EL BOSQUE (DES) ENCANTADO

Lobo est? "No, no est" Cientos de cabecitas temerosas asomando por detrs de los rboles. Lobo est? "No, no est" Cientos de pequeos seres animados emergiendo al gran claro del bosque. Hagamos una ronda, demos un paseo, preparemos el gran baile de esta noche porque pronto llegarn los hermanos de la tinta negra. Y se quedarn las pginas rodas, las lneas quebradas. Todos los libros no sern ms que un gran queso gruyere". La voz de Mickey, Cientos de bujos riendo y riendo por la ocurrencia. Bugs Bunny, el conejo, tiene los ojos puestos en las estrellas. Un cohete acaba de pasar dejando una estela de colores verdes y anaranjados. "Nuestro amigo Bradbury", gritan todos. "Viva" dicen. Superman es el jefe de los hroes que han llegado desde los cuadros de historietas. Y son los ms silenciosos, los ms serenos del grupo. Tras la figura imponente del personaje de Kriptn, se alistan Aquaman, Linterna Verde, Batman. Un telegrama confirma la asistencia de las luminarias de los films. Los Picapiedras juegan bisbol, Meteoro prepara su auto, mientras Isidorito, siempre incorregible, trata de conquistar a la simptica Penlope Glamour. Faltan los hermanos de la tinta negra: los gigantes, los cclopes, la bella Cenicienta.

De pronto, un ruido, Lobo est? "No, no est". Entonces juguemos en este bosque de la estratosfera. Llegan Don Quijote y Dulcinea, Caperucita Roja. La tortuga gigante del hermano Quiroga trae en su lomo nacarado al Soldadito de Plomo. Vienen ms, y ms, y ms. Miles de personajes. Esta noche es la noche de los bujos. Aplausos para Roger Rabbit que los ha difundido con ese nombre a travs de su pelcula. Dumbo abre las orejas tan grande como puede. Platero y Azabache corretean como si se conocieran desde siempre. Pronto iniciar el siglo veintiuno su debut y todos quieren festejar estos otros mil aos de fantasa.

Un golpe. Otro, otro. El silencio se impone con un gran seor feudal sobre el bosque. Qu pasa? Lobo est? "No, no est". Sigan, pues, los juegos, la alegra. Que la felicidad se desborde tambin sobre la Tierra como una lluvia mgica, como una gran copa de champaa. "Despus de todo, ellos, los hombres, nos han creado" dice Blancanieves. Los siete enanos aplauden. Las escaleras, que suben desde el mundo, siguen lanzando invitados. Romeo y Julieta recorren el lago de estrellas tomados de la mano. Pablo y Virginia se llenan los labios de fragancias que entre murmullos llaman besos. Es la hora de la luna lmpida, clara, que bordea las nubes; es la hora de los enamorados, de las parejas: Helena y Pars, Dido y Eneas. Se deshace en el aire una msica que parece la que el seor Bisswanger toc una vez para Augusto con colores de Hermann Hesse.

En un rincn apartado conversan los monstruos. Hoy no les es dado atemorizar. Sus poderes malficos han quedado atenuados por un cordn de hadas y sirenas que los rodea y encanta. Las brujas preparan t y juegan canasta. Los seres ms desagradables del dibujo toman lecciones de canto con Heidi. Zeus y Thor vigilan desde lo ms alto todos los movimientos; pero an ms por encima, una superestructura que llaman Moira rige el equilibrio de dioses, dibujos y personas.

Pero otra vez. Otra vez el ruido sordo, seco, que sube. El ruido es un calor sin horno visible de donde provenga; un calor que asfixia. Lobo est?. Nada. Temen y no saben. Desde el hormiguero que ha construido con trozos de cristal, la Hormiga Atmica presiente a travs de sus antenas. Ulises trata de aguzar su ingenio, pero ya no est en Troya. Sherlock Holmes y James Bond inspeccionan los alrededores. Hay un humo que sube al bosque. Humo y calor. Morgan, el pirata, divisa desde el palo mayor de su nave la forma gigantesca de un hongo de color. "No es dibujo" dice Donald. El profesor Neurus intuye que se trata de una sustancia material que no puede precisar. No, no es dibujo. Nada de lo que Disney u otro mago hayan podido crear. La Hormiga Atmica ya casi sabe, ya casi tiene la certeza de que algo horrible los amenaza. Sus antenas se mueven como brjulas locas. "Bajemos" dice alguien, "Hay que buscar lugar seguro. Y los bujos bajan. Cientos de escaleras descendiendo de la estratosfera. Cientos de personajes animados buscando refugio. El calor agobia. l calor es fuego que destruye el papel y el celuloide. Cientos de Bujos quemndose. Algunos llegan, buscan sus patrias, sus hogares. En el cielo an perdura una figura que sigue creciendo y estallando en cadena. "Esto no puede arruinar la fiesta. No puede...", dice Olivia. Alguien pregunta: "Lobo est?" Y desde lo profundo del hongo se escucha: "S, est" Y la realidad del lobo termin por comrselos a todos.

(La Prensa, 6-8-89)