El conflicto no resuelto de las escenas violentas

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El conflicto no resuelto de las escenas violentas Miguel A. Santagada Las escenas de violencia registradas en soporte audiovisual (el cine y la televisión, más recientemente los juegos de video e internet) han promovido recurrentemente inquietudes acerca de los efectos más o menos permanentes que podrían manifestarse en la conducta de los espectadores y consumidores infantiles. A medida que las tecnologías audiovisuales y el diseño de escenarios y personajes se vuelven más sofisticados, el entorno mediático al que acceden fácilmente los niños de clase media plantea las sospechas acerca de la perniciosa influencia que reciben de los envíos mediáticos cada vez que hechos criminales –de ficción o no- tiñen de sangre las pantallas domésticas. A lo largo de varias décadas de debates sobre los potenciales perjuicios de las escenas violentas en las conductas de los telespectadores se han entrelazado los intereses contrapuestos de empresarios, moralistas, políticos y educadores con la labor de investigadores de diferentes campos académicos. Si al cabo de casi medio siglo de confrontaciones es posible extraer una conclusión al respecto, seguramente será ambigua y en cierto sentido decepcionante. Los debates han mejorado las objeciones que cada postura lanza contra sus oponentes, pero no han convertido en incuestionables los argumentos propios, por lo que las decisiones tomadas para censurar la proliferación de escenas de violencia en los medios de comunicación en muchos casos han sido cuestionadas como prejuiciosas y débilmente fundamentadas en evidencias científicas. De este modo, las escenas violentas llegaron a

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Historia de los estudios de comunciación sobre la influencia de los medios en el comportamiento violento de niños y adultos. Análisis de la problemática de los disparos a multitudes y matanzas perpeteras en los Estados Unidos

