El Dios profundidad en los mitos y en la vida de la Iglesia

"La gran tentacion dei protestantismo es el ju­daismo; la gr an tentaci6n de la Iglesia cat6lica es el paganismo".

KARL BARTH

Durante una de las sesiones conciliares el periodista francés M. Tan­neguy de Quénétain hacia una pregunta comprometedora a Karl Barth: "Cuâl de los dos cuItos (catolico y protestante) se acerca mâs al culto de la Iglesia primitiva? Ni unD ni otro -respondia el gran teologo protes­tante-. El cuIto catolico es muy florido, muy cargado. El nuestro, a fuerza de estilizarse, recuerda bastante la sinagoga. Se podria decir que la gran tentacion deI protestantismo es el judalsmo y que la gran tenta­cion de la Iglesia catolica es el paganismo" 1.

Hace cierto tiempo un catequista catolico me decia que él encontraba muchas analogfas entre la religion pagana y el catolicismo. "De donde vendrian estas convergencias? Dos respuestas se pueden dar. La primera seria el reconocer elementos cristianos en las religiones paganas. Muchos padres de la Iglesia, San Justino y Clemente de Alejandria ven en las reli­giones paganas semillas deI Verbo. El Concilio Vaticano II aSI 10 ha afirmado en varias de sus constituciones.

La segunda respuesta vendria deI hecho hist6rico que admite realida­des pagan as dentro deI Catolicismo. Podemos reconocer dentro deI cato-

1 La Documentation Catholique, 17 de marzo de 1963, n. 1.396, p. 403.

EL DIOS PROFUNDIDAD 49

licismo una suerte de dialéctica entre el elemento pagano y el elemento cristiano 2. En este sentido, hasta los bautizados tienen una parte que cris­tianizar en SI mismos. Fiunt non nascuntur christiani, escribfa Tertuliano. Cristo seria el Sumum analogatum deI cristianismo. Los demas participa­mos deI cristianismo mediante los sacramentos y las continuas etapas puri­ficativas. Dinamos que mas que cristianos estamos en vias de cristianiza­cion. Ortega y Gasset se enfadaba con aquel extremeno que se llamaba a si mismo madrileno pOl' el simple hecho de haber montado en un tren con direccion a Madrid. Algo parecido le sucede al cristiano. El mas perfecto se halla en vias de conversion.

La aplicacion individual podemos hacerla univel'sal. Diriamos que el cristianismo en cuanto tal, en cuanto univers al, se halla en vias de conver­sion. Un doble elemento podemos distinguir en el catolicismo: el elemento pagano de donde procede el hombre y el elemento cristiano donde se diri­ge. La preponderancia de uno de estos elementos hani que el catolicismo aparezca como pagano 0 como cristiàno. Las tentaciones deI catolicismo sedan las de volver la vista hacia atras, a su lugal' de origen.

Las frases de Karl Barth nos han animado a hacer una reflexi6n histo­rica sobre el paganismo -nos hallamos en un lugar completamente pa­gano- y sobre la vida de la Iglesia, para ver si verdaderamente tienen sen­tido las tentaciones a las que alude el te61ogo protestante. Tomamos como referencia la profundidad de Dios tal coma ha sido concebida en las reli­giones paganas y tal como la ha concebido la Iglesia cat6Iica. El paganis­mo, al poner a Dios en un lugar lejano, ha tenido que inventar multitud de intermediarios que saciasen su sed de comunicaci6n con la esfera de 10 divino. El catolicismo, al haber abusado tanto de la trascendencia de Dios, ha sacralizado elementos para ponerse de alguna manera en contacto con la Divinidad. Solamente las purificaciones de tipo teol6gico y de tipo mîs­tico haran al catolicismo encontrar la profundidad de Dios.

EL DJOS DE LA REVELAcrON COSMICA

"Muchas veces y en muchas maneras habl6 Dios en otro tiempo a nues­tros padres, pOl' ministerio de los profetas; ultimamente, en nuestros dlas, nos habl6 en su hijo (Hbl'. 1, 1). Con estas frases San Pablo entroniza las distintas formas usadas por Dios para revelarse a SI lllÎsmo. En primer lugar sera la revelaci6n realizada en la creacion. Nosotros la llamamos revelaci6n C6smica. En segundo lugar, tenemos la revelaci6n profética. Y, pOl' fin, la revelaci6n total obrada en la Encarnacion.

2 7'lléologie d'aujourd'hui et de demain. Paris, Les ed. Cerf, 1967, p. 68.

