Presentación del libroCARRERA EN LA VIDA DE UN ESCUDO DE ARMAS:

Entre la Historia, la Heráldica y el Mito.De Fernán Pavía Farrera

(La impactante historia del Escudo de Chiapas)

Por Eliseo Linares2009

Buenas Noches.Quiero expresar mi agradecimiento por la invitación que nuevamente me hace el CONECULTA para presentar otro libro fascinante del historiador chiapaneco Fernán Pavía Farrera. Muchas gracias y debo decirles que lo considero un honor doble, pues se presenta la obra en este lugar, el Centro Cultural Jaime Sabines, ya emblemático en la difusión de la cultura de Chiapas, y por elegirme para presentar la que considero la mejor obra de esa producción incitante, provocadora y erudita sobre Chiapas del Dr. Fernán Pavía. Muchas Gracias

Bueno, pues como ya es costumbre en los trabajos del Dr. Pavía, llama a la palestra a diferentes grupos de especialistas, puesto que sus argumentaciones tienen que ver con diferentes materias, que algunos considerarían auxiliares de la historia. En su obras ¿Ambar de Chiapas?, Maquil Suchitepeque: Ocaso de los chiapan, en el encajonado de El Sumidero hace un llamado a la discusión de las materias en ellas tratadas no sólo a los historiadores, sino también a los arqueólogos, los geólogos, a nahuatlatos y linguístas entre otros. De igual manera, para esta obra que se presenta en esta ocasión nos llama a varios: a historiadores, legisladores, arqueólogos, antropólogos, especialistas en la llamada ciencia del blasón o heráldica, y en general a los ciudadanos chiapanecos interesados en la verdadera historia de su tierra natal.

Como ya es costumbre también, este trabajo, al igual que los otros, está planteado en términos de investigación sustantiva, es decir, enunciando problemas de investigación, formulando hipótesis y sometiendo a prueba las mismas mediante fuentes históricas documentales de diferente nivel, técnica correlativa documental, análisis del paisaje y heráldica, que en obras como la mencionada Maquil Suchitepeque ... produjo excelentes resultados. Asimismo, el libro está planteado a manera de “instrumento amistoso”, en cual se agregan documentos originales, ilustraciones, apéndices, glosarios y bibliografías complementarias, con el fin de que el lector no especialista pueda, no solo entender la obra, sino comprobar por si mismo lo anotado o afirmado por el autor.

(Anécdota de cuando me invitó a presentar el libro de ambar de chiapas ( y el favor

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que le hace a la investigación la “crítica burlona”) También hablar sobre la calidad de la argumentación ante ese tipo de crítica.

A mi juicio el problema central que aborda el estudio, tal como les mencionaba en la anécdota, es que el escudo de Chiapas, tal como lo conocemos y dicho en términos poco elegantes, está al revés. El dr. Pavía me corregiría diciendo que, a partir de su estudio, se puede establecer que no sólo está al revés sino que tiene elementos que nunca fueron ordenados en su formación original, lo cual en términos heráldicos lo hace una pieza falsa o falseada.

Las hipótesis y otros asuntos claves de la obra tienen la forma de preguntas a resolver, las cuales le permiten a Dr. Pavia hacer, apoyado firmemente en documentos y otros recursos, el estudio de la historia o carrera del escudo de armas de Chiapas hasta nuestros días y el análisis de la derrota de los chiapa en el Encajonado. Casi todas las preguntas parten de un documento fundamental: La

CEDULA REAL DE CARLOS I DE CASTILLA Y ARAGÓN Y V DEL SACRO IMPERIO ROMANO GERMANICO ENVIADA DESDE MADRID EL 1 DE MARZODE 1535, EN LA CUAL SE LE CONCEDE POR MERCED UN ESCUDO DE ARMAS A LA VILLA DE SAN CRISTOBAL

Permítanme amables asistentes, y pérmitanme usted estimado Doctor, leer la cédula antes de pasar a las principales preguntas que se formulan en la obra:La cédula dice así:

Armas para la villa de San Cristóbal Don Carlos, etc. por cuanto Juan Mendez de Sotomayor, en nombre del Consejo, justicias, regidores, caballeros, escuderos, oficiales y hombre buenos de la Villa de San Cristóbal de los Llanos, nos hizo relación que los vecinos y conquistadores de esa dicha villa, en la conquista y pacificación de aquella provincia pasaron muchos peligros y trabajos, poniendo sus personas en mucho peligro y riesgo, y que habiendo conquistado la mayor parte de la dicha provincia, los indios naturales de ella se retrajeron a una sierra que está cerca de la dicha villa, por medio de la cual pasa un río muy grande y caudaloso, que se dice río de Chiapa, el cual entra en ciertas cuevas que hay en la dicha sierra, donde los dichos indios se recogían y se hacían fuertes para su defensa y a las cuales no se puede entrar sino es por dicho río por ser la dicha sierra peña tajada de ambas partes y no haber otro camino para entrar en ciertas cuevas que en ella hay, donde los indios mataron muchos españoles e indios amigos, y que después de haber los dichos vecinos conquistadores pacificado los dichos indios y traídos a la paz se tornaron a alzar y a revelar contra nosotros y nuestra Corona Real, y se hicieron fuertes en la mitad de las dichas peñas, y que para atacarlos no tenían otra entrada salvo por encima de la dicha peña, y que para ello bajaban desde lo más alto de la peña hasta donde estaban los dichos indios ocho o diez estados con cuerdas y otros artificios, y que de esta

