El Carnaval en méxico s. XVIII

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    El carnaval en Mxico y los mecanismos de su

    eliminacin durante el siglo XVIII

    El carnaval se antepone por antonomasia a la cuaresma, el primero es sinnimo de

    diversin, juerga, pero sobre todo de libertad; la segunda tiene por antnimos tales

    conceptos. Ella, la cuaresma, se podra asemejar a lo que se vive cotidianamente: la

    prohibicin, la abstinencia y la censura. l significa la liberacin del hombre, lo crtico,

    bullicioso y contestatario, ella es el recato, la subordinacin y la sumisin.

    El carnaval surgi como un rompimiento a las normas establecidas por el cristianismo.

    Fue una vlvula de escape para mantener sana a la sociedad que se encontrabaencajonada, y a la cual se le intentaba extirpar sus creencias prehispnicas. El carnaval

    erauna dosis de catarsis para soportar durante el resto del ao la miseria y la pesada

    losa impuesta por las lites. Hoy da el carnaval es un espcimen en extincin en la

    Ciudad de Mxico y en el pas entero, pero de igual modo los actos litrgicos y la

    cuaresma de la iglesia se extinguen con l. Ellos eran una simbiosis, se necesitaban el

    uno a la otra para poder sobrevivir.

    Pero por qu no vemos hoy da un carnaval como los realizados durante los tres siglos

    posteriores a la conquista?Es muy difcil dar una respuesta satisfactoria por distintas

    razones, pero algunas de ellas demasiado sencillas de decir y que podemos encontrar

    en los documentos, en ellos vemos que el principal motivo es que desde finales del

    siglo XVII y durante todo el XVIII los carnavales fueron duramente combatidos por las

    lites. Otra razn es que en la Ciudad de Mxico, como en otras ciudades,la fiesta del

    carnaval se incrust o la adaptaron las lites a las fiestas de la burguesa del siglo XIX.

    El carnaval aunque trado por los espaoles, al igual que la religin cristiana, se mezcl

    con las tradiciones naturales de aqu, por ello en los desfiles de carnaval abundaban los

    simbolismos paganos, los cuales fueron utilizados como pretexto por las autoridades

    para irlo censurando. Ya bien menciona Juan Pedro Viqueira y tambin Cristina

    Oehmichen: el carnaval empez a ser combatido por los poderes civiles y eclesisticos

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    de la Nueva Espaa a finales del siglo XVI () [y] entre los motivos esgrimidos para

    [detenerlos] se encuentran los desrdenes masivos provocados por los participantes,

    as como las actividades paganas e idoltricas que eran atribuidas a los indios1, pero

    en realidad slo eran pretexto para detener el carcter crtico y contestatario del

    carnaval, esa vlvula que dejaba escapar un poco de la presin causada por la

    cotidianidad. El autor de Relajados o reprimidos? nos menciona que el carnavalempez a ser castigado porque los participantes realizaban ciertas ofensas y burla a los

    poderes establecidos.

    Un ejemplo de cmo se combata el carcter rebelde del carnaval lo vemos en el bando

    publicado el 10 de octubre de 1771,en el cual se dice:hallndome[virrey Bucareli]

    cerciorado de las varias stiras y versos, con que sin reboso, ni piedad,

    sangrientamente se lastima el honor de muchas personas de distinguido carcter y

    respeto ()y por evitar que se ofendan () se castigar con la horca a quien as lo

    haga.2

    Sin embargo, el haber combatido con tanto afn al carnaval y luego pasarlo a las filas

    de las diversiones de la lite no resuelve el problema de por qu en la ciudad de

    Mxico, en especial en la traza que hoy se conoce como Centro Histrico, no sea

    celebrado el carnaval como en esos siglos que siguieron a la conquista. Una visin,

    aunque endeble, de cmo es que celebraba el carnaval que tanto se esmeraron las

    autoridades en prohibir en el centro de la repblica nos lo pueden dar los pueblos que

    se hallan alejados de los centros urbanos. Por ejemplo, en un pueblo enclavado en la

    sierra hidalguense llamado San Pablo el Grande, en el municipio de Tenango de Doria,

    se lleva a cabo el carnaval de una manera que dista mucho de la forma en que se hace

    en Veracruz o Mazatln.

