Por toda la Biblia recorre una frase con acentos y melodías muy variados: “Si hoy escucháis la voz de Dios, no endurezcáis vuestro corazón”. Todas confluyen en la mis-

ma invitación: abrir los ojos, abrir los oídos, abrir los labios; esuna invitación a “abrirse”. Hay muchas bellezas que nuestros ojospueden admirar y disfrutar; muchas voces amigas que nuestros oí-dos pueden escuchar; y muchas palabras portadoras de reconcilia-ción y de vida que nuestros labios pueden pronunciar.

La JMJ es una oportunidad de revitalizar nuestros grupos juveni-les, celebrando públicamente la fe con jóvenes de todo el mun-do;de orear muchos grupos cerrados –de una línea y de otra- y enri-quecerlos con aires, visiones y vivencias más universales de la fe:para abrir ventanas y contemplar el mundo en el horizonte de laglobalización, del pluralismo cultural y religioso; ofrecer –no impo-ner-, aportar como un deber de justicia la riqueza humanitaria delevangelio. Todo lo que ofrecemos del evangelio –si no lo profana-mos- es para que el hombre tenga vida en abundancia.

Llegar al corazón de la fiesta física o virtualmente: estar de“cuerpo presente” o estar presente con mente, alma y corazón,aunque el cuerpo no haya podido ir. El verbo “llegar” supone un ca-mino recorrido. Dos puntos del camino: “LaS caTEquESiS” previasdurante el curso o, más próximo, el “Día DE LaS DiócESiS”.

Mario

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Editorial

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SUMARIO

3 EditorialMario Melgosa

5 Vida nueva. Feliz AñoEnrique Ordiales

8 el P. Mario BartoliniClemente Sobrado

10 Los críos y la educación vialJ. Sáenz de Buruaga

12 Maltrato psicológicoEsther Marín

14 IV Congreso de Ecumenismo

16 Recuperandfo las basesSanxao

17 Catequesis juveniles (4)(R)

21 Nuestros abuelosJesús Prieto

22 Una carta, muchos deseosGema Sáez

24 Viñetas pasionistasZenón Urigüen

25 Un regalo muy especialMari Jose Laña

26 Hormigas y cigarrasPedro Mª Zalbide

28 Carta de un sacerdote...

30 GaliciaRosendo Díaz

32 EuskeraTxema Arzalluz

33 Martzel Andrinua

34 Virutas

Director: Mario Melgosa - Administrador: Juan Bautista Santamaría

Suscripción anual: 12 euros - BBVA 0182-4700-170200279333 - Santander 0049-0018-40-2712374797

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H ábleme más claro y pise tierra; pise fuerte,y no me venga con músicas celestiales. Nos

han subido la luz, el pan, nos han subido losimpuestos, nos han subido todo. Todo no; nos hanbajado o congelado los salarios.

Precisamente por eso, para que no termine-mos por desfondarnos, recuperemos lo divino. Unpoco de música celestial tampoco nos vendrá malpara templar nuestros nervios y relajar nuestrosrostros. No hablo de músicas para el éxtasis yabstraernos de este mundo.

Recuperar lo divino es, ni más ni menos, querecuperar nuestra humanidad deshumanizada,perdida u olvidada. Recuperar lo divino es recu-perar lo mejor que hay en cada uno de nosotros:hay muchas alegrías que recuperar, heridas oagonizantes por el egoísmo, las envidias, el orgu-llo, por los siete pecados capitales, más o menosalimentados, que a todos nos crecen dentro, enlas personas y en las instituciones.

Muchos deseos de felicidad se levantan al cieloen la copa, al brindis por el Año Nuevo. Pero elcielo no hace milagros; nos da inteligencia, cora-zón, hombros y manos y voluntad para trabajarla.Mi brindis convoca a la tarea: recuperar lo divino.Digo recuperar, no asaltar. Y advierto la distinciónpara evitar una desgracia antropológica mortal.

En lenguaje mítico, el primer libro de la Biblia,el Génesis, (1,26; 2,7), al narrar el origen del hom-bre nos dice que somos una creatura amasada debarro y del soplo divino. Que esto es así, puede elhombre comprobarlo en su propia vida. Se ve ba-rro, polvo, si se quiere “polvo de estrellas”; pero,en definitiva, barro deleznable. Y se ve con obrasgrandiosas salidas de su inteligencia y de sus ma-

Recuperar lo divino

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Mario Melgosa

Editorial

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Enrique Ordiales

Vida nueva. Feliz año.nos, a la vez con aspiraciones que nunca dicen basta y coninquietudes que no logra colmar. De ahí su pasión por lo in-finito, y su locura.

En la segunda página del Génesis, el “mito de la caí-da” (Gn 3) nos descubre la locura del hombre y su ruina, alpretender asaltar el trono de Dios y desterrarlo para ocuparsu lugar y dictar sobre el bien y el mal. Si me piden una tra-ducción moderna: el hombre destierra a Dios, para endio-sarse a sí mismo. Pero Dios no abandona a Adán en sudesgracia; le ama y lo busca: “Adán, ¿por qué huyes?”.

Recuperar lo divino es recuperar esa grandeza divina,que hace que la vida humana sea inviolable, frente a quie-nes tratan de reducir a los hombres a cosas o utilizables aaprovechar o desechar. Recuperar lo divino es recuperar alhombre honesto, fraternal, fiel, respetuoso con las cosas ysus semejantes, comprensivo, que perdona, comparte,amante de la justicia y de la paz que yacen en el fondo decada ser humano, aún en el más corrompido.

Recuperar lo divino es recuperar el amor, sanarlocuando lo ha corroído o enfermado el egoísmo; y cultivarlohasta que el eros haya madurado y florecido en ágape.

Es abrir cada día la ventana y respirar hondo aires defraternidad, y mirar al cielo y llamar a Dios ¡Padre nuestro!

A esta recuperación van dirigidas las JORNADAS MUNDiA-LES DE LA JUvENTUD (JMJ), a abrir caminos para que los jó-venes recuperen lo divino, lo mejor de sí mismos. Y la es-peranza.

El evento JMJ MAdRId 2011 tiene un lema fijado por elPapa para ser trabajado durante este año: “Arraigados yedificados en Cristo, firmes en la fe” (Col 2,7). Precedido deotros dos: “Hemos puesto nuestra esperanza en el Dios vi-vo” (1 Tm 4,10) para 2008; y “Maestro bueno, ¿que haré pa-ra heredar la vida eterna?” (Mc 10-17) para 2009.

No habrá recuperación del hombre ni esfuerzo eficazpara la utopía de un mundo nuevo, en fraternidad justicia ylibertad, si no recuperamos lo divino. Lo divino pertenece alhombre desde sus orígenes.

on el eco de las felicitaciones ybuenos deseos para el nuevoaño, todos hemos oído alguna vez

eso de “año nuevo, vida nueva”. No sé sise trata de una frase “laica”, sin intencio-nalidad religiosa, con la que algunos quie-ren echar “borrón y cuenta nueva” sobresu pasado, para empezar una nueva vidamejor y, sobre todo, más rica económica-mente, desde cero. No lo sé. Yo la he vi-vido, y la sigo viviendo cada año, desdeuna óptica religiosa, como una llamada ala conversión, de esas que la Iglesia, sa-biamente, nos ha ido poniendo a lo largodel calendario, sobre todo en adviento ycuaresma.

Pasar haciEndo El biEn

¿Convertirnos a qué? ¿Convertirnos enqué? No. No se trata de qué, sino dequién. A ese Niño o en ese Niño, cuyo na-cimiento acabamos de celebrar… “Con-vertíos y creed en la Buena Nueva”, nosdice san Marcos al inicio de su evangelio.

Creer en la Buena Nueva, en el DiosAmor encarnado en Jesús, es precisa-mente vivir una Vida Nueva siguiendo suspasos. No, no os asustéis; no temáis, co-mo tantas veces nos dice Jesús. A la in-mensa mayoría de nosotros no se nos vaa pedir morir en una cruz, sino simple-mente pasar haciendo el bien. Es verdadque para eso habrá que hacer muchas re-

nuncias y compartir muchas cruces… pe-ro también es verdad que éstas formanparte de la vida cotidiana, y que, muchasveces, ni nos daremos cuenta: ¿Cuándo,Señor, te vimos desnudo y te vestimos,cuándo inmigrante y te acogimos?...

En los tiempos oscuros del AntiguoTestamento había que mirar hacia arriba,hacia las estrellas, como los Magos, paraencontrar a Dios. Pero desde el naci-miento de Jesús, basta con abrir los ojospara encontrarnos con él, en esas perso-nas con las que nos cruzamos todos losdías en la calle, el metro, el autobús…Quizás la importancia de los magos nosea tanta la de ir a adorar al nuevo Reyde Israel, llevándole oro, incienso y mi-rra… cuanto la de haber vuelto a su paíspor otro camino (Mt 2,12). Es el encuentrocon Jesús lo que nos cambia de vida.

El EncuEntro

En la historia encontramos a grandesconvertidos que no tienen en común nadamás que el encuentro con el Señor. Mu-chos profetas, san Pablo y san Ignacio,por ejemplo, fueron constreñidos y forza-dos de alguna manera; Buda renunció asu vida principesca al encontrarse en unmismo día a un enfermo, un moribundo yun cadáver; Teresa de Calcuta oyó unavoz misteriosa que le hablaba durante unviaje en tren; Francisco de Asís vio en los

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frentan las personas como sifueran fieras? Lo importantees montar la bronca más gor-da para que la audiencia nodecaiga. ¡Que gane el másfuerte y despelleje sin piedada su adversario! Lobos quese comen entre sí, víboras que repartensu veneno a diestro y siniestro.

Ser para sí mismo es una tentaciónhumana de siempre. El filósofo inglésHobbes popularizó una frase latina ante-rior a la época cristiana en la que se de-cía que “el hombre es un lobo para elhombre”. Hobbes afirmaba que el egoís-mo era necesario para que avanzase lasociedad, pero que ésta tenía que tener asu vez algún mecanismo que posibilitasela convivencia… Más cerca de nosotros,Sartre, afirmaba que “el infierno son losotros”.

rEcuPErar al

hombrE dEshumanizado

No hay duda de que ese estilo de vidano es humano ni cristiano. Son muchoslos textos que os podría proponer paraleer, desde los cantos del Siervo de Yah-vé, que como oveja se deja llevar al ma-tadero sin rechistar, hasta las Bienaven-turanzas y, sobre todo, la institución de laEucaristía, en la que el cuerpo y la sangrede Jesús se convierten en pan y vino pa-ra ser comido y bebido. Supongo que lasconocéis de memoria, por lo que sola-mente os transcribiré estas palabras desan Pablo a los Colosenses hablándolesde una Nueva Vida en Cristo: “Desechadtambién vosotros todo esto: cólera, ira,

maldad, maledicencia y obs-cenidades lejos de vuestra bo-ca. No os mintáis unos a otros,pues despojados del hombreviejo con sus obras os habéisrevestido del hombre nuevo,que se va renovando hasta al-

canzar un conocimiento perfecto, segúnla imagen de su Creador” …/… “Revestí-os pues, como elegidos de Dios, santos yamados, de entrañas de misericordia, debondad, de humildad, mansedumbre, pa-ciencia” …/… “y por encima de todo re-vestíos del amor que es el broche de laperfección.” (Colosenses 3, 8-16).

