El Acueducto Romano de Segovia 2014 A

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AURELIO RAMÍREZ GALLARDO EL ACUEDUCTO ROMANO DE SEGOVIA

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se trata del famoso acueducto segoviano su historia y construccion

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  • AURELIO RAMREZ GALLARDO

    EL ACUEDUCTO ROMANO DE SEGOVIA

  • Muchos creen, y hasta algunos maestros ensean, que los romanos construan acueductos para salvar una vaguada porque no conocan el sifn, o lo que es lo mismo los vasos comunicantes. Nada ms lejos de la realidad. Los romanos construan sifones con tuberas de cermica, de madera y hasta de plomo pero no tenan materiales ni mtodos adecuados para hacer juntas estancas. Generalmente no pasaban de los 10 metros aunque a veces construyeron algunos de bastantes metros ms. Preferan construir acueductos de dos o ms pisos de arcos superpuestos.

    EL ACUEDUCTO ROMANO DE SEGOVIAEl acueducto de Segovia desde el siglo primero de nuestra era ha servido para abastecer de agua a Segovia y en su misin ha transitado por todas las pocas que van desde la antigedad clsica hasta nuestros das. Es un caso de ejemplar supervivencia, casi tan misterioso como su propio misterio.

    Teniendo como tenemos, el monumento en pie sigue siendo un enigma. No sabemos a ciencia cierta a qu se debe su existencia por otro lado tan real y evidente. Quin lo mand construir? En qu fecha o fechas aproximadas se hizo? Quines fueron los artfices que lo elevaron? Cmo se justifica tan colosal obra hidrulica para una ciudad, al parecer tan insignificante al lado de otras opulentas y famosas de la Hispania romana?

    Comentario general

    ACUEDUCTOS ROMANOS

  • DESCRIPCIN

    El acueducto se construy en dos fases.

    En la primera (9 km,) tomaban elagua en el arroyo de la Fuentecilladel Tilviejo, que en el verano no tiene

    casi caudal, por lo que se vieron obligados a tomarla en el ro Moros

    que tiene ms aportaciones.

    La segunda fase (5 km.) acaba en un salto de unos 75 metros.

    Si tuvisemos los archivos de los romanos, veramos elproyecto de la trada deaguas a Segovia y el de

    la ampliacin del mismo.

  • Descripcin

    Toma sus aguas en la cabecera del ro Moros.

    Azud que fue reconstruido en tiempo de los Reyes Catlicos.

    Las piezas de granito estnsujetas con pletinas de hierro.

    Salida del canal con su compuertacorrespondiente.

    En esta parte se llama ro Acebeda.

  • Descripcin

    En algunos tramos fue desmontado en partepara construir una cerca de una finca.

    Hay restos de una calzada romana.

    El canal fue construdo con piezas de gneis.

  • Descripcin

    El canal llega a la llamada primera Torre de Agua, quees una almenara en la que se liberan por un

    lateral los excesos de caudal.

    El que cabe por el canalillo de la estructuraelevada es de unos 20 litros/segundo.

  • Salida de la primera Torre de aguapor un canal, de piezas en U, que

    sigue hasta la segunda torre.

  • DescripcinEl canal se desvi al corregirun gran cambio de rasante,

    que haba en la carretera queva paralela al acueducto.

    Esta segunda Torre de Agua es una sencilla estacin depuradora.

  • Descripcin

    Esta segunda caseta era una sencillaestacin depuradora romana.

    Al llegar al foso, de mayor superficie que el canal, el aguaperda velocidad y se decantaban los slidos en suspensin.

    Por un lateralsalan las espumasy objetos flotantes.

  • DescripcinSalida deflotantes yespumas. Paso del agua.

    Interponiendo una tabla en la salida del foso,se obligaba a salir el agua por debajo.

  • Descripcin

    Los primeros arcos fueron reconstruidos muchas veces.

    Era el primer sitio al que llegaban los invasores al desmontarlos inutilizaban todo el acueducto.

  • Descripcin

    En la parte central se colocaron unos muretes de ladrillo,que estuvieron almenados en la poca de las guerras carlistas.

  • Descripcin

    Antes de llegar a la estructura de doble arcadaquiebra en ngulo de 127 para atravesar la

    vaguada en donde se ubica la parte msmonumental y conocida del acueducto.

    Perfecta colocacinde los sillares sinargamasa alguna.

  • Vista desde el este antes de las obras de los aos 70.

  • Descripcin

    Ensanche en la ubicacin de la caseta de centinela.

    Desde el oeste

  • Descripcin

    Caractersticas

    Longitud total . . . . . . . 15 km.Acueducto en tierra . . 14 km.Acueducto elevado . . . . 1 km.Altura mxima . . . . . . 28 m.Caudal mximo . . . . . 20 l/seg.Nmero de sillares . . . 20.400Nmero de pilas . . . . . 120Nmero de arcos . . . . 166

    Peso aproximado . . . . . 20.400 t.Peso del sillar mayor . . . 2 t.

  • Descripcin

    Obelisco en el comienzodel Acueducto elevado.

    Representa un pergaminosujeto por unos brazos

    a ambos lados.

    Se dej una tuberacon llave, para poder

    echar agua por elcanal hasta la fuentede Santa Colomba.

    Debera pasar aguaa ciertas horas, para

    dar testimonio de quees el nico acueductoromano del mundo,

    que sigue llevando agua.

