EL COMERCIO INTERNACIONAL COMO CAUSA DEL SUBDESARROLLO · - 3 - antecedente a la teoría del...

24
- 1 - EL COMERCIO INTERNACIONAL COMO CAUSA DEL SUBDESARROLLO: UNA VISION ESTRUCTURALISTA 1 Eliana Daniela Scialabba 2 [email protected] RESUMEN El origen de la teoría del desarrollo, junto a la creación de la CEPAL da lugar a un nuevo campo de estudio: el desarrollo del subdesarrollo. Este campo ocupó desde su origen hasta el presente, aunque con cambios sustantivos en su enfoque, un lugar importante en el análisis de las ciencias sociales, sobre todo en la economía. El objetivo de este trabajo es examinar las continuidades y rupturas del pensamiento estructuralista en América Latina, a partir de mediados del siglo pasado hasta la actualidad. Se examina el rol de la inserción internacional en el subdesarrollo y la dependencia externa que presentan las economías periféricas. Palabras clave: comercio internacional, desarrollo económico, estructuralismo, integración regional. ABSTRACT The origin of development theory, along with the creation of ECLAC generates a new field of study: the development of the underdeveloped. This field held since its origin until the present, although with significant changes in its focus, an important place in social sciences analysis, especially in economics. The aim of this work is to examine the continuities and ruptures of structuralist thought in Latin America from half of the past century to the present. Both, the role of international insertion in underdevelopment and the external dependence presented by peripheral economies, are analyzed. Keywords: international trade, economic development, structuralism, regional integration. 1 Trabajo realizado para el IV Coloquio Internacional de Sociedad de Economía Política y Pensamiento Crítico Latinoamericano, 22 al 24 octubre de 2008, Buenos Aires, Argentina. Se agradecen los comentarios y sugerencias de Lucila Belsanti, Martín Kalos, Natalia Lorato y Cristian Navarro. 2 Facultad de Ciencias Económicas y Ciclo Básico Común, Universidad de Buenos Aires; Facultad de Ciencias Sociales, Universidad del Salvador; Universidad Nacional de Tres de Febrero.

Transcript of EL COMERCIO INTERNACIONAL COMO CAUSA DEL SUBDESARROLLO · - 3 - antecedente a la teoría del...

- 1 -

EL COMERCIO INTERNACIONAL COMO CAUSA DEL SUBDESARROLLO:

UNA VISION ESTRUCTURALISTA1

Eliana Daniela Scialabba2

[email protected]

RESUMEN

El origen de la teoría del desarrollo, junto a la creación de la CEPAL da lugar a un

nuevo campo de estudio: el desarrollo del subdesarrollo. Este campo ocupó desde su

origen hasta el presente, aunque con cambios sustantivos en su enfoque, un lugar

importante en el análisis de las ciencias sociales, sobre todo en la economía.

El objetivo de este trabajo es examinar las continuidades y rupturas del pensamiento

estructuralista en América Latina, a partir de mediados del siglo pasado hasta la

actualidad. Se examina el rol de la inserción internacional en el subdesarrollo y la

dependencia externa que presentan las economías periféricas.

Palabras clave: comercio internacional, desarrollo económico, estructuralismo, integración regional.

ABSTRACT

The origin of development theory, along with the creation of ECLAC generates a new

field of study: the development of the underdeveloped. This field held since its origin

until the present, although with significant changes in its focus, an important place in

social sciences analysis, especially in economics.

The aim of this work is to examine the continuities and ruptures of structuralist thought

in Latin America from half of the past century to the present. Both, the role of

international insertion in underdevelopment and the external dependence presented by

peripheral economies, are analyzed.

Keywords: international trade, economic development, structuralism, regional integration.

1 Trabajo realizado para el IV Coloquio Internacional de Sociedad de Economía Política y Pensamiento

Crítico Latinoamericano, 22 al 24 octubre de 2008, Buenos Aires, Argentina. Se agradecen los

comentarios y sugerencias de Lucila Belsanti, Martín Kalos, Natalia Lorato y Cristian Navarro.

2 Facultad de Ciencias Económicas y Ciclo Básico Común, Universidad de Buenos Aires; Facultad de

Ciencias Sociales, Universidad del Salvador; Universidad Nacional de Tres de Febrero.

- 2 -

EL COMERCIO INTERNACIONAL COMO CAUSA DEL SUBDESARROLLO:

UNA VISION ESTRUCTURALISTA

1. Introducción

La creación de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe

(CEPAL) en 1948 por las Naciones Unidas, marca el nacimiento de la escuela

estructuralista. La CEPAL fue creada con el objetivo de promover el desarrollo

económico y social mediante la cooperación y la integración regional.

El surgimiento de la escuela estructuralista está basado en la crítica a la teoría

neoclásica del comercio internacional, que lo plantea como algo beneficioso para todos

los países. Uno de los principales aportes del estructuralismo latinoamericano fue la

constitución de un nuevo campo de estudio: el desarrollo del subdesarrollo. Desde su

origen hasta el día de hoy, este campo ocupa, aunque con cambios sustantivos en su

enfoque, un lugar importante en el análisis de las ciencias sociales, sobre todo en la

economía. El objetivo de este trabajo es examinar las continuidades y rupturas de este

pensamiento en América Latina, desde mediados del siglo pasado hasta la actualidad.

Antes de comenzar el estudio es necesario establecer a qué llamaremos

desarrollo del subdesarrollo: lo definiremos como la dinámica existente en los países

periféricos en el plano económico, político y social, que conforma una estructura con

características diferentes a las presentes en las economías capitalistas avanzadas, y que

tiende a perpetuar y acrecentar el subdesarrollo. Este trabajo se centra principalmente en

el rol que cumple el comercio internacional y la división internacional del trabajo, en el

subdesarrollo de las economías periféricas desde una perspectiva estructuralista.

Esta escuela se asienta en la tesis de Prebisch – Singer sobre la caída tendencial

de los términos del intercambio, en base a la que se postula el modelo de “centro” y

“periferia” y las restantes formulaciones teóricas, que se vieron modificadas con el paso

del tiempo. La novedad de esta escuela fue el traslado del análisis desde las economías

avanzadas a las regiones menos desarrolladas y más pobres del planeta.

La única manera de “romper” con la división internacional que obliga a la

periferia a quedar subdesarrollada es impulsar la industria, por lo que los estructuralistas

están a favor de la intervención del Estado, a fin de promover el proceso de

industrialización, que debe ser programado.

Los primeros exponentes del campo del desarrollo fueron los mercantilistas, que

a su vez realizaron importantes aportes a la economía internacional, que sirvieron como

- 3 -

antecedente a la teoría del desarrollo del subdesarrollo, ya que fueron los primeros en

identificar que el engrandecimiento de su Estado sólo podría hacerse a expensas del

empobrecimiento del vecino.

Sin embargo, fue Adam Smith quien estudió con mayor rigor científico las

prácticas que favorecerían al crecimiento económico. Y David Ricardo continuó y

amplió el análisis comenzado por Smith, al centrarse, no sólo en el crecimiento

económico, sino también en su distribución. Ambos exponentes de la escuela clásica

plantearon que el comercio internacional resultaría beneficioso para todos los países,

idea que tomaron los neoclásicos para elaborar su teoría sobre el comercio exterior.

