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  • Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013

    Jos Joaqun Brunner y Cristbal Villalobos Con la colaboracin de Soledad Gonzlez y Jamil Salmi

    Centro de Polticas Comparadas de Educacin (CPCE), Universidad Diego Portales

    Ctedra UNESCO de Polticas Comparadas de Educacin Superior

    Santiago de Chile

    III EncuEntro dE rEctorEs unIvErsIa, ro dE JanEIro, 2014

  • 2 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 ndice

    ndice Presentacin 4

    Parte I Contexto de polticas pblicas iberoamericanas de educacin terciaria, 20092013 8

    Desafos para la regin 9

    Perspectiva internacional 13

    Polticas iberoamericanas convergentes 17

    Expansin de la matrcula 17

    Diversificacin de la plataforma institucional 23

    Modos de ensear y aprender 30

    Parte II Panel iberoamericano sobre polticas de educacin superior 38

    El anlisis de polticas 40

    Contexto sistmico de las polticas 44

    Clima 45

    Prioridades 46

    Legislacin 48

    Gobierno de los sistemas nacionales 51

    Estrategia 51

    Conduccin 54

    Medios 55

    Interlocucin 56

    Atribuciones 57

    Regulaciones 59

    Expansin pblica 60

    Expansin privada 61

    Financiamiento de la educacin superior 63

    Nmeros 63

    Matriz tradicional e innovaciones 66

    Aseguramiento de la calidad 68

  • 3 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 ndice

    Presencia 69

    Caractersticas 70

    Resultados 72

    Informacin 74

    Organizacin y funciones acadmicas 77

    Cambio acadmico 77

    Innovacin docente 80

    Irradiacin de Bolonia 81

    Equidad del acceso 83

    Medidas pro equidad 84

    Medidas para diferentes grupos 86

    Eficiencia terminal 88

    Parte III Cuadro sinptico de polticas nacionales de educacin superior 89

    1. Polticas: Gobierno del sistema 91

    2. Polticas: Financiamiento del sistema 92

    3. Polticas: Aseguramiento de la calidad 93

    4. Polticas: Organizacin acadmica 94

    5. Polticas: Equidad 95

    Balance 96

    Parte IV A manera de conclusin y perspectiva 98

    Hiptesis interpretativa 99

    Gobernanza 101

    Polticas 104

    Discursos 107

    Instrumentos 109

    Escena iberoamericana 111

    Combinacin de polticas: Tipologa 114

    Instrumentos emergentes 117

    Referencias 122

  • 4 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Presentacin

    Presentacin El presente estudio identifica y analiza las polticas pblicas de educacin superior o terciaria (ver definicin en el Recua-dro 1) desarrolladas en Iberoamrica durante el quinquenio 2009-2013. Da cuenta de los resultados de una investigacin realizada por el Centro de Polticas Comparadas de Educa-cin (CPCE) de la Universidad Diego Portales y la Ctedra UNESCO de Polticas Comparadas de Educacin Superior, ambas con sede en Santiago de Chile, investigacin que con-t con el patrocinio del III Encuentro de Rectores Universia (Ro de Janeiro 2014). Adems de los autores y colaborado-res, participaron en ella quince investigadores expertos de la regin, todos de reconocida trayectoria acadmica (Recuadro 2), que proporcionaron los materiales de base y prepararon los informes nacionales de poltica de educacin terciaria que aparecern publicados prximamente en otro libro.

    El trabajo se llev a cabo entre agosto de 2013 y febrero de 2014. Consisti en dos actividades centrales. Primero, una consulta al panel de investigadores expertos a travs de un cuestionario sobre asuntos de poltica pblica de la educa-cin superior en sus respectivos pases; los resultados de esta indagacin sirven de base para el anlisis comparado que se presenta en la segunda parte de este estudio, luego de una parte introductoria referida al contexto regional y global en que se desenvuelven las polticas de educacin terciaria. Se-gundo, la invitacin a los miembros del panel para contribuir con un informe dedicado al anlisis pormenorizado de una o ms polticas nacionales, cuya presentacin sinptica se en-trega en la tercera parte. La cuarta parte ofrece una reflexin sobre los resultados del estudio a la luz del debate acadmico contemporneo acerca de gobernanza y polticas pblicas en el campo de la educacin superior.

  • 5 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Presentacin

    Recuadro 1 Educacin superior o terciaria en la clasificacin Internacional Estandarizada de la Educacin (cInE) 2011

    La educacin terciaria se basa en los conocimientos adquiridos en la educa-cin secundaria o parte de ellos, proporcionando actividades de aprendizaje en campos especializados de estudio. Est destinada a impartir aprendizaje a un alto nivel de complejidad y especializacin. Comprende lo que se conoce como educacin acadmica, pero tambin incluye la educacin profesional o vocacional avanzada. Consta de los niveles CINE 5, 6, 7 y 8, denominados, res-pectivamente, educacin terciaria de ciclo corto; grado en educacin terciaria o equivalente; nivel de maestra, especializacin o equivalente; y nivel de docto-rado o equivalente.

    El contenido de los programas de estos cuatro niveles es ms complejo y avan-zado que los programas de niveles inferiores. Los programas comprendidos dentro de la educacin terciaria son:

    Programas de educacin terciaria de ciclo corto de nivel CINE 5 (duracin mnima de 2 aos).

    Programas de primer ttulo del grado en educacin terciaria o equivalente de nivel CINE 6 (de 3 a 4 aos de duracin).

    Programas largos de primer ttulo del grado en educacin terciaria o equi-valente de nivel CINE 6 (ms de 4 aos de duracin).

    Programas largos de primer ttulo de nivel de maestra, especializacin o equivalente de nivel CINE 7 (duracin mnima de 5 aos)..

    El ingreso al nivel CINE 8 normalmente requiere la conclusin exitosa del ni-vel CINE 7. Los programas de nivel CINE 8, o nivel de doctorado o equivalente, suelen tener como principal objetivo conducir a un ttulo de investigacin avan-zada. Estn destinados a estudios avanzados e investigaciones originales, en tanto que suelen ser ofrecidos exclusivamente por instituciones de educacin superior (universidades) dedicadas a la investigacin. Se imparten programas de doctorado tanto en el campo acadmico como en el profesional.

  • 6 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Presentacin

    Recuadro 2Miembros del panel de investigadores expertos nacionales

    argentina (arG). Ana Garca de Fanelli, investigadora titular del Centro de Es-tudios de Estado y Sociedad (CEDES).Brasil (Bra). Simn Schwartzman, investigador senior del Instituto de Estudos do Trabalho e Sociedade, Ro de Janeiro.Bolivia (BoL). Gustavo Rodrguez, ex viceministro de Educacin Superior, Cien-cia y Tecnologa, miembro de nmero de la Academia Boliviana de la Historia.chile (cHL). Jos Julio Len, profesor asociado de la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales (UDP), secretario general de la misma universidad; y Andrs Peafiel, director general de Administracin y Finanzas de la Univer-sidad de Valparaso. costa rica (crI). Jorge Mora, secretario general de FLACSO, con sede en San Jos.colombia (coL). Luis Enrique Orozco, profesor titular de Facultad de Adminis-tracin de la Universidad de los Andes.Ecuador (Ecu). Juan Ponce, director de FLACSO-Ecuador; y Mercedes Onofa, miembro del Consejo de Evaluacin, Acreditacin y Aseguramiento de la Calidad de la Educacin Superior. Espaa (EsP). Francisco Michavila, director de la Ctedra UNESCO de Gestin y Poltica Universitaria, catedrtico de la Universidad Politcnica de Madrid, ex rector de la Universitat Jaume I, de Castelln de la Plana; y Jorge Martnez, subdirector de la Ctedra UNESCO de Gestin y Poltica Universitaria de la Uni-versidad Politcnica de Madrid. Mxico (MEX). Manuel Gil Antn, profesor e investigador del Colegio de Mxico.Per (PEr). Ricardo Cuenca, investigador del Instituto de Estudios Peruanos (IEP).Portugal (Prt). Antonio Rendas, rector de la Universidad Nueva de Lisboa, pre-sidente del Consejo de Rectores de las Universidades Portuguesas (CRUP).Puertorico (PrI). Csar Rey, profesor de la Universidad de Ro Piedra, ex se-cretario de Educacin. repblica dominicana (doM). Altagracia Lpez, ex rectora del Instituto Tecno-lgico de Santo Domingo (INTEC).uruguay (urY). Claudio Rama, profesor y decano de la Universidad de la Em-presa, Uruguay.venezuela (vEn). Mara Cristina Parra, investigadora y docente del Doctorado en Ciencias Humanas del Posgrado en Humanidades y Educacin de la Univer-sidad del Zulia.

    Al anlisis de los pases reseados, en la Parte III se agrega el de la subregin de pases

    de Centroamrica (CAM).

  • 7 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Presentacin

    Es imprescindible dejar constancia de que si bien las Partes II y III de este estudio se basan en las respuestas del panel de expertos y en los in-formes nacionales preparados por ellos los que se utilizan ampliamen-te, el uso, ordenacin y clasificacin de los datos y su interpretacin y anlisis son de exclusiva responsabilidad de los autores de este trabajo y no comprometen, de manera alguna, a las instituciones participantes: el III Encuentro de Rectores Universia, el Centro de Polticas Compa-radas de Educacin y la Ctedra UNESCO de Polticas Comparadas de Educacin Superior, estas dos ltimas con sede en la Universidad

    Diego Portales.

  • Contexto de polticas pblicas iberoamericanas de educacin terciaria, 20092013

    Los patrones institucionales que se distribuyen globalmente, por encima de las fronteras nacionales, no conducen, sin embargo, a resultados homogneos. La relacin entre expectativas, valores y es-tructuras que se difunden globalmente, por un lado, y aquellos que se encuentran profundamente enraizados en el contexto especfico de cualquier sistema universitario nacional, por el otro, constituye una fuente permanente de conflictos y atrae crticas de ambos la-dos. Mientras quienes se oponen a un modelo global habitualme-nete rechazan el imperialismo del emisor invocando una heren-cia nacional distintiva, profunda y arraigada, quienes estn a favor critican la resistencia de los receptores recalcando los beneficios de una organizacin universitaria moderna y racional, que obedecera a reglas universales.

    Krcken y Meier , 2006, p. 253.