Ese es el camino de la felicidad, nohay otro, tanto para la vida futura comopara ésta. Sólo podemos ser felices siamamos con Cristo a los demás; no po-demos, o al menos yo no puedo, construirnuestra felicidad sobre el dolor ajeno. Elinfierno no son los otros, sino uno mismosin los otros, sin Cristo. Y, a la inversa, elparaíso es vivir en comunión con Cristo ycon los otros.

No me queda espacio para contarosun cuento de mi amigo Amadou, el africa-no, “protagonista” del diálogo del mes pa-sado, sobre la bondad y la maldad. Pro-curaré hacerlo el mes que viene, si Diosquiere.

Educados

Para triunfar

A mí, de pequeño, y supongoque a todas las personas de migeneración, nos educaron para“ser buenos”. Nos dijeron queen la vida había que tener en

cuenta a los demás, pero en la sociedadvemos que los que triunfan frecuente-mente son los “malos”, los duros, los quehan sabido abrirse paso a codazos, em-pujones, corrompiendo a los fuertes y ex-plotando a los pobres.

Nosotros quizás hayamos seguidodiciendo eso a nuestros hijos, pero leshemos llevado a colegios, incluso de reli-giosos, en los que primaba la preparaciónpara triunfar económicamente en la vida,siempre en competencia con los demás. Nuestros nietos estarán probablementemás preparados para triunfar. Ahora yano se les narran cuentos de ovejitas, cor-deros, cabritillos o cerditos. Esos son per-dedores, víctimas, y lo que hay que seres como los lobos, los tigres o los leones,los vencedores que se comen a los débi-les. No me lo invento. Lo he oído en micírculo más cercano.

triunfar como sEa

Mucho peor son aún los modelos quepodemos encontrar en las televisiones,sean públicas o privadas. Parejas que sehacen y se deshacen continuamente,personas que cuentan sus intimidadessin el más mínimo rubor ni el menor pu-dor. ¿Y qué decir de los programas en losque, como en el Coliseo romano, se en-

ojos del leproso la miradadel Cristo de San Damián…

Otros, no tan santos,intentamos levantarnos ca-da día o comenzar cadaaño diciendo: “a partir dehoy voy a ser mejor y con-sagrar mi vida enteramente a Cristo y alos pobres”, pero todo es inútil sin el en-cuentro, cara a cara, con él y con los cru-cificados de este mundo.

sEr afEctado En El corazón

¿Qué hacer? Salir al encuentro, bus-carlo por los caminos, pero no se trata deecharse a la calle sin más. Como Fran-cisco, tenemos primero que imprimir elrostro de Cristo en nuestros corazones,para luego reencontrarlo por los caminosde la vida. ¿Qué imagen de Cristo tene-mos nosotros grabada en nuestros cora-zones? Una Vida Nueva empieza con al-guna forma de oración, de interiorización,de dejarse “atrapar” por el Espíritu.

Quizás, como afirma el Abbé Pierre,todo se reduzca a dos opciones, dos ca-minos claramente definidos: yo sin losotros o yo con los otros; ser para sí mis-mo o ser para los demás. Ser para sí mis-mo, en el mejor de los casos, significa notener en cuenta las necesidades y los su-frimientos de los demás, que cada uno selas apañe como pueda. Pero muchas ve-ces no se contentará con pasar de largoo ser indiferente, sino que tendrá que ne-gar, aplastar y explotar a los otros paraconseguir sus fines: enriquecimiento, ca-rrera, puesto de trabajo, privilegios, etc.

Feliz año 2011Feliz año 2011“No debemos permitirnos “No debemos permitirnos

que alguien se aleje que alguien se aleje

de nuestra presencia de nuestra presencia

sin sentirse mejor y más feliz”sin sentirse mejor y más feliz”

(Teresa de Calcuta(Teresa de Calcuta )

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Clemente Sobrado - LimaEl P. Mario Bartolini: es peligroso ponerse al lado de los pobres

ARIO BARTOLINI es religioso y sacer-dote de la Congregación Pasionista.Después de muchos años como

misionero en Indonesia, se vino al Perú conla misma misión y vocación: el anuncio delEvangelio a los más abandonados. Y enesta tarea lleva ya 35 años. Le han tocadoaños difíciles, frente a los cuales, el P. Ma-rio, fiel a su vocación pasionista de seguiral Crucificado, nunca se echó atrás.

EnfrEntamiEnto contra El mrta

Vivió primero la experiencia del terrorismodel MRTA. Y gracias a que, a pesar de es-tar amenazado para que abandonase Ba-rranquita, él supo dar la cara por la gente ylogró imponerse hasta lograr que los eme-rretistas abandonasen la zona. El pueblose puso de su parte, pero se dieron cuentade que no podían contar con ellos.

nuEva violEncia

Hasta que los últimos años traerían a laAmazonia una nueva amenaza, quizá másfuerte que la de aquellas épocas violentas.Esta vez, el enemigo es otro. Las grandesempresas han puesto en riesgo la estabili-dad geográfica, cultural y humana de lascomunidades nativas y ribereñas. Amenazapara la que las comunidades nativas y ribe-reñas no estaban preparadas. Y de esto sedieron cuenta nuestros misioneros del Vi-cariato de Yurimaguas. La selva había sido

se puso a acompañarlos. No como un re-volucionario, como le acusan, sino comoalguien que, como Jesús, se puso siempreal lado de los pobres. El P. Mario supo es-cuchar también la voz de la Iglesia que, enla persona de Juan Pablo II en su Mensajea los miembros de la FAO, les decía preci-samente:

“Es preciso recordar, en particular, a lascomunidades y los pueblos indígenas cu-yo vasto patrimonio de cultura y de cono-cimientos ligados a la biodiversidad correel riesgo de desaparecer por la ausenciade una tutela adecuada. En efecto, sepercibe el peligro real de una explotaciónabusiva de sus tierras y la destrucción desu hábitat tradicional, como también la noprotección de su propiedad intelectual,cuya importancia se reconoce para la sal-vaguarda de la biodiversidad”.

Dichosos vosotrossi os PErsiguEn En mi nombrE

No es fácil ponerse del lado de los pobresy prestar su voz a los sin voz. Hoy el P. Ma-rio Bartolini está sometido a juicio y con elriesgo de ser expulsado del Perú. El lo sa-be y es consciente de que la Iglesia esaceptada en tanto esté recluida en la sa-cristía y se dedique a rezar. A Jesús no lecrucificaron ni por ser buena gente ni porrezar mucho, sino porque su anuncio delReino, que es la revalorización del hombrey de todos los hombres, constituía un peli-gro para los grandes.

Y el P. Mario lo sabía y lo sabe, puesen las Constituciones de la CongregaciónPasionista que él profesó hace muchosaños, se nos dice: “Sabiendo que la Pasión

de Cristo continúaen este mundo hastaque Él venga en sugloria, compartimos los gozos y las angus-tias de la humanidad que camina hacia elPadre. Deseamos participar en las tribula-ciones de los hombres, sobre todo de lospobres y abandonados, confortándolos yofreciéndoles consuelo en los sufrimientos.Por el poder de la Cruz, que es sabiduríade Dios, trabajamos con ilusión por iluminary suprimir las causas de los males que an-gustian a los hombres” (Const. N.3).

El P. mario no hizo ni hacE Políticani sE mEtE En Política

Sólo cuenta con ese don del Señor deacompañar a los necesitados, por más queotros intereses humanos quieran juzgarlocomo alborotador del orden social. Al fin yal cabo fue la misma acusación contra Je-sús: “Este alborota al pueblo”.

El martes 26 de octubre estaba cita-do para la lectura de la sentencia junto conotros seis. Se hizo presente el Procuradordel Ministerio de Justicia, pero el personaldel Poder Judicial se declaró en huelga ytodo quedó en nada. Algo parecido ha su-cedido con el 29 de noviembre. La agoníasigue.

Que quienes tienen en sus manos eljuicio contra el Padre Mario piensen no só-lo en él, sino también en los pobres a losque él trata de acompañar. Y que el P. Ma-rio se sienta respaldado por quienes sabe-mos que los pobres son el rostro visible deDios en la tierra. “Bienaventurados los per-seguidos por causa de la justicia, porque deellos es el Reino de los cielos” (Mt 5,10).

siempre la gran olvidada del Perú, hastaque se descubrió que allí existían grandesposibilidades de riqueza. Pero los nativosse encontraron desvalidos. Carecían de tí-tulos de las tierras que ellos había habita-do tranquilamente por siglos.

Y comenzó la labor misionera de ayu-darles a tomar conciencia de su dignidadde personas y de sus legítimos y ances-trales derechos. Y se inició la campaña deinscripción de sus tierras, en la que partici-pó muy activamente el P. Pío Zarrabe, queen paz descanse. Este trabajo encontró ysigue encontrando grandes obstáculos ydificultades de trámites indefinidos. Siem-pre buenas promesas, pero nunca defini-ciones reales. Fue una primera etapa en laque los nativos comenzaron a sentirse per-sonas, sentirse peruanos con los mismosderechos del resto de peruanos y decidie-ron defenderse de quienes trataban de in-vadir sus tierras y despoblar grandes zo-nas de la selva.

Las poblaciones empezaron a acudira él para que les ayudase en sus luchas endefensa de sus tierras,como antes lo habíahecho contra la violencia terrorista. Perotodos sabemos que nunca es fácil lucharcontra los grandes y poderosos que tienendemasiados resortes para lograr sus fineseconómicos sin tener en cuenta las debili-dades de los sin voz. Inmediatamente fuesometido a juicio como alborotador de ma-sas y como perturbador del orden social.

Con el Evangelio en la mano el P. Mario

MM

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Los críos y la educación vial

LLEGA UN MUNICIPAL AL COLEGIO. Lohabía preparado todo muy bien en su ordenador, para visualizar

su charla a los pequeños sobre “edu-cación vial”. En el grupo estaba tam-bién su hija; punto más para orgullodel padre y de la hija. Pero siemprehay algún diablillo enredando las co-sas: el aparato no funcionaba. La so-lución a la antigua: hablar más, gesti-cular más y más pizarra.

EL MUNICIPAL explica: El radar es…(dibuja en la pizarra). El radar sir-ve… Suele colocarse en… El radarprohíbe...