  • Dibujo antiguo a lpiz

  • Precioso grabado de G. Dor

    Esta fuente se encontrabadesmontada y se situ en

    la terraza de Santa Colomba,que tom el nombre de laiglesia que aqu aparece.

  • Montando la fuente

  • Monumento Nacional desde 1884

  • La Ciudad Vieja de Segovia y su acueducto Patrimonio de la Humanidad desde 1985.

  • Ubicacin de las placas de sealizacin en el pavimento.

    Puntos verdes: Documentados.Puntos rojos: Fuentes orales.

  • Esta talla de San Sebastin estaba muy quemadapor los fuegos artificiales que ponan en las fiestas.

    Se traslad al museo de Segovia.En ese nicho estara una estatua de Hrcules o un jabal,

    abundante en esa zona en aquellos tiempos.

  • Esta talla de la Virgen del Carmen fue colocada el 21 de mayo de 1520 por Antonio de La Jardina, ensayador de

    la Casa de la Moneda, y a su costa.

  • Tallas de Hrcules y un jabalreplicas del dios y del smbolo

    de la sierra cercana.

    Probablemente esto, oalgo parecido, era lo quehabra en los dos nichoscentrales de las cartelas.

  • La leyenda

    La aguadora Goya Museo de Budapest

  • LA LEYENDA

    Od. Voy a referos el origen del acueducto de Segovia.

    Hace aos, muchos aos viva en Segovia un anciano sacerdote,

    En compaa del cura viva su sobrina Mara.

    Se ocupaba de traer el agua hasta su casa, desde una fuente lejana

    Preparada un buen da para ir de fiesta a la plaza vio en un ngulo de la cocina el cntaro del agua sin una gota de lquido dentro.

    Llena de ira se lanz a la calle y lleg a las puertas de la ciudad.

    Con voz clara y distinta dej or estas palabras:

    -Dara mi alma al que me evitase venir todos los das a la aborrecida fuente!

    -- Yo la tomo! - respondi un caballero con una voz sarcstica y suave.

    Vuelve a tu casa, nia, dijo aquel hombre; jams tendrs que volver a la fuente. Siempre que me llames me hallars en tu presencia, y recuerda tu palabra, que

    hace ma tu alma para siempre.

    El desconocido alarg la mano y toc el borde del cntaro.

    Instantneamente se llen ste, D. Frutos le dijo a Mara que llamaseal desconocido.

  • - Te doy mi alma, dijo D. Frutos con voz serena, si haces lo que he de pedirte; pero a condicin de que si no cumples, quedar tambin libre el alma de Mara.

    - Sea! dijo el diablo,

    -Yo no quiero slo agua para m; necesito que la traigas para toda Segovia.

    - La traer!.

    - Pero ha de ser esta noche y si el puente que vas a construir para queel agua llegue hasta la parte alta de la ciudad no est concluido, sin que lefalte una sola piedra, al salir el sol de maana, no tendrs derecho ni a mi

    alma ni a la de Mara.

    . Dicho est! respondi el diablo.

    Corra Satans de un lado a otro con tan voladora actividad, que siempreapareca all donde mayor esfuerzo se necesitaba, y la negra legin no poda

    darse momento de descanso.

    El gigantesco puente estaba casi concluido; slo faltaba colocar una piedra en su sitio, en la parte ms elevada, cuando el sol asom al borde de su brillante

    disco por encima de la sierra.

    Un hilo de luz, cruz el espacio y vino a herir el acueducto antes de que Satans mismo, alzado en hombros de sus obreros, tuviera tiempo de colocar la ltima piedra.

  • Su asombro al contemplar los arrogantes arcos del acueducto, no tuvo lmites, y en breve se hallaba la poblacin entera reunida en el Azoguejo, comentando el hecho prodigioso.

    Entonces fue cuando, llenos de gozo, D. Frutos y su sobrina dieron con fuertes voces a sus convecinos la clave del misterio.

    Mara arrepentida de su pecado, mostrbase dispuesta firmemente a no correr jams el riesgo de perder su alma.

    Este es el verdadero origen del Acueducto de Segovia.

    Si lo dudis, observad la piedra que en l falta y que jams ha podido ser colocada.

  • Mirad todava en cada una de las piedras las huellas Que en ellas dejaron los abrasados dedos de Satans.

    Hendiduras para poder elevar los sillares con unas pinzas.

    Cuanto ms pesan ms aprietan.

  • Entonces tendris el convencimiento de la verdad de mi relato, y adquiriris la certidumbre de que

    el acueducto, que ya cuenta con tantos siglosde existencia, subsistir en pie, segn la

    promesa del diablo, hasta la consumacin de las edades en la ltima noche del mundo.

  • AURELIO RAMREZ GALLARDO

    EL ACUEDUCTO ROMANO DE SEGOVIA

    Tcnicas de construccin

  • No tenan elementos para cortar sillares de arenisca.El gneis da cortes escalonados.

    Lo sacaronde aqu.

  • Los sillares los sacaron de tolmos superficiales como estos.

  • Si en un peasco de granito se hacen una hendidurascon un cincel, se rellenan con cuas de madera de

    olmo, se rodean con un cordn de arcilla y serellenan de agua, al da siguiente est roto en dos

    trozos con un corte plano y limpio.

  • En cada trozo quedan las huellas de las semicueras.

