Efecto de las Ondas de Choque en el tratamiento de tendinopatías

41
TESINA Presentada para acceder al título de grado de la carrera de LICENCIATURA EN KINESIOLOGÍA Y FISIATRÍA “Efecto de las ondas de choque en el tratamiento de tendinopatías” Autor: D’ AMOR, Rodrigo IUGR - 775 Director: Lic. ZENI, Mauricio Fecha de Presentación 25/09/2015 Firma del Autor

description

Trabajo de tesina final del Instituto Universitario del Gran Rosario. Autor: Rodrigo D' Amor.Lic. en Kinesiología y Fisiatría

Transcript of Efecto de las Ondas de Choque en el tratamiento de tendinopatías

TESINA

Presentada para acceder al título de grado de la carrera de

LICENCIATURA EN KINESIOLOGÍA Y FISIATRÍA

“Efecto de las ondas de choque en el

tratamiento de tendinopatías”

Autor: D’ AMOR, Rodrigo

IUGR - 775

Director: Lic. ZENI, Mauricio

Fecha de Presentación

25/09/2015

Firma del Autor

ÍNDICE

1. Introducción…………………………………………………………………………………………………… Pág. 3

2. Objetivos………………………………………………………………………………………………………… Pág. 5

3. Justificación……………………………………………………………………………………………………. Pág. 6

4. Métodos………………………………………………………………………………………………………….. Pág. 7

5. El Tendón……………………………………………………………………………………………………….. Pág. 8

5.1. Generalidades

5.2. Fisiología e Histología

5.3. Mecanotransducción

6. Tendinopatía……………………………………………………………………………………….………… Pág. 11

6.1. Introducción

6.2. ¿Tendinitis o Tendinosis?

6.3. Presentaciones Clínicas

6.4. Tratamientos

7. Onda de Choque…………………………………………………………………………………………... Pág. 19

7.1. Aspectos Generales

7.2. Tipos de Onda de Choque

7.3. Indicaciones Comunes

8. Análisis del Efecto Biológico de las Ondas de Choque en el tendón……….…. Pág. 21

9. Análisis de la efectividad de las Ondas de Choque en tendinopatías…….….. Pág. 24

10. Discusión…………………………………………………………………………………………….….……. Pág. 30

11. Conclusión…………………………………………………………………………………………….…….. Pág. 32

12. Referencias Bibliográficas…………………………………………………………………….…….. Pág. 33

13. Anexos…………………………………………………………………………………………………….…… Pág. 40

3

INTRODUCCIÓN

La tendinopatía es un trastorno con alta prevalencia en la práctica diaria, tanto

deportiva, como ocupacional. Se ha beneficiado del desarrollo de los conocimientos

vinculados al deporte y de los adelantos en las pruebas de imagen, sobre todo la

ecografía y la resonancia magnética (RM), que han conducido a nuevos enfoques

terapéuticos más acordes con la fisiopatología 1.

El término tendinitis se utiliza de forma indiscriminada y abusiva para designar a la

mayoría de las patologías que asientan en el tendón, aunque en los últimos años

son multitud los autores que abogan por el cambio de denominación de las lesiones

tendinosas, atendiendo a la naturaleza de los hallazgos en anatomía patológica o en

pruebas de imagen anteriormente descriptas 2 - 4.

Mientras que un gran número de factores etiológicos como la edad, genética y

factores mecánicos han sido implicados en el desarrollo de la tendinopatía, aún no

se encuentra de manera precisa descripta la patogénesis de la misma. Como

resultado de esto, existen variedades en cuanto al tratamiento, y la recurrencia del

dolor o tendencia a la cronicidad son frecuentes 5.

En el tratamiento de las tendinopatías se encuentran diferencias en los diversos

autores como así también, en las distintas etapas de evolución. Entre los más

utilizados podemos mencionar al reposo, termoterapia, agentes físicos,

fortalecimiento, flexibilidad, AINES, cortico esteroides, suplementos ortésicos,

cirugía, proloterapia y ondas de choque 6.

Debido a que el tratamiento tanto conservador como el quirúrgico en las

tendinopatías no siempre tienen éxito, nuevas modalidades han surgido. Una de

estas es el tratamiento mediante Ondas de Choque Extracorpóreas (Extracorporeal

Shock Wave Therapy - ESWT) 7.

Durante la última década, acompañado por un mayor avance en el conocimiento de

la patogénesis de la tendinopatía, ha habido grandes desarrollos técnicos y

numerosos estudios que examinan los mecanismos de trabajo de la Onda de

Choque y su eficacia en el tratamiento de la tendinopatía 7.

4

En contraste con los tratamientos urológicos (Litotripsia), donde las ondas de

choque son utilizadas para desintegrar piedras renales, en los tratamientos músculo

esqueléticos (Ortotripsia), las ondas de choque no se utilizan para desintegrar los

tejidos, sino más bien para que causen microscópicamente reacciones biológicas

intersticiales y extracelulares y regeneración de tejidos. En base a los resultados

alentadores de estudios clínicos y experimentales, el potencial de las ondas de

choque parece estar surgiendo. Los prometedores resultados de esta opción de

tratamiento no invasivo, justifica su indicación en el tratamiento de las

tendinopatías 8.

En este trabajo de tesina, se tomará como idea principal al tratamiento de las

tendinopatías mediante las Ondas de Choque.

5

OBJETIVOS

Realizar una revisión bibliográfica para describir los efectos de la onda de choque

en las tendinopatías.

Del objetivo general, se desprenden objetivos específicos tales como:

Analizar la fisiología y fisiopatología del tendón.

Clasificar los diferentes mecanismos de lesión en las tendinopatías.

Investigar el origen e historia de la onda de choque.

Detallar los mecanismos de acción y usos terapéuticos de la onda de

choque.

Analizar la efectividad de la Onda de Choque en las tendinopatías.

6

JUSTIFICACIÓN

El motivo por el cual decidí orientar mi trabajo final de tesina hacía este tema es en

primer parte por mi gran interés sobre la fisiopatología de las tendinopatías, y por

sobre todo su tratamiento, dando el enfoque final hacia el tratamiento mediante las

Ondas de Choque. Esta área me despertó gran interés ya que es una opción de

tratamiento no invasivo para la rehabilitación de tendinopatías, sobre todo, de

evolución crónica y una gran oportunidad de evitar la vía quirúrgica, con todas las

complicaciones que conlleva.

Otro de los motivos por el cual tomé mi decisión, fue la falta de conocimiento sobre

este tratamiento y su poca utilización por los kinesiólogos y/o fisioterapeutas.

7

MÉTODOS

Se realizó una revisión de artículos científicos, de los últimos 20 años, en los

idiomas español e inglés. Se incluyó literatura mediante búsqueda manual. No se

realizaron restricciones respecto al tipo de estudio. Se revisaron abstracts y en los

casos necesarios los artículos completos, teniéndose en cuenta finalmente todos los

artículos que incluían recomendaciones sobre el tratamiento de las tendinopatías

mediante las Ondas de Choque.

Palabras Clave: Tendinopathy, treatment, extracorporeal shock wave therapy,

ESWT.

Combinaciones: eswt AND tendinopathy, eswt AND treatment, tendinopathy AND

treatment, extracorporeal shock wave therapy AND tendinopathy.

Fuentes de consulta

PubMed

The Cochrane Library

IBECS

Bireme

Biblioteca IUGR

LiLacs

SciELO

8

EL TENDÓN

Generalidades

Los tendones son estructuras anatómicas situadas entre el músculo y el hueso cuya

función es transmitir la fuerza generada por el primero al segundo, dando lugar así,

al movimiento articular 9. El músculo tiene dos tendones, uno proximal y otro distal.

Dotados de propiedades biológicas y mecánicas específicas, su estudio es

indispensable para entender la fisiología del sistema musculo esquelético.

Ampliamente distribuido por todo el cuerpo y polimórfico, puede verse afectado con

frecuencia por lesiones de diversa índole 10.

