el documental detrás de la ficción

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRES DE FEBRERO El documental detrás de la ficción. Un análisis de La noche de los lápices Semiótica del documental. Martín Almuna 11/12/2011 Maestría en Periodismo Documental. Cátedra: Dra. Andrea Molfetta

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE TRES DE FEBRERO

El documental detrás de la ficción. Un análisis de La noche de los lápices

Semiótica del documental.

Martín Almuna

11/12/2011

Maestría en Periodismo Documental. Cátedra: Dra. Andrea Molfetta

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Introducción

La película La Noche de los Lápices (Héctor Olivera, 1986) se basa en el

libro homónimo de María Seoane y Héctor Ruiz Núñez, publicado ese mismo año,

en el contexto del Juicio a las Juntas Militares. Según el relato, el 16 de

Septiembre de 1976, seis estudiantes secundarios fueron secuestrados en la

ciudad de La Plata por su participación en el reclamo del Boleto Estudiantil

Secundario (BES). De ellos, el único sobreviviente fue Pablo Díaz.

En el presente trabajo se analiza el film La noche de los lápices, con

particular atención al problema de su clasificación en las categorías de “ficción/ no

ficción”, si bien, como dice Carl Platinga “... algunas películas se ajustan a una

categoría únicamente de manera incomoda”1. Aquí no se trata de lograr clasificar

la película, sino de analizar el proceso particular de su indexación en distintos

medios sociales. Se propone que La noche de los lápices fue indexada en una u

otra categoría, dependiendo del contexto de su difusión.

Durante su exhibición comercial, la película fue presentada por los

realizadores y distribuidores, y tomada por el público, en clave de film de ficción.

Sin embargo, en un segundo proceso, La noche de los lápices deviene material de

exhibición casi obligada a los alumnos de escuelas secundarias, en el contexto de

clases de Historia. Es en este segundo contexto de exhibición que la película es

indexada dentro de la categoría “no-ficción”.

Carl Platinga, citando a Edward Branigan, plantea que “cualquier film de

ficción puede verse de manera no-ficcional”, y ofrece el ejemplo de que The rear

Windows puede utilizarse para un estudio documental del retrato que realiza

Grace Kelly del personaje de Lisa 2 . En ese sentido, es interesante analizar,

además de las particularidades de su indexación, al film La noche de los lápices

como un estudio documental de las representaciones de la sociedad post-

dictadura sobre el terrorismo de Estado.

1 Platinga, Carl. What Is a Nonfiction Film? En Rhetoric and representation in Non-Fiction Film. Pág. 12. S/D.

2 Platinga, C. Op. cit. Pág. 20.

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Análisis textual

Como se dijo más arriba, la película La Noche de los Lápices se basa en el

libro homónimo de María Seoane y Héctor Ruiz Núñez. Algunos de los elementos

que conformarán el relato son: seis estudiantes secundarios fueron secuestrados

el 16 de Septiembre de 1976 por participar en una reivindicación gremial (el

BES), eran apolíticos, solo sobrevive uno (Pablo Díaz), quien se constituye en la

única voz legítima capaz de narrar los hechos.

En el film de Héctor Olivera se acentúa la asimetría del poder entre víctima

y victimario. Por ejemplo la escena del día previo a los secuestros, nos muestra a

unos jóvenes que juegan a la “lucha” sobre la cama. Nora, la madre de uno de

ellos, les ofrece panqueques de dulce de leche. Los muchachos comen

desaforadamente mientras miran dibujos animados. Al finalizar, pintan juntos un

dibujo sobre un delantal. Clara y Claudia hablan de chicos. En ese mundo feliz,

fuera de la conflictividad social, irrumpirán los captores. Durante el secuestro de

Daniel Racedo y Horacio Ungaro, vemos a un Horacio que se parapeta contra la

puerta con un libro de Politzer como arma. La acción está acompañada por una

música de suspenso que aumenta la tensión de la escena.

Las acciones representadas (jugar, hablar de chicos etc.), son parte

constitutiva de una subjetividad adolescente, pero en el film son elevados al todo.