Luego de la Segunda Guerra Mundial surge la escuela del desarrollo, que se

ocupará de estudiar el proceso de desarrollo en las sociedades más avanzadas pero, a

fines de la década de 1940, el nacimiento de la CEPAL cambia el curso del estudio: la

mirada se dirige hacia las economías más atrasadas, la denominada “periferia”. El

análisis realizado por los estructuralistas de CEPAL inspira a los neomarxistas y nace la

escuela de la dependencia, que luego se articularía con la corriente del intercambio

desigual. Aunque la CEPAL y el neomarxismo parten de premisas distintas, concluyen

que el subdesarrollo de la periferia es consecuencia de la inserción en el mercado

internacional y las relaciones comerciales que tienen estos países con las economías

avanzadas.

En primer lugar, se presentarán los antecedentes históricos del comercio

internacional como medio para lograr el desarrollo económico de los países, y se

estudiarán los aportes de los mercantilistas, los clásicos y los neoclásicos. Luego, se

realizará una breve reseña del rol de la inserción internacional como causa del

subdesarrollo, donde se analizará la escuela del desarrollo y la teoría neomarxista del

desarrollo del subdesarrollo.

En el siguiente apartado nos centraremos en la escuela estructuralista y se

expondrán sus características principales. Posteriormente se dará paso al estudio de la

evolución del pensamiento estructuralista, desde sus inicios, comenzando por el período

de sustitución de importaciones que surge con la creación de la CEPAL y permanece

vigente hasta mediados de los sesenta, momento en que este pensamiento original entra

en contradicción con lo que ocurría en la periferia en esa época, resultado de las

- 4 -

recomendaciones de política realizadas por esta escuela3. El fin del período desarrollista

da origen a la teoría de la dependencia, que se agota en los ochenta debido a que las

recomendaciones de política de desarrollo interno habían sido financiadas con

endeudamiento externo. Así se inicia la crisis de la deuda latinoamericana en la década

de los ochenta, que provoca fuertes desequilibrios en el plano interno y externo. Como

consecuencia del fracaso de la corriente dependentista surge el neoestructuralismo, en él

se mantienen algunos elementos existentes en los períodos anteriores, pero también se

llevan a cabo ciertos cambios de fondo en la teoría estructuralista, enfocándose en el

estudio de factores que no habían sido tenidos en cuenta, y que ahora son puestos en

primer plano por la globalización de la economía. En aquel momento las economías ya

no podían crecer sobre la base de los mercados internos, de las protecciones

arancelarias, y/o de la inversión estatal. Era urgente un cambio estratégico que orientara

su producción a los mercados mundiales, que pudiera competir en esos nuevos

escenarios, que se abrieran espacios a la inversión privada, tanto doméstica como

internacional. La publicación de la “Transformación productiva con equidad” realizada

por la CEPAL en los años noventa, es el punto de partida del neoestructuralismo

latinoamericano.

Por último, y a modo de conclusión, se reflexiona acerca de las posibilidades y

alternativas que enfrenta el pensamiento latinoamericano sobre el desarrollo en la

actualidad.

3 El mayor desencanto provino del fracaso de la industrialización sustitutiva de importaciones, la que

“rompería” con la dependencia de la periferia con el centro y detendría o suavizaría la caída tendencial de

los términos del intercambio.

- 5 -

2. Antecedentes

En esta sección se presentarán los antecedentes históricos del comercio

internacional como medio para lograr el desarrollo económico de los países. En primer

lugar estudiaremos la doctrina mercantilista que plantea que una nación sólo puede

enriquecerse a expensas de otra, noción a la que retornaremos en las próximas

secciones, y luego haremos un breve análisis de la teoría clásica y neoclásica del

comercio internacional, que afirman que éste es beneficioso para el desarrollo de todos

los países.

2.1) Mercantilistas:

Si bien no podemos determinar con exactitud el surgimiento del comercio

internacional, es posible establecer el período en el que éste adquiere mayor

importancia: la fase mercantilista, que abarca desde la caída del feudalismo hasta el

surgimiento del capitalismo industrial. Durante el mercantilismo, el intercambio

comercial pasa a ser un tema de “Estado”, lo que da lugar a una serie de teorías que

explicaron durante mucho tiempo la conducta de los estadistas, o que les sirvieron de

fundamento, y actuaron en nombre del engrandecimiento del Estado.

Tanto Heckscher (1943) como Blaug (1973), consideran al mercantilismo como

“una fase de la historia de la política económica”, y las propuestas referentes al

comercio, son sólo medios para lograr el engrandecimiento de los Estados – nación.

Si bien la característica principal de esta doctrina es su carácter proteccionista, lo

más recordado de los mercantilistas es la noción de balanza comercial favorable como

productora de prosperidad nacional. No obstante, Thomas Mun comprueba en 1630 que

la entrada continua de oro aumenta los precios internos, haciendo insostenible una

balanza comercial positiva en el largo plazo, ya que el alza en el nivel de precios

encarece los productos nacionales en el exterior, por lo que disminuyen las

exportaciones y se incrementan las importaciones, dado que los precios internacionales

son menores a los internos.

El mecanismo autorregulador de Hume establece que el dinero afecta el nivel de

precios, pero los mercantilistas se basaron en una acepción: la variable afectada era el

nivel de producción de la economía, y quedó justificada así la estabilidad de precios con

el mayor volumen de comercio. Keynes (1936[2000]) plantea que esto se debe a que los

- 6 -

mercantilistas utilizaron el ingreso de oro para disminuir la tasa de interés, y así

fomentar la inversión y el empleo gracias a la abundancia del dinero4.

Sin embargo llegan a una conclusión, y es que la consolidación del Estado

puede conseguirse, si no mejor, debilitando el poder económico de los vecinos como

aumentando el propio (Blaug, 1973, p. 30). Esta afirmación fue refutada por los clásicos

y neoclásicos, quienes plantearon que el comercio internacional es beneficioso para el

desarrollo de todos los países. Luego de estudiar estas dos escuelas, volveremos sobre

esta afirmación.

2.2) Escuela clásica

Adam Smith, en la “Riqueza de las Naciones”, señala que el desarrollo

económico será el tema central de su obra. Este autor entiende por riqueza los ingresos

obtenidos por la comunidad durante un período, la riqueza vista como un flujo5. Y de

esta forma, el crecimiento de los ingresos depende de la división del trabajo en la

sociedad, asociada al concepto de rendimientos crecientes6.

Sostiene que el bienestar aumenta si se eliminan todas las restricciones a las

importaciones y exportaciones, y plantea la existencia de una “mano invisible” que

llevará automáticamente a todos los mercados al equilibrio, por lo que las medidas

proteccionistas que defendían los mercantilistas, según Smith, no son maximizadoras,

sino que el máximo beneficio está determinado por el libre comercio.

Por otra parte, David Ricardo tiene varias similitudes con Smith en cuanto al

libre comercio, pero extiende el principio de ventajas absolutas (de comercio unilateral)

al principio de las ventajas comparativas, que da lugar al comercio internacional

bilateral. En 1815, cuando en el Reino Unido se estudiaba la implementación de la “Ley

de Granos”, Ricardo plantea que la importación de granos sería beneficiosa para

aumentar el nivel general de utilidades de la economía, y en sus “Principios de

Economía Política” vuelve a analizar el tema, y concluye que: “el comercio exterior,

aunque es grandemente beneficioso para un país, (…) no tiene tendencia a elevar los

4 Heckscher (1943) plantea que el pensamiento de Keynes era incorrecto, debido a que el desempleo

característico de la época no era similar al que se verificó durante el período mercantilista.

