El Culto Historico a los Santos

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1 LAS RELIQUIAS DEL REAL MONASTERIO DEL ESCORIAL Vol. I Transcripción, introducción e índices de Benito Mediavilla Martín, O.S.A. José Rodríguez Díez, O.S.A. Ediciones Escurialenses 2004

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  1. 1. 1 LAS RELIQUIAS DEL REAL MONASTERIO DEL ESCORIAL Vol. I Transcripcin, introduccin e ndices de Benito Mediavilla Martn, O.S.A. Jos Rodrguez Dez, O.S.A. Ediciones Escurialenses 2004
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  4. 4. 4 Ediciones Escurialenses Real Monasterio de El Escorial Madrid (Espaa) ISBN: Depsito legal:
  5. 5. 5 DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA DEL MONASTERIO DE SAN LORENZO EL REAL DE EL ESCORIAL LAS RELIQUIAS DEL MONASTERIO DEL ESCORIAL Documentacin Hagiogrfica Transcripcin, introduccin, notas e ndices por Benito Mediavilla y Jos Rodrguez Dez, OSA. EDICIONES ESCURIALENSES Real Monasterio de El Escorial 2004
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  7. 7. 7 Siglas y abreviaturas AAS : Acta Apostolicae Sedis ACI : Annuario cattolico dItalia. ActaM : Actas de los mrtires, ed. BAC., D. Ruiz Bueno. ActaSS : Acta sanctorum. AGP : Cathlogo y breve compendio de vidas de los santos. Archivo General de Palacio, Madrid. Alonso : Los apcrifos del sacromonte. AnAug : Analecta augustiniana (revista). AnPont : Annuario pontificio. Artola : Enciclopedia de historia de Espaa. Atienza : Nobiliario espaol, diccionario herldico de apellidos espaoles. BAC : Ao cristiano, ed. BAC, 4 vols. BHL : Bibliotheca hagiogrfica latina. BS : Bibliotheca sanctorum. Cabrera : Felipe II, rey de Espaa, 4 vols. Caporilli : Los papas. CCOE : Cdigo de Cnones de las Iglesias Orientales CD : La Ciudad de Dios (revista) CIC : Cdigo de Derecho Cannico, eds. 1917 y 1983. Chevalier-B : Repertoire des sources historiques du moyen age. Bio-bibliographie. Chevalier-T : Repertoire des sources historiques du moyen age. Topo-bibliographie. Cloulas : Felipe II. CrIC : Corpus Iuris Canonici, ed. lipsiense, Graz, 2 vols. Croisset : Ao cristiano, J. Croisset, 6 vols. Deschamps : Dictionnaire de geographiae a l`usage du libraire ... Denzinger : El Magisterio de la Iglesia: Enchiridion Symbolorum. DHE : Diccionario de historia de Espaa. DHEE : Diccionario de historia eclesistica de Espaa. DIS : Diccionario ilustrado de los santos. DMAS : Dos mil aos de santos. Doria : Diccionario herldico y nobiliario de los reinos de Espaa. DPC : Diccionario de papas y concilios. DRAE : Diccionario de la real academia espaola. DS : Diccionario de los santos, ed. Paulinas. Egger : Lexicon nominum locorum. Englebert : El libro de los santos. ES : Espaa sagrada, Enrique Flrez. Eubel : Hierarchia catholica. Fbrega : Santoral completo. Fdez. Alvarez : Felipe II y su tiempo.
  8. 8. 8 Fliche-Martin : Historia de la Iglesia, vols. XVIII-XX. Gams : Series episcoporum ecclesiae catholicae. GER : Gran Enciclopedia Rialp GIPS : Gua iconogrfica de la biblia y los santos. Hispania Sacra: Felipe II y sus archivos hagiogrficos de El Escorial (J.M. del Estal). Kamen : Felipe de Espaa. Kirschbaum : La Tumba de San Pedro y las Catacumbas. LG : Concilio Vaticano II: Constitucin Lumen Gentium Lexikon : Lexikon fr Theologie und Kirche. Linage : los orgenes del monacato benedictino en la pennsula Ibrica. Madoz : Diccionario geogrfico-estadstico-histrico. Mansi : Sacrorum Conciliorum nova et amplissima collectio. MJE : Monjes jernimos del monasterio de El Escorial. MM : Felipe II (1527-1598): La configuracin de la monarqua hispana. MR : Martyrologium Romanum (edic. 2001) MS : Memorias sepulcrales del Escorial. NAC : Nuevo ao cristiano, ed. J. A. Martnez Puche, 12 vols. Olarra : ndices de la correspondencia entre la nunciatura de Espaa y la Santa Sede durante el reinado de Felipe II. PG : Patrologiae cursus completus, series graeca, Migne. Pidal : Historia de Espaa, vol. XXII. PL : Patrologiae cursus completus, series latina, Migne. Romn : Diccionario de los santos, M.T. Romn. SC : Concilio Vaticano II: Constitucin Sacrosanctum Concilium Schwaiger : La vida religiosa de la A a al Z. Sigenza : Fundacin del monasterio del Escorial. Terricabras : Felipe II y el clero secular. Urbel : Ao cristiano, J.P.Urbel, 5 vols. Vizmanos : Las vrgenes cristianas de la Iglesia primitiva, ed. BAC. XIMV : Once mil vrgenes. Yepes : Crnica general de la orden de san Benito, ed. J.P.Urbel, 3 vols.
  9. 9. 9 INTRODUCCION GENERAL "De acuerdo con la Tradicin, la Iglesia rinde culto a los santos y venera sus imgenes y sus reliquias autnticas" ( Vaticano II: SC, n.111) SUMARIO I. Culto histrico a los santos: 1. Doctrina teolgica. 2. Veneracin de las reliquias. 3. Legislacin eclesistica sobre reliquias. II. Calendarios hagiogrficos histricos: 1. Actas de los mrtires. 2. Crongrafo de Filcalo. 3. Martirologio jeronimiano. 4. Martirologio de Beda y otros altomedievales. 5. Leyendas ureas. 6. Martirologio romano. III. Hagiografas modernas y actuales: 1. Santorales modernos ms relevantes (Acta Sanctorum, Espaa Sagrada, Ao Cristiano de Croisset). 2. Santorales actuales ms valorados (Ao Cristiano (Urbel, BAC) Bibliotheca Sanctorum, Santoral Completo, Diccionario de los Santos, Diccionario Ilustrado de los Santos, Nuevo Ao Cristiano, Dos Mil Aos de Santos...) IV. El gran Relicario del Escorial: 1. Felipe II, mecenas y devoto de las reliquias. 2. Reliquias y reliquieros. 3. Ubicacin reliquial. 4. El arte del relicario. 5. Relicarios escurialenses. 6. Orfebres y plateros escurialenses. V. Inventarios histricos: 1. Inventario y Memorial (s. XVII). 2. Memoria de las reliquias y relicarios (s. XVIII). 3. Inventario general de la Baslica (s. XIX). 4. Inventario del Monasterio (s. XX). 5. Inventario digitalizado (1990/92). VI. El problema de la autenticidad de las reliquias: 1. Credibilidad y credulidad en la historia general de las reliquias. 2. Autenticidad y autenticacin de las reliquias del Escorial. VII. Anexo: El Expolio napolenico
  10. 10. 10 I Culto histrico a los Santos 1. DOCTRINA TEOLGICA: Despus de consolidada la celebracin de los misterios litrgicos de Jesucristo y de la Virgen Mara, la piedad cristiana extiende tambin su devocin al culto de los santos, primero a los mrtires, luego a los confesores de la fe sin martirio cruento. El culto a los santos o "creo en la comunin de los santos" es un hecho dogmtico con fundamento bblico, que desde el siglo II viene celebrando la Iglesia en el dies natalis o natalicio martirial, primeramente ante la sepultura del mrtir y posteriormente ante el altar de iglesias con reliquias martiriales. A modo de testimonio patrstico, valga este texto de san Agustn, escrito hacia el ao 398: El pueblo cristiano celebra unido en solemnidad religiosa las memorias de los mrtires para estimular su imitacin, asociarse a sus mritos y ayudarse con sus oraciones; de tal modo, sin embargo, que no levantamos altares a ningn mrtir, sino al Dios de los mrtires....Veneramos, pues, a los mrtires con el culto del amor y de la compaa, que en esta vida se tributa tambin a los santos, hombres de Dios, cuyo corazn percibimos que est dispuesto a sufrir el martirio por la verdad del evangelio1 . Y ya en das de san Agustn y a partir del siglo V con san Martn de Tours, tambin confesores (pastores, doctores, vrgenes, santos y santas), creando todo un santoral que desborda el martirologio2 , pues todas las iglesias locales van teniendo catlogos de santos, cuya suma formar el gran calendario de la Iglesia universal incrementado durante veinte siglos con santos canonizados, mostrables por su santidad "coram Ecclesia", que sin duda son muchos menos que los santos "coram Deo", no canonizados, si se permite extrapolar las expresiones martiriales de Benedicto XIV. Baste decir, en gracia a la sntesis, que la constitucin eclesial Lumen Gentium (= LG) del Vaticano II (a. 1964) sobre el pueblo de Dios, recogiendo doctrina bblico-teolgica anterior, supone y acepta la intercomunicacin de la Iglesia de viadores o peregrinante con la Iglesia celestial, cuando dice que la Iglesia siempre profes veneracin a los santos, recomendndolos a la piedad de los fieles por su impulso hacia lo eterno y su funcin de ejemplo a seguir; hombres como nosotros, se transforman en rostro e imagen de Cristo, siendo testigos que atraen por su testimonio de la verdad del evangelio por su perfeccin ya lograda; la eucarista nos pone en comunin con los santos (n.50), a quienes celebramos durante el ao litrgico por haber cumplido ya el misterio pascual en el sufrir y en el ser glorificados. 1 Populus christianus memorias martyrum religiosa sollemnitate concelebrat... (Contra Faustum, 20, 21, en Obras Completas de san Agustn (=OCSA), ed. BAC, Madrid 1993, XXXI, pp. 462-463; cf. Serms. 273, 7; 325, 1-2; De civ. Dei, VIII, 27, 1-2; X, 4; XIX, 23; martyrem non facit poena, sed causa (Serm. 53 A ,13), etc. 2 ENZO LODI, Los santos del calendario romano, Madrid 1990, pp. 11-18; LLORCA, B., Historia de la Iglesia Catlica, ed. BAC, Madrid 1950, I, p. 938
  11. 11. 11 Por eso, la constitucin Sacrosanctum Concilium (=SC) de 1963 sobre la sagrada liturgia, aade: Adems, la Iglesia introdujo en el crculo anual el recuerdo de los mrtires y de los dems santos que, llegados a la perfeccin por la multiforme gracia de Dios y habiendo ya alcanzado la salvacin eterna, cantan la perfecta alabanza a Dios en el cielo e interceden por nosotros. Porque al celebrar el trnsito de los santos de este mundo al cielo, la Iglesia proclama el misterio pascual cumplido en ellos, que sufrieron y fueron glorificados con Cristo; propone a los fieles sus ejemplos, los cuales atraen a todos por Cristo al Padre, y por los mritos de los mismos implora los beneficios divinos (n.104). Por todo ello, De acuerdo con la Tradicin, la Iglesia rinde culto a los santos y venera sus imgenes y sus reliquias autnticas (SC, n.111). Y ya aos antes del Vaticano II, Benedicto XV haba promulgado en 1917 el primer Cdigo de Derecho Cannico (=CIC), donde, despus de precisar que el culto de latra se debe solo a Dios y el de hiperdula a la Virgen (c.1255), legisla sobre los dems santos recogiendo la Tradicin: Solo es lcito honrar con culto pblico a los Siervos de Dios que por la autoridad de la Iglesia han sido puestos en el catlogo de los Santos o de los Beatos. A los que han sido cannicamente inscritos en el catlogo de los Santos se les debe dar culto de dula; a los Santos se les puede honrar en todas partes y con cualquier acto de dicho culto; pero a los Beatos solo se les puede dar culto en los lugares y en la forma que el Romano Pontfice concediere (CIC, 1227). Y en el nuevo Cdigo Cannico posvaticano, promulgado en 1983, la legislacin vigente de la Iglesia latina reafirma la misma doctrina (CIC, 187) cuando recoge el primer pargrafo acotado del texto anterior; texto que se repite literalmente en el primer Cdigo de Cnones de las Iglesias Orientales (CCEO, 885), promulgado tambin por la Iglesia catlica en 1990. Quede sintetizada en estos textos la secular doctrina teolgica sobre el culto a los santos. 2. VENERACIN DE LAS RELIQUIAS: Este culto a los santos se puede canalizar a travs de la veneracin de sus reliquias. Y es que las reliquias de los santos siempre han gozado de veneracin creciente por parte del pueblo cristiano, segn ya apuntan Padres Apostlicos y Santos Padres de la Iglesia, como Ignacio de Antioqua, Policarpo, Efrn, Agustn, Teodoreto, Jernimo, Mximo...3 . Tumbas y catacumbas romanas en cementerios cristianos diseminados por las trece Vas extraurbanas, son verdaderos reliquiarios de la Iglesia naciente y perseguida, dando culto en criptas, capillas decoradas, que devendrn baslicas4 . Pero en los cinco primeros siglos, salvo la veneracin en los propios sepulcros, 3 ROUET DE JOURNEL, M.J., Enchiridion Patristicum, Barcelona 1958, respectivamente nn. 80, 726, 1738, 2148. 4 KIRSCHBAUM, E. - JUNYENT, E. -VIVES, J., La Tumba de San Pedro y las Catacumbas Romanas (en adelante, Kirschbaum), BAC, Madrid 1954, pssim: Vas Flaminia, Salaria Antigua, Salaria Nueva, Nomentana, Tiburtina, Labicana, Latina, Apia, Ardeatina, Ostiense, Portuense, Aurelia, Cornelia (pp. 172-259); ndice de cementerios (pp. 594-595); mapa topogrfico, (in fine); IIGUEZ ALMECH, F. -BELTRAN Mtz, A., "Catacumbas", en Gran Enciclopedia Rialp (=GER), Madrid 1992, V, 321-323 (infra, Introd., n. 200).
