El Estrés en El Perfil de Desgaste de Las Trabajadoras

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    Cad. Sade Pbl., Rio de Janeiro, 11 (1): 65-71, jan/mar, 1995 65

    Estrs de las TrabajadorasARTIGO / ARTICLE

    INTRODUCCION

    En la discusin de la salud mental aun nose ha resuelto el uso adecuado del estrscomo explicacin de malestares y tampoco de

    enfermedades. No es este el momento deinternarnos en esa discusin, por elloharemos uso de esta categora entendiendo elestrs como la respuesta estereotipada delorganismo a toda demanda que se le haga,sea fsica, psicolgica o emocional y queconsiste en reacciones somticas, orgnicasy/o funcionales (Gonzlez, 1993). Comorespuesta de adaptacin a demandasdispares, agradables o desagradables, que

    puede tener efectos patolgicos que seexpresan en sntomas inespecficos o enenfermedades psicosomticas y trastornospsquicos (Hall, 1988).

    Entonces, al entender el estrs comorespuesta, podemos entrar al anlisis de losfactores determinantes que han resultado

    El Estrs en El Perfil de Desgaste de las Trabajadoras

    The Role of Stress in Exhaustion among Female Workers

    Mara de los ngeles A. Garduo1

    Margarita S. Marquez2

    GARDUO, M. A. A. & MARQUEZ, M. S. The Role of Stress in Exhaustion among FemaleWorhers. Cad. Sade Pbl., Rio de Janeiro, 11 (1): 65-71, Jan/Mar, 1995.

    The purpose of this paper has the purpose to compare profiles for exhaustion between differentgroups of working women, showing the importance of stress as the result of gender conditions. Inthe research projects reviewed dealing with work processes and related diseases, a closerelation was, found between stress and health problems. Some of them demostrate that domesticand job demands lead to continuous effort and insufficient replacement of working capacity. Inaddition, since women cannot meet both demanding tasks, they develop persistent anxiety, and

    the most immediate repercussions are fatigue and stress-related disease.

    Key words:Women Health; Occupational Health; Stress, Anxiety

    relevantes en el caso especfico de lastrabajadoras.

    Queremos situar estos factores entreaquellos que determinan los problemas desalud mental, partiendo de un contexto

    integral, y alejarnos de las visionestradicionales que los explican parcialmente,que Burn (1992) agrupa en dos versiones, elmodelo psicopatolgico y el modelo emotivo-sensible. El primero plantea que las mujerestenemos una determinacin superior de labiologa que nos hace a todas un pocolocas y as privilegia como explicacinalgunos eventos como son: los trastornoshormonales, la fiebre uterina, la depresin

    posparto, los trastornos de la menopausia,entendindolos fuera de un contextohistrico-social. El segundo modelo se centraen la necesidad de lograr el equilibrioemocional de las mujeres a partir de laarmonizacin de los afectos de ellas y de losque los rodean, sufundamentacin consisteen la accin de armonizar los problemas dela vida afectiva que ponen en tensin lasrelaciones familiares y domsticas, as comoen la actitud de cuidados y preservacin delas necesidades emocionales de cada uno delos miembros de su familia (Burn, 1992: 327).

    Dos puntos son importantes para situarnosen otra perspectiva: primero reconocer al

    1 Universidad Autnoma Metropolitana Xochimilco.Calzada del Hueso 1100, Col Villa Quietud C.P.

    04960 Coyoacn Mxico.2Centro de Investigaciones en Salud Pblica,Instituto Nacional de Salud Pblica. Av. Universidad655. Col Santa Mara, Ahuacatitln. Cuernavaca,C.P. 62508, Morelos, Mxico.

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    sujeto en s mismo y luego en la construccinde su identidad desde lo externo. Por ello, enprimer lugar, diremos que los problemas desalud se sitan en el cuerpo vivido que no esdiferente del sujeto mismo. Cuerpo que no

    nos es exterior, como una posesincualquiera, ni tampoco como polo de unadualidad como si fuera ajeno, sino que escentro de la existencia que permite lasrelaciones con los otros, la organizacin deluniverso y la elevacin a la trascendencia,que es para cada uno prioridad inmediata, yque no est desprendido y aislado, no sepuede reducir a los sistemas fsicos yqumicos de la fisiologa (Aisenson, 1981).