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El conflicto no resuelto de las escenas violentasMiguel A. SantagadaLas escenas de violencia registradas en soporte audiovisual (el cine y la televisin, msrecientemente los juegos de video e internet) han promovido recurrentemente inquietudes acerca delos efectos ms o menos permanentes que podran manifestarse en la conducta de los espectadores yconsumidores infantiles. A medida que las tecnologas audiovisuales y el diseo de escenarios ypersonajes se vuelven ms sofisticados, el entorno meditico al que acceden fcilmente los nios declasemediaplantealassospechasacercadelaperniciosainfluenciaquereci!endelosenvosmediticos cada ve" que hechos criminales #de ficcin o no$ tien de sangre las pantallasdom%sticas. A lo largo de varias d%cadas de de!ates so!re los potenciales perjuicios de las escenas violentas enlas conductas de los telespectadores se han entrela"ado los intereses contrapuestos de empresarios,moralistas, polticos y educadores con la la!or de investigadores de diferentes campos acad%micos.&i al ca!o de casi medio siglo de confrontaciones es posi!le e'traer una conclusin al respecto,seguramente ser am!igua yencierto sentido decepcionante. Los de!ates hanmejorado laso!jeciones que cada postura lan"a contra sus oponentes, pero no han convertido en incuestiona!leslos argumentos propios, por lo que las decisiones tomadas para censurar la proliferacin de escenasde violencia en los medios de comunicacin en muchos casos hansido cuestionadas comoprejuiciosas yd%!ilmentefundamentadas enevidencias cientficas. (eestemodo, las escenasviolentas llegaron a desatar un conflicto epist%mico, con ri!etes polticos, mercantiles y artsticos. Apesar de su prolongacin en el tiempo, el conflicto a)n no ha perdido inter%s ni ha sido resueltoconvincentemente. *neste tra!ajodiscutiremos algunas de las concepciones que contri!uyerona consolidar lasposturas en conflicto. +ara ello, partiremos de un cuestionamiento a las modalidades dominantes enquelosmedios decomunicacinaportanalacomprensindelos fenmenos contemporneosvinculados conla convivencia, la discriminacin, la seguridad, etc. &alvoe'cepciones, estosasuntos son tpicamente e'puestos en los medios cuando la conmocin de un hecho sensacionalreclama la atencin de polticos y acad%micos. La gravedad de los acontecimientos, el dolor de lasvctimas ylaimposi!ilidadderecuperar loquesehaperdidotiendenaopacar enel reportemeditico, electri"ante y viva", la intervencin #refle'iva y didctica$ de los especialistasconvocadosparacadaocasin. *nesascircunstancias, parecedifcilquedichasintervencionesso!repasen los lmites del entretenimiento pasatista.+or otro lado, revisaremos una parte de la larga serie de estudios con los que se construy un reade indagaciones inspiradas en m%todos de la psicologa y la sociologa emprica. *ste panorama secompleta con algunas refle'iones de carcter est%tico, que facilitarn la tarea de precisar algunasconsideraciones acercadelau!icuidaddelas escenas violentas enlaproduccinaudiovisualcontempornea. ,omo marco general de nuestros comentarios, volveremos a discutir lasmodalidades dominantes en el tratamiento y oferta de escenas violentas, a fin de sealar los lmitesenquesemuevela-e'plicacinmeditica.acercadelos homicidios enmasa. ,omocasosem!lemticos delas te'tualidades audiovisuales producidas enlos noticieros televisivos, talesmatan"asperpetradasporagresoresdescontroladosenespaciosdesprotegidoscomoescuelasosalas decine, aportanelementos para"anjar el conflictonoresueltodelas escenas violentas(/o0ers, et al 1232). *nunavariedaddereportes seindicancomoposi!les antecedentes laspreferencias que esos homicidas conservan en materia de series o pelculas de accin y juegos devideo hper violentos. (ado que las formas de e'poner estos penosos episodios a las que en generalrecurrelaprensaaudiovisual noseapartandel tintesensacionalistaqueimpregnalascrnicas,discutiremos si tales e'plicaciones promueven o no un concepto de violencia social reclamado porla gravedad de los hechos y por el sufrimiento de las vctimas. +retendemos, por lo tanto, que elaporte de este tra!ajo enfoque la discusin en torno a la creatividad y al dinamismo de las artesaudiovisualesmsalldelastendenciasalaespectacularidadyel sensacionalismoquesuelenatri!urseles desdeotras perspectivas. Laproduccinyel consumodeimgenes violentas nomerecen ser dejadas al margen de la discusin en torno a las violencias sociales. 1. Tres versiones sobre la violencia en la produccin audiovisual*n un documento de 1224 (5riegel, 1224), la comisin reunida por el 6inisterio 7ranc%s de ,ulturay ,omunicacin para e'pedirse so!re la situacin del cine y la televisin concluye que laproduccinaudiovisual delos noventaofrecaent%rminos generales unmundodondeel malsiempre es victorioso, por lo que sera inconce!i!le pretender luchar contra %l. &eg)n unaafirmacin auda" de esa comisin, el cine y la televisin adhieren a una especie de tesis gnstica,para la que el mundo est hecho defectuosamente a propsito y no tiene remedio alguno. &ostieneesta apreciacin un ingrediente ha!itual de ciertos relatos audiovisuales8 la adjudicacin deinoperancia o de corrupcin generali"ada e incura!le a la polica o a las autoridades judiciales. Losproductos audiovisuales que dicha comisin tena entre manos esta!an me"clados con sangre real8unasesinoserial queporaquella%pocaoperenlossu!ur!iosparisinosconfesquelafuenteinspiradora de su campaa homicida ha!a sido Asesinos por naturaleza (Nature born killers), lapelcula de 9liver &tone.,omo documento surgido de las presiones que suelen ejercer grupos moralistas (ligas de madres ymadres, confesiones religiosas, pediatras, psiclogos, etc.) se entiende que el dictamen !usque suapoyo en indagaciones acad%micas que en !uena medida pavimentan el camino entre el prejuicio yla prohi!icin. 6s all de estas contingencias de la poltica, el documento se e'pone a crticas decarcter metodolgico que conviene anali"ar con cautela. *l procedimiento de la comisin consistien mirar las escenas violentas en las producciones audiovisuales como si estas se presentaran slodesquiciadamente, sinconflictosnira"ones, ycomosilosespectadoresinfantiles, denominados-sectores vulnera!les., las adoptaran automticamente como modelo de conducta, ysinquepudieran actuar como filtros atenuantes otras condiciones familiares o socioeconmicas. &induda, estaformadea!ordarel fenmenodelasescenasviolentasyotrasideasenquesefundamenta el estudio de la ,omisin francesa podran mejorarse con algo de esfuer"o. La primeraetapa para ello consistira en revisar el trayecto de al menos cincuenta aos (:on +ost, 3;;hurto) menor.c) os est"ticosAutores como ,arole (es!arat (3;;. ,uriosamente, este autor pasa por alto el hecho de que el go!ierno de C. N. /ush (1222$122R) implementla fraudulenta poltica de la guerra preventiva que provoc tantas muertes en PraM, Afganistn y otros sitios del planeta.)ltimapelculade/atman. *nel conte'todeestadiscusinmyth