EL CASO EZRA POUND U POETA Por José CORONEL URTECHO · EL CASO EZRA POUND U r POETA ha sido...
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EL CASO EZRA POUND
Ur POETA ha sido siempre considerado como algo exótico en los Estados Unidos y en realidad ha estado
siempre en mayor o menor conflicto conel ambiente. Ha habido casos trágicos,como el de Vadlel Lindsay, el de la bella fe popular, que recitaba en las aldeasy caseríos y repartía poemas en hojassueltas, pero se suicidó abrumado por lasdeudas y confesando sentirse derrotado- o el caso de Hart Crane, lleno de genioy poseído del fuego orgiástico de un silena joven suelto en las calles de Manhattan, que sin embargo, decía sentirsecomo atrapado en una ratonera y se tiróde un barco al mar cuando volvía a supaís de un viaje a México. Pero tal vezel caso extremo -porque en él un granpoeta, como tal, entra en conflicto gravecon el Estado- sea el que suele llamarse"el caso de Ezra Pound". Si me gustarageneralizar diría, que este caso revela demanera alarmante, la situación casi imposible del poeta en nuestro tiempo.
Ezra Pound ha sido el mayor poetanorteamericano en lo que va de nuestrosiglo - y aun los que niegan esto, nonegarán la extensión de su influencia. Hasido en realidad el poeta de los poetas,enteramente consagrado a la poesía y suresurgimiento, sólo ocupado de otros asuntos en cuanto afectan al florecimiento delas artes o contribuyen a la formaciónde una sociedad en que los poetas y artistas puedan vivir y producir decentemen te, cumpliendo así una función civilizadora, influyendo con obras bellas enla vida de los otros, afinándoles las percepciones de sus sentidos, las reaccionesde su sensibilidad, haciéndolos con esocapaces de placeres superiores más refinados y por .10 mismo de una vida másalta y más profunda.
Su aparición fue necesaria en un momento en que la poesía norteamericanahubiera posiblemente desaparecido o derivado hacia formas primitivas groseras,pero su saludable influencia no se ha limitado a los mejores poetas de su generación, ni a los jóvenes de su lengua,sino que se ha extendido directamente oindirectamente por medio de otros al mundo entero y hoy puede señalarse en tierras tan alejadas y di ferentes como Grecia, el Japón o Nicaragua. Si alguna partetuve yo mismo en orientar en un nuevosentido a ciertos poetas jóvenes del último país, fue solamente darles a conocer,hace 30 años, la poesía norteamericanapropiamente moderna que iniciara EzraPound y que tenía nombres tan raros,"nuevos y poco familiares como T. S.EJiot, Marianne Moore, E. E. CUl11mingso \iVilliam Carlos \;\filliams. Yo había descubierto en California -con la ayudadel Dial y los otros pequeños magazinesde entonces~ a esos raros modernoscuando yo mismo me creía moderno vraro. Desde Rubén Daría, los jóveneshispanoamericanos andábamos a caza delos raros. Necesitábamos descubridores,exploradores, aventureros y colonizadoresen nuevos continentes de poesía yeso significaban los grandes raros para los pequeños. Fue entonces que en Ezra Pound-ah! eh! the strange rare na1ne- descubrí mi primer raro norteamericano moderno y por su medio sus propios rarosque resultaban más modernos -cuando
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lo eran, porque él los descubría en todoslos tiempos y lugares- y bastante másraros que los del propio Rubén Daría.
