El Día de La Traición

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El día de la traición José Luis Sanz/Carlos Martínez. Fotos: Pau Coll Publicado el 12 de noviembre de 2012 | Comentarios (0) El 15 de agosto de 2005 la Mara Salvatrucha provocó en las cárceles de Guatemala nueve motines simultáneos que causaron 36 muertos, pero no lo hizo por odio. La ruptura del Sur, un pacto de no agresión con el Barrio 18 y el resto de pandillas, fue un movimiento estratégico gestado durante siete años por un motivo frío: negocios. Los viejos códigos carcelarios de Los Ángeles siempre fueron un corsé apretado para los pandilleros guatemaltecos, pero en los años 90 los paisas, los civiles, dominaban los penales de todo el país, y correr el Sur parecía la única forma de sobrevivir. Las deportaciones masivas iniciadas por la administración del primer presidente Bush apenas impactaban todavía en Guatemala, las pandillas llegadas de California no se habían levantado aún en las calles, y los escasos cholos, como se llamaba a todos los pandilleros, sin distinción deBarrio, eran en las cárceles como animales exóticos y peligrosos a los que domar. Por si acaso intentaban sacar las garras, los paisas los mantenían en celdas y sectores separados, siempre vigilados. Sin excepción, al tatuado que caía preso le imponían humillantes tareas de limpiezas de suelos y baños, conocidas en argot carcelario como talacha, y le hacían pagar hasta por el lugar donde dormir. Las miradas de orgullo se cerraban con golpes. Pandilleros que estuvieron en esas cárceles aquellos días cuentan que la indisciplina se castigaba en ocasiones hasta con descargas eléctricas mientras los custodios miraban a otro lado. Desafiar la autoridad de los líderes paisaspodía costar la vida en unas cárceles en las que las tablas, los recuentos diarios de reos, a menudo no cuadraban porque los muertos no duermen en sus celdas. Por eso parecía necesario correr el Sur -Southern United Raza-, una norma aún vigente entre las pandillas del Sur de California que prohíbe que dentro de una cárcel corra la sangre entre latinos. Un acuerdo impuesto por la Mexican Mafia, la temida eMe, que sirve para protegerse de las numerosísimas pandillas de negros y blancos, e incluye el pacto entre enemigos de no agredirse en zonas que abarcan varios kilómetros alrededor de los penales. En las calles, el Sur prohíbe también matar niños, violar mujeres o atacar al enemigo en presencia de su familia. Dentro y fuera de las fronteras de Estados Unidos, a las pandillas que defienden esta especie de código de honor se las llama pandillas sureñas; y sureños a los pandilleros que lo respetan. Para 2002 los sureños guatemaltecos eran algo más fuertes y estaban más hartos. Decidieron rebelarse contra los paisas. En los penales y en la calle formaron ruedas sureñas en las que participaban uno o dos representantes de las muchas pandillas californianas que ya tenían presencia en el país: White Fence, Chapines 13, Eleven Street, Lenux, Harpies, Play Boys... y por supuesto de la Mara Salvatrucha y el Barrio 18, mucho más numerosas que el resto. Enemigos reunidos para comandar un solo ejército y tomarse las cárceles. Durante un año, las órdenes de esas ruedas movieron engranajes en decenas de clicas y celdas. Sospechosamente, a ciertos penales comenzaron a entrar a diario pandilleros presos por pequeños delitos. Por un robo a una anciana, por tenencia de armas, por

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El da de la traicinJos Luis Sanz/Carlos Martnez. Fotos: Pau CollPublicado el12 de noviembre de 2012|Comentarios (0)El 15 de agosto de 2005 la Mara Salvatrucha provoc en las crceles de Guatemala nueve motines simultneos que causaron 36 muertos, pero no lo hizo por odio. La ruptura delSur, un pacto de no agresin con el Barrio 18 y el resto de pandillas, fue un movimiento estratgico gestado durante siete aos por un motivo fro: negocios.Los viejos cdigos carcelarios de Los ngeles siempre fueron un cors apretado para los pandilleros guatemaltecos, pero en los aos 90 lospaisas, losciviles, dominaban los penales de todo el pas, y correr elSurpareca la nica forma de sobrevivir.Las deportaciones masivas iniciadas por la administracin del primer presidente Bush apenas impactaban todava en Guatemala, las pandillas llegadas de California no se haban levantado an en las calles, y los escasoscholos, como se llamaba a todos los pandilleros, sin distincin deBarrio, eran en las crceles como animales exticos y peligrosos a los que domar. Por si acaso intentaban sacar las garras, lospaisaslos mantenan en celdas y sectores separados, siempre vigilados.Sin excepcin, al tatuado que caa preso le imponan humillantes tareas de limpiezas de suelos y baos, conocidas en argot carcelario comotalacha, y le hacan pagar hasta por el lugar donde dormir. Las miradas de orgullo se cerraban con golpes. Pandilleros que estuvieron en esas crceles aquellos das cuentan que la indisciplina se castigaba en ocasiones hasta con descargas elctricas mientras los custodios miraban a otro lado. Desafiar la autoridad