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manera los tornaron a pacificar y traer a nuestra obediencia como ahora lo están. Por todo ello nos suplicó y pidió que por merced mandásemos señalar armas a la dicha villa, según y como lo tienen las otras ciudades y villas de las nuestras indias o como nuestra merced fuere, y nosotros considerando los trabajos y peligros que los dichos vecinos y conquistadores y pobladores de la dicha villa han pasado en la conquista y población de ella tuvímoslo por bien, y por lo tanto, hacemos merced y queremos y mandamos que, de ahora y de aquí en adelante, la dicha villa de San Cristóbal de los Llanos haya y tenga por sus armas conocidas un escudo, dentro de él dos sierras por medio de las cuales pase un río, y encima de una de las dichas sierras, a la mano derecha, un castillo de oro y un león rampante arrimado a él, y por encima de la otra sierra, a la mano izquierda, salga una palma verde con su fruta, con un león rampante arrimado así mismo a ella en memoria de la advocación del glorioso señor San Cristóbal; todo ello en campo colorado, según que aquí van figuradas y pintadas, las cuales dichas armas damos a la dicha villa por sus armas y divisa señaladas para que las pueda traer y poner y traiga y ponga en sus pendones, sellos, escudos y banderas y en atrás partes y lugares que quisiere o bien tuviere, según y cómo y de la forma y manera que las ponen y traen las otras villas de nuestros reinos.

A quien tenemos dadas armas y divisa, y por nuestra carta mandamos al ilustrísimo principe Don Felipe, nuestro muy querido y bien amado nieto e hijo y hermanos, y a los prelados, duques, marqueses, condes, hombres ricos, maestres de las ordenes priores, comendadores y subcomendadores, alcaides de los castillos y casas fuertes y llanas, y a los de nuestro consejo, alcaldes, alguaciles de nuestra casa, corte y cancillerías, y a todos los consejos, corregidores, asistentes, gobernadores, alcaldes, alguaciles, merinos, probostes, veinticuatro, regidores, jurados, caballeros, escuderos, oficiales y hombres buenos de todas las ciudades y villas y lugares de estos nuestros reinos y señoríos y de las dichas Indias, islas y tierra firme del mar-oceáno; así también a los que ahora son y a los que serán de aquí en adelante. Y a cada uno y cualquiera de ellos en sus lugares y juridicciones, que guarden y cumpla y hagan guardar y cumplir la dicha merced que así hacemos de las dichas armas, que las hayan y tengan por armas conocidas, y las dejen como tales poner y traer, y que en ello ni en parte de ello pongan embargo ni concientan contrario en ningún tiempo y de ninguna manera so pena de Diez mil maravedies para nuestra cámara a quién lo contrario hiciere. Dada en la villa de Madrid, el primer día del mes de marzo, año del Nacimiento de Nuestro Salvador Jesucristo de mil y quinientos treinta y cinco años. Yo el Rey. Refrendada y firmada de los dichos. El Rey.

Las preguntas formuladas por el Doctor son:Con respecto el evento histórico por el cual se pide la merced:1¿Quien fue Joan Mendez de Sotomayor?2 ¿Cómo obtuvo la información que rindió al rey?3 ¿Por qué dijo que los indios se fortificaron en la sierra, mataron muchos

españoles e indios amigos y fueron pacificados por los conquistadores que entraron por

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el río?4 ¿Por qué relata una segunda rebelión, afirmando que tuvieron que atacarlos por

encima de la gran peña?5 ¿Quienes fueron los Capitanes Generales de esas dos incursiones bélicas y en

que fecha se realizaron?6 ¿Qué altura son ocho o diez estados y cuáles son los otros artificios empleados?

7 ¿Existe la posibilidad de que pueda localizarse y estudiarse ese sitio en la sierra, donde se fortificaron los chiapan? 8¿Debemos suponer que Mendez de Sotomayor participó en esas dos acciones bélicas y dar el carácter de testimonio a su información ante el rey? 9¿Por qué en la cédula Real no se mencionaron los nombres de los primeros conquistadores o de los pacificadores que fundaron las iniciales Villarreal de la provincia de la Chiapa y Villarreal de los Llanos?

10¿ Por que la información que se dió al Rey para que otorgara su merced no concuerda con el testimonio de Bernal Díaz de Castillo en en 1524 y la pacificación de Diego de Mazariegos en 1528?

Con respecto a la merced misma:1¿ Cuáles villas o ciudades de la Nueva España habían recibido anteriormente la

merced de una Escudo de Armas?2¿Que circunstancias mediaron para que a la Villarreal se la cambiara el nombre,

ya que en la cédula se da a la de San Cristóbal de los Llanos y se hace memoria a la advocación del glorioso Señor San Cristóbal?