5 La riqueza como un flujo fue introducida en la doctrina económica por la escuela fisiócrata, los

mercantilistas asociaban la riqueza a un stock, una cantidad dada de oro y metales preciosos.

6 Luego Smith asume que los rendimientos son constantes. David Ricardo y otros economistas clásicos se

encargan de desterrar los rendimientos crecientes con el supuesto de rendimientos decrecientes de la

tierra, supuesto que luego la teoría neoclásica extenderá a todos los factores productivos.

- 7 -

beneficios del capital, a no ser que los artículos importados sean de aquellos en que

gastan sus salarios los trabajadores” (Ricardo, 1817[1973], p. 118).

Cuando Smith establece su teoría de las ventajas absolutas, determina que sólo

exporta el país con menor costo absoluto. En Ricardo, esta ventaja absoluta es el punto

de partida de las ventajas comparativas: una vez que se da el comercio unilateral, se

generará un desbalance comercial, y el país exportador tendrá un ingreso de oro en su

economía. Aquí el autor introduce la teoría cuantitativa tal cual la interpretaba Hume, y

plantea que el ingreso de dinero en la economía exportadora provocará un incremento

en el nivel general de precios, lo que hará desvanecer la ventaja comercial, y el país

importador ahora empezará a exportar el bien en el que posee menor desventaja relativa.

Con esta división internacional del trabajo, todos los países serán beneficiados

con el comercio exterior, ya que cada país se especializará en producir el bien en el que

tenga menor desventaja comparativa.

2.3) Neoclásicos

Las teorías planteadas por esta escuela, mantienen el supuesto de las ventajas

comparativas. La intención de Heckscher (1919) era estudiar la modificación en la

distribución del ingreso cuando se implementaba el comercio internacional. La teoría

ricardiana sólo tenía en cuenta la utilización de un factor (el trabajo), pero en el modelo

de Heckscher – Ohlin se utiliza más de un factor7.

Se pone énfasis en la interacción entre las proporciones en las que los diferentes

factores están disponibles en diferentes países y la proporción en que son utilizados para

producir, a su vez, otros factores.

Para que este modelo sea consistente, se deben hacer varios supuestos: cada

economía produce dos bienes, y la producción de cada bien requiere dos factores de

producción. Además, ninguno de los factores utilizados en cada industria es específico

para dicha industria y los mismos factores son utilizados en ambos sectores. Los dos

factores de producción son limitados y la tecnología de producción es de coeficientes

fijos. Adicionalmente, los factores no son sustitutos, ambas economías poseen la misma

tecnología, el mercado de bienes y factores es de competencia perfecta, existe libre y

perfecta movilidad interna de factores pero no existe movilidad externa y los gustos o

preferencias son similares.

7 En ésta época, el uso de capital es más significativo que en la que estudia Ricardo.

- 8 -

Por lo tanto, una economía tenderá a ser relativamente más efectiva en la

producción de bienes que son intensivos en los factores en los que el país está

relativamente mejor dotado (Krugman, Obstfeld, 1999).

Cuando dos países empiezan a comerciar, estos tienden a exportar los bienes

cuya producción es intensiva en los factores en los que están dotados en forma más

abundante, y aunque no existe libre movilidad de factores a nivel externo, se iguala la

remuneración relativa de los factores8, dado que la importación incorpora a la economía

el bien relativamente escaso y la exportación envía a la otra economía el bien

relativamente abundante, lo que genera la especialización del comercio internacional.

Según este modelo, el comercio beneficia a todos los participantes y, en

términos de distribución tiene efectos muy importantes: los propietarios de un factor

abundante en el país ganan con el comercio, sin embargo, los propietarios de un factor

escaso en el país pierden. Luego, el modelo es completado por Samuelson, quien

propone la igualación absoluta de los precios de los factores.

La “igualación absoluta de los precios de los factores” significa que el libre

comercio internacional también iguala los salarios reales para el mismo tipo de trabajo

en las dos naciones, así como la tasa real de interés para el mismo tipo de capital en

ambos países. En la realidad, la igualación de los precios de los factores no se observa a

causa de enormes diferencias de recursos, barreras comerciales y diferencias

internacionales en tecnología.

En la teoría neoclásica, las diferencias en dotaciones relativas de factores de

producción, llevan a la especialización internacional y a una tendencia a la igualación

(relativa o absoluta) de la remuneración de los factores de producción entre los países

que intercambian. Esta tendencia debería permitir acercar los niveles de desarrollo: el

comercio es un instrumento apropiado para reducir las desigualdades entre las naciones.

3. El subdesarrollo como consecuencia de la inserción internacional

La economía del desarrollo surge tras la Segunda Guerra Mundial. La

concepción del subdesarrollo como atraso económico tiene su mejor elaboración en la

8 Según Ohlin, el comercio internacional conduce a una tendencia a la igualación relativa internacional de

la remuneración de los factores productivos y no a la igualación completa, en la medida donde esta

supondría la movilidad internacional total de los factores. En contrapartida, Samuelson postula que, bajo

ciertas condiciones, el comercio internacional llega a una igualación completa y absoluta de la

remuneración de los factores.

- 9 -

obra de Rostow sobre las etapas de crecimiento económico, en la que se plantea que

existen determinados obstáculos que han impedido que algunos países pudieran

desarrollarse. Estos obstáculos fueron sistematizados en la doctrina de los círculos

viciosos por autores como Myrdal, Singer y Nurske.

Generalmente, el principal problema es la falta de ahorro que impide el aumento

de la inversión9, lo que debería dar lugar al crecimiento y desarrollo, ya sea equilibrado

o desequilibrado (Lewis, 1954; Hirschman, 1961). Un incremento del ahorro externo

ayudaría a los países subdesarrollados a desarrollarse. El fracaso de esta teoría abrió las

puertas a la aplicación de otras teorías del desarrollo, entre ellas la teoría de la

dependencia.

El análisis de la dependencia estudia el desarrollo en la periferia, y se basa en la

interacción entre las estructuras internas y externas. (Palma, 1987). Existen dos

enfoques fundados en distintos puntos de partida que concluyen que en las economías

subdesarrolladas, el comercio internacional es una de las principales causas de ese

subdesarrollo, y tiende a perpetuarlo. Por un lado, se encuentra la teoría de origen

neomarxista, y por otra parte, la escuela estructuralista. En esta sección se presentará la

teoría de la dependencia neomarxista y el intercambio desigual, para luego centrarnos

en el análisis estructuralista como causa del subdesarrollo.

3.1) Enfoque neomarxista

En el pasado, los países capitalistas industrializados introdujeron a los países

periféricos en un sistema de relaciones de intercambio desigual por medio del cual el

excedente económico era extraído de la periferia, esto da lugar a que la posibilidad de

desarrollo de los países periféricos sea muy limitada.