de los lderespaisaspoda costar la vida en unas crceles en las que lastablas, los recuentos diarios de reos, a menudo no cuadraban porque los muertos no duermen en sus celdas.Por eso pareca necesario correr elSur-Southern United Raza-, una norma an vigente entre las pandillas del Sur de California que prohbe que dentro de una crcel corra la sangre entre latinos. Un acuerdo impuesto por la Mexican Mafia, la temida eMe, que sirve para protegerse de las numerossimas pandillas de negros y blancos, e incluye el pacto entre enemigos de no agredirse en zonas que abarcan varios kilmetros alrededor de los penales.En las calles, elSurprohbe tambin matar nios, violar mujeres o atacar al enemigo en presencia de su familia. Dentro y fuera de las fronteras de Estados Unidos, a las pandillas que defienden esta especie de cdigo de honor se las llama pandillassureas;ysureosa los pandilleros que lo respetan.Para 2002 lossureosguatemaltecos eran algo ms fuertes y estaban ms hartos. Decidieron rebelarse contra lospaisas. En los penales y en la calle formaronruedassureasen las que participaban uno o dos representantes de las muchas pandillas californianas que ya tenan presencia en el pas: White Fence, Chapines 13, Eleven Street, Lenux, Harpies, Play Boys... y por supuesto de la Mara Salvatrucha y el Barrio 18, mucho ms numerosas que el resto. Enemigos reunidos para comandar un solo ejrcito y tomarse las crceles.Durante un ao, las rdenes de esasruedasmovieron engranajes en decenas de clicas y celdas. Sospechosamente, a ciertos penales comenzaron a entrar a diario pandilleros presos por pequeos delitos. Por un robo a una anciana, por tenencia de armas, por fumar marihuana justo delante de una comisara. Se les deca a loshomies: vos hoy tens que caer preso, y vos y vos, porque all necesitanla esquina. Y all que iban, y te dejabas caer preso, cuenta un expandillero de la 18 que form parte de esasruedas sureas. Armas de fuego, machetes, granadas, entraron a los penales ocultos en el cuerpo de esos presos voluntarios, o frente a los ojos de custodios cegados con un soborno.Otro ex pandillero, este de la Mara Salvatrucha, cuenta cmo la pandilla entregaba armas a sushomiespresos en la torre de tribunales, cuando salan a audiencia. Solo decas que te haba trado comida la familia, o cosas as, y ah te daban tu pistola. Despus al regresar al penal, como salamos y entrbamos en grupos de a 10, al momento del registro nos agarrbamos apencazosentre 7 u 8 de nosotros para que el que llevaba las ondas saltara la valla y fuera a descargarlas al sector 17.Lossureosacordaron fechas para las revueltas. Los objetivos principales eran la crcel de Pavoncito y el Preventivo de Zona 18, dominios de dos lderespaisasespecialmente destacados por su odio a loscholos.Por meses los pandilleros siguieron bajando la cabeza ante los reos comunes mientras planeaban el estallido.***Silvestre recuerda el da que entr al Preventivo en septiembre de 2002. Tena 20 aos y cargaba las letras de la Mara Salvatrucha en la piel. Se crea muy fuerte. Haba matado por rutina -y, admite, con cierta dosis de placer-, desde que a los 14 aos su hermana le regal su primera pistola, una Amadeo Rossi calibre .38, un revlver pequeo de frabricacin brasilea. En teora deba servirle para defenderse de los constantes asaltos de un pequeo grupo de pandilleros del Barrio 18 que campaban por su colonia con actitud de finqueros. Pero Silvestre era un joven con iniciativa. Con esa arma comenz a asaltar comercios y autobuses en otras zonas de la ciudad.Dice que al principio solo disparaba al aire o a las piernas. Fue Sadman, un pandillero amigo suyo, deportado del Norte de California, el que templ el pulso y le ense a apuntar a la cabeza. Tambin fue el que, cuando Silvestre le pidibrincarsea su pandilla, le puso freno con un buen consejo: No te conviene. En Guate solopandillas sureasvan a quedar y las que se van a parar bien son la 18 y la MS. Mejor hacete de una de esas. Antes de que terminara 1997 el ambicioso Silvestre ya haba conseguido autorizacin para levantar su propia clica de la Mara Salvatrucha. Cuando en septiembre de 2002 lleg al Preventivo de Zona 18 le acusaban de diez asesinatos.No todos eran mos, pero no importa. As es esta onda dice Silvestre. Y sonre. Sabe que tambin se ha librado de pagar por otras muertes que s son suyas.***El 23 de diciembre un joven lder de la Mara Salvatrucha, el Vago de Coronados, encabez un motn en el penal de Pavoncito, a las afueras de Ciudad de Guatemala. Mientras un centenar de pandilleros sureos derribaba muros y abra rejas para hacerse con el control del recinto, el Vago se lanz directamente a la bsqueda de Julio Csar Beteta, que por aos haba sido el lder de lospaisasen esa crcel. Segn publicaciones periodsticas de aquellos das, el Negro Beteta, como le llamaban, acumulaba ms de 50 mil quetzales (ms de 6 mil dlares) al mes en impuestos a otros presos, tena una oficina junto a la del director, y a aquellos que no cumplan sus normas los encerraba en unas bartolinas en las que permanecan hasta quince das con agua hasta las rodillas.

