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donde cabemos tod@s EN ESTA EDICIÓN... “Mandar a callar, también es matar” Órgano de difusión de la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios Edición 4. Agosto 5 de 2008 Especial sobre la Constituyente Universitaria

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La Mochila es el organo de difusión nacional que tiene la Asociacion Colombiana de Estudiantes Universitarios ACEU para comunicarle y expresarle a todos los Universitarios Colombianos el estado y la actual crisis que se vive en la Universidades.

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dondecabemos tod@s

EN ESTA EDICIÓN...

“Mandar a callar, también es matar”

Órgano de difusión de la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios Edición 4. Agosto 5 de 2008

Especial sobre la Constituyente Universitaria

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DISEÑO

Heidy TrespalaciosCosta Norte

Jorge VirviescasRegión Centro

Juan C. Albarracín [email protected]

Secretaría de Comunicaciones

DIRECTORA

CONTACTO

COMITÉ DE

COLABORADORES

REDACCIÓN

Ivonne R. Romero Brito

Guillermo BaqueroAndrés ParedesJefferson CorredorJuan C. Albarracín

[email protected]

EDITORIAL

Por: Guillermo Baquero SerranoEjecutivo Nacional ACEU

LA UNIVERSITARIAASAMBLEA CONSTITUYENTE UNA HERRAMIENTA CONSTRUCCIÓN DEL GOBIERNO UNIVERSITARIO

El poder constituyente debe ser entendido al interior de la universidad, como lo esbozaba Lasalle, como aquel poder con la capacidad de crea, establecer, constituir o formar, es en ultimas, el poder que actúa en el sentido indicado en relación a lo preestablecido en la Universidad, que se dimensionan en la vida universitaria, desde lo específicamente académico, lo político y lo público (Múnera 2008).

La constituyente desde su profunda naturaleza democrática, posibilita la definición colectiva del rumbo institucional, su organización, sus políticas y sus planes (Conde 1997). Haciendo de los estamentos universidades y al conjunto de la sociedad, sujetos con el valor de servirse de su propio entendimiento, con la capacidad de generar canales para ventilar sus diferencias y conflictos, evocando a Zuleta cuando decía: “Una sociedad mejor es una sociedad capaz de tener mejores conflictos” y un pueblo maduro para los conflictos es un pueblo maduro para la paz. Admitiendo con Foucault la existencia de una amplia red de poderes que se localizan en todas las aristas y poros del cuerpo social.

La construcción del gobierno universitario, parte por la fractura de la evocación del centralismo y la añoranza del autoritarismo, parte por la ruptura del despotismo ilustrado logrado en los mantos meritocráticos; por lo tanto, el gobierno universitario debe impulsar una reforma intelectual, ética y moral de la

sociedad, en el entendido de que los estamentos no somos pasivos en el devenir societal y universitario.

La democracia universitaria debe s ign i f icar desde e l gobierno universitario, una intervención efectiva de los estamentos en el intercambio y discusión de las ideas, pero esencialmente en la toma de decisiones en consecuencia con los principios que implican un elevado concepto acerca de lo humano, de su valor presente y de su valor potencial, en la medida en que ejercemos, no solo una estricta democratización de la universidad sino que nutrimos la naturaleza de la universidad para la democracia.

La universidad que pretendemos cuenta con: órganos colegiados e interestamentarios, definidos a través de amplios procesos de discusión y d e c i s i ó n d e l a c o m u n i d a d universitaria, cuya participación en ellos debe ser de carácter decisorio. La participación en el gobierno universitario de personas ajenas a la d inámica un ive r s i ta r ia debe obedecer a la necesidad de c o r r e s p o n d e n c i a c o n e l desenvolvimiento social y no a la imposición de criterios de mercado.Debe tener la capacidad de definir autónomamente sus planes de desarrollo, su organización y sus proyecciones curriculares según la necesidad del contexto social y de su propia dinámica universitaria.

