EL TRASTORNO PASIVO-AGRESIVO DE LA PERSONALIDAD 

El comportamiento pasivo-agresivo es un patrón de expresión indirecta de los sentimientos negativos, en lugar de tratar directamente con los temas y problemas. La persona pasivo-agresiva no expresa directa y abiertamente sus pensamientos y sentimientos negativos. Según la Clínica Mayo, hay una desconexión entre lo que una persona pasivo-agresiva, dice y lo que hace. A menudo estarán de acuerdo con alguien cuando en realidad están en desacuerdo, entonces actuarán negativamente frente a la situación. La persona pasivo-agresiva no comparte sus emociones negativas verbalmente, sino que actúa a través de su comportamiento. Hay señales específicas de comportamiento pasivo-agresivo a las que debes estar atento.

El comportamiento pasivo-agresivo se refiere a la resistencia pasiva u obstruccionista a instrucciones autoritarias en situaciones interpersonales o laborales. Se puede manifestar como resentimiento, terquedad en realizar las tareas requeridas. Se listó como un trastorno de personalidad Axis II en el Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales DSM-III, pero fue finalmente movido al Apéndice B del DSM-IV debido a la controversia y a la necesidad de mayor investigación sobre cómo categorizar los comportamientos en una futura edición si es un trastorno o un comportamiento, que permite evitar la confrontación.  Mientras que en la superficie, los pasivo-agresivos parecerán ser gente amable y cooperativa, secretamente tratan de sabotear y de controlar las situaciones. 

La gente pasivo-agresiva a menudo se molestará sin razón aparente. La verdadera razón por la que la persona pasivo-agresiva está molesta podría ser algo que sucedió semanas, meses o años atrás. Es impaciente o tiene mal humor. Las personas pasivo-agresivas se impacientan y están malhumoradas porque internalizan todos los desaires y ofensas. Sus comportamientos de sabotaje son frecuentes. Las personas pasivo-agresivas a menudo suelen posponer las cosas como una forma de protestar en silencio contra las tareas que no quieren hacer.

Los signos de dilación son una característica en ellos a menudo asumirá algún proyecto o responsabilidad, incluso si no quiere hacerlo, entonces lo saboteará llegando tarde, fallando los plazos de entrega y

EL TRASTORNO PASIVO-AGRESIVO DE LA PERSONALIDAD 

en general haciendo un mal trabajo. También dan señales de fallos de memoria. Las personas pasivo-agresivas olvidan cosas convenientemente

Reconocer a una persona pasivo-agresiva por lo que es quizá sea complicado debido a que muchas personas con este tipo de conductas y personalidad, son particularmente hábiles a la hora de ocultar su negatividad. Por ejemplo, si le pides un favor a un pasivo-agresivo, debes saber que realmente no quiere hacerlo, pero de todos modos estará de acuerdo. Sin embargo, cuando se trate de que en realidad haga eso que le pediste, va a llegar tarde, a decirte que lo había olvidado o que tiene un asunto urgente que atender. Los pasivo-agresivos son maestros de la manipulación. Van a tratar de quebrar tus argumentos mediante una serie de excusas que les sirvan para quitarse la culpa de sus espaldas y lo único que ganarás, será que ofusquen el asunto. Cuando enfrentas a una persona pasivo-agresiva, notarás que típicamente fingirá no saber cuál es la ofensa o el motivo de la confrontación y actuará como si se la hubiera herido. 

Las personas que se involucran en esta conducta "castigan" a los que les rodean de formas no conflictivas. Por ejemplo, en vez de decir simplemente "no quiero ayudarte con esta actividad", quizá lleguen una hora más tarde y de mal humor por estar sacrificando algo para ayudarte con tu actividad. Frecuentemente, en sus relaciones pretenden ser el "mártir" y la "víctima".

 La persona no suele ser conflictiva, los demás tienden a verla como mártir "contra su voluntad", y la persona pasiva-agresiva está muy dispuesta a alimentar esta percepción. Como resultado, los otros se vuelven más propensos a complacer a la persona pasiva-agresiva para evitar molestarla. Esta persona es tan controladora como alguien agresivo, pero hace valer su poder de una forma muy diferente. una persona pasiva-agresiva no es una víctima. Tener interacción con una persona con este comportamiento es como un baile ella juega a ser la víctima.

Si bien casi todas las personas poseen tendencias pasivo-agresivas, el hombre con estas características encubre su ira con la conducta pasiva.

