El Azar Inextricable

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El azar inextricable 1 {La no existencia de la “rapport sexuel”} w {el libro negro del psicoanálisis 2 } 3 1- Proemio El libro negro del psicoanálisis apareció en el año 2005. Tiene una extensión importante lo dedicado a hechos de la vida personal de Freud, de sus colegas, pacientes y alumnos. Mi interés no reside en una pasión masoquista como se dice popularmente. Ni en contradecir el estatuto propio de aquellos que desde teorías psicológicas, en general cognitivas o conductuales, y filosofías afines al positivismo lógico han emprendido este libro. Menos aún este sería el proyecto de un “anti-libro”. Tomaré algunas de sus afirmaciones para repensar el estatuto propio del psicoanálisis respecto a los efectos que la palabra “lógica” ha producido en su discurso. La “lógica” como estructura del conocimiento se encuentra íntimamente 1 Jorge Luis Borges, La Memoria de Shakespeare, Tigres Azules, Madrid, Alianza Editorial, 1998, p. 12. La cita dice: “…el caos era inextricable…”. Pero caos proviene de χάος, ιαςμη en griego que quiere decir abertura, estado de abierto, boquiabierto, entrada al mundo de los muertos. Todas ellas son semánticamente cercanas a la idea de τυχη griega que se traduce por azar. Además es interesante notar la cercanía extrema con la béance que propone Lacan que proviene de béer que quiere decir caos. 2 Catherine Meyer (Comp.), El libro negro del psicoanálisis, Madrid, Editorial Sudamericana, 2007. 3 Es la forma proposicional de la disyunción exclusiva representada por la “w” como operador y se lee: o lo uno o lo otro. Este trabajo se inclina en que lo otro es verdadero y lo uno siempre falso.

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El azar inextricable[footnoteRef:1] [1: Jorge Luis Borges, La Memoria de Shakespeare, Tigres Azules, Madrid, Alianza Editorial, 1998, p. 12. La cita dice: el caos era inextricable. Pero caos proviene de , en griego que quiere decir abertura, estado de abierto, boquiabierto, entrada al mundo de los muertos. Todas ellas son semnticamente cercanas a la idea de griega que se traduce por azar. Adems es interesante notar la cercana extrema con la bance que propone Lacan que proviene de ber que quiere decir caos. ]

{La no existencia de la rapport sexuel} w {el libro negro del psicoanlisis[footnoteRef:2]}[footnoteRef:3] [2: Catherine Meyer (Comp.), El libro negro del psicoanlisis, Madrid, Editorial Sudamericana, 2007.] [3: Es la forma proposicional de la disyuncin exclusiva representada por la w como operador y se lee: o lo uno o lo otro. Este trabajo se inclina en que lo otro es verdadero y lo uno siempre falso.]

1- Proemio

El libro negro del psicoanlisis apareci en el ao 2005. Tiene una extensin importante lo dedicado a hechos de la vida personal de Freud, de sus colegas, pacientes y alumnos.

Mi inters no reside en una pasin masoquista como se dice popularmente. Ni en contradecir el estatuto propio de aquellos que desde teoras psicolgicas, en general cognitivas o conductuales, y filosofas afines al positivismo lgico han emprendido este libro. Menos an este sera el proyecto de un anti-libro.

Tomar algunas de sus afirmaciones para repensar el estatuto propio del psicoanlisis respecto a los efectos que la palabra lgica ha producido en su discurso. La lgica como estructura del conocimiento se encuentra ntimamente ligada a la enseanza de J. Lacan a partir de 1958[footnoteRef:4] y se hace ya imprescindible desde 1971[footnoteRef:5]. [4: Jacques Lacan, crits, Subversion du sujet et dialectique du dsir dans linconscient freudien, Paris, Editions du Seuil, 1966, p. 793.] [5: Jacques Lacan, El Seminario, libro 19, o peor, Buenos Aires, Paids, 1981.]