    Pero vamos a otros asuntos y tomemos a la pequea localidad hidalguense para tratarde dilucidar cmo es que se llevaba el carnaval en el centro del pas,y segn algunas

    fuentes tratar de visualizar un poco de lo que se viva en la Ciudad de Mxico y por qu

    se le intent erradicar.

    1Cristina Oehmichen, El carnaval de Culhuacn: expresiones de identidad barrial en Estudios sobre las Culturas

    Contemporneas, Colima,ao/vol. IV, nmero 13-14, 1992, Universidad de Colima, pg. 171.2 Archivo General de la Nacin de Mxico (de aqu en adelante AGNM), Bandos, vol. 8, exp. 14, ff. 321-322.

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    sus pobladores salen de sus casas desde temprano y se dirigen a la morada ms alta

    de la localidad, y ah van con sus mscaras, trapos viejos, camisones, sombreros,

    machetes,brasieres, enaguas, pantaletas,reatas, cohetones, instrumentos musicales y

    un sin fin de artefactos ms que les sirven para ocultar su identidad. Una vez ah, se

    visten, los hombres de mujer y las mujeres de hombres y algunas de ellas de ancianos,

    y las ms valientespermanecen con la vestimenta de su papel cotidiano.

    Antes de que el sol toque el pueblo, algunos de los presentes, la mitad para ser

    exactos, salen del lugar, rumbo a otra casa, localizada al extremo de donde estn. Al

    amanecer, cuando el sol ya cubre las montaas y riscos del pueblito, y los gallos

    ahogan su sonido en los jacales, dos explosiones estrepitosas anuncian que las

    mujeres deben esconder sus animales y cosas, cerrar puertas y ventanas, pues lo que

    encuentren los danzantes se lo llevan o lo destrozan porque el diablo se ha soltado, es

    el grito con que se inicia.

    Y as, inician su procesin de distintos puntos del pueblo, van tocando sus

    instrumentos, bailando, tratando de lazar a quien se le atraviese, animales, personas y

    cosas. Todo se convierte en fiesta durante los das de carnaval,y si ha tocado en marzo,

    el martes antecesor del mircoles de ceniza al caer la tarde,todos se congregan en la

    plaza del pueblo y comienza una serie de juegos ms o menos subidos de tono o

    violentos.

    Todos toman, la fiesta dura hasta la media noche que es cuando se entra a misa y se

    toma la ceniza. Durante los tres das anteriores a la fiesta, si toc en marzo,el placer se

    ve a flor de piel. Carreras de caballos, peleas de gallos, comida y bebida para todos, es

    lo nico que hay, los pobres animales que no fueron ocultados a tiempo sirvieron de

    alimento o fueron muertos sin piedad durante la procesin, donde sus lamentos se

    confabulaban con los gritos frenticos de los danzantes y las explosiones de loscohetes.

    Ese tipo fiestas, como las realizadas en San Pablo, se han perdido por completo en la

    regin centro del pas, slo en algunos pueblos con tradicin y muy antiguos continan,

    como en el barrio de Culhuacnen la zona sur de la Ciudad de Mxico,donde siguen

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    celebrndose los carnavales aunque muy diluidos de los originales, o alejados de la

    funcin que cumplan en un principio. Ya que antes empezabatres das antes del

    mircoles de ceniza, en esa poca reinaba en toda la ciudad un ambiente de alegra y

    libertad () la gente lanzaba cascarones y anises, y la embriaguez era generalizada.

