El arca de la realidad

3
KINTTO LUCAS Cultura del silencio y vida cotidiana El arca de la realidad Cariño maternal, Lugano, Argentina urante décadas la inves- > ligación de la comuni- Icación social se centró [en el análisis del impacto de la acción comunica- cional sobre la sociedad. No se analizaba el proceso del que era parte ni su relación con otros elementos de la realidad. La preocupación funda- mental era conocer qué efectos producía determinado mensaje: era la visión de los medios como entidades omnipo- tentes. Los periodistas por su parte, se dedicaban esquemáticamente a contar un hecho o a hacer periodismo de KlNTTO LUCAS, uruguayo. Escritor, periodista y poeta. Premio Latinoamericano de Periodismo José Martí 1990. Este artículo es parte del libro Identidad y cultura del silen- cio en los medios de comunicación, de próxi- ma edición. opinión. Se ignoraban los marcos inmediatos de referencia en que las per- sonas se mueven, el contexto, las carac- terísticas del perceptor, los orígenes de los acontecimientos. Los resultados obtenidos siempre se daban la razón. Este esquema marcó la lógica de la teoría de la comunicación durante toda una época. Los sectores críticos cues- tionaban el modelo y otros elementos que determinaban el carácter de los mensajes producidos, como la propiedad privada de los medios por grupos de poder económico y político que excluían y marginalizaban los intereses y la voz de los sectores populares. Como con- trapropuesta para romper con esa "cul- tura del silencio" impuesta por los propietarios de los grandes medios, surgieron múltiples periódicos que bus- Los actores sociales debaten nuevos temas. La crisis ideológica y la falta de respuestas concretas y de ideas fuerza para los problemas cotidianos de la gente, incentivaron el inicio del estudio seño de la relación entre los medios de comunicación y la vida cotidiana. El investigador uruguayo Kintto Lucas propone un acercamiento al debate e indirectamente responde al artículo del estadounidense Anthony Wardlaw, publicado en el número 44 de Chasqui. caban ser una "alternativa", y se esque- matizó la consigna "hay que dar la voz al pueblo". Pero se mantuvo la lógica comunicacional dominante. Se debía convertir al receptor en emisor ya que, si se enviaban mensajes opuestos y con- testatarios a los hegemónicos, se podría revertir la situación de injusticia, provo- cando la "conscientización de los no conscientizados". En lugar de contextua- lizar el hecho comunicacional y tener en cuenta el sector al que se quería llegar, su marco histórico, su particularidad, la multiplicidad de los actores sociales y sus imaginarios sociales, se enfatizó la CHASQUI 45, abril 1993 105

description

105 KINTTO LUCAS Cariño maternal, Lugano, Argentina CHASQUI 45, abril 1993 Un almuerzo diferente Bill Cosby versus Página/12 :

Transcript of El arca de la realidad

Page 1: El arca de la realidad

KINTTO LUCAS

Cultura del silencio y vida cotidiana

El arca de la realidad

Cariño maternal, Lugano, Argentina

urante décadas la inves-> ligación de la comuni-Icación social se centró[en el análisis del impactode la acción comunica-cional sobre la sociedad.

No se analizaba el proceso del que eraparte ni su relación con otros elementosde la realidad. La preocupación funda-mental era conocer qué efectos producíadeterminado mensaje: era la visión delos medios como entidades omnipo-tentes. Los periodistas por su parte, sededicaban esquemáticamente a contarun hecho o a hacer periodismo de

KlNTTO LUCAS, uruguayo. Escritor, periodistay poeta. Premio Latinoamericano dePeriodismo José Martí 1990. Este artículo esparte del libro Identidad y cultura del silen-cio en los medios de comunicación, de próxi-ma edición.

opinión. Se ignoraban los marcosinmediatos de referencia en que las per-sonas se mueven, el contexto, las carac-terísticas del perceptor, los orígenes delos acontecimientos. Los resultadosobtenidos siempre se daban la razón.

Este esquema marcó la lógica de lateoría de la comunicación durante todauna época. Los sectores críticos cues-tionaban el modelo y otros elementosque determinaban el carácter de losmensajes producidos, como la propiedadprivada de los medios por grupos depoder económico y político que excluíany marginalizaban los intereses y la vozde los sectores populares. Como con-trapropuesta para romper con esa "cul-tura del silencio" impuesta por lospropietarios de los grandes medios,surgieron múltiples periódicos que bus-

Los actores sociales debatennuevos temas. La crisisideológica y la falta de

respuestas concretas y de ideasfuerza para los problemas

cotidianos de la gente,incentivaron el inicio del

estudio seño de la relaciónentre los medios de

comunicación y la vidacotidiana. El investigador

uruguayo Kintto Lucaspropone un acercamiento al

debate e indirectamenteresponde al artículo delestadounidense AnthonyWardlaw, publicado en elnúmero 44 de Chasqui.