Fisiología e Histología

Anatomía Macroscópica

Desde el punto de vista macroscópico los tendones son blancos y brillantes, firmes

al tacto, pero flexibles. Poseen tres zonas específicas: El punto de unión músculo –

tendón, llamado unión miotendinosa (UMT), la unión tendón – hueso o unión

osteotendinosa (UOT) y la zona media o cuerpo del tendón 10. Varían en forma y

tamaño, pueden ser aplanados o redondeados y cortos o gruesos. Por ejemplo, en

el caso del cuádriceps, que posee un tendón corto y grueso, ya que transmite una

fuerza importante, o en el caso contrario, largos y finos, como ocurre con los

tendones de los dedos, responsables de la ejecución de movimientos delicados.

Las estructuras que rodean al tendón pueden agruparse en cinco categorías 11:

1. Vainas Fibrosas: Son conductos a través de los cuales los tendones se

deslizan durante su recorrido. Están presentes en tendones que tienen que

recorrer un largo camino para alcanzar su punto de inserción. Un ejemplo de

ello es el retináculo de los flexores y extensores de la mano y el pie.

2. Poleas de Reflexión: Son refuerzos anatómicos de las vainas fibrosas

localizados en lugares curvos que se pueden encontrar en el curso del

tendón. Mantienen el tendón dentro del lecho por el que se desliza. Pueden

observarse en la mano, como los huesos sesamoideos.

3. Vainas Sinoviales: Túneles de acceso por los que los tendones acceden al

hueso o a otras estructuras anatómicas que pueden causar fricción sobre el

tendón. Su objetivo es minimizar esa fricción. Contiene el fluido

peritendinoso que se encarga de la lubricación tendinosa.

9

4. Vaina Peritendinosa: Los que carecen de vaina sinovial, disponen de esta

vaina o también llamada paratendón para reducir la fricción. El tendón de

Aquiles es un ejemplo donde se puede observar este paratendón.

5. Bursas: Son pequeños sacos de líquido situados entre dos estructuras

adyacentes donde actúan como amortiguadores, reduciendo la fricción y

asistiendo al movimiento. Se encuentran en lugares donde músculos y

tendones pueden sufrir fenómenos compresivos contra prominencias óseas.

Ejemplo de ellos son las bursas retrocalcánea, subacromial o infrarotuliana.

Anatomía Microscópica

Los tendones son estructuras de tejido conectivo caracterizados por tener un

pequeño componente celular que produce y conserva una matriz extracelular

mucho más abundante. Desde el punto de vista microscópico, los principales

componentes del tendón son las células (tenocitos) y la matriz extracelular MEC

(colágeno, elastina y sustancia fundamental) 12.

Componente Celular

Los tenocitos sintetizan colágeno y todos los componentes de la matriz extracelular.

Se encuentran ubicados entre las fibras de colágeno siguiendo una disposición

longitudinal respecto del tendón. Están presentes en escasa cantidad y tienen un

cociente respiratorio bajo, lo que indica que su metabolismo es bajo 10.

Dada su baja velocidad metabólica y una gran capacidad de generación de energía

anaeróbica, los tendones son capaces de soportar cargas y mantener la tensión

durante largos períodos. Sin embargo, ésta baja tasa metabólica provoca una lenta

cicatrización después de una lesión 12.

Matriz Extracelular (MEC)

La MEC proporciona al tendón la resistencia a la tracción y la flexibilidad. Los

componentes de la MEC son el colágeno, la sustancia fundamental y la elastina.

La sustancia fundamental contribuye de manera importante a la integridad

mecánica del tendón, al desarrollo de los tejidos, a las propiedades visco elásticas y

a la organización y control de las fibras colágenas. Su composición responde a una

mezcla de agua, proteoglicanos (PG), y glicosaminoglicanos (GAG) 11.

10

La elastina contribuye a la elasticidad del tendón. Son las responsables de devolver

al tendón su configuración inicial tras ser estirado. Puede estirarse hasta un 70%

de su longitud sin romperse. En procesos de curación, pueden reducirse en su

número.

El colágeno le aporta al tendón la rigidez y la resistencia a la tracción cuando es

sometido a una fuerza y además la flexibilidad, cuando el mismo se dobla o se

comprime. Las fibras de colágeno están orientadas longitudinalmente en las líneas

de fuerza y en menor medida de manera horizontal y transversal 10. Los tendones

normales contienen mayormente colágeno tipo I y en menor medida colágeno tipo

III.

El colágeno se organiza en niveles jerárquicos de complejidad creciente (ver Fig. 1

en Anexos). La unidad de menor tamaño es el tropocolágeno, una proteína

compuesta por colágeno tipo I y sintetizada por los tenocitos. La unión mediante

enlaces cruzados, le da lugar a las fibrillas colágenas, que se encuentran dispuestas

de manera longitudinal y rodeadas por la sustancia fundamental. Las fibrillas

colágenas son reunidas dentro de colecciones de tejido conectivo para formar el

endotendón o fascículo primario. Posteriormente, la colección de los fascículos

primarios formarán los fascículos secundarios que con la inclusión de vasos, nervios

y circulación linfática, conformarán el epitendón 9. El epitendón es la capa más

externa del cuerpo del tendón. Como último lugar, y componente extratendinoso,

los tendones pueden poseer una vaina sinovial o paratendón, según su tamaño y

localización.

Mecano Transducción

La mecano transducción es el proceso por el cual el cuerpo convierte las cargas

mecánicas en respuestas celulares 13. Estas respuestas celulares, promueven un

cambio estructural en la célula. Está formado por un proceso de tres pasos: la

carga mecánica, la transmisión de la carga mecánica y la respuesta celular.

La carga mecánica o tensil aplicada a algún tejido, generará una deformación en el

citoesqueleto celular, que será transmitida a través de las integrinas celulares hasta

el núcleo de la célula. Una vez captado el estímulo, el mismo responderá con una

respuesta sintetizadora y adaptativa.

En el caso del tendón, la carga mecánica es censada por los tenocitos, que se

encuentran alineados en las líneas de fuerza, y luego es transmitida hacia el interior

11

de la célula, a través de las integrinas. Mediante el proceso de mecano

transducción, comentado anteriormente, se produce una respuesta adaptativa con

un incremento en la expresión del factor de crecimiento insulínico (IGF-1) y del

factor de crecimiento transformante beta (TGF B1), que se asocia a proliferación

celular y remodelación de la matriz 14.

TENDINOPATÍA

Introducción

El dolor localizado en el tendón, más conocido como tendinopatía, es muy común

en individuos practicantes de deporte ya sea a nivel competitivo o de ocio. Sin

embargo, y según diversos estudios, se ha demostrado que individuos físicamente

inactivos también lo sufren. Se considera que el sobreuso induce esta condición,

pero la etiología y la patogenia no están científicamente clarificadas 14.

La nomenclatura alrededor del dolor crónico en el tendón es confusa. Hasta hace

unos años se consideraba que el dolor en el tendón comportaba la presencia de un

componente inflamatorio y el termino tendinitis se usaba de forma habitual 4.

Actualmente, la evaluación histológica de las biopsias, la microdiálisis

intratendinosa y otros estudios han demostrado que no hay signos de inflamación,

y por lo tanto, no deberían utilizarse estos términos 3.

En el tratamiento de las tendinopatías se encuentran diferencias en los diversos

autores como así también, en las distintas etapas de evolución. Entre los más

utilizados podemos mencionar al reposo, termoterapia, agentes físicos,

fortalecimiento, flexibilidad, AINES, cortico esteroides, suplementos ortésicos,

cirugía, proloterapia y ondas de choque 6.

¿Tendinitis o Tendinosis?

Actualmente, la mayoría de los practicantes de la medicina fueron enseñados y aún

afirman que los pacientes que presentan una tendinopatía por sobreuso tienen una

condición inflamatoria en gran medida y se verán beneficiados por el uso de drogas

anti inflamatorias. Desafortunadamente, este paradigma se encuentra

profundamente instalado. En lugar de adherir a esta teoría, los practicantes de la

medicina deben reconocer que las tendinopatías por sobreuso poseen una condición

degenerativa en lugar de una inflamatoria. La nomenclatura para las

12

presentaciones clínicas de las patologías del tendón, deberían representar

verdaderamente las bases histopatológicas que poseen. Numerosos autores

recomiendan el uso de la tendinopatía, en lugar de tendinitis para la nomenclatura

15.