    Muchas personas se disfrazaban con mscaras y recorran la ciudad haciendo burla de

    personas y autoridades, y cometiendo mltiples desmanes.8

    Una fiesta as de excesiva no es vista ya en los carnavales que se anuncian con bombo

    y platillo por los medios de comunicacin. Pues era justamente esa celebracin popular

    en la que las personas buscaban invertir el orden de las cosas y desatar su locura, e

    igualmente eso fue lo que ocasionque se fueran prohibiendo, y para lograrlo se fueron

    castigando y vetando determinadas cosas durante todo el siglo XVIII,y posteriormente

    se adaptara a la forma burguesa. Ya adelantado el siglo XIX () el carnaval en la

    ciudad de Mxico no se recuper, su resurgimiento () no fue sino una plida copia,

    una desnaturalizacin burguesa () su celebracin se redujo entonces a elegantes

    bailes de mscaras, concurridos por lo ms granado de la sociedad .9 Otro mtodo que

    tambin sirvi para extirpar los excesos de las celebraciones del carnaval fue que en

    esas temporadas empezara a haber variadas distracciones para los habitantes de la

    ciudad10 con artistas callejeros, msicos, etc.

    Para dar a las carnestolendas pequeos e incesantes golpes de los cuales no se

    recuperara,el virrey don Juan Vicente de Guemesexpidi un bando en 1791 en el que

    se prohbe la venta de comida, el poner puestos en la calle donde pasara la procesin,

    ni que se pongan sillas o mesas que estorben a la comitiva, al igual prohibi que

    anduvieren caballos o coches por las calles, y menciona, se prohbe a los vendedores

    de matracas, pasteles, hojarascas y dems especies que slo sirven para turbar la

    devocin y quebrantar escandalosamente el ayuno, bajo la pena de dos meses de

    crcel a los transgresores de ambos sexos si fueren espaoles, y de la misma prisinycincuenta azotes en la picota a los de otras castas.11El mismo virrey Guemes el23 de

    8 Juan Pedro Viqueira, Relajados o reprimidos? Diversiones pblicas y vida social en la ciudad de Mxico durante

    el siglo de las luces, 2 reimpresin, Mxico, Fondo de Cultura Econmica, 1995, pg. 139.9Ibd. pg. 148.10Ibd. pg. 149.

    11AGNM, bandos, vol. 17, exp. 8, ff. 76.

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    mayo de 179312emiti un bando parecido al anterior, ya que vedaba la venta de cha y

    alimentos cerca de los templos o por donde fuera a pasar la precesin, de igual modo

    prohbe la colocacin de mesas o sillas que estorben el paso, se prohbe adems que

    circulen por la calle caballos o coches desde las diez de la maana del jueves santo

    hasta el sbado de gloria.

    La censura a las fiestas de carnestolendasse dio, segn los documentos, por el exceso

    y por la forma en que se representaba el carnaval, ya que conjugaba las tradiciones

    cristianas con las paganas: sin doa cuaresma, no habra surgido en la forma en que lo

    conocemos, su mortal enemigo, don Carnaval, verdadera personificacin de aquellas

    necesidades humanas combatidas por la moral de la iglesia.13

    El carnaval de la ciudad de Mxico se realizaba muy parecido al realizado, segn los

    datos que se poseen acerca de su prohibicin, en la comunidad de Hidalgo, con

    personas disfrazadas paseando de un lugar a otro, bailando, bebiendo, matando

    animales y embriagndose por toda la ciudad, a excepcin de la traza principal de la

    ciudadya que se les tena prohibido, ello debido a que desde la conquista se haba

    impedidoque los indios vivieran en la traza principal: durante el siglo XVI los espaoles

    haban separado los barrios de indios de los de blancos, pero el crecimiento de la

    poblacin mestiza y la intensa convivencia provocaron que la tajante separacin se

    fuera perdiendo.14

    Y as se inici la segregacin y elcombate a las pltoras de los indios, durante la fiesta,

    ya que desde los primeros veinte aos del siglo XVIII se hicieron algunos tmidos

    intentos por mejorar las condiciones de limpieza y seguridad de la ciudad. Las

    ordenanzas que el virrey Alburquerque hizo en 1710 sobre la limpieza de las fuentes

    pblicas, y la divisin de la cuidad en nueve cuarteles, para control de desrdenes que

    intent el duque Linares en 1713, son muestra del inters que haba en el nuevo Estadoborbnico por reformar el mbito urbano.15Esto no se lograra sino hasta cuando la Sala

    12AGNM, bandos, vol. 16, exp. 14, f. 25.13 Juan Pedro Viqueira, op. cit., pg. 139.14

    Agustn de Vetancurt, et. al,La ciudad de Mxico en el siglo XVIII 1690-1780, tres crnicas, prlogo de Antonio

    Rubial Garca, Mxico, Conaculta, 1990, pg. 11.15Ibd.pg. 18.