Una mano inocente pide la palabra: - “Mi aita echa un espray a la ma-

trícula para que no pueda leerla el ra-dar”.

EL MUNICIPAL vuelve la cabeza de unhombro a otro. No quiere desautori-zar al padre de esa niña, arquea lascejas y pronuncia un monosílabo:“Ya”.

EL MUNICIPAL explica las señales detráfico, los tramos de peligro, los lí-mites de velocidad en las carrete-ras, autopistas…

Otra mano, pidiendo intervenir: - “Mi padre en la autopista va a 200

y más”.

EL MUNICIPAL se reprime en palabrasy repite el movimiento de cabezade un lado a otro, y alza los hom-bros. Y el mismo monosílabo: “Ya”.

Sigamos. ¿Sabéis por qué estámandado llevar en el coche eseasiento especial para los niños?

Otra y otra mano, pidiendo la pa-labra. El municipal: “Por orden, tú”.“Nosotros tenemos ese asiento, peroa veces mi mamá me pone dos toa-llas para que me siente sobre ellas,para que aparezca más alta; así leengaño a la policía”.

EL MUNICIPAL, añadió una sonrisa bo-nachona al gesto de mover la ca-beza y el cuello, confirmando quele había escuchado. Prefirió sonre-írles a los niños la inocencia de susafirmaciones y guardarse para sí elcomentario de esas conductas desus padres, para no desautorizar-los ante sus hijos.

. Gracias chavales, me habéis en-señado muchas cosas. ¿Os ha gus-tado?

- Síiiii.. Se lo contáis a vuestros padres.

- Síiiii.

* * *

Es una anécdota entre mil. Puedeparecer que la cosa no tiene impor-tancia, hasta podemos reírla comogracia de estas criaturas inocentes;pero he aprendido a comparar lasanécdotas con la gota de sangre ex-traída para descubrir la salud o la de-ficiencia del organismo.

descubrí la inteligencia del guar-

El municipal, la inocencia y los padres inconscientes

dia municipal y su buen reac-cionar, cuidando de no dañaren los niños la imagen de suspadres, y la encomienda de lle-var el tema a casa: el niño po-dría hablar con sus padres dealgo que los dos ya saben. Su-pongo que sus padres respon-derán inteligentemente a sushijos: por un lado, explicandosu conducta irregular, y porotro, apoyando las explicacio-nes del municipal sobre la im-portancia de la educación vial.

Pero si tomo la lección comouna gota de sangre a analizar ya advertir lo que tengo bien ylas deficiencias, descubro algu-nos puntos graves a corregir,por el riesgo del contagio deese mal ejemplo: el padre norespeta las leyes, hace trampaspara que no le pillen y hasta sesiente inteligente y orgulloso desaltárselas.Eso sí, siempre queno le vean.

El hijo, por esa tendencia na-tural a imitar a los mayores y,en buena lógica, estará apren-diendo a discurrir cómo puedesaltarse las normas que le im-pongan sus padres, sus maes-tros o quien sea, cuando no leconvengan. de una manera taningenua como inconsciente es-tá enseñando con su ejemplobuscarle trampas a la ley.

Les huele el aliento en las palabras. Para recabarla atención de los espectadores no tienen más re-

curso que el vómito verbal o el insulto y haber perdi-do la vergüenza propia y el respeto a la sociedad.

Somos un país tan mal hablado (desvergonza-do e irrespetuoso), que hasta para decir una lindezacualquiera, de un vino o de una tarde sol, decimos:“está de p.m.”. Inconsciencia, pobreza de vocabula-rio o la venganza de lo reprimido.

Acepto el lenguaje picante; es una riqueza detodas las lenguas; pero requiere inteligencia para sa-ber usarlo y, sobre todo, respeto. Hablar soezmentedelante de los hijos, ridiculizando obsesivamente alos demás, lo califico, cuando menos, de falta de res-peto a los niños a y los adolescentes. Si esto lo ex-hibe la TV, abundando en frases malolientes y faltasde elemental respeto, lo llamo, sin paliativos, “co-rrupción de menores”, promovida o tolerada.

Yo no diré ”televisión basura”; pero sí tacharéde basura y malolientes y maldicientes a algunosprogramas volcados a todos los públicos.

Los críos repiten lo que ven y oyen en la TV; loque oyen a los mayores. En una cultura de masas to-dos somos bastantes micos en gestos, en lenguaje,en reírnos y en maneras de divertirnos.

Hablamos de “comida basura”, y para prevenirnosde intoxicaciones reclamamos control de calidad, hi-giene alimenticia. Ya sé que los basureros son el pa-raíso de las moscas y moscones. Recuerdo aquellasimpática canción “Si yo tuviera una escoba, si yo tu-viera una escoba, cuántas cosas barrería…”

Vaya mi felicitación de Año Nuevo, con una escobade regalo, para barrer ¿qué?... Quizás más prácticoun cepillo de dientes, por discreto, y para poder lle-varlo en el bolsillo y limpiarnos la boca. “Quien tengaoídos, que oiga”. M.Melgosa

Hablar bien nada cuesta y mucho vale

J.M Sáenz de Buruaga

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Esther MarínEstherpsico@telefonica.net

EL MALTRATO PSICOLógICO consiste en unconjunto muy variado de conductas, quecausan un perjuicio a la víctima. Es un lar-go proceso en el que una persona padeceinsultos, gritos, burlas, amenazas, autori-tarismo, reproches continuos sobre el he-cho de ser una carga, problema o estorbo.

Al ser un proceso mantenido en eltiempo, la persona que lo sufre no se dacuenta de que su agresor vulnera todossus derechos, y va perdiendo autoestima yseguridad en sí misma.

lEnta DEgraDación DE la PErsona

EN LAS PAREJAS, DURANTE EL NOVIAZgO, elenamoramiento hace que la víctima no sedé cuenta de lo que pasa: control de la for-ma de vestir, sentido de posesión exage-rado. Poco a poco la autoestima se ero-siona, la persona se siente asustada yaislada, cree que todo lo que está pasan-do es de su responsabilidad y por su cul-pa. La escuela o el rendimiento laboral seresienten, apareciendo la depresión y laansiedad. La víctima se auto aísla hacién-dose dependiente del maltratador. El en-torno de la persona maltratada suele ser elque mejor puede valorar lo que está pa-sando y ayudar a alejarla del maltratador yponer los medios para que reciba la aten-ción especializada que necesita.

El maltrato Psicológico, la antEsala DEl maltrato físico

EL MALTRATO PSICOLógICO ES PEOR que elfísico; los cardenales o las fracturas se cu-ran con el tiempo, pero las cicatrices delmaltrato psicológico a menudo no desapa-recen nunca.

El maltrato psicológico tiene dos fa-cetas: el activo y el pasivo.¨maltrato Pasivo sería la falta de aten-ción hacia la víctima, cuando ésta depen-de del agresor; es el caso de niños, ancia-nos o discapacitados.

Una forma importante de maltrato pa-sivo sería el abandono emocional al queson sometidos ancianos,menores o disca-pacitados que son recluidos por sus fami-lias en instituciones para que los cuiden yque nunca reciben una llamada, una visitao una caricia de ellos. Abandono emocio-nal es también el que sufren muchos niñosque no reciben atención y cariño de suspadres, que no tienen cabida en las apre-tadas agendas de sus padres y cuyas con-ductas de risa o llanto nunca son atendidas.

El maltrato activo es un trato degra-dante continuado que ataca a la dignidadde la persona. El maltrato emocional es elmás difícil de detectar, porque muchas ve-ces la víctima no llega a tomar concienciade ello; otras, sí se dan cuenta, pero no seatreven o no pueden defenderse, no dicena nadie lo que les pasa y no piden ayuda.

El maltratador no sólo manipula a suvíctima, sino también al entorno familiar,de forma que a los ojos de todos sea elmarido perfecto, el compañero perfecto oel padre perfecto, y lo que la víctima cuen-

ta sea considerado como exageraciones,mentiras o que se queja por quejarse pa-ra llamar la atención. Por muy sutil quesea el maltrato psicológico siempre dejasecuelas en el cuerpo o en el psiquismo,pues cuerpo y psique interactúan y formanuna unidad. Algunos estudios revelan quelos malos tratos psíquicos llevan al desa-rrollo de personalidades adictivas, psicóti-cas o violentas.

Si un niño maltratado desarrolla unapersonalidad de maltratador es muyprobable que engendre hijos que se-rán maltratados y a su vez maltratado-res. El patrón de conducta agresiva seva repitiendo hasta que algo rompe lacadena.

inDicativos DE sEr maltrataDos

TENEMOS MECANISMOS PSICOLógICOS queocultan la realidad cuando nos resulta ex-cesivamente desagradable. Estos meca-nismos nos ayudan a mitigar la angustiaque supone asumir que somos víctimasde maltrato por parte de alguien a quienqueremos, lo cual no es fácil digerir. Asínegamos lo que nos está pasando, lo jus-tificamos, buscamos casos similares anuestro alrededor para convencernos deque es algo corriente y no anómalo, y queincluso hay situaciones peores que lanuestra. A veces recurrimos a culparnosde lo que nos pasa, escudriñamos todo loque hemos hecho y dicho, buscando lacausa de la violencia, que -según pensa-mos- hemos provocado. Éste es un indi-cativo claro de que se es víctima de vio-lencia psicológica.

.Si das vueltas a situaciones incompren-sibles que te producen malestar, intentan-do saber el porqué... Eres una víctima. .Si sufres en silencio una situación dolo-rosa, esperando que se solucione sola oque tu agresor deponga su actitud espon-táneamente, o que alguien se dé cuentade lo que te pasa y venga en tu ayuda...Eres una víctima..Si te sorprendes a ti mismo haciendo al-go que no quieres hacer, que va contra tusprincipios o te repugna hacer... Eres unavíctima..Si te sorprendes a ti mismo haciendo al-go que no quieres y te sientes incapaz denegarte a hacerlo... Eres una víctima..Si has llegado a la conclusión de que lasituación dolorosa que estás viviendo notiene solución, que te la mereces,que te lahas buscado, que las cosas son así y nose pueden cambiar, que es irremediable...Eres una víctima..Si te sientes mal frente a una persona,site produce miedo malestar, inseguridad,emociones intensas injustificadas, un ape-go que no es justificable, si te sientes po-ca cosa, indefenso, inútil o tonto delantede esa persona, enhorabuena, has descu-bierto a tu agresor. Ahora tienes que ac-tuar. No estás solo, has dado el primer pa-so, ya eres consciente de lo que te pasa ysabes quién es el responsable. ¡Ánimo!, elsiguiente paso es pedir ayuda. La ayudapsicológica te devolverá tu fortaleza y laayuda jurídica te ayudará a denunciar lasituación y a defenderte de tu agresor.