Si los profesionales de la salud que atienden patologías musculo esqueléticas se

adhirieran al paradigma de la tendinopatía, se le proporcionaría al paciente una

descripción más acertada de su condición patológica. Además, se evitarían

tratamientos innecesarios con fármacos u otras terapias, lo que representa, un

costo elevado y posibles efectos no deseados.

Tendinitis

En la tendinitis, el tendón debería mostrar características inflamatorias.

Desafortunadamente, la histología y fisiopatología de las lesiones del tendón por

sobreuso no corresponden con la característica inflamatoria anteriormente

nombrada de la tendinitis 6. Si se continúa utilizando el término tendinitis, para

presentaciones clínicas que verdaderamente responden al nombre de tendinosis, se

continuará subestimando a una patología que verdaderamente presenta una

característica degenerativa y crónica.

El término tendinitis sólo puede atribuirse a lesiones traumáticas del tendón que

suelen ser lesiones agudas, con sintomatología menor a 2 semanas. También

podría verse posteriormente a una sesión de entrenamiento intensiva, pero no se

encuentra comprobado 15. Finalmente, todas estas lesiones van a dar lugar a un

denominador común con características degenerativas, más conocido como

tendinosis.

Tendinosis

Inicialmente reconocido por Puddu et al, alrededor del año 1970, en la tendinopatía

crónica (tendinosis) no se encuentran células inflamatorias en las distintas regiones

del tendón 16. Con el progreso de la tecnología y avances en los estudios

histológicos, esta afirmación fue mayormente reconocida. Diversos estudios

demuestran disrupción, separación y adelgazamiento del colágeno, en ausencia de

células inflamatorias.

13

Macroscópicamente, en los procesos de tendinosis, los tendones afectados suelen

perder su aspecto blanco brillante y pasan a tener un color gris y amorfo.

Generalmente, suelen engrosarse 1.

Microscópicamente, se caracterizan por presentar una densa población de

fibroblastos, hiperplasia vascular y colágeno desorganizado. Las fibras colágenas

generalmente se muestran irregulares y desorganizadas. Posteriormente, se

produce el adelgazamiento y ruptura de las mismas. El colágeno tipo I, es

reemplazado por el colágeno tipo III; que es el encargado de la reparación del

tendón, pero no posee las mismas propiedades mecánicas que el tipo I. Finalmente,

el colágeno degenerado puede calcificarse o generar una infiltración adiposa 17.

A nivel vascular, en los procesos de tendinosis se encuentra gran cantidad de

neovascularización. Se sugiere que es producido secundario a una respuesta

hipóxica. Son vasos de característica tortuosa, obliterados y de pequeño calibre. La

neovascularizacón se considera una de las fuentes de dolor en los procesos de

tendinosis ya que junto con la aparición de la misma, proliferan nuevos nervios

sensoriales y se sensibilizan los receptores del dolor 18.

En la MEC se produce un desbalance entre las Metaloproteinasas (MMPs) y sus

inhibidoras (TIMPs). Diversos estudios han demostrado un marcado aumento de las

MMPs y una disminución en las TIMPs, en pacientes con tendinosis, lo que conlleva

a una degradación de la MEC 17, 18.

Presentaciones Clínicas

Tendinopatía del Manguito Rotador Las lesiones del manguito rotador son por lejos, la causa más común de dolor de

hombro, y oscilan desde un trastorno leve, hasta desgarros masivos o

calcificaciones del tendón.

En cuanto a la etiología del proceso patológico del manguito de los rotadores hay

una gran controversia, y según los autores se puede hablar sobre el impingement,

síndrome subacromial, síndrome por compresión, etc. 19.

14

El impingement (denominado también síndrome del impacto subacromial o

subcoracoideo) es una alteración dolorosa que afecta a la funcionalidad del hombro.

Durante el movimiento de elevación del brazo, el manguito de los rotadores y la

bolsa subdeltoidea pueden comprimirse contra el acromion, y durante la rotación

interna en la coracoides. Es común la aparición de otras áreas de impacto del

tendón del manguito, tal como el tendón largo del bíceps.

El término impingement fue acuñado por Neer en 1972 como compresión y

abrasión mecánica de las estructuras del manguito rotador, por debajo del arco

acromiocoracoideo durante la elevación del brazo 20.

Tendinopatía Calcificada del Manguito Rotador

Si bien se trata de la misma patología, la tendinopatía calcificante es un problema

comúnmente observado que se caracteriza por depósitos de cristales de fosfato de

calcio en el tendón del manguito rotador entre la cuarta y quinta década de vida.

Comúnmente afecta al tendón del supraespinoso cerca de su inserción (ver Fig. 2

en Anexos). Posteriormente, puede continuarse por el infraespinoso, redondo

menor y el subescapular. La etiología sigue siendo incierta. La zona de hipo

vascularización del tendón y los procesos degenerativos han sido descriptos como

las probables causas 21.

Esta patología se manifiesta con dolor, generalmente nocturno y frecuentemente

con disminuciones del ROM articular. Las presentaciones clínicas varían

considerablemente y los síntomas pueden durar por varios días y luego desaparecer

o volverse crónico.

Diversos autores han reportado una desaparición espontánea de la calcificación,

pero todos en no menos de 3 años diagnosticada la entidad patológica, lo cual es

un tiempo muy largo 22.

Tendinopatía del Codo

La epicondilalgia lateral o codo de tenista es una de las lesiones más comunes en el

brazo. Esta lesión representa gran desafío, ya que es difícil de tratar, con gran

tendencia a la recurrencia.

El codo de tenista es definido como dolor en el epicóndilo lateral, el cual es

reproducido por la palpación en el sitio, dolor ante la extensión resistida de

muñeca, extensión del dedo medio y dolor en el agarre.

15

El brazo dominante es comúnmente afectado, con una prevalencia de 1 a 3% en la

población general, pero se eleva a un 19% en adultos entre 30 y 60 años. Existe un

leve predominio en las mujeres 23.

Generalmente se relaciona al trabajo o al tipo de deporte que se realiza. En

general, todos que contemplen movimientos repetitivos y monótonos de la muñeca,

asociados a contracciones excéntricas y actividades de agarre de la mano.

Se generan desgarros macro y microscópicos en el tendón del extensor radial, que

culminan con un proceso degenerativo caracterizado por la presencia de

fibroblastos, proteoglicanos y fibras de colágeno desorganizadas 24.

Síndrome Trocantérico

Un frecuente pero muy sobre usado síndrome doloroso de la cadera en adultos que

realizan actividades deportivas recreacionales es llamado bursitis trocantérica. Las

relaciones anatómicas entre 3 bursas, músculos abductores y rotadores, trocánter

mayor y la cintilla iliotibial, podrían predisponer a la irritación de este área.

El nombre bursitis trocantérica sugiere inflamación en una o más de las bursas

peritrocantéricas. Sin embargo, dentro del área donde el dolor es percibido se

incluyen músculos, tendones y entesis, en los que recientes estudios de RM han

demostrado anormalidades, mientras que no se encontraron hallazgos patológicos

ni lesiones a nivel de las bursas. Estudios recientes en los que utilizaron avanzadas

modalidades de imagen y otros que involucraron tratamiento quirúrgico de casos

crónicos, sugieren que en la mayoría de los casos, los cambios patológicos

primarios involucraban lesión, degeneración y/o desgarros de los tendones glúteos,

mientras que lesiones en las bursas no fueron encontradas 25. Por lo que, dada la

ausencia de lesiones bursales y la presencia de tendinopatía glútea, se sugirió

cambiar el nombre a Síndrome Trocantérico.

El síndrome trocantérico se caracteriza por un dolor continuo o intermitente sobre,

o alrededor del trocánter mayor, a veces irradiado hacia la cara lateral del muslo y

que aumenta con la actividad física. Estar acostado sobre el lado afectado, puede

interferir dramáticamente el sueño, debido al aumento del dolor.

