El ariari en la sin salida analisis electoral 2003 2006

El Ariari en la sin salida: análisis comparado de las elecciones 2003 y 2006

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AnálisisAnálisisAnálisisAnálisis comparado de las eleccionescomparado de las eleccionescomparado de las eleccionescomparado de las elecciones 2003 y 20062003 y 20062003 y 20062003 y 2006

Emilio García GutiérrezEmilio García GutiérrezEmilio García GutiérrezEmilio García Gutiérrez

Villavicencio JulVillavicencio JulVillavicencio JulVillavicencio Julio de 2006io de 2006io de 2006io de 2006


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Emilio Emilio Emilio Emilio GarcíaGarcíaGarcíaGarcía GutiérrezGutiérrezGutiérrezGutiérrez

1. Presentación1. Presentación1. Presentación1. Presentación Este documento está dedicado a analizar el resultado electoral de las elecciones en el Ariari en los años del 2003 y 2006 y las perspectivas que a partir de este acontecimiento se abren en el Meta. Este articulo de opinión expresa una opinión y se detiene a considerar la estructura del voto obtenido por los diferentes candidatos, y se acompaña de otras reflexiones históricas que también intentan dar cuenta sobre lo sucedido. Puede advertirse, sin embargo, más allá de las diferencias, una preocupación por los temas de la democracia y la inclusión. A través de una perspectiva comparada con las elecciones del 2003y 2006, buscamos marcar claramente cuanto se han modificado los patrones de comportamiento del electorado en el Ariari, haciendo algunos “zoom” en zonas particulares, No podemos dejar de hacer notar que en los recientes comicios se hicieron evidentes las profundas divisiones sociales existentes en el Meta, gravitando en las opciones políticas tomadas por los ciudadanos. Así como un clima a veces explícito, otras soterrado de intolerancia o de discriminación. Nos cuesta imaginarnos todavía como una comunidad política en la que cada uno tiene sus derechos y su lugar. Esta tarea exige un compromiso. Sin tregua. El artículo en la segunda sección presenta los resultados electorales en el Meta en las elecciones para Gobernador durante el año 2003 y en el año 2006 para la Cámara de Representantes, y en los capítulos tres y cuatro centra el análisis y en la Región del Ariari con sus correspondientes subregiones (Alto, Medio y Bajo Ariari). 2222. . . . EleccionesEleccionesEleccionesElecciones en el Meta en el Meta en el Meta en el Meta 2222.... 1.1.1.1. Gobernación Gobernación Gobernación Gobernación 2004200420042004----2007 2007 2007 2007

En las elecciones para Gobernador realizadas el 26 de octubre de 2003 participaron 222.306 ciudadanos con un porcentaje del 52,67%, y se alcanzaron 209.717 votos válidos, 5.624 votos en blanco, 3.171 votos nulos y 9.418 tarjetas no marcadas. Participaron en la elección cinco candidatos (Edlberto Castro Rincón, Euser Rondon Varga, Manuel Aldana García, Víctor Ramón Baquero, Alejandro Baquero Nariño), que sumaron 204.093 votos validos. La votación final favoreció a Edilberto Castro Rincón, del Partido Cambio Radical Colombiano con 99.106 votos (47,26%), seguido de Euser Rondon del Movimiento Equipo Colombia con el 44,54% (93.403 votos), Manuel


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Aldana García del Partido Verde Oxigeno 8.227 votos (3,92%) ,Victor Ramón Baquero del Movimiento Nacional con 2.651 votos (1,26%) y finalmente Alejandro Baquero Nariño del Movimiento Formamos Ciudadanos con 706 votos (0,34%) (Grafica 1). Gráfica 1. Votación por partido político para la Gobernación del departamento del Meta 2004-2007 (porcentaje).

En estas elecciones el Gobernador del Meta, Luis Carlos Torres, apoyó ampliamente la candidatura de Edilberto Castro del Partido Cambio Radical, al igual que los cinco diputados que por este Partido habían logrado su elección para la Asamblea del Meta meses atrás. Por su parte Euser Rondon, contó en esta contienda con el apoyo del Movimiento Equipo Colombia, respaldado por el alcalde de Villavicencio, Omar López Robayo y de algunos sectores del Partido Conservador localizados en los municipios del Alto Ariari. El candidato Euser Rondon, se había desempeñado anteriormente como alcalde del municipio de El Dorado, y contaba con el respaldo de Henry Beltrán exalcalde del municipio de Lejanías; ellos dos y otros dirigentes de esta subregión habían impulsado años atrás la Asociación de Municipios del Alto Ariari - AMA -.

Esta contienda electoral permitía identificar ampliamente dos sectores: uno organizado alrededor de Luis Carlos Torres como cabeza visible, de Cambio Radical apoyado por German Hernández Aguilera, senador de la República del mismo movimiento y la mayoría de los diputados del Meta; el otro sector organizado por Omar López Robayo, German Velásquez Suárez, Euser Rondon, Jaime Ramírez Contreras y sectores identificados como paramilitares por parte de la sociedad.

Equipo

Colombia46%

Verde

Oxígeno4%

Formamos

Ciudadanos0%

Movimie ntoNacional

1%

Cambio

Radical49%


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Eúser Rondón triunfo en los municipios de Villavicencio, Acacias, Cubarral, El Dorado, El Castillo y Lejanías. La mayor votación en Villavicencio se explica por el apoyo recibido del alcalde, López Robayo (q.e.p.d.); en Acacias el candidato Euser Rondon, contó con el apoyo de su familia y especialmente de la hoy Representante a la Cámara por el departamento del Meta Fabiola Olaya de Rondon; en los municipios del Alto Ariari, cuna del AMA, el apoyo como se esperaba se manifestó ampliamente en las urnas. En los restantes municipios el triunfo correspondió al gobernador electo para el periodo 2004-2007 Edilberto Castro Rincón. 2222.2..2..2..2. LLLLas elecciones para la Cámara de Representantes as elecciones para la Cámara de Representantes as elecciones para la Cámara de Representantes as elecciones para la Cámara de Representantes 2006200620062006----2010201020102010

Los resultados electorales para la Cámara de Representantes en el Meta arrojaron un triunfo para Fabiola Olaya (viuda de Euser Rondon Vargas), con 18.315 votos seguida de 14.389 de Miguel Ángel Galvis, 14.317 para Jorge Carmelo Pérez, 12.951 para Eduardo Gómez Díaz y 10.590 para Omar Armando Baquero (Grafica 2). Gráfica 2. Principales resultados electorales para la Cámara en el Meta, 2006

18315

14389

14317

12951

10590

9816

5565

4348

4130

3918

0 2000 4000 6000 8000 10000 12000 14000 16000 18000 20000

Fabiola Olaya

Miguel Ángel Galvis

Carmelo Pérez

Eduardo Gómez

Omar Armando Baquero

Germán Velásquez

Oscar Julián Ruiz

Jaime Rodríguez

Henry Ladino

Juan Manuel Caballero

Estos resultados permitieron que las tres (3) primeras votaciones lograran colocar los representantes a la Cámara por el departamento del Meta. Otros políticos tradicionales en el departamento no contaron con el respaldo necesario para alcanzar la credencial necesaria para la Cámara; entre ellos German Velásquez Suárez, que llego a 9.816 votos cifra muy baja si compara con más de 30.000 votos que logró en las elecciones del 2003.