Debe promover la conformación de un sistema de universidad publicas que garantice la autonomía, r e c o n o z c a e i n t e g r e l a s particularidades de cada contexto y región, promueva la solidaridad y el intercambio institucional, con reales niveles de incidencia frente a la construcción curricular y que brinde l o s r e c u r s o s n e c e s a r i o s a l cumplimiento de su función social.

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Por la Colectividad, Contra el Individualismo Grupal y Personal.

Es importante hacer una mirada de contexto de lo que sucede no solo en cada una de las universidades sino, en general, los fenómenos ideológicos y políticos que acontecen en la sociedad y como los estudiantes parte de la sociedad y jóvenes a su vez, - en la mayoría de casos-, son objeto del posicionamiento de discursos que defienden el individualismo a ultranza, y a partir de la sociedad de consumo genera ghetos de encuentro alrededor de objetos del mercado y no de formas de asociacionismo juvenil para la resolución de problemas reales que afectan la vida cotidiana o para pensarse la sociedad y el tipo de educación que se recibe en las universidades, no todo puede caber en la denominación de “subculturas juveniles o tribus urbanas” si bien existen nuevas y diferentes formas de encuentro estudiantil y juvenil, es importante marcar diferencias con estas formas de individualización colectiva, sin cerrarle claro está, la oportunidad a aquellos jóvenes que hacen parte de esos ghetos neoliberales, la posibilidad de encontrar otro tipo de espacios.

Sin embargo, no solo existen los ghetos del capital, también en las universidades existe ghetos de reflexión social, que por esa incapacidad de dialogo entre personas preocupadas por los mismo problemas no se encuentran, jugando finalmente al fraccionalismo del movimiento estudiantil por creer que cada quien tiene la “Verdad y la Ideología” correcta, sin detenerse a pensar que las verdades son también construcciones colectivas y consensos, y es precisamente este fraccionalismo el que necesita e l r é g i m e n , c a d a q u i é n p r e o c u p a d o exclusivamente por su facebook, tribu urbana o parche político, mientras que suceden cosas de las que todos son víctimas y objeto, pero también si así lo deciden pueden ser sujeto, es decir, tener opinión, acción y criterio frente a determinadas situaciones.

Y como para muchos la moda es la que coloca la pauta de la acción y preocupación, es necesario colocar la organización estudiantil unitaria, es decir los Consejos Estudiantiles, de moda y para los que no los define esto, también.

Activismo político e interlocución estudiantil

Es necesario en la actividad que pueden

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desplegar los Consejos Estudiantiles, ubicar distintos marcos de acción, que no se pueden reducirse solamente a la actividad política y de movilización, teniendo en cuenta que en las actuales condiciones debe ser el énfasis, pero no lo único, los debates académicos, culturales, de géneros y disciplinares deben ocupar un lugar en las agendas de los CE y a la vez un paso para construirlos donde no existan. Los Consejos deben canalizar la opinión de los estudiantes en grupos de trabajo que funcionen en su interior, que dialoguen e interlocuten por el estamento estudiantil ante las diferentes instancias delegando acciones individuales y colectivas para garantizar mayor efectividad en la ejecución de planes y metas propuestas, es importante frente a estos distintos temas ganar en unidad académica, política y cultural sin creer que en todo se va a estar de acuerdo, porque la unidad parte esencialmente de la articulación de distintos, para manifestar opiniones sobre los diferentes aspectos de la vida universitaria etc. En síntesis ser interlocutor del estudiantado, de forma unif icada y no fraccionada, recogiendo todo tipo de debates.

Movimiento estudiantil y sociedad

Los Consejos Estudiantiles no solo deben interlocutar –aunque si lo hacen es un gran paso- con las instancias de las universidades, también lo deben hacer con esa otra parte de la sociedad que esta fuera del cámpus universitario, aquella sociedad de los sindicatos, los medios de comunicación, los barrios, las otras universidades, los colegios, para no volver a caer en aquel individualismo colectivo, generando agendas conjuntas para el debate, la planeación y la acción, teniendo como telón de fondo que la universidad de no debe restringir su compromiso a la lectura o interpretación crítica de la sociedad, sino como parte del problema, del debate del país, también debe ser parte de la solución de estos mismos aspectos, es decir, que la universidad de igual forma debe aportar en acciones de intervención e integración, cultural, científica, académica y social sobre los problemas más sentidos de la sociedad.R