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Al hablar de la revelacion cosmica trataremos también de las desviacio­nes heterodoxas dentro de esta forma de manifestacion divina. El estudio de las religiones paganas, de sus mitos, de sus simbolos, es actualmente necesario para todo el que intente escribir teologia. Vnas horas antes de su muerte, ocurrida el 13 de octubre de 1965, P. Tillich habia pronunciado una conferencia en la Vniversidad de Chicago sobre la "Importancia de la historia de las religiones para el teologo sistemâtico 3.

En primer lugar, Dios ha hablado en la creacion: "Vanos son, por na­turaleza todos los hombres, en quienes hay desconocimiento de Dios, y que a partir de los bienes visibles son incapaces de ver al que es, ni pOl' con si­deracion de las obras conocieron al artifice" (Sab. 13, 1). Y San Pablo escribia a los Romanos en términos parecidos: "En efecto, 10 cognoscible de Dios es manifiesto entre ellos, pues Dios se 10 manifesto; porque desde la creacion deI mundo, 10 invisible de Dios, su eterno poder y su divinidad, son conocidos mediante las obras" (Rom. 1, 19). Dios toma la iniciativa de la manifestacion de sus atributos 4. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo testamento podemos apreciar la realidad de la revelacion cosmica. Dios nos ha hablado en la creacion y las cosas creadas nos hablan conti­nuamente deI creador.

Contra el fideismo de Lamennais, de Bonald y de Bautain, y después contra el racionalismo, el magisterio catolico ha proclamado la capacidad de la inteligencia humana para conocer a Dios, partiendo de las realidades creadas 5.

Dos concilios se han ocupado de una manera especial deI problema de Dios: El IV de Letrân y el Vaticano 1. El Lateranense IV condena sobre todo el dualismo de los Câtaros. Fue sobre todo en el Vaticano l, donde quedo bien plasmada la doctrina de la posibilidad de conocer a Dios mediante las cosas creadas 7.

La misma razon prueba la posibilidad de llegar a la existencia de Dios a partir de la creacion. Las grandes vias de Santo Tomâs parten deI hecho creado. Casi todos los grandes sistemas filosoficos llegan de una manera 0

de otra a la percepcion de Dios. Bien sea a través de las hueHas de Dios dejadas en la naturaleza, bien sea a través deI sentido de Dios que todo hombre encuentra en si misrüo se puede Hegar a la existencia de Dios.

En septiembre de 1967 la hija de Stalin hacîa unas declaraciones inte­l'esantes sobre su encuentro con la realidad de Dios: "En primer lugar crea que el sentimiento religioso es innato. De la misma manera que una perso­na nace poeta -jamâs se le enserra a sel' poeta 0 mûsico- el sentimiento religioso nos es dado al nacer ... ) Yo crea también que con la edad se pue-

3 GEORGES TAVARD, Initiation a Paul Tillich. Paris, Ed. Centurion, 1968, p. 9. 4 CONGAR, La foi et la Théologie. Tournai, Desclée, 1962, p. 10. s D 1.785, D 2.145. 6 F. VERNET, Latran (IV concile ecumenique) en el Die. Théo!. Cath., t. VIII, 1925, col. 2.666. 7 AUBERT, Vatican 1 (Col. Histoire de Conciles Oecumeniques, 12). Paris 1964, p. 40, Y tam-

bién J. B. MANSI, Sacrorurn conoillorurn collectio. T. 50, Col. 60-119.

EL DIDS PRDFUNDIDAD 51

de llegar en ciel'tos momentos a descubrir la fe. Es 10 que se ha producido en ml. Cuando la vida es dificil y no encontrais una persona a quien dirigiros, entonces nuestra vida interior resulta muy importante. ASI viene la religiôn. Es 10 que ha pasado en ml" s.

Podriamos decil' que Dios ha estampado su figura en las creaturas y en el col'azôn de los hombres. Es su primera manüestaciôn. La revelaciôn me­diante la creaci6n. La revelaci6n c6smica. Toda tentaci6n de ateismo aUD en el hombre primitivo es impensable. Los pueblos mas primitivos eran reIigiosos. Hasta monotefstas 9. Las diversas formas de religiones han veni­do con el contacto de otros factores.

En el trato continuo con los hombres de religiones primitivas nos hemos dado cueuta de su acentuado sentido reIigioso. Estas personas, tenidas siempre coma gentes sin religi6n, se nos muestran hoy extraordinariamen­te religiosas. Para eHas el menor acto de la vida tiene un sentido religioso. Cualquier acto esta dirigido pOl' los intermediarios. Es dificil encontrar un hombre ateo en las religiones paganas. El atefsmo es un prurito de sufi­ciencia en SI mismo. Los paganos se creen envueltos en el misterio de las fuerzas naturales.

