El nazismo

1.- El nacimiento del nazismo

El NSADP (Partido Nacionalsocialista de los Trabajadores Alemanes) nace en 1919 de la mano de un mecánico ferroviario. Ese mismo año se afilia a él Adolf Hitler, excombatiente de la I Guerra Mundial, que 4 años después, tras asegurarse el control del partido, lidera el fracasado putsch de la cervecería de Munich (1923).

Hitler acaba en prisión, donde escribe las bases ideológicas del nazismo en su libro Mein Kampf (Mi lucha). Durante los años 20 el partido no tendrá apenas significación alguna, pero es esta época en la que se forma su núcleo dirigente: Göering, Strasser, Röhm y Hess.

1.1.- ¿El nazismo como consecuencia de la I Guerra

Mundial?

El nazismo aparece en una época en

la que los movimientos totalitarios fascistas están en auge en Europa: la Italia de Mussolini, la España de Primo de Rivera, la Hungría de Horthy, etc. En el momento del ascenso nazi, Alemania era una débil democracia conocida como República de Weimar, que no pudo resistir los desafíos de su tiempo.

La grave crisis económica de 1929 golpeó brutalmente al país, principal potencia industrial del continente. La deuda contraída por los alemanes en concepto de reparación de guerra ponía en jaque a una economía que tenía que soportar un paro de 7.000.000, más de la tercera parte de la población activa.

La hiperinflación del marco empobreció a la clase media, al tiempo que las medidas de austeridad de Brüning (1930) afectaron sobremanera a la clase obrera. El empobrecimiento social era el caldo de cultivo perfecto para las tendencias políticas autoritarias que, como los nazis, prometían un nuevo auge de la economía.

Lo cierto es que en Alemania existía un cierto sentimiento de humillación por el alto precio de la derrota, en especial por la ocupación de tropas francesas de Renania, la principal región industrial del país, que se declaró desmilitarizada. Los nazis supieron explotar muy hábilmente este sentimiento para llevar a cabo su proyecto político.

2.- Ideología del nazismo

La ideología nazi descansaba en una serie

de pilares básicos:

- Caudillaje. Hitler establece el principio de caudillaje (Fürherprinzip) dentro del partido, en el que el líder (Fürher) tiene un control absoluto.

- Racismo: el nazismo es un partido abiertamente racista, en el que los arios, grupo étnico al que pertenecen los alemanes, se considera que es superior a las demás razas. Sin embargo, destaca por su antisemitismo, un visceral odio a los judíos por considerarlos no sólo inferiores, sino también responsables de la derrota alemana en la I Guerra Mundial. Los nazis llevarán su antisemitismo al extremo de condenar a 6.000.000 de judíos y de otras etnias a una muerte atroz en los campos de concentración (la llamada Solución Final).

- Autoritarismo. El nazismo desprecia la democracia, abogando por la implantación de un férreo sistema dictatorial liderado por el Fürher.

- Lebensraum: la idea del “espacio vital” alemán. Los nazis consideraban que los espacios de Europa central habitados por alemanes, en especial Austria, debían unirse al III Reich alemán. Esto justificaba su expansionismo y el belicismo del que hacían gala, al considerar que estaban en si derecho a controlar el lebensraum al coste que fuera.

- Anticomunismo. Los nazis eran enemigos de las tendencias izquierdistas en general, pero en especial del comunismo. Supieron explotar el miedo de la ciudadanía a que Alemania se convirtiera en un régimen comunista tras los hechos de 1919.

- Revisionistas del Tratado de Versalles. Los nazis consideraban que Alemania había sido humillada por los aliados en los Tratados de Versalles que pusieron fin a la I Guerra Mundial. Supieron aprovechar la sensación de humillación existente entre la población alemana para crear un ambiente de revancha que les ayudó en sus planes belicistas.

3.- Organización política del partido nazi

Era un partido muy jerarquizado:

a la cabeza estaba el Fürher, rodeado de un pequeño grupo dirigente. En el siguiente escalafón estaban los 34 gauleiter o responsables locales.