El examen físico revela sensibilidad a la palpación del trocánter mayor. Estar

parados en un pie y la rotación externa resistida son test muy precisos para el

síndrome trocantérico.

16

El síndrome trocantérico ocurre más frecuentemente en individuos sedentarios de

entre 40 y 60 años de edad. Sin embargo, también ha sido reportado en individuos

menores, particularmente aquellos involucrados en el deporte 26.

Dentro de la población deportista, comúnmente se encuentra en corredores y

aquellos que realizan actividades deportivas con tareas de escalada como el step.

Tendinopatía Rotuliana

La tendinopatía rotuliana, también conocida como rodilla del saltador o tendinitis

rotuliana, es actualmente la causa de dolor más común en el área por debajo de la

rótula. Debido a que las biopsias demostraron que esta patología es degenerativa,

en lugar de inflamatoria, se la prefiere llamar Tendinopatía Rotuliana 27.

La mayor causa es el sobreuso excesivo, generalmente, en actividades que

involucran saltos, como el vóley, básquet y fútbol. Durante el salto se somete el

tendón rotuliano a tremendas fuerzas por ser un movimiento explosivo. Supone

grandes exigencias del aparato extensor de la rodilla sobre el tendón rotuliano.

La valoración histológica durante procesos degenerativos del tendón revela algunos

cambios característicos. Microscópicamente muestra fibras de colágeno separadas y

que han perdido su continuidad, junto a una sustancia fundamental con gran

aumento y formación de nuevos vasos. Macroscópicamente, el tendón aparece

desorganizado, y de un color amarillo o marrón 28.

Tendinopatía Aquiliana

La tendinopatía aquiliana es una lesión común de la extremidad inferior, con gran

prevalencia en hombres de edad media entre 35 y 45 años. A pesar de que

usualmente es resultado de un sobreuso excesivo en deportes que involucren saltos

o corridas, cerca de la tercer parte de los pacientes que sufren esta tendinopatía

llevan un estilo de vida sedentario 14.

La mayor parte de las tendinopatías están localizadas entre 2 y 7 cm proximal a la

inserción del calcáneo, lo cual se relaciona con la zona de hipovascularidad del

tendón de Aquiles.

Aunque tradicionalmente se las consideró inflamatorias, estudios en histopatología

han indicado que las tendinopatías aquilianas son el resultado de un fallo en la

17

cicatrización del tejido, que causa cambios degenerativos en el tendón. Estos

cambios implican un desorden en la estructura normal del colágeno, y además, una

neovascularización, con su consiguiente formación de nuevas aferencias nerviosas,

las cuales, pueden ser fuente de sintomatología 29.

Fascitis Plantar

La fascia plantar es una aponeurosis fibrosa que se origina en el borde medial de la

tuberosidad plantar del calcáneo y se divide en cinco porciones que insertan

distalmente en cada una de las falanges proximales. Estas fibras también se

fusionan con la dermis circundante, ligamentos metatarsianos transversales, y la

vaina del tendón flexor. Especialmente en la primera articulación metatarso

falángica, la dorsiflexión activa el mecanismo cabestrante, lo que aumenta la

tensión plantar y eleva el arco longitudinal medial.

El origen en el talón parece ser el eslabón más débil de esta estructura muy rígida

teniendo altas fuerzas de tracción con el mecanismo cabrestante. Existe una gran

relación entre el tríceps sural y la fascia plantar. Se cree que existe una

continuación y conexión de ambas fascias, ya que, en sujetos con fascitis plantar

generalmente se encuentra un acortamiento del tríceps sural 30.

La fascitis plantar es un problema musculo esquelético muy común. Se estima que

afecta al 10% de los corredores en algún momento de sus vidas. Se caracteriza por

un dolor en la cara medial del tubérculo calcáneo, enfatizándose por las mañanas y

posterior a largos periodos de estar de pie. Existe una gran sensibilidad en el

tubérculo calcáneo y ante los estiramientos pasivos de la fascia.

La etiología se la considera multifactorial. La sobrecarga excesiva sobre la fascia

resulta en inflamación, degeneración, microdesgarros, fibrosis y hasta

calcificaciones del origen de la fascia (ver Fig. 3 en Anexos). El espolón calcáneo

puede estar presente hasta en el 50% de las personas con fascitis plantar pero

también, ha sido reportado en pacientes asintomáticos 30, 31.

Algunos de los factores de riesgo son la obesidad, largos períodos de caminatas o

de estar de pie, superficies duras, y problemas de calzado.

18

Tratamientos

El tratamiento de las tendinopatías, generalmente, se basa sobre tres pilares:

programa de ejercicios, terapias manuales, y modalidades físicas.

Diversos autores han discutido sobre el tipo de tratamiento, como y cuando

utilizarlo según los estadios de la tendinopatía. A continuación se nombrarán

algunos de los tratamientos nombrados o más conocidos:

Termoterapia (frío o calor)

Ultrasonidos

Electroterapia

Laser

Terapias Manuales y Estiramientos

Programa de Ejercicios

Cirugía

En cuanto al programa de ejercicios, el entrenamiento con carga excéntrico es por

excelencia el más conocido y difundido. Mediante la carga y estímulo mecánico que

este genera, busca la remodelación de la matriz y formación de colágeno tipo I 13.

Este proceso es logrado por la mecanotransducción, anteriormente nombrada.

Actualmente, existen nuevas tendencias en cuanto al tratamiento de las

tendinopatías. Se cree que han surgido debido a la insatisfacción que las terapias

tradicionales pueden ocasionar, o por el hecho de que algunas tendinopatías

tienden a la recurrencia o cronicidad siendo difícil su resolución. Nuevas

modalidades como la proloterapia, la administración de plasma rico en proteínas, la

micro electrólisis percutánea o la onda de choque han surgido en los últimos años

32.

19

ONDA DE CHOQUE

Aspectos Generales

Las Ondas de Choque son ondas sonoras presentes en la vida diaria que suelen

pasar desapercibidas. El aplauso de un auditorio o el sonido de una tormenta son

ejemplos de esta expresión de la naturaleza. Un terremoto o el colapso de burbujas

de gas en un líquido generan ondas de choque a nivel macroscópico y microscópico

33.

Desde 1976 las Ondas de Choque, en forma de litotricia, han sido utilizadas para

desintegrar cálculos renales y biliares. A principio de los noventa, en Alemania han

sido publicados distintos estudios con descripciones de uso de la Onda de Choque

en trastornos músculo esqueléticos como pseudoartrosis, tendinopatía calcificada

del hombro, tendinopatía del codo y fascitis plantar 34. Actualmente es aplicada en

todo el mundo, para los distintos trastornos músculo esqueléticos. En los EEUU, la

FDA (Federal Drug Administration) ha aprobado el uso de las Ondas de Choque,

para el tratamiento de la fascitis plantar crónica.

Las Ondas de Choque de aplicación terapéutica son ondas acústicas o sónicas de

impulsos individuales, generadas neumáticamente en el agua y en las que la

presión atmosférica se eleva del nivel ambiente a una presión máxima en unos

pocos nanosegundos (ver Fig. 4 en Anexos). Dicha elevación de presión, junto al

corto período de ascenso son responsables del efecto directo o primario de las

Ondas de Choque. Posteriormente, el descenso local de la presión da lugar al efecto

indirecto o secundario, en el que las fuerzas ténsiles de la onda exceden la fuerza

tensil dinámica del agua produciendo con ello burbujas de cavitación (ver Fig. 5 y 6

en Anexos) 35.

Las amplitudes de presión utilizadas generalmente son el Pascal (Pa) y el Bar. 1 Bar

es el equivalente a 105 Pa.

Densidad de Flujo de Energía

La energía en el punto focal se define como la densidad del flujo de energía por

impulso, registrada como Jules por área (mJ/mm2). La energía efectiva total de

tratamiento se define por el número y la DFE de los impulsos. Para el uso médico

se aplican OC de aproximadamente 0,001 a 0,4 mJ/mm2, entre 300 y 3000

impulsos, con una frecuencia que va de 3 a 15Hz.