Tuvo Pound la convicción, posiblemente saludable, de haber nacido en un paíssemisalvaje -a half-savage country, co-
-LookE. Pound, "the strange ·raFe nante"
mo lo era, por lo menos su nativo Idahoy en cierto modo el continente americano- al que no supo ni quiso adaptarse,y aunque pudo haber sido un profesorde genio, como lo fue prácticamente fuera del aula, vio su carrera cortada en ciernes cuando lo echaron de una cátedra de!Wabash College por ser un tipo de Barrio Latino, según dijeron -too muchthe Latin Quartel' type. Pero era en realidad un norteamericano inconfundible,si no precisamente por su figura mediobohemia, por la frescura casi salvaje desu vitalidad y la energía incontenible queponía al servicio de la literatura como sipretendiera producir a pura actividad unnuevo y nunca visto Renacimiento. Era-como aparece en las fotografías o lopresentan Iris Barry o Hemingway- alto, nervioso, incapaz de estar quieto, elpelo rojo desgreñado, la mirada curiüsa,desafiadora, la altiva perita roja alzadacomo un penacho, o según MaIcolm Cowley, como la barba de un soldado griegoarcaico, la ropa inconvencional, bizarra,limpia y decente aunque desaliñada, y unose lo encontraba por donde quiera zanqueando por las calles de Londres o Paríscon la cabeza muy levantada echada paraatrás, observándolo todo y conociendo atodos, comiendo a toda velocidad en algún restaurante barato o cocinando en sucuarto con el arte de un chef, jugandotennis o boxeando con Hemingway, aprendiendo escultura con Brancusi, tocandoel arpa o tocando el banjo, a 10 mejor su
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propia música, según los entendidos excelente -la ópera suya titulada Villonfue radiodifundida por la B. B. C. deLondres- versátil, efeciente, acce ible,hablando con todo mundo y como nadie,con un acento enteramente original queIris Barry describe como básicamenteamericano pero mezclado con una sorprendente varidead d·e acentos y de tonos de burla y" de remedo, desde el acentocockney de los barrios londinen es hastae! de la aita sociedad inglesa y una docenamás de acentos extranjeros y juramentosy exclamaciones y frases en francés, español, italiano o griego homérico, extraños gritos y maullidos, todo con singulares inflexiones de voz, pausas dramáticasy diminuendos, refiriendo las últimas noticias y murmuraciones. comentando lascualidades pictóricas de los chinos cuando no un verso de Rimbaud o de Leopardi y perorando contra los dómines, contraMilton, contra la in fluencia ele los poetas isabelinos o éontra el culto ineliscriminatorio de los griegos. Mostraba eneso mismo, rasgos de actor de feria, delsho'lUlnan que hay en el fondo ele todonorteamericano y, más de acuerdo todavíacon el temperamento propio de su pueblo,era una especie de promotor o de granempresario de la poesía y la literatura yde todas las artes. -
Se dida que el curso de la literatura yel gusto moderno en lengua inglesa, hubiera sido establecido por Ezra Pound.Influyó en \;\filliam Buttler Yeats orientándolo en una dirección más simplemente humana, .Iibre de las abstracciones yvaguedades simbolistas de su anterior estilo; infiuyó en T. S. Eliot, le ayudó aconsejándolo, a darle al poema que 10 hizofamoso -The Waste Lamd-la forma definitiva en que lo conocemos, contribuyóa lanzarlo en los Estaelos Unidos y enInglaterra; juntó y dio nombre a los primeros imaginistas, un movimiento decisivo en el desarrollo de la poesía norteamericana moderna; obtuvo para JamesJoyce el apoyo de una rica dama que leasignó una renta al ignorado autor del"Retrato de! artista joven", haciéndoleposible instalarse en París despreocupadode miserias y terminar Ulysses, cuyo primer campeón en Inglaterra, Francia ylos Estados nidos fue el mismo Pound;pero no solamente los dii majol'es, contaban con su estímulo y propaganda sinotoda suerte de nuevos poetas, novelistasy artistas, desde Tag-ore o Frost o Lawrence o Gaudier-Brzeska, el escultormuerto en la guerra, o Antheil, el músico americano, hasta los desconocidos jóvenes de promesa que se le acercaban oél descubría. Eliot ha referido cómo vivía Pound en Kensington, en un pisitooscuro de sólo dos cuartuchos, uno másamplio en e! que cocinaba a la luz de unalámpara, y el otro más pequeño menososcuro pero incómodamente triangular enel que trabajaba o recibía sus visitas, moviéndose nerviosamente con energía incontrolable,animando a jóvenes escritores de todas las nacionaÜdades, aunqueprimariamente preocupado del porvenirde las letras norteamericanas, invitandoconstantemente a comer a algún autor todavía ignorado, del que sospechara queno comía con regularidad, repartiendo suropa -de la que sólo la interior y loszapatos se parecían a 10 que puede usarseen Londres sin llamar la atención- tratando de encontrarles empleo,· recaudando
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"las ollas fJl"iias ~' los castillos e ib(T. pensando en.