    Parte I

    voLvEr aL ndIcE GEnEraL

  • 9 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    Durante el ltimo lustro, y de distintas formas, Iberoam-rica vivi bajo la sombra proyectada por la crisis mundial que estall en 2008. Mientras Amrica Latina se recuperaba desigualmente pero con vigor, creciendo su producto en promedio ms de 4% durante el perodo 2009-2013, la Pennsula Ibrica experiment un fuerte recesin y su creci-miento fue negativo segn del datos del Fondo Monetario Internacional (FMI). A uno y otro lado del Atlntico las so-ciedades civiles se han movilizado ms intensamente en es-tos aos, los Estados y gobiernos han debido reconocer sus limitaciones e insuficiencias, y la deliberacin pblica ha ido focalizndose en torno a los retos de la nueva gobernanza, los modelos de desarrollo y los desafos de la igualdad, la compe-titividad, la diversidad y la cohesin sociales (CEPAL, 2000).

    Como ha sealado la secretaria ejecutiva de la Comisin Econmica para Amrica Latina (CEPAL), Amrica Latina y la Pennsula Ibrica comparten adems del deseo de pros-peridad con igualdad y sustentabilidad, la necesidad de crear oportunidades para cerrar brechas tanto dentro de los pases como en relacin a aquellos que se encuentran en la primera lnea del mundo global. Para esto necesitan agregar mayor valor y conocimiento a las exportaciones, diversificando sus productos y mercados para alcanzar ventajas comparativas dinmicas y no basadas nicamente en las materias primas. Ello ser posible ha dicho ella, y viene siendo reiterado en diversos foros iberoamericanos slo con una estrategia con-certada para el desarrollo de la ciencia y tecnologa y con el fortalecimiento de nuestras capacidades humanas a travs de mejoras en la educacin (Barcena, 2013).

    Desafos para la regin

  • 10 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    Dentro de este contexto, la educacin superior adquiere cre-ciente importancia, tal como lo indica la Organizacin de Estados Iberoamericanos para la Educacin, la Ciencia y la Cultura (OEI) en el informe Metas Educativas 21:

    El desarrollo de las naciones depende ahora ms que nunca de la

    calidad de la formacin a la que se accede en las universidades

    y del conocimiento que se pueda generar y acumular en ellas. El

    estado de los pases de la regin iberoamericana es, en este senti-

    do, muy dbil, y los pone en desventaja y en riesgo de exclusin

    respecto del progreso acelerado del mundo desarrollado, porque

    los avances tecnolgicos generan dinmicas de exclusin aun ma-

    yores que las tradicionales (OEI, 2010:137).

    Lo anterior es vlido con las necesarias especificaciones nacio-nales para todos los pases de la regin, pero sobre todo para los del rea latinoamericana. All, segn muestra el Cuadro 1, existe un severo rezago tecnolgico en comparacin con las principales economas industrializadas, los pases desarrolla-dos intensivos en recursos naturales y las economas asiticas en desarrollo. Los dos primeros indicadores revelan la escasa importancia relativa de las industrias intensivas en ingenieras y, adems, su progresivo deterioro en el tiempo; el indicador relativo al gasto en I+D, la brecha existente respecto de los grupos de pases de referencia y el cuarto indicador (patentes por milln de habitantes) muestran que Amrica Latina apenas asoma en la geopoltica mundial del conocimiento (Ocampo, 2013:141-142; 2011:26).1

    1 Vase adems OCDE-CEPAL-CAF (2013:105-127); Brunner (2010); Santelices (2010).

  • 11 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    Cuadro 1Especializacin, estructura productiva y crecimiento

    PR1 PR2 I+D PatentesPorcentaje

    RNPIB pc

    Amrica Latina 0,30 0,23 0,40 0,5 70 1,6

    Pases desarrollados basados en RN 0,70 0,72 1,89 65,4 59 2,3

    Pases emergentes de Asia 0,80 0,99 1,21 80,5 30 4,8

    Economas maduras 0,88 0,97 2,43 132,6 24 2,0

    Economas maduras: Francia, Italia, Reino Unido, Estados Unidos, Japn y Suecia. Pases desarrollados basados en recursos

    naturales (RN): Aquellos que tienen 40% o ms de las exportaciones basadas en dichos recursos.

    PR1: Participacin de industrias de ingeniera en el valor agregado de la industria (cociente respecto de Estados Unidos

    1982-2002). PR2: Participacin de industrias de ingeniera en el valor agregado de la industria (cociente respecto de

    Estados Unidos 2002-2007). I+D: Inversin en investigacin y desarrollo como porcentaje del PIB (1996-2007). Patentes:

    Patentes acumuladas por milln de habitantes (1996-2007). PIB pc: Crecimiento del PIB per cpita (1970-2008).

    Fuente: J. A. Ocampo, Macroeconoma para el desarrollo: polticas anticclicas y transformacin productiva, Revista de la

    CEPAL, 104, 2011, p. 26.

    Todo esto lleva tambin a esperar que los Estados y gobiernos asuman un papel ms activo en la organizacin, coordinacin y conduccin de la educacin superior. As lo expresa un in-forme internacional:

    La educacin terciaria en Amrica Latina y el Caribe enfrenta va-

    rios retos tradicionales, cuya superacin requiere de un papel

    activo y ms protagnico del Estado. Entre stos resaltan: elevar

    la calidad de la enseanza; mejorar la eficiencia interna de las

    instituciones; establecer conexiones entre la educacin tcnica y

    las demandas del mercado laboral, y complementar las misiones

    de enseanza y de investigacin y extensin. La mayor presen-

    cia privada en la educacin estatal deja pendiente la resolucin

  • 12 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    del problema de conseguir recursos para la investigacin y pro-

    duccin de otros bienes pblicos, que en general quedan a cargo

    de las universidades estatales y de otras instituciones que reciben

    financiamiento pblico para esta tarea. [Simultneamente], las

    universidades latinoamericanas debern abordar otros desafos

    emergentes en los prximos aos: sus funciones en los nuevos

    paradigmas tecnolgicos y la necesidad de fortalecer el papel que

    desempean en el desarrollo. La transicin hacia la economa del

    conocimiento ha ocasionado transformaciones profundas en las

    estructuras productivas y una redefinicin de las funciones de las

    instituciones de educacin superior. El surgimiento de nuevos pa-

    radigmas tecnolgicos (tecnologas de informacin y comunica-

    cin, nano y biotecnologas) est cambiando las dinmicas y las

    relaciones de las instituciones de educacin superior con el sector

    productivo en los pases desarrollados. Se empieza a agregar la

    transferencia de tecnologa y conocimiento a travs de la aplica-

    cin y diseminacin de los resultados generados de la investiga-

    cin acadmica y, en suma, la creacin de beneficios econmicos

    derivados de ellos. Por eso, al definir polticas educativas y de

    ciencia, tecnologa e innovacin que sean coherentes y eficaces, el

    sector pblico en Amrica Latina debe tomar en cuenta estas exi-

    gencias. El papel de las universidades en la creacin de una base

    de capacidades en los pases de la regin es crucial, razn por la

    que deben erigirse como actores protagnicos en la ruta hacia el

    desarrollo (OCDE-CEPAL, 2011:110).

    Por su lado, las instituciones universitarias iberoamericanas demandan de sus sociedades, Estados y gobiernos compromi-sos tangibles con el sector. En la Agenda de Guadalajara, sus-crita por responsables de 1.009 universidades iberoamerica-nas en 2010, stas instan a los gobiernos, como principales responsables, y al sector privado a incrementar la inversin en educacin superior, racionalizando el uso de los recursos, y a promover el establecimiento de un marco jurdico que

  • 13 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    favorezca el mecenazgo y gestionar estratgicamente la cap-tacin de recursos a travs del mismo. Asimismo, llaman tanto a los gobiernos como al sector privado a un incremento progresivo y continuado de los niveles de inversin en I+D+i, con el fin de estimular la excelencia investigadora. A su vez, este conjunto de universidades se compromete a promover planes de dotacin y mejora de infraestructuras y grandes ins-talaciones que deban ser compartidas; a impulsar los progra-mas de formacin de doctores e investigadores, favoreciendo programas de movilidad y de incorporacin de investigado-res a la empresa; a potenciar espacios de innovacin abierta e intensiva, y a fomentar los programas de transferencia de conocimiento y de generacin del emprendimiento. Adems, a promover la implicacin activa de los gobiernos y todos los actores de la sociedad y las instituciones iberoamericanas ms representativas, como las Cumbres Iberoamericanas, la Secretara General Iberoamericana, la Organizacin de Es-tados Iberoamericanos para la Educacin, en sus objetivos y desarrollo del Espacio Iberoamericano del Conocimiento.

    La importancia de las polticas pblicas para fortalecer los sistemas nacionales de educacin superior y su contribucin al desarrollo de las sociedades capacidades humanas profe-sionales, cientficas y tcnicas; personal acadmico y docentes para el sistema escolar; informacin, conocimiento, tecnolo-gas, anlisis, reflexividad; archivos del saber; comunicacin cultural y cientfica con el mundo; movilidad social y forma-cin ciudadana; colaboracin con la industria y la sociedad civil es un hecho ampliamente reconocido en la vida con-tempornea de las naciones.

    Perspectiva internacional

  • 14 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    En el mayor estudio realizado en tiempos recientes por la OCDE sobre la educacin terciaria en la sociedad del cono-cimiento, los autores abren con la siguiente afirmacin: La poltica para la educacin superior es crecientemente impor-tante en las agendas nacionales (Santiago et al., 2008, vol. 1:13).2 Luego, los autores identifican cules son, a nivel glo-bal, los principales retos que enfrenta la poltica pblica en el campo de la educacin terciaria, en ocho reas fundamenta-les: i) gobernanza de la educacin superior, ii) financiamiento, iii) calidad, iv) equidad, v) rol de la educacin superior en in-vestigacin e innovacin, vi) carrera acadmica, vii) vnculos con el mercado laboral, y viii) internacionalizacin. El Cuadro 2 resume esquemticamente las opciones de polti-ca pblica que en cada caso sugiere el reporte de la OCDE a partir de la experiencia de los pases estudiados y del anlisis de la literatura internacional.

    2 Este estudio se bas en la revisin de las polticas y sistemas de 24 pases con caractersticas nacionales muy distintas: Australia, Blgica, Chile, China, Croacia, Espaa, Estonia, Federacin Rusa, Finlandia, Francia, Grecia, Islandia, Japn, Mxico, Noruega, Nueva Zelanda, Pases Bajos, Polonia, Portugal, Reino Unido, Repblica Checa, Repblica de Corea, Suecia y Suiza.