  12. 12. 12 predomina el culto a las llamadas Palliola y Brandea o trozo de tela tocados en los restos o cuerpos de los santos, que yacan en sus sepulcros, ya que las leyes del imperio romano prohiban exhumar cadveres; prohibicin, por lo dems, que no se cumpli en Oriente cristiano; y dejar de existir en Occidente a partir del siglo VII con legislacin de concilios provinciales que promueven el culto a las reliquias de los cuerpos de los santos5 . De modo que del siglo II hasta la paz constantiniana del siglo IV (a.313) el culto a los mrtires suele ser local, pero desde el siglo IV ya hay intercambio de reliquias y memorias martiriales entre diversas iglesias con propios calendarios6 , cartagineses en Roma y romanos en Cartago o en la Nueva Roma de Constantinopla. Y surgen las grandes baslicas cristianas; y los poetas, como Prudencio, cantan las gestas de los mrtires, cuyo martirologio se va convirtiendo en santoral. Y Oriente, ms libre de la legislacin romana, va fijando un da litrgico de fiesta, bien en Pascua (Siria), bien en Pentecosts (Bizancio), que va copiando Roma, hasta que en el siglo IX (a.834) nace la fiesta de Todos los Santos el uno de noviembre por voluntad del papa Gregorio IV7 . Y en las aras de los altares deber presidir alguna reliquia de mrtires y/o santos confesores, uniendo as altar y sepulcro, Cristo e Iglesia, llegndose, incluso a celebrar una fiesta litrgica de las Santas Reliquias, que vino a ser el 6 de noviembre. Y al pairo de estas fiestas, las Ordenes religiosas y las dicesis buscaron otro da tambin para sus propios santos, que termin siendo mayoritariamente el 5 de noviembre. Y para la memoria de sus reliquias, otro da del mismo mes8 . En apartado posterior estudiaremos ms detenidamente la credibilidad y credulidad sobre la autenticidad de las reliquias en general y de las trasladadas al Escorial9 . 3. LEGISLACIN ECLESISTICA SOBRE RELIQUIAS: Las orientaciones episcopales de Padres Apostlicos y SS. Padres10 sobre el culto a los santos a travs de sus reliquias es necesario regularlas desde la autoridad pontificia, a la vista de confusiones y desvos fanticos. Tan valorada y protegida quiere ser la veneracin de los mrtires y sus reliquias, que ya en el siglo IV el papa del primer concilio ecumnico en Nicea, san Silvestre I (314-335), instituye los llamados "Martiriarios", que son un oficio eclesistico de clrigos, como "custodios de mrtires" o "mansionarios" con rango superior al subdiaconado. En tiempo de san Len I Magno (440-461), papa del IV concilio ecumnico en Calcedonia, este oficio gira en torno a los "cubicularios" o custodios de los sepulcros de los apstoles Pedro y Pablo, al decir de san Gregorio de Tours (538-594), autor de la Historia Eclesistica de los Francos. Y en el siglo VIII, el propio concilio II de Nicea (787) bajo el pontificado de Adriano I, distingue, contra el confusionismo iconoclasta, entre culto de adoracin o latra, debido solo a Dios, y el culto de veneracin o dula para los santos, la santa Cruz y reliquias11 . En el siglo X, el papa Juan XV asume como tal y sin exclusivas el primer proceso de canonizacin conocido, durante el snodo de Letrn (993), elevando a los altares a san Ulrico o Ulderico (+ 973), obispo de Augsburgo. As reza un texto de la Encclica a los obispos y abades de Francia y Alemania: 5 VIVES, J., "Reliquias", en Diccionario de Historia Eclesistica de Espaa (=DHEE), Madrid 1973, III, pp. 2074- 2075. 6 Infra, Intr., II, Calendarios hagiogrficos histricos. 7 CAPORILLI, M., Los Papas. Los Concilios Ecumnicos. Los Jubileos -Aos Santos (=Caporilli), Trento/Roma 1999, p. 36. 8 FRANQUESA, A.M., "Fiesta de las Santas Reliquias", en Ao Cristiano, BAC, Madrid 1959, IV, pp. 302-307. 9 Infra, Intr.,VI, El problema de la autenticidad de las reliquias. 10 Supra, nota 3. 11 Caporilli, 95; PAREDES, J., (dir.) Diccionario de los Papas y Concilios (=DPC), Barcelona 1998, pp. 103-105.
  13. 13. 13 Por comn consejo hemos decretado que la memoria de l, es decir, del santo obispo Ulrico, sea venerada con afecto piadossimo, con devocin fidelsima; puesto que de tal manera adoramos y veneramos las reliquias de los mrtires y confesores, que adoramos a Aquel de quien son mrtires y confesores; honramos a los siervos para que el honor redunde en el Seor, que dijo: "el que a vosotros recibe, a m me recibe" [Mt 10, 40]12 . En el siglo XII, el canonista Rolando Bandinelli, ya papa con el nombre de Alejandro III (1159-1181), aborda de nuevo el tema de los santos y sus reliquias avocando para s con autoridad pontificia: No es lcito venerar pblicamente como santo a nadie sin la autorizacin de la Iglesia de Roma13 . En consecuencia, sin santo autorizado no cabe veneracin de reliquias. Se trata de evitar abusos y ligerezas. En el siglo XIII, el legista Inocencio III, en concilio de Letrn IV (1215), al tratar de la reforma de la Iglesia, ajusta ms la normativa del culto a reliquias y santos pidiendo a los propios cristianos ms respeto a las reliquias antiguas, conservadas en sus relicarios, evitando venalidades: La religin cristiana es a menudo denigrada, porque algunos exponen reliquias de santos para venderlas o mostrarlas a cada paso. Para que eso no se produzca ms en el futuro, establecemos por el presente decreto, que las reliquias antiguas no sean ms expuestas fuera de su relicario, ni mostradas para ser vendidas14 Y respecto a las reliquias de nuevo hallazgo, el Papa exige la autorizacin pontificia para su veneracin pblica en lnea con su predecesor, Alejandro III: En cuanto a las nuevamente encontradas, nadie ose venerarlas pblicamente, si no hubieren sido antes aprobadas por la autoridad del Romano Pontfice. Adems, los rectores de las iglesias vigilarn en el futuro para que la gente que va a sus iglesias para venerar las reliquias no sea engaada con discursos inventados o falsos documentos, como se suele hacer en muchsimos lugares por afn de lucro15 tem ms, el propio "Romano Pontfice, que detenta la plenitud del poder", pide a los obispos ms rigor y discrecin en la concesin de Indulgencias: Puesto que, a consecuencia de indulgencias indiscretas o superfluas, que ciertos prelados no temen conceder, el poder de las llaves de la Iglesia es menospreciado y la satisfaccin penitencial queda privada de su fuerza, decretamos que, cuando se dedica una baslica, la indulgencia no sobrepasar el ao16 12 DENZINGER, H.- HUNERMANN, El Magisterio de la Iglesia: Enchiridion Symbolorum, (=Denzinger), Barcelona 1999, n. 675; JEDIN, R., Manual de Historia de la Iglesia, Barcelona 1970, III, p. 465; Caporilli, 43. 13 Decretales de Gregorio IX, lib.III, tt. 45, cap.I (= c.1, X, III, 45), en Corpus Iuris Canonici (=CrIC), Graz 1959, II, 650; Denzinger, 818-820. 14 Denzinger, 818; Caporilli, 100; DPC, 203-212; JEDIN, R., Manual..., III, p. 465. 15 Denzinger, 818. 16 Ibid., 819
  14. 14. 14 A finales de siglo, el papa Bonifacio VIII (1294-1303), deseando promover reliquias y veneracin de santos autnticos y universales, realza liturgias de Apstoles, evangelistas y cuatro grandes doctores de la Iglesia17 . Realce con indulgencias, que el subsiguiente papa, Clemente V, fomentar, a travs del concilio general de Viena (1311), aplicndolas al culto latrutico a la Eucarista al fijar la fiesta de Corpus18 . Gracias similares, que en el siglo XV tambin extender Sixto IV (1471-1484) al culto de hiperdula en la fiesta de la Inmaculada Concepcin19 . Y abundando en la veneracin de las reliquias, a principios de este siglo XV, cerrado el cisma de Occidente, el papa Martn V, en el concilio ecumnico de Constanza (1418), haba dirigido una Bula a jerarcas e inquisidores, contra doctrinas de preluteranos wyclefitas y husitas, proponiendo en el interrogatorio sobre el credo catlico, entre 39 puntos, el 29 que dice: Si cree y afirma que es lcito que los fieles de Cristo veneren las reliquias y las imgenes de los santos20 Pero ser, en el siglo XVI, el concilio de Trento, bajo Po IV, quien en la sesin XXV de 1563, tratando de la "invocacin de los santos y sobre sus imgenes sagradas", decreta que se instruya al pueblo cristiano para desarraigar abusos y supersticiones al respecto, moderando as la devocin indiscreta: Manda el santo Concilio a todos los obispos y a los dems que tienen cargo y cuidado de ensear que, de acuerdo con el uso de la Iglesia catlica y apostlica, recibido desde los primitivos tiempos de la religin cristiana, de acuerdo con el sentir de los santos padres y los decretos de los sagrados Concilios: que instruyan diligentemente a los fieles en primer lugar acerca de la intercesin de los santos, su invocacin, el culto de sus reliquias y el uso legtimo de sus imgenes... Enseen tambin que deben ser venerados por los fieles los sagrados cuerpos de los santos y mrtires...; de suerte que los que afirman que a las reliquias de los santos no se les debe veneracin y honor, o que ellas y otros sagrados monumentos son honrados intilmente por los fieles y que en vano se reitera el recuerdo de ellos con objeto de impetrar su ayuda, [todos estos] deben absolutamente ser condenados, como ya antao se les conden y ahora tambin los condena la Iglesia21 Es condena velada del protestantismo iconoclasta insurgente, promovido por Lutero, Zwinglio22 y, sobre todo, Calvino, quien fustiga e ironiza la prctica del culto a las reliquias, dando demasiadas por falsas23 . Condena, que se reafirma de forma positiva en la confesin tridentina de la fe: 17 Decretales , lib.III, tt. 22, c. nico ( =In VI, III, 22; CrIC, II, 1059). 18 Decretales clement, lib. III, tt. 13, c.1 (=In Clemen, III, 13, c.1; CrIC, II, 1173-1177); Caporilli, 102. 19 Extravagantes comunes, lib. III, tt. 12, c.1 (=Extrav.Com., III, 12, c.1; CrIC, II1285-1287). 20 Bula Inter cunctas, 22-II-1418 (Denzinger, 1269) 21 Denzinger, 1821-1822. 22 RIGHETTI, M., Historia de la liturgia, BAC, Madrid 1955, I, pp. 930ss; LLORCA, B.-GARCIA VILLOSLADA, R., Historia de la Iglesia Catlica, II, p. 809; 23 CALVINO, J., Trait des Reliquies (1543), ed. Genova 1601. BOZKY, E. et HELVTIUS, A.M. (edits.), Hagiologia: Les Reliques (objets, cultes, symboles), Actes du Coloque International, Turnhout (Blgica) 1997, 123- 141; 271-292 (seguidores modernos).