Jorge Yahir De Len Hernndez, Diablico, ha liderado desde 2002 varios motines carcelarios. Est recluido desde hace tres aos en la prisin de mxima seguridad Fraijanes I.A Silvestre le contaron que el Vago se amarr pedazos de colchoneta en el pecho y la espalda como armadura improvisada, agarr un machete en cada mano y se encamin al Sector 5, donde se alojaba Beteta. Unas horas despus posaba frente a las cmaras de todos los noticieros del pas con la cabeza del lderpaisaclavada en una larga estaca. Esa vspera de noche buena, el Vago de Coronados se cambi el apodo y decidi que en adelante se llamara el Diablico de Coronados. Su nombre sonara muy fuerte en la dcada siguiente. Y an lo hace.El motn de Pavoncito dur dos semanas y reforz el respeto del Diablico en el interior de la Mara. 14 muertos y 50 heridos son medallas para un verdugo. A principios de enero l personalmente llam a Silvestre para darle instrucciones: la misma suerte de Beteta deba correrla el lderpaisadel Preventivo: Byron Lima.El capitn Byron Lima Sosa era el preso ms popular de Guatemala. Estaba condenado junto a su padre y otras tres personas por asesinar en 1998 al obispo y defensor de los Derechos Humanos Juan Gerardi, quin sabe por orden de qu hombre con alma de Can y poder suficiente para evitar la crcel. A Lima, que era parte del Estado Mayor Presidencial del ex presidente lvaro Arz, le cayeron 20 aos de prisin y nunca se dio con el autor intelectual del crimen. Quiz por eso el capitn, lejos de la deshonra esperable, conservaba importantes vnculos en las altas esferas polticas y del Ejrcito guatemalteco. Literalmente, gobernaba su propia crcel. No solo reciba trato de favor, sino que impona disciplina militar al resto de presos y controlaba todos los negocios del penal, los lcitos y los ilcitos. Lo cuentan varios expresidiarios y hace diez aos era un secreto a voces: Lima tena el monopolio de la compra de producto para los comedores y tiendas que los internos administraban intramuros. Lima te consegua un telfono y te venda el saldo para usarlo. Lima introduca y venda cualquier droga que se consumiera en el lugar.Si tenas pisto te reciba con los brazos abiertos, cuenta Silvestre, pero a nosotros... Llvese a loscholoso los muchachos los van a matar ah abajo, les deca a las autoridades. Hasta el telfono celular del director tena, y ordenaba a los guardias que le abrieran o cerraran los sectores que l quera y lossombrereaba:Si esas botas que cargs yo las mando a comprar. Abrime, o quers que te despida o te haga trasladar?, les deca.La palabra de Lima era la ley de dios en el Preventivo de Zona 18, y a Silvestre la Mara Salvatrucha le dijo que haba que asesinar a ese dios.El mircoles 12 de febrero de 2003, liderados por Spyder, del Barrio 18; Psyco, de la clica Alfa y Omega de la MS-13, y Chopper, tambin de Alfa y Omega, un total de 250sureosdesataron un motn en el Preventivo. Silvestre particip en l y cuenta que el capitn Byron Lima salv la vida porque cuando inici la batalla no estaba en su celda del sector 7, sino en el rea de visitas, donde logr proteccin de los guardias.Quienes no escaparon a la guillotina de loscholosfueron sus lugartenientes. Ese da los pandilleros usaron las barras de pesas del gimnasio para abrir candados y asesinaron a siete hombres. Decapitaron a cuatro de ellos. Uno de los descabezados era Obdulio Villanueva Arvalo, un sargento mayor, antiguo compaero de armas de Lima, condenado a su lado por el asesinato de Gerardi. Cuentan que Villanueva trat de escapar de su celda haciendo a golpes un agujero en la pared, pero estaba demasiado gordo y no logr atravesarlo.Despus de la masacre del Preventivo, Lima fue trasladado varias veces, pero all donde fue se llev su autoridad consigo. Y su odio por loscholos. En 2008 tuvo su ltimo enfrentamiento con ellos, en Pavoncito precisamente. Cuatro lderes histricos de la Mara Salvatrucha fueron decapitados por loscivilesa las pocas horas de llegar trasladados al penal. Lima, el lder carcelario, asegura que trat de evitarlo pero no pudo. Diez aos despus, como si el tiempo se burlara de los muertos y de quienes matan en las crceles de Guatemala, el capitn Byron Lima sigue siendo el principal lder de lospaisasen el pas y gobierna con rostro amable pero autoridad frrea elpenal de Pavoncito. Dirige la cooperativa que controla todos los negocios del penal, incluida una maquila que elabora uniformes para la Fuerza Armada, y pese a que otros internos han puesto denuncias contra Lima por abusos, el actual director del Sistema Penitenciario lo considera un preso modelo.Silvestre an viste como si fuera pandillero pero hace siete aos decidi que se bajaba del tren en marcha de la Mara Salvatrucha. En la crcel haba conocido a su segunda esposa y concebido con ella su segundo hijo. A este no quera