  • 15 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    Cuadro 2ocdE: Principales opciones y direcciones de poltica, 2008

    objetivo de poltica Principales direcciones de poltica

    Gobernanza delsistema: fijar el

    rumbo

    Elaborar una visin estratgica coherente para la educacin terciaria

    Identificar instrumentos adecuados para guiar el sistema

    Asegurar la coherencia dentro de un sistema con amplia diversificacin

    Fortalecer la capacidad de las IES para alinearse con la estrategia nacional

    Construir consenso en torno a la poltica educacional

    Conjugar estrategias de financiamientocon prioridades

    nacionales

    Definir estrategia que facilite contribucin de la educacin superior al desarrollo nacional

    Usar esquemas de costos compartidos entre Estado y estudiantes como principio-gua

    Subsidiar pblicamente programas en relacin con los beneficios sociales que generan

    Usar frmulas ligadas a insumos y resultados y a fines estratgicos para financiar la docencia

    Mejorar costo-efectividad y apoyar la estrategia con esquema de ayudas estudiantiles

    Asegurar y mejorar calidad

    Disear un marco de aseguramiento de calidad consistente con fines de la educacin terciaria

    Fomentar cultura de calidad en el sistema y nfasis en control interno de calidad

    Progresar hacia un control externo con rol asesor, pero retener fuerte rol de seguimiento en otros casos

    Alinear procesos de aseguramiento de calidad a perfil particular de cada IES

    Evitar una fragmentacin de la organizacin encargada del aseguramiento

    Lograr equidad

    Evaluar extensin y origen de asuntos de equidad

    Fortalecer integracin entre enseanza secundaria y superior

    Considerar polticas de discriminacin positiva para grupos vulnerables bien identificados

    Incentivar a IES para ampliar acceso y apoyar a alumnos de origen vulnerable

    (sigue)

  • 16 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    Estimular rol deeducacin superior

    en investigacin e innovacin

    Mejorar difusin del conocimiento antes que su comercializacin va derechos de propiedad

    Ampliar y reforzar canales de interaccin y colaboracin entre IES

    Usar el sector de la educacin terciaria para internacionalizar labores de I+D

    Ampliar los criterios empleados para evaluar la investigacin

    Carrera

    acadmica:adaptacin al cambiO

    Financiamiento basado en proyectos con adecuado monitoreo y mix de mecanismos

    Ofrecer amplia autonoma a las instituciones para manejar sus recursos humanos

    Reconciliar libertad acadmica con contribucin de IES a sociedad

    Mejorar condiciones de ingreso de jvenes a la carrera acadmica

    Establecer mecanismos para apoyar la carrera de acadmicos

    Reforzar vnculo con

    mercado laboral

    Coordinar polticas educacionales con polticas laborales

    Mejorar datos y anlisis sobre empleo de graduados y nfasis en orientacin vocacional

    Incorporar actores y perspectivas de mercado laboral en polticas y gobernanza IES

    Estrategias de internacionalizacinen contextos locales

    Desarrollar estrategia y marco nacional comprensivo para la internacionalizacin

    Mejorar coordinacin de polticas nacionales y estimular proactividad de IES

    Crear estructuras para promover la educacin superior nacional

    Desarrollar la internacionalizacin en campus locales

    Implementacin de polticas

    Crear instancias independientes para iniciar reformas e involucrar a partes interesadas

    Facilitar iniciativas de abajo-arriba y su formalizacin por comits ad hoc

    Reconocer las diferentes visiones de partes interesadas mediante procesos iterativos

    Reformas incrementales antes que cambios totales a menos cuenten con apoyo pblico

    Fuente: Santiago et al., Tertiary Education for the Knowledge Society, vol. 1, Pars, 2008, p. 17 (traduccin de los autores).

    objetivo de poltica Principales direcciones de poltica

  • 17 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    Miradas las cosas desde el punto de vista de la regin ibe-roamericana, puede observarse que las polticas pblicas aplicadas durante la ltima dcada del siglo XX y primera del siglo XXI han impulsado (explcita o implcitamente) un nmero de objetivos comunes, a pesar de las significativas di-ferencias existentes entre los sistemas nacionales (Didriksson, 2012; Brunner y Ferrada, 2011; Rama, 2006, 2005; Acosta, 2003). Destacamos aqu dos estrechamente imbricados entre s: expansin de la matrcula y diversificacin de la platafor-ma institucional.

    Expansin de la matrcula

    El objetivo primordial de la poltica en la mayora de los pases de la regin ha sido la formacin de capacida-des para sociedades que utilizan cada vez ms intensa-mente informacin y conocimiento en la gestin de sus asuntos. En este momento egresan anualmente ms de 3 millones de nuevos profesionales y tcnicos de las IES ibe-roamericanas; esto es, uno por cada ocho matriculados. A su turno, la poblacin estudiantil se increment de 18,4 mi-llones a casi 25 millones durante el ltimo lustro largo (2005-2011), siguiendo una tendencia sostenida de crecimiento des-de 1970 (Grfico 1).

    Polticas ibero- americanas convergentes

  • 18 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    Lo anterior se refleja en un fuerte incremento de la tasa bruta de participacin en este nivel, que en la regin iberoameri-cana salta de 34% a 49% durante el mismo lustro largo, culminando as un proceso de masificacin de la educacin terciaria iniciado en 1985 segn las coordenadas de Trow (1974), momento en que se pone fin a la fase de elite la par-ticipacin supera el umbral de 15% y comienza la fase de masificacin que ahora culmina al acercarse la tasa bruta de participacin promedio a un 50%.

    1970

    8.402.668

    10.324.190

    13.655.121

    18.481.481

    24.945.111

    5.000.000

    10.000.000

    15.000.000

    20.000.000

    25.000.000

    30.000.000

    5.491.113

    1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2011

    3.963.010

    7.034.246

    1.746.969

    Grfico 1Iberoamrica: Matrcula de educacin superior, 19702011

    Fuente: Sobre la base de UIS, Centro de Datos Beta.

  • 19 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    Durante el perodo completo entre 1970 y 2011, la propor-cin de estudiantes sobre cien mil en la poblacin aument en ms de siete veces, de 595 a 4.238, con un incremento del 33% durante el ltimo lustro largo. En el mismo sentido hubo cambios en la direccin de una mejor distribucin de la matrcula en favor de las regiones, provincias y localidades (Rama, 2005); la participacin de las mujeres en los estudios superiores (Papadpulos y Radakovich, 2006); los sectores de conocimiento vinculados a las reas de las ingenieras y tecnologas, las ciencias sociales y la administracin, la salud y la educacin; la educacin terciaria de ciclo corto y conte-nido netamente vocacional-laboral, a pesar del predominio que an mantiene la educacin acadmico-universitaria; y la incorporacin de jvenes provenientes de los quintiles de me-nores ingresos (Tabla 1).

  • 20 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    Tabla 1 amrica Latina: ndice 20/20 de desigualdad* de la participacin de los quintiles

    Quintiles 1 y 5 en la educacin terciaria (tasas netas, 1980-2010)**

    ndice 20/20 de desigualdad Participacin 2010 (%)

    1990 2000 2010 Quintil 5 Quintil 1

    Argentina 5,33 5,98 2,67 53,1 19,9

    Chile 13,76 8,30 2,90 61,6 21,2

    Mxico 8,65 5,37 2,91 43,8 15,0

    Venezuela 2,45 4,56 3,13 52,8 16,9

    Ecuador 4,37 8,87 3,17 49,3 15,6

    Per 7,88 4,67 55,1 11,9

    Paraguay 16,39 19,05 5,86 45,7 7,8

    Colombia 6,88 6,11 52,8 8,6

    Nicaragua 7,28 54,56 6,61 27,2 4,1

    Rep. Dominicana 8,42 7,90 43,6 5,5

    Panam 13,23 12,26 9,31 42,5 4,6

    Honduras 12,76 16,35 9,38 30,2 3,2

    Brasil 62,96 29,40 9,43 47,0 5,0

    Costa Rica 5,67 11,10 10,30 51,2 5,0

    Uruguay 12,01 15,84 13,31 55,9 4,2

    El Salvador 16,98 15,08 16,38 39,3 2,4

    * Muestra la relacin entre la tasa de participacin neta de jvenes del 20% de hogares de mayores ingresos y la tasa de

    los jvenes del 20% de hogares con menores ingresos; presenta una medida directa y simple del grado de desigualdad de

    la participacin existente en un grupo de edad determinado.

    ** Las tasas netas de cada pas no son estrictamente comparables por razones metodolgicas (ver observaciones en la

    fuente original), pero ofrecen una aproximacin adecuada. Los datos mostrados en las columnas corresponden al ao

    indicado o al ao ms cercano con informacin disponible.

    Fuente: Sobre la base de SEDLAC (CEDLAS y Banco Mundial). Pases ordenados segn magnitud ascendente del ndice

    20/20 en el ao 2010.

  • 21 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    La mayor participacin de jvenes provenientes de hogares con menores recursos evoluciona conforme a las reglas com-binadas de la tesis sobre la desigualdad mximamente mante-nida (MMI, segn su sigla inglesa) y de la desigualdad efecti-vamente mantenida (EMI).

    Segn se observa en la Tabla 1, a medida que la matrcula terciaria se expande, todos los sectores sociales se ven favo-recidos, pero los estamentos superiores aprovechan ms rpi-damente las oportunidades de participacin, lo que se confor-ma con la hiptesis de la MMI (Raferty y Hout, 1993).3 Por su lado, estudios nacionales muestran que en aquellos pases donde se ha logrado la fase de universalizacin de la educa-cin secundaria, una vez alcanzado ese punto de saturacin, la competencia entre las clases sociales por oportunidades educacionales superiores se traslada desde el terreno cuanti-tativo al terreno cualitativo; esto es, los estratos con mayor capital social, econmico, cultural y escolar acceden a los ca-nales ms selectivos y aseguran para sus hijos el privilegio de una mejor calidad de la educacin, como anticipa la hiptesis de la EMI (Lucas, 2001).4

    3 Otra manera de expresar la hiptesis de Raferty y Hout es sealar, como hacen Ayalon y Shavit (2004:103), que la MMI constituye una declaracin terica poderosa referida a los efectos de la expansin educacional sobre la desigualdad en el desempeo educacional de distintos estratos y niveles. Sostiene que, a un nivel general, la expansin educativa no reduce esas desigualdades. Ms bien, las desigualdades entre los distintos estratos se mantienen mientras aquellos en el estrato privilegiado pueden incrementar su tasa de participacin a una mayor velocidad que aquellos en los estratos menos privilegiados. Slo cuando el estrato ms alto llega a una saturacin en un cierto nivel educacional la expansin educacional de ese nivel comenzar a reducir la desigualdad.