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    del Crimen de la Real Audiencia acord la divisin de la ciudad en siete cuarteles para

    aumentar la vigilancia contra la delincuencia.16

    Pero en realidad la ciudad no podra ser dividida sino hasta 1780. Ello para combatir lo

    que se menciona en un bando publicado en 1776 por el virrey Bucareli donde se deca

    que quedaban prohibidas las bebidas (alcohlicas), en especial el chinguirito, ya quesegn esa bebida era la causante de los desmanes durante las celebraciones, as se

    incentiv la divisin de la ciudad, pues para tales propsitos, deca,era menester

    mencionar tenientes, comisarios y quadrilleros () como fuera conveniente, a fin de

    lograr el total exterminio de tan nocivas y perjudiciales bebidas.17

    Con esa separacin, aunque se fue perdiendo, la traza principal de la ciudad qued

    resguardada para actos de los espaoles, y se le fueron haciendo mejoras, como

    drenaje, empedrado, etc., gracias a las nuevas teoras sobre la circulacin de la sangre.

    Pero estas ltimas tambin sirvieron de pretexto para impedir el paso de las personas

    noespaolas, sobre todo en poca del carnaval, que quedimpedido en la traza urbana.

    De igual modo, los festivales de carnaval que se hacan en las riberas delcanal que

    llevaba de la Ciudad de Mxico a Chalco que en un principio fueron alentados, ya por

    alejar a la gente del centro, tambin se empezaron a prohibir, igualmente debido a los

    excesos cometidosen las trajineras, pues se llenaban a reventar y con distintas

    personas, por ello, porquela gente de diferente color se mezclaba, para ellas(las

    mentalidad de las autoridades novohispanas) el desorden naca de la mezcla, de la

    desaparicin de las barreras entre personas de distintas cualidades, sexos y

    condiciones.18

    Pero no slo en los carnavales podemos ver esa mentalidad de la lite espaola ya que

    don Manuel Lpez Florez insiste en que se publique como bando el escritoque l envi,

    y en l se menciona que en la corrida de toros, cuando salga el ltimo de los animalesla gente se vaya yendo y que no quede nadie haciendo fiesta [para que se] eviten

    todos los desrdenes y excesos a que dan motivo una tan numerosa concurrencia de

    ambos sexos () [la misma gente a la llegada de la noche] franquea ms la libertad y

    16Ibd. pg. 21.

    17AGNM, Bandos, vol. 8, exp. 17.ff. 132-133.

    18 Juan Pedro Viqueira, op. cit., pg. 151.

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    proporcin para la disolucin, embriaguez y robos () y lo persuade bastante la propia

    oscuridad.19

    Lo mismo trata de hacerse con un bando publicado por el virrey Bucareli, donde se

    cataloga cules son las bebidas prohibidas. Aqu se aprecia la mentalidad de las lites y

    el por qu se prohben las bebidas, pues decret: la extincin de las bebidas prohibidasespecialmente del aguardiente de caa o chinguirito, que son el manantial de

    innumerables ofensas a Dios () y por quanto la detestable malicia de muchos indignos

    y desalmados hombres.20 La medida de prohibicin de las bebidas embriagantes no

    fue slo para los indios y los espaoles, tambin en el bando se hace referencia a que

    ninguna persona, sea de la gerarqua, dignidad, y elevacin que fuere, aunque sea

    caballero, militar, noble, plebeyo, espaol, indio, mulato, negro, mestizo, lobo

    coyote, de la calidad condicin que fuere, pueda inventar, fabricar, introducir, ni

    vender, ni tratar, comerciar, ni tener, pblica o secretamente, ni en manera alguna,

    ninguna de la bebidas prohibidas.21

    Los das antes de cuaresma eran parte de una fiesta,desatrampey, tal vez por ello

    combatido, una verdadera muestra de desobediencia a los cnones establecidos por las