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Por: Jorge Virviescas Coordinador ACEU Bogotá - Estudiante UPN

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Por: Jefferson Orlando Corredor UyabanACEU - Universidad Industrial de Santander

Hablar de Gobierno Universitario es evidentemente el punto central de cualquier miembro de la comunidad universitaria; de hecho, la existencia de un gobierno universitario (consejos superiores y/o académicos) tiene que ver con la necesidad del gobierno central de administrar políticamente la educación superior; en tal sentido, las reflexiones a las que asistimos nos dan una idea de la diversidad de perspectivas desde las que se puede tratar este tema.

No debemos olvidar que la universidad es un instrumento de poder que tiene origen en la época de la edad media, que supuestamente se ha adaptado a la democracia de nuestra sociedad (ahora desde el enfoque empresarial), aunque esta palabra esté encubierta por las supuestas necesidades y ventajas de proyección de las universidades colombianas; por lo cual las directivas no deben ocultarnos una realidad existente, y es que si la Universidad se convirtiera en empresa, dejaría de ser Universidad. Las políticas del gobierno de Álvaro Uribe Vélez nos quieren obligar a pensar que el neoliberalismo nos va a solucionar todos los problemas, que la eficacia y eficiencia en el manejo empresarial se pueden trasladar íntegramente a cualquier actividad humana, y en este extremo no concordamos.

Al implantar estas políticas por medio de los gobiernos universitarios lo que pretende el gobierno central es que se olvide que “la Universidad es una institución social”; que su existencia sólo tiene sentido dentro de una sociedad organizada, y que las atribuciones y privilegios de que goza son concesiones de la sociedad organizada para que pueda cumplir mejor sus funciones. En tal sentido, la necesidad de determinar, aunque sea de manera general, su forma de gobierno, es un derecho de la Sociedad Organizada, vale decir del Estado.

A la universidad no se le puede describir con el mismo carácter que el de una empresa donde los dueños son los responsables de su funcionamiento, pues no se trabaja con bienes y servicios que el mercado regulará, sino que se trata de la vida y esperanza de nuestra sociedad y de mantener

un nivel de calidad en la futura dirigencia del país, contribuyendo al desarrollo. No puede existir institución con mayor responsabilidad social que aquella que forma el futuro de los ciudadanos. Ésta es la Universidad que queremos, y por consiguiente no puede ser como lo estima el gobierno de que se maneje como empresa; el gobierno por medio de la seguridad democrática, de la represión y la imposición de medidas y políticas, no concibe el cogobierno como punto central de una propuesta de educación alterna si no es a sus interese, bien sea limitándolo, o bien eliminándolo.

En definitiva, la presencia por parte del estudiantado, los profesores y trabajadores exigiendo un cogobierno, que levanta pasiones encontradas sigue vigente y si bien esto es natural, debe tenerse una perspectiva más amplia, pues el gobierno de las Universidades no deja de ser un instrumento para alcanzar los fines de la Universidad y por tanto lo primordial es ponernos de acuerdo sobre cuáles son esos fines y luego intentar diseñar una forma de gobierno que nos de las mejores posibilidades de conseguirlos.

Desde mi perspectiva: La Universidad es una realidad compleja, pero se ha hecho más compleja ya que se intenta conformar un gobierno supuestamente democrático y participativo, de la mano con un enfoque empresarial que claramente es un limitante que prioriza otro tipo de procesos; esto hace necesario que le movimiento universitario unifique un criterio para luchar contra un gobierno que esta está teñido de neoliberalismo, de un ideal supuestamente “democrático”, donde se ha demostrado en múltiples oportunidades que no es posible conciliar con las actuales administraciones. Si queremos una universidad con profesores y alumnos, que estudien e investiguen permanentemente como un fin en sí mismo, que produzcan beneficios concretos a una sociedad que necesita de conocimiento científico, humanístico y tecnológico, nos estaremos acercando al carácter y sentido de la Universidad en sus orígenes, el cual ha persistido por más de 800 años y que hace de este menester una de las más humanas actividades.