    4 Segn explica el propio Lucas, la [tesis de la] desigualdad efectivamente mantenida (EMI) afirma que los actores socioeconmicamente aventajados aseguran para s y sus hijos un cierto grado de ventaja cada vez que alguna ventaja est disponible. Por un lado, si las diferencias cuantitativas son comunes, estos actores obtendrn ventajas cuantitativas. Por otro lado, si las diferencias cualitativas son comunes, obtendrn ventajas cualitativas. En el caso de los logros educacionales, las

  • 22 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    Las tendencias selectivas del sistema se completan al momen-to del ingreso al mercado laboral y se reflejan en una fuer-te dispersin de los salarios profesionales y tcnicos. De all, asimismo, que se sostenga que las altas tasas de retorno a la educacin superior son una de las fuentes de produccin y reproduccin de la desigualdad de ingresos en estos pases (Lustig, Lpez-Calva, Ortiz-Jurez, 2011).

    En Iberoamrica, sobre todo, la masificacin de la matrcula ha ido acompaada y ha resultado de la amplia diversifica-cin de instituciones, programas y oportunidades privadas de estudios terciarios. Actualmente se estima que la mitad de la matrcula terciaria es provista por organizaciones privadas, lo cual convierte a esta regin en la primera del mundo en cuanto a proporcin de matrcula privada sobre la matrcu-la total de educacin terciaria (Grfico 2). Este rasgo forma parte de un proceso global de privatizacin de la matrcula terciaria, fenmeno que se estima comprende hoy a un tercio del total de la matrcula a nivel mundial (Levy, 2011:135).

    anteriores afirmaciones podran ser verdaderas en al menos uno de dos sentidos. Podra ser que mientras un nivel educativo no llegue a universalizarse [...] los grupos aventajados socioeconmicamente usen su ventaja para asegurarse ese nivel educacional. Sin embargo, una vez que este nivel se aproxima al acceso universal, los socioeconmicamente aventajados buscarn cualquier diferencia cualitativa disponible en ese nivel y usarn sus ventajas para asegurarse una educacin cuantitativamente similar pero cualitativamente mejor. (Lucas, 2001:1652).

  • 23 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    Diversificacin de la plataforma institucional

    La ampliacin de la plataforma organizacional hace po-sible aumentar sostenidamente la oferta de programas y oportunidades de estudio de nivel terciario. Con este propsito, la poltica pblica ha impulsado, estimulado o tolerado una fuerte diferenciacin horizontal y vertical de los sistemas nacionales, dentro y entre las institucio-nes, multiplicndose de esta forma su diversidad en todas

    Chile

    Brasil

    Paraguay

    Repblica Dominicana

    Panam

    Per

    Costa Rica

    El Salvador

    Colombia

    Guatemala

    Ecuador

    Nicaragua

    Honduras

    Mxico

    Uruguay

    Argentina

    Venezuela

    Portugal

    Bolivia

    Espaa

    Cuba

    84

    72

    70

    68

    665453

    49

    47

    40

    3534

    3231

    2926

    2524

    20

    14

    0

    Grfico 2Iberoamrica: Matrcula privada en educacin terciaria (% del total), 2011

    Fuente: Sobre la base de UIS, Data Center Beta. Accesado 01.03.2014. En algunos pases, estimacin de fuentes nacionales.

  • 24 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    las dimensiones y direcciones posibles: propiedad y control, tamao, localizacin, misin, selectividad de los procesos de admisin, estatuto y carrera de los acadmicos, edad y com-posicin social de los estudiantes, mix de funciones desarro-lladas por cada institucin, reas del saber cubiertas, tipo de programas ofrecidos, grados y ttulos conferidos, reputacin y prestigio de las instituciones, su vnculo con el mercado la-boral y con diversas partes interesadas (stakeholders), moda-lidades del financiamiento, etctera. Como consecuencia de estos procesos de diferenciacin y de las nuevas modalidades de la divisin y organizacin del tra-bajo con conocimiento avanzado, la plataforma institucional de provisin del servicio de la educacin terciaria existente en la regin se halla integrada en torno a los aos 2010/2012 por ms de 15 mil instituciones de educacin superior (en adelante, IES) (Tabla 2).

  • 25 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    Universidades IES no-universitarias

    Pblicas Privadas Total Pblicas Privadas Total

    Argentina 55 60 115 917 1.175 2.092

    Bolivia 17 68 85 313 313

    Brasil 100 86 186 2.128 2.128

    Chile 16 44 60 na 103 103

    Colombia 81 201 282 93 93

    Costa Rica 3 5 50 55 6 18 24

    Cuba 67 na 67

    Ecuador 1 29 42 71

    El Salvador 3 1 25 26

    Espaa 50 26 76 5.241 5.241

    Guatemala 3 1 13 14

    Honduras 3 6 14 20

    Mxico 2 579 1.556 2.135 19 19

    Nicaragua 3 4 48 52

    Panam 3 5 36 41 39 39

    Paraguay 15 72 87 48 118 166

    Per 35 65 100 924 196 1120

    Portugal 14 13 27 36 97 133

    R. Dominicana 2 31 33 6 7 13

    Uruguay 1 14 15 11 2 13

    Venezuela 33 25 58 42 70 112

    Total 1.116 2.489 3.605 11.609 11.609

    1. Cifra de universidades antes del cierre de 14 universidades privadas.

    2. Nmero de universidades, instituciones de licenciatura universitaria y tecnolgica, Ciclo 2011-2012, SEP, Sistema

    Educativo de los Estados Unidos Mexicanos, 2012.

    3. El Heraldo de Honduras, 3 de julio de 2013 con cifras de 2012/2013 nicamente para universidades. http://www.elheraldo.

    hn/Secciones-Principales/Pais/Honduras-con-la-segunda-peor-cobertura-universitaria-en-Centroamerica. Repblica

    Dominicana, oficialmente en 2011, 41 IES, de las cuales 31 son universidades y 10 son privadas. Chile: IES no-universitarias,

    Estadstica CNED, febrero de 2014. Portugal: IHEM Report de 2008, p. 12. Otras escuelas similares a universidades, pblicas

    y privadas, pero sin el estatus de universidades reconocidas como tales por el Estado, se suman a IES no-universitarias.

    na: No aplica.

    : Sin informacin.

    Fuente: Sobre la base de Brunner y Ferrada (2011).

    Tabla 2Iberoamrica: Instituciones de educacin superior por tipo y categoras, alrededor de 2010

  • 26 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    Del total de instituciones registradas (15.214), un 24% son universidades u organizaciones equivalentes de ellas, 69% privadas y 76% instituciones no-universitarias de educacin superior. La gran mayora de todas estas instituciones son exclusivamente docentes, incluso en el caso de las universi-dades. Efectivamente, stas no constituyen una categora ho-mognea, a pesar de la presin de los fenmenos de isomor-fismo estudiados por la literatura neoinstitucional (DiMaggio y Powell, 1991). Al contrario, el propio concepto de univer-sidad ha experimentado una verdadera explosin de signifi-cados, muchos de los cuales resultan irreconocibles desde la perspectiva de los modelos ideales asociados a distintas ideas de universidad: napolenica, humboldtiana, del cardenal Newman, de Jaspers, Ortega y Gasset, Hutchinson, Kerr y los pensadores y forjadores de la universidad iberoamericana (Gregorutti, 2014; Brunner, 2012; Garca Guadilla, 2008). Un simple ejercicio permite observar, por ejemplo, la distancia que existe entre el modelo acadmicamente hegemnico esto es, el modelo de la universidad de investigacin como para-digma de la (nica) organizacin autnticamente acadmica (Schwartzman y Balbachevsky, 2014; Bernasconi, 2008) y el variopinto escenario de las universidades realmente existen-tes en la regin (Tabla 3).

  • 27 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    Tabla 3Iberoamrica: universidades por pas segn produccin cientfica, 2008-2012

    Universidades N por produccin cientfica registrada,* 2008-2012

    Pases** N total (>5.000) (>2.500) (>1.250) (>500) (>100)

    Argentina 115 2 3 9 18 36

    Bolivia 85 0 0 0 0 1

    Brasil 186 15 30 46 83 167

    Chile 60 2 3 7 16 31

    Colombia 282 1 2 5 8 33

    Costa Rica3 55 0 0 1 1 4

    Cuba 67 0 0 1 3 7

    Ecuador1 71 0 0 0 0 5

    El Salvador3 26 0 0 0 0 0

    Espaa 76 19 37 47 53 67

    Guatemala3 14 0 0 0 0 2

    Honduras3 20 0 0 0 0 0

    Mxico2 2.135 3 3 13 25 59

    Nicaragua3 52 0 0 0 0 1

    Panam3 41 0 0 0 0 2

    Paraguay 87 0 0 0 0 1

    Per 100 0 0 0 2 6

    Portugal 27 6 6 11 20 33

    Rep. Dominicana 33 0 0 0 0 0

    Uruguay 15 0 1 1 1 1

    Venezuela 58 0 1 4 6 8

    Total 3.605 48 86 145 236 464

    * Nmero total de documentos publicados en revistas acadmicas indizadas en Scopus.

    ** No incluye 8 universidades del Caribe (5) y Puerto Rico (3).

    Nmeros 1, 2, 3, ver leyendas al pie de la Tabla 2.

    Fuente: Sobre la base de la Tabla 2 y Scimago, SIR Iberoamrica 2008-2012, dado a conocer en enero de 2014, que incluye

    a todas las instituciones de educacin superior de los pases que componen Iberoamrica con al menos un documento

    (artculos, revisiones, cartas, conferencias, etctera) de la base de datos Scopus durante el quinquenio. El nmero de

    instituciones considerado es de 1.636.

  • 28 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    Segn puede apreciarse aqu, slo 48 universidades ibe-roamericanas medidas por su produccin durante el ltimo lustro (2008-2012) pueden clasificarse inter-nacionalmente como de investigacin. Representan apenas un 1,3% del total de instituciones universita-rias (o equivalentes) de la regin. En el ranking glo-bal de Scimago-Scopus ocupan posiciones dentro de las primeras 700 universidades del mundo.5 Ensegui-da hay 38 instituciones que pueden denominarse con investigacin y que pertenecen al grupo de las 100 top por produccin cientfica de la regin. Luego hay un tercer y cuarto anillos de universidades emergentes a la investigacin, respectivamente con una produccin de ms de 250 y ms de 100 artculos cientficos de co-rriente principal publicados en promedio anual durante el quinquenio bajo estudio. En conjunto, alrededor de un 7% del total de instituciones universitarias de la regin posee alguna produccin relativamente continua de co-nocimiento. Un 6% adicional clasifica con una produc-cin ocasional, con menos de 100 artculos registrados en promedio anual (Grfico 3).

    5 La base de datos de la International Association of Universities registra 16 mil universidades a nivel mundial; el Ranking de Webometrics comprende ms de 20 mil. El nmero total de instituciones de educacin terciaria es mucho mayor, pudiendo estimarse a partir de fuentes nacionales en ms de 75 mil.