Se esfuma, de esta manera, el componente identitario que supone ser un joven

militante revolucionario en el contexto de la década de los ‘70.

Los Hechos Históricos

La inclusión de este apartado tiene como finalidad dar cuenta del hecho

histórico que la película evoca, con la intención de confrontarlo con el relato

cinematográfico, y evidenciar que la película no pretende ser un documento de los

hechos.

Como una paradoja de la Historia, el nombre “Noche de los Lápices” fue

dado por los mismos represores: Ramón Camps, jefe militar de la Policía de la

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Provincia de Buenos Aires, y Miguel Etchecolatz, Director de la Brigada de

Investigaciones de la Policía bonaerense. Producto de este operativo fueron

secuestrados en la ciudad de La Plata entre el 8 y el 21 de setiembre de 1976:

Gustavo Calotti, Francisco López Muntaner, María Claudia Falcone, Claudio de

Acha, Horacio Ángel Ungaro, Daniel Alberto Racero, María Clara Cioccini, Pablo

Díaz, Emilce Moler y Patricia Miranda.

Luego de soportar la tortura en diferentes Centros Clandestinos de

Detención −El pozo de Arana, el Pozo de Banfield y la Brigada de Investigaciones

de Quilmes− sobrevivieron Pablo Díaz, Gustavo Calotti, Emilce Moler y Patricia

Miranda. Salvo Pablo Díaz, militante de la Juventud Guevarista, y Patricia Miranda

que no tenia militancia política (ni había participado en la lucha por el BES) todos

eran militantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES).

Es muy poco probable que la participación en el proceso reivindicatorio del

BES, en la primavera del ‘75, haya sido el único determinante del secuestro y

desaparición de los estudiantes un año después. Varios elementos permiten

afirmar que no existió una relación directa entre la participación en la lucha

reivindicatoria por el BES y el posterior secuestro y desaparición. Los dirigentes

más destacados de esta lucha no fueron el blanco exclusivo de los ataques de los

secuestradores. Por el contrario, el responsable nacional de la UES, Claudio “El

Barba” Slemenson, sin participación directa en la lucha por el BES, es detenido-

desaparecido en octubre de 1975 en Tucumán3.

Diferentes testimonios de sobrevivientes refuerzan la hipótesis de que los

estudiantes no fueron secuestrados tan sólo por su participación en la lucha por el

BES. Afirma Emilce Moler: “A mí me interesó salir siempre a decir cómo son los

hechos reales y yo siempre los conté así. Éramos estudiantes secundarios y no

relaciono nuestra detención con la lucha por el boleto estudiantil, que fue en el ´75,

3 Cf. Robles , Adriana, Perejiles: los otros montoneros, 1ªed. Buenos Aires , Colihue,2005.Pág 70

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sino con nuestra militancia. Estoy segura de esto”.4 Otro sobreviviente, Gustavo

Calotti nos dice al respecto: "Se construyó una historia con el boleto estudiantil y

se hizo de ésta un símbolo que vació el contenido […] En ningún interrogatorio

se mencionó el boleto. Nos detuvieron por militar en organizaciones populares;

lo que queríamos era hacer la revolución”5.

El supuesto de considerar al BES como la causa de la desaparición,

encubrió la figura de los jóvenes como militantes políticos. En este movimiento se

igualó apoliticidad con inocencia. Uno de los sobrevivientes, Gustavo Calotti, nos

ofrece otra mirada sobre el tema: “Yo empecé a militar a los 14 años, el año que

mataron a los 22 guerrilleros en Trelew y que volvió Perón. Nosotros éramos

producto de ese proceso: militantes populares, no del boleto estudiantil, […]. En el

relato `oficial´ ni siquiera están los que dirigieron las luchas por el boleto.”6

El poeta y documentalista Jorge Falcone nos propone una interpretación

radicalmente diferente al relato de la película. En relación al secuestro de su

hermana Claudia, dice: “La chicas corrieron escaleras arriba amenazando a los

intrusos con abrir fuego, pero la conciencia fatal de que se hallaban en el estrecho

pasillo de un edificio de departamentos lleno de familias las hizo desistir de armar

un tiroteo, y buscaron refugio en la casa de la Tía «Tata» (…) Una vez que

llegaron allí, trabaron la puerta como pudieron (…) los matones tumbaron la

puerta, encerraron a la sobresaltada dueña de casa (…) y redujeron a ambas

dirigentes de la UES para encaminarse, acto seguido, al baño del departamento.