  15. 15. 15 Sostengo constantemente... que los santos, que reinan con Cristo, deben ser venerados e invocados y que ellos ofrecen sus oraciones a Dios por nosotros; y que sus reliquias deben ser veneradas24 Y sigue el concilio tridentino centrando el verdadero culto a las imgenes25 para concluir censurando el abuso y comercio de reliquias: En la invocacin de los santos, en la veneracin de las reliquias y en el uso sagrado de las imgenes deber ser rechazada cualquier supersticin, eliminada toda torpe bsqueda de dinero y, finalmente, evitada toda indecencia26 . Y en lnea con la susodicha norma centralizadora de canonizar santos, iniciada por el papa Juan XV (s.X) y recabada por Alejandro III (s.XII), ser Urbano VIII, quien en 1625 urgir ms el cumplimiento canalizndola a travs de la Congregacin de Ritos (creada en 1588 por Sixto V) y reordenando los procesos de beatificacin y canonizacin27 . Un siglo despus, Benedicto XIV, en su calidad de jurista, en 1737 dar ulterior forma jurdica sobre las condiciones de martirio y nuevas normas de beatificacin y canonizacin formalizando el doble proceso28 . Y dos siglos ms tarde, dentro de esta centralizacin canonizadora, resultaban demasiado lentos y complicados los procesos desde la incoacin diocesana de la causa hasta la culminacin apostlica romana con ida y vuelta, imposibilitando por defuncin- presencias o testimonios de testigos oculares. As, con variantes de san Po X de 1913 el CIC de 1917 recoge los procesos De las cuasas de beatificacin de los siervos de Dios y de la canonizacin de los beatos (cc. 1999-2141). Po XI por Motu Proprio de 1930 y 1939 agiliza los procesos ordinarios de causas histricas instituyendo la seccin histrica de la Congregacin de Ritos (AAS, 22 (1930) 87-88). Pablo VI, en das posvaticanos, con otro Motu Proprio, Sanctitatis Clarior de 1969 reordena ms aptamente el proceso ordinario y apostlicoo, creando la Congregacin de Causas de los Santos, independizada de la Congregacin de Ritos (AAS, 61 (1969) 149-153). Reodenacin que se perfecciona, finalmente, con la Constitucin Apostlica Divinus Perfectionis Magister de Juan Pablo II, promulgada en 1983 con la misma fecha que el nuevo Derecho Cannico (AAS, 75 (1983) 349-355) reestructurando tipos de procesos y descentralizando competencias, en pasos informativos, al otorgar al obispo diocesano autoridad propia no delegada- en comunin eclesistica con el Papa29 . En este contexto eclesial moderno del siglo XX, que exige mesura y autenticidad, volviendo a la consecuencia de la canonizacin, que es la veneracin de las reliquias de los santos, ya el CIC de 1917 aplicar la doctrina tridentina y pontificia en textos cannicos. As, despus de indicar que la veneracin y culto a los santos es relativo referido a la persona (CIC, 1255) y ser saludable venerar sus reliquias (CIC, 1276), prohibir su venta (CIC, 1289) y exigir autorizacin de la Sede Apostlica para la enajenacin y traslado a perpetuidad de las 24 BULA, Iniunctum nobis, 13-XI-1564 (Denzinger, 1867). 25 Denzinger, 1823-1824. 26 Ibd., 1825. 27 Decreta servanda in canonizatione et beatificatione Sanctorum, Roma 1642 (GAGNA, F., De processu canonizationis a primis Ecclesiae saeculis usque ad Codicem Iuris Canonici, Roma 1940; TROMBELLI, G.C., De cultu sanctorum, Bolonia 1740; RODRIGO, R., Manual para instruir los procesos de canonizacin, Salamanca 1988). 28 De Servorum Dei beatificatione et canonizatione, Bolonia 1737; Roma 1839). Criterio importante es distinguir "martyr coram Deo" y "martyr coram Ecclesia". Estos segundos son los canonizables. 29 MONTERO JORDI, M.A. Causas de Beatificacin y Canonizacin en la actual disciplina de la Iglesia, Ao Cristiano, BAC, Madrid 2002, I, pp. LXXXV-CXXII.
  16. 16. 16 reliquias insignes30 o de gran veneracin (CIC, 1281), afirmar que tales no deben guardarse en casas u oratorios privados sin licencia expresa del Ordinario del Lugar (CIC, 1282), aadiendo que solo pueden tener culto pblico aquellas reliquias que conste ser genuinas por un documento autntico de algn cardenal de la Iglesia Romana o del Ordinario local o de algn varn eclesistico, a quien por indulto apostlico se le haya concedido la facultad de autenticar (CIC, 1283,1) Exigencia, pues, de testimonio fidedigno que legitime la fidelidad a efecto de culto pblico, impidiendo incluso el culto privado a las reliquias no autnticas, cuyo asunto confa a la prudencia del Ordinario local(CIC, 1284). A este propsito, sin un dictamen previo del Ordinario local..., no se deben poner a la pblica veneracin las sagradas reliquias cuyos documentos de autenticidad hayan perecido por las perturbaciones civiles o por cualquier otro suceso. Sin embargo, a las reliquias antiguas se ha de continuar dispensndoles igual veneracin que hasta el presente, mientras no conste en algn caso particular con pruebas ciertas que son falsas o ficticias (CIC, 1285). Y es que, en principio, la presuncin de derecho (iuris tantum) est a favor de la autenticidad; por consiguiente, a tenor de CIC, 1827, mientras no se pruebe lo contrario debe considerarse la reliquia genuina; la investigacin y en foros adecuados debe ser realmente probatoria; no valen meras conjeturas, argumentos que no pasan de probables o por simples prejuicios (CIC, 1286). A la altura de 1965, el Vaticano II, de "acuerdo con la Tradicin", ya solo necesitar recordar que "la Iglesia rinde culto a los santos y venera sus imgenes y sus reliquias autnticas", segn hemos glosado anteriormente. Por ltimo, la codificacin doctrinal del concilio Vaticano -cual es el CIC nuevo y vigente de 1983, referido a la Iglesia catlica latina-, silenciando detallismos ms litrgicos que cannicos del cdigo anterior, sigue prohibiendo vender reliquias sagradas; y permite la enajenacin o traslado de las insignes, si es a perpetuidad, solo con licencia de la Santa Sede (CIC, 1190), sancionando con penas actos en contrario (CIC, 1377). El mismo criterio expresa el Cdigo de las Iglesias Orientales de 1990, delegando al Patriarca y su Snodo la autorizacin (CCEO, 888). La reduccin legislativa del nuevo derecho cannico obedece, en comentario del canonista J. L. Santos, a que "se da por descontado que el culto a las reliquias debe partir de la autenticidad, evitando las mltiples deformaciones y falsedades a que ha llevado en esto la fantasa y credulidad popular. Por esta razn se silencia en este canon esta norma de sentido comn, como tambin se silencian otras disposiciones relativas al culto, expresado en la legislacin [cannica] anterior, por considerar que pertenecen a la normativa litrgica, ms bien que a la jurdica"31 30 "Son reliquias insignes...el cuerpo, la cabeza, un brazo, el antebrazo, el corazn, la lengua, una mano, una pierna, o aquella parte del cuerpo en que el mrtir padeci, con tal que est ntegra y no sea pequea" (CIC, 1281, 2). El CIC de 1983 cita las reliquias "insignes" sin definirlas (c. 1190). Sobre nombre tradicional de otras reliquias no explicitado en el derecho cannico (infra Introd., texto de nn. 96 y 147). 31 SANTOS, J.L., Comentario exegtico al CIC, cn. 1190, III/2, Pamplona 1995, pp. 1723-1724.
  17. 17. 17 II Calendarios hagiogrficos histricos A partir de las Actas de los mrtires, van surgiendo listas o calendarios de mrtires y santos, que, en expresin del especialista H. Quentn, cuando aaden un extracto de la Passio se llaman martirologios o libros de los aniversarios de los mrtires -y por extensin de los santos- en su natalicio para el cielo. Existen calendarios y martirologios locales, generales y universales, efecto del intercambio, generalizacin y universalizacin de las iglesias comarcales, regionales y continentales. As van apareciendo los martirologios histricos, que con mayor o menor espritu crtico, acumulan, refunden y amplan los anteriores. Estos calendarios y martirologios, ya desde el siglo III en la iglesia de Cartago, recogen nombres de santos confesores de la fe o mrtires solo de deseo (in voto), "a fin de que podamos unir su memoria a la de los mrtires", segn mandato del obispo san Cipriano en 250 en frica romana32 . Norma que se generaliza con la paz constantiniana del siglo IV y se universaliza en das de san Gregorio de Tours (538-594), cuando, al lado de los mrtires, en los dpticos de la iglesia se van inscribiendo a confesores sobresalientes por sus virtudes heroicas, como es el caso de san Martn de Tours, ya aludido. Hecha esta pequea introduccin hagiogrfica, pasamos a comentar las principales actas y martirologios histricos. 1. ACTAS DE MRTIRES (ss. I-IV): Las Acta Martyrum son relaciones martiriales de cristianos de la Iglesia naciente y creciente de los primeros siglos. Muchas de ellas, por reproducir interrogatorios fidedignos, revisten garantas de autenticidad, tanto las llamadas actas proconsulares, a modo de protocolos del proceso notarial, como las actas o passiones escritas por testigos oculares, aunque algo arregladas para ser ledas en celebraciones litrgicas. Tales son las actas de comunidades de Esmirna, Antioqua33 , Lyon, Vienne, Cartago, Tarragona, Frigia, Asia Menor, etc.34 Son modelos de credibilidad las 41 actas o passiones martiriales desde los conocidos santos, Policarpo, Ignacio, Justino..., hasta los ms annimos de Trifn y Saba, mrtires escilitanos de frica, etc.35 , con otras ya suficientemente historiadas, aunque con valor histrico ms relativo36 . Tales actas o pasiones ocurren a lo largo de las diez persecuciones romanas, cuatro desde Nern a Trajano (54-113) por denuncia privada; y seis de Adriano a Diocleciano (117-310) por denuncia desde la autoridad pblica37 . Digamos para concluir que las Acta Martyrum van perdiendo historicidad cuando se convierten en Gesta Martyrum, al decir de Dufourcq38 , caminando a Pasionarios de relatos legendarios medievales, que luego comentaremos. 2. CRONGRAFO FILOCALIANO (s. IV): Este crongrafo, as llamado por su ordenacin cronolgica, es una recopilacin de documentos debida a Filcalo en 354. Viene a 32 Epist. 37, 2, PL, IV, 328. 33 RUIZ BUENO, D., Padres Apostlicos, texto bilinge, BAC, Madrid 1979, pp. 570-577; 672-689; QUASTEN, J., Patrologa, BAC, Madrid 1961, I, pp. 49-108. 34 RUIZ BUENO, D., Las Actas de los Mrtires, texto bilinge, BAC, Madrid 1951, pp. 4-141. 35 ID., ibd., pp. 144-145; CIVIL DESVEUS, R., "Actas de los mrtires", en GER, XV, Madrid 1973, pp. 203-205. 36 RUINART, T., Acta primorum martyrum sincera et selecta, Pars/ Ratisbona 1859; LE BLAIN, Les Actes des Martyrs, Pars 1883; DELEHAYE, P.H., Les origines du culte des Martyrs, Bruselas 1912 (ed. 1933); BEDJAN, P., Acta Sanctorum et Martyrum syriace, Leipzig 1890-1897, 7 vols. 37 LLORCA., B., Hist. Iglesia Catlica, Madrid 1950, I, pp. 159-186; 192-196; 283-324. 38 "Actes des Martyrs", en Dict. Geogr. Hist. Eccles., I, col. 381-382.