20

Clasificación según nivel de energía

Existe mucha controversia a la hora de definir y clasificar las OC según el nivel de

energía. Según Gerdesmeyer et al., las OC se pueden clasificar:

Baja energía: < 0,2 mJ/mm²

Energía media: 0,2 - 0,4 mJ/mm²

Alta energía: > 0,4 mJ/mm²

Considerando su aplicación en tejido musculo esquelético, se aplicarían para

diferentes objetivos los distintos niveles de energía. Así, se utilizaría baja energía

para disminuir el dolor y para la reparación de tejidos y media y alta para destruir

depósitos de calcio 36.

Tipos de Ondas de Choque

Focales

Las ondas de choques focales, dependiendo del dispositivo, pueden ser generadas

por mecanismos electrohidráulicos, electromagnéticos o piezoeléctricos. Todas ellas

convierten la energía eléctrica en energía mecánica, con algunas diferencias en

cuanto a volumen, penetración, etc. En los tres métodos se genera una onda

energética, la cual es dirigida mediante una lente acústica a través de un brazo que

termina en un cabezal, el cual en última instancia toma contacto con la zona

anatómica que va a recibir la descarga. El cabezal es un cilindro lleno de agua. Las

Ondas de Choque Focales alcanzan mayor profundidad en el tejido diana (ver Fig. 7

en Anexos), con lo que se concentra mayor energía en un área pequeña, lo cual,

puede molestar al paciente hasta el hecho de necesitar anestesia para la aplicación

37.

Radiales

También existen en el mercado otro tipo de máquinas que utilizan como generador

de energía un compresor de aire, consistiendo el tratamiento en el martilleo de la

zona a tratar. Son Ondas de Choque de carácter exclusivamente mecánico, de baja

frecuencia e impacto neumático directo o a través de un percutor en contacto con

la piel. Se denominan Ondas de Choque Radiales, ya que su haz de energía se

ensancha cónicamente y pierde intensidad (ver Fig. 8 en Anexos). Tienen menor

capacidad de penetración, entre 3 y 3.5 cm, y por lo tanto son mejor toleradas por

el paciente 37.

21

Indicaciones Comunes

A continuación se detallarán los usos más comunes de las Ondas de Choque en

trastornos musculo esqueléticos, según la bibliografía consultada 38:

Tendinopatía del Manguito Rotador

Tendinopatía del Codo

Síndrome Trocantérico

Tendinopatía Patelar

Tendinopatía Aquiliana

Fascitis Plantar

Pseudoartrosis

Miositis Osificante

Necrosis Avascular

Puntos Gatillos miofasciales

En el caso del uso de la Onda de Choque en tendinopatías, generalmente se reserva

su uso para casos de cronicidad de más de 6 meses, donde ya han fracasado otras

modalidades conservadoras. Generalmente se aplican en el punto de mayor dolor, o

en otros casos según hallazgos ecográficos, y se suelen practicar de a 3 o 4

sesiones con intervalo semanal 38.

De todos modos, la bibliografía no es concluyente en cuanto a la dosificación y

cuantificación del nivel de energía a utilizar en cada caso.

ANÁLISIS DEL EFECTO BIOLÓGICO DE LAS ONDAS DE

CHOQUE EN TEDONES

Cuando un tejido es expuesto a las Ondas de Choque, se debe considerar la

presencia de dos efectos: el fenómeno mecánico, debido al aumento de presión en

un período de 5 nanosegundos y el fenómeno de cavitación producido por el rápido

descenso de la presión hasta valores negativos. Estos dos efectos trabajan

sinérgicamente para producir la carga mecánica que será recibida por el tendón 39.

Los mecanismos por el cual una señal acústica es convertida en una respuesta

biológica aún no se encuentran completamente comprendidos. Sin embargo, como

anteriormente se nombró, la mecanotransducción sería la encargada de recibir y

reconocer los efectos de la onda de choque como señal mecánica y convertirlos es

respuestas biológicas para el tendón 13.

22

En cuanto al alivio del dolor, las Ondas de Choque podrían funcionar mediante una

hiperestimulación analgésica. La sobre estimulación del área tratada lleva a una

disminución de las señales de dolor hacia el cerebro. La Onda de Choque tiene

influencia en la transmisión del dolor, actuando sobre la sustancia P, el péptido

calcitonina y en la expresión de genes en la raíz dorsal de la médula 8.

Por último, en los casos de destrucción y posterior reabsorción de las calcificaciones

en tendones, por ejemplo, en el caso del supraespinoso en el hombro, se cree que

el incremento de presión en el foco terapéutico causa la fragmentación y cavitación

de las calcificaciones amorfas, produciendo la desorganización y desfragmentación

de los depósitos de calcio, que posteriormente serán reabsorbidos 7.

En relación a estudios experimentales sobre los efectos biológicos de la Onda de

Choque en el tejido tendinoso, existen diversas publicaciones en las que se han

realizado estudios en animales, en células tendinosas cultivadas in vitro, ya sean de

origen animal o humano y actualmente en personas vivas.

Estudios en Animales

Los primeros estudios encontrados se realizaron entre 1998 y 2001. En ambos se

utilizaron animales como ratas y conejos, en los que se indujo una lesión en el

tendón de Aquiles y se evalúo los efectos de la Onda de Choque. Ambos autores

refieren que el grupo tratado mediante las ondas de choque obtuvo una mejor

cicatrización, menor cantidad de fibras desorganizadas y un incremento en la

síntesis de colágeno 39, 40. Más adelante, en el 2003 y 2006, Wang y Kersh et al. en

otro estudio con animales, observaron la presencia de neovascularización y

proliferación de colágeno tipo I, en el grupo tratado mediante ondas de choque. La

neovascularización es producida como resultado del incremento del VEGF (Factor de

Crecimiento Endotelial). Ambos autores refieren que el incremento del suministro

sanguíneo junto con la síntesis de colágeno, contribuyen a la regeneración del

tejido tendinoso 41, 42. Por último, los estudios más recientes realizados en animales

han puesto en evidencia que durante el proceso de cicatrización, la síntesis celular

y la reparación del tejido, son mediadas por factores de crecimiento como el TGF-

B1 y el IGF-I, los cuales han sido encontrados en niveles superiores en los grupos

tratados mediante ondas de choque 43, 44.

23

Estudios sobre células animales in vitro

Diversos autores han estudiado el efecto de las ondas de choque en tenocitos

cultivados de animales. Los resultados confirman lo mencionado anteriormente, con

características similares en cuanto a la síntesis celular y neovascularización, ambos

marcados por factores de crecimiento 45-47.

Estudios sobre células humanas cultivadas

Actualmente se encuentran solo 3 estudios experimentales, en los que han

evaluado el efecto de las ondas de choque sobre tenocitos cultivados.

El primer estudio en el que ha sido realizado este tipo de intervención, se tomaron

muestras tendinosas del semitendinoso, en pacientes que cursaban una cirugía de

reconstrucción del LCA. En este caso, los autores describen que no encontraron

diferencias significativas en cuanto al grupo control y al grupo tratado mediante

ondas de choque. Esto estaría ocasionado por el hecho de que los tendones de la

muestra eran sanos, y los resultados se vieron afectados 48. Posteriormente, el

mismo grupo, y otro autor, realizaron estudios en los que incluyeron tenocitos de

tendones patológicos y tenocitos de tendones normales. Como lo esperaban, la

exposición de los tenocitos de tendones patológicos a las Ondas de Choque,

incremento significativamente la producción de colágeno tipo I, el cual es crucial en

los procesos de cicatrización 49, 50.

Estudios en humanos vivos

Existe un solo estudio publicado sobre los efectos de la onda de choque en

personas vivas, y fue publicado recientemente en este año. Estos autores,

utilizando una técnica llamada microdiálislis, evaluaron en tiempo real los efectos

de la onda de choque en tendones sanos y patológicos. Los autores concluyeron

que el estímulo mecánico que provee la onda de choque, promueve la regeneración

en procesos de tendinopatías mediante la remodelación de la MEC, y la síntesis de

colágeno 51.