caban ser una "alternativa", y se esque-matizó la consigna "hay que dar la voz alpueblo". Pero se mantuvo la lógicacomunicacional dominante. Se debíaconvertir al receptor en emisor ya que, sise enviaban mensajes opuestos y con-testatarios a los hegemónicos, se podríarevertir la situación de injusticia, provo-cando la "conscientización de los noconscientizados". En lugar de contextua-lizar el hecho comunicacional y tener encuenta el sector al que se quería llegar,su marco histórico, su particularidad, lamultiplicidad de los actores sociales ysus imaginarios sociales, se enfatizó la

CHASQUI 45, abril 1993 105

Page 2: El arca de la realidad

POLÉMICA Y COTIDIANIDAD

"efectividad del mensaje". La preocu-pación fue imponer el mensaje porque"había que educar a las masas". Paralograrlo se usó un lenguaje elitista, ati-borrado de adjetivaciones e inaccesiblepara los sectores populares. La selec-ción de los temas a tratar se realizó deacuerdo al sector político representadopor el medio. Así se construyeron losmedios "alternativos". No importaba aquién iban dirigidos. Se olvidaban delperceptor creyendo representarlo y, dehecho, desdeñaban la cultura popular. Aesta propuesta siguió otra que sacralizótodo lo hecho por los sectores populares,pasándose así al otro extremo. Las dospropuestas fracasaron porque, entreotras cosas, olvidaron y dejaron fuera desus páginas el inmenso mundo de la vidacotidiana.

Un almuerzo diferentePara la investigadora Agnes Heller,

la vida cotidiana "es el conjunto de activi-dades que caracterizan la reproducciónde los hombres particulares, los que a suvez crean la posibilidad de la reproduc-ción social". En ella "se ponen en obratodos los sentidos, todas las capaci-dades intelectuales, todas sus habili-dades manipulativas, sus sentimientos,pasiones, ideas e ideologías" y "al estartodas las capacidades en acción, ningu-na de ellas lo está con toda su intensi-dad'. La vida cotidiana genérica escomún y necesaria para todos los hom-bres, pero la vida cotidiana de cada hom-bre tiene muy poco en común con la delos otros hombres. Si bien son idénticasen un plano abstracto, cada uno vive sucotidianidad bajo diferentes circunstan-cias. Sin embargo la vida cotidiana no sevive en un aislamiento absoluto. Hellerseñala que "la reproducción del hombreparticular es reproducción del hombreconcreto e histórico y es un hecho social,pues es un hombre que en su vida coti-diana ocupa un lugar determinado en ladivisión social del trabajo, vive en unmomento histórico y lugar por los queestá atravesando esta variable". Cuandose habla de la necesidad humana deobtener alimentos (acto cotidiano nece-sario para todos los hombres) entre dospersonas pertenecientes a las clasesdominantes, podemos encontrar la dife-rencia en el hecho de que comen cosasdistintas pero en esencia es la mismacotidianidad que los iguala y que es

opuesta y diferente a la de los sectorespopulares, para quienes el acto de co-mer puede significar supervivencia.

El análisis aislado de la vida cotidia-na, desde una perspectiva individual, noes posible, porque es en las relacionessociales donde se reproduce y se vive.Por otra parte, también tiene su historia:cuando nacemos nos encontramos conun mundo predeterminado por factoreseconómicos, sociales y culturales. Elmundo se nos presenta "ya constituido" ya través de los distintos procesos desocialización vamos internalizando deter-minadas pautas. La vida cotidiana sesustenta en una acumulación de expe-riencias que se transmiten de generaciónen generación, y se presenta como natu-ral y ya consumada. Cada uno denosotros se mueve dentro de ella coninmediatismos y respuestas automáticas,colocándose siempre al resguardo de loque pueda significar incertidumbre ocambio. Nos movemos con una lecturadel entorno que escapa a cualquier estu-dio, basándonos generalmente en laclasificación y los estereotipos. Los cule-brones venezolanos -por ejemplo- mues-tran la vida de determinados sectores dela clase media de ese país pero no re-presentan la diversidad cotidiana deVenezuela. Los sectores populares estánausentes y son mostrados tan sólo através del prototipo de la empleada de lafamilia rica. Son personajes estereotipa-dos, abstractos, híbridos, sin historia, ano ser aquella implícita en el drama.Refuerzan una lectura simplista de larealidad.

Bill Cosby versus Página/12En América Latina -como bien apun-

ta el comunicador Daniel Prieto Castillo-la cotidianidad que vivimos ha sidoimpuesta y diezmada a partir del procesode conquista y dominación, que todavíacontinúa. No quiere decir que nuestracotidianidad "pura" haya sido justa yambientalmente autosostenible. Pero sícreo necesario valorizar el derecho atener nuestra propia cultura, a sernosotros mismos y a tener la capacidadde decidir nuestro rumbo, lo que quere-mos ser y hacer. No podemos aceptarimposiciones.

La cotidianidad que no toma encuenta lo que fuimos (bueno o malo),nuestros sueños y esperanzas, no esnuestra y no debemos asumirla como tal.

:

uando se emitenseríes como Cbeerso Bill Cosby, nos

están imponiendo la vidacotidiana de determinadossectores norteamericanosque nada tiene que ver conla de América Latina.