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Convergencia Ciudadana, presento 3 candidatos para las elecciones de la Cámara, sumando 35614 votos. Fabiola Olaya, viuda del excandidato a la Gobernación del Meta Euser Rondon Vargas, alcanzo 18.315 votos; Eduardo Gómez Díaz, obtuvo 12.951 sufragios, y Jaime Rodríguez Contreras, con una baja votación de 4.348 votos. Esta lista recogió las banderas del Euserismo, y consolido su votación especialmente en las subregiones de Piedemonte Centro (7.209), Alto Ariari (1.918) y Villavicencio (16.896)). Fabiola Olaya en Villavicencio alcanzó el 49.24 de su votación departamental, Acacias le reporto el 7,42%, Castilla el 6,21%, Puerto Rico el 4,41%, Granada el 4,00%, El Dorado el 3,46%, Guamal el 3,81%, y Cubarral el 2,71%. En primera instancia se puede observar que se conserva la tendencia electoral de la votación de Euser Rondon, en los municipios del Piedemonte metense y el Alto Ariari. Por su parte Eduardo Gómez Díaz, antiguo diputado del movimiento político del exgobernador y secuestrado por las FARC, Alan Edmundo Jara Urzola, establece en estas elecciones su cauda electoral en Villavicencio y los municipios conservadores donde Convergencia Ciudadana hizo presencia física y económica en estas elecciones tal es el caso Villavicencio con el 39,33%, Acacias, que contribuyó con el 18,80% de su votación, Cumaral con el 6,26%, Restrepo con el 3,50%, y Guamal con el 1,45%. Municipios tradicionalmente liberales contribuyeron con este candidato con una votación significativa en Granada con el 8,58%, San Martín 2,71% y San Juan de Arama 1,49%. El tercer candidato por Convergencia Ciudadana a la Cámara, fue el abogado conservador Jaime Rodríguez Contreras, quien reporto 4.348 electores a su favor, de los cuales el 64% lo hicieron en Villavicencio. Otros municipios también conservadores, le brindaron respaldo a su nombre: Acacias 10.55%, Guamal 4,36%, Restrepo 3,21%, Cumaral 2,11% y Cubarral 3,17%. En el Ariari solo Granada le aporto 68 votos en su aspiración electoral. El Partido Conservador Colombiano se presentó a este debate, con la lista encabezada por Juan Manuel Caballero, quien al final alcanzó 3.918 sufragios. Vale la pena anotar que otros conservadores apoyaron las listas de Omar Armando Baquero, Fabiola Olaya, Olegario Mancera y Jaime Rodríguez Contreras. El Partido Liberal, unificó sus listas en cabeza de Henry Ladino que al final sumo 4.130 votos, logrando el 49,46% de esta votación en Villavicencio (Grafica 3). Es posible que algunos de los votos liberales se hallan decidido por acompañar a Jorge Carmelo Pérez antiguo dirigente del Partido Liberal en el Meta y representante a la Cámara anteriormente por esta colectividad. Hoy en día el doctor Pérez Alvarado se encuentra vinculado al Partido de la U. 3333. . . . Dos elecciones en Dos elecciones en Dos elecciones en Dos elecciones en El Ariari El Ariari El Ariari El Ariari


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La colonización del Ariari, como la del Guayabero, se inició a raíz de la crisis hacendaría que se produjo en la amplísima región del Sumapaz y al sur del Tolima. Abarcó inicialmente la extensa región bañada por el río Ariari. Esta región se prolonga en sus primeros kilómetros de recorrido hasta la confluencia con el río Güejar, llevando su influencia hasta áreas aledañas a la reserva de la Macarena en el sur, hacia el suroriente hasta la desembocadura en el Guaviare y hacia el Occidente hasta las proximidades de la desembocadura del río Duda en el Guayabero1. Para efectos de la intervención territorial del departamento la región del Ariari fue subdividida en tres subregiones, Alto, Medio y Bajo Ariari. Esta organización territorial se definió con base en la caracterización subregional propuesta en la construcción de la Visión y Plan Estratégico Meta 2020, Gobernación del Meta-Corpometa, diciembre de 2003. Los cuatro municipios que integran la subregión del Alto Ariari, San Luís de Cubarral, El Dorado, El Castillo y Lejanías, se localizan sobre las estribaciones y piedemonte oriental de la cordillera Oriental de los Andes. En el año 2006 la población de la Subregión del Alto Ariari asciende a 45.071 y representa el 5.82% de la población total del departamento (DANE). Lejanías es el municipio de la subregión con mayor población ya que cuenta con el (44%) del total de esta, seguido por el municipio de El Castillo quien a su vez representa el (33%) del total de la subregión. Gráfica 3. Votación para la Cámara en el municipio de Villavicencio, 2006

90198364

7071

54555099 4834

4203

0

1000

2000

3000

4000

5000

6000

7000

8000

9000

10000

FabiolaOlaya

GermánVelásquez

MiguelÁngelGalvis

CarmeloPérez

EduardoGómez

OmarArmandoBaquero

OscarJulián Ruiz

1 García Gutiérrez, E. Apuntes para el estudio de la propiedad rural en el Meta. CEDER, Villavicencio, 1996. p.36


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4444. . . . Dos eleDos eleDos eleDos elecciones en cciones en cciones en cciones en El El El El Ariari:Ariari:Ariari:Ariari: 2003 y 20062003 y 20062003 y 20062003 y 2006 La colonización del Ariari, como la del Guayabero, se inició a raíz de la crisis hacendaría que se produjo en la amplísima región del Sumapaz y al sur del Tolima. Abarcó inicialmente la extensa región bañada por el río Ariari. Esta región se prolonga en sus primeros kilómetros de recorrido hasta la confluencia con el río Güejar, llevando su influencia hasta áreas aledañas a la reserva de la Macarena en el sur, hacia el suroriente hasta la desembocadura en el Guaviare y hacia el Occidente hasta las proximidades de la desembocadura del río Duda en el Guayabero2. Para efectos de la intervención territorial del departamento la región del Ariari fue subdividida en tres subregiones, Alto, Medio y Bajo Ariari. Esta organización territorial se definió con base en la caracterización subregional propuesta en la construcción de la Visión y Plan Estratégico Meta 2020, Gobernación del Meta-Corpometa, diciembre de 2003. Los cuatro municipios que integran la subregión del Alto Ariari, San Luís de Cubarral, El Dorado, El Castillo y Lejanías, se localizan sobre las estribaciones y piedemonte oriental de la cordillera Oriental de los Andes. En el año 2006 la población de la Subregión del Alto Ariari asciende a 45.071 y representa el 5.82% de la población total del departamento (DANE). Lejanías es el municipio de la subregión con mayor población ya que cuenta con el (44%) del total de esta, seguido por el municipio de El Castillo quien a su vez representa el (33%) del total de la subregión. La presencia de grupos armados ilegales y su lucha territorial, la presión económica y social que ejercen estos mismos grupos a la población civil campesina para financiar y fortalecer sus filas, no sólo ha provocado la migración de pequeños y medianos productores agropecuarios hacia la capital del país, sino también a poblaciones intermedias como Granada y Villavicencio. En lo que va corrido del año, se han recepcionado cinco hogares en Cubarral, tres en El Dorado, cinco en El Castillo y seis en Lejanías. En cuanto a la expulsión se han registrado hasta ahora 4, 1, 13, y 4 hogares en los mismos municipios respectivamente (Red de Solidaridad Social). La Subregión del Medio Ariari está al sur occidente del Departamento y la integran los municipios de Granada, Fuentedeoro, San Juan de Arama y San Martín En busca del mejoramiento de la calidad de vida, cada año el desplazamiento de los habitantes de la zona rural a la urbana se incrementa. Entre 1995 y el año 2006 la población creció en la zona en 24.621 habitantes. Para el año 2006 la población de la Subregión del Medio Ariari asciende a 101.844 y representa el 13,17% de la población total del departamento (DANE).