  18. 18. 18 ser el primer martirologio cristiano conocido. Integra dos partes: la Depositio Episcoporum (necrologio) de 12 Papas, a lo largo de un siglo (253-352), desde Lucio hasta Julio I, siete confesores y cinco mrtires, sin pleno culto entonces por la cercana y que hoy son santos39 ; la segunda parte es la Depositio Martyrum con memoria de 52 mrtires con su calendario litrgico y cementerio de reunin: santos Cipriano, Perpetua y Felicidad, ms 50 de la regin romana40 . Es de notar que, durante los primeros siglos de la edad media, se distingua entre Martyres vindicati con refrendo del obispo y Martyres non vindicati sin tal refrendo, como diciendo mrtires oficiales y oficiosos. La autoridad episcopal, que recoga el sentir de la "vox populi", canonizaba al incluir a los santos en el "canon" o Album Sanctorum intercomunicado entre dicesis. Ya dijimos que es a partir del siglo X, cuando el Papa como tal comienza a tener protagonismo asumiendo canonizaciones41 . 3. MARTIROLOGIO JERONIMIANO (s.VI): El Martyrologium Hieronymianum, falsamente atribuido a san Jernimo (345-419), es de autor annimo del norte de Italia y se inicia hacia el 450 cerrndose a finales del siglo VI. Duchesne lo define como "principium et fons" de toda investigacin martirolgica42 . Recoge memorias hagiogrficas del martirologio siraco (411) de iglesias de Antioqua (363), Roma, frica, Constantinopla, Asia Menor, etc.. Casiodoro (480-575) y el papa san Gregorio I Magno (590-604) glosan y recomiendan su lectura y aplicacin en el calendario litrgico. Propio de este martirologio jeronimiano es indicar nombre, lugar y natalicio del santo43 . 4. MARTIROLOGIOS ALTOMEDIEVALES DE BEDA y OTROS (ss.VIII-XI ): A partir del siglo VIII aparecen los llamados martirologios histricos medievales, que desean ampliar los datos biogrficos de santos lejanos en el tiempo. Y as, mientras en Oriente griego y constantinopolitano nacen Sinaxarios o Menologios (organizacin por meses) con breves noticias hagiogrficas44 , en Occidente surge el Martirologio de san Beda (735) el Venerable, que perfecciona y ampla hagiografas del jeronimiano, incluso con ayuda de Pasionarios. En la misma lnea de asuncin y ampliacin sucesiva nace en el siglo IX el Martirologio de Lyon, el del abad Rabano Mauro, de Floro (h.860), el poco histrico del obispo de Vienne, Adn (865), y el ms aceptado de Usuardo con ayuda de los monjes de Saint Germain (875) en Francia45 . Tambin el Liber Pontificalis y Regesta Pontificum (s.X) contribuyen a esta ampliacin46 . Por lo dems, la reforma gregoriana o hildebrandina del papa Gregorio VII (1073- 1085) alcanza a revisar algo calendarios de mrtires sin pruebas. 5. LEYENDAS AUREAS (ss.VII-XV): la historicidad inicial de las actas de mrtires va degenerando en gestas y ampliaciones biogrfico-literarias, que sirven de embrin para la aparicin de los pasionarios y legendarios medievales, que dan credulidad al maravillossimo prodigioso de milagros espectaculares, curaciones sorprendentes, dilogos martiriales 39 Kirschbaum, pp. 596-597 (elenco); Caporilli, 14-17. 40 Kirschbaum, pp. 598-599 (elenco); CIVIL DESVEUS, R., "Martirologio", en GER, XV, 206. 41 Supra, n. 12 y texto. 42 DUCHESNE, L., Martyrologium Hieronymianum, en Acta Sanctorum (=ActaSS), novembris II, 1890. 43 Commentarius perpetuus in Martyrologium Hieronymianum, ed. D. H. Delehaye- H. Quentin, en ActaSS, novembris, Bruselas 1931; Ao Cristiano (=BAC), Madrid 1959, I, p. 33*; ENZO LODI, Los Santos del calendario romano, Madrid 1990, p. 21. 44 Sinaxarium Ecclesiae Constantinopolitanae (Propyleum ad Acta Sanctorum novembris), Bruselas 1902. 45 QUENTIN, H., Les Martyrologes historiques du moyen age, Pars 1908; Le Martyrologe dUsuard, texte et commentaire, Buselas 1965. 46 Liber Pontificalis ed. L. DUCHESNE, Barcelona 1925, 2 vols.
  19. 19. 19 inverosmiles, etc.47 . Estos pasionarios culminan con la mayor obra hagiogrfica en el siglo XIII, cual es la Legenda Sanctorum, que el pueblo bautiz como leyenda de oro, del escritor dominico y beato italiano Jacobo de Voragine (1226-1298), arzobispo de Gnova desde 129248 . Otros legendistas fueron Luis Lipomano, obispo de Verona (Italia); los germanos Jorge Vicelius y Lorenzo Surio cartujano; y ms importantes, tambin en nuestro caso, Pedro de Natalibus, obispo de Equilio (hoy Iesolo) en Venecia y el telogo lovaniense Juan Molano, etc.49 . Ntese que es en el siglo XIII cuando se generaliza la costumbre de bautizar al nio imponindole nombre de santo canonizado (Nuevo Ao Cristiano, I. 44). 6. MARTIROLOGIO ROMANO (s.XVI): Ante tanto calendario y pasionario del alto y bajo medievo, ya aplicndose la liturgia tridentina de san Po V (1568), Gregorio XIII, despus de reajustar astronmicamente el llamado calendario gregoriano (1582), desea editar un nuevo martirologio oficial de uso exclusivo. As, la comisin, presidida por el presbtero oratoriano, despus cardenal, Csar Baronio, publica, bajo la autoridad pontificia, el Martyrologium Romanum (1584). Este martirologio de Baronio indica la identidad del santo, su toponimia, cronologa y fecha litrgica, catalogando casi 4.000 santos desde Aarn, sacerdote en Horeb, hasta el ltimo del alfabeto, Zotico, presbtero de Constantinopla50 . Este martirologio romano oficial, consecuente con la reforma litrgica de Po V, tiene predominio litrgico del santoral sobre los das feriados. Y, amn de sus homnimos precedentes (ed. Venecia 1549, 1560...), se inspira en los histricos medievales, principalmente en el de Usuardo; consulta tambin actas y pasiones de mrtires, ms otras obras hagiogrficas de Eusebio de Cesarea, san Gregorio de Tours, Dilogos de san Gregorio I Magno y menologios orientales51 . A su vez, descarta falsos martirologios de herejes marcionitas, montanistas, priscilianistas, arrianos, etc., actuando siempre con el mejor espritu crtico que le era dado en su tiempo. A las ediciones de Baronio de 1584 y 1586 (sta con fuentes literarias), se suceden reimpresiones en Valladolid (1585), Amberes (1589), ms nuevas ediciones oficiales con adiciones por Urbano VIII (1630), Inocencio XI (1681), Benedicto XIV (1748), Gregorio XVI, (1845) con correcciones sucesivas ms o menos felices y crticas. En el siglo XX san Po X declara tpica la edicin de 1913, que los bolandistas haban sometido a comentario crtico52 . Esta edicin tpica equilibra la liturgia entre santos y das feriados. Siguen apareciendo nuevas ediciones vaticanas y versiones53 . En 1972 la vigente reforma litrgica de Pablo VI har predominar el calendario feriado sobre el santoral (inversin de la reforma de Po V de 1568), reduciendo memorias obligatorias y sacando otras de tiempos fuertes 47 DELEHAYE, P.H., Les Lgendes hagiographiques, Bruselas 1957; ID., Les Passion des Martyrs et les genres littraires, Bruselas 1921; Ao Cristiano, BAC, I, pp. 32*-38*; VIVES, J., Hagiographia, en DHEE, II, 1073-1075. 48 Legenda aurea, seu Liber passionalis, seu Legenda Sanctorum, 55 ed., de J.G. Graese, Leipzig/Dresde 1843- 1846. 49 NATALIBUS [Natali], P., Catalogus Sanctorum: vitas, passiones et miracula commodissime annectens, Lyon 1542; MOLANO, J., Natales Sanctorum Belgii et eorundem chronica recapitulatio, Lovaina 1595; estos dos autores tienen cita en las biografas del archivo hagiogrfico escurialense en los santos que no aparecen en el martirologio romano de Baronio (1584), reimpreso en Valladolid (1585) y traducido al castellano (Valladolid 1586) por el jesuita Dionisio Vzquez. 50 Martyrologium Romanum, ed. C. Baronio, Roma 1584 (ed. 1586, 589 pp. foliadas, ms el "index sanctorum" e "index rerum" de 70 pp. sin foliar). 51 GER, XV, 207. 52 Martyrologium Romanum (Propylaeum ad Acta Sanctorum decembris), Bruselas 1913 (ed. 1940). 53 Martyrologium Romanum, Vaticano 1948 y 1960; Martirologio Romano, versin castellana de V.M. Snchez Ruiz, Madrid 1949, sobre la edicin vaticana.
  20. 20. 20 (adviento, cuaresma...) para facilitar as la "lectio continua" bblica54 , incluso varios santos secundarios ceden el calendario litrgico universal por el local debido a su no relevancia testimonial general; y algunos pocos desaparecen del santoral oficial por obscuridades histricas. Por ltimo, cumpliendo el precepto de la Constitucin conciliar sobre la liturgia de devolver su verdad histrica a las pasiones o vidas de santos (SC, n. 92c), el ao 2001 Juan Pablo II acaba de publicar una edicin ms crtica del Martirologio Romano aadiendo tambin nuevos santos y beatos hasta el ao 2000 en un calendario de casi 10.000 hagiografiados. Este Martirologio es hoy la fuente fundamental de referencia.55 . Ya se advierte cmo progresivamente van acrisolndose la historicidad demostrable y el criterio cultual de adaptacin a los tiempos. Conviene recordar que los monjes jernimos del Escorial conocieron y manejaron el Martyrologium Romanum de Baronio, incluso en versin castellana, al igual que los catlogos de Pedro de Natalibus y de Juan Molano56 como recurso secundario, segn se desprende del "Catlogo y breve compendio de las vidas de los santos" con reliquias en el Escorial, realizado por los reliquieros escurialenses57 III Hagiografas modernas y actuales 1. SANTORALES MODERNOS RELEVANTES (ss. XVII-XIX): Dentro de la investigacin y publicacin ya oficiosa, omitiendo "Flores" y "Fastos" de santos, resaltamos solo tres obras hagiogrficas en la edad moderna, dignas de mencin por su voluminosa edicin y cierto espritu crtico. a.- Acta Sanctorum (ss.XVII-XIX): Esta obra monumental se inicia con el jesuita Jean Bolland (1596-1665) y se contina por un grupo de la Compaa -llamados Bolandos o Bolandistas por su iniciador-, editndola por meses en 61 vols. (despus 65) durante los siglos XVII-XIX en Amberes, Venecia, Bruselas, Pars58 . ActaSS es una seria investigacin enciclopdica, que intenta revisar la hagiografa existente con sano espritu crtico desde las fuentes y hagigrafos tratando de diferenciar datos histricos y datos legendarios. Un "Index hagiologicus"59 sobre los 61 primeros vols. (enero-octubre) facilita el incmodo manejo de la obra en formato de infolio. b.-Espaa Sagrada (ss.XVIII-XX): Paralelamente a ActaSS, pero a escala espaola y sin ser solo hagiografa, va publicndose esta gran obra historiogrfica llamada Espaa 54 Missale Romanum: Institutio Generalis, Vaticano 1970; nueva edicin en 2000 con actualizacin, retoques y nuevo captulo (IX) de inculturacin a los pueblos. 55 Martyrologium Romanum, Vaticano 2001, 773 pp. (infra Presentacin Tcnica, n. 26) traduccin espaola en prensa. 56 Supra, n.49 57 Inventario y Memorial de las santas reliquias..., parte IV, pp. 497-760, Arch. Gen. Palacio de Madrid (=AGP), sign. APD-SLE, leg. 1816; infra, Intr. n. 73. 58 Acta Sanctorum (=ActaSS), ed. Pars 1863-1910. Anteriores ediciones parciales en las otras ciudades citadas; Ao Cristiano, BAC, I, 39*-40*. 59 RIGOLLOT, L. M., Index hagiologicus, Pars/Roma 1875.