perderlo como al anterior, que vive con su madre en Estados Unidos. Hoy tengo por quin vivir y quiero vivir por ese alguien, les dijo a los lderes de la Mara. Le sentenciaron a muerte.Sentado en un banco de piedra, en la crcel en la que todava cumple condena rodeado depaisasy de otros pandilleros retirados -pesetas, traidores, los llaman los activos-, cuenta de nuevo la forma en que se les escap Lima como si fuera una jugada intrascendente en mitad de un partido de ftbol que viene durando aos y ya le aburre. Asegura que, al fin y al cabo, matar al capitn Lima era solo una parte de la misin y que en las instrucciones que Diablico le dio en enero de 2003 haba en realidad un plan oculto ms importante.El motn en Preventivo tena otro fin. Cuando hablamos, Diablico me dijo que el plan era que por el motn nos movieran a todos a Pavoncito, para cumplir con lo que se haba hablado en el 99.Y qu es lo que se haba hablado en el 99?La ruptura delSur. Diablico quera que se rompiera ya de una vez, en Pavoncito, pero necesitaba tener a ms gente, porque los de los nmeros eran demasiados.Tal y como Diablico haba calculado, las autoridades castigaron a los responsables de la masacre trasladndolos a Pavoncito, porque en ningn otro penal los quisieron recibir. Con una lgica similar a la que en esos mismos aos estaba aplicando en El Salvador al separar a la MS y la 18 para que no se mataran, el Estado guatemalteco decidi separar a los cholosdel resto de presos. Cmo imaginar que la Salvatrucha jugaba con el sistema para sus propios fines.Pero esos fines de la MS-13 encontraron un nuevo obstculo. Al llegar a Pavoncito vimos que ramos muy pocos. Ellos nos duplicaban en cantidad desoldados, dice Silvestre. El expandillero piensa que los dieciocheros ya saban lo que sus enemigos tramaban y por eso haban intensificado la entrada de gente al penal, a la espera de que alguien tirara la primera piedra. De los cerca de 700 internos, calcula que unos 250 eran del Barrio 18 y que los salvatruchos no llegaban al centenar. Los mareros tenan pocas pistolas y balas para enfrentar a tanta gente.En Pavoncito siguieron lasruedas sureas, pero era todo una gran mentira. Cada vez que haba unaburuca, losllaverosde los nmeros convocaban a los de letras y al resto delSurpara pedir calma, pero nuestrosllaverosiban siempre a aquellas reuniones con un par de granadas y alguna nueve, por si acaso algo -cuenta Silvestre.El 13 de abril de 2003, Martes Santo, dos avionetas sobrevolaron el penal arrojando volantes de papel que decan Cristo los ama, convirtanse. Desde el aire la Polica estaba grabando imgenes del recinto para preparar un asalto al da siguiente. En la madrugada del Mircoles Santo, un millar de policas entraron a Pavoncito con la intencin de esposar a todos los pandilleros y trasladarlos a otros penales. Milton Navas, el Gato de Hoover, del Barrio 18, sali de su celda disparando una subametralladora y mat a un polica justo antes de que lo abatieran. Silvestre cree que reccion as porque no supo que era una requisa y pens que se estaba rompiendo elSur.La mayora de lderes fueron a parar a Escuintla. El Estado reaccionaba con aparente dureza, aislando a los ms asesinos, separando a esos animales tatuados de los presos considerados normales. En realidad, los pandilleros se haban ganado sus propias crceles y ahora, libres del acoso de lospaisas, los lderes de la MS podan por fin armarse lo suficiente como para cumplir su objetivo.ElSurlo queramos romper porque losvatosde los nmeros eran... muy feo su modo, pues. Nos andaban taloneando los negocios, todo copiaban. Nosotros desebamos operar solos, desde la crcel pero solos. De ah que en la Mara vivamos elSurcomo una hipocresa y pasamos los aos siguientes trabajando en las calles para comprar armas y meterlas a los penales para romperlo -recuerda Silvestre-. Pasamos esos dos aos en el esprense, esprense.***

El Incienso, en la zona 3, es una de las primeras comunidades de la ciudad de Guatemala en las que se asent la Mara Salvatrucha. An hoy est bajo el control de pandillas.Buster tiene 26 aos, es delgado, y su mirada triste y distrada lo vuelve amable a la vista. No tiene tatuajes en el rostro. Solo un fino bigote sin el cual le costara parecer adulto. Fue miembro de la MS-13 durante ms de quince aos, antes y despus delSur, y conoci a una Mara de la que ya pocos vivos tienen recuerdos: la de los primeros pasos en Guatemala, la de los primeros dilemas.Una Mara Salvatrucha que pens en hacer negocios en grande antes que otras pandillas. Y que fue despiadada antes que el resto.En el 96 vino el trfico, y los (de laclica)Gangster Locos empezaron a matar a gente de la misma Mara -dice Buster-, porque vieron que el dinero estaba en el trfico. Ellos fueron los primeros que decidieron trabajar para ciertos traficantes.Y