Revista oficial de la Real Federación Española de VoleibolNúmero 4 - Mayo 2003 ISSN: 1695-7636

Revista oficial de la Real Federación Española de VoleibolNúmero 4 - Mayo 2003 ISSN: 1695-7636

El árbitro en Voleibol: Una reflexión sobre la metodología

(primera parte)

Por Gabriel Giménez Callejón

El arbitraje, forma de vida / (Foto: FIVB)

65

q En el momento en que decidimos ser árbitros, debe-mos pensar que sólo alcanzaremos altas metas si lo somos por voca-ción, es decir, si nos gusta arbitrar. Debemos sentirnos como un “atleta” más que participa en el juego y no un “mal necesario”.

El arbitraje es un modo de entender la vida que no permite formar parte de manera activa en el juego. Sabemos que los jugadores durante su periplo deportivo asumen una disciplina y unos hábitos. El árbitro debe llegar también a tenerlos y la dureza que ello implica sólo la vamos a

conseguir si estamos motivados por la antes mencionada vocación.Para ser árbitros uno debe llegar a conocerse a sí mismo y considerar si va a ser capaz de jugar el papel de “juez”, es decir, si está preparado para tomar decisiones. Desde que nos iniciamos en las categorías inferiores estamos sometidos a

Revista oficial de la Real Federación Española de VoleibolNúmero 4 - Mayo 2003 ISSN: 1695-7636

Revista oficial de la Real Federación Española de VoleibolNúmero 4 - Mayo 2003 ISSN: 1695-7636

numerosas presiones que necesitan que, aparte de dominar el reglamento, seamos fuertes psicológicamente (ni qué decir tiene que un buen control de la técnica arbitral nos va a permitir dominar mucho mejor las diferentes situaciones del juego). Debemos admitir que nuestras decisiones van a generar numerosos descontentos a lo largo de nuestra carrera, aunque ello no debe apartarnos de la aplicación correcta de las reglas de juego.Ahondando en el concepto psicológico, no debemos confundir la fortaleza de carácter con la rigidez. La “elasticidad” en el arbitraje (que en los primeros momentos de nuestra

carrera puede ser vista como una característica negativa), pasará con el tiempo a ser una virtud, sobre todo cuando la experiencia nos lleve a saber dirigir (entiéndase el término como controlar) mejor los encuentros. Los árbitros debemos aplicar el reglamento de la misma forma, sin embargo, cada uno debe aportar su forma de ser, su propia personalidad.Debemos tener claro cuál debe ser nuestro papel ante el entorno deportivo que nos rodea. Hay que mantener una actitud de “generosidad”, concentración, puntualidad, rigor, uniformidad o dignidad. Nuestra relación con los participantes debe evitar la familiaridad, lo que no nos debe llevar a ser desagradables o parecer “huraños”. Todos estos detalles conforman nuestra personalidad arbitral y va a gestar nuestra categoría (a pesar de lo que podamos creer, los participantes se percatan de todo esto).Otro elemento a tener en cuenta son los objetivos que nos marcamos como árbitros. Aquel que, como ocurre con cualquier deportista, no

llegue a plantearse las más altas metas, aquel que piense en llegar lo más alto posible, el que carezca de objetivos, no tendrá la motivación suficiente como para superar los malos ratos, las decepciones que depara esta actividad. Difícilmente llegan los reconocimientos públicos, aunque sí las gratificaciones en forma de partidos. Esa “sana ambición” es la que nos permite mejorar y progresar cada día. Sin embargo, hay que plantearlos con tranquilidad, no debemos querer llegar en poco tiempo, ya que este planteamiento nos perjudicaría más que beneficiarnos.Por tanto, debemos entender el arbitraje como una forma más de entender y vivir el deporte, y lo que es más importante, tu propia vida. El arbitraje te curte, te forma como ciudadano, al ponerte en la piel de quien toma decisiones y permitir que entendamos las que otros toman y no nos agradan. Si somos capaces de administrar todo el caudal de formación que tiene (trabajo en equipo, empatías, toma de decisiones, presión interna y externa), nos ayudará y complementará psicológica y socialmente.

Preparación del encuentro

Nominación. La primera cuestión que un árbitro debe comprender cuando de enfrenta con un partido es que éste comienza al recibir

66

No se debe confundir fortaleza de carác-ter con rigidez / (foto: FIVB)

“Debemos tener claro cual debe ser nuestro papel ante el entorno deportivo que nos rodea”

Revista oficial de la Real Federación Española de VoleibolNúmero 4 - Mayo 2003 ISSN: 1695-7636

Revista oficial de la Real Federación Española de VoleibolNúmero 4 - Mayo 2003 ISSN: 1695-7636

la nominación. Ésta nos puede llegar poco antes del fin de semana (es el caso de las realizadas en las federaciones o delegaciones provinciales) o con varias semanas de antelación (en el caso de las nominaciones internacionales o las llevadas a cabo por el CTNA). Es en ese preciso momento cuando iniciamos nuestra concienciación sobre el trabajo a realizar. Tenemos que pensar que no existen partidos fáciles o difíciles, simplemente se trata de encuentros, y como tal debemos entenderlo.

