Aunque experimentar el poder de la Palabra de Dios, en el nuevo nacimiento, es fundamental' no

es suficiente. Todo "óá"," debe también obedecerla Palabra.'Por eso Pedro habla de la

importancia da';!g úeáitenciq q la verdad' (v.22). Es por medio. de esa obediencia que se logra

la segunda cosa que u@ hermanos en la iglesia; a saber:

b. Li Pnrificacién Esniritual (v.22a)

i. Es una palabra que"vive" (v.23b);es decir, tiene vida (es viviente, tiene poder, y

actua), Y Produce vida. i

ii. Es una palabra qlle "permanece para siempre" (v'23b)' La vida humana es muy

transitoria; tiene poca duración. La palabia de Dios comparte la cualidad del Autor -es decir, la eternidad; pennanece para siempre

Las personas a quienes Pedro escribe eran creyentes; ya habían T:i::::?*,::t,,""1":,**í"i"tur" j"ñ;,

"" ; vidas. Habían experimentado el nuevo nacimiento; tenían una nu:l?

nueva se manifiestenaturaleza. Bor]Ulaqta, su

." tut vidas. Iñ;aneradñ"c"rto, es por medio del a{ggll.¡

: Si no estamos amando a nuestros hermanos, entonces tenemos que p

si est¿mos viviendo en la llenura del EspírityF-anto (ver Efe 5: l8-25)'-La falta de

Muchas veces hay cosas en nuestros corazones que no n9s pgrmiten amar a nuestros hermanos en

ffi#t; * ;;t;;t h¿ss¡1e. Estas cosas inciu)'en el "goí . a --- -..l n^. !^ +nn+^ ^^ro

da

;;;*il;";tf.Jd;s áe r ' Por lo tanto' para amar

como debemos amar, que nuestras almas

¿Cómo logramos esa purificación espiritual? En dos maneras:

i."por la obeüencia alavq '(v.22a)

La verdad a la cual Pedro se refiere es la 'verdad' del evangelio (ver v.25); es la'verdad' que

ahora tiene la

nl* tu mediáa en que lo hace, que irá purificando su

alma, y ubri"rrdil"ñino para poder amar bien a sus hermanos espirituales.

REFLEXIÓN: Si no estamos amando a nuestros hermanos, entonces tenemos que preguntarnos

en qué areas de nuestras vidas estamos desobedeciendo la verdad del evangelio y

de la Palabra de Dios.

ii."@ggüW'(v.22a)I

pero, ¿cómo podremo.s obedecer la verdad, cuando nuestra 'carne' nos lleva a la desobediencia?

I." tótir*rtu "r,

por-á"dio del poder del Espíritu Santo. Es-solo el Espíritu Santo quien nos

puede dar et deséo de vivir en santidad, de obedecer la Palabra de Dios, y así purificar nuestras

almas (Rom 8:9, 13).

si est¿mos viviendo en la llenura del Espíritu Santo (ver Et-e 5:l E-25)'-La lalt¿ o(

l lta de amor hacia nuestros

REFLEXION

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27