  • 29 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    55,3

    31,7

    6,4

    2,6

    1,7

    1,1

    1,3U de investigacin

    U con investigacin

    U emergentes I

    U emergentes II

    U c/investigacin mnima

    U c/investigacin espordica

    U puramente docentes

    0 10 20 30 40 50 60

    Grfico 3 Iberoamrica: universidades por intensidad de investigacin, 2008-2012 (%)

    Universidades de investigacin: 5.000 o ms publicaciones registradas por Scopus-Scimago durante el perodo

    2008-2012. Se ubican dentro de las 50 con mayor volumen de produccin de Iberoamrica.

    Universidades con investigacin: 2.500 a 4.999 publicaciones registradas por Scopus-Scimago durante el

    perodo 2008-2012. Se ubican dentro de las 100 con mayor volumen de produccin de Iberoamrica.

    Universidades emergentes I: 1.250 a 2.499 publicaciones registradas por Scopus-Scimago durante el perodo

    2008-2012. Se ubican dentro de las 150 con mayor volumen de produccin de Iberoamrica.

    Universidades emergentes II: 500 a 1.249 publicaciones registradas por Scopus-Scimago durante el perodo

    2008-2012. Se ubican dentro de las 250 con mayor volumen de produccin de Iberoamrica.

    Universidades con mnima produccin: 100 a 499 publicaciones registradas por Scopus-Scimago durante el

    perodo 2008-2012. Se ubican dentro de las 450 con mayor volumen de produccin de Iberoamrica.

    Universidades con produccin espordica: 1 a 99 publicaciones registradas por Scopus-Scimago durante el

    perodo 2008-2012. Se ubican dentro de las 1.639 universidades con al menos 1 publicacin durante el

    perodo.

    Universidades puramente docentes: Sin publicaciones registradas por Scopus-Scimago durante el perodo

    2008-2012.

    Fuente: Sobre la base de la Tabla 3.

  • 30 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    Dentro de este marco de masificacin y ahora tambin de universalizacin del acceso a la educacin terciaria, por un lado, y, por el otro, de una enorme diversidad organizacio-nal, de programas y demandas diferentes entre s en ml-tiples dimensiones, aparece un conjunto de nuevos proble-mas y asuntos que la educacin superior necesita enfrentar en la regin; en cada pas, de acuerdo a su trayectoria his-trica especfica y las caractersticas peculiares de cada sis-tema nacional.

    Efectivamente, en pases de ingreso medio la masificacin avanzada genera una serie de desafos sustantivos que forman parte de la agenda de polticas pblicas de la primera mitad del siglo XXI.

    El principal de ellos dice relacin con el modo de ensear y aprender conocimientos y destrezas (genricas y especficas) en una poca de acceso universal, formacin a lo largo de la vida, individuacin de las demandas de aprendizaje, revolu-cin digital, plataformas disciplinarias y transdisciplinarias en constante expansin, con cada vez mayor especializacin profesional, espiral en ascenso del costo de la docencia con el modelo heredado del siglo XX, rpida globalizacin cul-tural y multiplicacin de los riesgos e incertidumbres respec-to del futuro.

    Empleando un smil con lo que viene ocurriendo en el mbi-to de estudios sobre la investigacin y la produccin de co-nocimiento, donde la literatura especializada ha consagrado la distincin entre los modos de produccin uno (MP1) y

    Modos de ensear y aprender

  • 31 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    dos (MP2),6 tambin en el campo de la docencia terciaria podra hablarse de dos modos de enseanza y aprendizaje que por el momento coexisten en tensin y a veces se acer-can, colaboran o se separan y compiten. El modo 1, que podra denominarse convencional, de sala de clase e interaccin presencial, est fuertemente centrado en un currculo controlado por la organizacin, con un carcter acumulativo, de lenta maduracin e intensivo en horas do-centes, lectura de textos y evaluaciones sumativas. Este mo-delo comienza a ser cuestionado en varios frentes a pesar de su legitimidad tradicional, sustento normativo y efectividad demostrada a lo largo de la fase de educacin superior masi-va y tambin para mantener la continuidad formativa de las elites. Muestra signos de agotamiento? Tiene rendimientos decrecientes? Lograr adaptarse a las nuevas y cambiantes necesidades del aprendizaje a lo largo de la vida? Es compa-tible la lentitud formativa de este modelo con el ritmo de la vida de la poblacin una vez completada la educacin obliga-toria? Pueden costear el Estado y la sociedad un modelo de enseanza tan intensivo en insumos acadmicos escasos? No convendra ms ensayar nuevas modalidades de enseanza basadas en el autoaprendizaje, el aprendizaje compartido en-tre pares, los medios digitales, los programas masivos en lnea (MOOC), la adquisicin de competencias en el trabajo, los procesos desescolarizados de certificacin y el examen directo de destrezas, etctera? Todas stas son preguntas actuales que ponen en tensin este modelo de instruccin.

    6 El MP1 refiere al modo acadmico, disciplinario, de produccin sujeta al control de pares dentro de comunidades altamente estructuradas de reconocimiento y prestigio, en tanto que el MP2 representa un modo emergente de produccin, multi y transdisciplinario, sujeto a control compartido entre diversos grupos de inters dentro de situaciones articuladas en torno de problemas prcticos, sociales y polticos, y orientado a la solucin de los mismos (Gibbons et al., 1994; Gibbons, 1998; Nowotny, Scott y Gibbons, 2001).

  • 32 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    El modo 2, en tanto, se desarrolla como un campo experimen-tal en torno al uso de las nuevas tecnologas de informacin y comunicacin, nuevas prcticas docentes, nuevos espacios de aprendizaje y nuevos conceptos, as como nuevas formas de organizacin, comunicacin y gestin del conocimiento y su vnculo con las ocupaciones, la vida cotidiana, la solu-cin de problemas, la participacin ciudadana y la reflexin crtica. Un nmero significativo de problemas surgidos en el modo 1 se pone en discusin ahora y comienzan a buscarse soluciones innovativas fuera de las fronteras del modelo es-tablecido. Por ejemplo, soluciones para el abandono tempra-no, la graduacin oportuna, la excesiva duracin de carreras, las arquitecturas rgidas de grados y ttulos, la organizacin burocratizada de los currculos, los mtodos pedaggicos expositivo-presenciales utilizados todava profusamente, las formas de evaluacin escasamente atingentes al aprendizaje, la desigual y muchas veces precaria profesionalizacin de la docencia, el vnculo entre sta y la investigacin en el nivel del pregrado, la falta de difusin de carreras de ciclo corto, la baja pertinencia que suelen tener los conocimientos y las des-trezas transmitidas en relacin con las exigencias de la econo-ma y la sociedad contemporneas, el insuficiente desarrollo del emprendimiento y la capacidad de innovar, entre otros.

    Por el lado de la enorme diversidad de organizaciones, pro-gramas y ofertas que han ido apareciendo, los desafos de poltica pblica son ms visibles todava y objeto de intensas controversias.

    Por lo pronto, el rpido y relativamente desregulado desa-rrollo del sector privado de provisin durante las recientes dcadas que hoy rene la mitad de la matrcula total, de la cual se estima un 50% corresponde a organizaciones con fines de lucro (Rama, 2012a, 2012b, 2011), acompaado

  • 33 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    del surgimiento de mecanismos de mercado para dicho sector y de mecanismos de cuasi mercado en el sector pblico, ha generado lo que en Amrica Latina suele denominarse como una crisis y transformacin de las identidades de la educacin superior, especialmente universitaria (Mollis, 2010).

    En efecto, la economa poltica de los sistemas se ha modi-ficado (Grfico 3) y, con ello, sus formas de coordinacin, gobernanza, vinculacin con el Estado y la sociedad civil, po-sicin de, y relacin entre, los actores y las partes interesadas. La imagen tradicional de unos sistemas nacionales organiza-dos en torno a una jerarqua de pocas universidades (la ma-yora estatales) con ingreso restringido y altamente selectivo como exista en la etapa del acceso de elites y financiamiento casi puramente pblico (CEPAL, 1968:cap. V) da paso, en la actualidad, a la visin de unos sistemas poblados por cien-tos y miles de organizaciones heterogneas, universitarias y no-universitarias, la mayora de ellas privadas, que compiten en mercados altamente segmentados y ofrecen acceso masivo y donde el financiamiento del sistema proviene slo parcial-mente del Estado. Adems, ste utiliza mecanismos de tipo mercado (MTM) e incentivos vinculados al desempeo y a resultados para el financiamiento de las organizaciones, in-cluyendo subsidios a la demanda estudiantil, tal como se ver ms adelante.

  • 34 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    0

    10

    20

    30

    40

    50

    60

    70

    80

    90

    0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100

    Proporcin privada del gasto total en educacin superior

    Proporcin privada de m

    atrcula total en educacin superior

    CHL

    BRA

    PAR

    PER

    COL

    PRT

    ARG

    ESP

    CUB

    URY

    Grfico 4Economa poltica de los sistemas nacionales de educacin superior, 2010

    Fuente: Sobre la base de UNESCO, Global Education Digest 2011, T. 21 y 28, con datos para 2009, y OCDE, Education at

    Glance 2013, con datos para 2010. Adems, Brunner y Ferrada (2011) y, en algunos casos, datos de fuentes nacionales o

    acadmicas

    MEXOCDE

  • 35 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    Los impactos al nivel de organizaciones de estos cambios que ocurren en el plano de los sistemas nacionales, si bien son di-ferentes segn la naturaleza, funciones y posicin de cada una de ellas en el campo de la educacin terciaria, constituyen el objeto principal de la discusin intelectual, acadmica e ideolgica en torno al futuro de las polticas para este sector. La pregunta es cmo abordar mediante la poltica pblica y sus instrumentos los fenmenos en curso que llevaron, se-gn Galaz y Gil (2013: 1), a transitar de un financiamiento benevolente basado en el intercambio poltico con las clases medias [...], sin eliminar tal componente, a una situacin en la que la asignacin presupuestal se basa ahora en procesos de planeacin estratgica y en mecanismos de evaluacin al personal acadmico, a los programas educativos y a las insti-tuciones como un todo. Este cambio, que refleja las transformaciones en curso de la economa poltica de los sistemas, dara lugar a fenmenos convergentes e imbricados de mercantilizacin, empresaria-lizacin, comercializacin, privatizacin de la profesin aca-dmica y, en ltima instancia, transmutacin de la misin y valores de las organizaciones universitarias al volverse ellas parte del capitalismo acadmico (Lynch, 2006; Slaughter y Rhodes, 2004; Slaughter y Leslie, 1997). A su turno, las cuestiones que giran en torno a la mercantili-zacin dicen relacin con la transformacin de la educacin en mercanca, es decir, en un servicio que se compra y se ven-de en un entorno competitivo y que tiende a regirse por las leyes del mercado (por ejemplo, fijacin de precios segn mo-delos de oferta y demanda) (Verger, 2013:269). En este m-bito del debate se sitan los asuntos referidos a la naturaleza de los mercados relevantes para la educacin terciaria y las condiciones para su funcionamiento (Jongbloed, 2004; Brun-

