EL ACOMPAÑAMIENTO DEL PIANO

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Taller de composición básica. Unidad 3. El acompañamiento del piano. Asignatura: Armonía I y II. Curso 2009-2010 CIEM Federico Moreno Torroba Profesor: Santiago Rodiño

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Taller de composición

básica. Unidad 3. El

acompañamiento del piano. Asignatura: Armonía I y II.

Curso 2009-2010

CIEM Federico Moreno Torroba

Profesor: Santiago Rodiño

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Taller de composición básica. Unidad 3. El acompañamiento del piano.

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TALLER DE COMPOSICIÓN BÁSICA UNIDAD 3. EL ACOMPAÑAMIENTO DEL PIANO. 1. DISEÑO DEL ACOMPAÑAMIENTO Nuestro objetivo final en el taller es componer una breve pieza para instrumento solista (que ejecutará la parte melódica) y piano. Existen infinitas posibilidades para escribir un acompañamiento. Pero por el momento, intentaremos que el registro del acompañamiento sea lo más uniforme posible. El objetivo es lograr el mínimo movimiento posible al pasar de un acorde a otro. Esta uniformidad del registro ayuda a lograr coherencia armónica y una mayor comodidad de la práctica instrumental. Utilizaremos para el acompañamiento una técnica similar a la adaptación por enlace armónico de la melodía. Es decir, notas comunes se mantienen y las demás se mueven lo menos posible. Para ello nada mejor que volver al final de la primera unidad. ¿Recordáis que teníamos ya la forma musical elegida y la estructura armónica decidida? Buscad el último ejercicio que consistía en escribir toda esa estructura para cuatro voces a la manera tradicional. Esta escritura a cuatro voces nos servirá como boceto para el acompañamiento del piano, siguiendo los pasos que exponemos a continuación:

• Primer paso: Distribución de las cuatro voces a dos manos. Escribiremos las tres voces superiores (para las que habíamos elegido una posición cerrada) en la clave de sol para la mano derecha. La voz de bajo (posiblemente reforzada en octavas) se queda sola en la clave de fa para ser ejecutada por la mano izquierda.

• Segundo paso: Elegir un patrón rítmico. En vez de utilizar los acordes en bloque como en la escritura a cuatro voces, nos basamos en un patrón rítmico, de los que exponemos a continuación como ejemplo:

Modelo 1

Modelo 2

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Modelo 3. Tipo Alberti.

Más modelos adjuntos en Anexo II (Libro de Armando Zenón Ballesteros). No es necesario mantenerse absolutamente fiel al patrón rítmico. Si por razones de conveniencia hay que modificarlo, como las modificaciones cadenciales de la melodía, o incluso cambiarlo, podemos hacerlo pero siempre manteniendo la máxima de la uniformidad y la facilidad para la práctica. Analiza el acompañamiento del piano en el siguiente ejemplo.

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2. EL ACOMPAÑAMIENTO EN RELACIÓN A LA MELODÍA La melodía debe prevalecer, en lo que a sonoridad se refiere, sobre el acompañamiento. Debe escucharse con total claridad y el acompañamiento debe favorecer y mejorar la melodía, no estorbar y dificultar su escucha. En cierto modo eso ya lo conseguimos por la instrumentación. Como la melodía la escribimos para un instrumento diferente del piano, la diferencia de timbres ya contribuye a la separación entre melodía y acompañamiento. Pero no es suficiente.

• En primer lugar, sólo escribiremos melodías para instrumentos que se muevan en un registro medio-agudo, como el violín, la flauta, el oboe…etc. Escribir para instrumentos graves sería mucho más difícil porque al moverse por debajo del acompañamiento modificaríamos la base de los acordes y no estaríamos manteniendo la estructura que previamente habíamos creado. Sin embargo un registro agudo por encima del acompañamiento nos permite movernos con total libertad sin modificar nuestra base armónica.

• En caso de que en algunos momentos la voz melódica coincidiese en el registro con la parte aguda del acompañamiento debemos hacer coincidir las notas en las partes fuertes, las disonancias y sus resoluciones, etc, para que no se produzca confusión.

• Puesto que el acompañamiento es instrumental no tenemos por qué respetar los límites de tesitura de la voz humana. Podemos mover los acordes en tesituras más graves o más agudas, dependiendo de lo que nos convenga.

Analiza el ejemplo anterior y fíjate bien en la posición de la melodía respecto al acompañamiento.