2 García Gutiérrez, E. Apuntes para el estudio de la propiedad rural en el Meta. CEDER, Villavicencio, 1996. p.36


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En la actualidad, los cascos urbanos de los municipios de Granada y San Martín concentran la mayoría de la población, en Granada 79,7% y en San Martín 78,3%. A diferencia de Granada y San Martín en Fuentedeoro y San Juan de Arama la mayoría de la población se concentra en la zona rural: Fuentedeoro con el 67,1% y San Juan de Arama 79,3%. El Bajo Ariari está conformada por los municipios de Puerto Rico, Puerto Concordia, Puerto Lleras y Mapiripán localizados al sudeste del Meta en límites con los departamentos del Vichada y Guaviare. Los municipios que conforman esta subregión se encuentran clasificados en la categoría 6. El más antiguo es Puerto Lleras y los más recientes son Mapiripán, y Puerto Concordia. El municipio de mayor extensión es Mapiripán con 11.400 Km2, cuenta con 8 inspecciones y 41 veredas, pero se constituye en el más alejado de la capital; el más cercano es Puerto Lleras a 146 Km. El municipio de menor extensión es Puerto Concordia y además presenta mayores problemas de rentas propias. Puerto Rico esta conformado por 45 veredas El Ariari como sociedad agraria vivió un período de acelerado desarrollo y modernización de su organización social y económica, gracias a las altísimas rentabilidades económicas que le produjo la producción del algodón, el arroz y la coca; pero a partir de los años noventas ha venido presentando un agudo proceso de involución económica y social, producto del colapso internacional de los precios de estos productos. Golpeada por la violencia de la guerrilla y más tarde por la violencia paramilitar, esta sociedad se ha mostrado significativamente limitada para estructurar una acción colectiva que le permita hacer frente, de manera exitosa, a estos tipos de violencia. En dicho escenario y ante una elite económica profundamente debilitada y sin mayor capacidad para estructurar alianzas, el paramilitarismo en el Ariari surgió caracterizado por la autonomía y la conducta oportunista de sus comandantes, y por la organización de una violencia que inicialmente desplegó todas las características de un capitalismo de aventureros. Es decir, a la par con el enfrentamiento a la guerrilla, ha sido un paramilitarismo dedicado al uso indiscriminado del terror, la coerción, la expropiación, combinado con el narcotráfico. El fin inmediato ha sido el de acumular de manera rápida, no para cambiar el orden social o establecer una burguesía modernizante, sino para reproducir formas tradicionales propias de una economía ganadera extensiva. Ha sido una forma de elección racional fundada también en costumbres y hábitos propios de una sociedad ganadera atrasada que presenta una estructura social polarizada y agudos niveles de inequidad y de pobreza. En este sentido, el paramilitarismo ha sido considerado como un medio de imponer instituciones que finalmente son el producto de conflictos entre distintos agentes alrededor de la producción y la venta de la droga, la posesión de la tierra entre latifundistas y campesinos, o como un medio para controlar la coerción y extracción de recursos a los grupos acomodados del campo por parte de la guerrilla (Alejandro Reyes, 1994).


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La historia reciente muestra que “En el año de 2002 el Premio Nacional de Paz le fue otorgado a la Asociación de Municipios del Alto Ariari, conformada por El Castillo, El Dorado, Cubarral, Lejanías, San Martín y Fuente de Oro, municipios del departamento de Meta. Lo que nunca sospecharon los gestores del Premio Nacional de Paz es que estaban avalando un proceso de paramilitarización creciente,… con el respaldo de ser declarada la región "territorio de paz". Cuando se entregó el Premio Nacional de Paz a los municipios del Alto Ariari, se llamó a no caer en la celada del paramilitarismo. Allí no había ningún territorio de paz sino la presencia de las AUC. Lo comprueban los hechos: en la región continúan los asesinatos de líderes cívicos, agrarios y populares por fuera de la influencia de los partidos tradicionales”. (Hernando López, 2004). La Iglesia Católica también informo públicamente acerca de la situación vivida en estos años en el Ariari. El 26 de Noviembre de 2004, la Iglesia en Granada publico el siguiente documento y reconociendo su vocación profética dejo constancia de algunos hechos: “1. La presencia de “civiles armados” de la estrategia paramilitar en los cascos urbanos de El Dorado, San Martín, Cubarral, Granada, El Castillo, Medellín del Ariari, Lejanías, Fuentedeoro, Vistahermosa, ejerciendo el control de la población en los retenes a la entrada y salida de los pueblos, el control sobre las obras públicas (luz, agua, vías, etc...), obliga a los moradores a mantener un bombillo prendido, durante la noche, un bombillo a la calle so pena de multa o trabajo forzado. 2. Patrocinar el viaje de centenares de campesinos, jóvenes y adultos, algunos ingenuamente llevados a Bogotá para apoyar a los jefes paramilitares el día que hablaron ante el Congreso de la Republica, ofreciendo dinero y comida, esta tarea puesta en marcha por las administraciones municipales en coordinación con los “civiles armados” que mantiene el control sobre la población urbana y rural. 3. Paramilitares que asisten y participan en encuentros, jornadas escolares, en reuniones con el AMA (Asociación de Municipios del Alto Ariari) no solamente como observadores sino como “gestores” de iniciativas supuestamente civiles en coordinación con las administraciones municipales. 4. Compra de base de coca por parte de paramilitares a los campesinos, ejercen el control de la entrada de insumos necesarios para su producción a los ojos y complicidad de las autoridades militares, judiciales, policiales y políticas de los municipios. 5. Los “civiles armados” ejercen funciones de policía, ejecutan acciones de pillaje, tortura, asesinatos y amenazas, mientras los agentes de policía juegan cartas, toman gaseosa o coquetean con las colegialas en las esquinas de los pueblos… 6. “Civiles armados” de la estrategia paramilitar establecen retenes donde registran los nombres de las personas, detienen, desaparecen, asesinan y restringen el paso de alimentos a las veredas de la parte montañosa.


