EL COLECCIONISMO: UNA APROXIMACIÓN DESDE … · El coleccionismo es una especialización de la...

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I FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y EMPRESARIALES (ICADE) EL COLECCIONISMO: UNA APROXIMACIÓN DESDE LA FILATELIA Autor: Iria Carla Gómez Valencia Director: Carmen Valor Martínez Madrid Julio 2015

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I

FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y EMPRESARIALES (ICADE)

EL COLECCIONISMO:

UNA APROXIMACIÓN DESDE LA FILATELIA

Autor: Iria Carla Gómez Valencia

Director: Carmen Valor Martínez

Madrid

Julio 2015

II

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Valencia

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I

Resumen

La filatelia es el estudio y colección de elementos relacionados con el pago postal y de

transporte del correo. Las influencias de diversos factores y variables hacen que la

filatelia sea un ejemplo de representación de coleccionismo. Este trabajo profundiza en

las raíces de este fenómeno, analiza los distintos estudios realizados sobre el tema, así

como el caso concreto del coleccionismo de sellos, tratando de reunir las conclusiones

más importantes descubiertas por sus autores y realizando un estudio aplicado de

campo. Todo ello con el objetivo de encontrar los factores e insights que entran en

juego en el coleccionismo filatélico. Este trabajo pretende reconocer y dar a conocer a

los coleccionistas de sellos, así como a las variables que rodean y afectan al colectivo.

Palabras clave: coleccionismo, coleccionista, filatelia, consumidor, motivación, insight,

marketing

Abstract

Philately is the study and collection of items related to the postal payment and

transport of mail. The influences of various factors and variables make philately is an

example of the representation of collecting. This work explores the roots of collecting,

analysing the various studies on the subject, as well as the specific case of stamp

collecting, trying to gather the most important findings discovered by the authors and

conducting a field study. All with the goal of finding the factors and insights that come

into play in stamp collecting. This work aims to recognize and make known to stamp

collectors, as well as the variables that surround and are affecting the collective.

Keywords: collecting, collector, philately, consumer, motivation, insight, marketing.

II

Notas de agradecimiento

Han sido numerosas las personas cuya huella ha quedado impresa en mi persona y por ende en mi trabajo. Todas ellas me han enriquecido en conocimiento y experiencia, por lo que solo puedo expresar mi más sincero agradecimiento. A todos mis profesores, tanto del master como de la carrera, por haber respondido a mis múltiples dudas, soportado mis inquietudes y haberme abierto los ojos a otras perspectivas. En particular debo especial agradecimiento y apoyo a Carmen Valor, por su inestimable ayuda, su honestidad y su generosidad a lo largo de todos los pequeños baches que han surgido en el master. A mi familia, en especial a Charo, mi madre, por haberme dado el apoyo que necesitaba en las largas noches de investigación. A Asun, Ángeles y a Paqui, por estar ahí y haberme ayudado siempre que lo he necesitado. Mi profunda gratitud hacia todos los coleccionistas de la Plaza Mayor de Madrid, que despertaron con su ilusión y entusiasmo la motivación de esta investigación, espero no defraudaros. También a Carlos, por haberme dado la oportunidad de conocer el mundo del coleccionismo. Quiero manifestar mi reconocimiento a FESOFI, por la gran labor que realizan y por el extraordinario apoyo que he recibido de muchos de sus miembros. Mi gratitud también a todos aquellos coleccionistas y amigos, que me han ayudado a que esta investigación haya sido posible. Gracias de corazón.

III

Índice

1. Introducción .................................................................................................................. 1

1.1. Planteamiento del tema ............................................................................................. 1

1.2. Justificación ................................................................................................................. 2

1.3. Objetivos ..................................................................................................................... 4

1.4. Metodología y Técnicas .............................................................................................. 5

2. Marco teórico ............................................................................................................... 8

2.1. La Filatelia como Objeto de Estudio .......................................................................... 8

2.1.1. Aproximación histórica al Sello ........................................................................... 8

2.1.2. El Coleccionismo Filatélico ................................................................................ 10

2.1.3. Características del Sello ..................................................................................... 12

2.1.4. Terminología Filatélica ....................................................................................... 15

2.1.5. El Coleccionismo de Sellos en la Actualidad ..................................................... 16

2.2. El Coleccionismo como Cuestión ............................................................................. 18

2.2.1. Definiendo el Coleccionismo ............................................................................. 18

2.2.2. Las Motivaciones del Coleccionista ................................................................... 20

2.2.3. El Valor de la Colección...................................................................................... 21

3. Marco práctico ............................................................................................................ 24

3.1. Estudio de campo ..................................................................................................... 24

3.1.1. Consideraciones previas .................................................................................... 24

3.1.2. Coleccionistas ..................................................................................................... 24

3.1.3. Colecciones ........................................................................................................ 28

3.2. Encuesta .................................................................................................................... 39

3.2.1. Población objetivo ............................................................................................. 39

3.2.2. Tamaño de la muestra ....................................................................................... 39

3.2.3. Forma de aplicación de la encuesta .................................................................. 39

IV

3.2.4. Diseño del cuestionario ..................................................................................... 39

3.2.5. Recogida de la información ............................................................................... 40

3.2.6. Análisis ................................................................................................................ 41

4. Conclusiones ................................................................................................................ 55

5. Recomendaciones........................................................................................................ 58

5.1. A asociaciones y clubes de coleccionismo .............................................................. 58

5.2. A la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos ........................................................ 59

5.3. A empresas del sector del coleccionismo ............................................................... 60

5.4. A editores de catálogos filatélicos ........................................................................... 60

6. Futuras líneas .............................................................................................................. 61

7. Bibliografía ................................................................................................................... 62

V

Índice de ilustraciones y tablas

Ilustraciones

Ilustración 1: Metodología y Técnicas - Cuadro resumen ................................................... 7

Ilustración 2: Primer sello del mundo; El "Black Penny" – Imagen ..................................... 9

Ilustración 3: Primer sello español; El "seis cuartos" – Imagen ........................................ 10

Ilustración 4: Aproximación histórica al sello y El coleccionismo filatélico – Cronología ............. 11

Ilustración 5: Diferencias y variaciones terminológicas - Cuadro resumen ..................... 15

Ilustración 6: Definición de coleccionismo por autores y atributos - Cuadro resumen .. 18

Ilustración 7: Rasgos distintivos de los perfiles encontrados – Ilustración ...................... 36

Ilustración 8: Distribución detallada de Edad y Sexo - Gráfico.......................................... 42

Ilustración 9: Canales de compra por edades agrupadas - Gráfico .................................. 43

Ilustración 10: Canales de compra por perfiles actitudinales - Gráfico ............................ 44

Ilustración 11: Distribución ocupacional y nivel educativo - Gráfico ................................ 45

Ilustración 12: Número de hijos de -18 años, por edades agrupadas de los padres

- Gráfico ................................................................................................................................ 46

Ilustración 13: Actitud de la pareja del coleccionista hacia la afición de su compañero

- Gráfico ................................................................................................................................ 46

Ilustración 14: Edad en la que se comenzó la colección, por nivel de conocimiento actual

- Gráfico ................................................................................................................................ 47

Ilustración 15: Factores relevantes por los que comenzó a coleccionar - Gráfico .......... 48

Ilustración 16: Participación en asociaciones, por nivel de implicación - Gráfico ........... 49

Ilustración 17: Tipo de emisiones que colecciona, por participación en asociaciones

- Gráfico ................................................................................................................................ 49

Ilustración 18: Significación de la colección, por nivel de conocimiento - Gráfico .......... 51

Ilustración 19: Percepción del gasto, por agrupación del gasto real - Gráfico ................ 52

VI

Tablas

Tabla 1: El valor de la colección - Cuadro resumen ........................................................... 23

Tabla 2: Segmentación del coleccionista por perfil actitudinal ........................................ 37

Tabla 3: Selección de cuestionarios válidos - Cuadro detallado ....................................... 41

Tabla 4: Edad agrupada y Sexo de los encuestados - Cuadro detallado .......................... 42

Tabla 5: Atributos relevantes a la hora de adquirir una pieza, por búsqueda de piezas –

Cuadro detallado .............................................................................................................. 53

1

1. Introducción

1.1. Planteamiento del tema

El coleccionismo es una especialización de la conducta del consumidor, basada en la

adquisición y disposición de objetos. Colecciones de arte, fascículos, coches, souvenirs,

y latas entre otros, existen millones de objetos coleccionables, así como modos de

coleccionarlos. Uno de los coleccionismos más tradicionales y arraigados en el

pensamiento colectivo es la filatelia.

La filatelia es el coleccionismo y estudio de elementos postales, como son los sellos. Los

sellos representan la cultura de un país, sufragan gastos del Estado, sirven como

propaganda del pensamiento hegemónico y son, entre otras cosas, pequeñas obras de

arte en miniatura.

Este trabajo no aspira a ser un manual sobre coleccionismo, ni una recopilación teórica

de la filatelia, sino que pretende aproximarse a los grandes desconocidos, los

coleccionistas. Aquellos que reúnen, por las motivaciones más diversas, el objeto de

colección. En este trabajo se pretende interpretar a los coleccionistas de sellos y sus

colecciones, conocer más sobre ellos, quiénes son, cómo es su entorno, qué hacen,

cómo se comportan y por qué coleccionan.

Para ello se ha realizado una aproximación al objeto de estudio, seguido de una

investigación de campo que aporta una fotografía sobre el coleccionismo de sellos en la

actualidad en un caso concreto como el mercadillo dominical de la Plaza Mayor de

Madrid. Por último se ha realizado una encuesta que descubre y confirma algunos

insights hasta ahora desconocidos de los coleccionistas de sellos.

2

1.2. Justificación

El estudio del coleccionismo de bienes especializados desde la combinación de grandes

disciplinas que abordan, cada una a su manera, una perspectiva económica, humana y

social, no es un trabajo genuino. Autores como Belk, Appadurai, Páramo y Simmel han

estudiado el fenómeno del coleccionismo desde distintas disciplinas.

Existe a su vez una amplia bibliografía sobre el coleccionismo filatélico. La mayor parte

está compuesta por manuales o enciclopedias que narran la filatelia, hablan de las

virtudes del sello u ofrecen prácticas guías sobre cómo coleccionarlos. También existen

investigadores como Miralles y Herrador que han utilizado la filatelia como hilo

conductor de su investigación. Del mismo modo existen estudios, sobre todo desde el

ámbito financiero, como los de Coca, Combam o Mochón que han hablado sobre el

coleccionista y las colecciones de sellos a través de esta disciplina. Asimismo se

encuentran estudiosos y personajes ilustres dentro de este tipo de coleccionismo, como

Aranaz y Armero, que han ido más allá y han investigado sobre el coleccionista de sellos

desde su propia experiencia.

Sin embargo no existe ningún estudio académico que haya intentado retratar a los

coleccionistas de sellos, llevando a cabo un estudio combinado desde las teorías sobre

coleccionismo y en el caso concreto de la filatelia. Entender y comprender a este

colectivo, puede servir a coleccionistas, empresas, asociaciones e instituciones a

entender el mundo del coleccionismo. Este fenómeno está inserto en el arte, la cultura

e incluso en las marcas, por lo que las limitaciones sólo se encuentran allí donde acaban

las colecciones.

Antes de emprender mi andadura por el mundo del marketing, realicé un grado en

antropología social y cultural en la Universidad Complutense de Madrid. La antropología

estudia la cultura, en cualquiera de sus expresiones o representaciones, y el marketing

me ha aportado una visión complementaria. Considero que esta cosecha marketiniana

más cercana a la aplicación práctica, puede ser complementada a la perfección con el

trabajo conceptual y práctico antropológico. Una visión que analiza las raíces del

consumo y el coleccionismo de sellos, puede ayudar a completar el ciclo que acompaña

a las teorías marketinianas.

Si bien es cierto que ambas disciplinas no suelen hablar el mismo idioma, el

conocimiento y la interpretación de ambos lenguajes a través de un hilo común como

puede ser el coleccionismo de sellos, produce una tensión creativa que da lugar a

conocimientos complementarios. Una visión omnidisciplinar obliga a la comunicación

entre materias que en un principio pueden parecer opuestas, pero que originan una

fuente de valor que algunos autores como los expuestos a continuación ya han sabido

explotar y complementar. Separar el conocimiento por materias resulta tan ventajoso

3

como separar la literatura por autores. Aunque útil para su aprendizaje y comprensión,

uno no se siente solo Bécquer ni sólo Unamuno, sino que acaba absorbiendo e

incorporando todo lo que le rodea.

La elección del coleccionismo como hilo conductor de ambas disciplinas procede de

nuevo de mi propia experiencia. A principios de 2008 me encontraba en la búsqueda de

mi primera aventura laboral, y me surgió la posibilidad de colaborar en el montaje,

venta y vigilancia de un puesto dominical en la Plaza Mayor de Madrid. Sin experiencia

alguna en el sector, ni ningún familiar ni conocido que conociera el mundo del sello,

decidí comenzar a participar en el puesto propuesto. El hecho de encontrarme de

frente, domingo a domingo durante años, con personas que deseaban adquirir esos

pequeños papelitos que suministraba, hicieron que surgiera en mí la curiosidad sobre el

origen de este deseo. Pero no fue hasta este año cuando vi la oportunidad de

acercarme a conocer mejor a todos aquellos coleccionistas que he atendido durante

siete años.

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1.3. Objetivos

El objetivo de este trabajo es describir a los coleccionistas de sellos, conocer quiénes

son, cómo son y por qué.

Con este trabajo se pretenden identificar el/los perfil/es de los coleccionistas de sellos

así como los insights que afectan a la motivación de adquisición de artículos de

colección, por parte de las personas que se declaran coleccionistas.

Dentro del marco teórico, se efectuará una aproximación bibliográfica para comprender

mejor el caso concreto del coleccionismo de sellos.

Por otra parte, se analizarán los discursos de autores y expertos que hayan investigado

sobre el coleccionismo en general, relacionándolo principalmente con el caso de la

filatelia.

Después se reflejarán las principales conclusiones de las observaciones realizadas a

coleccionistas de sellos, en una realidad concreta como la del mercadillo dominical de la

Plaza Mayor de Madrid.

Se hará especial hincapié en los distintos perfiles encontrados, prestando particular

atención a sus perfiles actitudinales y motivaciones hacia el artículo de colección (sello),

encuadrándolos en un marco experiencial.

Se pondrá en valor las características principales encontradas, delimitando las variables

claves que ayuden a analizar a los diversos tipos de coleccionistas, mediante encuesta.

Se evaluará la relevancia que cada uno de los insights tiene en los coleccionistas y si hay

diferencias entre los segmentos identificados.

Por último se elaboraran recomendaciones que sirvan para comprender y participar de

las motivaciones del coleccionista.

Este trabajo debe ser capaz de aportar las suficientes bases tanto para su continuación

y ampliación en el ámbito académico, como para su aplicación al mundo empresarial,

asociativo e institucional.

5

1.4. Metodología y Técnicas

Para elaborar esta investigación se ha realizado una aproximación bibliográfica, así

como un estudio de campo donde se han utilizado diversas técnicas: observación

participante, no participante, entrevistas informales y encuesta.

En todo momento la investigación se basa en literatura relevante y en los datos

suministrados por los informantes. Por tanto la investigación refleja un enfoque

conceptual para el marco teórico y empírico para el marco práctico.