    Y, segundo, que este cuerpo vivido, este yo,se autorreproduce en la vida cotidiana, que esimagen de la reproduccin de la sociedadrespectiva, de los estratos y desde luego delas relaciones de poder. Para ello el sujetoejerce primero las capacidades de generalizar ycomunicarse con los otros, del aprendizaje enel uso de las cosas, de la apropiacin de lossistemas de usos y de los sistemas deexpectativas y de las instituciones. As da laspruebas de capacidad vital para conservarse

    en un mundo construido antes que cada uno.Y slo despus puede tener la ocasin deescoger por s mismo el propio ambientedirecto (Heller, 1977).

    Ello significa que un modelo alternativo decomprensin de la salud mental de las mujeresdeber tomar en cuenta esta integralidad delsujeto como tal y como construccin social, yque, en el caso de las mujeres, se deber basaren identificarlas como un grupo social que

    padece condiciones opresivas de existencia,especialmente en sus vidas cotidianas(Burn, 1992: 329). Desde este modelo sedefinirn dos mbitos de realizacin: eldomstico y el extradomstico y desde ellos yen sus interacciones se entendern losdiversos modos de malestar de las mujeres.

    EL ESTRES Y EL DESGASTE

    Interesa hacer visible el carcter detrabajadoras de las mujeres, porquesocialmente se desconocen las exigencias aque somos sometidas, primero en el trabajodomstico y segundo como trabajadoras que

    llevan ingreso a la unidad domstica, o sease trata de exigencias sinergizadas por laidentidad femenina en su funcin de fuerzade trabajo.

    Si partimos de que el trabajo es uno de los

    ejes que estructura la vida social y laparticular, entonces podemos entender comoes que nuestros dos trabajos, el remuneradoy el domstico, enmarcan nuestro desgaste(Laurell & Mrquez, 1983) y en ste lapresencia del estrs.

    El trabajo remunerado se identifica comolucha competitiva crnica, y como tal es laadaptacin bsica para el xito en el sistemacapitalista. Esta competencia crnica significa

    estrs crnico, porque requiere y generauna situacin de respuesta fisiolgicaconstante (Eyer & Sterling, 1977: 14).

    Aunque este tipo de estrs afecte avarones y mujeres, es importante aclararcmo se dan sus efectos en unos y otras,generndose perfiles de patologa y muerteque se pueden distinguirse como femeninos ymasculinos, pero especialmente interesadistinguir los factores estresantes que les

    afectan de manera diferente.En el caso de las trabajadoras, estadistincin pasa por especificar al trabajodomstico como momento de determinacin.Este trabajo, que permite la reposicin de lacapacidad de trabajo de la unidad domstica(Martnez, 1992) y que es el momento de larenovacin constante de la capacidadproductiva del individuo, crea para quien lorealiza (las mujeres bsicamente) exigencias ypor ello desgaste. Y, al combinarse con lasexigencias del trabajo remunerado, seconvierte en una doble jornada, en undesgaste especfico de cruce dedeterminantes (Garduo & Mrquez, 1993).

    Es fundamental entender esta situacin dedoble determinacin porque, en el sistemacapitalista, solamente se considera trabajo aaquel que genera valor, mercancas, y lastareas que se realizan en el mbito domsticoaparecen como improductivas y por tanto

    carentes de valor. Incluso las mujeres que lasrealizan no encuentran ningn reconocimientoa su esfuerzo y las consideran pocoimportantes para su vida (Gardiner, 1980).

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    Por lo anterior, para analizar el estrs en elpatrn de desgaste, se deben tomar en cuentalas diferencias entre mujeres y varones frente alos factores estresores de la vida laboral ydomstica (Hall, 1988) que se derivan de las

    tareas concretas, con contenidos delimitados yconsideradas socialmente femeninas omasculinas. Adems la caracterstica de losfactores de estrs en las mujeres es que son delarga duracin y de difcil control por su parte,y esto es precisamente lo que hace el estrspeligroso para la salud fsica y psquica(Witkin-Lanoil, 1988).