Retirando la tapa plástica del botón del inodoro, recogieron un gancho del que

pendía una bolsa de polietileno que protegía varias armas cortas y algunas ‘pepas’

(granadas fabricadas por los Montoneros) pertenecientes a la agrupación“ 7

4 Diario Página 12, 15 de septiembre de 1998. En http://old.pagina12web.com.ar/1998/98-09/98-09-

15/pag02.htm 5 Gustavo Calotti. Disponible en : http://www.galeon.com/elortiba/lapices.html 6 Ídem 7 Falcone, Jorge, Memorial de guerra larga. Un pibe entre cientos de miles, Buenos Aires, De La Campana.

Pág. 76

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El contexto de la producción

La película La Noche de los Lápices fue elaborada en el contexto del Juicio

a las Juntas Militares, de la transición democrática, del auge de la Teoría de los

Dos Demonios. Según esta última la sociedad era víctima de la violencia ejercida

por dos bandos enfrentados en una guerra fratricida. Esta teoría fue el paradigma

de análisis del gobierno radical y ganó consenso como contracara de la Teoría

de la Guerra impulsada por los militares. “La [Teoría de la Guerra] exculpaba de la

comisión de delitos a los ejecutores de la represión en tanto en cumplimiento de

su deber libraban una justa batalla «contra la subversión». La [Teoría de los Dos

Demonios] responsabilizaba a los jefes de ambos bandos, militares y guerrilleros,

de la violencia desatada”.8

El correlato jurídico penal de la Teoría de los Dos Demonios fueron los

decretos emitidos en diciembre de 1983 por Raúl Alfonsín. A través del decreto

157/83 se ordenaba enjuiciar a los dirigentes de las organizaciones guerrilleras

(Montoneros y ERP). Por su parte, a través del decreto 158/83 se dictaminaba

procesar a las tres Juntas Militares que administraron el país desde el 24 de

marzo de 19769. Este panorama estimuló el silenciamiento de la identidad política

de los desaparecidos. No solo por el límite impuesto por el marco jurídico, sino

también por la necesidad de legitimización social frente a una sociedad que decía

8 “En ambas direcciones –penal y política – el relato de La noche de los lápices tuvo una enorme capacidad para rebatirlas, pero no por confrontar ideológicamente con ellas, sino por la casuística, por las pruebas que aportó en el develamiento de lo sucedido. ¿Qué “guerra justa” se libra contra adolescentes desarmados que sólo peleaban por el boleto escolar? Y por otro lado, ¿de qué “dos demonios” estamos hablando? Lo que esta historia revela es la cara feroz de la violencia represiva frente a la extrema vulnerabilidad de las víctimas”. Cfr. Raggio, Sandra, La Noche de los Lápices :Los Tiempos de la Memoria, En línea ,disponible en www.memoriaabierta.org.ar/.../pdf/la_noche_de_los_lapices.pd .Fecha de Consulta,04/01/2009 Valoramos el aporte de La noche de los lápices, en cuanto a la confrontación con el discurso de la Teoría de la Guerra, pero disentimos con la especialista citada, ya que consideramos que la despolitización de los jóvenes protagonistas es tributaria de la Teoría de los Dos Demonios, tanto el libro como la película exponen que la inocencia de las víctimas radica precisamente en eso, en no pertenecer a ninguno de los dos bandos en pugna. En el caso particular de los jóvenes de la UES cuando se edifica su apoliticidad, no se está haciendo otra cosa que alejarla de una violencia comparable al Terrorismo de Estado, la violencia de la guerrilla. (N. d A.) 9 Editorial, NUNCA MAS. Disponible en http://www.microfonodigital.com/seccion/detalle.php?id=2038 Fecha de consulta 8 de junio 2009