Las teorías del desarrollo neomarxistas surgen durante la posguerra y alcanzan

cierto nivel de elaboración en 1957, año en el que se publica “La economía política del

crecimiento” de Paul Baran. En la obra se plantea que las naciones industrializadas

buscan aliarse con las elites tradicionales de las economías subdesarrolladas, ya que el

desarrollo de éstas es adverso a los intereses del centro. A raíz de la obra de Baran surge

la moderna teoría del imperialismo que se desarrolla durante los años cincuenta y

sesenta, con los aportes de Baran, Sweezy, Frank y Wallerstein.

9 Gerschenkron rechaza la importancia de la revolución industrial como modelo de desarrollo y resta

importancia a la acumulación de capital, al afirmar que el atraso económico relativo puede darse por

diferentes motivos.

- 10 -

Frank continúa el análisis comenzado por Baran, y concluye que dentro del

sistema capitalista no habrá otra cosa que “desarrollo del subdesarrollo”, debido a la

manera en que las economías periféricas se encuentran ligadas a la economía

internacional (Palma, 1987). El problema del subdesarrollo gira en torno al carácter

dependiente de las economías periféricas10

.

Por distintos motivos y mecanismos estas corporaciones se instalan en los países

subdesarrollados y comienzan a generar riqueza, pero al mismo tiempo dicha riqueza es

extraída desde dichos países hacia los países desarrollados. En este punto, la teoría de la

dependencia neomarxista se contacta con la teoría del intercambio desigual, que cuenta,

entre sus mayores exponentes, con Emmanuel, Amin y Shaikh. Según Emmanuel

(1990), la desigualdad del intercambio se produce cuando surge una determinada

relación de precios que se establece en virtud de la igualación de la tasa de ganancia en

regiones de plusvalía institucionalmente diferente, ya que en los países subdesarrollados

se busca pagar el menor salario posible.

De esta forma, la inversión extranjera no es mecanismo para el desarrollo de los

países subdesarrollados, sino un conducto de transferencia de riqueza de los países

pobres hacia los ricos, al tiempo que permite a éstos aumentar su control sobre las

economías de aquéllos.

Otro enfoque del intercambio desigual es el desarrollado por Shaikh, quien

plantea, desde el comienza de su análisis, que no es necesario examinar determinadas

características del capitalismo para determinar que el libre comercio lleva a la

desigualdad entre países. Es el libre comercio el que genera el intercambio desigual.

Se crítica a la teoría clásica, neoclásica y a Emmanuel, ya que todas estas

elaboraciones se basan en el principio de las ventajas comparativas, en las que actúa la

teoría cuantitativa del dinero. Para Shaikh el mecanismo que opera es la teoría del

dinero de Marx, en la que las variaciones en la cantidad de dinero producen variaciones

en la tasa de interés. Su estudio se centra en el movimiento internacional de capital; la

abundancia de recursos naturales y el costo de la mano de obra. Y finalmente asevera

que las firmas invertirán y establecerán sus plantas en los países subdesarrollados,

teniendo en cuenta que la cuota de ganancia es mayor en estos países ya que la mano de

obra y los recursos naturales poseen un menor costo.

10 Para Frank, el problema de los orígenes del capitalismo se reduce a los orígenes del mercado capitalista

internacional y no al hecho de si surge o no un mercado libre de trabajo.

- 11 -

4. Escuela estructuralista

El nacimiento de la escuela estructuralista está ligado a la crítica a la teoría

neoclásica del comercio internacional, fundamentada empíricamente en la teoría de la

tendencia al deterioro de los términos del intercambio, conocida con el nombre de tesis

Prebisch – Singer11

, planteada a principios de la década del cincuenta. Esta tesis, piedra

angular del estructuralismo latinoamericano, sirve para desarrollar el modelo de centro –

periferia. Durante los cincuenta y sesenta el estructuralismo continúa el progreso en el

seno de la CEPAL.

Los rasgos principales de esta teoría son la distinción entre el crecimiento y el

desarrollo, planteando que el desarrollo y el subdesarrollo están en función de factores

estructurales y tecnológicos. El desarrollo de los subdesarrollados se produciría al

introducir una mejora tecnológica, lo que incrementaría la productividad del trabajo. El

crecimiento del producto sin cambios estructurales produciría solamente crecimiento,

pero no desarrollo.

Las estructuras de estas economías han sido determinadas históricamente por su

inserción en el mercado internacional, sirviendo al centro como fuente de recursos

baratos para llevar a cabo su industrialización y como mercado consumidor de las

exportaciones de sus productos12

. Esta inserción en el mercado internacional da lugar a

estructuras económicas duales, con un sector moderno orientado a la exportación de

productos primarios, y otro tradicional, casi a nivel de subsistencia. Estas estructuras

propias de los países subdesarrollados son las que explican los desequilibrios

macroeconómicos (inflación, desempleo, déficit comercial).

Por todo esto se sigue que el desarrollo solo puede lograrse con un cambio

estructural y para eso es necesaria la intervención gubernamental.

4.1) Evolución del estructuralismo

El pensamiento estructuralista puede dividirse en tres importantes etapas. La

primera va desde los cincuenta hasta mediados de los setenta, y está caracterizada por el

predominio del pensamiento cepalino, el estructuralismo desarrollista; a esta etapa

11

Esta tesis fue formulada paralelamente por Singer y Prebisch para explicar los resultados de

investigaciones empíricas realizadas por el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las

Naciones Unidas que corroboraban dicha tendencia.

12 Desde una perspectiva regulacionista, en las relaciones entre el centro y la periferia, el rol de la

periferia es el de un “termostato”, aportando al centro una fuente de agua caliente (materias primas y

brazos) y una fuente de agua fría (los mercados), (Lipietz, 1990, p. 63).

- 12 -

pertenece la teoría del deterioro de los términos de intercambio, el modelo centro –

periferia y la política de industrialización por sustitución de importaciones.

La siguiente etapa emerge como consecuencia del fracaso de las políticas

propuestas en la primera fase. Surgen las primeras versiones de la teoría de la

dependencia, que tendrán su auge durante los años setenta. La versión estructuralista de

esta teoría presenta la dependencia como una situación en que la economía de ciertos

países está condicionada por el desarrollo y la expansión de otra economía a la que está

sometida, de tal manera que sólo pueden evolucionar como un reflejo de la expansión

de las economías dominantes, que puede tener un efecto positivo o negativo sobre el

desarrollo inmediato de dichos países.

Hacia mediados de los años ochenta, la teoría de la dependencia había sido ya

muy cuestionada por el radicalismo que había adquirido y por la falta de capacidad para

explicar ciertos logros en el campo del desarrollo, comienzan entonces a oírse voces que

tienden a moderar el discurso y a defender las posibilidades que ofrece la

interdependencia que existe a nivel internacional; todo ello conduce a la elaboración en

1990 de un nuevo y trascendente informe de la CEPAL sobre la “Transformación

productiva con equidad”, donde se recogen las recomendaciones de esta institución

para afrontar el reto de los años noventa tras el duro aprendizaje latinoamericano de los

años ochenta.

4.1.1) Primera etapa: estructuralismo desarrollista

La teoría de la tendencia al deterioro de los términos del intercambio, combinaba

dos hipótesis diferentes: por una parte, el efecto negativo de la inelasticidad – ingreso de

la demanda de materias primas sobre los términos de intercambio de los países

subdesarrollados y, por otra, las asimetrías en el funcionamiento de los mercados

laborales del “centro” y de la “periferia” de la economía mundial.