    Para el estudio del estrs en el caso de lastrabajadoras es indispensable tomar en

    cuenta que la doble jornada est relacionadacon problemas como sensacin de dejar todoincompleto, sentimientos de insatisfaccin,pocas expectativas de triunfo y atribuirse a simisma los fracasos (Abertman et al., s/f).Adems de que significa la disminucin dehoras de reposo, todo lo cual repercute enuna respuesta de malestar que se relacionacon el estrs.

    Este malestar puede tener mltiples

    expresiones, desde un conjunto de sntomasfsicos y psquicos que muestran las mujeres,que se ha denominado sndrome del estrsfemenino, hasta desencadenar o favorecerdiabetes, depresin, ataques cardacos,ansiedad, insomnio, accidentes, alcoholismo,abuso de medicamentos. E incluso dar lugar aun estado semejante a la senilidad o al retrasomental, provocar hiperactividad y problemasde coordinacin motora, o intervenir en todaslas dolencias psicosomticas, entre ellas laslceras ppticas, el asma y las alergias(Witkin-Lanoil, 1988).

    MUJER, ESTRES Y TRABAJOEN ALGUNAS INVESTIGACIONES

    En Mxico algunas investigaciones hanmostrado que, entre las trabajadoras, losproblemas de estrs son de gran importanciaen su desgaste. En un estudio realizado con

    las operadoras de la empresa Telfonos deMxico, en 1987, se encontraron comoprimeras causas de enfermedad la fatiga y elestrs, relacionados con las largas jornadas,

    la intensidad y monotona de las actividadesy la estricta supervisin.

    Otro de los hallazgos fue que lasoperadoras sufran de una serie de trastornoscomo dolores de cabeza, ardor en los ojos,

    nuseas, mareos y fuerte dolor de odas,llegando a la ruptura timpnica e hipoacusia ytenan las descargas sonoras como fuenteconstante de estrs (Lnea Democrtica, s/f).

    Entre las costureras del Sindicato 19 deSeptiembre, se presenta una problemtica desalud caracterizada por estrs, expresado porellas como nerviosismo, desesperacin,histeria, neurosis, dolor de cabeza, cansancio,embotamiento, sentimiento de inconformidad,gastritis, lcera, agotamiento, fatiga mental opatolgica y alteraciones en la menstruacin(Alvear et al., 1988).

    En la maquila de exportacin de la ramaelctrico-electrnica (Mrquez et al., 1986), ascomo en la alimenticia (Rodrguez & Tyarlesso,1986), se encontr que las enfermedades ytrastornos relacionados con cargas psquicasy tensin y la presencia de signos y sntomasmal definidos ocupaban un lugar importante.Adems de neurosis, cefalea tensional,

    gastritis, colitis, hipertensin, mareos, vmitosy trastornos menstruales.

    Los resultados de otros estudios realizadosen grupos de secretarias y de empleadasbancarias apuntan en el mismo sentido que lasinvestigaciones anteriores, destacandoseprincipalmente la patologa y los trastornosligados a la tensin psquica (Rangel, 1988).

    Entre las taquilleras del Metro (Garduo &Rodrguez, 1989), los padecimientos de las

    vas respiratorias ocupan el primer lugar y, enel segundo, se ubican las enfermedadesrelacionadas con el estrs: neurosis, cefaleas,colitis, gastritis, neurodermatitis ehipertensin arterial.

    En diversos trabajos se ha mostrado que lasmaestras (Mrquez et al., 1993), adems deestar sometidas a problemas fsicos delambiente de trabajo, estn enfrentadas a unambiente estresante debido a las exigencias dela responsabilidad frente a los problemas delos alumnos y por la interaccin con los padres(Messing, s/f). Y que un nmero importante desus incapacidades se debe a problemasrelacionados con estrs.

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    En Canad, la preocupacin por el estrs enlas mujeres ha llevado a estudios que muestranla relacin del ser mujer con estos problemas.Haremos referencia a algunos resultados.

    En una muestra de 552 trabajadoras

    pertenecientes a un sindicato de trabajadoreselctricos, se encontr que conflictosrelacionados con el trabajo estuvieronasociados con sintomatologa depresiva,dolores de cabeza severos, pesadez de lacabeza, debilidad/fatiga, salpullido y 1a

    presencia de mltiples sntomas. Y que,cuando se encontr apoyo social, estesignific reduccin de sintomatologa(Bromet et al., 1992).