Eso nos permitirá abrir la posibilidad dereconstruir una cotidianidad acorde convalores de justicia, y es ahí donde seabre la posibilidad para una prensa ver-daderamente comprometida con los sec-tores populares. América Latina esdiversidad, es una mezcla de culturas yrazas. Pero los grandes medios acos-tumbran a imponernos cotidianidadesque no están de acuerdo con nuestrarealidad. Cuando se emiten series (porcierto muy bien hechas) como ¿osJeffersons, Bill Cosby o Cheers nosestán mostrando (y en cierta medidaimponiendo) la vida cotidiana de determi-nados sectores norteamericanos, quenada tiene que ver con América Latina.

Pensar y analizar la cotidianidadimplica tomar distancia de ella y conver-tirla en objeto de análisis. Implica pasarde una objetivación en sí a una objeti-vación para sí, del estereotipo a lo multi-facético, y esto implica un largo proceso.La prensa comprometida con los sec-

106 CHASQUI 45, abril 1993

Page 3: El arca de la realidad

POLÉMICA Y COTIDIANIDAD

I lores populares debe ser un "espejo" de!a cotidianidad, a partir del cual los sec-tores populares tomen distancia ypuedan analizarla. Debe retomar la coti-dianidad de los diferentes sectores yanalizarla aportando elementos que ayu-den a desnaturalizarla, para que así sepueda percibir más fácilmente aquelhecho cotidiano que esconde unasituación injusta. Es necesario tener en

y el entorno social, si parte de las expe-riencias cotidianas que permitan a lossectores populares identificarse y apro-piarse de los mensajes, para luego cons-truir nuevas propuestas. El diarioargentino Pagina/12 rescata determina-dos cosas reconocibles por el gran públi-co, para llegar mejor a la gente. Tanto através de sus titulares (cuando utilizan elnombre de un tango o frases interna-

Curíosidad

cuenta que lo aprendido y practicado enla vida cotidiana está fuertementearraigado e internalizado, por lo quecualquier cuestionamiento implica unasensación de pérdida e inseguridad antelo cual el individuo tiende a cerrarse ysólo acepta los mensajes que se apoyanen la cotidianidad.

La prensa comprometida con lossectores populares puede ayudar arealizar una lectura crítica de la realidad

lizadas por los argentinos) o de su cari-catura de portada, parte de la vida coti-diana y profundiza hechos de injusticiaque están presentes en la realidad.

Tinelli y las series brasileñasSi el mensaje parte de una negación

directa de la vida cotidiana, de un recha-zo autoritario y elitista, la interpretaciónse puede convertir en un acto de violen-cia y agresión contra los receptores. La

vida cotidiana hace de mediadora hacialo no cotidiano. Es la escuela preparato-ria de lo no cotidiano. Es a través de lascapacidades que se adquieren en ellaque una persona se afirma en determina-da comunidad para luego poder apro-piarse y objetivizarla. Una propuesta deprensa comprometida con los sectorespopulares no puede obviar lo cotidiano yhablar desde lo supuestamente superior,porque está asumiendo la postura de lossectores dominantes que rechazan todaforma de vida del pueblo por considerar-la inferior. Sus mensajes no estaránestructurados acorde al mundo domina-do sino al mundo dominante. Losgrandes medios toman hechos cotidia-nos sin contextualizarlos, porque noestán comprometidos con los sectorespopulares y, si bien llegan a esos sec-tores, no apuntan a un proyecto queintente cambiar esa realidad.

Cuando Marcelo Tinelli, un locutor detreinta años, realizó un programa televisi-vo en el que hablaba como la mayoría dela gente, con sus dichos, su lunfardo,estaba transgrediendo la formalidad dela TV argentina. Elevaba la cotidianidada la pantalla y los jóvenes se veían refle-jados, porque él no sólo los representabasino que era uno de ellos. Ya no era elespectáculo sino la realidad, y por eso lagente se identificó abiertamente. Durantedos temporadas fue el programa de ma-yor rating de la televisión argentina.Lamentablemente, Tinelli no rescataba lavida cotidiana para desnaturalizarla, nola convertía en objeto de análisis, notraspasaba el cerco de la diversión.

Sin embargo, hay novelas comoPantanal, o algunas series de la RedGlobo en la que los autores (luego demeticulosas investigaciones) lograronrepresentar la multiplicidad y riqueza dela cotidianidad brasileña, desnaturalizán-dola y convirtiéndola en objeto de análi-sis. Con cuatro ejemplos basta: CargaPesada, serie en la que se relata la vidade dos camioneros por las rutas delBrasil. Plantón de Policía, que narra lasperipecias de un cronista policial. MalhuMulher donde se muestra la vida de unamujer periodista recién divorciada, su tra-bajo, sus conflictos familiares, su reali-dad. El Bien amado que trata sobre unpueblo del interior de Bahía gobernadopor un personaje corrupto, pero a la vezpintoresco, típico de muchos rincones,ya no de Brasil sino de América Latina.

CHASQUI 45, abril 1993 107