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7. Retenes militares con “civiles armados” que acusando injustamente a los campesinos, se tortura física y sicológicamente a niños, jóvenes, adultos, se realizan detenciones sin orden judicial y ejecuciones extrajudiciales 8. “Civiles armados” que controlan y ejercen su autoridad sobre las Juntas de Acción Comunal que, utilizándolas y amenazándolas les exigen que públicamente y por escrito les den gracias por supuestas obras que ellos han realizado para el beneficio comunitario”. 4.1. El Alto Ariari: se mantiene el Euserismo 4.1. El Alto Ariari: se mantiene el Euserismo 4.1. El Alto Ariari: se mantiene el Euserismo 4.1. El Alto Ariari: se mantiene el Euserismo El Alto Ariari es una subregión conformada por cuatro municipios dos de ellos de alta raigambre conservadora (Cubarral y El Dorado) y fundados años atrás como bastión político para defender a la capital Villavicencio del posible avance de los cachiporros (liberales). Los otros dos municipios (El Castillo y Lejanías) fueron fundados bajo la influencia de campesinos liberales. La mayoría de los habitantes de estas localidades en los años 50 provenían de los departamentos donde la violencia política bipartidista había dejado una onda huella (Tolima, Huila, Caldas y Santander), y otros llegaron a la región con las columnas de marcha organizadas por Manuel Marulanda Vélez. Geográficamente la subregión se puede considerar como nacimiento de la mayoría de los ríos que van a desembocar kilómetros adelante en el gran Orinoco, por lo cual la mayoría de sus suelos son de origen aluvial y presentan buenas características químicas para la agricultura. Es de anotar que parte del territorio de los municipios de la subregión están localizados en las estribaciones de la cordillera Oriental. Esta característica y la experiencia de este primer núcleo de colonos dio origen al desarrollo de una caficultura campesina constituida por pequeños predios que además de este producto encontraron en el café, el plátano y el maíz los medios de subsistencia para establecerse en estas tierras. Durante los años 60 y 70 los productos mencionados fueron la principal fuente de ingreso de los campesinos y alrededor de éstos se organizó el comercio local (almacenes de agroquímicos, Caja Agraria, Cooperativas, Compraventa de café y cacao, comercio en general y cantinas). Paralelamente a este proceso productivo se fue dando el proceso social, organizativo y político, que tuvo su mayor desarrollo en los municipios de El Castillo y Lejanías donde una amplia mayoría de los concejales eran militantes de la Unión Patriótica. El proceso productivo se fue deteriorando poco a poco ante la crisis del café y del cacao ocasionada por los bajos precios, la presencia de plagas y enfermedades (roya, broca, moniliasis), la falta de investigación para brindar alternativas a la producción campesina y el desinterés del Estado por atender estos sectores al iniciarse la década del 90 y el país iniciar un proceso de apertura económica. El proceso organizativo político se trunco a partir del genocidio de los militantes de la Unión Patriótica, muchos de ellos dirigentes campesinos de las localidades de El Castillo, Medellín del Ariari y Lejanías. De esta manera el esfuerzo que el Estado había brindado en la década anterior por intermedio de programas como el DRI y el


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Plan Nacional de Rehabilitación se perdieron. Esta situación llevó a que en la subregión desaparecieran las formas asociativas legales de los campesinos y se iniciara al final de la década del 90 un reacomodamiento político por parte de los habitantes. La historia más reciente de procesos organizativos a nivel subregional aparece referenciada en el capítulo anterior de este documento. Con este telón de fondo se realizan las elecciones para gobernador del departamento en el año 2003, cuyos resultados arrojan una votación favorable para el candidato Eúser Rondón Vargas, que alcanzó a sumar 3.703 que corresponde al 3,96% de su votación total en el departamento. Por su parte el gobernador electo Edilberto Castro Rincón obtuvo 1.910 votos que le representan el 1,93% de su votación en estos cuatro municipios (Tabla 1). Tabla 1. Resultados electorales para la gobernación del Meta 2003 y Cámara de Representantes 2006, en la subregión del Alto Ariari.

Alto Ariari Gobernación 2003 Cámara Representantes

2006

Municipios Edilberto Castro

Eúser Rondón

Convergencia ciudadana

MIR

Cubarral 637 1117 676 330 El Dorado 245 981 649 346 El Castillo 428 761 357 263 Lejanías 600 844 236 242 TOTAL 1910 3703 1918 1181

Si bien es cierto que en los cuatro municipios la votación por Eúser Rondón dobla la de Edilberto Castro, es en los municipios de Cubarral y El Dorado donde las diferencias se hacen mayores. Es de anotar que Eúser Rondón era natural de El Dorado, había sido alcalde de esa localidad en el periodo anterior y conjuntamente con Henry Beltrán, exalcalde de Lejanías, habían conformado y orientado ideológica y políticamente la Asociación de Municipios del Alto Ariari, sobre la cual se hacen algunas menciones en el capítulo anterior de este documento. Para las elecciones a la Cámara de Representantes aparecen nuevos partidos y/o movimientos en el departamento, uno de ellos el de Convergencia Ciudadana, liderado a nivel nacional por el Senador santandereano Gil Castillo. Como se señalo la organización política Convergencia Ciudadana ganó las elecciones en esta subregión con 1.918 sufragios que equivalen al 5,38% de su votación departamental, enfrentado al Movimiento de Integración Regional –MIR- que aglutinaba a políticos tradicionales del departamento, Jorge Carmelo Pérez, liberal oficialista; Omar Armando Baquero Soler, Partido Conservador y Miguel Ángel Galvis del Polo Democrático, que al final sumo 1.181 votos) 3,0%) de su votación. En las elecciones de marzo de 2006 el Movimiento de Convergencia Ciudadana, ganó en tres de los cuatro municipios del Alto Ariari (Cubarral, El Dorado y El Castillo), duplicando en los resultados al MIR, pero no sucede los mismo en el