Estos efectos han justificado la aparicin de crticas al psicoanlisis provenientes de diferentes mbitos, que al dar por ciertas las inferencias que implican la utilizacin de una lgica abren un espacio de discusin respecto de su eficacia, especialmente en cuanto a la clnica y sus resultados.

En la bsqueda por dar fundamento a la praxis freudiana del inconsciente, Lacan ha insistido en desarrollar una analoga entre esta praxis y la estructura[footnoteRef:6] del lenguaje. El concepto de estructura requiere de un formalismo que lo haga comprensible aportndole legitimidad y legibilidad. Es aqu que la lgica comienza a intervenir en el centro mismo del desarrollo que Lacan orienta al psicoanlisis con su conocida asercin: el inconsciente est estructurado como un lenguaje[footnoteRef:7]. [6: Para comprender la relacin entre estructura y lgica: Marc Barbut, Acerca del sentido del trmino estructura en matemticas, Mxico, Editorial Siglo XXI, 1971. Es interesante prestar atencin, luego de una atenta lectura de este ltimo, el matiz que diferencia la produccin de una homologa que insiste con cierta distancia de los iguales y una analoga que establece segn un orden normado las proporciones. Se ver que la pretensin de igualar estructuras es propio de los lenguajes reglados por estructuras definibles exhaustivamente (las ciencias en general) y para ello son necesarias las analogas. En cambio en el psicoanlisis, al no tener un lenguaje definido por algn algoritmo exhaustivo, debera hablarse mejor de homologa, es decir, de estructuras que justamente no pueden ser semejantes.] [7: Ibd., p. 263. En Funcin y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanlisis, Lacan por primera vez dice: el descubrimiento freudiano del inconsciente se esclarece en su fundamento verdadero y puede ser formulado de manera simple en estos trminos: el inconsciente es aquella parte del discurso concreto en cuanto transindividual que falta a la disposicin del sujeto para restablecer la continuidad de su discurso consciente y un poco ms adelante dice: donde el sntoma histrico muestra la estructura de un lenguaje 1952, pero en la clase 12 del 14 de marzo de 1956 en el seminario 3 dice: Es imposible explicar nada en los rodeos de Freud si no es porque el fenmeno analtico en cuanto tal, cualquiera sea, tiene no que ser un lenguaje en el sentido de un discurso nunca dije que era un discurso sino que tiene que estar estructurado como un lenguaje. Este es el sentido en que podemos decir que es una variedad fenomnica, y la ms reveladora, de las relaciones del hombre con el mbito del lenguaje. Todo fenmeno analtico, todo fenmeno que participa del campo analtico, del descubrimiento analtico, de aquello con que tenemos que vrnosla en el sntoma y en la neurosis, est estructurado como un lenguaje. Vemos que ya desde el inicio de sus seminarios y del primer discurso de Roma esta analoga entre estructura y lenguaje comienza a desarrollarse para fundamentar el inconsciente freudiano. Tambin sentimos la insistencia en los primeros diez aos con el lenguaje, y en los siguientes diez, con la estructura, la que encontrar en los objetos de la topologa de superficie.]

La razn de una lgica tiene una historia para occidente. Forjada en sus inicios por Aristteles[footnoteRef:8] comienza a desarrollarse con Porfirio[footnoteRef:9], y desde entonces no ha dejado de escribirse. Pero ya en su Fsica[footnoteRef:10] Aristteles supone una analoga entre la naturaleza y la lgica. Las causas mltiples de la naturaleza tienen su proporcin (semejanza) en la lgica. Esta aporta la garanta[footnoteRef:11] de lograr aquello que se sigue por virtud de una causa. Llamamos de forma genrica a este procedimiento: causa-efecto. [8: Aristteles, Organon, en Obras Completas, Buenos Aires, Bibliogrfica Omeba, 1967, p.255. Si la razn (lgica) comienza con Scrates es materia discutible, ya que el dilogo que ide Platn sutilmente semeja un razonamiento, en realidad es potico y fundamentalmente no se preocupa del resultado. As que marcar a Aristteles como el primero no sera incorrecto desde esta lectura. ] [9: Porfirio, Isagoge, Introduccin a las Categoras de Aristteles, en Obras Completas, Buenos Aires, Bibliogrfica Omeba, 1967, p.311.] [10: , materia (), forma (, ), cambio o movimiento (), finalidad () llamadas luego como teora de las cuatro causas.] [11: Es un procedimiento en el que la verdad se verifica, estas son las que la lgica proposicional desarrolla como conectivas segn sus funciones de verdad. En el devenir de la lgica estas funciones provienen de cuatro principios fundamentales: de identidad, de no contradiccin, de tercer excluido y de razn suficiente.]