    Este granito es una roca isotrpica(tiene las mismas propiedades fsicas en cualquier direccin)

    y por ello se pueden cortar sillares de forma trapecial.

  • Estos sillares estn muy poco meteorizados y todavaconservan en ellos las huellas del aplanado a pico.

  • La meteorizacin del granito se manifiesta en muchas piezas, aunque no parece muchapara los aproximadamente 1950 aos que

    han pasado desde su construccin.

  • Cara de un sillar coincidente con una diaclasa o con un espejo de falla y que no se

    ha meteorizado.

  • Es increble cmo, a veces, cortabanlos sillares para que asentasen bien.

    Todava no se ha roto.

  • Aqu vemos las semicueras del corte ylas huellas de los encajes de las tenazas.

  • En las enjutas sealadas en rojo puede verse la gran diferencia que hay en ambas.

    Los ingenieros romanos nomodularon la disposicin

    de los sillares.

    Podran haber repetido la partesealada en azul pero entoncespresentara una monotona que

    no resultara tan agradablecomo la diversidad de juntas.

    En algunas hay 8 hiladasy en otras 9.

  • En el Somorrostro se public esta interpretacin de las inscripciones, que no coincide con las que

    reproducimos directamente desde un andamio.

  • Cartelas con las huellas de las inscripciones a ambos lados del sotabanco .

    Estn sacadas en 1973 desde unos andamios y son la reproduccin exacta con indicacin de las

    que todava tienen plomo o solo son indicio.

  • Fernndez Casado propone el texto:

    TI CLAVDIVS PONT MAX VIII COS III TRIBVNICIA POTESTATE VIIII IMPPPOMNIVM FECIT

  • El alemn Alfoldy propuso una nueva interpretacinen la que cree ver una referencia a una restitucin

    del acueducto.

    No nos parece acertada.

  • En la parte central dispusieron unas cartelas con letras de bronce y unos nichos con estatuas alegricas.

    Podran haber sido un Hrcules y un jabal.

  • Huellas de alojamiento de las patillas de las letras.

    En algunas quedan todava restos delplomo que utilizaban para encastarlas.

  • AURELIO RAMREZ GALLARDO

    EL ACUEDUCTO ROMANO DE SEGOVIA

    Reparaciones

  • Las obras tena como objetivo contemplar los siguientes aspectos.

    EstabilidadAlejar la tubera instalada cerca de la cimentacin

    y desmontar la de la coronacin.

    Integridad Limpieza de todos los elementos extraos y derribo de muretes en coronacin.

    Funcionalidad Restablecer el paso del agua por su coronacin hasta una fuente.

    ConservacinSellado de las juntas del canal de coronacin.

    ConsolidacinInyecciones de cemento para tratar la cimentacin , la falla central.

    y el cosido de sillares

    RestauracinRestablecer la imposta en los arcos centrales y la funcionalidad

    de todos las elementos que los componan desdesu construccin por los romanos.

    .

  • La Comisin Inspectora de las obras estabaformada por las siguientes personas:

  • Cartel de las Obras de Reparacin y Consolidacindel Acueducto de Segovia. Aos 1970 - 1974.

  • Antes de redactar el proyecto se hizo unainspeccin detallada de toda la estructura.

  • Esta caseta estaba en muy malas condiciones.El foso estaba relleno de escombros, habitada,

    con entrada de energa elctrica y encalada.

  • As qued despus de ser restaurada.

  • A mediados del siglo XX se coloc sobre la coronacinuna tubera entre muretes de ladrillo.

    Se recubra de paja para preservarla de las heladas.

  • Se desmontaron todos los muretes y tuberas.

  • Qued libre el canal de piezas enterizas en U quellevan el agua por la coronacin del acueducto.

    Esta estructura se coloc en la poca del rey Felipe V.

  • Al quitar los muretes el contorno, queda festoneado como en el resto, desaparece la lnea recta y el desproporcionado

    sotabanco resulta ms armonioso.

  • Arco cegado. Una vez descubierto se vio que era una bajante a un aljibe.

  • Una vez restaurado presenta este mejor aspecto.El acueducto sigue, haciendo un ngulo de 90.

  • Los sillares. que aqu faltan, fueron sacados para colocarlos en la coronacin, muy desordenadamente por cierto, en

    reconstrucciones de hace unos siglos.

  • Los romanos no culminaron la construccin.Por esta razn no hay casi noticias de l en la antigedad.Irresponsables restauradores desmontaron estas piezas

    y las colocaron, muy mal por cierto, encimade los arcos superiores.

  • Al urbanizar la plaza del Azoguejo excavaron demasiadodejando al descubierto el dado de cimentacin de esta pila.

    Debajo puede verse la arenisca del Albense.En la mayor parte est cimentado sobre gneis y granito.

  • Para proteger esta pila se colocaron unos micropilotesde hormign armado recogidos con un zuncho.

  • Aqu podemos ver el cielo entre dos dovelas.La clave, que siempre es de una sola pieza,

    est partida por la mitad.

  • Para coser los sillares rotos se hicieron unos taladros,solo con rotacin, con bocas de diamantes.

  • En estos orificios se colocaron unos bulones de bronce roscados y pegados con resina epoxi. Si fuesen de hierro se podra ocasionar la rotura del sillar al dilatarse el buln

    por oxidacin al penetrar la humedad. La borra es para impedir la salida del mortero pobre inyectado.

  • Una vez tapados con argamasa de mortero de arenade granito y cal pasan totalmente desapercibidos.