Dentro del marco teórico se han considerado a teóricos, investigadores y científicos

sociales que han examinado directamente la temática del coleccionismo, descartando

aquí los que no proporcionaran respuestas o interrogantes directos a los objetivos de la

investigación.

En la parte de aproximación teórica al objeto de estudio (filatelia) se han utilizado

discursos de expertos, obra narrativa y manuales específicos tanto para coleccionistas

en general como de filatelia, que han ayudado a entender al colectivo, definiendo mejor

la investigación y complementando el marco teórico. También se han utilizado textos

académicos de historiadores, financieros, analistas e investigadores sociales, cuyo

centro de estudio se basa o tiene una gran relación con el mundo del sello.

Para el estudio del coleccionismo como cuestión, se ha recurrido en parte a estas

mismas fuentes, pero complementándola con textos académicos de diversas disciplinas.

Desde el marketing se han analizado algunos estudios sobre consumo, comportamiento

del consumidor, coleccionismo y motivaciones. Desde la antropología se ha analizado

documentación en relación con el significado de los objetos, coleccionismo y

simbolismo.

La metodología en el trabajo de campo se basa en un enfoque mixto. Con el fin de lograr

poner en valor, al tiempo que se analizan los insight de los coleccionistas, se han

utilizado diversas técnicas.

El enfoque en esta fase está dividido en:

A) Fase de aproximación práctica a través de observación participante, no

participante y entrevistas informales.

B) Fase de demostración práctica a través de encuesta.

En la aproximación práctica se ha realizado un estudio de campo con la finalidad de

extraer información cualificada sobre las motivaciones de los coleccionistas de sellos,

así como para conocer mejor al colectivo.

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La observación participante (en la que se han realizado varias entrevistas informales) y

no participante, se han utilizado como técnicas de investigación para el estudio de

campo. La observación no participante ha permitido conocer de primera mano al

colectivo de filatélicos y filatelistas, en el entorno directo en el que están más ligados a

su afición. La observación participante ha permitido conocer de primera mano los

pensamientos y formas de actuar del coleccionista en su entorno real de actuación, con

mayor naturalidad y fluidez que en un ámbito de laboratorio. Las entrevistas informales

se han ido realizando según se ha ido produciendo un mayor acercamiento con algunos

informantes.

Las observaciones se han realizado en el mercadillo dominical de la Plaza Mayor de

Madrid, debido a la facilidad de acceso al campo y a la representatividad de

coleccionistas que por allí transcurren cada domingo, siendo posiblemente el mayor

punto de encuentro habitual de coleccionistas de sellos en España1.

Las observaciones se han realizado entre el domingo 29 de marzo y el domingo 7 de

junio, con un total de 11 observaciones y registros, acompañando durante la búsqueda

y adquisición de los productos a varios coleccionistas y manteniendo conversaciones

con los mismos. También se han realizado observaciones de este mismo proceso sin

intervenir en el mismo.

Tras el análisis de las observaciones y una vez finalizada esta primera fase exploratoria,

habiéndose aproximado a los perfiles y motivaciones de los coleccionistas, se ha

desarrollado un cuestionario a partir de las conclusiones extraídas.

La encuesta ha estado formada por una muestra representativa de la población a

estudiar, compuesta por más de 200 personas que se declaran coleccionistas de sellos.

Con el análisis de los datos extraídos de la encuesta se pondrá dimensión, en términos

estadísticos, los perfiles y elementos motivacionales relevantes procedentes de la fase

previa. Al mismo tiempo esta fase servirá de forma complementaria para corroborar o

desmentir las conclusiones del análisis de campo.

Como se verá a lo largo del trabajo, los sellos tienen múltiples lecturas simbólicas. Por lo

que se ha considerado adecuado usar iconos, que evocan el mismo carácter

representativo que tienen las emisiones, para guiar en algunos apartados la lectura del

estudio.

1 La revista especializada “ECO filatélico” estimó, en el ejemplar de mayo de 2013, que el mercadillo de Madrid era el de mayor afluencia de coleccionistas. Si bien es cierto que en Feria y Exposiciones comerciales aumenta esa cantidad, no es un entorno estable y permanente en el tiempo, por lo que no se ha seleccionado para el estudio.

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Ilustración 1: Metodología y Técnicas - Cuadro resumen Fuente: Elaboración propia

8

2. Marco teórico

2.1. La Filatelia como Objeto de Estudio

2.1.1. Aproximación histórica al Sello

Anteriormente a la aparición del sello de envío, los servicios de correos empleaban

sellos estampados, cuños y marcas. Hasta 1840 la tasa del porte la pagaba el

destinatario. En estos casos podía suceder que el receptor la rechazase, o que

“inventase” cualquier sistema para enterarse de una determinada noticia sin abrir ni

pagar la carta. Otras veces por ausencia (o fallecimiento) del destinatario el cartero no

podía siquiera entregarla. En todos estos casos la Administración Postal (en España, El

Estado) no podía cobrar el servicio prestado. Por otro lado, no existía una “unidad de

evaluación del servicio”, por lo que el pago se calculaba en función del peso y de la

distancia recorrida por la misiva, y por esto las tarifas estaban sujetas a diferentes

interpretaciones, forzando, frecuentemente, desproporcionados desembolsos de

dinero. (Leiva, 1955; Herrador, et al., 2013; Aracil, 1991; Aranaz del Río, 2008)

Existe una “leyenda” que es aceptada como la explicación del origen del sello como hoy

lo conocemos (Anfil Biblioteca Filatélica, 1997; Coca Pérez, 1998; Aranaz del Río, 2008;

Leiva, 1955; Bibliofil, 2011). Una noche tormentosa en la Inglaterra de 1835, Rowland

Hil (1795-1879), quién con el tiempo llegaría a ser administrador principal del Correo de

su país, llegó en su diligencia a una posada para pernoctar. Mientras tomaba su cena en

la sala, entró el cartero de la localidad y entregó una carta a la posadera. Ella tomó el

documento, lo miró de arriba a abajo y se lo devolvió argumentando que era muy pobre

y no tenía dinero suficiente para pagar el porte.

Según narra la leyenda, Rowland Hil se apiadó de la posadera y tendió unas monedas al

cartero, entregándole la carta a la señora, que no mostró el menor interés por observar

su contenido. Cuando el cartero continuó su camino, el señor Hil, extrañado por el

comportamiento de la mujer, le preguntó por su desinterés. Ella le agradeció su gesto,

pero le indicó que había gastado su dinero en balde. Le comentó que el sobre no tenía

nada en su interior, tan sólo la dirección externa del mismo. Como su familia residía

lejos, de vez en cuando le enviaban este tipo de cartas, con una línea de la dirección

escrita por cada miembro de la familia. Si cuando el cartero le entregaba la carta ella

veía todas las letras manuscritas, significaba que todo estaba bien, por lo que no

aceptaba la carta y sabía de ellos sin gastar un solo penique.

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Ilustración 2: Primer sello del mundo; El "Black Penny" – Imagen

Fuente: en.wikipedia.org

Esta “vulgar estafa” a la Administración hizo pensar a Rowland Hil en los posibles

sistemas para evitarla. Pensó que si se redujera y unificara el precio de las tarifas, la

gente utilizaría más el sistema de correspondencia, y, sobre todo ideó que si el pago de

dichas tasas se hiciera por adelantado, es decir, antes de que el cartero llevara la carta,

se evitarían artimañas como la que acababa de presenciar, evitando que el Estado

cargara con el reparto de noticias gratuitas por todo el país.

Rowland Hil presentó su proyecto al Gobierno y un Comité de la Cámara de los

Comunes nombrado en 1837 lo examinó, y finalmente el Parlamento lo aprobó en

1840. Así nació el primer sello postal del mundo: El Black Penny de la Reina Victoria. Los

sellos se pusieron a la venta el día 1 de mayo del 1840, ese mismo día entró en vigor la

nueva tarifa postal, pero no se autorizó su utilización hasta el día 6 de mayo que es la

fecha que se considera válida para el invento del sello de correos. El público se volcó en

la compra de los sellos, según narran estos estudios, porque aparecía el perfil de la

Reina (efigie de Victoria Alejandra cuando tenía 15 años de edad, hija del duque de

Kent, quién reinó entre los años 1837 y 1901). (Enciclopedia del Sello, 1975)

En el “Black Penny” no figuraba el nombre del país que

lo emitía. Hill lo omitió por entender que la efigie de la

reina bastaba para identificarlo, ya que en aquel

momento no resultaba significativo indicarlo, porque

era el primero y sobre todo el único país del mundo en

utilizar el sistema del sello (Aranaz del Río, 2008). Hoy

día, la Unión Postal Universal establece que en los

sellos que circulen internacionalmente debe aparecer

el nombre del país emisor en alfabeto latino. Como

anécdota comentar que de esta obligación está exento

e Reino Unido, por ser el primer país emisor de sellos.

Con el nuevo sistema, el pago se hacía en origen y por lo tanto el envío era “franco” de

tasas (ya se habían pagado al comprar y pegar el sello), el sistema del sello de correos

comenzó a llamarse “franqueo”, y el hecho de pegar el sello en el sobre, “franquear la

correspondencia”. Ante éste éxito, numerosos países se apresuraron a implantar la

reforma, adoptando el sello adhesivo.

España fue el décimo país del mundo en adoptar este sistema (Anfil Biblioteca Filatélica,

1997; Bibliofil, 2011; Aranaz del Río, 2008). El Conde de San Luís, Ministro de la

Gobernación de Isabel II, dictaba en el Real Decreto de 24 de octubre de 1849, una

disposición que establecía el previo pago del porteo de la correspondencia mediante el

empleo de sellos adhesivos.

10

Ilustración 3: Primer sello español; El "seis cuartos" – Imagen

Fuente: quo.es

El 1 de enero de 1850 se emitían los primeros sellos

españoles. Su valor facial (lo que costaba entonces)

era de 6 cuartos, algo más de 18 céntimos de peseta

(la peseta no tuvo vigencia general hasta el 1869),

para el reintegro de la correspondencia.

A imagen y semejanza de los emitidos en la Gran

Bretaña también estaba impreso sobre un fondo

negro y reproducía la efigie coronada de la reina

Isabel II, que en ese momento tenía diecinueve años.

(Anfil Biblioteca Filatélica, 1997)

Resulta difícil cuantificar el número de coleccionistas que surgieron en esa etapa ya que

“según la Cuenta General del Estado, el servicio de Correos había transportado en el año

1850 un total de 13.483.757 cartas de porte sencillo y había vendido 6.226.727 sellos de

6 cuartos, lo que prueba que más de la mitad iban sin sello, quizá por desconfianza de

que no entregaran la carta, una vez cobrado el porte.” (Aranaz y Alemany, 2000). Por lo

tanto no se puede saber cuántos sellos fueron conservados y no utilizados. (Amado,

2006).

2.1.2. El Coleccionismo Filatélico

Con el éxito de la instauración del sello inglés, pronto proliferó su uso como pago

postal mediante sello adhesivo, comenzando desde aquel instante su coleccionismo. En

1890 se realizó la primera exposición filatélica en Viena y comenzaron a divulgarse las

distintas publicaciones filatélicas. En 1910 ya existían más de 50 solo en España, 800 en

todo el mundo (Enciclopedia del Sello, 1975).

En un principio se coleccionaban sellos de todo el mundo, ya que no se ponía una gran

cantidad en circulación, iniciándose las llamadas colecciones de lo “universal” (Amado,

2006). Con el tiempo y la proliferación de Estados que comenzaron a aumentar el

número de emisiones empezó a resultar imposible coleccionarlos todos, comenzando a

existir varios criterios que delimitan las colecciones (Anfil Biblioteca Filatélica, 1997;

Aracil, 1991):

- Por país (Francia, España, Chile…)

- Por cronología (reinado de Juan Carlos I, desde al año 2000, segundo

centenario…)

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- Por temática (personajes ilustres, naturaleza, arquitectura…)

- Por estudio (errores de impresión, variedades de color…)

- Por historia postal (prefilatelia, oficinas postales…)

Existen además otro tipo de coleccionismos de sellos como puede ser la Filatelia Fiscal

(utilizados para el pago de impuestos), la Aerofilatelia (que hayan servido para el

transporte por el aire), Astrofilatelia (sobre investigación espacial), Maximofilia (de

tarjetas postales)… etc. Todas estas variedades forman parte del estudio filatelista, por

lo que, aunque son disciplinas muy diferentes, pueden ser agrupadas dentro de las

cinco primeras clasificaciones de cara a realizar la investigación.

Ilustración 4: Aproximación histórica al sello y El coleccionismo filatélico – Cronología Fuente: Elaboración propia

12

2.1.3. Características del Sello

No resulta sencillo ni muy simple desentrañar la naturaleza misma del sello (Aranaz del

Río, 2015) y por tanto las características que lo han convertido en un objeto

coleccionable. Pero su historia y los testimonios de diversos autores ayudan a hacerse

una idea de lo que el sello supone para los distintos agentes implicados:

Podemos entenderlo simplemente como el comprobante del pago de una

tasa postal. Este carácter se pone de manifiesto en el marco que se acordó

el año 1981 por la Secretaria General de la Unión Postal de las Américas y

España (UPAE), de lo que el sello ha alcanzado a ser en nuestros días, tanto

desde el punto de vista de las administraciones de correos como de los coleccionistas y

del público en general (Aranaz del Río, 2008), para que el usuario pueda justificar el

pago previo del servicio postal demandado.

También se puede entender el sello como un elemento coleccionable, ya

que inmediatamente después de la aparición del sello comenzó su

colección. Este hecho se dio principalmente en Inglaterra, donde lo más

selecto de la sociedad, intelectuales, hombres de negocios, banqueros fueron los

primeros coleccionistas (Amado, 2006). La Sociedad Americana de la Filatelia apunta

que el coleccionismo de sellos se realiza por diversión y relajación, por inversión

(conseguir mayores ganancias a lo invertido) o por el placer de buscar objetos

complicados de conseguir.2

De igual manera, con el aumento de coleccionistas, comenzaron a surgir los

primeros certámenes y competiciones filatélicas. Algunos autores

argumentan que la explicación de este hecho procede del “efecto

demostración”3 que tiene el sello, según se va completando la colección, con intención

de lograr la admiración ajena de sus pares (Miralles Sangro, 2014).

El sello también es visto como una forma de expresión artística, aun

teniendo en cuenta que es en primer lugar una decisión administrativa

(Miralles Sangro, 2014). Pero cada diseño es luego resultado de una obra

única, cuyo objetivo es reflejar el motivo que causó su emisión. Para ello se elige un

tema y una imagen que lo represente, teniendo en cuenta las dimensiones de la

2 “Most individuals collect for relaxation and enjoyment although many secretly hope that they will discover a rare and elusive stamp that will make them wealthy. Some individuals collect as an investment.” (The American Philatelic Society, 2015) 3 Interés que se aprecia en un individuo o grupo de individuos cuando están inmersos en un grupo o entorno social determinado por pretender equiparar su nivel de consumo del entorno o incluso al de una clase social superior a la suya y, por tanto, por adquirir el mismo tipo de bienes y servicios que les suministran el mismo grado de bienestar. (http://www.economia48.com/spa/d/efecto-demostracion/efecto-demostracion.htm)

13

emisión, así como el color, el dentado, leyendas…etc. Son artistas e impresores los que

determinan el motivo, que puede ser elaborado con gran cantidad de técnicas (offset,

litografía, calcografía, huecograbado…) logrando lo que algunos autores refieren como

una “obra artística en miniatura” (Coca Pérez, 1998; Miralles Sangro, 2014).