el resto declicas, les sigui?Parte de la Mara no estaba de acuerdo con trabajar para alguien, y se par. Ah empezaron las guerras dentro del mismo barrio. El barrio empez a alegirclicas. Y al resto, se le encendanluces.Cmo as? La Mara encendiluces verdesa algunas de susclicas?Cabal. Yo solo erachequeo(pandillero a prueba, que no ha sidobrincado opasado por la ceremonia de admisin como miembro pleno) en esos das, y me toc recibir rdenes. Ponele: a nuestraclicanos dieron 13 das para acabar con otraclicay era o nosotros o ellos. El Shark de Normandie, el Soldado de Coronados, y el Chapn de Centrales, que haba venido del Norte, nos dijeron. Y nos dieron carros, pistolas, motos... Igual le pas a laclicade mi hermano, que tuvo que matar a otra.De su hermano, mayor que l, tambin marero, escuch Buster una historia que l no puede imaginar sino cierta y que dibuja un rasgo ms en el rostro de la MS-13: en 1998 ya algunos palabreros de la Mara Salvatrucha, encabezados por el Shark de Normandie, tenan decidido seguir el ejemplo de El Salvador, donde elSurangelino nunca lleg a instaurarse y la guerra con la 18 se libraba no solo en las calles sino tambin en las crceles. Queran romper con las tradiciones angelinas y establecer sus propias reglas para la guerra pandilleril en Guatemala.Al saberlo, segn le contaron a Buster, loshomiesangelinos enviaron a un emisario, el Snyper de Adams, un pandillero fornido, bigotudo y peinado hacia atrs. En el pecho tena las letras de la Mara y el tatuaje de un dragn. Traa con l un mensaje con una sentencia de muerte: elSurno deba romperse, y se le haba comisionado matar al Shark para hacerlo saber. Hubo un meeting, en el Cementerio Nacional en la Zona 3, un lugar controlado por la MS-13 y por los cientos de zopilotes que pueblan el enorme basurero junto al cementerio. A la reunin acudieron palabreros de varias clicas. Snyper pens que iban a escucharle. Tal vez imagin que se ahorrara una bala.Lo que Buster sabe es que ese da, delante de aquella rueda, como en un ritual para matar al padre, la Mara Salvatrucha ejecut al Snyper, quem su cadver y lo arroj al basurero. La voz de Los ngeles, si alguna vez haba sonado a autoridad, quedaba silenciada en las cabezas afeitadas de los mareros guatemaltecos, enterrada con el Snyper entre sucios pedazos de ropa y apestosos restos podridos de comida.Quin te dijo eso? -pregunta Diablico mirando de reojo, cuando le contamos del Snyper, delmeetingen el cementerio, del cuerpo arrojado al basurero.Esposado de pies y manos, completamente vestido de blanco como un santero, con un gorro tambin blanco calado hasta las cejas y ojos recelosos, Jorge Yahir de Len, Diablico, se parapeta en monoslabos cuando le preguntamos por los aos que la Mara Salvatrucha pas planeando romper elSur. Levanta la barbilla y deja ver los tatuajes de su cuello, que parecen ser ellos solos los que sostienen su cabeza. Las autoridades guatemaltecas dicen que Diablico es desde hace algunos aos el principal lder nacional de la Mara Salvatrucha y que desde la crcel de mxima seguridad en la que estamos, Fraijanes II, da rdenes a otros penales y de ah a todo el pas.La autoridad de Diablico se esculpi a base de ser ms violento y espectacular que sus camaradas. ya desde las crceles de menores vena armando motines, dice Silvestre. En febrero de 2007 se le culp de liderar el asesinato, en la crcel del Boquern, de los cuatro policas que asesinaron a su vez a tres diputados salvadoreos del Parlacen y su motorista, aunque de esas muertes Yahir fue despus absuelto en juicio. A finales de 2005, intent matar a pualadas a tres dieciocheros durante una audiencia, en la sala de un juzgado. Detrs de nosotros, seis custodios penitenciarios armados con porras no pierden de vista al pandillero engrilletado. Otro ms sostiene amenazante una especie de extintor con forma de pistola en su extremo. Es un enorme rociador de gas pimienta.Diablico escucha ms que habla. Mide la intencin de nuestras palabras y el efecto de las suyas.No te podemos dar la fuente. Solo queremos saber si la historia es cierta.No es cierto -dice Diablico-. No hay ningn Snyper.S lo hubo. Pandilleros en Estados Unidos recuerdan a un guatemalteco al que llamaban Snyper de Adams, y cuando se les cuenta el relato de Buster parecen entender por qu esehomiedespareci de Los ngeles de repente, para siempre, a finales de los 90. Pero niegan que la pandilla lo hubiera enviado a Guatemala en misin para defender elSur. Era unvatoraro, que se crea msmentede lo que en verdad era. De esos que hablan creyendo que gran conocimiento, va?, pero solocasaca, dice un antiguohomiesuyo. "Una vez le dimos una granvergueadaporque no vena a losmeetingsy no se estabaparandobien. Fue la ltima vez que lo vi, cuenta un veterano angelino que ahora vive en Washington.