Maltrato psicológico

mpezamos un nuevo año dejandoatrás una larga lista de mujeres maltratadas y asesinadas por susparejas. Hay otro tipo de maltrato

sin tantas listas ni estadísticas, que espadecido por muchísimas personas, yque no distingue sexos, edades o esta-tus sociales.

E

1514

l congrEso se celebró en noviembre en Madrid con unos 130 participantes de España y del extranjero, compro-

metidos en el Ecumenismo y su evolucióninternacional. Un objetivo: liberar de prejui-cios a las iglesias, compartir la misión, bus-car medios y estilos de testimoniar unidosla Misión de Cristo para el siglo XXI.

un EscánDalo a suPErar

EN EDIMBURgO 1910 nace el ecumenismomoderno, aunque ya antes hubo accionesen el mundo protestante de modificaciónde la conducta de los misioneros en paísesde misión, pues se daban cuenta del es-cándalo que suponía ir predicando a Cristoen la misma localidad, por diferentes per-sonas e iglesias, sin mirarse a la cara y aúnreprobándose. Los mal llamados “paga-nos” se preguntaban cuál de los predica-dores, trae la verdadera doctrina del únicoCristo. Los católicos no se percataban deeste escándalo, convencidos de que lospastores de las otras denominaciones nopredicaban la verdadera doctrina; los con-sideraban sectarios.

Fue el mundo protestante el convocante auna reunión de sociedades misioneras. Allíse planteó este problema, pues los avan-ces técnicos hacían posible ya la evangeli-zación de toda la tierra (1).

Esta magna reunión, que se celebróen la ciudad de Edimburgo (Escocia) en1910, ha sido considerada por todo el mun-do cristiano como el nacimiento del ecu-menismo moderno. El ecumenismo es detodos absolutamente y surge del encuentrocon Jesucristo.

Aún hay sectores entre los católicos aquienes les resulta difícil admitir el ecume-nismo. Hemos de recuperar la concienciade que todos somos hijos de un mismo Pa-dre, y vivir dolorosamente esta división delos cristianos. Tenemos todos una tradiciónplena y rica, pero no reconocida. No se tra-ta de imponernos unos a otros la doctrinapropia. Jesucristo nos mandó ser uno, co-mo Él y el Padre eran uno, para que elmundo crea. Estas palabras son priorita-rias a las discusiones y peleas inútiles quenos separan

PoDEmos, DEbEmos, quErEmos

gracias a la oración de muchos creyen-tes, que han sabido en silencio acompañary orar mucho, hemos confluido notable-mente con relación al pasado, pero todavíanos queda un larguísimo terreno por reco-rrer juntos. La unidad visible no la manifes-tamos y algunos ni siquiera la aceptan porser muy fundamentalistas en sus plantea-mientos, rígidos y excluyentes. No se tratasólo de saludarnos educadamente, de es-tar un rato juntos, comer, orar, sino de lle-var adelante la Misión que Dios nos ha en-comendado proclamar “la buena noticia”por todo el mundo, dando testimonio co-mún, y que el mundo vea cómo nos ama-mos todos los cristianos. No podemos se-guir siendo piedra de escándalo connuestra desafección e incapacidad de tra-bajar conjuntamente.

Hoy, en el mundo cristiano hay mu-chos puntos de discrepancia que aún nohan sido solucionados, pero si cambiamosde actitud, si somos más respetuosos y hu-mildes, si no abusamos del poder allí don-de cada uno es más poderoso, si dejamosmadurar los problemas éticos y teológicos,si velamos por la unidad, si oramos, podre-mos avanzar.

oPortuniDaDEs Ecuménicas

Nos encontramos en una encrucijada dela humanidad y no es tiempo de repliegues,sino de descubrir nuevas oportunidades decrecer y acercarnos con la ayuda de todosa la Verdad, que es siempre mayor que laverdad de mi comunidad. Las aportacionesde los demás hermanos son dones del Se-ñor para nuestra vida más plena. Si pres-cindimos de ellos, nos empobreceremos.Cuando estamos enamorados de esta mi-

sión, que es de Dios, nos rejuvenecemos ycrecemos y nos entusiasmamos. La Iglesiaestá al servicio de Cristo. Sabemos que,como humanos, en este empeño habrá ten-sión en la cooperación, o nos conformare-mos con tentaciones de triunfalismos.

toDos tEnEmos tarEa En EstE EmPEño

Podemos preguntarnos, por ejemplo: ¿enqué tengo que convertirme yo personal-mente para ser mejor cristiano?, ¿cómo mepreparo para proclamar el evangelio o vivirla liturgia?, ¿cómo va mi relación con Diosy con mis hermanos y con la creación?¿Ya llevo buenas noticias a los pobres, hesanado, he proclamado la libertad a loscautivos, he dado vista a los ciegos, hepuesto en libertad a los oprimidos, he pre-dicado el año del Señor? Pero todo ello noyo solo con mi comunidad, sino con todaslas comunidades de mi alrededor, sean demi denominación o de otra.

Vamos a vivir una espiritualidad ecu-ménica(2) para colaborar todos juntos en lamisión de Dios. Descubrir ya que los emi-grantes van a revitalizar nuestra Iglesia,pues traen mucha vida y espontaneidad yalegría de vivir. Cuanto antes trabajemosjuntos, antes nos revitalizaremos, siendoseguidores de Jesús.

IV CONGRESO de ECUMENISMOsobre el

CENTENARIO de EDIMBURGO

(1910-2010)Organizado por la Asociación Centro Ecuménico Misioneras de la Unidad Organizado por la Asociación Centro Ecuménico Misioneras de la Unidad

las aPortacionEs dE los dEmás hErmanos

son donEs dEl sEñor Para nuEstra vida más PlEna

(1) El Rev. Paul Wattson, sacerdote anglicano,fundó en 1908 el “Octavario de oración por laUnidad de los cristianos”, extendido luego a to-das las Iglesias cristianas.(2 )Nota de una espiritualidad ecuménica: modode seguir a Jesús, aún dentro del conflicto, le-yendo las señales de los tiempos con la Bibliaen una mano y el periódico en la otra, amar aDios y amar a los hermanos, alabar y dejar quenos llegue el discernimiento del Espíritu.

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17

CELEBRAR

CELEBRAR

(71)(71)

CULTURA YCULTURA Y VIDAVIDA Sanxao

Recuperando las bases

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8Catequesis JuvenilesCatequesis Juveniles

Jesucristo anunciaba el Reino de Dios:su enseñanza y sus obrasJesucristo anunciaba el Reino de Dios:su enseñanza y sus obras

44

Jesucristo, Buena Noticia,ilumina, unifica y da senti-do a la existencia humana.

Su anuncio del Reino deDios es la felicidad de losque, sabiéndose débiles,confían en Él, y de los pe-cadores que se acogen asu misericordia.

1. UNA MIRAdA A LA REALIdAd

A MEDIDA QUE VAMOS CRECIENDO y madu-rando, nos damos cuenta de que hay algoen lo más hondo de nosotros mismos, quees lo que nos motiva para vivir, trabajar, ha-cer proyectos. Nadie puede vivir sin ese "al-go" que tira de su vida. Aunque no sepamosexplicarlo bien, el sentirnos a salvo, la sa-tisfacción y la felicidad que no dejamos deperseguir en la vida tienen que ver con esarealidad, más o menos identificada, quenos impulsa. Es lo que más nos merece lapena. Nos gustaría que toda nuestra vidaquedara unificada en torno a esa fuerza.

Pero nos damos cuenta también deque estamos como divididos por dentro:queremos lo bello, lo bueno, lo verdadero,todo lo mejor y, al mismo tiempo, experi-mentamos la parcialidad y la finitud. Busca-mos apasionadamente autenticidad, afecto,relaciones personales gratificantes, hori-zontes amplios, libertad, pero a menudo

4Mostrar a Jesucristo, sentido de la existencia humana.

nos sentimos heridos por el bienestar y elconfort, engañados por las ideologías,confusos por la desorientación moral. Aspi-ramos sinceramente a construir un mundomás justo y solidario, pero cuántas vecesen la práctica no terminamos de saber bienqué queremos, ni cómo queremos ser, nipor qué caminos queremos avanzar.

Somos contradictorios. Ponemos todonuestro interés en conseguir unas metasen las que esperamos encontrar la felici-dad, pero, conseguidas las metas, senti-mos que lo que buscábamos era muchomás que lo que hemos logrado. Somosmás felices por lo que deseamos que porlo que poseemos. Sentimos una sed impe-riosa de más, una sed insaciable; soñamoslo infinito, pero los logros son siempre fini-tos. Hay que buscar otra vez, comenzarsiempre de nuevo. La vida es una continuatensión.

s un sábado de septiembre por la mañana en Compostela. Una pareja denovios busca confesor, ya que por la tarde van a casarse. Y se van dere-chos a la catedral, que además es año santo. En ese momento hay mucha

cola. Buscan en otra iglesia y en un convento próximo, pero sin fortuna. Como sonjóvenes, el día es espléndido y conocen bien la ciudad, van a dar a una macropa-rroquia del ensanche. Providencialmente se encuentran a la entrada con un chicoque está participando en un encuentro regional de visitadores y acompañantes deenfermos.

. Mire: buscamos un sacerdote para confesarnos, que por la tarde hay boda.- Creo que tenéis suerte, en nuestra reunión hay un sacerdote. Le aviso.

Sale el sacerdote y se encuentra con un chico y una chica a los que conoce des-de chavales de otros encuentros. Alegre sorpresa, saludo cordial y al trabajo…

No son novios, sino hermanos. Es ella la que se va a casar por la tarde y suhermano la acompaña en esta preparación. Y es que también él desea confesarse.Los dos disfrutan de un movimiento eclesial que cuida mucho este sacramento. Pri-mero ella, después él. Sin prisas. Era la tarea para esta mañana y queda cumplida.Nos despedimos y nadie sabe quién queda más satisfecho: si ellos por haber en-contrado al fin un confesor, o el sacerdote por atender en el sacramento de la Re-conciliación a dos jóvenes que lo ansiaban y que en este caso me correspondió for-tuitamente a mí que resido en otra ciudad. El que busca encuentra. Pero a veceshay que reconocer que no es fácil.

Este relato inocente refrescó en mí algunas preguntas: en nuestros pueblos y ciu-dades, ¿qué tiempo dedica el pastor a la acogida, la escucha y la misericordia?¿Cuántas misas celebra por semana y cuántas absoluciones imparte? Dice la ex-periencia que la eucaristía sin la confesión periódica funciona mal.

El cardenal Meisner, arzobispo de Colonia, decía ante miles de presbíteros enla clausura del Año Sacerdotal: “Cuando el sacerdote se aleja del confesonario, en-tra en una grave crisis de identidad. Allí donde el sacerdote ya no es confesor, seconvierte en un trabajador social de lo religioso”.