Mirando retrospectivamente también se puede valorar el sello como un

bien de cambio (un activo) o un medio de inversión (Coca Pérez, 1998).

Desde el mismo momento en que empezó su coleccionismo comenzó

también el intercambio y su mercado. En 1841 ya se observan anuncios en el periódico

“The Times” demandando sellos para este fin (Anfil Biblioteca Filatélica, 1997).

Cuando no existen suficientes ejemplares de un sello para cubrir la demanda, su

cotización aumenta. O lo que es lo mismo, el sello puede adquirir un valor diferente al

inicial y puede incluso ser utilizado como valor moneda, como de hecho ocurrió durante

la Guerra Civil española (Aranaz y Alemany, 2000).

En esta línea nos encontramos a autores que señalan que:

“El sello instruye, desarrolla el sentido y espíritu de la economía. El coleccionista que ve la magnífica inversión que representan los sellos, tiende a aumentarla y complementarla, canalizando así el ahorro dentro de una línea de constante evolución”.

(Comban, 1982, p. 135)

Cada Estado/Nación define las emisiones que se editan en su país. Por lo

tanto también podríamos definir el sello como una fuente de identidad del

país emisor (Gil Araujo, 2011), que define la cultura hegemónica que

representa a través de sus sellos. El sello por tanto representaría la soberanía

gubernamental, mediante el acto administrativo que autoriza la emisión y favorece la

temática del mismo. Por señalar el caso más obvio, durante el franquismo era frecuente

que en las emisiones básicas se representara la imagen de Franco. Durante todo el

reinado de Juan Carlos I la emisión básica se dedicó a su figura y desde la proclamación

del nuevo rey Felipe VI, la imagen de las emisiones básicas corresponde al nuevo

monarca.

En esta misma línea el sello también se convierte en un medio de

propaganda y de reconocimiento. Los distintos Estados lo utilizan para

promocionar o llamar la atención sobre acontecimientos relevantes

(Aniversario de la creación del euro, Bicentenario de las Cortes Constituyentes) o

valores cívicos (conciliación de la vida laboral, lucha contra el cambio climático) así

14

como para conmemorar a personajes ilustres (Gregorio Marañón, Velázquez, Marie

Curie, entre otros)4.

El sello también tiene la función de sufragar gastos del Estado. Al adquirir un

sello no solo se está pagano por un servicio anticipadamente (el transporte),

sino que además el coleccionista no lo utiliza, porque conserva el ejemplar

sin hacer uso del pago de la tasa. Podríamos decir por tanto que la existencia de sellos

favorece indirectamente al Estado, ya que este lo suministra como pago de un servicio

(el envío), que luego no se realiza. Como si las aerolíneas suministraran billetes cada

vez que apareciera una nueva ruta, pero parte de las personas conservaran el billete,

sin jamás coger el avión. Previsiblemente los sellos generan un “beneficio millonario al

Estado” (Coca Pérez, 1998, p. 45), ya que las materias primas para realizar el sello

tienen un coste ínfimo (tinta, celulosa y goma)5 y el servicio que se paga nunca se llega a

realizar.

Los sellos disponen de un aspecto biográfico que los diferencian de otros

bienes (como las barras de titanio o los cepillos de dientes) y los agrupan

con otros (herencias, antigüedades…), ya que su nacimiento se relaciona

con un hecho determinado, por lo que cada emisión narra su propia historia. Del mismo

modo su adquisición se desarrolla en contextos mercantiles que determinan los flujos

que motivan la compra (como comercios, subastas o mercadillos), produciéndose

mediante procesos tan diversos como la reciprocidad, el trueque o el intercambio. Este

carácter polifacético afecta a la valoración de la colección, determinado por su propia

singularidad, en la que se profundizará en el capítulo de coleccionismo.

Por todo lo comentado tampoco es de extrañar que el sello sea

considerado como una fuente de conocimiento, que sirve tanto a

investigadores sociales (Appadurai, 1991), historiadores (Miralles Sangro,

2014), financieros (Coca Pérez, 1998; Coca Pérez, et al., 2007; Comban, 1982) e

investigadores en general (Herrador, et al., 2013) para explicar un determinado

fenómeno a través de ellos. De hecho muchos de estos autores también lo consideran

como una ciencia auxiliar de la historia (Coca Pérez, 1998; Herrador, et al., 2013; Aranaz

del Río, 2008; Miralles Sangro, 2014).

4 Todas las emisiones citadas han sido emitidas en España en el último decenio. Pueden ser consultadas en cualquier catálogo de sellos de España (ediciones: Edifil, Filabo y Anfil) . 5 Leer Coca Pérez (1998) para ampliar información sobre materiales y procesos en “Elementos Objetivos del Sello”.

15

2.1.4. Terminología Filatélica

Algunos autores elevan la filatelia a ciencia (Miralles Sangro, 2014), por cuanto “investiga y reúne piezas y documentos del más variado origen (aunque coincidentes en el hecho de ser material filatélico), con un determinado orden sistemático y método, para dar expresión a un tema, que puede ser tan variado como los de la vida misma.”

(Miralles Sangro, 2014, p. 40)

Ilustración 5: Diferencias y variaciones terminológicas - Cuadro resumen Fuente: Elaboración propia

La palabra “filatelia”, fue propuesta por primera vez por el coleccionista francés M. G.

Herpin en el periódico “Le Collectionneur de Timbres Poste” en 1854 (Aracil, 1991; Anfil

Biblioteca Filatélica, 1997), como “amor por los sellos”, implicando en la acepción el

estudio de los mismos. Terminológicamente este término procede de la unión de los

términos griegos “Philos”, amigo, y “Ateleia”, cuyo significado literal significa “libre de

impuesto”, pero que se traduce por “pagado y aceptado de antemano” (Anfil Biblioteca

Filatélica, 1997). Esta confusión es tan frecuente que hasta en el Diccionario de la Real

Academia de la Lengua en su origen terminológico sigue refiriéndose al término como

“exención de impuestos”, cuando el sello denota el pago anticipado del transporte de

una carta, por lo que indica un significado totalmente contrario al real. La palabra

filatelia también se utiliza para designar al comercio o negocio filatélico.

Mientras que filatélico es también un adjetivo que se aplica a todo lo relativo a la

filatelia (comercio filatélico, álbum filatélico…), filatelista es sustantivo y designa a la

persona que practica o es aficionada a la filatelia. Sin embargo el término filatélico

también se utiliza en el lenguaje común para designar a los coleccionistas de sellos.

Algunos expertos señalan que existen varios niveles dentro del coleccionismo de sellos

(Aranaz del Río, 2015) en el que el filatélico se situaría en los niveles básicos y el

filatelista en los superiores. Según este autor el filatélico tan sólo se definiría por

guardar-conservar sellos, mientras que el filatelista también realizaría un estudio sobre

los mismos y buscaría información sobre su origen, tipo y variedad entre otros.

16

Según la Sociedad Americana de la Filatelia coleccionar sellos es “hacer acopio de

material relacionado con el pago postal y de transporte del correo”6 (The American

Philatelic Society, 2015), la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos amplía ligeramente

esta descripción señalando que “la filatelia es el arte de coleccionar sellos, pero incluye

también el coleccionismo de otros objetos relacionados con el Correo y su historia

(cartas, tarjetas, álbumes, matasellos,…)” (Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos,

2015).

2.1.5. El Coleccionismo de Sellos en la Actualidad

Aunque resulta imposible encontrar estudios recientes, en 2003 se estimó que la

filatelia movía 150 millones de euros anualmente en España, entre la venta directa, de

mayoristas y subastas (Mochón Sáez, 2003). Sin embargo otros autores más cercanos

apuntan a una cifra mucho más modesta, 9 millones de euros anuales (Coca Pérez, et

al., 2007).

Si se introduce en el buscador Google la palabra filatelia (en español de España) se

encuentran 1.180.000 resultados y 14.500 noticias. Pero el número exacto de

coleccionistas de sellos en España es una cantidad desconocida. En el estudio reflejado

se estima que en esos años existían 250 comerciantes oficiales que cubrían el 86% del

mercado. Pero los coleccionistas adquieren sus productos por canales que resultan

difíciles de cuantificar (comercios online, no registrados, filatelias particulares, subastas,

Correos…).

Ya que Correos dispone de la base más fiable y cuantificada de personas que adquieren

sus emisiones, se intentó obtener de los mismos, datos que arrojaran luz a la

investigación. Después de varios mails y llamadas al servicio de Correos para investigar

sobre el tema, sin respuesta, se consiguió un dato mediante la comunicación a través de

su página oficial en redes sociales (Facebook). Aunque no proporcionaron el número

real de abonados filatélicos del que disponen, si suministraron un dato aproximado del

número de coleccionistas filatélicos que ellos estimaban en España: 170.000 personas.

Quemado el canal, se procedió a ponerse en contacto con la Federación de Sociedades

Filatélicas (FESOFI), que agrupa a todas las Sociedades de coleccionismo filatélico de

España. Uno de sus integrantes declaró que en el año 2014 contaban con un total de

260 clubes filatélicos, con 23.000 socios inscritos y con la cuota al día.

6 "Stamp collecting" is the accumulation of material related to the payment of postage and the carriage of the mails. Se ha traducido “accumulation” por acopio, en vez de acumulación, porque el segundo término refleja en su significado la característica de desorden, que en este caso no tiene por qué darse ni va implícita en su significación.

17

Por otro lado, en el ejemplar del “Máster en Filatelia e Historia Postal Española”,

volumen uno (2008), Fernando Aranaz, ilustre coleccionista e investigador, estima que

existen 330.000 coleccionistas de filatelia en España (pág. 38 y 39).

Respecto al aumento o disminución del número de coleccionistas tampoco existen

datos concretos. Sin embargo FESOFI facilitó su Memoria Anual de la Comisión de

Juventud 2014, en la que se refleja que desde 2006 se han realizado actividades

filatélicas de difusión con 87.605 alumnos desde infantil hasta 4º de la E.S.O., 13.937

solo el último año 2014. También han facilitado a 5.342 profesores herramientas

didácticas para enseñar a sus alumnos historia, conocimiento del medio y educación

plástica a través del sello.

Actualmente en la UNED se está impartiendo un master de Historia de Filatelia Postal,

de 50 créditos, cuya bibliografía se ha utilizado en el presente estudio, y un curso de

Gestión y Administración en Filatelia.

18

2.2. El Coleccionismo como Cuestión

2.2.1. Definiendo el Coleccionismo

El concepto de homo collector puede llevar a pensar en una universalidad de actitudes.

Sin embargo existen miles de objetos coleccionables a lo largo de la historia (Pomian,

1994) así como modos de coleccionarlos (Armero, 2009; Pearce, 1994), por lo que

según estos autores sería imposible utilizar una definición única, al igual que no existe

un único perfil de coleccionista. Por tanto, lejos de pretender crear una lista de

atributos o de clasificación y de resultar moralistas en cuanto a la pertenencia a esta

categoría, se han recogido distintos testimonios de autores que han reflejado en sus

obras, una perspectiva de lo que consideran coleccionismo y por lo tanto ser

coleccionista.

Ilustración 6: Definición de coleccionismo por autores y atributos - Cuadro resumen Fuente: Elaboración propia

Hasta los años 80 no existía una amplia investigación sobre el coleccionismo y

principalmente la literatura sobre esta temática se relacionaba con guías y manuales

orientados a los mismos coleccionistas (Danet y Tamar, 1994). A partir de esa época

empieza a resurgir el interés académico por ampliar el estudio sobre este fenómeno

social, entre los que destaca Belk por su prolífera obra en la materia. Según Belk et al.

(1991), coleccionar es “una especialización de la conducta del consumidor, basada en la

19

adquisición, “uso” y disposición de objetos”7 en el que se intenta conseguir “algo más”

que el propio objeto.

Estos autores y otros (Pearce, 1994) también analizan las definiciones que dan otros

investigadores, siendo Durost (1932) uno de los más nombrados, ya que fue una de las

primeras personas que estudió el mundo del coleccionismo (en Pearce, 1994). Durost

argumenta que lo que diferencia una colección es el valor simbólico que posee y que

para que un conjunto de objetos se considere una colección, debe seguir una secuencia,

formada por distintas series o clases. El conjunto interrelacionado de objetos (con el que

también postula Belk), es lo que lo convierte en colección, que tiene mayor peso que la

simple suma de sus partes.

Arístides (1988; en Pearce, 1994) incluye en su definición el término

“orden/organización”. Por ejemplo la diferencia entre “accumulation” y “collecting” es

el orden que el coleccionista aplica en su colección. Existe a su vez el síndrome de

acaparamiento o de acumulación8, en la que la persona afectada acumula gran cantidad

de cosas, pero que no las estudia ni las presta mayor interés, excepto en el momento de

tener que desprenderse de ellas, en el que sufre un gran dolor psíquico. Siguiendo la

línea de pensamiento de este autor, las personas con este tipo de patologías no son

coleccionistas, ya que no organizan ni estudian el objeto “acumulado”.

De la misma forma que la colección es una colección desde que se piensa como tal

(Pearce, 1994), el coleccionista es coleccionista en cuanto se siente poseedor de esos

objetos (Belk, et al., 1991). Esta afirmación parte de dos conceptos: poseer (propiedad)

y sentir (sentimiento). El sentimiento de propiedad no tiene por qué representar una

posesión real. Véase por ejemplo cuando en una pareja se comparte la casa, los

espacios y los objetos que la habitan. En cambio generalmente las colecciones son

“mías” o “suyas”. Partiendo de este punto podemos entender mejor la segunda parte

de la condición: el sentimiento. Según estos autores es necesario tener un fuerte

sentimiento hacia el objeto para ser un coleccionista. Así un marchante de arte, que

adquiriera (poseyera), y organizara (como indica Arístides) las obras sin ni siquiera

detenerse a mirarlas y comprenderlas, no podría ser un coleccionista. Pero según los

autores, si esta persona tuviera un sentimiento de apego y/o propiedad hacia las obras,

si lo sería.

Páramo (2004) sostiene que es el mismo grupo de iguales el que atribuye las etiquetas

sobre qué forma y qué no forma parte de su grupo. El “grupo” es aquel conjunto de

7 Collecting is a specialized form of consumer behavior (ie, acquiring, using, and disposing of products) (1991, S.P.) 8 Las personas con síndrome de acaparamiento, acumulan compulsivamente diversos objetos sin ningún orden ni relación entre ellos. Se diferencia del síndrome de Diógenes porque en este último se produce un deterioro notable del individuo, mientras que el acaparador puede llevar una vida perfectamente normal, sin que su entorno sospeche ni la misma persona sea consciente de ello.

20

referencia y que “públicamente convierte los símbolos asociados a determinados

productos mostrado su relativa importancia para los miembros actuales y potenciales, y

contribuyendo a la transferencia del significado social correspondiente” (p. 234)

A través de esta definición podríamos pensar que los clubes y asociaciones de

coleccionistas son los que definen con su discurso, qué consideran como coleccionistas

y qué no, dentro de su grupo. Por ejemplo, en el caso concreto de la filatelia española

nos encontramos con la Federación de Sociedades Filatélicas (y las Federaciones que a

su vez engloba), que promueve y pone en valor el mundo del sello a través de distintas

actuaciones.