  • Las enjutas de los arcos se rellenaron para evitarmovimientos de adaptacin a los huecos.

    Se hizo con mortero pobre para no pegar las piezasy conservar su comportamiento isosttico.

  • Se impermeabilizaron todas las juntas de las partes superiores con resinas

    elsticas de epoxi con tiokol para evitar episodios como ste.

  • Desmontando un trozo de la coronacin aparecieron siete pisos con *opus signinum* (material impermeabilizante de fondos de conductos de agua) pero no es romano, lo que

    confirma que ellos no lo terminaron.Las piezas en U del canalillo actual son

    de la poca del rey Felipe V.

  • Piezas que faltaban en la cartelay en todos los arcos del primer piso.

  • En la parte central se restituyeron las piezas que faltaban sobre los arcos y todo el contorno de las cartelas donde

    estaban las inscripciones romanas.

  • En sta el arco les sali un poco ojival, laspiezas son pequeas y hay un gran desorden.

  • Esta reconstruccin est como muy refinada y con sillares pequeos.

    En uno de ellos dataron la obra.

  • En una noche sin luna, apagando el alumbrado de la calle y con luz lateral de unas linternas se vi claramente

    que pona SIGLO 19.Les debi parecer vergonzoso traducir la numeracin

    romana y la picaron.

  • Marcas de los canteros halladas en algunos sillares.

  • AURELIO RAMREZ GALLARDO

    EL ACUEDUCTO ROMANO DE SEGOVIA

    Publicacin

  • Podr encontrar una informacin mscompleta en la publicacin titulada:

    SUPERVIVENCIA DE UNA OBRA HIDRULICA EL ACUEDUCTO DE SEGOVIA

    Autor: Aurelio Ramrez Gallardo - [email protected] 017934

    1 edicin numerada 1975 329 pginas - agotada

    2 edicin corregida 1992 297 pginas - agotada

  • SUPERVIVENCIA DE UNA OBRA HIDRULICA - EL ACUEDUCTO DE SEGOVIAEncontrar una amplia informacin sobre este magnfico acueducto romano.El libro escrito por el Doctor Ingeniero de Caminos Aurelio Ramrez Gallardo,

    explica con gran detalle tcnico y estilo narrativo la restauracin del acueductopaso a paso.

    SUMARIOPresentacin, por el Marqus de Lozoya

    Prlogo, por Fernando Chueca Goitia, Doctor Preliminar, por el autor Aurelio Ramrez Gallardo

    Captulo IDescripcin. - La toma. - La conduccin. - Primera torre de agua. Casa de piedra.- Segunda torre de agua. Caseta de decantacin. - Acueducto en arquera simple.

    - Resto del acueducto pasada la muralla- - Caractersticas principales.

    Captulo IIRealizacin. - Comentarios sobre su construccin. - El perfil longitudinal.

    Por qu utilizaron el granito. - Despiece del alzado. - Tcnicas de construccin.- Por qu hicieron un acueducto. - Cundo se construy el acueducto.

    Por qu fue construido en Segovia. - Cunto pesa. - Por qu se mantiene en pie. Su precio. - Cunto va a durar.

    Captulo IIIAntecedentes.

    Proyecto y motivaciones de las obras de reparacin y consolidacin.Estabilidad. - El proyecto. - Informes de distintos organismos.

    Componentes de la Comisin Inspectora, de la direccin de obra y contratista.

  • Captulo IVLas obras de reparacin y consolidacin.

    Estabilidad. - Integridad. - Funcionalidad. - Conservacin.Consolidacin. - Restauracin. - Su conocimiento.

    Captulo VLas obras de reparacin y consolidacin a travs de la prensa.

    Captulo VIDatos histricos.

    Primera parte: Documentos desde 1483 hasta 1868.Segunda parte: Noticias aparecidas en los diarios

    y revistas desde 1868 hasta 1970.Captulo VII

    La leyenda

    BibliografaLista de ilustraciones

    Un volumen en tamao 22 x 32 cm.297 pginas. 76 dibujos y fotografas. 27 grabados antiguos.

    Autor: Aurelio Ramrez Gallardo - [email protected]

  • Aurelio Ramrez Gallardo

    SUPERVIVENCIA DE UNA OBRA HIDRULICAEL ACUEDUCTO DE SEGOVIA

    PROLOGO DE FERNANDO CHUECA GOITIA

    Existen monumentos en la historia de los que tenemos a veces sobradas noticias, fechas y motivos de su ereccin, personajes que los promovieron o fundaron, artfices que los llevaron a cabo, circunstancias y fatigas por las que passu construccin y todo aquello que se puede desear para su ms perfecto conocimiento. Pero, despus de todo esto, puede ocurrir que lo que nos falte sea el monumento mismo. que las guerras u otras catstrofes lo destruyeran y que slo queden algunos vestigios informes, ruinas lastimeras o miembros dispersos que exigen un esfuerzo del arquelogo para reconstruirlos tericamente. Tal es el caso, por ejemplo, de la famosa, ingente y monumental Abada de Cluny que el tiempo se llev sin dejar casi rastro de ella.

