El Diagnóstico Clínico
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EL DIAGNÓSTICO CLÍNICO
El Diagnóstico es un Arte. Es un arte porque requiere de pensamiento,
razonamiento, juicio, un cuidadoso balance de los datos y, a veces, algo de intuición. Cada
problema de diagnóstico es un problema de investigación, más que una simple aplicación
del conocimiento. A veces la mera reunión mecánica de datos evocará los hallazgos que
harán un diagnóstico, p.e. el descubrimiento del parásito de la malaria en el frotis de un
paciente con fiebre. En otras ocasiones, la simple agrupación de hechos conducirá a la
posibilidad de varias enfermedades. Podría necesitarse tiempo para permitir al clínico llegar
a la conclusión correcta. Una situación de este tipo sería en un paciente que presentara
solamente fiebre vespertina de bajo grado. El estudio más cuidadoso, combinado con una
prolongada observación, podría ser necesario para diferenciar entre tuberculosis, infección
crónica de un seno paranasal, y una endocarditis bacteriana subaguda.
El arte del diagnóstico descansa no tanto en el acopio preliminar de datos sino más
bien en el proceso de pensamiento que tales datos evocan, y en las subsiguientes líneas de
investigación que afloran de tal pensamiento.
El diagnóstico (Dx), por lo tanto, es dependiente de tres elementos: el ensamble de
los hechos, el razonamiento inductivo acerca de los mismos y que conduce a un diagnóstico
tentativo, y la investigación de nuevos hechos que puedan confirmar o refutar el
diagnóstico tentativo. De hecho, cada vez que son agregados nuevos datos, el número de
hechos con los cuales la mente puede trabajar para llegar a una conclusión satisfactoria se
vuelve más grande.
Un diagnóstico definitivo se alcanza sólo cuando las actividades mentales pueden
visualizar y englobar todos los datos en el cuadro simple de una enfermedad. Un hecho
aislado que no ajuste en este cuadro debería ser una señal para hacer una reconsideración de
los datos. Y esta reconsideración puede eventualmente conducir a diferentes diagnósticos
que cubran efectivamente todos los puntos.
¿Cuál debería ser el equipo del médico que desee practicar este arte? El
Entrenamiento, el Conocimiento, y la Capacidad para el pensamiento cuidadoso:
entrenamiento en los métodos de ensamblaje de los datos, el conocimiento de los síntomas
y sus causas, y el pensamiento cuidadoso necesario para acomodar los datos en el campo
del conocimiento.
Los métodos para ensamblar los datos son muchos. Dependen tanto de las quejas
subjetivas del paciente como de los hallazgos objetivos del médico. La evocación de los
síntomas del paciente es el primer paso para conjuntar los hechos; a veces el valor del
interrogatorio es pequeño, como cuando el paciente se queja sólo de malestar general, sin
ninguna dolencia específica; por otra parte, el interrogatorio a veces será de capital
importancia, sin el cual el diagnóstico es imposible, como en el caso de la angina pectoris.
El examen general de la condición física del paciente es el siguiente paso para la
recolección de datos. La exploración del paciente, al igual que el interrogatorio, puede
arrojar información de poco o de mucho valor, como p.e. un resultado negativo en el
examen de un paciente con cáncer de estómago en una fase temprana sin masa palpable, o
el hallazgo de regurgitación aórtica y un arco dilatado en un hombre de 40 años, aún con
una salud vigorosa. El examen o exploración física (EF) es siempre de capital importancia,
y no debería formularse el diagnóstico hasta que éste se haya efectuado completa y
cuidadosamente. Los errores del diagnóstico médico son más frecuentemente por omisión
que por comisión, y los médicos probablemente fallan más debido a una exploración
incompleta o descuidada que por otra razón.
Cuando estos dos métodos de reunir los datos se han empleado, puede entonces
invocarse la ayuda del laboratorio para efectuar las pruebas químicas y bacteriológicas que
tan frecuentemente completan o rechazan un diagnóstico preliminar. La orina, heces, esputo
y sangre ofrecen evidencia del más alto valor. La orina purulenta de la pielitis, la amiba en
la disentería, el bacilo ácidoresistente del esputo tísico, la reacción de Wassermann positiva
de la sífilis, sólo sugieren la vastedad de información que puede lograrse usando los
métodos de laboratorio.
