EL AMIGO DE LA FAMILIA domingo 27 julio 2014

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Semanario fundado por Mons. José Fagnano el 19 de enero de 1908 Edición del 27 de julio de 2014 Año 107 - N°6.179 Representante Legal y Director: Mons. Bernardo Bastres Florence Editor: Pbro. Fredy Subiabre Matiacha [email protected] Impresión: Patagónica Publicaciones S.A. Diseño: Daniela Cruz M. www.iglesiademagallanes.cl 106 años L a humanidad se encuentra en un cambio de época que trae consigo muchas esperan- zas y temores, y que nos lleva a preguntar- nos por los fundamentos de nuestras vidas y opciones. Si este discernimiento es necesario para realidades como las nuevas formas de co- municarnos, los modelos sociales y económicos, más lo es cuando nos referimos a realidades esenciales como son la vida humana, la familia y el desarrollo de Chile. Ellas son nuestro teso- ro y comprometen nuestra manera de existir, de amar, de servir. En la Carta Pastoral “Humanizar y compartir con equidad el desarrollo de Chile” (septiembre de 2012), los obispos del Comité Permanente ya nos hemos referido a la necesidad de construir una sociedad más justa, equitativa y fraterna, con una clara preocupación por los po- bres y excluidos, destacando el rol fundamental de la educación y la familia para lograrlo, con la participación de todos y la ayuda de Dios. Esta es la razón que nos mueve a decir una palabra evangélica acerca de diversas declaracio- nes y de la discusión en marcha sobre el llamado “aborto terapéutico”, el “acuerdo de vida en pare- ja” y las “uniones homosexuales” llamadas por al- gunos “matrimonio igualitario”. Lo hacemos con claridad y firmeza y con profundo respeto, porque todos somos hijos de unos padres y madres que nos dieron la vida y nos interesa el bien de la fa- milia y de Chile. Confesamos abiertamente que tenemos un temor: que la discusión sobre estas realidades –no sólo “temas”- se haga desde la ideología o desde un cierto populismo, sin contactarnos con las realidades existenciales que están en juego. Es claro que, como lo ha repetido el Papa Francisco, nuestro amor y respeto por la vida nos lleva a rechazar el aborto. Reafirmamos nuestra convicción absoluta de que el derecho a la vida humana es el primero de los derechos humanos que debe ser respetado y defendido siempre, desde la concepción hasta la muerte natural. Jun- to con el querer de Dios, nuestra fe nos lleva a solidarizar con la maternidad de tantas mujeres que se ven sometidas a muchas presiones para evitar el nacimiento del hijo que viene en cami- no. Se dirá que la creatura en gestación es parte de su propio cuerpo, pero todos sabemos que es otro ser humano que, cuando nace, colma de fe- licidad a sus padres y familiares y enriquece a la sociedad. ¿No es esa la experiencia de la vida que compartimos a diario? 1. El evangelio de la vida Un niño engendrado en el vientre de la madre es una vida humana y, por lo mismo, es acreedor del primero de los derechos humanos: que sea respetado y cuidado. Un niño que presenta pro- blemas en su gestación, además de las maravillas que hoy hace la medicina, es una persona única que trae una misión particular a este mundo. La supresión de niño considerado “no deseado”, (¿se puede hablar sinceramente de “no desea- do”?), es una injusticia e implica un trauma que puede marcar de por vida. Y una mamá que, des- graciadamente aborta, muchas veces presionada por terceros, suele llevar un peso atroz por el res- to de su vida, al haber puesto fin a la gestación de sus entrañas. Por eso, lejos de condenarla, que- remos ayudarla, apoyarla, como lo hacen los pro- gramas de la Iglesia con las madres adolescentes o con las fundaciones que apoyan legalmente la adopción de los niños así nacidos. Alentamos las diversas iniciativas que promueven auténtica soli- daridad y acompañamiento fraterno. En vez de discutir una ley para poner fin al ser humano concebido, podríamos discutir cómo el Estado se puede hacer cargo de acompañar, aconsejar, abrir espacios en la sociedad y has- ta financiar tantas iniciativas en favor de la vida que hoy se mantienen gracias a la generosidad de muchos. Y, lo sabemos, hay en los hospitales y clínicas comités de ética que pueden ayudar a decidir el camino a tomar para asegurar la vida de la madre y de su hijo, o bien, para recomendar el camino que, siempre queriendo salvar la vida de ambos, no lo logra. Para eso no se necesita una ley que despenalice el aborto. 2. El evangelio del matrimonio y de la familia Nuestra primera palabra es de gratitud y admiración para todos quienes han tenido la generosidad de sacar adelante su familia. La labor educativa, más el trabajo de pa- dres y madres, y esa triple función de la mujer que es mamá, espo- sa y trabajadora, es una realidad que no escapa a la bendición de Dios, desde el primer día de la creación. Es un verdadero evan- gelio, es decir, una buena noticia que da el susten- to más valioso a nuestra sociedad. Más que la orga- nización política y social, más que las leyes y que la misma Constitución, la familia es el verdadero va- lor constituyente de la comunidad humana. Por diversas razones, hay familias mono-pa- rentales: más razón para acompañarlas. Hay fami- lias cuyos progenitores se casaron enamorados y no pudieron llevar a plenitud sus compromisos nupciales: más razón para estar cerca, porque el sufrimiento de la separación, por mucho que se trate de atenuar, cae sobre ellos y sus hijos. No hay condena de la Iglesia. No hay “excomunión”, como popularmente se cree. Hay parejas que se unieron sin las condiciones para una vida matri- monial: es razón para que los Tribunales compe- tentes declaren con transparencia su nulidad, a veces, por razones de salud, a veces por presio- nes indebidas, a veces por incapacidades propias de nuestra naturaleza humana. No condenamos, pero promovemos la