En lo que respecta a los distinguidos intelectuales colombianos, tengo cercanías y cordiales lejanías, y eso es natural; no puedo menos que concordar con la búsqueda de la eficiencia de la universidad colombiana y la excelencia en los resultados educativos, aunque eso me obliga a preguntar, ¿si con ello debemos dejar de lado la idea del acceso amplio de los estudiantes a la Universidad y sin estar sesgado por factores económicos? Como se notará, en el fondo continúa la interrogante, no existe un consenso sobre la legitimidad y validez de la intervención del Estado en el modo de gobierno de las Universidades. Nadie duda del carácter social de la Universidad, pero parece que será difícil encontrar el punto de equilibrio desde que este interviniendo el gobierno con su ministerio de educación con sus políticas neoliberales en la cual nunca nos satisfaceremos y rechazaremos.

DIÁLOGO SOBRE UN GOBIERNO UNIVERSITARIO

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Por: Misael Pardo

, 30 de julio de 2008ACEU - Universidad Distrital Fransico José de CaldasSantiago de Cali

En Colombia el acaecer histórico a demostrado en materia de construcción de universidad que la democracia no ha sido nunca el factor determinante, a razón de ubicar dificultades propias e impropias que recaba profundamente el alma mater dando al traste con el interés de erigir un modelo de universidad que se piense realmente la formación y desarrollo académico con calidad, pertinencia y amplitud, es decir, la universidad se ha convertido paulatinamente en un espacio de estigmatización, mediatización y criminalización de las ideas, que redundan en el desconocimiento de los espacios triestamentales entiéndase por estos estudiantes como constituyente primario, trabajadores y profesores. Argüimos el desconocimiento en función de concatenar las formas de construir y reformar los lineamientos físicos y reglados de la universidad, sin cruzar estos por una discusión abierta, democrática, pluralista participativa y de cara a la comunidad académica, aquí siempre ha primado el papel de aquellos que pretenden ser los post-claros en términos de educación dando como resultado un modelo de universidad hegemónico que niega y rechaza todo tipo de elaboración que no provenga de las altas esferas gubernamentales, por ende, no responde a los interés concretos de quienes se educan en los claustros, por el contrario, están encaminados a consolidar una propuesta única y taxativa de universidad que responde explícitamente al modelo económico imperante neoliberal por excelencia evidenciando un descrédito de la formación académica y reafirmando en el día a día, la flexibilización laboral, las especialización en labores, la técnica como alternativa de educación simplificada, lo cual aísla del panorama la capacidad de investigación y producción científica del alma mater.

Si observamos la reglamentación que se encuentra en la ley 30 de 1992 podemos apreciar que existen mecanismos de participación al interior de la universidad los cuales estarían en función de garantizar la autonomía

universitaria, la libertada de cátedra, la descentralización política de los estamentos y la centralización económica en manos del estado brindando garantía a la educación pública estatal, en ese sentido, podríamos creer que mediante los argumentos legales la universidad tendría las posibilidades de desarrollarse plenamente, sin embargo, dicha ley a sufrido una serie de reformas que trastocan de de manera maniquea las garantías de la comunidad académica.

Caricatura falsaria a la verdad.