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municipio de Lejanías donde el ganador de las elecciones fue el liberal Henry Ladino con 595 sufragios y quien contó con el respaldo y apoyo logístico del Alcalde municipal. Los resultados en este municipio muestran que el MIR alcanzó 242 votos frente a 236 de Convergencia Ciudadana, sin embargo, 216 de los 242 obtenidos por el MIR corresponden al Representante Carmelo Pérez Alvarado. Mediante estos resultados, se va consolidando en el Alto Ariari una fuerza política aglutinada bajo el nombre del extinto Eúser Rondón Vargas, que gira alrededor de las decisiones que determinen en El Dorado. 4.2. Medio Ariari4.2. Medio Ariari4.2. Medio Ariari4.2. Medio Ariari: se mantiene el oficialismo : se mantiene el oficialismo : se mantiene el oficialismo : se mantiene el oficialismo El Medio Ariari está conformado por los municipios de Granada, Fuentedeoro, San Martín de los Llanos y San Juan de Arama. Los municipios de San Martín y San Juan de Arama fueron fundados hacia mediados del siglo XVI, mientras que Granada y Fuentedeoro son municipios fundados a partir de la colonización dirigida por el Estado en el proyecto “Meta II”. La historia del Meta se inscribe dentro del proceso general de integración al país de la región metense y tiene como antecedentes más inmediatos el proceso de poblamiento que los Llanos de San Martín venían teniendo desde siglos anteriores. En los Llanos la situación agraria era para la época totalmente diferente, prevaleciendo la gran hacienda y el hato ganadero. A través de la colonización del territorio metense, auspiciado por el gobierno, quien estimulando el crédito y abriendo vías para la población golpeada por el proceso socioeconómico y por la violencia, se trató de socavar la estructura estática que en los primeros cincuenta años del siglo XIX no presentaba ningún remezón económico y poblacional significativo. Desde 1953, a raíz de la pacificación del general Rojas Pinilla, se impulsaron los primeros programas de apoyo a la colonización, hasta los recientes planes de rehabilitación nacional. Aun hoy en día, el Estado no ha encontrado mecanismos que sean viables para lograr el ordenamiento del proceso colonizador y controlar las innumerables formas de expresión del conflicto rural que están tocando las puertas de la ciudad, como consecuencia de los fenómenos de retromigración o migración de retorno, tan comunes en los frentes urbanos de las zonas de colonización como Florencia, Villavicencio, San José del Guaviare, Saravena o Granada. Por otro lado, como lo muestra la situación actual de las antiguas zonas de colonización, el proceso colonizador se produce a costa del colono primario, precisamente a quien inicialmente estaba dirigido el esfuerzo estatal. Hoy, por lo menos para el caso del Ariari y del Guayabero, se ha producido una recomposición social de los habitantes de las zonas de colonización. Las áreas consolidadas están dedicadas a la hacienda o a los grandes cultivos agroindustriales (soya, palma africana, arroz, entre otros, sin que, los colonos primarios hayan recibido los beneficios de la intervención del Estado. La colonización del Ariari, como la del Guayabero, se inició a raíz de la crisis hacendaría que se produjo en la amplísima


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región del Sumapáz y al sur del Tolima. Abarcó inicialmente la extensa región bañada por el río Ariari. Esta región se prolonga en sus primeros kilómetros de recorrido hasta la confluencia con el río Güejar, llevando su influencia hasta áreas aledañas a la reserva de la Macarena en el sur, hacia el suroriente hasta la desembocadura en el Guaviare y hacia el Occidente hasta las proximidades de la desembocadura del río Duda en el Guayabero. Los municipios de San Martín y San Juan han basado su desarrollo económico especialmente en la ganadería intensiva, la cual demanda poca mano de obra y mantiene grandes áreas inexplotadas. En San Martín según las cifras del Instituto Geográfico Agustín Codazzi, existen 1.668 predios rurales de los cuales 595 (35,5%) son menores de 20 hectáreas y poseen 3.460 hectáreas que equivalen al 0,6% de las 584.732 hectáreas del municipio. Se mantiene allí una inequitativa distribución de la tierra, ya que solo 224 propietarios son dueños del 81.6% de la tierra. En San Juan de Arama el área rural está conformada por 115.050 hectáreas que no incluyen los predios que a la fecha no han sido titulados. Se estima que existen 1.905 predios rurales de los cuales 30 son mayores de 500 hectáreas. San Martín sobresale en el inventario bovino con el 54.34% del total subregional y con 9.60% del total del departamento, seguido por San Juan de Arama que cuenta con el 24.33%. En Granada, según la oficina de catastro, los predios cuyo tamaño oscila entre 1ha y 50has son 1.644, ocupando el 57.45% de la superficie total del municipio. En el municipio de Fuentedeoro existen aproximadamente 2.900 predios inscritos donde 1.226 se encuentran en el casco urbano equivalentes al 42% y 1.674 en el área rural que corresponden al 58% del total de predios del municipio Granada y Fuentedeoro presentan una distribución más democrática de la propiedad rural y una mayor diversificación de la producción agropecuaria, destacándose los avances en producción en arroz, soya, maíz, plátano y recientemente en cítricos y maracuyá. En la subregión sobresale la producción de plátano, con una participación a nivel departamental de un 62.28%, y en menor porcentaje la producción de cítricos con 17,4%, El maíz tradicional como cultivo vinculado a los procesos colonizadores mantiene su importancia económica y social en el Medio Ariari. En esta subregión en las elecciones del 2003 para la gobernación, el candidato Edilberto Castro duplicó en número de votos a Eúser Rondón; el primero sumo 16.358 votos (16,50%) de su votación, frente a 6.467 (6,92%). En estos resultados es importante señalar la amplia ventaja que obtiene Edilberto Castro en los municipios de Granada, San Martín y Fuentedeoro (Tabla 2). En las elecciones para la Cámara de Representantes en el 2006, los tres integrantes del Movimiento de Integración Regional lograron 6.064 votos (15,43%) de su votación frente a 3.245 de Convergencia Ciudadana (9,11%) de la votación general de este movimiento. Si bien es cierto que en Granada Fuentedeoro y San


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Martín se duplica la votación del MIR con relación a Convergencia Ciudadana, se disminuye la diferencia entre estos dos movimientos a 125 votos en San Juan de Arama. Tabla 2. Resultados electorales para la gobernación del Meta 2003 y Cámara de Representantes 2006, en la subregión del Medio Ariari.

Medio Ariari Gobernación 2003 Cámara Representantes

2006


Eúser Rondón


MIR

Granada 8165 3328 1913 2865 San Martín 4554 2028 563 1860 Fuentedeoro 2883 666 504 949 San Juan de Arama 756 445 265 390 TOTAL 16358 6467 3245 6064

En este último municipio la mayor votación la alcanzó Jorge Carmelo Pérez con 292 sufragios de los 390 que sumo el MIR, seguido de Eduardo Gómez que logró 193 de los 265 votos de Convergencia Ciudadana. Los resultados de estas elecciones indican que el Medio Ariari, continua siendo territorio consolidado alrededor de las propuestas políticas de los sectores tradicionales en el Meta, sin embargo San Juan da Arama viene presentando influencia política de sectores cercanos a varios nombres del paramilitarismo. 4.3. Bajo Ariari: Puerto Rico un paso al lado4.3. Bajo Ariari: Puerto Rico un paso al lado4.3. Bajo Ariari: Puerto Rico un paso al lado4.3. Bajo Ariari: Puerto Rico un paso al lado para para para para El Bajo Ariari tiene una baja densidad de población por Km2, en relación con las demás subregiones del Ariari; cuenta con 59.845 habitantes manteniendo sus flujos colonizadores. El municipio de mayor población es Puerto Rico seguido por Puerto Lleras: hay que resaltar que la población de esta zona es predominantemente rural. El mayor número de población proviene del interior, como resultado de la colonización, y la violencia política de la época, tomando como eje de desplazamiento el río Ariari y el Guayabero. Los departamentos de Boyacá, Tolima, Cundinamarca, Santander y Huila aportaron la mayor cantidad de migrantes. La continuidad geográfica y la existencia de tierras baldías, facilitaron este desplazamiento. La expansión de la frontera agrícola hacia áreas cada vez más alejadas de los centros de consumo regionales, establece una tendencia que presiona la definición de las formas de propiedad territorial y un asedio cada vez más grande sobre las tierras comunales y los resguardos indígenas. En efecto, las características de precaria integración al mercado, de estructuración débil de los mercados de bienes,