Finalmente, el médico voltea hacia varios instrumentos y aparatos técnicos para
crear más hechos. Los Rayos X es uno de los más importantes y más ampliamente usados,
ninguna parte del cuerpo escapa a sus penetrantes ojos. El hueso sólido, los espacios aéreos,
los dientes, las vísceras huecas, aún el cerebro, de todos ellos podemos obtener información
en un registro permanente. La cistoscopía, la esofagoscopia, la ecosonografía, la tomografía
computarizada, la resonancia magnética, son métodos para la visión directa o indirecta
aplicados a órganos huecos y sólidos; el electrocardiógrafo o el miógrafo son aparatos
mecánicos adaptados al estudio de la función corporal. La recopilación de los datos
representa el lado técnico del problema para hacer diagnósticos. Algunos de estos métodos
se practican obligadamente por cada médico que diagnostica, p e. el interrogatorio, la EF y
las pruebas de laboratorio simples. Otros que son más complicados, que requieren aparatos
sofisticados y entrenamiento especial, pueden dejarse para el especialista. Por otra parte,
algunos datos que podrían ser la clave para diagnosticar el problema, no será posible
obtenerlos. Este aspecto del Dx es lo que usualmente se enseña en las escuelas médicas
bajo el término de Propedéutica de la Clínica. Sin embargo, el aspecto del conocimiento
médico igualmente esencial para el estudiante y el facultativo, que es la significancia de los
síntomas y signos individuales, no siempre está representado en el curriculum usual. El
estudiante aprende este aspecto al oír de labios de algunos de sus maestros o, por esfuerzo
propio leyendo párrafos acerca de “Diagnóstico Diferencial”. Tales párrafos son
generalmente sesgados en la discusión acerca de la enfermedad que se maneja, y falla en
dar las bases fisiopatológicas para la diferenciación.
Por tanto, lo que el estudiante, que luego es facultativo, necesita es entrenarse lo
mejor posible en el significado de los signos y síntomas ¿A cuál enfermedad apuntan los
datos del paciente? ¿Cuál es el procedimiento, entonces, para encontrar la posible
enfermedad que afecta al paciente?
Este conocimiento del significado de los signos y síntomas es el puente esencial que
vincula los datos que hay que reunir, con el retrato de la enfermedad finalmente
diagnosticada. Es la superioridad en este campo del Dx lo que hace a los grandes clínicos.
Los estudiantes de medicina que son buenos para el diagnóstico generalmente lo son
porque, consciente o inconscientemente ven la necesidad de razonar desde los síntomas
presentados, hasta sus causas.
Existen pocos libros disponible que tengan este punto de vista. Algunos son más,
otros menos completos, pero pocos ponen esta parte del Dx en el lugar apropiado, y con el
adecuado énfasis en una discusión del arte de diagnosticar como un todo.
Los métodos de recogida de los datos pueden ser enseñados. El significado de los
síntomas y los cuadros clínicos de las enfermedades pueden plasmarse en los libros y ser
aprendidos. Pero el proceso de pensamiento que ilumina y vitaliza al conocimiento y al
entrenamiento es peculiar al individuo. Algunos, a fuerza de trabajar duro y aplicar
cuidadosamente principios y conocimientos, se vuelven buenos diagnosticadores. Otros, de
mente brillante y asistidos por una pericia inusual y una memoria retentiva, se vuelven
médicos renombrados. La capacidad para usar métodos y el saber de los libros es una
particularidad inherente al hombre. Afortunadamente, la mayoría de las personas que se
hacen médicos son inteligentes, y su capacidad mental puede desarrollarse mediante
instrucción en las líneas que su pensamiento vaya a seguir, pero puede ser especialmente
estimulada por instructores que tengan el poder de hacer que ellos piensen por sí mismos.
Cuando esta capacidad aparece, la práctica de la medicina se vuelve algo vital, un gozo
para vivir, y no sólo una manera de ganarse la vida. Este uso de los poderes de la mente,
aplicados al ensamblaje de los datos para hacer que estos datos nos permitan lograr un
diagnóstico es el remate del Arte del Diagnóstico.