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subsidios para ellos, consiguiendo que seles publicaran sus producciones y que algún crítico las comentara o las alabara.Iris Barry lo ha comparado con los antiguos ricos, patronos de las artes, aunquegeneralmente sin un centavo él mismo,rodeado de principiantes a los que habíaque encontrarles algún mecenas y cuartosbaratos en que vivir, amigos que presentarles, restaurantes en que pudieran sentirse en ambiente bajo la sombra inspiradora de Yeats o de Arthur Symons,siempre con multitud de cartas que contestar a los escritores que le escribían pidiéndole consejo, información, ayuda, ymuititud de cartas que escribir a gentesin fluyentes, tratando de interesarlas ymultitud de cartas que dirigir a personassituadas al otro lado de las fronteras dela cultura haciéndoles comprender la tontería de no comprar los poemas de Elioto el "Hetrato del artista joven" de JamesJoyce, cuando eS,tos escritores aun 'nocontaban con un público extenso. Y Hemingway, quien trató íntimamente a Pound en París, ha contado de qué manerasóio dedicaba una quinta parte de su tiempo a su propia poesía y lo demás de!tiempo trataba de mejorar la suerte material y artística de sus amigos, los defendía si los atacaban, los metía en lasrevistas y los sacaba de la cárcel. les suplía dinero, les vendía sus cuadros, lesarreglaba conciertos, escribía sobre ellos,les presentaba mujeres ricas, les conseguía editores, les acompañaba toda la noche cuando se les metía que se estaban muriendo y les servía de testigo en su testamento o les pagaba el hospital y hasta losdisuadía de suicidarse, para que algunospor lo menos se abstuvieran de apuñalearIn en la primera oportunidad.
Como \VaÍt \ Vhitman era un cxtro\'('rtido, orientado hacia el mundo y la\'icla, pero su orientación tomó un sesgoepicúreo, determinado probablemente porsu egoísmo aristocrático de artista que\'e de menos al profanum vulgus y quemira la vida con exigencia estética demasiado inflexible para encontrarla plenamente aceptable en ningún tiempo ni lugar del mundo -salvo a través de laliteratura- y por lo mismo le faltaba elgusto sin reservas de un Whitman o de~111 Sandburg por la vida popular americana o simplemente por la vida populardondequiera que exista. Si veía un pic-nicde pescadores a la orilla de un lago nose entregaba, como Carl Sandburg enigual circunstancia, al contagio de su alegría, sin dejar nota de sus familias zarrapastrosas o sus sonrisas llenas de dientes y sus desagradables carcajadas, o simiraba en la costa italiana unos golfillosharapientos suspender un momento sujuego de canicas para quedarse viendo auna bella mujer que pasaba y gritar asombrados: ¡G'uarda! ¡Ahí! ¡Guarda! ¡eh'ebe'a!, luego observaba que era la mismaexclamación _eh'e be'a- de otro golf illoante unas pilas de sardinas empacadaspor sus padres en cajones de madera. Elsólo parecía a gusto evocando otros tiempos en que la vida y la poesía no estabandivorciadas, mucho menos reñidas, cuando los meros nombres de las mujeres eranpoemas -Sail de Claustra, Anhes de Ro-
cacoart, Vanna, Viera, Picarda y Alodetta- y recorriendo los caminos de Provenza, como hacía en Provincia deserta,y pasaba Rochecoart donde las colinasse abrían a tres caminos y tres valles cruzados de senderos serpenteantes y porChalais donde la playa parecía plisada yvivían viejos pensionistas y viejas pensionadas y se asomaba a través de antiguasvigas mirando abajo e! Dronne con sucorriente llena de lirios y pasaba porAuteberre donde había un anciano locuazen la posada y por Mareuil donde una vejezuela se mostraba encantada oyéndoledecir versos de Arnault y le prestaba ropa seca, y por Perigord donde veía lasllamas de las antorchas pintar de rojo lafachada de la iglesia, mientras oía en laoscuridad remolinos de risa, y volvía lamirada sobre e! río desde la orilla opuestay divisaba la alta silueta del edificio, loselevados minaretes y las columnas blancas y pasaba por Ribeyrac y Sarlat dondetrepaba escaleras tambaleantes y oía hablar de Croy y visitaba el antiguo refugioEn Bertrands y pasaba Narbonne, Cahors,Chalús, Exideuil, Hauteford, Rocafixaday Foix en su roca y Arles grandementecambiada o las ruinas de la Dorata, viendo los campos pálidos, claros como unaesmeralda y los atardeceres con un colorde cobre que bajaba tiñendo las montañas, los agudos picachos, las altas peñasy los castillos e iba pensando en otrosdías y diciéndose: por aquí pasó tal, aquí