estabilidad matrimonial y echamos de menos leyes que faciliten y apoyen la vida de familia. Necesitamos leyes laborales y educacionales al servicio de esta hermosa aven- tura de ser familia. Eso lo entenderíamos todos, también los políticos y legisladores, porque es el camino que ayuda a conformar una sociedad me- jor, anhelo más preciado de los jóvenes. En este campo se discute hoy día la situación de las uniones de hecho heterosexuales y homo- sexuales. Nuestra opinión es que es necesario prestar atención a las uniones de hecho hete- rosexuales, ya que el problema está en la inde- fensión en la que queda la parte más débil, que suelen ser la mujer y los hijos que surgen de ésta, cuando estas convivencias simplemente se des- hacen, porque son de suyo, inestables. Ninguno de ellos ha querido el matrimonio. Por lo mismo, no se puede imponer, y el Estado tiene que velar para el cumplimiento de las leyes existentes que determinan los beneficios y obligaciones de esa unión y de sus hijos. Las uniones de hecho no se pueden equiparar jurídicamente con la unión estable e indisoluble de un hombre y una mujer para formar familia y enfrentar juntos la vida, ins- titución que me- rece el apoyo y la protección del Es- tado, pues origina la célula básica de la sociedad. En cuanto a quienes buscan una unión en- tre personas del mismo sexo, nos parece superficial hablar de “matri- monio igualita- rio”, simplemente porque no lo es. No es una unión entre un varón y una mujer y no tiene la estabi- lidad propia del matrimonio que, en la enseñanza bíblica posee dos notas caracterís- ticas e insepara- bles: su aspecto unitivo (varón y mujer) y su voca- ción a la procreación. Por esa razón, ¿para qué llamar con un nombre lo que no lo es? Si dos personas quieren convivir y compartir sus bienes, si quieren preocuparse de su heren- cia, podrían hacerlo sin leyes nuevas. Y, si se re- quiere una ley, creemos que hay que preocuparse de ese grupo humano, aunque minoritario, para que sean respetados y no discriminados por su condición y para que cuenten con los derechos básicos para una unión, pero no un matrimonio. Cosas de palabras, piensan algunos. Necesidad de entendernos, es lo que otros pensamos. Ser una persona con tendencia homosexual no es un castigo de Dios, como muchos equivo- cadamente piensan. Y muchos perdones tenemos que pedir como sociedad por haberlos discrimi- nado injustamente. La Iglesia no condena a las personas homosexuales, como muchos creen. Lo que sí pensamos, es que todo proyecto de vida humana tiene que regirse por la voluntad de Dios, expresada en sus mandamientos, para llevar una vida recta, santa y acorde al proyecto divino para cada uno de nosotros. Para unos y otros, implica no pocos sacrificios llevar una vida pura, casta y transparente, en que podamos madurar en el ejercicio de nuestra afectividad. 3. Nuestro apoyo a las familias y sus dere- chos No existen las familias “perfectas” que nos propone la propaganda falaz y consumista. En ellas no pasan los años, no existe la enferme- dad, el dolor ni la muerte. No existen los dramas humanos, los problemas de convivencia entre los esposos, las situaciones dramáticas de hijos enfermos o en situaciones de vulnerabilidad. La propaganda consumista muestra una fantasía que nada tiene que ver con la realidad que deben afrontar, en el día a día, los jefes y jefas de hogar que con tanto sacrificio acuden a sus trabajos para “ganarse la vida”. Desde esta óptica mentirosa, la Sagrada Fa- milia de la Virgen María, de San José y del Niño Jesús no cualificarían para los parámetros de la felicidad engañosa: el niño Dios nació en una pesebrera de animales porque no hubo lugar en la posada; en la presentación del Niño en el tem- plo, a María le fue profetizada que “una espa- da te atravesaría el corazón”; debieron sufrir el exilio en Egipto por la persecución del tirano de turno; y María finalmente estuvo al pie de la cruz como madre dolorosa. Pero fue ella misma la testigo de la resurrección del Hijo de Dios. Es la familia solidaria con todos los dramas que debe enfrentar la vocación familiar. Desde esta mirada de fe, expresamos que la familia, fundada en el matrimonio, es la célula básica de la sociedad, como también lo recono- ce nuestro ordenamiento constitucional y legal. Sabemos que es la realidad más valorada por los chilenos, la fuente de las mayores alegrías y el motivo de los mayores sacrificios en bien de sus integrantes, en especial de los hijos, te- niendo los padres el derecho y deber de elegir la mejor educación para ellos, de acuerdo a sus convicciones y valores. Al interior de la familia, nos cuestiona la realidad cada vez más desprotegida de los adul- tos mayores. Damos gracias a Dios por el bien que se les ofrece, pero aumenta cada día lo que queda pendiente con ellos. Aquí hay un ámbito inmenso de acción para el Estado, la Iglesia, las instituciones y el voluntariado. Invitamos, por eso, a orar por el Sínodo de los obispos al que ha convocado el Papa Fran- cisco para reflexionar sobre la familia, porque en este “patrimonio vivo de la humanidad” se fragua el futuro de la humanidad. 4. Nuestro anhelo Hemos escrito estas reflexiones motivados por el anhelo de prestar nuestra mejor contribu- ción a la patria, mediante el anuncio de Cristo y de su Evangelio y de la múltiple acción pastoral de la Iglesia Católica. Lo hacemos con el propó- sito de aportar al bien integral de la comunidad nacional, de las familias y de cada persona, por quienes Jesucristo entregó su cuerpo y sangre. Encomendamos el fruto de estas reflexiones a la maternal protección de nuestra Madre, la Virgen del Carmen, Patrona de Chile, cuya fiesta hemos celebrado recientemente a lo largo y an- cho de nuestra patria. LA VIDA Y LA FAMILIA: REGALOS DE DIOS PARA CADA UNO DE NOSOTROS Declaración del Comité Permanente de la CECh - 21 julio de 2014