La revelaci6n côsmica daba al hombre primitivo, da al hombre actual de la selva un sentido de Dios, unico y trascendente. Desgraciadamente ha habido en la historia de las religiones paganas un fenômeno que nos­otros llamamos de distanciamiento. El Dios de las religiones paganas, so­bre todo en las reIigiones donde Dios crea al hombre, se aparta de los mis­mos hombres. Mas que monotelsmo tendriamos el defsmo. Un Dios des­preocupado etemamente de los problemas humanos. El historiador de las reIigiones Mircea Eliade ha podido escribir estas frases acerca deI aleja­miento de Dios en las religiones paganas; "Si existe Ulla constante en la historia religiosa de la humanidad antigua es el alejamiento deI Sel' Supre­mo en las religiones primitivas. El Ser Supremo parece haber perdido su actualidad reIigiosa, esta ausente deI cuIto, y en los mitos se retira cada vez mas de los humanos hasta hacerse un Deus otiosus. El alejamiento divino traduce en realidad una caida progresiva deI hombre en "concreto reIigioso" que le prohibe toda trascendencia" 10.

Este distanciamiento de Dios ha sido la causa de la sacralizaci6n de muchas cosas creadas. Cuando el Sel' Supremo se aleja el hombre tiene necesidad de sacraIizar las cos as creadas para saciar su hambre de contac­to con 10 sagrado. El gran pecado deI paganismo es el haber sacralizado la naturaleza. Para un pagano Dios existe; pero no interviene para nada en los acontecimientos humanos. Entonces se ha inventado otros seres sagrados que le protejan en las distintas face tas de la vida. En las religio­nes donde Dios crea al hombre, éste ha sabido también crear intermedia-

8 Paris Match, 7 de septiembre de 1967, n. 960, p. 28. 9 W. SCHMIDT, Origine et l'evolution de la religion. Paris, Ed. Bernard Grasset, 1931, p. 352. 10 En Temoignages, XXVII, 1951, pp. 22·26.

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rios a su manera. Es la terrible tentaci6n deI paganismo. El sacralizar 10 que ha visto en su persona. A. Richardson escribe que los dioses de los africanos son negros y chatos. Los dioses de los tracios tenIan los ojos azules y el cabello rubio. Si los caballos y los leones supieran pintar sus dioses, éstos se parecerian a los caballos y a los leones" Il.

La lejanîa deI Sel' Supremo de los paganos se ha hecho proverbial. A causa deI temor 0 de la reverencia, se ha colocado mâs allâ de las estrellas. Entonces ha venido el proceso de sacralizaci6n de todas las fuer­zas de la naturaleza. La materia serâ sacralizada. Las fuentes, los ârboles, los astros, las aImas de los difuntos serân sacralizadas. Todo 10 que diga misterio serâ sacralizado y divinizado.

Un superficial estudio de la historia de las religiones nos puede con­vencer deI gran fen6meno de la sacralizaci6n en las religiones paganas. Advirtamos que los dos historiadores de las religiones mâs autorizados, P. W. Schmidt y Mircea Eliade, nos certifican que el monoteismo fue la religi6n de los hombres primitivos. La sacralizaci6n es un fen6meno pos­terior.

En primer lugar podemos percibir la sacralizaci6n de la naturaleza. El Sol fue una de las primeras creaturas que fueron sacralizadas. En la India se comenz6 a adorar al Sol personificado sobre su carro de fuego y llevado por seis caballos blancos que recorrian todos los dîas el firmamen­to. Las mismas ideas acerca deI Sol se encuentran entre los griegos y los romanos. Los orientales habian dedicado sus templos al Sol. En Egipto el cuIto al fara6n se halla relacionado con el cuIto de la divinidad solar ...

La Luna y la Tierra· aparecen sacralizadas en las literaturas Indo­europeas. Son consideradas como divinidades femeninas y son el simbolo de la fecundidad. Sobre todo la sacralizaci6n de la Tierra, hasta hacerla una diosa de la fecundidad, puede haber tenido mucha importancia sobre la for­maci6n de ciertos mitos de la Teologia mariana. R. Laurentin se extrafia de que en la "Polyanthea mariana", de Marracci, editada en 1863, se llame a la Virgen 357 veces "Tierra" 12. lEste fen6meno no se deberâ a las ideas de sacralizaci6n, que un dia hicieron los antiguos de la Tierra? El fuego y las tormentas fueron también sacralizados en las religion es paganas.