  • 36 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    ner, 2006) y, desde el punto de vista de las polticas pblicas, se plantean interrogantes sobre cmo ellas podran hacerse cargo de regular eficazmente las fuerzas del mercado; el papel que en este plano cabe a otras organizaciones de la sociedad civil, a las propias IES y al Estado para alinear sus resultados con el inters general; la manera de gobernar sistemas mixtos de provisin de educacin terciaria y el trato que cabe dar a los diferentes tipos y categoras de IES; y, por ltimo, los ins-trumentos de poltica que los gobiernos deben emplear para financiar la oferta y la demanda de educacin terciaria, las instituciones y estudiantes, los aspectos de bien pblico y de bien privado, la generacin de beneficios individuales y socia-les, y las mejores maneras de garantizar la calidad y estimu-lar su mejoramiento (Brunner, 2013; Dill y Beerkens, 2013; Didriksson, 2012; Marginson, 2011a; Santiago et al, 2008). En cuanto a la comercializacin de la educacin superior, ella se sigue segn se sostiene de su mercantilizacin, y se ex-presara de diversas maneras: venta directa o subsidiada del servicio al pblico usuario (clientes o consumidores), nego-cios acadmicos, empresarializacin de la universidad para generar excedentes y controlar costos, cobro de aranceles y tasas a los estudiantes con o sin apoyo de becas y crdi-tos en cursos de pregrado y posgrado, existencia de nuevos proveedores (nacionales o transnacionales) con fines de lu-cro (permitidos o no, declarados o no), y la incorporacin de la educacin superior a las redes del comercio internacional bajo los trminos del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) (Verger, 2010; Garca Guadilla, 2005). Finalmente, los cambios de contexto economa poltica, de-mandas de la sociedad civil, polticas pblicas y sus instru-mentos (Santiago et al., 2008) dan lugar a una serie de trans-formaciones en el nivel de las organizaciones, especialmente

  • 37 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte I

    de las universidades pblicas y las universidades privadas sin fines de lucro ms largamente establecidas, que afectan par-ticularmente sus estructuras y prcticas de gestin, modos de evaluar el trabajo acadmico, organizacin de la carrera aca-dmica asociada a incentivos por productividad y resultados de investigacin y docencia, vnculo con diversas partes inte-resadas externas y, especialmente, con el sector productivo y las agencias gubernamentales encargadas de promover la in-novacin (Etzkowitz y Leydesdorff, 2000), a lo cual se agrega ltimamente una segunda triple hlice (universidad-comuni-dades locales-poltica pblica) relacionada con el papel que se espera cumplan las instituciones en la solucin de problemas comunales a travs de la aplicacin del conocimiento gene-rado por medio del MP2, la innovacin social y el anlisis y contribucin a la formulacin de polticas pblicas (Brunner et al., 2014).

  • Panel iberoamericano sobre polticas de educacin superior

    Los estudios polticos comparados sobre educacin superior han teni-do una evolucin reciente ya que slo se emprendieron de manera sistemtica en los ltimos treinta aos, precisamente en el momento en que la educacin comparada se apart resueltamente del paradigma histrico para abrazar las ciencias sociales y, particularmente, las cien-cias econmicas y administrativas. Sin duda, la aplicacin y la sutileza de estas dos ltimas esferas aguzaron extremadamente nuestra aptitud analtica sobre la educacin superior. Pero al mismo tiempo, tendieron a fortalecer lo que alguna vez se llam la tirana del presente.

    Neave y Vught, 1994, p. 43.

    Parte II

    voLvEr aL ndIcE GEnEraL

  • 39 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte II

    Cules han sido en concreto las polticas impulsadas por los gobiernos de los pases iberoamericanos durante los ltimos cinco aos, entre 2009 y 2013? Para un grupo ampliamente representativo de estos pases, contamos con la informacin y el anlisis proporcionados por un panel de acadmicos ex-pertos en el anlisis de sistemas y polticas de educacin ter-ciaria para este estudio. Cada uno respondi, para su pro-pio pas, un cuestionario sobre diversos aspectos de poltica pblica de educacin superior, respuestas que sirven de base para esta segunda parte de nuestro informe.1

    Los aspectos cubiertos por el cuestionario son:

    i) Dimensiones del contexto de las polticas pblicas duran-te el lustro 2009-2013 (clima poltico, prioridad otorgada a la educacin superior, cambios legislativos, incidencia de los organismos internacionales en el diseo de polticas).ii) Gobierno del sistema (que incluye elementos como la exis-tencia de una estrategia de desarrollo de mediano plazo, es-tructura nacional de conduccin del sistema, recursos a dis-posicin de dicha estructura, mecanismos de interlocucin entre el gobierno nacional y las IES, atribuciones del gobier-no del sistema respecto de instituciones pblicas estatales y privadas, polticas relativas a la creacin de nuevas IES es-tatales y privadas, reglas de participacin en el sistema para proveedores con fines de lucro y de entidades de propiedad o bajo control de capitales extranjeros). iii) Financiamiento de la educacin terciaria (origen, finan-ciamiento de universidades estatales, financiamiento de insti-

    1 Recurdese que los miembros del panel prepararon adems separadamente informes nacionales en los cuales describen y analizan una o ms polticas consideradas relevantes durante el perodo cubierto por el estudio, informes que sern utilizados ms adelante como base para la tercera parte. Adems, dicho material ser publicado prximamente en otro libro.

  • 40 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte II

    tuciones y estudiantes, pago de aranceles, esquemas de ayuda estudiantil). iv) Aseguramiento de la calidad (su presencia como asunto en las polticas nacionales, existencia de un sistema pblico de acreditacin, su alcance, carcter obligatorio o voluntario del mismo, obligaciones de informar, vnculo entre resultados de la evaluacin y financiamiento fiscal, efectos de la no-acredi-tacin, derechos del consumidor). v) Organizacin acadmica del sistema (cambios en la es-tructura de ttulos y grados, estndares curriculares, ca-rrera acadmica, enseanza por competencias; fomento de instituciones vocacionales; polticas para la innovacin docente; incentivos para el uso de nuevas tecnologas de informacin y comunicacin; procesos de Bolonia como referente explcito a nivel nacional; pregrado generalista o especializado; prioridad para determinadas formaciones profesionales). vi) Equidad (existencia o no de polticas para mejorar equidad en el acceso mediante ayudas financieras, medidas no-financieras u otras; medidas a favor de mujeres, grupos indgenas, estudiantes con necesidades especiales y otros grupos subrepresentados en la educacin terciaria; medi-das para el mejoramiento y titulacin de estudiantes de grupos desaventajados).

    El concepto de poltica pblica subyacente al cuestionario utilizado es lo suficientemente general como para cubrir di-versas acepciones y circunstancias nacionales y locales. A la vez, se busca dotarlo de cierta precisin no por el camino de reducirlo a uno solo de los trminos de una larga lista de oposiciones con que antiguamente sola trabajar el policy analysis, sino, al contrario, por la va de incluir tales oposi-

    El anlisis de polticas

  • 41 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte II

    ciones y las tensiones que generan como parte del propio concepto de polticas que aqu se emplea.2

    As, por ejemplo, entendemos que las polticas pblicas ha-cen parte del Estado e involucran la accin de los gobiernos, pero que admiten tambin la presencia de actores no-estata-les, las propias organizaciones acadmicas y la sociedad civil. Nacen frecuentemente de arriba hacia abajo, como un diseo operado desde la cspide, con la participacin de technopols y del aparto burocrtico oficial, pero tambin pueden surgir desde abajo hacia arriba, con el impulso provisto por coali-ciones de advocay, movimientos sociales o grupos de lobby. Las polticas, tal como aqu se utiliza este concepto, forman parte de un campo estructurado de poder, pero, a la vez, se manifiestan como cursos de accin, medidas e instrumentos. Movilizan intereses, sin duda, pero tambin ideas; por eso, en su anlisis importa la economa e importa la cultura. Ad-judican beneficios, pero al mismo tiempo arbitran valores. Son proceso y producto a la vez. Suelen estar expresadas en documentos, textos, aunque en ocasiones forman parte de constelaciones discursivas ms amplias o ideologas. Siem-pre operan en situaciones de conflicto y competencia, aunque suele construirse consenso en torno suyo y, en condiciones de juego democrtico, requieren una base de acuerdos que les confieran legitimidad.

    Las polticas son palabras y obras a la vez; sin palabras ca-recen de relato, no se integran a una narrativa, y su legitima-cin es ms costosa. Sin obras no pueden sostenerse mucho tiempo, y son recusadas como meras intenciones, promesas,

    2 El concepto empleado se apoya en elementos de una literatura amplia. Vase, por ejemplo, Irwin y Michael, 2003; Ozaga, 2000; Taylor et al., 1997; Hall, 1993; Haas, 1992.

  • 42 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte II

    ofertas sin consecuencia en la vida de la gente. Pueden ser explcitas u operar implcitamente. Necesitan apoyarse en informacin, conocimiento y evidencia provista por la aca-demia, pero en su elaboracin, negociacin y ejecucin re-quieren integrar tambin el conocimiento local, de base, de los diversos grupos, actores y partes interesadas. En torno de ellas se crean comunidades epistmicas, de expertos, que bus-can influir en las decisiones, y tambin comunidades a veces denominadas etno-epistmicas, que combinan la visin y pro-psitos de grupos, intereses y conocimiento local, no-experto, y aparecen cada vez ms involucradas en la formulacin, im-plementacin y evaluacin de las polticas.

    Las polticas buscan resolver problemas que han ingresado a la agenda pblica o de los gobiernos, pero tambin crean problemas, producen efectos imprevistos, a veces perversos, o impactos que vuelven a desencadenar el ciclo de polticas. La intervencin de los gobiernos en este proceso es casi siem-pre imprescindible y compleja: se realiza a travs de diversos organismos y niveles departamentales de la burocracia, cada uno de los cuales cuenta adems con redes ms o menos ex-tensas, formales o no, de participantes en el proceso. Adi-cionalmente, hay reglas e instancias para adoptar estas deci-siones. Sin embargo, participan mltiples actores de manera formal e informal, interactuando entre s frente a un horizon-te de resultados inciertos. Con frecuencia, los actores y las redes de polticas sectoriales o departamentales compiten por influir en las decisiones y movilizan diversos recursos para ello (Raab y Kennis, 2007).