Dentro de las causas llamamos eficaz al resultado del cambio y finalidad, cuando el movimiento o transformacin ha seguido un fin predeterminado. Si es posible pensar este procedimiento de la lgica en el mbito del psicoanlisis, donde no se presupone una causa primera (determinacin del cambio) sino que construye retroactivamente un relato[footnoteRef:12], ser parte de las intenciones de este trabajo. Tratar de aportar as, al problema de si el psicoanlisis construye una nueva u otra lgica. [12: Relato en griego se dice mito (), es importante observar su dimensin de ficcin potica y no lgica.]

Al final y respondiendo negativamente a la pregunta anterior, propondr la escritura supuesta en lo que se escucha de un anlisis como un abismo potico que impide toda lgica. No como reflejo de un real supuesto a la verdad del deseo, sino como una contingencia de multiplicidades indecidibles respecto al llamado que la metfora abre en el acto analtico.

2- El libro negro del psicoanlisis

En su portada negra lleva el subttulo: vivir, pensar y sentirse mejor sin Freud. La direccin es de Catherine Meyer[footnoteRef:13] y la comparte con Mikkel Borch-Jacobsen (filsofo e historiador), Jean Cottraux (psiquiatra, docente e investigador, pionero en los tratamientos comportamentales y cognitivos en Francia), Didier Pleux (psiclogo clnico, dedicado a violencia infantil) y Jacques Van Rillaer (psicoanalista desconvertido de Freud, al decir mismo del libro). Son 40 trabajos. [13: Es interesante tener en cuenta que su ltimo libro Los nuevos Psi, Buenos Aires, Ed. Sudamericana, 2010; est ntegramente dedicado a la recopilacin de trabajos de la psicologa cientfica experimental.]

El libro comienza con dos epgrafes ms que sugerentes: hay ms cosas en el cielo y en la tierra, Horacio, que tu filosofa no puede siquiera soar, Hamlet de William Shakespeare. El otro es de Bertrand Russell de una entrevista que dio a la BBC en 1959: lo que de hecho quieren los hombres no es el conocimiento, es la certeza. Estos epgrafes nos sitan la epistemologa que subyace en el libro: la realidad es el mundo que el sujeto percibe, y en esta percepcin se apoya toda garanta de verdad[footnoteRef:14]. [14: En realidad toda la entrevista que la BBC le hace a B. Russell trata de resaltar el valor de los hechos frente a la ficcin de los deseos que no alcanzan a la verdad.]

Si bien el libro est dividido en cuatro partes, todas comparten los mismos presupuestos epistemolgicos: La cara oculta de la historia freudiana, Por qu el psicoanlisis ha tenido tanto xito?, El psicoanlisis frente a sus impases y Las vctimas del psicoanlisis.

Comienza el libro preguntando por qu un libro negro del psicoanlisis? La justificacin consistir en una larga lista de hechos fcticos: el psicoanlisis en tanto que terapia ha perdido consideracin, en Europa del Norte y en los pases anglosajones, no se ensea psicoanlisis en las facultades de psicologa, en Holanda, la nacin en la que se consumen menos ansiolticos, el psicoanlisis es casi inexistente en tanto que terapia, en Estados Unidos solamente 5.000 personas siguen un psicoanlisis, en relacin a los 295 millones de americanos. Terminando estas reflexiones se preguntan: tendrn Francia y Argentina razn, ellas solas, contra el resto del mundo?.