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Semanario Interparroquial de la Diócesis de Punta Arenas Chile.

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El Amigo de la Familia / Punta Arenas, domingo 20 de mayo de 2010 1

Semanario fundado por Mons. José Fagnano el 19 de enero de 1908

Edición del 27 de julio de 2014 Año 107 - N°6.179Representante Legal y Director: Mons. Bernardo Bastres FlorenceEditor: Pbro. Fredy Subiabre [email protected]ón:Patagónica Publicaciones S.A.Diseño: Daniela Cruz M. www.iglesiademagallanes.cl 106

años

La humanidad se encuentra en un cambio de época que trae consigo muchas esperan-zas y temores, y que nos lleva a preguntar-nos por los fundamentos de nuestras vidas

y opciones. Si este discernimiento es necesario para realidades como las nuevas formas de co-municarnos, los modelos sociales y económicos, más lo es cuando nos referimos a realidades esenciales como son la vida humana, la familia y el desarrollo de Chile. Ellas son nuestro teso-ro y comprometen nuestra manera de existir, de amar, de servir. En la Carta Pastoral “Humanizar y compartir con equidad el desarrollo de Chile” (septiembre de 2012), los obispos del Comité Permanente ya nos hemos referido a la necesidad de construir una sociedad más justa, equitativa y fraterna, con una clara preocupación por los po-bres y excluidos, destacando el rol fundamental de la educación y la familia para lograrlo, con la participación de todos y la ayuda de Dios.

Esta es la razón que nos mueve a decir una palabra evangélica acerca de diversas declaracio-nes y de la discusión en marcha sobre el llamado “aborto terapéutico”, el “acuerdo de vida en pare-ja” y las “uniones homosexuales” llamadas por al-gunos “matrimonio igualitario”. Lo hacemos con claridad y firmeza y con profundo respeto, porque todos somos hijos de unos padres y madres que nos dieron la vida y nos interesa el bien de la fa-milia y de Chile.

Confesamos abiertamente que tenemos un temor: que la discusión sobre estas realidades –no sólo “temas”- se haga desde la ideología o desde un cierto populismo, sin contactarnos con las realidades existenciales que están en juego.

Es claro que, como lo ha repetido el Papa Francisco, nuestro amor y respeto por la vida nos lleva a rechazar el aborto. Reafirmamos nuestra convicción absoluta de que el derecho a la vida humana es el primero de los derechos humanos que debe ser respetado y defendido siempre, desde la concepción hasta la muerte natural. Jun-to con el querer de Dios, nuestra fe nos lleva a solidarizar con la maternidad de tantas mujeres que se ven sometidas a muchas presiones para evitar el nacimiento del hijo que viene en cami-no. Se dirá que la creatura en gestación es parte de su propio cuerpo, pero todos sabemos que es otro ser humano que, cuando nace, colma de fe-licidad a sus padres y familiares y enriquece a la sociedad. ¿No es esa la experiencia de la vida que compartimos a diario?