    Las polticas, se dice, incluyen momentos y lugares de codi-ficacin (produccin de textos, enunciados, emisin) y tam-bin, tan importantes como aqullos, otros momentos de recepcin, decodificacin, interpretacin. En medio de esa

  • 43 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte II

    dialctica, que es comunicacional, deliberativa y hermenu-tica a la vez, surgen los sentidos de las polticas pblicas que van construyndose a lo largo del ciclo, particularmente en sus fases de implementacin, aplicacin y negociacin en el terreno, donde frecuentemente la burocracia se toca con la calle (de all la nocin de street level bureaucracy) (Lipsky, 1980; Piore, 2011). A su turno, el significado de una poltica, y de sus resultados, es objeto de variadas interpretaciones por parte de los agentes y partes interesadas y afectadas, y por los analistas, punto central para nuestro propsito en este estudio.

    Otra caracterstica de estos procesos es que ellos consisten en elecciones pblicas que usualmente conllevan la asignacin de recursos fiscales y la adjudicacin de valores; sin embargo, la eleccin puede ser tambin la de no actuar y de esta mane-ra mantener el nivel de recursos previamente asignados y los arreglos de poder que configuran el statu quo. En este caso es la decisin, ms que la accin, la que genera la poltica p-blica (Tsoukias et al., 2013; De Marchi, Lucertini, Tsoukias, 2012).

    Por ltimo, es importante considerar que a lo largo de estos procesos los actores, especialmente gubernamentales, se pre-ocupan por generar (deliberativa y participativamente) legiti-midad para las decisiones adoptadas y deben dar cuenta de su aplicacin y resultados, buscando que todos los asuntos estn continuamente en condiciones de ser disputados democrti-camente por los medios de la poltica.

    En este estudio interesan las polticas pblicas del sector de la educacin terciaria en cualquier momento en que se en-cuentren dentro de su ciclo de desenvolvimiento, el que ha-bitualmente se conceptualiza en trminos de etapas o fases

  • 44 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte II

    descritas en la tradicin de Laswell (1956) como identifica-cin de un asunto, determinacin de objetivos de la poltica, diseo, piloto o experimentacin, adopcin, implementacin, monitoreo y evaluacin, ajuste, innovacin o terminacin.3 Con todo, el ciclo de polticas no es lineal ni encadena sus fases de manera sucesiva, dentro de un desarrollo racional y controlado. Por el contrario, las polticas son un campo esen-cialmente disputado; manifiestan deseos, intereses y objetivos encontrados, y suelen avanzar en crculos, o en lnea que-brada, oscilantemente, repitindose sin parar hasta llegar a resolver interactivamente el problema a la mano o postergar su abordamiento o meramente desplazarlo, en un continuo ejercicio de muddling thorugh (Lindblom, 1959).

    Con esta batera de subentendidos respecto de la nocin de polticas pblicas, procedemos a continuacin al anlisis de las polticas que segn nuestro panel de expertos han tenido presencia en la agenda de los respectivos pases y sistemas nacionales.

    1. El primer bloque de cuestiones que aborda nuestro estudio comparativo tiene que ver con el contexto dentro del cual se desenvuelven estas polticas durante el ltimo lustro.

    3 Hoy da el anlisis de polticas pblicas emplea un ciclo simplificado: agenda-setting, formulacin de polticas, adopcin de decisiones, implementacin y evaluacin que eventualmente puede llevar a la terminacin (Jann y Wegrich, 2007:43).

    Contexto sistmico de las polticas

  • 45 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte II

    Clima

    1.1. El clima poltico en que se desenvuelve la educacin superior durante este perodo ha sido de consenso, confron-tacin o indiferencia?

    En la mayora de los pases participantes, el clima poltico dominante en el sector ha sido de confrontacin, motivado por diversos factores: iniciativas gubernamentales rechazadas por instituciones y/o actores (Colombia), movilizaciones es-tudiantiles (Chile), disputas por recursos, intervenciones gu-bernamentales percibidas como amenazas para la autonoma (Venezuela), clima de polarizacin a nivel del pas (Venezuela) o de politizacin, particularmente de las universidades esta-tales (Puerto Rico). Tambin se observan situaciones dinmi-cas, por ejemplo con evolucin desde la confrontacin hacia el consenso (Uruguay).

    Situaciones de consenso caracterizan el clima en cinco pases, donde durante el lustro se reportan por ejemplo condiciones ventajosas de financiamiento pblico (Argentina), o el pre-dominio de un paradigma de polticas (Mxico), o bien la preocupacin mostrada por el gobierno en la construccin de acuerdos en torno a una poltica como un plan decenal (Repblica Dominicana).

    Slo en dos pases se reporta un clima de indiferencia que, habitualmente, implica que los temas de poltica del sector no

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    Consenso Confrontacin Indiferencia

  • 46 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte II

    estn en una posicin relevante dentro de la agenda guberna-mental o en la agenda pblica en general. Precisamente a este aspecto, el de prioridades, se refiere el siguiente acpite.

    Prioridades

    1.2. La educacin superior ha sido una preocupacin prio-ritaria dentro de la agenda gobierno?

    Los pases participantes se encuentran divididos casi por mi-tades. Esta fase del ciclo de polticas pblicas (agenda set-ting) es esencial, pues focaliza la atencin de los gobernantes y pone en movimiento la mquina gubernamental para aten-der asuntos del sector (Birkland, 2007). As, en siete de los quince pases existi una movilizacin de inters poltico. Se observa una estrecha relacin entre clima poltico confronta-cional y prioridad otorgada al sector, lo que podra indicar que el conflicto empuja al asunto y lo pone en la agenda del gobierno y, dentro de sta, en un lugar prioritario. Slo en Colombia y Puerto Rico prevaleci un clima conflictivo du-rante el perodo, sin que la temtica de la educacin superior hubiese ingresado en la agenda de prioridades de los respecti-vos gobiernos. Esto puede deberse a que la agenda estaba ya saturada con problemas emergentes de mayor envergadura o ms intensa activacin.

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  • 47 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte II

    La prioridad otorgada al sector se expresa de diversas mane-ras. Por ejemplo, mediante la aprobacin de una nueva ley orgnica de educacin superior (Ecuador), la promocin de medidas especficas (Per) del estilo Programa Beca 18, la re-organizacin de la oficina de crditos y becas, la autonoma presupuestaria para el sistema nacional de acreditacin, la propuesta de la creacin de un viceministerio de educacin superior tcnica, o una acumulacin de medidas acotadas (Repblica Dominicana) referidas a carreras e instituciones; o bien la prioridad es selectiva (Venezuela), en el sentido de hallarse focalizada nicamente en instituciones creadas por la administracin y que responden al inters de ste. Tambin hay casos en que se otorga prioridad a la educacin superior mediante la asignacin de recursos fiscales, pero no en el pla-no de su desarrollo o para evaluar el uso de dichos recursos (Argentina). En otros casos la prioridad se halla tanto a nivel del discurso como de la agenda legislativa y las partidas pre-supuestarias (Chile).

    En los ocho pases donde los asuntos de la educacin supe-rior no estuvieron entre las prioridades gubernamentales, las razones de tal ausencia son variadas: las prioridades simple-mente fueron otras, no hubo conflictos suficientemente inten-sos en torno a aquellos asuntos, no existi suficiente presin por parte de grupos o actores con poder, haba un relativo predominio o incluso un monopolio de un paradigma de po-lticas (prevaleca el statu quo), la situacin de recursos del sistema fue relativamente favorable o, alternativamente, las preocupaciones del gobierno estaban centradas en otros nive-les de la educacin.

  • 48 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte II

    Legislacin

    1.3. Hubo iniciativas significativas de cambio de la legisla-cin de base de la educacin superior?

    Tradicionalmente, uno de los instrumentos de poltica ms empleados en Iberoamrica para propiciar cambios en la edu-cacin es el legislativo: nuevas constituciones, leyes y regla-mentos. En el caso de nuestro estudio, frente a esta pregunta la puntuacin de la respuesta afirmativa es ampliamente ma-yoritaria. Los ejemplos de cambios introducidos por esta va son, sin embargo, dismiles:

    Argentina. En 2013 se tramitaba por iniciativa parlamen-taria una ley de implementacin efectiva de la responsabi-lidad del Estado en el nivel de la educacin superior, que busca asegurar el principio de gratuidad del acceso a la educacin terciaria e impedir que la educacin superior estatal pueda suscribir acuerdos con otros Estados, insti-tuciones u organismos pblicos nacionales e internacio-nales.

    Bolivia. Se aprueba una reforma constitucional que intro-duce el concepto de educacin inter e intracultural. Esta reforma, sin embargo, an no se extiende a nivel univer-sitario.

    Brasil. Se publica la ley de cuotas de acceso en las uni-versidades federales, actualmente en implementacin.

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  • 49 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte II

    Chile. Se proponen diversas iniciativas legislativas. Du-rante 2012 se materializ aquella que reprograma el pago del crdito con aval del Estado para alumnos endeudados.

    Colombia. Durante los dos ltimos gobiernos se ha busca-do reformar la ley 30 de 1993.

    Ecuador. En 2010 se aprob una nueva ley orgnica de educacin. Adems, se ha aprobado una serie de regla-mentos relacionados con la nueva ley.

    Espaa. Se aprueba una adaptacin de la oferta acadmi-ca al marco del espacio europeo de educacin superior. Asimismo, durante los ltimos dos aos se aprueban fuer-tes subidas de tasas y disminucin de los presupuestos de becas con modificacin de los criterios para su asignacin.

    Per. Se genera un cambio de la ley de educacin superior no-universitaria.

    Repblica Dominicana. Se han aprobado los reglamentos que dan operatividad a la ley 139-01 y normas para la aprobacin de escuelas de medicina, enfermera e ingenie-ra. Adicionalmente, se fij un plazo para que las IES que ofrecen estos programas cumplan las normativas.

    Uruguay. Se aprob la ley que crea una universidad p-blica tecnolgica. Asimismo, se discute un proyecto de ley que establece una universidad pedaggica pblica.

    Venezuela. Se present una propuesta de ley de educacin universitaria que fue vetada por el entonces presiden-te Chvez, tal como otras iniciativas, que tampoco han prosperado, presentadas por partidos polticos oposi-tores, universidades autnomas y privadas y otras organi-zaciones de la sociedad civil. Actualmente hay planteada una propuesta elaborada por la Universidad del Zulia, y otra anunciada por el Ministerio del Poder Popular para la Educacin Universitaria.

  • 50 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte II

    1.4. Ha solicitado el gobierno algn estudio o evaluacin so-bre el sistema nacional o las polticas nacionales de educacin superior a organismos internacionales como Unesco, Banco Mundial, BID, OCDE u otro?