Este anlisis cuantitativo de la prctica psicoanaltica es exacto, y si nos atuviramos a los nmeros como criterio para determinar la validez o no de cierta teora, estaramos dentro de un simple revelamiento de datos empricos ciertos. Pero la sumatoria de datos no es equivalente a la finalidad eficaz de la lgica[footnoteRef:15] y no guarda con ella ninguna proporcin. En el mbito de las ciencias (que consisten con la lgica) aplican un criterio de universalizacin de protocolos por sumatorias de eficacias lgicas y no de datos. [15: Un ejemplo: si preguntamos a un amplio sector de la poblacin si el sol sale a la maana y se pone en el ocaso, seguramente tendramos un nmero muy alto de respuestas positivas, y sin embargo este dato emprico no es equivalente a la eficacia de un pensar lgico que no se deduce de esa sumatoria, sino de todo lo contrario, nicamente alejndonos de la realidad fctica es que podemos pensar causas (y pensar aqu es consistente con la lgica). Este pensar ha propuesto la teora heliocntrica, que por cierto no es una percepcin.]

El libro no puede zanjar esta dificultad confundiendo el revelamiento de datos con la validez terica y tomando como ciertas las conclusiones de un informe oficial[footnoteRef:16] del ministerio de salud de Francia, donde se informa que las terapias psicoanalticas son absolutamente desfavorables en cuanto a sus resultados frente a otras terapias no psicoanalticas, se infiere entonces que: es hora de que Francia afronte la cuestin de la validez del psicoanlisis. [16: Se trata de un informe estadstico obtenido en el 2005 por el INSERM (Institut Nacional de la Sant et des Recherches Medicales), a pedido del ministro de sanidad en respuesta a lo solicitado por asociaciones de pacientes que preguntaban por las eficacias de las distintas teraputicas psicolgicas aceptadas por el ministerio de salud de Francia. Se puede acceder al informe en http://www.inserm.fr/index.php , y se llama: Psychothrapie: Trois approaches values. ]

Y van un poco ms all: hay una vida despus de Freud!, las 6.226 pginas que comporta esa obra colosal contienen numerosas incoherencias y ocasiones en las que Freud tom sus deseos por realidades.

Tomando por demostrado la invalidez terica del psicoanlisis por los resultados que los datos empricos aportaron construyen con el viejo lenguaje freudiano una nueva teraputica psicolgica: quin no ha seguido, atnito por tanta sagacidad, las investigaciones increblemente complejas de este Sherlock Holmes del alma? elemental, querido Watson, es el sexo, siempre, siempre, siempre, se puede en terapia, trabajar sobre un inconsciente no freudiano, se puede uno tambin interesar en la infancia, en la sexualidad, en la historia y en las emociones de cada uno sin adherirse a los conceptos freudianos.

Bajo la consigna los que sufren tienen necesidad de saber la pertinencia y la eficacia de las terapias propuestas, comienza una preeminencia de la idea de la eficacia como control terico de las prcticas psicolgicas.

An sin necesidad de definir si la eficacia es el reflejo de los resultados o la finalidad predeterminada por una lgica, lo cierto es que el psicoanlisis ha entrado en la discusin por la eficacia no tanto por las crticas sino por mrito propio. Su discurso ha incluido la lgica como parte de sus desarrollos y es ah que ha dado lugar a esta absurda confrontacin. Ya que muchas de las apreciaciones que se hacen no son tan negras, o mejor dicho, no debera excluirse el negro del psicoanlisis tal vez deba ser todo lo contrario. Veamos algunas de sus aserciones al respecto y valoremos su pertinencia o no con el psicoanlisis: el procedimiento es perfectamente mezquino, y en cualquier otro terreno se calificara de habladura o calumnia, el psicoanlisis a esto lo llama construccin, el psicoanlisis no es una empresa seria, una de las razones por las que Freud tuvo un eco tan grande, es porque tena un don sorprendente para decir una cosa y su contraria, el psicoanlisis es alrgico a la historia? S, es una buena forma de resumir las cosas.