EL TRASTORNO PASIVO-AGRESIVO DE LA PERSONALIDAD 

Los hombres pasivo-agresivos establecen sus propias líneas de tiempo y sus términos para las relaciones personales.

Siempre tiene mentiras y excusas. El hombre pasivo-agresivo las utiliza como medio para retener información con el fin de tener más poder y control sobre tu persona. Pon atención a las respuestas complicadas a preguntas simples.

La ambigüedad. Por ejemplo, si le preguntas acerca de la posibilidad de salir el viernes por la noche, él responde "ya vamos a ver", y no finaliza la conversación. El hombre pasivo-agresivo desea controlar la relación. Dejarte con la duda acerca de lo que quiso decir puede otorgarle un sentido de poder sobre ti, en forma consciente o inconsciente.

Su naturaleza competitiva. Se siente incómodo, de manera que sus juegos mentales le sirven para estar por encima de otra persona, él siempre tiene necesidad de quedarse con la última palabra en una discusión o intenta sacarte ventaja.  En forma típica, él es reservado, desconfiado, inalcanzable en cuanto a sus sentimientos e incapaz de demostrar una intimidad sólida.

Evita las citas con hombres pasivo-agresivos. Su comportamiento es, con frecuencia, difícil de modificar y puedes involucrarte en una relación poco saludable. . El tratamiento de este trastorno puede ser difícil, sobre todo porque los esfuerzos por convencer a la persona de que tiene un problema se encuentran con resistencia, y el pasivo-agresivo frecuentemente dejará el tratamiento alegando que no le hacía ningún bien. 

Signos comunes del trastorno de personalidad pasivo-agresivo

Existen ciertos comportamientos que sirven para identificar a un

individuo pasivo-agresivo.

Jamás se muestra desafiante; su manera de actuar es tan pasiva, tan

indirecta, que así elude la responsabilidad. 

Ambigüedad

Olvidos y lapsus frecuentes

Echar la culpa a otros

EL TRASTORNO PASIVO-AGRESIVO DE LA PERSONALIDAD 

Tardanza crónica y olvido

No expresar hostilidad o enfado de forma abierta

Rechazo a la autoridad

Miedo a la intimidad

Fomento del caos

Ineficiencia intencionada

Crear excusas y mentir

Obstruccionismo

Deja las cosas para más tarde

Resentimiento

Se resiste a sugerencias de otros

SarcasmoSe ofende cuando los demás le aportan sugerencias útiles para ser más productivo

Pone obstáculos a la labor de los demás, para lo cual deja de hacer la parte que le corresponde en algo. 

El pasivo-agresivo nunca reconoce que tiene la culpa de que las cosas le salgan mal, ni de que hace algo para que usted se enoje. 

Si algo no sale como debe, es culpa de usted o del jefe.

'Sabes lo ocupado que ando. No puedo acordarme de todo.

Para estas personas, acceder a los deseos de otro equivale a someterse. Y la sumisión, para su identidad tierna y frágil, es sinónimo de humillación.

Se trata de personas que llevan dentro un profundo enojo, y al mismo tiempo se sienten muy desprotegidas. 

El enojo se debe a ofensas que en la infancia les hicieron sus padres, de quienes no debían recibir todo el amor y la protección. Según Johnson (2001), la American Academy of Child & Adolescent Psychiatry (1999), señaló que de cada cinco pasivos agresivos adultos adultos por lo menos tres vivieron con un alcohólico mientras crecía. Los psiquiatras de niños y adolescentes saben que estos niños enfrentan un riesgo

EL TRASTORNO PASIVO-AGRESIVO DE LA PERSONALIDAD 

mayor de tener problemas emocionales que los niños cuyos padres no son alcohólicos.

El menor que ha crecido en el ambiente de un padre alcohólico, es mayor cuatro veces más problemático.

1- Culpabilidad.  El menor cree que el es la causa de que el padre o tutor, o la madre abuse del alcohol.

2- Ansiedad. El niño constantemente padece preocupación por la situación en su hogar, teme que el padre le pueda ocurrir un accidente o se hiera, o la violencia en el hogar.

3- Vergüenza. Los padres inconscientemente le da el mensaje al hijo que hay un secreto en la familia y no podrá convivir de la misma manera con sus compañeros y por ende no confiara en los demás.

4- La confianza. El menor ha sido decepcionado varias veces por el alcohólico que ya no tiene la capacidad de confiar en los demás.

5- La confusión. Los varios estados de ánimo del  alcohólico son de ser amable a violencia, lo que confunde al menor.