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servicios, trabajo, tierra y capitales al interior de la misma subregión, expresa el tipo de relaciones y la naturaleza de las formas políticas y tipos de autoridad aparentemente caóticas de la subregión. Dentro del marco de la especialización de trabajo esta subregión se caracteriza por una vocación agrícola y ganadera, que se ha venido mermando, por su baja rentabilidad, ante la deficiencia en la infraestructura vial y servicios, principalmente desplazada por la presencia de cultivos ilícitos (anteriormente la marihuana y en la actualidad la coca). Como en muchas regiones del país, la base de la economía local es la producción y comercialización de la coca, actividad que es rentable por su menor costo frente a los cultivos tradicionales y la facilidad aparente en el proceso de venta. El abandono del Estado ha propiciado este hecho. La dificultad del acceso a la zona se convierte en posibilidades de ejercer un control más real del uso del suelo y presentar programas que favorezcan la economía del campesino. El territorio es objetivo de la política de cultivos ilícitos, la cual busca reducir la oferta de cocaína en los mercados internacionales y afectar las condiciones de producción, procesamiento y exportación. Aunque la pasta de coca, no es igual de rentable que en otras épocas, el riesgo que se corre de poder venderla es menor que con los productos tradicionales en razón a los costos de transporte a los centros de consumo, la carencia de agroindustria que permita procesar los productos, especialmente los perecederos, tener una calidad que facilite la comercialización y la falta de centros de acopio que garanticen la compra. Los productores se sienten incentivados a invertir y maximizar el rendimiento del suelo, de manera que casi no hay uso de fertilizantes ni pastos mejorados. La agricultura predominante es la tradicional, que por no contar con tecnología suficiente, son bajos los niveles de rentabilidad y se hace para autoconsumo y distribución local. En estos los costos de producción se han aumentado debido no solo al mecanismo económico de la renta sino al agotamiento de la tierra y el incremento en los gastos en insumos. La economía subregional se encuentra limitada estructuralmente al ser una producción especializada en bienes primarios. La realización de este tipo de producción está supeditada a los crecimientos de los ingresos en los mercados terminales y al comportamiento de la población residente en ellos, es decir a la evolución de la demanda de estos. La producción de hoja de coca se extiende en la subregión como una forma de inversión de excedentes en propiedades agropecuarias. Por su naturaleza especulativa, controla el capital comercial. En su tránsito va irrigando las actividades locales, sin embargo la rentabilidad que ofrece aún si se tiene un valor sustancial, es suficientemente alta como para no existir una alternativa de sustitución en el sector agropecuario. La relación valor/peso, acentúa las ventajas que ofrece frente a otras opciones productivas en estás zonas productoras, quizás las más marginadas de la subregión.


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Mapiripán ocupa el primer lugar como municipio expulsor de población desplazada, seguido de Puerto Rico en el 6º, Puerto Concordia en el 8º y Puerto Lleras en el 9º (Red de Solidaridad Social). En total la subregión expulsó en el período 2000-2004, el 24,84% del total departamental (2772 hogares) y recepcionó el 4,75% (544) de la población. En esta subregión las elecciones para la gobernación del Meta para el periodo 2004-2007 fueron ganadas por Edilberto Castro quien al final registró 3.768 votos frente a 1.242 de Eúser Rondón, siendo mayor la diferencia entre los dos candidatos en el municipio de Puerto Rico donde la diferencia fue de 966 votos. En las elecciones para la Cámara de Representantes 2006, la diferencia entre los políticos tradicionales reunidos en el MIR y el Movimiento de Convergencia Ciudadana fue de solo 325 votos y sobresale el caso del municipio de Puerto Rico donde Convergencia Ciudadana logró 883 votos que representan el 71% de su votación en los cuatro municipios; de los votos alcanzados en esta localidad 808 corresponden a la representante Fabiola Olaya de Rondón, obteniendo así una votación más elevada que la obtenida en El Dorado y solamente superada por los guarismos que ella alcanzó en Villavicencio, Acacías y Castilla la Nueva. Los resultados señalan que en general en la subregión del Bajo Ariari se presenta una mayor simpatía alrededor de los candidatos de Convergencia Ciudadana y en especial en Puerto Rico donde la corriente denominada Euserista avanza en menos de tres años de 370 a 883 votos (Tabla 3). Tabla 3. Resultados electorales para la gobernación del Meta 2003 y Cámara de Representantes 2006, en la subregión del Bajo Ariari.

Bajo Ariari Gobernación 2003 Cámara Representantes

2006


Eúser Rondón


MIR

Puerto Lleras 793 524 167 814 Puerto Rico 1336 370 883 147 Puerto Concordia 903 217 122 132 Mapiripán 736 131 7 474 TOTAL 3768 1242 1179 1567

5. Consideraciones 5. Consideraciones 5. Consideraciones 5. Consideraciones para mascarpara mascarpara mascarpara mascar 5.1.5.1.5.1.5.1. UnUnUnUn contexto de violencia generalizadacontexto de violencia generalizadacontexto de violencia generalizadacontexto de violencia generalizada Se puede afirmar que durante el periodo analizado el problema clave es la desinstitucionalización de la sociedad y conjuntamente la guerra en el Meta se desenvuelve en un contexto de violencia generalizada. La violencia política interactúa con otras formas de violencia. La violencia se ha banalizado, y la