Supongo que es por esto: cuando un fiel pide escucha y perdón, te recuerda quetú debes hacer otro tanto. Y es que resulta decisivo ser penitente para poder serconfesor.

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1918

“El espíritu del Señor está sobre mí” Lc 4,14-21. Jesús es la gran noticia para los de-seos de plenitud, de bienaventuranza y ale-gría que anidan en nuestro corazón:

“Venid a mí todos los que estáis fatiga-dos y agobiados..” Mt 11,28-2. "El que tengased...” Jn 7,37. "El pan de vida...” Jn 6,35, “Yosoy la luz del mundo: el que me sigue nocamina en las tinieblas, sino que tendrá laluz de la vida" Jn 8,12.

Todo en la vida de Jesús es signo desu Misterio. "Quien me ha visto a mí, havisto al Padre" Jn 14,9. Si el cristianismo esen primer lugar una Persona, Jesús, y nouna doctrina, todo comienza por conocerlea Él. El conocimiento es lo que abre cami-no en el corazón a todo lo demás: conocera Jesús para amarle y seguirle. No es unconocimiento teórico y abstracto; es cono-cimiento concreto de los dichos y hechos,de su vida, muerte y resurrección, que sepueden llamar "misterios" porque en ellosse manifiesta Dios, porque en ellos Diosofrece la salvación a toda la humanidad.Por eso es tan importante meditar conatención la vida de Jesús, embeberse has-ta de los menores detalles, con la luz y pro-fundidad que nos conceda el Espíritu San-to. No se ama lo que no se conoce, y si nose ama, ni se busca ni se goza.

JEsús PrEdica El rEino dE dios

La venida del reino de Dios significa la ve-nida del mismo Dios que, con su cercanía,nos invita a participar de su vida divina. Je-sús muestra el reino de Dios como un ban-quete al que el Padre del cielo nos invita atodos. Cada uno somos responsables de

aceptar o rechazar la invitación. Quienesacogen la invitación con disponibilidad yconfianza, entran a la fiesta; fuera sólo hayllanto y tinieblas.

La predicación de Jesús sobre el reino,más que proclamar los derechos deDios, proclama la dicha del hombre queacoge su oferta. Jesús anuncia la mejornoticia para el hombre.

Ahí se ve con claridad que el cumplimientode las aspiraciones más auténticamentehumanas no es resultado de nuestro em-peño, sino acción de Dios, don de Dios quenosotros acogemos agradecidos. El reinode Dios no pueden traerlo los hombres nimediante acciones violentas, como preten-dían en tiempo de Jesús, ni mediante luchacontra la injusticia, por muy loable que seaesta lucha. No es una fuerza intramundana(política, social, cultural) ni un programa dereforma ni una utopía que nos remita sóloal futuro. Contiene una promesa que no po-demos planificar, ni organizar, ni construircon nuestras exclusivas fuerzas; es un donque se nos ofrece gratuitamente. Sólo po-demos pedirlo, que es a lo que nos invitaJesús: "Venga a nosotros tu reino".

Supone un proceso. Es como el granode mostaza, la más pequeña de todas lassemillas, que crece en lo escondido hastaconvertirse en un árbol en el que los pája-ros del cielo hacen sus nidos. Aunque sedesarrolle en este mundo, alcanza su ple-nitud en los cielos: "Los justos brillarán co-mo el sol en el reino de su Padre" Mt 13, 41

La esperanza en la plenitud del reinode Dios, nos hace más sensibles ante los

problemas de la libertad, la justicia y la pazen el mundo. La certeza de la presenciacercana de Dios es una fuerza transforma-dora. Cambia al ser humano desde dentro,sanando todas sus enfermedades y libe-rando todas sus posibilidades. Hace hom-bres nuevos. Como la levadura que trans-forma toda la masa, el reino de Diostransforma la vida entera de las personas,renovándola. Podría parecer utópico, peroquien lo acoge con fe y confianza, experi-menta el gozo incontestable del amor deDios que perdona y reconcilia.

JEsús ofrEcE

los signos dEl rEino. El PErdón dE los PEcados.

Nos lo muestra mediante el gesto repetidode sentarse a la mesa con publicanos ypecadores. Así anuncia Jesús que sonacogidos y perdonados por Dios, que tam-bién ellos están llamados a participar delreino de Dios, invitados a entrar en el ám-bito donde Dios cumple definitivamente yde un modo insospechado los anhelos delcorazón humano. No ha venido a llamar ajustos, sino a pecadores Mc 2,17. Incluso alpublicano Mateo le hace discípulo suyo. Ypresenta como modelo de verdadera acti-tud de oración no al fariseo, supuestamen-te bueno y cumplidor, sino al publicano,que se declara pecador delante de Dios.Jesús mismo es la misericordia de Dioshecha carne. Eso produce escándalo.

Esa buena nueva del perdón se ex-presa del modo más sencillo y entrañableen las parábolas que el evangelista sanLucas reúne en el capítulo 15 de su evan-

gelio. En ellas se nos muestra qué padrees Dios. Un hijo puede ser frágil y abando-narse a la seducción de bienes pasajeros;puede rebelarse contra su propio padre,despreciarle y marcharse de casa; puedeextraviarse y caer en lo más bajo. Dios esun padre que respeta la libertad del hijo,por más que éste decida alejarse de él ydespilfarre la herencia recibida como undon. Dios es un padre que sabe esperar laconversión del hijo extraviado, que corre asu encuentro cuando vuelve y lo abraza sinreproches ni castigo; es un padre que per-dona y celebra el regreso: ropa nueva, ani-llo, banquete, música y baile. Así es Dios.

Este anuncio de la misericordia deDios que hace Jesús es apremiante ennuestro tiempo: "La mentalidad contempo-ránea, quizás en mayor medida que la delhombre del pasado, parece oponerse alDios de la misericordia y tiende, además, aorillar de la vida y a arrancar del corazónhumano la idea misma de la misericordia”.

Juan Pablo II, Dives in Misericordia, n. 2

Jesús vive toda su existencia en el nombredel Padre. En ningún momento, en ningúnlugar de su peregrinación terrena está Je-sús fuera del Padre. "El Padre y yo somosuno" Jn 10,30. En sus oraciones le llama"Abbá",”padre”, manifestando la especialconfianza y familiaridad que, como Hijo, leunen con Dios. Con el “padrenuestro” nosrevela que podemos invocarle con la mis-ma confianza que él, como miembros de lamisma familia: él es el hermano mayor.Nos hallamos ante Dios con una cercaníasemejante a la de Jesús, somos hijos deDios al modo de Jesús.

2. EL ANUNCIO dE LA BUENA NOTICIA

Conocer a Jesús es buscarlo más que definirlo. La búsqueda deConocer a Jesús es buscarlo más que definirlo. La búsqueda deJesús parte de datos relativamente limitados, pero poderosamen-Jesús parte de datos relativamente limitados, pero poderosamen-te sugestivos. El camino que llega a Jesús pasa por aquellos quete sugestivos. El camino que llega a Jesús pasa por aquellos quele han conocido y reconocido. Ellos nos indican: “Ése es”.le han conocido y reconocido. Ellos nos indican: “Ése es”.

aco

mpaña

ndo

2120

acompañando

acompañando

Jesús Prieto

Nuestros abueloslos milagros (Mt 9,35)

Los milagros son signos de que el reino deDios, con toda su fuerza misteriosa, estáya realizándose en medio de los hombres. Cuando Jesús libera a algunos hombresde males como el hambre, la injusticia, laenfermedad o la muerte, quiere hacernosver que él ha venido para liberarnos de laesclavitud más grave, la del pecado, quees el mayor obstáculo a la vocación de hi-jos de Dios y la causa de todas las servi-dumbres humanas. Sólo unos ojos y oídoscreyentes pueden comprender bien las ac-

ciones de Jesús. No sólo muestran que elreino ha llegado, sino que nos iluminan ynos invitan a creer y convertirnos.

En la vida de Jesús, en su predicación,sus milagros, su muerte y resurrección,Dios ha visitado y redimido a su pueblo.Después, el Señor Resucitado da el Espíri-tu Santo a los discípulos y les encarga quesigan haciendo presente el reino con pala-bras y obras, como lo hizo él. Estos signoslos vemos hoy en tantas personas a losque se sigue proclamando la Buena Nuevay manifestando sus signos Mc 16, 15.20.

SI NO HUBIÉRAMOS ESCUCHADO NUNCA EL

EVANgELIO y no lo conociéramos, no tendrí-amos que decidirnos a favor o en contra.Pero aunque sea en medio del ruido, laconfusión, las dudas, los deseos más no-bles y las contradicciones personales, elanuncio del Evangelio nos alcanza hoytambién a nosotros.

Jesús nos revela en él la cercanía deDios. Quedamos fascinados, atraídos porel "Maestro bueno" en quien, lo presenti-mos, podemos encontrar lo que más nece-sitamos. Al ser alcanzados por el Evange-lio, también quedan patentes nuestras

3. EL EVANGELIO SE NOS ANUNCIA HOY A NOSOTROS

limitaciones, las distintas formas de egoís-mo que nos bloquean y esclavizan. Perojustamente de esto, lo sabemos, el Señorpuede librarnos.

Él nos dice: "Está cerca el reino de Dios.Convertíos y creed la Buena Noticia" Mc1,15. Si lo tomamos en serio y dejamos queresuene en nuestro interior, resulta ser unapropuesta que desafía nuestra libertad. Nopodemos sustraernos; tenemos que recha-zarlo o atrevernos a acogerlo. Jesús es elúnico que puede colmar nuestras aspira-ciones. El mismo que nos llama, nos da elvalor y la fuerza para convertirnos a Él.

PARA LA PERSONALIzACIóN dEL TEMA Y LA PROVOCACIóN dEL dIáLOGO.

1ª ¿Qué lees en esta exposición de la 4ª Catequesis? Advierte los subrayados como señales de un paisaje, que invitan a no pasar de largo.

2ª ¿Qué te dice o cómo te afecta?Pon tus propios subrayados: sorpresas, preguntas, dudas que te suscitan... Luces...

3ª ¿Qué me digo, qué le digo?Si hablamos de fe, hablamos de escucha y de respuesta. Y de oración y vida nueva.

os hay afortunados: cuidados, acompañados, queridos. Son como mirlos blan-cos. En su entorno familiar disfrutan casi hasta el final haciendo, o al menos

viendo hacer, lo que siempre hicieron y fue su vida.A otros les sonríe menos la suerte aunque tengan fortuna material. Sus medios

económicos les permiten una plaza en una gran residencia geriátrica donde hay caside todo lo que se paga con dinero; pero aun teniendo familia, y buena familia, ellosmismos han decidido acogerse a esas guarderías para mayores con el fin de no en-torpecer demasiado la marcha normal de los suyos.

Y no se puede olvidar el ejército mayoritario para quienes el soporte familiar resultaescaso y la ley de dependencia se quedó en papel mojado.