Es conocida la distincion que Augusto Comte hacîa de la religion: Segun la ley sociol6gica, que creîa haber descubierto la evoluci6n de la humanidad, ha conocido tres etapas sucesivas: la fase teologica 0 poética, la fa se metafisica 0 abstracta, y la fase positiva 0 cientifica. En la primera se explica el mundo pOl' la intervenci6n de seres personales. En la segun­da se atribuye al fuego de las fuerzas abstractas. En la tercera se contenta con determinar las relaciones de sucesi6n y solidaridad entre las cosas sin

Il Le procés a la religion. Casterman 1967, p. 11 12 Po! et Mytlle en théologie mariale. Nouvelle R. Théologique, mal'zo 1967, t. 89, p. 298.

EL DIaS PROFUNDIDAD 53

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paner la cuesti6n deI absoluto. A la primera fase de la evoluci6n corres-ponde el fetichismo, el politeismo y el monoteÎsmo. El Sol, la Luna y la Tierra son calificados por Comte como grandes fetiches. Concibe el feti­chismo como una religi6n que tiene por objeto los seres naturales en si mismos sin ninguna relaci6n a algûn espîritu que les anime.

Después de cierto tiempo, los seres han sido dotados de espiritu. Esto dio lugar al politeismo. POl' fin, el monoteismo es el fruto de una larga evo­luci6n. Para Comte, la religi6n es la sacralizaci6n de la naturaleza.

Spencer dio un paso mâs en la sacralizaci6n. Para él el origen de la reli­gi6n se debe, sobre todo, al manismo. A la divinizaci6n de los espiritus de los antepasados. Quien haya vivido un poco entre los paganos deI Africa Central se habrâ dada cu enta de 10 potente que es el cuIto a los antepasa­dos y a las aImas de los difuntos. Cristianos de gran calidad no se resisten a ofrecer sacrificios y dones a los antepasados cuando se hall an en cual­quier dificultad. La teoria de Spencer no es nueva. Fue empleada por mu­chos escritores y Padres de la Iglesia. El primero en decir a los paganos que sus dioses eran hombres divinizados fue Evémero de Mesina 13. Tertuliano escribia a este respecto: "Nosotros nos dirigimos a vuestra conciencia, que ella nos juzgue, que ella nos condene, si ella puede negar que vuestros dio­ses no han sido hombres! ... Las ciudades don de los dioses han nacido, los paises donde han dejado rastro de sus obras, donde sus tumbas son testi­monio hasta nuestros dias 14.

San Agustin se confonnaba con decirles que "sus dioses no son mâs que hombres divinizados" 15.

Taylor afirma que el origen de la religi6n se debe al animismo. El hom­bre primitivo dio una fuerza espiritual a todas las cosas. Se adoraron las cosas creadas por la fuerza superior que contenÎan en si.

Freud ha tomado el totemismo y el mito edipiano para probar el ori­gen de la religi6n. Afirma que al principio de la humanidad los hombres habitaban en grupos bajo la autoridad de un jefe. Este jefe expulsaba a todos los j6venes a la selva para ser dueno absoluto de todas las mujeres de la tribu. Los hijos se revolvieron un dia contra la tirania de su padre. Le dieron muerte. Comieron sus carnes y tomaron sus mujeres. Después vino el instinto de culpabilidad por la muerte de su padre. La religi6n no seria mâs que una expiaci6n ciclica del primer parricidio de la historia. La explicaci6n de Freud nos lleva a la que dieron Evémero de Mesina y el mismo Spencer.

En todas las explicaciones de la religi6n se da siempre la sacralizaci6n. El Dios Supremo se aparta para dar lugar a las fuerzas de la naturaleza, a los astros y a los espiritus.

13 A. LUNEAU, POUl' aider au dialoge: les pères et les religions non chrétiennes. Nouvelle R, 'l."héologique, septiembre-octubre 1967, p, 824.

14 Apologeticum, 10, 3-4, 15 Civ. Det, VII, 18.

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La sacralizaci6n es una evoluci6n hcterodoxa de la revelacion cosmica. El Ser Supremo se aleja, se pierde de la vista de los paganos para ser su­plantado por la naturaleza.

Recordemos en este lugar las frases de Karl Barth: "La tentacion de la Iglesia cat6lica es el paganismo. "Ahora bien, el pecado deI paganismo es la sacralizaci6n. Cuando el cristianismo siente tentaciones hacia el paga­nismo es que también siente las ansias de sacralizacion de las cosas te­rrenas.

El Dios deI paganismo es un Dios afuera, no es el Dios profundidad. Preguntemos a un pagano, "donde esta Dios? Siempre tendremos la misma respuesta: "Dios esta lejos. Dios esta afuera". J amas se hablara deI Dios, que es profundidad y el fundamento de nuestro sel'.