24

ANÁLISIS DE LA EFECTIVIDAD EN TENDINOPATÍAS

Tendinopatía del Manguito Rotador

25

Tendinopatía del Codo

26

Síndrome Trocantérico

27

Tendinopatía Rotuliana

28

Tendinopatía Aquiliana

29

Fascitis Plantar

30

DISCUSIÓN

Durante la realización del presente estudio, se han encontrado una gran cantidad

de autores y publicaciones sobre el mecanismo de acción, efectos y efectividad de

la Onda de Choque en tendinopatías. Esto podría explicar su gran desarrollo en los

últimos años.

Los efectos físicos de la Onda de Choque como la presión y la cavitación, ya eran

conocidos desde hace unos años cuando era utilizada para destruir cálculos renales.

A partir de 1980 aproximadamente, se comenzó a estudiar el efecto que producía

sobre los tendones. A partir de esa época, numerosos autores realizaron diversos

ensayos clínicos sobre animales, células tendinosas de origen animal o humano y

recientemente este año se ha publicado sobre humanos.

Mediante el análisis de todos estos artículos y tomando las discusiones y

conclusiones de los autores, se pueden relacionar directamente los efectos de la

Onda de Choque con la mecanotransducción celular. La mayoría de los autores

concuerdan con que el efecto físico, ya sea el directo o el indirecto, que afecta al

tendón, sería tomado como un estímulo mecánico por el tenocito. El tenocito al

tomar este estímulo desarrolla el fenómeno de mecanotransducción. El producto

final de este fenómeno es la síntesis celular y la remodelación de la MEC.

Los autores concuerdan con que este fenómeno estaría mediado por diversos

factores de crecimiento. El TGF B1 y el IGF 1, son los principales factores de

crecimiento implicados en la síntesis de colágeno tipo I y la remodelación de la

MEC. Otros autores han encontrado la presencia del VEGF, que participaría en la

neovascularización provocada por la Onda de Choque en el tendón.

En cuanto a la disminución del dolor, estaría implicado un proceso de

hiperestimulación analgésica. El constante estímulo sobre el tendón lleva a una

disminución de las señales de dolor hacia el SNC. Los autores refieren que la Onda

de Choque actúa sobre la sustancia P, y principalmente en la raíz dorsal de la

médula.

La destrucción de los depósitos de Calcio se encuentra relacionada directamente a

los efectos físicos de la Onda de Choque. La presión y la cavitación, provocan

pequeñas microrupturas y facilitarían la reasbsorción de los depósitos.

31

La efectividad sobre las diversas presentaciones de tendinopatias ha sido

ampliamente estudiada. Se han analizado una gran cantidad de estudios, con

diversos niveles de evidencia y algunos con grandes muestras poblacionales, lo que

indicaría una alta fiabilidad.

Todos los autores concuerdan en que el uso de la Onda de Choque estaría indicada

para tendinopatías crónicas, de al menos más de 6 meses, y en las que han fallado

algún otro tipo de tratamiento. A grandes rasgos se observa una gran efectividad

de la Onda de Choque en las tendinopatías, con rangos de entre 70% y 80% de

efectividad, por lo que debería ser considerada una opción útil de tratamiento y

como método de tratamiento anterior al quirúrgico, con las complicaciones que

conlleva.

Las Ondas de Choque radiales o focales han sido comparadas y estudiadas en

muchos casos. Si bien ambos tipos de ondas son efectivas para las tendinopatías,

algunos autores demostraron un ligero beneficio de la focal sobre la radial para las

tendinopatías. Sin embargo, no existe consenso sobre el tipo de onda a utilizar. El

principal beneficio de la onda radial sobre la focal es su fácil manejo y mayor

practicidad, ya que son equipos más pequeños y de mejor accesibilidad en cuanto

al costo.

Se han presentado algunas limitaciones durante la realización de este trabajo. En

cuanto al análisis del efecto de la Onda de Choque, se encontraron varios estudios

sobre animales o sobre células cultivadas, pero la principal limitación fue que existe

sólo un estudio que analiza el efecto sobre humanos, por lo que es difícil la

extrapolación de los datos.

Sobre la efectividad en las tendinopatías, la principal limitación hallada fue la gran

diversidad en la dosificación y variedad de parámetros utilizados. Si bien existen

algunos parámetros a seguir, todavía no existe un consenso en cuanto al nivel de

energía a utilizar.

32

CONCLUSIÓN

Los efectos de la Onda de Choque sobre el tendón se encuentran relacionados

directamente con el proceso de mecanotransducción. El estímulo mecánico de

presión y cavitación que produce la Onda de Choque sobre el tendón provoca una

respuesta biológica con aumento del colágeno tipo I, neovascularización y

reorganización de la matriz extracelular.

La disminución del dolor se produce mediante una sobreestimulación analgésica

que actúa sobre la sustancia P y la raíz dorsal de la médula espinal.

Los fenómenos de presión y cavitación provocan la fragmentación y posterior

reabsorción de los depósitos de Calcio en tendinopatías calcificadas.

En contraste, es necesario una mayor cantidad de estudios científicos en humanos

y un consenso adecuado en cuanto a dosificación para analizar correctamente los

efectos de la Onda de Choque.

33

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Jurado Bueno A, Porqueres I. Tendinopatías ¿Tendinitis o tendinosis? En:

Jurado Bueno A, Porqueres I. Tendón: Valoración y tratamiento en

fisioterapia. Primera edición. C/ de la Energía 19-21 08915 Badalona

(España). Editorial Paidotribo; 2008. P. 77-102.

2. Khan KM1, Cook JL, Taunton JE, Bonar F. Overuse tendinosis, not

tendinitis part 1: a new paradigm for a difficult clinical problem. Phys

Sportsmed. 2000 May; 28(5):38-48.

3. Maffulli N1, Khan KM, Puddu G. Overuse tendon conditions: time to

change a confusing terminology. Arthroscopy. 1998 Nov-Dec; 14(8):840-

3.

4. Khan KM, Cook JL, Kannus P, Maffulli N, Bonar SF. Time to abandon the

"tendinitis" myth. BMJ. 2002 Mar 16; 324(7338):626-7.

5. Zhang J, Wang JH. PRP treatment effects on degenerative tendinopathy -

an in vitro model study. Muscles Ligaments Tendons J. 2014 May 8;

4(1):10-7.

6. Khan KM1, Cook JL, Bonar F, Harcourt P, Astrom M. Histopathology of

common tendinopathies. Update and implications for clinical

management. Sports Med. 1999 Jun; 27(6):393-408.

7. Van der Worp H1, van den Akker-Scheek I, van Schie H, Zwerver J.

ESWT for tendinopathy: technology and clinical implications. Knee Surg

Sports Traumatol Arthrosc. 2013 Jun; 21(6):1451-8.

8. Notarnicola A, Moretti B. The biological effects of extracorporeal shock

wave therapy (eswt) on tendon tissue. Muscles Ligaments Tendons J.

2012 Jun 17; 2(1):33-7.

9. Khan KM, Cook JL. Histopathology of common tendinopathies. Update

and implications for clinical management. Sports Med. 1999 Jun;

27(6):393-408.

10. Hayem, G. Tenology: a new frontier. Joint Bone Spine. 2001; 68:19-25.

11. Jurado Bueno A, Porqueres I. Estructura del Tendón En: Jurado Bueno A,

Porqueres I. Tendón: Valoración y tratamiento en fisioterapia. Primera

edición. C/ de la Energía 19-21 08915 Badalona (España). Editorial

Paidotribo; 2008. P. 77-102.

12. Fedorczyk JM. Tennis elbow: blending basic science with clinical practice.

J Hand Ther. 20066 Apr-Jun; 19(2):146-53.

34

13. Khan KM, Scott A. Mechanotherapy: how physical therapists' prescription

of exercise promotes tissue repair. Br J Sport Med. 2009 Apr; 43(4):247-

52.

14. Alfredson H. The chronic painful Achilles and patellar tendon: research on

basic biology and treatment. Scand J Med Sci Sports. 2005; 15(4):252-

259.

15. Jozsa L, Kannus P. Human tendons: Anatomy, physiology, and

pathology. Champaign: Human Kinetics; 1997 ;( 6):123-138.

