El cristiano confía Sin Misa Parroquias · una persona que confía y tiene esperanza en el futuro....

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> Mirar estas circunstancias que nos toca vivir con esperanza, sabiendo que significan una invitación del Señor a emprender nuevos caminos. > Buscar los modos de seguir juntos como comunidad cristiana, para ser capaces de darle una forma buena a nuestra existencia y de transmitir nuestra fe. > No olvidar nuestras raíces, que están en nuestras parroquias, donde rezamos con fe por nuestros difuntos. > No se trata de suprimir parroquias, sino de hacer posible que sigan existiendo verdaderas comunidades cristianas, donde vivir la fe ahora y en el futuro. > La vida de fe es imposible sin la participación en la Santa Misa, especialmente el domingo, en que celebramos nuestra comunión con Jesús Resucitado. Necesitamos lugares en los que reunirnos como comunidad y que aseguren poder asistir a Misa los domingos a todos los que lo deseen. > No debemos abandonar el cuidado de nuestras parroquias, como lugares de oración, de encuentro y de caridad fraterna, y también de celebración en ocasión de fiestas, bodas, bautizos, funerales, etc. > Todos somos necesarios, sacerdotes y fieles, en esta tarea esencial para el futuro de nuestras parroquias y de nuestra fe. > La ayuda más importante que podemos ofrecer es contribuir a que se reúna una comunidad cristiana fuerte y con futuro. > Las riquezas propias de cada parroquia deben servir para engrandecer la unidad de todos, y no para causar divisiones. > Si afrontamos juntos estos cambios con verdadera esperanza y confianza en Dios, se convertirán, sin duda, en un bien muy grande para nosotros y para nuestra tierra. > Desde hace varios años se están produciendo en nuestra tierra cambios importantes en el ámbito demográfico, cultural y también religioso. > Hay un descenso considerable y un envejecimiento de la población, sobre todo en las parroquias rurales. > La disminución del número de sacerdotes dificulta una atención personalizada a cada parroquia. > Como miembros de la Iglesia no podemos quedar de brazos cruzados. El cristiano es una persona que confía y tiene esperanza en el futuro. Resumiendo > La celebración de la Misa dominical sostiene la vida comunitaria de los cristianos. Sin Misa no hay comunidad. > Se propondrán lugares adecuados en los que se puedan juntar los fieles de parroquias próximas, para la celebración de la Santa Misa el domingo, así como para las catequesis o actividades de naturaleza caritativa o cultural. > Los demás días de la semana son los apropiados para que el sacerdote se haga presente y acompañe a las parroquias donde no se celebre Misa dominical. ¿Qué hacer? Comunidades parroquiales Responsabilidad común Situación actual El cristiano confía y tiene esperanza Buscar los modos de seguir juntos como comunidad cristiana No se trata de suprimir parroquias Sin Misa no hay comunidad Parroquias hoxe e mañá

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> Mirar estas circunstancias que nos toca vivir con esperanza, sabiendo que significan una invitación del Señor a emprender nuevos caminos.

> Buscar los modos de seguir juntos como comunidad cristiana, para ser capaces de darle una forma buena a nuestra existencia y de transmitir nuestra fe.

> No olvidar nuestras raíces, que están en nuestras parroquias, donde rezamos con fe por nuestros difuntos.

> No se trata de suprimir parroquias, sino de hacer posible que sigan existiendo verdaderas comunidades cristianas, donde vivir la fe ahora y en el futuro.

> La vida de fe es imposible sin la participación en la Santa Misa, especialmente el domingo, en que celebramos nuestra comunión con Jesús Resucitado. Necesitamos lugares en los que reunirnos como comunidad y que aseguren poder asistir a Misa los domingos a todos los que lo deseen.

> No debemos abandonar el cuidado de nuestras parroquias, como lugares de oración, de encuentro y de caridad fraterna, y también de celebración en ocasión de fiestas, bodas, bautizos, funerales, etc.

> Todos somos necesarios, sacerdotes y fieles, en esta tarea esencial para el futuro de nuestras parroquias y de nuestra fe.

> La ayuda más importante que podemos ofrecer es contribuir a que se reúna una comunidad cristiana fuerte y con futuro.

> Las riquezas propias de cada parroquia deben servir para engrandecer la unidad de todos, y no para causar divisiones.