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fue asesinado Corazón de León, aquí cantaban bellas canciones, aquí aquel otroapresuraba el paso, aquí uno estuvo tendido jadeando, aquí quedaban los antiguos caminos y los hombres pasaban portales o cuales valles cuando los grandescastillos estaban más cercanos, pero esostiempos han pasado, aquellos homb¡-es yano existen -y yo recorro estos caminospensando en ellos vivos-o
El había empezado, como lo recorc!abaen Mauberley, luchando por resucitar el
fenecido arte ele la poesía y renovar elcultivo del verso como una ciencia -lagaya seieneia ele los meel ieva1<:s estudiándola en los trovadores de Provenza, comoHubén en los antiguos cancioneros españoles, o en los primeros maestros del verso en Italia, Cavalcanti o el Dante, y hasta en los artí fices franceses del siglopasado como Gautier a quien sobreestimaba precisamente por su rigor artístico,como también Daría 10 sobreestimaba. Seproponía recoger del aire una tradiciónviviente -ta gather from the air a livetradition- y traducía, adaptaba, imitaba,recreaba en lengua inglesa con una" perfección no igualada por nadie, según sedice, canciones de Arnault Daniel, Bertrand de Born, Piel' Ca relinal y demástrovadores de Languedoc, sonetos y canciones de Guido Cava1canti o rondeles deCharles d'Orleans y breves poemas deotros franceses como Villon o Joachimdu Bellay, cuando no algo ligero ele ines-
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perado sabor moderno encontrado en Vo!taire y aun, a pesar de su prejuicio antIrromántico, en Leopardi o en Reine odondequiera que un elemento nuevo eraañadido al desenvolvimiento de la poesíay de su técnica, dándole vida a todo lo quetocaba, modernizándolo o mejor dIchorestaurando su novedad -malúng itnew- sin sacarlo del clima de su épocaoriginaria. ya fuera un pasaje homéricoresucitado de una versión latina de laOdisea, hecha en el sigio XVI por el desconocido Andreas Divus, ya los aladosepigramas de Anyto, Paliadas y AgathasScholasticus o de los líricos romanos queél prefería: Ovidio, Cltulo y Propercio-sobre todo este último, cuyas elegíasadaptalas por Pound son un prodigio demodernidad intencionada- o cantos anglosajones como el océanico Seafarer opoemas chinos hechos de imágenes concretas ricas de ugerencia, mundos en miniatura con su propio paisaje y su atmósfera, como los poemas de Rihaku -elnombre sino-japonés de Li Tai Po- quePound tradujo basado en los papeles deErnesto Fenollosa, inicianc-o la influenciade la poesía china antigua en la modernanorteamericana, pues él pensaba que unagran época literaria va precedida generalmente de una gran época de traducciones.N o pocos traductores 10 secundaron. Erauna prodigiosa migración de poemas laque llegaba de América de todos l-os tiempos y lugares y lenguas. Naturalmente,los jóvenes poetas norteamericanos volvían sus ojos maravillados hacia EzraPound, divisándolo, según lo ha dichoKar! Shapiro en su poema The Trial ofthe Poet, como una torre de innumerablc'svistas y congregaciones de alas que charlaba y cantaba -j con cuánto encantamiento!- de viajes a países extranjerosentre las tapias d~ olvidados jardines y decasttllos de embapdores, enviándoles post~les y epigramas catulianos en sus propIOS dIalectos, sentado como un igual entrelos grandes maestros, prestándoles ayudacon esfuerzos heroicos, buscando infa
,tigablemente lo que la época necesitaba yencontrando las formas que la época merecía. Pero la época pedía, para citar denuevo 1"Vlauberley, no la gracia ática, ni elalabastro, ni la rima esculpida. sino uncinema en prosa -a prose kine;na- unaimagen de u mueca acelerada -an imageof its accelemted grimace.