La segunda atribución que según el autor debe cumplir un grupo para tener la

legitimidad de representar las características simbólicas del objeto, es su carácter

vigilante. De alguna forma el grupo simbólico debe observar y velar por el

comportamiento adecuado de los miembros reales o aspiracionales, aplicando el

estímulo correspondiente en función del nivel de implicación de sus miembros hacia el

objeto. Por ejemplo la Federación antes citada, tiene sus propios estatutos y

representantes con los que vela por las “buenas prácticas filatélicas”. Del mismo modo

organizan competiciones y exposiciones, en las que los coleccionistas que más adecuen

su colección a la normativa, reciben el reconocimiento de la Federación, lo cual otorga

prestigio dentro del grupo.

2.2.2. Las Motivaciones del Coleccionista

Para entender lo que las personas son y lo que pueden llegar a ser, se debe entender la

relación que surge entre las personas y las cosas, qué cosas son apreciadas y por qué

(Danet y Tamar, 1994). Hasta hace no muchos años, se aceptaba que el principal

motivador de la conducta del consumidor era la pura satisfacción de necesidades

(Páramo Morales, 2004, p. 326).

Sin embargo teóricos como Baudrillard (en Páramo, 2004; Pearce, 1994) desmontaron

este “mito” y mostraron una reflexión mucho más completa que incluía el mundo del

simbolismo (y los deseos) que iba más allá del aspecto utilitario de los objetos.

Siguiendo la idea del autor si esto no fuera así, no se explicaría de forma racional, que

por ejemplo haya personas que quieran consumir café “Nespresso” por la mañana y

ningún otro en su lugar, pues todos los cafés independientemente de su marca,

cumplen la función de despertar.

21

Por tanto quedarse en la explicación de que el coleccionista de sellos colecciona porque

lo necesita, resulta una obviedad indiferenciada que no aporta respuestas sobre las

motivaciones que lo provocan.

Autores como Belk y Hirschman (1986) entre otros, desarrollaron una nueva escuela de

pensamiento que analiza e interpreta las motivaciones desde una perspectiva más

simbólica. Según estos autores los objetos tendrían un carácter social, esto es, la

persona los coleccionaría por la representación social que tienen tanto individualmente,

como para el entorno en el que se mueve y al que le gustaría pertenecer o

desvincularse.

Para Belk et al. (1991), el coleccionista no ve el hecho de adquirir estos objetos como

una cuestión rutinaria o antipática, sino que lo ve como un viaje continuo de búsqueda,

siempre vigilante a los tesoros ocultos que puedan surgir. Por tanto el coleccionismo

representaría, según estos autores, el modelo más puro de consumismo.

Este carácter apunta a que el motivo por el que se coleccionan y adquieren objetos va

muchísimo más allá de sus significados funcionales y apunta más a los simbólicos. Es

decir, el coleccionista deposita en el objeto una representación (individual, grupal,

colectiva, aspiracional…) basada en sus puras motivaciones, y esto es lo que crea el

deseo de coleccionarlo. Por tanto la necesidad puede ser un tipo o una forma de

expresión de la motivación, pero no la representa en sí misma.

2.2.3. El Valor de la Colección

A diferencia de otros bienes tangibles, los objetos coleccionados tienden a tener una

gran importancia y significado para la persona que los colecciona (Belk, et al., 1991).

Esta importancia estaría conformada por el conjunto de la colección y nunca por una

pieza individual.

Algunos autores apuntan que los objetos coleccionados tienen un valor especial que va

mucho más allá de la cotidianidad (Belk, et al., 1991). Un objeto puede tener de por sí

un carácter artístico o estético (como un libro o un grabado) o no tenerlo (una caja de

lápices o un sombrero). Pero según estos autores cuando un objeto pasa a formar parte

de una colección adquiere un carácter sagrado, que elimina las antiguas funciones que

antes pertenecían de forma intrínseca a ese objeto. Por ejemplo un sello deja de tener

su función de pago por un servicio postal, para tener el rango de objeto de colección.

Pero incluso en objetos que no pierden su función (como muebles antiguos o coches) al

pasar a formar parte de una colección son tratados como algo más que objetos

funcionales. Se cuidan con sumo cuidado (Pomian, 1994), son utilizados ritualmente o

22

usados en situaciones especiales. Si estos objetos se utilizaran rutinariamente sin tener

en cuenta este significado especial, no se suelen considerar parte de una colección.

El valor económico de una colección tradicionalmente ha estado marcado por los

precios orientativos que marcan los catálogos especializados, el conocimiento común

entre los coleccionistas, el precio marcado en subasta y la opinión de expertos y

comerciantes. Sin embargo el valor económico declarado por los distintos agentes, en el

caso de la filatelia, varía enormemente entre unos y otros, sin llegar a existir un

consenso sobre la cotización del mismo (Coca Pérez, et al., 2007). Pero

independientemente del valor económico de las piezas, existe un valor simbólico que

cada coleccionista atribuye a su colección y que en este tipo de estudios financieros ha

sido obviado.

Para entender cómo se establece y limita el valor de las piezas filatélicas se puede

recurrir a autores como Simmel, que sostiene que el valor propuesto no es una

característica propia del objeto, sino una valoración producida por los sujetos (1978).

Según él “llamamos valiosos a esos objetos que se resisten contra nuestro deseo de

poseerlos” (p.67). Por ello aquella pieza filatélica más difícil de conseguir, sería la más

valiosa.

Siguiendo esta línea argumental, nos encontramos a autores como Appadurai que

extrapola este planteamiento en términos económicos. El autor considera que todo

intercambio se basa en un principio de sacrificio y ganancia (Appadurai, 1991), por el

que “el objeto económico no tiene un valor absoluto como resultado de su demanda,

sino que esta, en tanto base de un intercambio real o imaginario, dota al objeto de

valor” (p.18). Por lo tanto la propia compra-venta o intercambio, es la fuente del valor

de la colección. Esta se basa, siguiendo con los planteamientos de Appadurai, en el

propio deseo por conseguir la colección, lo que a su vez genera una demanda, creando

un valor cuantificable diverso según las situaciones específicas en las que se plantea.

Durost (1932 en Belk, et al., 1991, p. 10; en Pearce, 1994, p. 157), pionero en el estudio

del coleccionismo, fue de antemano un paso más allá y argumentó que es el propio

valor de la colección lo que la define en sí misma. Así, si el valor que la persona

considera predomina en el objeto de forma intrínseca, no es una colección. Es decir, si

lo que más se valora de ese objeto es su propio uso o propósito, no puede pertenecer al

mundo de la colección.

Sin embargo si un objeto tiene un valor predominante representativo, cuya relación se

basa en una idea u objeto unido a otro, formando parte de un todo, sí es una colección.

Por lo tanto para este autor, al igual que para Simmel, el valor mismo lo determina la

subjetividad implícita que el coleccionista deposita sobre la pieza. Pero Durost antes

incluso que surgiera el debate, amplió esta definición añadiendo que el valor lo

23

determina el conjunto, la interrelación que existe entre los objetos. Por lo tanto un

elemento aislado no tiene sentido sin el resto de la colección. De la misma forma una

colección “más completa” (teniendo en cuenta los significados que a este término

atribuyan los propios sujetos (Appadurai, 1991)) tendría mayor valor.

Tabla 1: El valor de la colección - Cuadro resumen

TIENE VALOR NO TIENE VALOR

El conjunto que conforma la colección La pieza vista sin relación con las demás

Objeto “sagrado” (pierda o no su

funcionalidad) Objeto puramente funcional

Usarlo ritualmente o en determinados

eventos Que forme parte de la cotidianidad

Si tiene un significado especial / Lo desea Si es un objeto más

Si el coleccionista considera que lo tiene -

Si resulta difícil de conseguir / Se ha

producido un “sacrificio” para conseguirlo

-

Fuente: Elaboración propia

24

3. Marco práctico

3.1. Estudio de campo

3.1.1. Consideraciones previas

El trabajo de campo se ha realizado exclusivamente en la Plaza Mayor de Madrid

durante el mercadillo dominical (aproximadamente desde las 10 de la mañana a las

14h) durante 11 domingos. En el tiempo en el que se han realizado las observaciones

(participantes y no participantes) y las entrevistas informales, se ha tenido contacto

directo con más de 25 personas distintas, que se declaran coleccionistas y que tienen o

han tenido intención de compra. Aunque parezca un número reducido, lo cierto es que

se ha llegado a un punto de saturación, finalizándose el estudio el domingo 7 de junio

de 2015.

Dado que los mayores frutos que emergen en este tipo de investigaciones surgen de la

extrañeza de la propia cotidianidad, en este estudio se ha tenido en consideración el

imaginario previo del investigador. Si bien es cierto que analizar un grupo humano, “al

otro”, formando parte ya del campo, resulta más complicado en términos

metodológicos, también es una oportunidad de dejar a parte las conceptualizaciones

propias para acercarse al discurso del grupo estudiado. Una buena aproximación para

lograrlo se basa en la descripción de los hechos observados, dejando que sea el discurso

y la observación de los informantes los que marquen el análisis del campo.

El total acceso al campo y a informantes del que se ha dispuesto, no habría sido posible

sin esta comprensión anterior, por lo que lejos de resultar una desventaja, considero

que el acercamiento antecedente ha enriquecido en mayor medida la investigación.

Además un estudio de campo sin un cierto conocimiento previo del entorno, realizado

en un periodo tan breve de tiempo (3 meses, unas 45 horas), dispondría de un bajo

rigor científico, ya que en ese tiempo resulta imposible imbuirse en un horizonte

cultural.

3.1.2. Coleccionistas

3.1.2.1. Frecuencia de los informantes

La mayor parte de estas personas han acudido en dos o más ocasiones al lugar de la

observación durante el tiempo de la investigación, generalmente en periodos muy

25

continuados (dos domingos consecutivos o con sólo uno sin acudir entre medias)

seguidos por ausencias prolongadas (no los volví a ver en el resto de la observación).

Una parte más pequeña pero también significativa ha acudido en algún momento el

80% de los días observados (en 9 de 11 observaciones). Estas personas suelen

desarrollar en este espacio algún tipo de actividad que forma parte de su rutina (quedar

con los amigos, ir a charlas y buscar piezas, entre otros)

3.1.2.2. Edad

Se ha observado una predominancia de las personas de entre 40 y 65 años, pero como

no se ha preguntado directamente la edad y el medio puede tener mucho que ver, se

ha incluido una pregunta en el cuestionario sobre la edad.

Aunque existe la percepción y el discurso generalizado entre los

coleccionistas sobre el envejecimiento general del colectivo (“aquí solo

quedamos los de siempre”, “no viene aquí un chaval ni aunque le paguen”,

“la filatelia está muerta”), no existen estudios que refuten dicha afirmación. Por lo que

en la encuesta se ha analizado la edad de los coleccionistas, así como los medios que

visitan para realizar sus adquisiciones, para ver si en efecto el colectivo general tiene

una edad avanzada o sólo las personas que utilizan la Plaza Mayor como canal de

compra.

3.1.2.3. Sexo

Todas estas personas coleccionistas han sido principalmente varones, con tan solo dos

mujeres observadas (una de ellas, acompañante). Este dato, lejos de parecer sesgado,

nos señala la poca cantidad de mujeres que coleccionan sellos que se han

encontrado durante la investigación. Se podría entonces afirmar que el

coleccionista de sellos es indiscutiblemente varón. Sin embargo para saber si

es una cuestión del entorno (versión) o una evidencia probada, se ha

incluido en el cuestionario una pregunta en relación al sexo del encuestado.

Resulta extraño que durante todo el periodo observado ningún informante hizo alusión

a este hecho, no se sabe si por considerarse como un saber popular (que todo el mundo

conoce y no hace falta nombrar) o porque no surgió el tema. En ningún caso se han

observado evidencias que apunten a por qué las mujeres no coleccionan sellos.

26

3.1.2.4. Acompañantes

Sin embargo sí se han observado mujeres que acompañaban a los coleccionistas de

sellos. Se han detectado varios tipos de actitudes por su parte hacia el coleccionismo y

los coleccionistas:

- A) Rechazo

Mujeres que aun acompañando a los coleccionistas, se alejan físicamente de

ellos o se van “a dar una vuelta” cuando el coleccionista comienza a hablar o

demandar sobre un tema filatélico.

- B) Indiferencia

Mujeres que aun permaneciendo al lado del coleccionista durante su exposición,

no muestran interés ninguno en la conversación o buscan cambiarla hacia temas

que para ellas se presupone que refieren mayor interés.

- C) Aceptación

Mujeres que acompañan al coleccionista y parecen mostrar interés en la

conversación (preguntan y se implican), aunque por la conversación se deduce

que ninguna de ellas colecciona.

- D) Participación

Mujeres que no sólo parecen comprender y aceptar que su acompañante

coleccione sino que además declaran que también coleccionan (sólo un caso

observado).

En los casos de rechazo por parte de la acompañante se observó mayor nerviosismo en

el coleccionista, que terminaba generalmente las conversaciones alegando que debía

reencontrarse con su acompañante. La mayor queja de las parejas de los coleccionistas

suele producirse por una cuestión de espacio (o falta de ello) o por cuestiones

económicas. Dos coleccionistas varones, en dos ocasiones distintas, mostraron a su vez

su preocupación al sugerírseles enviar paquetes o correspondencia filatélica a su

domicilio y no sin antes insistir en el por qué, señalaron explícitamente que no querían

que su mujer se enfadara y viera que se habían gastado dinero “en esas cosas”. Otro

informante a su vez, se negó en rotundo a recibir un extracto de cuenta en su domicilio

porque “la mujer le abría las cartas”.

Sin embargo en las observaciones en las que las parejas mostraban aceptación y

participación las conversaciones fueron calificadas en el registro como más fluidas,

largas y amables, generándose más compras en relación con el otro grupo.

27

Por tanto comprender el entorno del coleccionista así como la actitud del mismo hacia el

coleccionismo resulta relevante para la investigación. Este insight se analizará en la

parte de la encuesta referida a la familia.

También se observaron acompañantes varones, pero absolutamente en todos los casos

observados, eran también coleccionistas, si no de sellos, de algún que otro objeto

coleccionable (por orden de repetición, de más a menos: postales (4), monedas (3),

libros (2), calendarios de bolsillo (2), lotería (1), vitolas (1) y cajas de lápices (1)).

3.1.2.5. Agrupaciones

Se han analizado las diferencias entre los informantes que mostraban mayor frecuencia

de asistencia con aquellos esporádicos. Basándose en el análisis de sus declaraciones y

actitudes, las personas que acuden con mayor reiteración utilizan el mercadillo como

punto de encuentro con otros coleccionistas para “dar una vuelta, ver lo que hay y tomar

algo” o porque participan en actividades asociativas y “suben (a la sede de FESOFI) a las

charlas (a escucharlas)”, por lo que podemos presuponer que el hecho de pertenecer a

un grupo de referencia que también sea coleccionista, aumenta la implicación del mismo

y por tanto la motivación. Esta afirmación se ha analizado en la encuesta en varios

ítems. Las relaciones que se han observado entre los coleccionistas recuerdan a las

dinámicas típicas de colectivos pequeños con un fuerte arraigo (como el que se puede

encontrar, por ejemplo, en un pueblo). Generalmente sobre la misma hora pasean y se

encuentran en los lugares habituales, a veces miran cosas juntos y otras veces cada uno

se va por su lado, quedando en un punto común a una hora determinada, para tomar

algo. Otras veces se encuentran en las actividades que organiza FESOFI.