    En general, se cree que que las ideas de poltica pblica en este sector, as como las propias polticas, viajaran con facilidad y rapidez llevadas por algunos organismos internacionales y sus redes de expertos, y de esta forma se transferiran de un lugar a otro, del norte hacia el sur, como parte de los procesos de globalizacin y/o de una hegemona neoliberal (Ordorika, 2006; Lpez Segrera y Maldonado, 2002).

    Sin embargo, el panel iberoamericano sugiere que este fen-meno no fue tan extendido o frecuente durante el ltimo lus-tro, a lo menos si se atiende a la utilizacin de uno de los ins-trumentos ms comunes de difusin: los contratos de estudio y evaluacin suscritos por gobiernos con organismos interna-cionales. De hecho, durante el ltimo quinquenio slo cuatro de los quince pases de la regin incluidos aqu procedieron en tal sentido: Chile, que por ser miembro de la OCDE igual que Mxico tiene acceso a un flujo permanente de informa-cin, conocimiento e ideas proveniente de esa organizacin,4 recibi un informe de revisin de sus polticas de educacin superior (2009) y otro ms especfico sobre el aseguramiento de la calidad en su educacin superior (2013), ambos de la

    4 En el caso de la educacin terciaria, a travs del informe anual Education at a Glance.

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  • 51 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte II

    OCDE, y un tercer informe del Banco Mundial de carcter evaluativo sobre el programa de crdito estudiantil con aval del Estado (2011). Asimismo, Colombia recibi un informe conjunto de la OCDE y el Banco Mundial sobre polticas de educacin superior (2012), mientras que el sistema domini-cano fue objeto de una revisin de sus polticas por parte de la OCDE (2012). Finalmente, Mxico obtuvo informes es-peciales de la OCDE sobre su educacin superior (2008) y polticas de innovacin (2009).5

    Es importante mencionar que la sola existencia de estos infor-mes nada dice sobre su pertinencia, impacto y uso efectivo por parte de los decisores de polticas en los respectivos pases.

    2. El segundo bloque de temas abordado por el panel se refie-re al gobierno de los sistemas nacionales y cubre una variedad de dimensiones.

    Estrategia

    2.1. Existe una estrategia de mediano plazo plasmada en un documento oficial que gua el desarrollo del sistema con ob-jetivos relativamente claros y lneas de accin concordadas?

    5 Varios pases de la regin entre ellos, Brasil, Chile, Colombia, Espaa y Mxico participaron adems en el programa Educacin Superior y Desarrollo Regional y de las Ciudades de la OCDE (2008-2012).

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    Gobierno de los sistemas nacionales

  • 52 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte II

    La OCDE (2008) y la literatura acadmica, a travs de di-versos estudios sobre la gobernanza contempornea de los sistemas de educacin terciaria (en la cual interviene no slo el gobierno con los medios de la poltica, la burocracia y los recursos del tesoro pblico, sino adems otras partes intere-sadas con sus propios medios de influencia), destacan el pa-pel central que tiene esta funcin orientadora y articulado-ra de expectativas, especialmente en sistemas nacionales de provisin mixta como los que predominan en Iberoamrica, donde coexisten mecanismos de coordinacin jerrquicos, de mercado, profesionales y basados en la confianza y los lazos comunitarios.

    Los resultados, no obstante, muestran que en la regin slo cuatro pases cuentan con una estrategia explcita, conforme a los resultados arrojados por el panel. Ecuador tiene un plan nacional del buen vivir, donde una seccin se dedica a la edu-cacin superior; asimismo, hay documentos del Consejo de Educacin Superior y del Consejo de Evaluacin, Acredita-cin y Aseguramiento de la Calidad que contribuyen a tal fin. En Mxico, por ley cada administracin federal ha de generar un plan de desarrollo para el sexenio, luego del cual debe emitir un Plan Sectorial Educativo. Las dos ltimas adminis-traciones 2006 a 2012, 2012 a 2018 contaron con estos planes, que incluyen metas medibles. El acuerdo en materia de educacin superior se basa en la concertacin de visiones y propuestas entre la Asociacin Nacional de Universidades e Instituciones de Educacin Superior (ANUIES) y la Secretara de Educacin Pblica del gobierno federal (SEP). En Repbli-ca Dominicana existen el plan decenal de educacin superior 2008-2018 y la estrategia nacional de desarrollo 2010-2030, y est en proceso de concertacin un pacto nacional por una educacin de calidad para todos y todas. Finalmente, en Vene-zuela existi el Plan Estratgico 2008-2013, que se deriva de

  • 53 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte II

    los lineamientos formulados en el Proyecto Nacional Simn Bolvar, primer plan socialista. Algunos de sus objetivos son universalizar la educacin superior, fortalecer las capacidades para la generacin y socializacin de conocimientos, impul-sar un nuevo modelo educativo dirigido a la transformacin social y la produccin socialista, crear nuevas instituciones de educacin superior y transformar las existentes, municipali-zar la educacin superior en estrecho vnculo con cada uno de los espacios y comunidades, fortalecer el papel de la edu-cacin superior en los procesos de integracin latinoamerica-na. A cada uno de estos objetivos corresponden estrategias y polticas que estn formuladas en el plan sectorial.

    En otros casos existen documentos de ndole semejante, pero a nivel de instituciones y no de gobierno general del siste-ma, como en Costa Rica o Colombia. En algunos casos, por ltimo, la no existencia actual de planes de mediano plazo responde a que en un momento anterior hubo planes estrat-gicos, pero luego, con el cambio de administracin, su apli-cacin se suspende o modifica. Es, por ejemplo, el caso de Espaa.

    En general, sin embargo, esta funcin de articulacin de una estrategia no parece ser una funcin esperada de los gobier-nos, o asumida por ellos, pues a diferencia de lo que ocurre en Europa y partes del Asia, por ejemplo se supone que son las propias universidades las que en uso de su amplsima au-tonoma coordinan y fijan el rumbo del sistema. En trminos del esquema de Clark (1983), los intereses institucional-cor-porativos de las organizaciones (ms importantes) son en buena parte de los pases de Iberoamrica los que dominan con el apoyo benevolente del Estado y, crecientemente, en competencia con las fuerzas del mercado.

  • 54 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte II

    Conduccin

    2.2. Existe un organismo gubernamental o varios de carc-ter pblico interrelacionados que gobiernan/conducen/guan el desarrollo del sistema?

    Si bien la funcin de articular una visin y estrategia de desa-rrollo para el sector no es asumida por una instancia superior, en la mayora de los pases existe una estructura de direccin instalada en algn rgano del respectivo gobierno nacional. Las excepciones son, en trminos de las respuestas de nuestro panel, Uruguay, donde slo hay una cierta poltica sistmica para I+D, y Portugal.

    En la mayora de los dems pases vale, con los necesarios matices nacionales, lo que se afirma para uno de ellos: que al ministerio de educacin le corresponde, directamente o a travs de una secretara de polticas universitarias o di-reccin de educacin superior, la formulacin de polticas generales en materia universitaria, asegurando la partici-pacin de los rganos de coordinacin y consulta previstos y respetando el rgimen de autonoma de las instituciones universitarias. Entre esos rganos suelen contarse conse-jos interuniversitarios nacionales o de rectores, como se llaman en ocasiones; organismos que agrupan a las uni-versidades privadas; asociaciones de instituciones no-uni-versitarias de educacin terciaria; consejos nacionales o regionales de educacin superior habitualmente presididos

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  • 55 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte II

    por el secretario o ministro de educacin, y otros peculi-ares a cada pas.

    Medios

    2.3. Esta estructura de direccin, cuenta con los adecuados recursos humanos (RH), financieros (RF), tecnolgicos (RT), de supervisin (RS), de fiscalizacin (RZ) y con recursos de informacin estadstica clave (RI) para el cumplimiento de sus funciones?

    El siguiente cuadro resume la visin entregada por el panel para los trece pases que cuentan con una estructura de esta naturaleza.

    Segn puede observarse, slo en dos pases (Ecuador y Vene-zuela) parecen estar presentes todos los recursos necesarios para un funcionamiento adecuado de su estructura de direc-cin. En dos casos los expertos estiman que faltan todos los recursos (Bolivia y Puerto Rico). En los dems pases hay es-tructuras incompletas desde el punto de vista de su dotacin de recursos. En Chile faltan los recursos de fiscalizacin; en Colombia, Mxico y Repblica Dominicana, los de informa-

    ARG BOL BRA CHL COL CRI ECU ESP MEX PER PRI DOM VEN

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    RH X X X X X X X X X X X X X

    RF X X X X X X X X X X X X X

    RT X X X X X X X X X X X X X

    RS X X X X X X X X X X X X X

    RZ X X X X X X X X X X X X X

    RI X X X X X X X X X X X X X

  • 56 Polticas de educacin superior en Iberoamrica, 2009-2013 Parte II

    cin; en Espaa, en la coyuntura de crisis econmica de los recientes aos, los financieros. En los dems pases se echan de menos dos tipos de recursos o ms, como en Argentina (RS, RZ y RI), Brasil (RH y RZ), Costa Rica (RZ y RI), y Per (RF, RT, RS y RZ).

    Interlocucin

    2.4. Las IES cuentan con mecanismos institucionales de in-terlocucin continua con el gobierno nacional?

    Parte de la conflictividad que en ocasiones caracteriza la re-lacin de las universidades con los respectivos gobiernos na-cionales tiene que ver con la ausencia o el dbil funciona-miento de las instancias de encuentro y dilogo entre ambos. Como puede apreciarse, en nueve de los quince pases, segn el panel consultado, no hay instancias formales establecidas de interlocucin, lo cual necesariamente repercute de manera negativa en las fases previas a la decisin de polticas y su adopcin.

    En algunos casos esto puede llevar a la confrontacin; en otros, no. En algunos casos puede servir, en cambio, para canalizar los conflictos y no empujarlos hacia la calle. En ocasiones, como ocurre en Chile, slo un grupo de universi-dades tiene la posibilidad de dialogar institucionalmente con el gobierno. En general, las instituciones no-universitarias de educacin terciaria estn en desventaja en este aspecto.

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    ARG CRI ECU ESP MEX PRT BRA BOL CHL COL PER PRI DOM URY VEN

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    Adicionalmente, y bajo ciertas circunstancias, las instancias de interlocucin existentes dejan de funcionar, como parece ocurrir con el Consejo Nacional de Educacin Superior en Colombia, o, segn se reporta en Per, donde los organismos existen formalmente pero no funcionan de manera eficaz. O bien la instancia pertinente opera, pero slo para tratar en ge-neral los temas, sin incidir en el proceso efectivo de formula-cin de polticas. En otros casos, como sucede en Venezuel