Dosinda es una paisana del medio rural que está a punto de rebasar la línea delos ciento un abriles. Por cuidar el ganado y ayudar en casa, los cuadernos se le em-polvaron, como a la mayoría de las muchachas a comienzos del siglo pasado. Casar-se con un hombre sencillo como ella, los hijos, los nietos, los biznietos. Todos arropa-dos por la felicidad austera de la ilusión y el trabajo cotidiano, que nunca les dejó enel paro ni les negó el pan en los momentos más duros del hambre y de la guerra. TíaDosinda tiene el oído duro y el ojo apuntador. Hoy mismo, desde el gran ventanal dela cocina, observa y disfruta viendo el trabajo de los suyos en una granja de cierto vo-lumen, contemplando el desfile de las vacas hacia la sala de ordeño.

- Mi trabajo es ver cómo trabajan otros. Y como en la vaquería siempre hay gen-te yo nunca me quedo sola.

Después de un avemaría y la bendición tratamos de despedirnos y comenta:- Seguro que se ha olvidado de mi teléfono.

. ¿Quién? - El que me puso a andar hace más de cien años, nuestro Señor. ¿Qué ha-go yo aquí a estas alturas?. Familia, tía Dosinda. Usted hace familia. ¿Le parece poco en los tiempos que corren?

Y es bien cierto que ella, gracias a su gente y a su caserón solariego, está llena devida. Siempre conocí esta mansión habitada por cuatro generaciones. Hoy son cincoporque el biznieto ha sido papá de Antía hace seis meses.

Queda claro que, cuando hay familia y funciona, es ella el gran soporte, la mejorcuidadora, la óptima acompañante de sus mayores.

Hay abuelos con suerte. Como tía Dosinda.

LL

22

Gema Sáez

Una carta, muchos deseos

METS es un niño de nuestrotiempo, listo e inquieto. Pare-ce que está a lo suyo cuando

hablan los mayores, pero en realidadse entera de todo. Su padre es uneconomista que pasa mucho tiempofuera de casa, dando conferencias ycursos por todo el mundo. Cualquierotro niño estaría deseando que su pa-dre volviera para ver lo que le ha traí-do, pero Amets a quien espera es asu padre, para que éste le cuente to-das las peripecias del viaje, unas rea-les y otras inventadas. Cada vez quevuelve a casa de alguno de sus via-jes, hace que éste le señale en unmapa el sitio concreto del país dondeha estado, a quién ha conocido y loque ha comido.

Su padre es consciente de la ad-miración que su hijo siente por él ypor eso “aprovecha” la atención quemuestra su hijo por sus historias, paracontarle otras realidades y concien-ciarle, sin que se dé cuenta, de la exis-tencia de otros mundos, otras culturasy otras formas de ver la vida. Ese aba-nico de colores, costumbres y cultu-ras de las que le habla su padre, espara Amets mucho más entretenidoque el mejor de sus juegos.

El hecho de que su padre viajetanto, hace que pase mucho tiempocon su madre, a la que también admi-ra, pero de otra manera. Su madre re-

presenta la tranquilidad, la seguridadde sentirse querido y acompañado; laque dirige el terreno de los afectos,de las emociones, de los rezos, de locotidiano. El padre por el contrario re-presenta la aventura, lo desconocido.Su padre es su intérprete del mundo.

Como cada año, cuando escribela carta a los Reyes Magos, su padrele pide que se acuerde de pedir algopara algún niño de esos países nece-sitados de los que le ha hablado al-guna vez. Que incluya también algúndeseo de algo que le gustaría quecambiara en el mundo. Antes deecharla al buzón, su padre hace unafotocopia de la carta y la guarda juntocon las de otros años, con la inten-ción de conservarlas todas y dárselasa su hijo cuando sea mayor. Así veráalgún día reflejados en ellas sus de-seos y sus sueños, los que se hancumplido y los que no.

La carta este año:

Queridos Reyes Magos: Megustaría que me trajerais una cámarade fotos y un álbum para ponerlas.

Quiero fotografiar a mi padrecada vez que se va o llega al aero-puerto de alguno de sus viajes y lascaras que pone mi madre cuando lahago enfadar con alguna de mis tras-tadas, sobre todo cuando la asusto

por el pasillo apagándole la luz. Esun poco miedica, menos mal quecuando no está mi padre, yo soy elhombre de la casa.

Os pido unos patines y su mo-chila para llevarlos, y el libro de“La vuelta al mundo en ochenta dí-as” y el de los “Viajes de Gulliver”.

No sé si me estoy pasando unpoco pidiendo, porque no oigo másque hablar de crisis, aunque no sémuy bien lo que es, no creo que seanada bueno. Mi padre me ha explica-do que estar en crisis es lo mismo queno tener dinero para lo necesario, queperder el trabajo, que apretarse el cin-turón... Me ha explicado que es cues-tión de trabajar más y repartir más.Así que le he preguntado si este añovosotros también trabajaréis más yrepartiréis más regalos. No sé porqué, pero se ha reído.

Mi gran amiga Amalur, de laque soy inseparable, dice que siempreando en las nubes, pero ella que esrealista y tiene los pies en el suelo,comprende mejor todas estas cosas yme las explicará. Para ella os pidotodo lo mejor, se lo merece.

Yo sé que el padre de mi amigoDani trabaja un mes sí y otro no, asíque supongo que a él si le vais a traertodo lo que pida. Es un buen chico,estudioso y buen futbolista.

También me ha impresionadomucho lo que mi padre un día mecontó: que hay niños como yo que novan a la escuela y que tienen que tra-bajar todo el día; eso sí debe ser duro.Por eso he pensado que junto con las

galletas que os dejo, voy a dejaros unbillete de veinte euros que me dio laabuela el otro día. Con ellos quieroque compréis algún juguete para al-guno de estos niños.

Para mi madre te pido un pa-ñuelo bonito, unas gafas de sol y al-gún libro de esos que tanto le gustan,por ejemplo, de amor. Para mi padrealgún libro de fotografía y una lupapara ver bien su colección de sellos.

Para los abuelos lo tengo másdifícil. Para el abuelo, pienso en al-go práctico: un neceser con departa-mentos y con una cajita para losdientes. Cuando yo tenía tres añossiempre me quedaba mirándole cuan-do se los limpiaba y yo le decía queme los limpiaba puestos.

Para la abuela un pastillerobonito, siempre dice que le duele al-go, pero yo la veo bien guapa, serápor eso que mi padre dice que ha ve-nido para quedarse.

Como veis siempre pido mucho,pero no quisiera ser egoísta, puestengo unos padres y unos abuelosque me quieren y a los que quiero.Con eso ya me siento afortunado.

Gracias por todo y hasta el añoque viene. Amets.

A

23

s algo que no está muy de moda en esta sociedad nuestra de prisas, y a menudohasta de empujones, donde nos acostumbramos a un clima de crispación y de“violencia” que casi acaba pareciéndonos normal. Es algo que cuesta pedir, por-

que nuestro orgullo y autosuficiencia se resienten y se echan para atrás; pero siempre noshace bien cuando lo recibimos, porque en el fondo siempre lo esperamos, siempre lo de-seamos... Es el regalo del perdón.

Sí, todos nos damos cuenta de que a veces hacemos cosas mal que molestan aotros. Todos, lo reconozcamos o no, somos conscientes de palabras, hechos, actitudes…,que ofenden a otros y rompen la convivencia, y ¡cuánto nos cuesta pedir perdón! Quizápodamos aprender de los niños, porque esto sucedió hace poco en mi pequeña clase.

A la misma hora coincidieron en ella dos niños muy distintos. El mayor de ellos quisojugar con el pequeño pero, en el rato que estuvieron juntos, no lograron ponerse de acuer-do sobre el juego: uno, quería uno de coches y el otro, uno de motos. Discutieron, se enfa-daron, y se les acabó el tiempo sin que lograsen jugar a nada. Después, cuando quisimosrealizar una actividad juntos, seguían excitados, haciéndose gestos e insultándose, siendoel mayor el que llevaba la voz cantante; por eso, al final, terminaron los dos bastante dis-gustados y se marcharon sin despedirse entre ellos.

Al día siguiente, hablando con el mayor, reconoció que no había actuado bienporque molestó e insultó al pequeño sin ningún motivo y, pensando en qué podría hacer, lepareció que podía disculparse; por eso, decidió esperar a que llegase el otro niño. Cuandovio que se acercaba, ya no estaba tan seguro de querer disculparse y se quería marchar,pero hizo un esfuerzo y carraspeando le dijo:

. Oye, yo… quería pedirte disculpas.- ¿Por qué?, preguntó el otro.

. Por lo de ayer, contesto el mayor.- Ya, pero hoy es otro día, respondió el pequeño.

Y el otro le miró con sorpresa y agradecimiento y se fue.

Me hubiera encantado fotografiar aquella expresión tan espontánea e inocente, tan sin-cera, tan mansa y suave… Sí, comprendí entonces las palabras de Jesús cuando diceque, si no nos hacemos como niños, no podemos entender a Dios…, su manera de ser, deamar, de perdonar…

Y por eso, ahora que vamos dejando ya atrás lo vivido y estrenamos un año nue-vo, pienso que sería algo bonito que pudiéramos perdonar y olvidar lo que ha habido demalo y de negativo, aquello que nos ha hecho enfadarnos y nos ha disgustado, y que pu-diéramos decir sencillamente: “Ya, pero este es otro año”. “Ya, pero hoy es otro día”.

2524

zenón Urigüen

Las BienaventuranzasMari Jose Laña

Un regalo muy especialViñetas Pasionistas

EEa palabra bienaventuranza, me sabe a Pascua, porque pasa de la pobreza, delsufrimiento y de la persecución a la felicidad y a la gloria.La bienaventuranza evangélica entraña retos de aventura espiritual y mística

porque lleva gérmenes de un hombre nuevo transformado por Cristo. No es una utopía.Es el reflejo de la vida de Cristo que vive la pobreza de espíritu frente al materialismo, quesufre ante la situación injusta, que es manso y misericordioso ante el poder, que trabajapor la paz y cree más en la fuerza del amor que en la del odio.

Vivimos en una sociedad que se rebela contra la pobreza, la mansedumbre, la sedde justicia y la misericordia; y nos seducen la riqueza, el poder, la propaganda y hasta laviolencia. Y los valores evangélicos se catalogan como una alienación. Sin embargo, enla pedagogía universal, el sacrificio y la ley de la superación constituyen las bases para laformación de los héroes del espíritu. La renuncia y la tensión del sacrificio liberador sonla forja de los grandes líderes de la humanidad.

Las bienaventuranzas, antes que mensaje y proclamación, fueron vida, y seríandesencarnadas si no hubieran sido vividas por Jesús y María. Con su mensaje y su vida,Cristo quiere establecer en el mundo los valores eternos del amor, la justicia y la paz.