Las autoridades guatemaltecas aseguran que Diablico es uno de los mximos lderes de la MS-13 en el pas, aunque admiten que la estructura completa de la pandilla es todava un misterio para ellos.Como sea, al final elSurs lo rompi la Mara Salvatrucha, no es as, Yahir?S, nosotros lo rompimos, por qu negarlo. Las situaciones que se vivieron en las crceles, las presiones, llevaron a que se rompiese eso. Si la duermo me van a jalar, pensaba uno.La idea era entonces romperlo ustedes antes de que lo hiciera la otra pandilla.Es que se junt bastante pandilla de ellos, y nos queran meter en un solo lugar a los de la Mara, pero nosotros no aguantamos casaca. Somos pocos, pero sabemos a quin metemos, no como ellos. Ellos al ver que eran un vergo, queran destruirnos con pura poltica suya.A finales de los 90 el Barrio 18 creci frenticamente en las colonias ms populosas de la capital y el desbalance de fuerzas con la Mara Salvatrucha se hizo cada vez ms incmodo, en la calle y sobre todo en los penales. La MS guatemalteca detestaba medularmente a la 18 y, al ver cmo brincaba a ms y mspatojos, cmo hinchaba su pecho, temi llegar un da a temerla.Pero las presiones de las que habla Diablico tienen ms que ver con los negocios que ambas pandillas dirigan dentro de los penales y los planes de crecimiento empresarial que esconda la Mara en las calles. Silvestre asegura que los dieciocheros copiaban los sistemas de extorsin telefnica que los salvatruchos iban ideando y atraan la atencin de la Polica. Lderes de la 18 explican que, a medida que aumentaba su poblacin carcelaria, introducan mayores cantidades de droga en los recintos, se permitan bajar los precios de cada dosis y arrinconaban a losdealersde la Salvatrucha.La guerra entre la Mara Salvatrucha y el Barrio 18 hace mucho que dej de ser solo por honor o por cadenas de venganza. En Guatemala, elSurera un lastre para los planes de negocio de la Mara. En las pandillas la crcel gobierna a la calle y la MS-13 estaba harta de compartir sus oficinas corporativas con el Barrio 18.***Parado en medio de aquel patio carcelario que estaba listo para una batalla, mirando hacia sushomiesdel Barrio 18 pero gritando tambin hacia el otro extremo, para que le oyeran sus enemigos de la Mara Salvatrucha, el Trouble pidi calma: Nel, al suave, al suave! Me extraa, raza, qu hemos hablado?Pedir calma era casi imponerla. Aunque muchos de sus propios camaradas de la 18 desearan en ese momento pasar por encima de l, derribarlo en una carrera y lanzarse a cuchilladas hacia los descamisados que esperaban al otro lado. Vos tu madre, a la verga con esto!, le decan.Minutos antes, una discusin entre un dieciochero y un miembro de la MS-13 haba derivado en una pelea a puos. De inmediato, en uno de los reducidos patios de la Comisara 31 de Escuintla, una crcel para 200 presos a la que todos llaman El Hoyn, se haban formado dos grupos de hombres dispuestos para sacar de sus celdas las armas escondidas y, a machetazos o a tiros, poner fin para siempre alSur.A los dieciocheros solo los frenaba la autoridad del Trouble. Pandilleros guatemaltecos recuerdan cmo en los aos 98 y 99 la presencia de Jacobo, el Trouble, recinbajadode Estados Unidos,convirti a laclicaHollywood Gangsters de la Zona 6 de Ciudad de Guatemala en un foco de atraccin para dieciocheros de todo el pas. El Trouble irradiaba autoridad ms all de suclica. Tena respeto en todo el Barrio. Tenamente, dicen los actuales lderes de la 18. Portaba un cerebro grandsimo el compadre. Era de aquellos que, la neta, que loshomiesde all andan pidiendoesquinay les estn entrando los de la MS? Puta, para all iban carros, armas, porque l lo deca.Fue ese respeto el que le permiti aquel da mantener en pie las leyes que laEighteen Streetse haba trado consigo desde sus orgenes en Los ngeles y contener el instinto asesino de su gente en El Hoyn. Algunos miembros de la MS-13 hicieron lo mismo entre los suyos y ese da no se rompi elSur. Corra 2003.El Trouble sali libre en 2004 y lo mataron poco despus. Haba ido a la granja penitenciaria de Pavn a visitar a otros pandillerosde la 18, y pistoleros de la Mara Salvatrucha le esperaban a la salida. Le siguieron en taxi algunos kilmetros, hasta que se alej del permetro carcelario, y lo asesinaron.