EL CONEJITO TIMIDOCuentos de la India contados por Georgina Faulkner

Adaptado a Teatro de Sombras

Narrador: Estuve sentado sobre una palmera por horas tan largas que les puedo asegurar que cada una tenía mas de sesenta minutos. Presente se hizo la oportunidad de convertirme en testigo sin querer atestiguar del día en que la selva desaparecería. Y es que un conejito de miedo temblaba siempre imaginando que la tierra se hundiría, que el encima el cielo nos caería o que las zanahorias todas desaparecerían.Pero mejor será por el principio comenzar.

Conejito entra y cada tres pasos reflexiona

Conejo: ¿Qué pasaría si se hundiera la tierra?… ¿Qué pasaría si el cielo nos cayera encima?... ¿Qué pasaría si todas las zanahorias de todo el mundo se llenaran de hongo y moho y no pudiera comerlas o peor aun si simplemente desaparecieran? ¿Qué sería de mi entonces?

Sonido del chango, Cae el coco.

Conejito: ¡Ay de mí, ay de mí, que ruido tan terrible, se está hundiendo la tierra! ¿A dónde correré a esconderme?

Después de tres vueltas el conejito se detiene agitado

Conejito 2: Oye ¿por qué…?

Conejito: (dando un salto) ¡aaah! (sale corriendo)

Conejito 2: (detrás de él) ¿Por qué corres tan de prisa y a dónde vas corriendo?

Conejito: ¡Corre, corre, la tierra se esta hundiendo y yo voy huyendo!

Conejos: ¡Corran, corran! ¡La tierra se esta cayendo, la tierra se está hundiendo!

Narrador: Corrieron los conejos a través de la Selva. Ahora bien, por ahí paseando andaba un ciervo, se dice que estas criaturas son tímidas en extremo pero la oveja negra en la familia nunca falta.

Ciervo entra con una espada medieval

Ciervo: ¡Desenvainad! ¡Vamos! ¡Que son virtudes el honor y el valor de los caballeros reales!

Se escuchan los gritos de los conejos

Ciervo: Alguien se acerca, me ocultaré.

Llegan los conejitos el ciervo los intercepta saltando de atrás de la palmera Ciervo: Alto peregrinos ¿A dónde vais corriendo?

Conejitos: ¡Oh hermano Ciervo! ¡La tierra se esta hundiendo, la tierra se esta hundiendo! ¡Corre, corre!

Ciervo: ¡Por mi madre! No os preocupeis conejillos, yo os ayudaré a alertar a la población ¡CORRAN, CORRAN LA TIERRA SE HUNDE PAPANATAS! ¡MUEVANSE!

Entra el zorro

Narrador: De ahí muy cerca, amargamente un zorro pequeño se quejaba porque no había comido bien, (grr), porque calor tenía, (grr), porque la muela le dolía, (grr)

Zorro: ¡auu! ¡au! ¡au! ¿Pero que hace una aguja para tejer en medio de la Selva?

Animales: ¡aaaah!

Zorro: ¿Qué pasa? ¿A dónde van corriendo?

Animales: ¡Corre, corre hermano zorro, la tierra se esta hundiendo, la tierra se esta hundiendo!

El zorro sale con ellos.

Animales: Conejos: ¡aaaa! Zorro: ¡grr, gr., au, au! Ciervo: ¡de prisa hermanos!

Narrador: De la Selva al Desierto el camello trabajaba transportando pasajeros, había a la selva regresado en busca de una aguja para tejer que una de sus pasajeras, la señora araña, perdió cuando al desierto se dirigía a tomar unas vacaciones. Pero nunca la aguja encontró porque en la escena anterior el zorro en una pata se la encajó.

Camello: Esto es como buscar una aguja en un pajar pero sin premio de motivación. (bosteza) Tomaré una siesta mientras llegan los pasajeros.

Conejo-azafata: pasajeros con destino al Desierto norte y sur, favor de abordar el camello que se encuentra en la última palmera. Gracias.