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capacidad de respuesta y censura social se ha reducido. Se han ampliado los espacios abiertos para el ejercicio de la “justicia privada” y debilitado la confianza en la capacidad del Estado para tramitar pacíficamente los conflictos, con lo cual se ha fortalecido el “mercado de la violencia”. Las interacciones entre la violencia política y las otras han debilitado al extremo las fronteras entre el delito político y el común hasta el punto de que en algunos casos resulta difícil establecer las autorías de los secuestros o de los atentados: bien pueden venir de organismos de seguridad, paramilitares, guerrillas o delincuentes comunes. La banalización de la violencia y la confusión entre la violencia política y las otras son factores que han agravado el proceso de desinstitucionalización de la sociedad. Además de la inquietante tasa de homicidios en el Ariari, una de las más altas del mundo, preocupa el hecho de que solamente entre el 15 y el 20% de los homicidios son atribuibles a la violencia política: los restantes son producidos por la violencia económica -crimen organizado y delincuencia común- y la violencia social - conflictos interpersonales-, lo que denota un muy elevado grado de desvalorización de la vida. El incremento de las víctimas de la llamada “limpieza social”, practicada sobre todo en municipios como Villavicencio, Granada y San Martin para eliminar a las personas consideradas “indeseables” o que son percibidas como amenaza para las comunidades: indigentes, prostitutas, homosexuales, etc., es expresión de los niveles de intolerancia e insolidaridad a los que se ha llegado, así como la profundidad del proceso de desinstitucionalización. Los autores de estos crímenes son grupos que generalmente cuentan con el apoyo tácito de las comunidades y en los que es frecuente encontrar miembros desvinculados de la fuerza pública. A la vez la débil presencia del Estado y la inoperancia de la justicia alimentan estas expresiones violentas. La violencia política es el contexto en el que se reproducen las otras formas de violencia, por lo que un acuerdo de paz que ponga fin a la confrontación armada es un elemento clave para avanzar en la reducción de algunas de las otras expresiones violentas. 5.2. 5.2. 5.2. 5.2. Guerreros y población civilGuerreros y población civilGuerreros y población civilGuerreros y población civil Todas estas circunstancias, agravadas en el momento actual por la profundidad de la recesión económica, constituyen un medio ambiente favorable a la reproducción y crecimiento de los grupos armados ilegales de todo tipo. No es sorprendente la facilidad con que centenares de jóvenes en los municipios como Villavicencio, Puerto López, Puerto Lleras, San Martin, Puerto Lleras, Mesetas, Granada y otras zonas rurales se enrolan en las filas de uno u otro grupo, que a sus ojos aparecen como verdaderos ejércitos profesionales que ofrecen una alternativa de subsistencia. Las posiciones políticas e ideológicas cuentan cada vez menos: de hecho los paramilitares pagan sueldo a sus integrantes. Y las guerrillas hace tiempo que dejaron de incorporar combatientes previos procesos de formación política. Se entiende por tanto la facilidad con que se pasa de un bando a otro, sobre todo de la guerrilla al paramilitarismo.


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Esta reproducción y crecimiento de los grupos han implicado cambios en la forma de relacionarse con la población. Más que a través de la persuasión el “apoyo” lo conquistan a través de la coacción. Los pobladores se ven obligados a aceptar al grupo armado, a colaborar con él so pena de ser tratados como objetivo militar. Es una relación perversa, porque con la movilidad relativamente alta de las hegemonías locales ejercidas por estos grupos los pobladores tienen que ingeniárselas para colaborar con todos, desarrollando un comportamiento oportunista que no tiene nada que ver con proyectos políticos pero sí con un aspecto vital: conservar la vida. Poco a poco se les ha arrebatado la libertad y la palabra; en medio del fuego cruzado el silencio y la sumisión son la posibilidad de sobrevivir al menos mientras otro grupo no desplace al que hoy ejerce la hegemonía. El escenario de la guerra es rural, pero ya no es marginal. Se ha acercado a las ciudades, y en no pocas de ellas operan milicias. Desde hace años las guerrillas le pasan la cuenta de cobro a los empresarios, contratistas y multinacionales, mediante el “boleteo” y el secuestro. En los últimos años ampliaron su “base tributaria” y hoy “boletean” y secuestran a sectores de clases medias en la ciudad y el campo. Las llamadas “pescas milagrosas” “democratizaron” la práctica del secuestro: cualquiera puede ser objeto de él. Por su parte los paramilitares golpean con sus crímenes selectivos en las ciudades a líderes sindicales, dirigentes sociales, académicos e intelectuales, y vacunan a sectores de clases medias en la ciudad y el campo. Los paramilitares, en la medida en que han crecido, también “boletean” y secuestran a los pobladores y, en particular a aquellos que se ven obligados a “contribuir” financieramente con la guerrilla. La sensación de inseguridad y la incapacidad del Estado para controlar la situación alimentan una peligrosa tendencia a la polarización de la población y ha estimulado las posiciones de quienes se inclinan por una salida militar. 5.3. 5.3. 5.3. 5.3. La coyunturaLa coyunturaLa coyunturaLa coyuntura electoral:electoral:electoral:electoral: una oportunidad una oportunidad una oportunidad una oportunidad para construirpara construirpara construirpara construir la democraciala democraciala democraciala democracia La gravedad de la situación y el peligro de que se desemboque en una dislocación de la sociedad en la que todos perdamos, obliga a pensar en conjunto la forma de superar las carencias de institucionalidad democrática, abrir los espacios de participación y crear las condiciones para que todos los pobladores puedan acceder a los beneficios del desarrollo y la ciudadanía. Toca volver sobre los orígenes remotos de este recurso persistente a la violencia para dirimir las diferencias, a los fundamentos sociales y políticos invocados por los insurgentes hace treinta años para justificar su apelación a las armas, y a los intereses en juego en el nuevo milenio. Tareas que no son fáciles, mucho más en una sociedad de precaria tradición democrática, con una historia de intolerancia que gravita pesadamente y con muy poca experiencia en la concertación entre las clases dirigentes y las clases subalternas.


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Guerra y democracia no son compatibles, así en el pasado, la democracia haya sido, en alguna medida precedida por la guerra. En esa tarea Colombia necesita el apoyo de la comunidad internacional sin la cual seguramente será difícil un alto al fuego que permita crear las condiciones requeridas para adelantar los debates y alcanzar los acuerdos que nos permitan diseñar la sociedad que queremos, que muy seguramente será una democracia moderna fundada en un desarrollo consistente en la expansión de las libertades reales de los individuos (Amartya Sen ,2000), la equidad y la justicia social. 5.45.45.45.4. La. La. La. La complejidad del conflicto complejidad del conflicto complejidad del conflicto complejidad del conflicto De la complejidad del conflicto colombiano no hay ninguna duda, salvo de parte de quienes lo ignoran por completo. La confusión esta permanentemente en la ruta de su entendimiento. Tanto que podría decirse que quienes no se declaren recurrentemente confundidos es porque en verdad no han entendido nada. En Colombia hay cuatro actores principales involucrados en el conflicto armado: el Estado, la guerrilla, los paramilitares y el narcotráfico. Cada uno de ellos tiene metas distintas, muchas de ellas incompatibles entre sí. Cada uno tiene conflictos distintos con los otros tres, pero muchos de estos conflictos se conectan entre sí y se superponen. Pero para enfrentar esto múltiples conflictos también se pactan alianzas entre estos actores, unas ocasionales, otras de más aliento. No obstante, los actores no son sujetos homogéneos pues al interior de cada uno hay conflictos con respecto a sus propios objetivos y al comportamiento frente a otros actores. Toda la anterior complejidad habría que multiplicarla por dos si tenemos en cuenta que cada relación conflictiva se desarrolla en dos escenarios, uno local y otro nacional, que muchas veces obedecen a lógicas diferentes. Y, todas estas conexiones ocurren independientemente de la voluntad de los contendientes, pues, ante su falta de solución, al conflicto se suman nuevos actores, nuevos problemas y nuevas disputas. La prolongada duración del conflicto en Colombia también se explica porque sus actores han caído recurrentemente en lo que ellos denominan la “trampa de la confrontación” que es aquella situación en la que lo que más importa es que el adversario no gane, aún cuando para lograrlo se ponga en riesgo la propia victoria. Y esto parece ser lógico desde cierta visión de la economía del esfuerzo, dado que, en principio, siempre se necesitará más empeño en realizar las propias metas que en impedir que el adversario logre las suyas. Paradójicamente podríamos decir que en la base de esta actitud yacen percepciones antagónicas del tiempo, pero también hay limitaciones voluntarias de propósitos. En efecto, para el Estado, que maneja su tiempo a través de administraciones que duran cada una cuatro años, el horizonte temporal está marcado por este límite. Debido a la acendrada tendencia de cada nuevo gobierno hacia la “fracasomanía” de la que hablara Hirshman, según la cual todo lo anterior estuvo mal hecho y solo lo propio es bueno, la continuidad en la dirección y el tamaño del esfuerzo no ha sido la norma entre las distintas administraciones. Estas se han limitado en la mayoría de los casos a mantener controlado el orden público, en una actitud más conservadora y pasiva que en una audaz y ofensiva. Así, la longitud de la onda del esfuerzo ha tenido esa corta duración de un cuatrenio. Lo que tal vez le ha impedido