    El acueducto de Segovia es el caso totalmente inverso: tenemos el monumento, entero y redondo. en perfecto estado de salud, debido a los muchos e inteligentes cuidados que ha recibido al correr de los siglos y debido, tambin. a su fortaleza fsica natural. Nada nos falta de tan preciosa construccin utilitaria que ha estado viva y operante hasta nuestros das y que lo sigue estando incluso hoy, bien sea en funcin honorfica. El acueducto de Segovia desde el siglo primero de nuestra era ha servido para abastecer de agua a Segovia y en su misin ha transitado por todas las pocas que van desde la antigedad clsica hasta el siglo veinte, pasando por visigodos, sarracenos, conquistadores castellanos, larga edad media. Reyes Catlicos. Austrias y Borbones. para llegar al agitado siglo XIX con sus invasiones, carlistadas, revoluciones progresistas y restauraciones conservadoras o moderadas, sin que para nada su inclume estructura padeciera a no ser que llamemos padecer a pequeas, aunque gloriosas, heridas pronto restaadas.

    Es un caso de pervivencia ejemplar y por eso nos parece muy oportuno el ttulo que Aurelio Ramrez ha dado a su obra: "Supervivencia de una obra hidrulica". S que es un caso de ejemplar supervivencia, casi tan misterioso como su propio misterio.

  • Aurelio Ramrez Gallardo

    Porque el reverso de la cuestin es precisamente este de su misterio. Teniendo, como tenemos, el monumento en pie sigue siendo un enigma. No sabemos a ciencia cierta a qu se debe una existencia por otro lado tan real y evidente.

    Quin lo mand construir? En qu fecha o fechas aproximadas se hizo? Quines fueron los artfices que lo elevaron? Cmo se justificaba tan colosal obra hidrulica para una ciudad al parecer insignificante al lado de tantas otras opulentas y famosas de la Hispania romana?

    El enigma del acueducto ha obsesionado y sigue obsesionando a mentes muy diversas: cronistas, historiadores, arquelogos, poetas y escritores que arrebatados por sus bellezas, por esa carnosa transparencia de piedra, que recibe las luces ms diversas, de la maana o del ocaso, respondiendo con imgenes que unas veces parecen flotar ingrvidas en el aire y otras pesar en el suelo con gravedad geolgica y que al variar de carcter y de presencia hacen ms inescrutable el arcano.

    No nos extraa que Ramn Gmez de la Serna al escribir el Secreto del Acueducto imaginara un personaje de ficcin, el chiflado cronista Don Pablo, que lleg a enloquecer antes de desentraar el misterio.

    La verdad es que a pesar de todos los esfuerzos llevados a cabo. el monumento sigue guardando celosamente su misterio, sin que el asedio de los ms esforzados campeones conquiste mayores certidumbres y sigamos conformndonos con atisbos y conjeturas, que nos colocan en el trance desesperado de echarlo todo al diablo. es decir de poner el empeo a la cuenta del "maligno", que en un momento de satnico capricho quisiera hacer burla de los hombres imponindonos: sus inverosmiles extravagancias.

    Hay que reconocer que ltimamente quienes ms y con ms xito han arremetido con el enigma del acueducto no han sido doctos y pacientes escriturarios, eruditos, diestros en el manejo de papeles polvorientos o en el cotejo de crnicas y viejos infolios, sino hombres de ciencia y tcnicas modernas, ingenieros avezados en la construccin y prctica de obras.

    Dos ingenieros de caminos. Carlos Fernndez Casado y el autor de este libro son los dos que han avanzado ms en el espinoso camino de ir explorando el acueducto. su historia y su realidad.

  • Aurelio Ramrez Gallardo

    El Marqus de Lozoya ya acusa en su amena y sugestiva presentacin la importancia de la aportacin de los escritores formados en ciencias exactas. fsicas o naturales a los temas histricos. Nada ms cierto, en este caso, donde podemos comprobar cmo la labor de estos dos ingenieros ha hecho posible enfocar el estudio del acueducto salindose de los moldes trillados y de esa sempiterna repeticin de lo que doctamente expusiera el cannigo Somorrostro en un libro clsico, que ahora, con gran acierto, ha reeditado la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Segovia en edicin facsmil de la de 1820.

    Tanto Fernndez Casado como Aurelio Ramrez intervinieron decisivamente en las obras de restauracin y consolidacin del acueducto que ha llevado a cabo la Confederacin Hidrogrfica del Duero con motivo del bimilenario del acueducto celebrado en 1974. Fernndez Casado fue veterano maestro de Ingenieros Historiadores de la Ingeniera, que llevaba la alta direccin y asesoramiento de las obras. Aurelio Ramrez, joven y entusiasta. "natural de Segovia", fue el brazo ejecutor y el puntual realizador de una obra extraordinariamente delicada y comprometida que provoc mucha inquietud entre los amantes del arte y de la historia, pues corrieron las ms truculentas especies sobre la ortopedia que se iba a emplear para asegurar la traba de las cansadas piedras sostenidas en equilibrio durante tantos siglos.

    El autor de estas lneas fue testigo de excepcin de la labor de ambos pues form parte de una comisin veedora y asesora de los trabajos, representando a la Real Academia de la Historia. Miembros de aquella Comisin fueron el llorado arquitecto Luis Menndez Pidal por la Academia de Bellas Artes. Los, tambin arquitectos Francisco Pons Sorolla, por la Direccin General de Arquitectura y Francisco Iiguez por la de Bellas Artes, el arquelogo Martn Almagro por la Comisara de Excavaciones y el alcalde de Segovia. Presida con tacto, inteligencia y saber, el Director de la Confederacin Hidrogrfica del Duero, Santiago Serrano Pendn.