Recientemente ubicamos dos grandes reformas que intervienen directamente en la educación, estas son la reforma a la ley de trasferencias del año 2001 y la reforma de la ley de trasferencias 011 de 2006, las anteriores se alistaron hacia la yuxtaponían constituida en la ley 30 pues como consecuencia a las reformas se ejerce la centralización política y la descentralización económica dando como resultado una única forma de universidad brevemente expuesta l íneas anter io res y un desentendimiento económico por parte del gobierno n a c i o n a l , d e l e g a n d o f u n c i o n e s a l o s e n t e s departamentales y locales por concepto de ampliación de recursos lo cual no es más que un sincretismo que le permite evadir la responsabilidad que tiene el estado con la educación obligando a los entes departamentales a administrar los recursos que se destinan a la educación dentro de su presupuesto general, esta situación crea crisis en los claustros pues reduce la inversión estatal y pone como manifiesto la autofinanciación de cada universidad, ello enmarcado en el manoseo que el gobierno nacional hace del concepto de autonomía pues lo reduce a la autonomía financiera y no por el contrario política, además, se enfrenta en el marco de los últimos 10 años reformas lesivas al interior de las universidades, es el caso de la universidad nacional y pedagógica que aplican reformas de estatutos generales, académicos estudiantiles disciplinares entre otros, los cuales restringen la participación del estudiantado los profesores y los y trabajadores, señalan discriminan y condenan la divergencia por cuanto d ichas reformas se a c o m p a ñ a n d e l incremento de la fuerza pública como forma de blindar las universidades y a m e d r e n t a r l a manifestación y opinión como formas de acción d e l a c o m u n i d a d académica.

El caso de la Universidad Distrital es un poco alterno pero no por ello menos lesivo, allí encontramos una discusión fuerte que se abre con la última reforma al sistema general de participaciones donde se lanza la propuesta en asamblea general de la universidad la constituyente universitaria, dicha propuesta sirve para presionar al CSU, de la UD, sin embargo y el CSU se niega a abrir una constituyente y

reforma universitaria: ¿CARICATURA O REALIDAD?

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permite al rector de la universidad distrital el señor Carlos Ossa Escobar, plantear una asamblea consultiva, asamblea que no da garantías de participación real de los estamentos primarios pues una vez cerrado el debate será el CSU quien apruebe o no la reforma construida por la comunidad universitaria, es decir, las grandes elucubraciones de nada servirán para concretar una reforma integral y democrática en la universidad, esta situación sin embargo se plantea nuevos retos organizativos para los estudiantes, pues a raíz de ello se empiezan a formular los consejos estudiantiles como forma de construcción académica y de universidad, además del forjamiento de mesas académicas y asambleas por proyecto facultad y generales, acompañadas estas de grupos académicos, semilleros de investigación, movimientos artísticos, ambientales entre otros, dichas expresiones del estudiantado organizado han ubicado como objetivo desarrollar la discusión académica de universidad, para ponerle de facto una propuesta real y verídica al CSU, teniendo este por objeto ser el insumo que permitirá azuzar y agrupar esfuerzos hacia un paro universitario, que presionara dicho estamento a la aprobación de una verdadera reforma universitaria y no de una caricatura de reforma funcional al gobierno ilegitimo y lesivo que ha demostrado ser el actual gobierno de el apólogo de la seguridad a ultranza el señor Álvaro Uribe Vélez.

Reforma constituyente universitaria.

Como consecuencia de los malogrados hechos que ha desencadenado las tenues reformas educativas los estudiantes exigimos una constituyente universitaria, constituyente que deberá ser el espacio de discusión de la comunidad académica en su conjunto la cual dará al traste con la macabra forma de proceder que hemos logrado desentramar, está a su vez propenderá por ser un herramienta de participación con carácter de definición acorde con las distintas formas organizativas que se ubiquen en el particular de cada universidad teniendo claro que no es el CSU quien debe definir como última instancia si no que por el contrario debe ser la constituyente como órgano supremo quien defina, afirme y ratifique una verdadera

reforma de la universidad y para la universidad.

Es pertinente empezar a darle funcionalidad a los espacios que a bien dispongamos desde los e s t a m e n t o s t r ie s tamenta les para empezar a desarrollar una propuesta de reforma contundente, acompañar y blindar la propuesta con la participación de la gran mayoría de la comunidad universitaria y su reflejo en el flujo de movilización y a r g u m e n t a c i ó n q u e suscitara la construcción defensa e instauración de REFORMA.

Ante la nueva andanada de improperios, amenazas y señalamientos que se hace contra la universidad colombiana y especialmente contra los estudiantes universitarios de Colombia, queda demostrado una vez más, el trato injusto que dan las altas esferas del poder a la vanguardia ética de la república.