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despertar de “una larga noche” de la cual fue testigo involuntario y no parte. Frente

a esta sociedad tributaria de la Teoría de los Dos Demonios, parecía no ser lo

mismo reclamar por un “guerrillero” que hacerlo por un chico a quien se habían

llevado por “tener un libro debajo del brazo”. En palabras de Sandra Raggio: “La

fórmula «víctimas inocentes» fue un enunciado «instituido» en fundamentos

jurídicos, en tanto nunca se demostró que fueran culpables de algún delito.”10 Ese

fue el contexto sociopolítico en que se realizo La noche de los lápices. Muchas de

las representaciones en torno a la militancia y al terrorismo de Estado que la

película narra son una expresión de esas valoraciones.

La recepción

El estreno de La Noche de Los Lápices estuvo acompañado de una gran

expectativa. Jorge Falcone, hermano de Claudia, que participó junto a Pablo Díaz

en el equipo de trabajo de Héctor Olivera, recuerda que el día del estreno la gente

los sacó en andas del cine.

“El 26 de setiembre de 1988 fue exhibida en la televisión abierta en un

canal privado. Fue vista por unos tres millones de argentinos, unos de los más

altos ratings en la televisión argentina, solo superadas por las imágenes de la

llegada del hombre a la Luna y el Mundial de Fútbol.”11

El éxito del film radicó en poner en imágenes aquello que la dictadura había

velado, es decir los cuerpos torturados, los campos clandestinos de detención, el

trágico devenir de los desaparecidos, que la sociedad parecía descubrir recién

entonces.

La difusión en salas comerciales, la participación de actores profesionales,

las particularidades propias del género, y la figura de un director como Héctor

Olivera que, aunque ya había incursionado en películas testimoniales con la

10

Raggio, Sandra. La noche de los Lápices: Los Tiempos de la Memoria, [en línea] disponible en www.memoriaabierta.org.ar/.../pdf/la_noche_de_los_lapices.pd. Fecha de Consulta 04/01/2009 11 Lorenz, Federico. Tómala vos, Dámela a mí. La Noche de Los Lápices: el deber de recordar y las escuelas, [en línea] disponible en abc.gov.ar/lainstitucion/programaddhhyeducacion/.../lorenz.pdf Fecha de Consulta 12/09/2011

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Patagonia Rebelde, no era documentalista, indexaron a la noche de los lápices

como un film de ficción.

Las primeras discusiones en el ámbito escolar sobre el terrorismo de

Estado mucho le deben a la difusión de la película La Noche de los Lápices. Ésta

actividad fue numerosas veces promovida por los centros de estudiantes, y otras

tantas por los docentes con mayor compromiso social. Con el correr de los años

el film se convirtió en objeto de culto en el ámbito escolar, y emblema de denuncia

del terrorismo de Estado en Argentina. En las escuelas, en tanto instituciones

legitimadoras de los saberes socialmente válidos, se comenzó a proyectar cada 16

de Septiembre, e incluso los 24 de Marzo, aniversario del golpe militar. La película

generó polémicas y tensiones, hasta lograr un lugar en la iconografía escolar

como símbolo del accionar del terrorismo de Estado, legitimando de esta manera

un discurso acerca de la represión estatal.

Debido al contexto de su difusión en las escuelas (charlas y debates sobre

el terrorismo de Estado, clases de Historia, etc.), La noche de los lápices fue

indexada en éste ámbito como un texto fílmico de no-ficción. En ese proceso, el

film de Olivera pasa a ser visto como la narración de un hecho real. Una vez

indexada en la escuela como película de no-ficción, La noche de los lápices vuelve

a la sociedad con este nuevo sentido.