Los Padres de la Iglesia hablan de semillas deI Verbo en las religiones paganas. San Justino habla deI "Logos Spermaticos" "Cristo es el primer nacido de Dias, su Logos, deI cual todos los hombres participan" (Apol. 1, 46). La doctrina patnstica sobre el Logos era interesantisima para dar profundidad al Dios de las religiones cosmicas. La palabra de Dios esta­ba en semilla en las religiones paganas. Seglin Oscar Cullmann, el término "Logos" se encuentra par primera vez en Heraclito y sobre todo en los Estoicos 16. Ahora bien, para los Estoicos el Logos era la razon inmanente deI mundo, la ley que le rige, la fuerza vital que le animaba 17.

Muchas Padres de la Iglesia vieron en las religiones paganas de su tiempo setnillas y como piedras preciosas diseminadas, que pronosticaban una religi6n superior. Sin embargo, la ley fatal de la sacralizacion hizo que los mismos paganos no se dièran cuenta de estas virtualidades. La sa­cralizacion de la naturaleza hizo que el Dios fuera reinara sobre el Dios profundidad.

Las consecuencias inevitables de la sacralizacion es la faIta de mistica en las religiones paganas. Las religiones, que han sacralizado la naturale­za, estân carentes de mistica. La mistica pide profundidad y las religiones paganas son excéntricas. Las religiones monoteistas, las que no han sacra­lizado la naturaleza, han sido siempre amantes de la mistica. Recordemos el Budismo, el Hinduismo. El mismo Islamismo ha sentido ansias de la aproximacion, no de intimidad con Dios. Alah es un Dios cercano "mas que la vena yugular"; sin embargo, no es un Dios intimo.

Frente a la exterioridad de las religiones paganas, el Dios de la Biblia, tanto deI Antiguo coma deI Nuevo Testamento, es cercano y profundo. Se puede hablar de trascendencia de Dios, pero también de inmanencia de 10 divino. La Biblia realiza un gran proceso de desacralizacion. Toda es de­sacralizado. El discutido te610go americano Harvey Cox nos habla ma-

16 Christologie du nouveau Testament. Delachaul< Niestle, 1955, p. 218. 17 Cf. J. LEBRETON, Histoire du dogme de la Trinité. T. II, 1928, p. 436. 18 G. THILS, Propos et problemes de la théologie des religions non chrétiens. Casterman 1966,

p. 20.

EL DIOS PROFUNDIDAD 55 ~

ravillosamente deI proceso desacralizador de la Biblia. La Biblia desacra-liza la naturaleza por la doctrina de la creaciôn. Dios se disociô de la natu­raleza, la cual pierde asi su poder magico y religioso para ser simplemen­te la creaciôn de Dios. En segundo lugar, el Exodo ha desacralizado la poHtica al sefialar la ruptura con la concepciôn sacral de la naturaleza. (El Faraôn, unido al Dios-Sol.) En tercer lugar, los valores humanos son desacralizados por la creaciôn. Dios es solamente el Absoluto 19.

La Biblia, es cierto, nos da las principales verdades envueltas en el pensamiento oriental. Mas que envueltas en mitos (Bultman) las verdades religiosas nos vienen dadas en los géneros literarios de aquel entonces (P. Lagrange).

La unica vez que los judios quisieron sacralizar un becerro de oro la ira de Moisés apagô todas las ansias de sacralizaciôn (Ex. 32). Las 1eyes deI Levitico y deI Deuteronomio eran tajantes en materia de sacralizaciôn. La guerra de los Macabeos fue un oponerse a la sacralizaciôn que provema del medio helénico. Desgraciadamente, los judios de los tiempos mesiani­cos se hicieron tan leguleyos que sôlo reparaban en la religi6n y en el culto la parte de las ceremonias. Cristo les echa en cara muchas veces la sacra­lizaciôn de unas tradiciones que no tenian que ver nad a con el culto divino. El pecado de los reyes de Israel y de Juda sera la sacralizaci6n de los idolos y la adoraci6n en los altos. En la vida de casi todos los reyes se lee el mismo estribillo: "Veinte afios tenia Ajaz cuando comenz6 a reinar, y reino dieciséis afios en Jenlsalén. No hizo 10 recto a los ojos de Yahve, como 10 hizo David, su padre. March6 por los caminos de los reyes de Israel y aun se hizo imagenes fundidas de Baal, y quemô perfumes en el valle de los hijos de Hinon, y paso sus hijos pOl' el fuego, segun las abo­minaciones de las gentes que Yahvé habia arrojado ante los hijos de Israel. OfrecÎa sacrificios y perfumes en los altos, sobre los collados y bajo todo arbol frondoso" (ParI. 28, 1-4).