Como todo exilado, el conflicto con supropio país lo llevaba consigo dondequieraque fuera. Si América, pletórica de vida,era semi salvaje. vulgar, sin tradiciones,entregada al dinero, la Europa actual noestaba menos corrompida por el dinero yen general la vida en ella era mezquina,encasillada, rutinaria y trivial cuando nosórdida, como si se hubieran secado lasfuentes de su vitalidad, tan abundantes en-otras épocas. También en. ella el poeta yla poesía estaban como excluídos o rel~
gados al pasado. El se encontraba comoperdido en aquel mundo crepuscular-pronto a desembocar en la catástrofede las guerras mundiales- pero era demasiado americano para encerrarse en unmundo privado. Reaccionaba lanzandocontra el mundo de todos. sátiras, epigramas y canciones de pies ligeros y bastante ligeras de cascos, sin las bonitas triquiñuelas con que empezara, según decía,ni nada arcaico en ellos, sino desnudasvivas, llenas de alegre impertinencia' ytraviesa impudicia. Las enviaba, decía, a
los oprimidos, a los aislados. e insatisfechos, a los que tienen los nervIOs destrozados y a los esclavizados por los convencionalismos, a la burguesa que se muerede aburimiento y a las mujeres en lossuburbios, a los que tienen un fracasoescondido, a los amantes mal emparejadoso a la esposa comprada y a los muchachos asfixiados por sus familias. Id, lesdecía, donde aquellos cuyos finos deseosson contrariados. Id a los que se han vuloarizado al dejar de ser jóvenes, a los que~a han perdido todo interés. Y las enviabasobre todo a ia desamparada minoría desu propio país, los que allá se quedaban-Thc Rest, como decía- el resto esclavizado, los artistas destrozados por elchoque con el ambiente americano, perdidos en las aldeas, vistos con desconfianza, vilipendiados, amantes de la bellezacon su hambre de ella insatisfecha, traba-
]oyce, "el apoyo dp una ¡'ica. dama"
dos por sistemas, indefensos contra el control, los incapaces de agotarse en la luchahasta alcanzar el éxito, que hablan sólouna vez pero no saben endurecerse en larepetición y, a pesar de que tienen un instinto más fino, son aplastados por el falsosaber de los otros, a pesar de que intuyenla verdad de las cosas, que la descubrenpor sí mismos y sus conocimientos sonde primera mano, se hallan acorralados,aborrecidos, mirados como locos.