6- La ira. El menor siente ira, rabia, contra el padre o madre según el caso, pero también con el padre que no bebe, porque él piensa que protege  al alcohólico.

7- Estado depresivo. Debido a que se siente incapaz de cambiar la situación

El niño tratara de ocultar a los demás el alcoholismo que se vive en casa, los psicólogos comentan los siguientes comportamientos de niños y adolecentes que viven el alcoholismo en el hogar.

-Falta de interés a la escuela y inasistencias.

-No presenta la debida atención a las clases.

- Enfermedades frecuentes de dolor de cabeza, o de estomago.

- Abuso. De bebidas y drogas o solventes en la adolescencia o adultos jóvenes.

EL TRASTORNO PASIVO-AGRESIVO DE LA PERSONALIDAD 

- Agresiones contra otras personas de forma pasiva.

Algunos hijos tratan de tomar las responsabilidades que les corresponden a los padres, y casos son malos estudiantes, sus problemas no son aparentes hasta la edad adulta donde desarrollan el Trastorno pasivo agresivo de la personalidad

Ya de adultos, siguen siendo dependientes de las personas importantes de su vida, entre ellas sus padres o jefes.

No son capaces de entablar una relación íntima sin sentirse enojados y resentidos, pero tampoco pueden vivir sin esas otras personas. 

¿Qué hacen con toda esa hostilidad interior? Tienen miedo de ser agresivos para con los otros, de quienes tanto dependen. 

Entonces recurren a una conducta de oposición, que expresa sus sentimientos agresivos de una manera disimulada, pasiva. 

Entonces, cuando pasivamente consiguen que sus jefes o cónyuges reaccionen con furia y los castigan, experimentan la sensación de injusticia que han llevado sobre sus espaldas durante toda la vida.

Arruinan su vida de pareja y su vida laboral. En un estudio a largo plazo que se realizó en un grupo de hombres, de todos los trastornos, el pasivo-agresivo resultó ser el que más se traducía en una movilidad descendente en el plano conyugal.

Al trastorno pasivo-agresivo se lo asocia con el alcoholismo, la drogodependencia, la ansiedad y las enfermedades psicosomáticas. 

El trastorno de desafío y oposición, cuyo nombre expresa lo que viven los padres y maestros de estos niños o adolescentes, puede predisponer a contraer, al llegar a la madurez, el trastorno pasivo-agresivo de la personalidad. 

Muchísimos individuos se comportan de una manera pasivo-agresiva en alguna ocasión, usando maniobras dilatorias, 'olvidándose' de hacer las cosas. 

EL TRASTORNO PASIVO-AGRESIVO DE LA PERSONALIDAD 

CONCEPTUALIZACION

Como sugiere el propio término, la teoría psicodiná-

mica define pasivo-agresivo como una manifestación de la

ambivalencia intrapsíquica o de conflicto interpersonal.

Desde la "fase oral sádica" de Abraham (1924) hasta el

"carácter masoquista" de Reich (1949) los psicoanalistas

discutieron la conducta pasivo-agresiva antes de que se acu-

ñara el término. Por ejemplo, Reich (1949) describió personas que "cortejaban amor a través de la provocación y el

desafío" (p.245). El autor teorizó que "dichas provocaciones eran intentos de imponerme una rigidez y conducirme al frenesí... no es en absoluto un mecanismo de castigo sino de situar al analista de su prototipo, el padre o la madre, en el error, de llevarle a actuar de modo que le proporcione una base racional al reproche

"mira que mal me estás tratando" (p.242).

Las conceptualizaciones psicopatológicas de la pasividad-agresión también deben tener en cuenta la influencia de los factores sociales. Whitman y col.(1954) ven la pasividad-agresión como el producto de de tener problemas emocionales producidos por el enojo debido a ofensas que en la infancia les hicieron sus padres, de quienes no recibieron todo el amor y la protección transformada en pasividad por situaciones sociales ambiguas les han llevado también a una ambivalencia y a un resentimiento; esta rabia subsiguientemente se expresa como pasividad-agresión Actualmente, esta idea es aplicable. Los problemas económicos, el cinismo político, y la conducta criminal pueden contribuir a un sentido de indefensión. Parece posicionar un conflicto fundamental entre el miedo y la rabia, la inhibición y la asertividad, la pasividad y la agresividad. El conflicto ha estado siempre en el centro de la pasividad-agresión - más que en ningún otro trastorno de personalidad.

RET, Revista de Toxicomanías Nº22-2000