Camello: Pero que son… ¿hormigas? ¡Ay que picazón, que comezón!

Las hormigas suben

Camello: Buenas tardes, bienvenidas, buenas tardes… ¡ee! Por favor sin morder, sin morder. ¡Vámonos!

Animales: ¡aaaah!

Los animales se detienen frente al camello y las hormigas. El ciervo salta al frente

Ciervo: ¡Alto ahí moradores! Con el permiso que me otorga la corona siendo yo caballero real, es mi deber comunicaros y no por ser un deber me causa pesar, que os

recomiendo poner pies en polvorosa para que protejáis vuestras vidas, pues por designio divino, cual Atlántida nuestro amado suelo será absorbido por la furia marina.

Camello y hormigas: ¿Qué? ¿Qué dijo?

Zorro: Lo que el Ciervo quiso decir es que: ¡Corramos todos, la tierra se esta hundiendo, la tierra se esta cayendo!

Salen todos corriendo

Narrador: En la tela de una araña un elefante se columpiaba, mientras la señora araña sus vacaciones tomaba, el elefante se paseaba plácidamente, y como veía que resistía se disponía a llamar a otro elefante pero primero llegó el alboroto de los animales.

Ciervo: ¡Dejadme a mi!

Animales: No, no el ciervo no, se tarda mucho.

Ciervo: ¿Qué? ¿Quién se ha atrevido a cometer tal agravio contra mi naturaleza?

Animales: No lo dejen hablar

Ciervo: ¿Quién ha dicho esa blasfemia? !Que de la cara!

Animales: ¡Aaaay! ya díganle al elefante que esta pasando

Camello: Hermano elefante, tienes que bajar de ahí porque la tierra se esta cayendo, vamos.

El elefante baja de un salto y corre de un lado a otro.

Elefante: ¡Corran, corran! ¡La tierra se esta hundiendo, la tierra se esta cayendo!

Los animales salen de un lado y de otro gritando hasta que aparece el león y con un rugido los obliga a detenerse.

Narrador: Súbitamente a un enorme León se encontraron, que cuando vio que con tal pánico, todos iban corriendo, rugió con una gran voz. Hay que advertir que este enorme León era el León Rey y mandaba sobre todos los animales de la selva; así que al ordenarles que se detuvieran, inmediatamente todos lo hicieron, permaneciendo parados pero temblando de terror.

León: Díganme ¿por qué corrían todos con tal pánico?

Animales: ¡Que hable el Ciervo! ¡Si! ¡Que hable! ¡Que hable!

Ciervo: ¡Oh, grande y poderoso Rey! Vuestro pueblo reconoce mi naturaleza elocuente por lo que he sido comisionado para informar a vuestra alteza la terrible noticia ¡La tierra se derrumba y corremos para salvar nuestras vidas!

Rey: Pero si la tierra se esta derrumbando ¿Cómo creen ustedes que podrán escapar de ella. Además, no veo signos que muestren que la tierra efectivamente se esta derrumbando(los animales desaparecen) ¿Cómo sabe usted eso hermano Ciervo?

El León va llamando a cada uno de los animales hasta llegar al primer conejito.

León: Bueno hermano Conejito ¿Qué es lo que te hizo decir que la tierra se estaba hundiendo?

Conejito: Estaba yo durmiendo en una palmera cuando desperté presa de terror por un ruido terrible que escuché (sonido del chango y el coco). Tuve miedo de mirar atrás porque pensé que la tierra se estaba hundiendo. Es por eso que corrí lo más aprisa que pude.

León: ¡Ay necio conejito! Si hubieras volteado te habrías dado cuenta de que el sonido lo causo este coco al caer al suelo. Ahora sabes que la tierra no se esta derrumbando. Vamos a decirles a los demás.

Narrador: El conejito muy apenado, regresó con los demás animales y por mandato del rey realizó una obra teatral para contarles lo que en realidad había sucedido.

Conejito: Y aquí el final.