En relación a su indexación como film de no-ficción, el Ministerio de

Educación de la Nación, a través de su página web, propone la visión de una serie

de películas, entre ellas La Noche de los lápices. En la ficha técnica consigna

como tema: “El film relata sucesos reales desde la voz y presencia de su único

sobreviviente.” En el apartado “Argumento” dice: “En septiembre de 1976, durante

los primeros meses del gobierno militar en la Argentina, siete adolescentes de la

ciudad de La Plata son secuestrados, torturados y asesinados a raíz de sus

protestas por el aumento del boleto estudiantil”. En “Comentario” expresa: “Basado

en un hecho real, este drama es uno de los films más emblemáticos del cine

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testimonial argentino sobre los crímenes de la sangrienta dictadura que gobernó el

país hasta 1983.” 12

Por su parte, una cronista de una revista digital de importante repercusión

en los ámbitos militantes escribe: “A principios de los ´80 en la escuela nos

empezaron a mencionar tres palabras desconocidas. Dos de ellas fueron dictadura

y democracia […] La tercera era la más terrible e inasible: desaparecidos. Fue a

través de una película, La noche de los lápices, que comprendí, al igual que

muchos de mi generación (tengo 30 años), su atroz y demencial significado.” Y

continúa “La película […] relata un hecho real ocurrido el 16 de septiembre de

1976. Durante la madrugada de ese día fueron secuestrados varios adolescentes,

de entre 14 y 18 años, cuyo terrible delito consistió en reclamar por el Boleto

Estudiantil Secundario.”13

En una nota periodística, publicada en el 2009, que informaba sobre el

paradero de un represor ligado a La Noche de los Lápices el cronista afirma: “Para

los militares, reclamar por un boleto estudiantil era un atentado que se debía

reprimir de inmediato.“14

En una revista académica, la investigadora Patricia Delponti Macchione,

afirma que La noche de los lápices “muestra un episodio” ocurrido en La Plata a

“un grupo de adolescentes, […] que todavía no tenían muy claro las ideas políticas

que seguían […] y tampoco tenían militancia activa y mucho menos armada,

fueron secuestrados, encarcelados y sometidos a torturas y vejámenes diversos;

por estar vinculados con una lucha gremial estudiantil, que consistía en solicitar la

reducción del boleto de colectivo”15.

12

http://www.me.gov.ar/efeme/24demarzo/peliculas.html 13 Quaranta, Andrea. Veintinueve años después, La Fogata Digital. 2005. [En línea:] http://www.lafogata.org/05arg/arg9/arg_15-5.htm 14

Garrón, Roberto, El genocida que prefiere olvidar, en El argentino.com. [En Línea] .Disponible en: http://www.elargentino.com/nota-58717-El-genocida-que-prefiere-olvidar.html, Fecha de consulta 23/09/2010. 15 Delponti Macchione, Patricia. La dictadura militar de los 70 abordada por el cine argentino de la democracia. Una perspectiva estético- política (2º parte) Revista Latina de Comunicación Social, agosto, año/vol. 3, número 032 Laboratorio de Tecnologías de la Información y Nuevos Análisis de Comunicación

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Estos son sólo algunos ejemplos que dan cuenta del proceso por el cual el

relato de la película La noche de los lápices, se transforma en la idea vigente en la

sociedad sobre los hechos ocurridos. También es pertinente destacar que, desde

hace algunos años, en los ámbitos académicos comenzaron a elaborarse trabajos

que ponen en cuestión las lecturas que operaron sobre La noche de los lápices.16

Conclusiones

El análisis desarrollado sobre los contextos de producción y recepción de la

película La noche de los lápices permite establecer dos conclusiones principales:

1) La sociedad post-dictadura, durante los primeros años de la democracia,

adoptó en gran medida la “Teoría de los dos demonios”. En ese medio

sociopolítico, la apoliticidad era equiparada con la inocencia. La noche de

los lápices refleja a un grupo de víctimas inocentes, en tanto que no

politizadas. Son secuestradas y desaparecidas solamente por el hecho

puntual de un reclamo gremial. Se desdibuja el carácter de militantes

revolucionarios de sus protagonistas. En ese sentido, es interesante

analizar La noche de los lápices como un documento de época. Como un

documental, no de la historia que evoca, sino de la producción artística y la

visión sobre el terrorismo de Estado que fue capaz de producir la sociedad

argentina durante los primeros años de la democracia. Al decir de Pierre

Sorlin, “a veces las películas nos hablan tanto de la sociedad que las ha

realizado como del hecho histórico que intentan evocar”17.

