El d i o s del m ar
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Poseidón era el primer hijo nacido de la unión entre
Cronos y Rea. Tras él llegaron Zeus, Hades, Hestia y
Deméter.
Según la mitología griega, al nacer su madre lo salvó de ser devorado por su propio padre
escondiéndolo entre sus corderos y entregando a Cronos
un pequeño potro para que saciara su ansia devoradora.
Claro que, según otras versiones, sí que fue engullido por su progenitor y rescatado
más tarde por su hermano Zeus.
Este dios poderoso estableció su morada en el mar, en donde levantó un fabuloso palacio
dorado engalanado de corales y piedras de colores. Poseidón le
gustaba recorrer sus vastos territorios en un carro tirado
por caballos de blanca espuma.
Se enfrentó con varios dioses como, por ejemplo, Atenea, diosa
de la guerra, ya que ambos ansiaban hacerse con el control de la ciudad de Atenas. Para
ganarse el favor de los habitantes de la ciudad, Poseidón hizo nacer un pozo al golpear el
suelo con su tridente, pero resultó de agua salada. Atenea
por su parte hizo crecer un olivo fuerte e indestructible que fue el regalo que al f inal pref irieron los
atenienses.
También tuvo su protagonismo en el levantamiento de las gigantescas
murallas que protegían la ciudad de Troya. Pero los troyanos se negaron a entregarle, tanto a él como a Apolo, la parte de la recompensa que les habían
prometido, así que Poseidón les envió un desbastador monstruo marino como castigo, monstruo que tan solo cayó
bajo la fuerza de Hércules.
También tuvo su protagonismo en el levantamiento de las gigantescas
murallas que protegían la ciudad de Troya. Pero los troyanos se negaron a entregarle, tanto a él como a Apolo, la parte de la recompensa que les habían
prometido, así que Poseidón les envió un desbastador monstruo marino como castigo, monstruo que tan solo cayó
bajo la fuerza de Hércules.
También tuvo su protagonismo en el levantamiento de las gigantescas
murallas que protegían la ciudad de Troya. Pero los troyanos se negaron a entregarle, tanto a él como a Apolo, la parte de la recompensa que les habían
prometido, así que Poseidón les envió un desbastador monstruo marino como castigo, monstruo que tan solo cayó
bajo la fuerza de Hércules.