El Amigo Al Que El Amor Lo Llevó a Calabria - Vila Ortiz

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Domingo, 03 de febrero de 201301:00 El amigo al que el amor lo llevó a Calabria No debe haber pueblo en el mundo que no haya conocido, en algún momento de su formación, por diferentes circunstancias, el camino del destierro, el del que generalmente, transita por razones políticas. Por Gary Vila Ortiz No debe haber pueblo en el mundo que no haya conocido, en algún momento de su formación, por diferentes circunstancias, el camino del destierro, el del que generalmente, transita por razones políticas. En el siglo veinte ese tipo de exilio, de tristeza al tener que partir, son muchos los ejemplos de esos pueblos vulnerados por el terror buscando un sitio dónde vivir sin esa carga permanente de la persecución. El pueblo judío es emblemático pues debió terminar viviendo en otros países unido por un sentido religioso que, pese a las diferencias internas, persiste. Incluso ahora, pese a la existencia de una nación judía. La Alemania del nazismo llevó a lo mejor del pueblo alemán al exilio. Los armenios, los kurdos, los republicanos españoles, conocieron el cruel momento del destierro y buscaron en la América Hispana el refugio imprescindible. En nuestro país muchas veces se conoció el exilio, pero nunca eso fue tan terrible como en los tiempos del llamado proceso. Pero hay otro tipo de exilio, dictado en general por penurias económicas que determinaron el camino de los inmigrantes, y en este país a un nivel tal, que se puede hablar de lo que denominamos “la pampa gringa”. Rosario la conoce bien, pues es el corazón de ese territorio que no es físicamente palpable, pero que se encuentra limitado por razones espirituales. No debe haber rosarino que no conozca esa situación. Un lejano testimonio es Ovidio, que escribió sus “tristia” que implican ese conjunto de tristezas que el poeta, obligado a dejar Roma, las escribe entre los años 8 y 12 de nuestra era y hablan de los primeros años del destierro. Ovidio fue enviado a Tomis, una colonia de origen griego situada en los confines del Danubio, límite fijado entonces como las fronteras del Imperio. Ese lugar es ahora ubicado en Constanza, en Rumania, lugar que el poeta describe como desolado y devastado por el frío. Mi entrañable amigo Doménico Chindamo no es poeta ni tampoco romano. Es oriundo de Calabria, y fueron otras las causas de que sus padres lo trajeran a nuestra ciudad. Doménico fue bautizado el 6 de julio de 1950 en la misma iglesia en la que sus padres se habían casado en 1942. Mi amistad con Chindamo nace de nuestro trabajo en este diario y siguió luego porque compartimos luego una casa donde estábamos apretujados por cierta soledad y bastante tristeza. Allí Doménico me contó su historia, el comienzo de su vida en Rosario, durante la cual debió afrontar, la familia toda, muchas dificultades.

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Obra del gran escritor rosarino Alberto Vila Ortiz (Gary) en que muestra la ductilidad y calidad de su pluma.

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Domingo, 03 de febrero de 201301:00

Domingo, 03 de febrero de 201301:00El amigo al que el amor lo llev a Calabria

No debe haber pueblo en el mundo que no haya conocido, en algn momento de su formacin, por diferentes circunstancias, el camino del destierro, el del que generalmente, transita por razones polticas.

No debe haber pueblo en el mundo que no haya conocido, en algn momento de su formacin, por diferentes circunstancias, el camino del destierro, el del que generalmente, transita por razones polticas. En el siglo veinte ese tipo de exilio, de tristeza al tener que partir, son muchos los ejemplos de esos pueblos vulnerados por el terror buscando un sitio dnde vivir sin esa carga permanente de la persecucin. El pueblo judo es emblemtico pues debi terminar viviendo en otros pases unido por un sentido religioso que, pese a las diferencias internas, persiste. Incluso ahora, pese a la existencia de una nacin juda. La Alemania del nazismo llev a lo mejor del pueblo alemn al exilio. Los armenios, los kurdos, los republicanos espaoles, conocieron el cruel momento del destierro y buscaron en la Amrica Hispana el refugio imprescindible. En nuestro pas muchas veces se conoci el exilio, pero nunca eso fue tan terrible como en los tiempos del llamado proceso.