2) Resulta interesante analizar lo que ocurrió con la indexación de La noche

de los lápices en sus distintos contextos de exhibición. Durante su estreno

comercial, la película fue presentada por sus realizadores y distribuidores

como un relato de ficción basado en un hecho real, y de esa manera fue

Social Canarias, España- México [En línea:] http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=81933212. Fecha de consulta 05/12/2011 16 Véase: Raggio Sandra Ob. Cit 2005 /Lorenz, Federico Ob. Cit. 2004 / Criveli, Sabina. La noche de los lápices: la cristalización del mito despolitizado. UNIrevista-vol. 1, n°3.Julio 2006 17

En José Mª Caparros Lera, Cine e Historia. Una propuesta de docencia e investigación. Anthropos Nº 175/1996. Pág. 22

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indexado por el público. En el proceso de su transformación en material de

visión obligada al tratar el tema del terrorismo de Estado en la escuela

secundaria, la película es indexada por sus exhibidores y por sus

espectadores como un film de no-ficción. Esta nueva indexación de La

noche de los lápices desborda el ámbito escolar, y pasa a ser la indexación

aceptada socialmente para la película. El relato representado en el film

reemplaza al relato histórico de los hechos.

Lo ocurrido con La noche de los lápices es interesante en varios sentidos. Por

un lado, es un ejemplo claro de que la indexación es un fenómeno social, y de que

la clasificación de un film en categorías de ficción/no-ficción no depende

únicamente de las características intrínsecas del film, sino también del contexto

extrínseco de producción, distribución, exhibición y recepción18.

Por otra parte, más allá de su clasificación y del apego del relato a los

hechos históricos, la película es en sí misma un valioso documento histórico para

analizar la sociedad argentina durante los primeros años de democracia. La noche

de los lápices bien se adaptó a la gramática escolar, permitiendo fácilmente

identificar a cada actor social, sin duda de quiénes eran los inocentes. Esta sutura

de sentido fue funcional a una sociedad que parecía salir de la dictadura como

testigo involuntario de un hecho con el que poco tenía que ver. La idea de las

víctimas inocentes- despolitizadas no cuestionaba el papel jugado por la sociedad

civil en el contexto represivo, y se ajustaba a una lógica maniquea de identificar a

los buenos y los malos.

18

Platinga, C. Op. Cit.

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Referencias

Bibliográficas

Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas. Nunca Más. Buenos Aires,

CONADEP, 1986.

Falcone, Jorge. Memorial de guerra larga. Un pibe entre cientos de miles,

Buenos Aires, De La Campana, 2001.

Platinga, Carl. What Is a Nonfiction Film? En Rhetoric and representation in Non-

Fiction Film. S/d

Robles, Adriana. Perejiles: los otros montoneros, 1ªed. Buenos Aires, Colihue, 2005. Seoane, María- Ruiz Núñez, Héctor. La Noche de Los Lápices, Buenos Aires,

Contrapunto, 1986.

Artículos

Calotti, Gustavo. Entrevista. En línea: www.elortiba.org

Caparros Lera, José. Cine e Historia. Una propuesta de docencia e investigación.

Anthropos Nº 175/1996. Pág. 22

Criveli, Sabina. La noche de los lápices: la cristalización del mito

despolitizado. UNIrevista-vol. 1, n°3.Julio 2006

Delponti Macchione, Patricia. La dictadura militar de los 70 abordada por el

cine argentino de la democracia. Una perspectiva estético- política (2º parte)

Revista Latina de Comunicación Social, agosto, año/vol. 3, número 032

Garrón, Roberto, El genocida que prefiere olvidar. En Línea:

www.elargentino.com

Lorenz, Federico. Tómala vos, Dámela a mí. La Noche de Los Lápices: el deber

de recordar y las escuelas. En línea: http://abc.gov.ar/

Ministerio de Educación de la Nación. Efemérides. En línea: www.me.gov.ar

Quaranta, Andrea. Veintinueve años después. En línea: www.lafogata.org

Raggio, Sandra, La Noche de los Lápices: Los Tiempos de la Memoria. En

línea: www.memoriaabierta.org.ar