Con respecto a las figuras al revés que presenta el actual escudo de Chiapas, el cual se dice, proviene de su original otorgado por la merced real antes citada: 1¿La selección de las figuras heráldicas así como los colores que ordena el rey para los habitantes de una villa, deben sujetarse a normas establecidas por un súbdito, Rey de Armas, como si se tratara de un blasón hereditario? 2¿El deseo y mandato del rey, en lo que se refiere a la posición de las figuras heráldicas dentro del Escudo, puede modificarse pretendiendo aplicar reglamentaciones posteriores a la composición de la merced?

Esas preguntas llevan a dos hipótesis principales:1.- El testimonio original de la conquista y pacificación de los chiapan fue

deliberadamente alterado, para posteriormente ser usado para el beneficio de una persona: el capitán Baltasar Guerra.

2- Las figuras heráldicas del escudo no concuerdan con el mandato real porque fueron traslocadas, como imagen a espejo. Geográficamente el castillo con significado de fundación y construcción, debe estar hacia la mano derecha, como ordenó el Rey, sobre la margen derecha del río, como corresponde a la Villa fundada por Mazariegos y actual Ciudad de Chiapa de Corzo; la palma verde con su fruta significa “asentar real” o

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campamento provisional, hacia la mano izquierda, como ordenó el Rey sobre la margen izquierda del río, donde se encontraba la ciudad de los Chiapan, según testimonio de Diaz del Castillo. La Corona de marquesado no tiene razón de figurar.

Para dar respuestas a sus preguntas y someter a prueba sus hipótesis, el doctor Pavía en su obra nos lleva a un viaje desde la primera mención del escudo el 1o. De marzo de1535 hasta su “legalización” por la Sexagésima Legislatura del Estado Libre y Soberano de Chiapas el 2 de agosto del año 2000, realizando en el mismo, el análisis minucioso del escudo en sus diversas manifestaciones a lo largo de la historia, así como diversos eventos y personajes históricos relacionados con ello. Así tenemos, por supuesto, el necesario análisis heráldico, el estudio de documentos históricos de primera mano, el tratamiento de personajes, obras, instancias y situaciones que de una u otra manera tuvieron que ver con la materialización, difusión y aceptación del escudo de armas dado a la Villa de San Cristóbal de los Llanos como el escudo de Chiapas, después de haber sido blasón de Baltazar Guerra. Tenemos, por ejemplo y desde luego, el tratamiento de Fray Antonio de Remesal y su obra de 1620 Historia de las Indias Occidentales y en Particular de la Gobernación de Chiapa y Guatemala, en la cual se encuentra la más antigua representación conocida del escudo de dicha Villa; tenemos también el tratamiento de la obra de 1884 México a Través de los Siglos, de Vicente Riva Palacio, en la que, sin que mediara decreto gubernamental, se presenta el escudo como perteneciente al estado de Chiapas, escudo por cierto, dice el Dr. Pavía, con piezas heráldicas adicionales que la cédula real no figuran ni aparecen en la versión de Remesal. Trata también, entre otras cosas, los diferentes números de la revista Chiapas y México en los cuales, en los inicios del siglo XX, se habla o se muestra el escudo ya aceptado y defendido, sin decreto alguno, como de Chiapas. De igual forma, habla sobre los hechos y situaciones, aparentemente sin mucha relevancia, que permitieron a lo largo del siglo XX la difusión del “escudo de Chiapas” y su aceptación por costumbre, por ejemplo en las representaciones incluidas en las famosos jicalpextles laqueados y pintados, así como en las marimbas que llevaron y llevan los reconocidos músicos chiapanecos que viajaron y viajan por el mundo, llevando los mejores ejemplos de música y artesanías de Chiapas. Y, por supuesto, hace el análisis del Decreto 186 con el cual se le otorga “legalidad”, al escudo de Chiapas en el año 2000, señalando los errores y falsedades de tipo histórico, heráldico y legal contenidos en él, que lo hacen a juicio del Dr Pavía, un decreto anticonstitucional.

Todo el conjunto de análisis, revisión de hechos históricos y estudios expuestos en su obra le permiten al Dr dar apoyo, a mi juicio contundente, a sus hispótesis. Pero no sólo eso, sino que le dan bases para considerar que en términos históricos, de significado, y legalidad el llamado “escudo de Chiapas”, tal como lo conocemos hoy, no es ni debiera ser el símbolo de identidad de todos los chiapanecos y hace la propuesta, sin soslayar el enorme peso antropológico que representa la costumbre, de uno más incluyente, etnicamente plural y humanista, que destaque las mejores virtudes y los más altos valores de Chiapas. Por lo anterior, no quiero terminar esta presentación, sin hacer

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la lectura de las ideas del Dr. Pavia en este último sentido. Me tomo el atrevimiento de leer directamente del libro: ( pag. 89 y 90)

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