16. Rees JD, et al. Tendons--time to revisit inflammation. Br J Sports

Med. 2014 Nov; 48(21):1553-7.

17. Abate M, et al. Pathogenesis of tendinopathies: inflammation or

degeneration? Arthritis Research & Therapy 2009, 11:235.

18. De Giorgi S, Saracin M. Degenerative disease in rotator cuff tears: what

are the biomechanical and histological changes? Joints 2014; 2(1):26-

28.

19. Briones A, Soto-González M. Eficacia de la fisioterapia en el síndrome del

pinzamiento del hombro. Fisioterapia. 2014; 36(4):187-196.

20. Galasso O, Amelio E. Short-term outcomes of extracorporeal shock wave

therapy for the treatment of chronic non-calcific tendinopathy of the

supraspinatus. BMC Musculoskelet Disord. 2012 Jun 6; 13:86.

21. Pan PJ, Chou CL. Extracorporeal shock wave therapy for chronic calcific

tendinitis of the shoulders: a functional and sonographic study. Arch

Phys Med Rehabil. 2003 Jul; 84(7):988-93.

22. Cacchio A, Paoloni M. Effectiveness of radial shock-wave therapy for

calcific tendinitis of the shoulder: single-blind, randomized clinical study.

Phys Ther. 2006 May; 86(5):672-82.

23. Crowther MA, Bannister GC. A prospective, randomized study to compare

extracorporeal shockwave therapy and injection of steroid for the

treatment of tennis elbow. J Bone Joint Surg Br. 2002 Jul; 84(5):678-9.

24. Stasinopoulos D, Johnson M. Effectiveness of extracorporeal shock wave

therapy for tennis elbow. Br J Sports Med. 2005 Mar; 39(3): 132–136.

25. Rompe JD, Segal NA. Home training, local corticosteroid injection, or

radial shock wave therapy for greater trochanter pain syndrome. Am J

Sports Med. 2009 Oct; 37(10):1981-90.

26. Furia JP, Rompe JD. Low-energy extracorporeal shock wave therapy as a

treatment for greater trochanteric pain syndrome. Am J Sports

Med. 2009 Sep.; 37(9):1806-13.

35

27. Larsson ME, Käll I. Treatment of patellar tendinopathy--a systematic

review of randomized controlled trials. Knee Surg Sports Traumatol

Arthrosc. 2012 Aug; 20(8):1632-46.

28. Khan KM, Bonar F. Patellar tendinosis (jumper´s knee): findings at

histopathologic examinations, US and MR imaging. Radiology 1996;

200(3):821-7.

29. Habets B, van Cingel RE. Eccentric exercise training in chronic mid-

portion Achilles tendinopathy: a systematic review on different protocols.

Scand J Med Sci Sports. 2015 Feb; 25(1):3-15.

30. Pepper Toomey E. Plantar heel pain. Foot Ankle Clin N Am. 2009; 229-

245.

31. Buchbinder R, Ptasznik, R. Ultrasound-Guided Extracorporeal Shock

Wabe Therapy For Plantar Fasciitis. JAMA. September 18, 2002; Vol 288,

No. 11.

32. Jurado Bueno A, Porqueres I. Tratamiento del tendón lesionado En:

Jurado Bueno A, Porqueres I. Tendón: Valoración y tratamiento en

fisioterapia. Primera edición. C/ de la Energía 19-21 08915 Badalona

(España). Editorial Paidotribo; 2008. P. 77-102.

33. Thiel M. Aplication of shock waves in medicine. Clin Orthop Relat Res

2001; (387):18-21.

34. Wilson M, Stacy J. Shock Wave therapy for Achilles Tendinopathy. Curr

Rev Musculoskelet Med. (2011) 4:6–10.

35. Notarnicola A, Maccagnano G. Prognostic factors of extracorporeal shock

wave therapy for tendinopathies. Musculoskelet Surg. 2015 May 16. DOI

10.1007/s12306-015-0375-y.

36. Gerdesmeyer L, Maier M. Physical technical principles of extracorporeal

shockwave therapy. Orthopade. 2002 Jul; 31(7):610-7.

37. Van der Worp H, Zwerver J. No difference in effectiveness between

focused and radial shockwave therapy for treating patellar tendinopathy.

Knee Surg Sports Traumatol Arthrosc. 2014 Sep; 22(9):2026-32.

38. Ioppolo F, Rompe JD. Clinical application of shock wave therapy (SWT) in

musculoskeletal disorders. Eur J Phys Rehabil Med. 2014 Apr; 50(2):217-

30.

39. Rompe JD, Kirkpatrick CJ. Dose-related effects of shockwaves on rabbit

tendon Achillis. J Bone Joint Surg Br. 1998; 80:546-552.

40. Orhan Z, Alper M. An experimental study on the application of

extracorporeal shock wave in the treatment of tendon injuries. J Orthop

Sci. 2001; 6:566-570.

36

41. Wang CJ, Wang FS. Shock wave therapy induce neovascularization at the

tendon-bone junction. J Orthop Res. 2003; 21:984-989.

42. Kersk KD, McClure SR. The evaluation of extracorporeal shock wave

therapy on collagenase induced superficial digital flexor tendonitis. Vet

Comp Orthop Traumatol. 2006; 19:99-105.

43. Chen YJ, Wang CJ. Extracorporeal shock wave promotes healing of

collagenase-induced Achilles tendinitis and increase TGF-beta1 and IGF-I

expression. J Orthop Res. 2004; 22:854-8610.

44. Yoo SD, Choi S. Effects of extracorporeal shock wave therapy on

nanostructural and biomechanical responses in the collagenase-induced

Achilles tendinitis in animal model. Lasers Med Sci. 2012; 27:1195-1204.

45. Berta L, Fazzari A. Extracorporeal shock waves enhance normal fibroblast

proliferation in vitro and activate mRNA expression. Acta Orthop. 2009;

80:612-617.

46. Chao YH, Tsuang YH, Sun JS, et al. Effects of shock waves on

tenocyte proliferation and extracellular matrix metabolism. Ultrasound

Med Biol. 2008; 34:841 -852.

47. Raabe O, Shell K, Goessl A, et al. Effect of extracorporeal

shock wave on proliferation and differentiation of equine adipose tissue-

derived mesenchymal stem cells in vitro. Am J

Stem Cells. 201 3; 2(1):62-73.

48. Vetrano M, Torrisi MR. Extracorporeal shock wave therapy promotes cell

proliferation and collagen synthesis of primary cultures human tenocytes.

Knee Surg Sports Traumatol Arthrosc. 2011; 19:2159-2168.

49. Vetrano M, Leone L. Extracorporeal shock wave treatment improves in

vitro functional activities of ruptured human tendon-derived tenocytes.

PLoS One. 2012 7(11):e49759.

50. Denaro V, Ruzzini L. Effect of dihydrotestosterone on cultured human

tenocytes. Knee Surg Sports Traumatol Arthrosc. 2010; 18:971-976.

51. Waugh CM, Morrissey D. In vivo biological response to extracorporeal

shockwave therapy in human tendinopathy. European Cells and

Materials. 2015; 3:268-280.

52. Gerdesmeyer L, Wagenpfeil S. Extracorporeal shock wave therapy for the

treatment of chronic calcifying tendonitis of the rotator cuff: a

randomized controlled trial. JAMA. 2003 Nov 19; 290(19):2573-80.

53. Martinez Rodriguez M, Peña Arrebola A. Tratamiento de tendinitis y

bursitis calcificadas subacromiodeltoideas con ondas de choque.

Rehabilitación. 2005; 39(1):2-7.

37

54. Schofer MD, Hinrichs F. High- versus low-energy extracorporeal shock

wave therapy of rotator cuff tendinopathy: a prospective, randomized,

controlled study. Acta Orthop Belg. 2009 Aug; 75(4):452-8.

55. Ioppolo F, Tattoli M. Extracorporeal shock-wave therapy for

supraspinatus calcifying tendinitis: a randomized clinical trial comparing

two different energy levels. Phys Ther. 2012 Nov; 92(11):1376-85.