    lites, el pueblo llano sala a las calles a desafiar el sistema de castas, pues los indios

    se vestan a la usanza de los espaoles, lo negros, mestizos y dems categorizacin se

    mofaban tanto de los poderes religiosos como de los civiles. Por ello tal vez la

    prohibicin, por el desafo que representaba, ypor lo mismo no se logr erradicar, y fue

    mejor hacerlo una fiesta ms del folklor mexicano. En el carnaval () ciertas figuras se

    hallan invertidas con respecto a la posicin que ocupan en las dems pocas del

    ao.22 Y adems de eso, el carnaval intenta restablecer el equilibrio consuetudinario

    entre los diferentes niveles de la vida social.23

    Ese carcter festivo del pueblo mexicano se ve constatado en una crnica de la pocade Agustn de Vetancurt, la cual reza de la siguiente manera: esta Ciudad tiene tantos

    recreos y diversiones para sus vezinos, que dudo pueda haber otra en el mundo que

    19AGNM, Bandos, vol. 14, exp. 82, f. 257.20 AGNM, Bandos, vol. 9, exp. 21, ff. 213-217.21Ibdem.

    22Juan Pedro Viqueira, op. cit., pg. 143.

    23Ibdem.

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    tenga otras tantas, y estas sin ms cuidado que lo que produce la misma naturaleza.24

    Adems recalc quehay varios pueblillos en estos caminos de la laguna, tan frondosos,

    floridos y divertidos, que muchas personas suelen quedarse los das enteros en algunos

    de ellos por tener ms sosiego su diversin.25 Y agreg, esto essin contar la multitud

    de vinos y aguardientes que se gastan con quasi tanta importancia como en Europa

    pues no hay calle en toda la Ciudad y hasta en los ms retirados arrabales, donde no

    haya tres o cuatro tabernas de los referidos licores () y pulques, compuestos de pia,

    guayaba, tuna y almendra.26

    Por ello, tal vez, se emiti un bando en 1752 que fue mandado a reimprimirpor el virrey

    Revillagigedo en 1792, donde se hace mencin a que no se debe alterar el pulque para

    su conservacin o para hacerlo ms, ya que era perjudicial para la sociedad, adems

    de decretar cual deba ser el nmero de pulqueras que deban existir, el nmero de

    pulqueras ha de ser precisamente el de treinta y seis, en los puestos y parajes que se

    asignen, pero en cuanto a que las veinte cuatro hayan de ser para hombres, y las doce

    para mujeres, unas de otras distintas y distantes.27Contrastado con la crnica de

    Vetancurt, se nos da una muestra del poco caso que los habitantes hacan a algunos

    bandos y por qu de la necesidad de volverlos a emitir una y otra vez.

    Para dar los ltimos golpes de gracia al Carnaval en el ao de 1789 se mand publicar

    un bando por parte de Don Bernardo de Bonavia Zapata, quien era corregidor de la

    Ciudad de Mxico, en donde seprohiba tajantemente el hacer uso de las vas y

    espacios pblicos para llevar a cabo la carnestolendas so pena de castigo, ya que

    segn el mismo bando se afectaba la paz pblica y ofenda a excelsas personas, los

    graves males que origina la inmoderacin de las Carnestolendas y sus inmediatos se

    arman juegos de Cascarones, Anises, Aguas Teidas, Tizar y otras semejantes, as en

    las calles, como en la Alameda y otros parajes pblicos con que se falta al decoro aun a

    las personas ms caracterizadas() y siendo peculiar obligacin de este tribunal seeviten todos los abusos ofensivos al pblico () y que ninguna persona, de cualquier

    estado, calidad o graduacin, use en modo alguno () en las calles () otros lugares

    24 Agustn de Vetancurt, op. cit.,pg. 259.25Ibd., pg. 264.

    26Ibd. pg. 278.