Las personas que más implicación y conocimiento han mostrado han sido aquellas que

pertenecen a clubes y asociaciones de coleccionistas. Por tanto se cree que existe una

relación directa entre las personas que pertenecen a una agrupación y las que tienen

mayor conocimiento filatélico y colecciones más especializadas.

28

3.1.3. Colecciones

3.1.3.1. Orígenes

No todos coleccionistas continúan activamente una colección a lo largo del tiempo. Hay

personas que coleccionan intermitentemente a lo largo de los años, o lo dejan en la

edad adulta coincidiendo con la etapa laboral y vuelven a retomarlo en la jubilación o

cuando comienzan a tener más tiempo libre. Pero todos empezaron a coleccionar en

algún momento de su vida y por lo general existe bastante disparidad en este tema. Si

bien es cierto que una mayoría, sobre todo de coleccionistas más “expertos”, refirió

coleccionar “desde siempre” o “desde que era pequeño”, resulta difícil concretar un

momento vital específico. También se han encontrado personas que indican que

comenzaron mucho más tarde (sobre los 40 años) y en una ocasión se refirió que se

comenzó en el momento de la jubilación porque “se aburría”. Para poder dimensionar

este dato, ya que, como en el resto de apartados, no existen estudios previos, se ha

añadido una pregunta explícita y específica en el cuestionario. Se ha encontrado una

relación peculiar entre el comienzo de la colección y el conocimiento filatélico, ya que las

personas que refieren coleccionar desde que “tienen recuerdos” corresponden con el

mismo perfil que participa en las asociaciones y tiene colecciones más especializadas.

Este insight se analizará en el apartado orígenes del análisis de la encuesta.

Entender cómo y por qué se comenzó a coleccionar resulta uno de los factores

relevantes para identificar los puntos clave que influyen y/o pueden influir en la

motivación del coleccionista, por lo que los siguientes factores también se han incluido

en la encuesta:

- A) Tradición (mi entorno cercano lo hacía)

Muchos coleccionistas refieren que fueron sus padres, tíos o abuelos

quienes coleccionaban y que de verles, comenzaron a hacerlo.

- B) Prescripción (alguien me enseñó)

Se ha diferenciado del factor anterior porque muchos coleccionistas

expresan que fue el hecho de que alguien les explicara y enseñara a

coleccionar, lo que les motivó a empezar. Aquí ya no sólo se incluye el

ámbito familiar, si no amigos, compañeros de trabajo e incluso terceros (talleres

filatélicos, comerciantes…), como posibles prescriptores.

29

- C) Relevo (una colección “cayó” en mis manos)

También existen coleccionistas que comenzaron a serlo porque alguien les

cedió una colección, la persona que lo hacía falleció/dejo de hacerla y

decidieron continuarla o simplemente “se la encontraron”.

- D) Tendencia (veía que estaba de moda, la gente lo hacía)

Aunque este factor ha resultado más difícil de identificar, muchos

coleccionistas refieren que el hecho de ser algo “que todo el mundo hacía”

les animó a comenzar a coleccionar. La motivación de este tipo de personas

se acerca más a lo que se podría considerar como “seguir una moda”, que al hecho de

verlo en una persona concreta o a alguna relación de otro tipo con su entorno.

- E) Cotidianidad (veía el sello normalmente)

Algunos coleccionistas hacen un gran hincapié en remarcar que fue ver el

uso de los sellos lo que les animó a coleccionarlos. Recibir correspondencia

o enviarla les hizo tocar el sello y crear una cierta relación con él, por lo que

empezaron a recortarlo de la correspondencia recibida y a conservarlo. Sería como

describe Belk, el caso más fácilmente reconocible de sacralización de lo profano, ya que

se despoja al sello de su función original y pasa a otro plano, más simbólico.

- F) Curiosidad (me llamó la atención)

Esta motivación tiene relación con todas las anteriores, pero remarca más

el aspecto cultural del mismo. Para estas personas la forma en la que el

sello se relacionaba previamente con ellos no tiene importancia y el deseo

de coleccionarlos surge al interesarse por una temática concreta de las emisiones, lo

que llevó a la investigación y la conservación. Algunas de estas personas consideran el

sello como un elemento pedagógico y cultural, como una herramienta de aprendizaje

más.

- G) Afición (me gustaba, aunque no tengo claro por qué)

Los recuerdos y motivaciones no siempre están claras. Existen coleccionistas

que por mucho que se les ha insistido, no han aportado ningún dato que

permita esclarecer lo que les impulsó a coleccionar. Estas personas refieren

que simplemente les gustó, pero no saben exactamente por qué, ni saben referir si

alguna persona de su entorno les influyó, enseñó o si fue una iniciativa de ellos mismos.

30

Esta afirmación se relaciona básicamente con el placer encontrado al realizar la

colección, lejos de elementos externos influenciadores.

- H) Inversión (pensé en ganar dinero)

Aunque no se ha referido explícitamente como impulsor, se ha considerado

necesario incluirlo porque el discurso de algunos informantes y algunos

autores (Coca Pérez, 1998; Coca Pérez, et al., 2007; Comban, 1982) lleva a

pensar en la existencia de este factor. Frases como “y… bueno… además empezabas

porque no tenías nada que perder”, ya que hace unos años se pensaba que siempre se

podría recuperar el valor total, si no superior, a la inversión realizada (Aranaz del Río,

2008).

Por la investigación de campo se preveía que son varias las motivaciones que llevan a

una persona a coleccionar. Se desconocía el orden de importancia, aunque la hipótesis

principal apostaba por una mayor influencia de los factores familiares, por lo que todos

estos criterios aparecen incluidos en la encuesta.

3.1.3.2. Delimitaciones

Como ya se ha comentado en el marco teórico, las colecciones no pueden ser infinitas.

Algunos autores ya apuntaban a que a medida que se iba especializando el

coleccionista, se iba delimitando su colección (Aranaz del Río, 2015). Las organizaciones

que se han observado son las siguientes:

- A) Por país o cronología concreta

La gran mayoría de informantes refieren coleccionar principalmente

sellos de España, de un periodo histórico determinado, generalmente el

segundo centenario (como el sello comenzó en España en 1850 al

periodo de 1850 a 1950 se denomina “primer centenario”, mientras que

a partir de 1950 se llama “segundo centenario”). Sin embargo también

se han observado gran cantidad de personas que coleccionan países

extranjeros, aunque curiosamente la mayor parte no la tenía organizada. Cuantos

más países declaraban coleccionar, menos organizada mostraban su colección.

Muchas personas declaran sentirse “hastiadas” al observar que una determinada

administración postal emite un número elevado de emisiones (lo que suele

aumentar también la cuantía económica), para el que el coleccionista no ve

justificación, lo que en ocasiones motiva el abandono de la colección.

31

- B) Por una temática concreta

Una parte importante, aunque en menor número que el anterior,

declaraba coleccionar temáticas (sellos de un tema concreto). En estas

ocasiones se encontraban dos perfiles cuya motivación era bien distinta:

1. Su tema aparecía en el sello

Para este grupo lo más relevante es que en el sello aparece el tema que

le gusta, pero también coleccionan otros objetos que tienen relación o lo

representan. Este tema generalmente está asociado con su profesión

(como el arquitecto que colecciona sellos de arquitectura) o sus orígenes

(su pueblo, los reptiles que estudiaba de pequeño…). El sello aquí no es el

elemento más relevante, sino una representación de su verdadera

colección.

2. El sello tenía relación con el tema

También se ha identificado a un grupo, quizás menos numeroso, al que le

encanta un determinado tema y disfruta investigándolo a través de la

filatelia. Aquí la motivación parte del deseo de investigación y

conocimiento, donde la imagen en sí del sello no resulta lo más

relevante, sino el significado u origen que esconde detrás. Por ejemplo,

un coleccionista que le encantaba la temática del lince, me mostró

orgulloso una emisión en el que salían los Pirineos, porque aunque no se

veía al animal en cuestión, allí se encuentra su hábitat natural.

- C) Por un estudio concreto

Aunque muchas de las colecciones ya citadas implican un estudio

exhaustivo, se ha considerado como una tipología aparte por las

características del mismo. Este tipo de colecciones tienen una

implicación de tiempo y esfuerzo mucho mayor que las anteriores. No suelen ser

temas tan “populares” y el foco del disfrute se centra principalmente en el estudio

de la emisión. Algunos de los informantes que realizan este tipo de colecciones

comentaron que las exponían e incluso participaban en competiciones filatélicas. El

nivel de conocimiento y de asociacionismo de los coleccionistas que presentan este

tipo de colección se ha observado mucho mayor que en los otros dos casos. Para

constatar si este insight es generalizable se incluyeron varios ítems en la encuesta,

cuyo resultado se puede ampliar en “agrupaciones e implicación”. Una queja

32

frecuente de este colectivo es la falta de especialización que detectan en los

comerciantes y suministradores de sellos, incluyendo al personal de Correos.

- D) Varias colecciones (no filatélicas)

Aunque se podría pensar que el coleccionista de sellos sólo colecciona

sellos, se ha observado que muchos de los coleccionistas de la Plaza

Mayor también realizan otro tipo de colecciones:

1. Colecciones complementarias

Es el caso de algunos coleccionistas de temáticas. El coleccionismo gira

alrededor de un tema y no del sello, por lo que siguiendo cada uno sus

criterios, van adquiriendo diversos objetos en relación al tema de interés.

En las observaciones realizadas cuando estos coleccionistas buscan

completar su colección, normalmente comenzaban la conversación con

los comerciantes preguntando “tienen algo de…” (caballos, cine, camino

de Santiago…etc.)

2. Colecciones sustitutivas

También se han observado coleccionistas cuya relación con el mundo del

coleccionismo se podría definir como “monógama”. Aunque a lo largo de

su vida han tenido distintos tipos de colecciones, sólo se centran en una

cada vez y pensar en compaginarlas les resulta desagradable y muestran

rechazo.

3. Colecciones independientes

Quizás este es el tipo más frecuente. Aunque realizan una colección de

sellos (de diversas tipologías), no muestran ningún tipo de resistencia, ni

rechazo, a realizar paralelamente otra completamente distinta. Así se

han observado una gran cantidad de coleccionistas de sellos que también

coleccionan monedas, postales, libros, calendarios de bolsillo, lotería,

vitolas y cajas de lápices; aunque se estima que existen un número

muchísimo mayor de combinaciones posibles.

Para conocer el tipo de colección que realizan los coleccionistas, también se ha incluido

una pregunta en la encuesta en la que se pregunta directamente qué colecciona el

coleccionista.

33

3.1.3.3. Destinatarios

Cuando una persona adquiere un sello, se puede llegar a atribuir, sin cuestionar, que lo

compra para sí mismo o que en algún caso aislado, lo compra para un amigo (como un

recado). Pero también se han recogido testimonios de coleccionistas que además de

realizar su colección, realizan colecciones adicionales para sus hijos y/o nietos, llegando,

en uno de los casos, a realizar once colecciones adicionales, una para cada hijo y nieto.

Este carácter de familiarizar la colección, no deja de resultarle curioso al investigador,

cuando, según lo observado, generalmente las cónyuges no suelen compartir esta

afición. Se ha incluido una pregunta para cuantificar para qué personas se realiza la

colección.

Este modo en el que los coleccionistas entienden la colección añade una cierta

dificultad adicional a la hora de calcular el número de coleccionistas en España. Por

ejemplo, podríamos llegar a contar el número de abonados a los sellos de Correos

existentes, incluso podríamos conseguir averiguar el número de colecciones a las que

están suscritos. Pero en ningún caso podemos saber a cuantas personas se destinan, ni

si esas personas son coleccionistas. De hecho muchos coleccionistas expresan su

decepción y desánimo al descubrir que las personas a las que tanto tiempo, dinero y

esfuerzo han dedicado a montar su colección, no tienen ninguna intención de

continuarla, porque ni se sienten ni se consideran coleccionistas.

3.1.3.4. Implicación

Se han detectado distintos niveles de implicación a la hora de organizar la colección. Por

un lado podemos encontrar lo que algunos coleccionistas denominan “arrejuntasellos”

(Aranaz del Río, 2015). Lejos de referirse de forma peyorativa, utilizan esta terminología

para denominar a las personas que han empezado a coleccionar, pero que solo van

adquiriendo sellos sin molestarse en estudiarlos o siquiera mirarlos. Este nivel se

colocaría en el más bajo dentro del coleccionismo filatélico e incluye según su discurso,

tanto a recién iniciados como a abonados al servicio filatélico de Correos, que tan sólo

reciben los envíos sin molestarse siquiera en abrir los paquetes. El factor tiempo en este

caso no resulta relevante, ya que en un principio tenerlo no significaría ahondar en un

coleccionismo más especializado. Este insight se contrastará en la encuesta.

En el extremo contrario nos encontramos a coleccionistas, que dedican gran parte de su

tiempo y esfuerzo a organizar las colecciones. Estas personas se hacen llamar a sí

mismos “filatelistas” ya que consideran que ser filatélico sólo indica que se coleccionan

sellos, pero filatelista incluye en su terminología el estudio de las colecciones. En varias

ocasiones han demostrado que el que les llamen filatélicos les resulta casi un insulto,

34

por lo que el investigador en la comunicación directa con el colectivo se refirió hacia

ellos como coleccionistas de sellos, para evitar ofender a los posibles informantes

“filatelistas”. Algunas de estas personas dedican años a conseguir piezas concretas y

emplean un tiempo muy elevado para encontrar las que buscan, mostrándolas en

exposiciones en algunos casos. El insight apunta a que este colectivo pertenece siempre

a algún tipo de asociación en relación con el mundo del sello, aunque esto no tiene por

qué implicar un mayor gasto.

Entre ambos extremos nos encontramos diversos tipos de perfiles intermedios, pero

que comparten ciertas características comunes, los “filatélicos”. Generalmente tienen

su colección medianamente estructurada, existe el deseo por mejorarla, pero no

disponen de tanto tiempo como les gustaría para hacerlo. Estas personas aumentarían

su implicación si dispusieran de mayor tiempo y espacio, afirmación que se contrastará

en la encuesta.

3.1.3.5. Valoración

Podríamos pensar que el precio que se paga por un sello determina su valor, sin

embargo en la observación se han detectado ciertos matices que merece la pena

denotar. El valor económico de la colección varía como ya se ha comentado por

diversos motivos y no existe un consenso generalizado sobre el mismo. Pero el valor

filatélico/filatelista depende de otra serie de factores:

- Que me interese

- Que esté dispuesto a pagarlo

- Que no exista nada mejor

- Que nadie lo tenga

- Que me haya costado encontrarlo

- Que sepa que es bueno

Para cuantificar los motivos que hacen que para un coleccionista de sellos una colección

resulte valiosa, se ha incluido este apartado en la encuesta poniendo al coleccionista en

una situación de compra (cuando voy a comprar me fijo en…).