1. El evangelio de la vidaUn niño engendrado en el vientre de la madre

es una vida humana y, por lo mismo, es acreedor del primero de los derechos humanos: que sea respetado y cuidado. Un niño que presenta pro-blemas en su gestación, además de las maravillas que hoy hace la medicina, es una persona única que trae una misión particular a este mundo. La supresión de niño considerado “no deseado”, (¿se puede hablar sinceramente de “no desea-do”?), es una injusticia e implica un trauma que puede marcar de por vida. Y una mamá que, des-graciadamente aborta, muchas veces presionada por terceros, suele llevar un peso atroz por el res-to de su vida, al haber puesto fin a la gestación de sus entrañas. Por eso, lejos de condenarla, que-remos ayudarla, apoyarla, como lo hacen los pro-gramas de la Iglesia con las madres adolescentes

o con las fundaciones que apoyan legalmente la adopción de los niños así nacidos. Alentamos las diversas iniciativas que promueven auténtica soli-daridad y acompañamiento fraterno.

En vez de discutir una ley para poner fin al ser humano concebido, podríamos discutir cómo el Estado se puede hacer cargo de acompañar, aconsejar, abrir espacios en la sociedad y has-ta financiar tantas iniciativas en favor de la vida que hoy se mantienen gracias a la generosidad de muchos. Y, lo sabemos, hay en los hospitales y clínicas comités de ética que pueden ayudar a decidir el camino a tomar para asegurar la vida de la madre y de su hijo, o bien, para recomendar el camino que, siempre queriendo salvar la vida de ambos, no lo logra. Para eso no se necesita una ley que despenalice el aborto.

2. El evangelio del matrimonio y de la familiaNuestra primera palabra es de gratitud y

admiración para todos quienes han tenido la generosidad de sacar adelante su familia. La labor educativa, más el trabajo de pa-dres y madres, y esa triple función de la mujer que es mamá, espo-sa y trabajadora, es una realidad que no escapa a la bendición de Dios, desde el primer día de la creación. Es un verdadero evan-gelio, es decir, una buena noticia que da el susten-to más valioso a nuestra sociedad. Más que la orga-nización política y social, más que las leyes y que la misma Constitución, la familia es el verdadero va-lor constituyente de la comunidad humana.

Por diversas razones, hay familias mono-pa-rentales: más razón para acompañarlas. Hay fami-lias cuyos progenitores se casaron enamorados y no pudieron llevar a plenitud sus compromisos nupciales: más razón para estar cerca, porque el sufrimiento de la separación, por mucho que se trate de atenuar, cae sobre ellos y sus hijos. No hay condena de la Iglesia. No hay “excomunión”, como popularmente se cree. Hay parejas que se unieron sin las condiciones para una vida matri-monial: es razón para que los Tribunales compe-tentes declaren con transparencia su nulidad, a veces, por razones de salud, a veces por presio-nes indebidas, a veces por incapacidades propias de nuestra naturaleza humana. No condenamos, pero promovemos la estabilidad matrimonial y echamos de menos leyes que faciliten y apoyen la vida de familia. Necesitamos leyes laborales y educacionales al servicio de esta hermosa aven-tura de ser familia. Eso lo entenderíamos todos,

también los políticos y legisladores, porque es el camino que ayuda a conformar una sociedad me-jor, anhelo más preciado de los jóvenes.

En este campo se discute hoy día la situación de las uniones de hecho heterosexuales y homo-sexuales. Nuestra opinión es que es necesario prestar atención a las uniones de hecho hete-rosexuales, ya que el problema está en la inde-fensión en la que queda la parte más débil, que suelen ser la mujer y los hijos que surgen de ésta, cuando estas convivencias simplemente se des-hacen, porque son de suyo, inestables. Ninguno de ellos ha querido el matrimonio. Por lo mismo, no se puede imponer, y el Estado tiene que velar para el cumplimiento de las leyes existentes que determinan los beneficios y obligaciones de esa unión y de sus hijos. Las uniones de hecho no se pueden equiparar jurídicamente con la unión estable e indisoluble de un hombre y una mujer para formar familia y enfrentar juntos la vida, ins-

titución que me-rece el apoyo y la protección del Es-tado, pues origina la célula básica de la sociedad.

En cuanto a quienes buscan una unión en-tre personas del mismo sexo, nos parece superficial hablar de “matri-monio igualita-rio”, simplemente porque no lo es. No es una unión entre un varón y una mujer y no tiene la estabi-lidad propia del matrimonio que, en la enseñanza bíblica posee dos notas caracterís-ticas e insepara-bles: su aspecto unitivo (varón y mujer) y su voca-

ción a la procreación. Por esa razón, ¿para qué llamar con un nombre lo que no lo es?