Pero hay otro tipo de exilio, dictado en general por penurias econmicas que determinaron el camino de los inmigrantes, y en este pas a un nivel tal, que se puede hablar de lo que denominamos la pampa gringa. Rosario la conoce bien, pues es el corazn de ese territorio que no es fsicamente palpable, pero que se encuentra limitado por razones espirituales.No debe haber rosarino que no conozca esa situacin. Un lejano testimonio es Ovidio, que escribi sus tristia que implican ese conjunto de tristezas que el poeta, obligado a dejar Roma, las escribe entre los aos 8 y 12 de nuestra era y hablan de los primeros aos del destierro.Ovidio fue enviado a Tomis, una colonia de origen griego situada en los confines del Danubio, lmite fijado entonces como las fronteras del Imperio. Ese lugar es ahora ubicado en Constanza, en Rumania, lugar que el poeta describe como desolado y devastado por el fro.Mi entraable amigo Domnico Chindamo no es poeta ni tampoco romano. Es oriundo de Calabria, y fueron otras las causas de que sus padres lo trajeran a nuestra ciudad. Domnico fue bautizado el 6 de julio de 1950 en la misma iglesia en la que sus padres se haban casado en 1942.Mi amistad con Chindamo nace de nuestro trabajo en este diario y sigui luego porque compartimos luego una casa donde estbamos apretujados por cierta soledad y bastante tristeza. All Domnico me cont su historia, el comienzo de su vida en Rosario, durante la cual debi afrontar, la familia toda, muchas dificultades.Siempre me emocion la calidad potica de los recuerdos de Chindamo, esos sitios donde la memoria pona su acento. El trabajo de su padre, el esfuerzo cotidiano de su madre para que la casa donde vivan tuviera siempre una gran prolijidad. De pibe, de adolescente, Chindamo no poda ir al cine, por razones econmicas; lo que mi imaginacin no poda dejar de pensar en tal testimonio, lo supo dar el neorrealismo italiano.La vida sigui. Chindamo se cas una primera vez y tuvo dos hijos, a quienes quiero particularmente; a Germn lo conoc ms y con l pasbamos largos ratos charlando de ftbol, yo como ulista y l como un tenaz canalln.Chindamo termin separndose, y durante esos aos que compartimos una casa del Sindicato de Prensa, me consta, alguna vez estuvo por arreglar su situacin, pero eso no fue. De todos modos, no dej de buscar el amor hasta que en su vida apareci Susana, una encantadora mujer. El tiempo consolid este amor y lo primero que la nueva pareja decidi fue un viaje a la tierra natal de Domnico: Calabria. Y all, en la misma iglesia donde se haban casado sus padres y l haba sido bautizado, pudo hacer que el sacerdote, Vincenzo Feliciano, bendijera los anillos y adems lograra ponerlo en contacto con algunos parientes de su madre Josefa Dromi. En el tiempo que Chindamo fue bautizado haba tres iglesias, ahora solamente queda una, sa donde el padre Feliciano los trat con el amor cristiano que les dio una mayor felicidad a la que ya llevaban.Ahora Susana y Domnico nos cuentan lo que signific estar all, Laureana de Borrello, y lo que significa para los calabreses un smbolo venerado: un pimiento picante, rojo, al cual se le dedica un festival anual.El paisaje de su tierra natal, la circunstancia de su amor sellado para siempre con Susana, el encuentro con gente de su sangre, el entorno de callecitas, playa y acantilados junto a un mar de un celeste muy particular, constituye un puente de unin que deja sin efecto el exilio. Como mi amigo Chindamo, habr tantos otros inmigrantes que han tenido la dicha de pasar ese puente, que junta las distancias y las culturas.Tags:informacion gral P34