El crecimiento económico tiende a generar cambios en la estructura productiva a

lo largo del tiempo, en particular, una tendencia a la disminución del tamaño relativo del

sector primario. Este es el punto de partida de la primera hipótesis.

El cambio estructural que se verifica no solo se vincula a las variaciones en la

demanda final, sino también con que el avance tecnológico en las manufacturas está

asociado a la reducción de los costos de las materias primas. Si los países

subdesarrollados se especializan en producir materias primas y los países desarrollados

producen manufacturas, estas modificaciones estructurales tienen repercusiones en el

mercado mundial. En un contexto de este tipo, los primeros deberán crecer con más

- 13 -

lentitud o los excedentes de bienes primarios que producen presionarán a la baja de los

precios relativos en el mercado internacional13

.

La segunda hipótesis plantea la existencia de una distribución desigual de los

frutos del progreso técnico: en el caso de las manufacturas esos frutos benefician a los

productores, que se apropian de ellos a través de mayores ingresos, en el caso de los

productos básicos se traducen en menores precios. Esta asimetría resulta del

funcionamiento tanto de los mercados de bienes (mayor poder de mercado para fijar los

precios en las manufacturas) como de los mercados laborales (mayor organización de

los trabajadores del centro).

La menor demanda de largo plazo de materias primas hace que los excedentes

relativos de mano de obra desplazados de las actividades primarias tiendan a

concentrarse en los países subdesarrollados, lo que se traduce en un deterioro de los

salarios relativos de los trabajadores de los países subdesarrollados y, por ende, de los

términos de intercambio de estos países.

Rodríguez (1993) plantea que una causa adicional en el deterioro de los términos

del intercambio en el largo plazo son las diferentes variaciones de los precios de bienes

primarios y las manufacturas en los ciclos económicos: en el auge los productos

primarios incrementan sus precios más que las manufacturas, pero en épocas de

depresión sufren una caída mayor al alza que habían logrado en la expansión.

El modelo centro – periferia está estrechamente relacionado con el deterioro de

los términos del intercambio, ya que son estas diferencias estructurales entre países

desarrollados y subdesarrollados lo que genera la actual división internacional del

trabajo, y por lo tanto, el patrón de especialización.

Esta dualidad de la economía mundial se origina con la revolución industrial en

el centro, y se incrementa aceleradamente la productividad de los factores, dando lugar

a una estructura productiva homogénea y diversificada. El centro se va a especializar en

la producción de bienes manufacturados, con mayor valor agregado.

En contraste, la periferia tiene una estructura heterogénea y especializada, ya que

en ella conviven sectores de distinta productividad14

y se producen bienes primarios

13

Ocampo y Parra (2003) estudiaron la evolución de los términos del intercambio entre productos básicos

y manufacturas entre 1900 y 2000 y concluyeron que si bien hubo un marcado deterioro de los términos

del intercambio a lo largo del siglo XX, este no fue continuo ni homogéneo entre productos

- 14 -

para exportar al centro. El sector de baja productividad ocasiona el excedente de mano

de obra que mencionábamos, y presiona sobre los salarios, impidiendo que la periferia

retenga los frutos de su propio avance tecnológico. En opinión de la CEPAL, el

comercio internacional no solo perpetúa la asimetría entre el centro y la periferia, sino

que también la profundiza (Kay, 1991, p. 103).

Las recomendaciones de política económica que se desprendieron de este

análisis fueron la elaboración de planes de industrialización por sustitución de

importaciones; es decir, la transformación de la estructura productiva de estos países por

medio de la sustitución de las manufacturas importadas por otras de producción

nacional. Ello trajo consigo la aplicación de políticas proteccionistas, con el objeto de

permitir el desarrollo de las industrias nacionales sin la competencia de las empresas

extranjeras. Se sostenía que la sustitución de importaciones (desarrollo hacia adentro)

superaría las restricciones del desarrollo hacia afuera, y no solo eso, sino que también

fortalecería a los sectores medios y bajos de cada sociedad.

El desarrollo hacia fuera debía mantenerse en funcionamiento, ya que las

exportaciones de bienes primarios debían proveer de las divisas necesarias para la

industrialización. La solución no está en crecer a expensas del comercio exterior, sino

de saber extraer, de un comercio exterior cada vez más grande, los elementos

propulsores del crecimiento económico (Prebisch, 1986, p. 480).

Estas políticas se aplicaron en la mayoría de los países latinoamericanos durante

el período de entreguerras y durante las décadas de los cincuenta y sesenta. Sin

embargo, no se consiguieron los efectos deseados, ya que si bien se produjo la

industrialización de estos países, ello no supuso la salida del subdesarrollo, debido a que

no se tuvieron en cuenta los problemas de balanza de pagos y de inflación, y el poder de

las empresas transnacionales. Este fracaso da origen al surgimiento de la teoría de la

dependencia dentro de la escuela estructuralista. Parte de este fracaso, como explica

14

Estas economías adoptan un carácter dual, ya que se desarrolla una gran brecha en la productividad

entre el sector de exportación y el de subsistencia. Para la producción de bienes destinados al mercado

externo, la periferia importa tecnología del centro.

- 15 -

Palma (1987), se debe a que el pensamiento de la CEPAL sólo descansa en la naturaleza

estructural15

, sin tomar en cuenta las relaciones sociales de producción.

4.1.2) Segunda etapa: teoría de la dependencia

Esta teoría surge a mediados de los sesenta como alternativa a la etapa anterior.

Entre los principales autores de la dependencia16

encontramos a Fernando Henrique

Cardoso, Osvaldo Sunkel, Celso Furtado, y Aníbal Pinto. Sus ideas son más bien vistas

como un nuevo desarrollo de la escuela estructuralista, en tanto ellos tratan de

reformular la posición desarrollista de la CEPAL a la luz de la crisis de la

industrialización sustitutiva.

La versión estructuralista de la dependencia acepta la posibilidad de que exista

desarrollo en la periferia, si bien se trataría de un desarrollo dependiente asociado, es

decir, puede producirse la industrialización y un cierto desarrollo de la periferia pero

éste estará siempre vinculado al dinamismo y necesidades del centro. Dicho sistema de

relaciones internacionales se traslada al interior de los países y crea relaciones de

dependencia entre distintas regiones, sectores y clases sociales, de esta forma viene a ser

reforzado por otras clases de dependencia no – económicas como es el caso de la

dependencia intelectual (adopción de patrones de pensamiento propios de los países

centrales), la dependencia cultural (adopción de pautas de conducta y de consumo

procedentes de los centros) y la dependencia tecnológica (utilización de tecnología

importada en lugar de desarrollar una propia).

Dentro del grupo dependentista reformista se manifiestan algunas diferencias al

destacar distintos aspectos de la dependencia. Para Sunkel la expresión clave es

“desintegración nacional”, para Furtado se trata de “patrones dependientes de consumo”

mientras que para Cardoso es un “desarrollo dependiente asociado”.