    Otro estudio que se realiz en una muestraestratificada de 356 mujeres canadiensesmostr que los problemas de salud de msfrecuencia se relacionaron con estrs,ansiedad y depresin. Las mujeresexperimentaron diferencialmente problemas desalud mental dependiendo de su estafassocioeconmico, la etnia, la estructurafamiliar, la calidad de las relaciones familiaresy la naturaleza de su participacin en elmercado de trabajo.

    Las mujeres, al hablar de lasparticularidades de sus propias vidas,describieron la pesada carga de trabajo de lasmujeres como el resultado de su identidad y desus herencias sociales. Aunque, enconclusin, consideran normales susproblemas de salud mental, y esto puede, enparte, reflejar la falta de reforzamiento social yvalidacin de sus experiencias (Walters, 1993).

    En una investigacin realizada en Estados

    Unidos, en una muestra de 3.484 secretarias, seencontr como resultado ms importante unaalta prevalencia de un desorden depresivomayor, caracterizado por dos o ms semanasde tristeza, acompaada por cuatro o ms delos siguientes sntomas: falta o exceso deapetito, alteraciones del sueo, fatiga, lentitudde movimientos corporales o de pensamiento,sentimiento de desvalorizacin o culpa,prdida del placer en algo que usualmente lediverta, dificultad de concentracin ypensamientos, deseos o intentos suicidas.Tambin se encontr que las secretariasestaban ms propensas a perder su trabajo queotras mujeres trabajadoras.

    Sin embargo, no se deslinda que losproblemas de estrs se relacionen con rolesestresores no laborales o con los relativos alambiente laboral.

    Deducen que algunos estresores y la

    depresin pueden estar asociados a latransformacin del trabajo secretarial, con laintroduccin de microcomputadoras, y a lainsatisfaccin laboral originada en bajossalarios, monotona, falta de participacin enlas decisiones, falta de promocin, pocaclaridad en las descripciones del trabajo,interrupciones y frustracin de los planes detrabajo por urgencias en el ltimo minuto(Garrison & Eaton, 1992).

    HIPOTESIS: ESTRES Y TRABAJOEN LA IDENTIDAD DELGENERO FEMENINO

    Aplicando la categora de gnero, podemosver que, al igual que cada hecho social sematiza en funcin de las diferencias de lofemenino y lo masculino, la explicacin de lamorbilidad y la mortalidad encuentra parte de

    sus determinaciones en las diferenciasjerarquizadas histricamente entre varones ymujeres (Garduo & Mrquez, 1993), quellevan a la adquisicin de una identidad, socialy psicolgica. Este es un proceso complejo,que contiene una relacin positiva deinclusin y otra de exclusin; nos definimos enfuncin de parecernos a unos y no a otras. Esaidentificacin permite llegar a ser singular,particular, con determinadas cualidades,actitudes y dificultades. Debemos situarnos enuna vida cotidiana que es la imagen de lareproduccin social. Y, adems, afirmarnos enla comunidad, y con esto desarrollar unaconsciencia del nosotros (Heller, 1977).

    As la construccin de la identidad del sermujer se contrapone al mundo del trabajo, queh sido predominantemente masculino. Lastrabajadoras debern enfrentar, com loselementos de su primeira identidad, lasexigencias del mbito laboral que les es ajeno.

    Al estudiar algunos aspectos de lasituacin de gnero de las trabajadoras, vemosque la patologia relacionada com estrscorresponde a las exigencias de dos mbitos,

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    el de la vida domstica y el de la laboral, queles implica una doble obligacin.

    En el trabajo remunerado, a las exigenciasespecficas de cada proceso de trabajo sesuperponen las consideradas femeninas, como

    ser abnegadas, pacientes, responsables,incansables.Por otra parte, deben contribuir cada vez

    ms a los ingresos familiares, o inclusoencabezar sus hogares, en donde son madresy al mismo tiempo nicas proveedoras.