  21. 21. 21 Sagrada, con la autora del agustino Enrique Flrez (1702-1773) y otros continuadores, totalizando 56 vols60 . A base de investigacin archivstica y codicolgica y con cierto espritu crtico no frecuente en la poca dieciochesca, la obra trata, en la seccin de historia eclesistica, de obispos y santos, monasterios y abades de las numerosas dicesis de la Hispania ibrica, cuyos datos son tiles en nuestro estudio. Por conexin, citamos tambin, como interesante en santos y relicarios espaoles, los Viages de Ambrosio de Morales de 157261 . c.-Ao Cristiano (s.XIX): Es autor el jesuita Jean Croisset en original francs (Lyon 1712-1720) con versin espaola de J. Francisco de Isla (Salamanca 1753ss). Despus de ms de cincuenta reediciones a lo largo de un siglo, es "adicionado por los agustinos Pedro Centeno y Juan Rojas" en ampliada edicin, a finales del siglo XIX, con elenco de casi cinco mil santos, biografiados en su mayora con desigual proporcin62 . La intencionalidad divulgadora y ejemplificadora, recogiendo ecos histrico-legendarios, ya queda expresada en el ttulo desarrollado de "Ao Cristiano o ejercicios devotos para todos los das del ao", sin tanto espritu crtico de ActaSS de los Bolandos, en quienes bsica y parcialmente se inspira. 2. SANTORALES ACTUALES ( s.XX): Para identificar y contrastar santos de rara denominacin y anotar datos biogrficos crebles de los menos conocidos, manejamos varias y variadas hagiografas, martirologios, aos cristianos y santorales, dando preferencia a los de mayor solvencia y credibilidad por su espritu ms crtico. Adems del vigente Martirologio Romano (ed. 2001) ya referido, dentro de la abundante hagiografa actual, a continuacin valoramos once publicaciones o versiones espaolas que, a nuestro criterio, estimamos de mayor inters consultivo por su aspecto cualitativo y cuantitativo. Seguimos el orden cronolgico de aparicin espaola. a.-Ao Cristiano (Urbel, 1945): El abad benedictino, Justo Prez de Urbel cataloga ms de seis mil santos con hagiografa litrgica de unos 365 con datos mnimos cronolgico- geogrficos de los restantes63 . Descripcin literaria con buena base cientfico-histrica. Es uno de los catlogos ms extensos en los santos secundarios. Consciente de que ya no existe el lector medieval que amaba las leyendas hagiogrficas, el medievalista Urbel, ms que biografas rigurosas, trata de presentar semblanzas o rasgos humano-divinos -perfiles, diramos hoy- con los datos biogrficos esenciales para encuadrar la figura del santo. Y dice al lector que intenta hacer "una labor seria y concienzudamente histrica" (I, p. XVI), fruto de la investigacin en las fuentes. b.-Ao Cristiano (=BAC, 1959): Catedrticos de la universidad pontificia de Salamanca dirigen este santoral con participacin de varios especialistas, que biografan hasta casi seiscientos santos64 . Ofrece bibliografa solvente al pie de cada hagiografa. Y aunque algunos colaboradores adolecen de cierta vaguedad literaria, la obra en conjunto mantiene el rigor histrico. Desde el ao 2002, la misma editorial BAC viene publicando una tercera edicin, adaptada y ampliada (12 vols.), que incluye viejos y nuevos beatos y santos hasta el ao 2000, siguiendo el calendario del nuevo Martirologio Romano (ed. 2001) con viejos y nuevos 60 FLOREZ, E. y otros, Espaa Sagrada (=ES), Madrid 1747-1953, 56 vols.; reedicin, edit. Revista Agustiniana, Madrid 2000ss, con amplia introduccin previa de J. Campos y Fernandez de Sevilla, I., pp. IX-CLXXXI. 61 Viages de Ambrosio de Morales, editada por Enrique Flrez, Madrid 1765 (ed. Facsmil 1985). 62 CROISSET, J., Ao Cristiano (= Croisset), Salamanca 1875-1877, 8 vols. 63 PEREZ DE URBEL, J., Ao Cristiano, ed. Fax, Madrid 1945, 5 vols. 64 ECHEVERRIA, L.-LLORCA, B.-SALA BALUST, L.-SANCHEZ ALISEDA, C., Ao Cristiano, ed. BAC, Madrid 1959, 4 vols.; 3 edic., Madrid 2002ss (12 vols) bajo la coordinacin de J.L.Repetto Betes.
  22. 22. 22 colaboradores, ofreciendo cada da de mes el esdquema tripartito siguiente: a) sumario biogrfico de los santos de MR.; b) monografas extensas de lo santos ms significativos; c) monografas breves de algunos santos secundarios. Y en Apndice, monografas de santos con culto local importante. Son casi ocho mil pginas con ocho mil santos extensa o brevemente historiados; los nuevos, con monografas actualizadas, adems de la bibliografa hagiogrfica general y particular. c.-Bibliotheca Sanctorum (Roma 1961ss): Aunque no haya versin espaola de esta enciclopdica obra italiana, merece citacin entre las del siglo XX. Si ya las investigaciones suelen ser ms solventes y precisas cuando las tratan autores de origen, esta publicacin65 , por su amplitud y abundancia de santos nativos, debe figurar entre las enciclopedias monogrficas de mayor credibilidad. Su bibliografa hagiogrfica tambin orienta al lector. d.-El Libro de los Santos (Englebert, 1999): El escritor Omar Englebert en original francs (1946) y reciente versin espaola66 quiere salirse de los biografiados clsicos por ms conocidos recogiendo datos de cerca de un millar y medio de santos y beatos, algunos venerados por iglesias separadas. Incluye un anexo de doctores, fundadores, patronos de cofradas y sanadores. Tiende a separar historia de leyenda y aporta cierta novedad de datos para algunos santos anglosajones menos conocidos. e.-Santoral Completo (Fbrega, 1990): Bajo este ttulo67 , ngel Fbrega presenta la hagiografa de casi ocho mil santos extrados de ActaSS, Rigollot, etc., aportando solo el nombre, categora y calendario conmemorativo actualizado. Catlogo casi "completo" en su presentacin de gua telegrfica con santos tambin de otras culturas e idiomas. Este manual elemental es muy prctico para una bsqueda inicial. f.-Gua Iconogrfica de la Biblia y los Santos (=GIBS, 1996). Dos especialistas en original francs (Pars 1990) y versin espaola68 presentan un millar de epgrafes, mitad santoral especfico y mitad personajes y lugares bblicos y parabblicos, que ofrece la iconografa en el arte cristiano de iglesias y museos, aprovechando tambin la leyenda. Con grabados, mayoritariamente en blanco y negro, este libro pretende ser orientacin prctica para peregrinos y turistas. En contadas ocasiones citamos esta gua. g.-Diccionario de los Santos (=DS, 2000): Bajo la coordinacin de tres investigadores italianos (1998), aparece la versin espaola ampliada69 , totalizando un millar de biografas de santos y beatos, estudiados por especialistas, con rigor cientfico y sin concesin literaria a la beatera. Desglosan en lo posible el dato histrico del dato legendario, dando selecta bibliografa a pie del hagiografiado. A nuestro juicio, este Diccionario es la publicacin histrica ms esmerada y fidedigna en la hagiografa existente y a l nos remitiremos siempre que podamos. Incluye tambin catlogo de santos patronos. 65 Bibliotheca Sanctorum, (=BS), ed. Universidad Pont.Lateranense, Roma 1961-1971, 13 vols + dos vols. suplementarios y dos de santos orientales, ed. Cittanuova. 66 ENGLEBERT, O., El Libro de los Santos (=Englebert), ed. Intern. Universitarias, Madrid 1999. 67 FABREGA GRAU, A., Santoral Completo (=Fbrega), ed. La Hormiga, Barcelona 1990. 68 DUCHET-SUCHAUX, G. y PASTOREAU, M., Gua Iconogrfica de la Biblia y los Santos, Alianza Edit., Madrid 1996. 69 LEONARDI, C.-RICCARDI, A.-ZARRI, G., Diccionario de los Santos, ed. Paulinas, Madrid 2000, 2 vols. (2266 pp. en paginacin continuada).
  23. 23. 23 h.-Diccionario Ilustrado de los Santos (=DIS, 2001): Dos especialistas alemanes, en edicin germana (1999) y espaola ampliada70 , resean cuatro mil santos y beatos con 1500 ilustraciones a todo color. Con su breve biografa de muchos y simple nombre de otros, este Diccionario es ms til para santos centroeuropeos y sajones. La bibliografa regional lo confirma. Carece de ndice alfabtico general. i.-Nuevo Ao Cristiano (=NAC, 2001): El periodista dominico, Jose Antonio Martnez Puche, ha dirigido esta nueva hagiografa71 con variedad de colaboradores. Ofrece la vida de casi un millar de santos y beatos principales o actuales; y despus cataloga otros ms secundarios con mnimos datos histricos, hasta totalizar el record de casi diez mil bienaventurados en cerca de seis mil pginas. La obra pretende ser un santoral actualizado hasta el ao 2000, incluyendo, por tanto, muchos beatos y 446 canonizados por el papa Juan Pablo II. Esta es su novedad principal. Y aun teniendo muchos autores especializados con perspectiva histrica y sin concesin a la leyenda fcil, subyace el denominador comn directivo de dimensin litrgica y "de carcter divulgativo... evitando el aparato crtico propio de obras de investigacin o especializacin" (I,19). No obstante, una descripcin iconogrfica y selecta bibliografa monogrfica enriquecen este santoral, el ms actualizado y extenso a la vez. En cuanto a santos modernos, no tiene utilidad para nosotros. j.-Dos mil aos de Santos (=DMAS, 2001). El presbtero Francisco Prez Gonzlez recoge bajo este ttulo de bimilenio cristiano72 el calendario de ocho mil santos con biografa de 600 y breve resea de los restantes presentada a cinco columnas (nombre, ao, categora, lugar, memoria). Esta obra, que aporta el segundo mayor catlogo hagiogrfico, est escrita en tono divulgativo sin mayores pretensiones crticas ni bibliogrficas. k.-Otros santorales secundarios: Queden solo citadas -por elementales o ya superadas- otras pequeas hagiografas del siglo XX. Entre las primeras y en castellano, merecen referencia: Santos del calendario romano, de Enzo Lodi (Madrid 1990); Calendario perpetuo de los Santos,de A. Christian Sellner (Barcelona 1994); Los Santos, noticia diaria, de Valeriano Ordez (Barcelona 1996); Los Santos protectores,de Santiago Martn (Madrid 1999); Diccionario de los Santos, de Mara Teresa Romn (Madrid 1999), etc. Entre las segundas hagiografas, ya ms lejanas y extranjeras, que aun pueden ser tiles para profundizar en santos nativos, merecen cita: A Biographical Dictionary of Saints, de F.G. Holwech (Londres 1924); Dictionnaire d`hagiographie,de Dom Baudot (Pars 1925); Dictionary of Saints, de D. Attwater (Londres 1938); Handbuch der deutschen Heilegen, de A. Schtte (Colonia 1941), etc. Y otros autores que oportunamente se citarn en notas de los santos de este archivo hagiogrfico y en la bibliografa general. Digamos, finalmente, que en las anotaciones bibliogrficas, a travs de este archivo documental hagiogrfico, adems de citar sistemticamente el indito Cathalogo y breve compendio de las vidas de los Santos, cuyas reliquias se guardan en este Monasterio de Sanct Loreno el Real73 , al identificar histricamente al santo en cuestin, nos remitimos preferentemente, junto con el Martirologio Romano (=MR) vigente, al Diccionario de los Santos (=DS), al Ao Cristiano (BAC) y, en defecto, al Ao Cristiano (=Urbel), por ofrecer mayor credibilidad y ms orientacin bibliogrfica. Y tendremos que confesar, en casos concretos, que algunos santos de rara denominacin, salvo corruptela de transcripcin, son 70 VERA SCHAUBER y SCHINDLER, HANNS, M., Diccionario Ilustrado de los Santos, ed. Grijalbo, Madrid 2001. 71 MARTINEZ PUCHE, J.A., Nuevo Ao Cristiano, ed. Edibesa, Madrid 2001, 12 vols. 72 PEREZ GONZALEZ, F., Dos mil aos de Santos, ed. Palabra, Madrid 2001, 2 vols., 1839 pp. continuadas + CD-ROM. 73 Inventario y Memorial... (supra, n.57; infra, Introd., V, Inventarios histricos, 1).