Sin embargo, hemos de decir que el pueblo de Israel fue recto en el sen­tido de la sacralizaci6n. Animado de un profundo sentido deI monoteis­mo, dirigido pOl' jefes intachables 0 pOl' profetas llenos de celo el pueblo judio supo guardarse en casi todas las épocas deI pecado de la sacrali­zaei6n.

El Dios profundidad triunf6 sobre el Dios fuera. El Antiguo Testa­mento se nos presenta cargado de espiritualidad. Las grandes purificacio­nes de Job y de Jeremias estan en la lînea de la profundidad mIstica.

La doctrina del Nuevo Testamento es, sobre todo, la de la proximidad de la intimidad con Dios. Toda la Trinidad hara la morada en la persona que les ame. En el triunfo de las tres tentaciones que le proponia Satan,

19 Informations catholiques internationales. N. 301, 1 de diciembre, p. 36.

56 JESUS GUTIÉRREZ

Cristo desacralizô todo 10 creado: Los bienes terrenos, los valores huma­nos, las ansias de poder. Todo el Nuevo Testamento es una Hamada a la profundidad.

EL DIDS DE LA VIDA DE LA IGLESIA

Recordemos otra vez las frases de Karl Barth: "La gran tentaci6n de la Iglesia catôlica es eI paganismo". Ya hemos visto que el gran pecado deI paganismo es la sacralizacion de las cosas creadas. (,Cual es la pos­tura de la Iglesia catolica en este dominio? Hagamos un poco de historia. En los primeros siglos de cristianismo el Dios profundidad sigue domi­nando en todas las instituciones. El gran deber de la Iglesia era la desacra­lizaciôn deI paganismo. Desacralizaci6n de los mitos de la religion romana y griega. Desacralizacion de sus dioses. Desacralizacion, sobre todo, deI cuIto al emperador. La Iglesia tuvo la gran tarea de la desacralizacion deI paganismo grecorromano.

Sobre todo luchô contra el cuIto a Mitra. "Si eI cristianismo -decia Renan- se hubiera parado en su crecimiento pOl' una enfermedad mor­tal el mundo seria mitreista." La nueva religion de Mitra se presentaba con fuerza en el Imperio romano. Era una religion para héroes y perso­nas valientes. Sesenta iglesias se levantaron en Roma en poco tiempo en honor de Mitra. El cristianismo primitivo tuvo que luchar con valentia contra la sacralizacion de Mitra. Para Daniel Rops la victoria dei cristia­nismo sobre el mitrismo se debio principalmente a que el cristianismo pre­dica un Dios cercano al corazon de los hombres. "Por su moral eIevada, por ciertos elementos de metafîsica, la religion de Mitra no era un indigno rival dei cristianismo; pero la faltaban los dones que daban la grandeza a su adversario. Ella no proponia la adoracion de un Dios hecho hombre, cercano al corazôn de cada uno" 20.

El mismo Neoplatonismo de Anmonio de Saccas, que alucino a los inteIectuales de los primeros siglos dei cristianismo, fue un gran enemigo de la Iglesia.

La despaganizacion de todo un imperio, la cristianizacion de los pue­blos barbaros después, fueron los grandes trabajos de la Iglesia de los primeros siglos. La pureza y el sentido profundo de Dios fueron grandes. Alguna vez los cristianos débiles volvieron sus ojos al paganismo primi­tivo. Las penitencias que hicieron después borraron su cobardia. Sola­mente encontramos a la devota espaiiola, Lucila, cargada de ex votos y

20 L'Eglise des apôtres et des martyrs. Paris 1948, p. 370.

EL DIOS PROFUNDIDAD 57

de huesos de no sé qué martires durante eI cisma de Donato. Lucila se puso decididamente en contra deI obispo Ceciliano y, por 10 tanto, en favor deI cisma, porque éste la habîa prohibido besar un hueso humano que siempre llevaba consigo, antes de acercarse a comulgar 21.

Si la desacralizacion fue desconocida en el cristianismo occidental, en el mundo bizantino encontramos los primeras intentos de la desacraliza­cion. Fieros de su imperio, muy pronto comienza una sacralizacion de la persona deI Emperador. Envueltos en la paz y en el pragreso se de­dicaron a sutilidades teologicas sin importancia y a la creacion de una liturgia en sî sublime, pero de todas formas cargada.

En Occidente hacia el allo mil la sacralizaci6n comienza a dar los pri­meros pasos. La religion viene a ser 10 que habîa sido entre los paganos "un a relacion casi comercial con Dios y con los santos a los que se deben ciertos actos para pagar su bond ad hacia los mortales 22.