***Laruedadel Barrio 18 estaba reunida en una celda cuando sonaron los dos primeros disparos. Blam, blam. Vaya, homies, qu pedos, es aqu dentro. Las detonaciones llegaban del otro lado del muro, de las celdas y el patio que ocupaba la Mara Salvatrucha, pero el gritero que las sigui recorra todo el recinto. El Abuelo, el Pantera, Criminal, Driver, Snoop, Spider, Lobo... los grandes nombres de la pandilla, supieron al instante que se haban equivocado. Afuera haba 160 dieciocheros descalzos y vestidos solo con boxers y camisetas, esperando la muerte con las manos vacas.Una media hora antes, unhomieles haba advertido que crea haber visto a un salvatrucho con un arma de fuego, pero no quisieron hacerle caso. Imposible, le dijeron. La ruptura delSurera un riesgo evidente desde haca aos, y algunos lderes de la 18, como Criminal, Lobo o Abuelo incluso haban propuesto varias veces al resto de laruedatomar la iniciativa y sacar ventaja. Pero hay miedos y deseos que nunca se cumplen y acaban por diluirse en las rutinas. Cuando alguien propuso introducir en el penal al menos un par de pistolas, para tenerlas guardadas por si acaso, la respuesta de Driver y Spider fue no. Si las ven, ah slas letrasla van a querer reventar. El 15 de agosto de 2005, cuando en el Hoyn sonaron los primeros dos disparos del lado de la MS-13, los presos del Barrio 18 no tenan consigo ni una sola arma de fuego.El da haba amanecido extrao. Cuando a las 7 am se abrieron todas las celdas, los miembros de la Mara Salvatrucha ya estaban todos calzados y con los tenis amarrados. Los de los nmeros, en cambio, se encaminaron en chancletashacia su patio, para asearse, desayunar y esperar que a las 9 se encerrara laruedaa su acostumbrada reunin de cada maana y comenzara la rutina de ejercicio diario que se autoimpona el Barrio 18.A las 9 tambin la rueda de la Mara Salvatrucha entr a reunirse a una de sus celdas, como todos los das. Pero esta vez tardaron apenas unos minutos en salir, pistola en mano. Los primeros blam, blam fueron disparos en la cabeza de dos pandilleros de White Fence que se les atravesaron en el camino. Romper elSurno era solo romper con la 18, sino con todos los sureos, incluso con aquellos, como los White Fence, con los que la MS-13 haba mantenido alianzas por aos en las calles de Guatemala y a los que haba tratado como iguales en las crceles. A esos disparos les sigui la explosin de una granada que caus los primeros muertos de la 18. Despus, en aquella pequea crcel, una bartolina policial reinventada como penal para pandilleros, todo fueron gritos, disparos, explosiones y carreras.El Hoyn, la Comisara 31 de Escuintla, es una edificacin de muros blancos con pequeos torreones y almenas, un castillito de una sola planta y apariencia frgil que ms parece una escenografa en miniatura que una crcel. En su interior, adems de las oficinas administrativas, hay un recinto cuadrado y en el centro de ste una rectangular con doce celdas, seis por lado, que lo divide en dos pequeos patios comunicados por los lados.Cuando los pandilleros de la Salvatrucha, que no llegaban al centenar, comenzaron a avanzar de un patio al otro con aquellos que tenan armas de fuego al frente, los dieciocheros, aunque eran ms que su enemigo, se sintieron en una ratonera.Unos pocos alcanzaron las celdas, se refugiaron bajo sus catres y se protegieron con los colchones. La mayora opt por correr sin parar dentro de aquella trampa en un desesperado intento por esquivar las balas. Nadie trat de sacar los machetes de las celdas. De qu sirve un cuchillo, por largo que sea, frente a un revlver.Pero los mareros disparaban agazapados, con miedo, cubrindose de unas balas que jams llegaron. No conceban la posibilidad de que sus adversarios hubieran jugado limpio, que no tuvieran un as bajo la manga, que no tuvieran ni una sola pistola.Si la Mara hubiera sabido que los dieciocheros no estaban armados, probablemente ninguno hubiera quedado vivo.Laruedadel Barrio 18, los lderes, fueron los ms encerrados de todos. Bajo la lluvia de plomo intentaron una y otra vez salir de la celda y unirse al resto de sus acorraladoshomies, que se arrastraban heridos, se apretaban contra los muros o trataban de escapar ensangrentados por los tejados. Hasta que una granada cruz la reja de la puerta y estall entre ellos. Las esquirlas hirieron a Lobo y destrozaron a Pantera.Un dieciochero grit que haba que avisar por telfono al resto de penales, pero para todo era tarde. Se trataba de un golpe programado y el ataque en otros centros haba sido simultneo. A las 9 de la maana los lderes de la Mara Salvatrucha haban puesto sus telfonos celulares en conferencia entre todas las crceles del pas donde haba pandilleros. Nueve en total, incluidas las de menores.Los custodios de