Sunkel (1984) analiza la problemática ambiental que produce en América Latina

la explotación de los recursos naturales, y observa que el excedente financiero generado

de dicha explotación fluye en mayor parte hacia el exterior y la parte que retenida

localmente es utilizada para financiar el consumo de lujo de las clases dominantes. Un

análisis similar se puede hallar en Furtado (1974), en su estudio sobre el modelo

15

El enfoque estructural es insuficiente para analizar la evolución de largo plazo del sistema económico

en su conjunto, ya que este, claramente, implica mucho más que una mera transformación de la

estructura de la producción (Palma, 1987, p.66).

16 La corriente de la dependencia tiene una rama neomarxista, a la cual ya hemos hecho referencia en la

sección previa.

- 16 -

brasileño. La política de desarrollo, elaborada para satisfacer los elevados niveles de

consumo de una pequeña minoría de la población, como la impulsada en Brasil, tiende

a agravar las desigualdades sociales y a incrementar el costo social del sistema

económico (Furtado, 1974, p. 587).

La tecnología para producir los bienes de consumo de lujo viene de los países

centrales17

. Esta tecnología intensiva en capital acentúa aún más la concentración del

ingreso y el superávit de mano de obra, lo que reproduce el círculo vicioso de

subdesarrollo y dependencia.

Cardoso y Faletto (1976 [1969]) analizan la relación cambiante entre los factores

internos y externos que han determinado el proceso de desarrollo en América Latina.

Intentan demostrar como los desarrollos internos se vinculan a los cambios externos y

como el sistema mundial incide de manera diferente en los distintos países de América

Latina. Esta interacción entre los elementos internos y externos conforma el núcleo de la

caracterización que Cardoso y Faletto hacen de la dependencia.

Ambos no consideran la dependencia como una simple variable externa, ya que

no derivan mecánicamente la situación sociopolítica nacional interna de la dominación

externa. Aunque los límites para maniobrar están en gran medida regulados por el

sistema mundial, la particular configuración interna de un país determina la respuesta

específica a esos mismos eventos externos. De este modo, no ven la dependencia y el

imperialismo como el lado interno y el lado externo de una sola moneda, quedando el

lado interno reducido a un simple reflejo del externo; sino que conciben, en cambio, la

relación entre las fuerzas internas y externas formando un todo complejo al explorar las

interconexiones entre estos dos niveles y las maneras como se encuentran entretejidos.

Cardoso no considera que una situación de dependencia sea contradictoria con el

desarrollo, y para señalarlo acuña la expresión “desarrollo dependiente asociado”. Así

rechaza la idea de Frank del “desarrollo del subdesarrollo”.

Esta concepción de la teoría de la dependencia condujo a muchos países

latinoamericanos durante los setenta a una serie de políticas de desarrollo autocentrado,

basadas en la potenciación del mercado interno y en la búsqueda de un desarrollo

tecnológico e intelectual autóctono; sin embargo, en este período la financiación del

17

En su mayoría proviene de las empresas multinacionales. Furtado (1974) llama “modernización” a este

proceso de adopción de nuevos patrones de consumo que corresponden a niveles mas altos de ingresos en

ausencia del desarrollo económico.

- 17 -

desarrollo vino de la mano de la deuda externa, muy barata por aquel entonces pero que

acabaría generando grandes problemas en los ochenta. El caso de Brasil tal vez sea uno

de los más significativos, consiguió un importante desarrollo industrial, con tecnología

propia y con un importante desarrollo intelectual en distintos campos del conocimiento;

sin embargo, esto no le permitió dejar de ser un país subdesarrollado y cuando llegó la

década de los ochenta se pusieron de manifiesto todas las deficiencias del modelo de

desarrollo autocentrado.

4.1.3) Tercera etapa: neoestructuralismo

En los ochenta se produce un redireccionamiento del pensamiento estructuralista

tendiente a moderar el discurso, aprovechando y defendiendo las posibilidades de

interdependencia, proceso que culmina con la reformulación de esta teoría, que origina

el neoestructuralismo de la CEPAL, con la publicación de la “Transformación

productiva con equidad” a principios de los noventa18

.

La corriente neoestructuralista se inspira en el estructuralismo tradicional.

Muchas de las contribuciones del pensamiento estructuralista son todavía pertinentes y

son retomadas y enriquecidas por los nuevos estructuralistas (F. Fajnzylber, R. Ffrench-

Davis, A. Foxley, N. Lustig, J. Ros, M. Tavares, L. Taylor).

La “Transformación productiva con equidad” pretende crear nuevas fuentes de

dinamismo que permitan alcanzar algunos de los objetivos de una nueva concepción de

desarrollo basada en crecer, mejorar la distribución del ingreso, consolidar los procesos

democratizadores, adquirir mayor autonomía, crear las condiciones que detengan el

deterioro ambiental y mejorar la calidad de vida de toda la población; para ello

competitividad, tecnología, educación, relaciones industriales, integración supranacional

y estabilización macroeconómica son elementos claves.

En esta publicación, de carácter institucional, pero coordinada e inspirada por

Fajnzylber, se planteó la necesidad de un patrón regional de crecimiento basado en un

proceso de industrialización, pero con miras a la inserción internacional y no al mercado

interno, como se planteaba anteriormente. En esta propuesta la industrialización

continúa siendo vital, pues en el sector que produce (el manufacturero), se generan

18

Se trató de un marco analítico que impulsaba un nuevo tipo de industrialización que le posibilitara a la

región ganar competitividad internacional y, por esa vía, posicionarse estratégicamente en el mercado

mundial. Ello, a partir de incrementos genuinos en la productividad que fueran socialmente compartidos.

- 18 -

bienes portadores y difusores del progreso técnico, elemento esencial que propende a

una mayor productividad y, por lo mismo, a una mayor tasa de crecimiento19

.

En su vertiente exterior, este informe se asienta en la idea de la

interdependencia, de forma tal que en la medida en que América Latina avance en la

senda de una transformación ganará legitimidad, credibilidad y eficacia como

interlocutor válido en el diseño de un nuevo orden económico internacional. Y en la

medida en que se reactiven las economías y se desarrolle la integración regional

aumentará el poder de negociación de los países latinoamericanos frente a terceros.

Con la intención de alejarse de los planteamientos pesimistas de la dependencia,

pero manteniendo en esencia los postulados de la misma, autores como Ffrench – Davis

y Prebisch, destacaron la importancia de avanzar significativamente en la protección del

medio ambiente, el control de los recursos naturales, la regulación internacional de las

empresas transnacionales, el acceso a los avances científicos, y la participación en el

proceso internacional de decisiones para la solución de los problemas globales

mundiales. Todos ellas son condiciones indispensables para que las relaciones de

dependencia se transformen en relaciones de interdependencia y hagan posible un

intercambio más equitativo.

El acento estructuralista sobre los cuellos de botella del lado de la oferta, es aún

una característica central del análisis neoestructuralista. El neoestructuralismo comparte

esta posición estructuralista desarrollista, según la cual, la condición de subdesarrollo de

la región latinoamericana no se explica por las distorsiones exógenas inducidas por la

política económica. La condición de subdesarrollo se explica por factores estructurales

endógenos como: la distribución desigual del ingreso y la riqueza, la concentración de la

propiedad de la tierra, la inserción desfavorable en el comercio mundial, el grado

elevado de concentración de los mercados, y el retraso tecnológico20

. Y por factores

19

De hecho, en los tiempos del autor, el sector manufacturero aún se caracterizaba por este dinamismo.