    Puedo decir que la labor de la Comisin, fue, adems de gratsima, "fcil y sencilla, pues en ningn momento tuvimos la mnima discrepancia con los directores de la obra, ni con los criterios de Fernndez Casado, Aurelio Ramrez, o los arquitectos Arenillas y Garca Gil que tambin colaboraron en la direccin.

  • De m, s decir que en lo nico que tuve que esforzarme fue en explicar a algunas personas alarmadas por la suerte del acueducto -algunos compaeros de Academia entre otros- en qu consistan los sistemas y procedimientos de consolidacin que se estaban llevando a cabo para tranquilizarlos. No voy a decir ahora cuales son estos procedimientos y expedientes porque en gran parte este libro est dedicado a explicarlos y porque ahora, que el acueducto que ha salido de la delicada operacin quirrgica, todo el mundo puede verlo sano y salvo y sin ninguna cicatriz. Los expertos ingenieros se han revelado tambin maestros en ciruga esttica como si operaran sobre el cuerpo de una bella actriz donde no cabe el menoscabo de sus encantos fsicos.

    El Monumento, adems de fuerte y sano ha quedado lozano y embellecido como nunca.

    Aurelio Ramrez fue entrando en el tema con un fervor creciente y durante unos aos no vivi sino para el Acueducto, auscultndolo, revisndolo, midindolo, pesndolo, analizando sus piedras una a una, su despiezo y aparejo. no dejando cosa por conocer por insignificante que sea. Para Ramrez el cuerpo del acueducto no tiene secretos, pero su historia... eso ya es otra cosa, su historia se resiste. No obstante, encariado con su tarea tambin la ha emprendido con ella. El mismo nos lo dice en el captulo IV. pg. 65 de su obra: "Hemos pretendido al mismo tiempo contribuir a la historia de este monumento iniciando una serie de investigaciones sobre todo lo relacionado con el acueducto y que hemos plasmado en esta publicacin".

    En efecto. el autor no ha escatimado esfuerzo por reunir todo aquello que al acueducto concerniera. No slo lo que se refiere al aspecto tcnico de las obras en lo que es exhaustivo sino tambin a los temas histricos y literarios llegando a recoger todo tipo de noticias aparecidas en la prensa nacional y local desde 1868 hasta 1970.

    No falta tampoco en su obra la ms completa iconografa del monumento que conocemos. su figura plstica aparecida en viejos grabados. en estampas. en litografas y curiosas fotografas del pasado.

  • Uno de los captulos que ms nos interesa es el II, titulado: "Realizacin", Dentro de l es particularmente interesante aquello que se refiere al material grantico con el que el insigne monumento est fabricado. El tema es de enorme envergadura, aunque aparentemente la eleccin del material parezca en este caso algo obvio y sin problemas. En la ciudad de Segovia, vecina de la cordillera carpetovetnica donde las rocas volcnicas tanto abundan y donde el granito ha sido tradicionalmente el material de construccin por antonomasia, que el acueducto se construyera en este material no tiene nada de particular. S, pero.., en este pero se tienen que matizar muchas cosas que s0n las que nos aclara puntualmente Aurelio Ramrez.

    Las pilas del acueducto estn sobre cimientos unas veces de gneis y otras de arenisca del Albense; en cambio la superestructura es toda de granito. Algunas personas han intentado encontrar en medias laderas las posibles canteras de donde se extrajeran los 7.500 m.3 necesarios para la construccin y nunca aparecieron: El volumen es de suficiente entidad para que esto hubiera dejado huella. Pero estas personas no se daban cuenta de que los romanos no posean los medios de perforacin ni los explosivos capaces para explotar estas canteras, desglosar grandes bloques y desdoblar luego sillares de considerables dimensiones y bien escuadrados.

    "Recorriendo el terreno prximo a Segovia --dice Ramrez- hemos delimitado la situacin del granito y hemos comprobado que tiene una composicin y unas caractersticas similares al utilizado en el acueducto. Entre el ro Eresma y la ciudad de Segovia hay todava tolmeras con muchos bolos superficiales, y cuanto ms nos acercamos al acueducto, son menos numerosos, hasta llegar a desaparecer bajo las huertas actuales" (pg. 25). En estos bolos desaparecidos -que no cantera- estaran los 7.500 m.3 que buscamos".

    El hallazgo de Ramrez lo consideramos esencial, como una de las contribuciones ms interesante, a la historia del acueducto. Los bolos, mediante cuas de madera mojadas que hinchan por la humedad se desdoblan en hermosos sillares de caras planas, casi geomtricamente regulares, debido a la condicin istropa de la roca grantica. Todava pueden verse en los sillares del acueducto las huellas de las cuas.

    Esto explica muchas cosas: primero que el material estaba a pie de obra y que al no tener que ser acarreado desde lejos, construccin tan rica y generosa poda ser al mismo tiempo econmica; segundo que se ahorraba mucha labra y que debido a la regularidad de los slidos poda hacerse, como se hizo, una construccin a todo tizn de pura piedra de sillera y sin argamasa lo que realmente es un lujo inusitado en una obra utilitaria.