Dejó Londres y se marchó a París pocodespués de la primera guerra mundial yno mucho después a Rapallo, pueblo tranquilo de la costa italiana donde pudo entregarse con libertad a componer sus cantos. Se han publicado ochenta y cuatro *de los cien que se dice compondrán laepopeya completa, en caso de que puedacompletarla el hoy infortunado e inmortalEzra Pound - aman of 1'10 fortune and'With a 110IIle to come. Los cantos son suimplacable Juicio Final de~ siglo xx. UnaDivina Comedia sin lo de Divina, o mejor dicho, la Comedia Económica de nuestro tiempo, sin unidad en el sentido clásico, ni una visión teológica que le sirva debase moral, como la tiene la gran obrade Dante, pero tremendamente llena de
'vida, múavillósamente móvil cambiantecinematográ fica, flúida, intri~cada, com~
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pleja, e.ntrec~ouzada de corrientes y lucesYo refleJOS, rica de referencias y de aluSiOnes y de presencias, recorrida de voces .Y de conversaciones en varias lenguasy dIstmtos acen~o~, canciones y procesio~les, corteJos, VIajeS y fiestas, abierta amnumerables perspectivas, espacios, tiempos, nacIOnes y civilizaciones la Greciamitológica y homérica, Roma: Provenzael Renacimiento italiano, la China de lo~emperadores. discípulos de Confucjo, losEstados Umdos de Jefferson y JohnAdams, las épocas no usurarias y las épo~as ~e la usura, ~contecimientos, negocios,mtngas, fundaCIOnes, paisajes, mares, caminos, ciudades, salones, alcobas, oficinas, archivos, comedores, ventanas, populosa, visitada de personas, personae, esdecir, máscaras representativas de unafigura clave, un mismo héroe proteico quees ya el creador o el poeta o el benefactory el padre su pueblo, Ulises, Segismundo Malatesta, Guillermo de Aquitania,Sordello, Pier Vical, los Médicis, Ticiano.el Duque de Toscana, J ef ferson, Adamso el mismo Pound, ei poeta en otros tiempos y el poeta en nuestro tiempo, diosesy diosas, reyes, estadistas, capitanes, artistas, trovadores, mujeres, amigos y enemigos, gentes, pueblo, soldados, pícaros,traficantes, turistas, banqueros, explotadores, usureros, un vasto fresco históricomultipresente, ubícuo, simultáneo, universal, dinámico, como una gran película documental, con fragmentos de una purezapoética que no ha sido alcanzada por ningún poema de su lengua en este siglo yescenas cómicas, grotescas, prosaicas ysatíricas que nada tienen que envidiar ala más apta prosa narrativa moderna, sinperder nunca el aCOlodado movimiento del\'erso ni el fondo luminoso y sereno delarte.
En rápidas visiones y en contraste conépocas no envilecidas por el dinero, combinándose en intrincada trama de temasque se repiten y se responden, toman distintas formas y se entrelazan, se bifurcany rami fican, se alejan unos de otros yparecen perderse para volver a aparecerde nuevo, los Carntos hacen desfilar antelos ojos un mundo moderno manipuladoy corrompido por los financieros, los especuladores y aventureros del dinero,tipos de la calaña de Calvo Bacon quecompró todos los centavos de cobre enCuba obligando a los peones a vendérselos con un descuento, los usureros y losque alteran el valor del dinero, altos presbiterianos di rectores de bancos en \iVallStreet, orondamente pulcros en su aburrida compostura, mascando con la bocafruncida la punta de sus puros, tratantespor intermedio de sociedades anónimas deinversión. los diáconos de iglesia propietarios de barriadas inhabitables, alias usureros in exce1sis, la quinta esencia de losusureros, deplorando con berreas nasaleslo malo de los tiempos y la inseguridaddel 200/c . los proveedores de empleo, loslogreros, los acaparadores, los políticos ydiplomáticos sin conciencia, los fabricantes y traficantes de armamentos, como Zenos Metevsky -un sir Basil Saroff-, lospromotores de guerras y la guerra del año14 -liste officiel des l1wrts 5.000,000y los hombres de treinta y cuatro años en
" El presente artículo fue escrito antes dela edición de Rack Dril!. Hasta la fecha, se hanjAlblicado 96 cantos o cantares (como prefierellamarlos en español el mismo Pound.) 1 . delaR.