En la actualidad, si bien continúa siendo un motor importante de crecimiento, no se puede negar que ha

experimentado un cierto retroceso a favor de otras actividades, como los servicios y las tecnologías de la

información y la comunicación. No obstante, esto no invalida los principios de la transformación

productiva con equidad. Por el contrario, la reproducción de la falta de equidad en la sociedad limita

también el acceso a estas tecnologías, generando así pérdidas de competitividad y, por lo mismo, también

de crecimiento.

20 Al igual que los teóricos del crecimiento endógeno, los neoestructuralistas consideran que el mercado

de la tecnología presenta fallas resultantes del carácter de bien público no puro del conocimiento técnico

- 19 -

sociopolíticos como: la organización sindical frágil, distribución geográfica y sectorial

de la población desigual y bajo nivel educativo.

Al mismo tiempo que reconoce los aportes importantes del pensamiento

estructuralista desarrollista, el neoestructuralismo toma en cuenta las insuficiencias de

las políticas de desarrollo de inspiración estructuralista (la estrategia de sustitución de

importaciones) experimentadas en el continente latinoamericano durante tres décadas:

un pesimismo exagerado en relación a las posibilidades de exportación, confianza

excesiva en las virtudes de la intervención del Estado en la economía, la negligencia de

los aspectos monetarios y financieros, y la subestimación de la necesidad de un ajuste a

corto plazo de la economía.

Para los estructuralistas y los neoestructuralistas, la única vía para romper con el

esquema neoclásico de inserción internacional reside en el impulso del desarrollo

industrial. La integración regional representa otro tema central en la doctrina común a

estas dos corrientes estructuralistas. La integración económica debe proveer las

condiciones necesarias para que la industrialización constituya el motor eficaz del

desarrollo económico global de los países latinoamericanos.

Consideran la industrialización fundada sobre la sustitución, como una etapa

inicial necesaria del proceso de desarrollo. No obstante, piensan que este proceso ha

sido mantenido demasiado tiempo y que es el momento de sacar provecho de la

capacidad industrial creada por medio de la estrategia de la sustitución. Reconocen que

se debe pasar a la segunda etapa, la de exportación de productos no tradicionales,

especialmente de bienes manufacturados.

Finalmente, la posición de la CEPAL en el dominio de las relaciones

internacionales ha evolucionado: en los años cincuenta el enfoque estructuralista se

centró sobre la industrialización; en los años noventa, la respuesta propuesta por la

corriente neoestructuralista al fenómeno de la globalización económica es la búsqueda y

la espera de una competitividad internacional acrecentada.

En cuanto al horizonte temporal de los ajustes, en este período ya no sólo se

focalizan en los ajustes de carácter estructural (de largo plazo), sino que también

plantean que es necesario preservar los equilibrios macroeconómicos y velar sobre la

coordinación entre el corto y el largo plazo, la concertación entre los sectores público y

y de la información. Esas fallas conducen a una subinversión en materia tecnológica y justifican una

intervención directa del Estado gracias a políticas horizontales (Guillen Romo, 2007, p. 312).

- 20 -

privado y la construcción de una estructura productiva local que implique mayor

igualdad en la distribución.

Ffrench – Davis (2005) plantea que los objetivos macroeconómicos deben ser

amplios, y no limitarse simplemente a la reducción del déficit fiscal y la inflación.

Sostiene que “el foco de atención de las instituciones nacionales e internacionales

debería ser el manejo del boom económico, más que el manejo de la crisis”.

Es por ello que, en un entorno de flujos de capitales volátiles, como ha sido

históricamente la situación de América Latina, se requiere un fuerte control en cinco

áreas fundamentales: 1) políticas monetarias, orientadas a lograr consistencia entre la

demanda efectiva y el producto potencial, 2) políticas cambiarias, que deben tender a un

tipo de cambio flexible “administrado”, 3) políticas fiscales que generen sólidas

posiciones fiscales sin descuidar los mecanismos contracíclicos, 4) regulación de los

flujos de capitales, que por medio de un control prudencial de la cuenta de capitales

tiendan a desalentar el capital especulativo y 5) políticas de supervisión de las

instituciones financieras internacionales.

Ffrench – Davis (2004) analiza el rol del capital externo en las economías

subdesarrolladas. Plantea que la afluencia de capital desde las economías ricas a las más

pobres ayuda a reducir las brechas tecnológicas y empresariales que median entre los

países más y menos. Los beneficios del flujo que enumera son: incrementos en el stock

de capital, compensación de shocks externos, diversificación del riesgo y apertura de la

cuenta de capitales y disciplina macroeconómica21

.

Los esfuerzos actuales de estabilización y de integración supranacional de

algunos países latinoamericanos pueden considerarse como ejemplos, aunque

incompletos de la “Transformación productiva con equidad”; tal es el caso de los países

del MERCOSUR (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay), de la integración de México

en la NAFTA y la situación chilena.

21

En el mismo trabajo analiza que los capitales que no son categorizados como IED, y se dirigen hacia

las economías emergentes, suelen ser procíclicos y a tienden a desestabilizar la economía (Ffrench –

Davis, 2004, p. 11).

- 21 -

5. Conclusión

La liberalización financiera fue presentada a los países subdesarrollados como la

respuesta a estrategias ineficientes asociadas a la protección comercial y los altos

niveles de intervención estatal y también como la forma de aprovechar las ventajas de la

globalización. Las reformas fueron aplicadas, pero no generaron los resultados

esperados, produciendo cada vez mayor insatisfacción en estos países22

.

Si bien la inversión extranjera directa y el comercio se han incrementado, esto

no se refleja en indicadores de crecimiento, y mucho menos de desarrollo. Como

consecuencia directa de esta dinámica, las tensiones distributivas se agravan, y las

disparidades de ingreso entre los países desarrollados y los subdesarrollados continúan

acentuándose.

En la actualidad, el neoestructuralismo no sólo tiene en cuenta los problemas

concernientes al desarrollo, sino que también le da importancia al crecimiento y a la

inflación, que habían sido dejados de lado por el estructuralismo desarrollista. Además

se le da una importancia relevante a los movimientos internacionales de capital y su

influencia sobre los ciclos económicos de los países subdesarrollados, realizando la

recomendación de mantener tipos de cambios competitivos para insertarse en los

mercados internacionales.

Es claro que el proceso de globalización ha intensificado las diferencias norte –

sur, no sólo por la creciente brecha en los niveles de ingreso y el mayor poder de los

países desarrollados junto a las grandes empresas multinacionales, sino por la

competencia existente entre los países subdesarrollados para captar las inversiones

extranjeras, en una época de movilidad del capital, lo que debilita aún mas el rol de la

periferia, y refuerza la supremacía del centro.

En términos macroeconómicos, según el enfoque neoestructuralista, es más

importante aislar la economía de grandes inestabilidades, que controlar la inflación23

, ya

que la volatilidad del crecimiento genera una alta subutilización promedio de la

capacidad productiva instalada, que reduce la productividad y por ende afecta

adversamente la inversión. Otro punto sumamente importante a considerar es el déficit

22

Esta liberalización y apertura de la cuenta capital generó graves problemas financieros en las

economías subdesarrolladas en la década pasada y a comienzos de esta década, provocando fuertes crisis

en el sector financiero que terminaron “arrastrando” también a la economía real.