En esta batalla entre el conocimiento y la barbarie representada por el señor Álvaro Uribe los campus de todo el territorio se enlutan, mientras la sangre inocente se derrama, como lo muestran los datos recogidos en nuestra última investigación sobre la violación de DDHH en las universidades, en el primer periodo de gobierno de Álvaro Uribe 2002-2006, que indican que se cometieron en promedio 4 violaciones de derechos humanos a estudiantes universitarios en cada semana, agresiones que van desde las intimidaciones, amenazas, detenciones, hasta el asesinato, la desaparición y la tortura. Todo esto agenciado desde las instituciones de seguridad del estado (Policía Nacional, ESMAD, Ejercito y el DAS, entre otros) en complicidad con el paramilitarismo. La estigmatización a los estudiantes avanza de la mano de los atropellos sistemáticos contra el movimiento universitario. Comentarios como los de la señora Gina Parody, retumban como una amenaza latente contra todos los estudiantes.

¿Porque se habla de las universidades como bastiones guerrilleros, nido de terrorista, cuna de vándalos, y se hace un silencio cómplice ante los 14 estudiantes asesinados en el periodo 2002 - 2006?

La ACEU cree en una universidad deliberativa, capaz de recrear la sociedad y a la vez donde diferentes posturas políticas e ideológicas puedan confrontarse desde el debate, la argumentación y la razón, un escenario propio para la propuesta y la alternativa. No queremos una universidad aislada del conflicto, de espaldas a las realidades del país. Defendemos a la universidad de cualquier tipo de violencia armada, no reivindicamos la confrontación bélica al interior de nuestros claustros, de lo que hablamos es de la batalla de ideas.

Convocamos a toda la sociedad colombiana, a defender la universidad contra el unanimismo que quiere imponer Álvaro Uribe, el problema central no son las capuchas estudiantiles, el problema de fondo, es la supresión de las garantías democráticas para el ejercicio legítimo de la protesta y la oposición en Colombia. Convocamos públicamente a Álvaro Uribe y sus agentes en el congreso a dar el debate de cara al país, sobre la verdadera crisis que afrontan las universidades.

Bogotá, septiembre 12 de 2008.Comité Ejecutivo ACEU

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Por: Juan Carlos Albarracín GalegoUnivesidad [email protected]

Foto: Archivo ACEU

Una generación completa de estudiantes universitarios ha pasado por las envejecidas aulas de la Universidad Surcolombiana, sin que se supere la crisis de gobernabilidad que deslegitima desde hace una década a la institución de educación superior más importante del sur colombiano.

En los últimos 8 años, la USCO pasó de ser el orgullo de los huilenses que salían a defenderla en la calle, a ser la institución pública con mayores incidencias de clientelismo, voto traficante, corrupción y presiones laborales; durante este tiempo, los periódicos regionales y nacionales han tenido que registrar de manera vergonzante, como el consejo de estado declara la nulidad de todos los procesos electorales para la escogencia de rector.

Así mismo, durante los últimos 5 años, han crecido las voces de una comunidad regional que no soporta ver como el proyecto social y educativo que construyó ladrillo a ladrillo, se derrumbe a causa de la negación de la democracia por parte del gobierno nacional.

En este corto periodo, la política de revolución educativa, a través del Consejo Superior Universitario, conformado en su mayoría por representantes externos a la comunidad educativa, suprimió todas las formas de participación democrática de la comunidad en la conformación del gobierno universitario. Se eliminó la elección directa de rector, se asumió la meritocracia en la elección de decanos y se suprimió el diálogo con las organizaciones que representan a los actores fundamentales de la comunidad educativa.

El mecanismo electoral de la USCO se convirtió en la imposición de unos pocos, con carencia de verdaderos criterios en la selección de candidatos; favoreciendo practicas politiqueras, con impetuosas injerencias de un consejo superior universitario arrodillado a la política estatal de desmonte de la educación pública.