56. Kolk A, Yang KG. Radial extracorporeal shock-wave therapy in patients

with chronic rotator cuff tendinitis: a prospective randomized double-

blind placebo-controlled multicenter trial. Bone Joint J. 2013 Nov; 95-B

(11):1521-6.

57. Kim YS, Lee HJ. Which method is more effective in treatment of calcific

tendinitis in the shoulder? Prospective randomized comparison between

ultrasound-guided needling and extracorporeal shock wave therapy. J

Shoulder Elbow Surg. 2014 Nov; 23(11):1640-6.

58. Rompe JD, Hope C. Analgesic effect of extracorporeal shock-wave

therapy on chronic tennis elbow. J Bone Joint Surg Br. 1996 Mar;

78(2):233-7.

59. Speed CA, Nichols D. Extracorporeal shock wave therapy for lateral

epicondylitis--a double blind randomised controlled trial. J Orthop

Res. 2002 Sep; 20(5):895-8.

60. Pettrone FA, McCall BR. Extracorporeal shock wave therapy without local

anesthesia for chronic lateral epicondylitis. J Bone Joint Surg Am. 2005

Jun; 87(6):1297-304.

61. Spacca G, Necozione S, Cacchio A. Radial shock wave therapy for lateral

epicondylitis: a prospective randomised controlled single-blind study.

Eura Medicophys. 2005 Mar; 41(1):17-25.

62. Notarnicola A, Quagliarella L. Effects of extracorporeal shock wave

therapy on functional and strength recovery of handgrip in patients

affected by epicondylitis. Ultrasound Med Biol. 2014 Dec; 40(12):2830-

40.

63. Carulli C, Tonelli F. Effectiveness of extracorporeal shockwave therapy in

three major tendon diseases. J Orthop Traumatol. 2015 Jul 2. DOI

10.1007/s10195-015-0361-z.

64. Lohrer H, Schöll J. Achillodynia and Patellar Tendinopathy. Results of

Radial Shockwave Therapy in Patients with Unsuccessfully Treated

Tendinoses. Sportverletz. 2002; 16(3):108-114.

38

65. Peers KH, Lysens RJ. Cross-sectional outcome analysis of athletes with

chronic patellar tendinopathy treated surgically and by extracorporeal

shock wave therapy. Clin J Sport Med. 2003 Mar; 13(2):79-83.

66. Taunton K, Taunton J, Khan K. Treatment of patellar tendinopathy with

extracorporeal shock wave therapy. BC Med J 2003; 10:500-7.

67. Wang CJ, Ko JY. Extracorporeal shockwave for chronic patellar

tendinopathy. Am J Sports Med. 2007 Jun; 35(6):972-8.

68. Vulpiani MC, Vetrano M. Jumper's knee treatment with extracorporeal

shock wave therapy: a long-term follow-up observational study. J Sports

Med Phys Fitness. 2007 Sep; 47(3):323-8.

69. Zwerver J, Dekker F. Patient guided Piezo-electric Extracorporeal

Shockwave Therapy as treatment for chronic severe patellar

tendinopathy. J Back Musculoskelet Rehabil. 2010; 23(3):111-5.

70. Zwerver J, Hartgens F. No effect of extracorporeal shockwave therapy on

patellar tendinopathy in jumping athletes during the competitive season:

a randomized clinical trial. Am J Sports Med. 2011 Jun; 39(6):1191-9.

71. Crupnik J. Efecto de las ondas de choque radiales más entrenamiento

excéntrico en el tratamiento de la tendinopatía rotuliana crónica. Rev.

Asoc. Argent. Traumatol. Deporte; 19(1):17-29, 2012.

72. Furia JP, Rompe JD. A single application of low-energy radial

extracorporeal shock wave therapy is effective for the management of

chronic patellar tendinopathy. Knee Surg Sports Traumatol

Arthrosc. 2013 Feb; 21(2):346-50.

73. Vetrano M, Castorina A. Platelet-rich plasma versus focused shock waves

in the treatment of jumper's knee in athletes. Am J Sports Med. 2013

Apr; 41(4):795-803.

74. Costa ML, Shepstone L, Donell ST, Thomas TL. Shock wave

therapy for chronic Achilles tendon pain: a randomised controlled trial.

Clin Orthop Relat Res. 2005; 440:199-204.

75. Furia JP. High-energy extracorporeal shock wave therapy as

a treatment for insertional Achilles tendinopathy. Am J Sports

Med. 2006; 34(5):733-740.

76. Rompe JD, Nafe B. Eccentric loading, shock-wave treatment, or a wait-

and-see policy for tendinopathy of the main body of tendon Achillis: a

randomized controlled trial. Am J Sports Med. 2007 Mar; 35(3):374-83.

77. Rompe JD, Furia J. Eccentric loading compared with shock wave

treatment for chronic insertional Achilles tendinopathy. A randomized,

controlled trial. J Bone Joint Surg Am. 2008 Jan; 90(1):52-61.

39

78. Rasmussen S, Christensen M. Shockwave therapy for

chronic Achilles tendinopathy: a double-blind, randomized clinical trial of efficacy.

Acta Orthop. 2008 Apr; 79(2):249-56.

79. Rompe JD, Furia J, Maffulli N. Eccentric loading versus eccentric loading plus

shock-wave treatment for midportion Achilles tendinopathy: a randomized

controlled trial. Am J Sports Med. 2009 Mar; 37(3):463-70.

80. Vulpiani MC, Trischitta D. Extracorporeal shockwave therapy (ESWT)

in Achilles tendinopathy. A long-term follow-up observational study. J Sports Med

Phys Fitness. 2009 Jun; 49(2):171-6.

81. Saxena A, Ramdath S. Extracorporeal pulsed activated therapy for Achilles

tendinopathy. J Foot Ankle Surg. 2011; 50(3):315-319.

82. Theodore GH, Buch M. Extracorporeal shock wave therapy for the treatment of

plantar fasciitis. Foot Ankle Int. 2004 May; 25(5):290-7.

83. Kudo P, Dainty K. Randomized, placebo-controlled, double-blind clinical trial

evaluating the treatment of plantar fasciitis with an extracoporeal shockwave

therapy (ESWT) device: a North American confirmatory study. J Orthop

Res. 2006 Feb; 24(2):115-23.

84. Malay DS, Pressman MM. Extracorporeal shockwave therapy versus placebo for

the treatment of chronic proximal plantar fasciitis: results of a randomized,

placebo-controlled, double-blinded, multicenter intervention trial. J Foot Ankle

Surg. 2006 Jul-Aug; 45(4):196-210.

85. Gerdesmeyer L, Frey C. Radial extracorporeal shock wave therapy is safe and

effective in the treatment of chronic recalcitrant plantar fasciitis. Am J Sports

Med. 2008; 36(11):2100-9.

86. Lohrer H, Nauck T. Comparison of radial versus focused extracorporeal shock

waves in plantar fasciitis using functional measures. Foot Ankle Int. 2010 Jan;

31(1):1-9.

87. Hsu WH, Lai LJ. Effect of shockwave therapy on plantar fasciopathy. A

biomechanical prospective. Bone Joint J. 2013 Aug; 95-B (8):1088-93.

88. Loon KT, Leong D. Comparison of autologous conditioned plasma injection,

extracorporeal shockwave therapy, and conventional treatment for plantar

fasciitis: a randomized trial. PM R. 2013 Dec; 5(12):1035-43.

89. Ilieva EM. Radial shock wave therapy for plantar fasciitis: a one year follow-up

study. Folia Med (Plovdiv). 2013 Jan-Mar; 55(1):42-8.

90. Park JW, Yoon K. Long-term outcome of low-energy extracorporeal shock wave

therapy for plantar fasciitis: comparative analysis according to ultrasonographic

findings. Ann Rehabil Med. 2014 Aug; 38(4):534-40.

91. Gollwitzer H, Saxena A. Clinically relevant effectiveness of focused extracorporeal

shock wave therapy in the treatment of chronic plantar fasciitis: a randomized,

controlled multicenter study. J Bone Joint Surg Am. 2015 May 6; 97(9):701-8.

40

ANEXOS

41