Lejos de pensar que estas afirmaciones desmienten al psicoanlisis pensara que se aproximan tanto que sugieren lo propio del psicoanlisis que Freud ha insistido. Retomando una cita de Thomas Mann suponen una desvalorizacin terica: la grandeza de Freud resida en esa idea de que eso que llamamos enfermedad es en realidad algo que las gentes hacen, no algo que les sucede. Dando importancia a la construccin de la fantasa para situar el sufrimiento y no en la realidad.

Esta ltima cita contradice fuertemente a B. Russell ya que prevalece el valor que las fantasas toman en el relato y la realidad pierde su poder de verdad. Razn por la que inevitablemente se termina diciendo: acab viendo ms claramente al psicoanlisis como una especie de tragedia, como una disciplina que haba pasado de una ciencia muy prometedora a una pseudo-ciencia muy decepcionante. No habra sido necesario llamarla pseudo[footnoteRef:17] si desde un principio no hubiramos ubicado al psicoanlisis dentro de las ciencias[footnoteRef:18] de la salud. Por otro lado la tragedia no es un lugar al que se llega con el anlisis, sino de donde se parte como destino[footnoteRef:19]. Ver al psicoanlisis dentro de la tragedia no nos aleja de l, ms bien nos introduce en sus especulaciones. [17: Falso, del griego .] [18: Es importante dar cuenta de la necesidad de prestigio semejante al que detentan las ciencias presente tanto en Freud como en Lacan.] [19: Sigmund Freud, El problema econmico del masoquismo, BN, VII, p. 2757. Ac aparece la Moira () griega como una referencia importante en su pensamiento.]

Tampoco yerran cuando en varios captulos se concluye que la eficacia del mtodo psicoanaltico es nula. Es interesante aqu la alusin, de uno de esos captulos, a un prrafo de la conferencia que en 1977 Lacan realiza en Bruselas[footnoteRef:20]: Nuestra prctica es una estafa, embaucar, asombrar a la gente, deslumbrarla con palabras afectadas, o por lo menos eso que se llama habitualmente afectacin [] desde el punto de vista tico, nuestra profesin es insostenible. [20: El 26 de febrero de 1977, Jacques Lacan habla en Bruselas, el texto indito fue transcrito como: Propos sur l'hysterie, por J. Cornet a partir de sus propias y ms fieles notas manuscritas as como tambin las de I. Gilson. Las citas corresponden a las pginas 4 y 16 respectivamente de esta transcripcin.]

No solamente la lgica en tanto que eficaz sino que la tica como horizonte, cuya finalidad sera alcanzar el bienestar, queda inhabilitada al suponer el destino trgico como el mbito propio del psicoanlisis. Desde esta perspectiva las palabras de un terapeuta slo seran siempre la de un impostor. El deseo estara ms all de las palabras[footnoteRef:21]. [21: Ibd., p. 19. Es interesante en este aspecto consultar el pargrafo 18 de la Direccin de la cura o los principios de su poder, en Lacan escritos. Dice: Que la rsistance cet aveu, en dernire analyse, ne peut tenir ici rien que lincompatibilit du dsir avec la parole ]

En esta direccin estn las ltimas, supuestas, crticas al que hacer de los psicoanalistas. Se preguntan por la capacidad de alcanzar: gracias a las interpretaciones del analista, que dice que hay alguna cosa que traducir all donde los principales interesados no saben nada, el sentido de lo inconsciente reprimido.

Y al terminar aparece una pregunta muy oportuna: la nica cosa que permanece constante es la afirmacin del inconsciente, acoplada con la pretensin de los psicoanalistas de interpretar sus mensajes. Las dos van juntas. El inconsciente, por definicin, no se presenta nunca a la conciencia, y no podemos por tanto conocerlo, como explica Freud, ms que cuando lo hemos traducido en consciente. Cmo se opera esta traduccin?