todos esos centros estaban desconcertados. En Chimaltenango y Cobn lograron intervenir antes de que hubiera muertos. En Pavn, donde Diablico se encarg de encabezar el ataque, tuvieron que dar cobijo a un nutrido grupo de pandilleros de la MS-13 que saltaron los muros de sus sectores para huir, porque se negaban a romper el pactosureoy participar de la masacre. En el Hoyn, al ver a los pandilleros subirse a los tejados, los guardias se soltaron a dispararles. Algunos de los dieciocheros muertos de ese da en esa crcel fueron obra suya. La vida de un reo, o de diez, o de cien, no es una preocupacin real cuando existe la posibilidad de un escape.Ese 15 de agosto en las crceles de Guatemala murieron en total 36 personas. El presidente scar Berger, de viaje oficial en Taiwn, dijo en sus primeras declaraciones sobre la masacre que lamentaba las prdidas humanas pero celebraba que no hubiera habido fugas.Tambin en las calles aquel da se desat la furia. Buster, el marero de rostro triste, cuenta que en su clica los llamaron ameetinga las 8 de la maana y les entregaron armas. A los siete que, como l, estabanbrincados, y a todos loschequeos, 25 pandilleros en total. Nos dijeron que elSurse rompa ese da, que ya sabamos qu tenamos que hacer, que haba que golpear todo lo que pudiramos, dice.Cuenta que l se subi a una moto de las que solan compartir, robadas, y se fue hacia Carolingia, territorio del Barrio 18, armado con una 9 mm en el frente del cinturn y un revolver .38 a la espalda. Le gustaba especialmente ese .38. Buster ya haba matado antes, pero pensaba que era un da para lucirse. Lleg a Carolingia como a las once, parque y camin tres cuadras hasta llegar alpuntode la clica CLG. Los encontr reunidos, a 12 15 de ellos, y dispar una y otra vez sin dejar de caminar hacia ellos. Dice que cuando el grupo se dispers, en el suelo haba tres cuerpos. No quiso dar tiempo a que el resto regresaran armados y sali corriendo de nuevo hacia la moto, volvi a supuntopara cargar municiones y enfil hacia la Zona 6 junto con otroshomies, todos en motos. Queran matar ms antes de que acabara el da.Cuando llegaron al Barrio San Antonio ya entraba la tarde. Se saba lo que haba pasado en los penales y todos lospuntosestaban en alerta. Sintieron caliente la vibra. Nos esperaban armados y al vernos comenzaron a detonar, cuenta Buster. All perdieron a uno de los suyos, un brincado. Dejamos tirado all al compadre. Por la noche lo andaba pidiendo su familia. De regreso, en Zona 1, cruzaron disparos con un grupo de policas pero siguieron su camino. De ah fueron a la Zona 18, al Limn, al Paraso... Hirieron a varios pandilleros de la 18 y perdieron a unchequeode la MS-13.Opacados por la cadena de motines en las crceles, ni esos tiroteos ni esas muertes merecieron una sola lnea en los peridicos del da siguiente. Ni una lnea.Esa noche, Buster y sus homies de la Mara Salvatrucha celebraron con cervezas y carne asada. Creo que amanecimos, recuerda. Al da siguiente todo haba cambiado.Despus del 15 de agosto de 2005 el Barrio 18 se prometi a s mismo no confiar nunca ms en sus enemigos y no olvidar lo sucedido. Abundan los dieciocheros que se grabaron en la piel, en un brazo, en el rostro, la fecha del agravio y el nombre de algn cado. La mayora construyeron con su dolor un nuevo odio hacia la Mara Salvatrucha y corearon la voz de losllaverosms guerreros, como Lobo, como Criminal, que en los aos siguientes, convertidos en lderes, quisieron demostrar a toda Guatemala, en las calles, con violencia, que la 18 no era dbil.

rick Humberto Contreras, conocido como el Abuelo, lder retirado del Barrio 18, se hizo tatuar la fecha de la ruptura del Sur en memoria de su camarada muerto El Panther.Tambin hacia dentro de la pandilla se envi ese mensaje. En cuanto comenzaron a cicatrizar las heridas de bala y esquirlas, inici una purga interna cuyas primeras vctimas fueron aquellos miembros de laruedaque haban defendido hasta el ltimo momento elSur. Driver, a quien el Trouble en persona haba nombrado su sucesor en la cpula del Barrio, fue ejecutado en el Hoyn por sus mismoshomiesa mediados de septiembre. Spider muri en el penal de Mazatenango antes del fin de 2005, tambin ajusticiado.Otros hombres de respeto que sobrevivieron a esa purga perdieron poco a poco liderazgo en esa pandilla ensatanada por sentirse herida. En cierto modo, el Barrio 18 tambin comenz a perder sentido para los pandilleros de la vieja escuela, forjados en la supuesta mstica de la hermandad y de cumplir la palabra.