Jesús proyecta iniciar la gesta espiritual de una nueva era y nuevos hombres conla novedad de las bienaventuranzas, que son la nueva ley de su Reino. Jesús ofrece asus discípulos esta opción evangélica para que sean testigos de un nuevo Dios y una nue-va humanidad. Prueba fiel y verdadera de esta opción son los apóstoles, mártires y mi-sioneros que viven a Cristo y dan la vida por su causa.

En la vida cristiana hemos tenido mucho dogma y mucha ley y poca mística delEvangelio. Y nos faltan recursos místicos para vivir y dinamizar las bienaventuranzas co-mo una aventura y un fermento del hombre nuevo. Jesús, con su visión profética de lasbienaven-turanzas, no sólo nos promete la verdadera felicidad; también nos invita a to-dos a vivir la perfección evangélica.

Jesús, asumiendo la humanidad en la vida pobre y sufrida, abre el camino para lafelicidad y la gloria. la esencia de las bienaventuranzas es su mística Pascual.

¡la Palabra! ahí es nada. un poco de aire estremecido que,desde la madrugada del génesis, tiene poder de creación. (Ortega y gasset)

LL

Un regalo muy especial

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En los mayores estála sabiduría (Job 12,12)

Hormigas y cigarras

Pedro Mª Zalbide,Consiliario Nacional de Vida Ascendente

sta mañana he experimentadouna serie de sensaciones quepaso a contaros. Me ha des-

pertado, como siempre, una emisorade radio cuyas ondas matinales, dia-riamente, me rescatan de la noche yme introducen con suavidad en la luzde una nueva jornada.

El experto locutor entrevistaba aun joven cantautor andaluz, Raimun-do Amador, quien ha sacado a lacalle recientemente un nuevo discoal que ha titulado “Medio hombre,medio guitarra”. Enamorado delinstrumento de seis cuerdas, el ar-tista ha tratado de explicar el con-tenido y mensaje de su nueva pro-ducción. Ha afirmado que su vida es-tá conformada por dos condicionan-tes fundamentales e inseparables:por un lado es hombre, y por otra par-te no puede vivir sin la deliciosa com-pañía de su guitarra. Y ha añadido:“La música amansa las fieras y dulci-fica los sentimientos de las personas,inyecta alegría y genera sonrisas yganas de vivir en quienes disfrutande ella”.

Mi mente ha volado entonces conceleridad al siglo XVII, a Francia, a lamesa-escritorio del afamado poetaJean de La Fontaine, y lo he sorprendi-do recostado junto a la fábula por todosconocida con el nombre de “La cigarra yla hormiga”. Estaría meditando segura-mente sobre el trabajo y la holganza, ysus respectivos frutos.

He mirado luego al calendario, fiel des-pertador de mi pereza y puntual recor-datorio de mis obligaciones y compro-misos, y constato que acabamos deestrenar un nuevo año: 2011. Una do-cena de meses para que los llenemosde sueños, propósitos loables y accio-nes buenas. Balance del período anualanterior, rectificaciones, buenas inten-ciones… y manos a la obra. Y me pre-gunto: en este nuevo año, ¿qué debe-mos ser, hormigas o cigarras? Porque,en el fondo, nos sucede lo que al jovencantautor andaluz; que nos vemos re-clamados por dos urgencias ineludibles;por un lado hemos de fomentar nuestramaduración y crecimiento como perso-nas, y por otra parte no podemos des-cuidar nuestra bendita obligación de ha-

cer felices a quienesnos rodean; hemos deponer al servicio de losdemás nuestro opti-mismo, nuestra ale-gría, nuestra música,nuestra “guitarra”…

¿Me permitís unaconfidencia? Desde ni-ño fui siempre granadmirador del fasci-nante espectáculo de la pista y de lacarpa: el circo. Todo ese mundillo de le-ones, trapecistas, malabaristas y paya-sos… me hacía feliz. Pero quienes re-almente me fascinaban eran lospayasos. Mi padre solía decir: “Los querealizan el trabajo más difícil y más in-teligente son los payasos”. “¿Inteligen-te? –le decía yo-. Pero si hacen el ton-to”. Y él me respondía: “Para hacer eltonto de mentira hay que ser muy inteli-gente”. “¿Y difícil? A mí no me parecedifícil”. Y me contestaba él: “Ya, ya”.

Mi admiración por los payasos llegó aser tanta que un día mi padre, al acabarla función, me condujo a las intimidadesde los camerinos y le concedieron elque yo pudiese ver de cerca a un paya-so y hablar con él… Pero la curiosidadse me anudó en la garganta cuandocontemplé que estaba llorando. Nos

había hecho reír, yahora estaba lloran-do. Según nos contó,se le había muertosu madre hacía sólodos días… Yo le mi-ré. Me miró él. Y llorétambién. No acerta-ba a entender queuna persona, en esasituación, pudiera es-forzarse por hacer-

nos felices, por hacernos reír. Se meagarrotaban las palabras. Recuerdoque le dije precipitadamente: “Bueno,adiós”.

Y vuelvo nuevamente a la fábula delafamado poeta francés del siglo XVII.En este año 2011, que tenemos ya ennuestras manos, ¿qué hemos de ser,hormigas o cigarras? Y me contestocon otra pregunta: ¿y por qué no am-bas cosas? Por supuesto que hemosde ser trabajadores finos en todo lo quese refiere a nuestra vida personal, fami-liar, cristiana…, pero no olvidemos quetenemos también una seria obligaciónde contribuir a que sean felices las per-sonas que nos rodean. Hemos de cum-plir con el deber de transmitirles nuestraalegría, nuestras ganas de vivir, nuestroamor y nuestro humor, nuestra música,nuestra “guitarra”.

EE

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Soy un simple sacerdote católico. Me siento feliz y orgulloso de mi vocación. Hace veinte años que

vivo en Angola como misionero.

Me da un gran dolor por el profundomal que personas, que deberían deser señales del amor de dios, seanun puñal en la vida de inocentes. Nohay palabra que justifique tales actos.No hay duda de que la Iglesia nopuede estar sino del lado de los débi-les, de los más indefensos. Por lotanto, todas las medidas que seantomadas para la protección, preven-ción de la dignidad de los niños serásiempre una prioridad absoluta.

Veo en muchos medios de informa-ción, sobre todo en vuestro periódico,la ampliación del tema en forma mor-bosa, investigando en detalles la vidade algún sacerdote pedófilo. Así apa-rece uno de una ciudad de USA, dela década del 70, otro en Australia delos años 80 y así de frente, otros ca-sos recientes… Ciertamente, todocondenable. Se ven algunas presen-taciones periodísticas ponderadas yequilibradas, otras amplificadas, lle-nas de preconceptos y hasta odio.

¡Es curiosa la poca noticia y desin-terés por miles y miles de sacerdotesque se consumen por millones de ni-ños, por los adolescentes y los másdesfavorecidos en los cuatro ángulos

del mundo! Pienso que a vuestro me-dio de información no le interesa queyo haya tenido que transportar, porcaminos minados en el año 2002, amuchos niños desnutridos desde Can-gumbe a Lwena (Angola), pues ni elgobierno se disponía y las ONG’s noestaban autorizadas; que haya tenidoque enterrar decenas de pequeños fa-llecidos entre los desplazados de gue-rra y los que han retornado; que les ha-yamos salvado la vida a miles de per-sonas en México mediante el únicopuesto médico en 90.000 km2, así co-mo con la distribución de alimentos ysemillas; que hayamos dado la oportu-nidad de educación en estos 10 añosy escuelas a más de 110.000 niños...

No es de interés que con otros sacer-dotes hayamos tenido que socorrer lacrisis humanitaria de cerca de 15.000personas en los acuartelamientos dela guerrilla, después de su rendición,porque no llegaban los alimentos delGobierno y la ONU. No es noticia queun sacerdote de 75 años, el P. Rober-to, por las noches recorra las ciudadde Luanda curando a los chicos de lacalle, llevándolos a una casa de acogi-da, para que se desintoxiquen de lagasolina, que alfabeticen cientos depresos; que otros sacerdotes, como elP. Stefano, tengan casas de pasaje pa-ra los chicos que son golpeados, mal-tratados y hasta violentados y buscanun refugio.

Tampoco que Fray Maiato, con sus80 años, pase casa por casa confor-tando los enfermos y desesperados.No es noticia que más de 60.000 delos 400.000 sacerdotes y religiososhayan dejado su tierra y su familiapara servir a sus hermanos en unaleprosería, en hospitales, campos derefugiados, orfanatos para niños acu-sados de hechiceros o huérfanos depadres que fallecieron con Sida, enescuelas para los más pobres, encentros de formación profesional, encentros de atención a seropositivos…o, sobre todo, en parroquias y misio-nes dando motivaciones a la gentepara vivir y amar.

No es noticia que mi amigo, el P.Marcos Aurelio, por salvar a unos jó-venes durante la guerra en Angola,los haya transportado de Kalulo adondo y volviendo a su misión hayasido ametrallado en el camino; que elhermano Francisco, con cinco seño-ras catequistas, por ir a ayudar a lasáreas rurales más recónditas hayanmuerto en un accidente en la calle;que decenas de misioneros en Ango-la hayan muerto por falta de socorrosanitario, por una simple malaria; queotros hayan saltado por los aires, acausa de una mina, visitando a sugente. En el cementerio de Kaluloestán las tumbas de los primeros sa-cerdotes que llegaron a la región…Ninguno pasa de los 40 años.

No es noticia acompañar la vida deun sacerdote “normal” en su día adía, en sus dificultades y alegrías,consumiendo sin ruido su vida a fa-vor de la comunidad que sirve.

La verdad es que no procuramosser noticia, sino simplemente llevar laBuena Noticia, esa noticia que sinruido comenzó en la noche de Pas-cua. Hace más ruido un árbol quecae que un bosque que crece.

No pretendo hacer una apologíade la Iglesia y de los sacerdotes. Elsacerdote no es ni un héroe ni unneurótico. Es un simple hombre, quecon su humanidad busca seguir aJesús y servir sus hermanos. Haymiserias, pobrezas y fragilidades, co-mo en cada ser humano; y tambiénbelleza y bondad, como en cadacriatura…

Insistir en forma obsesionada y per-secutoria en un tema perdiendo la vi-sión de conjunto crea verdaderamen-te caricaturas ofensivas del sacer-docio católico, en la cual me sientoofendido.

Sólo le pido, amigo periodista, bus-que la Verdad, el Bien y la Belleza.Eso lo hará noble en su profesión.

En Cristo,P. Martín Lasarte, sdb

Carta de un sacerdote católico al “New York Times”

Querido hermano y hermana periodista:

noticias .noticias y noticiasnoticias y noticias .noticias y noticias

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GALICIA Rosendo díaz

galegofalantes,lusofonía

-A porcentaxe de quen habitualmente falan galego baixou, en cinco anos, do61% (en 2003) ao 56,4% (2008); a dos que falan sempre en galego descen-deu do 43% ao 30%.