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blemente los más bellos o pur lo menoslos más humanos de sus Cantos. Asomaen ellos por vez primera la tristeza delhombre - y un nue\'o acento de humildad tiembla el! el verso. Trasladado a supaí s fUe sometido a un examen mental,previo al proceso de traición a la patria ydeclarado paranoico. Desde entonces seencuentra en el hospital Sto Elizabeth de\Vashington. Se diría que un poeta quese atreva a vivir hasta las últimas consecuencias de su poesía, se l'n frenta en lluestro tiempo a este dilema: ser fusilado odeclarado loco.
Hay, sin embargo, UI1 epílugo consolador. En 1949 le fue otorgado a EzraPOl1nd por sus Ca.ntos pisml.Os el distinguido premio Bolingen, a cargo de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos -semioficial, por consiguiente- ydecidido por un jurado de asesores entrelos cuales figuraban T. S. Eliot, W. H.Auden, AlIen Tate, Robert Penn Warren,Katharine Anne Porter y Robert Lowell.Hubo protestas naturalmente de los filisteos o puritanos y fariseos de la políticay la literatura. Dar un premio semioficial.aunque sea de poesía, a un poeta pendiente de un proceso por traición a la patria.sólo es posible hoy día ":"'-me parece- enlos Estados Unidos de América. Sólo el1
América es todavía posible distinguir entre el arte y la política. Sólo en Américahay libertad para la poesía. Sólo aquí hayesperanza: Los poetas, por lo tanto, nose dan por vencidos. Jóvenes como Robert Lowell -aunql,le no todos con sumaestría- mantienen viva la esperanzay garantizan la continuidad de una auténtica poesía americana extraída del sueloy del pueblo, de la incipiente tradición yde la misma vida moderna - la veta inagotable descubierta por \Vhitman y mástarde explorada por los poetas de la llamada Nueva Poesía cuando yo era muchacho, los Robinson y Frost, Masters,Lindsay y Sandburg, para no enumerarotrOs tantos en que no puedo detenerme-dándole forma duradera con una técnica más exigente y avanzada como la introducida por los maestros de la poesíapropiamente moderna que iniciara EzraPound-, los T. S. Eliot, William CarlosWilliams. Marianne Moore, E. E. Cummings y ~I genialmente dotado y perdidoHart Crane - artífices o craftmen delverso nuevo, reveladores de nuevas posibilidades para la forma en lengua inglesa, creadores de una' lengua nueva parauna nUeva sensibilidad. Ni la situación delpoeta en una civilización de masas hastael momento predominantemente utilitaria.como la norteamericana, 11i las catástrofesde nuestro tiempo, ni los conflictos COI1
el Estado bastan para arrancarnos el sueño ,americano. América es el futuro, eldeseo, la poesía. La primera mitad de estesiglq" más rica en la literatura arnericanaque,en ninguna otra,' fortalece ,la' fe queexpi'esaba Ezr~ Pound. en u2a: carta.. esCrita a principIOS del SIglo:.; Toda .1u~ha
~declci~todaagonía, quetrenda a apresurar lo que yo creo a la lar~a inevitable,nuestro Risorgimento amencano, me esquerida. Ante ~emejante de~pertar el Renacimiento italIano parecera una tempestad en una tetera."
Eliot, "le ayu.dó aconsejándolo"
cateando entre ruidos de prensas y entrenubes de polvo y papeles, y respirandoun aire de letrina y sudor descompuestoy naranjas podridas y cabos de puros mascados, e hirviendo de gusanos, Ja¡rvas,babosas, lombrices, animales viscosos yhuesos derretidos, mientras patalea sobretodos en el pantano de inmundicias la bestia de cien patas, Usuria.. Porque conusura -explica el Canto XLV dando unaclave para la inteligencia de la epopeyacon usura "ningún hombre tiene una casade buena piedra".