Por otro lado se ha detectado un cierto descontento con los catálogos que indican los

precios orientativos del mercado. Generalmente cuando los coleccionistas van a

comprar se encuentran con que les indican un precio siempre un X% por debajo del

precio del catálogo, sin embargo también se encuentran con que algunas piezas tienen

un precio muy superior al indicado. Por esta razón muchos de los informantes no

consideran que el catálogo sea un medio fiable para orientarles sobre el precio. Otro

35

grupo más pequeño tampoco sabe diferenciar visualmente las características que hacen

que un sello sea de mayor o menor valor, ya que la imagen que muestran los catálogos

es sólo una y no ven diferenciación.

Aparte de este tema, los informantes declaran que les “parece un cachondeo” y “una

tomadura de pelo” que cada editorial de catálogos marque unos precios distintos,

alejados de la realidad de mercado. En los distintos discursos analizados todos los

informantes coinciden en considerar que esta variabilidad se produce inducida por los

intereses privados de las editoriales, ya que estas también comercializan sellos.

3.1.3.6. Segmentación

Aunque Aranaz (2008) ya realizó en su día una breve separación de perfiles filatélicos

(arrejuntasellos, coleccionista y expositor), con el análisis de las observaciones

realizadas, se ha elaborado una distribución de grupos segmentada por niveles de

implicación en el coleccionismo de sellos, que amplía y difiere en ciertas connotaciones

de su estudio. Los rasgos principales identificativos son:

36

Ilustración 7: Rasgos distintivos de los perfiles encontrados – Ilustración Fuente: Elaboración Propia

Cada coleccionista es un ser único, con sus circunstancias y características particulares.

Sin embargo como ya se ha comentado a lo largo de la investigación, se han detectado

ciertos estándares que se suelen repetir en todos ellos y patrones comunes que se

diferencian y agrupan en los distintos perfiles encontrados:

37

Tabla 2: Segmentación del coleccionista por perfil actitudinal

Experto Avanzado Casual

¿Qué colecciona?

Temáticas, historia postal, estudios de emisiones…, colecciones especializadas y/o muy avanzadas

Sellos de España y otros países, temáticas y solo unos pocos, coleccionismo especializado

Principalmente sellos de España, unos pocos de otros países

Nivel de la colección Muy especializada Avanzada o con cierta complejidad

Muy básica

Satisfacción con la colección

Orgulloso de ella y por ello tremendamente satisfecho

Muy satisfecho, porque cumple su función

Generalmente satisfecho, aunque en menor medida (a menor implicación menor satisfacción)

Inicio de la colección Edades tempranas Distribuido, más bien jóvenes

Edades adultas

Por qué comenzó Tradición familiar, alguien le enseñó, lo observó en su entorno, recortaba los sellos de las cartas…

Para quién hace la colección

Principalmente para sí mismo

Conocimiento sobre la filatelia

Muy elevado Ligeramente superior a la media

No tiene interés por profundizar en la disciplina

Búsqueda de sellos Implica una parte importante de su tiempo

Está pendiente y busca ocasionalmente

No busca activamente

Asociaciones de coleccionistas

Pertenece y participa activamente

Generalmente pertenece, aunque no siempre participa

Normalmente no pertenece, y si pertenece no participa

Función de la colección

Niveles muy profundos de identificación con la colección, en menor medida es sólo un entretenimiento

Principalmente es un entretenimiento, aunque también se identifica con ella

No se identifica, sólo le entretiene, aunque principalmente es un objeto más de entretenimiento

Qué busca para su colección

Principalmente sellos “raros” y difíciles de conseguir

Un poco de todo, lo que le guste, siempre que no sea muy complicado

No suele buscar, pero valora que el sello sea bonito y que le guste el tema o el país

Inversión en la colección

Alta - Media Media Baja

38

Motivación de compra - Precio

Ajustado a lo que se espera pagar por él

- Calidad Busca alta calidad, factor relevante

Buena. Le preocupa pensar que no siempre es capaz de identificarla

No es un factor que se suela considerar. Se espera que la tenga

- Exclusividad Para unos pocos es bastante importante

Se agradece, pero no se exige

Totalmente irrelevante

- Exactitud Es fundamental y muy relevante que sea exactamente lo que buscaba

Es importante que se adecúe, pero no se siente frustrado cuando no es así

Es importante, pero no es lo fundamental

- Interés Que la temática o el país le interese

- Confianza

Le gusta poder confiar en quién se lo suministra, pero no es lo más importante

Al no disponer de un conocimiento muy elevado, necesita fuertemente poder confiar

Importante, pero menos que para los otros (tiene menor implicación)

Motivación de colección

Le gusta, entretiene, aprende e investiga con ello

Porque es un disfrute, un pasatiempo con el que se entretiene

Porque se lo pasa bien

Motivación de abandono

Falta de tiempo, de espacio o de disfrute. Que no haya una persona que vaya a continuarla. Sentir que la filatelia “está muerta”.

Fuente: Elaboración propia

39

3.2. Encuesta

3.2.1. Población objetivo

Hombres y mujeres españoles, de cualquier edad, que declaren que son o han sido

coleccionistas de sellos.

3.2.2. Tamaño de la muestra

La población es infinita, ya que no se conoce el universo, por lo que no se puede

determinar si el perfil muestral es representativo del universo, al no existir ningún

estudio previo del mismo. Por este mismo motivo tampoco se puede determinar la

variabilidad en la población.

Para un error de 0,5%, un nivel de confianza de 95% y un p=q=50, la muestra es de 1000

encuestas válidas.

3.2.3. Forma de aplicación de la encuesta

La encuesta se ha realizado online, de forma autoadministrada, con la plataforma

Toluna Quick Survey, facilitando un enlace para realizarla. El 100% de las respuestas

proceden de un enlace que se ha distribuido mediante correo electrónico, en redes

sociales y en foros especializados de filatelia. Por lo que la muestra es de conveniencia,

ya que se ha distribuido por un criterio de accesibilidad al grupo, si bien es cierto que ha

quedado constancia de que algunos miembros de la muestra la han distribuido entre

sus allegados.

Como no existen investigaciones previas que apunten a la existencia de estratos, estos

no han sido fijados.

3.2.4. Diseño del cuestionario

Se han proporcionado instrucciones sobre cómo responder al cuestionario. Antes del

lanzamiento se realizó una prueba piloto con 2 coleccionistas que indicaron las dudas

40

que les podían surgir a la hora de responder, por lo que se redefinieron algunas

preguntas y se simplificaron otras.

El cuestionario ha estado formada por un total de 28 preguntas: 7 preguntas de análisis

sociodemográfico, 2 preguntas filtro, 1 pregunta de control y 18 preguntas

actitudinales. Todas ellas estructuradas y cerradas. De las cuales 3 has sido de opción

múltiple con elección múltiple y 16 de elección única (en las que se encuentran todas

las sociodemográficas). También se han incluido 3 preguntas dicotómicas (las de filtro y

control). Las 7 restantes han sido de escala (englobando a su vez 33 item a contestar).

Las preguntas han estado ordenadas tanto por la complejidad como por el nivel de

implicación de las respuestas, de menor a mayor. También de lo más general

(coleccionismo) a lo más específico (motivaciones). Sin embargo en algunas preguntas

actitudinales de opción múltiple, se ha introducido un orden aleatorio de respuestas

para evitar su sobreexposición e inferencia.

Se ha activado un filtro en la plataforma que impide que se pueda contestar al

cuestionario más una vez desde el mismo dispositivo. Lo que limita al máximo la posible

manipulación por parte de los encuestados.

3.2.5. Recogida de la información

La propia naturaleza de la difusión de la encuesta (RRSS y foros) imposibilita saber el

número de personas que han recibido la encuesta, así como conocer la

representatividad real.

La forma de distribución del cuestionario permite una mayor accesibilidad a la muestra,

con un diseño atractivo, sin la posible influencia que ocasione el entrevistador (efecto

complaciente). Como aspectos negativos, la dificultad de acceder al público objetivo (ya

que algunos coleccionistas son de edad avanzada y no usan internet) y el peligro de la

autoselección (la muestra resultante tiene en mayor representación a los usuarios de

internet más intensos, expertos e experimentados).

Se han recibido en total 249 encuestas, de los cuales 34 no se han finalizado.

Todas las personas que no la han finalizado han sido porque se les ha descartado de la

encuesta, impidiendo mediante un filtro que continuaran.

41

A 25 por pertenecer o él/ella o alguien de su entorno al sector de marketing, publicidad

o estudios de opinión y 9 por no declararse o indicar que no le consideraban

coleccionista de sellos.

Todas las personas han pasado la pregunta de control. Si alguna no lo hubiera superado

su registro habría sido descartado.

Por lo tanto podemos contar con un total de 215 cuestionarios válidos. Sólo se han

analizado los cuestionarios válidos.

Tabla 3: Selección de cuestionarios válidos - Cuadro detallado

Preguntas filtro COLECCIONISTA DE SELLOS

RELACIONADO CON SECTORES

No Si, lo he

sido Si, lo soy

Total general

Estudios de mercado/ Opinión pública

1 7 8

Publicidad/ Marketing

1 16 17

Ninguna de las anteriores

6 209 215

(en blanco) 9 9

Total general 9 8 232 249

3.2.6. Análisis

Todas las tablas, ilustraciones y gráficos del análisis son de elaboración propia. El análisis

se ha realizado mediante la realización de tablas dinámicas en una hoja de cálculo,

prestando particular atención a la codificación de las mismas. En el análisis en tablas se

ha reducido a dos decimales, pero en la presentación de resultados se ha redondeado

sin decimales.

Todas las tabulaciones cruzadas que no pertenecen al puro análisis demográfico se han

realizado o porqué alguna reflexión en el marco teórico sugería la tabulación, o porque

se ha detectado algún insight relevante en el trabajo de campo.

3.2.6.1. Edad y Sexo

Un 95% de los entrevistados declararon ser hombres, tan sólo un 5% mujeres:

42

Tabla 4: Edad agrupada y Sexo de los encuestados - Cuadro detallado

Edad y Sexo SEXO

EDAD Hombre Mujer Total general

Menos de 18 años 0,47% 0,00% 0,47%

18 – 34 años 7,44% 0,93% 8,37%

35 – 54 años 46,51% 2,33% 48,84%

55 + años 40,93% 1,40% 42,33%

Total general 95,35% 4,65% 100,00%

Resulta relevante señalar que un 87% de los encuestados son hombres mayores de 35

años. Cuando analizamos este dato sin agrupar podemos observar tendencias bastante

marcadas:

Ilustración 8: Distribución detallada de Edad y Sexo - Gráfico

Aquí se muestran varios datos de interés:

- La edad promedio es de 52 años

- Un 73% de los encuestados son mayores de 45 años.

- Sólo un 14% del total tiene menos de 40 años.

- Existen varios picos rondando los 40 años, los 50 y los 60.

- Un 8% indica que tiene más de 71 años

Recordemos que la encuesta se ha realizado de forma online y que normalmente este

colectivo (+71 años) no suele utilizar el medio internet, por lo que es probable que si se

hubiera realizado la encuesta de forma física, telefónica o postal, este número hubiera

sido mayor.

Con estos datos podemos afirmar que:

El coleccionista de sellos es un varón, maduro, de más de 45 años

0

2

4

6

8

10

12

14

16 22 25 28 30 32 34 36 38 40 42 44 46 48 50 52 54 56 58 60 62 64 66 68 70

Menos de18

18 - 34 35 - 54 55 +

Mujer Hombre

43

Ilustración 9: Canales de compra por edades agrupadas - Gráfico

Si se analiza el uso de los canales en cada segmento de edad no parecen observarse

grandes diferencias significativas. Pero si se agrupa el peso total de personas que usan

cada canal, segmentado por edad observamos lo siguiente:

- El colectivo

de 18 a 34 años es

de los que menos

peso tiene en el

total. Pero el canal

más utilizado sin

lugar a dudas es

internet, sobre

todo en webs de

subasta,

intercambio y

compra-venta

colectiva.

- El colectivo

de 35 a 54 años es

el que más

canales utiliza, sin

grandes

variaciones entre

ellos. Es un

colectivo más

activo, que no se

limita a recibir las

novedades de

Correos y busca otros canales para completar su colección, entre los que

también destaca el uso de internet.

- El colectivo de más de 55 años tiene una menor presencia online, utilizando

principalmente canales tradicionales (Correos, Filatelias físicas y Mercadillo

dominical)

Sin embargo en uno de los insight recogidos se creía observar que era el medio Plaza

Mayor el que contaba con los coleccionistas más longevos, no siendo tan marcado en

otros canales. Si bien esta afirmación es cierta, la tendencia más marcada es que los

coleccionistas de más de 55 años utilizan menos el canal online, al contrario que los

coleccionistas de menor edad. Y es que casi 1 de cada 2 personas que acuden a los

8,37%

48,84%

42,33%

9,03%

49,68%

41,29%

9,77%

48,12%

42,11%

9,47%

49,47%

40,53%

9,86%

49,30%

40,85%

9,09%

51,82%

39,09%

7,95%

54,55%

36,36%

12,41%

54,74%

32,85%

9,28%

54,64%

36,08%

8,70%

55,43%

35,87%

13,46%

54,81%

31,73%

18 - 34

35 - 54

55 +

Total

Oficinas de Correos

Envíos a domicilio deCorreos

Tiendas/Filatelias/Comercios

Rastro/Mercadillo (acomerciantes)

Rastro/Mercadillo(compra a particulares)

Rastro/Mercadillo(intercambio conparticulares)Por internet (Todocolección, Ebay, Delcampe…)Por internet (Filateliasoficiales)

Por internet (Compra acoleccionistas)

Por internet (Intercambiocon coleccionistas)

44

mercadillos dominicales tiene más de 55 años. Por lo que sí es cierto que en este canal

se encuentra gente de más edad que en otros. Esto puede ser producido por el

reducido acceso que tiene la gente mayor a la tecnología o porque los mercadillos

tradicionales no atraen en la misma medida a los jóvenes, que prefieren usar varios

canales simultáneamente. Quizás porque valoran en mayor medida la diversidad de

oferta que el posible trato humano, que no les aporta el suficiente valor añadido.

Si segmentamos por las motivaciones y significaciones de la colección, encontramos una tendencia más marcada:

Ilustración 10: Canales de compra por perfiles actitudinales - Gráfico

Así el 100% de las personas que consideran que su colección es sólo un álbum en su biblioteca son abonados al Servicio filatélico de Correos (frente a un 51% de coleccionistas que consideran que su colección representa su modo de ser) y ninguno de ellos busca activamente por internet. El coleccionista “casual” prefiere entonces los canales tradicionales de distribución, que no le supongan un gran esfuerzo de búsqueda ni de dedicación.

3.2.6.2. Nivel educativo y Profesión

También se ha querido comprobar si existe alguna tendencia entre coleccionismo y nivel

educativo/profesión, para identificar si estas variables son representativas en el

colectivo.