-Malia este baixón (máis acusado aínda na provincia luguesa), a meirande par-te da poboación exprésase habitualmente en galego; porén o galego “non é alengua da mocidade” (Freixanes); “cando máis rural é o hábitat e máis alta aidade dos falantes, máis medra o uso do idioma de noso”. “O grupo de idade(5 a 14 anos) onde domina o castelán é abrumador (un 65%), e son precisa-mente os que estudaron en galego polo menos a metade das materias escola-res”, porque una cousa é a aptide e outra a actitude dos falantes.

-Os sete grandes concellos do país, que suman algo máis dun terzo da poboa-ción (A Coruña, Lugo, Ourense, Pontevedra, Ferrol, Santiago e Vigo) están,coa única excepción de Compostela, por debaixo da media no uso da linguapropia: só un terzo dos habitantes das maiores urbes falan galego: en Santiagoemprégano o 52%.

-Falaba a propia lingua sempre (no 2003) un 43% da populación galega; no2008 esa porcentaxe descendía ao 30%.

-A lingua galega apréndese onde se fala, sobre todo na familia e na escola.

igo é a cidade con máis galegofalantes (67.200),mais tamén co meirande número dos que empre-gan o castelán (204.300). Na Coruña falan habi-

tualmente o galego 62.000 persoas, mentres que167.500 prefiren expresarse en castelán. Saben falaloarrredor do 82%, porén baixa a proporción cando se tra-ta de escribilo. A opción maioritariamente escolleita paraa escrita é o castelán, chegando en Ferrol ao 96,4%.

dos aproximadamente 2.800.000 habitantes con queconta esta autonomía, un 97% entende o idioma aquícooficial e arredor do 82% sábeo falar.

Fóra dos límites administrativosda Galiza, tamén se fala galego nafaixa occidental de Asturias, en 18concellos da Terra Navia-Eo, quesuman uns 45.000 habitantes; en19 concellos da zona dos Ancares edo Bierzo (León), cuns 31.000 fa-lantes; e en catro municipios dasPortelas e no lugar de Calabor (za-mora), con cerca de 15.000 habi-tantes. No recanto nor-occidental da provinciacacereña, fálanse tresvariedades do antigo ga-lego-portugués nos con-cellos de Valverde doFresno, As Ellas (Val doríu Ellas) e San Martiñode Trebello (Os Tres Lu-garis), que suman uns5.000 habitantes.

Segundo o informedo Euromosaic (1996),dentro das 36 linguas re-xionais ou minoritariasfaledas por 20 millóns deeuropeos, soamenteseis superan o millón de persoas; ogalego ocupa a segunda posición,con 2.420.000 falantes, detrás docatalán, con 7.200.000.

A comunidade lingüística gale-go-portuguesa (a lusofonía) estápresente nas illas dos Açores e aMadeira, mais en tres continentes:América (Brasil), áfrica (Guiné, Ca-bo Verde, Angola, Moçambique,San Tomé e Príncipe) e Asia (da-maos, diu e Goa, na India; Macau,na China). Estes falantes de gale-go-portugués son actualmente uns230 millóns.

O galego é, hoxe, unha linguamaioritaria non normalizada social-mente no seu propio territoriro, eanda inmersa nunha difícil procurada normalización dos seus uso so-ciais.

Un dato preocupante: se á altu-ra do 1992 era a lengua inicial (naque se aprendía a falar) do 60% dapopulación, doce anos despois

(2004) era únicamente ado 20%. E aquí precisa-mente é onde se quebrade xeito brutal a trans-misión familiar da len-gua e onde se atopa ocerne da actual situa-ción lingüística.

En palabras do profesorG.Rei-doval (A linguagalega na cidade no sé-culo XX), “a perda datransmisión interxera-cional (de avós a netos)é un grave problema pa-ra o galego… Ese é aín-

da hoxe mesmo o reto pendente:hai que conseguir que as nais epais galegos falen con seus fillos efillas en galego…”

E que o idioma deste país subaa todas as tribunas e a todos os púl-pitos, sen complexos de tipo nin-gún, empregándose en todo casouna “Lingua de calidade”…

Esperemos que “a sociedade galegasaiba defender e reclamar o seumeirande patrimonio colectivo, alingua que creou e que aínda hoxenos identifica e singulariza”.

VV

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Agradecidos

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Martzel Andrinua

1Urte Barri ateanbihotza betean:Hartu guztiok “Urte Barri on”ta bizi bakean.

2Urte Barria barri,datorrela sari;lehengoa baino hobea dedinlagundu alkarri.

3Ze moduz Erregenak?Eutsiz ederrenak:Osasun-bakez bete zaizalagotik Datorrenak.

4Hau dok hau aukeria,bakotxak beria!Behar dan beste badaukagu tahau dok loteria!

5Askoz ere txarrago,gaur baino lehenago;konforme bizi dana baino norzoriontsuago?

6Izan osasun onata hartuemona;alkarren lagun izanaz datordanon zoriona.

7Urte barri ta onakbihotzez emonak!Euskalerriko Pasiotarrokdanoi ZORIONAK!

8Agur Ama Maria, gure Zaindaria!Zure eskutik hastera goazgaur Urte Barria.

URTEBARRI

ZORIONTSUA!

“Begiak parrez parrez“

Joxemari Arzalluzz

urteak joan?

zkar doaz, gero, urteak”! esan zion batek Lazkao Txiki bertsolari argiari. Eta bert-solariak, azkar eta bizi-bizi, erantzun: “Pasatzen diren bitartean, ondo; bertan ge-ratzea duk txarra”.

Ez dakit ziur urteak pasa egiten diren edo pertsonaren gorputzean itsatsita beti-ko geratzen diren; inork ez dit oraindik zalantza hau argitu. Jende asko ikusten da urteen

poderioz gorputza erabat okertuta; edota, makilaedo bastoi baten beharrean direnak.

Zahartzeak beldurra sortzen omen du pertso-naren barnean. Beldurra, etsipena, tristura etaezina… Baina, gero eta urte gehiago igarotzen di-tugu mundu honetan; zahartuta ere… hementxenahi, ze arraio!

Asko dira pozik bizi direnak nahiz eta urtee-tan sartuak izan. Aiton-amona ugari dira eta eza-gunak ditugu alaitsu, umore onez, argi, goxo etairrifar ederra eskainiz bizi direnak.

gauza handirik ez dute espero; opari garesti-rik ere ez: bizitza bera zaie opari! Seme-alaben la-guntza espero dute. Bilobek emandako muxutxo

bat nahikoa dute; zer opari ederragorik!

Beti on egiteko prest izan direnak orain ere horretan saiatzen dira, ahal dutenneurrian. Ongia nahi dute berentzat eta ingurukoentzat. Ongia, bakea, zoriona, lasaitasu-na amets! Bai, aiton-amonak amets egiteko kapaz dira. Inork ez die galaraziko eta debe-katuko amets egitea!

Amets egitea libre bizitzea da. Askatasuna da pertsonaren ezaugarririk nagusie-na. Izan libre, bizi aske!

gero eta gehiago miresten ditut gure aiton-amonak! Zuei, bereizi, urte berri on!

AA

Carballino – Pilar Estévez RodríguezCoristanco – Manuel Porteiro y Pili Rey AndradeTarragona – Teresa Griera Buxóns Ferrol – María Seibane FernándezBilbao – Guadalupe Seijas GonzálezMadrid – Isabel Alonso CendoyaSan Claudio – Regina Seoane MartínVigo – José Luis Cid MendipeBarakaldo – Antón García GrandeLugo – Balbina Gómez Rodríguez

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. “A través de las edades, el éxito ha sido de aquellos que perciben lasnecesidades públicas y saben satisfacerlas” (Friedich von Schiller)

. “La televisión es la violación de las multitudes” (J.F. Revel)

. “Entre cien que te saludan, ¿habría uno que te prestase ayuda? (Pi-tágoras de Samos)

. “La injusticia hecha a uno sólo es una amenaza dirigida a todos”(Charles L. de Montesquieu)

. “Nadie concede a los demás el derecho a equivocarse” (Johann W.Goethe)

. “En el verdadero amor no manda nadie; obedecen los dos” (AlejandroCasona)

. “En las revoluciones hay dos clases de personas: las que las hacen ylas que se aprovechan de ellas” (Napoleón Bonaparte)

. “Los abogados están siempre dispuestos a poner a un hombre en di-ficultades para sacarle luego de ellas” (Oliver Goldsmith)

. “Los amigos: una familia cuyos individuos se eligen a voluntad” (Al-phonse Karr)

. “El Tiempo y el Espacio confunden sus fronteras y se desvanecen enlo desconocido” (Maurice Maeterlinck)

. “Cualquier clase de paz entre los ciudadanos es preferible a una gue-rra civil” (Marco Tulio Cicerón)

. “¡Triste época la nuestra! Es más fácil desintegrar un átomo que unprejuicio” (Albert Einstein)

. “La suerte no es más que la ocasión para aprovechar las ocasionesfavorables” (Orison Sweet Marden)

sta mujer, este hombre, este médico, mi hijo, la abuela,mi esposa… es una bendición. Éste es uno de los calificati-vos más bellos que pueda decirse de una persona. Es hablarde alguien como portador de vida, de confianza, de alegría…como persona de bien; da gusto estar con gente así.

El creyente lee el Génesis y contempla maravillado la crea-ción, como la primera bendición de Dios para el hombre. Lapareja humana se ven a sí mismos (se entregan y se reci-ben) como una bendición mutua. cuando el pecado (llámeseegoís-mo, desconfianza, orgullo…) pervierte la bendición,aparece la maldición. qué horrible escuchar: ese hombre escomo una maldición. Si el primero nos traía vida y nos paci-ficaba, éste nos trae temor y muerte.

Es una gracia contemplar las creaturas –desde las floreci-llas del ribazo hasta el último descubrimiento de la ciencia-como bendición. Y, si hablamos de esos logros del hombre,escuchar en estas creaciones humanas el canto de la “Litur-gia de Bendición”: “Y Tú, Señor, prolongas en sus pequeñasmanos, tus manos poderosas. Y estáis así los dos de cuerpoentero, los dos así creando, velando por las cosas”. cadadescubrimiento de la ciencia es una bendición de Dios y delhombre, que luego el hombre puede pervertirlo, hacer de élun instrumento de vida o de muerte.

al estreno de 2011 suplicamos a Dios su bendición de Pa-dre; y a Jesucristo, fuente de la redención; y al EspírituSanto, generador de la nueva vida.

Porque somos bendecidos, podemos nosotros bendecir: quepuedan decir de nosotros: ese hombre, esa mujer es unabendición. Mario

ELa Bendición