Si dos personas quieren convivir y compartir sus bienes, si quieren preocuparse de su heren-cia, podrían hacerlo sin leyes nuevas. Y, si se re-quiere una ley, creemos que hay que preocuparse de ese grupo humano, aunque minoritario, para que sean respetados y no discriminados por su condición y para que cuenten con los derechos básicos para una unión, pero no un matrimonio. Cosas de palabras, piensan algunos. Necesidad de entendernos, es lo que otros pensamos.

Ser una persona con tendencia homosexual no es un castigo de Dios, como muchos equivo-cadamente piensan. Y muchos perdones tenemos que pedir como sociedad por haberlos discrimi-nado injustamente. La Iglesia no condena a las personas homosexuales, como muchos creen. Lo que sí pensamos, es que todo proyecto de vida humana tiene que regirse por la voluntad de Dios, expresada en sus mandamientos, para llevar una vida recta, santa y acorde al proyecto divino para

cada uno de nosotros. Para unos y otros, implica no pocos sacrificios llevar una vida pura, casta y transparente, en que podamos madurar en el ejercicio de nuestra afectividad.

3. Nuestro apoyo a las familias y sus dere-chos

No existen las familias “perfectas” que nos propone la propaganda falaz y consumista. En ellas no pasan los años, no existe la enferme-dad, el dolor ni la muerte. No existen los dramas humanos, los problemas de convivencia entre los esposos, las situaciones dramáticas de hijos enfermos o en situaciones de vulnerabilidad. La propaganda consumista muestra una fantasía que nada tiene que ver con la realidad que deben afrontar, en el día a día, los jefes y jefas de hogar que con tanto sacrificio acuden a sus trabajos para “ganarse la vida”.

Desde esta óptica mentirosa, la Sagrada Fa-milia de la Virgen María, de San José y del Niño Jesús no cualificarían para los parámetros de la felicidad engañosa: el niño Dios nació en una pesebrera de animales porque no hubo lugar en la posada; en la presentación del Niño en el tem-plo, a María le fue profetizada que “una espa-da te atravesaría el corazón”; debieron sufrir el exilio en Egipto por la persecución del tirano de turno; y María finalmente estuvo al pie de la cruz como madre dolorosa. Pero fue ella misma la testigo de la resurrección del Hijo de Dios. Es la familia solidaria con todos los dramas que debe enfrentar la vocación familiar.

Desde esta mirada de fe, expresamos que la familia, fundada en el matrimonio, es la célula básica de la sociedad, como también lo recono-ce nuestro ordenamiento constitucional y legal. Sabemos que es la realidad más valorada por los chilenos, la fuente de las mayores alegrías y el motivo de los mayores sacrificios en bien de sus integrantes, en especial de los hijos, te-niendo los padres el derecho y deber de elegir la mejor educación para ellos, de acuerdo a sus convicciones y valores.

Al interior de la familia, nos cuestiona la realidad cada vez más desprotegida de los adul-tos mayores. Damos gracias a Dios por el bien que se les ofrece, pero aumenta cada día lo que queda pendiente con ellos. Aquí hay un ámbito inmenso de acción para el Estado, la Iglesia, las instituciones y el voluntariado.

Invitamos, por eso, a orar por el Sínodo de los obispos al que ha convocado el Papa Fran-cisco para reflexionar sobre la familia, porque en este “patrimonio vivo de la humanidad” se fragua el futuro de la humanidad.

4. Nuestro anheloHemos escrito estas reflexiones motivados

por el anhelo de prestar nuestra mejor contribu-ción a la patria, mediante el anuncio de Cristo y de su Evangelio y de la múltiple acción pastoral de la Iglesia Católica. Lo hacemos con el propó-sito de aportar al bien integral de la comunidad nacional, de las familias y de cada persona, por quienes Jesucristo entregó su cuerpo y sangre.

Encomendamos el fruto de estas reflexiones a la maternal protección de nuestra Madre, la Virgen del Carmen, Patrona de Chile, cuya fiesta hemos celebrado recientemente a lo largo y an-cho de nuestra patria.

LA VIDA Y LA FAMILIA: REGALOS DE DIOS PARA CADA UNO DE NOSOTROS

Declaración del Comité Permanente de la CECh - 21 julio de 2014

2 El Amigo de la Familia / Punta Arenas, domingo 27 de julio 2014

NUESTRA MEMORIA AGRADECIDA

EVANGELIZAR CIVILIZANDO… EL MANDATO DE DON BOSCO EN MAGALLANES

21 DE JULIO DE 1887

Un estilo que impuso Monseñor Fagnano y que se mantiene vi-gente hoy.