Llegamos a los allOS de la Reforma y volvemos a encontrar eI sentido de la sacralizacion de muchas cosas creadas. Fue un tiempo en el que la Iglesia volvio sus ojos al paganismo. En los primeras allOS dei siglo XVI

las devociones comienzan a propagarse. Las épocas mas devotas han sido las menos religiosas de la historia de la Iglesia. Cuando comienzan a sacra­lizarse mil devociones palidece la verdadera piedad.

Los paganos sacralizaron las fuentes, los ârboles, los astros y cien co­sas mas. Eran mas devotos que los adoradores deI Dios (mico. Algo pa­recido ha sucedido en la Historia de la Iglesia. Una época que tiene mu­chos focos de devocion se olvida con facilidad deI misterio de Dios. Di­damos que el Dios profundidad se hace un Dios fuera para ser sustituido por las devociones. Terrible sustitucion de 10 sagrado, terrible posesiôn de 10 devoto deI santuario de la profundidad de Dios.

G. Hunermann nos ha dejado un retrato de une de los vendedores de reliquias, que se encontrarîa Lutero en su viaje a Roma. "Comprad, senores, comprad. Una pluma de las alas dei arcangel San Gabriel. Un carbon dei martir San Lorenzo. Un diente de la boca de Santa Apolonia. l,No les quieren? Seftores, piensen en la salvacion de su alma. POl' cada \111a de estas reliquias ustedes arderân cien aftos menos en eI purgatorio" 23.

El hecho no era ûnico en la Roma de aquel tiempo y el espectaculo debio indignar al joven Lutera que ardîa en ansias de la reforma de su orden y de la Iglesia. Quizâ el actual movimiento ecuménico nos ha ra a los ca­tolicos mas sobrios en nuestras devociones y menos paganos que antes.

Podîamos estudiar también el movimiento galicano y el josefinismo como focos de sacralizaci6n. El siglo XIX y siglo XX han sido también grandes sacralizadores: Devociones sin sentido, liturgias recargadas.

21 Cf. DANIEL Rops, O. C., p. 526. 22 Cf. DANIEL Rops, L'Eglise des barbares. Paris 1948, p. 649. 13 L'Unité perdue. Ed. Salvator Mulhouse, 1950, p. 47.

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Este recorrido sobre la historia de la Iglesia puede eerciorarnos de que las afirmaciones de Karl Barth no son infundadas. Que la Iglesia ca­t6lica ha sentido y siente las tentaciones deI paganismo.

Afortunadamente el Vaticano II ha sido el gran desacralizador de los tiempos modernos. La Constituci6n sobre la liturgia ha desacralizado mu­chos actos, debidos en parte al galicanismo y al Josefinismo.

La Constituci6n sobre la Iglesia nos ha abierto a su misterio. La Igle­sia nos aparece actualmente coma servidora, en dialogo con el mundo moderno.

La mariologia tiene que desacralizarse mucho. El cuIto a Maria es en derto sentido tardio. Los Padres de la Iglesia temieron el haeer de la Virgen una diosa mas. En oriente hubo algunas sectas de exaltados que decian que la Trinidad estaba formada pOl' Dias, Maria y Jesus. Mahoma parece haber estado en comunicacion con la secta, pues piensa de la. Tri­nid ad coma estos exaltados. El mismo Jung quiza habia leido las teorias de los herejes de Oriente. Al hablar de sus arquetipos engloba a Maria en la Trinidad. R. Laurentin ha podido comentar la actitud de Jung de esta manera: "Segun Jung, la Trinidad sent desde el punta arquetipal una formula inadecuada. La f6rmula presentada par el inconsciente es una cuaternidad. El Protestantismo, que no admite este cuarto elemento fe­menino, tiene a sus adeptos en un estado de frustracion y de desequilibrio fisico. La Iglesia Catolica estaria en la verdadera posici6n al divinizar la Virgen" 24. Una verdadera piedad centrada en la teologîa mariana seria de desear.

POl' fin, el cuIto a los santos y sus reliquias e imagenes. Ni sacraliza­ciones ni iconoclastismos. El juste medio, el Concilio II de Nicea.

La segunda pregunta que hacia el periodista francés a Karl Barth era ésta: "El Papa acaba de afiadir el nombre de San José en las araciones de la Misa. lEsta decisi6n no sera una causa para distanciar a los pro­testantes?" "No, a mi modo de ver -respondia el te610go protestante-. Puesto que Roma admite la intercisi6n de los Santos, lpor qué tendra ella a San José en menos? Personalmente yo amo mucho a San José. Yo he hablado de él con un jesuita americano recientemente. Tan enemigo soy deI desarrollo de la mariologia camo amigo del de la josefologia. Pues José ha tenido, a mi parecer, junto a Cristo el papel que la Iglesia debe­ria tener. José esta siempre en segundo pIano, dejando toda la gloria a Jesus. TaI tiene que ser el papel de la Iglesia si queremos que el mundo descubra la grandeza de la Palabra de Dios" 25.