  24. 24. 24 desconocidos en los santorales. Tales son: Aclito, Critnico, Cristancia, Cunialdo, Eliano, Dpera, Engerlido, Escritor, Evergista, Fabinio, Gerasina, Helindio, Nigenato, Pusina, Ragustina, Rubicunda, Timclito, Urbina, Sozomena... Por lo dems, en santos de fecha litrgica trasladada, hemos procurado ajustar su memoria al calendario reformado hoy vigente74 . IV Gran Relicario del Escorial 1. FELIPE II, MECENAS Y DEVOTO DE LAS RELIQUIAS: El Real Monasterio del Escorial, adems de palacio, pinacoteca, convento, biblioteca y baslica, es tambin gran Relicario de relicarios, es decir, Relicario en su doble acepcin de pieza artstica destinada a la conservacin y veneracin de la reliquia de un santo (sentido estricto) y tambin una capilla o reliquiario como conjunto de piezas concentradas en una iglesia o altar (sentido lato) para veneracin general75 . El fundador de este Monasterio nace y crece en una atmsfera de religiosidad espaola cortesana y popular. En efecto, dentro de la creciente demografa histrica de Espaa, estudios sobre las "Relaciones topogrficas (1575-1580)", ordenadas por el propio rey Felipe II76 sobre pueblos del Sur, hablan de la religiosidad popular -devociones y prcticas religiosas- de los espaoles en el siglo XVI, heredada de tiempos medievales, aun sin mayores influencias, en el medio rural, de las ideas ms profanas del renacimiento77 ; estudios ya extendidos a otras geografas espaolas78 . Por las respuestas a la pregunta 51 del interrogatorio topogrfico sobre las reliquias notables que en dichas iglesias y pueblo hubiere; y ermitas sealadas y devocionarios de su jurisdicin y los milagros que en l se hubieren hecho"79 , se advierte en Castilla la Nueva, al menos, un promedio de tres ermitas o santuarios por pueblo80 , con mucha imaginera, procesiones, exvotos, cofradas, arte de platera, etc., con extensin a toda Espaa81 . Y antes que las imgenes, ya las reliquias eran veneradas en la Hispania cristiana premusulmana, que ante la invasin rabe caminaron hacia el norte del ro Tajo, incrementando as su relicario82 . Y la devocin histrica por los santos mantiene este fuego sagrado en la pennsula ibrica; y por mediacin de clrigos y monjes originarios, vecinos, personajes reales o regios y otros - 74 Ordenacin General del Misal Romano, Roma 1971. Infra, Presentacin Tcnica, n. 26. 75 GER, XV, 870. 76 Relaciones Topogrficas de Felipe II, Real Biblioteca del Escorial, sign. J-I-12-18 (7 vols. mss). Con este ttulo se han publicado las Relaciones de los pueblos de Madrid en tres vols [Estudio introd. y transcripcin de los mss. I y II] bajo la coordinacin de A. Alvar Ezquerra , CSIC, Madrid 1993. Se aade un folleto de "Apndices y Mapas" (Interrogatorios). 77 VIAS MEY, C. y PAZ, R., Relaciones histrico-geogrfico-estadsticas de los pueblos de Espaa hechas por iniciativa de Felipe II, CSIC, Madrid: Provincia de Madrid (1949), Reino de Toledo (1951), Provincia de Ciudad Real (1971); CAMPOS FDZ DE SEVILLA, F.J., La Mentalidad en Castilla la Nueva en el siglo XVI (religin, economa y sociedad segn las "Relaciones Topogrficas" de Felipe II), Real Monasterio del Escorial 1986; CHRISTIAN, W.A. Jr, Religiosidad local en la Espaa de Felipe II, Madrid 1991. 78 CAMPOS FDZ DE SEVILLA, F.J. (ed.), La Religiosidad popular en Espaa, Real Monasterio del Escorial, Madrid 1997, 2 vols., pssim; MIGUELEZ, M., Catlogo de los cdices espaoles de la Biblioteca del Escorial, Madrid 1917, pp. 249-332. 79 MIGUELEZ, M.,Catlogo..., pp. 261-276; CAMPOS, J., La Mentalidad..., pp. 11-12. Ambos autores transcriben las 59 cuestiones del interrogatorio. 80 CAMPOS, J., Ibd., pp.49-61; CHRISTIAN, W., Religiosidad local...,pp. 93-155. 81 CAMPOS, J., La Religiosidad popular..., pssim. 82 CHRISTIAN, W., Religiosidad local..., pp. 157-174.
  25. 25. 25 pasada la reconquista y tambin durante el siglo XVI- retornan a sus orgenes reliquias viejas o aparecen nuevas, la mayora acompaadas de testimonio documental y algunas sin l, por lo que se admiten o veneran con reservas83 . Y es que el concilio de Trento exiga estrictos procedimientos, a falta de pruebas, en traslado y culto de reliquias, como ya hemos indicado en el apartado primero de esta Introduccin. En la compleja personalidad religiosa de Felipe II84 , la preocupacin por acumular reliquias ya refleja un perfil orientado tambin a la profunda veneracin personal de las mismas, hasta tal punto que el cronista escurialense contemporneo, fr. Jernimo de Seplveda (+ 1634), llega a decir, aunque sea hiprbole, que el intento y fin de la "octava maravilla del mundo... no fue sino que esta su Casa y hechura suya fuese sepulcro de cuerpos santos; y ans procura [Felipe II] con tantas veras de traerlos tan a costa suya y hacerles tan ricos y costosos relicarios"85 . Y el reliquiero, fr. Bartolom de Santiago (+ 1630), tambin testigo ocular, aade: "...todo le pareca poco, para lo mucho que deseaba servir a los Santos"86 . Desde luego el material archivstico-hagiogrfico que aqu publicamos, venido de toda Europa, confirma que esta devocin filipina es terica y prctica. Devocin terica, porque el Rey Catlico don Felipe II... muy vigilantsimo en las cosas sagradas y ms en las santas reliquias, oyendo decir las grandes maldades e insolencias que los prfidos herejes usaban con ellas y poca reverencia en que eran tenidas..., todo esto movi a tan catlico Prncipe y cristiansimo Rey dolindose extrasimamente de esto, de procurar de traerlas y colocarlas en esta su Casa y hacerlas tan ricos y costosos relicarios...87 . Y devocin prctica, que se advierte en las presencias, detalles y actitudes cuando ocurran llegadas y entregas de reliquias de santos al Escorial. Como sntesis, bstenos citar el testimonio del tambin reliquiero y cronista ms cualificado, fr. Jos de Sigenza (+1606), quien escribe: Subase all desde su aposento el Rey [al Aulilla de Moral, depsito transitorio de reliquias], unas veces solo, otras acompaado de sus hijos. Estando all, me peda algunas y aun muchas vezes -tena yo entonces a mi cargo aquellos santos tesoros- que le mostrase tal y tal reliquia. Quando la tomava en mis manos,... se inclinava el pisimo Rey y... la besava con boca y con ojos....Tras l, imitndole, sus hijos hacan lo mismo, donde muchas veces vea confundida mi poca devocin y tibieza y aprenda en qunto se ha de estimar lo uno y lo otro. Esto pasbamos a nuestras solas y en secreto en aquella santa quadra y es razn que se diga a vezes sobre el texado para confusin de los hereges y de otros tibios cristianos. Considerava yo entre mil las ocasiones que buscava para hazer esto muchas vezes, preguntndome de algunas reliquias cyas eran 83 CAMPOS, J., La Mentalidad..., pp. 105-112. 84 ESTAL, J.M., del, "Felipe II y su perfil religioso en la historiografa de los siglos XVI y XVII", La Ciudad de Dios (=CD), 187 (1974) 549-581; ID., "Felipe II y su perfil religioso en la historiografa de los siglos XIX y XX", CD, 189 (1976) 83-117; ID., "Felipe II y el culto a los Santos", en Felipe II y su Epoca, ed. J. Campos, Real Monasterio del Escorial 1998, II, pp. 459-504; GARCIA GUTIERREZ, P., "La religiosidad de Felipe II", en Iglesia y Monarqua: la liturgia, Madrid 1986, pp. 61-71. 85 Historia de varios sucesos y de las cosas notables que han acaecido en Espaa y otras naciones desde el ao de 1584 hasta el de 1603, en Documentos para la Historia de San Lorenzo el Real de El Escorial, ed. J. Zarco, Madrid 1924, IV, pp. 184-185. 86 Inventario y Memorial..., (supra, n. 73), prlogo al lector , p. 4. 87 SEPULVEDA, J., Historia de varios sucesos..., p. 184. Estas ideas de fr. Seplveda aparecen tambin escritas en Inventario y Memorial..., cuya autora pertenece al reliquiero fr. Bartolom de Santiago (infra, intr.V, 1.).
  26. 26. 26 o dnde las tena; o mandndome que las passase de un lugar a otro, sabindolo l muy mejor que yo; y por ganar en estos trueques y cambios los frutos y rditos que aora [ya difunto] goa con un excesivo logro88 . Y hasta los momentos previos a la muerte el catlico Rey se quiso rodear de reliquias de santos en presencia de su ltima enfermera e hija Isabel Clara Eugenia89 . Otros testimonios, por parte de allegados a la familia real y que aparecen dispersos en nuestra documentacin, pueden verse apuntados en J.M. del Estal90 , cuyas conclusiones sobre el perfil religioso de Felipe II hacemos nuestras con alguna matizacin: veneracin a los santos y sus reliquias con el culto tridentino de dula; proteccionista de reliquias, no por afn de coleccionismo megalmano y menos crematstico ni simonaco, sino para liberarlas de profanaciones protestantes sin obsesiones enfermizas ni mgicas; veneracin derivada de una profunda fe en la comunin de los santos91 , hija de la formacin cristiana, recibida en su juventud por parte de su padre, Carlos V, en las Instrucciones confidenciales y secretas -sin descender al detalle de reliquias- de 1539, 1543 y 1551 ms Codicilo de 1558, encarecindole la defensa de la religin y de la justicia, persecucin de las herejas y fidelidad a la Iglesia catlica; instrucciones, que a su vez Felipe II transmitir a su hijo y sucesor, Felipe III92 . 2. RELIQUIAS Y RELIQUIEROS: El Escorial tridentino de Felipe II divulgando la doctrina conciliar por los reinos espaoles, ms la proteccin y mecenazgo regios de las reliquias de santos, hace que el monarca espaol interese a jerarquas eclesisticas y civiles de Espaa y centroeuropa (Roma, Alemania, Pases Bajos, Francia, Polonia, Inglaterra...), desde papas, cardenales, obispos, vicarios, deanes, abades, abadesas, cabildos, priores, prioras, arciprestes, prrocos, rectores, entre las autoridades eclesisticas; hasta emperadores, reyes, virreyes, gobernadores, embajadores, maestres, duques, marqueses, condes, etc., entre las civiles. A este fin, se despachan correos por embajadas y cancilleras. Y siempre el Rey Prudente es escrupuloso en exigir diplomas fehacientes o certificados acreditativos - originales y autgrafos en su mayora- de autenticidad con firmas de jerarquas , como se puede advertir a travs de estos 182 archivos con 375 documentos hagiogrficos. Breves pontificios facilitaron el empeo filipino93 . Con este acopio de reliquias europeas, la Baslica del Escorial se convertir en un gran Relicario de relicarios. En efecto, entre 1571 y 1611 ocurren ocho entregas fundamentales de reliquias: - Entrega I (1571-1574) - Entrega V (1586) - Entrega II (1576-1577) - Entrega VI (1593) - Entrega III (1576, sin reliq.) - Entrega VII (1597-1598) - Entrega IV (1584) - Entrega VIII (1605-1611), con constancia de cantidad y calidad en otros tantos libros de "Escrituras de Entregas" como "objetos de culto"94 . La cifra de todas las reliquias -huesos o vestes- segn el "Inventario y 88 Fundacin del Monasterio de El Escorial (=Sigenza), Madrid 1605, p. 368; ESTAL, J.M., "Felipe II y el culto..., p. 482. 89 Sigenza, 673. 90 "Felipe II y el culto..., pp. 483-492. 91 Ibd., pp. 501-502. 92 Ibd., pp. 469-477; ROUCO VARELA, A. M, Estado e Iglesia en la Espaa del siglo XVI, BAC, Madrid 2001, pp. 57-100 y pssim. 93 Felipe II y el culto ..., pp. 492-499. 94 Escrituras de Entregas que se han hecho al Monasterio de Sanct Loreno el Real de las reliquias, oro y plata, ornamentos, tapizera y otras cosas, que por Su Majestad le han sido dadas y se an entregado al Prior y Diputados