La pregunta es absolutamente pertinente para el psicoanlisis. El planteo es muy simple y reformulndola diramos: cmo nos representamos lo que no tiene representacin? Ante esta disyuncin exclusiva aquellos que construyen el psicoanlisis con la lectura de Lacan no han dejado de insistir con una respuesta afirmativa. Extraviado el psicoanlisis pretendiendo que sus matemas[footnoteRef:22] sean formalizados en una supuesta lgica, son llevados a mostrar su eficacia. [22: Es importante diferenciar el matema de la matesis que es propia de las formalizaciones matemticas.]

Comparto plenamente la frase final: poco a poco, el psicoanlisis se ha convertido en el conservatorio nacional superior de los clichs.

3- Lacan y el campo que dej

Tomar un fragmento de un texto que ha intentado una respuesta al libro negro. Se llama Freud denigrado[footnoteRef:23] y tratar de hacer un dilogo, a modo de ficcin, con el texto: [23: http://www.elpsicoanalisis.net/index.php?option=com_content&view=article&id=129:freud-denigrado&catid=46:numero-37&Itemid=174. En el portal de: El psicoanlisis.net. Revista digital internacional de psicoanlisis dirigida por Carlos Motta (doctor en Psicologa por la Universidad del Salvador, miembro de la Escuela de la Orientacin Lacaniana y de la Asociacin Mundial de Psicoanlisis).]

- El psicoanlisis es o no una ciencia?

- no es una ciencia

- Entonces qu es una ciencia?

- slo hay ciencia de lo universal

- Y el psicoanlisis qu es?

- en lo fundamental una teora y una prctica de lo singular del ser hablante, carece del estatuto de ciencia

- Pero aun as tiene un que hacer el analista?

- S, una tcnica y que consigue producir efectos teraputicos importantes

- Y cmo sabemos de esto?

- Y por supuesto, se consigue demostrar

- Cules son las condiciones para lograr tal efecto?

- Para el efecto, tnganse en cuenta, entre otros hechos, toda la clnica del pase [] que continuamente se hace pblica

- Cul es el error de las ciencias?

- Confundir lo real con lo material y lo existente

- Pero el psicoanlisis qu dira?

- hay un real, que sin ser material, existe, y que sin embargo tampoco es sobrenatural

- Por fin sabemos de qu se trata en un psicoanlisis!

- de lo singular, de aquello que hace la diferencia de cada ser hablante con relacin al semejante y a lo dems existente, accesible slo por la palabra, por el significante

Este dilogo inexistente pone de relieve el lugar donde aun asumiendo que no es una ciencia tiene la pretensin de una eficacia. As tratando de no ser una ciencia, de cierta forma lo es, suponiendo construir con este paso una nueva lgica que d cuenta del procedimiento de la cura. Este es el lugar de su extravo.

4- Lacan sin el campo

Hemos recorrido, parcialmente, cmo las teoras cognitivas conductuales reunidas en el libro negro del psicoanlisis y el campo del psicoanlisis a partir de Lacan giran alrededor de un mismo problema: la efectividad de su teraputica. Nos hemos remontado a la lgica que formaliza esta eficacia. Y de forma no explcita dejamos abierta la pregunta por un acto analtico cuyo devenir no sea el de una lgica.

Sin embargo habamos dejado sin resolucin si la eficacia se verificaba por la sumatoria de resultados de la experiencia o por la finalidad que la misma lgica predetermina deductivamente. Esta disyuntiva es tan antigua como la lgica misma. Corresponde al estudio semntico de la lgica, de sus significados. Qu problemas la semntica abre al estudio de la lgica? Aquellos que tratan de la relacin entre la realidad (o experiencia) y los enunciados propios de la lgica. Tambin llamados problemas entre el referente y el lenguaje.