El Vaticano II nos pide equilibrio en nuestra vida espiritual. Las de­vociones insulsas deben ser superadas y purificadas. La desacralizacion de tant as posturas tiene que dar paso a una sana espiritualidad. Muchas for-

" R. LAURENTIN, o. C., p. 296. 25 o. c., p. 403.

EL DIOS PROFUNDIDAD 59

mas antiguas de piedad son estorbos. Advirtamos que una desacralizaci6n no tiende a purificar el cristianismo deI elemento religioso, sino a purifi­car el elemento religioso en si mismo .. Sobre todo, fundar la pied ad en la biblia, en la liturgia, en el cristocentrismo y teocentrismo.

Pen samos que una purificaci6n mistica seria el mejor medio para la desacralizaci6n. San Juan de la Cruz insiste mucho en la purificaci6n de 10 creado. Al hablar de la purificaci6n de la voluntad no consiente que el alma se apegue a devociones sin sentido. Los mayores desacralizadores que ha tenido la Iglesia han sido los grandes mlsticos. Para ellos no existe el Dios fuera, su Dios es profundidad.

Los modernos te610gos de la "Muerte de Dios" son acérrimos defen­sores de la profundidad de Dios. Se creen los inventores de la profundi­dad. jOué poco conocen a los misticos! La doctrina de un Tauler 0 de un San Juan de la Cruz sobre la profundidad sobrepasa las modernas teo­rias de un Tillich 0 de un Robinson 26. Tenemos que recurrir a los mlsticos para aprender el sentido de la profundidad. Desgraciadamente los misti­cos brillan en la actualidad por su ausencia. Daniel Rops habla de la muer­te de los misticos en el siglo XVII. Las causas fueron el quietismo y el jansenismo. El elemento devoto sustituy6 al elemento mistico. "Los mis­ticos conocen un declive, un verdadero ec1ipse, que sera largo y que de hecho no ha cesado hasta nuestra época 27.

Ouiza hoy tenemos que escuchar a los te610gos de la Muerte de Dios porque un dia murieron los personajes que le daban vida, los misticos.

Hasta en las selvas deI Kivu nos llegan los ru mores en pro y en con­tra de la sacralizaci6n. La sacralizaci6n, les buena 0 es mala? Nosotros nos hemos fijado en el la do peyorativo de la sacralizaci6n. La sacraliza­ci6n de las cosas terrenas puede ser una niebla que nos separe deI gran misterio de la profundidad de Dios. Este es el lado peyorativo de la sa­cralizaci6n. Muchas cosas, sin saber por qué se las mete en el santuario de 10 sagrado mientras otras quedan en la categoria de cosas inmundas.

El lado positivo de la sacralizaci6n viene postulado pOl' el misterio de la Encarnaci6n. Mediante la Encarnaci6n todo ha quedado sacraliza­do. Dios ha tocado la naturaleza y la ha divinizado. Desde el momento de la Encarnaci6n nada es profano. K. Rahner y E. Schillebeeckx nos han dado los principios de una sana sacralizaci6n 28. Jean Mouroux nos ha dado un estudio formidable sobre la sacralizaci6n deI fen6meno "Tiempo" a partir de la Encarnaci6n y de la Kenosis de Cristo 29.

Nuestro prop6sito al comenzar estas paginas era el mostrar los peli­gros que pueden venir para la verdadera religi6n de la sacralizaci6n de

20 Cf. JOHN A. R. ROBINSON, Sincero para con DiDS. Barcelona 1967, p. 84. 27 L'Eglise des temps classiques. Paris 1948, p. 286. 28 K. RAHNER, Natur u. Gnade. Orlentierung, 14, 1950. E. SCHllLEBEECKX, L'Eglise el le Monde.

DO·C, 1964. 29 Le mystére du temps. Aubier, 1962.

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algunas realidades. Los pueblos paganos en su afan de sacralizar la na­turaleza se apartaron deI Dios Supremo. La Iglesia al haber acentuado en cier tas épocas el cuIto a las cosas santas ha palidecido la figura deI gran Dios.

El recurso a las fuentes de la espiritualidad, la vuelta a los mlsticos nos pueden dar y conservar el gran misterio de la profundidad de Dios.

JESUS GUTIÉRREZ ocd (Congo-Kinshasa)