> Si afrontamos juntos estos cambios con verdadera esperanza y confianza en Dios, se convertirán, sin duda, en un bien muy grande para nosotros y para nuestra tierra.

> Desde hace varios años se están produciendo en nuestra tierra cambios importantes en el ámbito demográfico, cultural y también religioso.

> Hay un descenso considerable y un envejecimiento de la población, sobre todo en las parroquias rurales.

> La disminución del número de sacerdotes dificulta una atención personalizada a cada parroquia.

> Como miembros de la Iglesia no podemos quedar de brazos cruzados. El cristiano es una persona que confía y tiene esperanza en el futuro.

Resumiendo

> La celebración de la Misa dominical sostiene la vida comunitaria de los cristianos. Sin Misa no hay comunidad.

> Se propondrán lugares adecuados en los que se puedan juntar los fieles de parroquias próximas, para la celebración de la Santa Misa el domingo, así como para las catequesis o actividades de naturaleza caritativa o cultural.

> Los demás días de la semana son los apropiados para que el sacerdote se haga presente y acompañe a las parroquias donde no se celebre Misa dominical.

¿Qué hacer?Comunidadesparroquiales

ResponsabilidadcomúnSituación actual

El cristiano confíay tiene esperanza

Buscar los modosde seguir juntos como comunidad cristiana

No se trata de suprimir parroquias

Sin Misano hay comunidad Parroquias

hoxe e mañá

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> Mirar estas circunstancias que nos toca vivir con esperanza, sabendo que significan unha invitación do Señor a emprender novos camiños.

> Buscar os modos de seguir xuntos como comunidade cristiá, para ser capaces de darlle unha forma boa á nosa existencia e de transmitir a nosa fe.

> Non esquecer as nosas raíces, que están nas nosas parroquias, onde rezamos con fe polos nosos defuntos.

> Non se trata de suprimir parroquias, senón de facer posible que sigan existindo verdadeiras comunidades cristiás, onde vivir a fe agora e no futuro.

> A vida de fe é imposible sen a participación na Santa Misa, especialmente o domingo, en que celebramos a nosa comuñón con Xesús Resucitado. Necesitamos lugares nos que reunirnos como comunidade e que aseguren poder asistir a Misa os domingos a todos os que o desexen.

> Non debemos abandonar o coidado das nosas parroquias, como lugares de oración, de encontro e de caridade fraterna, e tamén de celebración en ocasión de festas, vodas, bautismos, funerais, etc.

> Todos somos necesarios, sacerdotes e fieis, nesta tarefa esencial para o futuro das nosas parroquias e da nosa fe.

> A axuda máis importante que podemos ofrecer é contribuír a que se reúna unha comunidade cristiá forte e con futuro.

> As riquezas propias de cada parroquia deben servir para engrandecer a unidade de todos, e non para causar divisións.

> Se afrontamos xuntos estes cambios con verdadeira esperanza e confianza en Deus, converteranse, sen dúbida, nun ben moi grande para nós e para a nosa terra.

> Dende hai varios anos estanse a producir na nosa terra cambios importantes no ámbito demográfico, cultural e tamén relixioso.

> Hai un descenso considerable e un envellecemento da poboación, sobre todo nas parroquias rurais.

> A diminución do número de sacerdotes dificulta unha atención personalizada a cada parroquia.

> Como membros da Igrexa non podemos quedar de brazos cruzados. O cristián é unha persoa que confía e ten esperanza no futuro.

Resumindo

> A celebración da Misa dominical sostén a vida comunitaria dos cristiáns. Sen Misa non hai comunidade.

> Propoñeranse lugares axeitados nos que poidan xuntarse os fieis de parroquias próximas, para a celebración da Santa Misa o domingo, así como para as catequeses ou actividades de natureza caritativa ou cultural.

> Os demais días da semana son os apropiados para que o sacerdote se faga presente e acompañe as parroquias onde non se celebre Misa dominical.

Que facer?Comunidadesparroquiais

ResponsabilidadecomúnSituación actual

O cristián confíae ten esperanza

Buscar os modosde seguir xuntos como

comunidade cristiá

Non se trata de suprimir parroquias

Sen Misanon hai comunidade Parroquias

hoy y mañana