Nuestra actitud ante la nominación debe ser siempre positiva, es decir, pensar que el partido que vamos a dirigir es el “idóneo” para nosotros. El éxito de nuestra actuación empieza por asimilar los hechos tal y como vienen. No debemos estar más pendientes de las nominaciones ajenas que de las nuestras. Con esto sólo conseguimos alejarnos del estado de concentración necesario, además de menospreciar a los equipos

a los que tenemos que dirigir y a nuestros propios compañeros.Es también i n t e r e s a n t e conocer la situación en la que se encuentran los equipos c o n t e n d i e n t e s . Éstos no siempre tienen la misma posición en la tabla, realizan fichajes de nuevos jugadores o se producen cambios de entrenador. Si bien ninguno de estos factores debe repercutir en nuestra actitud ante el partido, si nos permite ir haciéndonos con él, concentrarnos poco a poco, saber cual es la situación que podemos encontrarnos. A nadie escapa que hay encuentros con “mayor trascendencia” que otros, que nuestra atención tiende a “activarse” cuando las situaciones son más complejas. Es más sencillo concentrarse cuando dirigimos un partido final de campeonato que en uno de pretemporada. Sin embargo, hay que insistir en que nuestra predisposición ante el encuentro debe ser siempre la misma y siempre positiva.

El desplazamiento. Los desplazamientos se convierten en una de las principales actividades

que lleva a cabo el colectivo arbitral. Por tanto, debemos aprender a viajar y a convertir ese tiempo en un motivo de aprendizaje y convivencia con nuestros compañeros. Aunque la mayor parte de los encuentros son dirigidos por árbitros provinciales que realizan un corto desplazamiento, debemos pensar también que son numerosas las nominaciones que exigen del colegiado largas horas de trayecto, bien sea por carretera u otro medio de locomoción.Una vez recibida la nominación, hay que ponerse en contacto con el compañero, de modo que analicemos el tipo de viaje que vamos a llevar a cabo y solucionemos los posibles problemas que esto acarrea (billetes, hoteles, coches de alquiler, ...). Comentaremos y analizaremos el partido, es decir, activaremos nuestras sensaciones. Lo que se trata de plantear es que el encuentro no lo

67

Con el árbitro en pista, ya puede dar comienzo el partido / (foto: FIVB)

“Nuestra actitud ante la nominación debe ser siempre positiva; es decir, pensa que el partido que vamos a dirigir el el ‘idóneo’ para nosotros”

Revista oficial de la Real Federación Española de VoleibolNúmero 4 - Mayo 2003 ISSN: 1695-7636

Revista oficial de la Real Federación Española de VoleibolNúmero 4 - Mayo 2003 ISSN: 1695-7636

dirige una sola persona, lo hacemos acompañados, en equipo, y debemos saber aprovechar este hecho.En las ocasiones en que viajamos solos, es conveniente ponerse en contacto con el árbitro con el que vamos a trabajar (normalmente de casa), de manera que iniciemos la comentada preparación del partido.El viaje, como parte que es del encuentro, debe realizarse con total relajación y una actitud optimista y concentrada. Por tanto, si descansamos antes de su inicio lo haremos con mayor comodidad. Es conveniente descansar completamente la noche anterior. Para ello, no debemos llevar a cabo actividades poco “favorecedoras” para el sueño (comidas abundantes, alcohol o trasnochar). Lo más importante es que tengamos un amplio sentido de la responsabilidad, algo que sin duda nos ayudará en nuestra labor arbitral.Debe primar el sentido común, y comprender que lo principal es que lleguemos preparados física y mentalmente al encuentro. Así, es conveniente que el árbitro o la pareja arbitral llegue a la localidad donde va a celebrarse el encuentro con un tiempo prudencial de antelación. Podemos considerar como aceptable la hora de comer, cuando el partido es por la tarde y la noche anterior cuando el partido es por la mañana. Existen variantes que nos deben hacer modificar nuestras costumbres de

viaje, tales como un desplazamiento excesivamente largo, ya sea en kilómetros o en tiempo. El árbitro debe asumir que durante el encuentro puede equivocarse, sin embargo, no debemos permitir que malas costumbres o retrasos improcedentes faciliten nuestras equivocaciones.

La convivencia. Desde hace varias temporadas la Superliga es dirigida por parejas arbitrales. Esto debe ser aprovechado por los árbitros de categoría superior para conseguir un mayor y mejor nivel arbitral. Sin embargo, no tenemos por qué referirnos sólo a ellos. En numerosas localidades los árbitros que dirigen categorías inferiores se desplazan también juntos y probablemente estas oportunidades no se aprovechan como debieran.Debemos compenetrarnos con nuestro compañero. Con él vamos a convivir muchos momentos del año, y por tanto, hay que aprender a sacrificarse y amoldarse a situaciones tan variadas como complejas. Cada persona posee costumbres, hábitos y formas de actuar diferentes (obsérvese que estamos hablando de personas y no de árbitros), por lo que debemos tratar de entender los momentos malos o buenos de nuestra pareja. Si logramos crear un verdadero grupo, confiar y que confíen en cada uno de nosotros, en cada situación conflictiva que se produzca durante el partido

encontraremos un verdadero apoyo, alguien que nos ayude a resolver el problema, y no únicamente a un “árbitro” que nos señale una supuesta falta. La “química”se debe ir creando con el tiempo, y debemos fomentarla tanto en los viajes como durante la semana. El arbitraje no debe ser para nosotros únicamente una actividad deportiva, sino una forma de entender la vida. Esta mentalidad nos llevará a resultados siempre positivos.Y existe algo más. Arbitrar nos debe gustar, cada vez que nos acercamos a dirigir un partido debemos sentir algo por dentro. Ese “gusanillo” del que hablan muchos colegiados, es un claro indicador de que vamos a hacer algo que nos importa. Intentemos que esté siempre con nosotros (continuará en el próximo Voley Total). q

Imagen del pasado Grand Prix / (foto: FIVB)

68