La doctrina económica de los Cantostan simple, o si se quiere tan simplista,que se podría resumir diciendo: la usuraha producido un mundo estéril y una vida mecánica y vacía; tendremos que suprimirla si queremos vivir una vida fecunda en un mundo habitable- condujoa Ezra Pound a expresar simpatías porla política económica del fascismo italiano,en un momento en que la mayoría de losescritores y poetas norteamericanos se inclinaban al comunismo. Muchos admiradores se alejaron. Esto y la nueva guerrarecrudecieron la natural violencia de sutemperamento y la agresividad de susideas. Ta vez él mismo se daba cuenta dela naturaleza transitoria de sus alarmasque anteriormente comparaba a los trompeteos de un elefante aterrorizado avisando el peligro a la manada. Pero lasinceridad de sus ideas estaba por encimade toda duda. Creía ciegamente en la imperiosa necesidad de una economía másfavorable al florecimiento eJe las artes yde la vida. Algul~os meses antes de PearlHarbor, iniciada una campaña de propaoanda desde la Raclio Roma, hablándoll~b '., .al pueblo americano de. sus Ideas economl-cas y en pro de lanél1tralidad de los Estados Unidos 'en la guerra de Europa,So far, so good ~como":ellos dicen. Estaba en su derecho. Ctiúldo' Pearl Harbarsus charlas fud'oil s"uspendidas., Pero vol-
,Y.ió ainlici:6{ém9; pasadao/~\t~1;ias sem;H~.a.s., Th:is waJ>góú:igf90:N(:"'~~0Ii10 tambleildirían~ ~~IS cO;1i·pát¡'iotii5,;~o,I~,ú.ncarader¡S.~tico understatemenf.. "Era pa;;;arse de ¡araya. El poeta -~st~ba cogido en la trampade nuestro tiempo. Cuando las tropas americanas entraron en Italia fue confinado aun campo 'de prisioneros cerca de Pisa,donde escribió los Cantos pisanos, posi-
-La France IIlustrée"aqu.í cantaban bellas callciones"
cuatro patas que gritaban "maman" y lasrevoluciones rojas y la segunda GuerraMundial con la ruina definitiva del poeta
.v nuevas revoluéi{)nes y nuevas guerras,¡lila o-uerra tras otra -war one waT afte?'h
'¡he other- en las épocas de la usura, des-de el 694 en adelante, siempre adelante, él
las telas de pelo, a la porquería de las edificaciones, a las casas de Londres, al alquiler del suelo, a los suburbios de Manchester. al ca fé brasileño, al ásesinato, al hambr~, a la matanza, mientras el arte se agro~era, el dibujo se va a los infiernos, latalla de la piedra se acaba por culpa de lausura -USUTa camune sepulCTum- y loslistados Unidos de América en el año tercero de Roosevelt Segundo, 5.000,000 demuchachos sin trabajo, 15.000,000 de vocaciones torcidas, 9.000,00 de personasanualmente mutiladas, 100,000 crímenesmayores, el mundo dirigido por los quetienen usura en el alma y vaciedad enel cerebro, la opinión controlada por puritanos y sus misioneros, los absurdos turistas -por el estilo de Mister Lourpeeel que sentía admiración por la mentede Emerson porque la mente de éste, ,según decía, era tan amplia que no podía resolverse por ninguna idea, y lo mismo lamente del propio Mister LOOl'pee que loponía en dirección de un cuarto con ciertavaguedad como si no quisiera entrar niquedarse afuera, ni tomar hacia la derechani hacia la izquierda- los traidores delidioma, los pervertidores de la lengua, losgansters de la prensa, asalariados por propalar mentiras, los charlatanes, losohstructores de la buena distribución deldinero, los monopolistas y sus serviles,paltneadores de espaldas y sobadores debarrigas, los laudatores tempores acti, lasmadres sádicas empujando a sus hijas aacostarse con la decrepitud -cerdas devorando a sus crías- todos cuantos hanpuesto la codicia del dinero por encimade los placeres de los sentidos -f;f/ha havcset monry-lust befare the pleasure of thesenses- todos los condenados en su asqueroso y obsceno infierno londinense-Cantos XIV v XV- hundidos en unaciénaga de excr'emento, las muñecas atadas a los tobillos y asomando las carasentre las piernas peludas cubiertas de diviesos bajo las nalgas peladas, azotándoseunos a otros con alambres, bebiendo sangre endulzada con mierda, aullando y ca-