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a los adversarios del Estado coronar sus planes con éxito, sin que ello signifique una victoria del Estado. Por su parte, la guerrilla, principal opositor armado del Estado, también ha caído en la trampa del conflicto pero a partir de una visión diametralmente opuesta del tiempo. Para ella, en su visión rural del mundo, este no es un recurso escaso sino ampliamente disponible. Intensificar el esfuerzo para ahorrar tiempo no parece ser algo muy lógico si se tiene todo el tiempo del mundo, máxime si esa aceleración implica asumir riegos que se pueden evitar. Esta actitud también está muy ligada al alma campesina de la guerrilla que siempre prefiere la seguridad al riesgo: es mejor una cosecha regular pero cierta cada año, que la promesa de tres cosechas buenas pero inciertas. De otro lado, los paramilitares parecen haber limitado sus objetivos a frenar el crecimiento de la guerrilla y a ganar cierto poder local, sin cuestionar el poder nacional del Estado, y los narcotraficantes se han dedicado a eludir la acción de la justicia y a realizar negocios indistintamente con la guerrilla y con los paramilitares sin tratar de imponerse pero evitando ser absorbidos totalmente por ellos. Esta labor de obstrucción simultánea de todos para el logro de las metas de los otros crea una situación de empantanamiento y caos en la cual “el descontrol de la situación será su propia naturaleza”. Comprobar este descontrol apunta precisamente a contrarrestar las visiones voluntaristas que tanto abundan en nuestro medio, según las cuales el solo deseo de hacer las cosas o la voluntad de solucionarlas, es suficiente. La complejidad del conflicto colombiano conduce a que éste se conduzca a su propio modo, independientemente de la voluntad de los agentes implicados y convierte las intenciones de estos en “mera especulación”. Esto sucede porque el sistema de guerra o la guerra en red crean su propia dinámica y su propio tiempo. En efecto, la guerra se desarrolla y se reorganiza independientemente de la voluntad de los contendientes, burlándose muchas veces de los planes mejor concebidos, de las metas mejor señaladas y de los propósitos mejor construidos. Lo inesperado siempre está a la vuelta de la esquina y sus efectos crean nuevos escenarios que nunca hubieran podido ser imaginados. Todo esto no tiene que significar necesariamente que estamos ante un conflicto eterno y sin salida, o frente a un caos irresoluble. Más bien significa que nuestro conflicto no resiste ni las miradas simples, ni las soluciones simples. Que son necesarias lecturas complejas y soluciones complejas. Que ningún esquema es de antemano aplicable, ni para administrar el conflicto ni para resolverlo. Que la flexibilidad de pensamiento debe ir acompañada de la resolución de la voluntad y de la continuidad del esfuerzo. Y que, obviamente, el nudo gordiano de este conflicto tan complejo no es desatable exclusivamente con la política de la espada, sino que requiere necesariamente de la espada de la política. Tantos intereses, objetivos, fuerzas y expectativas entrecruzados exigen para la búsqueda de una solución una inmensa dosis de capacidad y de imaginación política. Lo cierto es que al final del día se trata de buscar una solución que deje a todos insatisfechos, porque ninguno logró todo lo que deseaba, pero que al mismo tiempo deje a todos


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tranquilos y seguros, porque todos alcanzaron algo irrenunciable que los motivó a involucrarse en el conflicto. BBBBibliografia ibliografia ibliografia ibliografia Bourguignon, François, “Criminalidad, violencia y desarrollo inequitativo”, en Planeación & Desarrollo, Departamento Nacional de Planeacion, Bogota D. C., p. 20. CORPES DE LA ORINOQUIA .Plan de Desarrollo Regional, “Orinoquia hacia el siglo xxi”. Villavicencio, Meta. “Entre Orinoquia y Amazonía, la otra Mapiripán “, Documentos Orinoquia, Canamicare editores, 2001. García Gutiérrez, E. "Factores del nivel de pobreza rural en el Meta". En: Separata de la Revista Coyuntura, Documento Nº 3 CEDER, Villavicencio, mayo de 1998. Pp. 18-20. García Gutiérrez, Emilio. Tierra y reforma agraria en el Meta. CORPOICA, Regional Ocho, informe técnico No. 17, Código 02.03.17.08.03.99. Villavicencio, Septiembre de 1999. 31p. García Gutiérrez, Emilio. Las subregiones del departamento del Meta. Elementos para el mediano plazo 2006-2011. Villavicencio, Marzo de 2006. 65p. García Gutiérrez, Emilio. Conflicto armado, clientelismo y gobernabilidad local. Programa de Encuentros Ciudadanos. Villavicencio, Meta, junio de 2006, 15p. González, Fernán, “Espacio público y violencias privadas”, en Jimeno S., Myriam, Conflicto Social & Violencia, notas para una discusión, ICAN-IFEA, Bogotá, 1993. González, Fernán, “Presente, pasado y futuro de la violencia” en Análisis Político, No. 30, IEPRI (UN), Bogotá 1997. Jara Figueredo, Orlando. "La desigualdad en la tenencia de la tierra. Freno al desarrollo regional". ESAP. Villavicencio, Meta, Diciembre de 1998. Krumwiede, Heinrich-W. . “Posibilidades de pacificación de las guerras civiles: preguntas e hipótesis” en Waldmann, Peter y Reinares, Fernando, Sociedades en Guerra Civil. López Hernando. Semanario Voz, Bogota D. C., 22 de septiembre de 2004. 3p.


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El ariari en la sin salida analisis electoral 2003 2006

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