La Iglesia tiene como misión buscar el modo de arrancar del corazón del hombre y de la sociedad, todo aquello que lo rebaje de su condición humana y favorecer todas aque-llas obras que sirven para digni-ficarlo. La civilización, que es el esfuerzo del hombre por adquirir los bienes materiales necesarios para una vida por lo menos con un mínimo de confort, fue una de las tareas que realizó Monseñor Fagnano, siguiendo el mandato de Don Bosco: “Evangelizar civili-zando y civilizar evangelizando”.

La Iglesia de Magallanes fue dirigida hacia una participación más activa en el progreso mate-rial de la ciudad y de la zona y son muchísimas las obras que dan testimonio de ello, impo-niendo un estilo que se mantiene vigente.

Desde Buenos Aires, Mons. Fagnano recluta gente para viajar a las tierras australes. Aceptan participar en la aventura misio-nera el P. Antonio Ferrero, el clé-

rigo Fortunato Griffa y el coadju-tor salesiano José Audisio. El 15 de julio parten los cuatro desde Montevideo rumbo a Punta Are-nas en el vapor “Theben”.

Finalmente, el 21 de julio de 1887, el P. Fagnano y sus tres compañeros llegan a Punta Are-nas… ese mismo día daba los primeros pasos de una obra mi-sionera, que es una de las más hermosas páginas de nuestra historia y que sólo a su muerte fue reconocida en toda su gran-deza como lo recogió el P. Lo-renzo Massa en decenas de testi-monios como este del sacerdote Eugenio Ceria.

“Cuando al cabo, quebran-tado por los años, las fatigas y los sufrimientos morales, bajó a la tumba, una verdadera red de obras misioneras envolvían a su vasta Prefectura: obras ideadas por su mente fecunda, actuadas por su energía sobre humana y mantenidas a precio de heroicos sacrificios”.

Aún no transcurría un mes de la llegada de los misioneros cuando inauguraban la primera capilla salesiana y dos salas de clase que el 1° de septiembre de

LA PRIMERA IMPRESIÓNSólo eran cuatro desconocidos cuando el 21 de julio de 1887 llegaron a Punta

Arenas donde la rigurosidad del clima habría sido suficiente para desanimar a otros que no fueran el Padre José Fagnano y sus compañeros Antonio Ferrero, Fortunato Griffa y José Audisio.

Esta nota, escrita en esas primeras horas, refleja el sentimiento de quien pronto conquistaría a esa comunidad que carecía casi por completo de sentido religioso.

- “Querido Don Bosco… ¡Qué frío en estos días! Once grados bajo cero y en una casa suspendida treinta centímetros sobre el suelo por la humedad. Y si nosotros sufrimos, aunque cubiertos con ropa, ¡cuánto no sufrirán los pobres indios! He aquí el pensamiento que nos hace exclamar: ¡Paciencia!

Ganemos algún mérito ante el Señor. Nos hallamos a 52 grados y medio de lati-tud Sur. Somos los hijos más lejanos del querido Don Bosco, pero quizás los más próximos a él, por la ternura con que piensa en nosotros… Aquí tenemos correo cada quince días hacia Burdeos, Hamburgo y por el Pacífico…”.

J. Fagnano

1887 acogieron a los primeros 60 alumnos del hoy centenario Colegio “San José”. Le siguieron luego el Colegio María Auxiliado-ra, escuelas en Porvenir y Nata-les, Instituto Sagrada Familia y el Instituto Don Bosco.

También construyó un hospi-tal que entregaba atención gra-tuita, un puente sobre el Río de Las Minas que la población bau-tizó como “Puente de los Padres” y los primeros ladrillos magallá-nicos, con los cuales se edificó la Catedral.

El primer alumbrado público

eléctrico lo trajo a Punta Arenas Monseñor Fagnano, como tam-bién el primer armonio.

Cronológicamente el Obser-vatorio Meteorológico que hoy lleva su nombre fue la segunda obra de Monseñor Fagnano. Las primeras anotaciones datan del 1° de diciembre de 1887 y el pri-mer meteorólogo fue el clérigo Fortunato Griffa quien empezó a registrar puntualmente y tres veces por día las variaciones del caprichoso clima magallánico: lluvia, fuerza y dirección del vien-to, temperatura, presión baromé-

trica, humedad relativa. La ya centenaria y siempre silenciosa labor del Observatorio, que luego dirigió otro misionero abnegado, P. Francisco Petek, constituye un valioso aporte científico y de ser-vicio a la comunidad.

La presencia de los salesia-nos marcó un hito en la historia de la región. Difíciles fueron sus comienzos, fructífera su obra. Su aporte además del educativo, moral y espiritual se manifestó en estas y muchas otras contri-buciones al progreso material de Magallanes.