Por tal razón, los estudiantes surcolombianos nos vimos obligados a promover durante los últimos procesos eleccionarios, movimientos como la ABSTENCIÓN ACTIVA y el VOTO EN BLANCO, dos mecanismos que representan la expresión de un movimiento de desobediencia y resistencia civil contra la exclusión que por razones políticas nos han impuesto. Durante 5 años, al calor de la pelea por un mecanismo de elección participativo, creció un verdadero movimiento estudiantil que a través de la movilización, el debate, el tropel, las huelgas de hambre, las marchas de antorchas, las asambleas, los foros, los campamentos, las obras de teatro, etc., ha exigido el regreso de autonomía y la democracia

USCO: 5 AÑOS EN LA LUCHA POR LA AUTONOMÍA Y LA DEMOCRACIA

Huelga de hambre 2003

Marcha de Antorchas 2008

Movilizaciones 2004

Caravana Fúnebre 2005

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al interior de la universidad.

Este movimiento ha entendido en estos cinco años, que los consejos superiores universitarios son los responsables de la desestabilización institucional, por su negativa a reconocer que la autonomía reside en la comunidad universitaria.

Si la autonomía, dice la corte constitucional, “tiene como objetivo principal proteger a las universidades de la interferencia del poder político central”, ¿por qué hoy más de la mitad del consejo superior está compuesta por sectores del uribismo y agentes ajenos a la universidad? Si bien es cierto que la participación de los representantes del Estado en el Consejo Superior Universitario no vulnera, en principio, la autonomía universitaria, también lo es que dicha participación “no puede constituirse en un mecanismo a través del cual el Estado ejerza el control absoluto sobre los entes universitarios”, de ahí que la representación no pueda ser mayoritaria. La participación de los funcionarios del Estado en los órganos de dirección de las universidades “no tiene por objeto imponer la política de sus gobiernos en el desarrollo de la educación, sino coordinar las políticas nacionales o territoriales con las que fije el órgano de dirección universitario, a fin de que ésta se integre al sistema general”

El movimiento estudiantil por la democracia, gestado en 5 años de pelea, considera que la democracia no es simplemente la posibilidad de elegir y ser elegido. Sino que es la posibilidad de definir colectivamente el rumbo institucional, su organización, sus políticas y sus planes. Le

hemos apostado a un sistema universitario democrático para la USCO, expresado en la participación amplia, diversa y equitativa de todos los estamentos en los organismos internos de poder universitario. Creemos que la participación de sectores externos a la dinámica universitaria debe obedecer a la necesidad de correspondencia con el desenvolvimiento social y no a la imposición de criterios de mercado, al tiempo que no puede determinar el curso de las decisiones que en primer grado le competen a la comunidad universitaria.

Consideramos que la dirección de la Universidad Surcolombiana no debe obedecer a los intereses cortoplacistas de un rector, sino a un proyecto regional de largo plazo. Esto implica que el gobierno universitario debe ser autónomo y tiene que promover la democracia y la participación colectiva en la toma de decisiones de quienes componen la comunidad universitaria.

Creemos que la Universidad Surcolombiana debe tener la capacidad de definir autónomamente su plan de desarrollo, su organización y sus proyecciones curriculares acorde a las necesidades del contexto regional y de la propia dinámica universitaria.

Construir la universidad que queremos para nuestra región, implica que la surcolombiana deje de reproducir el autoritarismo, la exclusión, el individualismo de esta sociedad; Debemos pasar de “una universidad que enseña a una universidad que aprende; de una universidad que replica a una universidad que investiga, de una universidad que cree a una universidad que crea; de una universidad rígida a una universidad flexible”

Marcha 2007

Huelga de Hambre 2007Marcha del Silencio 2007Movimiento Voto en BlancoVoto en Blanco

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“Oh, yo... Oh vida de las preguntas de estos trenes eternos…. Y recurrentes de los sin fe, de las ciudades llenas de tontos.¿Qué buenas intenciones traen, Oh, yo, Oh vida?” Walt Whitman.