Surgen as problemas muy curiosos cuando el lenguaje se toma a s mismo como objeto, los lgicos lo llaman problemas de auto-referencia. Enunciados bien formados (legibles en su estructura) pero cuya legitimidad no puede definirse sin llegar a una contradiccin. Si son verdaderos, entonces son falsos y si son falsos, entonces son verdaderos. Los conocemos como paradojas semnticas[footnoteRef:24]. [24: Bertrand Russell, Introduccin, en Tractatus Logico-Philosophicus de Ludwig Wittgenstein, Madrid, Revista de Occidente, 1957, p.9. Russell haba elaborado la teora de los tipos a fin de resolver algunas paradojas lgicas, establece que cada lenguaje tiene una estructura propia respecto a la cual nada puede enunciarse en el propio lenguaje sin llegar a una paradoja; pero puede haber otro lenguaje que trate de la estructura del primer lenguaje, no habiendo lmites en esta jerarqua de lenguajes. Hoy los conocemos como lenguaje objeto y metalenguaje, introducida por Alfred Tarski como solucin a esas paradojas semnticas: ningn lenguaje puede contener su propio predicado de verdad y permanecer consistente. Para hablar acerca de la verdad en un lenguaje y no generar contradicciones, es necesario hacerlo desde un lenguaje distinto, con mayor poder expresivo: el metalenguaje. La paradoja ms antigua es la de Epimnides el cretense: quien dijo que todos los cretenses son mentirosos.]

El desarrollo en lgica de los metalenguajes como solucin a las contradicciones de la auto-referencia dio un apoyo importante a los discursos de la ciencia manteniendo su legitimidad. Otro problema importante, y es de donde parte nuestra discusin, surge al situar a la subjetividad y sus padecimientos como problemas de auto-referencia.

Suponiendo que las teoras psicolgicas fueran cientficas, consistentes con la lgica, podramos verlas como metalenguajes del discurso de un paciente tomado como un lenguaje objeto. Estructuras superiores que resuelven los problemas del lenguaje inferior al igual que como se procede en la lgica. Igualmente el problema de determinar qu teora sera superior a partir de la sumatoria de casos no estara resuelta, ya que la determinacin de eficacia debera apelar a otro lenguaje superior al de la teora, y no al inferior (el del paciente) para su confirmacin del resultado. Llevndonos a una progresin indecidible.

Abandonando la lgica es posible en alguna lectura del psicoanlisis no pretender del discurso del paciente, otro de grado superior que resuelva sus contradicciones. Situndonos ya no ante una estructura formal (el hablar del paciente) sino frente al vaco que invoca su propia fractura[footnoteRef:25]. El relato de ficcin que se invoca en esa fractura no tiene la pretensin de sutura. Perdiendo as su finalidad y eficacia. [25: En lgica representara la alteracin del principio de no-contradiccin.]

Postular que no hay metalenguaje implica una prdida de la determinacin tica: el bien-estar.

Lacan en el ttulo del seminario 19[footnoteRef:26] seala con puntos suspensivos el sitio de un vaco: o peor. Es una forma con que la escritura nos ayuda a lo que el lenguaje no puede enunciar en tanto que ah, por ser vaco, la negacin debera ser radical. [26: Jacques Lacan, El Seminario, libro 19, o peor, Buenos Aires, Paids, 1981.]

Hay un decir que (mal) representa los tres puntos gramaticales en tanto son un alivio pero al mismo tiempo un equvoco, la ausencia del verbo inhibe el sentido de la proposicin.

Si no hay metalenguaje, no hay relacin que resuelva para el sujeto su pregunta. Lacan expone este argumento como no hay relacin sexual[footnoteRef:27] y si quisiramos hablar de eso, sera: peor. No es un medio decir[footnoteRef:28] de la verdad, no estamos en la mitad de algo, es el vaco de verdad. [27: Ibd., p. 18. il ny a pas du rapport sexuel en el original.] [28: Ibd., p. 12. mi-dire en el original.]

Al estar el paciente excluido del medio decir de la verdad slo le queda hablar, esto es, empeorar. No hay relacin sexual marca el vaco de la palabra de alcanzar su sentido.

El problema de suponer que el psicoanlisis es consistente con la lgica es que ella deviene en un discurso que debe decir de sus prosdiorismos[footnoteRef:29], es decir, sus eficacias. Y es justamente este principio lgico que aquellos que estn involucrados en el psicoanlisis, de un lado como del otro, buscan para justificar su prctica. Prefiero sin razones lgicas pensar en la disposicin al anlisis como una modalidad de su contingencia. [29: Determinaciones deductivas dentro de una estructura lgica.]