3El Amigo de la Familia / Punta Arenas, domingo 27 de julio 2014

NOTICIAS

DESDE LA PARROQUIA NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN DE

PUERTO WILLIAMS

SOLEMNIDAD DE LA VIRGEN DEL CARMEN DE LA COMUNIDAD DE

CECIL RASMUNSSEN

CELEBRACIÓN ESPECIAL PARA LOS ABUELOS CON SUS NIETOS EN

CATEDRAL HOY DOMINGO 27

CEVAS COMUNIDAD SAN FRANCISCO DE ASÍS

FIESTA DEL CARMEN 2014 EN SANTUARIO DE JESÚS NAZARENO

El día sábado 12 de julio, en la Eucaristía de la tarde, fue bautizada Mayte Anahí Barra Pedreros, en la Capilla Nuestra Señora del Carmen (Sede Centro). Sus padres Alejandro Barra y Jocelyn Pedreros y padrinos José Luis Barra y Vanessa Sánchez, se prepararon convenientemente y organizaron una hermosa celebración, con gran cantidad de familiares y amigos. Es el primer bautizo que se realiza en esta nueva Capilla de la parroquia de nuestra ciudad, por lo que tiene un gran significado para la comunidad.El día 16 de julio la comunidad parroquial de Puerto Williams celebró su fiesta patronal, invitando a todos a la Procesión y la Eucaristía en la restaurada “Plaza de la Virgen”, cercana al pueblo. La procesión partió desde la capilla Naval y fue presidida

El 16 de julio celebramos una emocionante, alegre y especial misa de Solemnidad. Un verdadero regalo para la Madre de Dios. Una misa al más puro estilo nortino, con una hermosa homilía de nuestro padre obispo Bernardo y finalizando con bailes religiosos del norte. Una fiesta en una capilla repleta de fieles y con cantos que hicieron celebrar y cantar a todos. Felicidades CEB Virgen del Carmen (P. Rodrigo Vargas).

En el marco de la celebración de los santos Joaquín y Ana, abuelos de Jesús, la Pastoral Juvenil de la Catedral invita a la eucaristía hoy domingo 27 de julio a las 12.15 horas, en la que daremos gracias a Dios por el testimonio de nuestros abuelos, transmisores de le fe y de los valores del Evangelio.

Del 14 al 18 de julio se realizaron por primera vez los Cevas de Invierno en la Comunidad San Francisco de Asís, de la parroquia de N.S. de Fátima.Niños y niñas del sector disfrutaron de una semana de juegos, cantos y formación pastoral a cargo de monitores alegres y llenos cariño y buena voluntad. Las onces estuvieron a cargo de hermanas de la comunidad.

El próximo sábado 9 de agosto, en la víspera de la fiesta de San Lorenzo, los diáconos de nuestra diócesis renovarán sus promesas de servicio al Señor y a su Iglesia ante el padre obispo Bernardo Bastres. Invitamos a la comunidad a la misa en el templo Catedral a las 19:00 horas para orar por nuestros diáconos en el día de su santo patrono.

El alma católica de las familias chilotas vibró con la fiesta de julio en honor de la Virgen del Carmen, Madre de Chile y Educadora de misioneros para plantar el Evangelio en el corazón de Magallanes.Novena con participación de todos los grupos, especialmente de jóvenes y niños que aprenden de sus mayores las tradiciones de la isla. Vigilia de la fiesta con rezo y “remate” con alegre cena familiar y unos doscientos participantes entre los cuales se sortearon los regalos destinados a los asistentes a la

REUNIÓN AGENTES DE PASTORAL DE LA SALUD

JUEVES 31 A LAS 19,30 HRS. EN

CATEDRAL (Diác. Daniel Suárez).

CELEBRACIÓN DEL DÍA DEL DIÁCONO PRÓXIMO SÁBADO

9 DE AGOSTO

por la Cruz de la Misión Territorial y por una pequeña imagen de Nuestra Señora del Carmen, venerada en la Capilla de la sede centro. Los fieles católicos rezamos el Santo Rosario, escuchamos la Palabra de Dios y celebramos la Eucaristía, renovando nuestro amor a Dios y a Su Madre. Oramos por la paz en Chile y en Tierra Santa. Damos gracias a los valiosos servicios de la Ilustre Municipalidad de Cabo de Hornos y de la Armada de Chile, que favorecieron el buen desarrollo de esta expresión de fe. De este modo, y unidos a tantos católicos, celebramos a la Madre y Patrona de Chile, acogidos en una tarde tranquila y serena en el fin del mundo (P. Juan Solís, Párroco).

novena. El día 16 de julio hubo tres misas, con celebración de sacramentos de iniciación cristiana y homenajes folclóricos por parte de conjuntos vinculados a la vida de la comunidad. La comunidad entera felicitó y agradeció a los papás y mamás de acólitos por la excelente preparación y servicio de la cena de vísperas de la festividad (P. Miguel Velásquez).