  • Aurelio Ramrez Gallardo

    Con esto venimos a recaer en un tipo de construccin de tradicin griega o helenstica: sillares perfectamente labrados y colocados a hueso. Que as se haga algo tan refinado como el Partenn no nos extraa, pero que se haga un humilde acueducto provinciano es mucho pedir. Pero ya hemos explicado qu circunstancias especiales abonan tal procedimiento. Claro est que la labra del acueducto fue tosca y que los sillares no apoyaban en toda su superficie y no les hubiera venido mal de todas maneras la argamasa de reparto.

    El tipo de construccin sin argamasa le lleva a Fernndez Casado a retrasar la fecha del acueducto, que muchos consideran de tiempos de Trajano, hasta los de Claudio. Oigmosle: "Si, nos movemos en el siglo l. el hecho de ser fbrica sin argamasa nos autoriza a rechazar la fecha buscada, ya que este modo de construir siempre en opera quadrata, directamente heredado de los griegos, queda sustituido en lo propiamente romano por la Structuracementiciae, es decir, de piedra menuda necesariamente conglomerada y paramentada, bien con la misma opusquadrata o bien ms normalmente en las obras pblicas con opus incertum u opus reticulatum y posteriormente con opus lateritia, que en Roma sustituye casi definitivamente a las dems y especialmente en el ramo de los acueductos, a partir de los arcos neronianos o celimontanos de la ampliacin del "Aqua Claudia". (Publicado en Acueductos Romanos en Espaa. Instituto Eduardo Torroja. 1972. Transcrito en este libro pginas 31 a 35).

    Segn esto el tipo de construccin cuadrata fijara la fecha de Claudio hacia atrs. Es la tesis de Fernndez Casado que reconstruye la inscripcin del sotabanco con la dedicatoria a Claudio que pareca plausible. Sin embargo. al poder examinar los agujeros que servan para recibir los grapones de las letras, gracias a los andamios montados para la restauracin, Aurelio Ramrez ha demostrado que no coinciden exactamente con los que Fernndez Casado haba detectado por fotogrametra terrestre. Sigue el enigma. . .

    Nos queda ahora una duda. Si la construccin quadrata. como ha demostrado Ramrez. era la lgica en el lugar preciso del acueducto no seguira siendo lgica aunque los usos de la construccin hubieran variado en lugares menos condicionados por la existencia de un excelente material al pie mismo de la obra? Todo esto no hace ms que aumentar las incgnitas.

  • Aurelio Ramrez Gallardo

    Una cosa que es indudable es que teniendo este material supieron aprovecharlo y lo hicieron con economa. Es decir. a material ms perfecto y menos tosco, menores espesores. Otro tipo de material hubiera obligado a secciones y pilas mucho ms gruesas y no se hubiera podido dar la esbeltez que todos acusan. Tambin hubiera sido incongruente no aprovechar al mximo las posibilidades del material como lo hicieron, probando que fueron audaces. porque saban lo que se hacan.

    Yo dira un poco hiperblicamente que el acueducto de Segovia tiene algo de gtico, en cuanto que al igual de los constructores de las catedrales medievales los del acueducto apuraron las posibilidades de un material de suyo costoso. Se compensaba una cosa con otra.

    Todas estas consideraciones me interesaron mucho. pues cuando se restaura-ba el acueducto segoviano y Aurelio Ramrez me explicaba estas cosas pensaba en el acueducto de Toledo, en cuya restitucin hipottica estaba trabajando por entonces. El de Toledo, mucho mayor que el de Segovia (comprese la altura sobre el azoguejo 27 m., con la altura sobre el Tajo 90 m.) no poda ser sino de structura cementiciae, como lo demuestran los frogones existentes, donde el ncleo se conserva sin lugar a dudas. Pero cmo estara este ncleo paramentado? Pienso que ni siquiera sera posible paramentarlo con opus quadrata porque esto slo supondra un acarreo de piedra disparatado. Me inclin a pensar que podra paramentarse con mampostera y ladrillo en aparejo mixto, pues siempre he credo que el clsico aparejo toledano es de origen romano.

    Para encontrar en Toledo una piedra grantica equivalente a la que estaba al pie del acueducto segoviano era necesario acudir a Ventas con Pea Aguilera. a 40 kilmetros de distancia y era inconcebible que los romanos hicieran tal gasto de transporte, mxime en una obra pblica.

    Volviendo al acueducto de Segovia me han interesado mucho sus proporciones que he considerado siempre basadas en modelos arquitectnicos. Me explicar: Los romanos no disociaban la obra arquitectnica (con sus normas y su lingstica clsica) de la obra ingenieril. Este divorcio reprodujo el siglo XIX cuando la arquitectura todava se mantena en la tradicin mientras que la ingeniera con las nuevas conquistas tecnolgicas se despegaba de ella. Ahora las cosas han vuelto a cambiar y en determinada forma se ha vuelto a producir la unin y no porque la ingeniera haya vuelto al yugo de la arquitectura sino porque ha sido esta la sometida a aquella.

  • Aurelio Ramrez Gallardo

    Si trazamos una hipottica lnea del terreno a la altura de la 2 imposta lo que nos queda por encima es una esplndida y acadmica composicin de una ordenanza arquitectnica en doble arquera (vase dibujo adjunto). El tramo de las pilas entre la segunda y tercera imposta puede considerarse como el pedestal de esta composicin. Si se aadieron otras impostas es porque los constructores consideraron que la nica manera de resolver arquitectnica mente el problema era ir aadiendo sucesivos pedestales. Si no, no se comprende que el tramo entre la 3a y 4a imposta sea mucho ms largo que los inferiores. Es que ya no se trata de un pedestal sino del pilar propiamente dicho. Dibjense, si se quiere los grandes pilares con las impostas repartidas por igual y se comprobar el desgraciado efecto que se produce.