69,77%

51,16%

86,05%

55,81%

60,47%

41,86%

67,44%

44,19%

44,19%

46,51%

73,49%

63,25%

89,16%

69,28%

50,00%

42,17%

65,06%

46,99%

43,98%

50,60%

50,00%

100,00%

83,33%

50,00%

16,67%

0,00%

0,00%

0,00%

0,00%

0,00%

Oficinas de Correos

Envíos a domicilio de Correos

Tiendas/Filatelias/Comercios

Rastro/Mercadillo (a comerciantes)

Rastro/Mercadillo (compra aparticulares)

Rastro/Mercadillo (intercambio conparticulares)

Por internet (Todocolección, Ebay, Delcampe…)

Por internet (Filatelias oficiales)

Por internet (Compra acoleccionistas)

Por internet (Intercambio concoleccionistas)

Representa mipersonalidad y mimodo de ser

Es básicamente unentretenimientocon el que disfrutohabitualmente

Es sólo un álbumen mi biblioteca

45

Ilustración 11: Distribución ocupacional y nivel educativo - Gráfico

En cuanto educación, hay una gran predominancia de licenciados (28,34%) y solo un 6,4% curso sólo la educación básica obligatoria o no la terminó, o lo que es lo mismo un 93,6% tiene estudios superiores. El siguiente colectivo más numeroso es el de diplomados, con un 13,9%, seguido por las personas que no terminaron los estudios universitarios (12,3%).

Respecto a la profesión, casi un 20% se declara jubilado, pero solo un 16% tiene más de 65 años, por lo que existe un número elevado de pre-jubilados.

Las profesiones más comunes son las que disponen de un grado directivo medio y funcionarios (21,4%), seguidos por los empleados (16%) y profesionales liberales (12%).

3.2.6.3. Familia

Con un número tan elevado de personas de mayor edad, parecería normal pensar que

no existen muchos niños en el hogar. Sin embargo uno de los insights percibidos apunta

a que los coleccionistas de sellos son personas familiares, por lo que podríamos pensar

que tienen más niños. Si analizamos cuantas personas tienen hijos menores de 18 años:

0,00%

5,00%

10,00%

15,00%

20,00%

25,00% Prefiere no contestar

Otro

Ningún nivel

Doctorado

Master

Licenciatura

Diplomatura

Estudios universitarios no finalizados

Formación Profesional (Grado Medio)

Formación profesional

Bachillerato

Educación Secundaria (ESO)

Educación Primaria

46

Ilustración 12: Número de hijos de -18 años, por edades agrupadas de los padres - Gráfico

Se podría considerar normal que las personas de más de 55 años no dispongan de hijos

menores de 18 años, sin embargo resulta curioso señalar que un 51% de los

encuestados de entre 35 y 54 años sí tienen hijos, menores de 18 años.

También se ha observado que la mayoría de coleccionistas tiene actualmente pareja

(83%):

Ilustración 13: Actitud de la pareja del coleccionista hacia la afición de su compañero - Gráfico

Casi todas las parejas de los coleccionistas conocen su afición, de las cuales un 16% no

muestra una actitud favorable, un mayoritario 60% respeta y entiende su afición y un

6,5% también tiene una colección.

Un 11% de coleccionistas declaran que hacen una colección para algún familiar (menos

de un 1% para amigos).

0,00%

20,00%

40,00%

60,00%

80,00%

100,00%

120,00%

18 - 34 35 - 54 55 +

3

2

1

0

No tengo pareja 16.74%, (36)

No conoce mi afición 0.47%, (1)

No la comparte 16.28%, (35)

La entiende, pero no la comparte 60.00%, (129)

La entiende y la comparte (también colecciona)

6.51%, (14)

47

3.2.6.4. Orígenes

Durante las observaciones realizadas se detectó que las personas que habían

comenzado más tarde su colección parecían mostrar menor interés por el estudio

filatelista. Si se compara el conocimiento declarado por los coleccionistas con la edad en

la que comenzaron a coleccionar se observa lo siguiente:

Ilustración 14: Edad en la que se comenzó la colección, por nivel de conocimiento actual - Gráfico

Alrededor de la mitad de los coleccionistas encuestados comenzaron su colección entre

los 11 y los 25 años. Sin embargo la parte representada por coleccionistas “expertos” es

mayor a edades más tempranas. Los coleccionistas más básicos comenzaron en edades

más tardías. Ningún encuestado comenzó su colección más tarde de los 65 años.

Si se analizan los impulsores que los propios encuestados reconocen como la “mecha”

del comienzo de su colección:

3,39%

38,98%

54,24%

1,69%

1,69%

0,00%

1,43%

32,86%

50,71%

12,14%

2,86%

0,00%

0,00%

18,75%

50,00%

25,00%

6,25%

0,00%

Antes de los 5 años

Entre los 5 y los 10 años

Entre los 11 y los 25años

Entre los 26 y 50 años

Entre los 51 y 65 años

A partir de los 65 años

Considero quedispongo de unconocimiento muysuperior a la media

Tengo unosconocimientosligeramentesuperiores a la media

No estoy realmenteinteresado enconocer enprofundidad estadisciplina

48

Ilustración 15: Factores relevantes por los que comenzó a coleccionar - Gráfico

Estos datos ayudan a reconocer que no existe una motivación ni un impulsor único y

que existe tanta diversidad de motivos como coleccionistas, sin embargo en este

trabajo se han intentado agrupar los testimonios recogidos y según el análisis de la

encuesta se puede concluir:

- Que ni la tradición familiar, ni la herencia de una colección, tiene tanto peso

como que una persona del entorno te enseñe.

- Que el hecho de observarlo en el grupo de pares no tiene tanta relevancia como

se estimaba en un principio.

- Que recortar los sellos de las cartas y/o haberlos manejado, si ha resultado

bastante relevante para la gran mayoría.

O lo que es lo mismo, no basta con que la persona haya estado expuesta al mundo

del sello para comenzar a coleccionarlo, sino que lo que más le ha influenciado ha

sido tener la oportunidad interactuar con él.

De este ítem también se puede extraer una segunda conclusión, el tema de

inversión no es un factor relevante para comenzar a coleccionar. Aunque muchos

autores se empeñen en que es uno de los impulsores fundamentales, lo cierto es

que es la respuesta que más rechazo ha generado. Habría sido interesante observar

que hubiera sucedido si en vez de poner “valor de inversión”, se hubiera nominado

como “valor de futuro”, para ver si el término que genera rechazo es inversión (e

investigar si es provocado por las consecuencias que Forum Filatélico y Afinsa

tuvieron en España) o es valor (en cuyo caso se debería profundizar en el

simbolismo que encierra el sello).

29,01%

8,84%

31,90%

36,02%

12,50%

29,01%

27,10%

23,60%

3,40%

12,96%

12,93%

19,63%

44,72%

17,36%

37,04%

40,00%

44,72%

11,56%

11,73%

21,09%

11,66%

10,56%

13,19%

16,67%

16,77%

14,91%

17,01%

46,30%

57,14%

36,81%

8,70%

56,94%

17,28%

16,13%

16,77%

68,03%

Mis padres/abuelos/tíos/pareja lo hacían

Mis amigos/compañeros lo hacían

Una persona de mi entorno me enseñó

Vi unos sellos y me gustaron

Una colección “cayó en mis manos” y decidí continuarla

Me mandaban cartas y recortaba los sellos

Me picaba la curiosidad y quería saber más de ellos

Me gustaba desde siempre

Vi una posibilidad de inversión

Muy relevante Relevante Poco relevante Nada relevante

49

3.2.6.5. Agrupaciones e Implicación

A lo largo de la investigación se ha detallado la evolución de la concepción de las

colecciones, desde las colecciones “universales” a la clasificación típica moderna. Uno

de los insights detectados, dentro de la segmentación realizada, es que existe una cierta

correlación entre

lo que se

colecciona, el nivel

de implicación y la

pertenencia a

asociaciones y

grupos de pares.

En la tabla se

observa cómo el

nivel de implicación

en el grupo,

correlaciona

directamente con

el de la colección.

Dentro del marco teórico también se ha hablado sobre la implicación en los grupos y la

especialización del coleccionismo:

Ilustración 17: Tipo de emisiones que colecciona, por participación en asociaciones - Gráfico

66,67%

51,19%

44,05%

58,33%

13,10%

42,86%

88,89%

38,89%

35,19%

16,67%

7,41%

37,04%

73,91%

73,91%

47,83%

8,70%

0,00%

34,78%

87,04%

50,00%

31,48%

11,11%

1,85%

22,22%

Sellos de España

Sellos de otros países

Temáticas

Historia postal

Estudios de emisiones

Otras colecciones…

Pertenezco y participo activamente en alguno de ellosPertenezco a alguno de ellos, pero no participoTengo conocidos con los que me relaciono que sí pertenecen a algunoNo tengo ninguna relación activa con ninguno de ellos

58,23%

12,66%

11,39%

17,72%

30,95%

39,29%

9,52%

20,24%

23,08%

21,15%

11,54%

44,23%

Pertenezco y participoactivamente en alguno de

ellos

Pertenezco a alguno deellos, pero no participo

Tengo conocidos con losque me relaciono que sí

pertenecen a alguno

No tengo ninguna relaciónactiva con ninguno de ellos

Implico una parte importante de mi tiempo en la búsqueda depiezas filatélicas de mi interésEstoy pendiente de encontrar las piezas que me faltan, pero nodedico mucho tiempo a elloNo busco activamente ninguna pieza, me las traen / proporcionan olas adquiero si surge la oportunidad

Ilustración 16: Participación en asociaciones, por nivel de implicación - Gráfico

50

En efecto se observa que los coleccionistas (“expertos”) que participan activamente en

grupos de coleccionismo, tienen colecciones mucho más especializadas (historia postal,

estudio de emisiones…) en comparación con los otros segmentos.

Los sellos del propio país son los más coleccionados por todos los segmentos. Resulta

curioso señalar que el 74% de los coleccionistas que se relaciona con personas que

pertenecen a asociaciones, pero que declaran que no pertenecen (podríamos

considerarles dentro del segmento “avanzados”) realizan por igual sellos de España y

extranjero, y más temáticas que el resto de los segmentos.

Cabe señalarlo porque la temática también requiere de estudio, sin embargo tres

cuartas partes de coleccionistas de temáticas no participan activamente en asociaciones

ni grupos de coleccionistas. Por lo que se puede deducir varias cosas:

- Que el coleccionista de sellos temáticos tiene una mayor motivación hacia el

tema que hacia el sello, que tan solo es un canal que refleja su interés. Por

ejemplo un coleccionista de ferrocarriles, que disponga de miniaturas, libros y

sellos de trenes. Por lo tanto no tiene ningún interés en participar en una

asociación que no refleja su verdadero interés.

- Que las sociedades no estén creando un espacio adecuado para los

coleccionistas de sellos temáticos, ya sea porque no se realicen actividades

específicas o porque estos no se sientan representados.

Otro dato reseñable es la complementariedad del coleccionismo. A mayor implicación

en una asociación, mayor amplitud de colecciones. Según va disminuyendo el nivel de

asociacionismo, van disminuyendo los coleccionistas “múltiples”. Este hecho puede

estar relacionado con la necesidad de ir abriendo nuevos frentes. Según se va

completando la colección, o empieza a ralentizarse el ritmo (ya que queda lo más difícil

de conseguir), puede surgir el deseo de avanzar, por lo que realizando varias

colecciones simultáneas siempre es más fácil encontrar alguna pieza nueva.

También es posible que las personas que indican que realizan otras colecciones, lo

hagan pero a lo largo de distintos periodos de vida, como el informante que hablaba de

sus colecciones como sus “novias”: “ahora estoy con una, y cuando me canso me voy

con la otra, pero nunca con dos a la vez”.

3.2.6.6. Conocimiento e Implicación

Otra de las variables que segmentaba los diversos perfiles actitudinales identificados, es

el nivel de conocimiento. De aquí surgen varios insights interesantes, como el ya

analizado en el apartado “orígenes”. El nivel de conocimiento se ha tratado en el

cuestionario como algo subjetivo, determinado explícitamente por el encuestado. Se ha

51

Ilustración 18: Significación de la colección, por nivel de conocimiento - Gráfico

realizado así porque se considera que aporta más valor saber con qué discurso se

identifica más el coleccionista. Limitarse a hacer un examen de filatelia, tiene aún mayor

subjetividad y menor utilidad en la investigación.

En este análisis se vuelve

a observar lo mismo que

en las agrupaciones, a

mayor conocimiento,

mayor implicación.

Sin embargo por las

observaciones realizadas

se esperaba encontrar

una menor implicación del

coleccionista “casual”,

pero la formulación de las

respuestas quizás ha

penalizado negativamente

a la última, ya que puede

parecer que tiene un

carácter negativo (de mal

coleccionista).

3.2.6.7. Percepción del valor

Como ya se ha comentado tanto en el marco teórico, como en el práctico, la percepción

del valor es algo completamente subjetivo y que depende de cada individuo. Sin

embargo sí que resulta sencillo estipular el valor en términos económicos.

Primero se ha comprobado si la percepción de gasto (bajo, medio, alto) se corresponde

con el gasto real:

33,90%

64,41%

1,69%

15,71%

81,43%

2,86%

6,25%

87,50%

6,25%

Representa mipersonalidad y mi

modo de ser

Es básicamente unentretenimiento

con el que disfrutohabitualmente

Es sólo un álbumen mi biblioteca

Considero que dispongo de un conocimiento muy superiora la media

Tengo unos conocimientos ligeramente superiores a lamedia

No estoy realmente interesado en conocer en profundidadesta disciplina

52

Ilustración 19: Percepción del gasto, por agrupación del gasto real - Gráfico

Efectivamente a mayor gasto real, mayor percepción de gasto. Esta correlación dispone

de la misma estructura que conocimiento, a mayor percibido, mayor gasto. Gracias a

este análisis se puede saber que, por ejemplo, para una persona cuyo sueldo es de

1.000€:

- Si considera que el gasto es bajo, este se refiere a menos de un 1% de los

ingresos, lo que significa que emplea menos de 10€ mensuales habitualmente

- Si considera que el gasto es medio, existe mayor disparidad con la cifra, que

rondará entre un 1% y un 10%, con un gasto mensual medio de entre 10-100€.

- Si considera que su gasto es elevado, según los resultados de la encuesta,

representará más de un 10%, por lo que el dinero destinado será superior a

100€ mensuales

Si un 27% declara que su gasto es bajo, un 51% medio y un 22% elevado, teniendo en

cuenta que Correos estima que existen 170.000 coleccionistas, significaría que haciendo

una media del gasto (5€/mes-Bajo; 50€/mes-Medio; 150€/mes-Alto) teniendo solo en

cuenta el gasto de los coleccionistas, la filatelia mueve en España 14 millones y medio de

euros al año.

Las personas que realizan un mayor gasto se corresponden con las que disponen de un

conocimiento superior a la media, con un 41% frente a un 6% del “arrejuntasellos”. Esta

correlación viene marcada por el tipo de colección que realizan unos y otros. Mientras

que el coleccionista casual recibe las entregas de Correos o compra esporádicamente

algún sello, el coleccionista experto dedica gran parte de su tiempo a buscar e investigar

ciertas piezas que son más difíciles de conseguir, y generalmente con un precio más

elevado.