4 El Amigo de la Familia / Punta Arenas, domingo 27 de julio 2014

BORIES 539

“Tradición familiar al servicio de Magallanes”

BORIES 552

BORIES 569

Lecturas de La semana

AGENDA DEL PASTOR

Domingo 27 de julio al viernes 01 de agosto: Retiro de obispos de la Conferencia Episcopal de Chile en Santiago.

Domingo 03 de agosto: 11,30 hrs. Eucaristía en la CEB Nuestra Señora de las Nieves / 19,00 hrs. Eucaristía en Catedral.

Lunes 28: Mateo 13,31-35Martes 29: Mateo 13,36-43 (Santa Marta)Miércoles 30: Mateo 13,44-46Jueves 31: Mateo 13,47-53 (San Ignacio de Loyola)Viernes 01: Mateo 13,54-58 (San Alfonso)Sábado 02: Mateo 14,1-12

Somos invitados a participar del Reino de Dios. Él se hace presente entre nosotros y nos propone dar testimonio para que todos lo reconozcan en medio nuestro. Vivamos como Jesús y hagamos visible su Reino en el servicio a nuestros hermanos, en la búsqueda de la justicia y en la defensa de la dignidad de todos

los seres humanos.Dios concede a quien le pide un corazón sabio y prudente (PRIMERA LECTURA). Estamos llamados a dar testimonio de Cristo (SEGUNDA LECTURA). Dios nos invita a participar de su Reino (EVANGELIO).

EL REINO ES UN TESORO… Y ESE TESORO NO TIENE PRECIODomingo 17 del tiempo ordinario

PRIMERA LECTURA: 1 Reyes 3,5.7-12El Señor se apareció a Salomón en un sueño, durante la noche. Y le dijo: “Pí-deme lo que quieras”. Salomón respon-dió: “Señor, Dios mío, has hecho reinar a tu servidor en lugar de mi padre Da-vid, a mí, que soy apenas un muchacho y no sé valerme por mí mismo. Tu ser-vidor está en medio de tu pueblo, el que tú has elegido, un pueblo tan numeroso que no se puede contar ni calcular. Con-cede entonces a tu servidor un corazón comprensivo, para juzgar a tu pueblo, para discernir entre el bien y el mal. De lo contrario, ¿quién sería capaz de juzgar a un pueblo tan grande como el tuyo?”. Al Señor le agradó que Salomón le hiciera este pedido, y le dijo: “Porque tú has pedido esto, y no has pedido para ti una larga vida, ni riqueza, ni la vida de tus enemigos, sino que has pedido el discernimiento necesario para juzgar con rectitud, yo voy a obrar conforme a lo que dices: Te doy un corazón sabio y prudente, de manera que no ha habido nadie como tú antes de ti, ni habrá na-die como tú después de ti”.

PALABRA DE DIOS

SALMO 118,57.72.76-77.127-130

R. ¡CUÁNTO AMO TU LEY, SEÑOR!

El Señor es mi herencia: yo he decidido cumplir tus palabras. Para mí vale más la ley de tus labios que todo el oro y la plata. R.

eso las observo. La explicación de tu palabra ilumina y da inteligencia al ig-norante. R.

SEGUNDA LECTURA: Romanos 8,28-30

Hermanos: Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de los que lo aman, de aquéllos que él llamó según su designio. En efecto, a los que Dios conoció de antemano, los predestinó a reproducir la imagen de su hijo, para

Que tu misericordia me consuele, de acuerdo con la promesa que me hicis-te. Que llegue hasta mí tu compasión, y viviré, porque tu ley es toda mi alegría. R.

Yo amo tus mandamientos y los prefie-ro al oro más fino. Por eso me guío por tus preceptos y aborrezco todo camino engañoso. R.

Tus prescripciones son admirables: por

que él fuera el primogénito entre mu-chos hermanos; y a los que predestinó, también los llamó; y a los que llamó, también los justificó; y a los que justifi-có, también los glorificó.

PALABRA DE DIOS

EVANGELIO: Mateo 13,44-52Jesús dijo a la multitud: “El Reino de los Cielos se parece a un tesoro es-condido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lle-no de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo. El Reino de los Cielos se parece también a un nego-ciante que se dedicaba a buscar per-las finas; y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró. El Reino de los Cielos se parece también a una red que se echa al mar y recoge toda clase de peces. Cuando está llena, los pescadores la sacan a la orilla y, sentándose, reco-gen lo bueno en canastas y tiran lo que no sirve. Así sucederá al fin del mundo: vendrán los ángeles y sepa-rarán a los malos de entre los justos, para arrojarlos en el horno ardiente. Allí habrá llanto y rechinar de dientes. ¿Comprendieron todo esto?”. “Sí”, le respondieron. Entonces agregó: “Todo escriba convertido en discípulo del Reino de los Cielos se parece a un dueño de casa que saca de sus reser-vas lo nuevo y lo viejo”.

PALABRA DEL SEÑOR