23 Siempre y cuando esta sea moderada. Si el nivel general de precios se incrementa a tasas elevadas,

genera las mismas distorsiones y amplifica los efectos de la volatilidad del crecimiento.

- 22 -

del sector privado, ya que generalmente se analiza sólo el del sector publico, teniendo

en cuenta que éste es financiado con capitales de corto plazo provenientes del mercado

externo, que genera fuertes distorsiones macroeconómicas, hasta el extremo de arrastrar

a la economía a un colapso financiero, incentivado por la fuga de capitales.

Por ultimo, uno de los factores más importantes que se plantean en esta renovada

corriente, es la de integración supranacional: las economías subdesarrolladas no sólo

deben industrializarse para sustituir importaciones, sino que deben hacerlo con miras a

exportar bienes no tradicionales, en especial, manufacturas. Esto plantea un nuevo

desafío, ya que exige un elemento adicional que no se encontraba presente en el proceso

sustitutivo: la competitividad. Para que la industrialización constituya el motor eficaz

del desarrollo económico global, se debe mejorar la integración económica.

Por lo tanto, la “agenda del desarrollo” para la región, tiene como principal

objetivo completar la integración supranacional entre las economías latinoamericanas,

aunque se han dados pasos importantes con la asociación de Bolivia, Chile, Colombia,

Ecuador y Perú, junto a la adhesión de Venezuela en 2006 como socio pleno.

La captación de las inversiones es uno de los objetivos centrales del

MERCOSUR. En un escenario internacional tan competitivo, en el cual los países se

esfuerzan en brindar atractivos a los inversores, la conformación de la unión aduanera es

una "ventaja comparativa" fundamental, pues otorga un marco muy propicio para atraer

a los capitales. Sólo resta esperar que estos capitales permitan a estas economías a salir

del subdesarrollo, pero dicho proceso depende de muchos factores económicos,

políticos y sociales de la región, que deben ser resueltos en el corto plazo.

- 23 -

6. Bibliografía

Amin, S., (1990), “El comercio internacional y los flujos internacionales de capitales” en Imperialismo y

Comercio Internacional: el intercambio desigual, 11º edición, Siglo XXI editores.

Berthomieu, C., Ehrhart, C., Hernández-Bielma, L., (2005), “El neoestructuralismo como renovación del

paradigma estructuralista de la economía del desarrollo”, Centre D'Etudes en Macroeconomie

et Finance Internationale, Université de Nice - Sophia Antipolis.

Blaug, M., (1973), “La teoría económica actual”, Cap. 1, 2 y 4. Ed. Luis Miracle.

Cardoso, F., Faletto, E., (1976), “Dependencia y desarrollo en América Latina”, Siglo XXI Editores,

México, 1969.

Emmanuel, A., (1990), “El intercambio desigual” en Imperialismo y Comercio Internacional: el

intercambio desigual, 11º edición, Siglo XXI editores.

Ffrench – Davis, R., (2005), “Reformas para América Latina después del fundamentalismo neoliberal”,

Siglo XXI, CEPAL, Buenos Aires.

——, (2004), “Macroeconomía para el crecimiento y globalización financiera: cuatro temas

estratégicos”, CEPAL.

Furtado, C., (1973), “El modelo brasileño”, El Trimestre Económico, Vol. 40 Nº 159.

Gerschenkron, A., (1970), “Atraso económico e industrialización”, Ediciones Ariel.

Guillen Romo, H., (2007), “De la orden cepalina del desarrollo al neoestructuralismo en América

Latina”, Comercio Exterior, Vol. 57, Nº 4.

——, (2006), “Evolución de la economía del desarrollo”, Realidad Económica 221, pág. 48 – 69.

Heckscher, E., (1943), “La época mercantilista", 1º edición, FCE, México.

——, (1919), "The Effect of Foreign Trade on the Distribution of Income", Ekonomisk Tidskrift.

Hirschman, A., (1980), “Auge y ocaso de la teoría económica del desarrollo”, El Trimestre Económico.

——, (1961), “Adopción de la teoría del crecimiento desequilibrado” en La estrategia del desarrollo

económico, Fondo de la Cultura Económica, México.

Kay, C., (1991), “Teorías latinoamericanas del desarrollo”, Nueva Sociedad Nº.113 Mayo- Junio 1991,

Pág. 101-113.

Keynes, John M., (1936) “La teoría general de la ocupación, el interés y el dinero”, decimoquinta

reimpresión, Fondo de la Cultura Económica, México, 2000.

Krugman, P., Obstfeld M., (1999), “Dotación de recursos y comercio – el modelo de Heckscher – Ohlin”

en Economía Internacional, Teoría y Política, 4º edición. McGraw Hill.

Krugman, P., (1996), “Los ciclos en las ideas dominantes con relación al desarrollo económico”,

Desarrollo Económico, Vol. 36, Nº 143, pág. 715 – 731.

Lewis, A., (1954), “El desarrollo económico con oferta ilimitada de trabajo”, The Manchester School.

Lipietz, A. (1990), “La antigua división internacional del trabajo, o: ¿Qué diablos fue a hacer el

capitalismo en la periferia” en Espejismos y milagros. Problemas de la industrialización en el

Tercer Mundo, Universidad Nacional de Colombia.

Mallorquin, C., (1998), “El estructuralismo de Celso Furtado”, Revista Mensual de Política y Cultura Nº

117, Noviembre.

- 24 -

Ocampo, J., Parra, A., (2003), “Los términos del intercambio de los productos básicos en el siglo XX”,

Revista de la CEPAL Nº 79.

——, (2001), “Retomar la agenda del desarrollo”, VI Congreso Internacional del CLAD sobre la

Reforma del Estado y de la Administración Pública, Buenos Aires. Noviembre.

Palma, G. (1987), “Dependencia y desarrollo: una revisión crítica” en Seers (comp.) La teoría de la

dependencia. Una evaluación crítica, FCE, México.

Pinto, A., (1962), “Notas sobre la distribución del ingreso y la estrategia de la distribución”, El

Trimestre Económico, núm. US, julio – septiembre.

Prebisch, R., (1986), “El desarrollo económico en América Latina y alguno de sus principales

problemas”, Desarrollo Económico, vol. 26, Nº 103.

——, (1959), “El mercado común latinoamericano”, Comercio Exterior, Tomo IX, Nº 5.

Ricardo, D., (1817), “Principios de Economía Política y Tributación”, Fondo de la Cultura Económica,

México. 1973.

Rodriguez, O., (2001), “Prebisch: Actualidad de sus ideas básicas”, Revista de la CEPAL Nº 75.

——, (1993), “La teoría del subdesarrollo de la CEPAL”, 8º edición, Siglo XXI editores.

Roll, E., (1964), “Historia de las doctrinas económicas”, 5º edición, FCE, México.

Shaikh, A., (1990),“So bre las leyes del intercambio internacional” en Valor, acumulación y crisis –

Ensayos de economía política, Tercer Mundo Editores.

Smith, A., (1776), “Investigación sobre la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones”, novena

reimpresión, FCE, México, 1997.

Sunkel, O., (1984), “La problemática ambiental del desarrollo en América Latina”, Ambiente y

Desarrollo, Vol. I, N° 1, pág. 31 – 53.