Con lo que nos separamos definitivamente de la ciencia, pero tambin de las eficacias, esto es, de los resultados que siempre son vacos.

5- Metfora y digresin

Est consagrado a lo mismo, ni ms ni menos, que al diario de Luis XVI, cuyo contenido sucesivo era, segn dicen: Hoy, cacera; al da siguiente: nada[footnoteRef:30] (rien); al otro da: cacera. No contiene nada, pero si como dice Cicern, las cartas ms fciles son las que no tratan de nada, a veces la vida ms pesada, es la que no trata de nada.[footnoteRef:31] [30: Rien en el original.] [31: Sren Kierkegaard, Etapas en el camino de la vida, Culpable? No culpable?, Buenos Aires ,Santiago Rueda Editorial, 1951, p.406.]

Lo curioso de este antiguo relato, retomado por Kierkegaard, es que el da en que el rey escribe en su diario nada, corresponde a un acontecimiento muy significativo en la historia de Francia: es la toma de la Bastille, el 14 de julio de 1789.

El libro de Kierkegaard, Etapas en el camino de la vida, consta de tres captulos y cada uno ilustra una etapa (o aspecto) de la vida del hombre. Comienza In vino veritas describiendo el aspecto esttico, que comprende la representacin, la fantasa, y el placer de lo particular; sigue con Palabras sobre el matrimonio, es el aspecto tico, la responsabilidad ante la ley y el deber ante lo universal. Y por ltimo Culpable? No culpable?, que comprende el aspecto religioso. Las interrogaciones que padecen sus personajes en este estadio son disyuntivas, paradojales, son oxmoron existenciales. Un mbito de conflictos que al mismo tiempo son parte de conflictos amorosos del propio Kierkegaard. Pero lejos de ser una simple ancdota de su vida ntima nos habla de un encuentro entre la finitud de la culpa y lo infinito de la culpabilidad como inasible.

Pero este encuentro lejos de ser trascendente al hombre, es ah, atrapado en una realidad que no puede comprehender su existencia[footnoteRef:32]. [32: En trminos de Heidegger diramos: ex-sistire. Particular bance de la existencia.]

Volvamos a Luis XVI. Pero no en cuanto a su diario ntimo, sino a su vida ntima. Las investigaciones histricas refieren a una intrincada sexualidad con Mara Antonieta. En la historia tejida se encuentra desde estrechez vaginal, mal formacin del pene del rey con sugerencias de operaciones, e infinitas historias de infidelidades. Es interesante que en la historia de la revolucin francesa este curioso y trgico affaire de la sexualidad real sea an una dificultad para la construccin de su relato.

En Freud tenemos una dificultad en el relato en 1936 cuando le escribe a su amigo Romain Rolland una breve carta: una perturbacin del recuerdo en la Acrpolis. Aqu, comenta Freud, que el tiempo y el espacio pueden sufrir alteraciones en la conciencia que no se condicen con la lgica: una sensacin de extraeza[footnoteRef:33]. La misma que supone un pensar entre lo finito y lo infinito. [33: Entfremdungsgfuhl en el original. Entfremdung: distanciamiento, alienacin; y Gefhl: sensacin.]

Partimos de la nada pasamos por un acontecimiento y llegamos a la sexualidad.

Borges en unas charlas en Harvard en 1966 sobre el arte potica dice:

Le una vez que el pintor Whistler estaba en un caf de pars y la gente discuta el modo en que la herencia, el ambiente, la situacin poltica del momento y cosas por el estilo influan en el artista. Y entonces Whistler dijo: El arte sucede. Es decir hay algo de misterioso en el arte. Me gustara tomar sus palabras en un sentido nuevo. Yo dir: El arte sucede cada vez que leemos un poema[footnoteRef:34] [34: Jorge luis Borges, Arte potica, Barcelona, Editorial Crtica, 2001, p.21.]

Por ltimo dira que: el anlisis sucede cuando su escritura hace imposible su lectura.