  27. 27. 27 Memorial" 95 asciende a 7420, que un Cuadro-Tabla mural con 678 santos alfabetizados en diez columnas, existente en el Antecoro de la Baslica, distribuye as96 : - Insignes.................... 460 - Cabezas enteras..............144 - Notables................... 255 - Canillas grandes.............306 - Menores...................1006 - Constancia del nombre...678 - Cuerpos enteros..........12 - Pequeas...................... 4168 Este Cuadro mural compuesto segn Rotondo y Zarco en 175497 , adems de indicar en siglas la categora de cada santo, seala tambin en cada uno el tipo de reliquia a base de signos convencionales (cruces y medias cruces): Insigne, quasi-insigne (notable), menor, pequea. Por supuesto, despus del expolio francs98 , la cantidad de reliquias ha quedado disminuida y menos identificada. El cargo de Reliquiero, que debe ser "un religioso de edad suficiente", tiene cierta relevancia en la comunidad jernima del Escorial, siendo elegido por el Prior y sus Diputados. Este cargo sola ir unido a los oficios de archivero y/o bibliotecario, como es el caso del fr. Juan de San Jernimo (el de Guisando) y de fr. Jos de Sigenza, que ostentan los tres cargos simultneamente. El ejercicio de reliquiero tiene que ajustarse a "Instrucciones" sobre el uso de llaves y das de apertura de los Relicarios, como expresaremos despus al comentar los dos primeros inventarios histricos(infra, V,1-2). Durante los reinados de Felipe II y Felipe III son reliquieros sucesivos: -Fr. Juan de San Jernimo (h.1567-1591)99 -Fr. Jos de Sigenza (1591-1594)100 -Fr. Martn de Villanueva (1594-1605)101 del dicho Monasterio... (Arch. Gen. Palacio, sign. PSL, leg. 1995). Las portadas de las ocho Entregas aparecen en fotocopia reducida en el libro Iglesia y Monarqua: la liturgia (coordinador, F. Solano), PN, Madrid 1986, pp. 132- 137; ESTAL, J.M., "Felipe II y su archivo hagiogrfico", Hispania Sacra, 23 (1970) 5-6, 25-27. 95 Inventario y Memorial de las Santas Reliquias..., (supra, n. 57): "Indice de todos los sanctos cuyas reliquias ay en este Monesterio" (pp. 752-760). 96 Indice de los Santos, cuyas reliquias se guardan en la Yglesia de este Real Monasterio, que mand entregar la piedad del rey D. Phelipe Segundo, su Fundador. Tabla artstica, enmarcada (119 x 130 cm.) y orlada, escrita a doble tinta (negra y roja) sobre papel verjurado pegado a ella y con vietas en cada divisin alfabtica de letras. Fr. Jos Quevedo repetir la misma distribucin de cifras que hay en esta Tabla (Historia del Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial, Madrid 1854, pp. 288-289 ), al igual que Antonio Rotondo (Descripcin de la Gran Baslica del Escorial, Madrid 1861, p. 72). Fr. Andrs Ximnez haba redondeado exageradamente, diciendo que "pasan de 13.000 las reliquias que hay de santos particulares, entrando las pequeas" (Descripcin del Real Monasterio de San Lorenzo del Escorial, Madrid 1764, p. 408 ). Sobre tipo de reliquias en cada categora (infra, introd. n. 147). 97 ROTONDO, A., Descripcin..., p. 68; ZARCO, J., El Monasterio de San Lorenzo el Real de El Escorial [Gua], Madrid 1926, pp. 34-35. Quiz ambos jueguen con la cronologa (no lo dicen) del personaje "Prncipe de la Roja, Casa de Borbn", citado en la Tabla. Pero conviene aclarar que este Prncipe con su casa de Borbn pertenece a la Francia del s. XVI, segn se desprende de la carta fechada en Pars a 4-IX-1567 por el embajador espaol, don Francisco de Alava (infra, A.I.4, 02) J.M.del Estal ("Felipe II y el archivo hagiogrfico...", pp. 234-235) retrotrae la confeccin del texto de la Tabla otorgando la paternidad material a fr. Francisco de Alcal (+1611). Pero entendemos que lo ms podra ser paternidad formal (elaboracin del elenco) -y ms bien del reliquiero fr. Bartolom de Santiago (infra, n.109)-, porque, basta comparar las diferencias morfolgicas textuales entre ambos rtulos: sanctos/santos, monesterio/monasterio (supra, nn. 95, 96); y adems en Inventario y Tabla no coinciden plenamente los signos (cruces) que definen la categora de las reliquias. 98 Infra, Introd., Anexo final. Respecto a la clasificacin tradicional de tipo de reliquias, el derecho cannico solo cita las "insignes" por excelencia (supra, n. 30). 99 Datos biogrficos (infra, A-I-7, n. 31). 100 Datos biogrficos (infra, A-VII-44, n. 289). 101 Datos biogrficos (infra, A-VII-10, n. 4).
  28. 28. 28 -Fr. Bartolom de Santiago (1605-1630)102 . 3. UBICACIN DE LAS RELIQUIAS: Ante tanta reliquia y relicarios, es preciso que los reliquieros distribuyan y busquen espacios adecuados a la cantidad y calidad de ambos tesoros. Como escribe Carmen Garca-Fras Checa103 , antes de 1591, de acuerdo con el diseo o disposicin dada por el reliquiero, fr. Juan de San Jernimo, son destinados a reliquias los retablos de sendos altares del testero oriental de las naves laterales: el dedicado a la Anunciacin (nave izquierda) para reliquias de santas mujeres; y el dedicado a san Jernimo (nave derecha) para santos varones. Esta predominante tal distribucin inicial por diferencia de sexos, amn de coincidir con la diferencia hagiolgica de los titulares de altares, podra responder tambin, como observa F. Pastor, a que detrs de sendos retablos estn respectivamente los aposentos del Rey y de la Reina104 . Ambos retablos cierran sus reliquias y relicarios con puerta de doble hoja (491 x 291 cm. cada una) pintadas interior y exteriormente, al leo sobre tabla, por Federico Zuccaro con retoques de Juan Gmez. Los motivos pictricos son respectivamente marianos y jeronimianos. En 1591, la nueva afluencia de reliquias obliga al reliquiero, fr. Jos de Sigenza, a buscar nuevos espacios en los frisos o parte superior de sendos altares, donde, a 30 pies (8,40 m.) de altura (plano del triforio) se construyen almarios de diseo herreriano, con capillas, que forman cinco nichos o estantes, cerradas por seis hojas-puerta (la central doble), a modo de retablillos (2,81 x 1,26 m. cada hoja, salvo las dos extremas simtricas de 1,98 x 1, 10 m.); son tablas pintadas al leo por Bartolom Carducho (nave de la Anunciacin) y por Martn Gmez (nave de San Jernimo). Estos son los motivos figurativos en el friso o cornisa de la Anunciacin (de derecha a izquierda): san Mercurio, mrtir; san Guillermo, duque; san Arnulfo, obispo, y santa Bega, abadesa (centro); san Carlos Magno, emperador; san Constancio, mrtir. Y en el friso de San Jernimo (izquierda a derecha): san Mauricio, jefe tebano; san Luis, rey de Francia; san Macholmo y su esposa santa Margarita de Hungra, reyes de Escocia (centro); santa Isabel, reina de Portugal; san Geren, mrtir. Todas estas figuras estn en el anverso o exterior; en el reverso o interior de la hoja/puerta se pintan glorias o coro de ngeles. Este balconaje de nichos o estantes obstruye la entrada de luz natural por oriente a las naves colaterales, lo cual no gustaba, por lo que "Filipo III... tuvo determinacin de hacer dos retablos como el del altar mayor en estos dos altares [colaterales]...", pero con los gastos econmicos del Panten de Reyes "faltole la vida y quedose todo suspendido", al decir del P. Santos105 . Y as sigue hoy. Al respaldo de retablos y retablillos se corresponden hojas/puerta similares, de cana y caoba sin arte ni pintura, "por donde se ponen y quitan y aderezan y limpian" reliquias y relicarios, corridos los "velos de seda". A hojas abiertas, as presenta Sigenza en 1605 el esplendor, emocin y sobrecogimiento que le produce la vista preciosa del cuadro de reliquias y relicarios: 102 Datos biogrficos (infra, A-I-1, n. 1). Ms de este gran reliquiero (infra, Introd., texto de nota 108ss ). 103 "El Camarn de Santa Teresa: una pequea Cmara de maravillas del Monasterio de El Escorial", en Monjes y Monasterios espaoles (ed. J. Campos), Real Monasterio del Escorial 1995, I, pp. 137-140. 104 Las Memorias Sepulcrales de los Jernimos de San Lorenzo del Escorial (=MS), ed. F. Pastor Gmez-Cornejo, Real Monasterio del Escorial 2001, I, p. 238, nota 40. Hoy, por razones cuantitativas (hay ms varones que mujeres), estticas y de relicarios mixtos, la separacin por sexos es solo predominante; eso s, bustos-relicario femeninos en la Anunciacin; y masculinos en San Jernimo. 105 SIGENZA, pp. 368 y 376; SANTOS, F. de los, Descripcin breve del Monasterio de S. Lorenzo el Real del Escorial, Madrid 1657, pp. 40-41; infra Introd. n. 167 (cuadro sinptico).
  29. 29. 29 En abrindose las puertas y corridos los velos de seda que tienen delante, se descubre el cielo. Vense por sus hileras y gradas, unas ms adentro, otras ms afuera, vasos muy hermosos de artificio y de precio; parte de oro, otros de plata, piedras singulares, cristales, vidrios cristalinos, y otros metales dorados, que todo junto reverbera y deslumbra los ojos, enardece el alma y pone en ella juntamente amor y reverencia, que hace luego como naturalmente o sobrenatural, que es lo ms cierto, inclinar la rodilla, derribar el cuerpo hasta la tierra. No s por dnde entre ni por donde salga en tanta copia de celestiales tesoros; decir en particular de cada reliquia o relicario, aunque no haga sino como una letana de ellas, negocio largo; si las emburujo y envuelvo en una universalidad, hago agravio a ellas y a los que desean saber lo que aqu se halla. El remedio ser echar por medio, ni callarlas, ni decirlas; decirlas por sus gneros y callarlas en particular, excepto algunas que no se podan disimular tanto por su estima, reverencia, grandeza; y todo de paso con la brevedad que siempre106 . Gracejo literario y veneracin de pleitesa. Por lo dems, al cuantificar y ubicar relicarios, hablaremos de la estructuracin interior tras retablos y retablillos con sus gradas, asientos y "brinquios", que dice con gracia Sigenza. Tambin se adapta la llamada Aulilla de Moral, situada encima de los aposentos del Rey, para depsito transitorio, contemplacin y redistribucin de reliquias. Entre 1595 y 1597, siendo reliquiero fr. Martn de Villanueva, se habilita tambin un pequeo anexo a la Aulilla de Moral para depsito de reliquias pequeas y objetos piadosos, a modo de "petite chambrette" (L`Hermite) o "cmara de maravillas", "cmara santa" (Garca - Fras) de veneracin y preservacin. Espacio, que ha pasado a llamarse "Camarn de Santa Teresa", por haber sido depositario de cuatro obras autgrafas de la santa de Avila. Durante los siglos XVII y XVIII, los fondos artsticos del Camarn se incrementan con nuevas donaciones de alhajas y mejoras, de modo que en 1764 fr. Andrs Ximnez pudo decir que "sola esta pieza es suficiente para saciar la devocin de los fieles y para ilustrar muchos templos con el tesoro que incluye"107 . Y es que el Camarn apareca colmado de reliquias y decorado en su bveda de medio can y pinturas murales con lunetos simulados, retablillo, nichos, grutescos, angelillos, medallones, rosetas, palmas, coronas e incensarios108 . Durante el largo tiempo de reliquiero (1605-1630) del "sachristn mayor y maestro de zeremonias" y "camarero de los santos", fr. B. de Santiago109 , el Camarn se recompone ricamente con las "migajas" de reliquias, que clasifica y cataloga. A su instancia y traza logra mandar hacer y darnos tantos relicarios y tan preciosos....Todos los acomod y hizo con el buen orden caver en las caxas de los altares de Ntr Sr y Ntr 106 Sigenza, 365-366. 107 Descripcin del Real Monasterio...,p. 122. 108 GARCIA-FRIAS, C., "El Camarn..., p. 141. 109 Fr. Bartolom de Santiago (+1630) nace en Huscar (Granada), profesando en Baza (Jan) en 1578 y despus en el Escorial en 1590. Pronto encargado del taller de Bordadura, cuenta con "asalariados cuatro oficiales ordinarios en aquella oficina"; es moderador de liturgia y corrector del canto, orientando tambin como experto la ordenacin del culto divino en el monasterio dominicano de San Pablo de Valladolid (RODRIGUEZ DIEZ, J., "Directorio litrgico del monasterio de San Pablo...", CD, 214 (2001)463-510). "Ms que los oficios a l, autorizaba l a los oficios" (P.Santos). Reliquiero vitalicio (25 aos) y vicario durante siete mandatos; no llega a Prior "por no ser letrado", pero su predicamento hace que sea enterrado en sepultura de Priores donde el P. Sigenza , de quien hace la Memoria sepulcral y a quien sucede como memorialista hasta la muerte (MS, I, 237-241; SANTOS, fr. F., Quarta parte de la Hist. de la Orden de San Gernimo, Madrid 1680, pp. 723-726.