Las S.A., dirigidas por Röhm, constituían la sección paramilitar nazi. Realizaban demostraciones de fuerza y no dudaban en emplear la violencia para amedrentar a los enemigos de Alemania.

Existieron también las Juventudes Hitlerianas, en las que los niños recibían una educación dogmáticamente nazi.

4.- Los nazis alcanzan el poder

En las elecciones de 1930 los nazis logran que el 18%

del electorado les vote, obteniendo 107 diputados que les convirtieron en la segunda fuerza del Reichstag, el parlamento alemán.

El apoyo electoral seguirá aumentando hasta las elecciones de 1933, en que Hitler logra hacerse con la cancillería alemana, si bien los nazis no alcanzaron la mayoría absoluta. Los nazis lograron su victoria en parte gracias a prácticas legales pero, sobre todo, gracias a la presión ejercida en la calle mediante paradas militares, grandes concentraciones y violencia callejera. El 30 de enero de 1933, el presidente Hindenburg nombra a Hitler canciller de Alemania. La democracia alemana acababa de morir.

5.- El régimen nazi 5.1. La transformación de Alemania en una dictadura

Tras la llegada, más o menos

democrática, de los nazis al poder, estos emplearon sus primeros meses en el gobierno para establecer una dictadura: en marzo de 1933, y con el pretexto de mantener el orden tras el incendio del Reichstag, presuntamente provocado por comunistas, el Hitler recibía poderes extraordinarios, se ilegalizaba el partido comunista, seguido por los demás partidos poco tiempo después, y se proclamó al Partido Nazi como único partido alemán.

En la noche de los cuchillos largos (30 de Junio de 1934), Hitler decidió acabar con su cada vez más molesto y contestatario grupo paramilitar, las S.A., asesinándolos. Así se afianzaba aún más su poder dentro del partido.

5.2. Antisemitismo y persecución política

También aumentó la presión sobre los

judíos. Goebbels, ministro de propaganda, comenzó una política de hostigamiento estatal antisemita que se tradujo en el boicot a establecimientos regentados por judíos, hasta llegar a una brutal limitación de derechos que incluían la humillante orden de tener que llevar un distintivo de su condición de hebreos. Un importante punto de inflexión será la Noche de los cristales rotos, en la que se ejerció un auténtico pogrom contra los judíos alemanes, matando a miles y saqueando los negocios.

La represión ideológica del régimen nazi puede calificarse como de política del terror, que llevó a cabo la Gestapo (Policía política) y las S.S. Antes de la II Guerra Mundial, se calcula que había en Alemania unos 350.000 detenidos por motivos ideológicos. Muchos alemanes recurrieron al exilio como vía de escape al nazismo.

5.3. Economía

En economía,

plantearon la autarquía económica alemana apoyando a la industria pesada y química, y también mediante un ambicioso programa de construcción de autovías, las Autobahn. La industria bélica logró un desarrollo exponencial debido al belicismo nazi y al rearme alemán.

5.4. Política exterior

En política exterior, Hitler

apostó por una postura claramente agresiva con la que pretendía mostrar la fuerza de la nueva Alemania. Se buscaba la revisión del Tratado de Versalles y la aplicación de las ideas del pangermanismo. Así, abandonó la Sociedad de Naciones, ocupó la zona desmilitarizada de Renania y, siguiendo con las ideas del Lebensraum, se anexionó Austria y la parte checa de Checoslovaquia, todo ello con la anuencia de las potencias democráticas, que deseaban evitar un conflicto bélico.

Por el este, y a pesar del profundo odio que el nazismo sentía por el comunismo, en 1939 firmó un pacto con la URSS de no agresión en el que se negoció, entre otras cuestiones, el reparto de Polonia. Sin embargo, sus apetencias expansionistas significarán el principio del fin del nazismo, ya que los aliados (Francia y Reino Unido) no estaban dispuestos a comprometer la integridad de Polonia entregándole a Hitler la ciudad de Danzig. Las ambiciones nazis serán la causa de la II Guerra Mundial, el mayor conflicto bélico de la Historia de la Humanidad.