Los actuales señalamientos a los que hemos estado sometidos por casi dos semanas el conjunto de la comunidad académica de la Universidad Francisco José de Caldas, gracias a los videos mostrados por la “senadora” Gina Parodi, nos dan cuenta del afán del uribismo una vez más de poner una cortina de humo en función de desviar la realidad que salta a la vista de las relaciones directas entre la bancada uribista con la llamada parapolítica, los desmanes con su política de seguridad democrática y los enfrentamientos y denuncias directas por parte de personalidades de la izquierda Colombiana.

Es evidente la necesidad de querer legitimar una gobernabilidad carente de un ejercicio democrático y con Justicia social utilizando la coerción y el terror por medio de una política militarista y acolitados por los medios masivos de comunicación. Hay que recordar que estos hechos se han reproducido y legitimado durante el gobierno de Álvaro Uribe, y que forman parte de la persecución y criminalización de la que ha sido víctima el movimiento estudiantil y el conjunto de la Universidad en nuestro país, y que hoy día se evidencian cada vez más en la lógica de querer implementar políticas militaristas al interior de las universidades públicas, señalándolas como “Escenario de alto Riesgo”.

Igualmente es de no olvidar que, es este mismo régimen que hoy nos estigmatiza, el que bajo su política de “seguridad democrática” viola la libertad de expresión, movilización y oposición política en Colombia, y no ha dudado en perseguir y asesinar estudiantes de la universidad, es el caso de Oscar Salas asesinado por la fuerza pública el 8 de marzo de 2006 cuando se encontraba en una manifestación en las instalaciones de la Universidad Nacional, igualmente Juan Carlos Duque Rodríguez, estudiante de ingeniería electrónica, quien fue detenido por la SIJIN en el aula de clases y posteriormente fue encontrado muerto el 13 de Junio en extrañas circunstancias en los calabozos de la misma institución.

Los estudiantes de la Universidad Distrital, rechazamos enérgicamente estos señalamientos que la “senadora” Gina Parodi, viene desatando en contra del conjunto de la

SOBRE LA SITUACIÓN DE LA UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

comunidad académica de nuestra universidad señalamientos que hoy se vienen convirtiendo en el punto de lanza para desprestigiar el buen nombre de la universidad y del conjunto de su comunidad.

L@s estudiantes no somos terroristas!.

Igualmente rechazamos y exigimos respeto por parte de los medios de comunicación, los cuales han convertido de esta noticia un terrorismo simbólico poniendo en la palestra pública el papel crítico, autónomo y democrático de la universidad, la integridad física y psicológica de la comunidad académica, quienes no solo somos víctimas del atroz señalamiento del uribismo y sus medios de legitimación, sino que además nos exponen a la persecución por parte de la fuerza pública y los intolerantes grupos paramilitares, quienes históricamente no han dudado en “ejercer justicia por sus propias manos”.

No podemos pensar que todos los hechos ocurridos contra el conjunto del estudiantado colombiano en lo corrido de la historia, se presentan como hechos aislados, por el contrario debemos considerarlo como una estrategia dirigida a acallar la opinión beligerante, denunciante, movilizadora que cada día revive las quijotescas experiencias estudiantiles en aras de contribuir a la tan anhelada sociedad.

La Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios ACEU y grupos de trabajo filiales, hacemos el llamado al conjunto de la comunidad académica y la población distritalina en general a responder a esta política señaladora, atroz y bélica que niega el libre pensamiento y la búsqueda de la paz con justicia social, y que nos impone una guerra a sangre y fuego, a que le saquemos el quite a la sociedad anacrónica que nos quieren imponer, a que nos organicemos desde diversos espacios y defendamos la universidad como una trinchera para construcción de ideas, a que nos encapuchemos de utopías, a que rescatemos esta lógica insurrecta que nos debe caracterizar a l@s hombres y mujeres para construir este presente que en medio de las contradicciones sociales nos atañe la responsabilidad de transformar alrededor de la lucha conjunta, el futuro que será inminentemente nuestro, en paz y con justicia social.

Por la Democracia y la Autonomía de las Universidades.Por la defensa de la libertad de expresión, la movilización y la oposición en Colombia.Movilización, Unidad y Lucha!

Por: Estudiantes de la UD