,desde losaposentosdemi orden en Metz hasta las ricas tierras de ladiócesisdelarzobispadomáspoderosodelRei‐no, que bordean el gran río que antaño fuerafronteraderomanosygermanossegúnlosrela‐tos de Tácito,el Rin,a la altura de losgrandespalaciosdepiedraquelosfrancoselevaronenlaciudadeladeColoniasobreloscimientosdeotroimperio más antiguo y condenado siglos atrásporeljuiciodeDiosyeldañocausadoasuele‐gidoenlatierra.Meestremecíantelassombrasque anidan, como águilas de garras relampa‐gueantes,enlascumbresdesuscolinas,siempreal acecho. Vi los rostros de aquellos hombresvenidosde lastierraspaganas,lossajonesylosdaneses,yleíen susojos la salvaje fuerza yelrito de unosdioses tenebrososdetrásde cuyascambiantescarasseocultabalafeafazdelabes‐tia inmundaquehadesobreveniryalaquella‐mamoselAnticristo.Vivían sumergidosenunaedadantigua,devotadelaceroydelaoscuridad.La misión para la que fuiescogido por Ebo deColonia, quien empuñaba el báculo evangeliza‐dor en nombre delCaput Mundi, se disponía aredimirlasinrazóndelospueblosdelnorte.Era,segúnsedecía,uneslabónmásenuna largaca‐denadeeslabonesrotos,unpeldañomásenunalargaescaleradepiedramellada,alaquelosbe‐

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nedictinos añadían, con obstinada fe,un nuevopasocadadosañostraselmartiriodeBonifacio,a pesar de las pérdidas constantes e irrepara‐bles,delasiglesiasquemadas,delosmurosaba‐tidos,delasvidasmartirizadas.

Mife era grande ymi inspiración,sin serdivinanigraciosa,mealentaba.Deseabapartici‐par,apesardelgraveriesgoqueellosuponía,enla misión benedictina de Ebo de Colonia. Eranpocos los misioneros que regresaban de lasevangelizaciones enviadas al negro corazón dela oscuridad, mas einalmente había aceptadoacompañarlos, llevado por la fe en elhombre yporeldeseodemejoradelhombre,paradescu‐brir verdades extrañas al hombre, que otrosnombran con diferentespalabras; pero la con‐quistadelatierra,amparadaenelpoderdeunaidea tan excelsa como grande,sobrepasa el en‐tendimientodelamortalignoranciaynosellevaa cabo con losmétodosde la juventud y la ilu‐sión, comoprontoaprendería,sino con la dies‐tra fuerza de una mano severa,había dichomimaestro,queblandieselaEspadadeDios.

Medespedídeéluna tarde quedeshojabalosárbolesymisojossinpiedadyvicómo,su‐bidoaunaacémila,Bernard, tambiéntriste pornuestra separación, partía hacia Aquitania, devisita a su tierra natal, antesde volver a Metz,cuya biblioteca tanto amaba; pasarían muchosañoshastaquevolviese a verlo.Elque aquíes‐cribe, sin embargo, había sido escogido paraotrodestino,pueslavoluntaddeloshombresesdébilyengañosa ycreen escoger,perosiempre

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sonescogidos.Alamañana siguiente,laexpedi‐ciónpartió,recorrióellargopuente,yyoibaconella.Lasestrellasaún titilabanenelalbor de lahoraprima.LasaguasdelRinseamansabanos‐curas,sustorbellinosycrestasparecían despe‐dirsedenosotroscomoconunaadvertenciasig‐nada de indescifrable contenido.Me persigné ymirélaniebla,quecerrabaanuestravisiónunaslomasdedensoyarboladofollaje.Lacompañíaentró en la espesura, mundo de brumas en elque nosotros, emisarios de Dios, debíamos sercualcerteroshacesdeluzquebuscansinmiedo,aunqueatientas,elcorazóndelastinieblas.

Ahora, tanto tiempo despuésy a un pasodelamuerte,megustaríadejarqueelTiemposedetuviese para poder retratarlo, iluminandoimagenaimagenlasminiaturasdeesteLibrodeHoras,paraqueasíotrospudiesenleerlo,verlospaisajesyescuchar susvoces,encerradastodasellasenélconlamagiabenignaquenoshacon‐cedidoelSeñoratravésdelentendimientoysussignos,hastaeleinaldeestedescarriadomundo,einalqueyase acerca...CuandoelElegido,comode lana ymareil y de crisólito puro, eleve losbrazos,la hozaeilada yelrayo,yhaga sonar sullamadapor todosloscielosycuatrocabalguenunidospararuinadelresto...Cuandosuscascos,comodebronceardiente,abrasenelaireyrom‐panlosnimbosyellosdesatenlossellos...Cuan‐doseoigaunavozdetrompetayeneldeliriodelos sentidos, como supe en mis visiones de lamás tierna infancia, vuelva a escuchar la voz

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omnipotentequeasímehaexigido: «¡cuantovi‐vieses,escríbeloenmilibro!».

Alabadosea elSeñor por los siglosde lossiglos…

AngusdeMetzcirca.IXd.C.

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