    Mientras que en el trabajo domstico se venenfrentadas, en mltiples ocasiones, asituaciones crticas que requieren estrategiasde sobrevivencia como: reduccin delconsumo, optimizacin de los recursos,aumento de miembros de la familiaincorporados al proceso de produccin, que,por ser cotidianas, significan un esfuerzoagregado (Muoz, 1990).

    Los estudios realizados en los ltimos aoshan avanzado en el conocimiento de la saludlaboral femenina, pero aun quedan muchosproblemas pendientes (Ravelo, 1990). En parteesto se debe al desconocimiento de las formascomo enfrentan dos trabajos, bajo la

    consideracin de que, por ser mujeres, es suobligacin (Lagarde, 1990).

    Creemos que, fundamentalmente, debenestructurarse las estrategias de investigacinrespecto a problemas que, como el estrs, sederivan de exigencias del quehacer y del ser ensociedad, tratando de mostrar como seestructuran los mbitos y cmo, con ciertaidentidad construida, se es en ellos.

    Las herramientas de indagacin sobre los

    problemas de salud mental en general, y losrelacionados con el trabajo y el estrs, serefieren bsicamente a situacionesambientales y a relaciones sociales en elambiente de trabajo (Hernndez et al., 1991:04), sin tomar en cuenta que las mujeresenfrentamos, contradictoriamente, lasexigencias femeninas en el mundo laboral y lasderivadas de ste, en el domstico.

    Que enfrentamos las diversas estrategias desobrevivencia en las unidades domsticas,para que: el consumo sea satisfactorio, seoptimicen los recursos o se los aumenten, encaso necesario, con nuestra incorporacin almercado de trabajo. Adems debemos

    reorganizar la vida cotidiana para que no seafecte su funcionamiemto.

    Esta sola condicin bastara para definircomo especfica nuestra incorporacin almercado de trabajo, pero, adems, como

    diferente de la masculina, porque existe unmercado segregado que nos lleva a unasactividades preferentemente que a otras yporque las propias exigencias d los procesoslaborales se tien de las caractersticasadjudicadas como femeninas.

    Algunas de las caractersticas que debencontemplarse como factores de estrs son,por ejemplo, la responsabilidad frente a losdems, en los trabajos de servicios a los que

    nos incorporamos mayoritariamente; ladisciplina, como en la industria de la maquila,cuando aceptamos sin respuestasorganizadas ritmos de produccin enconstante aceleracin y una estructuraestricta de supervisin y control; o seguirsiendo madres y mantenernos al cuidado de launidad domstica y de los hijas, con larealizacin de trabajos dentro de un mercadoinformal. Adems la pasividad frente a la

    violencia, dentro y fuera del hogar, por el slohecho de ser mujeres.

    En resumen estamos enfrentando la realidadcon una falta de recursos que nos generansentimientos de impotencia y de carencia deinstrumentos para que las cosas se realicen yse modifiquen, con un exceso y abuso deemocin, que necesariamante repercute ennuestra salud mental.

    RESUMEN

    ANDRADE, M. A. G. & SERRANO, M. M. ElEstrs en El Perfil de Desgaste de las

    Trabajadoras. Cad. Sade Pbl., Rio deJaneiro, 11 (1): 65-71, jan/mar, 1995.

    El objetivo de este artculo es el de compararperfiles de desgaste en distintos grupos detrabajadoras y mostrar la importancia del estrs

    como efecto de sus condiciones de gnero.Para ello se revisaron diversasinvestigaciones, en las que se analizan susprocesos de trabajo y se estudian sus

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    Garduo, M. A. A. & Marquez, M. S.

    problemas de salud. Los resultados muestranque, en los perfiles de morbimortalidad ydesgaste, la patologa relacionada con el estrsocupa un lugar relevante. En algunasinvestigaciones se analiza cmo las exigencias

    domsticas y laborales llevan a las mujeres arealizar un esfuerzo continuo y a unareposicin inadecuada de la capacidad detrabajo. Y a una constante ansiedad por nopoder cumplir satisfactoriamente con lasexigencias de ambas tareas, siendo lasrepercusiones ms inmediatas la fatiga y lapatologa relacionada con el estrs.

    Palabras Clave: Salud de la Mujer; SaludOcupacional; Estrs; Ansiedad

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