0,00%

25,00%

75,00%

2,27%

36,36%

61,36%

14,85%

58,42%

26,73%

36,59%

63,41%

0,00%

68,00%

28,00%

4,00%

Elevado

Normal

Bajo

Un 0% de mis ingresos Entre un 0% y un 1% de mis ingresosEntre un 1% y un 5% de mis ingresos Entre un 5% y un 10% de mis ingresosMás de un 10% de mis ingresos

53

Sin embargo existe otro tipo de valor, que varía enormemente de individuo a individuo,

que es aquello que le aporta fuerza, que lo hace deseado. Este dato se ha cruzado con

el ítem de búsqueda, ya que el deseo y la valoración como han indicado varios autores,

suelen ir unidos:

Tabla 5: Atributos relevantes a la hora de adquirir una pieza, por búsqueda de piezas – Cuadro detallado

Los sellos “raros” y normalmente difíciles

de conseguir (60)

Los sellos normales, que forman parte de mi

colección estructurada (130)

Los sellos bonitos, que me atraen por

su color, país o tema (25)

Que el precio se ajuste a mis posibilidades

4.05 3.98 4.24

Que la calidad sea la mejor existente

4.08 4.02 3.48

Que muy pocas personas la tengan

2.80 2.18 1.84

Que la pieza sea exactamente lo que

estaba buscando 4.53 4.15 3.88

Que la temática/el país del que procede me

interese 3.85 3.94 4.20

Que la persona que me lo suministra sea de mi

confianza 4.00 4.49 3.44

En esta valoración sobre 5, se han representado las medias de los datos contestados.

Como se puede observar más que depender del objeto que se coleccione (todos son

sellos) lo que hace variar los atributos de motivación a la hora de la compra es para quién

va destinado, y que busca esa persona en él.

Según los datos de la encuesta:

- El coleccionista que busca una pieza muy especializada valora mucho más que

esta sea de calidad y es muy relevante que se ajuste a lo que busca.

Esta afirmación corresponde con los datos observados en el campo. El coleccionista

experto suele realizar estudios y su disfrute se basa en la investigación y en la

búsqueda continua de su investigación. Por lo que resulta obvio que cuando va a

adquirir un ejemplar, que este sea lo que busca resulta de lo más relevante, puesto

que no suele encontrar las piezas fácilmente.

- El coleccionista que lo que desea es ir completando su colección más fácilmente,

lo que más valora es que la persona que se lo suministre sea de su confianza.

54

Tabla 6: Motivación, por búsqueda de piezas – Cuadro detallado

Por los datos extraídos en la experiencia en el campo y la encuesta, generalmente este

perfil corresponde al de un coleccionista con un nivel medio de conocimiento, que en

ocasiones desea especializarse o buscar piezas de mayor dificultad, pero que aún no

tiene la seguridad del coleccionista experto, por lo que lo que más valora es que haya

una persona que le proporcione esa confianza al suministrarle las piezas.

- El coleccionista que va adquiriendo y organizando su colección sin un orden

estructurado, tiene unas expectativas más bajas y valora principalmente que el

tema le interese y no tenga un precio elevado.

Cuando no se tienen unas altas expectativas ni un tema estructurado, la implicación y la

exigencia es relativamente baja, por lo que el valor reside en atributos más básicos

como el entretenimiento básico y la variable precio.

3.2.6.8. Continuación o Abandono

Existen varias motivaciones que provocan

tanto que se continúe una colección como

que se abandone:

En general todos los grupos coinciden en

debe ser una actividad que divierta y

entretenga.

Pero mientras que a los coleccionistas

expertos les gusta más la posibilidad de

que existan piezas que aún no tengan, los

coleccionistas casuales prefieren

completarla.

Resulta curioso que mientras los casuales

contestan que valoran la variable precio,

son los expertos a los que les animaría

más a coleccionar el disponer de mayor

economía.

El atributo que menos parece animar a

continuar una colección es pensar que

esta se pueda revalorizar.

La variable espacio y tiempo no ha mostrado grandes diferencias significativas entre los

segmentos, aunque tener tiempo resulta más relevante.

55

4. Conclusiones

El sello surge como respuesta a la necesidad de establecer un sistema efectivo y

eficiente para el envío postal. Desde su existencia, ha proliferado su coleccionismo. En su

origen la principal motivación de colección era la aparición de célebres personajes de la

época.

En los primeros años se coleccionaban todas las emisiones que surgían en todos los

países del mundo. Al aumentar el número de emisiones y los países que utilizaban el

sistema postal, se comenzaron a segmentar las colecciones.

Un sello tiene múltiples significados según que agente: como simple comprobante del

pago postal, elemento coleccionable, de exhibición, expresión artística, medio de

inversión, fuente de identidad de un país, medio de propaganda y de reconocimiento,

sufragante de gastos del Estado, aspecto biográfico y fuente de conocimiento.

Actualmente el coleccionismo de sellos en España mueve millones de euros cada año.

Los datos sobre el número de coleccionistas resultan bastante opacos y diversos según

que fuentes. Lo que sí se sabe es que se están realizando numerosas campañas de

difusión para dar a conocer a los jóvenes el mundo del sello.

No existe una definición única de coleccionismo, pero si se agrupa el pensamiento de

los diversos autores: una colección es un conjunto de objetos organizados, que disponen

de una cierta sintonía entre sí, con una fuerte carga simbólica. El coleccionista lo es si

siente un fuerte sentimiento de propiedad hacia la colección, aunque estos atributos

también los pueden determinar los grupos de pares.

Las motivaciones del coleccionista no se basan en una simple satisfacción de una

necesidad. El mundo del coleccionismo va mucho más allá y se basa en el deseo de la

persona, en lo que siente que el objeto representa para él. También puede ser un

elemento social a través del cual se vincule o desvincule de un entorno dado. De

cualquiera de las formas, la motivación parte de la búsqueda de la colección y se

mantiene durante el proceso.

Los objetos coleccionados tienen una gran importancia y significado para quién los

colecciona. El valor simbólico (no económico) de la colección, lo determina la

percepción del coleccionista, el propio conjunto, su significado para él, el carácter ritual y

el aspecto sagrado que representa.

Más allá del marco teórico, el estudio específico realizado (observaciones y encuesta)

ha arrojado mucha información sobre el coleccionismo, cuyas principales conclusiones

se han ido comentando a lo largo del análisis.

56

En líneas generales se puede deducir del análisis de los resultados que el coleccionista

es un varón mayor de 45 años (73%), licenciado (28%) o jubilado (20%), con pareja (83%)

e hijos (51%).

La edad afecta ligeramente a la utilización del canal de compra. Los coleccionistas

menores de 55 años son más afines al canal internet, mientras que los más mayores

utilizan en mayor medida los canales tradicionales (filatelias, Correos, mercadillo). Este

es un comportamiento de carácter genérico dentro del comportamiento general de

compra del comprador.

La pareja no siempre parece estar conforme con la colección de su cónyuge, pero

generalmente la acepta. Lo que más parece molestarle es el posible gasto económico y

el espacio que ocupa la colección, aspectos que entran en competencia con sus

intereses personales y le quitan maniobrabilidad propia.

Los coleccionistas no siempre continúan su colección a lo largo del tiempo. Existen

ciertos periodos en los que, por el ritmo de vida y la disponibilidad de tiempo, varía el

nivel de implicación. Ello explica, en parte, la elevada existencia de personas jubiladas

coleccionistas.

La mitad de los consultados comenzaron a coleccionar sellos entre los 11 y los 25 años,

en una etapa vital en la que no existen responsabilidades de gastos perentorios.

Cuanto más tarde han comenzado, menos han especializado su colección. Quizás porque

han tenido menos tiempo para completarla o porque las personas que comenzaron

jóvenes dispusieron de mayor acceso y posibilidad de formación (de su entorno o

familiares), que las que comenzaron con mayor edad (autodidactas, inducidos por

compañeros de trabajo o herencia de una colección).

Los motivos por los que han comenzado no son únicos, sino que son el resultado de la

combinación de varios factores; principalmente que les llamara la atención, que alguien

les enseñara y que pudieran “tocar” el sello. Por tanto no basta con que los

progenitores, el entorno o la sociedad coleccionen, sino que tiene que existir un

prescriptor que proporcione el conocimiento y facilite el acceso necesario para descubrir

el sello.

El coleccionista tiene una amplia circulación en su ámbito social. Generalmente

establece vínculos y relaciones con otros coleccionistas. Aunque la relación inicial

estuviera motivada por el hecho de compartir una afición, las relaciones observadas

presentan un nivel mucho mayor de confianza.

57

Cuantos más contactos se establecen, mayor es la satisfacción, la implicación y la

motivación. El conocimiento filatélico, la cantidad de colecciones, el gasto, así como el

nivel y complejidad de la colección, es directamente proporcional a la implicación y

participación en grupos de coleccionismo.

Los factores que sirven de resorte para seguir coleccionando son varios, entre los que

destacan: el factor lúdico (que sea divertido), el acceso a nuevas piezas, la voluntad de

completar parte de la colección o disponer del tiempo suficiente para dedicarle.

El factor inversión no sólo no sirve como estímulo, sino que además genera rechazo

explícito entre el colectivo. Este hecho puede explicarse por los escándalos que han

manchado la filatelia en los últimos años en España o también porque hablar del

beneficio puro y duro, se aleja del carácter sentimental que encierra el sello.

Con el análisis de todas las variables se puede afirmar que los tres perfiles propuestos:

el coleccionista experto, el avanzado y el casual (tabla 2); están correctamente definidos

e identificados, siendo válidos para ser utilizarlos como segmentación en futuras

investigaciones.

Los insights a los que apuntaban las observaciones realizadas coinciden en gran medida

con los resultados de la encuesta. Por lo que este trabajo ha cubierto sus expectativas y

ha abierto nuevas puertas tanto a futuras ampliaciones académicas, como

empresariales, institucionales y de asociaciones.

58

5. Recomendaciones

Tras los resultados arrojados por esta investigación y por las observaciones realizadas,

se concluye que el coleccionismo de sellos es percibido actualmente como un

fenómeno poca valorado socialmente, con una imagen poco prestigiosa y con exiguo

carácter aspiracional, para amplios segmentos de la población, en especial para el

juvenil. La autopercepción de los propios coleccionistas apunta a que la filatelia se

posiciona en declive.

Por tal motivo, parece conveniente desde los diferentes agentes que participan de este

mercado, reactivar y reactualizar el coleccionismo de sellos poniendo de relieve su

atractivo y utilidad personal, cultural y social.

La filatelia es una fuente de conocimiento, refleja la cultura, identidad e historia de un

país; ilustra y permite acercarse de manera visual a las más variadas temáticas. Los

sellos posibilitan la evocación de momentos y recuerdos personales o sociales, se

presentan a la mirada como obras de arte en miniatura, y un sinfín más de cualidades.

En base a todo ello se recomienda particularmente:

5.1. A asociaciones y clubes de coleccionismo

A lo largo de la investigación se ha demostrado el gran papel que juega este colectivo

en el coleccionismo de sellos. Este trabajo puede ayudar a asociaciones y clubes de

coleccionismo de todo tipo a conocer mejor a sus miembros y a detectar posibles

insatisfacciones. Las conclusiones referentes a los orígenes del coleccionismo en los

jóvenes pueden ayudarles a diseñar planes futuros en los que se favorezca aún más el

acercamiento experiencial al mundo del sello.

De la misma manera este trabajo aporta pinceladas sobre posibles estrategias de

dinamización, captación y fidelización que pueden llevar a cabo para conseguir una

mayor adhesión de socios y mayor asistencia a los eventos realizados, tanto en el sector

de la filatelia como del coleccionismo en general.

Algunos ejemplos de acciones prácticas podrían ser:

- Dinamizar la cultura del sello y revalorizar su interés para la población general,

buscando patrocinadores culturales y/o económicos y yendo más allá del círculo

de la filatelia.

- Impartir formación segmentada, por edades y niveles de especialización.

59

- Dar charlas o conferencias orientadas a distintos colectivos de coleccionistas

actuales y/o potenciales adaptados a diferentes niveles de expertisse en el

coleccionismo de sellos.

- Utilizar diversos canales de comunicación (mass media, canales culturares,

colegios, Ayuntamientos, entre otros).

- Actualizar y potenciar sus redes y perfiles sociales.

- Colaborar con otros agentes como Correos y el Ministerio de Educación, Cultura

y Deporte, en campañas de fomento y difusión de los valores culturales del sello.

- Colaborar y fomentar acuerdos internacionales que incrementen la circulación y

el interés entre diferentes países.

5.2. A la Sociedad Estatal de Correos y Telégrafos

Correos como principal suministrador de sellos en España, es quizá el agente más

interesado en conocer las motivaciones y actitudes de sus abonados filatélicos y estar en

permanente comunicación con ellos y con sus asociaciones representantes

Algunas acciones prácticas podrían ser:

- Modular el flujo de emisiones anuales, reduciendo el número de emisiones para

el coleccionista básico y creando productos específicos que incorporen valor

añadido a públicos que así lo demanden. Algunos abonados manifiestan no

soportar el desembolso anual que les supone el ritmo de emisiones,

planteándose incluso el abandono de su colección.

- Fomentar el coleccionismo y realizar acciones conjuntas con las diferentes

asociaciones, ya que conocen de primera mano las demandas y expectativas del

coleccionista.

- Mejorar el servicio de atención al coleccionista tanto de la pre-venta como de la

post- venta.

60

5.3. A empresas del sector del coleccionismo

Esta recomendación se dirige tanto a comerciantes de filatelia como a cualquier

empresa de este u otro sector, que suministre elementos de colección (desde fascículos

a obra artística).

Este trabajo proporciona una propuesta de segmentación de mercado a través de

variables que radican en los perfiles actitudinales y puede ser de utilidad tanto para

conocer mejor el mercado del coleccionismo de sellos, como para extrapolar dichos

insights a otros mercados. Los resultados de este estudio pueden servir a su vez para

elaborar estrategias de comunicación y promoción con los clientes, así como para ajustar

las campañas que se vayan a llevar a cabo.

5.4. A editores de catálogos filatélicos

Como se ha comentado a lo largo de esta investigación, los sellos no tienen un valor

económico único y es cierto que existen variaciones en la calidad (sin ánimo de ser

exhaustivo: lujo, bien centrado, normal, segunda calidad y descentrado, entre otros)

que afectan enormemente a la cotización; generalmente por la relación oferta-

demanda.

Si bien se ha observado que la propia subjetividad del individuo marca el valor

simbólico, con su correspondiente referencia económica, al coleccionista le ocasiona

una gran desconfianza observar que repetidamente los precios de mercado no se ajustan

a los de los catálogos. Este factor contribuye a la percepción de que los mismos no

operan como prescriptor con credibilidad.

Algunas recomendaciones prácticas:

- Si una editorial acercara en mayor medida los precios a la realidad de mercado,

podría disponer de una ventaja competitiva fundamental en el comercio de

catálogos.

- Realizar una investigación de precios del mercado, resultaría una inversión

mínima en relación con el aumento de ventas esperado.

- Habilitar ediciones de catálogos con emisiones parciales anuales, ya que los

catálogos generales resultan voluminosos, costosos y presentan un ciclo

operativo muy restringido.

61

6. Futuras líneas

Este trabajo ha permitido aportar un conocimiento general acerca del coleccionismo y

de los coleccionistas de sellos y ha arrojado revelaciones sobre su persona, su relación

con el entorno y con su colección. Sin embargo por limitaciones de tiempo, si existiese

la oportunidad de retomar el estudio:

- Se seguirían buscando autores que explicaran el fenómeno del coleccionismo

desde otras perspectivas.

- Se profundizaría en las motivaciones de los coleccionistas estudiando otro grupo

humano, con una muestra representativa del universo, utilizando otras

metodologías complementarias, para observar si existen diferencias y ampliar el

alcance y el rigor de la investigación.

- Se realizaría una investigación que profundice en los motivos de una distribución

por sexo tan marcada, o lo que es lo mismo, por qué hay tan escaso número de

mujeres coleccionistas de sellos.

62

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