    27 AGNM, Bandos, vol. 17, exp. 4, ff. 31-38.

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    pblicos, el juego de Carnestolendas, ni pueda arrojar, quebrar o tirar, cascarones,

    Anises, Aguas Teidas, Tizar y otras semejantes () bajo la pena a los espaoles de

    cincuenta pesos de multa [o quince das de prisin] () y a los mulatos, negros, indios y

    dems castas mes de prisin.28 Esto se vena a unir a la prohibicin de vender comida

    y el negar a los pobladores hacer el carnaval en las riveras de los canales, como nos lo

    describe tan bienVetancurt sobre las fiestas que se hacan a las orillas del canal quecomunicaba Chalco con la Ciudad en los das de carnestolendas.

    Golpes duros al carnaval. Que se prohibi, castigando con prisin y azotes a quienes

    participaran en el carnaval aventando anises, con mscaras, o haciendo burla de las

    autoridades.Todas las prohibiciones venan de la mano con la forma de gobernar de los

    Borbones, ya que se deca que los poderes no tenan nada en contra de que los indios

    organizaran festejos en das de carnaval siempre y cuando no hubiese desorden alguno

    y no se realizaran ceremonias sospechosas de paganismo, ni ritos de inversin social,

    es decir, siempre y cuando se extirpara de los festejos, todo aquello que constitua la

    esencia misma del carnaval29 esto viene muy acorde al despotismo ilustrado que se

    estaba viviendo en la corona espaola y que no tard en pasar a la Nueva Espaa, con

    las reformas borbnicas en las cuales se buscaba una mayor centralizacin del poder y

    que las personas no se salierandel orden establecido, para tener un mejor control sobre

    ellas.

    Los golpes asestados al carnaval dieron por resultado que ste se fuera diluyendo y los

    rituales en los que las personas sustentaban sus creencias fueron decayendo, pero no

    slo las fiestas populares sino tambin las religiosas, pues una sustentaba a la otra. Y

    el golpe a una golpe a las dos. Tanto carnaval como cuaresma agonizaron a la par.

    28AGNM, Bandos, vol. 15, exp. 2, f. 2.

    29 Juan Pedro Viqueira, op. cit., 147.

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    Fuentes primariasArchivo

    1. Archivo General de la Nacin de Mxico (AGNM)y Bandos

    o vol. 8, exp. 14, ff. 321-322.o vol. 8, exp. 17. ff. 132-133.o vol. 9, exp. 21, ff. 213-217.o vol. 14, exp. 82, f. 257.o vol. 15, exp. 2, f. 2.o vol. 16, exp. 14, f. 25.o vol. 17, exp. 4, ff. 31-38.o vol. 17, exp. 8, ff. 76.

    Cobarruvias Orozco, Sebastin, Tesoro de la lengua castellana, o espaola, Madrid, LuisSnchez impresor del rey N. S., MDCXI.

    Joaqun Domnguez, Ramn, Gran diccionario clsico de la lengua espaola (2 vols.),2 ed.,Madrid, establecimiento lxico-tipogrfico de R. J. Domnguez, MDCCCXLVII.

    Terreros y Pando, Esteban de, Diccionario castellano con las voces de ciencia y artes y suscorrespondientes en las tres lenguas, francesa, latina e italiana (3 vols.), Madrid, imprenta de laviuda de Ibarra, hijos y compaa, MDCCLXXXVI.

    Vetancurt, Agustn de, et. al, La ciudad de Mxico en el siglo XVIII 1690-1780, tres crnicas,prlogo de Antonio Rubial Garca, Mxico, Conaculta, 1990.

    Fuentes secundarias

    Oehmichen, Cristina, El carnaval de Culhuacn: expresiones de identidad barrial en Estudiossobre las Culturas Contemporneas, Colima, ao/vol. IV, nmero 13-14, 1992, Universidad deColima

    Viqueira, Juan Pedro, Relajados o reprimidos? Diversiones pblicas y vida social en la ciudadde Mxico durante el siglo de las luces, 2 reimpresin, Mxico, Fondo de Cultura Econmica,1995.

    Cibergrafa

    Castillo, Tere Fernndez del, y Luis Gutirrez, Mircoles de Ceniza: el inicio de la Cuaresma,[en lnea]disponible en http://es.catholic.net/celebraciones/120/301/articulo.php?id=1259, (fechade consulta 8 de abril de 2011).