  30. 30. 30 Padre Sn Gernimo, como hoy vemos [1630]...; y en los relicarios hizo caver las reliquias (que no era la menor dificultad) componiendo en ellos tantos huesos muertos de tal arte, que parece que se vinieron ellos all nacidos.... De las migajas compuso ricamente el Camarn, que es enzima de la escalera que baja a la sacrista. Redxolas todas a nmero sin escapar la ms mnima de su diligencia; y con nmeros, que en ellas mismas puso (junto con el nombre del santo, cuya es cada una), se refiere a la entrega que de ellas se nos hizo; y a los testimonios as antiguos como modernos con que se nos entregaron. Los cuales no menos bien dispuso, cerrados y sellados y sobreescrita la suma dellos en cada uno; haciendo, por otra parte, de sus traslados, junto con el Inventario de ellas y de los relicarios en que estn; y vidas recopiladas de los Santos, cuyas son, un gran libro y todo se guarda en el Camarn110 Esta clasificacin y catalogacin en gran Libro de "Inventario y Memorial" merece posterior comentario en apartado propio111 . 4. EL ARTE DEL RELICARIO: Bajo este epgrafe entendemos relicario en su sentido estricto de vaso o pieza artstica destinada a conservacin y veneracin de una reliquia, ms que al conjunto de piezas concentradas formando un reliquiario112 . A partir del siglo VII con la difusin de las reliquias, promovida por la Iglesia, nace y se desarrolla la cultura y arte del relicario. Surgen as las artes menores nobles de orfebrera, eboraria, metalistera, cristalera, etc., en bronce, oro, plata, marfil, bano, ncar, azabache; y las menos nobles en hierro, plomo, madera, etc. Se van multiplicando los relicarios con ocasin del traslado de reliquias de catacumbas en Roma y en tierras cristianas ante la invasin de los rabes, especialmente en Espaa, llevndolas a reinos cristianos del norte. En el siglo IX abundan los relicarios en forma de cajita, vaso, medalln, ostensorio, arqueta, cpsula, cruz, crucifijo, incluso sarcfagos y urnas sepulcrales para cuerpos enteros113 . Este arte menor sigue desarrollndose ms en el bajo medievo, con ocasin del traslado por los cruzados, de muchas reliquias de Oriente a Europa, apareciendo relicarios con nuevas formas gticas de bustos, cabezas, brazos, manos, piernas, pies, fanales, templetes apiramidados, etc., en consonancia con el tipo y forma de la reliquia que porta, incluso en forma de dpticos y trpticos y retablillos. El siglo XVI es una tercera y ltima etapa de florecimiento de relicarios con predominio de formas renacentistas y barrocas. Al redescubrirse las catacumbas romanas en 1578 por Antonio Bossio114 y como reaccin a la negativa cultual de las reliquias por la reforma protestante, surgen las capillas-relicario, de las que Felipe II es fervoroso protector115 . 5. RELICARIOS ESCURIALENSES: Los pocos relicarios recibidos de Europa y los ms de nueva fabricacin pueden clasificarse en tres categoras, segn su material y arte: oro 110 MS, I, 238. Creemos que la necrologa sepulcral de fr. Bartolom es del P. Santos. Vase texto complementario (infra, Introd., n. 155). Este texto sepulcral se complementa con otro (infra, Introd., n. 154). 111 Infra, Introd., V, Inventarios histricos, 1. 112 Supra, texto de n. 75. 113 DUCHESNE, L., L`Eglise au Sixime Sicle, Paris 1925; GIRAUD, J., "Le commerce des reliques au commencement du IX sicle", en Melanges d`archologie, 12 (1892)73-96. 114 Roma sotterranea, Roma 1632; DE ROSSI, I.B., La Roma sotterranea cristiana, Roma 1864; KIRSCH, G., Le Catacombe Romane, Roma 1933; KIRSCHBAUM, pp. 108-121; supra. n. 4. 115 RODRIGUEZ GLZ de CEBALLOS, A., "Relicario", en DHEE, III, 2071-2073; LAINEZ ALCALA, R., Antigua orfebrera espaola, Madrid 1941.
  31. 31. 31 y plata, bronce y cobre, madera y tela; porque la mayora de las piezas son de plata, bronce o cobre. As resume Carmen Garca-Fras en 1995: Muchas de las reliquias se guardaban en magnficos relicarios dericos materiales y piedras preciosas, que desaparecieron durante la francesada; otras en sencillos relicarios en bronce o cobre sobredorado, de tipo arquitectnico, como templetes, pirmides, urnas y de tipo farol, que repiten la lnea clasicista del edificio escurialense; otras en simples cajas de madera, concha o lacre de las Indias, adornadas con remaches de plata, o tambin de marfil...; otras se montaban en pequeos cuadros de tafetn o brocado con sus cartelas respectivas, engastadas en bordados de seda, oro, aljfar y fina pedrera116 . Espigando datos de Inventarios histricos, ya en 1922, el P. Julin Zarco haba abundado en las diversas hechuras arquitectnicas y geomtricas de los Vasos en forma de cpulas, fanales, templetes, cajas, arquetas, pirmides, bustos, brazos, etc.117 . Y reiterando las formas de Zarco, la entonces Conservadora artstica del Escorial, Matilde Lpez Serrano, aada en 1963, que son "la mayor parte [de los relicarios] en bronce dorado labrados en Sevilla en poca de Felipe III"118 . Formas geomtricas de cierta "tendencia cubista", dir Fernando Martn en 1982119 . Y en definitiva, en connivencia con los ltimos coletazos renacentistas de diversas tendencias manieristas figurativas, italianas o germanas, pululantes por la Espaa del gtico-plateresco, "gran mayora [de relicarios escurialenses] -aade el mismo autor- se vieron transformados por expreso deseo del monarca para su mayor sensacin de homogeneidad en el conjunto"120 . Por ello, todo es "estilo Felipe II"(Charles Oman). Despus de esta descripcin genrica, pasamos a cuantificar piezas o relicarios segn sus capillas. Y dado que, a lo largo del siglo XVII se incrementan reliquias y relicarios, para mayor perfeccin y menor reiteracin de cuadros similares, avanzamos aqu datos globales, que se pormenorizan en el cuadro grfico del siglo XVIII121 . En el altar de la Anunciacin, sumando las siete gradas con sus 92 asientos de reliquias, en parte anterior y posterior, se contabilizan 147 relicarios (Memoria... ff. 1-31). En el altar de San Jernimo, tambin con siete gradas y 96 asientos, suman 162 relicarios (ff.33- 70). Y aadiendo 105 + 105 relicarios ms, contenidos en las capillas altas de ambos altares, en sus cinco nichos o estantes de sendos balconajes (ff. 76-85 y 87-97), el Reliquiario total de la Baslica escurialense, en 1724, asciende a 519 piezas o relicarios. A ello hay que sumar nuevos relicarios del Camarn (hoy son apenas 55 y de escaso valor artstico), ubicados en altar y retablo (ff.128-154), pilastras y entrepaos (ff. 155-171), testero de la ventana (ff. 172- 178) y hueso de enfrente de la puerta (ff. 179-195). Al estar el Camarn cerrado al pblico devoto, obviamente los relicarios son ms pobres y menos artsticos, en consonancia con reliquias menores, pequeas y varias, que son las que ms abundan. En estas cinco capillas-relicario se custodian y protegen las reliquias que conforman el gran Relicario del Escorial. 116 "El Camarn...", p. 148. 117 El Monasterio de San Lorenzo..., pp. 35-37. 118 El Escorial y las Casitas del Prncipe y del Infante, Madrid 1963, p. 10. Esta Gua sigue de cerca la de Zarco. 119 "Relicarios y piezas de Altar en la baslica del Monasterio del Escorial", en Reales Sitios, n. 82 (1984)34. 120 "El arte de la platera en el Monasterio de El Escorial", en Iglesia y Monarqua: la liturgia, Madrid 1986, pp. 83 y 81. 121 Memoria de las Reliquias y Relicarios... (infra, Introd., V, Inventarios histricos, 2).
  32. 32. 32 6. ORFEBRES Y PLATEROS ESCURIALENSES: Sin entrar en distingos acadmicos entre orfebres y plateros en este arte menor, importa saber que entre 1569 y 1599, sobre algunos dibujos de Fabricio Castelo y Juan Gmez, Felipe II encarga relicarios y piezas de altar al famoso orfebre Juan de Arfe y Villafae122 y a otros artfices menos conocidos en un total de 831 piezas, la mayora en bronce dorado, a entregar 409 relicarios hasta 1598123 . Concretando ms, en 1597, Arfe tena contrato de hacer 44 (26 santos y 18 santas); y dice el orfebre en 1598 que est trabajando sobre 80 bustos-relicario, que entregar al Monasterio en marzo de 1599. Dado que Arfe muere el 1 de abril de 1603, habr tenido participacin pstuma en los 44 bustos-relicario entregados en 1605?. Fernando A. Martn, sin hablar de la muerte del artista, estima que dichos 44 bustos son los contratados en 1597124 . En todo caso, los restantes hasta 80, aunque estilsticamente salidos del mismo o similar obrador seran de colaboradores annimos o "casi desconocidos" por la escasez de documentacin. Cabe citar a los plateros, Francisco Reinalte, Juan lvarez de Reinalte, Martn Prado e Hinojar y Jacques Maynar de Flandes. Otros seran plateros de la Real Casa, como Antonio Buitrago, Andrs de Lecanda, Luis de Morales, Juan Rodrguez de Babia, Roque Prez, etc.; y doradores, como Juan de Cervera y Francisco de Viana125 . Recapitulando, antes de 1598 en el Reliquiario escurialense haba 13 bustos-relicario de distintos orgenes, fechas y partidas entregadas desde 1571 a 1593, ms 22 de 1597; por lo que se deduce que estos primeros bustos no proceden de Arfe. En suma, viene a concluir el citado Fernando Martn que de los 80 bustos-relicario existentes, Arfe -firmante en muy pocos- hara 66; y los restantes seran de otros orfebres o plateros sevillanos, espaoles y extranjeros126 . V Inventarios histricos Entre varios inventarios histricos sobre el Monasterio durante los cuatro siglos pasados, resaltamos el que estimamos ms representativo y a una cierta equidistancia en cada siglo, a efecto de reliquias y relicarios, dejando otros ms secundarios en mera cita. Aadimos tambin datos del inventario digitalizado, actualmente vigente, al cerrarse el siglo XX. 1. INVENTARIO Y MEMORIAL (s. XVII): Entre 1599 y 1605127 , el reliquiero fr. Martn de Villanueva128 con la ayuda acaso del aun candidato a reliquiero, fr. Bartolom de 122 Juan de Arfe (Len 1535-Madrid 1603), que se autodefine como "escultor de oro y plata", es artfice de las custodias de las catedrales de Avila, Sevilla, Burgos y Valladolid. Antonio, su padre, haba sido el platero de la custodia de Compostela; y su abuelo, Enrique, de las de Len (hoy perdida), crdoba y Toledo. Entre otros escritos, Juan es autor de De varia commesuracin para la escultura y architectura, Sevilla 1585 (facsmil, 1974); CAMPOS, J. (ed.), La Escultura en el Monasterio del Escorial, Real Monasterio 1994, pp. 54-55). 123 MARTN, F.A., "Relicarios y piezas de altar...", pp. 29-36. 124 ID.,"El arte de la platera...", p. 90. Con estas cronologas y cantidades y estilos "Felipe II", es inexacta la afirmacin de Matilde L. Serrano al escribir "la mayor parte...en tiempos de Felipe III" (supra, n. 118). 125 ID., "El arte de la platera...", pp. 83-84; ZARCO, J., El Monasterio... (ed. 1922), pp. 186-191. Zarco entre 164 artfices, cita algunos de estos plateros y doradores. 126 "Relicarios...", pp. 35-36; "El arte de la platera...", pp. 83 y 90. Estos dos artculos del mismo autor se complementan y se ilustran: el primero, junto a cinco objetos de altar, presenta once relicarios en color (pp. 29-36), que se incrementan en el segundo con quince nuevos ms (la mayora, bustos) y descripcin de ficha tcnica (pp. 176-187), a modo de catlogo, adems de otros 23 objetos de altar (pp.157-186). 127 Esta datacin obedece a que en un proyecto