    Si se quiere llevar ms lejos la imagen arquitectnica del acueducto introdzase un orden de pilastras o columnas en la estructura desnuda y utilitaria y se ver cual es el modelo arquitectnico subyacente, que, simplificado, subsiste.

    Para que este modelo quede ms respetado, el acueducto necesita una coronacin de cierta altura, equivalente a lo que sera el entablamento de un orden. Cuando se empezaron las obras de restauracin la masa de esta coronacin exista y la formaba el recrecido de mampostera y ladrillo que se haba hecho sobre el specus.

    Pero Roma sola ver todo o casi todo more architectonico. Para ver as el acueducto tenemos que hacer abstraccin de los dos primeros cuerpos de las pilas centrales que son un obligado recalzo para adaptarse al terreno.

  • Aurelio Ramrez Gallardo

    Yo tuve, en las reuniones de la Comisin Inspectora, la preocupacin por este tico o coronacin que, naturalmente, haba que quitar, porque era un burdo aadido colocado cuando se hizo pasar por la cumbre del acueducto la tubera de hierro fundido de la ltima trada de aguas. Pero quin sabe como se hubiera coronado la doble arquera si los romanos que iniciaron la construccin del acueducto la hubieran acabado. Porque el acueducto est sin terminar; le falta el ltimo toque, no esencial en la obra utilitaria pero si en la arquitectnica.

    Aurelio Ramrez nos explica perfectamente cules son las deficiencias de esta coronacin, que acaso no se acab o que acabada fue destruida y recompuesta con precipitacin y mal arte, utilizando en la parte alta piezas moldadas de la cornisa de la arquera baja, puestas de mala manera y trastocadas. De cualquier forma, esto es otra pequea incgnita que queda en pie y ante la que nos atenemos a lo que puntualmente expone Ramrez en la pg. 83 de su texto,

    Si el anlisis del ingeniero director de las obras del acueducto es tan minucioso como venimos viendo y no se le escapa punto alguno que considerar y esclarecer, hay que agradecerle tambin su paciente labor de recopilador de noticias de todo orden en torno al monumento. Esto hace que su libro sea una Summa o Varia Recopilacin, donde al documento de alto rango histrico se une la ms trivial noticia periodstica que puede sin embargo ponemos en pistas fructferas o servimos a todos de curiosa leccin. Tal es el caso de la polmica que se levant cuando a peticin de la Real Academia de la Historia se declar Monumento Nacional el Acueducto el 11 de octubre de l884 (pg. 205).

    El informe de la Real Academia escoci mucho a los muncipes segovianos por los trminos en que estaba redactado. Se consideraron heridos en su dignidad y se levant una polvareda en la prensa. Todo lo recoge puntualmente el autor del libro. "Circula por Segovia el rumor (dice el informe acadmico) de que el Ayuntamiento va a permitir que se haga alguna edificacin arrimada a sus pilares".

    En 1884 este informe exaspera al Ayuntamiento, a la Sociedad Econmica Segoviana de Amigos del Pas y a muchos probos escritores y periodistas, pero andando el tiempo y sin que hayan pasado veinte aos el arquitecto municipal Sr. Odriozola propone el derribo del arco del acueducto que se apoya en la bajada del Postigo entre los edificios del Gobierno Civil y el Seminario Conci-liar (pg. 254). Lo propone para hermosear la calle, mejorar la circulacin y aprovechamiento de la piedra para otras obras. El Ayuntamiento por supuesto aprueba la propuesta y determina que la demolicin se haga en el ms breve plazo de tiempo. No vala la pena que esta Corporacin se rasgara tanto las vestiduras y se sintiera ofendida al discutirse su celo en la conservacin del Monumento.

  • Tambin resulta muy interesante y curioso todo el largo proceso que suscita la interpretacin de la cartela del acueducto, es decir la' inscripcin que se hallaba en el. sotabanco entre las dos arqueras centrales. Esta inquietud prende el ao 1885. sin duda a consecuencia de la Declaracin de Monumento Nacional y como respuesta de los segovianos, demostrativa de su inters por el monumento. Es la Sociedad Econmica Segoviana de Amigos del Pas la que patrocina esta investigacin que termina desgraciadamente en un rotundo fracaso. pero que da lugar a un torneo de erudicin en el que en medio de mucha disgresin intil y fatigosa salta algn chispazo interesante que podrservir a los investigadores futuros. Estos, tambin agradecern mucho a Aurelio Ramrez que haya puesto a su disposicin con orden y buen tino tan copioso material documental.

    Yo quiero terminar diciendo al autor de este libro que de una cosa podr envanecerse y creo que ser la que ms al fondo le llegue: su nombre. a partir de la restauracin, que con tanto celo como talento natural y competencia tcnica, dirigi, y a partir de la publicacin de este libro, que le convierte en Somorrostro de nuestro siglo, quedarpara siempre unido al del acueducto. Y estar unido a un monumento cuya pervivencia l ha demostrado y asegurado es tambin asegurarse la pervivencia propia con la gratitud de las generaciones venideras.

    FERNANDO CHUECA GOlTIA

  • F I N Aurelio Ramrez Gallardo